LOS TICS NERVIOSOS EN LOS NIÑOS

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LOS TICS NERVIOSOS EN LOS NIÑOS Los niños pasan por innumerables estados de nerviosismo. En forma de preocupación ante un examen, a modo de excitación ante un cumpleaños o evento importante (los Reyes, Papá Noel, la comunión…). Estos momentos suelen ser puntuales, pero también hay casos donde el estrés y la ansiedad en el niño empiezan a aparecer de forma más prolongada y sostenida en el tiempo. A veces, esos estados ansiosos pueden dar lugar a algunos síntomas. En este artículo no nos centraremos en los tics generados por causas no físicas o neurológicas, sino por factores emocionales. ¿Qué son los tics? Los tics nerviosos se definen como “movimientos (tics motores: parpadear, saltar, etc.) o sonidos (tics vocales: como toser dar gritos) repetitivos y estereotipados carentes de objetivo”. Con frecuencia, su intensidad aumenta ante situaciones de ansiedad, estrés, cansancio y/o irritabilidad, y tienden a disminuir ante la realización de actividades que requieren concentración o durante el sueño. Suelen aparecer en la infancia (entre los seis y diez años normalmente), sin causa determinada y generalmente de forma transitoria. Además, se presentan con mayor frecuencia en niños que en niñas. ¿Cómo se sienten los niños que los padecen? Posiblemente, los niños no serán conscientes de sus propios tics hasta que otra persona (como sus padres o abuelo) les pregunte: “¿por qué no dejas de hacer eso con los ojos?” o “¿por qué haces ese ruidito constantemente?”. Según el tipo de tics y lo obvio que sean (por ejemplo, el guiño o parpadeo de ojos es menos evidente y “molesto” que un grito), es posible que los niños se sientan tristes o preocupados al sentir que no pueden controlarlos. Quizás aparezcan sentimientos de vergüenza o culpabilidad al ser cada vez más conscientes de los movimientos que hacen. Quizás también en el colegio puedan aparecer burlas. Es importante poder hablar con el niño o niña de cómo se siente y explicarle qué es lo que le pasa para que pueda entenderlo. ¿Y cómo se sienten sus padres? Es muy posible que los padres pasen de la preocupación por lo que le sucede al niño o niña cuando empiezan los tics, a la ansiedad por no poder ayudarle y, quizás también, a la desesperación, al ver que la situación no mejora: ser conscientes de los tics (como decíamos, son reflejo de un estado de nerviosismo o ansiedad) puede terminar por ponernos muy nerviosos. Quizás aquí los padres tengan que hacer un esfuerzo importante, recordando que los tics son movimientos involuntarios e inconscientes que el niño o niña ni puede controlar ni hace aposta para molestar al otro. Posiblemente, los tics serán la forma que ha encontrado de liberar y aliviar tensiones. No es que no “quieran” controlarlos o evitarlos: es que no “pueden”. Por este motivo, es de vital importancia que los padres no regañen o castiguen al niño o niña por los tics. Poder hablar con ellos, entender cómo se sienten, qué cosas han pasado en el colegio o en casa que les puedan preocupar o poner tristes, les ayudará a poner palabras a sus emociones y sentimientos, y liberar de esta forma tensiones. En general, si los padres entienden los tics de sus hijos como algo normal y pasajero, sin prestarles demasiada atención, suele haber una evolución satisfactoria y esto facilita la desaparición de los tics. Si por el contrario les regañan o presionan, es posible que aumente la frecuencia de los tics y que éstos se vuelvan más intensos. ¿Cuándo es necesario acudir a un especialista?

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LOS TICS NERVIOSOS EN LOS NIÑOS

Los niños pasan por innumerables estados de nerviosismo. En forma de preocupación ante un examen, a modo de excitación ante un cumpleaños o evento importante (los Reyes, Papá Noel, la comunión…). Estos momentos suelen ser puntuales, pero también hay casos donde el estrés y la ansiedad en el niño empiezan a aparecer de forma más prolongada y sostenida en el tiempo. A veces, esos estados ansiosos pueden dar lugar a algunos síntomas. En este artículo no nos centraremos en los tics generados por causas no físicas o neurológicas, sino por factores emocionales.

¿Qué son los tics?Los tics nerviosos se definen como “movimientos (tics motores: parpadear, saltar, etc.) o sonidos (tics vocales: como toser dar gritos) repetitivos y estereotipados carentes de objetivo”. Con frecuencia, su intensidad aumenta ante situaciones de ansiedad, estrés, cansancio y/o irritabilidad, y tienden a disminuir ante la realización de actividades que requieren concentración o durante el sueño. Suelen aparecer en la infancia (entre los seis y diez años normalmente), sin causa determinada y generalmente de forma transitoria. Además, se presentan con mayor frecuencia en niños que en niñas.

¿Cómo se sienten los niños que los padecen?Posiblemente, los niños no serán conscientes de sus propios tics hasta que otra persona (como sus padres o abuelo) les pregunte: “¿por qué no dejas de hacer eso con los ojos?” o “¿por qué haces ese ruidito constantemente?”. Según el tipo de tics y lo obvio que sean (por ejemplo, el guiño o parpadeo de ojos es menos evidente y “molesto” que un grito), es posible que los niños se sientan tristes o preocupados al sentir que no pueden controlarlos. Quizás aparezcan sentimientos de vergüenza o culpabilidad al ser cada vez más conscientes de los movimientos que hacen. Quizás también en el colegio puedan aparecer burlas. Es importante poder hablar con el niño o niña de cómo se siente y explicarle qué es lo que le pasa para que pueda entenderlo.

¿Y cómo se sienten sus padres?Es muy posible que los padres pasen de la preocupación por lo que le sucede al niño o niña cuando empiezan los tics, a la ansiedad por no poder ayudarle y, quizás también, a la desesperación, al ver que la situación no mejora: ser conscientes de los tics (como decíamos, son reflejo de un estado de nerviosismo o ansiedad) puede terminar por ponernos muy nerviosos. Quizás aquí los padres tengan que hacer un esfuerzo importante, recordando que los tics son movimientos involuntarios e inconscientes que el niño o niña ni puede controlar ni hace aposta para molestar al otro. Posiblemente, los tics serán la forma que ha encontrado de liberar y aliviar tensiones. No es que no “quieran” controlarlos o evitarlos: es que no “pueden”. Por este motivo, es de vital importancia que los padres no regañen o castiguen al niño o niña por los tics. Poder hablar con ellos, entender cómo se sienten, qué cosas han pasado en el colegio o en casa que les puedan preocupar o poner tristes, les ayudará a poner palabras a sus emociones y sentimientos, y liberar de esta forma tensiones. En general, si los padres entienden los tics de sus hijos como algo normal y pasajero, sin prestarles demasiada atención, suele haber una evolución satisfactoria y esto facilita la desaparición de los tics. Si por el contrario les regañan o presionan, es posible que aumente la frecuencia de los tics y que éstos se vuelvan más intensos.¿Cuándo es necesario acudir a un especialista?Como decíamos al principio del artículo, hemos hablado aquí de los tics nerviosos que pueden ser explicados por factores emocionales. Sin embargo, es importante señalar que hay ocasiones en las que los tics requieren la consulta e intervención de especialistas.Si los tics persisten en el tiempo, afectan a varios grupos musculares y, sobre todo, si empiezan a generar mucho malestar en el niño o en los padres (es decir, si empiezan a interferir en las relaciones sociales, ámbito escolar o familiar de manera notable), es importante que puedan acudir a un especialista para que valore la situación. El médico realizará un examen físico y determinará si son necesarias más pruebas para descartar cualquier otro trastorno, así como la posible derivación a otro especialista (neurólogo o psiquiatra). Si los padres y/o el niño o niña tienen dificultades para manejar el estrés que pueda generar esta situación o los sentimientos que aparecen, es recomendable que acudan a un psicólogo para trabajar estos aspectos. Como sucede en muchas ocasiones y también en este caso, el trabajo multidisciplinar de varios especialistas puede resultar beneficioso.

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Tic NerviosoUn Acercamiento y Claro Práctico para los Padres.

El Doctor Grossmann ha proporcionado esta página como un recurso claro y práctico para pacientes y sus familias quiénes viven con tic nervioso. Por favor pulse sobre las palabras destacadas, subrayadas de las preguntas o temas en los que usted está interesado.

¿Qué es Tic Nervioso? Los tics son contracciones nerviosas involuntarias que puede implicar cualquier grupo de músculos voluntarios. Los tics pueden ser parcialmente controlados, por lo general por corta duración durante la cual la persona hace un gran esfuerzo para controlarlos. Más tarde, sin embargo, los tics ocurrirán de nuevo y pueden ser más fuertes debido a la tentativa de compensación. Los tics pueden consistir en parpadeo de ojo, muecas faciales, aleteo nasal, o apertura de la boca. El mejor entendimiento de como una persona con tic debe sentirse es por ejemplo, uno puede tratar de abstenerse de parpadear sus propios ojos durante un largo período de tiempo. Este será fácil al principio, pero después de aproximadamente 30 segundos el parpadeo ocurrirá casi automáticamente. Así es como una persona con un tic se siente constantemente. Los tics se hacen peores cuando la gente está bajo situaciones estresantes. Por lo general presentándose por primera vez cuando una hay una emergencia familiar o cuando es movido de un lugar seguro. Los tics por lo general fluctúan en la intensidad y si ellos ocurren sólo temporalmente, ellos no califican para ningún desorden del tic. Los tics pueden ser motores o vocales; los tics vocales incluyen el tarareo, el gruñido, o decir palabras reales, por lo general de una manera explosiva, y espástica, (las palabras puede ser como maldiciones). Los tics pueden ser simples o complejos. Un tic simple es sin sentido, como un parpadeo de ojo, cualquier músculo que se contraiga nerviosamente, un gruñido, o una producción de un ruido. Un tic complejo consiste en un movimiento de músculo con un propósito, como rasguñar, lanzamiento de algo, o masticación. Un tic vocal complejo es el que realmente produce una palabra, no solamente un sonido.

¿Cuáles son los tipos de Tic Nervioso que existen? El más complicado y preocupante tic nervioso es el desorden de Tourette. Este desorden requiere la presencia de tics durante al menos 1 año. Los tics deben ser de naturaleza motora y vocal. Los tics deben ser frecuentes, nunca conteniéndose por un periodo de más de 2 meses. Ellos también deben causar un daño significativo. El desorden de Tourette es una combinación de múltiples tics, síntomas como AD/HD, y dificultades obsesivas compulsivas. Desorden de tic motor crónico:

Es como el Tourette excepto no es asociado con tics vocales Desorden de tic vocal crónico:

Es como el Tourette excepto que consiste sólo en tics vocales (no tics motores) Desorden de tic agudo:

Es un desorden que consiste en tics, durando un tiempo corto y resuelven cuando el factor de tensión que lo causa es eliminado (dura menos de 3 meses).

Desorden de tic por otra parte no especificado: Incluye todos los otros desórdenes que no encuentran los criterios para los desórdenes arriba mencionados.

El Desorden de Tourette Este es un desorden de una combinación tanto de tics vocales como motores. Debería ser considerado como parte de un espectro de desorden de conducta, que consiste en tics, comportamiento obsesivo compulsivo, y déficit de atención/desorden de hiperactividad. En orden para calificar para el diagnóstico de desorden de Tourette, los tics deben estar presentes durante más de 1 año y nunca solucionarse durante un período más largo que 2 meses. El curso natural del desorden es fluctuante. Las fluctuaciones de los síntomas pueden o no estar relacionado con los factores estresantes. El origen del desorden es genético, se cree que es transmitido en una manera autosómica dominante, pero otros factores genéticos pueden desempeñar un papel, incluyendo la amplificación genética (empeorándose con generaciones consecutivas) e impresión genética (teniendo una presentación diferente en lo heredado de los cromosomas de la madre o el padre). La presentación habitual del desorden de Tourette es con un poco de incremento en hiperactividad e irritabilidad. En este tiempo algunos niños pueden ser diagnosticados con AD/HD y ser comenzados con medicamentos estimulantes, pero más tarde discontinuados cuando los tics se desarrollan. Los tics por lo general al principio implican tics motores en el área de cara, como parpadeo de ojos, muecas faciales, fijación en

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el pelo, apertura de boca, aleteo nasal, y sacudidas del cuello. Los tics entonces envuelven a los hombros y las extremidades. Por lo general los tics vocales se desarrollan más tarde y con frecuencia consisten en el limpiado de la garganta. Otros tics vocales pueden consistir en tararear sonidos, gruñido, ruidos agudos, gritos, y palabras actuales, por lo general palabrotas. Los tics vocales y motores pueden ocurrir concomitantemente, pero no tienen que estar presentes en orden para calificar con el diagnóstico de Tourette. El comportamiento obsesivo compulsivo, la ansiedad, y la depresión pueden estar asociados con el desorden y por lo general desarrollarse más tarde en el curso del mismo. La condición auténtica puede ser sumamente quebrantadora y vivir con ello puede ser difícil. El tratamiento puede ser ayudar en varios niveles.

¿Cuáles son Algunas de las Otras Causas del Tic? Los tics pueden ser causados por la tensión extrema, algunas medicaciones incluso Ritalin, Dexedrine, y Adderall (estimulantes), o Tegretol pueden causarlo. En raras ocasiones, algunas infecciones que implican el cerebro (encefalitis) pueden tener que ver con tics. Otros desórdenes genéticos y metabólicos, sobre todo aquellos que afectan los ganglios basales pueden tener que ver con tic o con el fenómeno parecido a un tic. También las infecciones virales pueden causar raramente tics. Las infecciones de Estreptococos han tenido que ver con el desarrollo de tics y comportamientos obsesivos compulsivos. Los PANDAS o los desórdenes neurosiquiátricos pediátricos autoinmunes asociados con infecciones de estreptococos, son una entidad conocida en la cual los anticuerpos a las bacterias estreptococos atacan los ganglios basales que causan los síntomas arriba mencionados. Los tics deben ser diferenciados de la corea. La Corea es un desorden del movimiento que a diferencia del tics, no puede ser reproducido por un observador, es más difícil de suprimir, y es incorporado en movimientos voluntarios. Raramente algunos convulsiones pueden ser breves y rápidos e imitan al tic nervioso.

Tratamiento del Síndrome de Tourette La mayor parte de los niños con tics no requieren tratamiento. El curso de fluctuación del desorden hace la espera una opción prudente; también hace difícil de tasar claramente la respuesta a los medicamentos, desde una fluctuación regular más bien que los efectos de los medicamentos pueden causar empeoramiento o mejoras. Cuando el tratamiento es considerado, diferentes neurólogos pueden tener un enfoque ligeramente diferente. La Clondina (Catapress) puede ser usada como la primera línea de la terapia por unos. La ventaja consiste en que está disponible en una forma de parche que puede ser sustituido una vez por semana, no requiriendo una ingestión diaria de pastillas. Como Guanephezina (Tenex) es un medicamento para la tensión arterial de acción central puede beneficiar al tics y calmar el comportamiento hiperactivo. En unos, sobre todo con Tenex, los padres reportan una mejora de la atención y el rendimiento escolar. Otros medicamentos supresores del tic que incluyen pimozide, flufenazina, y haloperidol. Estos son muy eficaces, pero pueden tener algunos efectos secundarios serios, incluyendo disfunciones del hígado y de la coagulación, ganancia de peso, reacciones alérgicas, reacciones distónicas, y disquinesia tardía. La disquinesia tardía es un desorden del movimiento potencialmente irreversible que implica la boca, lengua, y las extremidades. Otros medicamentos provechosos en esta situación incluyen los SSRI (inhibidores selectivos del rehúso de la serotonina); estos incluyen Prozac, Zoloft, Paxil, Luvox, y Celexa. Estos medicamentos pueden reducir la ansiedad y mejorar la inclinación obsesiva compulsiva y el comportamiento. Su indicación primaria es como antidepresivos. La depresión desempeña un papel activo en los pacientes con desorden tardíos de Tourette. Otros tratamientos incluyen la orientación psicológica, las modificaciones de conducta, grupos de apoyo, y retroalimentación con resultados limitados. El curso natural y el resultado de este desorden son variables y en muchas situaciones cuando el individuo madura el grado de los tics y desorden disminuyen gradualmente, a pesar de los efectos de los medicamentos.