Los tacones altos provocan

trastornos de rodillas y caderas Las principales afecciones son la degeneración de las articulaciones y la osteoartritis. Una kinesióloga de Estados Unidos hizo su tesis sobre este

problema. Aconseja a las mujeres usar zapatos bajos.

Martes 17 de Agosto 2010

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ENEMIGOS DE LA SALUD. Los tacos altos también afectan los tobillos.

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Las mujeres han estado afirmando la moda de tacones altos por años, usando tacos aguja,

plataformas y otros adminículos del tipo. Pero hay bastantes razones para preocuparse por

estos ingenios de la moda y lo que podrían estar haciendo en sus rodillas y articulaciones al

mismo tiempo. El estudio hecho por una kinesióloga estadounidense concluyó que caminar

en tacos altos contribuye a lo largo del tiempo a la degeneración articular y a la osteoartritis

de rodilla.

Danielle Barkema, de la Universidad de Iowa, Estados Unidos, completó recientemente su

tesis, dirigida por el profesor Phil Martin, referida a los efectos del caminar en tacos altos

sobre las fuerzas que actúan en las articulaciones de las extremidades inferiores. Presentó

los resultados del estudio en un encuentro de la American Society of Biomechanics que se

celebró este mes. Investigaciones como esta permiten afirmar que si alguien usa tacos altos

regularmente, a la larga desarrollará osteoartritis.

Dolor e inflamación La osteoartritis es la forma más común de artritis. Causa dolor, inflamación y disminución

de los movimientos en las articulaciones. Puede ocurrir en cualquier articulación, pero suele

afectar principalmente las manos, las rodillas, las caderas o la columna.

Su efecto degrada el cartílago de las articulaciones. El cartílago es el tejido resbaloso que

cubre los extremos de los huesos y absorbe los impactos de los movimientos. Cuando se

desgasta, los huesos friccionan entre sí y, con el transcurso del tiempo, esta fricción puede

dañar la articulación permanentemente.

Entre los factores que pueden causar osteoartritis se incluyen el sobrepeso, el

envejecimiento y las lesiones en una articulación. A lo que según parece se pueden añadir

los tacos altos que impone la moda femenina.

Probablemente hay gente que aún usando tacos altos no tendrá ese problema. Sin embargo,

está claro que el riesgo de desarrollar osteoartritis es mucho mayor para quienes los usan. Y

de acuerdo con el estudio, cuanto más altos sean los tacos, mayor será ese riesgo.

Tres alturas Para la investigación Barkema eligió tres tipos de altura: chatos, de cinco centímetros y de

nueve centímetros. Cada una de las 15 mujeres que participaron del estudio realizaron

pruebas de caminata. Se midieron las fuerzas que actúan sobre las articulaciones de la

rodilla y los golpes sobre el talón que inducen las ondas de choque que viajan por el cuerpo

al caminar sobre tacos altos.

Usando sensores, acelerómetros y equipos de laboratorio como plataforma de fuerza y

cámaras, la investigadora pudo capturar datos de movimiento y fuerza. Luego trasladó estos

datos a resultados que podrían cambiar la forma en que millones de mujeres eligen su

calzado.

El modo de caminar Mientras que varios estudios previos habían examinado el efecto de los tacos altos sobre las

articulaciones, el trabajo de Barkema y Martin encontró que el alto de los tacos cambia las

características del caminar, por ejemplo, hace más lenta la velocidad y más corto el largo de

los pasos.

A medida que aumenta el alto de los tacos, también observaron un aumento en la

compresión dentro de la rodilla. Esto implica que a la larga los tacos altos contribuyen a la

degeneración articular y la osteoartritis.

Pero también encontraron que los tacos altos, especialmente los de siete centímetros o más,

además de crear problemas de articulación de las extremidades, alteran la postura corporal

al cambiar las posiciones de las articulaciones en el tobillo, la rodilla, la cadera y el tronco,

lo que puede provocar tensión y dolor en la espalda. Los cambios más notables, en este

sentido, los hallaron en los tobillos.

En el trabajo Un dato curioso es cómo se le ocurrió a Danielle llevar adelante esta investigación. Fue

porque su hermana melliza, Ashley, que trabajaba en una tienda en Chicago, comenzó a

notar el problema que producía en sus compañeras de trabajo usar tacones. Ashley observó,

por ejemplo, que la mayoría de ellas, especialmente las de mayor edad que habían usado ese

tipo de calzado con regularidad, padecían trastornos de rodillas y de caderas. Se lo comentó

a su hermana y esta puso en marcha su espíritu científico para comprobar qué ocurría.

La conclusión de Danielle es que los tacos altos deberían ser usados con moderación por las

mujeres que no se resignan a hacer concesión a las demandas de la moda, aunque en lo

posible es conveniente utilizar zapatos de tacos bajos.

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