Los relatos aquí contados, no han sido modificados* Las fotos adjuntas pertenecen a las personas de cada relato*

20 historias desde un iPod

María Elena (mientras pienso) Ya está En el colegio yo no era una niña precisamente buena, era un poco mala con mis compañeritos Un poco que los manejaba a mi antojo Suena feo, pero era verdad Y bueno, un día en una clase con el tutor En 4o3ero de primaria Él nos dijo que acaba de tener reunión con los papás y que al conocer a los hijos veía cómo eran los papás En ese momento y aunque lo que hacía no era obvio (de pequeña le pegaba a mi prima menor por celos también) Fue casi como morir Vi toda mi vida pasar ante mis ojos y mis errores Y las maldades cometidas Y pensé No! Mis papás son buenos, nadie va a venir acá a decir que ellos son malos porque yo no sea buena Y decidí ser buena para q nunca nadie pueda hablar mal de mis papás Y ya! Me marcó porque me hizo consciente de muchas cosas Y me cambió la vida A partir de ese momento empecé a pensar en los demás realmente En lo q sentían y en cómo afectaban mis acciones a que ellos estén bien

Eduardo

El nacimiento de los mellizos Martin y Elisa estaba planificado, sería el 21 de diciembre a las 8 de la mañana y sería una cesárea, la noche anterior era domingo y luz y yo estábamos en cama mirando la tele, eran las nueve de la noche y había un silencio en toda la casa, esa sería la última noche que estaríamos solos ella y yo, en el canal nueve empezó la película estelar, era godzilla de Emerich, una mala versión del monstruo antihéroe de mi infancia. durante dos horas vimos esa mala película sin inmutarnos, luego apagamos la tele nos dimos un beso y apagamos la luz. siempre recuerdo esa noche y esa mala pela y siempre pienso en godzilla arrasando una ciudad entera, trastocando el orden y sumiéndonos en el caos, siempre pienso en mis preciosos mellizos que hoy tienen casi 18 y pienso en esa metáfora del caos que representaron, pienso en mi mundo ordenadito de pintor con su esposa pintora y su perro pienso en cómo dejamos de ser el centro del mundo, en cómo irrumpieron los bellos godzillas para voltear de cabeza nuestro confortable mundo e imponer un nuevo orden. fue una señal sencilla y directa. Dice mi madre que la noche anterior a mi nacimiento ella fue al cine a ver "Anastasia" una pela con Yul bryner, un día la compré en polvos, hasta ahora no la veo....

Eric

Hay varios No me gusta recordar los tristes Un evento fue cuando mi papá estaba de viaje y me llamo en la mañana Mi mama me despertó para contestar el teléfono Y mi papa me dijo: anda al taller de José que en media hora llega el mustang y tienes que recibir el camión que lo trae y firmar Creo que fue las dos horas más emocionantes que pase ya que el mustang no llegaba y estaba esperando afuera del taller a las 6 de la mañana Jajaja Te parece bien ese evento o quieres uno en cuál tenga que ver una chica? Una de mis taaaantas chicas

😎

Jajajaja

Miguel

Sucedió cuando aún no tenía memoria. La muerte de mi papa, supongo. Se estrelló en una avioneta en Arequipa, 2 días antes del cumpleaños de mi mama, 1996, 15 de enero. Yo tenía 5 años. No recuerdo nada.

Gabriel

Creo que si hablamos de eventos negativos sería la muerte de mi abuela cuando yo estaba en Chile Yo vivía con ella en Lima y cuando me mandaron a Chile falleció Y no me entere hasta una semana después Y si hablamos de positivos Fue cuando ingrese a la universidad Porque no sabía que conocería tanta gente Jajajajaja De hecho, odiaba a la gente antes de ingresar Esos dos serían

León

Bueno, cuando tenía 10 años tenía una gata, manchada, esas de tres colores, naranja, negro y blanco la gata tuvo 5 gatitos me gustaba jugar con ellos y sacarlos a jugar en el jardín un jardín grande de la casa de mis padres en Huachipa un día los bañé y los saqué a la terraza a que se sequen con su mantita (en un primer piso, nada elevado nada elevado) entonces me fui a ver la tele y me olvidé de ellos pasaron tres horas creo ya estaba en la última hora del atardecer salí a la terraza y los fui buscando porque jugando se habían ido al jardín encontré 4 estuve como dos horas buscando y buscando el quinto pero no lo encontré un rato después escuchamos un perro, era la mascota de un vecino se estaba peleando con algo salimos con mi hermano que ya había llegado y tenía al gatito recuerdo que lloré mucho y me sentí muy mal aún ahora a veces tengo la sensación de que algo que estoy haciendo algo mal de que me estoy olvidando de algo y me genera ansiedad y eso

Jorge

Nos habían pospuesto el vuelo a Santiago, programado originalmente para las 8.30, y no había certeza de a qué hora partiríamos. Era casi mediodía y, con Billy, combatíamos el aburrimiento hablando sobre la Primera Guerra Mundial y Cartarescu, mientras que una enojada Paola nos exigía que demandásemos a la aerolínea por la demora. En ese momento, lo vi. Visiblemente soñoliento y con el predecible cansancio tras su tremendo show de la noche anterior, Cornell arrastraba sus maletas sin que nadie lo reconociera. No era difícil inferir que su destino inmediato también sería Santiago, donde tocaría en apenas dos días. [Continuará...]

Daphne

No sé cuál ha sido el evento que ha marcado mi vida. Intuyo que ha sido algo que me ocurrió de muy pequeña y que no recuerdo por mi mala memoria. Pero algo debe haber pasado porque siempre he sido muy introvertida e insegura, y siempre he tenido la idea de que la gente se va a reír de mí, por lo que literalmente me escondía y me quedaba callada para pasar desapercibida. Ahora pensando en esto que me dices, algo que sí recuerdo y puedo contarte es un episodio que tuve como a los 20 años, en el que exploté después de como un año de mantener una mala relación con la que entonces era mi cuñada. Fue una noche en casa de mi ex, había pasado casi todo el día allá y había estado llorando, algo que ya para entonces era como una costumbre -estar ahí y pasarla llorando- y me tenía enferma a mí y a mi ex por igual. Volví a mi casa y a diferencia de las otras veces, no pude disimularlo y seguí llorando. Mis padres lo notaron y mi mamá me acompañó horas, mientras yo trataba de explicarle que en realidad no sabía muy bien por qué era. Solo sabía que me sentía sola y que no sabía por qué mi cuñada me trataba mal y me ignoraba todo el tiempo, y aunque me esforzaba más y más para agradarle, igual sentía que no me quería, y seguía en llanto y tembladera (supongo que eso generaba un mix de emociones en mí 🙄). Entonces al día siguiente me llevaron a terapia y eso duró muchos años. Creo que ese fue un momento que me marcó porque me di cuenta de que toda la vida había vivido sobreprotegida, no solo por mis papás y mis hermanas sino incluso por mí misma. No quería abrirme ni socializar, prefería estar sola y así sobrellevar el hecho de que siempre sentía que yo podía ser objeto de burla o de rechazo. Era mejor estar sola porque yo lo decidía que estar sola porque alguien me rechazaba o no me quería. Hasta que eso pasó, no por un momento sino casi a diario, porque prácticamente estaba todos los días en casa de mi ex, y cada que estaba ella sentía ese rechazo que temía desde niña. Entonces fue ahí que me di cuenta de que todo el tiempo había estado guardando algo, hasta esa noche en la que mis temores se hicieron demasiado evidentes y me dio esa maratón de llanto y adormecimiento... Pero solo para empezar terapia y volver a buscar el control de nuevo, primero siendo consciente de que existían esas cosas dentro de mí y luego tratando de averiguar el motivo de su existencia Fin! Mentira, el proceso nunca acaba

Akemi yo creo que lo que más me ha marcado ha sido estar en la universidad suena cursi ya, pero hizo que todo cambiara en mi vida y también las circunstancias me obligaron a cambiar mucho porque cuando yo estaba en el cole era súper diferente y creo que se notaba un poco cuando recién ingresé sé que me estresaba y me quejaba, tú sabes perfectamente que yo odiaba estar ahí pero ahora que he egresado y comparo las cosas a como eran antes, me alegra que todo se haya dado de esa manera porque tenía que aprender… hasta el hecho de haberme atrasado de año ha sido algo de agradezco mucho (este era mi gran arrepentimiento y algo que me hizo sentir mal por mucho tiempo) porque me llevó a dejar de pensar en los errores que había cometido y en tratar de seguir y mejorar siento que toda esta experiencia me ha marcado tanto (las personas que conocí, momentos) que hasta cuando vuelvo me pongo un poco nostálgica. terminar y tener que dejar la universidad también fue algo duro, separarse de algo que había sido parte de ti por tanto tiempo. Nunca había querido tanto algo como para sentirme así

Pierina De hecho, el que marco y cambio toda interacción mía con la vida desde entonces fue el cáncer Que de ser por algunos años una experiencia de trauma he pasado a reconciliarme con ella Y a volver a construir lazos afectivos conmigo misma, que se habían roto

Kiara A ver... creo que el más importante para mí fue cuando mis papás me cambiaron al colegio waldorf que tiene una pedagogía muy distinta a la tradicional es un cole más artístico, respeta los ritmos de aprendizajes y valora a cada persona como un ser único. En el colegio tradicional en el que estaba no encajaba para nada porque yo me distraigo fácilmente y me gusta ir a un ritmo pausado para poder disfrutar y bueno pues una niña con esas características no encaja en un sistema educativo tradicional

Víctor Así rapeando De hecho Fue cuando estaba en una transición De mi vida Después no ingresar a bellas artes Quedarme en el puesto 7 De 5 ingresa tres "Frustrado" Me absorbió la Av. Arequipa entre muchos institutos De diseño gráfico Y demás cosillas Lo mejor de todo fue darme cuenta en ese verano bajo el sol incandescente Que no servía nada más para el webeo infinito Ajaja (Alfredo alcalde padre de un amigo al que aprecio mucho) Me invitó almorzar a su casa Con quien de verdad después de una charla de lo corto que son las vidas estas Me ayudo a definir realmente que no importaba que termina siendo Si lo hacía con arte Todo estaría bien Fue un pequeño fraseo que soltó Después de charlar como te digo Después de charlar como te digo Este señor fue como discípulo de humareda Quien le dijo lo mismo En su cuarto ese donde vivía en la Victoria allá por los 80 o 70s En fin Recuerdo rugir a ese señor y su esposa Que me acogieron en su jungla cuando está trapo sin ganas de nada

Después ingrese a bellas artes en el puesto 24 de 40 vacantes Esa fue la última vez que admitieron esa cantidad Después ingresaron 120 Ajajajaj Así Paola Espero te ayude Definitivamente un recuerdo de otro y una forma de ver la vida a partir de otras experiencias Que terminó conectando conmigo Rarazo pero ya así como la pela esa "nube de atlas"

Andrea Paola bella, pues el divorcio de mis padres

Diego

Creo que tenía como 11 o 12 años, mi madre es profesora y la habían mandado a un pueblo muy lejos y vivíamos solos en un cuartito que nos

cedió la comunidad, pase en ese pueblo un año, solo bajamos a Huancayo una vez cada dos meses, siempre sacaba 20 en la escuela me

sentía muy inteligente, pero era porque la enseñanza era muy básica. Pero me gustaba engañarme y creer que era muy listo.

Pero tenía competencia, había una chica que también venia de la ciudad y ella también sacaba buena nota, pero ella si era muy lista. No

recuerdo su nombre así que la llamare Mariana. Me enamore de ella, me atraen mucho las chicas listas, pero ya era súper tímido desde

aquellos años. Pero fui ganándomela de a pocos, como solo los niños sabemos hacerlo, me hacía notar ante ella molestándola, mi forma de

llamar su atención más agresiva fue jalarle del cabello gritar ¡cabezona! y salir corriendo. Ella me persiguió por largo rato, y cuando me alcanzo

nos trenzamos de brazos, y no sé, cómo me atreví a robarle un beso, a lo cual ella me dio un puñetazo. Y se fue, yo estaba feliz. Al día

siguiente ya éramos como una especie de enamoraditos torpes. La acompañaba luego de la escuela, jugábamos luego de estudiar. Hacíamos

tareas, nos gustaba jugar a las escondidas y escondernos juntos. Buscar algún escondrijo quedarnos quietecitos, aguantarnos la risa para no

hacer ruido. Creo que fue mi etapa cursi de la infancia.

Pero a lo que voy es que el papá de Mariana, (De su padre si me recuerdo muy bien su nombre, pero prefiero no decirlo). Él también era

profesor y era muy amigo de mi madre, y a él y sus colegas les gustaba ir a un pueblo cercano que quedaba como a 30 minutos a pie e ir a

beber, lo cual hacían casi todos los fines de semana, pero un fin de semana, creo que bebió mucho, se peleó con sus colegas y se volvió solo

al pueblo. Todos estaban muy ebrios y lo dejaron marcharse, al día siguiente el papa de mariana había desaparecido y nadie sabía dónde

estaba o que le habría pasado.

En este punto debería decir que estos dos pueblos se situaban en las laderas más altas de dos cerros, uno se llama Yanabamba y el otro

Aticocha, Los unía una especie de camino el cual ya de por si era peligroso.

Todos los alumnos de secundaria profesores padres de familia lo buscaban, todos suponían que se habría desbarrancado mientras regresaba

a casa. Pero lo difícil del trayecto no sabían por dónde se habría caído y que si no lo encontraban rápido posiblemente ya no lo encontrarían

vivo.

Todo eso pasó en un día, Mariana y yo no estábamos enterados de nada, porque ese día salimos a acompañar a un amiguito nuestro mientras

llevaba a pastear a sus vacas, nosotros jugábamos, y los del pueblo buscaban al papá de Mariana.

Al regresar para antes del almuerzo, todo paso muy rápido, nos dijimos” nos vemos al rato para jugar”. Y al llegar a casa mi madre me conto

casi todo, quede helado, quería ir donde Mariana, pero me sentía aturdido. Lo habían encontrado en una especie de cuevas, se había

desbarrancado desde muy alto y a pesar de eso, al parecer había sobrevivido a la caída, y se habría arrastrado hasta esas cuevas, para

cuando lo encontraron ya había muerto, muy golpeado había perdido mucha sangre y no sé cuantos huesos se había roto.

Mi madre dijo que iría a la casa de mariana, yo la seguí, pero aun con la palabrita muerto, ¡está muerto! que me repetía en la cabeza, era la

primera vez que me decían algo así. No sabía cómo sentirme. Al llegar mariana y su madre estaban llorando al parecer en su cuarto, así que

no pude verla ni siquiera me atreví a acercarme. Fui muy cobarde y ahora me arrepiento mucho. Había mucha gente, era una situación muy

rara, escuchaba gente hablando muy bajito entre ellos, lamentos, otros que venían de aquí para allá, mi madre me perdió de vista, los demás

también, y yo no me había percatado que en el cuarto contiguo estaba alguien muerto. No sabía por dónde caminar, no sé cómo, pero solo

caminaba sin darme cuenta y llegue hasta ese cuarto y pues ver eso fue muy fuerte. Había dos señores que no recuerdo si eran profesores o

pobladores, que trataban de limpiarlo, solo basto unos segundos pero aún recuerdo la escena muy claramente, como trataban de sentarlo y

fue ahí cuando el papa de mariana me veía y yo a él, estaba todo moreteado con la cara hinchada con rastros aun de sangre, con los ojos muy

abiertos, creo que hasta no tenía algunos dientes, medio desnudo, tierra en el cabello, enserio sentía que me miraba, no sé, pero tenía una

mirada vidriosa, tenía los ojos inyectados de sangre, pero no grite, no recuerdo sentirme asustado solo muy raro ante lo que veía. Solo me

quede viéndolo, hasta que uno de los que lo limpiaba se percató que estaba ahí en la puerta y me voto y cerró la puerta. Luego de eso, salí de

la casa y me quedé fuera. Muy quieto mientras todo sucedía adentro. No volví a ver a mariana. Recuerdo que solo escuche que lloraba y sabía

que era ella. Pero no me atreví a entrar a verla, y ningún adulto supuso que yo sería necesario ahí imagino, Se dispuso todo muy rápido, se

llamó un bus para llevarlo a Huancayo, no sé cómo lo alistaron, solo sé que en ese bus también se fue mariana y su madre. Y no volvieron.

Aún tengo esa necesidad de saber de Mariana. Ver a su padre muerto, me condujo a varios traumas y miedos que supere luego de algunos

años. Mi madre nunca se enteró de esto, nunca se lo conté.

Lo siento Paola, no sé si esto te sirve o no, pero supongo que solo quería soltarlo, ahora que lo cuento y lo leo, me parece algo muy estúpido.

XD lo lamento.

Y no te atrevas a decir que tuve traumas en mi infancia o tendré que matarte, recuerda que soy muy malote y tengo que seguir aparentando

eso… :V

Alejandra

Mahomilla ya lo sé todo! No sé si es el evento que 'más' me ha marcado, pero sí creo que ha ayudado a definir mi carácter: la vez que me jalaron en primer año. Sentí no solo la crítica, pero también toda la mierda hardcore que significa el rechazo. Y me puse mal. Muy mal. Y me deprimí y lloré y tal. Luego, muuucho después de eso, entendí un poco todo. O sea, no lo entendí, pero sentí que a veces es muy necesario recibir toda esa mierda, lidiar con ella, botarla y seguir metiéndole. A partir de eso me sentí más preparada para cualquier otra mierda Espero le sirva esto pequeño que le comparto

Charlie

Bueno el evento comienza así, pero antes de contarlo debo contar brevemente el contexto. Yo estudiaba economía, había pasado dos años en

la universidad entre números y lecturas, sin embargo, esto no me satisfacía. Hacía tiempo, desde que estaba en el colegio, me atraía mucho

el arte y tenía como sueño lejanísimo aventurarme a estudiarlo, lamentablemente no me sentía muy seguro de cambiarme de carrera. Por este

tiempo me iba sintiendo descontento, aburrido y además no invertía mi tiempo en nada bueno. Siempre había pensado que había algo más,

como una 'superrealidad' en donde las cosas pasaban de verdad y no eras simplemente era espectador, soñaba con el infinito, con una

solución, ¡algo!. Pero bueno, no nos desviemos, sintiéndome así de frágil, un amigo me invito a un retiro (de la Iglesia Católica), había ido con

él al colegio y nos reuníamos bastante seguido con un grupo de amigos para jugar Calabozos y Dragones, yo era bastante reacio a la religión.

Estudié en un colegio católico y ya saliendo de él había dejado de creer en Dios, me declaraba agnóstico. Una vez en la universidad el resto

de apego que podía tenerle a la moral cristiana se terminó por ir, me sorprendió darme cuenta que de hecho quería ir al retiro.

Quería tener fe, quería creer en algo más, quería saber si en verdad existía algo, esto ya no lo hacía obligado como en el Cole, esta era una

búsqueda propia. Fui al retiro, muy determinado si iba a encontrarme con Dios de verdad tenía que dejarlo todo, me refiero a todo, malos

hábitos, fastidios, prejuicios, realmente tenía que desnudar mi alma. Nadie nunca me dijo esto, era como si lo entendiera por cuenta propia.

Me iba acercando a un terreno que no conocía así que lo mejor era caminar con la cabeza gacha, humilde sin pretensiones. El día de la

partida hacia el lugar del retiro tuve un poco de miedo de lo que estaba haciendo, pero al fin partimos.

Las primeras horas en la casa donde me hospedé fueron tranquilas, hubo varias charlas que me hicieron pensar, me confesé, lo que fue como

quitarme un peso de encima y preparó el terreno para el evento que iba a vivir después. Nada de lo que pude pasar antes me 'preparó' para

ese momento, mejor dicho, nada pudo suplirlo, me refiero a que, si bien se preparó el terreno, ese evento fue único, no hubo ninguna antesala,

lo que si hubo fue una especie de suave pensamiento que me indicaba qué camino tomar.

Puede entenderse lo que voy a narrar como quien hace un contrato, como un pacto, sólo que lo haces con lo que no puedes conocer, con lo

más sublime que te puedes imaginar. Para uno, por alguna razón, esto está velado así que debes acceder de una manera muy humilde, como

a tientas. Sucedió en un momento de oración (no se trata de una aparición o algo por el estilo) tampoco fue una emoción muy fuerte, y, si

hubo lágrimas (no recuerdo tan claramente) no era lo más trascendental.

Me puse de rodillas después de que un sacerdote me impusiera las manos, y le dije a Dios: 'Si de verdad eres tú, entonces haré todo lo que tú

digas', parecía que no podía resistirme ante una fuerza que era la más vasto que había experimentado en toda mi vida. No era material, ni

tampoco (como reitero) una gran emoción, sino una paz inmensa y una certeza casi absurda de entender que no estás sólo, que eres siempre,

que eres algo más.

Mi vida se sintió desde ese momento atravesada por esa realidad, hay un antes y un después, hasta me atrevo a decir que sólo un después.

Cuando uno habla de experiencias sabemos que son cosas que podemos vivir otra vez, inclusive si no son exactamente lo mismo o son muy

particulares pueden volver a ocurrir. No creo que esta me pueda pasar otra vez, creo que funciona así, cuando algo así irrumpe en tu vida

decides perder el control de una vez y para siempre. También creo que uno podría haber vivido cien años, y todas las experiencias posibles y

aún asombrarse al descubrir a Dios. Finalmente debo decir que después de esto comencé a estudiar Arte y bueno, sigo por aquí.

Marco

Supongo que el momento de mi vida que más me ha marcado, más que como el momento en sí mismo, si no a la larga, es el hecho de venir a vivir a Lima y la mudanza de Trujillo. De hecho, en el momento me choco un poco, pero el conocer tantas personas eventualmente, y hacer lo que me gusta es algo que al pensarlo en retrospectiva en un punto de quiebre en mi vida.

Fernando

Fue un accidente un choque para ser exacto me he quedado asustado hasta el día de hoy y por ello creo que aún no manejo por el susto que

me llevé aquel día fue en el restaurante una palmera evitó que me fuera al abismo. Fue una fea experiencia lo que me llevó a reflexionar más

sobre como estaba viviendo.

Fabiana

Siniestra somnolencia ¿Qué tal si te menciono Que tengo sed de añoranza, de lágrimas y monotonía? La pasión debe desbordárseme, No debe dejar que pegue un ojo si quiera un segundo. Mis entrañas deben arder, Mi pecho debe gemir. Debo caer a los suelos Y escribir versos entre sales y noches. ¿De dónde, sino, brotará aquella temible voz Que me dicta, domina y que guía mi mano? ¿De dónde brotará la locura, Sino de mí misma, el demonio oscilante? ¿Dónde estás, angustia, nudo, saliva, suspiro borrascoso? Ojalá no hayas perecido bajo la frialdad que se esconde tras mi última pérfida risotada. es un poema sobre cómo me sentía cuando empecé a tomar pastillas psiquiátricas porque sentí q ya no era yo misma, a la vez es un poema sobre la depresión q me dio hace tiempo.

Pablo

Es de una vez que estaba con mi familia en la casa de mis abuelos en la selva, todo el grupo salió hacia el cafetal siguiendo el camino como a las 5 de la tarde, yo me retrasé y salí en su búsqueda a las 6 maso menos, todo oscurece más temprano en la selva y entonces mi linterna chiquita no servía de mucho, solo veía un camino que seguir, pero luego de largo rato de caminar rápido y ya bien cansado me di cuenta de que era muy extraño no haber alcanzado a mi gente. entonces escuchaba o pensaba que escuchaba muchos sonidos, de hojas de viento de agua del lodo de todo alrededor de mis pisadas ya tenía mucho miedo y cuando prendía la pequeña linterna sentía que solo veía un punto blanco en el sendero o todo lo de mi alrededor de oscurecía más, así que contradictoriamente la luz de la linterna me daba más miedo, entonces seguí caminando a oscuras, empecé a escuchar también mis sonidos internos, el cansancio, la respiración, y mis latidos amplificados en mis oídos, hasta que luego de esta maraña sonora de paranoia de que el bosque me va comer, entre en un estado de plenitud y calma, camine más despacio y como en media hora llegué a un pastizal, sin árboles y con la luna suficiente podía ver todo, ahí me encontré con un señor que trabajaba con mi tío, y había salido de cacería, el me acompaño por otro sendero hasta que me encontré con los demás que me habían adelantado, la explicación de porqué me había perdido era que en alguna parte de la chacra de café antes de entrar al bosque, el camino se dividía en dos, pero por la oscuridad no pude darme cuenta de esto, luego siempre que tengo algún tipo de ruido mental o desesperación en vez de apaciguarle solo espero que siga su curso pensando que luego vendrá la calma eso lo hice también para un ejercicio en el curso de dibujo con Roni, pero ahí trataba de interpretar el ruido como algo necesario para encontrar tranquilidad no solo en el presente, sino también en los recuerdos, pera nunca separas impresiones buenas de las malas, sino versal siempre como un ciclo no sé qué más escribir ya

De conversaciones en Facebook con siete horas de diferencia y catorce horas cuarenta minutos de distancia.

Todos ellos y unos más que no, me esperan…

Paola Franco Arias