LOS QUE FRACASANAL TRIUNFAR

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79 SALUD www.psicoanalisispalma.com José García Peñalver Psicólogo Clínico-Psicoanalista 871 948 901 EL PSICOANÁLISIS PUEDE AYUDARLE HAY OTRA MANERA DE VIVIR “Toda la vida soñando con sacar esas oposiciones en la Ad- ministración de Justicia, y ahora que por fin lo consigo, mire como me siento doctor” - sollozaba mientras se enjugaba las lágrimas que recorrían sus mejillas. En efecto, en no pocas ocasiones, después de conseguir lo que se desea: acabar los estudios académicos, obtener el peleado ascenso laboral, formalizar una relación de pare- ja, tras el anhelado nacimiento del hijo, y un largo etcétera, cuando ¡por fin! las cosas parecen encaminarse después de un tiempo a menudo largo de retos y adversidades, enton- ces determinadas personas se sienten mal. Es decir, “co- nectan” con un bajón extremo; tanto que, con los ánimos, incomprensiblemente por los suelos, pueden incluso llegar a deprimirle. Reacciones sin duda inexplicables a simple vista. Extrañas. Desconcertantes. Misteriosamente impenetrables, sobre todo si ignoramos los procesos inconscientes, sin los cua- les no puede explicarse semejante paradoja. Algunos de ustedes seguramente han conocido a personas a las que les ha sucedido esto: personas que “pinchan” en esas etapas cruciales de su vida, viniéndose “abajo”, preci- samente, cuando de lo que se trataría es de sentirse satisfe- chos y probablemente estar en situación de celebrar dichos éxitos; disfrutando de semejantes logros en los que segura- mente tanta ilusión y esfuerzo habrán puesto. En dichos casos, el cambio, por el contrario, parece asumir- los en síntomas depresivos; en una actitud aparentemente absurda y fuera de toda lógica y sentido común. ¿Qué sucede? ¿Por qué dichas mejoras en el modo de vida fruto de la cul- minación de decisiones, a veces, largamente esperadas -la finalización de los estudios, la compra de un piso, el matri- monio, ascensos laborales, la jubilación...- se viven por este tipo de hombres y mujeres con auténtica desazón? ¿Será que el statu quo de dichos sujetos no se lleva bien con ningún tipo de variaciones, ni tan siquiera con las conside- radas socialmente “buenas”? ¿Por qué de ese abatimiento, si no? Evidentemente, semejante desaliento, no encaja. Tal des- fallecimiento emocional no se ajusta precisamente con la reacción lógica, digamos “positiva” ante la situación de éxi- to esperado y logrado. LOS QUE FRACASAN AL TRIUNFAR José García Peñalver Psicólogo Clínico-Psicoanalista www.psicoanalisispalma.com Orden de llegada. Ilustración: Jacques Salomon.

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“Toda la vida soñando con sacar esas oposiciones en la Administraciónde Justicia, y ahora que por fin lo consigo, mirecomo me siento doctor” - sollozaba mientras se enjugabalas lágrimas que recorrían sus mejillas.

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José García PeñalverPsicólogo Clínico-Psicoanalista

871 948 901

El PsicoanÁlisis PuEdE ayudarlE

Hay otra manEra dE vivir

“Toda la vida soñando con sacar esas oposiciones en la Ad-ministración de Justicia, y ahora que por fin lo consigo, mire como me siento doctor” - sollozaba mientras se enjugaba las lágrimas que recorrían sus mejillas.

En efecto, en no pocas ocasiones, después de conseguir lo que se desea: acabar los estudios académicos, obtener el peleado ascenso laboral, formalizar una relación de pare-ja, tras el anhelado nacimiento del hijo, y un largo etcétera, cuando ¡por fin! las cosas parecen encaminarse después de un tiempo a menudo largo de retos y adversidades, enton-ces determinadas personas se sienten mal. Es decir, “co-nectan” con un bajón extremo; tanto que, con los ánimos, incomprensiblemente por los suelos, pueden incluso llegar a deprimirle.

reacciones sin duda inexplicables a simple vista. Extrañas. desconcertantes. misteriosamente impenetrables, sobre todo si ignoramos los procesos inconscientes, sin los cua-les no puede explicarse semejante paradoja.

algunos de ustedes seguramente han conocido a personas a las que les ha sucedido esto: personas que “pinchan” en esas etapas cruciales de su vida, viniéndose “abajo”, preci-samente, cuando de lo que se trataría es de sentirse satisfe-

chos y probablemente estar en situación de celebrar dichos éxitos; disfrutando de semejantes logros en los que segura-mente tanta ilusión y esfuerzo habrán puesto.

En dichos casos, el cambio, por el contrario, parece asumir-los en síntomas depresivos; en una actitud aparentemente absurda y fuera de toda lógica y sentido común.

¿Qué sucede?

¿Por qué dichas mejoras en el modo de vida fruto de la cul-minación de decisiones, a veces, largamente esperadas -la finalización de los estudios, la compra de un piso, el matri-monio, ascensos laborales, la jubilación...- se viven por este tipo de hombres y mujeres con auténtica desazón?

¿será que el statu quo de dichos sujetos no se lleva bien con ningún tipo de variaciones, ni tan siquiera con las conside-radas socialmente “buenas”? ¿Por qué de ese abatimiento, si no?

Evidentemente, semejante desaliento, no encaja. tal des-fallecimiento emocional no se ajusta precisamente con la reacción lógica, digamos “positiva” ante la situación de éxi-to esperado y logrado.

LOS QUE FRACASANAL TRIUNFAR

José García PeñalverPsicólogo Clínico-Psicoanalista www.psicoanalisispalma.com

Orden de llegada. ilustración: Jacques salomon.

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sEminario dE FormaciÓn (siGmund FrEud/introducciÓn a lacan)

3 años de duración

RECONOCIMIENTOS Y MÉRITOS :

-Reconocido con créditos de libre configuración por la Universitat de les Illes Balears (U.I.B.).(1er. año: 3´5 créditos / 2º año: 4´5 créditos / 3er. año - curso 2012/13 -)

-Apoyo y reconocimiento Institucional del Col.legi Oficial de Psicòlegs de les Illes Balears (COPIB). “Curs amb el reconeixement del COPIB”.

-Programa de cooperación Educativa (Practicum) con la universidad nacional de Educación a distancia (u.n.E.d.).

Dirige: José García Peñalver

Información:

[email protected] www.psicoanalisispalma.com

¿QUIERES ESTUDIAR PSICOANÁLISIS?

tal vez esto resulte extremadamente “raro” o inclusive inve-rosímil e inconcebible, sobre todo para quienes aún siguen pensando que psiquismo es sinónimo de conciencia; para el resto de los que creen en el descubrimiento del concepto de inconsciente, acaecido a finales del S. XIX en el seno de la medicina, el ser humano es más sutil, más complejo. y puesto que la lógica del funcionamiento del aparato mental es otra, debido a que sus mecanismos y modos de procesar “la realidad” son más sofisticados, lo acaecido a dichos su-jetos se lee y llega a tener sentido desde otra óptica. desde ahí puede entenderse lo siguiente: que estas personas se habían acomodado y se encontraban “seguras” en el statu quo vigente para ellos, a pesar de esforzarse por mejorarlo con los objetivos que, curiosamente, al final logran mate-rializar. Por consiguiente, cualquier variación en el mismo va a desestabilizarles emocionalmente, como de hecho así sucede.

¿Entonces, no querían lo que buscaban? Evidentemente el asunto no es sencillo, si bien podemos afirmar que de al-gún modo es así, aunque por supuesto ese es un mundo inconsciente para ellos, dentro, muy adentro de su “propio” mundo mental.

Entonces, hay que contar con que en ocasiones lo que uno pide y lo que quiere no solo no coinciden, sino que pueden ser opuestos; que la demanda y el deseo son cosas distin-tas. Por tanto, llegar a quejarse de algo no implica, necesa-riamente, ir “de veras”. Hay quejas donde lo que subyace

En ocasiones lo que uno pide y lo que quiere no solo no coinciden, sino que pueden ser opuestos; que la demanda y el deseo son cosas distintas

es que, en última instancia, todo siga igual. Pero tampoco, como es el caso que hoy nos ocupa, el inmovilismo psíqui-co se abandona de buen gusto cuando las cosas empie-zan a tener “buena pinta”. En un texto escrito en 1916 por sigmund Freud y titulado Los que fracasan al triunfar, daba cuenta de unos de los varios tipo se carácter hallados en la labor analítica. En el pasado número me referí a otro de ellos: los delincuentes por sentimiento de culpa. y tanto en éste como en aquel, la angustia que ambos sienten y de la que se re-sienten es un impedimento para su salud, para llevar una vida digna. la culpa hace acto de presencia en ambos. unos delinquen, los otros se deprimen. dos síntomas. dos maneras de tratar de detener sus vidas complicándoselas.

aparentemente, la señorita del comienzo, aspira a una vida mejor. se supone que quiere lo que quiere todo el mundo con aspiraciones: mejorar su “posición”. Pero… lo que sale a la luz, lo que se “transparenta”, da cuenta de esa parte del saber popular al advertir que las apariencias engañan.

aquí, lo que da realmente miedo no es el fracaso, sino el éxi-to. Pero no estamos educados a pensar así. Estamos más acostumbrados a considerar que de un fracaso hay que le-vantarse y caminar. Que algo hay que enmendar cuando nos damos un batacazo, y que por lo tanto no queda más reme-dio que introducir cambios en nuestra vida. sin embargo, tras el éxito también hay que continuar caminando. Es decir, cambiando. Porque cambiar siempre hay que cambiar: fren-te al fracaso pero también frente al éxito.

desanudar la fantasmática inconsciente donde el triunfo, el éxito en la vida real deberá ser sancionado como si se tra-tara de un delito, es parte de la tarea de “liberación” que le aguarda en su proceso de “crecimiento”, en su trabajo psicoanalítico.

Juego de damas. ilustración: Jacques salomon.