Los próximos cincuenta años

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septiembre 2014 empresa global 41 punto y aparte :: paseo global Los próximos cincuenta años Algunos lectores pensarán que no es el momento para hacer ejercicios dema- siado largos de prospección. Apenas em- piezan a emerger señales de recuperación en algunas economías, y las dudas sobre el crecimiento poten- cial siguen presidiendo todos los ejerci- cios de anticipación a plazos más razonables. No deja de ser sugerente, sin embargo, tratar de levantar la vista un poco y, asumiendo que no se acaba el mundo, identificar posibles tendencias, o prestar atención a quienes dedican a ese ejercicio algo de atención. A ese propósito he dedicado unos días este ve- rano, tomando como referencia algunos trabajos que discuten la vigencia de un «estancamiento secular» en las econo- mías avanzadas y el informe de la OCDE «Policy Challenges for the Next 50 Years», de julio pasado. El objetivo de ese policy paper es identificar y analizar algunos de los re- tos que las economías avanzadas en- frentan en el próximo medio siglo, siempre que las tendencias globales hoy subyacentes de crecimiento económico, comercio, desigualdad y presiones me- dioambientales mantengan su vigencia. Es decir, se supone que no ocurre nada suficientemente importante que altere la dinámica de integración global. Es verdad que puede ser mucho suponer, pero tampoco es tan descabellado. Resu- mo esas tendencias. 1. Cambios en la distribución del po- der económico a favor de las economías emergentes, en especial las asiáticas. En realidad, las economías que hoy no pertenecen a ese club de las avanzadas que sigue siendo la OCDE, contribuirán al PIB global en mayor medida que las pertenecientes a esa organización, tal como ya hemos observado en los últi- mos años. 2. Hasta 2060 el crecimiento econó- mico global será significativamente in- ferior al registrado en las últimas décadas. En concreto, el crecimiento en los dos grupos de avanzadas y emergen- tes pertenecientes al G20 será del 2,7% entre 2010 y 2060, frente al 3,4% corres- pondiente al periodo 1996-2010. En todo el mundo el crecimiento será del 3% anual. Gradualmente las emergentes irán perdiendo esa tracción diferencial, especialmente debido a condiciones de- mográficas menos favorables en la ma- yoría de los países. Y es que el envejecimiento de la población y el consiguiente descenso en la población activa no es algo exclusivo de las econo- mías avanzadas. En consecuencia, los avances en el PIB por habitante pasa- rán a depender en mayor medida de au- mentos en la productividad: de la Atender esas desigualdades y las consiguientes tensiones sociales con adecuadas políticas redistributivas es una de las condiciones necesarias para garantizar la propia estabilidad del crecimiento económico. Emilio Ontiveros es presidente de Afi y catedrático de Economía de la Empresa de la UAM. E-mail: [email protected]

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Page 1: Los próximos cincuenta años

septiembre 2014 empresa global 41

punto y aparte :: paseo global

Los próximoscincuenta añosAlgunos lectores pensarán que no es el

momento para hacer ejercicios dema-

siado largos de prospección. Apenas em-

piezan a emerger señales de

recuperación en algunas economías, y

las dudas sobre el crecimiento poten-

cial siguen presidiendo todos los ejerci-

cios de anticipación a plazos más

razonables. No deja de ser sugerente,

sin embargo, tratar de levantar la vista

un poco y, asumiendo que no se acaba el

mundo, identificar posibles tendencias,

o prestar atención a quienes dedican a

ese ejercicio algo de atención. A ese

propósito he dedicado unos días este ve-

rano, tomando como referencia algunos

trabajos que discuten la vigencia de un

«estancamiento secular» en las econo-

mías avanzadas y el informe de la OCDE

«Policy Challenges for the Next 50 Years», de

julio pasado.

El objetivo de ese policy paper es

identificar y analizar algunos de los re-

tos que las economías avanzadas en-

frentan en el próximo medio siglo,

siempre que las tendencias globales hoy

subyacentes de crecimiento económico,

comercio, desigualdad y presiones me-

dioambientales mantengan su vigencia.

Es decir, se supone que no ocurre nada

suficientemente importante que altere

la dinámica de integración global. Es

verdad que puede ser mucho suponer,

pero tampoco es tan descabellado. Resu-

mo esas tendencias.

1. Cambios en la distribución del po-

der económico a favor de las economías

emergentes, en especial las asiáticas.

En realidad, las economías que hoy no

pertenecen a ese club de las avanzadas

que sigue siendo la OCDE, contribuirán

al PIB global en mayor medida que las

pertenecientes a esa organización, tal

como ya hemos observado en los últi-

mos años.

2. Hasta 2060 el crecimiento econó-

mico global será significativamente in-

ferior al registrado en las últimas

décadas. En concreto, el crecimiento en

los dos grupos de avanzadas y emergen-

tes pertenecientes al G20 será del 2,7%

entre 2010 y 2060, frente al 3,4% corres-

pondiente al periodo 1996-2010. En todo

el mundo el crecimiento será del 3%

anual. Gradualmente las emergentes

irán perdiendo esa tracción diferencial,

especialmente debido a condiciones de-

mográficas menos favorables en la ma-

yoría de los países. Y es que el

envejecimiento de la población y el

consiguiente descenso en la población

activa no es algo exclusivo de las econo-

mías avanzadas. En consecuencia, los

avances en el PIB por habitante pasa-

rán a depender en mayor medida de au-

mentos en la productividad: de la

Atender esasdesigualdades ylas consiguientestensiones socialescon adecuadaspolíticasredistributivas esuna de lascondicionesnecesarias paragarantizar lapropia estabilidaddel crecimientoeconómico.

Emilio Ontiveros es presidentede Afi y catedrático de Economía dela Empresa de la UAM. E-mail: [email protected]

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acumulación de habilidades y, en todo caso, de ga-

nancias en la productividad total de los factores

impulsadas por la innovación y el capital basado

en el conocimiento.

3. El deterioro del medioambiente constituirá una

restricción importante al crecimiento de las economí-

as emergentes más dinámicas, esto es, las asiáticas.

4.La dinámica de globalización continuará,

pero a un ritmo más lento. Con todo, el crecimien-

to de regiones como la eurozona dependerá en

gran mediad de las exportaciones a esas economías

asiáticas, que en 2060 pueden llegar a representar

un 15% del PIB, tanto como el comercio en el seno

del área monetaria europea. Esos avances en el

grado de integración global también expondrá a to-

das las economías a shocks globales, a desequili-

brios, haciendo menos eficaces las herramientas

nacionales de política económica. En la medida en

que las habilidades, la intensidad de capital y los

patrones de consumo convergerán hacia los vigen-

tes en las economías de la OCDE, las estructuras de

producción también lo harán.

Llegados a este punto, la OCDE se plantea qué

cambios de política económica serán necesarios

para mejorar el crecimiento económico, e identifi-

ca cuatro áreas fundamentales:

a.Aceleración de la integración global, inclu-

yendo los flujos migratorios.

b.Fortalecimiento de las instituciones con el fin

de hacer frente a shocks como los demográficos.

c. Reducción de las emisiones a la atmósfera

con el fin de mitigar el cambio climático.

d.Aprovechamiento de la economía basada en

el conocimiento, que será el principal vector de

crecimiento económico en el futuro.

Para cada uno de los anteriores bloques se defi-

nen algunas acciones concretas, y se destacan los

trade-offs a los que las autoridades han de enfren-

tarse. En mi opinión creo que merece la pena des-

tacar el reto que supone profundizar en la cuarta

de las direcciones antes citada con la neutraliza-

ción de la desigualdad derivada de la diferencia de

habilidades de los trabajadores. Los ajustes estruc-

turales en las empresas ante las exigencias de des-

plazamientos hacia actividades más productivas

también constituirán presiones en esa dirección.

La OCDE advierte que de mantenerse las actuales

tendencias, la desigualdad en la percepción de ren-

tas del trabajo podrá crecer en los países avanza-

dos más del 30% en 2060, hasta alcanzar el grado

de desigualdad que hoy es observado en Estados

Unidos. Atender esas desigualdades y las consi-

guientes tensiones sociales con adecuadas políticas

redistributivas es una de las condiciones necesa-

rias para garantizar la propia estabilidad del creci-

miento económico. No será un empeño fácil dadas

las restricciones fiscales que pueden seguir impe-

rando sobre las políticas nacionales y las amenazas

asociadas a la deslocalización de actividades pro-

ductivas.

A pesar de que pasen cincuenta años, en la es-

cena central de la política económica, de la asigna-

ción de recursos públicos, volverán a situarse

prioridades tales como la igualdad de oportunida-

des, especialmente en educación. Como se ve, algo

no muy distinto a lo que hoy constituye una de las

principales prioridades. De su atención dependerá

que esa transición al próximo medio siglo sea sufi-

cientemente llevadera ::

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OCDE No OCDE

Evolución del crecimiento económico global(%)

Fuente: OCDE.