Los primeros 1.000 días de vida: la importancia de la ...

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Publicación destinada a profesionales de la salud ® 11 dic.13 Los primeros 1.000 días de vida: la importancia de la nutrición Los niveles de vitamina D en el embarazo y el peso del bebé al nacer Entrevista a la Doctora Enriqueta Román Riechmann La reformulación en la base de los Compromisos Nutricionales Nestlé Edición

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Publicación destinada a profesionales de la salud

®

11dic.13

Los primeros 1.000 días de vida:la importancia de la nutrición

Los niveles de vitamina D en el embarazo y el peso del bebé al nacer

Entrevista a la Doctora Enriqueta Román Riechmann

La reformulación en la base de los Compromisos Nutricionales Nestlé

Ed

ició

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el mundo Nestlé

actualidad nutricional

noticias Nestlé

índice editorial

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La 11ª edición de nesvida® otorga un lugar destacado al papel de

la nutrición en los primeros 1.000 días de vida. La alimentación y

nutrición durante el embarazo, la lactancia y la infancia tienen conse-

cuencias a largo plazo que se prolongan hasta la vida adulta y la vejez.

En esta edición podrá descubrir el potencial de los granos de cebada

para reducir la ingesta energética, conocer de qué modo la alimen-

tación de la madre durante el embarazo influye en las preferencias

alimentarias de su hijo, y saber el efecto que tiene la vitamina D en el

crecimiento de los bebés.

Asimismo, podrá conocer más acerca de los Compromisos Nutri-

cionales Nestlé que anunciamos en la anterior nesvida® y de cómo

se traduce este compromiso en la formulación y reformulación de

nuestros productos.

Si desea obtener más información o suscribirse gratuitamente a esta

publicación, visite el área destinada a profesionales de la salud “Pu-

blicaciones sobre nutrición” en www.nestle.es/nutricion

saber hoy

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el mundo Nestlé

Nestlé Research Center y EpiGen promueven mejores estrategias de nutrición materna e infantil

De este modo, Nestlé Research Center y Nestlé Nutrition colaborarán con EpiGen para llevar a cabo un programa de investigación dirigido a conocer y determinar la nutrición óptima para mujeres emba-razadas y fomentar la salud metabólica de los niños a lo largo de su vida. El objetivo final del programa es proporcionar recomendaciones, con una base científica sólida, sobre las mejores estrategias de nutrición materna e infantil.

Los estudios realizados por esta colaboración, que incluye a científicos del sector público y privado, se basarán en la epigenética, la biología que estudia de qué modo la función genética está regulada por factores ambientales, como por ejemplo la nutrición materna, desde los primeros meses de desarrollo.

EpiGen aportará su experiencia en esta área cien-tífica emergente, mientras que Nestlé aportará sus excepcionales conocimientos en nutrición materna e infantil.

Los niños que en el inicio de su vida no reciben una alimentación equilibrada presentan un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, así como atrofia del crecimiento y desarrollo.

Nestlé considera que una buena nutrición empieza antes del embarazo, y continúa y se mantiene des-pués de esta fase con una alimentación adecuada de la madre y con la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses o más de vida del bebé, según recomienda la Organización Mundial de la Salud, antes de que se tomen las decisiones sobre alimentación adecuadas para cada etapa de crecimiento.

En este sentido, la división de Nestlé especializada en nutrición materna e infantil ha dedicado esfuer-zos para mejorar la salud de las madres y los niños, y ha centrado sus investigaciones en el desarrollo de productos y servicios de salud para los prime-ros 1.000 días de vida del bebé.

editorial

Ana Isabel Aragón

Unidad de Nutrición, Salud y Bienestar

Nestlé España, S.A.

Ana Leonor Perdigão

Ana Isabel Aragón

Mayence

Nestlé España, S.A.

Edificio Nestlé

08950 Esplugues de Llobregat

Barcelona

Coordinación editorial

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ficha técnica

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na vanguarda da investigaçãoactualidad nutricional

Cebada para reducir la ingesta energética

Un estudio de la Lund University publicado en el Nutrition Journal(1) revela el potencial nutricional de la cebada para reducir la ingesta energética. Se alea-torizaron 19 jóvenes adultos en dos grupos: uno reci-bió granos de cebada hervidos y otro pan blanco de trigo, ambos por la noche. Se obtuvieron mues-tras de sangre en el desayuno y el almuerzo siguien-tes. Se observó una reducción significativa, cerca del 12%, en la ingesta energética del almuerzo del día siguiente. El consumo de granos de cebada se aso-ció con un aumento de los niveles de GLP-1 (pép-tido-1 similar al glucagón) y se observó una disminu-ción de los niveles de ácidos grasos y una tendencia a la reducción de los marcadores inflamatorios como la IL-6 (interleucina 6).Los beneficios de la cebada se asociaron con un posible efecto prebiótico presente en sus hidratos de carbono indigeribles, como la fibra alimentaria, que pueden alterar la flora intestinal e influir en el meta-bolismo. Estos hidratos de carbono pueden facilitar la regulación de la glucosa en personas sanas en un período de tiempo de 10,5-16 h, disminuyendo los marcadores inflamatorios, los ácidos grasos libres, la sensación de hambre y la ingesta energética en la comida siguiente. Según una revisión efectuada en el 2010 en el Inter-

national Dairy Journal, ya se conocía la capacidad de algunos prebióticos tipo inulina de disminuir el ape-tito, aumentar la sensación de saciedad y, por con-

siguiente, reducir la cantidad de energía consumida; no obstante, estos efectos solo se observaron des-pués de varias semanas y no habían sido detecta-dos en un período de 48 h.El presente estudio indica que los efectos mencio-nados más arriba pueden alcanzarse rápidamente, con cambios hormonales en la regulación del ape-tito observados al cabo de tan solo dos comidas. Sin embargo, Schroeder N. et al,(2) publicaron un estu-dio en 47 sujetos en el que se compararon los efec-tos del grano de cebada de alto contenido en fibra, el trigo integral y los alimentos refinados a base de arroz en el consumo de energía y la sensación de saciedad.La conclusión del estudio destacó que ninguno de los tres disminuyó la ingesta energética aguda, pero el consumo de cebada rica en fibra disminuyó signi-ficativamente el hambre en comparación con el trigo integral y los alimentos refinados a base de arroz, que no lo hicieron.Así, sería interesante realizar más estudios para determinar unos resultados contrastables sobre el efecto de la cebada en la ingesta energética.

(1) Johansson, E. V. et al. (2013), “Effects of indigestible carbohydrates in

barley on glucose metabolism, appetite and voluntary food intake over 16 h

in healthy adults”, Nutrition Journal, 12:46.

(2)Schroeder N, Gallaher DD, Arndt EA, Marquart L. Influence of whole grain

barley, whole grain wheat, and refined rice-based foods on short-term satiety

and energy intake. Appetite. 2009 Dec;53(3):363-9.

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investigación estrategia de innovación

Los niveles de vitamina D en el embarazo se relacionan con el peso del bebé al nacer

Un grupo de investigadores analizó los niveles de vitamina D en mujeres embarazadas y el peso de sus hijos al nacer.(1)A partir de un estudio en recién nacidos a término con un período de gestación de entre 37 y 42 semanas, se dedujo que los nive-les de vitamina D de la madre al inicio del embarazo influyen en el crecimiento de sus hijos.Niveles insuficientes de vitamina D durante el primer trimestre de embarazo (14 semanas), suponen un riesgo dos veces mayor de presentar retraso del crecimiento uterino y bajo peso al nacer en comparación con otros bebés en las mismas condiciones.Los bebés que nacen pequeños para su edad gestacional pre-sentan un riesgo entre 5 y 10 veces mayor de muerte durante el primer mes de vida y un riesgo más elevado de desarrollar enfer-medades crónicas, como enfermedades cardíacas, hipertensión y diabetes de tipo 2.Aghajafari F. et al.(2) realizaron un meta-análisis de 31 estudios para evaluar el efecto de los niveles de vitamina D sobre el emba-razo y el nacimiento.En este estudio los niveles insuficientes de vitamina D se asociaron con la diabetes gestacional, preeclampsia, y un tamaño pequeño del bebé para la edad gestacional. Además de un mayor riesgo de vaginitis y de que el hijo tenga un bajo peso al nacer.

(1) . Gernand, A. et al. (2012), “Maternal serum 25 hydroxyvitamin D and measures of newborn

and placental weight in a U.S. multicenter cohort study”, Journal of Clinical Endocrinology &

Metabolism, 1, 3275.

(2) . Aghajafari F, et al. Association between maternal serum 25-hydroxyvitamin D level and

pregnancy and neonatal outcomes: systematic review and meta-analysis of observational studies.

BMJ. 2013 Mar 26; 346

La dieta basada en “fast food” por parte de la madre durante el embarazo podría influir en las preferencias alimentarias de su hijo

En un estudio publicado recientemente en The FASEB

Journal, se sugiere que la alimentación de las muje-res embarazadas a base de “fast food” podría causar cambios en el desarrollo de la vía de señalización de los opioides en el cerebro del feto.

Esta alteración daría lugar a una menor sensibilidad de los bebés a los opioides liberados tras el consumo de alimentos ricos en grasas y azúcares y podrían nece-sitar comer más cantidad de “fast food” para conse-guir la sensación de “satisfacción”. Este estudio se llevó a cabo con crías de ratas distribui-das en dos grupos: uno alimentado con una comida normal y otro con “fast food”, durante el período de gestación y lactancia. Tras el destete, las crías recibie-ron inyecciones diarias de un antagonista del receptor opioideo que bloquea la señalización de los opioides. Este bloqueo reduce el consumo de grasas y azúca-res, al impedir la liberación de dopamina. Los resultados podrían demostrar que el antagonista del receptor opioideo fue menos eficaz en la reduc-ción de la ingesta de grasas y azúcares en las crías de las madres que fueron alimentadas con “fast food”, lo que sugiere que la vía de señalización de los opioides en estas crías podría ser menos sensible que en la de las crías cuyas madres recibieron una comida normal. Las conclusiones de este estudio podrían advertir del efecto que tiene la alimentación de las madres en el desarrollo de las preferencias de sus hijos a lo largo de la vida y en el riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas, por lo que parece recomendable acen-tuar las recomendaciones de evitar el consumo exce-sivo de “fast food” para toda la población, y especial-mente para las mujeres embarazadas. Aunque estos hallazgos indicarían que puede existir un mecanismo mediante el cual es posible la asocia-ción observada, son necesitarios estudios en huma-nos para poder establecer recomendaciones basa-das en pruebas.

Gugusheff, J.R. et al. (2013), “A maternal junk-food diet reduces sensitivity

to the opioid antagonist naloxone in offspring postweaning”, The FASEB

Journal, 2013, 27, 3, 1275-1284.

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La importancia de la alimentación en la prevención de patologías

Los primeros 1.000 días de vida son de vital impor-tancia para la salud futura. Desde el punto de vista de la prevención es fundamental optimizar el creci-miento prenatal.

El ambiente, en el sentido genérico del término, es uno de los moduladores más importantes de la expresión de patologías. Es conocido el papel de los factores ambientales en la expresión genética desde el momento en que se inicia la vida (incluido el período intrauterino), y dicha expresión puede man-tenerse a lo largo de toda la vida.

Las pruebas existentes apuntan a que varios fac-tores ambientales (alimentarios, hábitos tóxicos,…) que se dan en el período de gestación podrían con-dicionar el estado de salud y de nutrición del recién nacido, con consecuencias difíciles de revertir.

Entre los factores ambientales, la alimentación es seguramente el más importante. El aporte nutricional de la mujer embarazada y del lactante podrían tener repercusiones considerables sobre el desarrollo y la salud a largo plazo del bebé. Esta modulación nutri-cional ejercería un efecto de programación morfo-lógica, metabólica e inmunológica que se manten-dría a lo largo de la vida y que modularía la salud y

la morbilidad y mortalidad por patologías con expre-sión clínica habitual en la edad adulta.

La expresión de la enfermedad depende de la plas-ticidad fenotípica definida por la variabilidad en la relación genotipo-fenotipo en respuesta a las seña-les ambientales. Estas señales, que aparecen en períodos críticos del desarrollo, pueden programar la transcripción genética con un efecto que se pro-longa hasta la edad adulta, es decir, un efecto que se mantiene mucho más allá de la exposición a esas señales.

La epigenética hace referencia a una serie de señales bioquímicas que, de forma directa o indirecta, modi-fican la estructura y la función genómica sin alterar la secuencia de nucleótidos. Es decir, el ambiente puede modificar la expresión genética sin alterar lasecuencia de ADN. La persistencia de estas alte-raciones epigenéticas a lo largo de las generacio-nes puede producirse ya sea a través de la herencia epigenética o de la persistencia a largo plazo de los agentes ambientales que inducen estas alteracionesepigenéticas.

Los estudios epidemiológicos muestran la existencia de efectos a largo plazo que podrían estar condicio-nados por la nutrición y otros factores ambientales en fases muy precoces, tanto en el período prenatal como en el postnatal, sobre la salud cardiovascular, la obesidad, la diabetes, la función neurológica, la función inmunológica y el riesgo de alergia (1).

saber hoy

Nutrición y estado nutricional, de la madre al hijo

La nutrición temprana podría tener efectos tanto a corto como a largo plazo sobre la salud del indivi-duo, a través del desarrollo y la programación inmu-nológica, metabólica y microbiológica.

Los estudios muestran una estrecha relación entre la alimentación, el sistema inmunitario y el micro-bioma para explicar la susceptibilidad a las infec-ciones (2). Los problemas de salud como las enfer-medades alérgicas, autoinmunitarias e inflamatorias, así como la obesidad, podrían estar mediados por el sistema inmunitario. En primer lugar, la malnutrición puede considerarse como un consumo inadecuado por déficit de alimento o como un consumo exce-sivo, lo que podría dar lugar a un mayor riesgo de enfermedades (3). En segundo lugar, el valor nutri-cional de los alimentos podría estar influido por el microbioma intestinal, y afectaría al sistema inmuni-tario en una edad temprana, lo que, a su vez, tam-bién podría estar influido por la alimentación. En ter-cer lugar, la microbiota intestinal regula la función de barrera y la respuesta inmunitaria, que podría verse afectada por nutrientes específicos o por la caren-cia de éstos. La interrelación entre la alimentación, el sistema inmunitario, el microbioma y el origen de las enfermedades humanas podría transferirse a la situación del bebé, en especial si naciera por cesá-rea y si no recibiera lactancia materna. Es probable que estos niños no tengan suficiente estimulación del sistema inmunitario de la mucosa para generar un entorno inmunológico tolerogénico y sean pro-pensos a desarrollar enfermedades inflamatorias crónicas, que pueden adoptar la forma de enfer-medades alérgicas o autoinmunitarias, además de

poder predisponer al niño a la obesidad y a la resis-tencia a la insulina.

La nutrición materna es un factor decisivo para el ambiente uterino y también influye en la composi-ción de la lecha materna (4, 5). Puede alcanzarse un mejor control de la glucemia durante el embarazo mediante guías nutricionales y el uso de probióticosespecíficos, lo que favorecería una programación metabólica saludable (6). La programación inmuno-lógica en la composición de la microbiota intestinal en la infancia podría estar influida por el IMC materno y el aumento de peso durante el embarazo (7-9), lo que establecería el riesgo de enfermedades alérgi-cas (9, 10) y obesidad (11).

Nutrición en la infancia y desarrollo cognitivo

Una nutrición adecuada en los primeros 1.000 días de vida podría mejorar el desarrollo cognitivo, el desempeño y el rendimiento escolar. Una mejor nutri-ción en este período crítico del desarrollo humano podría salvar vidas y ayudar a construir el capital humano.

La creación de la estructura y la función cerebral se define al inicio de la vida mediante la interac-ción genética, biológica y psicosocial (12). La lac-tancia materna proporciona no solo nutrientes para el desarrollo, sino también una interacción física ysocial (13). Un estudio aleatorizado realizado en Bie-lorrusia aporta pruebas sólidas de los beneficios de la lactancia materna. La promoción de la lactancia materna a través de la iniciativa Baby Friendly Hospi-tal generó un aumento notable de la lactancia exclu-siva hasta los 3 meses (43% en el grupo experimen-tal y 6% en el grupo de control) y del total de la lactancia materna hasta los 12 meses de edad. Se determinó el coeficiente intelectual (CI) hasta los 6,5 años de edad aproximadamente. El desempeño fue superior en el grupo de intervención en comparación con los grupos de control, en concreto en lo que res-pecta al CI verbal.

Cada año nacen alrededor de 13 millones de bebés con retraso del crecimiento intrauterino (RCIU) (14). El RCIU y el enanismo se han asociado con un bajodesarrollo cognitivo y una baja escolaridad (15).

La importancia del peso al nacer

La baja tasa de crecimiento intrauterino se ha asociado con varios resultados negativos sobre la salud en la edad adulta, incluidas las enfermedades cardiovascu-lares y la diabetes de tipo 2. El término incompatibilidad se ha utilizado para describir situaciones intrauterinas del feto para adaptarse a condiciones caracterizadas por escasez, por ejemplo, de alimento, como conse-cuencia de la desnutrición materna o la disfunción pla-centaria. Cuando un bebé programado para vivir en condiciones caracterizadas por escasez nutricional

Los primeros 1.000 días de vida:

la importancia de la nutrición

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tación y nutrición óptimas, con cuidados especiales durante el embarazo, la lactancia y la infancia, puesto que podrían tener consecuencias a largo plazo y se prolongarían hasta la vida adulta y la vejez.

Referencias Bibliográicas

1. (2013), O Berço, Versão Portuguesa, Nestlé Nutri-tion Institute, 31, Vevey, Switzerland2. P, Kelly (2010) “Nutrition, intestinal defence and the microbiome”, Proc Nutr Soc, 69:261–268.3. KAU, A. et al. (2011), “Human nutrition, the gut microbiome and the immune system. Nature, 474:327–336.4. HOPPU, U et al. (2000), “Maternal diet rich in saturated fat during breastfeeding is associated with atopic sensitization of the infant”, Eur J Clin Nutr, 54:702–705.5. KAPLAS, N et al. (2007), “Dietary counseling and probiotic supplementation during pregnancy modify placental phospholipids fatty acids. Lipids, 42:865–870.6. LAITINEN, K (2009). “Probiotics and dietary coun-selling contribute to glucose regulation during and after pregnancy: randomized clinical trial”, Br J Nutr, 101: 1679–1687.7. GRÖNLUND, M. et al. ( 2007),“Maternal breast-milk and intestinalbiidobacteria guide the compo-sitional development of the Bii dobacterium micro-biota in infants at risk of allergic disease”. Clin Exp

Allergy, 37:1764–1772.8. COLLADO, M.C. et al. (2008), “Distinct compo-sition of gut microbiota during pregnancy in over-weight and normal-weight women” Am J Clin Nutr; 88:894–899.9. COLLADO, M.C. et al. (2010),”Impact of mother´s weight on infant´s microbiota acquisition, composi-tion and activity during early infancy: a prospective follow up study initiated in early pregnancy”, Am J

Clin Nutr, 92:1023–1030.10. KALLIOMÄKI, M et al. (2001), “Distinct patterns of neonatal gut microl ora in infants in whom atopy was and was not developing”, J Allergy Clin Immu-

nol,107:129–134.11. KALLIOMAKI, M et al. (2008), “Early differences in fecal microbiota composition in children may pre-dict overweight”, Am J Clin Nutr, 87:534–538.12. WALKER, S. P. et al. (2011), “Inequality in early childhood: risk and protective factors for early child development”, Lancet, 22 [Epub ahead of print].13. KRAMER, M. et al. (2008), “Breastfeeding and cognitive development; new evidence from a large randomized trial”, Arch Gen Psychiatry 65(5):578–584.14. 3 Black RE, Allen LH et al. (2008), “Maternal and child undernutrition: global and regional exposures and health consequences”, Lancet, 371:243–260.15. VICTORIA, C.G. et al. (2008), “Maternal and child undernutrition: consequences for adult health and human capital. Lancet 371:340–357.16. ERIKSSON J. G. et al. (2001), “Early growth and coronary heart disease in later life: longitudinal study”, BMJ 322 (7292):949–953.

se encuentra en un entorno con abundante energía, podría aumentar el riesgo de diabetes de tipo 2 y enfer-medad cardiovascular. Los individuos que nacen con un peso bajo (con índice de masa corporal más bajo) presentan, en general, un mayor riesgo de enfermedad cardíaca coronaria. Sin embargo, este riesgo se ve sig-nificativamente influido por el índice de masa corporal en la infancia (16).

Resumen

La alimentación y la nutrición en los primeros 1.000 días de vida podría repercutir en la salud del lactante y futuro adulto. Los efectos de la nutrición podrían ir más allá de un simple efecto sobre el riesgo de obesidad. La alimentación del lactante influye en su crecimiento y desarrollo, pero también podría influir en la aparición de enfermedades respiratorias, gastrointestinales y alérgi-cas, tanto en la primera infancia como en la juventud y más adelante en la edad adulta. Los hallazgos reali-zados hasta la fecha apuntan a dichas conclusiones, pero el entendimiento de la relación alimentos-genética es complejo y requiere aún mucha investigación. Por consiguiente, es fundamental promover una alimen-

La desnutrición en el útero (bajo peso al nacer) y durante la infancia podría alterar de forma per-manente la estructura, la fisiología y el metabo-lismo corporales, lo que conllevaría un aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular debido a:

– Hipertensión arterial

– Resistencia a la insulina/diabetes de tipo 2

– Dislipidemia

– Obesidad central

– Estado protrombótico

– Estado proinflamatorio

Mc Millen I.C. et al. (2005), “Developmental origins of the meta-

bolic syndrome: prediction, plasticity, and programming” Phy-

siol Rev. 200, 85 (2):571-633.

¿A partir de qué momento la nutrición desempeña

un papel relevante en la calidad de vida de un indi-

viduo?

Desde los primeros momentos de la vida intrauterina la nutrición juega ya un papel fundamental en la futura calidad de vida de un individuo, a través del estado nutricional de la madre.

¿Cómo definiría la importancia de la nutrición en los

primeros 1.000 días de vida?

Probablemente no exista ningún otro momento en la vida en el que la alimentación tenga tanta importan-cia. En este periodo crítico, una nutrición adecuada es clave no solo para el crecimiento, sino también para alcanzar un desarrollo intelectual e inmune óptimos y un buen estado de salud en edades posteriores, a tra-vés de la prevención de enfermedades crónicas en la edad adulta.

¿Qué se entiende por programación metabólica?

El término programación expresa el hecho de que eventos en las etapas tempranas de la vida inducen la aparición de efectos de inicio tardío. Así, determinados acontecimientos durante periodos ventana críticos del desarrollo pre y postnatal tendrían un efecto modula-dor de la salud en edades posteriores.

¿De qué forma la nutrición influye en la programa-

ción metabólica?

La intervención nutricional, mediante la optimización de la nutrición precoz y a través de alteraciones epi-genéticas, podría modificar los programas y funcio-nes metabólicas. Con la información disponible en la actualidad sobre la programación metabólica, es dis-cutida la evidencia de una determinada intervención nutricional, salvo el beneficio de la lactancia natural. Se puede considerar que esta intervención incluiría una dieta materna adecuada durante el embarazo y la lac-

tancia, con un aporte suficiente de proteínas, calorías y micronutrientes, principalmente hierro, zinc y ácido fólico. En el niño, durante el primer año, la interven-ción de mayor impacto es la alimentación con lactan-cia materna, así como la introducción en el momento indicado de alimentación complementaria de alta cali-dad, evitando el exceso de proteínas, por su relación con la obesidad, con un aporte adecuado de micronu-trientes y grasas esenciales, y modulando la ingesta de alimentos dulces y salados. Entre los objetivos de una óptima introducción de la alimentación complementaria están el proporcionar un adecuado soporte nutricional, ayudar al desarrollo socio-intelectual del lactante, evi-tar los déficits de micronutrientes y disminuir el riesgo de desarrollar alergias alimentarias. A ello se le añade la consolidación de unos hábitos ali-mentarios beneficiosos para la salud y el hecho de que la nutrición influiría también en la programación a tra-vés de la microbiota intestinal.

¿Considera que las mujeres embarazadas están sufi-

cientemente concienciadas y formadas en la impor-

tancia de una buena alimentación?

En general, la mayoría son conscientes de la necesidad de una buena alimentación para el crecimiento del niño intraútero y también de la seguridad alimentaria respecto al riesgo de infecciones congénitas como la toxoplas-mosis. No obstante, faltaría información sobre las ven-tajas de una buena alimentación para la salud futura de su hijo más a medio-largo plazo, con la disminución de riesgo de enfermedades crónicas en el adulto.

¿Qué acciones de formación o sensibilización sobre

este tema considera importante desarrollar con la

población objetivo?

Se podría considerar que no habría una inversión en salud más rentable que la que se haga en este periodo de los 1.000 días. Respecto a las mujeres embarazadas, parece lógico incorporar en los programas de educación maternal que reciben durante el embarazo el mensaje sobre la ventana de oportunidad que suponen las etapas tem-pranas de la vida.Como población objetivo habría que considerar no solo a las futuras madres, sino también a los padres, implicados directamente en la nutrición de su hijo, a todos los profesionales que actúan en el entorno materno-infantil y en general a toda la sociedad, pues el mensaje es la repercusión de este periodo de la vida en el futuro del individuo y por tanto de la socie-dad futura.

¿Cuál debería ser el rol de la industria alimentaria

en este tema?

La industria debería hacer suya la necesidad de una ali-mentación adecuada en ese primer periodo de la vida, facilitando la disponibilidad de los alimentos adecua-dos y garantizando su seguridad.

saber hoy

Entrevista a la Dra. Enriqueta Román RiechmannJefa del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Puerta de Hierro. Madrid

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