LOS PORQUÉS DE MI VIAJE A POLONIA -...

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PROYECTO FINAL DE CICLO DE LA UNIVERSITAT PER A MAJORS UNIVERSITAT JAUME I LOS PORQUÉS DE MI VIAJE A POLONIA AUTOR: VICENTE ISACH MARZÁ TUTORA: RAQUEL FLORES BUILS PORTADA: FRANCESC DURÁ PEREIRA-CABRAL Castellón, mayo de 2010

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PROYECTO FINAL DE CICLO DE LA

UNIVERSITAT PER A MAJORS UNIVERSITAT JAUME I

LOS PORQUÉS DE MI VIAJE A

POLONIA AUTOR: VICENTE ISACH MARZÁ TUTORA: RAQUEL FLORES BUILS PORTADA: FRANCESC DURÁ PEREIRA-CABRAL

Castellón, mayo de 2010

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DEDICATORIA

En su recuerdo, Jan Winter, mi amigo

judío polaco.

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ÍNDICE

Justificación…………………………………………………………………………..7

Prólogo………………………………………………………………………….……10

Capítulo I. Historia de Polonia

1.1. Creación y desarrollo histórico hasta mediados del Siglo XIX……..11

1.2. Consecuencias económicas, sociales y políticas de la I Guerra Mundial………………………………………………………………….……..19

1.3. Nacimiento del Nazismo y su repercusión en Polonia………………25

1.4. II Guerra Mundial………………………………………………………..37

Capítulo II. El Cristianismo en Polonia

2.1. Origen del Cristianismo en Polonia……………………………………69

2.2. Desarrollo histórico……..……………………………………………….70

2.3. Espionaje Soviético……………………………………………………..83

2.4. Karol Wojtyla de sacerdote polaco a Papa………………………….87

Capítulo III. El Pueblo Judío- Polaco

3.1.- El Pueblo Judío…………………………………………………………93

3.2. Historia de los Judíos en Polonia……………………………………...96

3.2.1. Los Judíos de Polonia bajo el imperio Ruso…….…………98

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3.2.1.1. Pogromos………………………………………..….98

3.2.2. Periodo de entreguerras……………………………………100

3.2.2.1. Cultura Judeo-Polaca……………………………..102

3.2.2.2. El crecimiento del antisemitismo…………………104

3.3. La II Guerra Mundial y el exterminio de la judería polaca…….…..108

3.3.1. Holocausto……………………………………………………110

3.3.2. La Posguerra………………………………………….……..128

3.3.2.1. La Posguerra para los supervivientes Judíos…..128

3.3.2.2. La Posguerra para el Pueblo Polaco……………132

Capítulo IV. Discusión Personal………………………………………………..136

Bibliografía…………………………………………………………………………139

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JUSTIFICACIÓN

Si tienes dudas, a la hora de iniciar una actividad lo primero que debes

saber es, lo que no debes hacer, y así sucedió cuando una señorita recién

salida de la universidad, fue fichada por mi empresa para trabajar. Al cabo de

unos días, se me acercó y me preguntó qué es lo primero debía de aprender y

no se me ocurrió otra cosa que contestarle “lo primero que debes aprender es

lo que no tienes que hacer”.

En otra ocasión y precisamente el día 31 de diciembre, de ya no

recuerdo qué año, estábamos con aquello del cierre del año –en esa época las

entidades financieras hacían cierre del balance anual al 31 de diciembre, para

de este modo el día 2 de enero, poder iniciar su actividad del año nuevo con las

cuentas cerradas– y un muchacho recién incorporado al equipo de

contabilidad, con la carrera recién terminada y haciéndose el espabilado, pues

era universitario, quería darnos alguna lección sobre cómo cuadrar el balance

y de ese modo irnos a comer las uvas con la familia, y de momento en pleno

fragor de la contienda sólo se me ocurrió decirle que fuera a ver a un

compañero, y que por favor le pidiese la maquina de cuadrar balances y, sin

rechistar, allá que se fue. Al cabo de un momento vino con una maquina de

escribir que estaba en el museo de la oficina y le dije que esa no era la buena y

que por favor la devolviera y trajera la que nos servía. Al momento volvió con

las manos vacías, diciendo que la que queríamos ya estaba ocupada, al cabo

de un rato encontramos el descuadre y nos fuimos a tomar las uvas con la

familia.

Por cierto, el espabilado al cabo de un tiempo ascendió a jefe y a partir

de entonces me tocó buscar la maquina de cuadrar y la de descuadrar…..y

tanto fue así, que fui a parar a un departamento de la entidad que me permitía

relacionarme con muchas personas de todas partes de España y también del

extranjero, y podía asistir a ferias, congresos y cantidad de eventos todos ellos

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relacionados con la producción-compra-venta de productos alimentarios y así

fue como conocí a un personaje llamado Sr. Winter.

El primer contacto con dicho Sr. lo tuve a través de una amigo libanés

llamado Rafi –de padre libanés y madre francesa– el cual me indicó que el Sr.

Winter era judío-polaco y que tenía una distribución en Estados Unidos que

abastecía a la etnia judía con un alto poder de consumo del producto que

básicamente la empresa que yo representaba quería introducir en ese mercado

–estoy hablando del aceite de oliva virgen–.

Así que me voy con la delegación española a la feria alimentaria de

Chicago la más importante de Estados Unidos, detrás de la de New Cork. El

citado Sr. Winter hablaba perfecto castellano y me esperaba en el Hotel

Mackorny en cuyos bajos estaba instalada la feria y la forma de reconocerlo

nos la dio D. Manuel Fraga Iribarne, es decir, llevaría puestos unos tirantes de

los que sujetan el pantalón con la bandera española y así fue como conocí al

Sr. Winter.

Era de edad avanzada, casi octogenario, que no se le escapaba ni una y

no permitía que le echases una mano para nada, más bien bajo, delgado, con

una cara de listo que le delataba, pero con una humanidad que me llamó

poderosamente la atención. Vivía con su familia en Estados Unidos desde que

acabó la II Guerra Mundial en el estado de Maine y como me había indicado

Rafi, tenía contactos en todos los Estados a través de su red de distribuidores.

Como hablaba perfectamente español, le pregunté cómo y cuándo lo

había aprendido y la contestación me sorprendió, descendía de familia sefardí

y en la casa de sus padres se hablaba en castellano. Me comentó que tenía

unos amigos que todavía conservaban una llave de una casa de sus

antepasados en Toledo, que fueron a probarla y abrió la puerta.

Conocía perfectamente España y la pregunta ¿cómo es que conoce

España como la palma de su mano? la contestación también me sorprendió,

había estado de corresponsal de guerra en la contienda española del 36 y de

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este modo había recorrido todo nuestro territorio junto a las fuerzas

republicanas.

Y la última pregunta, “usted judío nacido en Polonia en la II Guerra

Mundial, el exterminio nazi y todo lo que sufrió su pueblo en Polonia, cómo las

pasó” y curiosamente su respuesta también me sorprendió, “fue un horror, pero

si quieres saber qué pasó realmente, debes leer todo lo publicado y todo lo

escrito y ya me dirás cuando lo termines”.

La verdad es que han pasado varios años de esta conversación y en el

fondo me sentía en deuda con él, aunque ya falleció, pero nunca es tarde y

aprovechando un viaje organizado por mi primo sacerdote, Jesús, he tenido la

oportunidad de visitar Polonia y pasear, caminar, oler, convivir con este pueblo

y darme realmente cuenta de que lo primero que debemos aprender, es a

saber lo que nunca debemos hacer.

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PRÓLOGO

Siempre, en mi afán viajero me ha llamado la atención, cuando no la

curiosidad el pueblo de Polonia. A finales del 2008 me apunté al viaje que tenía

previsto organizar mi primo el sacerdote Jesús Beltrán Marzá, y ya a principios

del 2009 me anunció que se realizaría para el mes de septiembre.

Había oído hablar y sobre todo leído mucho sobre Polonia y el

sufrimiento que este pueblo había tenido que soportar en la II Guerra Mundial y

sólo con oír la palabra Auschwitz ya me estremecía, pero la curiosidad me

empujó a visitar este país y tanto es así, que de todos los viajes que he

realizado visitando múltiples países, tengo que decir que Polonia me ha

impactado.

Hoy Polonia es un pueblo que todavía respira por las heridas que le ha

producido el sufrimiento de no hace más que 70 años, pero lo que más me

llama la atención es que no se atisba un gramo de rencor hacia los culpables

del horror que sufrieron sus inmediatos antepasados. Es un pueblo que

transmite optimismo y sólo mira hacia el presente y sobre todo hacia el futuro,

como si esta forma de pensar les ayudara a olvidar el pasado.

Visitando Polonia, paseando por las calles de sus ciudades y

conviviendo con sus gentes es cuando todas mis expectativas y curiosidades

afloran y empiezo a preguntarme, el porqué de todo lo sucedido.

Mi curiosidad, me lleva a hacerme un montón de preguntas y éstas

también me llevan a buscar respuestas. Mi pretensión no es rescribir lo que ya

se ha escrito o dicho, lo que pretendo es dar respuesta a mis preguntas.

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CAPÍTULO I. HISTORIA DE POLONIA

1.1. Creación y desarrollo histórico hasta mediados del Siglo XIX

Cuando pisé tierra polaca y al oírles hablar me di cuenta de lo lejanos

que están de nuestras raíces latinas.

Nosotros los latinos-hispanos, para llegar a ellos, los eslavos, tenemos

que pasar por encima de los pueblos germanos y una vez allí tratar de

entenderlos, hasta su idioma me parecía agresivo, palabras que unen hasta

tres consonantes y tratar de entenderlos me pareció un mundo, así que decidí

conocerlos a través de toda la documentación que hoy tenemos a nuestro

alcance: libros, artículos, películas, medios de comunicación e Internet.

¿Y por dónde empezar?

No se me ocurre otra forma que no sea por su historia, y tratar de buscar

los datos más relevantes que me ayuden a dar respuesta a mi principal

pregunta, cómo y por qué todo lo que sucedió en la II Guerra Mundial, en

Polonia.

Empiezo por buscar qué quiere decir el nombre de Polonia, Polska, la

respuesta: tierra de campos y llanuras.

A continuación me pregunto, quiénes son los polacos, y me entero que

no son una etnia en sí, ya que son el resultado del cruce de distintos linajes,

entre los que cabe destacar a los eslavos los polanie, o pueblo de las

llanuras lituanos, finlandeses, godos y celtas.

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Continúo preguntándome cuándo nace Polonia como nación y empieza

a tener entidad propia. La respuesta que se me da es que todo apunta que fue

en el año 966 cuando nace como nación, y coincide con el momento en que

Mieszko I es nombrado primer soberano polaco, se bautiza y se casa con la

princesa Checa, Dobrawa.

Es importante subrayar este primer paso en la cristianización de la

nación polaca, inicialmente pagana, por lo que condicionará el futuro de

Polonia hasta nuestros días.

Tanto es así, que cuando pisé tierra polaca me impactó ver cantidad de

iglesias católicas repletas de fieles, y que en Cracovia tuve que hacer cola para

acceder a la iglesia. Hoy se considera que el 70% de la población profesa la

religión católica y lo más llamativo, la practica.

Mi asombro ante esta realidad es recurrir a la historia de su

cristianización, que comienza desde su nacimiento como nación y sobre todo

por la labor apostólica que en el año 997 emprendió San Adalberto, obispo de

Praga, muerto durante la misión apostólica, es elevado a los altares como

primer santo polaco.

Me encuentro con un dato cultural para mi muy significativo y es que en

el año 1333 Kazimierz el Grande es nombrado rey, y bajo su gobierno empieza

la edad de oro de la historia polaca, y en 1364 funda la primera escuela

superior polaca: la Universidad de Cracovia.

Me entero que en el año 1543 tiene lugar la Revolución Copernicana.

Nicolás Copernico (Mikolaj Kopernik) presenta en la obra De Revolutionibus su

teoría heliocéntrica, según la cual la Tierra gira alrededor del Sol y no al revés,

como se había pensado en el Medioevo. Esta teoría revolucionaria fue

comprobada más tarde por Galileo el cual por sostener esta realidad todos

sabemos lo que llegó a pasar.

Siguiendo su historia y que sirva para lo sucesivo, me dice que la

primera capital de Polonia no fue Varsovia sino Cracovia, ya que en el año

1386 el monarca de la dinastía Jagiellon la elige como su capital.

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Más tarde en el año 1587 Zygmunt (Segismundo) III Vasa, rey sueco, es

elegido rey de Polonia y traslada la capital del estado a Varsovia debido a su

emplazamiento estratégico en el centro del país.

En el año 1652 se establece la regla de “liberum veto “, que otorga a

todos los diputados de la Dieta el derecho de suspender las deliberaciones e

invalidar todas las resoluciones con un solo voto. Este símbolo de la libertad

ilimitada de la nobleza imposibilitará el funcionamiento eficiente de la Dieta.

Nos comentan los polacos, que esta experiencia de la democracia

llevada a sus límites hizo que su país no funcionara y los llevó al caos.

En el año 1655 empiezan las guerras suecas, llamadas "el Diluvio

Sueco". Se llaman así porque con la cantidad de hombres, material de guerra

y pertrechos que llevaban, parecían una inundación pues lo ocupaban todo y lo

arrasaban. Es importante este hecho por la posterior trascendencia que tendrá

hasta nuestros días por la devoción que le tienen los polacos a la Virgen de

Czestochowa.

El rey sueco Carlos X ocupa Cracovia y Varsovia, que se convierte en un

lugar de batallas sangrientas (mueren alrededor del 80% de los habitantes).

El momento decisivo es la heroica defensa de Czestochowa que, según

la leyenda, se salvó gracias a la intervención de la Virgen. La Virgen Negra de

Czestochowa fue coronada Reina y Patrona de Polonia. Finalmente la paz

entre Polonia y Suecia fue firmada en Oliwa en el año 1660.

Parada obligada, en el trayecto de Cracovia a Varsovia, para todo viajero

que visite Polonia, es el Santuario de la Virgen Negra de Czestochova.

A nosotros nos recibió una monja ursulina, Sor Isabel, que nos sirvió de

guía por todo el Santuario, repleto de fieles peregrinos de todas partes del

mundo y ya en la capilla donde se venera a la Virgen, llama la atención la

cantidad de exvotos que la decoran, sobre todo rosarios, cientos cuelgan de

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sus paredes. Y mirando la imagen de la Virgen de frente a su derecha hay

expuesta una “estola” manchada de sangre de Juan Pablo II que la llevaba

puesta cuando sufrió el atentado en la Plaza de San Pedro.

Virgen Negra de Częstochowa

La Virgen Negra de Częstochowa es un sagrado icono de la Virgen

María, que es la más venerada reliquia de Polonia y uno de sus símbolos

nacionales.

La pintura desarrolla una tradicional composición bien conocida en los

iconos de la Iglesia Ortodoxa. La Virgen María es mostrada como la

"Hodegetria" (la que muestra el Camino). La Virgen dirige su atención fuera de

ella, señalando con su mano derecha hacia Jesús como la fuente de salvación.

A su vez, el Niño extiende su mano derecha hacia el observador en señal de

bendición, levantando un libro con los evangelios en su mano izquierda. El

icono muestra a Nuestra Señora con un manto adornado con flor de lis.

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Aunque el Icono de Nuestra Señora de Częstochowa ha estado

íntimamente ligada a Polonia en los últimos seiscientos años, su historia previa

a su llegada está rodeada de numerosas leyendas que remontan el origen del

icono hasta San Lucas quien lo habría pintado sobre una madera de ciprés de

la casa de la Sagrada Familia.

Debido a la Virgen Negra, Częstochowa es considerada como el más

popular Santuario de Polonia, por el peregrinaje que realizan cada año miles de

católicos polacos y de todo el mundo.

También en el santuario hay un convento y en una de las ventanas

decorada con flores es donde estuvo Santa Faustina Kowalsca.

Quizás sea más conocida la Santa por el cuadro de Cristo que desde su

corazón irradian unos rayos de distintos colores y es que la Santa en uno de

sus sueños vio este Cristo y mando a un pintor que le hiciera un cuadro según

los detalles que ella le iba explicando que había visto. La anécdota fue que una

vez acabado el cuadro le dijo al pintor que “muy bien, pero el Cristo que ella

había visto era mas guapo”

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Hasta aquí por lo que hemos conocido, no es que hayan tenido una vida

tranquila pero ya es el colmo que en este año 1772 tiene lugar el primer reparto

de Polonia, lo que supuso el desmembramiento de Polonia en distintos

territorios, que pasaron a manos de Rusia, Austria y Prusia.

Pero siguen en la brecha y en el año 1791 el rey Stanislaw Poniatowski

aprueba la Constitución del 3 de mayo, es el primer acto de este tipo en Europa

y el segundo en el mundo (después de los EE.UU.).

Curiosidad histórica, se aprueba la primera constitución europea, la cual

establece la sucesión al trono de forma hereditaria y es abolido el liberum veto,

que había hecho ingobernable al país a los miembros de la Dieta.

Tras la Dieta de Grodno (1793), la nobleza polaca traicionó a su propio

pueblo y contribuyó a la segunda partición del país. Parecía que con la

Constitución se tranquilizarían los ánimos, pues no, otra vez la reparten.

Al año siguiente, 1794 tiene lugar la Insurrección de Kosciuszko. La

resistencia contra los ocupantes no es efectiva, Varsovia y Cracovia son

incorporadas a Rusia y Austria respectivamente.

Y ya lo que faltaba, por si la situación no era lo suficientemente

complicada, un año más tarde se produce el tercer reparto, y Polonia

desaparece del mapa del mundo.

Me llama la atención el pensar que para mi, Polonia y sus grandes

problemas eran producto de las Guerras del Siglo XX, pero cual es mi sorpresa

que en el Siglo XVIII llegó a desaparecer del mapa del mundo, asombroso.

En el año 1807 tiene lugar la primera campaña napoleónica en Polonia.

Los polacos apoyan, como no podía ser de otro modo las operaciones del

invasor, Napoleón, esperando su benevolencia en cuanto a la independencia

de Polonia. Y cual es su sorpresa que al cabo de un año se proclama el

Principado de Varsovia bajo el protectorado del emperador francés. Por lo

menos habían conseguido la reunificación aunque no la independencia.

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En el año 1810 en Zelazowa Wola nace Fryderyk Chopin, el compositor

polaco más sobresaliente, que después de la derrota de la Insurrección de

Noviembre emigra y pasa los últimos 18 años de su vida fuera de su patria.

Uno de los lugares donde pasó una larga temporada y compuso muchas de

sus obras fue Palma de Mallorca (España).

Por cierto, en 2010 se celebra el doscientos aniversario de su nacimiento

y Polonia se está engalanando para celebrar este aniversario tal como se

merece Chopin.

En el año 1815, después de la derrota de Napoleón en la batalla de

Waterloo, Rusia, Prusia y Austria conciertan la Santa Alianza, que tiene como

fin el mantenimiento del equilibrio en Europa.

A consecuencia de las resoluciones del Congreso de Viena se establece

el Reino de Polonia. Han pasado veinte años desde que desapareció del mapa,

aunque dependiente de Rusia, pero con su propia constitución, concedida por

el zar Alejandro I.

Tras el Congreso de Viena de 1815, Polonia, que en sus mejores

tiempos se extendía sobre 500.000 Km2 hasta las cercanías de Berlín, el mar

de Azov, el Báltico y Crimen; se vio obligada a ceder Prusia, Posen y la Prusia

oriental y occidental, que eran polacas, a Austria, Galicia y Bukovina; y el reino

de Polonia a Rusia, que se hizo con la mayor tajada.

Pero si Rusia se llevó el 78% de Polonia, la misma proporción fue en

quebraderos de cabeza, dando como resultado una intensa represión contra los

polacos, a quienes se les prohibió hablar su lengua, vestir sus trajes regionales

y cantar el himno nacional.

Pero no fue menor la represión en el sector prusiano. Con el fin de

sofocar cualquier brote nacionalista, se inició un proceso de germanización

mediante la llegada masiva de colonos alemanes y la implantación de la lengua

alemana.

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Igualmente Bismarck prohibió la celebración de matrimonios mixtos,

convencido de que “una esposa polaca es capaz de convertir a su marido en

un ferviente nacionalista polaco en un abrir y cerrar de ojos.” A los niños se les

castigaba si no recitaban el catecismo en alemán.

En el año 1848 se abre la primera línea de ferrocarril entre Varsovia y

Viena. Después de la Primavera de los Pueblos se termina con el feudalismo

en la parte austriaca de Polonia.

Aquí a mediados del Siglo XIX la historia de Polonia relatada, nos da una

idea bastante exhaustiva de sus principales acontecimientos y por eso la

dejamos aquí para continuar ya en el Siglo XX.

El inicio del Siglo XX viene caracterizado para mí por el inicio de la I

Guerra Mundial, ya que empieza en 1914.

Y, ¿qué pasó en Polonia durante esta primera guerra y sobre todo con

los polacos?, pues nada más ni nada menos, que se vieron obligados a servir

bajo tres banderas distintas: la alemana, la rusa y la austriaca.

Una vez acabada la guerra, Alemania les devolvió parte de los territorios

que se había anexionado, menos mal, algo es algo.

Así pues, en 1918, el 11 de noviembre pueden proclamar su

independencia y Jozef Pilsudski ocupa el cargo de Jefe Superior del Estado.

Pero que poco les duró la tranquilidad, ya que en 1919 entran los bolcheviques

con intención de aniquilar el país; sin embargo, tras una serie de fracasos

militares, Rusia se vio obligada a reconocer la independencia de Polonia, es

decir, que para ser independiente o te lo reconocen los demás o vas listo (sin

comentarios).

Ahora bien, en 1920 tiene lugar el llamado Milagro de Varsovia, y en

qué consiste el milagro, pues, nada más ni nada menos, que retener la marcha

del ejercito bolchevique hacia Europa Central, los polacos comentan este

hecho como algo excepcional y poco valorado por Europa, ya que de no haber

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transcurrido los hechos de esa manera la Historia de Europa hubiera sido

totalmente distinta a lo que todos conocemos.

Y para terminar este inicio del Siglo XX, diremos que en 1926 se instauró

la dictadura de Pilsudski ya en los prolegómenos de la II Guerra Mundial.

Aquí quiero hacer un paréntesis entre el final de la I y el inicio de la II

Guerra Mundial, porque si no conozco las repercusiones económicas, sociales

y políticas que para el mundo entero tuvo esta primera guerra, y si hay algún

precedente en donde Hitler aprendiera sobre cómo llevar a cabo su política,

difícilmente comprenderé cómo se generó el clima que propició la II Guerra

Mundial.

1.2. Consecuencias económicas, sociales y políticas de la I Guerra Mundial

El efecto de la I Guerra Mundial sobre la economía es causa de múltiples

polémicas, ya que como todo análisis histórico y económico está

profundamente ligado a la ideología política.

En cualquier caso, casi todo el mundo coincide en que ésta ocasionó

grandes convulsiones que marcan el final de una época (hegemonía

indiscutible de Europa), y el inicio de una transición hacia un nuevo orden

mundial que se consolidaría con la II Guerra Mundial. Muchos autores ven en la

Gran Depresión una consecuencia directa de la magnitud de los cambios que

se produjeron.

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Gasto militar: Deuda pública e inflación

Cartel propagandístico en favor de la emisión de deuda pública

La preparación del conflicto bélico y, especialmente, su ejecución

suponen un incremento de las necesidades militares. Para hacer frente a estos

gastos extraordinarios, no era suficiente recortar el gasto social: la gran

mayoría de los gobiernos se endeudaron fuertemente, hasta extremos

insospechados hasta entonces, y se generaron fuertes presiones inflacionistas.

El tejido productivo se orientó a la producción de armamento, de forma

que los bienes de consumo empezaron a ser escasos.

Todos estos cambios tuvieron un impacto muy negativo sobre los

estratos más pobres de la sociedad, causando numerosas revueltas, como la

Revolución Rusa.

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Movilización de la mano de obra masculina: llegada de la mujer al mundo laboral

La necesidad de soldados, así como su muerte masiva, estaban dejando

sin mano de obra a una industria en plena expansión.

Este hecho supuso una de las claves de la escasez de productos, pero

al mismo tiempo abrió las puertas de los mercados laborales en sectores de la

sociedad hasta entonces excluidos de este mundo.

Especialmente revolucionaria fue la aparición de la mujer en la industria

pesada, llegando a suponer, más del 40% de los trabajadores metalúrgicos,

cosa que favoreció una gran expansión del movimiento feminista.

Avance técnico

La I Guerra Mundial es famosa por ser la primera vez en que la

humanidad puso en marcha toda la maquinaria industrial para su propia

destrucción.

Los avances tecnológicos de la Revolución Industrial convirtieron el

conflicto en una auténtica carnicería, donde se combinaron tácticas totalmente

anticuadas con artilugios de muerte masiva.

Este hecho puso de manifiesto que la superioridad técnica era más

importante que la numérica, y se destinaron grandes cantidades de dinero a la

investigación y desarrollo de todo tipo de armas.

Fruto de esto, avanzó notablemente la industria química, que una vez

firmados los tratados contra el uso de armas químicas, se especializó en

pesticidas.

Destaca especialmente el impulso que recibió la aviación, con las

primeras grandes batallas aéreas.

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Las necesidades de la guerra introdujeron definitivamente las técnicas

de producción en serie en Europa, así como otras numerosas mejoras en las

técnicas organizativas de la industria.

Todo esto ayudó además al desarrollo de la publicidad y la rápida

expansión del cartel publicitario y propagandístico como medio indispensable

de comunicación.

Destrucción del tejido productivo europeo, expansión del norteamericano

La reducción de la importancia del factor humano supone un crecimiento

de la industria militar. Como ya se ha visto, los grandes gastos de la guerra

supusieron un desplazamiento adicional de la industria civil hacia la militar.

Aunque en un principio las tensiones inflacionistas ayudaron a una

rápida expansión industrial, las fábricas pronto se convirtieron en un objetivo

estratégico por destruir al adversario.

También sufrió las consecuencias de la guerra el mundo rural,

especialmente en una franja de unos pocos kilómetros de ancho en Francia,

donde se concentraron la gran mayoría de los combates.

El uso de agentes químicos, así como el peligro que suponían las

bombas sin estallar y otros restos de guerra, tuvieron como consecuencia una

importante reducción de la superficie que se podía dedicar a la agricultura.

Obviamente, estos efectos negativos no llegaron a cruzar el Atlántico y

por tanto no afectaron a los EE. UU., ya que no se produjo ningún combate en

sus tierras.

Al contrario, la creciente demanda de una Europa en guerra facilitó una

impresionante expansión de la producción en todos los ámbitos.

Aunque el final de las hostilidades supuso una importante crisis

económica, los EE.UU. Se alzaron como primera potencia económica mundial:

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antes de la guerra (1913), más del 55% del PIB mundial era europeo; después

de la I Guerra Mundial (1918), el 45% lo era de los Estados Unidos.

Hundimiento del Patrón Oro

Tal vez la consecuencia económica que más diferencia la I Guerra

Mundial de otras guerras fue la destrucción del sistema de pago internacional

conocido como Patrón Oro.

Éste se caracteriza por utilizar el oro para liquidar las transacciones y

deudas internacionales, como «valor estándar» con el cual las diferentes

naciones fijaban la paridad de su moneda.

Durante la guerra, las potencias europeas tuvieron que importar grandes

cantidades de armamento, y obviamente eso supuso la desaparición casi total

de este metal en los países beligerantes.

Por el contrario, los países neutrales, exportadores netos de armamento,

tenían un gran exceso, que era peligroso poner en circulación sin caer en

procesos hiperinflacionarios.

Éstos fueron principalmente los Estados Unidos de América y España.

En estas circunstancias, restaurar este sistema de pago resultaba

inviable: los bancos centrales de algunos países no disponían de reservas

suficientes como para realizar pagos internacionales, mientras que otros tenían

en exceso, pero no podían aplicar la lógica seguida del tipo de interés.

En consecuencia, se abandonó esta práctica. En muchos países, se

empezó a utilizar dinero fiduciario, es decir, sin más tipo de respaldo que la

confianza.

La falta de conocimientos sobre este sistema monetario, así como la

facilidad con la que era posible producir más moneda para el Estado, llevaron a

las grandes hiperinflaciones de los años 20, principalmente en Alemania y

Austria.

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A nivel internacional, la falta de un sistema estable de pagos perjudicó

fuertemente el comercio, a pesar de que la libra esterlina se mantuvo como

moneda de referencia, con una progresiva tendencia hacia el dólar.

A finales de los años 20, se intentó recuperar este sistema, pero errores

en la fijación de la paridad de la libra esterlina vaciaron pronto las reservas

británicas otro pico y propiciaron el Crack de 1929 en la bolsa de Nueva York.

Este hecho fue determinante para la llegada de la Gran Depresión y el

fracaso definitivo del patrón oro.

Reestructuración de fronteras y mercados

El final de la I Guerra Mundial trajo cambios importantes en las fronteras

de los países, con sus lógicas implicaciones económicas.

Por una parte, las potencias victoriosas ampliaron sus territorios y, con

ellos, su acceso a materias primas.

Por otra, el Imperio Alemán perdió una gran parte, quedando además

separado de Königsberg (Kaliningrado) por el único acceso al mar que tenía

Polonia.

El Imperio Austrohúngaro se disolvió en una gran cantidad de países

independientes, los cuales tuvieron serios problemas, ya que su estructura

económica e infraestructuras estaban orientadas hacia Viena, un mercado

ahora cerrado. Eso les dejó en una situación de estancamiento y crisis, con

grandes gastos de reconversión industrial. Lo mismo pasó con las repúblicas

que se independizaron del Imperio Ruso.

Algunos países que estaban divididos entre dos grandes imperios se

encontraron paradójicamente con infraestructuras inconexas, como por ejemplo

vías de ferrocarril con dos anchuras diferentes (Yugoslavia). Eso también se

refleja en su estructura productiva.

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Esta situación de crisis en el Este propició el ascenso de regímenes

totalitarios, que participarían activamente en la II Guerra Mundial.

Compensaciones económicas en el Tratado de Versalles

Al final de la I guerra, las potencias victoriosas impusieron a las vencidas

fuertes indemnizaciones, en concepto de gastos militares, en su mayor parte

contra Alemania, a favor de Francia y del Imperio Británico.

Esta deuda fue una de las claves de los fuertes procesos de

hiperinflación y la crisis de la Gran Depresión, así como la subida al poder del

nazismo.

1.3. Nacimiento del Nazismo y su repercusión en Polonia

Nazi es la contracción de la palabra alemana Nationalsozialistische, que

significa “nacionalsocialista”, y hace referencia a todo lo relacionado con el

régimen que gobernó Alemania de 1933 a 1945 con la llegada al poder del

Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores (NSDAP,

Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei), el autoproclamado Tercer

Reich y Austria a partir de la Anschluss, así como los demás territorios que lo

conformaron (Sudetes, Memel, Danzig y otras tierras en Polonia, Francia,

Checoslovaquia, Hungría, Holanda, Dinamarca y Noruega).

La Alemania de este periodo se conoce como la Alemania nazi.

Fue un término acuñado por el ministro de propaganda del régimen

alemán Joseph Goebbels, que lo usó durante uno de sus discursos para

referirse a los miembros de su partido.

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Contexto histórico

El nazismo es una ideología alemana gestada en los años 20 pero que

no alcanzará importancia hasta los años 30, momento en que las duras

condiciones de paz impuestas en el Tratado de Versalles (1919) se juntan con

la grave crisis mundial del Jueves Negro en 1929.

A nivel mundial, las democracias liberales quedan fuertemente

desacreditadas. La situación mundial parecía dar razones a las reivindicaciones

obreras tradicionalmente vinculadas al marxismo y socialistas del Siglo XIX.

La acumulación de la producción llevó a la quiebra de las empresas,

despidos masivos de trabajadores y la situación se agravó aún más.

En Alemania la situación es más acuciante aún, ya que a los

devastadores efectos económicos se sumaba la obligación de pagar el tributo

de la derrota en la I Guerra Mundial, y el descontento popular ante la injusta

situación hacía que las calles se llenaran de manifestaciones extremistas de

toda índole, tanto de izquierda como de derecha.

Los nacionalsocialistas creen principalmente en la determinación

biológica como factor decisivo en la definición de las labores que ha de ejecutar

un individuo.

Identifican al hombre ario con el concepto de hombre creador, viril y

guerrero. A partir de ahí, le reconocen todos los triunfos de la especie humana.

Sin embargo, también creen en la ciclicidad de la historia, como

Spengler, y sostienen que las civilizaciones creadas por los arios decaían y

morían una vez sus elementos representativos se mezclaban racialmente con

miembros de otras razas.

El nacionalsocialismo identifica en la comunidad judía la antítesis del

hombre ario, siempre en lucha con él.

De allí deriva teorías acerca de la existencia de una conspiración judía

para hacerse con el control mundial.

27

Advierten que muchos de los principales líderes comunistas son también

judíos y asimilan ambos conceptos, bolchevismo y judaísmo, en una misma

cosa.

Los nacionalsocialistas o nazis encontrarán en este colectivo el blanco

perfecto de su ira para que el pueblo alemán descargue toda la frustración ante

la pésima marcha de la economía.

Los veinticinco puntos del NSDAP no varían desde su creación como

Partido Obrero Alemán: expulsar a los judíos, establecimiento y defensa de un

cristianismo positivo, gobierno en beneficio del interés general sobre el

particular, imponer el orden y acabar con el tratado de Versalles.

No obstante lo anterior, existen documentos que soportan diferentes

teorías de gobierno planteadas para establecerse al final de la guerra e

imponer en Europa un sistema de castas basado en la función de la población

(campesino/obrero-sacerdote-guerrero) bajo la dirección de las Schutzstaffeln,

o SS.

Los principales ideólogos del partido cuando éste llega al poder ya están

allí, (Alfred Rosenberg, Walter Darré, Heinrich Himmler, Rudolf Hess, entre

otros), así como los elementos que lo caracterizarán.

Una fe ciega en un líder, Hitler, y un enemigo mortal al que echar todas

las culpas, los judíos.

Creyentes con una fe inquebrantable en Hitler que, curiosamente, harán

notar sus animadversiones hacia sus compañeros de partido compitiendo unos

con otros por obtener los favores del Führer cuando éste ostente el poder.

El grupo ya hacía tiempo que llevaba forjando todo un mito en torno a la

raza aria. Un mito sobre sus orígenes, sobre su fuerza y su vigor y, ante todo,

sobre su superioridad respecto a las demás razas.

El nacionalsocialismo resulta una ideología fascista en la medida en que

se caracteriza por dar gran importancia al estado, a partir del cual se debe

28

organizar toda actividad nacional razón por la cual se creó el Frente Nacional

del Trabajo, una especie de sindicato de todos los trabajadores alemanes y

cuyo director era el mismo Führer.

Tratándose de un gobierno totalitario, otras características típicas son las

de presentar un fuerte liderazgo de un caudillo supremo, en este caso Hitler, y

por defender un imperialismo visceral que debe llevar a conquistar los pueblos

que se consideren inferiores.

A la pregunta de qué es el nazismo, muchos alemanes en aquella época

respondían: la voluntad del Führer.

Inicio y acceso al poder del nazismo

En 1919, el austríaco Adolf Hitler, ejercía como miembro de las fuerzas

militares de Baviera. Como parte de sus funciones le fue encomendado

investigar acerca de un naciente movimiento político: el Partido Obrero Alemán.

Una vez convencido de sus principios, se unió a dicho partido haciéndose

cargo del área de propaganda.

Un año más tarde, el partido publicó su programa: Veinticinco puntos

entre los que se contaban el rechazo al Tratado de Versalles, la aspiración a la

unidad con Austria en la "Gran Alemania" y a un gobierno central fuerte, y la

voluntad de reservar a Alemania sólo para los "verdaderos" alemanes.

Este partido no hubiese llegado a más, probablemente, y se demuestra

en la gran cantidad de partidos de similares creencias de la época, sin la

adhesión de un Hitler idealista y dotado orador, ni sin el apoyo de los poderes

económicos y financieros que apoyaron su campaña anticomunista.

La agitación comunista en Alemania por aquel tiempo era intensa. Su

fuerte carácter pronto lo lleva a capitanear el partido.

29

Se adoptaba asimismo un nuevo nombre, el de Partido Nacional

Socialista Obrero Alemán. Nacía así el partido Nazi, contracción dada por sus

detractores, dirigido por el propio Hitler desde 1921.

Tras encabezar un fallido intento de golpe de Estado en 1923, contra la

República de Weimar, Hitler es condenado a prisión y recluido en un castillo.

Una condena de 5 años, de la que finalmente solo cumplió once meses,

le permitió escribir el libro semiauto-biográfico Mein Kampf (Mi lucha) que

pronto se convierte en el elemento que le faltaba al colectivo, un libro casi

sagrado.

En él declara firmemente su antisemitismo y su anticomunismo y deja

claro que los arios son una raza superior a todas las demás.

El crecimiento del caudal electoral nazi llegaría con la crisis de 1929.

Aún sin tener mayoría en el Reichstag (parlamento alemán), en 1933 Hitler

consigue ser llamado por los sectores conservadores para ocupar el cargo de

Canciller de Alemania, con el derechista Franz von Papen como Vicecanciller.

De canciller a Führer del III Reich

Una vez en el cargo, Hitler decretó nuevas elecciones en medio de una

intensa propaganda nazi.

Muy poco tiempo antes de los comicios, el Reichstag fue incendiado.

Entonces Hitler culpó a los comunistas, sugiriendo que el incendio era el

comienzo de una revolución y sembró el pánico con el objetivo de un mayor

caudal electoral.

Finalmente, las elecciones le otorgaron el control del Parlamento, que

poco después aprobaba una ley que establecía una dictadura a través de

medios democráticos.

30

La Ley Habilitante, aprobada con el apoyo de la derecha católica de Von

Papen y Ludwig Kaas, era en realidad una serie de herramientas jurídicas que

le permitía al Canciller ejecutar todo tipo de actos sin miramiento a los límites

legales y constitucionales vigentes cuando fuera necesario para mantener el

orden en la república.

Comenzaba así el Tercer Reich, que la propaganda afirmaba duraría mil

años.

Hitler, tras la muerte del Presidente Hindenburg, reunió en su mano todo

el poder e impuso desde entonces un gobierno centrado exclusivamente

alrededor de su figura, basado en el principio del caudillo o Führerprinzip.

Según este principio político, el Führer (Caudillo) quedaba identificado

con el pueblo ("Era" el pueblo), y sólo él conocía y representaba el interés

nacional.

Esta representación del pueblo por el líder era esencial: no suponía

ningún procedimiento de consulta y delegación del poder. El Führerprinzip,

sostenían sus ideólogos, reemplazaba a un gobierno irresponsable e impotente

(el parlamentario), por otro poderoso y en el que la responsabilidad recaía en

una sola figura.

Así, la voluntad del Führer se transformaba en la ley.

La aplicación de este principio resultó en formas totalitarias de control y

represión, ya que cualquier oposición a los designios del Führer era, por

definición, antinacional.

El régimen que se implantó ejerció un fuerte control sobre cada aspecto

de la sociedad, mostrando especial interés en la educación de la juventud

alemana. Desde la infancia, se enseña a los niños a ser duros y a sufrir la lucha

por ser el más fuerte, seleccionando poco a poco a unos escogidos que irán

conformando una nueva élite de guerreros sagrados (la SS) a modo de una

nueva Esparta naciente y victoriosa.

31

La ciencia tampoco escapa a la influencia de partido, que la utiliza para

justificar sus ideas o para buscar nuevas armas para la guerra que se venía

preparando.

El poder de Hitler se consolida la noche de los cuchillos largos cuando

ordena el asesinato de los principales líderes de las SA, fuerzas de asalto que

habían apoyado a los nacionalsocialistas en su ascenso al poder, y el

asesinato de su Jefe, Ernst Röhm en 1934.

¿Aprendió Hitler de algún antecedente histórico la aplicación del terror para conseguir sus fines políticos?

Hurgando en los relatos que de principio del Siglo XX hay editados por

ese mundo de los libros, los que cuentan cosas sobre la historia, nos dicen que

Hitler tuvo un maestro que le precedió casi década y media en todo lo que

suponía terror, persecución y todo tipo de atrocidades y este no fue otro que

Lenin y según cuentan las aplico en la guerra civil rusa.

Todas las revoluciones vividas en el curso del Siglo XX, han seguido el

patrón dejado por la guerra civil rusa, este legado se lo debemos a Lenin y

consta de cuatro puntos:

- 1º. La subversión del orden democrático por una minoría auto legitimada

Su visión consideraba que la democracia occidental carecía de sentido y

que, como mucho, tenía un valor instrumental en la medida en que permitía un

margen de libertad propicio a la propagación de las ideas revolucionarias y una

notable tolerancia a la hora de consentir los atentados dirigidos contra ella.

32

En este sentido, para Lenin el objetivo no era consolidar la democracia

establecida a partir de la revolución, sino aniquilarla dando paso a una

dictadura.

Para legitimar ese paso, se apoyaba en organizaciones que podían ser

manipuladas con relativa facilidad y que dejaban notar su presencia en la calle

aunque su representatividad fuera más que problemática.

Como es fácil comprender, para lograr mantener un impulso que era

contrario a la mayoría del pueblo al que decía representar, Lenin tenía que

recurrir a un método concreto cuya necesidad indispensable no se escapó ni a

él ni a sus seguidores: el terror.

- 2º. La utilización del terror de masas en etapas

El propósito de implantar una dictadura, solo puede provocar una

reacción que lo mismo puede venir desde la derecha como desde la izquierda.

Frente a esta reacción, Lenin abogó por la práctica del terror de masas.

Éste, sin embargo, debe realizarse por etapas y dirigido contra aquellos

segmentos sociales que puedan asociarse propagandística menté con la

reacción.

Un terror que exige la aniquilación de segmentos sociales enteros.

- 3º La aniquilación de clases enteras

La revolución comunista que propiciaba Lenin iba a instaurar un principio

hasta entonces desconocido, consistente en propugnar la desaparición de

clases íntegras en su proceso de conquista y consolidación del poder.

33

Lejos de considerar a sus enemigos de manera aislada e individual, él

partiría de la base de que segmentos sociales completos debían desaparecer

aunque esto implicara el asesinato de millones de seres humanos.

El resultado final tenía que ser la implantación de la dictadura.

Hasta que Hitler señaló a los judíos en bloque para el exterminio, la

acción de los comunistas rusos seguidores de Lenin carecía de paralelo

histórico.

- 4º La creación de aparatos represivos

El propósito de llevar a cabo un amplio programa de terror de masas y

exterminio implicaría la inmediata creación de una batería de medidas

represivas sin paralelo en la Historia.

Junto con la creación de difusas categorías penales, que permitían el

ejercicio más arbitrario y cruento del poder, y la supresión de las garantías

jurídicas, Lenin dio inicio a una metodología del terror que carecía de

precedente y que causaría en tan solo unas semanas muchas más victimas

que la represión zarista del siglo anterior.

Así estableció una policía secreta que detenía, torturaba y ejecutaba sin

trabas; ordenó el confinamiento de rehenes y sospechosos sin base fáctica

alguna; creó una red de campos de concentración donde internarlos: dispuso

ejecuciones masivas con carácter ejemplarizante que dieron lugar a los

primeros fusilamientos colectivos seguidos de enterramientos en fosas

comunes e incluso, ocasionalmente y adelantándose a Hitler en casi dos

décadas, utilizó el gas para exterminar a poblaciones civiles.

De la existencia de esas atrocidades nunca faltaron pruebas. Sin

embargo, la labor propagandística, ejercida fundamentalmente a través de

intelectuales identificados con la revolución o simplemente simpatizantes, logró

34

en buena medida no sólo ocultar estas atrocidades sino además vilipendiar a

los que tenían el valor y la osadía de señalarlas.

Así pues, casi década y media antes de que el partido nazi llegara al

poder en Alemania, los comunistas habían creado el primer estado totalitario de

la Historia.

Persecución y represión

Podríamos decir que Hitler fiel a su maestro, aplicó de inmediato la

represión contra un amplio espectro de ciudadanos: judíos (definidos como

enemigos de la nación), comunistas, testigos de Jehová, homosexuales,

gitanos y todo aquello que se opusiera a la estrecha definición nazi de la

"nación".

La represión la llevaron adelante prioritariamente la SS, fuerzas

paramilitares creadas en 1925 y fortalecidas por el régimen, y la Gestapo,

policía secreta nazi que respondía a las SS, y que contaba con una densa red

de espías y delatores.

El terror se ejercía de forma directa: por medio de la censura, las

agresiones físicas, los arrestos y las detenciones en campos de trabajo.

Propaganda

La teoría nazi sostenía que entre el Führer y su pueblo existía una

armonía mística, una absoluta comunión. Pero en la realidad, la aprobación y

adhesión del pueblo debían ser logradas. Por eso, la propaganda fue llevada

adelante por Joseph Goebbels desde el "Ministerio del Reich para la educación

del pueblo y la propaganda", creado en 1933.

La propaganda se desarrolló en varias direcciones. Se recurrió a los

grandes actos públicos, manifestaciones y desfiles nazis, que escenificaban la

35

grandeza de Hitler y la disciplina impecable de su ejército; se difundieron

políticas de bienestar (vacaciones, pensiones, etc.) y se recurrió a los medios

de comunicación masiva.

Los afiches favorables al régimen nazi y a su política cultural y racial

cubrieron las ciudades. Los periódicos y libros fueron sometidos a una estricta

censura, y se llevaron a cabo grandes quemas de libros considerados

"perniciosos".

El cine sufrió no sólo la censura, sino además la manipulación. Todas las

películas debían contener algún mensaje pronazi. El propio estado se ocupó de

producir películas documentales de propaganda, utilizando todos los adelantos

de la técnica y arte. La radio se convirtió en un medio muy importante para el

régimen, ya que permitía que la voz del Führer entrara en los hogares

alemanes, del mismo modo que la propaganda nazi.

La propaganda no buscaba sólo fortalecer la fidelidad al régimen o el

odio hacia los judíos, sino también difundir formas culturales consideradas

propias o saludables para la nación, identificadas con la raza aria. De esta

manera, se instaba a los jóvenes sanos a casarse, informándoles previamente

de los antecedentes raciales de su pareja, y a procrear familias numerosas. Las

mujeres eran alentadas a permanecer en el hogar y a dedicarse a la crianza de

los niños.

Los jóvenes fueron un blanco importante para la propaganda nazi. Se

crearon instituciones destinadas a la socialización de niños y jóvenes, como las

Juventudes Hitlerianas. En ellas los jóvenes recibían una cuidadosa educación

física y adoctrinamiento político. La Liga de Muchachas Alemanas formaba a

las niñas para sus futuras tareas en el hogar, mientras los niños aprendían

destrezas militares. No obstante lo anterior, un gran número de mujeres

también hizo parte de las Hitlerjugend.

36

Uso de la economía como propaganda política

Para Hitler, su régimen había restablecido la "primacía de la política", a

la cual debía someterse la economía del Tercer Reich.

Así, hasta 1939, las demandas de los industriales (de menores costos)

se enfrentaron con la necesidad de la legitimación del régimen, dotando de

cierto bienestar a los trabajadores. Las competencias nacionales de destreza

en el oficio, o el lanzamiento de Volkswagen -el auto del pueblo- fueron claros

ejemplos de esta obra social del Tercer Reich.

Las políticas socialistas de la Alemania nazi sólo pudieron hacerse

compatibles con el gasto en armamento a costa de un enorme déficit público

(que se acumuló año tras año desde 1933) y de un control de precios y salarios

policíaco, que provocó todo tipo de distorsiones e ineficiencias económicas.

Política de higiene racial

Los nazis instauran también el control reproductivo de la sociedad

alemana. Es imperiosa la necesidad de crear nuevos arios y de sacar de la

circulación aquellos que presenten defectos en nombre de la higiene racial,

promoviendo la eugenesia y recurriendo a la eutanasia si hacía falta.

Así mismo, se buscó la fecundación de todas las alemanas de buena

sangre por parte de la élite aria para que poco a poco la raza perdida

recuperara su esplendor. El resultado de esto fue el establecimiento de los

campos Lebensborn en los cuales mujeres de origen ario eran inseminadas

con padres seleccionados para la creación de niños racialmente puros.

El nazismo está imbuido de una paranoia racial que le lleva a tejer todo

un entramado científico-místico.

Por una parte, pretende demostrar mediante la moderna ciencia de la

biología, la selección natural de Darwin y las leyes de la herencia de Gregorio

Mendel, de modo pseudocientífico la realidad de la raza pura y, por otro lado,

37

presenta la creencia mística de que esta debe recuperar unos poderes que se

le suponen perdidos por los cruces con razas supuestamente degeneradas,

como serían los judíos o, en menor medida, los eslavos.

En los judíos se centra el mal de males y hacia mediados de la II Guerra

Mundial empezarán a ser exterminados en los campos de concentración.

Hecho el paréntesis aclaratorio en el que he conocido lo que supuso el

fin de la I Guerra Mundial en el mundo entero, y su repercusión en Alemania y

lo que propicio el nacimiento del Nazismo, ahora estoy en condiciones de

entender el porque de la II Guerra Mundial y sin más me meto en plena

contienda a ver que pasó, a nivel mundial y básicamente en Polonia y a sus

habitantes.

1. 4. II Guerra Mundial

Día 1 de septiembre de 1939, empieza la II Guerra Mundial con el

ataque alemán a Westerplatte.

Atracado en el puerto exterior de Danzig desde el 25 de agosto en visita

de buena voluntad, el acorazado Schleswig-Holstein es un buque escuela de la

Armada alemana. En su interior se oculta una fuerza de asalto de 225

marineros al mando del Kapitanleutnant (Teniente de Navío) Hemingsen. El 31

de agosto, el Kapitan zur See (Capitán de Navío) Kleinkamp recibe la orden de

ataque: Y=1.9.0445.

Así, en la madrugada del 1 de septiembre a las 4.45 ordena que sus

cuatro piezas de 280 Mm. y las cinco de 150 Mm. de la banda de babor abran

fuego contra la fortaleza de la Westerplatte, defendida por 180 hombres.

38

El comandante de la flotilla de submarinos polaca da la orden de

ejecución del plan Worek y los submarinos comienzan a hostigar a los buques

alemanes durante todo el día.

A las 05:30 horas se ordenó a los Dornier Do 17 atacar las cercanías del

puente Dirschau y Varsovia fue atacada ya el primer día, a las 06:00 horas, la

Luftwaffe ataca la base aeronaval de Puck, destruyendo el destacamento y

perdiendo la vida su Comandante, el primer oficial naval caído de la II Guerra

Mundial.

A las 06:15 horas sobre Balice (Cracovia), un vuelo de patrulla del

Escuadrón III/2 se encuentra con bombarderos alemanes que regresan tras

atacar el aeropuerto de Rakowice (Cracovia).

A las 14:00 horas es la base de Gdynia la que es bombardeada por

Stukas, hundiendo un torpedero y dañando tres buques más.

Los polacos sorprendidos y atemorizados por este ataque inesperado de

los alemanes salen de las ciudades y corren a refugiarse hacia la frontera con

Rusia, hay una película sobre el Papa Juan Pablo II que nos muestra como él

con su padre, antiguo oficial del ejercito polaco, salen de Varsovia junto con el

resto de la población civil con dirección a esa frontera, soportando todo tipo de

adversidades y cuando están llegando a lo que se supone es una posición

segura se encuentran con que:

El día 17 de septiembre el ejército soviético entra en Polonia y se

apodera de los territorios polacos en el Este.

Es duro ver las escenas de indefensión de los polacos que ya no saben

a donde ir ni que hacer, verdaderamente escalofriante, a la vez que se sienten

traicionados ya que lo que les ocurre:

Es la consecuencia del pacto Ribbentrop-Molotow, firmado el 23 de

agosto entre la Alemania de Hitler y la Unión Soviética.

39

A consecuencia de estas operaciones militares Polonia pierde la

independencia.

La verdad es que viendo lo sucedido empiezo a dudar de quién inició la

II Guerra Mundial, si damos por supuesto que Polonia fue donde empezó.

Además tampoco tengo claro qué hubiera pasado si el Reino Unido y

Francia hubieran reaccionado de inmediato tal como tenían acordado con

Polonia.

Unos por acción y otros por omisión deberían sentirse culpables de todo

lo que sucedió a partir del 1 de septiembre de 1939.

Invasión Alemana de Polonia 1939

La Invasión de Polonia en 1939 consistió en la invasión por parte de

Alemania del territorio polaco durante septiembre de 1939, conocida también

como «Operación Fall Weiss». Fue el detonante de la II Guerra Mundial en

Europa y acabó con la II República Polaca.

La invasión de Polonia fue la primera de las agresiones bélicas que la

Alemania de Hitler emprendería.

El ejército polaco fue fácilmente derrotado, al no poder hacer frente a las

superiores tropas germanas que estaban usando su famosa técnica llamada

Blitzkrieg (Guerra relámpago) que estaba basada en el movimiento rápido de

los blindados y la máxima potencia de fuego brutalmente aplicada.

No obstante, la caída de Polonia sería acelerada por la posterior

invasión por parte de la Unión Soviética el 17 de septiembre, y la ausencia de

ayuda de sus aliados Reino Unido y Francia.

La caída de Polonia significaría la caída abrupta de los estándares de

vida de sus ciudadanos, especialmente de los polacos judíos, muriendo un

40

20% de la población polaca existente antes de la invasión durante la

ocupación.

Antecedentes

Una vez finalizada la I Guerra Mundial, Alemania es forzada a renunciar

a cualquier tipo de pretensión sobre territorios polacos, si bien los artículos 87 a

104 del Tratado de Versalles establecen excepciones sobre los territorios de

Danzig (que queda como Ciudad Libre amparada por la Sociedad de

Naciones), Memel y Prusia Oriental (pendiente de un plebiscito sobre su

adhesión a Alemania o a Polonia).

Tras el abandono de la Conferencia de Desarme y la Sociedad de

Naciones, el siguiente paso de la política exterior de Adolf Hitler fue la firma de

un pacto de no agresión entre Polonia y Alemania, que tiene lugar en 1934. Se

trata de una maniobra política que debilita las relaciones franco-polacas a favor

de los intereses alemanes.

El 5 de noviembre de 1937 tiene lugar una reunión de Hitler con su

Ministro de Exteriores Konstantin von Neurath, su Ministro de Guerra Werner

von Blomberg y los principales jefes militares. En ella, Hitler establece las

líneas a seguir en la política exterior alemana destinadas a asegurar el espacio

vital (Lebensraum) necesario para la supervivencia alemana. En dicha reunión,

Hitler insta a la resolución del problema de las poblaciones germanas fuera del

territorio alemán, declarando a Austria y Checoslovaquia como objetivos

inmediatos.

En marzo de 1938, Alemania recupera Memel (cedida por el Gobierno

lituano) y se anexiona Austria. Hitler fija su atención en Checoslovaquia y

consigue parte de su territorio merced al Pacto de Munich en septiembre. Se

produce el desmembramiento de Checoslovaquia.

Gran Bretaña y Francia anuncian su intención de socorrer a Polonia en

el caso de que sea invadida por Alemania.

41

El 24 de noviembre de 1938, el Jefe del Alto Mando Alemán Wilhelm

Keitel, añade un apéndice a una orden anterior de Hitler sobre la

reconstrucción de la Kriegsmarine.

El Führer ha ordenado que además de las tres eventualidades

mencionadas en la directiva anterior, se han de hacer también preparativos

para la ocupación por sorpresa por tropas alemanas del Estado Libre de

Danzig.

Para la preparación se han de tener en cuenta los siguientes principios:

El primero es la captura inmediata de Danzig aprovechando una

situación política favorable, y no una guerra con Polonia. Las tropas que se

usen para este objetivo no deben reservarse al mismo tiempo para hacerse con

la región de Memel para que ambas operaciones puedan llevarse a cabo

simultáneamente si surge la necesidad.

En marzo de 1939, los ejércitos alemanes ocupan toda Checoslovaquia,

Bohemia y Moravia. Polonia se encuentra rodeada de territorios hostiles. Sin

embargo, en abril el Gobierno nazi sigue oficialmente buscando una paz

negociada con Polonia.

Las actas del proceso de Nüremberg muestran que en secreto, los

planes para la invasión del país vecino, bautizados como Fall Weiss (“Caso

Blanco”) están ultimándose.

Así, el 3 de abril, el Alto Mando de las Fuerzas Armadas alemanas

emite la Directiva para las Fuerzas Armadas 1939/40.

En este documento se lee la orden de Hitler «Se han de hacer los

preparativos de tal forma que se pueda llevar a cabo la operación (Fall

Weiss)».

El 11 de abril, Hitler firma una nueva orden dirigida a los Estados

Mayores en la que se mencionan «los preparativos que se han de hacer [...]

42

para llevar a cabo la guerra». Objetivos: defender las fronteras alemanas, Fall

Weiss y la anexión de Danzig.

El 28 de abril, Hitler conmina la restitución de Danzig en un discurso en

el Reichstag así como en un memorándum dirigido al gobierno polaco. Además

exige la construcción de una carretera y una línea de ferrocarril

extraterritoriales que la uniesen con el territorio alemán.

El gobierno polaco acepta la construcción de la carretera, pero no el

ferrocarril ni la cesión de Danzig. La tensión diplomática aumenta.

El 23 de abril Hitler manifiesta su deseo de atacar Polonia en cuanto sea

posible, ordenando a Keitel que remita los planes Fall Weiss al Estado Mayor

no más tarde del 1 de mayo. Dicha reunión en la Cancillería del Reich está

reflejada en las Actas Schmundt. En la misma reunión, Hitler ordena que los

planes de invasión sean secretos incluso para sus aliados italianos y

japoneses.

El 15 de junio, el Estado Mayor alemán tiene listo el plan de invasión. Se

programan para el mes siguiente unas maniobras de verano para concentrar

tropas en la frontera polaca sin levantar sospechas, mientras que algunas

unidades se envían a Prusia Oriental con la excusa de preparar el 25º

aniversario de la Batalla de Tanneberg.

El 23 de agosto se firma el Pacto de No Agresión germano-soviético.

Este acuerdo es recibido con hostilidad por parte de Francia y Gran Bretaña.

Ésta última, Gran Bretaña, firma a su vez el Pacto de Ayuda Mutua con

Polonia el 25 de agosto para el caso en el que cualquiera de los dos países

sufriera una agresión.

Hitler, que había dado órdenes para que Polonia fuese atacada el 26 de

agosto, encajó mal la respuesta británica. La contraorden del ataque llegó tarde

para algunas unidades, que ya había entablado combate con los polacos.

Goebbels difundió la versión de unas escaramuzas fronterizas en Gleiwitz de

las que responsabilizó a Polonia.

43

El 31 de agosto Hitler firma la Directiva de Guerra nº 1 en la que se

detallan las órdenes de ataque contra Polonia, así como la fecha y hora

previstas del ataque. Las órdenes se entregan en mano a sus destinatarios,

que las reciben con doce horas de antelación al ataque.

Plan de batalla alemán

Conforme al plan aprobado por el Estado Mayor, los ejércitos alemanes

se dividen en dos grupos de ejércitos: el principal en el sur, comandado por el

General Oberst Gerd von Rundstedt y un segundo grupo al norte, al mando del

también General Oberst Fedor von Bock. El mando de toda la Operación recae

en el general Walther von Brauchitsch.

El Grupo de Ejércitos Norte tiene orden de atacar el corredor polaco

hacia el este con el 4º Ejército, mientras que el 3º Ejército ataca hacia el este

desde Prusia Oriental.

Una vez que los ejércitos contactasen, debían moverse en dirección sur,

hacia Varsovia.

Por su parte, el Grupo Sur, debía atacar desde Silesia y Eslovaquia. El

10º Ejército —el más fuerte— se dirigiría directamente a Varsovia mientras que

su flanco izquierdo era protegido por el 8º Ejército y el 14º Ejército hacía lo

propio con el flanco derecho.

En cuanto el 10º Ejército llegase a contactar con el Grupo Norte, las

tropas se dedicarían a destruir las unidades enemigas que hubiesen quedado

atrapadas, dando fin a la campaña. A sugerencia del general Von Bock los

alemanes avanzaron al este de Varsovia durante la segunda fase de la

invasión para impedir que los polacos pudiesen refugiarse en las marismas de

Pripet.

En los años que precedieron a la II Guerra Mundial, Alemania creó una

potente fuerza aérea que, en 1939, no podía ser igualada por ningún otro país

44

europeo en potencia de ataque o movilidad. Los bombarderos y cazas de la

Luftwaffe superaban fácilmente a sus homólogos en servicio con la Fuerza

Aérea Polaca.

Los principales aviones que se utilizaron fueron los Messerschmitt Bf

109E-1, los Junkers Ju 87B-1 (Stuka) donde por primera vez se pudo ver la

eficacia de los bombardeos en picado de este avión, los Dornier Do 17Z-2 con

base en Heiligenbeil en Prusia Oriental y los Heinkel He 111.

Plan de defensa polaco ante el presunto ataque alemán

La defensa de Polonia podía seguir dos estrategias:

La primera consistía en defender los 1.800 Km. De frontera con

Alemania, protegiendo así las industrias, comunicaciones y grandes centros de

población.

Ésta solución dejaba a los ejércitos polacos en una situación delicada

pues podían ser rodeados con facilidad debido a la gran extensión del frente.

La segunda estrategia sería resistir empleando como líneas de defensa

el curso de los grandes ríos, como les recomendó el general francés Gamelin

en mayo de 1939: resistir en zonas protegidas por ríos como el Vístula, el San

y el Bug esperando la ayuda franco-británica.

La desventaja de ésta defensa era que los polacos perderían la mayor

parte de sus zonas industriales y algunos grandes núcleos de población.

Para la guerra en el mar se había trazado el plan Worek (“Saco”) que

tenía por objeto impedir el desembarco alemán en el litoral polaco.

En colaboración con Gran Bretaña, se había elaborado la Operación

Pekín donde se suponía que las unidades de superficie polacas se refugiarían

en puertos británicos ante la superioridad de la Kriegsmarine alemana.

45

En total, las fuerzas terrestres polacas estaban agrupadas en siete

ejércitos: Ejército de Modlin, Pomorze (basado en Pomerania), Ejército de

Poznań, Ejército de Łódź, Ejército de Cracovia (Kraków), Ejército de Lublin y el

Ejército de los Cárpatos. También se contaba con un Grupo Operativo. Durante

la campaña, se formó el Ejército de Varsovia (Warszawa) y el Grupo Operativo

de Polesia (Polesie) con restos de los anteriores.

La fuerza aérea polaca desplegaba 433 aviones de primera línea,

repartidos entre la Fuerza Aérea Móvil (159 aviones) y las Fuerzas Aéreas de

los ejércitos (274 aviones). Aunque eran superados por sus enemigos en

cuanto a número y calidad del material, los polacos lucharon con notable valor

y tenacidad antes de ser vencidos. No obstante, 117 aeroplanos pudieron huir

hacia Rumania antes de la derrota final.

Los principales aviones que utilizaron fueron los cazas PZL P.11, los

bombarderos pesados PZL P.37 y los aviones de bombardeo ligero PZL P.23b

(Karás).

Invasión soviética de Polonia 1939

Como ya estaba pactado Rusia invade Polonia y la justificación que dan

es de lo más peregrina, ya que como veremos es, para salvaguardar a unos

paisanos que pasaban por allí, ya que los polacos con el lío que tenían

montado defendiéndose de los alemanes no podían garantizar su seguridad, y

sin más la que montaron.

La invasión soviética de Polonia de 1939 fue una operación militar

iniciada el 17 de septiembre de 1939, en los primeros compases de la II Guerra

Mundial, dieciséis días después de la invasión de Polonia por parte de la

Alemania Nazi. Supuso una importante victoria para el Ejército Rojo de la Unión

Soviética.

A principios de 1939 la Unión Soviética intentaba formar una alianza con

el Reino Unido, Francia, Polonia y Rumania para hacer frente a la Alemania

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Nazi pero se presentaron varias dificultades, como la negativa de Polonia y

Rumania a permitir el tránsito de tropas soviéticas a través de sus territorios por

seguridad colectiva.

Ante la ausencia de avance en las negociaciones, los soviéticos

cambiaron su estrategia y firmaron el 23 de agosto de 1939 el Pacto

Ribbentrop-Molotov con la Alemania Nazi.

Consecuentemente, el 1 de septiembre los alemanes invadieron el oeste

polaco mientras que los soviéticos invadieron la zona oriental el 17 de

septiembre.

El gobierno soviético anunció que actuaba para proteger a los

ucranianos y bielorrusos que vivían en la parte oriental de Polonia, debido al

colapso de la administración polaca tras la invasión nazi. Según los soviéticos,

dicha administración, no podía ya garantizar la seguridad de sus ciudadanos.

El Ejército Rojo alcanzó rápidamente sus objetivos, debido a que

sobrepasaba en número a la resistencia polaca.

En torno a 230.000 soldados polacos, o incluso más (452.500) fueron

hechos prisioneros de guerra. El gobierno soviético se anexionó el nuevo

territorio, poniéndolo bajo su control y declarando en noviembre de ese mismo

año que trece millones y medio de ciudadanos polacos, que vivían en la zona

anexionada, habían pasado a ser ciudadanos soviéticos.

Los soviéticos contrarrestaron la oposición mediante ejecuciones y

arrestos. Varios cientos, o miles, según estimaciones, de los arrestados, fueron

enviados a Siberia y a otras zonas remotas de la URSS, en cuatro series de

deportaciones producidas entre 1939 y 1941.

La invasión soviética, que el Politburó llamó "campaña de liberación",

permitió la incorporación de millones de polacos, ucranianos y bielorrusos a las

Repúblicas Socialistas Soviéticas de Ucrania y de Bielorrusia.

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Durante la existencia de la República Popular de Polonia (1945-1989), la

invasión fue considerada un asunto delicado, llegando a ser tabú y omitida de

la historia oficial con el objetivo de preservar la ilusión de la "amistad eterna"

entre los miembros del Bloque del Este.

Ante los hechos relatados y pensar con el sufrimiento que pasaron los

polacos sólo me queda el silencio.

Preludio

Cuanto más me voy enterando de lo que ocurrió, parece como, sí tanto

los alemanes como los rusos, al no conseguir lo que pretendían en las

negociaciones mantenidas con los demás países, se auto-justificaran para

coger las armas y por la fuerza conseguir lo que en las negociaciones no

habían conseguido.

Me imagino que consideraban a Polonia como punto de arranque para

luego seguir, dependiendo de la respuesta del resto de naciones y así fue, ya

que Gran Bretaña y Francia se quedaron a verlas venir y así les lució el pelo.

Sigamos:

Al final de los años 1930, la Unión Soviética pretendía formar una

alianza contra Alemania con el Reino Unido, Francia y Polonia. Las

negociaciones, sin embargo, fueron difíciles. Los soviéticos insistían en crear

un círculo de influencia que abarcara desde Finlandia hasta Rumania y pidieron

ayuda militar, no sólo para actuar contra cualquier país que los atacara

directamente, sino también contra cualquier organización que atacara a los

países de dicha esfera de influencia.

Desde el comienzo de las negociaciones con Francia y el Reino Unido,

la Unión Soviética demandó su derecho a ocupar los Estados Bálticos (Letonia,

Estonia y Lituania).

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Finlandia también debía ser incluida en el círculo de influencia soviética

y los soviéticos finalmente reclamaron su derecho a actuar en Polonia,

Rumania y los Estados Bálticos cuando su seguridad se viera amenazada.

Los gobiernos de estos países rechazaron la propuesta, ya que

presentían que si el Ejército Rojo invadía alguna vez su territorio, ya nunca lo

abandonaría, como señaló el ministro de exteriores polaco Józef Beck.

La Unión Soviética dejó de confiar en los británicos y franceses para

mantener la seguridad colectiva desde que estos rechazaron prestar ayuda a la

II República Española contra los nacionalistas durante la Guerra Civil Española,

o cuando renunciaron a proteger a Checoslovaquia de la Alemania Nazi.

De igual modo, sospechaban que los Aliados Occidentales preferirían

que la Unión Soviética se enfrentara a Alemania por sí misma, mientras ellos

observaban la situación. En vista de estos intereses divergentes, la Unión

Soviética abandonó el diálogo y retomó las conversaciones con Alemania.

Normal la actuación rusa, si no tengo ayuda para poderte, me alío

contigo y pacto lo que me interesa escudándome en que los otros no me

merecen confianza, pero no por eso desisto de los fines que persigo y…. a la

guerra.

Cuando se inicia la invasión rusa, ¿Dónde se creen los rusos que

pueden estar los polacos?

Pues la respuesta es bien sencilla, tratando de parar a los alemanes que

hace 17 días que pretenden invadir su país y por eso para los rusos es un

paseo militar, pues los cogen por sorpresa y por detrás debido a la que tienen

montada en la otra parte,……que esperaban.

Por eso ahora analizamos como estaban distribuidas las fuerzas polacas

desde el día 1 de septiembre.

La mayor parte de ellas se encontraban en la frontera alemana, lo que

facilitó la invasión soviética, por la frontera oriental.

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El 23 de agosto de 1939 la Unión Soviética firmó el Pacto Molotov-

Ribbentrop con la Alemania Nazi, cogiendo por sorpresa a los Aliados.

Los dos gobiernos anunciaron que el acuerdo era un mero tratado de no

agresión. Sin embargo, en un apéndice secreto también acordaron repartir

Polonia entre ellos y dividir Europa Oriental entre los círculos de influencia

soviético y alemán.

El Pacto Molotov-Ribbentrop, que ha sido descrito como una licencia

para la guerra, fue un factor clave en la decisión de Hitler de invadir Polonia.

El tratado otorgó a los soviéticos un espacio defensivo adicional en el

Oeste. También les ofreció la posibilidad de recuperar territorios cedidos a

Polonia veinte años antes y así unir los pueblos ucranianos y bielorrusos

orientales y occidentales bajo un gobierno soviético y, por primera vez, bajo un

mismo estado.

El líder soviético Iósif Stalin veía además ventajas en que se desatase

una guerra en Europa occidental, ya que podía debilitar a sus enemigos

ideológicos y abrir nuevas regiones para el avance del comunismo.

Poco después de que los alemanes invadieran Polonia, el 1 de

septiembre de 1939, los líderes nazis comenzaron a animar a los soviéticos a

jugar su baza del Pacto Molotov-Ribbentrop para que invadieran la parte

oriental de Polonia.

El embajador alemán en Moscú, Friedrich Werner von der Schulenburg,

y el ministro de Asuntos Exteriores soviético, Viacheslav Mólotov,

intercambiaron una serie de comunicados diplomáticos sobre el asunto.

Entonces Mólotov vino al lado político del asunto y declaró que el

Gobierno soviético había tenido la intención de aprovechar la oportunidad del

avance de tropas alemanas sobre Polonia para declarar que Polonia se

deshacía y que era necesario que la Unión Soviética, en consecuencia,

acudiera en ayuda de los ucranianos y bielorrusos "amenazados" por

Alemania.

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Este argumento debía hacer que la intervención de la Unión Soviética

fuera admisible desde el punto de vista de las masas y al mismo tiempo, evitar

que la Unión Soviética diera el aspecto de agresor.

Friedrich Werner von der Schulenburg, embajador alemán en Moscú, en

un telegrama al Ministerio de Asuntos Exteriores alemán. Moscú, 10 de

septiembre de 1939.

Los soviéticos retrasaron su intervención por varios motivos:

Se encontraban sumidos en una serie de disputas fronterizas con Japón,

necesitaban tiempo para movilizar al Ejército Rojo y veían una ventaja

diplomática en esperar a que Polonia se desintegrara antes de realizar algún

movimiento.

El 17 de septiembre de 1939, Mólotov declaró en la radio que todos los

tratados entre la Unión Soviética y Polonia habían sido anulados debido a que

el gobierno polaco había abandonado a su pueblo y había dejado de existir de

forma efectiva.

Ese mismo día, el Ejército Rojo cruzó la frontera polaca, comenzando la

invasión del país.

Campaña militar

El Ejército Rojo hizo su incursión por la zona de Kresy, al Este de

Polonia, con siete ejércitos de campaña y entre 450.000 y 1.000.000 de

soldados.

Estos ejércitos se agrupaban en dos "frentes" (equivalente soviético de

un Grupo de Ejércitos): el Frente Bielorruso, bajo la dirección de Mijaíl

Kovalyov, y el Frente Ucraniano, bajo las órdenes de Semión Timoshenko.

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Hasta ese momento los polacos no habían conseguido defender sus

fronteras occidentales y, en respuesta a las incursiones alemanas, habían

lanzado una contraofensiva de cierta importancia en la batalla de Bzura.

El Ejército Polaco tenía originalmente un plan defensivo bien

desarrollado para combatir una posible invasión soviética pero no estaban

preparados para plantar cara a dos invasiones simultáneas.

En el momento en que los soviéticos invadieron el país, los

comandantes polacos ya habían enviado a la mayor parte de sus tropas al

Oeste para enfrentarse a los alemanes, dejando así al este con una mínima

protección de veinte batallones, que contaban con unos 20.000 soldados de

defensa fronteriza (Korpus Ochrony Pogranicza en polaco), bajo la dirección

del general Wilhelm Orlik-Rueckemann.

Al comenzar la invasión, el comandante en jefe polaco y mariscal de

Polonia Edward Rydz-Śmigły, ordenó a las fuerzas fronterizas que prestaran

resistencia ante la invasión soviética. Luego cambió su postura, tras consultar

con el Primer Ministro Felicjan Sławoj Składkowski, ordenando retroceder y

limitar los ataques a los soviéticos al caso de defensa propia.

Los soviéticos han entrado.

Ordenó, un repliegue general hacia Rumania y Hungría por la ruta más

corta. “No luchéis contra los bolcheviques a no ser que os asalten o traten de

desarmar vuestras unidades”.

Las tareas defensivas de Varsovia y otras ciudades que debían

defenderse de los alemanes, quedan sin cambios. Las ciudades amenazadas

por los bolcheviques deberían negociar la cuestión de retirar la guarnición hacia

Hungría o Rumania.

Edward Rydz-Śmigły, Comandante en Jefe del Ejército polaco.17 de

septiembre de 1939.

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Las dos órdenes contradictorias condujeron a la confusión y cuando el

Ejército Rojo atacó a las unidades polacas estallaron pequeñas batallas de

forma inevitable.

La respuesta de los no étnicamente polacos a la situación añadió una

nueva complicación.

En algunos casos, ucranianos, bielorrusos y judíos aplaudieron la

entrada de las tropas soviéticas, consideradas libertadoras.

La Organización de Nacionalistas Ucranianos se levantó contra los

polacos y partisanos comunistas organizaron revueltas locales, como por

ejemplo en Skidel.

El plan original de repliegue de los militares polacos consistía en

retirarse y reagruparse en torno a la frontera rumana. La idea era adoptar

posiciones defensivas en dicho lugar y esperar al ataque prometido por parte

de franceses y británicos en el oeste.

Este plan suponía que Alemania se vería obligada a limitar sus

operaciones en Polonia para así poder combatir en un segundo frente.

Los aliados esperaban que las fuerzas polacas resistieran durante

varios meses pero el ataque soviético hizo que esta estrategia quedara

obsoleta.

Los líderes políticos y militares polacos sabían que estaban perdiendo la

guerra contra la Alemania Nazi incluso antes de que la invasión soviética

convirtiera la derrota en inevitable.

Sin embargo, rechazaron rendirse o negociar la paz con Alemania. En

cambio, el gobierno polaco pidió a todas sus unidades militares que evacuaran

Polonia y se reunieran de nuevo en Francia.

El mismo gobierno se desplazó a Rumania en la medianoche del 17 de

septiembre de 1939 por el paso fronterizo de Zalischyky.

53

Algunas unidades polacas continuaron maniobrando en el sudeste de

Polonia, soportando ataques por parte de los alemanes en un frente mientras

en el otro se enfrentaban a las tropas soviéticas.

En los días que siguieron a la orden de evacuación, los alemanes

derrotaron a los polacos en la Batalla de Tomaszów Lubelski, que se produjo

del 17 al 20 de septiembre.

Las unidades soviéticas a menudo se encontraban con que los

alemanes avanzaban desde la dirección opuesta. Ocurrieron varios ejemplos

notables de cooperación entre ambas fuerzas.

La Wehrmacht capturó la Fortaleza de Brest con la ayuda de la 29º

Brigada de Tanques Soviética, tras la batalla de Brest Litovsk, el 17 de

septiembre.

El general alemán Heinz Guderian y el general de brigada soviético

Semión Krivoshein llevaron a cabo un desfile conjunto tras tomar Brest.

Lviv (o Lwów en polaco) se rindió el 22 de septiembre, días después de

que los alemanes hubieran entregado el mando de las operaciones en la zona

a los soviéticos. Fuerzas soviéticas tomaron Wilno el 19 de septiembre, tras

una batalla de dos días de duración. El 24 de septiembre tomaron Goradnia,

tras cuatro días de combates.

Hacia el 28 de septiembre el Ejército Rojo ya había alcanzado la línea

de los ríos Narew, Bug Occidental, Vístula y San, que trazaban la frontera

acordada previamente con los nazis.

A pesar de la victoria táctica polaca en la Batalla de Szack el 28 de

septiembre, la derrota polaca estaba ya fuera de toda duda.

Voluntarios civiles, milicias y unidades reorganizadas se replegaron

hacia la capital, Varsovia. La Fortaleza Modlin, al norte de la capital, se rindió el

29 de septiembre, después de una intensa batalla de dieciséis días. El 1 de

octubre, tropas soviéticas condujeron a unidades polacas a los bosques, en la

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batalla de Wytyczno, una de las últimas confrontaciones directas de la

campaña.

Varias guarniciones polacas aisladas lograron mantener sus posiciones

durante mucho tiempo antes de ser derrotadas, siendo la última unidad

operacional del Ejército Polaco en rendirse, el Grupo Independiente

Operacional "Polesie" (Samodzielna Grupa Operacyjna "Polesie" en polaco) del

general Franciszek Kleeberg Polesie.

Kleeberg se rindió el 6 de octubre, tras los cuatro días que duró la batalla

de Kock, cerca de Lublin, terminando así con la Campaña de Septiembre. Los

soviéticos habían salido victoriosos.

El 31 de octubre, Mólotov presentó un informe al Soviet Supremo: "Un

golpe corto del Ejército alemán, y posteriormente otro del Ejército Rojo, fueron

suficientes para aniquilar esta fea criatura del Tratado de Versalles".

Reacción aliada

La reacción de Francia y Gran Bretaña a la invasión de Polonia fue el

silencio, ya que no deseaban ningún tipo de confrontación con la URSS en ese

momento.

Bajo los términos de la alianza militar Anglo-Polaca del 25 de agosto de

1939, los británicos habían prometido asistencia militar a Polonia si esta era

atacada por una potencia europea.

Pero cuando el embajador polaco Edward Raczyński recordó al

Secretario de Estado británico E. F. L. Wood lo firmado, éste declaró

tajantemente que no era una buena empresa para el Reino Unido declarar la

guerra a la Unión Soviética.

El Primer Ministro británico Neville Chamberlain consideró hacer público

un compromiso de restaurar la estructura del Estado Polaco pero finalmente se

limitó a emitir declaraciones de condena general.

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Los franceses también habían adquirido compromisos con Polonia,

incluyendo la provisión de ayuda aérea, y éstas no fueron cumplidas.

Una vez que los soviéticos invadieron Polonia, los franceses y los

británicos decidieron que no había nada que pudieran hacer por Polonia a corto

plazo, por lo que comenzaron a planificar una victoria a largo plazo.

Los franceses habían avanzado de manera provisional en el Sarre a

principios de septiembre pero después de la derrota polaca, se retiraron detrás

de la Línea Maginot, a fecha de 4 de octubre.

Muchos polacos se indignaron ante la falta de apoyo por parte de sus

aliados occidentales, lo que creó un sentimiento de traición entre los polacos.

Consecuencias

En octubre de 1939 Mólotov informó al Soviet Supremo que la invasión

había provocado un total de 737 muertes y 1.862 heridos soviéticos, aunque

las cifras polacas elevan los números hasta 3.000 muertes y entre ocho mil y

diez mil heridos.

En el lado polaco, entre 6.000 y 7.000 soldados perecieron en los

combates contra el Ejército Rojo, siendo hechos prisioneros entre 230.000 y

450.000 hombres

Los soviéticos solían saltarse los términos de las rendiciones. En

algunos casos, prometieron a los soldados polacos la libertad si se rendían

pero terminaron arrestándolos cuando estos depusieron las armas.

La Unión Soviética había dejado de reconocer oficialmente al Estado

Polaco cuando inició la invasión.

Como resultado, los dos gobiernos nunca se declararon la guerra de

forma oficial. Por este motivo, los soviéticos no trataron a los prisioneros

56

militares polacos como prisioneros de guerra sino como rebeldes contra el

nuevo gobierno de la Ucrania y Bielorrusia Occidental.

Los soviéticos mataron a decenas de miles de prisioneros de guerra

polacos. Algunos fueron ejecutados en plena campaña, como el general Józef

Olszyna-Wilczyński, que fue capturado, interrogado y después asesinado el 22

de septiembre.

El 24 de septiembre, los soviéticos mataron a cuarenta y dos personas,

entre personal y pacientes, de un hospital militar polaco en el pueblo de

Grabowiec, cerca de Zamość.

Los soviéticos también ejecutaron a todos los oficiales polacos que

capturaron después de la batalla de Szack, a fecha de 28 de septiembre de

1939.

Más de 20.000 personas, entre personal militar polaco y civiles,

perecieron en la Masacre de Katyn.

Unos 300 polacos fueron ejecutados después de la batalla de Grodno.

“El 28 de septiembre de 1939, la URSS y Alemania cambiaron en secreto

los términos del Pacto Molotov-Ribbentrop. Pasaron a Lituania al círculo de

influencia soviético y desplazaron la frontera en Polonia hacia el este, dando a

Alemania un territorio mayor. Con este acuerdo, con frecuencia descrito como

la cuarta partición de Polonia, la URSS se quedó con todo el territorio polaco

situado al este de la línea descrita por los ríos Pisa, Narew, Bug Occidental y

San. Esto proporcionaba un total de 200.000 kilómetros cuadrados, habitados

por trece millones y medio de ciudadanos polacos.”

El Ejército Rojo había sembrado la confusión entre los lugareños al

asegurar que llegaban para salvar a Polonia de los Nazis.

Su avance sorprendió a los polacos y a sus líderes, que no habían

recibido información sobre cómo responder ante una invasión de la URSS.

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Algunos ciudadanos polacos y los judíos quizás habrían preferido en un

principio un régimen soviético antes que uno nazi.

Sin embargo, los soviéticos impusieron su ideología rápidamente en la

vida local. Por ejemplo, comenzaron a confiscar, nacionalizar y redistribuir

todas las empresas de propiedad privada o estatal.

Durante los dos años que siguieron a la invasión y anexión de Polonia,

los soviéticos arrestaron a unos cien mil ciudadanos polacos y deportaron a un

total de entre 350.000 y 1.500.000, de los cuales entre 250.000 y 1.000.000

murieron, la mayoría de ellos, civiles.

Siempre que se habla de la II Guerra Mundial parece que la Alemania

Nazi se pasó en atrocidades, pero visto lo visto empiezo a pensar que los

soviéticos, a parte de entrar por la retaguardia sin avisar y aprovecharse del

trabajo que estaban haciendo los alemanes en el otro lado del país no

declararon a Polonia la guerra y por ende esto les permitió no respetar los

tratados internacionales sobre los prisioneros de guerra y tener las manos

libres para realizar bajo el signo de ser los salvadores lo que quisieron y más.

Territorios Polacos anexionados por la URSS

De los trece millones y medio de civiles que vivían en los territorios

anexionados por la URSS, los polacos eran el mayor grupo étnico, pero los

bielorrusos y ucranianos, en conjunto, representaban el cincuenta por ciento de

la población.

La anexión no dio a la Unión Soviética el control de todas las áreas

donde vivían los bielorrusos y los ucranianos, ya que algunas de ellas se

quedaron en la zona alemana debido al movimiento de la frontera al este. De

todos modos, la URSS consiguió unir a la mayor parte de ambos pueblos,

expandiendo las Repúblicas Socialistas Soviéticas de Bielorrusia y de Ucrania.

58

El 26 de octubre de 1939 se llevaron a cabo "elecciones" en las

asambleas de Bielorrusia y Ucrania para dar a la anexión una apariencia de

legalidad.

Los bielorrusos y ucranianos residentes en Polonia habían sido

alienados por la política de polonización del Gobierno de Varsovia y por la

represión contra los movimientos separatistas, por lo que sentían poca lealtad

hacia el estado polaco.

Sin embargo, no todos los bielorrusos y ucranianos vieron con buenos

ojos la instauración del régimen soviético en Polonia, debido al resquemor por

el Holodomor (hambruna en Ucrania) de comienzos de los años 1930.

En general, los pobres recibieron bien a los soviéticos mientras que las

élites tendieron a formar parte de la oposición, a pesar de apoyar la

reunificación.

Los soviéticos introdujeron rápidamente políticas de sovietización en

Bielorrusia y Ucrania Occidental, incluyendo colectivizaciones masivas en la

totalidad de la región.

Durante el proceso, eliminaron implacablemente los partidos políticos y

las asociaciones públicas y arrestaron o ejecutaron a sus líderes, acusándolos

de "enemigos del pueblo".

Las autoridades también suprimieron la Organización de Nacionalistas

Ucranianos, de carácter antipolaco y que llevaba resistiendo activamente

contra el estado polaco desde los años 1920. Pero a pesar del cambio de

régimen, los nacionalistas ucranianos continuaron aspirando a un estado

ucraniano independiente y unificado.

Las unificaciones de 1939 fueron a pesar de todo un acontecimiento

decisivo en la historia de Ucrania y de Bielorrusia porque sentaron la base

territorial con la que las dos repúblicas alcanzarían la independencia en 1991,

después de la caída de la Unión Soviética.

59

Desde que los zares comenzaran a extender su poder sobre Ucrania en

1654, los ucranianos han vivido en dos mundos distintos: uno dirigido por los

rusos, y el otro por los polacos o los austriacos.

Como resultado de la II Guerra Mundial, la dicotomía entre el Este y el

Oeste ucraniano ha dejado de existir, al menos a nivel político. El proceso de

reunificación de las dos partes del pueblo ucraniano, que tanto tiempo llevaban

separadas, no fue sólo un aspecto del periodo que siguió a la II Guerra

Mundial, sino que fue un evento muy significativo en la historia de Ucrania.

Orest Subtelny, historiador canadiense de ascendencia ucraniana.

Censura

Los censores soviéticos suprimieron muchos de los detalles de la

invasión de 1939 y de sus consecuencias.

El Politburó calificó a la operación como una "campaña de liberación" y

posteriormente las instituciones y publicaciones soviéticas no variarían esta

postura.

El 30 de noviembre de 1939, Stalin aseguró que no era Alemania quien

había atacado a Francia e Inglaterra sino que eran Francia e Inglaterra quienes

habían atacado a Alemania.

En marzo de 1940 Mólotov aseguró que Alemania había tratado de

negociar la paz pero que su propuesta había sido rechazada por los

"imperialistas anglo-franceses".

Todos los gobiernos soviéticos posteriores negaron la existencia de un

protocolo secreto en el Pacto Molotov-Ribbentrop pero cuando el documento

fue "encontrado" en los archivos soviéticos en 1989 la verdad se dio a conocer.

La censura también se aplicó en la República Popular de Polonia para

mantener la imagen de "amistad Polaco-Soviética", promovida por los dos

gobiernos comunistas.

60

La política oficial solamente admitía que la campaña de 1939 sirvió para

unir a los pueblos ucraniano y bielorruso y para liberar a los polacos del

"capitalismo oligárquico". Las autoridades desanimaron a todo estudio o

enseñanza profunda sobre la materia. Sin embargo, varias publicaciones

encubiertas (conocidas en polaco como Bibuła) profundizaron en la cuestión,

como hicieron otros medios de comunicación y la canción protesta de Jacek

Kaczmarski.

La censura, la propaganda, los medios de comunicación y hoy en día

Internet, manejados adecuadamente por gente sin escrúpulos pueden influir en

las gentes de una forma super-agresiva tergiversando la realidad y condicionar

la toma de decisiones de gobernantes, partidos políticos, sindicatos y pueblos

enteros, la verdad es que tanto los soviéticos como los alemanes sentaron

cátedra como maestros en la forma de hacer ver una realidad inexistente y

ocultar la verdadera realidad.

Por este motivo, un decano de la Universidad de Valencia decía que

España funcionaría de maravilla cuando los bedeles de las facultades

dominaran a la perfección el latín y el griego. El hombre se refería al grado de

cultura que debería tener un pueblo para saber discernir entre lo real y lo

ficticio y en consecuencia saber posicionarse ante cualquier información que se

nos hace llegar a través de cualquier medio de comunicación. Para mi sabia

reflexión.

Las mentiras de la invasión de Polonia

Yo no titularía el próximo relato como mentiras sobre la invasión de

Polonia, más bien lo titularía, las verdades no dichas por las partes interesadas

a través de los medios de comunicación y propaganda, para dejar a los polacos

como unos ineptos, que no supieron defender su patria y de este modo

justificar su actuación como algo inevitable tal como habían ocurrido los

hechos.

61

La II Guerra Mundial es con total seguridad el evento bélico mas

estudiado en la historia moderna, y sin embargo el papel de Polonia queda en

la sombra para la mayoría de las personas. En gran parte nos guiamos por

ideas preconcebidas, muchas veces simplemente falsas.

La II Guerra Mundial comenzó oficialmente el 1 de septiembre de 1939

cuando las tropas alemanas de la Wehrmacht pusieron su pie en territorio

polaco.

Anteriormente Alemania ya había invadido Chequia, y su crecimiento

armamentístico no podía ser interpretado mas que de un modo muy

preocupante; para comenzar, por romper todas las cláusulas del Tratado de

Versalles al respecto (tratado, que por otra parte, no sirvió más que para

humillar a la Alemania vencida en la I Guerra Mundial, y fomentar lentamente el

odio hacia todos sus vecinos).

Para empezar, Alemania exigía un corredor para comunicar Prusia con

el resto de la nación; desde la recuperación de Polonia como estado

independiente, con una salida al mar, Prusia había quedado aislada por tierra.

Además, exigían que la Ciudad Libre de Danzig volviera a formar parte

de Alemania. Estas exigencias amenazaban claramente a Polonia, y durante

1939 la tensión aumentaba sin cesar: La guerra era inminente, solo era

cuestión de tiempo.

De hecho, Alemania pactó el mismo verano, el 23-24 de agosto con la

URSS la partición de Europa Central y del Este entre ambas potencias, en el

pacto Molotov-Ribbentrop (aunque públicamente era un tratado de no

agresión); la respuesta polaca a este pacto, ante la evidencia de lo que suponía

un pacto de no agresión entre Alemania y la URSS, fue firmar dos días más

tarde, el 25, un tratado de alianza con el Reino Unido.

En Alemania se fomentaba el odio hacia Polonia, y se la acusaba de ser

una nación beligerante (que había atacado a la Unión Soviética para saciar su

“expansionismo”), y revolucionaria.

62

Incluso miembros de las SS disfrazados de polacos atacaron la estación

de radio de Gleiwitz en Silesia, como parte de la Operación Himmler, con el fin

de acusar a Polonia de provocar revueltas en Alemania.

En agosto de 1939 la tensión ya era tan elevada y la pronta

confrontación tan evidente, que Polonia movilizó a decenas de miles de

reservistas.

Es muy importante ser conscientes en este punto de la aplastante

maquinaria propagandística de los Nazis, dirigida por Joseph Goebbels. De

hecho, muchas de sus tergiversaciones han llegado hasta nuestros días, como

veremos a continuación.

Muchas veces se ha dicho que la aviación alemana, la Luftwaffe, barrió a

los mediocres aviones polacos en el primer día de la guerra, sin darles

oportunidad de despegar.

Otra creencia popular es que la caballería polaca cargó de un modo

inconsciente y arrogante contra los poderosos tanques de las Panzerdivision

cuando éstas entraron en Polonia.

Primeramente, la Fuerza Aérea Polaca, ante la inminente invasión,

decidió retirar los aviones de los aeródromos principales, y esconderlos en

campos de pasto, para contraatacar a los alemanes por sorpresa.

63

Así fue, y además se conservó intacta la aviación para poder combatir

contra los rusos en la invasión iniciada el 17 de septiembre. En aquel momento

era evidente que la aviación polaca era más anticuada y lenta que los

modernos Messerschmitt alemanes, y los aviadores polacos eran conscientes

de esto.

Avión alemán Messerschmitt derribado en territorio polaco. Imagen del Ministerio de Asuntos

Exteriores de la República de Polonia.

Sin embargo, nada de esto fue conocido fuera de Polonia, pues

astutamente Goebbels dio al mundo la versión de la incompetencia de los

aviadores polacos.

La “incompetencia” de los polacos era rotundamente falsa. Eran

sencillamente los mejores aviadores en el mundo de la época.

La guerra contra la URSS a principios de los años 20 les había dado esa

ventaja.

64

Fue la primera guerra en el mundo en que la aviación tuvo un papel

determinante en la contienda. Hasta entonces, los aviones en las guerras

habían sido usados como elementos de reconocimiento, y en batallas aéreas

más propias de ricos pudientes alemanes y franceses, casi como

entretenimiento exótico. Pero los polacos introdujeron en la guerra moderna el

uso común de los aviones para atacar tropas de tierra y bombardear al

enemigo.

En cuanto a las cargas de la caballería polaca a los tanques alemanes,

fueron simplemente inexistentes.

Únicamente se registraron cargas en las situaciones en las que los

jinetes polacos se encontraban sin escapatoria, como medida de

desesperación. No es difícil imaginar a un grupo de jinetes tratando de escapar

en una llanura, rodeado de tanques, y tratando de meterse entre los huecos

que podrían quedar entre los blindados.

65

Estos dos argumentos fueron fomentados por el gobierno Nazi para

desacreditar a los polacos, y lograr que no tuvieran apoyo por parte de ningún

ejército internacional.

Incluso llegaron a congregar a la prensa británica y francesa ante

cadáveres de caballos y húsares junto a restos de carros de combate

inutilizados para demostrar esta idea; la realidad era que los tanques habían

sido volados por la aviación polaca, y los húsares habían sido ametrallados allí

posteriormente.

Es evidente que la reputación de la caballería polaca, una de las

unidades militares más eficientes de Europa durante siglos, se derrumbó en

unas semanas de campaña de ocupación, y únicamente por la superioridad de

los tanques.

A estos dos argumentos, hay que añadir un tercero que ha sido si cabe

mas injusto; la velocidad de la invasión.

No es raro leer en muchas fuentes, incluso en revistas como

suplementos dominicales, que tanta llegada tiene al público general, que

Polonia sucumbió en una semana, o incluso en un solo día.

Nada más lejos de la realidad. Por una parte, la ofensiva alemana duró

hasta el día 5 de octubre, cuando ocuparon Varsovia.

Por otra parte, el gobierno de Polonia jamás capituló; logró escapar a

Rumania, y de allí a Londres, donde se instaló el gabinete de gobierno

Sin embargo, las potencias europeas que declararon rimbombantemente

la guerra a Alemania mas que nada para no quedar en evidencia (pues habían

firmado acuerdos previos de defensa con Polonia) el 3 de septiembre, no

hacían más que mofarse de la indecisión e incompetencia del ejercito polaco.

Los aviadores polacos, que lograron salir del país cruzando los

Cárpatos, y embarcando en Rumania rumbo a Francia, serían integrados allí en

el Ejército francés.

66

La propaganda de Goebbels había sido tan intensa en el resto de

Europa, que los franceses relegaban a los polacos a un segundo plano, no

dejándoles ni siquiera subir a los aviones.

Avión PZL capturado por los alemanes. La fotografía data de 1939. (Fotografía

sin derechos de autor)

Fue entonces cuando los polacos, tras las negociaciones del Gobierno

polaco en Londres con la RAF (Royal Air Force), lograron encuadrarse junto a

los británicos.

La RAF les daba la oportunidad (que no fue fácil de conseguir) de pilotar

aviones ingleses con sus propias insignias, pero como escuadrones de la

RAF….

Meses mas tarde de llegar los polacos a Francia, y de irse a Inglaterra a

la RAF, Francia capitularía en un mes, no en 35 días, sus aviones serian

bombardeados en sus aeródromos sin ni siquiera arrancar, y… la frontera NW,

el borde de la famosa Línea Maginot, seria defendido por tres divisiones de

caballería francesa infructuosamente.

El gobierno francés, sí se rindió.

67

Los aviadores polacos sí restauraron parte del daño propagandístico: los

aviadores polacos, con experiencia en la guerra contra la URSS veinte años

atrás, experiencia que había pasado de instructores a pilotos jóvenes,

defendieron a su país de acogida en la Batalla de Inglaterra, y pronto se

convirtieron en héroes para la prensa y las chicas inglesas.

Sus bajas eran mínimas, y los derribos, superaban con creces los de

cualquier escuadrón británico. Eran ases de ases, y así lo demostraron en toda

la contienda.

La historia, no siempre es justa. Es vergonzoso que Polonia,

abandonada a su suerte con el tratado de Yalta, tuviera que pagar además 68

millones de libras esterlinas al Gobierno británico, por el “privilegio de poder

defender a su propio país”, en concepto de material empleado y manutención,

cuando la realidad es que Polonia, la cuarta Fuerza Aérea aliada en número de

aviadores, lo que hizo fue defender a Gran Bretaña.

Pero esto será motivo de otro pasaje de la historia…

Aviadores del escuadrón polaco de la RAF 303 "Kościuszko"

68

El haber llegado hasta aquí me da una idea bastante exhaustiva de la

historia de Polonia hasta llegar a la II Guerra Mundial, y francamente todas las

respuestas encontradas a mis porqués se han visto cumplidas con creces.

Ahora bien, si ser polaco ya tiene mérito, me queda por averiguar qué

representaron las creencias religiosas y cómo se comportaron tanto alemanes

como rusos ante polacos cristianos y judíos polacos, que como intuyo también

tendrían que soportar algún que otro sufrimiento añadido por ser católicos o

judíos.

Y ahí vamos…………

69

CAPÍTULO II. EL CRISTIANISMO EN POLONIA

2.1 Origen del Cristianismo en Polonia

Como ya he comentado, cuando paseé por sus ciudades, visité sus

iglesias, santuarios y catedrales no me pasó desapercibido el ver la cantidad

de cristianos católicos practicantes que hay hoy en día, hasta tal punto que se

me comentó que el 70% de Polacos son católicos practicantes y me dije, “esto

no puede ser por casualidad”, y este es el motivo por el que en este capitulo

voy a ver qué implicación y qué papel ha jugado la iglesia católica en Polonia.

Para empezar, y como siempre, acudimos a su historia desde su

fundación.

El duque Mieszko (963-992) fue el primer príncipe histórico. Se casó

con la princesa checa Dobrava y por razones políticas se hizo bautizar (956);

por el documento Dagome iudex confirió su país en vasallaje a la Santa

Sede.

La primera diócesis, misionera, se constituyó en Poznan (967) con el

obispo Unger (probablemente de origen italiano).

La amistad que unió a Boleslao el Grande con San Adalberto de Praga,

más tarde apóstol de Prusia y primer mártir de esta misión, con el emperador

Otón III, acercó Polonia a Roma por medio de San Romualdo, donde nació el

proyecto de erigir en Polonia una nueva metrópoli para el mundo eslavo.

La fundación se produjo en el año 1000, durante la peregrinación de

Otón III a la tumba de San Adalberto en Gniezno.

70

2.2. Desarrollo histórico

Los años 1032-34 destacan por una revuelta social con tintes de

paganismo.

El cristianismo naciente fue destruido, sobre todo en la parte norte. El

nieto de Boleslao el Grande, Casimiro I el Renovador (1034-58), emprendió la

reconstrucción de la Iglesia y del Estado.

En 1079 el conflicto político que había enfrentado al obispo de Cracovia

San Estanislao con el rey Boleslao II el Valiente provocó el martirio del prelado,

que fue canonizado en 1253.

El rey Boleslao III Bocatorcida (1102-38) repartió el país entre sus

cuatro hijos, otorgando primacía a Cracovia.

Las luchas entre los herederos desgarraron Polonia hasta 1320, año de

la restauración de la unidad del Estado.

En este periodo de fragmentación hay tres acontecimientos de gran

alcance:

1º para proteger el país de los prusianos paganos, el príncipe Conrado de

Mazovia hizo venir en 1226 a la Orden de los Caballeros Teutónicos, quienes,

por una autorización del emperador Federico II, organizaron un feudo en los

terrenos conquistados.

2º los sínodos convocados por legados del Papa y la actividad de los

obispos, sobre todo de Enrique Kietlicz, introdujeron la reforma gregoriana.

3º creció enormemente la importancia de la Iglesia y de la metrópoli de

Gniezno, al constituir el factor más importante de unidad en el reino durante

200 años.

71

El clero se convirtió entonces en el promotor principal del desarrollo del

sentimiento nacional y el culto a San Estanislao fue símbolo de la idea de

unificación del país.

Aparecieron nuevos obispados: antes de 1138 los de Wloclawek y Plock

y un poco más tarde el de Kamien Pomorski para Pomerania y el de Lubusz

(Lebus) para los lusacios.

En Prusia se formaron bajo el dominio teutónico los obispados de

Chelmo, Warmia (Frombork), Pomerania (Kwidzyn) y Sambia (Kónigsberg-

Kaliningrado), dependientes del arzobispado de Riga.

La red de parroquias y conventos se hizo también más densa en los

umbrales del S. XIII había entre 800-1000 parroquias.

En ese mismo periodo se desarrollaron las dos ramas cistercienses,

además de los premostratenses y las órdenes mendicantes.

Desde mediados del Siglo XIII hasta el fin del Siglo XIII. Tras la política

oriental del rey Casimiro III el Grande (1338-70) y la extensión del reino por el

sudeste (con un aumento del 25%), se erigieron obispados en Halié, Przemysl,

Luck y Chelm.

Al mismo tiempo, se estableció la diócesis latina de Siret en Moldavia.

Casimiro III el Grande contribuyó al desarrollo económico del país, al

florecimiento de la arquitectura, el derecho y la cultura erudita (fundación de la

Universidad de Cracovia en 1364).

Las destrucciones, debidas a incursiones de los tártaros, ocasionaron

una importante inmigración alemana, acogida por Casimiro el Grande. También

afluyeron judíos a Polonia.

Entre estos inmigrados se pusieron a trabajar las órdenes mendicantes,

especialmente los dominicos y los franciscanos

72

En el Siglo XV. Con la muerte de Casimiro se extinguió la dinastía de los

Piast.

De 1370 a 1399 reinó la rama húngara de la casa de Anjou.

La hija de Luis de Hungría, Eduvigis, coronada en Polonia, renunció a

un matrimonio por amor, para convertir a Lituania, y se casó con el príncipe

Ladislado Jagellón.

Esta unión se realizó también para oponerse Polonia y Lituania al

poderío de la Orden Teutónica.

Se alcanzaron los dos objetivos.

Tras el bautismo del príncipe y su matrimonio en Cracovia (1387), se

bautizó la familia real, la aristocracia y el pueblo lituanos, en Vilna capital de

Lituania, y se erigió un obispado para los lituanos (1387).

En 1417 se creó la diócesis de Miedniki para Samogicia. Debido a la

urgente necesidad de formar misioneros para Lituania, Eduvigis contribuyó a la

restauración de la Universidad de Cracovia, donde en 1400 se organizó la

Facultad de Teología.

La unión de los orientales a Roma en el Concilio de Florencia consolidó

las misiones en el Este. Además, las fuerzas polaco-lituanas quebraron en

1410 el poder teutónico en Grunewald.

Desde el principio, el Estado de las dos naciones tuvo que afrontar el

problema husita. Polonia se alió con Bohemia frente a la expansión germánica.

Pero su actitud para con la herejía no fue la misma.

Los husitas formaron en Polonia un fuerte partido y estalló una breve

guerra civil: los husitas polacos fueron derrotados en Grotniki (1439).

Por motivos políticos, Polonia se abstuvo de tomar parte en las cruzadas

organizadas contra los husitas por el Imperio romano germánico.

73

La frontera sudeste se encontraba bajo la amenaza constante de los

tártaros. Desde su unión con Lituania, Polonia tuvo que llevar a cabo

numerosas guerras contra los tártaros y después contra Turquía.

Ladislao III (rey de 1434 a 1444), elegido al mismo tiempo rey de

Hungría, encontró la muerte ante Varna (1444), al frente de una cruzada.

Polonia comenzó a desempeñar el papel de muralla de la Cristiandad.

Junto a su actividad misionera exterior e interior, la Iglesia polaca

conoció un periodo de crecimiento y consolidación interna, favorecidos por el

celo de los lagellones.

En el Concilio de Constanza, el metropolitano de Gniezno obtuvo el título

de primado.

A principios del Siglo XVI, en vísperas del protestantismo, Polonia tenía

17 diócesis, sin contar las de Prusia. La red de parroquias se había

desarrollado considerablemente: si a comienzos del Siglo XIII tenía 800-1.000

parroquias, hacia fines del Siglo XIV tuvo ya 3.000, y hacia 1520 - 6.000.

Un paralelo aumento del número de conventos, masculinos y femeninos,

se produjo simultáneamente. Hacia 1300 hay constancia en Polonia de 267

conventos de monjes, canónigos, caballeros, mendicantes y monjas.

En 1520 se alcanzó el número de 450, pero sólo existían 50 conventos

en las regiones ucraniano-lituanas. Los mendicantes tenían 200 conventos.

En el Este el porcentaje de sus conventos llegaba al 80%. El desarrollo

de la red de parroquias y conventos en el transcurso de la Edad Media fijó el

mapa de las diócesis hasta el momento actual.

Del Siglo XVI al XVIII. Desarrollo del protestantismo. El éxito del

protestantismo en Polonia estuvo condicionado por la composición de la

nación, por conflictos de clase y por lucha de la nobleza contra el clero para

consolidar sus privilegios.

74

En el reinado de los dos últimos Jagellones (1506-72), el territorio del

Estado polaco era de 815.000 Km2 con casi 8 millones de habitantes.

El protestantismo encontró partidarios principalmente en las capas

inferiores de la burguesía de origen alemán; las primeras comunidades

luteranas se organizaron en Gdansk y Breslau.

Prusia se secularizó en 1525: el último gran maestre de los Caballeros

Teutónicos, Alberto de Hohenzollern, convertido al protestantismo, creó un

ducado hereditario y se reconoció vasallo de Polonia.

El desarrollo del protestantismo en los medios profundamente polacos

se vio favorecido por el conflicto que enfrentaba al clero con la nobleza media,

cada vez más fuerte y que se rehusaba a pagar a la Iglesia los diezmos y

anatas.

La abolición de la jurisdicción eclesiástica sobre la nobleza (1562-63)

privó a los protestantes del principal argumento político y puso fin a su

expansión.

La baja nobleza se inclinaba más al calvinismo que al luteranismo.

Por el Norte de Polonia y en Silesia se propagó el luteranismo a causa

de la proximidad de Alemania, mientras que prevaleció el calvinismo en la

Polonia meridional y Lituania.

La Reforma apenas alcanzó a los aldeanos, que temían un

empeoramiento de su situación social.

La actividad del valioso episcopado dirigido por el cardenal Hosius, la

acción de los jesuitas y la reforma tridentina impulsada en Parczew (1564), al

aprobar el rey las decisiones de Trento que aceleraron la restauración del

catolicismo.

75

De entre todas las comunidades semiprotestantes fueron los

antitrinitarios, epígonos del husitismo –llamados también hermanos moravos o

hermanos polavos– quienes se mantuvieron más tiempo.

La unión con los ortodoxos y armenios y las pérdidas debidas al

movimiento protestante se vieron compensadas por la adhesión de la jerarquía

ortodoxa al catolicismo (Unión de Brest: 1596).

Tras la fundación de un patriarcado en Moscú en 1589, Polonia se sintió

amenazada por la atracción que podía ejercer éste sobre la población ortodoxa

de Polonia.

Los obispos latinos de las diócesis situadas al Este, así como los

jesuitas, confiados en el prestigio de su «Academia», fundada en Vilna (1579),

obraron en el mismo sentido.

También los obispos orientales veían la utilidad de una unión,

sintiéndose inferiores ante el renacer de la Iglesia católica.

Tras afirmar por juramento su unión a Roma (1595), los obispos latinos y

orientales reunidos en el sínodo de Brest (1596) afirmaron por juramento una

vez más y proclamaron la unión de los orientales con la Iglesia católica.

Los siguientes obispos orientales se adhirieron a la Unión: el

metropolitano de Kiev con residencia en Vilna, el arzobispo de Polotsk, y los

obispos de Luck, Vladimir y Turów (Pinsk). Tras la anexión de los voivodatos de

Esmolensk y Tchernigov (1634), a la Jerarquía uniata se añadió el arzobispado

de Esmolensko.

Al mismo tiempo, en Esmolensko se erigió también un obispado latino.

Hacia fines del Siglo XVII se sumaron todavía a la Unión los obispos de

Przemysl (1692) y Lvov (1700). Desde los comienzos de la Unión, los

orientales de Polonia, que se habían hecho uniatas, tuvieron que sufrir

dramáticas pruebas.

76

En 1620 se constituyó una Jerarquía cismática paralela, reconocida en

1633 por el rey y la Dieta. Fue entonces cuando murió martirizado San Josafat

(1623).

La guerra interna contra los cosacos ortodoxos (1648-54) provocó una

grave crisis.

Kiev, Esmolensko y Tchernigov se separaron entonces de Polonia, lo

que supuso la supresión de las diócesis uniatas afectadas por esta secesión.

La destrucción de la Unión continuó en la parte de Polonia que fue

cedida a Rusia en los repartos (1772). La unión con los monofisitas de Armenia

se produjo (1629) al mismo tiempo que la unión con los ortodoxos.

La caída de Constantinopla y la posterior de Hungría, así como el

reconocimiento de la soberanía de Turquía por los tártaros del mar Negro,

pusieron a Polonia en contacto directo con Turquía.

La participación polaca en la Liga antiturca se actualizó especialmente

desde el reinado de Esteban Bathory (1576-86), anteriormente príncipe de

Transilvania.

Polonia representó desde aquel momento, en los planes de la Santa

Sede, el papel de segundo Estado de Europa, junto a los Habsburgo, llamado a

contener el imperialismo otomano.

Puesto que los zares de Moscú no quisieron aunar sus esfuerzos con los

de la cristiandad occidental, se pensó en conquistar Moscú y dirigir así las

fuerzas del imperio moscovita contra Turquía.

Éste fue el pensamiento del jesuita Possevino, y de los reyes de Polonia:

Esteban Bathory, Ladislao IV (1632-48) y Juan Sobieski (1674-96), más tarde

libertador de Viena.

Teniendo que luchar al mismo tiempo contra Turquía y Moscú, Polonia

acabó por agotarse; perdió vastos territorios, que cayeron en manos de Turquía

y de Rusia y se debilitó interiormente.

77

Pero el enfrentamiento a los Habsburgo, Polonia y Moscú disminuyeron

igualmente las fuerzas del Imperio otomano y, en fin de cuentas, Turquía y

Polonia engrosaron las filas de las víctimas del imperialismo moscovita.

Como me suponía tampoco la religión tuvo momentos de sosiego y entre

reyes, obispos, distintas religiones, los protestantes, las anexiones, las

cruzadas, los turcos, bueno para que decir más. De tranquilidad más bien poca

o nada, pero todo lo ocurrido llevó a los polacos una simbiosis y con el

cristianismo y como consecuencia de:

Una lucha dinástica que enfrentó a Polonia y Suecia degeneró en una

guerra de religión.

Las guerras contra Moscú y Turquía tuvieron análogo carácter.

Como consecuencia, los polacos terminaron considerando inseparables

el catolicismo y la nacionalidad polaca.

Quien abandonaba el catolicismo aparecía fácilmente como traidor a la

patria.

Ahora entiendo, y aquí tengo la respuesta que buscaba al asombro que

me causó ver las Iglesias llenas y que el 70% de los polacos sean católicos

practicantes, pues asimilan los términos católicos con patriotas y así viene

sucediendo desde el Siglo XVII hasta nuestros días.

Pero esta simbiosis no quiere decir que a partir de ahora los problemas

se hayan solucionado, pues como casi siempre ocurre, arreglas uno y éste te

conlleva a tener que arreglar otros que por ser distintos no quiere decir que

sean mejores.

En este punto me viene a la memoria, aquel pasaje tan bonito del

Quijote de la Mancha, en el que D. Quijote y Sancho Panza entran de noche a

la ciudad del Toboso y vislumbran entre la noche y la niebla unas torres que

suponen son las torres del castillo donde les aguarda Dulcinea y avanzando D.

Quijote y su caballo Rocinante tropiezan con una de las torres que resulta ser

78

la torre del campanario y D. Quijote se gira hacia Sancho y le dice “con la

iglesia hemos topado amigo Sancho”.

Y creo que así les ocurrió a los polacos, ya esta mentalidad quebrantó

la tradicional política de tolerancia practicada desde mediados del Siglo XVI.

La intolerancia se manifestó entre otras cosas en la expulsión de los

neoarrianos (1658). Sin embargo, no hay que olvidar que, en el momento de la

invasión sueca, los protestantes, especialmente los neoarrianos, se avenían a

menudo con el enemigo.

La defensa de Czestochowa (1655) y el juramento solemne hecho por

el rey Juan Casimiro en Lvov ante la imagen milagrosa de la Santísima Virgen

de las Gracias (1656) dieron un vigoroso impulso al culto mariano (Santuario de

Czestochowa).

La Constitución del 3 de mayo (1791), considerada como una de las

páginas más bellas, aunando espíritu de progreso y catolicismo, no vio la luz

antes del primer reparto efectuado en 1772 por Prusia, Rusia y Austria, y en

cierto sentido aceleró los dos repartos siguientes (1793 y 1795).

En el curso de los años 1772-95 Polonia fue dividida en tres partes.

Al Este, Rusia se llevó dos tercios del territorio, Prusia la región

noroeste, Austria la parte sudeste.

En la zona rusa, la Iglesia se encontró frente a la gran mayoría ortodoxa

del imperio, y en la parte tocada en suerte a Prusia tuvo que entendérselas con

el protestantismo dominante.

La organización de la Iglesia sufrió modificaciones en cada cambio de

las fronteras (1772, 1793, 1795, 1809-15). No se observa cierta estabilidad

hasta después del Congreso de Viena (1815).

En la zona rusa, la Iglesia se encontró en condiciones especialmente

difíciles. Una parte de Livonia, Lituania, Bielorrusia y Ucrania fue incorporada al

79

imperio ruso (1772-95), mientras que las regiones polacas desde el punto de

vista étnico formaron el «Reino del Congreso» (1815).

En los territorios incorporados, Rusia estableció en 1798, tras muchos

cambios, el orden siguiente: para los católicos de toda Rusia se creó una

metrópoli en Mogilev (1783) con seis diócesis, a las que en 1847 se añadió la

de Saratov.

En el Reino del Congreso, por la bula Ex imposita nobis se formó una

nueva provincia con metrópoli en Varsovia (la diócesis había sido erigida en

1798, la metrópoli en 1817)

Además de la archidiócesis de Varsovia, donde debía residir el primado

metropolitano, englobó a las diócesis de Cracovia, Kujawy-Kalisz, Plock, Lublin,

Sandomierz, Podlasie y Augustów. Correspondía esta división a la organización

administrativa del país.

Modificada ligeramente, esta situación duró hasta 1925 (en 1805 una

parte de la diócesis de Cracovia, restablecida en 1833, formó la diócesis de

Kielce).

La Iglesia tuvo que actuar bajo el control permanente de la policía y de

una administración trapacera.

El Reino del Congreso recibió, cierto es, una Constitución que

aseguraba a la Iglesia el libre ejercicio de su misión, pero en la práctica, el

Estado policiaco realizó una política hostil, agarrotando la acción de la Iglesia

con innumerables reglamentos zaristas.

La insurrección de noviembre (1831) ocasionó represalias. En 1839 se

suprimió la Unión de BresstLitovsk. En 1847 se concluyó un concordato. Tras la

insurrección de enero (1863) se produjeron numerosas deportaciones. La

Constitución fue abolida. El Reino del Congreso fue incorporado a Rusia.

80

Se suprimieron casi todos los conventos y se confiscaron sus bienes

(1865); también se liquidó la diócesis de Podlasie (1867). Desde 1866 se

hicieron esfuerzos para introducir la lengua rusa en las iglesias polacas.

En el año 1875 aportó la supresión de la diócesis uniata de Chelm. Tras

la revolución de 1905, Rusia se vio abocada a promulgar un edicto de

tolerancia. En aquel momento, la mayoría de los uniatas volvieron al

catolicismo, abrazando el rito latino.

Es preciso hacer notar que las duras pruebas sufridas por la nación y,

por consiguiente, por la Iglesia, contribuyeron notablemente al renacer del

catolicismo polaco en la segunda mitad del Siglo XIX

Preámbulos de este renacer se dejan ya ver en los años treinta del Siglo

XIX, al tomar parte el clero polaco en los movimientos de independencia del

país.

También desempeñaron su papel el romanticismo y el misticismo

religioso, engendrados por los inmerecidos sufrimientos.

Galitcia vio nacer después de 1850 seis nuevas congregaciones

femeninas polacas. Seis congregaciones extranjeras llegaron allí para

establecerse. En la parte rusa aparecieron casi 20 congregaciones femeninas y

masculinas clandestinas. Se mejoró la formación del clero. Las misiones

conocieron un rápido desarrollo.

En 1919, habiendo reconocido al resucitado Estado polaco, la Santa

Sede estableció un nuncio en Varsovia y se abrió en Roma una embajada

polaca.

Achille Ratti (posteriormente papa Pío XI) fue el primer nuncio. En 1925,

Polonia concluyó un concordato concediendo a la Iglesia una gran autonomía.

El 28 de octubre de 1925 Pío XI solucionó los problemas de la organización

eclesiástica con su Constitución apostólica Vixdum Poloniae Unitas; se trataba

de adaptar esta organización a las nuevas fronteras.

81

En 1932 se estableció por fin una administración apostólica para los

católicos de rito bizantino (distinto del rito uniata) y un obispado del ejército.

El Estado conservó los bienes eclesiásticos confiscados por las

potencias que se habían repartido Polonia. Como contrapartida, se

comprometió a pagar a la Iglesia una dotación anual.

Los sacerdotes fueron nombrados funcionarios civiles. El Estado les

garantizaba su ayuda en el ejercicio de sus funciones.

Se creó en todas las escuelas el puesto de profesor de religión. Los

conventos confiscados por la ocupación se restituyeron en su mayor parte. La

vida de las congregaciones adquirió gran auge.

Entre 1918-39, se fundaron 13 nuevas congregaciones femeninas y

cinco masculinas de origen polaco. Además, nueve congregaciones extranjeras

se establecieron allí. En 1939 los salesianos tenían sus casas en 13 diócesis,

los jesuitas en 12, los franciscanos reformados en 20, los conventuales en

nueve, los capuchinos en ocho, los paúles en siete, los hermanos de San Juan

de Dios en seis.

En los umbrales de la II Guerra mundial, el clero diocesano contaba con

unos 10.000 sacerdotes. Los religiosos alcanzaron el número de 6.500 y las

religiosas el de 17.000. La Acción Católica conoció un importante desarrollo, lo

mismo que numerosos sindicatos y organizaciones sociales.

Desde 1939 a nuestros días. Este periodo se caracteriza por la

persecución más o menos solapada a la Iglesia. En él se distinguen dos partes

netamente diferentes, que corresponden a los sucesivos dominios del

nacionalsocialismo y del comunismo.

El pacto germano-soviético y la apertura de las hostilidades de la II

Guerra mundial en septiembre de 1939 crearon nuevas situaciones a la Iglesia.

82

Hasta aquí, digamos que dentro de lo que podríamos llamar

“normalidad”, podríamos calificarlos de más o menos tranquilos, pero por lo que

vamos a ver a continuación la situación se lio y de qué manera, a los hechos

me remito.

La zona al Este de la línea Curzon fue incorporada a la Unión Soviética,

y en ella se estableció inmediatamente la prohibición de propaganda religiosa;

comenzaron las persecuciones y deportaciones de clérigos y laicos.

En los territorios ocupados por Alemania, el trato a los católicos fue, si

cabe, aún más duro.

Murieron 2.647 sacerdotes de los 10.017 de 1939.

Tan sólo en el campo de concentración de Dachau estuvieron

prisioneros 1.780 sacerdotes de los que hasta 1945 murieron 867.

En la totalidad de los campos de concentración hubo 3.646 sacerdotes,

de los que encontraron la muerte 1.996. Se asesinó a 238 hermanas de las

1.117 deportadas a los campos de concentración.

Las diócesis que más sufrieron fueron las del Oeste, en los territorios

incorporados al Reich. En la archidiócesis de Poznan, por ejemplo, de los 681

sacerdotes tan sólo 30 pudieron pasar la guerra en el mismo lugar. En 1939, se

fusiló a 230 sacerdotes, tan sólo en la diócesis de Chelmno. Sufrieron menos

las diócesis del Gobierno General.

Tras la derrota alemana, el nuevo régimen comunista de la posguerra

denunció en 1945 el concordato de 1925 e intentó la creación de una Iglesia

nacional.

83

2.3. Espionaje Soviético

¿Logró infiltrarse el espionaje soviético en la iglesia católica?

Al acabar la II Guerra Mundial, el mundo presentaba una configuración

impensable tan sólo unos años atrás.

La URSS no sólo había visto reconocidas todas sus apetencias

territoriales del periodo de entreguerras sino que además se había hecho con

una parte considerable de Polonia.

Por si fuera poco, estaba a punto de controlar toda Europa oriental y

tenía ambiciones nada desdeñables encaminadas hacia el resto del continente,

Asia y África.

Su visión expansionista exigía imperiosamente la infiltración y

debilitamiento de aquellos poderes que se pudieran oponer a ella.

Entre sus adversarios ocupaba un papel especial la iglesia católica que

no sólo era la confesión mayoritaria de Polonia y Checoslovaquia sino que

además contaba con un enorme poder moral sobre centenares de millones de

personas.

Pero ¿logró realmente el espionaje soviético infiltrarse en la iglesia

católica?

La infiltración de agentes soviéticos en el seno de la iglesia católica

comenzó prácticamente en octubre de 1917 cuando tuvo lugar el golpe de

estado bolchevique, pero tuvo su época de mayor esplendor al concluir la II

Guerra Mundial, primero, y después del concilio Vaticano II.

Los ejemplos que podrían aducirse de esa infiltración no sólo resultan

extraordinarios. Aunque de no escaso éxito, sin embargo, muy pocos lograron

resultados en el denominado movimiento Pax.

84

Éste fue fundado en 1945 por un polaco llamado Boleslaw Piasecki cuya

historia era ciertamente novelesca.

Durante el periodo entreguerras, Piasecki dirigió un movimiento juvenil

de corte fascista y antisemita. Al caer Polonia ante los ejércitos del III Reich en

1939, Piasecki fue hecho prisionero pero la Gestapo no tardó en ponerle en

libertad. Hasta la primavera de 1944, en que fue capturado por el ejército

soviético, Piasecki organizó unidades que se dedicaban a combatir a los

comunistas polacos.

Piasecki debía haber sido fusilado pero el NKVD soviético elegía

entonces a muchos de sus futuros agentes entre antiguos siervos de la

Gestapo, ya que conocían el oficio y podían ser extorsionados con facilidad.

Fue así como el general soviético Iván Serov lo reclutó para emplearlo

en tareas de inteligencia dirigidas contra la iglesia católica.

Inicialmente, Piasecki tuvo un éxito notable entre la jerarquía polaca

especialmente con monseñor Choromanski, secretario del episcopado. El

agente grababa todas las conversaciones y las entregaba a sus superiores.

Sin embargo, el mayor éxito fue la creación de Pax. Esta organización se

presentaba como un movimiento confesional en el que no menos del noventa

por ciento de los miembros eran católicos practicantes.

Creado y sustentado por los servicios de inteligencia comunistas, Pax no

sólo no desapareció al implantarse en Polonia la dictadura marxista sino que

incluso adquirió una mayor importancia contando con centenares de círculos en

todo el país.

Sin embargo, lo sorprendente en un país donde había establecida una

férrea censura no era sólo la permisividad con que contaba Pax sino, muy

especialmente, las dimensiones que llegó a cobrar.

85

Bajo la férula de Pax, se editaron numerosos libros y publicaciones

periódicas entre las que se encontraba el Slovo Povzechne, el único diario

católico del país.

Durante sus once primeros años de existencia, Pax publicó ocho

millones de libros de los que 360 títulos eran de literatura polaca y extranjera y

nada menos que 185 de contenido religioso. Además contaba con una imagen

pública en occidente realmente excepcional.

Para muchos, Pax combinaba la fe católica con un contenido progresista

—entendiendo como tal una acentuada excoriación política hacia las

izquierdas— que se traducía lo mismo en el ofrecimiento de servicios médicos

que en exposiciones artísticas. No resulta por ello extraño que cuando la

organización ofreció a Graham Greene un “premio literario” de 15.000 zlotys

por el “conjunto” de su obra, el autor británico lo recibiera encantado.

Como era fácil suponer, la verdad de Pax distaba mucho de identificarse

con aquella imagen de catolicismo sumado al progresismo social. En realidad,

el colectivo no sólo servía de excusa a la URSS y al gobierno polaco para

negar la existencia de una persecución contra el cristianismo, sino que además

defendía la necesidad de no oponerse a las dictaduras comunistas sino más

bien de colaborar con ellas. Por supuesto, también contribuía a las tareas de

represión.

Así, algunas grabaciones realizadas por Piasecki sirvieron para preparar

el espectacular proceso que se organizó contra monseñor Kaczmareck, el

obispo de Kielce, detenido en enero de 1951 y juzgado en septiembre de 1953.

A mediados de los años cincuenta, Pax había logrado transplantar su

influencia a occidente, más concretamente a Francia, donde recibió amplio eco

en un sector de la opinión pública que creía en consignas como el “socialismo

con rostro humano” o “el diálogo cristiano-marxista”.

Así, en 1954, Piasecki se entrevistaba en París con figuras relevantes

del mundo católico procediendo a grabar las conversaciones y a entregar las

cintas al KGB.

86

Pax había llegado a la cúspide pero en junio de 1955, un decreto del

Santo Oficio condenaba al semanario del movimiento Dzis i Jutro así como la

obra Problemas esenciales debida a Piasecki. Asimismo se cursó una

prohibición a los clérigos para que no publicaran sus escritos en Pax.

La respuesta de Pax fue visitar Roma en la primavera de 1956. Sin

embargo, esta vez no resultó tarea tan sencilla el grabar los encuentros. A

pesar de todo, Pax contaba con los suficientes aliados entre la progresía—

católica y no-católica— como para que durante los años sesenta muchos la

siguieran defendiendo contra una Curia a la que motejaban de retrógrada y

antiprogresista.

Todavía el 6 de junio de 1963, cuando buena parte de la documentación

sobre Pax había pasado al otro lado del Telón de acero, el cardenal Wyszynski,

primado de Polonia, se vio obligado a emitir un comunicado en el que definía a

Pax como “tan sólo un medio de propaganda disfrazado, para denigrar la

actividad de la Iglesia en Polonia mediante la difusión de informaciones falsas”

y donde afirmaba que “ese movimiento recibe órdenes y directrices del partido

comunista, de la policía secreta y de la Oficina para asuntos del culto”.

Al fin y a la postre, Pax quedaría desacreditada y su labor, que había

tenido un enorme éxito durante casi dos décadas, se vería frenada. Sin

embargo, la infiltración soviética en el seno de la iglesia católica no había

quedado ni mucho menos descabezada. De hecho, una de sus creaciones más

brillantes —la denominada Teología de la liberación— aún tendría que obtener

algunos de sus mayores triunfos.

A pesar de todo la Iglesia en Polonia fue respetada, siendo las iglesias

los únicos lugares donde los intelectuales, los transgresores de la política

comunista y los jóvenes sacerdotes podía hablar y reunirse con libertad, ya que

los políticos sabían que ir en contra de la iglesia era ir en contra de la libertad

del pueblo polaco y sabían a lo que se exponían, así que quietos.

87

2.4. Karol Wojtyla de sacerdote polaco a Papa

Viajar a Polonia y no encontrarse a cada paso con alguna foto, busto,

estatua o algún recuerdo de Karol Wojtyla es como ir al mar y no encontrar

agua.

Su figura como Papa, no soy quien para enjuiciarla, pero sí me interesa

su figura por el trabajo que realizó para que los europeos y el mundo entero,

nos lleváramos una de las más grandes alegrías de los últimos años, y esta

alegría fue sin duda “la caída del muro de Berlín”.

Junto con los Presidentes de Alemania, Rusia, Reino Unido, Estados

Unidos, Polonia, es decir los principales mandatarios mundiales de ese

momento, con su influencia y saber hacer, no paró hasta conseguirlo y con la

reunificación de Europa el mundo entero empezó a olvidar el pasado y volvió a

tener otra vez esperanzas de futuro.

Hoy para los polacos, país que como hemos visto es católico hasta la

médula, es su figura más representativa, como no podía ser de otra manera,

además le agradecen el haber mostrado y dado a conocer su pueblo al mundo

entero.

A título personal y como anécdota no puedo dejar de recordar lo que me

ocurrió en Roma con Juan Pablo II.

Como siempre de viaje, y esta vez a Italia y más concretamente a Roma

y como siempre también con unos compañeros.

El viaje empezaba por Florencia (ciudad para ver y cita obligada para

cualquier viajero que se precie), y después de visitarla y repasarla, nos fuimos

a cenar y cenando una señora que se queja de dolores en la espalda, hasta tal

punto que la llevan en ambulancia al Hospital y la ingresan.

88

Al día siguiente y tal como estaba programado, el viaje sigue hasta

Roma, pero la señora con su marido se quedan en Florencia esperando los

resultados médicos.

Llegamos a Roma y la primera visita fue a la Ciudad del Vaticano y luego

a patear por Roma hasta ya entrada la noche que nos fuimos a cenar.

Cenando nos llama el marido de la enferma diciendo que le habían dado

el alta y que venían en tren a Roma, por supuesto que allá que cojo un taxi y

voy a recogerlos a la estación Termini.

Hasta aquí nada de particular si no fuera porque al día siguiente el

marido quería ir al Vaticano, el resto de los viajeros ya lo habían visto y a mi

casi mejor acompañarlo que darme otro pateo.

Por la vía de la Conciliación llegamos a la Plaza de San Pedro y vemos

que esta toda vallada y hay controles policiales por todas partes y el único

acceso que daba entrada a la Plaza era por debajo de la Columnata de Bernini;

bueno allá que nos ponemos a la cola y pasamos los controles y la cosa no se

queda ahí, ya que al llegar a la puerta de acceso a la Basílica otro control, esta

vez más severo.

Nosotros pensamos, “de aquí nos tiran”, porque la gente que entraba se

identificaba y llevaban una especie de pase y mira por donde una señora se

nos acerca y nos pregunta si éramos de la congregación y sin apenas respirar

le dijimos que sí, pues entonces pónganse junto al grupo y entraran, y así fue.

Una vez dentro, otras vallas, y sin más nos pusimos en una esquina que

daba enfrente de la Piedad, y allí a esperar no sabíamos qué, de momento otra

señora ya mayor, menuda, enjuta, italiana, con un pañuelo en la cabeza nos

pide por favor si la dejamos ponerse delante de nosotros para poder ver de

cerca al Papa y así lo hicimos, y de momento y por debajo de la Piedad se

abren las puertas y después de ver pasar a cantidad de sacerdotes, obispos,

cardenales, allá que aparece la figura de Juan Pablo II, cuando llega a nuestra

altura se fija con la señora y se acerca, en aquellos momentos quiero recordar

89

que, tanto mi amigo como yo nos quedamos totalmente impactados y hoy

todavía recordamos aquel momento como inolvidable.

Por eso no podía pasar por encima de esta figura sin preguntarme, quién

fue y qué es lo que hizo hasta llegar a ser Papa, y por eso me voy a conocer su

biografía:

Juan Pablo II

De nombre Karol Wojtyła, nació el 18 de mayo de 1920 en Wadowice, un

pueblo de Polonia cercano a Cracovia. Era el menor de los dos hijos del

matrimonio integrado por Karol Wojtyła y Emilia Kaczorowska.

Iglesia donde fue bautizado y justo a la derecha mirando la foto, la casa natal

de Karol Wojtyla.

90

Pila bautismal, donde fue bautizado

Su madre era una ferviente católica y se las arregló para que su hijo

naciera cerca de un templo, pues quería que lo primero que oyera su hijo

fueran los "cánticos a Dios".

Cuando Karol aún era muy pequeño su madre le decía a otras mujeres:

"Verán que mi pequeño Karol será una gran persona". Su madre falleció

cuando él tenía nueve años (en el año 1929).

Su hermano mayor, Edmund, que era médico, murió en 1932, por

contagio de una enfermedad cuando curó a un humilde hombre.

Junto con su padre se trasladó a Cracovia para iniciar sus estudios en la

Universidad de Jagellonica; su padre, un oficial del ejército polaco, murió en

1941, durante la ocupación de Polonia por la Alemania nazi, su padre siempre

lo guió en el camino de la fe y el amor por los semejantes.

91

Karol Wojtyla a los 12 años

Al terminar sus estudios de educación media, una época en la que

destacó como consumado ajedrecista (llegando a proclamarse vencedor en

varios campeonatos estudiantiles), se matriculó en la Universidad Jagellónica

de Cracovia y también en una escuela de teatro.

Cuando las fuerzas de ocupación alemanas cerraron la Universidad, en

septiembre de 1939, el joven Karol tuvo que trabajar en una cantera y luego en

una fábrica química (Solvay), para ganarse la vida y evitar ser deportado a

Alemania.

Fichado por la Gestapo, se refugió en una buhardilla de Cracovia. En

esa época, se unió al grupo del célebre actor polaco Mieczysław Kotlarczyk,

creador del teatro Rapsódico, con el cual interpretó papeles de contenido

patriótico. También participó en la resistencia contra Alemania, para ayudar a

salvar a familias judías.

Posteriormente, su situación se complicó en Polonia y debió refugiarse

en los subterráneos del arzobispado de Cracovia.

Importante para su crecimiento espiritual fue la persona de su sastre,

Jan Tyranowski, quien le dio a leer a San Juan de la Cruz. Se conocieron en

1940.

92

Fue nombrado Papa en la Ciudad del Vaticano el año 1978 y su papado

duro hasta el año 2005.

Anteriormente, había sido Obispo auxiliar (desde 1958) y Arzobispo de

Cracovia (desde 1962).

Papa número 264 de la Iglesia Católica. Fue el primer Papa polaco en la

historia, y uno de los pocos en los últimos siglos que no nacieron en Italia.

Su pontificado de 26 años ha sido el tercero más largo en la historia de

la Iglesia Católica, después del de San Pedro (se cree que entre 34 y 37 años)

y el de Pío IX (31 años).

En 1981, mientras saludaba a los fieles en la Plaza de San Pedro, Juan

Pablo II sufrió un atentado contra su vida perpetrado por Mehmet Ali Agca,

quien le disparó a escasa distancia.

Su salud se quebrantó en los primeros meses de 2005, cuando tuvo que

ser hospitalizado por un síndrome de dificultad respiratoria. Se le realizó una

traqueotomía a mediados de marzo. Hacia finales del mismo mes su estado se

agravó y entre el 31 de marzo y el 1 de abril sufrió una septicemia por

complicación de una infección de vías urinarias.

Falleció el 2 de abril de 2005 a las 21:37 horas (hora de Italia). Pocos

minutos después Monseñor Leonardo Sandri anunció la noticia a las personas

congregadas en la Plaza de San Pedro y al mundo entero.

Los días después de su muerte, algunos periódicos publicaron que su

última palabra fue "Amén" sin embargo el Vaticano desmintió esta versión y

afirmó que las últimas palabras fueron "Déjenme ir a la casa de mi padre".

La muerte fue comprobada por el Cardenal Camarlengo Eduardo

Martínez Somalo. El Camarlengo comunicó la muerte al Cardenal Camillo

Ruini, como "Vicario para la Urbe" y el Cardenal Decano del Colegio

Cardenalicio, Joseph Ratzinger, informó oficialmente a todos los Cardenales

convocándoles al Cónclave, al declararse la Sede Vacante.

93

CAPÍTULO III. EL PUEBLO JUDÍO-POLACO

3.1. El Pueblo Judío

Las atrocidades, los horrores, los sufrimientos tanto físicos como

morales a los que son sometidos los pueblos, cuando se desencadena una

guerra, no tengo palabras para describirlos, ya que como persona me siento

incapaz, por mucha empatía que ponga, en poderlos expresar de la misma

manera que lo podría contar alguien que lo hubiese sufrido.

Por eso, en esta II Guerra Mundial y más concretamente en Polonia,

estos sufrimientos los pasaron todos y no se qué fue peor, si el trato de los

soviéticos al no declarar la guerra y no tener ninguna traba para hacer lo que

hicieron o los alemanes con su fanatismo nazi.

Pero, sí por ser polaco no había bastante, el ser polaco-judío tuvo un

plus de sufrimiento añadido y por eso merece el pueblo judío un capítulo a

parte dentro de mis porqués.

Y para empezar a dar respuestas, lo primero que necesito saber es:

¿Quién es el pueblo judío? ¿por qué se es Judío?, ya que yo soy

español porque he nacido en España y uno que haya nacido en Italia es

italiano, pero judíos los hay de todas las nacionalidades y siempre se les

apostilla con la palabra que identifica el estado o nación donde han nacido, por

ejemplo judío-polaco, judío-alemán y así siempre.

El pueblo judío es un grupo étnico descendiente de los antiguos

israelitas del Oriente Próximo y de aquellos que se fueron convirtiendo a lo

largo de los milenios adoptando su religión.

94

La religión constituye, un aspecto fundamental de la pertenencia étnica

al pueblo judío, si bien éste comparte además prácticas culturales, sociales y

lingüísticas.

La definición precisa de judío es controvertida y puede variar

dependiendo de que se haga mayor énfasis en la identidad religiosa o en la

secular (étnica y sociológica).

El problema de la identidad judía

La halajá, la ley judía, define la identidad judía, de acuerdo con la

legislación judía, judío es aquel que:

a) es hijo de madre judía (ley que deriva del pasaje de Deuteronomio

7:1-5)

O, b) aquella persona que se convierte formalmente al judaísmo bajo la

supervisión halájica de un reconocido Bet Din (corte judía) presidida por tres

dayanim (jueces).

Este proceso de conversión está desarrollado en textos legales judíos

tales como el Talmud, el Shulján Aruj y las interpretaciones de la ortodoxia

rabínica.

El humanismo judío afirma que es judío "quien se siente judío" sin

importar si tiene ascendencia judía o si hace una conversión religiosa.

Grupos étnicos

- Ashkenazim

Ashkenaz es el nombre dado a Alemania por los judíos y ashkenazí

(«alemán») es el nombre que recibían los judíos de Alemania.

95

- Sefaradim

Sefarad es el nombre hebreo para lo que conocemos como Hispania.

Sefardí quiere decir "español" en hebreo clásico y es la palabra para

designar a los judíos de España y Portugal.

Hicieron grandes contribuciones a la cultura hispana, pero fueron

expulsados por motivos religiosos de la península en el año 1492.

A los descendientes de estos judíos se les siguió llamando sefardíes,

sefaraditas o sefarditas, sin importar en qué parte del mundo hayan nacido.

Su idioma es el judeoespañol, que es un dialecto del castellano.

En 1924, el general Primo de Rivera concedió la ciudadanía española a

los judíos sefardíes por "razones históricas", lo cual salvó muchas vidas

durante la II Guerra Mundial.

Un caso muy claro fue el del cónsul Ángel Sanz Briz, que salvó a miles

de judíos del Holocausto en Hungría, diciendo que los judíos sefardíes eran

ciudadanos españoles y por tanto tenían apoyo total de su gobierno, aunque

para salvar vidas se hizo pasar a muchos no-sefardíes por sefardíes.

Algo había oído hablar de este señor, y mira por donde tenemos otro

Schindler español llamado Sanz Briz.

En 1991, el Museo del Holocausto Yad Vashem de Israel distinguió su

acción y reconoció a sus herederos el título de Justo entre las Naciones,

inscribiendo su nombre en el memorial del Holocausto.

En 1994 el gobierno húngaro le concedió a título póstumo la Cruz de la

Orden del Mérito de la República Húngara.

Fue el primer diplomático español que apareció en un sello de correos

de España.

96

3.2. Historia de los judíos en Polonia

Desde cuándo y por qué estaban los judíos en Polonia, es otra de las

preguntas que siempre me había hecho y la solución me la da su historia que

es simultanea e inherente a la misma Polonia.

Por los movimientos migratorios las poblaciones se desplazan, pero en

el caso de los judíos tiene un significativo relativo este hecho, aunque como

veremos la llegada masiva a Polonia se produce, pero hasta esta llegada ya

había judíos, ya que por los motivos por los que se es judío no tiene nada que

ver la migración ni en Polonia ni en cualquier lugar y por tanto el planteamiento

inicial de mi porqué, deja de tener significado.

Su historia en Polonia abarca prácticamente un milenio.

Desde la fundación del Reino de Polonia en el año 1025 y hasta la unión

polaco-lituana en el año 1569 Polonia fue uno de los países más tolerantes de

Europa convirtiéndose en el hogar de una de las comunidades judías más

grandes y vibrantes del mundo.

Los primeros judíos llegaron a la moderna Polonia en el siglo décimo.

Viajando por las rutas comerciales del este, los comerciantes judíos de la

época (Conocidos como Radhanitas) también cruzaron las áreas de Silesia.

Uno de ellos, un mercader y diplomático de la ciudad española de

Tortosa, conocido por su nombre árabe "Ibrahim ibn Ya'qub" fue el primer

cronista que mencionó el estado polaco durante el reinado del Príncipe

Mieszko I.

La primera mención a los judíos que hicieron los cronistas polacos

ocurrió en el Siglo XI. Esta crónica cuenta que los judíos estaban viviendo en

Gniezno, lo que confirma su existencia mucho antes de esta crónica, la capital

del reino polaco en la época de la Dinastía Piase.

97

La primera comunidad permanente la menciona en el año 1085 un

erudito judío llamado "Jehuda ha-Kohen", según él esta comunidad estaba en

la ciudad de Przemyśl. (Aunque esta ciudad estaba en Rútenia y no pertenecía

a Polonia en aquella época)

La primera gran emigración judía desde el oeste de Europa a Polonia se

desarrolló durante la época de la primera cruzada, en el año 1098, y durante el

reinado de Boleslao III de Polonia.

Los judíos animados por el régimen tolerante de este mandatario se

asentaron por toda Polonia incluyendo las fronteras con Lituania.

Al mismo tiempo Polonia recibía inmigrantes Jázaros, una tribu turca que

se había convertido al judaísmo.

El rey, por su parte, reconoció pronto la utilidad de los judíos para el

desarrollo de los intereses comerciales de su país

Los judíos llegaron para formar la columna vertebral del sistema

económico polaco, fue tanto así que incluso las monedas acuñadas durante el

reinado de Mieszko III de Polonia llevaban grabadas caracteres hebreos.

Los judíos gozaron de una gran paz y prosperidad en la gran parte de

los territorios en los que estaba dividido el país.

Ellos formaron la clase media en un país donde la población consistía en

una minoría de grandes latifundistas, la única nobleza polaca denominada

"Szlachta", y el campesinado.

Así los judíos se volvieron fundamentales en el desarrollo de la

economía y el comercio del país.

Para los historiadores de la época Polonia se había convertido en algo

similar a un “Paraíso Judío”.

Después de la Partición de Polonia en 1795 y la desaparición del país

como estado soberano, los judíos fueron víctimas de leyes antisemitas ante

98

todo debido al creciente antisemitismo del imperio ruso, pero también del

austro-húngaro y del prusiano.

Cuando Polonia recobró su independencia poco antes de la II Guerra

Mundial, en el país habitaban algo más de tres millones de judíos formando

una de las comunidades más importantes del mundo.

Aproximadamente un 90% de los judíos polacos fueron asesinados por

los Nazis durante el Holocausto.

3.2.1. Los judíos de Polonia bajo el Imperio Ruso (1795-1918)

La política rusa hacia los judíos resultó ser más dura que la anterior del

estado polaco. Los antiguos territorios polacos siguieron albergando

numerosos judíos ya que, en 1772, la zarina Catalina instauró la Zona de

Asentamiento, prohibiendo a los judíos que se asentasen fuera de ella.

La Zona incluía gran parte de la antigua Polonia aunque excluía zonas

donde anteriormente había habitantes judíos.

Hacia finales de la década de 1880 unos cuatro millones de judíos vivían

en esta área.

3.2.1.1. Pogromos

Entre 1881 y 1884 hubo una oleada a gran escala de revueltas

antijudías, denominadas pogromos.

Durante el estallido de 1881 los pogromos se limitaron

fundamentalmente a Rusia, aunque también hubo uno en Varsovia en el que

fueron asesinados doce judíos, muchos otros fueron linchados quedando

99

malheridos, muchas mujeres fueron violadas y la comunidad sufrió pérdidas

económicas por valor de más de dos millones de rublos.

Los pogromos continuaron sucediendo de forma habitual hasta 1884 con

el apoyo tácito del gobierno que miraba para otro lado. Todo esto provocó un

cambio fundamental en la historia de los judíos polacos y del resto del mundo.

Los pogromos provocaron una grandísima oleada de inmigraciones

judías hacia América. Se calcula que hasta finales de la década de los años

1920 más de dos millones de judíos abandonaron la Zona de Asentamiento, lo

que al cabo de dos décadas se demostraría que les salvó, a ellos y a sus

descendientes, de morir en el Holocausto.

También hubo una considerable oleada migratoria judía hacia los países

en ese momento más tolerantes de Europa Occidental como Francia, el Reino

Unido, Holanda, Bélgica e incluso Alemania, que provocaron un aumento del

antisemitismo en la zona.

Además los pogromos hicieron que entre todos los judíos del este de

Europa aumentase el convencimiento de que pertenecían a un grupo

maltratado, lo que provocó un considerable aumento de la fuerza del Sionismo

y una gran oleada de inmigración hacia Palestina.

Una oleada de pogromos aún más sangrienta tuvo lugar entre 1903 y

1906, y se cree que algunos de ellos fueron organizados o apoyados al menos

por la policía secreta zarista rusa, la Okhranka.

Los peores pogromos sucedieron en el territorio polaco, donde vivía la

mayoría de los judíos sometidos al Imperio Ruso, incluyendo el Pogromo de

Białystok de 1906 en el que más de un centenar de judíos fueron asesinados y

muchos más heridos.

100

3.2.2. Periodo de Entreguerras (1918-1939)

Los judíos también jugaron un papel muy importante en la lucha por la

independencia de Polonia en 1918 y muchos se unieron a Józef Piłsudski (un

nacionalista polaco que lucho por la independencia de la nación).

Mientras muchas otras minorías permanecieron neutrales en la lucha por

la creación de un estado independiente.

Como consecuencia de la I Guerra Mundial y los sucesivos conflictos

que la siguieron por todo el este de Europa (Tales como la Guerra Civil Rusa,

la Guerra Polaco-Ucraniana y la Guerra Polaco-Soviética) se produjeron

muchos pogromos contra los judíos por todas partes.

Estos ataques solían ser consecuencia de que los judíos eran percibidos

como defensores de los bolcheviques rusos con lo que eran comunes los

ataques a los judíos por parte de aquellos que se oponían al régimen

bolchevique.

Se cree que estos pogromos causaron por todo el Imperio Ruso más de

250.000 víctimas judías que dejaron unos 300.000 huérfanos, una buena parte

de ellos en Polonia.

Justo después del fin de la I Guerra Mundial empezaron a llegar a

Occidente noticias sobre pogromos masivos contra judíos que estaban

teniendo lugar en Polonia y que escandalizaron a la comunidad internacional.

La presión internacional hacia el gobierno polaco llegó a tal punto que el

presidente de Estados Unidos en aquel momento, Woodrow Wilson envió a

Polonia una comisión especial que investigara los acontecimientos.

La comisión, liderada por Henry Morgenthau llegó a la conclusión de que

las noticias sobre los pogromos se habían exagerado y que en algunos casos

habían sido incluso inventadas.

101

En su informe identificó, situó y fechó ocho pogromos importantes que

habían sucedido entre los años 1918 y 1919 en Polonia en los que entre 200 y

300 judíos habían sido asesinados. Cuatro de estos pogromos fueron

atribuidos a la acción de desertores del ejército o a soldados indisciplinados,

según el informe ninguno de los pogromos fue consecuencia de alguna política

oficial del gobierno.

Entre estos incidentes destaca la Masacre de Pinsk, ocurrida en Pinsk,

en la que un oficial del ejército polaco acusó a un grupo de civiles judíos de

conspirar contra los polacos y acabo fusilando a treinta y cinco de ellos.

También destacan los hechos ocurridos en Lwov en 1918 justo después

de que el ejército polaco tomara la ciudad, cientos de personas fueron

asesinadas incluyendo más de setenta judíos. En Varsovia algunos soldados

del ejército se dedicaron a linchar, asesinar o violar a judíos por las calles pero

fueron castigados por ello.

Muchos de los sucesos en Polonia de los que se habían hecho eco

periódicos como el New York Times habían sido exagerados, en cambio en

otros muchos lugares, sobre todo en Ucrania, estaban sucediendo horribles

pogromos de los que la prensa no se hizo eco alguno.

El principal resultado de todos estos acontecimientos fue que en 1919

después de la Conferencia de Paz de París en el Tratado de Versalles se

añadieron una serie de cláusulas específicas para garantizar legalmente los

derechos de las minorías en Polonia.

En 1921 la Constitución Polaca de marzo otorgó, por primera vez en la

historia polaca, los mismos derechos a los judíos polacos y a los católicos y

garantizó la tolerancia religiosa.

102

3.2.2.1. Cultura Judeo-Polaca

En la nuevamente independiente Segunda República Polaca habitaba

una gran mayoría judía.

Cuando la II Guerra Mundial comenzó en Polonia vivía la mayor

población judía de Europa. De acuerdo con el censo nacional de 1931 había

3.130.581 personas en Polonia que declaraban el judaísmo como su religión.

Estimando el incremento de la población y los movimientos migratorios

desde y hacia Polonia entre 1931 y 1939, había aproximadamente 3.474.000

judíos en Polonia en septiembre de 39.

El año escolar de 1937 había en Polonia 226 colegios elementales y 12

institutos, además de 14 colegios vocacionales en los que el yiddish o el

hebreo eran las lenguas vehiculares.

Los partidos políticos judíos tanto socialistas (La unión general de

trabajadores judíos, El Bund) como Sionistas de izquierda y de derecha junto

con partidos judíos religiosos conservadores estaban representados en el

"Sejm" (El parlamento Polaco) además de en asambleas regionales.

En 1939 aproximadamente 375.000 judíos vivían en Varsovia, un tercio

de la población total.

En Varsovia había organizaciones juveniles políticas judías (Sionistas,

budistas etc.) y movimientos juveniles de judíos religiosos perfectamente

organizados. Florecieron el teatro y los periódicos judíos. Además de pequeños

negocios algunos judíos incluso poseían inmobiliarias y empresas de

importación y exportación de manufacturas.

Las prácticas religiosas abarcaban desde el Judaísmo jasídico hasta el

judaísmo "progresista" moderno. La mayoría del los judíos de Varsovia

hablaban yidish aunque el polaco se estaba extendiendo entre los jóvenes que

103

no tenían problema en declararse totalmente judíos, varsovianos y polacos a la

vez.

Los judíos polacos estaban integrándose con fuerza dentro del conjunto

de la sociedad polaca, aunque algunos se sentían aun miembros de una nación

separada de la polaca.

Se estima que el 80% de los judíos polacos eran aun en esa época

fácilmente reconocibles (Debido a la vestimenta, al habla, al aspecto físico...)

mientras que el veinte por ciento se podrían considerar asimilados.

Más de la mitad de los niños judíos asistían a colegios especiales judíos,

religiosos o no, lo que complicaba el aprendizaje de la lengua polaca. Debido a

todo esto y según una encuesta del año 1931 la gran mayoría de los judíos de

Polonia declaraban el yidish como su lengua materna, el 79 por ciento, y solo el

12 por ciento declaraban el polaco. El resto, sobre todo sionistas, elegían el

hebreo.

La escena cultural judía era particularmente vibrante. Había muchas

publicaciones judías y aproximadamente 116 periódicos. Algunos de los

autores en lengua Yiddish, entre los cuales destaca Isaac Bashevis Singer

fueron reconocidos internacionalmente y aclamados como autores judíos

clásicos (Singer incluso ganó el premio Nóbel de literatura del año 1978).

Otros autores judíos de este periodo como Bruno Schulz, Julian Tuwim,

Jan Brzechwa y Bolesław Lesmian fueron menos reconocidos

internacionalmente pero no por ello dejaron de realizar importantes

contribuciones a la literatura polaca. El teatro yiddish también floreció. Polonia

tenía quince teatros en yiddish y muchos grupos teatrales. Varsovia era el

hogar de la compañía teatral en yiddish más importante de la época; La

Compañía de teatro Vilna, que representó su primera obra "El Dybbuk" en 1920

en el teatro Elíseo.

104

3.2.2.2. El crecimiento del antisemitismo

Antisemitismo Polaco

Los judíos normalmente no eran reconocidos como auténticos polacos;

un problema causado por el nacionalismo polaco (representado por el gobierno

de Endecja y por el hecho de que una gran mayoría de los judíos polacos

vivían sus vidas separados de la mayoría católica: Por ejemplo el 85% de los

judíos declaraban el yiddish o el hebreo como su primera lengua.

Esta situación mejoró durante un tiempo con el gobierno de Józef

Piłsudski, ente 1926 y 1935. Józef Piłsudski reemplazó las ideas de asimilación

étnica o polonización de "Endecja" por una política de "asimilación estatal".

Así a los ciudadanos se les juzgaba por su lealtad al estado y no por

sus creencias religiosas.

Estos años (desde 1926 hasta 1935) fueron vistos muy favorablemente

por los judíos polacos, cuya situación mejoraba sustancialmente con el

gobierno de Piłsudski.

De todas formas la situación de los judíos nunca fue del todo

satisfactoria debido a la combinación de varios factores como la Gran

Depresión, y se deterioró muchísimo con la muerte de Piłsudski, vista por la

comunidad judía como una gran tragedia.

En algunas universidades se venía limitando el número de judíos desde

la independencia, hasta finales de los años 30.

En 1937 los sindicatos polacos de médicos y abogados empezaron a

condicionar a sus afiliados el hecho de pertenecer a la religión católica y

muchos trabajos en el funcionariado se restringían también a los católicos.

105

Todo esto iba acompañado de violencia física ya que en los años entre

1935 y 1937 setenta y nueve judíos fueron asesinados y más de quinientos

heridos en incidentes antisemitas.

Toda esta violencia también fue dirigida contra comercios judíos que

eran atacados y saqueados a la vez que boicoteados lo que trajo como

consecuencia enormes pérdidas económicas.

Todo esto, unido a los efectos de la gran depresión que sintieron muy

severamente países agrícolas como Polonia redujeron bastante la calidad de

vida de los judíos polacos que se volvió la peor entre todas las comunidades

judías del mundo.

Antisemitismo Nazi

Para Hitler, los comunistas eran enemigos de la nación alemana. Pero

había un enemigo mayor aún que se fusionaba con ese y con los otros

posibles: los judíos.

Partiendo de una concepción racista, desde principios de los años

veinte Hitler fue reconstruyendo un estereotipo racial del judío, a partir de las

teorías de Walter Darré, Alfred Rosenberg, Spengler (Siglo XX), Houston

Stewart Chamberlain y el conde de Gobineau (Siglo XIX).

Los judíos encarnaban, para Hitler, todos los males que aquejaban a la

nación alemana (no judía): eran los proletariados agitadores, los financieros

avaros y los grandes industriales que exprimían al pueblo alemán; eran la

prensa que difamaba a la nación, y también los débiles y corruptos

parlamentarios cómplices de los humillantes tratados de paz y de la debilidad

de la nación. Eran, en síntesis, el enemigo racial, que desde el interior

corrompía y contaminaba a la nación, debilitándola.

106

El judío era el enemigo absoluto que tanto necesitaba el sistema

totalitario para la movilización política y social, así como para distraer la opinión

pública de los propios problemas.

En 1935, las leyes de Nüremberg privaron a los judíos de la ciudadanía

alemana y de todo derecho. Se les prohibió el contacto con los arios y se les

obligó a portar una identificación.

Las leyes afectaban a todos aquellos a quienes el Estado definía

racialmente como judíos. Continuaron la violencia y el acoso de las SS y de la

policía a los judíos, produciéndose masivas emigraciones.

Luego siguió una segunda fase de expropiación, caracterizada por la

"arianización" de bienes, los despidos y los impuestos especiales.

En 1938 se les prohibió a los abogados y médicos judíos el libre ejercicio

de sus profesiones y se obligó a que los que tuvieran nombres de pila no judíos

que antepusieran los de "Sara" o "Israel" a los propios, para la identificación en

los campos de trabajo y en los mismos guetos. El resultado, distinguirlos.

En noviembre, esgrimiendo como excusa el asesinato de un diplomático

alemán en París a manos de un joven judío, fueron atacados por miembros de

las SS, en lo que se llamó la "noche de los cristales rotos". El resultado fue de

tal magnitud que el mismo Estado hubo de restaurar el orden que el mismo

había perturbado.

Los judíos fueron considerados globalmente responsables del ataque y

obligados a reparar los daños, a indemnizar al Estado alemán por los destrozos

y a entregar el dinero recibido a compañías de seguros.

Se los excluyó de la vida económica, se les prohibió el acceso a las

universidades, el uso de transportes públicos y el frecuentar lugares públicos

como teatros o jardines.

107

Finalmente, los judíos fueron concentrados en guetos (barrios especiales

donde vivían hacinados) o en campos. A esto seguiría la esclavización y el

exterminio durante la guerra.

Los campos de concentración, inicialmente destinados a la prisión

preventiva de "enemigos del estado" (comunistas, por ejemplo), se convirtieron

en lugares de trabajo forzoso, para experimentos médicos y para la eliminación

física de judíos, gitanos, homosexuales y discapacitados.

Sobre este último punto, hay quienes sostienen la inexistencia del

holocausto judío en las proporciones que son comúnmente aceptadas.

Los principales expositores del caso son Robert Faurisson, Paul

Rassinier y David Irving.

El caso más conocido fue el de la Commonwealth de Canadá contra

Ernst Zundel, ciudadano alemán quien negó el holocausto en su página de

internet.

Al viajar a Canadá, fue detenido y procesado por difamación contra el

pueblo judío. En dicho proceso, Alfred Leuchter, constructor de cámaras de gas

para las prisiones de los Estados Unidos realizó un informe en el que concluyó

que en la gran mayoría de las cámaras de gas de los campos de concentración

de la II Guerra Mundial habría sido imposible gasear masivamente una

población, sin embargo, vale la pena aclarar que el informe no niega la

existencia del holocausto sino los métodos utilizados para el exterminio del

pueblo judío.

108

3.3. La II Guerra Mundial y el exterminio de la judería polaca

Durante la invasión de Polonia de 1939 al menos 120.000 ciudadanos

polacos de ascendencia judía tomaron parte en las batallas contra los

alemanes como miembros del ejército polaco.

Se estima que durante estas acciones como mínimo 32.216 soldados y

oficiales judíos murieron y 61.000 fueron hechos prisioneros por los nazis; la

mayoría no sobrevivió.

Los soldados y los oficiales judíos no profesionales que fueron puestos

en libertad acabaron finalmente en los guetos y campos de trabajo o de

exterminio sufriendo el mismo destino que otros civiles judíos.

La consecuencia del Pacto de no agresión nazi-soviético fue la división

de Polonia entre la zona ocupada por los nazis y la zona ocupada por los rusos

y por lo tanto también de la división de la comunidad judía en dos.

De acuerdo con el censo de 1931 el 61.2% de los judíos polacos se

encontraban en las áreas ocupadas por los nazis mientras que el 38.8% se

encontraban en las áreas que ocuparían los rusos. Aun así teniendo en cuenta

los movimientos de población desde el oeste de Polonia hacia el este durante y

después de la invasión de Polonia por los nazis es muy probable que el

porcentaje de judíos en las áreas soviéticas fuera mucho mayor que lo indicado

por el censo de 1931.

Entre los oficiales polacos asesinados por el NKVD en 1940 en la

Masacre de Katyn había entre 500 y 600 judíos. Pero aun así un gran

porcentaje de los judíos polacos simpatizaba con los soviéticos, si lo

comparamos con el de católicos.

109

Mientras que los polacos veían a los soviéticos como invasores, muchos

judíos les veían, como los soviéticos se autoproclamaban; protectores contra

los nazis.

Esto hizo que creciera mucho la tensión entre los polacos católicos y las

comunidades judías en estas regiones.

Desde 1939 hasta 1941 unos 300.000 judíos polacos fueron deportados

desde las zonas anexionadas por la Unión Soviética hacia Rusia.

Algunos de ellos, sobre todo judíos polacos comunistas, se fueron

voluntariamente pero muchos otros fueron forzosamente deportados hacia el

Gulag.

Un pequeño número de judíos polacos (unos 6.000 aproximadamente)

pudieron abandonar la Unión Soviética en 1942 comandados por el general

Władysław Anders, entre ellos el futuro primer ministro de Israel Menachem

Begin.

Cuando el segundo cuerpo del ejército polaco estuvo destinado en el

Mandato Británico de Palestina el 67% (2972) de los soldados judíos

desertaron, la gran mayoría de ellos para unirse al Irgun.

El Irgun, Organización Militar Nacional en la Tierra de Israel, fue una

fuerza paramilitar sionista que operó durante el Mandato Británico de Palestina

entre los años 1931 y 1948.

110

3.3.1. Holocausto

Palabra que junto a otras como, Gueto y Auschwitz te trasladan con el

pensamiento a imágenes horrorosas, a situaciones límites, que sólo son

capaces de soportar los seres humanos, con tal de sobrevivir y es que la vida,

a parte de no tener otra, es por lo que hemos venido a este mundo.

Por eso cuando se habla de holocausto, alguien muy cercano a lo que

ocurrió, y seguramente con conocimiento de causa y desde su profundo

sentimiento se expresa del siguiente modo para definirlo:

“No puede hallarse en la Historia otro crimen tan atroz ni tan fríamente

calculado como el que aniquiló a millones de seres humanos en los campos de

concentración nazis”.

Reducidos al estado animal, sometidos a la más espantosa degradación

moral y física, hombres, mujeres y niños fueron salvajemente torturados y

arrastrados a las cámaras de gas por el solo hecho de pertenecer a una raza

considerada inferior o de sostener creencias religiosas o políticas antagónicas

a las de la «raza de los señores».”

La palabra Holocausto, se identifica desde mediados del Siglo XX a lo

que técnicamente también se conoce, siguiendo la propia terminología del

Estado Nazi, como “Solución Final de la cuestión Judía”.

Hitler fue el origen de este furioso torbellino de la muerte. Pero Hitler no

estaba solo. Parte de un pueblo fanatizado por la propaganda, educado en el

desprecio hacia el hombre no ario, le ayudó a borrar de la faz de la tierra a sus

pretendidos «enemigos».

111

El holocausto: En la Polonia ocupada

La comunidad judía polaca fue la que más sufrió durante el Holocausto.

Aproximadamente seis millones de ciudadanos polacos murieron

durante la guerra, la mitad de ellos (3 millones) judíos polacos (es decir todos

los judíos excepto unos 300.000) que fueron asesinados por los nazis en los

campos de exterminio de Treblinka, Auschwitz, Sobibor, Chelmno y Belzec.

Otros murieron en campos de trabajo como Majdanek, de inanición en

los guetos etc. También muchos judíos del este de Polonia murieron víctimas

de los escuadrones de la muerte nazis conocidos como "Einsatzgruppen",

especialmente en 1941.

Muchas de estas masacres alentadas por los alemanes fueron llevadas

a cabo con la ayuda, o incluso la participación directa, de los mismos polacos.

Por ejemplo la Masacre de Jedwabne, en la que entre 300 y 1600 judíos

fueron torturados hasta la muerte por una parte de los habitantes de Jedwabne.

Aun así no se conoce totalmente el grado de participación de los

polacos católicos en las matanzas de judíos con lo que sigue siendo un tema

bastante controvertido.

Esto se debe en parte a que los líderes judíos se niegan por razones

religiosas a una hipotética exhumación de los restos de las víctimas, que

ayudaría a establecer las causas de su muerte e incluso podría esclarecer

quienes fueron los responsables.

El Instituto Nacional Polaco por la Memoria señala 22 poblaciones más

en la que sucedieron progromos similares al de Jedwabne.

Mientras tanto las razones de estas masacres se siguen debatiendo hoy

en día aunque entre ellas se incluyen el antisemitismo, el resentimiento de

muchos polacos debido a la cooperación judía con los soviéticos que habían

invadido el este de Polonia en el año 1939, el deseo de robar las pertenencias

de los judíos (aunque antes de la guerra la mayoría de los judíos polacos

112

constituían la comunidad más pobre del país), y por supuesto el impulso que

dieron los nazis a la participación en estas masacres.

Los alemanes también establecieron un gran número de guetos en los

que los judíos eran confinados para posteriormente ser exterminados.

El Gueto de Varsovia fue el mayor, con 380.000 personas, y el Gueto de

Łódź el segundo mayor, con unas 160.000.

En otras muchas ciudades con población judía, los alemanes también

formaron guetos; como en Cracovia, Bialystok, Częstochowa, Kielce y Radom.

Otros muchos guetos menos importantes numéricamente fueron

establecidos en pequeñas poblaciones, de hecho se cree que el primer

levantamiento en un gueto ocurrió en 1942 en la pequeña ciudad de Lakhva al

este de Polonia.

El Gueto de Varsovia fue establecido por el gobernador general alemán

de Polonia Hans Frank el 16 de octubre del año 1940.

En esta época la población del gueto se podía estimar en unas 380.000

personas, es decir, el treinta por ciento de la población de Varsovia recluida en

un área que formaba el 2.4% de la extensión de la ciudad.

Los alemanes posteriormente aislaron el gueto del resto del mundo

construyendo un muro alrededor el 16 de noviembre de ese mismo año.

Durante el siguiente año y medio otros judíos de poblaciones y

pequeñas ciudades cercanas a Varsovia fueron trasladados forzosamente al

gueto mientras que las enfermedades (sobre todo el tifus) y la falta de comida

mantenían constante el número de habitantes. (Es decir las víctimas eran

sustituidas por otros judíos llegados de los alrededores de Varsovia).

Las raciones de comida en 1941 para los judíos de Varsovia estaban

limitadas a unas 253 calorías y para los polacos de la ciudad unas 669 (Se

requieren unas 1500 calorías diarias aproximadamente para mantener el

113

Metabolismo Basal de una persona) mientras que a la población alemana y al

ejército nazi se les asignaban unas 2613 calorías.

Las condiciones de vida en los guetos eran terribles. Los judíos

capturados intentando escapar eran fusilados y sus cuerpos se dejaban a la

vista de la gente durante días como señal de advertencia.

Aquellos que pasaban al lado ario de la ciudad sin ninguna conexión con

los polacos cristianos arriesgaban sus vidas para ayudar a los judíos de dentro

del gueto pasando comida, o si pretendían buscar refugio en el lado ario de la

ciudad solían acabar volviendo dado que no podían encontrar un lugar para

esconderse.

Además muchos polacos colaboracionistas se aprovechaban de ellos

robándoles para luego entregarles a los alemanes.

En los guetos más importantes, como el de Varsovia o el de Łódź,

cientos de niños de entre cuatro y cinco años salían en masa al lado ario varias

veces al día para introducir comida o bienes en los guetos, en sacos que

podían pesar más que ellos mismos, convirtiendo así el contrabando en el

único modo de subsistencia de sus padres y de ellos mismos que de otra

manera hubiesen muerto de inanición.

En este contexto los nazis convirtieron en algo rutinario disparar a los

niños mientras introducían comida en los guetos. Mucha gente fue asesinada

por traficar con gallinas o con leche. Además, tener contacto con los polacos de

fuera del gueto fue muy difícil dado que cualquier polaco encontrado asistiendo

a los judíos también se exponía a la pena de muerte.

Con este panorama a ver quien es el guapo que no se deja engañar,

consciente o inconscientemente, con tal de probar si en algún lugar del mundo

mundial se puede, ya no vivir, sino sobrevivir.

Y por eso el 22 de julio de 1942 comenzaron las deportaciones en masa

de los habitantes del Gueto de Varsovia y durante los siguientes cincuenta y

114

dos días (Hasta el 12 de septiembre del año 1942) aproximadamente 300.000

personas fueron llevadas en trenes al Campo de Exterminio de Treblinka.

Estas deportaciones fueron organizadas por los nazis pero llevadas a

cabo por 200 soldados letones de los batallones Schutzmannschaften, por

otros 200 policías ucranianos y por 2.500 judíos de la policía judía (La

Judenrat) con lo cual solo fue necesaria la participación de 50 miembros de las

SS alemanas.

Estos miembros de la policía judía recibían, junto con sus familias y

parientes, inmunidad para ser deportados como pago por su cooperación.

Además en agosto de 1942 se ordenó, bajo la amenaza de ser

deportados, a los policías judíos del gueto, entregar diariamente a cinco

habitantes judíos del gueto a los alemanes para ser deportados desde la

Estación de tren de Umschlagplatz.

El 18 de enero de 1943 algunos habitantes del gueto, sobre todo

miembros de la Żydowska Organizacja Bojowa (Organización judía de

combate) se resistieron armados a las nuevas deportaciones que los alemanes

estaban organizando.

La destrucción final del Gueto de Varsovia sucedió cuatro meses

después de que los alemanes arrasaran esta primera rebelión.

El Levantamiento del Gueto de Varsovia, fue uno de los múltiples

levantamientos fallidos que ocurrieron en guetos judíos de toda la Europa

ocupada, pero fue el más importante.

A los alemanes les costó más sofocarlo (Entre el 19 de abril y el 16 de

mayo del año 1943) que invadir toda Polonia.

Algunos de los pocos supervivientes del levantamiento huyeron a los

campos cercanos a Varsovia donde se escondieron hasta el Alzamiento de

Varsovia y el final de la guerra, se unieron al movimiento polaco de resistencia

Armia Krajowa, o fueron asesinados o entregados a los nazis por los

115

colaboracionistas polacos antisemitas, con lo cual solo un número muy

reducido sobrevivió a la guerra.

La liquidación del Gueto de Varsovia fue similar a la sucedida en otros

guetos en los que los judíos estaban concentrados.

Tras la decisión de la Alemania nazi de comenzar la Solución Final, es

decir el exterminio de los judíos de Europa, comenzó la Aktion Reinhard, la

primera fase del exterminio, con el establecimiento de los campos de Belzec,

Sobibór, y Treblinka, seguida después en la segunda fase por la apertura de

Auschwitz-Birkenau.

Con la decisión tomada, las deportaciones en masa de judíos a estos

campos comenzaron, muchos de ellos desde el gueto de Varsovia, y para

cuando culminó la Aktion Reinhard en octubre de 1943 habían sido asesinados

en los campos más de 1.700.000 judíos.

Polonia fue el único país de la Europa ocupada en el que los nazis

impusieron formalmente la pena de muerte a cualquier persona descubierta

ayudando o escondiendo judíos.

Además teniendo en cuenta que las raciones de comida para los polacos

eran muy insuficientes (Unas 669 calorías al día en 1941) y la comida en el

mercado negro era carísimo, era muy difícil que cualquier polaco pudiese

esconder a un judío y prácticamente imposible a una familia entera.

Pero, pese a estas medidas brutales impuestas por los nazis y a la

escasez de comida, Polonia tiene la mayor cantidad de premiados como Justos

entre las naciones por el museo Yad Vashem de Israel de todo el mundo.

El gobierno polaco en el exilio fue también el primero (en noviembre de

1942) en revelar la existencia de campos de concentración nazis en Polonia y

el exterminio sistemático de la población judía gracias al informante Jan Karski

y a las actividades de Witold Pilecki miembro de Armia Krajowa y la única

persona que entró voluntariamente en el campo de concentración de Auschwitz

para organizar un movimiento de resistencia dentro del campo.

116

El gobierno polaco en el exilio fue también el único en crear una

organización (Żegota) especialmente pensada para ayudar a los judíos en

Polonia y que salvó a miles de personas de la muerte con papeles falsos,

dinero, escondiendo niños judíos en orfanatos...

Auschwitz (1940-1945)

El trabajo os hará libres

Con esta frase en la puerta de entrada a Auschwitz, ahora hace sesenta

y cinco años, era recibido el Ejército Rojo, al mismo tiempo que abría las

puertas del infierno. 7.000 famélicos supervivientes les recibieron en Auschwitz,

entre cadáveres, suciedad, cenizas, muerte y desolación.

Visita obligada para los del viaje que nos sobrepusimos a nuestros

temores y angustias, por lo que nos imaginamos ocurrió en ese lugar...,

pasamos por debajo del cartelito de marras.

Algunas de las personas que realizaron el viaje, no pudieron con sus

sensaciones y a mi hermana Mª Ángeles la tuvimos que asistir de un

desfallecimiento, quizás ella por ser mayor que yo y haber convivido más con

117

nuestro padre, no pudo soportar lo que nos contó que él había pasado al haber

sido hecho prisionero, y como sobrevivió a aquel horror en nuestra contienda

del 36, y le influyó de tal manera que no pudo con lo que ante sus ojos se

podía ver y los recuerdos que le venían a su mente.

Para nadie que visite este lugar es un plato de buen gusto, ver las

puertas, las alambradas, las famosas vías del tren, los barracones donde

dormían, las letrinas, las celdas, y sobre todo pensar que todo esto lo sufrían

vestidos con harapos y soportando temperaturas -20º y -30º bajo cero.

Impresionante vista del campo Auschwitz con sus alambradas electrificadas

118

Puerta de entrada con las vías del ferrocarril

Continuación de las vías, al fondo detrás de los árboles los crematorios

119

Establos preparados para el “descanso” de los huéspedes

Letrinas, para usar dos veces al día, más suponía castigo

120

La guía polaca que nos acompañaba, que dicho sea de paso, nos contó

que un tío abuelo suyo estuvo allí, puedo decir que no perdió en ningún

momento la compostura y sin ningún aspaviento nos fue mostrando y contando

lo que allí había ocurrido unos pocos años antes.

¿Cómo no?, empezó por contarnos que era Auschwitz, como surgió….

es decir nos contó su historia.

Lo definió como un complejo industrial de aniquilamiento, teniendo en

cuenta que todo el terreno perteneciente al Campo alcanza un total de 40 km2.

Situado en la Polonia ocupada por los nazis, casi a media distancia entre

Varsovia y Cracovia y estratégicamente ubicado, ya que la vía férrea unía

Auschwitz con Viena y de allí se comunicaba con el resto de Europa, hay que

tener en cuenta que algunos de los seres que allí llegaron provenían de Grecia,

y Francia, casi a 2.400 Km. de distancia.

Todo se inició cuando varias comisiones especiales de las SS fueron de

visita de inspección de los terrenos. El cometido de estas comisiones era el

estudio de la posibilidad de crear en Zasole –uno de los suburbios de

Auschwitz– un campo de concentración. La orden de creación del campo de

concentración fue dada en abril de 1940 y ya el 14 de junio se realizo el primer

transporte de polacos.

Todo el complejo está compuesto por el Campo principal Auschwitz I,

que se encuentra en la parte sudeste y a una distancia de 3 Km. del situado en

la parte noroeste Campo de Birkenau (Auschwitz II) varias veces mayor que

Auschwitz I, y hay un tercer campo el de Monowitz (Auschwitz III) con toda su

red de 40 campos auxiliares, diseminados por la provincia de Silesia.

La verdad es que por su extensión y finalidad a la que estaban

destinados los cuarenta y tantos campos, todos ellos perfectamente formaban

un complejo que la guía muy acertadamente les había definido como una

industria del aniquilamiento.

121

Paseando por lo que hoy es museo me llamaron la atención unas fotos

de gentes, que tranquilas y sonrientes estaban esperando subir al tren o

mismamente al camión que les esperaba para transportarlos a los campos de

concentración.

Y claro, pregunté, y la misma guía reconocía que por el semblante de las

personas que había en las fotografías no daban a entender que estuvieran

preocupados o asustados y la explicación fue sencilla, el reclutamiento se

efectuaba poniendo música clásica en los coches que rodeaban a los medios

de transporte, se les comunicaba que iban a ser trasladados a un lugar más

seguro y tranquilo y por favor que no olvidaran nada de sus pertenencias

(después averiguaremos por qué) pues seguramente no volverían por allí en un

largo tiempo, es decir el engaño funcionó.

Una vez en el campo se les pedía que dejaran todos sus objetos en un

barracón y se desnudaran, para hacerles una revisión médica y luego recibirían

una ducha y la gente tranquilamente seguía las instrucciones sin más, la

verdad es que no se sabe lo que les pasaría por su mente, pero después de lo

pasado en los guetos, cualquier cosa les parecería mejor y si me apuro mucho

hasta la muerte les parecería un alivio.

Al principio y para llevar el control de las gentes que entraban en los

campos a parte de su nombre y apellidos y cuantos datos pedía el cuestionario,

se les fotografiaba, primero del perfil derecho, una de frente y otra del perfil

izquierdo, luego este sistema se cambió por el de marcar con un número en el

brazo.

Por cierto, que gracias a este trabajo el fotógrafo sobrevivió y hoy

todavía vive y por lo visto van a rodar una película con sus experiencias

vividas.

De los que dicen que murieron, más de cuatro millones de seres, me

interesó sobre todo, lo que le ocurrió al fraile franciscano, Maximilian María

Kolbe.

122

De nombre polaco Rajmund Kolbe, este fraile franciscano fue a parar a

Auschwitz y cuentan que uno de los prisioneros se fugó del campo y como

represalia cuando ocurría un hecho como este ya se sabía que doce de los

compañeros serían……., y así ocurrió, se eligieron doce y entre ellos un polaco

casado con hijos se dirigió a los carceleros pidiéndoles clemencia dada su

situación y cosa que no era costumbre le escucharon y fue cambiado por otro

que se había presentado voluntario para intercambiarse y ese voluntario no era

otro que Kolbe.

Los detalles de cómo murieron ni puedo ni quiero describirlos, lo que si

se, es que el 17 de octubre de 1971 fue beatificado por el Papa Pablo VI y el 10

de octubre de 1982 fue canonizado por el Papa Juan Pablo II, con el nombre

de San Maximilian María Kolbe, hubieron algunas críticas al respecto y las

contestación que se dio fue, que en el cristianismo había un precedente de

morir por los demás, Cristo.

De lo que no se cansaba la guía de decir a cada paso que dábamos, era

que la vida en los campos no tenía ningún valor, pues para los fanáticos

responsables de los campos, sino eras de la raza aria, valías más muerto que

vivo y claro, pregunta que surge, por qué, y ahí va la respuesta:

Para empezar, todo el ajuar traído al campo por los detenidos, era

acumulado en barracones que servían de almacenamiento, llamados en la

jerga del campo “Canadá”.

Unas compañías especiales de presos seleccionaban, en 35 barracones,

las grandes cantidades de vestidos, objetos de valor, divisas etc., los informes

periódicos con el estadillo de objetos saqueados, eran preparados por el

comandante de la SS responsable del campo. En uno de estos informes, la

estimación del valor de los objetos, divisas y joyas saqueadas alcanza la suma

de 178.745.960 marcos.

Pero la cosa no acaba aquí, pues lo más escalofriante es lo que hacían

con los restos de los cuerpos asesinados, y es que al entrar el ejército soviético

encontró en los almacenes, al proceder a la liberación del Campo, cerca de

123

7.000 Kg. de pelo humano, empaquetado en sacos de papel (con un peso

medio de 25 Kg. cada uno).

Era sólo un resto, que las autoridades del Campo no tuvieron ya tiempo

de enviar a las fábricas situadas en Baviera, para su transformación (empresa

Alex Zink). Los pelos eran vendidos al precio de 50 pfenigs por Kg.

Con los pelos se fabricaba una especie de sayas.

Los dientes postizos construidos con metales preciosos, eran

arrancados y fundidos en lingotes y enviados a la Administración principal

Sanitaria de la SS.

Con las cenizas que quedaban después de la quema, se abonaban los

campos de cultivo, eran enterradas en fosas o arrojadas a los estanques

próximos.

Pero todo lo que ocurría en los campos era estrictamente secreto. Tanto

es así, que una parte de los presos seleccionados de un transporte recién

llegado era destinada por la SS a trabajar en una compañía especial. Su

trabajo consistía en vaciar las cámaras de gas y en quemar los cadáveres.

Como estaban enterados del “secreto”, a ellos también, después de

algún tiempo, se les llevaba a las cámaras de gas y en su lugar se destinaban

otros nuevos presos, recién llegados.

Nos comenta la guía, que gracias al testimonio de algunos de estos

“trabajadores” que pudieron sobrevivir burlando a las SS, se han podido

conocer los detalles tan macabros de lo que allí dentro sucedió.

Y, salvo los que allí vivieron, no tendremos ni la más remota idea de lo

que es vivir un día sin futuro, lo que es vivir deseando morir porque es más

doloroso seguir vivo, no sabremos cómo se siente alguien cuando no sabe si la

cara que le mira es la última que verá ese día, no sabremos nunca qué es

haber perdido toda esperanza.

124

Una vez terminada la visita y con el estremecimiento dentro de nuestro

cuerpo, al grupo, sólo se nos ocurrió rezar una oración, en memoria de todos

los seres que por allí pasaron.

El grupo dirigido por el sacerdote Jesús, en oración por los seres que por allí pasaron

Esa es la visión de un viajero que se acerque hoy a Auschwitz, o a

cualquier campo de concentración, pero lo que vieron:

El día 27 de enero de 1945, cuando llegaron los soldados del Ejército

Rojo, los primeros que iban a liberar un campo de exterminio nazi, y

comprobar que solo 7000 seres de los cientos de miles que habían pasado por

allí, podían franquear las puertas del campo y sentirse libres, me imagino por

un momento el cúmulo de emociones y sentimientos que debieron sentir,

inexplicable con palabras.

Los jóvenes soldados soviéticos descubrieron un espectáculo dantesco.

Allí estaban los supervivientes del horror nazi, que vagaban moribundos, casi

desnudos, por la amplia plaza del campo mientras el termómetro marcaba -30°

C; allí estaba el patíbulo, que en numerosísimas ocasiones había servido para

segar las vidas de cientos de polacos, mudo testigo de unos hechos

125

difícilmente creíbles; allí estaba la cámara de gas, sofisticada habitación de la

muerte, que en los últimos meses de 1944 había consumido la escalofriante

cantidad de 200 víctimas por hora; y, finalmente, allí estaba el horno

crematorio, con su erguida chimenea aún humeante, donde las SS habían

intentado borrar todo rastro de su barbarie, pero sin conseguirlo, porque los

85.000 cadáveres que pretendían hacer desaparecer en el momento de la

liberación del campo eran demasiados para la capacidad del horno. Así pues,

los rusos encontraron también miles y miles de cadáveres amontonados

formando un amasijo de brazos, piernas y cabezas.

Y en el mes de abril, tras la llegada de los blindados americanos al

campo de Buchenwald, cerca de Weimar, el general Eisenhower comprobó con

sus propios ojos hasta dónde fueron capaces de llegar los nazis en su

desprecio por la vida de los seres humanos.

La historia de los campos de concentración nazi comienza poco después

de que Hitler fuera nombrado canciller del Reich el 31 de enero de 1933; su

existencia obedece al propósito de eliminar a la oposición política.

Al principio, Hitler introdujo la "Schutzhaft" (custodia preventiva) como

excusa para encerrar en los campos elementos no gratos para el régimen; más

adelante no tuvo escrúpulos para eliminarlos.

126

En marzo de 1933, con motivo de la puesta en servicio de los primeros

campos –Oranienburg y Dachau–, Hitler definió así la función de estos

establecimientos:

“La brutalidad inspira respeto”

Las masas tienen necesidad de que alguien les infunda miedo y las convierta

en temblorosas y sometidas. No quiero que los campos de concentración se

conviertan en pensiones familiares.

El terror es el más eficaz entre todos los instrumentos políticos... Los

descontentos y los desobedientes se lo pensarán dos veces antes de

enfrentarse con nosotros, cuando sepan lo que les espera en los campos de

concentración.

Agrediremos a nuestros adversarios con brutal ferocidad y no

dudaremos en doblegarlos a los intereses de la nación mediante los campos de

concentración.

No cabe la menor duda que quienes fueron delegados por Hitler para

este cometido cumplieron fielmente los deseos de su jefe.

127

En un principio, los campos se hallaban bajo el control de la SA

(«Sturm Abteilung», sección de asalto), tropas de choque que acabaron por

ser anuladas después de un sangriento ajuste de cuentas con las SS durante la

célebre «Noche de los cuchillos largos», el 30 de junio de 1934.

La SA fue, por tanto, la encargada de instaurar el terror mediante

asesinatos masivos en los primeros campos de concentración.

El comandante de Dachau, Theodor Eicke, redactó de forma

escrupulosa un reglamento cuya letra y espíritu legitimaban estos asesinatos.

Tras la desaparición de la SA, Hitler asignó a las SS («Schutz-Staffeln»,

escuadras de protección) el control de los campos y Heinrich Himmler se

encargó de organizarlas. Con tal fin creó unos destacamentos destinados al

servicio de custodia de los campos, las «Totenkopfverbánde» (formaciones de

la calavera), reclutadas entre los nazis más fanáticos.

Las primeras remesas de prisioneros llegadas a los campos fueron

obligadas a trabajar bajo una disciplina durísima y en unas condiciones

inhumanas para levantar y ampliar los establecimientos.

Aquéllos que no eran capaces de soportarlo morían sin remedio o eran

fusilados; sin embargo, en ningún caso se revelaba la verdad sobre los

fallecidos.

Un millón y medio de personas, judías en su mayoría, pero también

gitanos, eslavos, deficientes mentales, desviados sociales y cualquier grupo

que el nazismo considerara subhumano, fueron asesinados en Auschwitz como

parte de la solución final.

Sólo espero que no se repita la historia y en algún momento de nuestro

futuro el trabajo no nos haga libres, otra vez.

128

3.3.2. La Posguerra

3.3.2.1. La Posguerra para los supervivientes Judíos

Entre 40.000 y 100.000 judíos polacos sobrevivieron al holocausto en

Polonia escondidos o uniéndose a grupos partisanos polacos o soviéticos.

Otros tantos, entre 50.000 y 170.000 fueron repatriados desde la Unión

Soviética después de la guerra y entre 20.000 y 40.000 desde Alemania

(Supervivientes de los campos sobre todo).

Así las cosas nada más acabar la guerra había en Polonia entre 180.000

y 240.000 judíos situados sobre todo en las ciudades de Varsovia, Cracovia,

Łódź y Breslavia.

Prácticamente nada más acabar la guerra los judíos empezaron a

abandonar Polonia, para empezar una nueva vida en el Mandato Británico de

Palestina.

Para aquellos judíos que se quedaron, la reconstrucción de la vida judía

en Polonia quedó a cargo del Comité Central de los Judíos Polacos que entre

Octubre del año 1944 y 1950 ofreció ayuda legal, educacional, seguridad social

y servicios propagandísticos a la comunidad judía.

Un buen número de judíos polacos participaron en el establecimiento del

régimen comunista en el país entre 1944 y 1956, ocupando, entre otros,

puestos prominentes en el Politburó del Partido Unificado de los Trabajadores

Polacos,

También otros judíos ocuparon puestos diplomáticos y en la inteligencia,

como Marcel-Reich-Ranicki.

129

En esta época se fundaron algunas instituciones culturales judías,

incluyendo el Teatro Estatal Yiddish fundado en 1950 y dirigido por Ida

Kaminska, el Instituto Histórico Judío, una institución académica especializada

en la investigación de la historia y la cultura de los judíos polacos, y también se

fundó un periódico en yiddish Folks-Shtime ("La voz de la personas").

1967–1989

En 1967, después de la Guerra de los Seis Días que enfrentó a Israel

con los estados árabes, Polonia rompió con las relaciones diplomáticas con

Israel.

En el año 1968 la mayoría de los 40.000 judíos que aun quedaban en

Polonia estaban fuertemente asimilados en la sociedad polaca, pero durante

ese año los judíos fueron víctimas de una campaña organizada por el estado

que partía de la base de que las personas con orígenes judíos eran con

seguridad simpatizantes del Sionismo y por lo tanto desleales a Polonia.

En marzo del año 1968 en Varsovia sucedieron una serie

manifestaciones estudiantiles causadas por el descontento de la población con

el régimen comunista.

La Crisis Política Polaca de 1968 le dio al gobierno de Gomułka una

oportunidad para redirigir el sentimiento antigubernamental de la población

hacia otro lado.

Así su jefe de seguridad, Mieczysław Moczar, aprovechó la situación

para desatar una campaña estatal antisemíta en la prensa.

Esta campaña estatal "Antisionista" derivó en la expulsión de los judíos

del Partido Polaco de los Trabajadores (El partido único) y de los pocos

catedráticos o profesores judíos que quedaban en los colegios y en las

universidades.

130

Así debido a toda esta presión 25.000 judíos se vieron forzados a

emigrar entre 1968 y 1970.

La Crisis Política Polaca de 1968 trajo muchas consecuencias, los

hechos y la campaña antisemita posterior dañaron mucho la reputación de

Polonia en el extranjero, sobre todo el los Estados Unidos.

Muchos intelectuales polacos se opusieron a la campaña antisemita del

estado. Muchas de las personas que emigraron desde Polonia hacia los países

capitalistas en esta época (Judíos y no judíos) fundaron organizaciones

políticas de oposición al régimen comunista polaco que además dieron fuerza a

la oposición dentro del país.

Durante la década de los setenta muchos activistas judíos se unieron a

la oposición clandestina anticomunista.

Cuando el régimen comunista en Polonia cayó en 1989 solo quedaban

en Polonia entre 5.000 y 10.000 judíos, muchos de ellos además ocultaban sus

orígenes.

Desde 1989

Desde la caída del comunismo en Polonia la vida cultural social y

religiosa judía ha ido renaciendo poco a poco.

Muchos acontecimientos históricos relacionados con la II Guerra Mundial

y la época comunista que habían sido ocultados por la censura comunista han

sido redescubiertos y estudiados públicamente.

Al mismo tiempo la vida religiosa judía ha ido reviviendo con la ayuda de

la Fundación Ronald Lauder, la comunidad judía polaca emplea dos rabinos,

dirige una pequeña red de colegios judíos y campamentos de verano y sostiene

algunas publicaciones periódicas a la vez que organiza varios eventos.

131

En 1993 se estableció la Unión de Comunidades Religiosas Judías de

Polonia con la intención de organizar la vida religiosa de los miembros de las

comunidades del país.

También se han establecido programas de estudios de judaísmo en la

Universidad de Varsovia y en la Universidad Jagiellonian de Cracovia que

tratan temas sobre la cultura y la historia judía dirigidos a un alumnado casi

totalmente católico.

Además el gobierno polaco va a financiar la construcción de un museo

sobre la historia de los judíos polacos en la ciudad de Varsovia

De entre los países del Bloque comunista que habían roto sus relaciones

diplomáticas con Israel en 1967 a consecuencia de la Guerra de los Seis Días

(Todos los países comunistas excepto Rumanía) Polonia fue el primero en

reanudarlas en 1986 y en recomponerlas totalmente en 1990.

Las relaciones gubernamentales entre Polonia e Israel han ido

mejorando poco a poco como resultado de visitas mutuas de los presidentes y

de los ministros de exteriores de ambos países.

Ha habido un gran número de acontecimientos para recordar el

Holocausto en Polonia en los últimos años.

En septiembre del año 2000 gobernantes de Polonia, Israel, Los Estados

Unidos y otros muchos países (incluyendo por ejemplo el Príncipe Hassan de

Jordania) se reunieron en la ciudad de Oświęcim (Al lado del emplazamiento

del campo de concentración de Auschwitz) para celebrar la apertura de la

reconstruida Sinagoga Chevra Lomdei Mishnayot y el Centro Judío de

Auschwitz.

Esta sinagoga fue la primera propiedad comunitaria en ser devuelta a la

comunidad judía en todo el país gracias a una ley de 1997 que permite la

devolución de las propiedades judías a la comunidad.

132

Adicionalmente desde 1997 se viene celebrando todos los años la

Marcha de la vida, una caminata desde Auschwitz hasta Birkenau para honrar y

recordar a todas las víctimas del holocausto y en la que suelen participar

jóvenes polacos, católicos y judíos, y jóvenes judíos de todo el mundo, sobre

todo de Israel y de los Estados Unidos.

También hay actividades más generales como el Festival de Cultura

Judía de Cracovia que también se celebra todos los años.

3.3.2.2. La Posguerra para el Pueblo Polaco

Orden cronológico de los principales acontecimientos desde 1944 hasta

hoy.

Año 1944

Entre el 1 de agosto y el 2 de octubre se produce la Insurrección de

Varsovia.

Su fin principal es librar a la capital del poder alemán y lograr la

soberanía. La insurrección es sofocada, Varsovia queda destrozada.

En 1944 se instauró un gobierno de corte soviético. En las primeras

elecciones los comunistas obtuvieron el 90% de los votos, arrancando la

denuncia de Estados Unidos y Gran Bretaña y procediéndose a expulsar a

todos los alemanes del territorio polaco. La historia posterior de Polonia es una

incesante lucha por la libertad contra la dictadura comunista.

133

Año 1945

El Ejército Rojo entra en Polonia. El gobierno en el exilio vuelve de

Londres, pero Polonia se encuentra bajo la dominación soviética. A

consecuencia del traslado de las fronteras polacas al oeste, los polacos del

territorio polaco en el Este son desplazados a los terrenos que antes

pertenecían a Alemania (Wroclaw, Gdansk, Szczecin).

Año 1955

Como respuesta a la creación de la OTAN, se firma el Pacto de

Varsovia, que es un acuerdo militar de los países de Europa Central y del Este

(RDA, Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Bulgaria, Rumania y Albania), que se

encuentran bajo la dominación de la Unión Soviética. En este mismo año

termina la construcción del Palacio de Cultura y Ciencia, el símbolo del

Estalinismo.

Año 1956

En Poznan se convocan huelgas y manifestaciones de obreros en contra

del gobierno. Después de la muerte de Stalin.

Año 1978

El día 6 de octubre, un cardenal de Cracovia, Karol Wojtyla, es elegido

Papa y toma el nombre de Juan Pablo II. Es el primer Papa a partir del Siglo

XV que no es italiano.

134

Año 1980

Las huelgas de Gdansk dan pie a una ola de manifestaciones en todo el

país. El sindicato de los obreros del astillero de Gdansk, llamado Solidarnosc

(Solidaridad) encarna las esperanzas de los polacos en cuanto a las libertades

políticas y económicas.

Año 1981

El día 13 de diciembre, el general Wojciech Jaruzelski declara el estado

de guerra. Se establece el toque de queda, se disminuyen las libertades civiles.

Según lo que más tarde declararon las autoridades comunistas, el estado de

guerra tenía como fin prevenir la intervención armada de otros países del Pacto

de Varsovia.

Año 1989

Se celebran los debates de la Mesa Redonda, que a través de la

negociación y el consenso entre los comunistas gobernantes y la oposición

anticomunista llegaron al acuerdo de que el Partido Comunista permitiera

organizar elecciones libres, desde ese momento se encauzo la ruta polaca

hacia la democracia, la libertad y su independencia.

Año 1991

Es disuelto el Pacto de Varsovia. Es también el fin oficial de la guerra

fría.

135

Año 1998

Polonia entra en la OTAN.

Año 2004

El día 1 de mayo, Polonia entra a formar parte de la Unión Europea.

136

CAPÍTULO IV. DISCUSIÓN PERSONAL

Llegar hasta aquí no ha sido una travesía fácil, me pasa un poco como a

los polacos, que hoy después de todas las turbulencias pasadas gozan de

cierta tranquilidad.

Me pregunto si hubiera sido mejor saber lo que no tenía que hacer, y

haberlo dejado por el camino, pero a lo hecho pecho y ahora ya está

terminado, por lo menos para mi.

Pero me he dado cuenta que, los por qué nunca se acaban y las

respuestas que encuentras te abren las puertas a otros por qué y así

sucesivamente……. Porque la verdad absoluta nunca la encuentras y puedes

estar toda tu vida buscando y con mucha suerte encontrando, pero nunca te

puedes dar por satisfecho, para mi la vida es una búsqueda continua.

No obstante llega un momento en que tienes que parar, y aunque no te

sientas del todo satisfecho, sí te ayuda a decir hasta aquí he llegado el haber

hecho las cosas con honestidad, con el rigor que te permite la documentación

que te manejas y sobre todo con la conciencia de haberlo hecho lo mejor

posible dentro de tus escasas posibilidades.

Después de ver lo que ha dado de sí este trabajo, me asusta el pensar

lo atrevido que fui al iniciarlo. Ni yo mismo me creo todo lo que me ha

enriquecido, me ha hecho más humano, me ha ayudado a ver lo bonita que es

la vida a pesar de las dificultades por las que tenemos que pasar y sobre todo,

a valorar y respetar a los demás.

Ha conseguido que mientras iba respondiendo a mis por qué han

aflorado dentro de mi un cúmulo de sensaciones insospechadas, hasta el

punto de afectarme tanto lo que plasmaba sobre el papel, que en más de una

ocasión tuve la tentación de no seguir, pues hay pasajes que no podía

soportar.

137

Una autocrítica sobre el trabajo, es que no se qué he hecho:

¿Se puede calificar como un relato histórico? Si por historia

entendemos contar cosas del pasado, las cuenta, pero sería por mi parte muy

pretencioso calificarlo de un trabajo sobre la Historia de Polonia, ya que todo él

está confeccionado por retales históricos hechos por otros, que he ido

encontrando, cortando y cosiendo hasta llegar a confeccionar un traje de

diseño propio, que diera contestación a mis preguntas.

¿Se podría calificar de una guía turística? Por qué no, ya que te lleva de

la mano visitando los lugares más característicos, los describe y te recomienda

lo que hay que ver y visitar. Pero pienso que las habrá de mejores y hechas

con esa finalidad y por tanto para cumplir los mínimos requisitos para ser una

buena guía, debería haber ampliado los recorridos, hablar de la restauración y

monumentos más representativos, cosa que aquí ni por asomo se aparece.

¿Podría ser una crítica a todo lo ocurrido en la II Guerra Mundial? La

verdad es que todo el relato desde el inicio hasta casi el final que, gracias a

Dios, podemos decir que es un final feliz, da para hacer no una sino mil críticas.

Pero en ningún momento ha sido mi pretensión hacer una crítica, más bien he

intentado mostrar la realidad sin subjetivizar el relato, con el único deseo que

cada uno saque sus conclusiones.

Y si no he hecho una historia, una guía turística o una crítica, qué es lo

que he hecho, pues me quedo con el sentimiento con el que empecé, que

coincide con mi deseo, y que no es otro que, todo lo relatado sirva para hacer

un llamamiento a la Humanidad para que aprenda que “lo primero que debe

aprender, es a saber lo que nunca debe hacer”.

138

139

BIBLIOGRAFÍA

Referencias bibliográficas

- Auschwitz-Birkenau State Museum. Auschwitz 1940-1945. Guía del Museo.

- Johnson, P. (2007). Tiempos Modernos. Homo Legens.

- Kotańska A. (2007). Varsovia ayer y hoy. Parma Press.

- Sánchez, E. (1969). La Deportación. El horror de los campos de

concentración. Ed. Petronio. Barcelona.

- Vidal, C. (2006). La guerra que ganó Franco. Editorial Planeta, S.A.

Referencias cinematográficas

- El diario de Ana Frank (George Stevens, 1959)

- El juicio de Nuremberg (Stanley Kramer, 1961)

- La Lista de Schindler (Steven Spielberg, 1993)

- La vida es bella (Roberto Benigni, 1997)

- Karol: Un hombre que se hizo Papa (Giacomo Battiato, 2005)

- El niño del pijama de rayas (John Boyne, 2006)

- Karol II: El Papa, El hombre (Giacomo Battiato, 2006)

- Katyn (Andrzej Wajda, 2007)