LOS PALOMARES EN LA TIERRA DE CAMPOS PALENTINA

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LOS PALOMARES EN LA TIERRA DE CAMPOS PALENT INA M.a Elisa SANCHEZ SANZ. Fot o 1. Palomares circulares en Población de Campos a los que vuelven las palomas. Con estas notas queremos rese- ñar no sólo un tipo de edificación aux iliar que hemos visto desper- digado por esta región natural, si- no también todo el beneficio eco nómico que reportó la cons- tru cción y el uso de un palomar. Hasta hace pocos lustros era general que un matrim onio al ca- sarse adquiriese un pal omar, ya fuese por compra, herencia o const rucción de nueva planta, porque el palomar suponía una importante ayuda en los ingresos familiares, comenzando con dos parejas de palomas que iban re- produciéndose. Hoy, debido a la emigración por una parte, y a la instalación de palomares indus- triales por otra , los palomares ru- rales se han cerrado o se han hun- d ido y apenas se exp lotan (hay excepciones) irguiéndose solita- rios en las arcillosas tierras de es- tos campos marrones. y para acometer su estudio no sólo hemos vi sitado los paloma- res por fuera, ha habido también qu e penetrar en ellos y en la vida de las palomas y así hemos pasa- do del aspecto arqu itectónico al econó mico para comprende r su razón de ser. A.-Comenzamos dando a cono- cer algunos dato s sobre la vida de las palomas. La paloma, ave sen- cilla de costumbres y blanca en su plumaje, fue vista ya desde la ant igüedad como símbolo de la paz y del amor , de la dulzura y de la inocencia. Y la religión cristiana, con poste rio ridad , la asimiló a la fidelidad conyugal, a la resur recci ón, a la Ascens ión de Cristo , etc. Hemos sab ido de su vida y com por tamiento que la pareja se forma ya e nt re pichones ma- cho y hembra que se juntan en jaula o celda palomera y se les alime nta con cañamon es. Para que vayan haciendo el nido se les busca tomillo. El macho va ron dan do a la hembra, la persi- gue, la arrulla y, por fin, la cu- bre. Con el tomillo y con pajas hacen el nidal. En poner los hue- vos, la hembra tarda 21 días e inmediatamente com ienza la in- cubación, trabajo que comparte el macho con la hembra , turnán- dose. La crianza dura otros 21 días. Los palominos, que nacen desplumados, crían en segu ida pelusa, luego cañones y después plumas. Los padres les alimentan primero con una sustancia papi- llosa segre gada por las glándulas de sus papos; se guidamente con granos semiablandados y luego ya con granos reblandecidos en agua. Cuando cumplen 30 d ías empiezan a comer solos. A los 40 días ya son pichones (ya es- tán en fase de procrear) y poco después pasan a la categoría de palomos y palomas. La etapa de procreación va de junio a sep- tiembre con un inter valo de 21 días aproximadamente entre una y otra. Cada pue sta de huevos suele ser de do s por vez y ponen de cinco a seis veces por tempo - rada. Se emparejan fielmente cada año porque la pareja no se abandona ni se camb ia. La época de permanencia de las palomas en el palomar es de todo el año si está bien cuidado, y si está algo aba ndonado , esto es que no se las alimenta suficien- temente se van. Se marchan en octubre y vuelven en abri l. Estas palentinas emigran a zonas res- guardadas en los Picos de Europa. Su alimentación consiste en granos como son el yero, el "ti- tarro", la beza, la neguilla, el gui- sante burrero, la grancia de tri- go y la "alverjana" . Necesitan también alguna materia calcárea o cal de las paredes viejas para la formación de la cásca ra de los huevos. Se les da cañamones pa- ra acelerar la puesta. Beben agua. B.-Respecto al edificio, al palo- mar propiamente dicho , analiza- mas a continuac ión los elemen- tos que le caracterizan remitién- donos primero a sus orígenes que se documentan ya en textos del siglo XI al hablar de los " palum- bares" que existían en las "here- ditas" ; sin embargo, la posesión de un palomar fue desde antiguo un privilegio concedido a seño- ríos y comun idades religiosas, constitu y,endo un "derecho de palomar '. En época medieval los dos tipos de palomares conoc idos son ya prácticamente semejantes a los actuales. Existían los llama- dos de " pies" o "pilares", co ns- tru idos en las cercanías de las ca- sas, sob re pilares, oc upando las palomas la parte alta y sirviendo de gallinero o establo la parte ba- ja. El otro tipo era el llamado de "torre" o de "fuga", constr uidos en desp ob lad o y a veces en las lindes de los territorios somet i- dos a la jurisdicción del señor, de forma circular o rectángular con puerta y con ven ta nilla s en la parte alta. Ambos tenían las pa- redes interiores oradad as con los nidales. El dere cho de pa loma r quedó abolido en Europa al mis- 11

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LOS PALOMARESEN LA TIERRA DE CAMPOS PALENTINA

M.a Elisa SANCHEZ SANZ.

Fot o 1. Palomares circulares en Población de Campos a los que vuelven las palomas.

Con estas notas queremos rese­ñar no sólo un tipo de edificaciónaux iliar que hemos visto desper­digado por esta región natural , si­no tambié n todo el beneficioeco nómico que reportó la cons­trucción y el uso de un palomar.

Hasta hace pocos lustros erageneral que un matrimonio al ca­sarse adquiriese un palomar, yafuese por compra, herencia oconstrucción de nueva planta,porque el palomar suponía unaimportante ayuda en los ingresosfamiliares, com enzando con dospare jas de palomas que iban re­produciéndose. Hoy, debido a laemigración por una parte, y a lainstalación de palomares indus­t riales por otra, los palomares ru­rales se han cerrado o se han hun­dido y apenas se explotan (hayexcepciones) irguiéndose solita­rios en las arcillosas t ierras de es­tos campos marrones.

y para acometer su estudio nosólo hemos visitado los paloma­res por fuera, ha habido tambiénqu e penetrar en ellos y en la vidade las palomas y as í hemos pasa­do de l aspecto arquitectónico aleconómico para comprender surazón de ser.

A.-Comenzamos dando a cono­cer algunos datos sobre la vida delas palomas. La paloma, ave sen­cilla de costumbres y blanca ensu plumaje, fue vista ya desde laantigüedad como símbolo de lapaz y del amor, de la dulzura yde la inocencia. Y la religióncrist iana , con posterioridad , laasimiló a la fidelidad co nyuga l, ala resur rección, a la Ascens ión deCristo, etc.

Hemos sab ido de su vida ycom portamiento que la parejase fo rma ya entre pichones ma­cho y hembra que se junta n enjaula o celda palomera y se lesalime nta con cañamones. Paraque vayan haciendo el nido seles busca tomillo. El macho varon dando a la hembra, la persi­gue, la arrulla y, por fin, la cu­bre. Con el tomi llo y con pajas

hacen el nidal. En poner los hue­vos, la hembra tarda 21 d ías einmediata mente comienza la in­cubación, trabajo que comparteel macho con la hembra, turnán­dose. La crianza dura otros 21días. Los palominos, que nacendesplumados, crían en seguidapelusa, luego cañones y despuésplumas. Los padres les alimentanprimero con una sustancia papi­llosa segregada por las glándulasde sus papos ; seguidamente congranos semiablandados y luegoya con granos reblandecidos enagua. Cuando cumplen 30 d íasempiezan a comer solos. A los40 días ya son pichones (ya es­tán en fase de procrear) y poc odespués pasan a la categor ía depalomos y palomas. La etapa deprocreación va de junio a sep­tiembre con un intervalo de 21días aproximadamente entre unay otra. Cada puesta de huevossuele ser de do s por vez y ponende cinco a seis veces por tempo­rada. Se emparejan f ielmentecada año porque la pareja no seabandona ni se cambia.

La época de permanencia delas palomas en el palomar es detodo el año si está bien cu idado,y si está algo abandonado, estoes que no se las alimenta suficien­temente se van. Se marchan enoctubre y vuelven en abri l. Estaspalentinas emigran a zonas res­guardadas en los Picos de Europa.

Su alimentación consiste engranos como son el yero, el " ti-

tarro", la beza, la neguilla, el gui­sante burrero , la grancia de tri­go y la "alverjana". Necesitantambién alguna materia calcáreao cal de las paredes viejas para laformación de la cásca ra de loshuevos. Se les da cañamones pa­ra ace lerar la puesta . Beben agua.

B.-Respecto al ed ificio, al palo­mar propiamente dicho, analiza­mas a continuación los elemen­tos que le caracterizan rem it ién­donos primero a sus orígenes quese documentan ya en tex to s delsiglo XI al hablar de los " palum­bares" que exist ían en las " here­ditas" ; sin embargo, la posesiónde un palomar fue desde antiguoun privileg io concedido a seño­r íos y comun idades religiosas,constituy,endo un "derecho depalomar '. En ép oca med ieval losdos t ipos de palomares conocidosson ya prácticamente sem ejantesa los actuales. Exist ían los llama­dos de " pies" o " pilares", co ns­tru idos en las cercan ías de las ca­sas, sob re pilares, oc upando laspalomas la parte alta y sirviendode gallinero o establo la part e ba­ja. El otro t ipo era el llamado de" to rre " o de "fuga", construidosen desp ob lad o y a veces en laslindes de los territo rios somet i­dos a la jur isdicción del señ or , deforma circular o rectángular conpuerta y con ven tanillas en laparte alta . Ambos ten ían las pa­redes interiores oradad as con losnidales. El derecho de paloma rquedó abolido en Europ a al mis-

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mo tiempo que se abolieron losfueros pero muchos terratenien­tes siguen en posesión de estospalomares explotando los pro­ductos por su cuenta o en apar­cería con sus colonos.

En cuanto al material construc­tivo hemos visto como general i­dad el uso del tapial, del adobe yde los sillares en algunos casos.También se ha empleado el ladri­llo pero hoy se ha abandonado"porque no resulta". A veces, so­bre el tapial o el adobe se aplicauna capa de "trulla" (mezcla debarro y paja) por todo el exteriordel edificio, o simplemente, unacapa de cal para blanquearlo. Ypor dentro se da una capa de ye­so tosco. Apenas se util iza la ma­dera. Así, un palomar se disponeen su primer cuerpo sobre unabase de piedra de 1,50 m hechacon sillares sobre la que se levan­ta otro segundo cuerpo de tapialo de adobe de unos 3 m. de altu-

Foto 2. Palomar rectangular con tabique central.

ra y se remata con tejado a unao varias vertientes con te jas curovas colocándose sólo por su partecóncava, esto es las canales o"ríos". Otras veces, se prescin­de de los sillares en la base y eltapial o el adobe reposa directa­mente sobre el suelo.

La localización recomendabanlas crónicas medievales que fueseen un lugar alto para que los pi­chones cuando sal ían por prime­ra vez pudiesen reconocer el te­rreno y se "aquerenciasen" almismo. Sin embargo, en tierras

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palentinas tanto están en el inte­rior del pueblo como disemina­dos por la llanura, a bis afuerasdel lugar y en muy pocas ocasio­nes se elevan sobre algún altozano.

La orientación siempre ha es­tado basada en aprovechar el ma­yor número posible de horas desol para que éste penetre en .elpalomar y procurando que nohaya corrientes de aire, orientán­dose por tanto, al sur ("a medio­día Olí para resguardar a las palo­mas del viento frío o "cierzo"(así denominado en las localida-des recorridas). .

La tipología de estas construc­ciones que sirven de cobijo a laspalomas es muy amplia dividién­dose en cuatro tipos base: circu­lares, cuadrados, rectangulares yoctogonales pero que puedensubdividirse todavía más de acuer­do con la forma de estar cubier­tos. Así establecemos:

a) Circulares- Cubierto con tejado a una

vertiente en declive .- Cubierto con tejado a una

vert iente y con torre.- Descubierto, con "patín"

y con tejado anular a unavertiente.

b) Cuad radas- Cub ierto con dos , tres y cua­

tro tejados escalonados y acuatro vert ientes.

c) Rectangulares- Cubierto con te jado a una

vertiente en declive.- Cubierto con tejado a una

vertiente en declive y tabi­que central.

d) Octogonales- Descubierto, con "patín" y

a una vertiente.

Las dimensiones oscilan entrelos 3 m. y los 6 m. de altura y los4 m. o 5 m. de anchura. Para loscirculares el diámetro puede serde 8 m.

Las partes de un palomar pordentro son: el "cuerpo" o pare­des del palomar que están estruc­turadas de la siguiente manera:cada lado de la pared consta de100 ó 150 nichos pequeños de0,15 m. de profundidad forman­do una oquedad donde se insta­lan las palomas que son llamados"garitas", "boquillas" u "oracas",que siempre son utilizados porla misma paloma ya que cría enél ; el patio o "patín" con undesagüe o "albañal" en el casode que esté descubierto; y los"cebaderos" colocados sobre ta­blas en la parte alta del palomar alos que se acced ía antiguamentepor escalera de madera que gira­ba alrededor de un eje centralque servía al mismo tiempo paralimpiar las "garitas" y para reco­ger la "palomina" y hoy por es­cala de cuerda o ayudándose delas mismas "boquillas" en las quese apoyan. Por fuera, los paloma­res son lisos y se rematan con untejado en el que sólo se colocantejas cóncavas unidas a él conyeso . El motivo de que sólo secoloquen los "ríos" y no las "ta­pas" o cobijas se debe a que co­mo en invierno las palomas pasanel mayor número de horas posi­ble al sol, salen al tejado- y all ídepositan buena parte del excre­mento que es utilizado después;por tanto, los palomeros han co­locado los "ríos" muy juntos pa­ra que se pueda barrer en ellosfácilmente el excremento y "bar­cien" a un canalón de cinc. Tie­ne, además, este tejado unas pe­queñas ventanas o tragaluces pordonde pueden entrar o salir laspalomas.

Respecto a la decoración estámuy generalizado el empleo de labarandilla remantando la edifica­ción hecha con ladrillos rojos (a

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Foto 3. " Garitas" en los anillos concéntricos que forma n un palomar circu lar .

veces encalados) que se prestan aun sin fin de combinaciones des­de los que forman simp les cua­drados hasta los que se disponenen forma de ret ícula. Hay tam­bién contrafuertes que no tien enninguna finalidad construct iva.En much os casos ex isten unas pa­lomas de yeso o cemento clava­das en un hierro y que remata nel palomar (otras veces sólo es unpalo con un bote) que si bien sonmotivos decorativos la finali dades servirles de or ientación a laspalomas para que sepan volver.Otra decoración son unos simplesboliches de piedra o de cementoque tamb ién se ponen en las es­quinas del tejado del palomar. Enmuchos casos , los palomares es­tán encalados o enlucidos. La es­casa madera que presentan (la

puerta de entrada y las tablas delos "cebaderos") se pinta en oca ­sion es en color verde. Por dentro,las "garitas" suelen te ner un pe­queño revoco de cal para desta­car el agujero.

C.- Para fina lizar habr ía queapuntar algunos datos sobre losbeneficios económicos que el pa­lomar ha reportado desde muyantiguo, en función de los cualesha girado su ex plotación aprove­chándose el excremento de la pa­loma o " palomina" y criándosepichones para su venta. Este ex­cremento, deb ido a que la palo­ma se alimenta cas i exclusiva­mente de granos, es un abonomuy fuerte en el que predominael amon íaco y los hidratos de

carbono y que hay que empleardiluido en agua o regar inmedia­tamente después de ser disem ina­do . Esta " palomina" se empleacomo abono para sembrar; "ti­rándola a voleo" sobre el terrenoen puñados regu lares y a vecesmezclándola con ceni za. Se em­plea sobre todo en horticul t urapues las hortalizas se beneficiande su acción , muy especialmentelas coles, las calabazas y los pe­pinos. Igualmente se emplea paraabonar plantaciones de lino, fru­ta les y flores. Usada también enel cultivo de cereales se evita ,sin embargo, el abonado del tri ­go con ella pues su fuerza es tangrande que la harin a con vert idaluego en pan pud iese saber a " pa­lom ina". Debe ser uti lizada enotoño o invierno, en meses lluvia-

sos sobre tod o, poco ant es deque llueva o inmediatamen te des­pués de caer la lluvia. Y su acciónno sólo se deja sentir en la cose­cha del año, sino también en lade l siguiente. Para la extracciónde l abono los palomares se ba­rren dos o tres veces al año y la" palomina" recogida se extiendeal sol para que se seque de formamuy ráp ida o se extiende en co­bert izos aireados si es que se de­sea una desecación más lenta.Cuando ya está seca se la reducea polvo que se obtiene a golpesde pala o por medio de un rod i­llo y después se amontona en al­macenes, a poder ser en cajas demadera o en barriles viejos, ya queen sacos, de bido a la fuerza delabono, pue den q uemarse éstos.

También los palomares se si­guen utilizando para criar picho­nes que se venden como alimen­to de lujo en las t iendas de Avesy Caza. Para el buen paladar haydiferencias entre la paloma bravay la mansa como son el co lor dela carne y la dureza. Otros palo­mares se están especializando enla cría de pichones para el t iro alplato. Y hay quien amaestra pa­lomas mensajeras .

La venta de todo ello ha su­puesto siemp re un incremento enel presupuesto familiar, hab ién­dose obten ido una importan teganancia con la venta de la " pa­lomina" a los hortelanos , llegán­dos e a pagar tres pesetas por ki­lo en los años sesenta.

No obstant e, los palo meroscuen tan que "cuesta dinero man­tener un palomar y que ya no esrentab le" . Por otra parte, cuen­tan , qu e hay palomeros que suel­tan los "ladr ones de palomares"esto es palomos que se llevan asu palomar las palomas de otro uot ros, con lo que hay palomaresqu e se extinguen. Y además, alhab er cortado los chopos de lacarretera los grajos van a los palo­mares a comerse los huevos de laspalo mas. Se mantienen todav íay, parece que van en auge, lospalo mares industriales.

NOTA: Existe una superstición muy ext en­dida entre los palomeros: no dejan visitarun palomar por la tard e ya que si se abrepor la tarde las palomas se asustan y no vuel·ven a él. Por eso se les echa de comer a prl­mera hora de la mañana.

BIBLlOGRAFIA

FEDUCHI , Luis. " Arquitectura Popu­lar Española". Barcelona. Ed. Blume1974, I tomo, pág. 36 Ypág. 121.

FLORES, Carlos. " Arquitectura popu ­lar española". Madrid. Ed. Aguilar 1973II1 tomo. pp. 88-89.

REPRESA, Armando. "Valladolid [Vi­da y cultura españolas)". Ed. la Mu·rella. pp. 13·14.

TORRES BALBAS, Leopoldo. " La vi·vienda popular en España" . Barcelona.Ed. Alberto Martín. Tomo 111 del" Folklore y costumbres de España",pp. 392-393.

Palomeros de la Tierra de Campos Pa­lentina. Diccionario Enciclopédico Es­pasa-Carpe. Tomo 41.

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