Los ojos de la Gata

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Homenaje a Juan Pablo de Avila

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"Los Ojos de la Gata”Homenaje a Juan Pablo de Avila

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DIECISIETEPor Evangelina Terán Fuentes.

Amado mío,

cómo escribir si mis dentros languidecen.

Cómo escribir si la devastación me corroe.

Amado mío,

todo es nubarrón. El negro de nuestra casa

ha sido enlutado.

La cama, inmisericorde, se agrandó.

Tu foto me perturba, me excita, me enoja.

Cuántas lágrimas derramadas a lo cabrón.

Cuántas lágrimas desvanecidas en tus

poemas, en tus libretas, en nuestras fotos;

cuántas lágrimas diluidas en este teclado.

No se vale lo que me hiciste amado mío,

no se vale. Le muevo un poco y mis nostalgias me

invaden ante el cúmulo de recuer-

dos. 17 años. 17 años de plena inten-

sidad. 17 años de lucha en co-

mún, de AD, del FZ, del movi-

miento anarko punk. 17 años

de utilizar la pluma para la

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expresión.17 años de acompañarnos a contra-

corriente, de aguerridas discusiones roneras,

de pasional poesía, de ensimismadas cavila-

ciones, de Eric Clapton, tú y yo.

17 años de compartir con Juan y Euge en dia-

léctico cariño. 17 años de Ela, de Simón, de

Perlita, de Patricio, de Rosita…

17 años de viernes para los dos, de noches

vehementes, de lujurias alucinantes, de em-

briagadores amaneceres, de perfume de gar-

denias, de pasión desbordada, de ternura acu-

mulada. 17 años de amorosa compañía, 17 años de tan-

to y tanto amor…

Y quisiera “volver a los 17” para revivir estos

últimos 17. Y quisiera que fueran 17 más, como

era nuestro plan. Y quisiera… pero ante lo im-

posible mejor me voy a la terraza, miro a El

Muerto, y siento que tu esencia, caudalosa,

deambula por mis venas; y me nutro de tus

cenizas que se confunden con tu huizache,

y me imagino que estás aquí, amado mío,

en mí, 17 años más.

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El ojo izquierdo | Rubén Chávez Ruiz Esparza

“No te preocupesmientras no destapes tu ojo izquierdoque te une a la eternidad”

Juan Pablo de Ávila

No te preocupes, Juan Pablo, somos tu ojo izquierdo,tu ojo insomne, tu ojo lloroso, tu ojo roto, tu ojomil veces repetido y nunca así gastado, tu ojorepartido a miradas llenas, tu ojo, hermanoque has visto, de ser vista a visitado, tu ojode izquierda abismada, somos tu ojo.

Somos tu ojo izquierdo y su derecho a reclamarlo.

Somos tu chispazo de garra y de caricia, el ojolleno de dolor y cera caliente de velado, ojode abolida cal, sin prisa para esconderseal tiempo incensario, al tiempo andénde otros ojos, encendidos a tu camaque nos despierta: todos párpados, todas pupilas, todo enojos y en ojos.

Somos tu ojo izquierdo y su derecho a reclamarlo.

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Juan Pablo de Ávila

gustaba de coleccionar libritos de oraciones

para después dibujar sobre ellos y expresar de

manera gráfica sus ideas anti religiosas y anti

clericales, estasson algunas de sus

ilustraciones.

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Juan Pablo de Ávila

gustaba de coleccionar libritos de oraciones para después dibujar sobre ellos y expresar de manera gráfica sus ideas anti religiosas y anti clericales, estasson algunas de sus ilustraciones.

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Por Eugenia Solís Terán

Lunes, 5:30 a.m., suena el despertador, se abren las llaves de

la regadera y se escucha el sonido de la cafetera a lo lejos. El

Juampis se levanta para ir a la secundaria, se calza los zapatos

que llevan como nueve años de no ser cambiados, incluso, ya

tienen el espacio perfecto para sus callos y juanetes. Y de sus

calcetines, ni hablar, Siempre rotos y acomodados en un enor-

me cerro en la esquina de la sala. 6:30 a.m., Juampis se va. 7:00

a.m. Juan y yo nos despertamos. Mamá Eva está en San Luis

en una capacitación, nos ponemos el uniforme de la prima-

ria y vamos al comedor, entonces un papel en la mesa que,

con dibujos de ojos haciendo una especie de marco dice:

“JUAN, EUGE, LES DEJÉ SERVIDA SU LECHE, SE LA TOMAN

TODA, AHÍ ESTAN 10 PESOS PARA CADA UNO.

CON CARIÑO: JUAMPISTOLAS”

LUNES

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Nos vamos a la primaria.

Lunes, 5:30 a.m., suena el despertador, se abren las

llaves de la regadera, se escucha el sonido de la cafetera a lo lejos. En

esta ocasión café para tres. Nos levantamos para ir a la secundaria,

el Juampis dice: “¡Al agua patos!” y, tenemos que tomar turno para

bañarnos, uno de tras del otro. Salimos del departamento como

zombies, y ahí vamos en silencio, siempre en silencio camino a la

secundaria.

Ese lunes, examen de historia, salón 1A, como maestro, Juan Pa-

blo de Ávila Amador, nos entrega la hoja y las instrucciones si-

guientes:

“CONTESTA PRECISA, MASIZA Y CONCISAMENTE LAS SIGUIEN-

TES PREGUNTAS”

En seguida, la sección de la sopa de letras y como no estudié

me fijo en lo que dice cada línea, en la primera horizontal me

encuentro con esta frase:

Q D F G H T I L O V E Y O U E V A D G R F D A D

Por fin, paso la sopa de letras encontrando “formas de orga-

nización con gobierno o sin gobierno”, la última instrucción,

hacer un dibujo surrealista. Para terminar el examen, una

frase extraña, acorde con la pinta del maestro:

“TOMA JUGOS BOING”

Sus alumnos le decían el “Tigre” por “sus pinches garras”.

La hora del receso, como siempre, Juampis la salvación,

“¿Me das dinero?”- Bueno, pero no le digas a tu mamá-.

Lunes, 5: 30 a.m., ya no suena el despertador, no hay más

olor de café, Juampis ya no se levanta, no más su peina-

do de “niño dios”, ya no habla. Juampis se va, pero esta

vez ya no regresará. A pesar de eso aquí se queda el

Papá, amigo, maestro, guía, amiga, anarquista, revolu-

cionario, poeta, Homero…

Y no se va dejándonos solas, porque dejó la “revan-

cha”… Paula.

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Carolina Mora

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Una décima se entona para decir la verdad y al cantar a la amistad el corazón se apersona. Con la letra que razona va la víscera que siente y mi garganta doliente trae en décimas el verso para Juan Pablo,inconverso, brujo, alzado,irreverente

Amigo de mano franca, camarada de trinchera esta décima sincera emula tu rosa blanca. En mi mente se atrabanca la memoria que no sacia. Hoy evoco, verbigracia, deProletra a la izquierda, “¿quén lo quere?”, y se recuerda a Acción pa’ la Democracia. Reburre en el pensamiento de mi escuálida memoria el común de nuestra historia

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Para mi carnal Juan Pablo

DÉCIMAS PARA EL

HERMANO

de Allende el departamento.Las ideas, el alimento y todo lo compartido. La fiesta como un sentido sanguíneo, real, de vivencia que te intima y te aquerencia y te hace inmune al olvido

San Pablo, caxcán, tlacuache pluma zurda y libertaria que ha sabido, solidaria, en el yermo ser huizache. Anarquista y contlapachede todo lo subversivo, ¿con qué palabras describo lo amoroso de tu manto? para este modesto canto ése es todo su motivo.

Guillermo Cebreros

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para después dibujar sobre ellos y expresar de

manera gráfica sus ideas anti religiosas y anti

clericales, estasson algunas de sus

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En ésta tu capilla me arrodillo ante tu imagen tatuada ha quedado: tus pasos pasmosos y pesados te traen de la secundaria tu portafolio al hombro rebozo rojo cruzado camisa y zapatos negros Gran Revolucionario. Ay Ojo Anarco que desamparados nos has dejado sin tus cejas sentenciosas sin tus trazos o tus letras. A nadie ya entibian la cerveza ¿a quién leer ahora éstas letras cacofónicas y huecas? He venido a buscarte para pedirte consejo o al menos a contarte uno que otro chismejo: las patadas de Paula la madurez del Beto Pachita y sus hazañas Eva es pura fortaleza. Pero no le arranco ni a éste papel la sonrisa sólo me conformo con el silente recuerdo de tus manos suaves dibujando sobre la biblia o algún salmo. Y entonces el nudo emerge al coraje de ya no verte no poder escucharte

LetaníaLetaníaLetanía

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sólo la esperanza de encontrar tu mirada… en tu nieta. Ojo Feminista Ruega por nosotros Ojo Lesbiano Ruega por nosotros Ojo Rojinegro Ruega por nosotros Ojo Zapatista Ruega por nosotros Ojo Poeta Ruega por nosotros Ojo Maestro Ruega por nosotros Ojo Dibujante Ruega por nosotros Ojo Insurrecto Ruega por nosotros Ojo Luchador Ruega por nosotros Ojo Historiador Ruega por nosotros Ojo Animalista Ruega por nosotros Ojo Raíz Ruega por nosotros Ojo Masturbación Ruega por nosotros Ojo Cantante Ruega por nosotros Ojo Punk Ruega por nosotros Ojo Sexo Ruega por nosotros Ojo Gata Ruega por nosotros Ojo Negra Ruega por nosotros Ojo Amor Ruega por nosotros Ojo Único Ruega por nosotros Líbranos de nuestras faltas de congruencia así como nosotros perdonamos tu ortografía y ampáranos de éste mundo para pronto encontrarnos contigo Amén.

Carolina Barrera

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“Sin título”

Flor sol para el gato negro que camina mirándose eternamente en évicos atardeceres.

Jaime Lara Arzate

Hasta Pronto, Poeta

A Juan Pablo de ÁvilaÉsta no es una canción pagana,tampoco un réquiemen medio del silencio.Ésta no es una oración o un salmo.No es una liturgiani un sortilegio.Ésta,es solamente mi mano escribiendotu nombre. Juan Carlos Quiroz

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Querida y estimada Hélène:

Como te habrás enterado –¿por la Chuy?– hace unos días, quizás un mes, que velamos las ceni-zas de Juan Pablo, mismas que esparcimos en las faldas del Ce-rro del Muerto, en un terreno de don Pedro, aquel exguerrille-ro de la Liga 23 de Septiembre. ¿Lo conociste? Llevaba puesto frecuentemente una boina en la cabeza, o un sombrero y vi-vía en Venadero. Casi no habla, como los personajes de Rulfo; como los campesinos del alti-plano mexicano.Cuando vengas, si es que te de-cides algún día a traer a tu hija a su lugar donde nació, encontra-rás a este Atotonilco –Aguasca-lientes en náhuatl– sin un buen sostén; sin quien te acompañe a lavar ropa; sin a quién llamarle cuando te lleven a los separos, al anexo para mujeres, por que-marle las patitas a judas. Encon-trarás este lugar quizás un poco

más solo. Seguramente po-drás tener otros amigos con quién conversar, intercam-biar ideas, proyectos. Pero pensarán distinto; actuarán distinto. Los luchadores so-ciales, aquellos para quie-nes ‘todo lo humano no me es ajeno’ van en extinción, como las águilas reales; como algunas lenguas indí-genas.A Juan Pablo lo velamos como a caxcán, tecuexe o guachichil: cantando y be-biendo. También leímos al-gunos de sus poemas, du-rante dos días. Murió como chichimeca. En su casa, fren-te a un enorme ojo que él dibujara en la pared, estu-vimos recordándolo, acom-pañándolo en su trayecto. Quizás hubiera dicho Juan Pablo que todos esos viajes después de muerto son pu-ras patrañas. Pero en el fon-do era chichimeca, de ‘lina-

Allende los sueños

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je de perros’. Todas las culturas indígenas creen que después de muerto hay un viaje. ¿Por qué no creerles?Me pesó su muerte, su desapa-rición de Aguascalientes. La ciu-dad se volvió distinta sin él, justo en abril, que ‘es el mes más cruel’ decía Elliot en su Tierra Baldía. Me disgusta no encontrárme-lo en La Mandrágora, ni cami-nar de pronto a su lado por las angostas banquetas del centro para sumirnos en alguna canti-na. Así es Hélène, no me gusta. También tú lo resentirás cuando deambules por aquí, en el cen-tro de la provincia mexicana.¿Recuerdas cuando me platica-bas que en Chihuahua vivías en la calle de Allende los sueños? ¿Que así le decían porque ahí vi-vían muchos ‘soñadores’: pinto-res, luchadores sociales, poetas, teatristas, músicos? Encontra-remos nuevos sueños Hélène, allende de los nuestros, allende de aquellos con los que creíste

y creciste. Juan Pablo se en-cuentra ya allende la ciudad y nuestras vidas. Tú te en-cuentras allende el océano. Yo me encuentro allende a mí mismo; de lo que pensé que sería, pero sin un gra-mo de insatisfacción y frus-tración. Hice las paces con-migo mismo y con ‘todo lo humano, que no me es aje-no’. Con la gente. Hasta con la política y el arte.Allende los días quizás te vuelva a ver. Recibe un muy fuerte abrazo, muy fraternal y sincero:

Rafael Félix

Allende los sueños

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Adióssin fin

Esto no es más que un atraco a la memoria. Qui-siera que fuera un retorno. Pero ya el tiempo nos ha impuesto sus rollos maromeros sobre cómo debemos masticar el olvido: con dolor y alegría como dos elementos que se complementan para neutralizarse en una caja de recuerdo. Juan Pablo, tu conocías las rutas y los atajos del tiempo, aque-llos que posan y pesan sobre la carne de la hu-manidad; porque tu vocación era la del “curador del tiempo” (como quisiera llamarle al historiador que vive según el pulso de la historia que emana del presente y de los libros). No ig noro que ya no hablarás, que has callado para siempre. Y ahora escribo como quien se detiene en el camino para

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voltear a ver a un amigo que se ha quedado atrás. ¿Y por qué no he decir que me invade una eferves-cencia gutural y un ligero vértigo en los ojos cuan-do viro para buscarte? ¿Por qué no decir, también, que prefiero pensar que no te has quedado atrás, sino que simplemente te has adelantado en el ca-mino? Pero hablaba de tu vocación por rescatar ese tiem-po amasado por mujeres y hombres dispuestos a cambiar los rumbos de su vida y de la historia. His-toriador radical. El tiempo te imbuía y los trabajos y los días pasados circulaban en tu voz con una resonancia horizontal, de tú a tú, pero sin tutear. Por eso te buscaba, para continuar cultivando el anhelo de escribir aquella historia revolucionaria que hace falta en Aguascalientes. Poeta de los que nunca olvidan el compromiso. En la conver-sación nos encontramos para llamar a la toma de la conciencia histórica y, también, simplemente para mantener una comunión que gozábamos. La amistad era una escritura que nos religaba y que se mantendrá viva. Este olvido que hora se cier-ne sobre nosotros Juan Pablo es el semblante de tu presencia. La ausencia es apenas el nacimiento de un fructuoso rememorar. Para mí, Juan Pablo, tus lentes, consignas y preocupaciones abarrotan la memoria. Para mi, como cierto escritor francés dijo, jamás morirás.

Adrián Gerardo Rodríguez Sánchez

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clericales, estasson algunas de sus

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No hay clemencia para los que huyen, tú que en el silencio mutuo acariciabas con recelo la duda.

No hay piedad para los que se rebelan en el limitado espacio de un humano. Y lo sabes.

Y no estás tranquilo dentro de la materia intangiblede la memoria.

Hemos escuchado nombrarte y a quienes te adjudican las tentaciones sagradas de los santos.

Tú, que fuiste una opacada lente de aumento

Alberto García Guzmán.

por el que cruzaban las ámpulas de lo que aún hoy arde. Y la voz consecuente en pose de combate.

Me temo que ahora sólo eres la distancia entre tu y yo, lo lejano, escuchar y no ser capaz de entender aunque se aguce el oído.

Una mirada enrojecida por la desventura de saberse pregunta y muy poca respuesta.

Un ojo que no se puede ver a sí mismo.

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Manuel Coronado.

Ojo mordido por la palabra,

tu palabra mordiendo ojo

ojo caníbal, ojo desnudo, deshuesado,

rojo, estéril de ese discurso político vacio que no se cumplirá,

ojo astillado-fragmentado en cada partícula del cuerpo

dolido de injusticia y negras canciones, ojo certero en los desiertos luminosos

ojo que ha visto a dios para asegurarse que no existe

ojo burlón, adivino y astrólogo

ojopoetaydespiertoquenutreyfloreceenotrosojos,ojoquenomuere…

ojo que palpita contagioso de ese sueño llamado libertad.

Palabra en catarsis, no hay nada que decir cuando se mira

ojo de conjuros madeja del relámpago grana rajando la testa

tus visiones raudas en cada lucero ciego

ojo corazón de centauro

aquí estamos en tus miradas, envueltos en ecos de rebeldía

aquí estamos

nohaynadaquedecircuandosemira…

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Pablo, me han pedido que escriba un texto dedicado a tu memoria… Cómo hacerlo cuando lo único viene a mi mente es esa pinche frase que reza así: “Victimas colaterales”. La abuela solía decir que “la vida se extiende más allá de la muerte”. Consiente estoy de que me lo decía por-que ni ella misma sabia descifrar el misterio de la vida, como tampoco yo lo sé. Así como tampoco comul-go con el concepto de la vida que hasta hoy me han querido imponer, porque de aceptarlo me estaría ne-gando a mí mismo. Para mí, querido Pablo, la vida es simple energía sensible que crece o disminuye en la medida de los afectos, sin importar nuestro aspecto, condición intelectual, ideológica o social.Bajo este principio, puedo asegurar que tu existencia se acrecentó a tal grado que no supiste soportar la di-mensión de tus afectos, no pusiste límites y por ello pasaste a formar parte de las estadísticas clasificadas como victimas colaterales. Sí, de ello estoy convenci-do. Te entregaste a tu país a tal grado, que te olvidas-te de ti y no te diste cuenta del momento en que el pinche remolino de inequidad, injusticia y mezquin-dad también te dañó a ti, como lo ha venido haciendo durante décadas con nuestro querido México; y digo nuestro porque en alguna medida de ti aprendí a ver a nuestra tierra sin telarañas, sin velos, sin escrúpulos,

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sin hipocresía para hacerla y sentirla propia.Querido Juan Pablo, has dejado un vacio difícil de lle-nar. Difícil será restaurar a un país con más de cuaren-ta millones de personas en pobreza extrema, un país sembrado por cuerpos mutilados y no por maíz, un país donde el poder y el dinero está por encima de los derechos fundamentales… Un país al que, entre pi-zarrones, pupitres y escritorios, le entregaste la mitad de tu vida… Un país al que reivindicaste por más de 18 mil días con tu presencia y tus mayores pasiones, la poesía y la historia.Por lo anterior (… Que es tan poco) y siendo coheren-te con los cánones que mantuvieron nuestra amistad por más de treinta años, me siento con el derecho de reclamarte sólo cuatro cosas.Uno: ¿En qué momento decidiste deponer las armas sin consultarme cabrón?Dos: ¿En qué momento decidiste dejar este mundo sin anticiparlo en El Invitado Incomodo, La Gata Negra o, por lo menos, en la La me - Jornada?Tres: ¿En qué momento se averió tu cuerpo y no me pediste que te llevara a que te repararán la máquina? Y por último: ¿donde chingaos dejaste el diseño del pinche gato que te encargué para mi muro chillón?

Hasta muy pronto carnal y te cae si descansas en paz.

Guillermo Saucedo

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Juan Pablo de Ávila

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Ojo

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“Declaramos nuestro odio a todos los que no quieren escuchar,A la indiferencia de los apáticos televisores,ególatras intelectuales,gobiernos corruptos,y clases privilegiadaspolicías ministeriales, forenses,burgueses de Juárez.Inmensa la mañana….”1

Ojos par las hadas-Juan Pablo de Ávila

Hablar del pensamiento político de Juan Pablo de Ávila resulta poco más que un ilusorio viaje, además supon-dría el rescate de sus acciones y dis-cursos, implicaría no haberle perdido el paso por varios años y no creo que haya alguien que pudiera hacerlo, principalmente porque Juan Pablo tenía sus propios secretos, sus pro-pias guaridas y sólo en algunas nos

1 Canción “Ojos para las Hadas” Juan Pablo de Ávila y Amador.

Por: Chuy [email protected]

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dejaba entrar, otras eran sólo para él, pertenecían únicamen-te a su pensamiento y a esta re-flexión consigo mismo que co-tidianamente hacía.

Por eso es que sólo hablare de una parte de la actuancia po-lítica de Juan Pablo en torno a nuestras constantes reflexio-nes, debates, consensos y di-sensos, desde luego situándo-nos en el feminismo que es lo que nos unió, no se podría ha-blar de Juan Pablo sin mencio-nar esta postura política, quien hable de Juan Pablo sin nom-brar al feminista, poco o nada conoció de él.

“Veinticinco a treinta mil años, Antes de Cristo, comenzó el es-clavismo tributario y, según En-gels, la primera forma de someti-miento humano fue la esclavitud de las mujeres. En ese periodo el machismo patriarcal se ins-tauraba en prácticamente todo el mundo… El patriarcado ma-

chista hizo de la mujer un botín de guerra y conquista. La mujer fue y es un producto de satisfacción masculina, un objeto comerciable o conquistable, en ese sentido, se le considera inferior intelectual y socialmente, la feminidad o es ri-diculizada o demonizada”. 2

Para nuestro querido amigo, la izquierda estaba renga. Tran-sitaba por una crisis que hace años habían escuchado venir, la izquierda no sabe, no entien-de y no puede mirar al femi-nismo, principalmente porque esto implica aceptar y después deshacerse del machismo pa-triarcal que envuelve a la iz-quierda, a hombres y mujeres que bajo ese paraguas resis-ten al sistema capitalista, lo malo es que la ceguera de la izquierda no sólo en Aguas-calientes o en México, sino la izquierda internacionalis-ta, no quiere mirar que el

2 ¿Por qué odiamos a las feministas? Juan Pablo de Ávila y Amador.

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sistema además de capitalista es patriarcal, racista, sexista, hetero-normativo y carnívoro. “Lo que llamamos “cultura” tiene como basamento la violencia de género, una misoginia preclara y en muchos casos sutil, barniza to-dos nuestros actos y lenguaje. El repudio a lo femenino lo llevamos marcado en nuestro “gen” civili-zatorio. Nuestra “Historia” desde su nacimiento está violentada; marcada por el odio, la competen-cia y la muerte, a treinta mil años de su nacimiento, y aunque las mujeres han conseguido algunos derechos, ésta historia sigue na-vegando en un mar de desprecio. La violencia machista, generado-ra de este “sistema civilizatorio” está permeada en lo más profun-do de nuestro ser y no solamente en el de los hombres, a los que nos beneficia por naturaleza –el na-cer con pene da un plus natural en nuestra sociedad-, sino también en las mujeres”.3

3 ¿Por qué odiamos a las feministas? Juan Pablo de Ávila y Amador.

Nada de lo que pongo en este texto podría ser desdeñado por Juan Pablo, porque lo escribo rescatando nuestros correos, nuestras pláticas monotemáticas e inagotables en el café La Man-drágora, bosquejos de proyectos y publicaciones alternativas polí-tico- feministas y algunos textos que él mismo me entregara. La chueka, la gata puerca, las brujas, por mencionar solo algunas de las propuestas que ahora son borra-dores atascados en las fotocopia-doras, poemas sin revisar, antico-merciales inacabados, y muchas pero muchas provocaciones para acicalar a la derecha, al centro y a la izquierda se quedaron en el desparpajo de Juan Pablo.

La desesperación del poeta arre-ciaba ante la indiferencia de la gente, de la sociedad organizada, de los movimientos alternativos y de las personas radicales, para él era muy evidente que el capita-lismo al igual que el patriarcado se habían transformado, lo veía

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claramente, para Juan el feminicidio no era solo una forma de mencionar a las mujeres asesinadas, enten-día este acto como el culmen del sistema capitalista, el punto más alto de la era neoliberal, colonizadora, ar-mamentística y depredadora que se ha destapado en la organización mundial impuesta por los países del norte. Protestaba por los feminicidios, no únicamente por solidaridad con las víctimas, o por corrección po-lítica, sino porque su ideología le permitía entender que la lucha contra este sistema salvaje, capitalista es también la lucha contra el sexismo, la misoginia, la lesbofobia y el feminicidio.

Su postura anarco-comunista le hacía admirar y re-conocer a Marx pero cuestionaba el grave error al no haber explicado la opresión de la clase sexual hom-bre-mujer y de ahí esta historia malavenida entre el feminismo y el marxismo, el matrimonio fallido, ¡ca-rajo!, como nos reíamos.

Para hablar de revolución era intrínsecamente nece-sario hablar de sexualidad, pero no de heterosexua-lidad compulsiva, sino de la propuesta libertaria de la disidencia sexual, de ahí su afán y mencionada tristeza de no haber sido lesbiana feminista radical, y decía, ¿por qué no me gustaron los hombres? En seguida encontraba mil respuestas a ese por qué no le gustaban los hombres machines, es decir la inmensa mayoría. Incluso constantemente señala- O

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ba y cuestionaba la misoginia no solo hetero además la gay en sus roles ensalzados de pasivos y activos y critica-ba férreo y profundo a algunos iconos de la cultura gay comentando que a pesar de vivir el machismo muchos de ellos lo replicaban se preguntaba ¿por qué los hombres sin importar orientación sexual odian a las feministas? :

“el propio machín de Luis González de Alba, como hombres podemos perder muchos privilegios: no es lo mismo ser gay pasivo y jugar el juego de la esposa en una relación de ma-chos, que ser equitativo y justo con tu propio compañero gay. Por eso, y como pudiera decir la Tigresa, a calzón qui-tado, intrínsecamente odiamos a las feministas”.4

Irónico, alertaba la calca que se hacía del patriarcado in-cluso por el movimiento gay que resiste abandonar sus privilegios masculinos. Quizá de ahí su empatía y año-ranza por las lesbianas de Toronto, Canadá, ciudad don-de conoció a un colectivo de lesbianas, un grupo en el que enseguida se enrolo, la comuna más radical eran esas mujeres, negras, lesbianas, feministas, ateas y vege-tarianas. Desde entonces Juan Pablo incansablemente cuestionaba, la familia, la monogamia, la pareja, la hete-

4 ¿Por qué odiamos a las feministas? Juan Pablo de Ávila y Amador.

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rosexualidad como sistema, el especismo, y todo aquello que fuera envuelto por la lógica patriarcal machista con-servadora, tenía muy claro que la dominación comenza-ba por la conciencia representada en la dicotomía judío-cristiana impuesta a punta de cuchillo en América.

Jamás cedió a argumentaciones y simulaciones de “hombres sensibilizados” siempre los llevaba a confron-tarse consigo mismos, algunos fueron retirándose poco a poco por la radicalidad de Juan Pablo que no daba tre-gua ni así mismo:

“Creo, sería una hipocresía, que algún hombre se declarara 100 por ciento feminista, cuando menos creo que, en una sinceridad, reconocer que en nuestras con-tradicciones, queremos y perseguimos ser otro hombre, otro ser masculino alejado del que se nos ha querido im-poner por una inercia estúpida. ¿Cuáles son aquellos privilegios que perderíamos los machines si apoyára-mos a las feministas?”5

5 ¿Por qué odiamos a las feministas? Juan Pablo de Ávila y Amador.

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Sin lugar a duda fue un analista político que desentraña-ba muy bien el tema de la violencia, sobretodo la forma en que los hombres generan esa violencia, por ejemplo el simbolismo de los actos descarnados del crimen or-ganizado, la forma en que un grupo supera al otro se muestra a través de la violencia ejercida en sus ejecu-ciones. Pero también minuciosamente desentrañaba la cultura de violencia naturalizada en los hombres, inclu-so en los espacios organizados de la misma izquierda, el sentido de competencia y las ansias de poder que los han marcado:

“La inmensa mayoría de los hombres quiere y persigue el juego de la violencia y la competitividad, para perseguir las altas esferas de la jerarquía social, desde las direcciones empresariales, los representantes de los movimientos socia-les, los liderazgos partidistas, hasta las jefaturas del crimen organizado”.6

Por eso es que esta radicalidad en el pensamiento de Juan Pablo de un modo fue dejándolo solitario, si bien era cierto que siempre estaba rodeado de amigos y amigas y mucha gente se conformaba con sentarse y escuchar-

6 ¿Por qué odiamos a las feministas? Juan Pablo de Ávila y Amador.

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lo, también es cierto que políticamente con muy pocas personas tejía su actuancia política, aunque siempre se adhería a demandas de varios movimientos, no perdía la guía de ser crítico. En los últimos tiempos su activismo lo planteaba desde el colectivo Gata Negra, al fin Juan-pis había construido una guarida lugar desde donde la poesía era una herramienta más para desarticular este sistema mundo jodidamente machista. La Gata Negra, un sueño que nació desde el curso de poesía rebelde en el 2007 cuando era tallerista del CIELA, desde entonces esta colectividad fue en la que puso todo su pensamien-to, creo su mayor producción literaria, al menos esa en la que más se sintió completo. De este mismo colectivo surge el invtad@ incomod@, que da muestra del ejerci-cio cotidiano de hacer análisis político y de una visión feminista.

Muy enserio tomo la causa contra el feminicidio a mu-chos les tiraba a la cara su falta de compromiso, al me-nos su solidaridad con las mujeres asesinadas, Juan fue una voz en alto que denunciaba en todos lados los efec-tos de un mundo que odia a las mujeres:

“El feminicidio, desde Juárez y el Estado de México, se ha extendido a todo nuestro país, y las escenas ya son comu-

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nes, las notas periodísticas de mu-jeres asesinadas se han vuelto co-tidianas. Ya pocos recaen y exigen para que no aparezca otra muer-ta más. Muchos duermen el sueño de lo injusto, otros más no quieren ver y se tapan el ojo izquierdo”.7

Preclaro tu análisis. Gracias Juan por haber incendiado las cabe-zas de tantos y tantas.

A nuestro gato negro le gusta-ba la historia, no sólo porque la manejara plenamente sino que, desde ahí, se planteaba todas sus acciones para desequilibrar este sistema patriarcal opresor, desde ahí escribía sus columnas periodísticas, sus ensayos y pro-nunciamientos, también así ela-boraba su poesía insolente, es-tridente:

En mí, Dios es un añorozo huizache.Dios y yo somos el fermento agu-do de la evolución.7 Carne quemada: Juan Pablo de Ávila y Amador.

Todo está en movimiento en mí, en él.Estallo y un sol renace, incrustado en mi  ácido nucleico.Mi primo cercano, el pajarillo, atur-de el silencio.El cactus y los nopales presienten mis dedos y mis brazos.

Dios es la reacción química que ge-nera las palabras.DIOS es ATEO: Dios no cree en Dios.Dios enciende la mecha de la pala-bra Hereje.Dios lee la revista Selecciones cuan-do defeca.Abrazados, San Juan de la Cruz y diosdeambulan por las callesen busca del Bar Gay más cercano…

Dios: M-16 apuntándote a los ojos,sotana volando papalote.Montaña el mármol de tu lengua.Dios: Propiedad Privada.DIOS S.A. DE C.V.Usufructo exclusivo del Vaticano.Supremo Sacerdote.Dios: punto variable en la Bolsa de Valores.

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Ojo

s pa

ra l

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Had

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Mausoleo de pregones.Millones de estampitas vendidas….

Dios: neurona embriagada.DIOS: Concepto hecho a imagen y semejanza de las cla-ses injustas aristócratas conquistadoras patriarcales bur-guesas.DIOS: Concepto hecho a imagen y semejanza de los hombres-Ya hablaremos cuando DIOS sea una india lesbiana-…8

(Dios, Juan Pablo de Ávila)

Imagino su risa y puedo sentir su placer porque lo comparto, ¿provocador? Y qué es la poesía sino una provocación lanzada por una mano encabronada que revienta y estalla en los cristales del orden. A Juan Pablo no le interesaba ser poeta, por ser inte-lectual, por pertenecer al círculo de machos ilus-trados al que afortunadamente nunca perteneció, la poesía para él era una acción directa, la poesía marchaba en el black bloc de la resistencia, sus versos eran la autodefensa a las agresiones bur-guesas, la poesía no existía sin conciencia políti-ca, una vez me dijo: la poesía sin conciencia polí-tica es pura caca. 8 Dios-¿Por qué odiamos a las feministas? Juan Pablo de Ávila y Amador.

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La partida de Juan Pablo de Ávila nos ha dejando sin la posibilidad de la poesía contestataria, la esquirla de su ensayo político, el más afinado analista se ha quedado callado, ya quisieran Lorenzo Meyer, Villamil o el mejor analista de la revista Proceso haber tenido sus visiones políticas. El movimiento social radical de Aguascalientes ha sufrido una gran pérdida, ahora sí, la izquierda esta renga.

“No queremos a las feministas porque: Harían ver a nuestros grandes imperios (Roma, Grecia) como ridículos. Pierdes la mucama, la cocinera, la sirvienta, la mesera, la la-vandera y la prostituta gratuita. Lavarse los calzones cues-ta tiempo, dinero y esfuerzo. Las mujeres quieren dominar el mundo, no lo podemos permitir: mejor que lleguen los marcianos. *Pierdes la niñera y la psiquiatra escuchadora de traumas. Ponen en entredicho nuestra superioridad in-telectual y física también. Nos hacen ver bárbaros y tontos. ¿Y luego, quién se va a ponerse los tacones y las medias? Ahora resulta, que el puto soy yo…”9

9 ¿Por qué odiamos a las feministas? Juan Pablo de Ávila y Amador.

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Azucenasrampantesenlinea horizontal.Es la ausencia Quijote desveladoun pedazo de tiempo en tu mira-da un claro borbotón de tu son-risa.Una mueca cansada,sosegada, un murmullo al oído.

Es la ausencia,Quijote inapetente,dos roces de palabras,dos voces disonantes,dos pieles erizadaspieles entrecruzadasdos pieles enlutadas.Hoy los pasos son ecos de noti-cias pasadasandanadas lodosas, vueltas pie-draretazos doloridosde tiempo y de distancia.Es tu ausencia,Quijote alternativo, ejercer la hon-radez hasta la disidencia, hasta

que arda y después es igual.Es luchar con tus ojos hun-didos, con tu voz entibiada por el clonazepam,mas no por duda alguna.Lucha Quijote embravecido y cuerdo,por todos los que siempre nos callamos.Por todos los que a fuerza de LA FUERZA,han sido silenciados.Lucha entonces Juan Pa-blo, con tus ojos de gato que miran para dentroque miran a otro ladoque mueven la piedra del molino que hacen falta Juanpablos de verdad.

Por Gustavo Velasco.2/mayo/2012

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"Los Ojos de la Gata”