Martina Solar y Federico GiaccagliaLos invisibles

Este libro est dedicado a los que estn y a los que no, tambin.Y a Higinio, muy.

PrlogoCuando escuchamos la propuesta sobre escribir un libro lo primero que pensamos fue Un libro? Con qu finalidad? Durante todo el ao lemos y analizamos poemas y libros de autores latinoamericanos que nos llevaban a otras pocas y nos contaban historias increbles. Pero Por qu leamos a esos autores? Ellos fueron parte del boom latinoamericano, y sus libros son memorias vivientes de una sociedad violenta, machista, cruel. No solo hicieron una crtica hacia eso, sino que tambin buscaron, desde su lugar, lograr que esos hechos que ellos cuentan no ocurrieran ms. Estos autores tienen en comn la necesidad de decir eso que piensan, o que sienten y que no pueden callar. Es eso lo que nos qued a nosotros. Escribir nos obliga a imaginar vidas y hechos de otros, tener otra mirada y despojarnos un poco de nosotros, cuando estamos cansados de ver las cosas a nuestra manera. Escribir es devolver al mundo a su estado original, expulsarlo hacia el territorio de lo que an no ha sido nombrado1 Entonces, ahora entendemos cual es la finalidad de escribir este pequeo libro. Todos tenemos cosas que decir. Qu esperamos acerca del libro? Que sirva para ser disfrutado, analizado y sobretodo que aporte algn granito de arena en la vida de aquellos que lo van a leer. Que hable por lo que no estn y pasaron por las mismas cosas. Que genere una reflexin y un pensamiento crtico. No queremos que se le busque un nico significado a estos escritos. Cada uno piensa diferente y a veces, lo que a nosotros nos parece claro y evidente, casi nunca lo es para el resto de nuestros semejantes21 Jorge Esquinca, escritor y poeta mexicano.2 Ernesto Sbato El tnel.1Jorge Esquinca, escritor y poeta mexicano2Ernesto Sbato El Tnel.

El miedo seca la boca, moja las manos y mutila. El miedo de saber nos condena a la ignorancia; el miedo de hacer nos reduce a la impotencia. La dictadura militar, miedo de escuchar, miedo de decir, nos convirti en sordomudos. Ahora la democracia, que tiene miedo de recordar, nos enferma de amnesia; pero no se necesita ser Sigmund Freud para saber que no hay alfombra que pueda ocultar la basura de la memoria.(Eduardo Galeano, Espejos)

Prohibido ser libre Aquella noche, como de costumbre, ella revis todas las habitaciones, apago las luces, guard la comida en la heladera, arrop a los nios y se decidi por ir a dormir. Sin embargo haba un silencio que la pona incmoda. La noche transcurra lentamente. Por los toques de queda no haba ni un alma en la calle. Solo, quizs, algn que otro falcn verde rondando a lo lejos. Alrededor de las 2 de la maana, un ruido irrumpi en la tranquilidad de la vigilia. 5 hombres armados ingresaron al hogar, comandados por un militar que tena pelos en casi la totalidad de su frente3 algo muy tpico de aquellos que nacieron en las Sierras. Estaban vestidos de civil, algunos con botas de cuero. Dijeron pertenecer a la polica. Revisaron toda la casa, tiraron todos los libros que estaban en los estantes, todos los cuadros, las fotos. Los nios lloraban. Los callaron.

Ella estaba quieta, por dentro desesperada, confundida. La agarraron por el cuello y le dijeron que tena que acompaarlos. Le ordenaron llevar el documento. A los nios los dejaron con los vecinos. Su mayor preocupacin era el hijo que esperaba, solo tena 7 meses

Ellos hablaban, decan cosas que Gertrudis simplemente no entenda. Ya en la puerta, frente a todos los vecinos, la metieron en uno de los autos, le pusieron una venda en los ojos y le esposaron las manos atrs. Saba porque estaba ah. Claro que lo saba. En parte era por amar enloquecidamente a Cara de ngel. Pero con eso no bastaba, no. Ella estaba ah por pensar, por revelarse, por luchar por lo que crean. Ellos eran locos, como deca Cara de ngel locos por vocacin y libre eleccin, que es la forma ms innoble de locura4 La sacaron del auto, y la llevaron por lo que supona, un pasillo. Sinti el ruido de una puerta. Ella no paraba de pensar en cmo salir de ah. Haba escuchado sobre la gente que estaban en esos lugares, nunca volvan. El militar que tena pelos en toda la frente le gritaba. La amenazaba. Tena una voz gruesa, tosca. Era violento. Como si no conociera algo ms que la furia. Le peda informacin sobre un grupo de artistas opositores. Qu si los conoca? Claro que los conoca. Todos tiraban para el mismo lado. Sin embargo, ella no deca nada. La golearon muchas veces. Ella segua firme. Pasaron varias horas, los golpes eran terribles. Su cabeza le deca que hable, que diga todo. Su corazn, su esencia le deca que resista. Solo un poco ms, unos minutos ms. Esto algn da iba a terminar. Hasta que se desmay.

3 Mario Vargas Llosa La ciudad y los perros. 4 Mario Benedetti Primavera con una esquina rota.

El alma no comprende la felicidad ni la desgracia5

ConsecuenciasLa maana estaba densa. El calor golpeaba duro sobre la piel y cada paso que uno daba se senta como el plomo. Diferentes sucesos estaban atormentando a Mxico. El ms reciente fue aqul ataque de parte de la polica, que arremeti a balazos contra esos pandilleros opositores S, se vivan tiempos tumultuosos. Muchos colegios que protestaban fueron tomados por las fuerzas policiales. Menos el mo. Como deca, la maana estaba pesada. El primer mdulo nos tocaba Educacin Democrtica con el Prof. Gamboa. El s que era recto, disciplinado, duro.

Entr al curso, y nos mir. Cerr la puerta suavemente, acerc el pupitre hacia nosotros, y se sent. Estuvo callado 5 minutos. Hasta que habl.

-Yo debera ensearles Educacin Democrtica. Sin embargo, con todos los sucesos que estn pasando en nuestro pas, les propongo algo diferente. Les voy a leer poesa durante todo el ao, que les va a servir ms. Y si ustedes prometen guardar el secreto, estarn todos aprobados.- Sabamos que el profesor se estaba jugando su puesto. Pero l nunca iba en contra de lo que le pareca correcto.

Nos volvi a mirar. Sac un pequeo libro, y comenz a leer. Palabras degolladas,cadas de mis labiossin nacer;estranguladas vrgenessin sol posible;pesadas de deseos,henchidas...6

Nosotros probablemente no lo sabamos, pero esos poemas, cuentos, libros que el Prof. Gamboa nos lea, nos fueron formando como personas. Dos meses despus, con un Mxico totalmente violento, con personas desaparecidas, torturadas; Cuando todos esperbamos sentados en el aula el mdulo del Prof. Gamboa; se abri la puerta y entr una profesora totalmente autoritaria, rgida, insensible. La profesora Helena.

5 Miguel ngel Asturias El seor presidente.6 Alfonsina Storni Palabras Degolladas.

Setenta

Setenta destacados poemasTienen el control de los escenarios.Censura form! tus opiniones.Algn da, los libros podrnExiliar a la prensa.En la noche, el fija sus objetivosEn la traicin al destino,Reflejo del jardn del cruel poeta puro.

Ruidos

A veces sueo con una mujer apasionada, romntica, dulce. Que me susurra al odo que me quiere, y me cuenta historias magnficas sobre revolucionarios y luchadores.

Cuando despierto tengo sentimientos de tristeza, y de vaco. Claro que a esto no se lo puedo contar a mam Rosaura, ni a pap Jaguar. Hace dos aos que nos fuimos de Argentina. Ahora estamos en un pueblito, en Colombia. El pueblo es bastante tranquilo, pero hace unos das, le en el diario una noticia muy fea. sta deca:Mataron a un ciudadano de RiohachaOcurri a las 7 de la maana, horas antes de la llegada del obispo al pueblo. Se trata de Santiago Nasar, esto paso justo en la puerta principal de su casa, fue apualado brutalmente. Por ahora hay dos sospechosos; Pablo y Pedro Vicario que se presentaron voluntariamente como autores del hecho, en la iglesia del pueblo. Todava no se sabe porque lo asesinaron. Se habla de una presunta cuestin de honor. El Padre Amador ser el encargado de realizar la autopsia. No llegu a ver la foto ya que pap me quit el diario. Pero me sent triste y con miedo por varias horas. No s porque nos fuimos de Argentina. Muchas veces le pregunt a mam, pero siempre me cambia de tema. Con pap no se puede hablar. Siempre est gritando, dando rdenes, a veces hasta me golpea. El diablo debe tener la cara de Jaguar, su misma risa y adems los cachos puntiagudos7 Nunca sentiste cmo un ruido en tu cabeza? Un ruido que va aumentando cada vez ms. Las acciones de pap me dan a entender que no me quiere, que soy un mal. Como si llevara una maldicin en la sangre. En casa siempre han sido bastante conservadores y rectos. Cerrados. Entonces, Por qu yo sueos con otras cosas? Con la poesa, la msica Es eso lo que no me cierra.

Todas las noches deseo volver a soar con esa mujer que me canta melodas surreales y me acaricia. Me siento en paz, aunque el lugar parece bastante oscuro y feo. En mis sueos todo anda bien, nada est mal. Ayer estaba tocando la flauta, y pap lleg enojado y me empez a gritar. Yo no hice nada, slo quera hacer msica. Las lgrimas caan y no lo poda evitar. El me agarr de camisa, tom la flauta y la parti al medio. Me mir con unos ojos llenos de furia, y se fue. Ese hecho me hizo pensar Soy hijo de mis padres?

7 Mario Vargas Llosa La ciudad y los perros.

Un regaloLe arrancaron la lengua a mi patriaNos sacaron los ojos, nariz, boca, odos, manosY an hoy, me cuesta romper el miedoE identificarme como un ser humano.Para despus de reflexionar sobre la vida, decirNo queremos llorar a nuestros muertos!Ya veras, nuestra lucha no es en vanoY mientras despierta este da,Te regalo esta treguaEste soplo de libertad a mi lado.

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