Los Héroes de Tolkien

Autores: Juan José Cornejo Zúñiga y Francisco Hernández Vivancos ( 3º ESO)

Tutora: Daniela Zúñiga Gallardo

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ÍNDICE

1. Introducción…………………………………………………………………...3

2. Los héroes a través de la historia……………………………………………...4

a. Edad Antigua: Aquiles y Hércules………………………………………4

b. Edad Media: el Rey Arturo y Roldán……………………………………6

c. Edad Moderna y contemporánea: Sherlock Holmes y Batman……….8

3. Los héroes de Tolkien y las edades del hombre……………………………...11

a. Frodo: la niñez………………………………………………………….11

b. Aragorn: la juventud. …………………………………………………..13

c. Gandalf: la vejez………………………………………………………..14

4. Conclusión……………………………………………………………………16

5. Bibliografía…………………………………………………………………...18

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1. Introducción

A lo largo de la historia han existido muchos héroes; casi todos los pueblos se

valían de hazañas de héroes tanto reales como ficticios para contar sus historias; las

cuales, a su vez, fueron columnas esenciales para la fundamentación de múltiples

culturas, como los romanos, griegos, galos, etc. Pero, ¿Qué es un héroe? Según la

definición del diccionario, un héroe sería:

3. En un poema o relato, personaje destacado que actúa de una manera valerosa

y arriesgada. (Diccionario de la Real Academia Española)

Consideramos que esta definición no es la más correcta o al menos no está

completa, dado que un héroe no solo actúa de manera arriesgada y valerosa, sino que

también obra apropiadamente en todas las circunstancias, o en la mayoría. Se

comporta como un verdadero hombre, que lucha por mantener sus principios ante la

tentación, aunque a veces caiga en la debilidad. Este es el perfil de héroe que presenta

J.R.R. Tolkien en su gran obra El señor de los anillos, sobre todo en los tres

personajes más importantes de la misma, a saber: Frodo, Aragorn y Gandalf.

Ahora cabría preguntar: ¿Son susodichos héroes reales o meramente ficticios?

Nosotros creemos que son reales, en el sentido de que se pueden convertir en realidad

a través de las personas que los imitan. Por lo tanto, los estudiaremos por completo,

realizando análisis acerca de sus precedentes literarios, desde los griegos hasta la

época actual, de modo que se entienda el disentimiento y revolución de los héroes

tolkienianos con respecto al resto.

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2. Los héroes a través de la historia

Como ya hemos mencionado en nuestra presentación, haremos un repaso por

la historia de los héroes en la Literatura Occidental. Esto, por supuesto, tiene su

propósito: poder comprender mejor las diferencias entre los héroes de Tolkien y los

demás héroes que han aparecido a lo largo de la historia de la literatura.

Hemos dividido este repaso en tres períodos. El primero abarca ciertos héroes

de la Edad Antigua, más específicamente los griegos; le siguen los héroes cristianos

de la Edad Media y terminan con los héroes modernos más cercanos a nuestra era.

a. Edad Antigua

Aquiles

Este héroe de la antigua Grecia era invencible y el mayor de los guerreros en

la conquista de Troya. Por su grandeza y fama es normal que todo su pueblo confiara

en él para que los ayudara a conquistar Troya1; pero, lamentablemente para ellos, su

única grandeza consistía en su fuerza.

Al llegar a Troya fue ofendido por el rey de los griegos, Agamenón; por esto

se negó a pelear junto a los griegos en Troya. Aquí se puede ver que este no era más

que un hombre, o semidios, que lo único que buscaba era su propia gloria. Si hubiera

tenido algún interés en su pueblo habría peleado ignorando lo que los demás dijeran.

La verdad es que no se le puede quitar a Aquiles el mérito de haber peleado.

Sin embargo, sólo se lanzó a la batalla porque Héctor (el más valiente de los troyanos)

había matado a su amigo Patroclo, en una justa pelea.

Con respecto a la muerte de Héctor, hay que señalar lo injustamente que fue

asesinado por Aquiles. Primero, Atenea2 lo engañó e hizo que bajara la guarda frente

a Aquiles. Cuando este vio que Héctor sacaba su espada para pelear, cogió la lanza

que tenía y se la lanzó a Héctor sin darle la oportunidad de luchar.

Cuando lo hubo vencido, ató su cuerpo a una cuadriga y lo arrastró por todo el

campo de batalla. Este era un héroe para los griegos: un hombre egoísta sin respeto

por nadie más que sí mismo y que era capaz de tratar el cuerpo de un gran hombre

como al de un animal.

Hércules

El siguiente héroe griego no era tan cruel como el anterior. Se le puede otorgar

el mérito de hacer penitencia por sus errores, incluso cuando nadie se lo imponía.

1 “La Troya histórica estuvo habitada desde principios del III milenio a. C. Está situada en la actual provincia turcade Çanakkale, junto al estrecho de los Dardanelos, entre los ríos Escamandro (o Janto) y Simois y ocupa una posición estratégica en el acceso al mar Negro.” (https://es.wikipedia.org/wiki/Troya) 2 En la mitología griega, diosa de la guerra. Durante la guerra de Troya apoya y protege a los griegos.

5

Hércules, hijo del Rey de todos los dioses3, era muy aclamado en toda Grecia. Esto se

puede comprobar por los muchos templos que se construyeron en su honor. 4

A pesar de esto, ya los mismos atenienses admitían que no era un héroe de

gran inteligencia. Sí, hacía penitencia y nadie lo puede negar; ahí están los famosos

“doce trabajos de Hércules”. Tampoco se puede olvidar su bondad al liberar a

Prometeo de su castigo. Sin embargo, su falta de inteligencia es evidente en muchas

de sus acciones: en una ocasión intentó dispararle una flecha al sol porque tenía

mucho calor; en otra, amenazó a las aguas porque estas estaban moviendo su bote.

Varias veces mató a hombres por accidente o por ataques de ira (una vez mató a un

joven que le sirvió agua en una fiesta).

Hércules no hacía estas cosas con mala intención, pero muchas veces la

carencia de reflexión es a veces mucho peor que la maldad. En una ocasión asesinó a

su amigo porque el padre de este lo había insultado. Zeus, el Rey de todos los dioses,

lo castigó por esto, pero en vez de arrepentirse juró venganza contra el padre de su

mejor amigo.

3 Zeus es el mayor de los dioses en la mitología griega. 4 “El Valle de los Templos (en italiano Valle dei Templi) es un conjunto arqueológico situado cerca de Agrigento,

en el sur de Sicilia.” (https://es.wikipedia.org/wiki/Valle_de_los_Templos)

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b. Edad Media

El Rey Arturo

Con la espada desenvainada y a galope tendido, nuestro Rey Arturo recorre el

campo de batalla atacando a diestra y siniestra en busca de gloria y honor. Pero no

todos los historiadores le consideran tal y como las leyendas cuentan…

Muchos consideran que vivió en el siglo V y era un simple rey, otros incluso

llegan a afirmar que se trataba de un caudillo sanguinario, salvaje y oscuro que supuso

un estorbo para las invasiones nórdicas.

Ya sea el rey glorioso y con armadura, ya sea un guerrero salvaje, lo que nos

interesa es indagar acerca de su persona, de la idea que se tiene de él, del porqué de

esa idea, del cómo, del para qué, del de qué manera… y lo haremos en tres facetas:

Política

El Rey Arturo recorrió Inglaterra, Escocia, Gales, Irlanda y mitad de Francia

con el fin de traer gloria a la nación inglesa y honra a Dios. También hizo eso Enrique

I, Enrique II e incluso Ricardo «Corazón de León». Todos siguieron el ejemplo que

había marcado Arturo.

Esto nos puede llevar a pensar que la mitología artúrica inspiró y guió a estos

monarcas para que, teniendo una “herencia mítica”, ejercieran su dominio sobre el

resto de poblaciones con el fin de seguir el legado artúrico.

Así que, excluyendo los aspectos mágicos y de tinte celta del mago Merlín, se

puede creer que sí hubo un Merlín: un sabio bretón que planificó la historia de su

nación ingeniando una leyenda que animara tanto a los reyes como a los plebeyos, y

dándoles una razón por la cual luchar, un rey por el cual vivir y una patria por la cual

morir.

Social

Como todos los reyes, nuestro héroe estaba acompañado de unos hombres a

los cuales llamó “caballeros”, aunque es más probable que lo hiciera con el fin de

dignificarlos y agradarlos. Pues, como ya se sabe, en una monarquía hay dos fuerzas

constantemente rivalizando: el rey y la nobleza. Lucha que sólo puede resultar con un

ganador. Es por esto que el rey Arturo ingenia para su reino este sistema de favorecer

y darles algo en que pensar a los nobles.

Por esta razón hay tantas “quests” y torneos entre los mismos nobles o

caballeros; otro fin es el de agradar a la dama en cuestión, la cual también es parte de

la “distracción” de los nobles, puesto que supone a su vez llevar a cabo varios pasos:

conocerla, cortejarla, ganar batallas y torneos por ella, y casarse con ella.

7

Religiosa

A lo largo de muchos libros escritos a cerca del rey Arturo siempre se ha

mantenido la idea de una fe cristiana. Y, en efecto, así es. Bien se puede ver tal

declaración en los diferentes gritos de batalla que mencionan a Dios, discursos del rey

Arturo, etc. Y sobre todo en el relato El Santo Grial, en el cual luchan por alcanzar el

Grial e incluso muchos mueren en el intento. Pero no hay que llegar a pensar que

Inglaterra era verdaderamente y en efecto una nación unida bajo un rey medieval y

cristiano, pues nos estaríamos engañando; sino que fue una nación que, poco a poco y

gracias a San Agustín de Canterbury, floreció progresivamente y desembocó en la

cristiandad total; aunque con eso perdió su carácter netamente anglosajón.

Roldán de Roncesvalles

Este caballero francés, a diferencia del Cid, no tiene mucha base histórica.

Todo lo que sabemos es que defendió la retaguardia de su tío en Roncesvalles.

Pero, si en cambio, andamos por las sendas legendarias, sí hay bastante que

decir. Roldán es un personaje llamativo y deslumbrante, que con sus proezas y

características supera las expectativas de tanto los campesinos franceses como los

labradores rústicos españoles.

Es alto, apuesto, dotado de gran destreza tanto física como. Pero algo siniestro

ensombrece su figura… Y tal cosa es su misma grandeza. Porque: “en mi grandeza

está mi flaqueza, y en mi flaqueza, mi grandeza.” 5

Resulta que su persona es tan poderosa, tan magnífica, tan omnipotente, que

no tiene espacio para la flaqueza. Y tanto por eso como porque no representa ninguna

cualidad moral al alcance del hombre común, sino que muestra aptitudes semidivinas,

nuestro héroe no se puede imitar.

Hay que tener en cuenta que todos tenemos flaquezas, de modo que, cuando

nos encontramos con un héroe superhumano, muy alejado a nosotros, pasan tres

cosas: nos empequeñecemos, nos desesperamos y no recibimos ninguna enseñanza

del héroe.

Lo cual desemboca en una mera adoración o idolatría a su persona que,

aunque permanece por los siglos gracias al encanto con que los narradores relatan su

historia y la mistificación de los lugares en los cuales acontece esta, no cala en el

alma; permanece como una estatua de alguien a quien no podemos imitar porque no

se mueve, solo observar y seguir con la vida. Como Dante dijo en su famosa obra:

“…mira y pasa.”

5 Pero me dijo: “Te basta mi gracia, pues mi fuerza se hace perfecta en mi flaqueza” (2 Cor, 12: 9).

8

c. Edad moderna y contemporánea

Sherlock Holmes

Este personaje no es sólo un héroe del mundo anglosajón sino del mundo

entero y tal vez de forma muy especial, en España. Pero si pensamos en lo que es un

verdadero héroe, es probable que no hallemos muchas características heroicas en

Sherlock Holmes.

No estamos diciendo que nuestro personaje no se comporte como un héroe en

varias ocasiones, decir esto sería salirse de lo que sus mismas obras revelan. A lo

largo de todos sus libros este personaje resuelve innumerables casos, salvando al

mismo tiempo un sinnúmero de vidas. Además, todo esto lo hace con tal gracia que

lleva al lector a simpatizar con él.

Pero ¿por qué lo hace? Aquí encontramos una intención muy diferente al de

los héroes griegos. El objetivo de estos era alcanzar gloria ante los hombres y poder

conseguir su lugar junto a los dioses. A diferencia de ellos, Sherlock no busca tanto la

gloria de los hombres, es más, a veces es incluso indiferente a ellos; lo que él busca en

realidad es su propia satisfacción.

En el relato Las aventuras de los planos de Bruce Partington, incluido en la

colección de relatos Su última reverencia, el mismo Sherlock lo confiesa: “Yo entro

al juego por puro amor al juego”. La idea más general de un héroe es la de alguien a

quien — gracias a su grandeza y virtudes— se trata de imitar y por lo que acabamos

de ver no parecería que este personaje sea muy digno de este privilegio.

Por ejemplo, en la novela Un escándalo en Bohemia, mientras Watson narraba

en lo que se había convertido su relación con Sherlock desde su último libro, Estudio

en Escarlata, menciona la adicción de Sherlock por la cocaína: “… Holmes, por su

parte, dotado de alma bohemia, sentía aversión a todas las formas de la vida de

sociedad, y permanecía en sus habitaciones de Baker Street, enterrado entre sus

libracos, alternando las semanas entre la cocaína y la ambición, entre los

adormilamientos de la droga y la impetuosa energía de su propia y ardiente

naturaleza.”. Aunque es verdad que en ese tiempo la cocaína era legal, sus efectos se

conocían y aún con mayor profundidad por un detective como Sherlock Holmes

En otro relato llamado El círculo rojo, incluido también en la colección de

cuentos mencionada antes, Holmes encuentra el cadáver de un criminal tendido en

una casa. Según él, esto resolvía el caso —en lo cual podría tener toda la razón—

pero en lugar de recoger el cadáver o sentir algo de compasión por este, dice: “ Por

cierto, ¿no son las ocho, y es una noche de Wagner en Covent Garden? Si nos damos

prisa, podemos llegar a tiempo para el segundo acto”. Esta actitud manifiesta el

egoísmo del personaje, que le hace anteponer su gusto al bien y las necesidades de los

demás; esta concepción choca con la que normalmente se tiene de los héroes, cual es

la de que buscan el bienestar de los necesitados.

9

Batman

Hoy en día, probablemente a partir del siglo XX, los héroes han cambiado de

manera considerable. Se parecen a los héroes mitológicos griegos en su fuerza, pero

en realidad son muy diferentes a ellos. Mientras Hércules sólo rescataba a sus amigos

del Hades6, estos rescatan a la humanidad entera. Puede que el contraste más evidente

entre los héroes griegos y de los que vamos a hablar ahora sea en verdad que estos

últimos actúan en mayor escala que los griegos.

Los héroes de nuestra época son los personajes de los cómics o también

conocidos como superhéroes; entre estos hemos diferenciado dos clases de héroes.

Unos son conocidos por personas de todas las edades y se caracterizan por ser

brillantes, agradables y muy nobles; entre estos están: Superman, Flash, Capitán

América, etc…

Pero hay todavía otra rama de héroes un poco más sombría, aunque

igualmente admirada, y esta es de la que pretendemos hablar. Aquí encontramos, por

ejemplo, a: Punisher, Deadpool, Batman, etc… Es importante que se aclare que

algunos de estos héroes pueden ser un poco menos conocidos por la mayor parte del

público, al menos en comparación con los héroes que hemos mencionado antes.

Precisamente por lo que acabamos de mencionar, decidimos hablar sobre el

más famoso de estos: Batman. Este, al igual que los anteriores, ha sido considerado un

antihéroe debido a algunas características tales como: “el uso de una máscara, del

sufragio y el hecho de que actúa fuera de la ley”7.

La razón por la que Batman decidió combatir el crimen ha sido discutida por

muchos de sus fanes. Algunos dicen que desde el episodio traumático de la muerte de

sus padres juró vengarse de todos los criminales de Ciudad Gótica. Otros –la gran

mayoría– parecen estar de acuerdo con que lo hizo por sed de justicia y en busca de

una forma para proteger al indefenso.

Una objeción que se puede encontrar en este héroe, muy admirado por todo el

mundo, es que en esta misma sed de justicia actúa fuera de la justicia. Tal vez se

podría perdonar este comportamiento si nadie se lo prohibiera, pero no es así; la

policía, especialmente el FBI, lo persigue en varias ocasiones porque no quieren que

combata al crimen por su cuenta.

Si analizamos a Batman desde un punto de vista imparcial podremos notar que

esto no es correcto. El único que tiene el derecho de perseguir a los criminales, un

derecho que nadie más puede atribuirse, es la autoridad judicial estado. Batman puede

tener muchas buenas intenciones en lo que hace, pero para alcanzar su fin utiliza

medios ilegales.

Aún así para algunos este comportamiento puede parecer necesario, algo que

alguien tiene que hacer. Pero este no es el único defecto que tiene Batman; hay uno

6 En la antigua Grecia Hades era el dios del inframundo, hermano de Zeus; pero también se conocía

como el Hades al reino de este dios, el inframundo. (José Luis Arriaga- Diccionario de mitología

[Ediciones Mensajero, S.A.]) 7 (http://shemesras.blogspot.com.es/2013_11_09_archive.html)

10

que es tal vez peor que este… su método. Este método es su arma secreta, lo que

constituye su persona, es la esencia del símbolo que representa: el miedo. Una vez

dijo: “¿Sabes quién soy, basura? Soy la peor pesadilla que has tenido jamás, de las

que te hacen llamar a gritos a tu madre”.8

Este héroe —al menos así considerado— infundía miedo a algunos de los

criminales que atrapaba, lo que, por mucho que estos lo merecieran, no era correcto.

No se trata de decir que Batman era bueno o malo, es algo muy distinto. Lo que

tratamos de decir, o al menos defender, es que el fin no justifica los medios y si un

héroe no respeta esta regla básica de la heroicidad no puede ser un héroe.

8 Frank Miller, El retorno del Caballero Oscuro (http://shemesras.blogspot.com.es/2013_11_09_archive.html)

11

3. Los héroes de Tolkien y las edades del hombre.

Ya hemos visto las diferencias entre los héroes de tres épocas de la literatura

occidental, incluyendo la actual. Ahora, en cambio, vamos a fijarnos en los de

Tolkien; para lo cual hemos escogido tres de los personajes más representativos de su

novela épica El señor de los anillos, cuales son: Gandalf, Aragorn y Frodo.

Estos tres, además de ser protagonistas de la novela más importante y popular

de Tolkien, se caracterizan por representar las tres edades del hombre (niñez, juventud

y vejez):

“La tradición cristiana se adueñó bastante tarde del esquema antiguo de las

tres edades de la vida. Esta tripartición se halla reforzada por la tríada agustiniana del

nacimiento, trabajo y muerte. La amonestación de Cristo (Lc 12,38) que dice: «Y si

llega a segunda hora de la noche, o a la tercera, y los encuentra así [velando], ¡felices

ellos!», inspiró a Gregorio Magno su identificación de las tres horas de vigilia con las

edades de la vida, infacia, adolescencia, y vejez (pueritia, adolescentia o inventus y

senectus).”9

A lo largo de esta sección analizaremos qué relación existe entre dichos héroes

y las etapas de la vida humana, con lo cual intentaremos demostrar que estos héroes

no son sólo dignos de imitar, sino que se pueden imitar, dada su identificación con la

naturaleza humana.

Los héroes de Tolkien se nos hacen tan amenos porque asemejan, aunque no

todos siendo de la raza humana, características propias de la naturaleza humana y que

se identifican con el lector, independientemente de en que época de la vida o edad se

encuentre. Los tres personajes que analizaremos a continuación representan las tres

edades del ser humano.

Frodo

Frodo, el personaje principal de la trilogía de El señor de los anillos, es un

Hobbit. Para muchos estos personajes les serán poco familiares; Tolkien los describe

al principio del libro como “gente diminuta, más pequeña que los Enanos; menos

corpulenta y fornida, pero no mucho más baja.”10

Por lo general los Hobbits son tranquilos, joviales y alegres; no se preocupan

por lo que pueda pasar fuera de las fronteras de su Comarca y tienen muy poco

contacto con las otras criaturas de la Tierra Media. Si se ha leído El señor de los

anillos, no es muy difícil relacionar a estos pequeños hombres con los niños, la

primera edad del hombre.

9 Le Goff, Jacques y Schmitt, Jean- Claude (eds.): Diccionario razonado del Occidente medieval,

Ediciones Akal S.A., Madrid, 2003 10 J.R.R. Tolkien – El señor de los anillos, La comunidad del anillo. Ediciones Minotauro, 1977.

12

Frodo llevaba una vida como la de todos los demás; era un Hobbit normal,

pero ya su tío Bilbo− protagonista de El Hobbit− reconocía que había algo especial en

él. El libro El señor de los anillos trata del viaje que tiene que emprender Frodo para

destruir el Anillo de Sauron, el líder de las fuerzas del mal, que preparaba un gran

ejército contra las fuerzas del bien. Este anillo es tan importante porque contiene la

mayoría de las fuerzas de Sauron y quien lo destruya lo destruirá a él.

El único problema con destruirlo es que quien lo lleve será atraído por su

poder y querrá poseerlo para siempre. En esto reside lo extraordinario de Frodo:

cuando él lo lleva no se vuelve loco con su poder e incluso es capaz de alejarlo de sí

cuando siente alguna tentación de poseerlo. El primer libro de la trilogía nos narra su

valentía al aceptar ser el portador del anillo y llevarlo hasta la misma fortaleza de

Sauron para destruirlo en el mismo lugar que fue forjado. Cuando los más sabios de la

Tierra Media pidieron un voluntario: “Nadie respondió. Sonó la campana del

mediodía. Nadie habló tampoco ahora. Frodo echó una ojeada a todas las caras,

pero no lo miraban a él […] Un irresistible deseo de descansar y quedarse a vivir en

Rivendel junto a Bilbo le colmó el corazón. Al fin habló haciendo un esfuerzo, y oyó

sorprendido sus propias palabras, como si algún otro estuviera sirviéndose se

vocecita.

– Yo llevaré el Anillo –dijo–, aunque no sé cómo.”

11

Es importante comprender lo difícil que era esta misión, no sólo por los

peligros que se pudieran presentar en el camino sino que también por la constante

tentación de tomar el Anillo. En el tercer libro de la trilogía llega un momento en el

que el mismo Frodo cae en la tentación y planea quedarse con el anillo: “He llegado –

dijo–. Pero ahora he decidido no hacer lo que he venido a hacer. No lo haré. ¡El

Anillo es mío!”12

Esto lo dice cuando está enfrente del volcán en el que destruiría el Anillo para

siempre, lo que demuestra que resistió mucho antes de llegar aquí. Afortunadamente,

por una serie de circunstancias, alguien impide que Frodo se quedase con el Anillo y

el libro tiene un buen final para todos.

Ahora que hemos dicho todo esto podemos ver que el primero de los héroes de

Tolkien que hemos escogido es muy diferente a los de otras épocas e incluso varios de

la misma. Primero hay que recordar que Frodo representa a los niños: es pequeño y

más débil que los demás y nunca había hecho algo grande en su vida. No hay muchos

autores que pongan a niños como héroes y es interesante que Tolkien sí. Pero

parecería que Tolkien se haya referido tanto a los niños como a los hombres que

permanecen siendo niños.

Frodo era ya un hombre de treinta años, pero aún conservaba la inocencia de

un niño; esta inocencia no se debe confundir con ingenuidad, son cosas muy

diferentes, es más bien una inocencia que no busca el poder de los hombres ni

tampoco su gloria sino hacer el bien como algo mucho más alto. Este personaje nos

11 J.R.R. Tolkien – Op. Cit. 12 J.R.R. Tolkien – Op. Cit.

13

enseña que es posible resistir la tentación y es un modelo indiscutible de virtud y

nobleza.

Pero también en la Edad Media había héroes que eran modelos de virtud y

grandeza de corazón; la diferencia entre estos y Frodo no parecería ser muy grande si

no fuera por algo que a veces pasa inadvertido… esto es que Frodo es más humano.

Frodo sufre la tentación y cae en ella como lo haría cualquiera de nosotros.

Pero también en la Edad Moderna los héroes caían en la tentación; ahora la

pregunta es: ¿qué los diferencia? La respuesta a esto es que Frodo se redimió y no

estaba conforme con lo que había hecho. Esta afirmación lo demuestra su

reconciliación con su compañero Sam cuando estaban en medio de toda la ruina de la

fortaleza de Sauron, después de que el Anillo fuera destruido: “–Me hace feliz que

estés aquí conmigo –dijo Frodo–. Aquí al final de todas las cosas, Sam.

–Sí, estoy con usted, mi amo –dijo Sam…”13

Aragorn

Ya en la plenitud de sus facultades tanto mentales como físicas, Aragorn se nos

presenta como un héroe invicto. Es un gran guerrero, hombre inteligente y sabio, con

gran experiencia guerrera y un linaje ancestral que se remonta a edades antiquísimas.

Pero no queda ahí el asunto.

Como todos sabemos, nadie es perfecto. Pero, entonces, ¿de qué defectos cojea

Aragorn? ¿qué dificultades afronta? Para empezar tenemos que dejar claro que en El

Señor de los Anillos hay diferentes tipos de criaturas: elfos, enanos, hobbits, humanos,

etc… y que vamos a dedicarnos a los humanos.

Raza ya bendita desde el principio de los tiempos por el Dios Supremo de esta

mitología tolkeniana14

, la humanidad a gozado de bendiciones excelsas (como ya era

de esperar, puesto que esta historia esta escrita por un humano y para humanos) pero

también de maldiciones, y de fallos o debilidades.

Como miembro de ella, Aragorn sufre estos defectos o debilidades que tiene que

vencer. El se ve ante la posibilidad de quedarse con el Anillo Único, el cual le dará a

él y a su pueblo15

hegemonía frente al resto. Pero resiste ante esta gran tentación y

13 J.R.R. Tolkien – Op. Cit.

14 Sin embargo a los Hombres les concedió el llamado Don de Ilúvatar, pues su naturaleza mortal

llevaba aparejada la libertad en la elección de su destino en el Mundo aun por encima de lo cantado en

la Música de los Ainur, y se dice que gracias a ellos la obra del Único habrá de verse finalmente

cumplida hasta el más mínimo detalle.

(http://www.elfenomeno.com/info/ver/16103/titulo/Il%C3%BAvatar)

15 He aquí una cosa muy curiosa, cual es la sutileza con la cual somos tentados los hombres, tanto

Aragorn como nosotros (y aquí también se muestra la cercanía que nuestro héroe comparte con

nosotros). Ya había dicho Jesús: “ Velad y orad para no caer en la tentación; pues el espíritu está

pronto, pero la carne es débil” Mt 26,41 En esta ocasión la tentación se le presenta a Aragorn como

algo positivo, algo útil, algo bueno para su pueblo y, en definitiva , para la humanidad. He aquí la

profundidad de esta tentación. No solo debe rechazarla como algo negativo, sino que tiene, a demás, de darse cuenta de que es mala y de no dejarse engañar por las sutilezas del Anillo Único, del que ya se

14

prefiere confiarle esta responsabilidad a alguien que aunque parezca pequeño es más

grande que él. Esto demuestra una gran humildad para reconocer la grandeza de los

demás y conocerse a sí mismo tanto como para ser consciente de sus propias

debilidades.

Gandalf

Gandalf es un mago al cual se le asigna la delicadísima misión de guiar a una

compañía para que lleguen a su destino y el anillo malvado pueda ser destruido.

Aunque a primera vista su deber no parece muy difícil, sí lo es. Porque se le

otorga un poder inmenso, muy superior al de cualquier humano, el cual tiene que usar

sólo para orientar y ayudar a los demás, y no para su propio provecho.

Aquí se puede ver cómo el Anillo Único, aquel que debía ser destruido en el

Monte del Destino, resulta ser una fuente inacabable de seducción.

Como ya sabemos, la naturaleza humana16

tiende a la búsqueda de poder, y esto

les afecta sobre todo a los viejos. Porque Gandalf es viejo. Es débil. Es cobarde17

.

Está asustado.

“Corred, insensatos”

“El coraje es la mejor defensa que tenemos ahora”

“No todo el oro reluce, ni toda la gente errante anda perdida; a las raíces profundas

no llega la escarcha; el viejo vigoroso no se marchita.”18

Por lo cual echa mano de la valentía de los pequeños, de los niños pequeños,

de los insignificantes, para fortalecerse. Los cuales son, sorprendentemente, los

hobbies. Aquellos de los que Gandalf ya había dicho:

«Los hobbits son criaturas realmente sorprendentes. Puedes aprender todas sus

costumbres en un mes y después de cien años aún te sorprenden.»

Como podemos ver, los viejos se apoyan en los niños, los niños en los adultos,

y viceversa. Pues así sucede en la vida real: para el abuelo el niño es su consuelo, para

el niño el abuelo su admiración.

También hay que tener en cuenta que nuestro mago muere por la compañía.

Muere por sus miembros. Se sacrifica por ellos. Pero, curiosamente, es solo así como

dijo: “ Un Anillo para gobernarlos a todos, un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos

y atarlos en las Tinieblas.” (Op.Cit.) 16

Gandalf debe ser considerado como alguien con naturaleza humana, puesto que sufre las mismas

tentaciones y se ve con las mismas debilidades que una persona mayor. 17 Aquí debe ser entendido el término “cobarde” en la medida en la que el hombre se ve hostigado por

el miedo. 18 J.R.R. Tolkien – Op. Cit.

15

consigue, no sólo salvar a los demás, sino resucitar él mismo con muchísima más

fuerza y esplendor que antes, para llevar a cabo la misión que se le ha sido

encomendada.

Conociendo su destino, Gandalf no se echa atrás ante el terror que infunde un

Balrog , sino que, confiando en su Creador y en aquel que le ha enviado, se impone

ante este terrible monstruo de los infiernos y le dice: “NO PUEDES PASAR”. No le

dice que no pase, sino que no puede pasar. Le dice que Ilúvatar no va a dejar que

pase, puesto que confía en su omnipotencia, la cual este Balrog parece haber

olvidado, o no quiere recordar.

Esto manifiesta la última característica de Gandalf, que le diferencia de

Aragorn y Frodo, la cual es que, dada su condición de mago, debe encontrarse en

situaciones de peligro extremo y enfrentarse a criaturas de lo más espeluznantes, y

aún así, no se atreve ni a tocar el Anillo Único, el cual Frodo lleva durante todo la

aventura.

Aquí se puede ver que nuestro mago es una persona prudente y que sabe

reconocer sus debilidades. Lo cual es de esperar en los magos, y, en general, en los

viejos.

16

4. CONCLUSIÓN

Ya hemos visto distintos héroes de diversos tiempos; hemos conocido a

algunos de los principales héroes de Tolkien y analizado las características que

diferenciaban a cada uno de los héroes. Además, como ya mencionamos en la

introducción, esto tenía un propósito y era probar que los héroes pueden ser reales.

La palabra héroe no tiene que referirse a un ser con capacidades

extraordinarias; ya vimos que los estudiados no son los más dignos para llevar ese

título. De entre los personajes que hemos analizado podemos tomar, por ejemplo, a

Sherlock Holmes. Un héroe es algo mucho más grande que eso; decía J. Campbell

con respecto a esto:

“… Hasta en las novelas populares, el personaje principal es un héroe o

heroína que ha hallado o hecho algo más allá de los logros y experiencias normales.

Un héroe es alguien que ha dado su vida por algo más grande que él mismo…”19

Los héroes de la Edad Media parecen cumplir con estos requisitos; el único

problema con ellos es que parecen estar más alejados de la realidad humana, por lo

que resulta más difícil que apoyen nuestra tesis sobre la existencia de héroes en la

vida real. Mas si volvemos a los héroes de Tolkien, esta barrera desaparece; nos

damos cuenta de que no es la fuerza ni son los poderes lo que añaden grandeza a cada

uno de estos personajes, sino sus propias virtudes. Los vemos a ellos y es como si

viéramos a verdaderos hombres a los que podemos admirar y al mismo tiempo imitar.

Es evidente que no podemos imitar sus fuerzas o poderes, pero no es esto lo

que los convierte en héroes. Frodo, por ejemplo, tiene la particularidad de pasar por

cualquier lugar sin ser percibido, aunque esto no tiene nada de particular si pensamos

que todos los Hobbits tienen esta particularidad. Lo que convierte a Frodo en un héroe

es su sacrificio, la grandeza que demostró al aceptar llevar el Anillo en ese peligroso

viaje.

Esto último es algo que sí puede hacer un hombre; tenemos el ejemplo en la

Historia de Guzmán “el Bueno”. Teniendo la alcaldía de la plaza de Tarifa20

, esta fue

atacada por los musulmanes junto con parte de la nobleza rebelde; estos habían

secuestrado a su hijo y solicitaban que les entregara la plaza a cambio de la vida de su

hijo. Guzmán sabía lo que tenía que hacer; resistió el ataque y perdió a su hijo. Su

acto heroico se extendió por España y pronto que mereció el título de “El Bueno”.

Pero este no es único héroe que la historia nos trae, hay mucho más que han

dado su vida por algo más grande que ellos mismos. Entre estos están los muchos

santos que han aparecido desde el principio del cristianismo. El papa San León

Magno salvó Roma de Atila, rey de los hunos, que se había dirigido a Roma para

destruirla pero se retiró cuando el Papa salió a las puertas de Roma personalmente

para detenerlo21

. Así como él también hay tantos mártires que dieron su vida por la fe.

19 El poder del mito en diálogo con Bill Moyers, Barcelona, Emecé, 1991 (ed. Original, 1988), pp, 179-

180 20 Uno de los tres puntos de ingreso por el que los musulmanes podían entrar a España en el estrecho

que divide la costa norteafricana y española, junto con Gibraltar y (¿) 21

17

Georges Jacques Danton, uno de los grandes promotores de la Revolución

francesa, es otro personaje que demuestra heroicidad. A pesar de que cometió

atrocidades como líder de la revolución, se terminó dando cuenta del mal que esta

había traído a Francia. Se enfrentó a los hombres con más poder en toda Francia y

murió en la guillotina defendiendo a los inocentes que morían todos los días en

Francia.

Ahora podemos ver que la heroicidad no es cosa de pocos, sino de muchos.

No es algo que se gane con fuerza o poderes, la verdadera heroicidad consiste en,

parafraseando otra vez las palabras de J. Cambell, dar la vida por algo más grande que

uno mismo.

18

BIBLIOGRAFÍA

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