Los Dirigentes Ocultos Del Mundo Por Raymond Bernard

download Los Dirigentes Ocultos Del Mundo Por Raymond Bernard

of 9

Transcript of Los Dirigentes Ocultos Del Mundo Por Raymond Bernard

  • 8/20/2019 Los Dirigentes Ocultos Del Mundo Por Raymond Bernard

    1/20

     

    LOS DIRIGENTES OCULTOS DEL MUNDO

    por Raymond Bernard

    A MANERA DE PRESENTACION¿ AQUI O ALLA?

    La tradición siempre hace referencia a un gobierno oculto del mundo, y a este gobierno con el transcurso deltiempo se le ha dado distintos nombres y lugares de residencia. En el último siglo Saint-Yves d’Alveydre por laprimera vez posiblemente se refirió a él de una manera tan explícita, precisa y con abundancia de detalles. Suobra salió a la luz en buen momento y supe luego de la mejor fuente autorizada que efectivamente, como élmismo lo informa, había recibido instrucciones precisas para publicar dichas revelaciones. La utilizacióntendenciosa de algunas informaciones dispersas, pero fundadas, por algunos “aventureros de lo oculto”, másinteresados por su popularidad o por su éxito financiero que por la verdad, exigía una aclaración. También seencontraban aquellos que al no comprender nada de nada y persuadidos de su “iluminación” o de las“revelaciones” que les eran transmitidas, decían, de Arriba o de tal o cual maestro o guía, difundían extrañasteorías que, como suceda a menudo, tenían una atracción increíble pero real en ciertos buscadores extraviado

    siempre en busca de una “novedad” imposible en el hundiente pantano de lo “maravilloso” incontrolado.

    Hacía falta pues restablecer la verdad, aunque fuera parcialmente, por lo que Saint-Yves d’Alveydre  levantóun extremo del velo que cubría al Agartha, tal como el Agartha se encontraba en e! momento en que escribiósu obra, y tal como en ese entonces estaba constituido y llevaba sus actividades. Se supo también de otrasfuentes que la “sede” de ese gobierno oculto del mundo se encontraba en ese entonces establecida, en eldesierto de Gobi. Hasta ahí se supo.

    Se trata de hechos verídicos en su comienzo, que, como nuestro mundo, están en perpetuo movimiento ytransformación. Los hechos evolucionan y su contenido cambia. Lo que era verdadero hace algunas décadas,está hoy pasado. Todos aquéllos que en la actualidad tienen interés en estos temas particulares conceden .alas informaciones de Saint-Yves d’Alveydre  el mismo crédito de antes y, sin reflexionar, admitenimplícitamente que nada ha cambiado desde entonces. Sé que soy el primero en hacer a este respecto nuevas

    revelaciones y tengo consciencia acerca de la importancia de la responsabilidad que asumo por ello, por demásestá decir que, lo mismo que Saint-Yves d’Alveydre, no me hubiese atrevido a hacer tales revelaciones sinpermiso. Pongo pues en claro que el gobierno oculto del mundo (tema sobre el cual volveré más adelante endetalle, con motivo de uno de mis encuentros insólitos) no es ya, de ninguna manera, lo que fue hace unostreinta alías. Además, ya no se encuentra en el desierto de Gobi. En todo sentido, como lo veremos, se tiene encuenta las condiciones del mundo moderno y así fue siempre en una progresión lenta para un ajuste constantea las nuevas condiciones. Pero creo llegado el momento de relatar un primer encuentro insólito.

    Capítulo 1PRIMER ENCUENTRO 

    Entre las funciones que desempeño, como todos saben, existe la de que debo viajar mucho. Durante algunosaños luego de haber establecido en todo el territorio de mi vasta jurisdicción las logias, capítulos y pronaoinecesarios, después de haber elaborado las estructuras de la Orden Rosacruz A.M.O.R.C., tal como lasconocemos ahora, tenía todavía un trabajo de organización, supervisión y traducción demasiado absorbentecomo para poder aceptar todas las invitaciones que me hacían llegar los grupos subordinados a los que habíadado existencia. Sin embargo. llevaba a cabo visitas cortas a puntos cercanos, pero estos desplazamientos meproporcionaban la única y gran alegría de ver a nuestros miembros y dar una charla en su logia, capítulo opronaos, o bien presidir los primeros congresos locales. Fuera de las visitas excepcionales que me hacían a laGran Logia y por supuesto las tan apreciadas del’ Imperator de nuestra orden, no tuve durante’ este períodoningún encuentro “insólito” y de hecho, ni lo esperaba. Por cierto, me encontraba demasiado ocupado y todo mitiempo lo destinaba a cumplir mi pesada tarea diaria.

    Este libro fue escrito a mediados de los 60s , siendoRalph M. Lewis   Imperator de AMORC   y el autor  

    era Gran Legado Supremo para Europa y GranMaestro para los Países de Habla Francesa . 

  • 8/20/2019 Los Dirigentes Ocultos Del Mundo Por Raymond Bernard

    2/20

    Seguramente también esperaban que “yo pasara mis pruebas”. El “gran” periodo de mis “grandes” viajescomenzó en 1960 con dos visitas indispensables a Leopolville (ahora Kinshasa) y a Brazzaville, con unaincursión por el Sud Kasai. Estos viajes fueron “sin historia” en cuanto a hechos como los que nos interesanaquí y durante cuatro años resultó de igual manera. Como ya dije, no estaba a la espera de nada y noexperimentaba por lo tanto ninguna decepción.. Al contrario estaba lleno de alegría ante el extraordinariodesenvolvimiento de mi jurisdicción que se había convertido por su importancia, en la segunda del mundo.Además, mi función, y por así decirlo, la “gracia de estado” me conducían a actuar con gran prudencia. Llamadopor cierto desde muy joven a la senda rosacruz, muchas circunstancias y visitas no me sorprendían en

    absoluto, las que sí hubieran asustado al hombre de la calle. Hacía falta mucho más que lo extraño parasorprenderme, pero lo insólito se encontraba ya en el umbral.

    21 de mayo de 1964. Un viaje corto me reclama a Londres y me dirijo a Orly para tornar el avión de las 14horas. Todo está normal y estoy bastante contento por haber conseguido mi lugar preferido en la primera fila.Noto curiosamente que el asiento vecino al mío permanece libre, con todo que es un lugar apreciado y que elavión sin duda quedará completo. Al volver ligeramente la cabeza veo entre otros a un oriental que trae unturbante. Noto que el turbante es azul y me doy cuenta luego que es de gasa ligera. Un oriental, sin duda hindú,que vaya a Londres, no tiene nada de particular y me olvido de ello hasta el momento en que alguien se sientaen el asiento vacío al lado. mío; se trataba del oriental que acababa de ver. Su cara ancha rodeada de barba ysus ojos vivos me recuerdan a alguien. Todo sucede muy rápido en mi mente y atribuyéndolo a la “locura delambiente, trato de interesarme en los documentos que traigo, pero no lo consigo. ¡Súbitamente, me recordé!Fue en Bruxelas, hace algún tiempo, que vi a este hombre. Estaba haciendo un recorrido por la ciudad con gula

    turístico y él se encontraba a unos asientos más adelante en el autobús. En una de las estaciones estaba cercade él mientras el guía daba unas explicaciones. Me sonrió cortésmente y, al subir al autobús lo empujé pordescuido, por lo que me disculpé. Creí escuchar “nos veremos luego”, pero supuse haber oído mal, pues ¿cómopodría volver a encontrarme con alguien que no conocía para nada?. Había olvidado el incidente. Todo estovolvía a mi memoria y pensé “cuan chico es el mundo”.

    Mientras despegaba el avión, hecho un vistazo a mi vecino; me sonríe y hago lo mismo. Entonces, en unfrancés impecable me dice: —“ ¡Ya ve que debíamos reencontramos!” Hago un verdadero esfuerzo para contestarle: —“ ¡Tiene usted una excelente memoria, señor!” Su respuesta es abrupta: —“ ¡No se trata de memoria, sino de otra cosa!” Me puse en guardia, pero curiosamente calmo le dije: —“De veras?” Prosigue: —“Disponemos de poco tiempo, pues en el aeropuerto de Londres lo dejaré. Además sólo le daré alguna

    información. Otros harán lo demás. Toda introducción es inútil y usted es quien es con razón. Reciba consimplicidad, porque nada de lo que sabrá puede dañar su obra o interferir con ella. Usted se halla en una sendaaprobada y apreciada, su Orden representa el mañana. Sea fiel y consérvela en su pureza e integridad”.

    “Seguramente oyó hablar del Agartha, pero en adelante este nombre no es el apropiado. El nombre verdaderoy definitivo será conocido únicamente por un “pequeño núcleo’ y no debe ser transmitido. Este nombre es A… ¡Gobierno, oculto del mundo! ¡Qué impropia es esta expresión! Y sin embargo, cómo define bien al “AltoConsejo” y a los doce que lo componen! El error cometido en todas las épocas consistió en creer en laeternidad de los miembros del Alto Consejo. El Alto Consejo  es eterno, pero sus miembros son mortalescomo usted y yo. Sólo su “conocimiento” los hace diferentes, su conocimiento y su extraordinaria visión ycomprensión del porvenir de este mundo. Cuando un miembro muere, el que ha sido “elegido” para sucederle loreemplaza de inmediato y durante tres meses se familiariza con el “conocimiento” y “la experiencia” dejados porsu antecesor. Entra también por la primera vez en contacto con los miembros reunidos del Alto Consejo. Deesta manera la transmisión es ininterrumpida. Esta es la verdad al respecto. Nuestra responsabilidad esconsiderable, pero la asumimos en el conocimiento . .“

    Interrumpo a mi interlocutor: — “Acaba usted de decir en varias ocasiones “nosotros”. ¿Es usted miembro del Alto Consejo?”Pareciendo no haber entendido, prosiguió: — “El Alto Consejo conoce el último punto que alcanzará este mundo en su evolución. Conoce las etapas. Hayquienes, en los círculos de iniciados, conocen algunas, la era de Piscis o la de Acuario, por ejemplo, peroexisten otras que jamás nadie conocerá, con la excepción del Alto Consejo. ¿El papel esencial del AltoConsejo? Velar para que cada etapa se cumpla en el tiempo requerido y adelantar o retrazar, según el caso.Con mayor frecuencia el Alto Consejo debe empeñarse en “adelantar”. La humanidad es libre de alcanzar eltérmino de una etapa por sus propias. vías, pero el nuevo punto debe ser conocido tal como fue establecido y

  • 8/20/2019 Los Dirigentes Ocultos Del Mundo Por Raymond Bernard

    3/20

    es en este sentido que debe velar el Alto Consejo. Naturalmente, tiene los medios para influir sobre losacontecimientos y ve más allá de los incidentes, inevitables por culpa de la humanidad y la dificultad queexperimenta en adaptarse sin tropiezos a nuevas condiciones. Estos medios no pueden ser revelados, perousted los comprenderá fácilmente. El Alto Cónclave ese/brazo más alto de la Invisible Permanencia, por asídecirlo, o mejor dicho de Seres de jerarquía más elevada. El universo constituye una unidad de la que cadacosa y cada ser es un eslabón. Algo más: los miembros del Alto Consejo se reúnen en asamblea cuatro vecespor año, por períodos fijos. Cada uno de ellos se relaciona con los demás cuando así lo desea durante todo elaño...”

    ¿Los miembros del Alto Consejo tienen una profesión, digamos . . . profana?” — “Esto no está prohibido, pero en tal caso debe darle la posibilidad de contestar en cualquier momento, acualquier llamado y llevar a cabo cualquier misión, aún imprevista...’

     — “Estos miembros del Alto Consejo pueden tener una responsabilidad política?”—“iNo! Es la única prohibición. Aún la posibilidad de una profesión fue una decisión relativamente reciente; fuetomada el 27 de diciembre de 1945 en el curso de la última reunión periódica. Una profesión no es necesaria enningún sentido para ninguno de los miembros del Alto Consejo. Es más bien una ocupación, aunque a vecesfacilita la obra... Pero me imagino a lo que se refiere cuando pregunta sobre política — ¡sin duda a la pretendidasinarquía! ¡Que error! ¡Cuan absurdo es ésta concepción de algunos autores! Sería llevar a un nivel muy bajo lamisión cósmica del Alto Consejo. La política es asunto de los “hombres”. En ocasiones sirve a nuestrosdesignios y otras veces no. La seguimos dé cerca en el mundo entero y sacamos nuestras conclusiones, es

    todo. Por cierto que si ella entorpece la evolución mundial, intervenimos pero con medios que no tienen nadaque ver con la política. Resultan siempre más eficaces. En cuanto a la sinarquía es también un asunto de loshombres, de algunos hombres movidos por apetitos digamos.. . . materiales. No tenemos ningún punto, encomún, ningún lazo con semejante empresa. Cualquier otra concepción es pura ficción, pero ¡que importa!”

     — “Estoy enteramente sorprendido que de pronto, en un avión, lugar público donde oídos indiscretos puedenenterarse de nuestra conversación, y prácticamente sin conocerme, usted me haga sin control alguno,semejantes revelaciones. Sé y siento que usted me habla con la verdad; experimento claramente una situaciónde confianza y seguridad. Pero ¿por qué a mí y por qué aquí?

     — “¿Es a usted, Raymond Bernard, que debo enseñarle que el azar no existe y podría usted suponer quehubiera entregado dichas informaciones a cualquier desconocido? ¿Por qué a usted? Tal vez debido a lo que esusted, quizá por otros motivos. ¿Por qué aquí? Porque debe ser así. En cuanto a lo demás, tranquilícese. Nadie

    nos ha oído. Una vez más, acepte con sencillez”.Quiero formular otras preguntas, pero me detiene:

     — “Es suficiente, dice, no debo agregar nada más. Además, llegamos. ¡Otros tal vez, vengan . . . Londres!¡Pienso siempre en Copenhague en diciembre, cuando llego a Londres!” Apenas descendimos en elaeropuerto, detiene el paso y me dice:

     — ¡“Hasta la vista. Que Dios y nuestros Maestros bendigan nuestra comunión!”Impresionado por estas palabras, extraídas una a una del Liber 777, respondo emocionado. — “ ¡Que así sea!”

    Con el pulgar doblado coloca tres dedos de la mano derecha en su frente. Me alejo y volviéndome rápidamenteen una última mirada, lo veo dirigirse lentamente en la misma dirección para cumplir con las formalidades deaduana. ¡ Cómo me hubiera interesado ver su pasaporte! Era un hombre alto, robusto, la cabeza rodeada porun turbante de gasa azul claro, llevaba un traje marrón . - ¡Un hombre entre tantos!

    No volvería a verlo hasta meses más tarde, el 28 de diciembre de 1964; veremos en qué circunstancias. EnLondres tuve un excelente sueño, la noche de este primer encuentro insólito. Un sueño tan profundo que a lamañana siguiente creí haber soñado . . .iy sin embargo!

    Capítulo 2SEGUNDO ENCUENTRO

    No me gusta Copenhague en invierno. El frío es demasiado intenso y la naturaleza en la presente encarnaciónme dotó de un cuerpo refractario á las temperaturas demasiado bajas. Esto no ha sido un impedimento para

  • 8/20/2019 Los Dirigentes Ocultos Del Mundo Por Raymond Bernard

    4/20

    trasladarme a Dinamarca cuantas veces el servicio de nuestra Orden así lo requirió, ¡y siempre fue en invierno!

    No sé por qué no comprendí de inmediato la indicación que me dio mi primer interlocutor cuando me comunicó¡que pensaba en Copenhague en diciembre cuando llegaba a Londres! Quizás me encontraba aún demasiadoimpactado por su información. Fue a mi regreso a París que lo recordé. No me imaginaba qué motivos podríanllevarme a Copenhague siete meses más tarde, pero no dudaba que si debía enterarme allá de algo importante,las cosas se arreglarían por sí solas. Además; considerando esto como una prueba, no hice nada parafavorecer este viaje. Transcurrieron los meses y hacia el 10 de diciembre de 1964 recibí instrucciones para

    viajar a Copenhague por un asunto importante relacionado con nuestra Orden. Debía llegar a mi destino el 27de diciembre, a más tardar. Fui. Adivinarán con que interés tomé lugar en el avión y con que curiosidad esperéver a mi interlocutor insólito. Queriendo, a manera de juego, reservarme una sorpresa suplementaria, cerré losojos y esperé pacientemente, concentrándome de forma intensa en la Gran Logia.  Cuando abrí los ojos, elavión acababa de despegar. Ávidamente, miré hacia mi vecino...; Era una niña de unos doce años y dudé queen el- tipo de comunicaciones que me fueron hechas, la elección recayese e una niñita! Comencé a leer elúltimo número de la revista El Rosacruz y el resto del viaje transcurrió normalmente. . . y sin novedad.

    El Royal Hotel de Copenhague está situado en Hammerichsgade 1. Está cerca del centro de la ciudad yademás sus amplios salones, en especial el vestíbulo permiten discretas conversaciones. Tenía la impresión deque sería en este sitio que se produciría mi segundo encuentro insólito. Verdaderamente, no me imaginé otrolugar distinto a éste. Como tenía que cumplir mi misión, decidí que sería ésta una segunda prueba: esperaré enel vestíbulo únicamente durante los períodos de tiempo libre de que dispusiera. Al día siguiente de mi llegada,de 9 a 10,30 Hrs. de la mañana permanecí sentado en un sillón giratorio a la vista de la puerta de entradaprincipal. No ocurrió nada. Al día siguiente nada aún, ni por la mañana, ni por la tarde desde las 18 a 19 horas.Llegué a suponer que había concedido a las palabras de mi primer interlocutor, un sentido que no tenían..,

    A la mañana siguiente, hacia las 9,30 Hrs. cuando ya me disponía a bajar para “montar guardia” en el vestíbulo,sin mucha esperanza, sonó el timbre del teléfono en mi habitación. El conserje me enunció que me esperaba el“Señor Jans”. Como no conocía ningún “Señor Jans”, supuse enseguida que se trataba del nuevo encuentroesperado — encuentro insólito donde todo transcurre de una manera distinta, ya que la espera “organizada”había sido inútil.

    Bajo de inmediato. El vestíbulo está casi vacío. En el momento en que me acerco al escritorio del conserje, unhombre se levanta de uno de los sillones y me mira fijamente. Me dirijo hacia él: “¿Es usted el señor Jans?”Toca rápidamente su frente con los tres dedos de la mano derecha, el pulgar doblado hacia el interior. Meinclino ligeramente sin dar la mano. Estas personas dan la impresión de ignorar por completo el “apretón de

    manos” Un día deberé preguntarles por qué. “Venga señor Raymond Bernard”. Lo sigo. Desde que lo vi tuve elmismo sentimiento de seguridad y confianza. Habla el francés perfectamente, pero su acento es. indefinible, talvez eslavo. Viste con distinción. Su rostro delgado esta coronado por una abundante cabellera blanca. Sus ojosson de un azul metálico, Es más o menos de mi estatura.

    Afuera nieva. Un coche espera. El “Señor Jans” da una instrucción en danés al chofer y salimos. No hablamucho algunas palabras de tanto en tanto cuando pasamos delante de un monumento o de un edificio-histórico.Conozco bien Copenhague, lo escucho distraídamente, pero lo observo. Sonríe curiosamente; su bocapermanece cerrada, solamente sus párpados se arrugan un tanto. El hombre es incuestionablementeenigmático. Me pregunto a dónde vamos. Atravesamos ahora las afueras; no puse atención al recorrido y no sédonde nos encontramos. El coche se detiene delante de una casa de aspecto común, difícil de distinguir de lasdemás, como sucede a menudo en los países nórdicos. El edificio es sin embargo de buen aspecto y estructurasólida. Bajamos. Ignoro si el “Señor Jans” tocó el timbre, pero la puerta se abre. Observo la fachada, pero no

    hay placa alguna, nada.

    Entramos. La casa parece vacía. Mi anfitrión me conduce hacia un pequeño salón. La pieza es extraordinaria.Creo penetrar en un mundo diferente. Me resultaría imposible describirla en detalle y aún una descripción noaportaría nada al ambiente que ahí reina y lo que de él emana. Esto es, la atmósfera vibratoria, lo que cuentaallí. Todo parece bañado en una luz violeta creada por las cortinas que esconden las ventanas y por unapequeña lámpara encendida en uno de los rincones del salón. En las paredes dos cuadros, pero no puedodistinguirlos con perfección. En cambio, sobre una pequeña mesa delante del sillón donde me ubico, veo unmarco blanco con la fotografía de un hombre vestido de gris, cuyo rostro es fascinante; parece tener unoscuarenta años, es moreno, pero sus ojos son tan claros que parecen vacíos en la fotografía. Es impresionante.El “Señor Jans”,  sentado frente a mí desde hace un momento, me mira fijamente, pero no hace ningún

  • 8/20/2019 Los Dirigentes Ocultos Del Mundo Por Raymond Bernard

    5/20

    comentario acerca del interés que pongo en la fotografía y no me atrevo a formular pregunta alguna. Espero yluego de algunos instantes dice:

    “Para usted seguiré siendo el “Señor Jans”. No hace falta ninguna presentación. ¿Que importan los nombres ypersonalidades en la obra nuestra? ¡Lo esencial y lo relativo, dos términos opuestos, dos extremos! Se debeelegir uno u otro. Lo relativo debe dejarse para el mundo del que emana. Nuestra razón de ser es esencial.¡Seamos pues, nosotros mismos, “esencia”! En esta misma habitación donde nos encontramos se reunió ayerel Alto Consejo y es por eso que quise tener esta conversación con usted, aquí. Naturalmente, no se trata de

    ponerlo al corriente de los temas examinados ayer. A toda reunión del Alto Consejo  le siguen en el mundo:circunstancias de una importancia considerable y nadie, salvo el Alto Consejo, debe examinarlas o poderconsiderarlas contrariamente a como aparecerán al gran público. Voy a continuar con usted la conversación quetuvo entre París y Londres con otro responsable del A. . . Conozco lo que le fue comunicado, pero tal vez seamenester volver sobre ciertos puntos en el transcurso de mis explicaciones. Ante todo, acepte con humildad.Escuche, medite, pero no cambie nunca ni una palabra de lo que se le transmita, si un día le es permitidohablar.

    “El Alto Consejo, el A...  está, como usted sabe, compuesto de doce miembros y tiene ya algunos datosfundamentales sobre ellos. Este Alto Consejo  se asemeja a un gobierno en su estructura, más bien a unadirección colegiada , pero la jerarquía es allí estricta. Por supuesto, no podría nunca darse el caso de quealgunos quisieran “derribar” a otros. No existen, en el Alto Consejo, preocupaciones semejantes. Cada unoestá en su Jugar, ligado, fundido a los demás y cumple su misión como debe. El jefe del Alto Consejo no tiene

    título propiamente dicho. Hace un tiempo, algunas informaciones que pudieron “filtrarse” al exterior lo hicieronconsiderar como “el rey del mundo’.

    Rey, por supuesto que lo es, y aún más, por el poder absoluto y las responsabilidades de su cargo, pero nuncatuvo ese título. Para nosotros es “Maha” y ese nombre tiene para nosotros un valor tan sagrado que ningún otrotérmino podría sustituirlo. Debo puntualizar que tiene también un significado muy particular y querer compararlocon otros términos parecidos o interpretarlo de acuerdo a estos últimos sería engañarse con el error másabsurdo. Maha  es nuestro venerado jefe. Su sabiduría es profunda, su universalidad total y su comprensiónabsoluta. Es de una bondad única que el mundo no sabría comprender, o admitiría mal, pues el mundo sóloadmite la bondad cuando le atañe a él, si no la considera debilidad. Maha, sin embargo, es duro e inexorablepara quien falte a la palabra dada. Perdona al hombre; no olvida la falta. Maha  es, por así decirlo, nuestropresidente. El segundo en rango, cumple una función similar a la de un secretario general en el seno de ungobierno presidencial. Es el brazo derecho del presidente, Maha, y lo sigue por doquier. Es él, quién si fuese

    necesario, nos transmite las instrucciones especiales de Maha. Los otros diez miembros del Alto Consejo soncomparables a vuestros ministros. Cada uno se ocupa de una gran rama de la actividad humana: economía,educación, justicia, etc., con un ministro especial, el de la religión y cultos que incluye tanto a las grandescongregaciones religiosas, como a la religión de la tribu de un clan apartado. Por extraño que le parezca, lasórdenes tradicionales, entre las cuales está la vuestra, dependen de educación, pues este término es empleadopor nosotros en su sentido más puro”.

    “Tal vez se pregunte cuales pueden ser los medios de acción del Alto Consejo. Es natural esta pregunta, pues¿de qué podría servir tal “gobierno” en un territorio tan vasto como el planeta si está constituido solamente pordoce miembros, incluido nuestro venerado Maha, que se reúnen de vez en cuando para evaluar y decidir, siesta evaluación, esta determinación y esta decisión no pueden encontrar un campo de aplicación? Algún otro lecomunicará tal vez un día los medios llamados por el mundo “supranormales” de los que nos servimos, cómo ypor qué. Permaneceré, por así decirlo, en el plano operativo exterior. Mi predecesor le dijo que no intervenimosen los asuntos interiores de los Estados. Quiso decir en especial que para el Alto Consejo  no existen losEstados, como tales. Para él no existe más que el mundo en calidad de planeta y su progresión uniforme através de los ciclos con el fin de procurar para los hombres el marco y el medio de las experiencias yconocimientos que son la trama de su progresión individual y colectiva”

    “Por lo tanto, y esto es importante, si un determinado Estado parece retrasarse en relación con la progresióngeneral esperada, o adelantarse, creando así una discordancia, tanto en un caso como en el otro, el AltoConsejo por los diversos medios de que dispone, restablecerá el equilibrio y esto tendrá por resultado que losresponsables locales deberán ajustarse y ajustar las condiciones con los medios de que dispongan ellosmismos, a. la situación que habremos creado en el interés universal. Es evidente que ellos ignorarán siemprepor qué se encontraron ante tal condición, pero deberán reaccionar y adaptarse a esta situación. Desde luego,no existe ninguna preferencia por uno u otro Estado en el móvil nos anima. Conocemos la “norma general” y

  • 8/20/2019 Los Dirigentes Ocultos Del Mundo Por Raymond Bernard

    6/20

    por así decirlo, evaluamos la “nota” de cada Estado en relación con dicha norma. De ahí nuestra intervención, sifuese necesaria, y su grado de vigor”.

    “Le diré de paso que Suiza es el único país del mundo cuyo “ritmo” es normal desde hace siglos. No tuvimosmotivos para “intervenir” desde hace mucho tiempo, salvo dos o tres veces en el plano económico, pues sehabía replegado sobre ella misma en ese aspecto. Tuvimos entonces que favorecer la “necesidad” de una manode obra extranjera a fin dé restablecer el equilibrio, lo que todavía se encuentra en curso, pero hacia 1968 laestabilidad quedará normalizada”.

    “Se sorprenderá de saber que nuestro venerado Maha no es desconocido por los Grandes de este mundo. Por“Grandes” quiero decir los más altos responsables de las naciones grandes o pequeñas. Sin embargo, no todoslo conocen y algunos nunca oyeron hablar de él. Para usar un eufemismo, es conocido solamente por los“estables”, quienes debido a su personalidad representan una garantía de que mantendrán por su acción, el“ritmo” y sobre todo, que sabrán durar. No resulta difícil para nuestro Maha determinar quien posee también lacualidad esencial que es la discreción. A menudo, Maha será conocido por ellos bajo un nombre y cualidades“exteriores” que no tienen nada que ver con su responsabilidad real. Pero, debido a lo que representa “porfuera”, será recibido y “escuchado” con frecuencia. A veces Maha  se revela a un gran responsable en suverdadera personalidad, pero esto es raro. Sé que uno solo lo conoce en la actualidad de esta manera y lainfluencia de Maha sobre él es considerable. iNo! No me pregunte su nombre. No olvide la impersonalidad denuestra gran obra”.

    “Paralelamente a la influencia muy real y eficaz de Maha, está por cierto la influencia y acción de sus oncecolaboradores. En un menor grado y a niveles menos elevados, nosotros también operamos, pero bajo lasupervisión de Maha. La eficacia de nuestra acción es grande, siempre teniendo en cuenta las reacciones eincertidumbres humanas, las que a veces obligan a otras “intervenciones” por parte nuestra. Lo que acabo dereferirle es la acción directa, para usar una expresión muy empleada en este siglo. Pero el Alto Consejo  tienesu administración y voy a aclararlo”.

    “Hubo un tiempo en que aproximarse a los “Grandes” no resultaba una empresa compleja. Un nombreverdadero o supuesto era suficiente con tal que fuera acompañado de una fortuna real o aparentementeimportante. Como la orden venía de la cima, era en la cima que se debía poner atención. Cada país vivía demanera relativamente cerrada. El poder y la actividad principal se encontraban en el “centro”. En esa épocaalgunos enviados resultaban suficientes y no hubo nunca más de doce, algunos de los cuales han dejado unnombre o rastro en la historia. Reconsidera el personaje del “Conde de Saint-Germain”, por ejemplo, o el de

    “Cagliostro” a la luz d esta explicación. IComprenderá entonces mejor la misión de ellos! En la actualidad lasituación es diferente. Los pueblos se mezclan en un vaivén incesante. Los gobiernos se consultan. Loscontactos se multiplican. Es un progreso considerable, como estaba previsto. Pero nuestra acción tenía quetomarlo en cuenta”.

    “El 21 de marzo de 1933 el antiguo Maha, desaparecido de este plano cuatro años más tarde, habíacomprobado en una reunión periódica, que era menester ajustarse, en nuestro proceso operativo, al mundo delmañana; trabajos y estudios fueron hechos en tal sentido, pero la fecha capital fue la del 28 de diciembre de1945, cuando nuestro Maha actual autorizó a los miembros del Alto Consejo para desempeñar funciones . . .digamos profanas, por supuesto no le diré cuáles, pues sería a la vez inútil y absurdo. Sin embargo, le será fácilcomprender que no podría tratarse de una situación que implique una responsabilidad política central. En elcorazón de una administración profesional, u otra distinta, es evidente que hay información y que el impulsodado de regreso es eficaz. Deducirá con razón que también en la escala mundial quedó establecida una granred que forma un todo perfecto. Esto no significa que fuera del personaje central, que es uno de los miembrosdel Alto Consejo, cualquiera esté al corriente. Nadie lo está. Pero usted tiene suficientes ejemplos “exteriores”y por lo tanto no insistiré”.

    “Tal vez piense que doce miembros en el Alto Consejo es poco para la misión que desempeñan. Créame queno es el caso, nuestra organización es perfecta. Estoy seguro de que no lo pone en duda. Agregará algo más:No olvide lo que le dijo el que lo entrevistó antes que yo, o evaluará mal nuestra obra. Recuerde que no somos“políticos” en el sentido que el mundo entiende. Ubique nuestra acción en el bien y en el contexto universal. Loque ahora sabe lo coloca en condiciones de tener una visión de conjunto real de nuestro trabajo al servicio delmundo. Con estas explicaciones nunca dadas antes a alguien, podrá entender mejor lo que sucede en unmundo que se volvió pequeño. Sepa resolver cada acontecimiento importante con estas llaves fundamentales.Le recuerdo, acepte con humildad . .

  • 8/20/2019 Los Dirigentes Ocultos Del Mundo Por Raymond Bernard

    7/20

      — “Puedo hacerle una pregunta: Y las Naciones Unidas?” — “Otro, tal vez, le dé la respuesta algún día. Lo que debía decirle personalmente concluyó y creo haber sidomás locuaz que mi predecesor, pero así estaba previsto. Aunque la alusión era bastante clara, usted debiódeterminar donde tendría lugar el presente encuentro. Es cierto que el resto fue “favorecido” por nosotros. Notendrá que deducir el lugar del próximo encuentro. Será Atenas. ¿Cuándo y cómo? Quedará aclarado cuandollegue el momento, de manera que no hayan dudas. Como por cierto supone, no existe el “azar” en lo queconcierne al Alto Consejo. Bien, mi chofer le acompañará”.

    Nos levantamos. Cerca de la puerta lleva nuevamente los tres dedos de la mano derecha, el pulgar doblado, a¡a frente. Me inclino, agradeciendo . . . Sus párpados se arrugan. Ha terminado. Una media hora más tarde meencuentro en mi hotel sin haber abandonado un sólo instante con el pensamiento un saloncito en la penumbravioleta y a un cierto “Señor Jans”. 

    Capítulo 3TERCER ENCUENTRO

    A medida que el tiempo transcurría, los “encuentros” se normalizaban. Hasta aquí no había tenido más que dos,pero una gran diferencia separaba al segundo del primero: menos “misterio” y aspecto de imprevisto, menosalusiones enigmáticas en cuanto al próximo lugar de reunión o a su fecha. Por cierto, comprendía la necesidadde discreción, pero esta técnica más directa correspondía mejor con mi temperamento. En una sociedad donde

    todo parece al descubierto, se puede ver tanta gente que se rodea hábilmente de una aureola misteriosa paradisimular el vacío que tienen dentro, que resulta difícil deshacerse de cierto malestar cuando la misma actitudes utilizada para un fin extremadamente importante y serio. Por cierto que el sentimiento de seguridad yconfianza que experimentaba en el curso de esos encuentros —y desde el primer contacto— era una garantíaabsoluta para mí, pero la manera en que el próximo encuentro me fue designado, me agradaba. De todasmaneras, no tuve sorpresa alguna cuando fui enviado a Atenas la semana que precede a las Pascuas de 1965.Ese año las Pascuas griegas se celebraban una semana más tarde que en Francia. Como salí el miércolesantes de las Pascuas nuestras y mi regreso fue el martes siguiente, no hubo Pascuas para mí ese año.

    lAtenas! el cielo más hermoso del mundo, se dice, pero sobre todo que extraña impresión de un eterno pasadopara el visitante que desea ignorar la inevitable presencia de “lo moderno”. Con excepción del Partenón, dealgunos jardines y monumentos, existen pocos rastros en Atenas misma de la prestigiosa antigüedad, pero estápresente la “atmósfera” y aunque sólo estuviera el Partenón sería suficiente, como soporte, para transportar el

    corazón a esos siglos lejanos donde todo el pensamiento de un mundo se reunían aquí bajo la protecciónbenevolente de la divina Atenas. En cuanto a mí, como a tantos otros, cada estadía en Atenas me conduce enperegrinación a la célebre colina donde entre las piedras del templo surgen aún la esperanza, las aspiraciones yla tradición de todo un pueblo. Tener un encuentro insólito en Atenas no podía entonces desagradarme.

    La experiencia anterior me había enseñado que no se debe intentar provocar el acontecimiento (en el sentidosagrado de la palabra). Es suficiente estar listo y esperar con serenidad. Desde mi llegada no hice más quecumplir con lo que me había llevado a Atenas. Lo hice sin prisa excesiva, sin sorprenderme de la demora o delsilencio por parte del que estaba esperando. El sábado por la mañana, en el momento de entregar mi llave alconserje, éste me entregó un sobre blanco que no tenía ninguna inscripción, sino el número de mi cuarto escritopor él conserje. Abrí de prisa el sobre; en media hoja de papel, escrito a máquina, estas únicas palabras: “Hoy18 horas” y la dirección de una calle que calculé próxima a la plaza de la Constitución, pero en dirección de lacélebre Plaza. En todo el día no sentí ninguna prisa, aunque me embargaba una comprensible curiosidad. A las17 horas estaba de regreso en mi hotel, y luego de una corta meditación, pedí un taxi. Enseñé el papel al chofery lo volví a guardar enseguida.

    ¡Que extraña experiencia ofrecen al visitante los taxis de Atenas! Es incomprensible que se pueda llegar adestino sin inconvenientes cuando se debe soportar el desorden del tráfico y sacudidas brutales. Los choferesgriegos son artistas aventajados únicamente por los turcos, sobre todo en Estambul. Pero se llega siempre apuerto y ¿no es eso lo esencial?

    La calle es muy estrecha y poco frecuentada, bastante sombría también. El taxi se detiene delante de un edificiosin características particulares y desciendo. Pero ¿qué sucede? El inmueble tiene varios pisos y lo habitan sinduda varias familias diferentes. Estoy muy perplejo y sin embargo no tengo ningún recelo. Espero

  • 8/20/2019 Los Dirigentes Ocultos Del Mundo Por Raymond Bernard

    8/20

    pacientemente delante de fa puerta y me coloco de manera de ser bien visto desde el interior para cualquieraque espera un visitante. A las 18 horas exactas, la puerta se abre y un hombre sonriente me dice cortésmente.“Buenas noches, señor. Quiere acompañarme, por favor” Lo sigo. No hizo el gesto habitual. Tal vez se trate dealguien encargado de introducirme. En el primer piso, delante de una puerta grande a la izquierda, se detieneunos segundos y cuando estoy cerca de él, entra, la puerta estaba entreabierta. Cuando nos encontramos en elinterior, la vuelve a cerrar, hace el signo y dice: “Sea bien venido”, luego me conduce hacia una habitación deregulares dimensiones pero amueblada con refinamiento. Nada en las paredes, pero aquí todo irradia fineza yestética. Una sola lámpara de rincón está encendida y vuelvo a encontrar el ambiente azulado de mi último

    encuentro en Copenhague. La misma atmósfera me penetra y me deslumbra. Tomo asiento en un ancho sofáque me es designado por mi anfitrión y, al sentarme veo sobre un mueble a mi derecha la misma fotografía queme había llamado la atención en Copenhague. Mi interlocutor se sienta a mi izquierda en un asiento bajo. Estoyazorado. No tiene más de veinticinco años y la belleza de sus rasgos es notable. Sus ojos claros centellean devida y su tez morena los hace aparecer más claros aún. Su rostro parece casi infantil bajo su abundantecabellera oscura peinada con esmero. Pero espero sobre todo lo que debe comunicarme. Comienza enseguida:

    “Deberá aceptar con confianza. Otros le han hablado ya y mi papel es diferente. En Copenhague se enteró denuestros medios de acción temporales. Y se me informó acerca de su pregunta relacionada con las NacionesUnidas. Tal vez sus reflexiones lo condujeron a una explicación válida. Las Naciones Unidas —como antes laSociedad de Naciones— responden a una necesidad interna de los pueblos. La idea es excelente, pero larealización no lo es. Por lo menos hay progreso y un organismo semejante llega a servir de freno a las pasionesde los pueblos, lo que resulta de una indudable utilidad. Sin embargo se comprueba que en su seno existen las

    misma imperfecciones que caracterizan a cada nación: intervenciones interesadas, influencias lamentables yesfuerzos por utilizar todo como justificación de una acción nacional, aún si esta acción es errónea y peligrosa.

    No obstante, este organismo es perfeccionable y el Alto Consejo  lo tiene en cuenta. Está lejos dedesinteresarse de los trabajos de las Naciones Unidas de todas maneras, tanto como dure este organismo, élintervendrá, y lo que usted sabe ahora a propósito de lo que se lleva a cabo en otros terrenos, se aplica en estecaso, de la misma forma. Puede usar el mismo razonamiento para cualquier organismo creado por el hombre.El Alto Consejo  puede que directa o indirectamente sea su origen. Podría suceder que en un comienzo nointervenga, pero todo lo tiene en cuenta y se sirve de ello para llevar a buen fin su misión al servicio del mundo.Esto complementa la información, pero nuestro encuentro de hoy es por un motivo más elevado. Debo hablarlede nuestros medios, diría de nuestros medios excepcionales, diferentes, ese sería el término exacto. Su función(e permite comprender estos medios —su función y también su formación en el seno de una organizaciónimportante, su orden que amamos y respetamos y de la que conocemos su permanencia, a pesar de las

    inevitables dificultades, las del mundo y las de seres poco iluminados cuyo ego los confunde haciéndoles creeren su “valor” o en sus “conocimientos” para llenar su enorme vacío interior. No hay más lugar para ellos, queellos mismos, donde quiera que se encuentren, y a su entender su Orden tiene las imperfecciones queúnicamente ellos, pobres incomprendidos, pueden hacer desaparecer. Tales censores existen por doquier.Considérelos con benevolencia. Desean aparentar mucho midiéndose con lo grande, mediante la críticanegativa y hábil, y sin esto, ¿qué sería de ellos? Nosotros mismos en nuestra obra tenemos que enfrentarnos aveces con temperamentos, de este género; los hay en todos los niveles. Pero la diferencia con usted, que noestá autorizado a hacer uso de medios “diferentes” —por lo definido de una orden tradicional encargada deguiar en la libertad y no en la imposición— es que el Alto Consejo tiene derecho de hacerlo, y lo hace. ¿Cuálesson estos medios? Seguramente los presiente en su conjunto, veamos en detalle . . . El Alto Consejo, el A... es en cierta forma el primer eslabón visible del conjunto jerárquico cósmico. No debe confundirse con lo queustedes llaman el alto cónclave de los maestros cósmicos, cuyo plano es diferente y cuya misión no es, porlo tanto, la misma. Para precisar y completar la definición que acabo de dar, digamos que el Alto Consejo, elA... en calidad de primer eslabón visible del conjunto jerárquico cósmico, es el eslabón fundamental que tienepor misión vigilar el desenvolvimiento armonioso de la humanidad, como sociedad organizada en el curso de losdiferentes ciclos previstos desde la eternidad. Estos ciclos son doce; Están simbolizados por las constelacionesdel zodiaco y se extienden por 24.000  años aproximadamente. Luego s el juicio colectivo e individual y elcomienzo de una nueva etapa cíclica de doce. Esta cifra de doce debe conducirlo en sus meditaciones afructuosas conclusiones. Verá que existe una relación con el número de miembros del Alto Consejo.  Cada“ministro” toma en tal forma un realce particular, de acuerdo al ciclo en curso; cada ciclo tiene una notapredominante en armonía con cada una de las doce funciones. Pero sabrá también que la unidad permanece yque cada función del Alto Consejo guarda su importancia. Sin embargo, bajo la responsabilidad e impulso deMaha, cada función desarrolla sus actividades en favor de la actividad central del ciclo del cual un “ministro” esel símbolo”.

  • 8/20/2019 Los Dirigentes Ocultos Del Mundo Por Raymond Bernard

    9/20

    “En el caso de la situación de los dos planos (el visible e invisible) —debo de precisar que no existe más que unplano bajo dos apariencias o manifestaciones— el Alto Consejo procede de los dos. Por lo tanto, utiliza lasposibilidades ofrecidas por la fase visible y tiene a su disposición los poderes que le confiere la otra fase. Lospoderes no se comunican; se adquieren mediante el estudio y el trabajo. Más exactamente, no son nada en símismos. Son el resultado; una de las consecuencias del conocimiento y experiencia adquiridos. Muchosbuscadores piensan tanto en los “poderes”, que olvidan lo esencial y, naturalmente, pierden el tiempo. Mientrasno superen este falso concepto permanecerán en el terreno de las “ilusiones del psiquismo” de donde nadiepodrá rescatarlas, sino ellos mismos. Es así que los miembros del Alto Consejo, los doce del A...  han

    alcanzado por definición en el campo del conocimiento universal, un grado tal que implica, por lo tanto, laadquisición natural de poderes excepcionales. ¡Usted no ignora que el conocimiento no se adquiera en una solaexistencia! Los que en la actualidad componen el Alto Consejo  han pasado, por cierto, por una largapreparación y en la presente vida han nacido adelantados con respecto a los demás, desde el punto de vista deevolución en general. Tuvieron que hacer la síntesis, alcanzar el punto, si prefiere, y su misión fue de algunamanera cósmica- mente ordenada y preparada; cuando el llamado del Alto Consejo les llegó habían alcanzadoen esta existencia un grado avanzado de “realización”.

    “Recibieron luego una formación especializada en virtud de su misión y cuando llegó el momento fueroninvestidos de su función, es decir, cuando uno de los doce abandonó este plano físico. Entre los “poderes” deque disponen los miembros del Alto Consejo  está, en primer lugar el conocer con exactitud la fecha de sumuerte. Ninguno de los doce concede importancia a la duración de la vida. Su evolución es demasiado grandepara hacerlo. Saben que la vida es eterna y que abandonar este plano es prepararse ya para regresar bajo una

    envoltura material más nueva. Por lo tanto, cumplen con su misión y utilizan toda su energía, todas sus fuerzas,sin preocuparse por saber si sus esfuerzos acortarán el lapso de una encarnación. Sin embargo, deben pensaren la continuación y es ésta una de sus mayores responsabilidades. Periódicamente y en forma individualdeben determinar el grado de desgaste de su cuerpo, tal como lo haría el dueño de un automóvil para saber siéste le va a servir aún tres, cinco o diez años. En cuanto a los doce, su examen periódico individual les permitever si su trabajo ha necesitado hasta ese momento una cantidad normal de energía o fue mayor, y sacan susconclusiones. Un miembro del Alto Consejo conoce de esta manera el momento de su partida del mundo físico.Por supuesto que si el sucesor no está aun listo, el que va a ser reemplazado puede prolongar su existenciahasta el momento que lo desee. No utilizará para ello medios excepcionales. Se contentará con reducir susactividades, reteniendo así la energía indispensable. Volverá a tomar un ritmo normal que lo conduciráfatalmente a la muerte, cuando con toda certeza, el sucesor, aparecerá ya listo en el Alto Consejo. Luego deesta explicación le será fácil comprender también que las funciones son “hereditarias”, cósmicamente hablando.Una determinada función pasará de quien la ha ocupado a un sucesor preparado para ella ‘y así

    sucesivamente. Pasa lo mismo con la función de Maha. En el plano profano y conservando las proporciones,este proceso encuentra su concordancia con la elección del Dalai Lama. 

    Esto es en un grado menor y a partir de “creencias”; lo que sucede entre nosotros es de manera reflexiva”.“El poder de pensamiento de los miembros del Alto Consejo del A... es considerable, en especial en nuestrovenerado Maha.  Nadie lo utiliza como imposición, salvo caso extremo raro donde el destino del mundoestuviese en juego, por lo que la decisión, lo mismo que la acción correspondería entonces a Maha, luego dehaber presentado el caso al Alto Consejo  reunido excepcionalmente para discutirlo. No hay, entre nosotros,abuso de estos poderes. A nuestra escala, la consciencia de la misión es demasiado clara como para que laidea de una utilización abusiva aflore en nuestro pensamiento. Si fuera necesario, visualizamos para no influiren los demás Nuestro poder de pensamiento es usado en nuestro trabajo, de acuerdo a modalidadesrigurosamente establecidas que conocemos a la perfección y tal es así que entre nosotros se produce unaespecie de automatismo. Ante ciertas circunstancias, este poder funcionará por sí solo, como si se tratara de unmecanismo; una vez el problema resuelto, todo quedará ordenado. Por cierto que podemos leer en los seres,pero no se trata aquí de un juego, y el mismo automatismo del que hice mención, se pone en funcionamientoentre nosotros con ese fin. Si es necesario “ver en otro”, es sencillo para los miembros del Alto Consejo y todoshan adquirido suficiente maestría para sacar las conclusiones que sean necesarias, para no mostrar susdeducciones y callarse, aún si en forma deliberada aquél que fuese probado sin saberlo, tiene un plan ypersigue objetivos de los que sus palabras y comentarios no dejan entrever su verdadera intención”.

    “Cada uno de nosotros sabe sintonizarse con la memoria cósmica, pero para recoger una imagen cadamiembro del Alto Consejo centra su atención interior en el único radio que interesa a su campo de acción. Sinembargo en el curso de una reunión periódica, cuando se trata de investigar un punto universal importante,controlar otro más, o verificar las conclusiones en lo que tiene que ver con el “estado del mundo” con relación alciclo o al nivel que debiera alcanzarse, si una noción resulta útil y es conocida por estar ya registrada en la

  • 8/20/2019 Los Dirigentes Ocultos Del Mundo Por Raymond Bernard

    10/20

    memoria cósmica, entonces Maha, solo o con uno o varios miembros del A..- —todos si el informes es capital—entran en ellos mismos y se sintonizan con las vibraciones de los archivos universales”.

    “Todos, incluso Maha, y él con mayor razón que los demás, están en condiciones de alcanzar psíquicamente talo cual punto, si es menester, pero este medio no es utilizado de una manera sistemática. Cada uno de nosotrospuede también ir al encuentro de Maha  o de los otros miembros del Alto Consejo  de esta manera. Entrenosotros este medio es empleado con mucha frecuencia. Sin embargo, nuestra misión requiere el uso delrazonamiento y es por ello que tienen lugar nuestras reuniones periódicas. Toda decisión y acción de larga

    duración quedan determinadas en el curso de las reuniones, lo mismo que los controles correspondientes. Loscontactos psíquicos se llevan a cabo para puntualizar, si fuera necesario, los detalles de la ejecución.“El Alto Consejo reunido representa, por así decirlo, la cúspide jerárquica de la humanidad, el punto de uniónentre los dos planos de que le hablaba. Está encargado de una misión de Arriba y dirige lo que gobierna pordebajo de él, desde donde se encuentra. Si la humanidad en su conjunto sucumbiera bajo el peso de una cargaque se impuso a sí misma por sus actos, deberíamos entonces dirigirnos hacia Arriba para pedir ayuda paraella. Transferimos en cierta forma, a un grado más elevado la necesidad que hemos sentido abajo. Pero,utilizando lo que fue puesto a nuestro alcance, aplicaremos también nuestro conocimiento ante esa situación, yusted sabe a que me refiero, puesto que en uno de los grados de su gran orden se enseña la ley de laasunción. “Luego de todas estas explicaciones, debo puntualizar que nuestro trabajo tiene que ver con laconducta de la humanidad relacionada con el fin que le ha sido asignado —no para una conducta autoritaria,pero si una conducta vigilante— y nuestra acción, usted está ahora en condiciones de comprenderlo, esconsiderable. Si, en cierto sentido, el Alto Consejo  es realmente el gobierno oculto del mundo, pero su

    gobierno esclarecido, respetuoso de las libertades, mientras éstas no interfieran con la marcha hacia adelantede este planeta, y que sólo interviene en los asuntos mundiales para el bien de los hombres. .

    Mi anfitrión había monologado con los ojos cerrados, las manos juntas, con voz lenta y persuasiva. Meencontraba demasiado interesado como para interrumpirlo, a pesar de que ciertas preguntas me llegaban a lamente. En este punto de su exposición, no pude impedir decirle:

     —“Y las guerras que devastan a la humanidad? ¿Y los pueblos que sufren miseria y hambre? ¿Por qué nointervienen ustedes en estas circunstancias tan trágicas?”

    El contestó: “Esperaba su pregunta y me parece oportuno esclarecerla de inmediato con motivo de nuestraconversación de hoy. Ante todo, si tiene en cuenta el papel del Alto Consejo  del A... , tal como le ha sidoextensamente explicado en las sucesivas conversaciones que, por privilegio, tuvo con los nuestros7

    comprenderá que no podemos intervenir en el proceso incesante de desintegración y reconstrucción al que estásometida la humanidad en su conjunto. No podemos restringir el libre albedrío humano, ni impedir que por el juego de ese libre albedrío, se produzcan catástrofes de las que la humanidad es culpable. Por cierto que dedistintas maneras suscitamos advertencias a los hombres; les sugerimos lo horroroso de la guerra. Si, a pesarde todo caen en el cataclismo, nuestro trabajo consistirá en hacer que de alguna manera el error no se reflejeen el ritmo cíclico propiamente dicho, Además, promovemos obras positivas, asociaciones de socorro,movimientos de caridad que serán la contraparte del acto negativo engendrado por la humanidad. Es evidenteque pondremos todo de nuestra parte a fin de reducir la duración de acontecimientos tan trágicos, pero lahumanidad deberá ante todo aprender suficientemente la lección que ella misma se impuso”“No olvide que el mundo es un crisol de experiencias de donde nace la evolución. Esto es tan cierto en el planoindividual como en el plano colectivo. Existen leyes universales que nuestro primer deber consiste en respetar-las, pues tienen como finalidad la evolución de la humanidad. Entre estas leyes existe la del karma, malcomprendida por la mayoría. La humanidad, como el individuo, deben saber que karma no significa castigo,bajo ningún aspecto. El karma tiene su origen en la humanidad y encuentra en ella su resultado. La guerra esuna manifestación del karma colectivo; es un resultado de las acciones y pensamientos de los hombres. Lasolución de la guerra, la instauración de la paz permanente dependen solamente de los hombres. Ocurre lomismo con las perturbaciones sociales y demás, y si en última instancia el mundo permanece en buenasituación, a pesar de sus errores, se debe ante todo a nuestra acción positiva. En tiempos de paz no dejamosde actuar para instruir a los hombres con todos nuestros medios para sembrar en ellos los granos de lacomprensión, que les evitará acarrearse nuevas catástrofes. Pero la humanidad debe aprender y progresar,siempre tendrá problemas que resolver para lograrlo. Son el aguijón necesario, como resultan ser en menorescala, los problemas personales para la evolución individual. En todo el universo y en todas las escalas existeuna concordancia perfecta. El día en que el individuo y la humanidad se comporten de acuerdo a las leyesuniversales, todos los problemas quedarán resueltos y terminará la historia de este planeta”.

  • 8/20/2019 Los Dirigentes Ocultos Del Mundo Por Raymond Bernard

    11/20

     “El problema de la miseria y el hambre queda explicado de la misma manera, pero es evidente que un karma esacumulado por los pueblos bien provistos que se desinteresan de los que tienen hambre y que no hacen todo lonecesario para resolver este problema. Tarde o temprano se presentarán conflictos, aunque el Alto Consejo habrá de intervenir para suscitar soluciones y establecer un justo equilibrio. Nuestra acción desde hace tiempose cumple en ese sentido. Desde luego, hace falta la cooperación de los hombres. Si son refractarios a losimpulsos que les damos con todos nuestros medios, cargarán con la responsabilidad de una situación peor, quese convertirá en catástrofe. Debemos prever todas las circunstancias y, créame, están previstas. El pecado más

    grande del hombre es el egoísmo. Mientras no sea extirpado de su interior, la humanidad se enfrentará a gravesproblemas, por lo que el Alto Consejo deberá mantener su vigilancia”.

    “He aquí lo que me correspondía revelarle. Durante unos cuantos meses no verá a nadie de nosotros, peropodrá comprobar lo que le fue comunicado, examinando el mundo y sus acontecimientos a la luz de nuestrasrevelaciones. En ellos verá nuestra mano. No considere ningún acontecimiento como menor. Preste atención atodo. Su próximo encuentro con un miembro del Alto Consejo no tendrá lugar antes de los últimos meses de1966; será prevenido de una manera clara. Que estas informaciones le sean de utilidad y lo sean también paraotros llegado el momento, aportándoles luz, esperanza y la certeza de que todo en este universo ordenado estáprevisto y que la humanidad no se encuentra solo ni abandonada”.

    Mi interlocutor se levanta. Irradia serenidad y paz. De inmediato hace el signo habitual cuyo significado ignoroaún y tal vez no conozca nunca. Me acompaña hasta la entrada del edificio sin decir palabra. Ahí,’ sonríe y me

    tiende la mano. Es la primera vez que uno de mis interlocutores tiene esta cortesía. Me inclino y la tomo.Después de separarnos me dirijo a pié a la plaza de la Constitución donde tomo un taxi para regresar a mi hotel.Ahí busco, pero en vano, el papel donde figuraba la dirección. No creía haberlo perdido, a menos que. . . Pero¡que importa! Tengo la certeza de que esos lugares donde soy recibido son “apeaderos” do ocasión para lasnecesidades de la causa y que son entregados de inmediato a su uso habitual Todo es “atmósfera” en esosencuentros. Estos seres y sus propósitos fascinan tanto que sus recuerdos permanecen anclados en elpensamiento. En el momento que escribo estas líneas me pregunto si sería capaz de volver a encontrar estacalle de Atenas, sin error. Por el contrario, evoco sin dificultad el rostro atractivo de este tercer encuentroinsólito. Oigo aún su voz, su mensaje. .

    Capítulo 4CUARTO ENCUENTRO

    En efecto, tuve que esperar mucho tiempo antes de encontrar un nuevo informante. Transcurrieron meses antesde tener alguna señal y tuve entonces el gusto de comprobar los conocimientos adquiridos. Al principio teníatendencia a buscar la aplicación en acontecimientos mayores. Por cierto, también tenían su aplicación, pero talcomo lo comprobé luego al prestar atención a circunstancias menos importantes y aún inferiores, lo que mehabía sido revelado constituía una llave que daba a los hechos su verdadero significado y su alcance real. Porotra parte, absorbido por las responsabilidades de mi cargo, el tiempo como siempre, pasaba rápidamente. Enningún momento, en el transcurso de estos encuentros insólitos, fui objeto de presiones en cuanto a mi funcióny a lo que ella implica en deberes de todo género. Había sentido entre mis interlocutores el mayor respeto haciala Orden Rosacruz A.M.O.R.C.  y había comprobado con gran satisfacción que la colocaban muy alto.Resultaba claro que únicamente por determinada razón deseaban instruirme acerca de un eslabón esencial denuestro mundo. Aceptaba pues, tal como me lo pedían, sin reserva, ni ideas preconcebidas.

    En el curso del mes de agosto de 1966 fui informado del lugar y fecha de los dos próximos encuentros: Lisboa yEstambul. Estos dos encuentros debían llevarse a cabo antes del fin de año en curso. Como, en la primera vez,dos entrevistas me fueron fijadas con exactitud, deduje que. tendrían una particular importancia y que tal vezfuesen las últimas. Estoy seguro ahora que tenían una importancia muy especial. No estoy tan seguro de quese trate de las últimas, aunque alcanzo a comprender que no habrá más encuentros concertadosperiódicamente con el exclusivo fin de informarme. En cuanto a nuevos encuentros insólitos ¿quién sabe? Haysiempre algo que aprender y estos seres lo saben mejor que nadie.

    En noviembre de 1966 me encontraba en Lisboa. Debía llevar a cabo ahí una misión al servicio de nuestraOrden y debía reunirme con algunos miembros. Al mismo tiempo debía ser entrevistado allí por un nuevointerlocutor. Lo que siempre llamó mi atención, y que era para mí de un valor considerable, es que ninguno deestos encuentros insólitos llegó a entorpecer mis actividades, ni perturbé el cumplimiento de mis deberes.

  • 8/20/2019 Los Dirigentes Ocultos Del Mundo Por Raymond Bernard

    12/20

    Siempre se “integraron” a mis actividades normales de una manera sorprendente y valoraba esta circunstancia,pues demás está decir que hubiese tenido que declinarlos si hubieran sido una traba, pero en ningún momentose presentó esa eventualidad. A nadie se le pide nunca un renunciamiento. Todo es simple en talescircunstancias y la simplicidad, para aquél que sabe, es una garantía de autenticidad.

    Lisboa, una de las ciudades del mundo con siete colinas, es profundamente atractiva para el visitanteextranjero. Es cierto que en este país que sufre dificultades económicas graves se experimentó siempre unainmensa compasión hacia un pueblo que lucha a cada instante para sobrevivir. Sin embargo, pocas ciudades

    tienen tal atractivo y en ese lugar resulta imposible olvidarse que Portugal estuvo antaño unido a un continentehoy desaparecido — la Atlántida.

    El hotel Ritz es de construcción reciente y en ningún otro sitio los encuentros y las conversaciones discretas sontan llevaderas. Grandes salones a menudo vacíos, pequeños salones que son una garantía por su tranquilidadpermiten las conversaciones más confidenciales al amparo de toda curiosidad. En uno de los salones delentrepiso me entrevisté con mi visitante y durante casi dos horas pudimos platicar sin ser molestados ointerrumpidos ni una sola vez. Había sido prevenido del día y hora por teléfono y no se vislumbraba ningunasorpresa. Hubo una, sin embargo.

    Cuando, el día fijado me avisaron que me esperaban y que descendiera al vestíbulo, había una muchedumbreimportante, sin duda un grupo turístico organizado como tantos y cada vez más numerosos en nuestros días.Me dirijo hacia el escritorio del conserje, y al echar un vistazo a fa derecha, veo que alguien me mira

    intensamente. Lo reconozco de inmediato. Es él, cuya fotografía había visto en dos ocasiones. Es Maha. Doshombres lo acompañan. Me encuentro en un estado interior difícil de analizar, inquieto y feliz al mismo tiempo.Al acercarme a él nace rápida y discretamente el gesto previsto, pero compruebo que lleva la mano derecha ala frente, sin doblar ningún dedo. No tengo tiempo de interrogarme demasiado en ese sentido para tratar desaber si ese es el signo completo o si sólo Maha puede saludar así. Me inclino con respeto y le pregunto dóndeiba a tener lugar nuestra plática. Aquí, dice. Le propongo uno de los salones que días atrás había notadotranquilo. Acepta y nos dirigimos allí. Sus dos compañeros no lo siguen; los volveríamos a encontrar más tarde.Maha  es uno de los hombres más extraordinarios que haya podido encontrar. Parece tener unos cincuentaaños de edad y es muy alto. Su rostro resplandece de serenidad, pero sus ojos, ¡son sus ojos sobre todo losque sorprenden! Son extremadamente claros de un color imposible de definir, todo su ser está allí, no se prestaatención a algo más y si me pidieran de describir a Maha, tal vez diría solamente “¡Tiene ojos!”. Sonverdaderamente los ojos de un mundo, de un universo. En ellos se aprende y se descansa al mismo tiempo.

    Por cierto, podría dejar de hablar y “comunicar” con su mirada. ¡Ante mí tengo a aquél que algunos llamarían elrey del mundo, como se hizo en otro tiempo para designar a quien estaba investido de tal cargo! No meimpresiono por los títulos y nunca lo he estado, conozco demasiado el efecto desastroso que pueden produciren la personalidad y psicología de algunos. Pero para el hombre que ahí está no sería necesario ningún títulopara distinguirlo. Su presencia basta.

    Nos sentamos en un rincón del vasto salón, frente a frente, separados por una mesa rectangular. Estoy listopara escuchar a Maha, mejor dicho, para “comulgar” con él y seguramente lo siente. Una bondad infinita bañasu rostro. ¿Que privilegio para nuestra tierra tener tales hombres para protegerla! Comienza:

    “Tres de mis colaboradores se entrevistaron con usted para darle informaciones de una importanciaconsiderable que supo acoger y aceptar como le fue pedido: Estas informaciones fueron lo suficientementeprecisas y extensas como para que tenga ahora un concepto bien claro del Alto Consejo, de su misión y desus medios de acción. Era necesario que esas revelaciones y detalles fueran dados, pues muchos erroresfueron divulgados acerca de nosotros y en base a falsas premisas se consolidaron extraños sistemas contrariosa la verdad. Hacía falta que estas cosas fueran dichas y que una actualización fuera hecha. No tengo nada queagregar a lo que ya se le comunicó, .pues mis colaboradores han sido perfectos en sus exposiciones y losuficiente exhaustivos. Sólo puntualizaré algunos detalles”.

    “El Alto Consejo dispone de poder, pero lo mantiene en reserva y nunca lo utilizó. Este poder es la posibilidaddé poner en actividad todas las fuerzas cósmicas y naturales, si fuera necesario, para impedir a esta tierra de ira extremos tales que el universo del que ella forma parte fuera perturbado en su equilibrio fundamental. Si taleventualidad debiera producirse sería mejor que este planeta se convirtiera en un astro muerto, pero nadaparecid9 se debe temer y nuestra misión es de velar por ello. Tal vez no se haya imaginado nunca lo queimplica una obra como la nuestra. A través de las edades fue menester una organización diferente, teniendo

  • 8/20/2019 Los Dirigentes Ocultos Del Mundo Por Raymond Bernard

    13/20

    siempre en cuenta el desarrollo de la civilización material; lo que se le enseñó a usted tiene que ver con lapresente época sobre la cual el futuro sólo tendrá que hacer un esfuerzo de adaptación”.

    “Por cierto que el Alto Consejo  actual ha heredado la sabiduría de sus predecesores y posee preciadosarchivos absolutamente completos en todos los aspectos. Estos archivos permanecen bien guardados y el lugardonde se encuentran es el mismo que en el pasado. Ninguno de los acontecimientos que pudieran producirseen toda la tierra llegaría a destruirlos. Ningún “régimen” podría impedirnos consultarnos en caso de necesidad.

    El desarrollo de la civilización material puede hacer pensar a algunos que no hay nada más para serdescubierto y que cada trozo del planeta es conocido. ¡Que error! Tanto como en el pasado y tal vez más queen el pasado, el mundo es un mundo de secreto y de misterios. El Alto Consejo dispone de la tierra. Disponedel interior de la tierra, de la superficie y de la atmósfera que la rodea. Para utilizar términos comunes, aplicadosal Alto Consejo que sin embargo no son del todo exactos, diré que nuestra tradición está preservada desde elorigen sin ninguna alteración y los documentos, obras y bienes a nuestra disposición sobrepasan elentendimiento humano”

    “Estamos en estrecha relación con el Colegio Sagrado  que en esta tierra tiene por misión velar por lapermanencia del pensamiento religioso en el amplio sentido del término y por la perpetuidad del conocimiento“reservado”, el que está destinado a unos pocos cuyo mérito ha sido probado. Es lo que sin duda creó unaconfusión en la mente de Saint-Yves d’Alveydre.  Algunas de sus informaciones eran exactas eindudablemente hizo obra útil en su tiempo, reuniendo en un sólo cuerpo lo que estaba separado. El Alto

    Consejo es por cierto un poder teocrático pero es un poder digamos . . . civil comparado con la misión cósmicadel Colegio Sagrado y de lo que implica en materia de iniciación y evolución. Tenemos la responsabilidad delmundo. El Colegio Sagrado tiene la responsabilidad de las almas. Si nuestra colaboración es estrecha; nuestraacción es diferente, y usted ya no ignora su objeto. Es también un error hablar de una lucha de nuestra partecontra las fuerzas del mal. El mal es una ausencia del bien. Es un vacío que debe llenarse. Son los hombresque en su mente mantienen el mal y sus trágicas consecuencias o manifestaciones de hombre a hombre y depueblo a pueblo. Una lucha implicaría la realidad de una cosa inexistente en sí y no hay nada parecido ennuestra acción. Favorecemos la comprensión del bien y su instauración progresiva, consecuencia de estacomprensión. En otros términos y tal como ya se lo dijimos, nuestra acción es positiva y también lo es en esteterreno”.

    “Hace un tiempo, nos reuníamos en un lugar determinado, es cierto; en la actualidad, el lugar de nuestrasreuniones es variable. Lo determinamos de acuerdo a cómo se presenten los acontecimientos y elegimos

    ciudades donde nuestra sola presencia traerá sus frutos rápidamente. También solemos estudiar en un lugar yconocer mediante la cualidad vibratoria de un sitio; lo que puede ser el comienzo de un desequilibrio o de unacontecimiento grave. Ahora bien, el acontecimiento no siempre tiene su origen en el lugar donde se produce. Aveces tiene su fuente en otro lugar, y lo que sabemos se somete a un control en el terreno, por así decirlo, a finde determinar si el ciclo del acontecimiento conducirá rápidamente a éste a su término normal convirtiéndose enuna simple página de historia, o si se requiere nuestra intervención sin que la gran noción de libertad humanasufra lo menos posible. Después de todo, nuestra misión tiene que ver con el mundo entero y no está confinadaa un territorio en particular. Ir por todas partes individualmente, reunirnos periódicamente en diferentes lugares,según el caso, es nuestro deber en interés del mundo y nada de esto es inútil. A menudo hemos podido evitar ala humanidad terribles pruebas que se atraía a sí misma, sin razón — y esto porque una reunión llevada a caboes una ciudad determinada permitió al Alto Consejo  poner de inmediato en movimiento las intervencioneseficaces requeridas”.

    “Nuestros obstáculos? Las concepciones humanas a menudo son difíciles de transmutar y no olvide que novamos contra las manifestaciones del libre albedrío, sea individual o colectivo. En una Organización como lasuya, usted se encuentra a veces con la incomprensión de algunos, tanto más sectarios, críticos o fanáticos,cuanto más literaria o incompleta es su ciencia. Dado que han adquirido algún conocimiento y que su referencia“lleva un nombre” se atan a este conocimiento, lo hacen suyo y todo lo que no sea él, todo lo que se le aleja,aunque sea un poco, es herejía, error, o algo peor. Si usted no los sigue en sus afirmaciones limitadas y si notiene en cuenta su pretendido “conocimiento”, su fatuidad los conducirá a condenas abruptas y si por añadiduraobedecen a algún plan nacido de su ambición o de su decepción, no titubearán en emplear los medios másdudosos para conseguir sus fines. Pero usted sabe que esto es en vano y que tal comportamiento no daña másque a sus autores. Usted no lo tiene en cuenta y sigue adelante. Pues bien, guardando las proporciones y porextraño que ello le parezca, existe a veces la misma situación a escala mundial. El desarrollo normal del cicloestá expuesto a la falsa sabiduría y conceptos erróneos. Más exactamente, esos conceptos tienden a fijar al

  • 8/20/2019 Los Dirigentes Ocultos Del Mundo Por Raymond Bernard

    14/20

    mundo en un estado estático considerado por ellos como definitivamente válido. El Alto Consejo no se demoraen combatirlos. Favorece el surgimiento de las nuevas ideas y de un “clima” más avanzado, de manera que enúltima instancia, los conceptos limitados y sus autores quedan sobrepasados pareciendo a todos, salvo aalgunos discípulos atrasados, como anticuados y sin valor actual”.

    “Por lo tanto, cada vez que desee evaluar el trabajo del Alto Consejo, del A... , piense ante todo en su manerapositiva de actuar. Considere este único aspecto en todo suceso por más “negativo” que pueda parecer desdeel punto de vista humano. Recuerde la presencia constante del Alto Consejo y esfuércese por determinar su

    acción más allá de las apariencias y peripecias. ¿Cómo veo el mundo del mañana? ( Maha leía seguramente estapregunta en mi mente). El mundo, en el detalle y los movimientos de su progresión, es lo que los hombres hacenpor sí mismos. Nuestro papel consiste, usted lo sabe, en evaluar esta progresión en su conjunto en relación conel ciclo en curso. Por otra parte, hemos comprobado que un atraso importante se había acumulado en elpasado y que el nuevo ciclo necesitaba que este retraso fuera completado. Lo ha sido rápidamente mediantedoble presión: una en la juventud, otra en el conocimiento científico. De esta manera el mundo quedó ajustado alas nuevas condiciones obtenidas por esta doble presión, y la estabilización está en curso, más exactamente ¡a“síntesis”, en vista de nuevos progresos, puesto que, por definición, el ciclo es movimiento”.

    “El mundo, por el momento, ha escapado a un terrible peligro — el de la confrontación sangrienta de dosideologías— . Una de ellas era indispensable en el país donde se instaló. Permitió una evolución rápida de todoun pueblo, pero el resto del mundo, al progresar se acercó lentamente a ella, y ella misma ha sido “frenada” porel resto del mundo, de manera que se estableció una “posibilidad de intercambio” y que esta posibilidad se

    agrandará con el tiempo al punto de convertirse en una estrecha colaboración. Todo esto ha sido parte de laevolución normal del mundo y a menudo el Alto Consejo debió intervenir con todos los medios de que dispone.Pero otra ideología apareció y se desarrolla en un vasto territorio extremadamente poblado. Amenazaconvertirse en un peligro, pues no se tratará ya de la confrontación posible de dos ideologías (o aún de tres),sino del conflicto entre dos razas y aún entre oriente y occidente, o sea la mitad del globo contra la otra.Comprenderá que este peligro es muy real y provocaría el fin prematuro de este planeta y, por consiguiente, lainterrupción de los ciclos. El Alto Consejo no permanece indiferente ante tal situación y su intervención queda justificada. Además, se encuentra en curso. Para comprenderla, le bastará remitirse a lo que fue explicado poruno de mis colaboradores”.

    “Si alcanzamos el objetivo —y lo alcanzamos siempre a pesar de las peripecias— el mundo alcanzará por símismo un modus vivendi aceptable. La competencia se situará a nivel de la economía. Ofrecerá un campoconsiderable de experiencias que contribuirán al desarrollo normal del ciclo al mismo tiempo que ofrecerá al

    individuo los medios para su evolución, ininterrumpida aún si “las circunstancias” son nuevas. No pretendo decirque no se recurrirá más a las armas. No se puede impedir a los niños combatir pero se tratará más bien develeidades y no de guerras. Este es el objetivo llevado por el Alto Consejo  para evitar al mundo crueles einútiles experiencias. El mundo, naturalmente, conserva su libertad; tiene su voz, pero nosotros habremossembrado en la consciencia humana, incluso y sobre todo entre los jóvenes, un horror tal de la guerra, una sedtal de paz y de bienestar que la guerra debería alejarse por siempre. En cuanto a los pueblos donde los granosde paz no germinaran o germinaran demasiado lento, tendrán sus problemas internos y serán de unanaturaleza tal que para resolverlos les representará el tiempo y la energía que hubieran utilizado en peor forma.Así quedará circunscrito, digamos por una vez . . . el mal, pero prefiero decir la manifestación del karma’“Todo se encuentra en su lugar. El mundo está en el ritmo de su ciclo actual y el Alto Consejo se preocupa yapor hacer adelantar ciertas fases de la actividad humana cuyo desarrollo se espera en el nuevo ciclo.. He aquíuna respuesta resumida a su pregunta, resumida, que lleva en ella misma la solución completa a todas laspreguntas que usted pudiera formularse”.

    “No veo nada más que decirle. Su información está ahora completa. Creo que lo más importante para usted enlos encuentros con nosotros, aparte de las comunicaciones que le fueron hechas, es el contacto en sí. Lainformación fue directa. Hubo entre usted y nosotros ese intercambio total que crea la presencia, el flujovibratorio y la fuerza del verbo. Todo terminó y nadie podrá jamás sugerirle una duda, puesto que vio y escuchó.Nos volveremos a ver en una circunstancia excepcional. Vaya a Estambul entre el 23 de diciembre y el 2 deenero. Ahora únase a mí durante algunos instantes en una meditación”.

    Maha junta las manos delante de su pecho y cierra los ojos. Junto mis manos, pero mis ojos no se apartan desu rostro. Todo su ser parece bañado de luz, y esta luz viene a mi, me rodea . . . Pierdo la consciencia en unarara comunión. El mismo Maha me retornará al mundo objetivo. Recobró su apariencia habitual de por sí ya tanresplandeciente, y sonríe. Sin hacer ruido entraron sus dos acompañantes y están ahora a su lado. Maha se

  • 8/20/2019 Los Dirigentes Ocultos Del Mundo Por Raymond Bernard

    15/20

    levanta y hace el mismo gesto que en el comienzo de nuestro encuentro. ¡Qué vacío para mí cuando se hayaido! No puedo reprimir el impulso que me anima. Tomo su mano y la beso con respeto. Siento la otra manosuya posarse sobre mi cabeza y percibo el poder de su bendición . . . Pero ya se aleja seguido por susacompañantes. No sé cuanto tiempo permanecí fijo en mi lugar. . - Hay instantes que valen una vida.

    Capítulo 5QUINTO ENCUENTRO

    ¡Estambul. La ciudad de las quinientas mezquitas, de las cuatrocientas cincuenta iglesias y de las cincuentasinagogas. Antigua Bizancio cargada de recuerdos, antigua Constantinopla de misteriosa historia, punto deencuentro entre oriente y occidente!

    Llegué a Estambul el 23 de diciembre de 1966 hacia las 19 horas y en cuanto tomo el taxi que me conduciría alhotel, quedo sorprendido por el temperamento de ese pueblo para quién todo es una razón de comercio, aún eldinero. El chofer me propone de inmediato un cambio más ventajoso, decía, que el cambio oficial, y era cierto;pero me enteré más tarde que se podía conseguir por otros medios,: ¡un cambio más ventajoso aún, superior ala tarifa legal de un 30% ! En pleno período de Ramadán todas las mezquitas de Estambul están iluminadas yciertas citas del Corán brillan con todas sus luces durante la noche sobre algunos edificios iluminados. Latolerancia más absoluta reina en este país que Ataturk, por quien los turcos tienen un verdadero culto, haregenerado. Ningún eclesiástico está autorizado a llevar el atuendo de su culto fuera de los lugares deveneración y esta ley se aplica tanto para los musulmanes como para los judíos o cristianos. Ataturk decretó la

    libertad de culto, pero con esta restricción: “En la mezquita, iglesia, templo o sinagoga todos tienen libertad deusar los ornamentos o vestimentas que deseen, así como rendir a Dios el culto a que pertenecen. Fuera, sevuelve a ser hombre”

    En Estambul tuve el privilegio de tener un chofer excepcional y me recordaré siempre de Mehmet. Era unhombre de sesenta y ocho años, lejos de aparentarlos y con muy amplias espaldas. Sus ojos, detrás de gruesoslentes, brillaban de malicia e inteligencia. Hablaba el francés a la perfección, lo mismo que el inglés y en eseentonces estaba aprendiendo el español. Al día siguiente de mi llegada, después de ponerse a mi disposición,hizo una larga aspiración y con solemnidad me dijo: “Estambul se llamaba antes Bizancio . . . “ y tuve derecho alcurso de historia más completo que hubiese podido esperar. Le debo a Mehmet explicaciones únicas sobré lavida, las costumbres y la psicología del pueblo turco. Este hombre, de alta moralidad, sabía igualmente alabarlas virtudes de su pueblo, como lamentarse por sus imperfecciones, pero concluía con filosofía: “Hoy es mejorque ayer y mañana será mejor que hoy” Es con él que asistí en la mezquita Azul, al culto musulmán cuya

    simplicidad y fervor sorprenden al extranjero. Me encontraba a algunos pasos de un miembro del clero y ni él, nininguno de los fieles —los hombres mucho más numerosos que las mujeres ubicadas atrás en un lugarreservado para ellas— prestaron atención a mi presencia. Todos, jóvenes y menos jóvenes, participaban en laceremonia.

    El contacto conmigo se hizo en la catedral que ya no ofrecía servicios como tal, donde había tenido lugar elsegundo concilio que Mehmet calificaba ya de “ecuménico”, y recuerdo su asombro cuando vio dos extranjerosaproximarse a mí. Los reconocí. En Lisboa eran los dos acompañantes de Maha. Por un mensaje recibido en mihotel sabía que debía encontrar allí a estos dos mensajeros el 28 de diciembre a las 15 horas, pero no habíadicho nada a Mehmet acerca de esta entrevista. De ahí que cuando le informé que me quedaría con dospersonas que nunca había visto conmigo y habiéndole dicho anteriormente que me encontraba sólo enEstambul, no sé que pudo suponer, pero me miró asombrado y me dijo: “No he visto nada, ni he oído nada. Noquiero saber nada”. Me repitió a menudo esta frase con posterioridad y ¡fue una de la última que pronunciócuando me acompañó el 3 de enero al aeropuerto!

    Después de dejar a Mehmet, tomo ubicación en el coche de los mensajeros y partimos. ¿Quiénes son estosmensajeros? Más tarde sabré que forman parte de los doce, pero entonces lo dudaba. Por una parte, tal comose me había descrito, el Alto Consejo  era conocido solamente por los miembros componentes y estos doshombres habían acompañado a Maha a Lisboa para una reunión oficial especial. Por otra parte, irradiaban lamisma “armonía” que había sentido con mis otros interlocutores; sentía en su presencia el mismo sentimientode seguridad y confianza que me había penetrado con motivo del primer encuentro y este sentimiento eradiferente en intensidad y naturaleza del experimentado en otras circunstancia. Sin embargo, después de miencuentro con Maha, mi curiosidad era menor por todo lo que no fuera él.

  • 8/20/2019 Los Dirigentes Ocultos Del Mundo Por Raymond Bernard

    16/20

    El coche avanza ahora lentamente en medio del extraordinario desorden del centro de la ciudad. Ya lomencioné cuando hablé de Atenas: la manera de conducir de aquí es peor y cada uno se conforma. Se grita ytodos quedan satisfechos.

    Salimos de la ciudad y seguimos el Bósforo. Llevamos más de una hora de viaje y conociendo mal esta región,soy incapaz de situar el camino que seguimos y aún menos deducir acerca de nuestro destino final. El lugar queatravesamos es desértico, ninguna casa y a lo lejos una tierra árida, fatigante por su monotonía. El coche girahacia la derecha, toma un pequeño camino apenas transitable y luego de diez minutos se detiene. No

    comprendo nada y pienso enseguida que se trata de una avería. Pero no. Mis compañeros descienden y hagolo mismo. Sin embargo, nada a la vista: ningún edificio importante, ninguna casa, ninguna construcción aúnmodesta. Me encuentro en un estado de extrema perplejidad y sin embargo no experimento ninguna inquietud.Caminamos durante unos cinco minutos y de repente creo soñar: estamos ante una hondonada, casi un vallecuyo contraste con el paisaje que acabamos de atravesar, es impresionante. Allá nada, aquí árboles, un suelofértil, en el fondo un río y muy cerca un inmenso edificio, ¡casi un castillo! Me cuesta trabajo admitir que estoyen el plano objetivo y totalmente despierto, pero mis compañeros prosiguen su marcha y los sigo sumergido enmis reflexiones, ante tal espectáculo. No hay camino alguno, más bien un sendero.

    Al aproximarnos al edificio, se ve más ancho y la propiedad aparece admirablemente bien conservada. Es muyimprobable que este “valle” (si se puede llama’- “valle” a lo que es más bien cierta extensión “diferente” perfectamentecircunscrita) pueda ser “adivinado’ desde lejos y me pregunto cuántos estarán al corriente. Los pueblos deOriente y del Medio Oriente son pródigos en palabras, pero secretos en lo que consideran fuera de lo natural.

    Ven en ello la intervención de seres invisibles, y se callan. No hay en esto nada de extraordinario. Conozco enFrancia más de una “finca” ignorada.

    La residencia aparece colosal en tal contexto. Su estilo es raro y no parece de construcción reciente, aunquesoberbiamente conservada y con una potente estructura. Nos dirigimos hacia una ancha escalera de peldañosabruptos y pronto nos encontramos ante una gran puerta de madera de doble hoja grabada al estilo oriental.Uno de mis acompañantes la abre y nos encontramos en un inmenso vestíbulo al fondo del cual se ve unaescalera monumental. Se me conduce a una pequeña habitación a la derecha. y me piden que ahí espere. Estahabitación tiene una gran ventana y a través de la cual pueden verse los árboles que acabamos de pasar. En lapared, un símbolo que reconozco fácilmente: el sello de Ram, más conocido bajo el nombre de sello deSalomón. En la pared opuesta, un conjunto de trazos geométricos cuyo significado no entiendo. Del lado de lapuerta por la que entré, una cita del Corán en jeroglíficos finamente dibujados. En un pequeño mueble-biblioteca, obras en inglés, francés y otras lenguas. Observo una obra espléndidamente encuadernada de Al-

    Farabi; otras tienen por autor Michael Maier, Kunrath, Simon StudionAlgunas me son enteramente desconocidas, y a mi parecer son ediciones antiguas, raras y tal vez secretas. Nome atrevo a extenderme demasiado en mi examen y además estoy a la espera de lo que va a suceder, comopara prestar atención sostenida a esta pequeña biblioteca, no obstante interesante. Iba a alejarme, cuando untítulo retiene mi atención El libro no me parece desconocido y no me sorprende. Se trata de “ Historia

     desconocida de los hombres desde hace cien mil años”, de Robert Charroux, y otro libro de este autor devanguardia: “  El libro de los secretos traicionados”. Para que estos libros se encuentren aquí entre estas obrasraras, es que se les concede un valor particular. Esto me parece importante y será necesario que mantenga micorazón limpio. Iba a sentarme cuando se abre la puerta y Maha entra. Me siento transportado de alegría y paz,en ese mismo estado indefinible que ya había experimentado en su presencia. Le agradezco su confianza y leexpreso mi gratitud. A través de mis palabras, siente el aturdimiento por todo lo que soy testigo, pero su sonrisaes un estímulo.

    ‘Hoy va a asistir a una reunión del Alto Consejo, dice. Es un favor muy raro que pocos han tenido. Nointervendrá en todo, sino en una parte solamente. Comprenderá que es imposible que esté presente en elconjunto de las deliberaciones. Sin embargo, lo que vea y escuche será suficiente para que el resto de su vidaquede compenetrado de un sentimiento de seguridad total en cuanto a la perfección de la evolución universal.Estoy seguro de que esos instantes serán de ayuda para lo que usted debe mantener y perpetuar. ¿Tienealguna pregunta en especial que hacerme?. ..“

    Estoy tan emocionado que no se que contestar. Preguntas, tendría mil, pero se precipitan en mi mente y meencuentro en una gran confusión. ¡Los libros de Robert Charroux! He aquí una pregunta que me intriga.Expongo a Maha que vi esos libros en la pequeña biblioteca y le pregunto el motivo. Me contesta enseguida.“Nos interesamos por cierto en la producción literaria de todo el mundo; nos informa acerca del estado moral de

  • 8/20/2019 Los Dirigentes Ocultos Del Mundo Por Raymond Bernard

    17/20

    esta época, confirma nuestras conclusiones, pero entre la masa de publicaciones de este tiempo, es hacia lasobras “diferentes” que se dirige nuestra atención. El número de obras que tratan temas excepcionales esconsiderable, y raras son aquéllas que ofrecen un real interés. Muchas son divagaciones ocultas sobre algunoshechos fundamentales admitidos desde hace mucho, o sistemas extraños que pretenden ser un aporte para elesoterismo. No hay en ello nada válido. Pero algunos autores, extremadamente raros, buscan una solución paralos problemas más grandes. Se niegan penetrar en los pantanos mortales del conformismo ó, al contrario, de loincontrolable. Reúnen un conjunto de hechos; concentran su atención e interés en una dirección determinada y,naturalmente, circunstancias dispersas se unen entonces ante sus ojos. Sacan libremente sus conclusiones,

    establecen un lazo entre lo que parece distinto u opuesto y sugieren soluciones: Lo que los guía es ante todo el“por qué no?” y para este “por qué no?” hacen uso de sus observaciones e intuición, al mismo tiempo que de surazonamiento. Resultan obras válidas donde el problema está bien presentado y donde una respuesta essugerida, y tal vez incluida. Entre los autores actuales, Robert Charroux  se sitúa entre los mejores, en esteterreno.

    Por cierto debe soportar la condena de los pseudo sabios y de los pontífices con