LOS DESIERTOS DE SONORA Y BAJA CALIFORNIA

download LOS DESIERTOS DE SONORA Y BAJA CALIFORNIA

of 17

description

368

Transcript of LOS DESIERTOS DE SONORA Y BAJA CALIFORNIA

  • LOS DESIERTOS DE SONORA Y BAJA CALIFORNIA

    El Desierto de Sonora es parte del inmenso corredor norteamericano deecosistemas ridos que se extiende desde el sureste del estado de Washington,en EUA, hasta el estado de Hidalgo en el altiplano central de Mxico, y desde elcentro de Texas hasta las costas del Pacfico en la pennsula de Baja California.Este corredor rido, que cubre casi un milln de kilmetros cuadrados, sedivide en cuatro grandes desiertos: la Gran Cuenca, el Desierto de Mojave, elDesierto de Sonora y el Desierto de Chihuahua. El Gran Desierto de Chihuahuaconsta de una serie de tierras bajas, de menos de 1000 msnm, que circundanel Golfo de California o Mar de Corts. Aunque se trata de una sola entidad enEstados Unidos, al penetrar en Mxico se bifurca en una regin de tierrasridas continentales, conocida como el Desierto de Sonora en el sentido msestricto, y una franja de desiertos costeros que recorre la pennsula de BajaCalifornia y a la que se le denomina Desierto de Baja California.En el presente captulo descubriremos estas dos reas silvestres ridas: elDesierto de Sonora, que incluye los desiertos continentales de Arizona,California y Sonora, y el Desierto de Baja California, que comprende losdesiertos centrales y meridionales de la pennsula, que juntos integran uncontinuo de espectaculares ecosistemas ridos prcticamente intactos. Estecomplejo desierto sonorense-bajacaliforniano, tal como lo definimos aqu,abarca 101 291 km2 del Desierto de Baja California y 223 009 km2 delverdadero Desierto de Sonora. En total, 29% de esta rea silvestre (93 665km2) se encuentra en Estados Unidos, con el 71% restante (230 635 km2) enMxico. Segn estimamos, hasta 80% del rea silvestre se conserva intacta.Debido a su historia biogeogrfica nica y sus estrechas conexiones con lasselvas bajas caducifolias tropicales que cubren las costas del Pacfico poco msal sur en Mxico, el Desierto de Sonora es sumamente rico en especies derboles y gigantescas cactceas columnares, lo que le confiere el aspecto deun rea silvestre extraamente arborescente, con inmensas cantidades debiomasa vegetal area en comparacin con otros desiertos de clima semejante.Los desiertos de Sonora y Chihuahua estn entreverados con una complejaserie de cadenas montaosas que se yerguen como islas en un mar de ridasplanicies sedimentarias a las que se les denomina bajadas y llanos. La mayorade esas montaas albergan relictos de la flora madroterciaria ancestral, esdecir, un conjunto de plantas propias del bosque templado que cubri la regindesde principios del Pleistoceno, hace unos 25 millones de aos. Dos millonesde aos atrs cuando el Pleistoceno trajo un clima ms trrido y seco, lascomunidades del desierto remplazaron gradualmente enormes partes de esosbosques. Al finalizar la ltima glaciacin, hace unos 15 000 aos, los desiertosactuales se enseorearon en las llanuras. No obstamte, an sobreviven restosde aquel bosque ancestral, en calidad de proscritos antediluvianos refugiadosen las alturas de las frescas y hmedas montaas, a las que se conoce comoislas celestes.

  • La historia evolutiva de los Desiertos de Sonora y Baja California es diferenteen cuanto a modo y tiempo. Mientras que el Desierto de Sonora continentalevolucion durante el Pleistoceno como un corredor terrestre, es decir, unpuente terrestre que conect las selvas bajas caducifolias del Pacfico mexicanocon los ecosistemas templados de la regin central de Estados Unidos, lahistoria de la pennsula de Baja California ha sido de esplndida evolucin enaislamiento (Robles Gil y cols., 2001). A todo lo largo de las costas del Mar deCorts, el tema que prevalece es el aislamiento (Berger, 1998). Durante losltimos seis millones de aos, las aguas del Golfo de California han separado larida pennsula de la tierra firme mexicana; a su vez, la pennsula de BajaCalifornia ha mantenido el Mar de Corts literalmente encerrado en susconfines, apartndolo del Ocano Pacfico. En este ambiente, los fragmentosaislados se superponen en escalas menores: islas marinas que surgen de lasprofundidades del Mar de Corts. Las islas celestes de las serranas alberganrelictos de ecosistemas templados que rememoran los climas del pasado. Losoasis de palmas presentes en profundas caadas disyuntivas forman, una vezms, miles de islas de humedal inmersas en la rida matriz rocosa de lascordilleras peninsulares. Lagunas costeras que repiten de manera fraccionariael tema del aislamiento en forma de cuerpos de agua cada vez ms pequeos,bordean las costas marinas.Luego de millones de aos de aislamiento, las fuerzas de la evolucin y lafragmentacin han producido formas de vida nicas, plantas desertcolas deextraas formas y animales extraordinarios. De hecho, los Desiertos de Sonoray Baja California han sido poco menos que islas biolgicas y culturales,hbitats con asombrosas y a menudo extravagantes formas de crecimiento, yterritorios de inmensa belleza natural (Hornaday, 1908; Jordn, 1951; Krutchy Porter, 1957; Krutch, 1961; Lumholtz, 1990; Martnez, 1947). Mientras que la mayor parte del territorio continental de Mxico y EstadosUnidos est sentado en la Placa Tectnica Norteamericana, la pennsula deBaja California es una lasca continental que cabalga en otra placa de la cortezade la Tierra: la Placa del Pacfico. La pennsula de Baja California estseparndose lentamente de la tierra firme mexicana mediante una serie defallas o abras que van ensanchando poco a poco el Golfo de California ydesplazan la placa entera hacia el noroeste. En California el movimiento de laderiva de la pennsula genera una larga lnea de friccin, la Falla de SanAndrs, donde las dos placas resbalan una contra otra. Estas fuerzastectnicas son la causa de la tipografa regional, incluyendo la columna dorsalmontaosa de Baja California, la Sierra Madre en Sonora, y las sierras menoresque estn dispersas en las planicies desrticas. La abrupta topografa de losDesiertos de Sonora y Baja California, a su vez, propicia los climas locales y eldesarrollo del suelo, siendo, en ltima instancia, una fuerza causal mayor de lapeculiar diversidad biolgica de la regin. Puesto que la mayora de las fallasgeolgicas estn dispuestas en direccin noroeste-sureste, los corredoresecolgicos formados a lo largo de dichas fallas vinculan la regin de norte asur; el largo continuo de ecosistemas peninsulares define una regin naturalhomognea (Baja California), mientras que los ecosistemas situados entre lasaltas montanas de la Sierra Madre y las costas del Mar de Corts abarcan sucontraparte continental: el Desierto de Sonora.

  • En la misma medida en que los procesos geolgicos son la fuerza queconform el inhspito paisaje de estos desiertos, la circulacin de los vientos ylas corrientes ocenicas es el mecanismo subyacente que gener los increblesecosistemas de la regin y mantiene su existencia. En el Pacfico, la fracorriente de California, que recorre sus costas de norte a sur, se desva haciael oeste impulsada por el movimiento de rotacin de la Tierra; este fenmenose conoce como Fuerza de Coriolis. Las capas superficiales desviadas de lacorriente de California son remplazadas por un afloramiento de aguas fras,ms profundas y ricas en nutrientes, que proceden del fondo del mar y traenfertilidad a la superficie. Fuertes corrientes, impulsadas por las mareas,producen fenmenos de afloramiento similares en el aislado Golfo de Californiay hacen de ste uno de los mares ms productivos de la Tierra. Sin embargo, los afloramientos tambin son una de las principales causas dela aridez de la tierra, pues los vientos hmedos que soplan desde los maresfros hacia los desiertos calurosos se vuelven clidos y secos. El invierno es lanica poca en que la tierra se enfra lo suficiente como para atraer algo deprecipitacin. Durante el verano, nubes de tipo monznico se dirigen hacia elsistema de baja presin generado por el desierto candente, pero la mayora deesas tormentas caen en los bosques tropicales ms al sur. El desiertoverdadero recibe nicamente tormentas elctricas espectaculares, pero muypoca lluvia. Por lo tanto, sus llanuras reciben una muy escasa precipitacin,que va de 40 mm en las partes "ms ridas del Gran Desierto a casi 600 mmen las faldas de la Sierra Madre. nicamente en las cadenas montaosas el aire ascendente se enfra losuficiente para atraer lluvias importantes, mismas que sustentan bosquestemplados de pino y encino. Durante los aos en que se presenta El Nio, lasfluctuaciones aleatorias del flujo del aire en la Tierra debilitan los vientosalisios y eso disminuye la fuerza que desva las corrientes marinas hacia eloeste. Como resultado, las aguas ocenicas tibias se acumulansuperficialmente en las costas y el afloramiento de aguas ricas en nutrientesdisminuye. Por consiguiente, el ciclo natural se invierte: a medida que lascorrientes ocenicas pierden mpetu y se templan, el mar se vuelve menosproductivo y la tierra es empapada frecuentemente por las abundantes lluvaspropiciadas por las aguas marinas tibias. Esta alternancia en la abundancia de los recursos resulta una fuerzadeterminante en cuanto a la organizacin ecolgica de los desiertos de Sonoray Baja California. Durante estos periodos de abundancia anmala, las plantasperennes del desierto se establecen y aprestan para largas sequas, enterrandoprofundamente en el suelo del desierto sus races pivotantes; las plantasefmeras resarcen sus bancos de semillas; los sapos desertcolas se reproducenen grandes cantidades antes de entrar nuevamente en latencia debido a laaridez, mientras que los granvoros, como las ratas de abazones y las ratascanguro, reabastecen sus almacenes subterrneos. El desierto se renueva yqueda listo para enfrentar, una vez ms, dcadas de extrema escasez.

  • Biodiversidad

    Pocos lugares exhiben la extraordinaria heterogeneidad ambiental de losDesiertos de Sonora y Baja California. Los climas regionales van desde unambiente con lluvias en invierno de tipo mediterrneo en el noroeste, hastalluvias veraniegas de tipo monznico en el sureste. Las inclinadas pendientesde las cordilleras generan algunos de los gradientes ambientales msimpresionantes de la Tierra.La parte norte del Desierto de Baja California se vincula con los ecosistemas detipo mediterrneo de la Provincia Florstica de California, ecorregin terrestreamenazada de importancia mundial que fue descrita en un libro anterior deesta serie y con el cual comparte muchas especies (Minnich y Franco Vizcano,1998; Mittermeier y cols.,1999). En el sur, ambos desiertos se unen a lasselvas bajas caducifolias del trpico mexicano (Bowden y Dykinga, 1993;Martn y cols., 1999; Robichaux y Yetman, 2000), que son parte de la ReginMesoamericana, otra ecorregin terrestre amenazada de importancia mundial(Mittermeier y cols., 1999). En particular, una forma rara de selva bajacaducifolia, muy rica en endemismo, ocupa las tierras bajas de la regin deLos Cabos, en el extremo sur de la pennsula de Baja California (Zwinger,1983). En esa misma regin, pero a mayores alturas, existe un remoto bosquetemplado de pino y encino en las montaas de la Sierra de La Laguna. Esteecosistema templado, nico en su tipo, evolucion en total aislamiento yconsta principalmente de especies raras y estrictamente endmicas. En lascadenas montaosas centrales de Baja California y Sonora existen otras reassimilares de aislamiento geogrfico y rareza biolgica, lo mismo que en lasislas ocenicas (Case y Cody, 1983). La parte norte del Desierto de Sonora vadesde un enorme sistema de dunas interiores mviles en California y el GranDesierto mexicano, hasta un desierto arborescente y bosques de encinoxerfilos en las faldas de las sierras orientales. Al sur, la trayectoriaascendente de oeste a este va, desde los matorrales espinosos de Sinaloa (untipo raro de selva baja caducifolia achaparrada en la que predominan especiesneotropicales junto con formas del matorral xerfilo), hasta las exuberantesselvas bajas caducifolias de los pies de monte de la Sierra Madre.Wiggins (1980) en su Flora de Baja California, describe 2958 especies deplantas e identifica 686 de stas como endmicas de de toda la pennsula. Sinembargo, muchas de estas plantas se encuentran en los matorrales ychaparrales de la Provincia Florstica de California; es decir, en los ecosistemasde tipo mediterrneo del noroeste de Baja California que no forman parte delos desiertos de la regin. La verdadera diversidad de los desiertospeninsulares se ubica en alrededor de 2 000 especies, con unos 550endemismos. Shreve y Wiggins (1975), en su Vegetation and Flora of theSonoran Desert, describen 2 621 especies de plantas, con cerca de 500endmicas. Ambos desiertos poseen una diversidad florstica total de casi 3300 especies, con un grado de endemismo para la regin combinada, tal comola hemos definido aqu, de ms de 50 por ciento. El microendemismo de lasplantas (es decir, especies restringidas exclusivamente a un rea muy chica)es particularmente alto en las islas ocenicas del Mar de Corts, en sierras

  • aisladas como El Aguaje, San Francisco, Guadalupe o La Laguna, y en lasdunas del Gran Desierto de Altar. En la porcin sonorense del Desierto de Sonora, que incluye el noreste deBaja California, existen al menos 14 especies de anfibios (dos de ellasendmicas), 68 de reptiles (cinco endmicas), 190 de aves y 84 de mamferos(dos endmicas, aunque compartidas con el Desierto de Baja California),mientras que en la porcin bajacaliforniana las cifras son de al menos 4especies de anfibios, 59 de reptiles (20 endmicas), 134 de aves y 54 demamferos (cuatro endmicas). De stas, dos especies de anfibios, 21 dereptiles, 118 de aves y 45 de mamferos se encuentran en ambos desiertos.Las aves, dado su medio de locomocin, tienen bajos grados de endemismo enla regin. Sin embargo, la pennsula de Baja California, que est ms aisladaque los desiertos continentales, alberga cuatro especies de aves raras ycuasiendmicas, restringidas principalmente a la pennsula y comunes en estarea silvestre desrtica, aunque tambin existen fuera de estos hbitats, tantoen los matorrales de tipo mediterrneo del norte como en los matorralestropicales xerfilos de la regin de Los Cabos. Se trata del zafiro peninsular(Hylocharis xantusii), la mascarita peninsular (Geothlypis beldingi), el tecolotepeninsular (Glaucidium hoskinsii) y el cuitlacoche ceniciento (Toxostomacinereum). Aparte de la fauna de los dos desiertos, las islas del Mar de Corts albergan42 especies endmicas de reptiles y 15 de mamferos terrestres (Case y Cody,1983). Por lo tanto, la fauna desertcola total de la regin mayor consta de 16especies de anfibios (dos endmicas), 148 de reptiles (67 endmicas), 206 deaves (cuatro endmicas) y 108 de mamferos (21 endmicas). Adems deestos habitantes estrictos del desierto, existen 162 especies de aves marinas yzancudas que se alimentan en las ricas aguas del Mar de Corts y en las costasdel Pacfico del Desierto de Baja California, as como un gran nmero detetrpodos marinos y especies que dependen estrictamente del agua, comotortugas y mamferos marinos, lo mismo que muchas especies agrcolas yurbanas que slo en raras ocasiones se encuentran en los hbitats de desiertoverdaderos (Russell y Monson, 1998). Si se incluyen estas especies ocasionalesy marginales, la biodiversidad total aumenta considerablemente. Adems de su diversidad y endemismo regional, los Desiertos de Sonora yBaja California marcan el lmite septentrional de la zona tropical. Esta reginalberga al menos 16 familias y probablemente ms de 200 especies de rbolestropicales que encuentran su lmite norte en la misma (Felger, 2000),incluyendo las familias del copal, la ceiba, el zapote prieto, el negrito y lateophrasta. Otros grupos, como las abejas euglossinas de brillantes coloresmetlicos verde y azul y las industriosas abejas sin aguijn (Melipona spp.),tambin encuentran sus lmites septentrionales en estos desiertos. As como la pennsula est aislada de la tierra firme por el Mar de Corts, elGolfo es, en s, una especie de "pennsula marina" aislada del Pacfico por 1500 km de tierra peninsular. Biolgicamente, es uno de los mares msproductivos y diversos del mundo. Mxico obtiene de esta agua entre 30 y 50por ciento de su pesca nacional y en ellas existen unas 4 500 especies deinvertebrados conocidas (excepto protozoarios); 872 especies de peces (122elasmobranquios y 750 telesteos, 271 de los cuales son peces arrecifales

  • raros), y 33 especies de mamferos marinos, 28 de ellos cetceos, incluyendola marsopa vaquita (Phocoena sinus), que es endmica del Alto Golfo y seconsidera amenazada.

    Especies emblemticas

    Hasta la fecha, las descripciones ecolgicas ms importantes de los Desiertosde Sonora y Baja California han sido las de Forrest Shreve (Shreve y Wiggins,1975). Su clasificacin refleja la manera en la que la seleccin natural y laevolucin han adaptado la morfologa y las formas de vida predominantes a losdifciles ambientes del desierto. Este investigador identifica tres ecorregionesen el Desierto de Sonora continental (las Tierras Altas de Arizona, los Llanos deSonora y los Pies de Monte de Sonora), dos ecorregiones en la Pennsula deBaja California (los Llanos de Magdalena y el Desierto de El Vizcano) y dosecorregiones compartidas (el Valle del Bajo Colorado, que ocupa la parteoccidental de Sonora y la parte norte de las costas del Golfo en Baja California;y las Costas Centrales del Golfo, una estrecha franja de la regin costeracentral del Mar de Corts). El bosquejo de Shreve sigue siendo la mejordescripcin ecolgica de los Desiertos de Sonora y Baja California y, por lotanto, nos apegaremos a ella al describir esta extraordinaria rea silvestre.El Valle del Bajo Colorado fue descrito como un desierto micrfilo, es decir, unaregin con plantas de hojas pequeas como la gobernadora (Larrea tridentat)y la jcota (Ambrosia dumosa). De hecho, estas plantas son las verdaderasxerofitas del desierto, pues soportan las sequas ms severas sin marchitarse.El Bajo Colorado es el corazn del Desierto de Sonora (Bowden y Dykinga,1993; Hayden y Dykinga, 1998), una regin vasta y sumamente rida, conpocas montaas y grandes bajadas aluviales que forman llanuras secasmuy amplias, hogar del amenazado berrendo sonorense (Antilocapraamericana sonoriensis). Aqu los inmensos arenales que bordean el Mar deCorts poseen varios animales nicos, cuyas adaptaciones especiales parasoportar las inhspitas condiciones locales son tipificadas por la rata-cangurodesrtica (Dipodomys deserti) y la vbora-cascabel cornuda (Crotaluscerastes). Esta regin se ha vuelto tan rida durante el actual periodointerglacial (es decir, el Holoceno), que los sedimentos secos del ro Colorado,arrastrados hacia el este por los vientos, han formado las dunas de arena msextensas del Nuevo Mundo: el Gran Desierto de Altar. Aparte de las plantasmicrfilas predominantes, la vegetacin tambin incluye algunos rbolesachaparrados como el palo fierro (Olneya tesota), el palo-verde (Parkinsoniaflorida y P. microphylla) y los mezquites (Prosopis pubescens y P. glandulosavar. torreyana). La escasez de vegetacin leosa es compensada por la granabundancia de plantas efmeras que brotan despes de las lluvias, cubriendo eldesierto con un denso y colorido manto de flores. De hecho, la abundancia desemillas es tan alta en esta regin que la base de las redes trficas sonespecies granvoras como las ratas canguro, las ratas-cambalacheras(Neotoma spp.), las codornices (Callipepla spp.) y varias hormigas. Cuando losros Colorado y Gila corran libremente (Sykes, 1937; Fradkin, 1984), antes dela construccin de las presas en los aos treinta), en sus mrgenes prosperabaun denso sistema de ecosistemas ribereos con predominio de chopos (Populus

  • fremontil), sauces negros de Goodding (Salix gooddingii) y grandes mezquites,donde tambin abundaban los castores (Castor canadensis).Las plantas con tallos suculentos predominan en las Tierras Altas de Arizona,de modo que ste es un desierto crasicaule (del griego crassos, suculento; ycaulon, tallo). Situadas al este del Valle del Bajo Colorado y a mayor altitud,las tierras altas reciben ms precipitacin pluvial (unos 300 mm en promedio)y en ellas predominan los nopales y las chollas (subgneros Platyopuntia yCylindropuntia, respectivamente, ambos pertenecientes al gnero Opuntia),cactceas columnares como el saguaro (Camegiea gigantea), biznagas(Ferocactus spp.) y palo-verdes (principalmente Parkinsonia microphyll). Aqula vegetacin es ms compleja, la proporcin de plantas perennes es mayor yla diversidad es ms alta. El gigantesco saguaro columnar es una especieemblemtica que no slo confiere a esta ecorregin su aspecto nico, sino quemantiene una ntima relacin con animales que, sin ser endmicos de lamisma, la representan muy bien. Notable entre ellas son la paloma ala blanca(Zenaida asitica) y el murcilago-hocicudo de Curazao (Leptonycteriscurasoae'), en el cual recaen muchas de las tareas locales de polinizacin, y elcarpintero del desierto (Melanerpes uropygialis), que al labrar sus nidos en lossaguaros crea un habitat esencial para otras especies que anidansecundariamente en esas cavidades. Los Llanos de Sonora se encuentran al sur de las tierras altas de Arizona, enlas tierras bajas centrales del estado de Sonora. Aqu las formas de vidapredominantes son rboles y arbustos leosos, por lo que se trata de undesierto arbofrutescente. En el estrato arbreo predominan los palo fierros,con el espectacular color verde cenizo de las hojas del incienso (Encellafarinosa) destacando en el matorral leoso inferior. La mayor abundancia delluvia (200 a 400 milmetros) y el menor riesgo de heladas permite a los Llanosalbergar cuatro especies de cactos columnares gigantes: el saguaro, el pitayodulce (Stenocereus thurberi), la cina (S. alamosensis) y la senita (Lophocereusschottii). Algunos elementos de clara afinidad tropical meridional alcanzan sulmite norte en esta subdivisin. Tal es el caso de los gneros Bursera yJacquinia, as como el del llamativo palo blanco (Acacia willardiana), la nicaacacia del Nuevo Mundo que ha perdido evolutivamente sus hojas compuestasy realiza la fotosntesis mediante filodios, es decir, estructuras especialesderivadas de peciolos planos. Las especies emblemticas de esta ecorreginson la codorniz cresta dorada (Callipepla douglassi) y la tortuga del desierto(Gopherus agassizzi). Los Pies de Monte de Sonora se encuentran al este de los Llanos como unaserie de lomas ondulantes, pequeas serranas y caadas que corren ensentido noroeste-sureste, paralelas a las faldas de la magnfica Sierra Madre.Las caadas, que son ms hmedas y mejor resguardadas que los Llanosdespejados, albergan los relictos ms septentrionales de las selvas bajascaducifolias tropicales del Pacfico mexicano. Considerada un desiertoarborescente, esta regin es rica en leguminosas leosas como las acacias ylos mezquites, aunque tambin predominan algunas especies claramentetropicales como el cardn barbn gigante (Pachycereuspecten-aboriginum), laceiba menor (Ceiba acuminata), el trompillo (Ipomoea arborescens), el lomboy(Jatropha cordata), el torete fragante (Bursera fagaroides) y el guayacn

  • (Guaiacum coulter), entre otras. Los lmites de la distribucin septentrionalnormal del jaguar (Panthera onc) se encuentran en estas caadas, donde esteraro depredador vagabundea al cobijo de los doseles tropicales. Algunosanimales caractersticos, como el zacatonero ala rufa (Aimophila carpalis) y laiguana de cola espinosa de Sonora (Ctenosaura hemilopha macrolopha), sonendemismos casi estrictos de esta ecorregin. Algunos investigadores se hanopuesto a la clasificacin de esta regin como parte del Desierto de Sonoraverdadero, pues se trata en realidad de un complejo mosaico de grados dearidez con exuberantes caadas tropicales. Sin embargo, la intercalacin dediferentes ecosistemas y la compleja fragmentacin del paisaje son algunos delos factores que dan al Desierto de Sonora su gran diversidad. La siguiente subdivisin son las Costas Centrales del Golfo, una estrechafranja de tierras desrticas que ocupa casi 800 km de las costas del Mar deCorts en Baja California y 400 km en Sonora. En sta predominan plantas congigantescos tallos carnosos y corteza lisa, por lo que se le considera undesierto sarcocaule (del griego sarcos, carne; y caulon, tallo). Algunas de lasplantas desertcolas ms extraas del Continente Americano se encuentranaqu, como delgados cirios (Fouquieria colwnnaris) de 20 m de altura(Humphrey, 1974), ocotillos (F. spiendens y F. diguetii), descomunalescopalquines (Pachycormus discolor) con su lisa corteza entre caf yanaranjado, torotes blancos (Bursera microphylla), copales (B. hindsiana),lomboy (Jatropha cinrea), palo-blancos (Lysiloma candida) de tallosalabastrinos y gigantescos cardones candelabriformes o sagesos (Pachycereuspringlei), junto con otras plantas caractersticas menos llamativas como elincienso y numerosas especies de chollas y nopales. En esta subdivisin, elcontraste entre el desierto y el mar crea microhbitats nicos, con transicionesbruscas entre las comunidades desertcolas y matorrales extremadamentehalfilos que viven con agua de mar, como los manglares ms septentrionalesdel hemisferio, hasta las famosas "praderas" submarinas de zostera (Zosteramarina), que son cosechadas tradicionalmente por los indgenas seri. A pesarde que esta biorregin se encuentra en dos reas disyuntivas separadas por elMar de Corts, sus animales emblemticos son los mismos: el borregocimarrn (Ovis canadensis) y la iguana del desierto (Dipsosaurus dorsalis),ambos con subespecies en una y otra costas: O. c. mexicana y D. d.sonoriensis en el lado de sonora; O. c. weemsi y D. d. dorsalis en el lado deBaja California. Siguiendo hacia las costas del Pacfico de Baja California, en la Regin de ElVizcano, se aprecian muchos de los mismos rboles de tallo carnoso que enlas costas del Golfo, mas ahora asociados con plantas sin tallo y dotadas dehojas suculentas dispuestas en rosetas (Aschmann, 1959).Por esta razn, Shreve defini esta subdivisin como un desierto sarcfilo (esdecir, un desierto donde predominan las hojas carnosas). Muchas de estasrosetas suculentas tienen la capacidad de absorber y almacenar el agua quellega con las nieblas costeras formadas por el afloramiento de aguas fras en elPacfico. Entre ellas figuran unas cuantas especies de Agave con largas hojascarnosas (pencas) con bordes espinosos que semejan espadas; Dudieyas conhojas redondas de llamativo color blanco rojizo; izotes de Baja California(Yucca valida) e izotes de hoz (Y. whipplei). La influencia de las nieblas

  • marinas se manifiesta en la abundante presencia del heno pequeo o tillandsiarecta (Tillandsia recurvata) y diversos liquenes. En estos desiertos mstemplados, el gigantesco cardn cede el paso en las llanuras costeras a densasformaciones de una cactcea ms pequea y recumbente, el pitayo agrio(Stenocereus gummosus), as como a los matorrales de huizapol aromtico(Ambrosia chenopodifolia), que cubren las laderas con un terso manto de colorverde grisceo, y al cochal (Myrtillocactus cochal), una cactcea columnar defrutos dulces cuyos parientes ms cercanos se encuentran en el sur de Mxico.Los Llanos de El Vizcano ms bajos, cerca de la laguna costera Ojo de Liebre,albergan un chaparral de plantas que toleran la sal, en el que vaga elgravemente amenazado berrendo peninsular (Antilocapra americanapeninsularis), que qued aislado de su pariente norteo del Gran Desierto.Aparte del berrendo como una obvia especie emblemtica, esta ecorregintambin es representada por el cuitlacoche peninsular (Tbxostoma cinereum),que es el ave ms tpica de Baja California.Finalmente, los Llanos de Magdalena, situados al sur de El Vizcano, ocupan laparte sur de las costas de Baja California por el lado del Pacfico. Aqu esevidente la influencia de los matorrales xerfilos tropicales y las selvas bajascaducifolias de la regin de Los Cabos, en el extremo d la pennsula. Existenmenos rosetas suculentas y los rboles del desierto coexisten con gigantescascactceas columnares, formando un desierto arbocrasicaule. Los torotes(Bursera filicifolia, B. hindsiana y B. microphya), el mezquite dulce (Prosopisglandulosa), el palo de Adn (Fouquieria digueti), el palo-verde azulse(Parlinsonia florida), el ciruelo endmico (Cyrtocarpa edulis) y el hermoso paloblanco, forman densos bosquetes en algunos arroyos. Aqu abunda la pitayaagria y la chirinola (Stenocereus eruca), una cactcea columnar endmicasumamente rara que se encuentra cerca de las playas. Este cacto, nico yextrao, crece acostado en el suelo y emite densos manojos de tallos gigantes,con aspecto de culebras, que parecen reptar en el desierto. Tambin abundanlos cardones, las senitas y las chollas. Es muy comn ver caracaras crestados(Caracara cheriway) posados en los nopales y otras perchas; por la noche noes raro encontrar a la zorra desrtica (Vulpes velox), otro habitante tpico de laregin.

    Culturas humanas

    Las mismas fuerzas evolutivas que dieron origen a las extraas formas de vidade esta regin, moldearon tambin sus culturas humanas singulares (LenPortilla, 1989). Muy apartados del resto de Mesoamrica, los indgenascochimes y otros grupos de Baja California crearon uno de los conjuntos depinturas rupestres ms asombrosos del mundo, mismo que es, actualmente,uno de los Patrimonios Culturales de la Humanidad ms valiosos de Mxico(Crosby, 2000). Posteriormente, durante la Colonia espaola los jesutasfundaron en estos desiertos su propia utopa" mediante una serie de misionesque evolucionaron en total independencia de las severas y crueles normasimpuestas por los conquistadores al Mxico continental (Clavijero, 1789; DelBarco, 1768). Lamentablemente, los jesutas tambin llevaron consigo,involuntariamente, los mortales grmenes de las enfermedades europeas, de

  • modo que pocas dcadas despus de la colonizacin la mayora de las etniasde Baja California, por largo tiempo aisladas y vulnerables a esas dolencias,haba desaparecido.Sus descendientes, mezclados con los descendientes de los soldadosespaoles, se convirtieron en los californios, un grupo de ganaderos que ansobrevive en las sierras. Por el contrario, los pueblos nativos del Desierto deSonora, que jams estuvieron totalmente aislados de otros grupos y por lotanto eran ms resistentes a las enfermedades importadas, an se encuentranen la regin.Los verdaderos habitantes del Desierto de Baja California, es decir, losguaycuras del norte, los perices del sur y los cochimes de los desiertoscentrales, se extinguieron.En el chaparral de tipo mediterrneo de los alrededores de Tecate, Ensenada yTijuana an quedan unos cuantos cochimes; se trata especficamente de loskiliwas, los kumiais y los pai-pais. Los cucaps, otro grupo indgena de BajaCalifornia, viven en el delta del ro Colorado. Aunque hoy muchos de elloslaboran en los campos agrcolas del Valle de Mexicali, algunos conservan ansus pesqueras tradicionales en el estero, donde todava cosechan, aunque enraras ocasiones, el trigo salado de los campos silvestres de Distichlis palmerique crecen en las llanuras costeras aluviales del Alto Golfo de California.Por el contrario, las culturas nativas de la tierra firme de Sonora hansobrevivido mucho mejor. Al menos siete grupos conservan su identidad y tresde ellos (los ppagos, pimas de los altos o tohono o'odham; los ppagos delarenal o hiaced o'odham, y los seris cazadores-recolectores o comcaac) ansobreviven dentro de los confines del Desierto de Sonora. Otros cuatro gruposse encuentran en las estribaciones del desierto: los yaquis o yoemes, en losllanos del bajo ro Yaqui; los mayos o yoremes, en el sur, donde el desiertocede el paso a los matorrales espinosos costeros; los guarijos o makurawes,en las inaccesibles montaas del sureste, muy cerca de la Sierra Madre, yfinalmente los pimas de los bajos u ob no'ok, al este, en las faldas de la SierraMadre. Los miembros de un octavo grupo, los patas o teguimas, que viven enlo alto de la Sierra Madre, aunque ya perdieron su lengua y muchas tradicionesal asimilarse a la cultura mestiza, an reconocen su origen tnico y sustradiciones estn presentes en la cultura local.En cuanto a su demografa, los Desiertos de Sonora y Baja California tienendensidades de poblacin muy bajas y las mayores concentraciones humanas seencuentran en zonas urbanas. Esto subraya una caracterstica sumamenteimportante de la regin, es decir, que an posee grandes extensionesescasamente habitadas o deshabitadas por completo, lo que hace de sta unrea silvestre prstina.El estado de Baja California, por ejemplo, tiene 2.5 millones de habitantes. Destos, slo unos 765 000 viven en la regin desrtica de la entidad y lamayora de ellos, adems, se concentran en la ciudad de Mexicali o en eldistrito de riego que la rodea. Slo unas 100 000 personas viven en el desiertoen s. El estado de Baja California Sur es la entidad menos poblada de Mxico.Posee 424 000 habitantes y, de stos, 25% viven en los ecosistemas tropicalesde la regin de Los Cabos, fuera del desierto propiamente dicho. De los 319000 habitantes de las zonas desrticas del estado, la mayora (197 000) se

  • encuentran en la ciudad capital de La Paz, de modo que slo 122 000 ocupanel resto del estado, donde se concentran en ciudades ms pequeas. Sonora tiene una poblacin de 2.2 millones de habitantes y, de stos, 1.4millones viven en la regin desrtica. El resto se concentra en la regintemplada del noreste o en los valles agrcolas del sur. De los habitantes deldesierto, ms de un milln se encuentran en grandes ciudades comoHermosillo, Guaymas, San Luis Ro Colorado y otras, de modo que menos de500 000 personas, en su mayora ganaderos, se encuentran dispersas en loseriales del Desierto de Sonora. Finalmente, los estados de California y Arizonatienen una poblacin mucho mayor que la de sus contrapartes mexicanas. Sinembargo, la regin del Desierto de Sonora (los condados Imperial, Pima yYuma, as como partes de los de Maricopa y Riverside) cuenta apenas con pocoms de un milln de habitantes. Adems, la mayor parte de esta poblacin seconcentra en slo dos reas metropolitanas: Tucson con 500 000 habitantes yYuma con cerca de 100 000 personas. En total, excluyendo los grandes centros urbanos, el rea Silvestre de losDesiertos de Sonora y Baja California tiene una poblacin humana de slo 1.1millones de personas, distribuidas en un rea de 324 300 km2, lo que significauna densidad demogrfica de slo 3.4 habitantes/km2.

    Amenazas

    Sujeta al rpido aumento en la demanda de recursos, esta inmensa reasilvestre enfrenta hoy una serie de amenazas ambientales cada vez msgraves, como la industrializacin, el agotamiento de sus recursos hidrulicos,la expansin de la frontera agrcola, la introduccin de especies exticas, elsobrepastoreo del ganado, el turismo descontrolado, el uso de vehculos paracampo traviesa, la degradacin de los ambientes estuarinos y la cacerafurtiva. El desarrollo industrial y la expansin urbana descontrolada, estn poniendoen grave peligro la conservacin de largo plazo de los desiertos fronterizos. Elrpido crecimiento del turismo en las costas mexicanas ha suscitado unaexpansin urbana explosiva en lugares como Loreto, en Baja California Sur, ySan Carlos y Puerto Peasco, en Sonora. Aparte de este crecimiento de laspoblaciones y ciudades establecidas, el Gobierno mexicano tiene ambiciososplanes que exigen la construccin de marinas y complejos tursticos en torno ala pennsula, lo que aumentar an ms la presin. Algunas reas agrcolas desarrolladas de manera no sustentable a mediadosdel siglo xx, sin tener en cuenta la recarga de los acuferos, ahora encaran elagotamiento de las aguas del subsuelo y el cierre de sus pozos. El resultadofinal, una vez que el acufero se agote, ser una gran extensin de suelosagrcolas salinizados y yermos. En algunas partes de Baja California, la mermade los acuferos regionales tambin ha significado la desaparicin de algunosmanantiales, lo que se traduce, a su vez, en la degradacin de los humedalesde agua dulce y la prdida de aguajes para la fauna silvestre. En muchaspartes de la regin, el agua ha dejado de ser un recurso renovable o al menosse le considera un recurso que se recupera muy lentamente.

  • Adems, las tcnicas agronmicas regionales padecen frecuentemente de muybaja eficiencia en cuanto se refiere a convertir el insumo de agua en cultivoscon buen rendimiento, de modo que las actividades agrcolas dispendiosas sonun factor importante en el deterioro ecolgico de largo plazo. En algunos lugares, la vegetacin natural est siendo destruida rpidamenteen aras del desarrollo agrcola y para la plantacin de pastos exticosinvasores, como el buffel africano (Pennisetum ciliare), con la idea de mejorarla productividad del ganado bovino en los ambientes desrticos. Tanto en elsur de Sonora como en el sur de Baja California, el pasto buffel no parecerequerir desmonte para establecerse. Sumamente adaptado a los ambientestropicales clidos y secos, est invadiendo rpidamente el desierto, sobre todolas reas que han sido desmontadas o sobrepastoreadas. Este pasto de rpidocrecimiento genera una enorme biomasa que se incendia fcilmente en lapoca de secas, convirtiendo el desierto en un ecosistema de tipo sabana muypropenso al fuego,-que al arder estacionalmente impide el restablecimiento delmatorral xerfilo nativo, biolgicamente rico pero muy vulnerable a losincendios. El pastoreo de ganado, que es un problema recurrente en los desiertos de laregin, tambin ha provocado cambios en la estructura de la vegetacin,restableciendo, quiz inadvertidamente, antiguos procesos ecolgicos quefueron interrumpidos al final del Pleistoceno, cuando se extinguieron losgrandes herbvoros que recorran las llanuras del desierto, dispersando lassemillas de mezquites y cactceas. Sin embargo, como el pastoreocontemporneo se lleva a cabo en ausencia de depredadores, las densidadesde los herbvoros son mucho mayores que las registradas en el pasadopaleontolgico. El turismo de tipo aventura tambin ha afectado gravemente algunosecosistemas peninsulares. Quiz la forma de recreacin ms destructiva en elentorno natural sea el uso de vehculos para campo traviesa en el desiertodespejado y en los arenales costeros. La vegetacin de estos ambientes crecemuy lentamente, de modo que una biznaga destrozada en cuestin desegundos por un conductor imprudente quiz tard siglos en alcanzar sutamao adulto y para su recuperacin pueden transcurrir varias generaciones.Tristemente, la mayor fama internacional de Baja California no se debe a subelleza ni a su aislamiento, sino a la facilidad para estas actividades a campotraviesa, que son anunciadas como atractivo turstico en ciudades como PuertoPeasco y San Felipe. Las visitas humanas, aunque potencialmente benficas, tambin han afectadonegativamente los ecosistemas isleos del Golfo de California, que sonambientes sumamente frgiles. La evolucin biolgica en aislamiento hizoestas islas particularmente vulnerables a factores como las especies forneas,el deterioro del hbitat, la caza y la pesca, tanto en plan deportivo comocomercial. En particular, la introduccin de especies exticas como ratas, gatosy cabras puede ocasionar autnticas catstrofes ecolgicas entre las plantasendmicas, las aves marinas y los reptiles isleos. Por ltimo, la crecientedemanda del ecoturismo ha generado una intensa presin para el desarrollo deinfraestructura en las islas. Aunque hasta ahora no se ha permitido el

  • desarrollo turstico de ninguna de las islas del Golfo, el nmero de propuestasfue en aumento (durante la ltima dcada). Los esteros y las lagunas costeras de la regin tambin encaran amenazascada vez mayores debido al desarrollo industrial y turstico, al escurrimiento decontaminantes terrestres, a la modificacin del hbitat para proyectos deacuacultura y a la perturbacin ocasionada por las lanchas de motor y lasmotonaves acuticas. El deterioro de las lagunas costeras afecta a muchosorganismos marinos que pasan la mayor parte de su ciclo de vida en talesecosistemas, desde las ballenas grises (EschricMus robustus) en las lagunasdel Pacfico, hasta los camarones, moluscos y peces del Mar de Corts.Tambin afecta a muchas aves migratorias que utilizan esos humedales comopuntos de descanso en sus rutas de viaje. Las lagunas costeras generanservicios ecolgicos nicos y esenciales para el mantenimiento y lasupervivencia de las especies que migran anualmente a otros ecosistemas, amenudo distantes. Sin embargo, tales servicios escapan a la vista de losinversionistas, quienes tienden a considerar esos ambientes como "terrenosintiles" que deben usarse para obtener ganancias econmicas ms directas.La tala de manglares para construir instalaciones de acuacultura u hotelescosteros es un ejemplo tpico. Para una persona comn y corriente, percibir elinmenso valor que los manglares tienen para las pesqueras de altamar y lavida marina en general resulta mucho ms difcil que ver el beneficio inmediatode talarlos con otros fines menos productivos. La cacera furtiva es comn en el Desierto de Sonora. Se persigue a la faunamayor en busca de carne y trofeos; por otro lado, se capturan reptiles y serecolectan cactceas y otras plantas raras endmicas para introducirlas decontrabando en Estados Unidos, donde abastecen los mercados de mascotas yplantas exticas, respectivamente. Muchas de las especies ms buscadascuentan con poblaciones muy reducidas, a menudo en una sola isla, dondeadems flutan en sincrona con las variaciones ambientales, lo que las haceparticularmente vulnerables.

    Conservacin

    Los gobiernos de Mxico y Estados Unidos, as como organizaciones nogubernamentales (ONG) en ambos lados de la frontera, han llevado a caboacciones para proteger los ricos y cada vez ms amenazados ecosistemas delos Desiertos de Sonora y Baja California. Ahora existe una gran cantidad dereas protegidas, entre ellas tres reservas de la biosfera en Mxico (ElVizcano; Alto Golfo de Califomia y Delta del Ro Colorado, y El Pinacate y GranDesierto de Altar); tres monumentos naturales en Estados Unidos (MonumentoNacional Sonoran Desert, cerca de Phoenix, Arizona; Monumento NacionalSaguaro, cerca de Tucson, y Monumento Nacional Organ Pipe Cactus, sobre lafrontera, que ahora es tambin una reserva de la biosfera); dos parquenacionales costeros (Baha de Loreto y Cabo Pulmo, ambos en Mxico), unparque estatal en California (Parque Estatal de Desierto Anza-Borrego); tresrefugios de fauna silvestre en Mxico [Islas del Golfo de California, que abarcalas islas del Mar de Corts (Bourilln y cols., 1988); Cajn del Diablo, unmacizo montaoso que contiene un mosaico de desierto y exuberantes

  • caadas tropicales en las costas centrales de Sonora, y Valle de los Cirios, enel desierto central de Baja California], y un cuarto refugio en Estados Unidos(Refugio Nacional de Fauna Silvestre Cabeza Prieta). Aunque no est protegidode manera formal, el Campo Militar Barry M. Goldwater, adyacente a las reasde Organ Pipe Cactus y Cabeza Prieta, es uno de los lugares intactos msextensos del Desierto de Sonora. En total, las reas protegidas dentro de estaregin abarcan unos 18 000 km2 en Estados Unidos y 68 000 km2 en Mxico,de modo que abarcan 27% del rea silvestre total. Adems, en la parte norte del espinazo montaoso de Baja California, dondelos ridos matorrales del desierto ceden el paso a pinos y tscates, existen dosparques nacionales con vegetacin de clima templado (Constitucin de 1857 ySierra de San Pedro Mrtir); asimismo, existe una isla celeste similar en elextremo sur del desierto, donde la Reserva de la Biosfera Sierra de La Lagunamarca el principio de la regin de Los Cabos. Aunque casi todas las reas protegidas de Estados Unidos fueron creadasdesde el siglo XIX (la excepcin ms notable es el Monumento NacionalSonoran Desert, decretada en 2001), la mayora de las situadas en Mxicofueron creadas en los ltimos 15 aos. Antes de 1988, slo existan tres reasnaturales protegidas y sus decretos de creacin eran bastante ambiguos einexactos. Se trata de Cajn del Diablo, creada en 1937 con 147 000 ha; Vallede los Cirios, tambin en 1937 con 2.3 millones de hectreas, e Islas del Golfode California, creada en 1978, con 150 000 ha. En 1988 naci la Reserva de laBiosfera El Vizcano, con un rea total de 2.5 millones de hectreas, lo quehizo de ella la reserva de la biosfera ms grande de Mxico. Entre 1993 y1998, fueron creadas cuatro nuevas reas protegidas con distintas categoras,cuya superficie total es de 2.9 millones de hectreas. En 1993, el Gobierno deMxico public dos decretos con el fin de proteger otras tantas reservas de labiosfera situadas en la franja de desierto y los ecosistemas costeros que unenel Desierto de Sonora con la Pennsula de Baja California. Estas reservasprotegen el notable endemismo del sistema de dunas de arena y malpasvolcnico ms extenso de Norteamrica, as como dos especies marinasgravemente amenazadas: la marsopa vaquita y la totoaba (Totoabamacdonaldii), un pez telesteo. Junto con las reas protegidas de Organ PipeCactus, Cabeza Prieta y Barry M. Goldwater en Estados Unidos, estas reservasforman un corredor ecolgico de 3 millones de hectreas en las tierrasdesrticas del Valle del Bajo Colorado, que figura entre los ms extensos ymejor conservados del mundo. Adems, en 1993, el Gobierno mexicano propuso la Reserva de la Biosfera ElVizcano como Patrimonio Natural de la Humanidad, categora que le fueconcedida por la UNESCO en 1994. En julio de 1996 se public el decreto queprotege la Baha de Loreto con la categora de parque nacional, como resultadode una iniciativa original de los pescadores locales, a quienes les preocupaba lacontinua declinacin de su pesca y la degradacin de las reas reproductivas.Finalmente, en noviembre de 2000, las tres primeras reas naturalesprotegidas de la regin (Cajn del Diablo, Valle de los Cirios e Islas del Golfode California, fueron reclasificadas, conforme a la nueva legislacin, con lacategora de refugios de fauna silvestre.

  • Segn se espera, el paso cada vez ms gil de los esfuerzos de conservacinlograr detener la degradacin ambiental que la regin ha venido sufriendo ydisminuir las amenazas que ponen en riesgo su sustentabilidad en el largoplazo. Al parecer, existe cada vez mayor conciencia en la pennsula de BajaCalifornia, el Desierto de Sonora y el Mar de Corts, en cuanto a la necesidadde emprender acciones urgentes para proteger el ambiente. Gruposconservacionistas, instituciones de investigacin, los gobiernos federal yestatal, destacados lderes del sector privado y operadores de ecoturismo hancontribuido a impulsar el aprecio del ambiente y la necesidad de acciones deconservacin concretas. No fue por accidente que las primeras reas protegidas a lo largo de lafrontera entre Mxico y Estados Unidos fueron creadas en esta regin.Investigadores, conservacionistas, autoridades indgenas y oficiales deGobierno haban estado trabajando juntos por aos, preparando planesconjuntos para proteger el Gran Desierto y el Alto Golfo. Lleg un tiempo, en1993, en el que estaba lista una propuesta que contaba con el apoyo de lderesambintales a ambos lados de la frontera. Ahora, el Gran Desierto estprotegido desde la frontera hasta la aguas del Golfo, y algunosconservacionistas estn trabajando en Estados Unidos para integrar cuatroreas protegidas contiguas al norte de la frontera en un Parque del DesiertoSonorense, el cual, junto con las reservas mexicanas, formar parte de uno delos mayores corredores silvestres del mundo. El Desierto de Sonora es un rea silvestre binacionacional, con variascuencas hidrogrficas, especies y recursos naturales en comn que no sabende lneas fronterizas, de modo que Mxico y Estados Unidos comparten laresponsabilidad de proteger este patrimonio natural. A fin de lograrlo, ambospases deben promover esfuerzos binacionales verdaderamente cooperativos,como la Coalicin para el Desarrollo Sustentable del Golfo de California de1999, una asociacin establecida entre varias ONG conservacionistas, as comoinstituciones acadmicas y de investigacin mexicanas y estadounidenses.Entre las ONG que trabajan dentro de la Coalicin, Conservation Internationalha estado enfrentando exitosamente, por ms de una dcada, algunas de lasamenazas ms apremiantes para la regin, con apoyo de la FundacinPackard, USAID, y CEMEX el patrocinador de este libro. Ser por medio dealianzas como sta, gracias a las cuales se lograr una visin compartida, quelos desiertos de Arizona, California, Sonora y Baja California podrn serconservados en el largo plazo.

    EXEQUIEL EZCURRAEDUARDO PETERS

    ALBERTO BURQUEZERIC MELLINK

  • BIBLIOGRAFIA

    ASCHMANN, H. 1959. The central Desert of Bja California: Demography andEcology. University of California Press, Berkeley

    BERGER, B. 1998. Almost an Island: Travels in Baja California. University ofCalifornia Press, Tucson.

    BOURILLON, L,. A. CANTU, F. ECCARDI, E. LIRA, J. RAMREZ, E. VELARDE Y A.ZAVALA. 1988. Islas del Golfo de California. Secretara de Gobernacin-Universidad Nacional Autnoma de Mxico, Mxico.

    BOWDEN, C. Y J.W. DYKINGA. 1993. The Sonoran Desert. Harry N. Abrahams,Nueva York.

    CASE, T.J. y M.L. CODY (Eds.). 1983. Island Biography in the Sea of Corts.University of California Press, Berkeley.

    CLAVIJERO, F.X. 1789. Historia de la Antigua o Baja California (publicado porla imprenta del Museo Nacional de Arqueologa, Historia y Estnografa, 1933,Mxico, D.F.) En H.W. CROSBY. 1994. Antigua California Mission and Colony onthe Peninsula frontier, 1697-1768. University of New Mexico Press,Albuquerque.

    CROSBY, H.W. 2000. The Cave Paintings of Baja California. Discovering thegreat murals of an Unknown people. Sunbelt Natural History Books, SunbeltPublications, San Diego.

    DEL BARCO, M. 1768. Correcciones y adiciones a la historia o noticia en laCalifornia en su primera edicin de Madrid, ao de 1957 (editado por M. Len-Portilla con el ttulo Historia Natural y Crnica de la antigua California.Universidad Nacional Autnoma de Mxico, Instituto de investigacionesHistricas, 1988, Mxico, D.F.).

    FRADKIN, P.L. 1984. A River No More: The Colorado River and the West.University of Arizona Press, Tucson.

    HAYDEN, J.D. y J.W. DYKINGA. 1988. The Sierra Pinacate. Southwest CenterSeries, University of Arizona Press, Tucson.

    HORNADAY, W.T. 1908. Campfires on Desert and Lava. Published again in1985 by University of Arizona Press, Tucson.

    HUMPHREY, R.R. 1974. The Boojum and its Home. University of Arizona Press,Tucosn.

    JORDN, F. 1951. El otro Mxico: biografa de Baja California. BiografasGandesa, Mxico.

  • KRUTCH, J.W. y E. PORTER, 1957. Baja California and the Geography of Hope.Sierra Club Books, San Francisco.

    KRUTCH, J.W. 1961. The Forgotten Peninsula: A Naturalist in Baja California.W. Sloane Associates, San Francisco. (Publicado por A.H. Zwinger, 1986,University of Arizona Press, Tucson.

    LEON-PORTILLA, M. 1989 Cartografa y crnicas de la antigua California.Universidad Nacional Autnoma de Mxico, Mxico.

    LUMHOLTZ, C. 1990. New Trails in Mxico: An account of One YearsExploration in Northwestern Sonora, Mxico, and Sothwestern Arizona.University of Arizona Press, Tucson.

    MARTIN, P.S., D.A. YETMAN, M.E. FISHBEIN, P.D. JENKINS, T.R. vanDEVENDER y R. WILSON (Eds.).1999. Gentrys Rio Mayo Plants: The tropicalDeciduous Forest and Environs of Northwest Mexico. Sothwest Center SeriesUniversity of Arizona Press, Tucson.

    MARTINEZ, M. 1947. Baja California: resea histrica del territorio y su flora.Ediciones Botas, Mxico.

    MINNICH, R.A. y E. FRANCO VIZCAINO. 1988. Land of Chamise and Pines.Historical Accounts and Current Status of Nothern Baja Californias vegetation.UC Publications in Botany No. 80, University of California Press, Berkeley.

    MITTERMEIER, R.A., N. MYERS, P. ROBLES GIL y C.G. MITTERMEIER. 1999.Hotspots: Earths Biologically Richest anf Most Endangered TerrestrialEcoregions. Cemex, Mxico.

    ROBLES GIL, P., E. EZCURRA y E. MELLINK (Eds.). 2001 The Gulf of California.A World Apart. Agrupacin Sierra Madre, Mxico.

    ROBICHAUX, R.H. (Ed.). 1999. Ecology of Sonoran Desert Plants and PlantCommunities. University of Arizona Press, Tucson.

    SHREVE, F. y I.L. WIGGINS. 1975 Vegetation and Flora of the Sonoran Desert.Stanford University Press, Stanford.

    WIGGINS, I.L. 1980. Flora of Baja California. Stanford University Press,Stanford.

    ZWINGER, A.H. 1983. A Desert Country Near the Sea: A Natural History of theCape Region of Baja California. Harper and Row, Nueva York.