LOS CUATRO PILARES DE LA SANACIÓNPor el Dr. Joe Dispenza

Quedó claro para mí, después de años de entrevistar a personas que habían experimentado remisiones espontáneas y curaciones, que la mayoría de estas personas tenía cuatro

cualidades específicas en común. Ellos habían experimentado las mismas coincidencias.

Antes de describir las cuatro cualidades comunes a estos casos, me gustaría señalar algunos de los factores que no eran consistentes entre las personas que se estudiaron. No todos practican la misma religión, y varios tenían ninguna afiliación religiosa. No muchos tenían

experiencia como sacerdote, rabino, ministro, monja o profesión espiritual. Estas personas no eran todos de la Nueva Era. Sólo algunos oraban a un líder religioso específico o a un ser

carismático. Varían por edad, sexo, raza, credo, cultura, nivel de educación, profesión y nivel de impuestos. Sólo unos pocos ejercen diariamente y no todos siguen el mismo régimen

dietético. Eran de diferentes tipos de cuerpo y niveles de condición física. Se diferenciaban por sus hábitos relacionados con el alcohol, los cigarrillos, la televisión y otros medios de comunicación. No todos eran heterosexuales, no todos eran sexualmente activos. Mis

entrevistados no tenían ninguna situación externa en común que pareciera haber causado los cambios cuantificables en su estado de salud.

Coincidencia # 1: una inteligencia innata superior nos da vida y puede curar el cuerpoLas personas con quienes hablé que experimentaron una remisión espontánea creen que un

orden o inteligencia superior vive dentro de él o ella. Ya sea que lo llamaron a su mente divina, espiritual o subconsciente, ellos aceptaron que una fuerza interior les estaba dando vida a cada momento, y que esa fuerza sabía más de lo que, como seres humanos, ellos podrían imaginar. Además, si ellos pudieran aprovecharse de esta inteligencia, podrían dirigirla para empezar a

trabajar para ellos.

Me he dado cuenta de que no hay nada místico en esta mente superior. Es la misma inteligencia que organiza y regula todas las funciones del cuerpo. Este poder mantiene el

corazón latiendo sin interrupción más de 100.000 veces por día, aún sin que nos detengamos a pensar acerca de ello. Eso sumado a más de 40 millones de latidos al año, casi tres mil

millones de pulsaciones durante toda la vida de 70 a 80 años. Todo esto sucede de forma automática, sin cuidado, limpieza, reparación o remplazo. Una elevada conciencia está

evidenciando una voluntad que es mucho más grande que nuestra voluntad.

Del mismo modo, no damos ninguna importancia a lo que nuestro corazón está bombeando: dos galones de sangre por minuto (7y1/2 litros), más de 100 galones por hora, a través de un

sistema de canales vasculares de unas 60.000 Millas o (96.560 Kms) de longitud, o dos veces la circunferencia de la tierra. Sin embargo, el sistema

circulatorio constituye sólo aproximadamente 3 por ciento de nuestra masa corporal. (1) cada 20 a 60 segundos, cada célula de la sangre hace un circuito completo a través del

cuerpo, y cada glóbulo rojo hace en cualquier lugar entre 75.000 y 250.000 rondas de viaje en su vida útil. (Por cierto, si todas las células de sangre roja en el torrente sanguíneo se alinearan

de extremo a extremo, llegarían a 31.000 millas en el cielo.) En el segundo que le lleva el inhalar, usted perderá tres millones de glóbulos rojos, y en el segundo siguiente, el mismo

número será remplazado. ¿Cuánto tiempo viviríamos si tuviéramos que centrarnos en hacer que todo esto suceda? Alguna mente mayor (más expandida) debe estar orquestando todo

esto por nosotros.

Por favor, deje de leer por un segundo. Justo ahora, unas 100.000 reacciones químicas se llevan a cabo en cada una de sus células. Ahora multiplique 100.000 reacciones químicas por los 70 a 100 trillones de células que componen el cuerpo. La respuesta tiene más ceros de lo

que la mayoría de las calculadoras puede mostrar, sin embargo, cada segundo, esa alucinante cifra de reacciones químicas se lleva a cabo dentro de ti. ¿Tiene usted que pensar para realizar

alguna de esas reacciones? Muchos de nosotros ni siquiera podemos equilibrar nuestras chequeras o recordar más de siete elementos de nuestras listas de compras, por lo que es una

suerte para nosotros que alguna inteligencia inteligente a nuestra mente consciente está dirigiendo el espectáculo.

En ese mismo segundo, 10 millones de sus células mueren, y en el instante siguiente, casi 10 millones de nuevas células toman su lugar.

(2) El mismo páncreas regenera casi todas sus células en un día. Sin embargo, no damos un

momento de pensamiento para la eliminación de las células muertas, o para todas las funciones necesarias que entran en la mitosis, el proceso que da lugar a la producción de

nuevas células para la reparación de tejidos y el crecimiento. Cálculos recientes estiman que la comunicación entre las células en realidad viaja más rápido que la velocidad de la luz. En este

momento, es probable que usted esté dando algún pensamiento a su cuerpo. Sin embargo, algo que no es su mente consciente está causando la secreción de enzimas en cantidades

exactas para digerir los alimentos que usted consume en sus nutrientes componentes. Algún mecanismo de orden superior está filtrando litros de sangre a través de los riñones cada hora para producir orina y eliminar los desechos. (En una hora, la mayoría de las más avanzadas

máquinas de diálisis de riñón sólo pueden filtrar 15 a 20 por ciento de los desechos de la sangre del cuerpo.) Esta mente superior precisamente mantiene las 66 funciones del hígado,

aunque la mayoría de la gente nunca diría que este órgano desempeña tantas funciones.

Esa misma inteligencia puede dirigir pequeñas proteínas para leer la sofisticada secuencia de la hélice de ADN mejor que cualquier otra tecnología actual. Esa es una hazaña, considerando

que si pudiéramos desentrañar el ADN de todas las células de nuestro cuerpo y extenderlas totalmente de extremo a extremo, alcanzaría al sol ida y vuelta 150 veces!

(3) De alguna manera, nuestra mente superior orquesta pequeñas enzimas proteínas que constantemente pasan como un rayo a través de los 3,2 billones de secuencias de ácidos nucleicos que son los genes en cada célula, comprobado por mutaciones. Nuestra propia

versión interna del Departamento de Seguridad Nacional sabe cómo luchar contra miles de bacterias y virus sin ni siquiera darnos cuenta de que estamos bajo ataque. Incluso ella

memoriza esos invasores de modo que si ellos quieren ingresar de nuevo, el sistema inmunológico está mejor preparado.

Lo más maravilloso de todo, esta fuerza de la vida sabe como comenzar a partir de sólo dos células, esperma y un huevo, y crear nuestros casi 100 trillones de células especializadas. Después de habernos dado la vida, ellas regeneran continuamente esa vida y regulan un

increíble número de procesos. Es posible que no notemos nuestra mente superior en el trabajo, pero en el momento de morir, el cuerpo comienza a descomponer debido a que este poder

interior se ha ido.

Al igual que las personas que entrevisté, he tenido que reconocer que alguna inteligencia está obrando en nosotros que supera con creces nuestra capacidad consciente. Ella anima nuestro cuerpo cada momento, y sus increíblemente complejas labores tienen lugar prácticamente a

nuestras espaldas. Somos seres conscientes, pero por lo general, prestamos atención únicamente a los eventos que creemos que son importantes para nosotros. Esas 100.000 reacciones químicas cada segundo en nuestros 100 trillones de células son una expresión

milagrosa de la fuerza vital. Sin embargo, la única vez que se vuelven significativas a la mente consciente es cuando algo sale mal.

Este aspecto del yo es objetivo e incondicional. Si estamos vivos, esta fuerza de vida se expresa a sí misma a través de nosotros. Todos nosotros compartimos este orden innato,

independiente del género, la edad y la genética. Esta inteligencia trasciende raza, cultura, clase social, situación económica, creencias religiosas. Le da vida a todo el mundo, si lo pensamos

bien o no, si estamos despiertos o dormidos, si somos felices o tristes. Una mente más profunda nos permite creer lo que queramos, tener gustos y disgustos, ser permisivo o crítico.

Este dar de vida le da poder a todo lo que estamos siendo, el nos otorga el poder para expresar la vida de cualquier manera que elijamos.

Esta inteligencia sabe cómo mantener el orden entre todas las células, tejidos, órganos y sistemas del cuerpo, ya que crea el cuerpo a partir de dos células individuales. Una vez más, el

poder que hizo el cuerpo es el poder que mantiene y sana el cuerpo.

Las Enfermedades en los sujetos significaban que, en cierta medida, habían salido del contacto o se distanciaron ellos mismos de parte de su conexión con este orden superior. Tal vez su propio pensamiento había dirigido algo de esta inteligencia hacia la enfermedad y lejos de salud. Pero ello viene para entender que si ellos hubiesen aprovechado esta inteligencia y

utilizado sus pensamientos para dirigirla, ellos sabrían cómo sanar sus cuerpos para ellos. Su mente superior ya sabía cómo cuidar de los negocios, si pudieran hacer contacto con ella.

Las habilidades de esta innata inteligencia, mente subconsciente o naturaleza espiritual son mucho mayores que cualquier píldora, terapia o tratamiento, y sólo espera nuestro permiso

para actuar voluntariamente. Estamos montados en la espalda de un gigante, y estamos recibiendo un viaje gratis.

Coincidencia # 2: Los Pensamientos son Reales, los pensamientos afectan directamente al cuerpo

La forma en que pensamos afecta nuestro cuerpo y nuestra vida. Usted puede haber oído este concepto expresado antes en diversas formas, por ejemplo, en la frase "mente sobre la

materia". Las personas que entrevisté no sólo comparten esta creencia, sino que también la usan como base para hacer cambios conscientes en su propia mente, cuerpo , y vida personal.

Para entender cómo se logra esto, comencé a estudiar el cuerpo creciente de investigaciones sobre la relación entre el pensamiento y el cuerpo físico.

No es un campo emergente de la ciencia llamada psiconeuroinmunología que ha demostrado la conexión entre la mente y el cuerpo. Puedo describir lo que he aprendido en estos términos

simplistas: Cada pensamiento suyo produce una reacción bioquímica en el cerebro. Entonces, el cerebro libera señales químicas que se transmiten al cuerpo, donde actúan como los

mensajeros del pensamiento. Los pensamientos que producen los químicos en el cerebro permiten a su cuerpo sentir exactamente la forma en que usted los estaba pensando. Así que cada pensamiento produce una sustancia química que se corresponde con un sentimiento en su cuerpo. En esencia, cuando usted tiene pensamientos felices, inspiradores o positivos, el

cerebro produce sustancias químicas que hacen que usted se sienta feliz, inspirado, o elevado. Por ejemplo, cuando usted anticipa una experiencia que es placentera, el cerebro

inmediatamente produce un químico neurotransmisor llamado dopamina, el cual se convierte en el cerebro y el cuerpo en anticipación de esa experiencia y hace que usted empiece a sentirse excitado. Si usted tiene pensamientos de odio, ira, o auto-reprobación, el cerebro

también produce sustancias químicas llamadas neuropéptidos a los que el cuerpo responde a una forma comparable. Usted siente odio, enojo o indignación. Usted ve, sus pensamientos

inmediatamente se convierten en materia.

Cuando el cuerpo responde a un pensamiento para tener un sentimiento, se inicia una respuesta en el cerebro. El cerebro, que supervisa constantemente y evalúa el estado del

cuerpo, da cuenta de que el cuerpo se siente de una cierta forma. En respuesta a esa sensación corporal, el cerebro genera pensamientos que producen mensajeros químicos

correspondientes; usted comienza a pensar de la forma en que se está sintiendo. El pensamiento crea sentimiento, y ese sentimiento crea pensamiento en un ciclo continuo.

Este rulo eventualmente crea un estado particular en el cuerpo que determina el carácter general de cómo nos sentimos y nos comportamos. Llamaremos a esto un estado del ser .Por

ejemplo, supongamos que una persona vive gran parte de su vida en un ciclo repetitivo de pensamientos y sentimientos relacionados con la inseguridad. En el momento en que ella tiene

un pensamiento acerca de no ser lo suficientemente buena o suficientemente inteligente o suficientemente de nada, su cerebro libera sustancias químicas que producen un sentimiento de inseguridad. Ahora ella se está sintiendo justamente de la forma en que estaba pensando. Una vez que ella se siente insegura, entonces comenzará a pensar justo de la forma en que ella se estaba sintiendo. En otras palabras, su cuerpo es ahora el que la hizo pensar. Este

pensamiento conduce a más sentimientos de inseguridad, por lo que el ciclo se perpetúa. Si los pensamientos y sentimientos de esta persona continúan, año tras año, generan el mismo rulo de retroalimentación biológica entre su cerebro y su cuerpo, ella se sentirá a en un estado de

ser llamado "inseguro".

Cuanto más pensamos en los mismos pensamientos, que a su vez producen los mismos productos químicos que causan que el cuerpo tenga los mismos sentimientos, más nos

modificaremos físicamente por nuestros pensamientos. De esta manera, en función de lo que estamos pensando y sintiendo, creamos nuestro estado del ser. Lo que pensamos y la energía o intensidad de estos pensamientos influye directamente en nuestra salud, las decisiones que

tomamos, y, en definitiva, en nuestra calidad de vida.

Aplicando este razonamiento a sus propias vidas, muchos de los entrevistados entendieron que muchos de sus pensamientos no sólo no sirven a su salud, sino también podría ser la razón de

su tristeza o condiciones insalubres desarrolladas en primer lugar. Muchos de ellos habían pasado casi todos los días durante décadas en estados internos de ansiedad, preocupación, tristeza, celos, ira o alguna otra forma de dolor emocional. Pensando y sintiendo, sintiendo y

pensando así durante mucho tiempo, ellos dijeron, eso es lo que había manifestado sus condiciones.

A partir de esto, ellos razonaron que para transformar su salud física, tenían que hacer frente a sus actitudes: grupos de pensamientos que se agrupan en secuencias habituales. Una de las

actitudes crear un estado del ser que esté conectado directamente al cuerpo. Así, una persona que quiera mejorar su salud tiene que cambiar por completo los patrones de cómo ella piensa, y estos nuevos patrones de pensamiento o actitudes con el tiempo van a cambiar su estado de

ser. Para ello, tiene que liberarse de los lazos perpetuos de pensamiento y sentimiento negativo, sentimiento y pensamiento, y remplazarlos por otros nuevos y beneficiosos.

He aquí un ejemplo: El desarrollo de una enfermedad digestiva tras otra y viviendo con un constante dolor en la espalda finalmente pedirá a Tom examinar su vida. Tras la auto-reflexión, se dio cuenta de que había estado suprimiendo sentimientos de desesperación causados por el estrés de permanecer en un trabajo que le hizo miserable. Había pasado dos décadas estando

enojado y frustrado con su jefe, compañeros de trabajo y familia. Otras personas a menudo experimentaban el genio de Tom, pero durante todo ese tiempo, sus pensamientos secretos

habían girado en torno a la autocompasión y la victimización.

Experimentando repetidamente estos rígidos patrones de pensamiento, creencias, sentimientos y vida ascendió a actitudes tóxicas que el cuerpo de Tom sólo "su estómago no podía. "Su

curación comenzó, Tom me dijo, al reconocer que sus actitudes inconscientes fueron la base de su estado de ser para la persona que se había convertido. La mayor parte de aquellos cuyas

historias clínicas estudié alcanzan conclusiones similares a las de Tom.

Para comenzar a cambiar sus actitudes, estas personas comenzaron a prestar atención constante a sus pensamientos. En particular, se hizo un esfuerzo consciente para observar sus procesos mentales automáticos, especialmente los dañinos. Para su sorpresa, encontraron que la mayoría de sus estados internos negativos persistentes, no eran ciertos. En otras palabras, el hecho el que tengamos un pensamiento no necesariamente significa que tenemos que creer

que es verdad.

Como cuestión de hecho, la mayoría de los pensamientos son ideas que creamos y luego llegamos a creer. Creyendo sólo la convertimos en un hábito. Por ejemplo, Sheila, con todos sus trastornos digestivos, notó cómo a menudo pensaba en sí misma como una víctima sin la

capacidad de cambiar su vida. Ella se dio cuenta de que estos pensamientos habían disparado sus sentimientos de impotencia. Cuestionando esta creencia le permitió admitir que su madre

trabajadora no había hecho nada para impedir o disuadir a Sheila de ir tras sus sueños.

Alguno de mis sujetos comparaba sus pensamientos repetitivos a los programas informáticos que ejecutan todo el día, todos los días, en el fondo de sus vidas. Dado que estas personas

eran las que operan estos programas, podrían optar por cambiar o incluso eliminarlos.

Esta era una idea crucial. En algún momento, todos quienes he entrevistado han tenido que luchar contra la idea de que los nuestros pensamientos son incontrolables. En su lugar, ellos tuvieron que elegir ser libre y tomar el control de su pensamiento. Cada uno había decidido

interrumpir los procesos habituales de pensamiento negativo antes de que pudieran producir reacciones químicas dolorosas en su cuerpo. Estos individuos estaban decididos a manejar sus

pensamientos y eliminar las formas de pensamiento que no les sirven.

Pensamientos conscientes, que se repiten con bastante frecuencia, se convierten en pensamiento inconsciente. En un ejemplo común de esto, debemos pensar conscientemente sobre cada una de nuestras acciones mientras estamos aprendiendo a conducir. Después de mucha práctica, podemos conducir 100 millas del punto A. al punto B, y no recordar ninguna parte del viaje, debido a que nuestra mente subconsciente está típicamente al volante. Todos hemos experimentado estar en un estado inconsciente durante un viaje de rutina, sólo para sentir que nuestra mente consciente vuelve a participar en respuesta a un sonido del motor

inusual o el golpeteo rítmico de un pinchazo. De modo que si continuamente entretenemos los mismos pensamientos, ellos comenzarán como conscientes, pero en última instancia se

convertirán en inconscientes, programados pensamientos automáticos. Hay una explicación racional de la neurociencia para saber cómo sucede esto. Usted entenderá cómo sucede esto

desde el punto de vista científico en el momento en que termine de leer este libro.

Estas formas inconscientes de pensamiento se convierten en nuestras formas inconscientes del ser. Y ellos afectan directamente nuestras vidas justo como lo hacen los pensamientos

conscientes. Al igual que todos los pensamientos activan reacciones bioquímicas que conducen a la conducta, nuestros pensamientos repetitivos e inconscientes producen patrones

de comportamiento adquiridos, automáticos que son casi involuntarios. Estos patrones de conducta son los hábitos y la mayoría seguramente, se convierten en neurológicamente

estructurado en el cerebro.

Se requiere conocimiento y esfuerzo para romper el ciclo de un proceso de pensamiento que se ha vuelto inconsciente. En primer lugar, necesitamos apartarnos de nuestras rutinas para

que podamos dar una mirada a nuestras vidas. A través de la contemplación y la auto-reflexión, podemos llegar a ser conscientes de nuestros guiones inconscientes. Entonces, debemos observar estos pensamientos sin responder a ellos, de manera de no iniciar las respuestas químicas automáticas que producen el comportamiento habitual. Dentro de todos nosotros, poseemos un nivel de conciencia de sí mismo que puede observar nuestros pensamientos.

Debemos aprender cómo separarnos de estos programas y cuando hacerlo, podemos

voluntariamente tener dominio sobre ellos. En última instancia, podemos ejercer control sobre nuestros pensamientos. Al hacerlo, estamos neurológicamente rompiendo pensamientos que

se han vuelto estructurados en nuestro cerebro.

Ya que sabemos desde la neurociencia que los pensamientos producen reacciones químicas en el cerebro, lo lógico sería, entonces, que nuestros pensamientos tuvieran algún efecto en

nuestro cuerpo físico al cambiar nuestro estado interno. No sólo importa nuestro pensamiento de cómo vivimos nuestra vida, sino nuestros pensamientos convertidos en materia recta dentro

de nuestro propio cuerpo. Pensamientos. . . materia.

Fuera de su creencia de que los pensamientos son reales, y que la forma en que la gente piensa afecta directamente su salud y sus vidas, estas personas vieron que sus propios

procesos de pensamiento era lo que los había metido en problemas. Ellos comenzaron a examinar su vida analíticamente. Cuando llegaron a estar inspirados y diligentes acerca de

cambiar su forma de pensar, fueron capaces de revitalizar su salud. Una nueva actitud puede convertirse en un nuevo hábito.

Coincidencia # 3: podemos reinventarnosMotivados como lo fueron por enfermedades graves, tanto físicas como mentales, las personas que entrevisté se dieron cuenta de que al pensar nuevos pensamientos, tenían que ir hasta el

final. Para llegar a ser una persona diferente, ellos tendrían que repensarse a si mismos en una nueva vida. Todos aquellos quienes restauraron su salud a la normalidad lo hicieron después

de tomar una decisión consciente para reinventarse a si mismo.

Rompiendo con frecuencia de la rutina diaria, ellos pasaron un tiempo a solos, pensando y contemplando, examinando y especulando acerca de qué tipo de personas querían llegar a ser. Ellos se hacían preguntas que cuestionaban sus más arraigadas asunciones acerca de quiénes eran. Preguntas como "¿Qué pasaría si" fueron vitales para este proceso: ¿Qué pasaría si dejo

de ser un infeliz, egoísta, persona que sufre, y cómo puedo cambiar? ¿Qué pasaría si ya no más me preocupo o me siento culpable o guardo rencores? ¿Qué pasa si empiezo a decir la verdad a mí mismo y a los demás? Esos "qué pasaría si" los condujo a otra pregunta: ¿Qué

personas sé que son por lo general feliz, y cómo se comportan? ¿Qué figuras históricas admiro como noble y única?, ¿Cómo podría ser como ellos? ¿Qué tendría que decir, hacer, pensar y como actuar con el fin de presentarme de forma diferente al mundo? ¿Qué es lo que quiero

cambiar en mí?

La recopilación de información fue otro paso importante en el camino hacia la reinvención. Aquellos que entrevisté tenían que tomar lo que sabían acerca de ellos mismos, y luego volver

a formatear su pensamiento para desarrollar nuevas ideas de en quiénes deseaban convertirse. Cada uno comenzó con las ideas de sus propias experiencias de vida. También

incursionaron en libros y películas sobre las personas que respetaban. Armando juntos algunos de los méritos y puntos de vista de esas figuras, junto con otras cualidades que ellos fueron contemplando, utilizaron todo esto como materia prima para comenzar a construir una nueva

representación de la forma en que ellos querían expresarse.

A medida que estos individuos exploraban las posibilidades de una mejor manera de ser, también aprendieron nuevas formas de pensar. Ellos interrumpieron el flujo de pensamientos repetitivos que habían ocupado la mayor parte de sus momentos de vigilia. Dejando de lado

esos familiares, cómodos hábitos de pensamiento, montaron un concepto más evolucionado de quienes podrían llegar a ser, remplazando una vieja idea de sí mismos con un nuevo ideal,

mayor. Ellos ocuparon un tiempo diario para ensayar mentalmente lo que esta nueva persona querría llegar a ser. Como se discutió en el capítulo 1, el ensayo mental estimula al cerebro

para hacer crecer nuevos circuitos neuronales y cambia la forma en que el cerebro y la mente trabajan.

En 1995, en el Journal of Neurophysiology, se publicó un artículo que demuestra los efectos que el ensayo mental solo tenía en el desarrollo de las redes neuronales en el cerebro. 6 redes neuronales son individuales grupos de neuronas (o células nerviosas) que trabajan en conjunto

y de forma independiente en un cerebro funcionando. Las redes neuronales, como cariñosamente las llamamos, es el último modelo de la neurociencia para explicar cómo

aprendemos y cómo lo recordamos. También se puede utilizar para explicar cómo el cerebro cambia con cada nueva experiencia, cuan diferentes tipos de memorias son formados, cómo

desarrollar habilidades, como son demostradas las acciones conscientes e inconscientes y los comportamientos, e incluso cómo todas las formas de información sensorial son procesadas.

Las redes neuronales son en el entendimiento actual de la neurociencia las que explican cómo cambiar a un nivel celular. En esta investigación en particular, cuatro grupos de personas

fueron preguntados para participar en un estudio de cinco días que involucraba practicar el piano, con el fin de medir los cambios que podrían producirse en el cerebro. El primer grupo de voluntarios aprendió y memorizó un específica secuencia de una sola mano, cinco dedos, que ellos físicamente practicaban todos los días por dos horas durante ese período de cinco días.

Al segundo grupo de individuos se les solicitó tocar el piano sin ninguna instrucción o conocimiento de cualquier secuencia específica. Ellos tocaron de forma aleatoria durante dos

horas cada día durante cinco días sin aprender ninguna secuencia de notas.

El tercer grupo de personas nunca habían tocado el piano, pero se les dio la oportunidad de observar lo que se enseñaba en el primer grupo hasta que se lo aprendían de memoria en sus mentes. Entonces ellos ensayaban mentalmente sus ejercicios imaginándose a sí mismos en la

experiencia durante el mismo período de tiempo por día, que los participantes en el primer grupo.

El cuarto grupo fue el grupo de control, que no hizo nada en absoluto. Ellos nunca aprendieron o practicaron nada en este experimento en particular. Ni siquiera aparecieron.

Al final del estudio de cinco días, los experimentadores utilizaron una técnica llamada estimulación magnética transcraneal junto con algunos otros aparatos sofisticados, con el fin de medir los cambios que tuvieron lugar en el cerebro. Para su sorpresa, el grupo que sólo ensayó mentalmente mostraba casi los mismos cambios, implicando la expansión y el desarrollo de las redes neuronales en la misma área específica de su cerebro, como la que los participantes que

físicamente practicaron las secuencias en el piano. El segundo grupo, que aprendió sin secuencias de piano en absoluto, mostró muy pocos cambios en su cerebro, dado que ellos no tuvieron la misma serie de ejercicios una y otra vez cada día. La aleatoriedad de su actividad nunca hubo estimulado los mismos circuitos neuronales de forma repetitiva, y por lo tanto no refuerzan ninguna conexión de células nerviosas adicionales. El grupo control, quienes nunca

se presentaron, no evidenciaron ningún cambio en absoluto.

¿Cómo fue que el tercer grupo produjo los mismos cambios cerebrales que el primer grupo el sin haber tocado nunca el tablero? A través del enfoque mental el tercer grupo de participantes repetidamente dispararon específicas redes neuronales en determinadas zonas de su cerebro. Como resultado, ellos cablearon esas células nerviosas juntas en mayor medida. Este concepto de neurociencia se llama aprendizaje Hebbian. (7) La idea es simple: Las células nerviosas que

se disparan juntas, se cablean juntas. Por lo tanto, cuando las bandas de neuronas son estimuladas repetidamente, ellas construirán más fuertes y más enriquecidas conexiones entre

ellas.

De acuerdo con los escaneos cerebrales funcionales en este experimento en particular, los temas que se estaban ensayando mentalmente activaron su cerebro de la misma forma como si ellos estuvieran realmente llevando a cabo el intento. La acción repetitiva de las neuronas formaba y desarrollaba un conjunto de neuronas en una parte específica del cerebro, la cual

ahora sostiene el patrón de la intención consciente. A voluntad, sus pensamientos se asignan y se representan en el cerebro. Curiosamente, los circuitos fortalecidos y desarrollados en el área

absoluta misma del cerebro como el grupo que practica físicamente. Ellos crecieron y cambiaron su cerebro sólo por el pensamiento. Con el esfuerzo mental adecuado, el cerebro no

sabe la diferencia entre esfuerzo mental o físico.

La experiencia de Sheila de curar su enfermedad digestiva ilustra este proceso de reinvención. Sheila había decidido que ella ya no volvería a revisar los recuerdos de su pasado y las

actitudes asociadas que la habían definido como víctima. Una vez identificados los procesos habituales de pensamiento de los que ella quería liberarse, cultivó un nivel de conciencia donde había suficiente control para interrumpir sus pensamientos inconscientes. Por consiguiente, ya

no disparó las mismas redes neuronales asociadas sobre una base diaria. Una vez que Shelia ganó dominio sobre esos viejos patrones de pensamiento y ya no se dispararon más esos

hábitos neurológicos del pensamiento, su cerebro comenzó a podar los circuitos no utilizados. Este es otro aspecto relacionado del aprendizaje de Hebbian que podemos resumir de la

siguiente manera: Las células nerviosas que ya no se disparan más juntas, ya no se conectan entre sí, Esta es la ley universal de "úselo o piérdalo" en acción, y puede hacer maravillas en cambiar los viejos paradigmas de pensamiento acerca de nosotros mismos. Con el tiempo,

Sheila arrojó la carga de viejos y limitados pensamientos que habían coloreado su vida.

Ahora se hizo más fácil para Sheila imaginar la persona que ella quería ser. Ella exploró las posibilidades de que nunca había considerado antes. Semana tras semana, se centró en cómo

iba a pensar y actuar como esa nueva, desconocida persona. Ella constantemente revisaba esas nuevas ideas acerca de sí misma para poder recordar quién iba a ser ese día. Con el

tiempo, ella se convirtió en una persona sana, feliz y entusiasmada con su futuro. Ella generó nuevos circuitos cerebrales, al igual que lo hicieron los pianistas.

Es interesante señalar aquí que la mayoría de la gente que entrevisté nunca se sintió como si tuviese que disciplinarse para hacer esto. Al contrario, les encantaba practicar mentalmente lo

que querían llegar a ser.

Al igual que Sheila, todas las personas que compartieron sus historias conmigo lograron reinventarse a sí mismos. Ellos persistieron en asistir su nuevo ideal, hasta que se convirtió en su modo habitual de ser. Se convirtieron en otra persona, y esa persona nueva tenía nuevos

hábitos. Rompieron el hábito de ser ellos mismos. Cómo se logró esto nos lleva al cuarto credo compartido por quienes experimentaron curaciones físicas.

Coincidencia # 4: Somos capaces de prestar atención tan bien que podemos perder la noción del espacio y el tiempo relativo

Las personas entrevistadas sabían que otros antes que ellos había curado sus propias enfermedades, por lo que creían que la curación era posible para ellos también. Pero ellos no

dejaron su curación a la suerte. Esperando y deseando no se haría el truco. Simplemente saber lo que tenían que hacer no era suficiente. La curación requería de estos raros individuos el

cambiar de opinión permanentemente e intencionalmente crear los resultados que deseaban. Cada persona tenía que alcanzar un estado de absoluta decisión, absoluta voluntad, pasión

interior, y completo enfoque. Como Dean dijo, "Sólo tienes que construir tu mente!"

Este enfoque requiere un gran esfuerzo. El primer paso para todos ellos fue la decisión de hacer este proceso lo más importante en su vida. Eso significaba romper con sus habituales

horarios, actividades sociales, hábitos de ver televisión, etc. Si ellos hubiesen continuado siguiendo sus rutinas habituales, habrían seguido siendo la misma persona que había

manifestado la enfermedad. Para cambiar, dejaron de ser la persona que habían sido, ya no podrían hacer las cosas que normalmente habrían hecho.

En cambio, estos disidentes se sentaron día a día y empezaron a reinventarse. Ellos hicieron de esto más importante que hacer cualquier otra cosa, dedicando cada momento de su tiempo

libre a este esfuerzo. Todo el mundo practica convertirse en un observador objetivo de sus viejos pensamientos familiares. Ellos se negaron a permitir que nada sino sus intenciones

ocuparan sus mentes. Usted puede estar pensando, "Eso es fácil de hacer cuando se enfrenta a una grave crisis de salud. Después de todo, mi vida está en mis manos”. Bien, la mayoría de nosotros ¿no sufrimos de la misma enfermedad-física, emocional o espiritual- que afecta a la

calidad de nuestra vida? ¿No merecen esas enfermedades el mismo tipo de atención enfocada?.

Ciertamente, estas personas tuvieron que luchar con las limitantes creencias, dudas y temor. Ellos tuvieron que negar ambas sus conocidas voces internas y las voces externas de otras personas, especialmente cuando esas voces les instaba a preocuparse y concentrarse en el

predicho resultado clínico de su condición.

Casi todos comentaban que este nivel mental no es fácil de alcanzar. Nunca se habían dado cuenta de lo mucho que el parloteo ocupa la mente no entrenada. En un primer momento se

preguntaron qué pasaría si ellos comenzaban a caer en los patrones habituales de pensamiento. ¿Tendrían la fuerza para evitar volver a las andadas? ¿Podrían mantener la

conciencia de sus pensamientos durante todo el día? Pero con la experiencia, ellos encontraron que cuando volvieron a ser su antiguo ser, pudieron detectar e interrumpir ese

programa. Cuanto más practicaban el prestar atención a sus pensamientos, más fácil se hacía este proceso, y mejor se sentían acerca de su futuro. Sentirse tranquilo y sereno, aliviado por

un sentido de claridad, un nuevo ser emergió.

Curiosamente, todos los sujetos reportaron haber experimentado un fenómeno que pasó a formar parte de su nueva vida. Durante largos periodos de introspección sobre la Reinvención

de sí mismos, ellos se involucraron tanto en centrarse en el momento presente y en su intención que algo extraordinario sucedió. Ellos completamente perdieron el rastro de su

cuerpo, el tiempo y el espacio. Nada era real para ellos excepto sus pensamientos.

Déjame poner esto en perspectiva. Nuestro conocimiento consciente diario, está habitualmente involucrado con tres cosas:

• Primero, somos conscientes de estar en un cuerpo. Nuestro cerebro recibe información sobre lo que está sucediendo dentro del cuerpo y qué estímulos recibe él del medio ambiente, y

describimos lo que siente el cuerpo en términos de sensaciones físicas.

• Segundo, somos conscientes de nuestro entorno. El espacio que nos rodea es nuestra conexión con la realidad externa, se presta atención a las cosas, objetos, personas y lugares

de nuestro entorno.

• Tercero, tenemos un sentido del paso del tiempo, nosotros estructuramos nuestra vida dentro del concepto de tiempo.

Sin embargo, cuando las personas se centran internamente a través de seria auto-reflexiva contemplación, cuando están ensayando mentalmente nuevas posibilidades de en quienes

podrían convertirse, son capaces de llegar a estar tan inmersos en lo que están pensando que, a veces, su atención está completamente aislada de su cuerpo y su entorno, los cuales

parecen desvanecerse o desaparecer. Incluso el concepto de tiempo se desvanece. No que ellos estén pensando acerca del tiempo, pero después tales períodos, al abrir los ojos, ellos esperan encontrar que sólo uno o dos minutos ha transcurrido, sólo para descubrir que han

pasado horas. En esos momentos, no nos preocupamos por los problemas, ni tampoco sentimos dolor. Nos desvinculamos de las sensaciones de nuestro cuerpo y las asociaciones

de todo en nuestro medio ambiente. Podemos llegar a estar tan involucrado en el proceso creativo que nos olvidamos de nosotros mismos.

Cuando se produce este fenómeno, estas personas son conscientes de nada más que sus pensamientos. En otras palabras, la única cosa que es real, para ellos es el conocimiento de lo que están pensando. Casi todos han expresado esto con palabras similares. "Me gustaría ir a este otro lugar en mi mente", dijo un sujeto, "donde no haya distracciones, no haya tiempo, no haya cuerpo, no haya nada-nada-excepto mis pensamientos." En efecto, ellos se convirtieron

en un no-cuerpo, una no-cosa, en muy poco tiempo. Dejaron su asociación actual con ser alguien, el "tú" o "yo", y se convirtieron en un don nadie.

En este estado, como fui a aprender, estas personas podrían comenzar a ser exactamente lo que estaban imaginando. El cerebro humano, a través del lóbulo frontal, tiene la capacidad de

bajar el volumen a, o incluso dejar fuera, los estímulos del cuerpo y el medio ambiente, así como la percepción del tiempo. Las investigaciones más recientes en la tecnología de escáner cerebral funcional ha demostrado que cuando la gente está realmente enfocada y concentrada, los circuitos cerebrales asociados con el tiempo, el espacio y los sentimientos / movimientos /

percepciones sensoriales del cuerpo, literalmente, se aquietan. 8 Como seres humanos, tenemos el privilegio de hacer a nuestros pensamientos más real que cualquier otra cosa, y

cuando lo hacemos, el cerebro registra las impresiones en los pliegues profundos de sus tejidos. El dominio de esta habilidad es lo que nos permite empezar a cablear el cerebro y

cambiar nuestras vidas.(traducido por Google)

de: http://www.drjoedispenza.com/2011/02/the-four-pillars-of-healing/