Los cangrejos y sus montañas

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Contradicciones, es un pueblo o ciudad como quieran

llamarlo con poco desarrollo a pesar de los tiempos en que

vivimos, mucho de antes, mucho de hoy, mantenido por la

magia de la existencia, se dice que es de aquellos pueblos

en el mundo negados a morir, su forma, su estilo, su vida,

sus enlaces y sus desenlaces con respecto a todo lo que se

vive, es todo un enigma. Para muchos, Contradicciones

se hizo por pedazos como su misma geografía, largas

cordilleras montañosas en toda su extensión, ninguna

uniforme, ninguna en apoyo de la otra, son cimientos indi-

viduales bordeándola. Si se está en el pueblo y con levan-

tar la mirada, para donde las dirijas allí encontrarás una

montaña, algunos dicen que 6, quizás 8, las autoridades

dicen que son 7 lindas y magnánimas montañas cubriendo,

demarcando, protegiendo en demasía a la población,

energía fuerte y emblemática, tan sublime, tan terrenal,

con mensajes naturales disgregados para todos quienes

quieran sentir y descifrar su poder.

“La mayoría de los habitantes consideran que la coexisten-

cia en Contradicciones es muy hostil, es como entrar a una

batalla invisible por sobrevivir, por sobresalir, por hundir,

por quitar, por desestimar”

Las excusas son muchas, la más repetida y creídas entre

ellos es la de las montañas, culpables de su falta de

desarrollo, por el espacio que supuestamente ellas han

quitado a sus tierras, expresión egoísta muy propia de este

pueblo, los promedios de edad, habitantes muy longevos,

personas en las calles con 70 años, 75, 80, son caras muy

familiares. Existen los jóvenes aunque en muy pocas can-

tidades, es como si en la ciudad todo el mundo naciera

viejo, su conducta y su vivir es de predominancia senil. No

se puede hablar de la mucha trascendencia social juvenil,

la ciudad es dominada por los vetustos, la juventud tiene

muy pocos espacios, con el tiempo se siente la sensación

de que se los quieren arrebatar o por lo menos el intento

se suena siempre. El adulto mayor marca la pauta, indica

cómo se hacen y se deshacen las cosas, nada, ni nadie con-

tradice cuando un vetusto resuena en público o en privado

hablando de cómo hacer las cosas. Así se ha formado, así se

le ha dado forma a este pueblo.

Nadie entiende que su crecimiento personal es el futuro,

nadie considera estimular la motivación para ir dis-

minuyendo la pesadez y eliminar las energías negativas

entre ellos. ¿Por qué nos hacemos tanto daño? Es la pre-

gunta en la mente de todos, repetida, pero igual nadie

hace nada, consideran que ya es tarde, nadie parece tener

las fuerzas para hacerlo, nadie quiere hacerlo, para todos

en Contradicciones es más fácil dejar, la apatía como nor-

ma, el no forzar nada que supuestamente viene con forma,

por eso muchos ni saben que están allí, son solo replicas,

pueblo fantasma, es su forma natural. Otros simplemente

hacen caso omiso, se menosprecian, su desconsideración es

su propia falta de amor, la falta de autoestima para con

su vivir.

Al pueblo de las Contradicciones se entra de la misma for-

ma como se sale, una sola avenida que la atraviesa, en

todo el trayecto no hay cambios, es una línea, no hay más

alternativas. Una pequeña redoma no muy grande ocupa

un espacio en todo el centro del principio de la avenida, en

ella, una estatua que conmemora a un héroe poco conoci-

do, poco estimado, es una piedra que nadie le da valor, son

características propias del pueblo. La visual de la avenida

es la cola o la cabeza de la serpiente, la entrada o la salida

de la ciudad, es la rampa a todo lo que se quiera hacer en

ella, es la boca de la poca vida que dentro se tiene. Es el

anuncio de toda la historia de este pueblo, la bienvenida a

los umbrales de la ciudad de las Contradicciones.

Para Misterio, la mañana comienza con la claridad inva-

diendo su sueño y el canto de los pájaros en la ventana,

despertar obligado en ese momento por el descuido de

las persianas a medio cubrir en su cuarto. Quiere seguir

durmiendo, al hacerlo; coloca su almohada en su rostro y

se gira a un costado para dar con el frente de la pared,

los ruidos se hacen cada vez más presentes, automóviles

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en la avenida, encendido de autos, vecinos que conversan,

inevitablemente el mensaje es contundente, se debe des-

pertar. En los minutos siguientes pierde el entusiasmo por

resistirse, levanta la almohada y comienza a mirar para

la ventana desde su cama, una vacía y mezquina mirada

es lo que proyecta. Su cuerpo hace lo mismo, retorcijones

y estirones que le permitan despertarse completamente.

El cuarto de misterio se encuentra en una segunda planta

con ventanas hacia la calle, con la mala suerte de que el

sol está en su camino. Su casa de dos pisos está ubicada al

sur de la ciudad, es decir, al final de la cola de la serpiente,

una zona considerada de las mejores para vivir, cercano a

todo, o a lo poco que en el pueblo existe, clima agradable,

ambiente distinto a otras zonas, además; la calidad de los

vecinos es bastante aceptable. Allí vive Misterio, un joven

criado en la región formado fuera de ella, muy joven tuvo

que abandonar el pueblo para irse a estudiar, aunque con

diferencias sigue siendo de Contradicciones por lo menos

eso cree él. Es el mayor de tres hermanos autóctonos, enér-

gico, intenso como siempre ha vivido. 37 años, contextura

delgada, piel clara, cabello oscuro y la fisonomía india típi-

ca de todos en la zona, aunque con la particularidad de no

ser de barriga extensa como todos.

Pasaron los minutos para Misterio en su cama y ya el

sueño se le ha ido, con un mínimo esfuerzo se estira para

llegar hasta una pequeña mesa cerca de su cama, en ella

su computador portátil, la enciende y se recuesta de nue-

vo para esperar, tratando de cerrar los ojos, aunque ya

no es necesario, debe levantarse. Se levanta, se sienta en

el borde de su cama, con el computador ya cargado, co-

loca su clave para dar inicio a la sesión, accede al internet

para revisar sus correos, nada interesante en su buzón, lo

cierra y navega por una que otra página de noticias para

informarse. Luego, con un impulso se levanta, se estira

y camina hacia su baño, se cepilla los dientes, se lava la

cara, hace pipí y sale con la toalla en sus manos, es su

rutina matinal inevitablemente. Camina hasta la puerta

de su cuarto, la abre y escucha algunos ruidos en su casa

en la parte de abajo, en ella vive con sus 2 hermanos.

Sentimientos y Pepas. Decide bajar a saludar y tomarse

un café. Sus hermanos son la personificación de lo que

Contradicciones pueden engendrar en lo que ha hijos se

refiere, Pepas, aventurero, soñador, pero autocastrado,

es la figura de un ser que no se atreve sino lo atreven, sus

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malas andanzas ha sido su refugio, de allí su apodo del Pepas, flojo, desconsiderado, desaseado, desatento, comelón, no

le importan los demás, no trabaja, ni ha estudiado nada sino hasta la secundaria. Sentimientos, es la mata de la sensi-

bilidad, es un joven de 29 años, gordo por lo comelón, de aspecto muy indio, ojos grandes y profundos, recién divorciado,

llora por todo, de allí su apodo, trabajador como nadie pero con la mala suerte de encontrarse siempre con mujeres que

le aprovechan sus emociones

Misterio llega a la cocina, allí está su hermano menor Sentimientos, vestido y ya listo para irse a su trabajo

¿Cómo amaneces Sentimientos?

Bien… - la apatía en su respuesta le hace a Misterio animarlo -

¿Dormiste mal?

No…

¡Con esa voz! Suena como a mal dormir, ojala sea porque pasaste la noche con alguna mujer

¿Mujer?

Claro Sentimientos, con una mujer…

Tú sabes que no soy de esos y más saliendo de un divorcio

¡Ay vale!, muy cursi tus palabras Sentimientos, me conmueves – le dice sarcásticamente - además, hasta cuando vas a

estar con ese problema. Lo que paso pasó

Para ti es muy fácil, sabes que yo no puedo, esa mujer me mato

¿Te mató? – La risa sarcástica nuevamente sale a flote – un favor te hizo al dejarte, ya que tú no te atrevías, esa mujer

fue un cáncer para ti, afortunadamente te curaste sin tanta quimioterapia

¡Es fácil para ti!

Para ti también debería serlo, no eres el único en este planeta que vive un guayabo

Aquí está el café Misterio. ¿Cómo lo quieres?

Negro, como siempre. Inténtalo por lo menos

Mejor sírvelo tú Misterio – le dice molesto Sentimientos -

No te molestes Sentimientos. Échale un poco, no mucho

Toma y deja el sarcasmo ya Misterio

Gracias Sentimientos… Recuerda hermano claro que te entiendo por eso me burlo para que lo superes

¡Está bien!

¿Y Pepas Sentimientos?

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¿Dónde más?

¿Dormido?

Claro, para él todavía es de madrugada

¿Vas a Trabajar Sentimientos?

Si, aunque voy primero a ver mi hija. Esta con la abuela y

me la pienso llevar en la mañana

¡Ay vale! Vas a pedir cacao… - se ríe y se retira de la cocina,

con el café en su manos sube las escaleras hasta alejarse –

Entra y cierra la puerta. Observa en su reloj, son las 7 a.m.

Entra en su computador para seguir navegando. Nada in-

teresante que lo atrape, lo de siempre

En el estacionamiento de su casa, la apertura del portón

le indica que su hermano ya se va. Una pequeña sonrisa le

cubre su rostro. Se levanta, se quita la ropa de dormir para

irse a bañar. Un último sorbo de café y camina a la ducha.

Una vez terminado y vestido, listo se dispone para su jorna-

da del día, baja las escaleras dirigiéndose al estacionamien-

to. Abre el portón saca su carro y lo cierra. En la casa de al

lado, uno de los vecinos también está saliendo, solo levantan

las manos se saludan para continuar. 8 casas grandes, cerra-

das con muchas rejas y con una entrada en común. Cuando

se dice cerrados es porque hasta en su forma de ser cada

uno de ellos siempre con la distancia. Sale a la avenida de

las Contradicciones y comienza su recorrido para llegar a su

sitio destino. En solo 10 minutos ya se encuentra en su destino

¡Aquí es! – exclama al llegar –

¿Ahora dónde estaciono? – se pregunta al ver el sitio ocu-

pados de carros –

Un señor en las afueras del sitio lo mira, le hace una seña.

Misterio baja su retrovisor para comunicarse.

¡Buenos Días!

Buenos días. ¿Quiere un puesto?

Si, voy un rato allí adentro. ¿Habrá alguno?

Claro…

Nuevamente el señor se voltea y mira para adentro, regresa

su mirada diciéndole

¡Por lo menos para el café doctor! Con sus brazos le indica

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hacia donde debe ir Misterio. Allá dentro, pase, estacione de retroceso

Seguro… - le responde Misterio

Revisa en el monedero, toma un sencillo y una vez fuera de carro se lo entrega

El edificio es de 3 pisos hacia donde se dirige, algo deteriorado, y de mucha antigüedad, allí se encuentra la persona con

la que se va a entrevistar. Al llegar en su entrada saluda a los trabajadores

¡Buenos Días!

La gente de recepción lo mira con el rabo de los ojos, medio giran su cabeza, no recibe ninguna respuesta. La reacción es

como si se le hubiera insultado, pasan los segundo y otro señor que está en la recepción le pregunta

¿A quién busca?

¡Buenos Días Señor!

Un silencio reflejado en la mirada del señor le indica a Misterio que debe continuar

Estoy buscando a Boliqueso…

¿Boliqueso? -, pregunta asombrado el que lo atiende - es el prefecto del municipio. La reacción es inmediata,

todos al escuchar la persona solicitada por Misterio lo empiezan a tomar en cuenta, la joven que está también en

recepción y que tampoco respondió, le indica

¡Buenos Días!

Misterio ya acostumbrado a estos impases típico del pueblo, solo mueve un poco sus labios en señal de atención, ella

continua

¿Boliqueso? No ha llegado. ¿Usted es?

Misterio. Soy un amigo, es personal…

¡Está bien! Si quiere lo espera por ahí, no debe tardar. ¿Tiene cita con él?

Si, él me dijo que estuviera aquí temprano

Muy bien, siéntese, si llama le hago el comentario. ¿Quiere café?

Gracias ya tomé, de todas maneras me sentaré aquí. ¿El pasa por aquí cuando llega?

Si, es la única entrada

Gracias…

Se voltea para dejar la recepción, mira alrededor y observa una sillas al final del salón, en el camino a las sillas se queda

mirando una cartelera donde se muestra algo sobre la propuesta de cambio para el municipio en lo que se refiere a la

basura, unas gráficas, unas fotos de todo lo que se quiere, además del estudio e impacto ambiental que mejoraría a la

ciudad

¡Muy bien! Por lo menos están haciendo algo. Unos minutos se queda observando y leyendo la información. Ojala lo

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hagan – comenta Misterio –

Desde siempre no es un secreto que la ciudad no escapa de

la norma, es sucia, desordenada como todo el país. No exis-

ten cestos de basura, container, propuesta de aseo, políticas

ni siquiera la voluntad por parte de quienes la habitan, es

como si no les importara, ensuciar y ensuciar es lo de moda

en el pueblo, quizás sea el reflejo de lo que son sus habitantes.

Camina hasta las sillas para sentarse

La mañana ya ha avanzado, se ve más movimiento de per-

sonal y muchísima gente que quizás viene a ser diligencias

personales. Dos personas ya están ocupando unas sillas. Mis-

terio, solo los mira muy fugazmente, al hacerlo, le queda esa

sensación de imágenes reconocidas, es como si hubiera visto

a alguien conocido, con la curiosidad de saber se voltea nue-

vamente, en el cruce de miradas, la otra persona también lo

está mirando, Misterio lo reconoce y procede a saludarlo

¿Cómo estás? ¿Tanto tiempo?

Ella, una muchacha joven de unos 38 años, rubia de pelo

ondulado, tez blanca y redonda, muy parca en su expresión

y de muy poco hablar, le responde

Hola… ¿Qué haces por aquí? Es verdad, tanto tiempo, creo

que desde que nos graduamos

Es cierto, como unos 20…

No digas eso que nos envejecemos – la interrumpe ella -

Los dos se ríen, se dan un abrazo y un beso

Cuéntame de ti, ¿te casaste? ¿Cuántos hijos tienes?

Yo, me divorcié hace unos años, estuve viviendo en Barquisi-

meto cuando me casé, allí estudié y bueno todo eso. Tengo 2

hijos, varones. De lo mejor por ahora

¿De qué te graduaste?

Parasicología…

¡Qué bien! Por lo menos algo distinto. Ya sé para cuándo

sepa de algún fenómeno paranormal llamarte

¿Y tú Misterio?

Estudié ingeniería, ahora trabajo por mi cuenta, estoy en

eso de asesorías, eso de trabajar para los demás no me gusta

mucho. ¿Y qué sabes de los demás?

Nada, o muy poco. Hace unos años nos reunimos e hicimos un

reencuentro, vinimos muy pocos, eso es muy complejo sino se

cuadra bien el tiempo de todos es prácticamente imposible

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Al menos que invoques fuerzas del más allá…

¿Te estás burlando de mi profesión Misterio?

No… _ Misterio se ríe –

¿Y Rigoberto?

Siempre lo veo, está aquí también en el pueblo

¿Tú te viniste a vivir aquí? Más nunca supe de él tampoco

Estoy un tiempo aquí, no creo que me quede aunque me gustaría, todo depende

¿Dónde estuviste?

Afuera un tiempo

¿De Venezuela? Porque tenía añisimos que no sabía de ti. ¿Qué haces aquí?

¿Tú eres parasicóloga o sicóloga?

¿Pregunto mucho?

Si…

Está bien, vamos a ver cuando nos vemos, dame tu número

Anótalo Manola…

¿Recuerdas mi nombre?

Claro Manola. Te cuidas, esta semana nos hablamos, le diré a Rigoberto y a cualquiera que vea por ahí para vernos

Muy bien, voy a entrar

Cuídate… Gusto en verte

Igual

Ella se va hacia dentro. Allí está un grupo de 2 personas que la esperan. No logra desde tan lejos ver quiénes son. Aunque

la curiosidad lo esté provocando. Nuevamente, se sienta y empieza a revisar lo que le tiene que mostrar a Boliqueso.

Mira la hora y observa que son casi las 8: 30 de la mañana

¿Será que va a venir tarde? – se pregunta Misterio -

Se levanta para preguntarle a la recepción. En el trayecto, observa a los lejos que ya está llegando. Se detiene, espera

que salude a unas personas que lo atraviesan y comienzan a saludarse. Pasan los segundos y Boliqueso ya está enfrente

de él, se saludan y él le indica que lo siga.

Pasan los filtros donde hay algunos agentes de seguridad y todos como en armonía,

le saludan, por supuesto saludan a Misterio también, es el jefe quien ha llegado.

Boliqueso, es un Joven que se crío en una zona común a la de él por eso se conocen.

Aunque Boliqueso ha envejecido mucho, esta calvo, arrugado, debe ser porque es de piel blanca, conserva sus ojos verdes

y salidos, esta gordo y la barriga típica de todo hombre de la zona. Desde hace un tiempo que no se ven pero al parecer

sigue siendo muy humilde en su trato y en su forma. Con un paso de trote prácticamente lo lleva hasta su oficina, una

vez adentro, se relaja y comienzan a saludarse

Boliqueso, tremendo trote

Jaja, es que tengo que entrar así para que no se aprovechen, el relax aquí no existe ¿Y tú cómo está todo? Estabas per-

dido, tanto tiempo. ¿Te viniste a vivir aquí?

Por ahora…

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¿Por ahora? Mira el tiempo que lleva, ósea que es defini-

tivo…

Bueno, ojala, todo depende…

¿En qué andas?

Es algo de lo que te quiero hablar, para ver en que me

puedes echar una mano. Por cierto acabo de ver a Mano-

la, ¿la recuerdas? La que nunca hablaba y solo miraba,

estaba allí afuera

¿Cuándo?

Hoy, hace unos minutos

¿Y eso? Ah ya, claro que la recuerdo, que tenía el cabello

ondulado y rubio, con cara de loca por cierto

Jaja, aún parece loca, ahora es parasicóloga…

Claro, ella vino a atender un tema aquí en el edificio

Si, la estaban esperando unas personas y se fue con ellas

al sótano

Sí, estoy al tanto. Cosas de edificios viejos

¿Pasa algo?

Bueno, eso lo viene a decir ella. Y creo que allí debe estar

con el grupo chuy. ¿Lo recuerdas?

El chuy, claro que sí, tengo años sin verlo. ¿Trabajan en eso?

Si, sabes que ese loco siempre estuvo con esas cosas. Vamos

a ver que nos dicen. ¿Y Rigoberto? Lo viste.

Claro, ha sido con el que siempre he mantenido contacto.

Siempre nos vemos, él fue quien me hablo de ti, de lo que

estabas haciendo

¿Y sigue gruñón?

Jaja, claro como siempre, ahora más que esta viejo

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Una secretaria entra a la oficina, se saludan y Boliqueso

le pide café. ¿Cómo lo quieres? – le pregunta a Misterio -

Negro – responde -

A mí también tráeme un café negro

La secretaria se retira y Boliqueso le pregunta:

¿Qué tienes por ahí?

Saca su portátil para mostrarle el material que le quiere

exponer. Pasaron una hora conversando y Boliqueso se

apresura a despedirlo. Tiene otra ocupación pendiente

Bueno, vamos a ver qué puedo hacer por ti. En la tarde

hablaré internamente, en la medida que sepa algo te in-

formo. Me imagino nos vamos a ver pronto

Claro, esta semana. Como te dije, me gustaría ver a to-

dos los del grupo. Te llamo, y más con lo que me dices de

Manola

¿Te interesa ella? Esta fea igual que siempre…

Jaja no por lo que me dices. De todas formas no te quito

más el tiempo, me voy, espero tu ayuda

No te preocupes, para eso estamos. Me llamas si cuadras

algo con los muchachos

Seguro…

Se dan un abrazo y sale de la oficina para retirarse a su

vehículo

Ya en su carro comienza a conducir, son las 10 y pico de la

mañana, el tráfico automotor en el pueblo ya se observa

más colapsado no por la cantidad de vehículos, sino por la

falta de vías modernas, prácticamente las mismas desde

hace 30 años. Al atravesar un viaducto que lo trasladará

más rápido a su destino, decide tomar una nueva aveni-

da, corta aunque muy amplia, de fácil circulación y mu-

cha utilidad para Contradicciones, recuerda cuando era

muchacho en esa zona iba con varios amigos a casar sa-

pos cosas de montes. Misterio mira su reloj sabe que debe

apresurarse para que su amigo al que va a visitar no se

vaya de su sitio de trabajo. Mentira Fresca, así se llama,

es la personificación de lo que el pueblo puede hacer con

un hombre, él nunca ha salido del pueblo sino de paseo,

ha hecho todo dentro, siempre ha estudiado y trabajado

en ella, de voz formal y modales formales, un caballero

en potencia, barrigón aunque es de poco comer, no bebe

cosa muy extraña para ser habitante de Contradicciones,

hablador y no sabe lo que dice, es modelo de hogar aun-

que ha fracasado en su matrimonio, todo lo mejor es lo de

él, lo de lo demás no existe ni más nunca podrá ser mejor

que lo de él, por eso su nombre, ¡Mentira fresca!.

Se estaciona al llegar enfrente del negocio de su amigo y le

pregunta a unos de los trabajadores

¿Cómo estás?

Allí esta… - inmediatamente le contesta – en señal de que

no quiere ni saludarlo

Voy a subir – le indica Misterio -

Dale…

Es un pequeño taller con 70 años de operatividad, fué el

primero de ese tipo en el pueblo, aún conserva su esen-

cia, es un punto de referencia en la zona. En su entrada

una pequeña fuente de soda, sitio en donde preparan

desayunos para la zona, unas pequeñas escaleras que lo

llevan a la oficina. Al subir, toca la puerta

¡Mentira! ¿Cómo estás?

Misterio. ¿Qué haces por ahí?, pasa. ¿Cómo está la vaina?

Vine a visitarte

¿Cuándo llegaste?

Tengo unos días por aquí, en el pueblo de vuelta, pienso

quedarme un tiempo

¿Y eso?

Nada. Ganas de paz y tranquilidad, aquí en el pueblo

quiero encontrarla…

¿Paz? Misterio como se ve que ya se te olvido nuestro

pueblo

¿Por qué lo dices? Aunque siguen siendo muy atrasados,

aquí hay paz

Misterio, ¡Recuerda como somos! No lo olvides…

La oficina es muy pequeña, tiene un escritorio en la mitad

de ella, del lado derecho un televisor y al final un pequeño

closet para guardar papeles. De ese mismo lado una puer-

ta que los lleva al baño. Del lado izquierdo de la oficina

una computadora y otras máquinas propias del negocio.

Se sienta luego de haberse saludado y el teléfono de Men-

tira Fresca repica

Alo… Epale, ¿Cómo estás? - Mentira Fresca comienza a

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charlar, con un gesto en la mano le dice a Misterio que

espere, es importante -

Si, te llamé le dice. Varias veces, nunca respondiste, ahora

no puedo, estoy en una reunión con un empresario y mira

a Misterio

Continúa diciendo…

El dinero lo tengo y tengo más, sabes que por eso no me

paro, para eso estamos, lo único que ahora vas a tener que

esperarme. La persona que tengo en frente es de la geren-

cia de petróleos, estamos hablando algo importante, sabes

cómo son los negocios., mejor hablamos luego…

Al colgar su teléfono, Mentira Fresca muy serio mira a Mis-

terio. Le sonríe y le dice:

¿Y entonces?

No cambias Mentira Fresca. ¿Cuántas mentiras has dicho

hoy?

Jaja los dos se ríen

Ni tan mentira le dice él. Bueno cuéntame, ¿cómo está la

cosa? ¿Cuándo llegaste? Ya te dije no te olvides de lo que

somos aquí en Contradicciones…

Bien, aquí vamos, estaba hablando con Boliqueso. Le

planteé un proyecto que tengo por ahí

¿De qué trata?

Misterio le empieza a comentar sobre lo que tiene en su

proyecto, Mentira Fresca solo le escucha, al terminar con

la síntesis le dice

No suena mal, pero sabes cómo somos aquí. ¿Quién puede

usar eso?

Cualquiera que lo necesite y quiera – responde Misterio -

¿Y con el clima?

Son cosas inevitables, con este sistema o sin él igual al clima

no se puede evitar, siempre será un pueblo caliente

¿Los costos? Saben cómo es la gente de aquí, floja y para

hacer esas cosas no lo creo… deja de fumarte lumpias Mis-

terio – Mentira Fresca se ríe a carcajadas -

Tú no cambias Mentira Fresca siempre tan negativo…

No es negativo. Yo tengo uno mejor, ese sistema tuyo

Misterio se ríe y se presta a escucharlo. Como sabe que

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Mentira Fresca es un negativo e inventor, está hablando para en ese momento no quedarse atrás. Sin caer en dilemas

solo le presta atención, escucha todo lo que tenga que decir, en el preciso instante cuando termina lo salva un repique

de su celular, apresurado considerando que es la excusa menos impactante Misterio lo atiende

Aló…

Se levanta de su silla y sale a la entrada de la oficina. Cuando termina, se regresa y le dice a Mentira Fresca que se tiene

que ir, cuadrando para verse luego. Se dan un abrazo y se voltea.

¿Por qué te vas?

Debo hacer algo urgente Mentira Fresca. ¿Viste que me llamaron?

Me llamas ahora…

Ok. Seguro. ¡Nos hablamos!

Bajando por las escaleras le dice que esta semana se ven en su casa para conversar.

2do. Capítulo

En su casa a la hora del almuerzo siente como Pepas comienza a Bajar las escaleras, el sonido es muy peculiar por que

rechinan las barandas, su peso lo resienten ellas. Misterio en la cocina, está preparándose una pasta

¿Qué paso? – le dice Pepas –

Bien, ¿Te estas parando?

No, estaba acostado, me desperté hace rato. ¿Hiciste pasta para todos?

Claro…

¿Y sentimientos?

¡Trabajando!

¿Hablaste con Annela por fin?

Sí, me dice que no se puede, los contratos están para ellos hasta un largo período, que quizás sea para finales del año

que viene, es mucho tiempo

Si, es mucho tiempo. Bueno, veremos qué podemos hacer. Ayer te llamó Annela, por eso te pregunto. Como no le tengo

tanta confianza no le pregunte

Pepas, se sirve café, el vaso está repleto, el borde no es límite. Pepas, se agacha y toma un sorbo directamente del borde.

La lengua y el sonido guloso de una persona sin modales es la norma en ese momento. Misterio no lo puede evitar y le

dice:

¡Coño deja el lambuceo! Sírvete y repite, ¿Quién te va a quitar el café? Si quieres te lo tomas todo, pero no de esa forma.

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O por lo menos tómatelo allá afuera en el patio

Jaja – Pepas se ríe y continua como si no hubiera escucha-

do nada – al rato levanta su cabeza indicándole a Mis-

terio que le deje su comida en el horno. Lleva su taza al

lavaplatos y se voltea a caminar. No se ha cepillado, y el

olor a sudor es penetrante, camina como un zombie y muy

lentamente. A los minutos llega con la cara menos pesada

se nota que se ha lavado, por el nuevo semblante, incluso

ya el olor a mal aliento se ha ido

Misterio, ¿Me dejaste?

Misterio ya está en la mesa comiendo. Y le pregunta:

¿Tú no estarás poseído?

Jaja – se ríe Pepas – Poseído por el poder de la buena

vida…

Por lo menos por el demonio de la flojera lo tienes dentro

Nuevamente se ríen. Escucha el sonido del portón. Es sen-

timiento. Cuando llega a la cocina Misterio le ofrece la co-

mida

Allí hay comida. Espagueti con salsa.

Gracias Misterio… Epale, Pepas. ¿Despierto a esta hora?

Otro más que me ataca, dejen de sufrir por mí, la vida es

corta y me debo a ella. ¿Cómo va tu guayabo?

Pues bien… - le responde dubitativo sentimiento –

Hoy estuve con Boliqueso, ya presente la vaina. Quedamos

en que va a revisar y me avisa. Estoy sin opciones, debo

esperar, le gustó y se interesó, aunque todos sabemos que

en esos mundos políticos la mentira es la norma. Son unos

falsos y sobretodo descerebrados seres que solo viven de la

nada

Ah, ¿entonces Pepas es político?

Déjenme comer, no me estoy metiendo con ustedes…

Todos se ríen y Misterio se levanta de la mesa para ir a la-

var el plato. En el camino Sentimiento le pregunta sobre lo

del ruido en la noche del cuarto que esta en el patio de su

casa. Es un cuarto que está en un segundo nivel del patio

trasero, es un cuarto grande donde a veces se reúnen y

comparten, por lo retirado, se tiene que atravesar el patio

inferior subir unas escaleras y caminar hasta la parte más

derecha de ese segundo nivel, en la entrada una ventana,

al principio una pequeña sala con unos viejos muebles, de

madera vieja y tela de pana roja tinto, son 2 pequeños y

uno grande, después una puerta replegable que abanica

a todo el que pasa, al pasarla, hay un pequeño bar, con

muchas bebidas de todos los tipos, una mesa de pool al fi-

nal de la sala y una mesa de dominó, sillas de ambos lados

del cuarto, por supuesto música y algunos cuadros antigu-

os que decoran la sala, ellos han guardado esos recuerdos

de los abuelos, son caras de personas que según contaban

los abuelos, eran de personas que en su momento hicieron

algo ya sea para el pueblo o para otros pueblo dentro o

fuera del país

¿Escuchaste lo de ayer?

No… - le contesta Misterio deteniéndose –

Si, otra vez los ruidos, no me quise parar

Claro, como te paras si eres un cagón – le responde Pepas

en son de burla –

¿Qué escuchaste Sentimiento?

La bulla de una fiesta en el cuarto de atrás, risas, sonido

de bebidas, gente conversando, el dominó sonando, pensé

que era Pepas, incluso fui al cuarto de Pepas, me asomé,

después recordé que él se había ido con Annela, y eso es

lo único que lo hace detenerse. Eso fue como a la 1:15 a.m.

y duró como hasta las 2 a.m. algo por ahí. No me asomé

completo, solo por la ventana de mi baño traté de ver, las

luces y todo cerrado solo bulla durante todo ese tiempo

No sería las ganas de ver a tu esposita Sentimiento – le dice

Pepas – que te tiene escuchando cosas, yo me la paso allá

ustedes saben y nunca he escuchado nada

Claro, si te la pasas borracho. De todas formas Misterio, no

sé qué hacer, pensé en despertarte para que oyeras, no lo

hice para no molestar tu sueño

No importa la próxima vez me llamas a la hora que sea,

ya que eres tú el que siempre escucha esas cosas. ¿Tú no te

estarás volviendo loco?

Jaja – ríe Pepas – ¿Loco? Será más bien bobo… yo me la

pasó allá y nada, y la gente que está conmigo allá nunca

me dicen nada. Recuerden que hasta me he quedado en

esos muebles viejos. No les voy a negar que se duerma muy

mal, es como si el sitio estuviera apretado de gente, esa

sensación si la he sentido, Misterio la última vez sin estar

Page 14: Los cangrejos y sus montañas

Novela Móvil

borracho, traté de quedarme y no pude

¿Cuándo fue la última vez?

El fin de semana pasado…

Bueno, lo que podemos hacer es estar pendiente, yo no creo mucho ese cuento de ustedes, vamos a ver, hay que estar

pilas, no vaya a ser que se quieran meter, a los vivos si hay que tenerles miedo, no a los muertos como tu Pepas, ni a los

cagones como tú Sentimiento. Me avisan, voy a lavar y cepillarme, me tengo que ir. ¿Tú vas a salir Pepas?

Si…

Cierra la puerta, ayer la dejaste abierta

Si papá…

Los demás se levantan y cada uno empieza a hacer sus cosas. Solo Pepas que coloca el plato en el lavadero y se va.

Rápidamente para que no lo llamen a lavar. Sube la escalera y se desaparece.

Sentimiento, recoge el plato, con una pequeña sonrisa en sus labios comienza a lavarle los platos a Pepas. Misterio, que

llega en ese momento lo observa en silencio y le dice:

Por eso es que ese carajo no aprende

Sino se lo lavo deja esta cocina echa un desastre, además un plato no cuesta nada Misterio

Claro, él se aprovecha de eso. Bueno, me voy, si sales después de Pepas cierra. Hablamos ahora

Page 15: Los cangrejos y sus montañas

Ok, que te vaya bien

Igual

Sale al estacionamiento, se monta en su carro y se aleja

de su casa. En el trayecto inmediato empieza a pensar lo

de la bulla en el salón del patio. Él sabe que Sentimien-

to es cariñoso, protector y hasta medio dulce, mas no es

mentiroso, ni se va a poner a inventar cuentos nunca ha

sido así. Piensa en que deben hacer para averiguar, la

curiosidad aunque no lo cree del todo lo está aterrando.

Quiere saber que puede estar pasando allí, ya son muchas

veces que Sentimiento le dice sobre la bulla. Estando ya en

el centro de la ciudad, pasa por el primer centro comercial

decente que se construyó, aún tiene las barandas de color

rojo, son 2 pisos alargados que cubre toda la manzana,

aunque no es muy grande para la época si lo fue, era toda

una novedad, todos tenían que ir en algún momento a

hacer lo que sea, el mensaje era estar allí, tanto la gente

del norte o del sur de la ciudad, tiene tiendas de todo tipo,

aunque con sus carencias típicas de las construcciones de los

pueblos, no tenía nada de recreación dentro, lo cual hizo

desgaste en los usuarios del centro, no todo el tiempo se

puede ir a comprar y tampoco se puede ir todo el tiempo a

perder el tiempo en los mismos espacios, con los años se fue

dejando a una lado y el interés decayó. Por supuesto está

a mitad de la gran avenida que atraviesa la ciudad, en sus

esquinas lo de siempre, en una de ellas el gran Rosaluz una

tienda por departamento que en su gran momento era el

punto de atracción para las compras en la ciudad, en la

otra un banco de los principales en el país, siempre con mu-

cha gente y mucho alboroto por todo lo que el dinero trae

a la ciudad, los habitantes de esta parte del país, son muy

conservadores y no confían en adelantos tecnológicos, todo

lo prefieren hacer ellos mismo y directo con el cajero, eso

explica un poco la cantidad de gente constante en los ban-

cos de la ciudad, en las esquinas que dan hacia el norte en

una de ella la zapatería que dio calzado a todos en cual-

quier momento en la ciudad, y en la otra un pequeño cen-

tro comercial de pocas tiendas que recién fue inaugurado,

en fin es una zona muy céntrica y que en torno a ella gira

el comercio de la ciudad. Al llegar a la esquina del Rosaluz,

sigue recto, esa parte del centro de la ciudad es igual desde

hace miles de años, una discotienda que ha diversificado su

ramo, una zapatería al final de esa cuadra, allí se llega a la

famosa avenida 10, una calle con nombre de avenida muy

Page 16: Los cangrejos y sus montañas

Novela Móvil

comercial y con toda la tradición comercial de la ciudad, es

el eje de toda esa actividad, desde siempre lo ha sido, tiene

10 cuadras de largas, encontrándose tiendas de todo tipo,

de telas, zapatos, bancos, comerciales múltiples de lado y

lado a lo largo de la misma, por supuesto ni las calles han

cambiado, el asfalto no se parece al asfalto, las paredes de

los comercios casi no parecen paredes, un caos perdura-

ble, sin nombrar las nuevas actividades que se desarrollan

como lo es el buhonerismo, un cáncer que a plagado de

malestar crónico a la ciudad, caos vehicular, los transpor-

tista no tienen el menor cuido de los espacios, en fin; es un

desastre este centro de la ciudad, sin embargo; se man-

tiene. Misterio, con calma pasa cada pedazo de calle, en

su mente la reminiscencias de aquellos tiempos de chamos

en los que obligatoriamente visitaba con sus padres para

cualquier compra que ellos necesitaban, en estos sitios las

diferencias son muy pocas por eso el vivir tan excitante

que en ese momento experimenta. Atraviesa la segunda

cuadra y dobla a la derecha, otra calle muy estrecha que

es paralela a la avenida 10, en esa cuadra se encuentra la

Plaza Bolívar, majestuoso espacio que es una norma en

todas las ciudades del país, allí encuentras muchos árboles,

animalitos como ardillas y palomas, un espacio que cubre

la manzana, para como esta todo en la ciudad la plaza

conserva su estado, sillas para que la gente se siente,

un ovalo musical en donde en muchas veces se pre-

sentaban grupos musicales clásicos, caminaderas por to-

dos los ángulos de la plaza. Sigue siendo verde a pesar de

todo el caos, se observan algunos buhoneros en sus alrede-

dores vendiendo más que todo comida, cotufas y helados,

como siempre el volumen de gente es enorme, de un lado

la alcaldía, del otro la Iglesia, un diseño de muchos años,

según las crónicas esta iglesia de estilo barroco se hizo sin

que la plaza estuviera, se ha mantenido y se mantiene en

muy buen estado, del otro lado los 2 únicos teatros que

en sus tiempos fueron emblemas en la ciudad, hoy en día

son teatros uno de cristianos y el otro es una tienda por

departamento de las más grandes en el país, y por últi-

mo que es al sitio donde se dirige Misterio un gran banco

nacional, abarrotado de gente por ser la única sede que

se tiene allí. Al dar la vuelta pasa por el frente del banco,

voltea para ver lo que le espera, lentamente empieza a

ver dónde estacionar, no hay espacio y decide subir una

cuadra doblar a la izquierda y a mitad de cuadra estacio-

nar, aquí siempre hay puesto, aunque ahora pertenece a

un centro comercial nuevo echo en ese sitio. Se baja de su

carro, agarra sus papeles y se encamina al banco. Saliendo

el vapor de la ciudad se le muestra, son casi las 2 de la

tarde, el sol esta radiante y vivo para todos en la ciudad.

Al cruzar la calle, se mete en un espacio comercial, no es

un centro comercial, al fondo, una gran sorpresa, observa

que todavía se encuentra una de las tiendas que desde

muy pequeño iba con sus padres para comprar juguetes,

es una tienda de un japonés que en sus tiempo buenos

era prácticamente la única en la ciudad, fue tan bueno

Page 17: Los cangrejos y sus montañas

su desempeño que hasta hoy en día trabajan, al acercarse

incluso se sorprende al ver al mismo señor japonés traba-

jando en su negocio. Sigue hasta el final del pasillo que da

a la avenida 10 que es un lado de la plaza bolívar y que es

la calle donde está su banco. Abre la puerta y aquel gentío

lo abruma, solo atina a decir

¡Ni modo! Debo hacer esto

Camina hasta el dispensador de ticket, una pequeña cola

lo detiene, gente que entra y sale, por supuesto la bulla es

fenomenal, colas de ancianos en una caja, en otra cajeros

contando dinero, en el centro de la oficina una gran can-

tidad de sillas donde la gente se sienta a esperar, no son lo

suficiente, igual le sirve a algunos, al final de la oficina, dos

cabinas cerradas una con unos vidrios y otra sin ellos, allí

se atienden por lo que se ve actividades administrativas

de los clientes. Llega al dispensador y una joven que es la

encargada de entregarlo le pregunta:

¿Qué va hacer?

Deposito…

Toma su número y se voltea para moverse del sitio y evitar

estar estorbando. Al caminar al fondo de la oficina que

está más desahogado, alguien lo toma por el brazo y se

saludan efusivamente

Misterio…

Epale, ¡Electro! ¿Cómo estás?

Bien, ¿qué estás haciendo por ahí?

Depositando…

No, ¿me refiero a cuando llegaste?

Ya tengo varias semanas, estoy haciendo algo aquí, me

gustaría quedarme todo depende de eso

Tienes tiempo ya rata, no me llamaste. ¿Qué vainas estás

haciendo?

Después te cuento. ¿Y tú? Cuéntame, ¿Qué tal tus cosas?

Nada, echándole, en la oficina igual. Yo te espero para que

nos vayamos juntos de aquí, a mí ya me atendieron estaba

saliendo, de haberte visto te hubiera hecho el deposito

Oye si, ¿este banco es así todo el tiempo?

A veces es peor. Sabes cómo somos aquí, no confiamos en

nada y para que salga bien siempre debemos hacerlo no-

sotros mismos. Todavía seguimos pensando que somos los

mejores aunque en el fondo mira cómo y lo que somos,

pero bueno, es solo para recordarte en el fondo si somos lo

máximo

Ambos se ríen, Misterio recuerda que Electro, es un tipo

que le gusta la música, ese ha sido su hobbies, aunque no

la ejerce, esta característica es muy del pueblo, a muchos

le gustan las cosas pero no la practican, eso es muy típico

aquí, por eso la cantidad de frustrados jóvenes en la ciudad.

Viene de una familia de clase media, aunque su situación

no es muy cómoda en estos momentos, se ha venido a bajo

desde que perdió el apoyo de su familia, esto lo tiene muy

marcado. Es violento y de poca comunicación, no le gus-

ta negociar y sus actos a veces son extremos, quizás para

demostrarle al mundo social que él también existe. Él es

pequeño de estatura, con bigotes muy tenue en su rostro,

un barba a medio limpiar, calvo y por supuesto su barriga

cervecera que delimita a la zona. Eso sí es muy solidario

cuando se debe ser solidario

No te preocupes, si quieres dame tu número esto va para

largo, no creo salir sino en una hora o dos, ¿tienes el mismo

número?

Si, el mismo. Bueno, como hacemos

Yo te llamo, ya he hablado con varios, vi a Mentira Fresca

y al Rigoberto

Rata, y no me habías llamado…

Jaja estaba por hacerlo, ahora nos vemos. Dale termina tus

cosas y nos vemos ahora

Está bien. Me llamas…

Seguro. Gusto en verte. Hablamos

Se despide y Misterio se queda esperando su turno

Son casi las 3:30 p.m. agotado por la espera en el ban-

co, sale y decide tomarse una cerveza, empieza a pen-

sar donde hacerlo, por estos lados o por otro cualquiera,

también tiene la opción de llamar a sus amigos, piensa en

subir al lado sur de la ciudad y allí buscar que hacer, hay

muchos sitios que son económicos y con la cerveza bien

fría. Al subir por la gran avenida toma su celular para lla-

mar a Rigoberto. es un joven con orígenes y formación en

el pueblo, sus 39 años le dan un bagaje importante que

Page 18: Los cangrejos y sus montañas

le permite diferenciarse de todos los demás jóvenes de la

urbe, es alto de cabello oscuro, más bien negro, liso, con

una barriga muy pronunciada por la cantidad de cervezas

que se ha tomado en su vida, es muy sociable de carácter

fuerte, se puede decir, que es más bien muy amargado,

sus amigos más cercanos lo llaman a veces gruñón, apodo

que por supuesto lo enfurece. Graduado en la universidad

de la región, desde hace unos años, apenas en estos días ha

regresado a su pueblo de origen, siempre desde que se fue

a estudiar se había planteado quedarse en otra parte que

no sea su ciudad, pero por cosas de la vida, o como es la

vida lo ha traído de vuelta. Se puede decir que esto para

él no es tan extraño, siempre estuvo y está en contacto, sus

familiares aún vive en este pueblo, aunque estudiado nun-

ca ha trabajado, nunca por lo menos en su carrera en una

empresa grande que es su gran sueño, haciéndole reforzar

su amargura, su angustia. Es una persona que solo se en-

tiende y solo quiere tener él la razón aunque todos saben

que no la tiene. Es su amigo, con diferencia bien marcadas

Alo… ¡Rigoberto!

¿Qué pasó? – responde Rigoberto en un tono muy propio

Voy subiendo por la avenida, ya casi en la bomba de los

Acaso. ¿Qué haces?

Nada. Llegué hace rato, pensaba salir a ver unas cosas del

carro

Si quieres te busco para que me acompañes a donde

Barrilito…

Jaja ya quieres beber…

Nada, así hablamos

Bueno, dale pues, ¿Dónde vienes?

Ya estoy cerca, espérame en la parte para subir de tu casa

OK

Cuelga, y un semáforo lo detiene, enfrente de él el super-

mercado con más tradición en la ciudad, nombre de capi-

tal, siempre full y con mucha buena atención

El semáforo cambia y acelera, saca un CD de rock para

introducirlo en su reproductor. Ya casi llegando al edificio

de Rigoberto, ve que él está cruzando a la calle. Se detiene

y se monta

¿Qué paso?

Con ganas de tomar, no, yo estaba con el contador, esta-

ba cerrando unas cuentas. Me fui en la mañana y regresé

ahorita, la verdad una birritas no me caen nada mal. ¿Y

vos?

Estuve también ahorita en el banco desde al mediodía

prácticamente, ese banco es un rollo, casi 2 horas dentro

¿Y por qué no hiciste transferencia?

Era un depósito. Allá me encontré a Electro. Sigue igual

ese carajo

Yo lo he visto por ahí. ¿Qué te dice?

Nada. Ahora lo llamamos para que se acerque

Bueno, no sé, sabes que nosotros tuvimos un peo, no sé si

vaya si sabe que estás conmigo

No creo que este con eso, le dije para vernos contigo y no

dijo nada

Bueno no sé. Electro, cuando me saca la piedra no

respondo

Jaja deja las cosas así.

Electro está pasando por un mal momento

Llegan al local se estacionan y se bajan, caminando se

encuentran con Elena, es la viva voz de lo que ese

pueblo puede dar, dependiente, flojo, soñador, conflicti-

vo, pero con unos sentimientos que a todos conmueve. Su

cabello bien al ras, de color castaño, sus ojos salidos con

un color verde muy impresionante, de pequeña estatura y

con la típica barriga del pueblo, aunque no es muy amante

de las cervezas si es amante de la continuidad. También

ha sido formado y vivido por la ciudad, graduado de

administrador en la capital del país. Desde ya hace unos

años se encuentra de nuevo, malestar que se le acrecienta

por no poder ser lo que quiere ser, aunque ni él sabe que es

lo que quiere ser en la vida. Su apodo es el de Dylan! Por

la cantidad de dinero que siempre ha tenido y que nunca

lo ha trabajado. Viene saliendo del local de su familia, un

local de ejercicio que tiene en el mismo centro donde esta

barrilito. Por supuesto Misterio saluda a Elena

Elena… ¿Cómo estás?

Se abrazan y después Elena saluda igual a Rigoberto

¿Para dónde van?

Novela Móvil

Page 19: Los cangrejos y sus montañas

Misterio y Rigoberto se miran y al unísono dicen;

Para la farmacia…

Todos se ríen y Rigoberto le dice

Vamos. ¿Quiere venir?

Oye, me gustaría vengo de un peo con mi mamá. Sabes

cómo son las cosas aquí

Todavía con eso. ¿Qué estás haciendo allí?

¡Trabajando! – le dice Misterio –

Nuevamente se ríen y empiezan a caminar hasta el local

¿Y tú Misterio cuando llegaste?

Hace unos días…

¿Qué viniste hacer?

Estoy con un proyecto.

¿Proyecto?

Si, una idea que se me ocurrió pueda ser aplicable al

pueblo

Este pueblo es una mierda, aquí nada sirve, pero bueno, si

tú lo dices, cuéntame. ¿De qué se trata?

Vamos a entrar, allí hablamos

¿Y tú Rigoberto?

Nada. Aquí en este pueblo

¿Estás viviendo aquí?

Si

Nunca llamas, ni nada

Estoy ocupado con la empresa

Ah verdad que tiene una empresa pequeña. ¿Cómo te va?

Como le va ir – dice Misterio –

Ya vas a empezar lo interrumpe Rigoberto

¡Está bien no te arreches!

Elena mira a Misterio y se callan. Rigoberto pide 3 cervezas

y empiezan a tomar. Muchas personas están en el local. Es

un local pequeño de 2 pisos dentro de un área comercial

muy pequeña. Tiene una pequeña barra y al fondo unas

especie de sillas, especies por que es allí donde están los

barrilitos para el que quiera ir para allá y sentarse. Lo me-

jor de todo es la música y la gente, la mayoría es conocida

Elena. ¿Qué pasó ahora con tu mamá?

Nada. Quiere que uno sea esclavo

Jaja tanto Rigoberto como Misterio se ríen

Piensa dejarme el horario hasta las 9 de la noche. Le dije

que jamás. Yo voy a trabajar por que necesito sino no

fuera. Lo que siempre hablamos Misterio, si uno no hace lo

que quiere nunca va a estar conforme

Eso es lo que debes pensar. ¿Y la música?

Nada por ahora

Eso es lo que debes buscar, si es lo que te gusta, ya no somos

tan chamos para estas vainas. Fíjate Rigoberto está con su

empresa y por lo que se ve no está conforme, por eso que

a veces se amarga

Así es… aunque yo solo respondo así cuando comentarios

tontos como los de ustedes aparecen…

Misterio y Elena se ríen, hacen una señal para que les

traigan otra ronda. Así pasaron las horas, hablando,

bebiendo, recordando…

¿Qué horas tienes Misterio?

Ya vas a empezar con la ladilla de irte – le responde Rigo-

berto –

Me tengo que ir – dice Elena casi a regañadientes –

Son las 12 p.m. yo también me voy

Tú también…

Rigoberto, me tengo que parar mañana temprano, sino tú

sabes que le damos completo. Además, ya estoy bien ebrio

y le voy a dar la cola a ustedes

Dale pues Misterio, estoy muy ebrio, si quieres llévame y

vuelves. Que Rigoberto te espere aquí

No, yo también me voy. Que voy a hacer aquí solo. Me da

ladilla

Elena, pide la cuenta

Solo tengo esto Misterio. No tengo más. Saca unos pocos

billetes de su bolsillo

Jaja – se ríe Misterio – Siempre con tus trucos. No hay

problema. Yo pago con Rigoberto

Continúa...

Page 20: Los cangrejos y sus montañas

Novela Móvil

Novela Móvil, es una publicación MENSUAL que desea promover la lectura, desarrollar la expresión literaria, anónima y tan importante como la de los escritores establecidos, a través de la entrega por edición de una parte que corresponde a la totalidad de un libro escrito por mi persona Nuestra propuesta en Novela Móvil es servir de alternativa para el desarrollo cultural, literario, social, accesible para todos en un formato de fácil entendimiento, entretenido, tanto en lo visual como en el contenido, por ello, nuestra propuesta nos obliga a dejar en cada uno de los que aprecien, lean y apoyen este proyecto la semilla de un nuevo comienzo, un nuevo reto tanto para mí como creador de este nuevo concepto como para los que estén de forma invisible apoyando con su lectura a Novela Móvil.Espero disfruten su Novela Móvil…

Les entrego una de mis novelas escrita, inédita “Los Cangrejos y sus Montañas”, realidad, sugestión, encuentros, vidas entrelazadas, desconocimiento, falta de conciencia, personajes descubriendo su realidad, necesidades de cambios, decepcionados por tener soluciones a la mano y no haberlas aprovechado. Es la vida de tres hermanos y sus amigos rodeados por la incapacidad de enfrentarse a ellos mismos. La vida en un pueblo donde todo es anarquía, donde todo es repetición, donde lo nuevo no es considerado, nadie vive, nadie se vive, son solo energías reposadas en cada uno de ellos sin saber su influencia y determinación.

Carlos Verde0414-917.04.91

[email protected]@novelamovil