Los artesanos y los otros

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Historia cultural, E.P. Thompson

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  • 1 250 . LAFORMACI6N DE LA CLASE OBRERA EN INGLATERRA lamento, pero ... ellosno tienen nada que ver con la regulaci6n de esta parroquia. . , ,

    Haceis 10 que quereis, les rob8.is a los pobres sus derechos CorilUnales, roiurais Ia: hit;;rba que Dios mand6 crecer para que el pobre pileda a:tit:nentar una Vaca,unCerdo, un Caballo y no un Asno;.dejais inmundicias y piedras en el caInino paraimpedir que crezca la hierbil '" Hay 5 0 6 de vosotros que teneis tOda la Tierra de esta parroquia en vuestras manos y deseariais ser ricos y matar de hambre a todos los demas pobres ...

    Hemos contadq que somos 60 por cada 1 de vosotros: por consiguiente i,deberiais gobemar, siendo tantos contra 11 46 ,

    Pero el odio especial de la comunidad rural se reservaba para ei clero que consumfa el diezmo. Preparatu perversa Alma para la Muerte,., esta es la ameoaza que recibio un vicario de Essex en 1830, dentro de la carta habfa dos fosforos: Tn & tu pandilla sOlS los mas Desamparados de esta parroquia ... . EI parroco de Freshwater (Isla de Wight) recibio una intimidacion todavia mas explicita de uno de sus parroquianos, en forma de; un fuego suave acompafiado de una carta. Durante los u1timos 20 aqos hemos vivido en una Condici6n Miserable para mantener tu Maldi.to Orgullo:

    Lo que hemos hecho ahora es luchar contra nuestra Voluntad, pero tu coraz6n es tan duro como el coraz6n de un Fara6n '" De modo que de momento y por este fuego no te 10 debes tomar como una ofensa,porque si no te 10 hubieses merecido no 10 hubiesemos hecho. En cuanto a ti mi Viejo amigo suerte que no estabas aquf, de 10 contrario me temo que te hubieras asado, y si eso hubiese ocurrido c6mo se hubieran refdo los agricultores al ver a su Parroco asado al fin ...

    Yen cuantoa este pequeno fuego - finalizaba el escritor con el mismo mal humor-, no te asustes, cuando Quememos tu granero sera mucho peor ... " 47

    46. Carta adjunta a 18 del reverendo Edwards a SidmOuth. 22 de mayo de 1816, H.D. 42.150.

    47. Cartas adjuntas a las del reverendo W. M. Hurlock, 14 de diciembre de 1830, yel mismo reverendo dean Wood, 29 de noviembre de 1830, en R.O. 52.7.

    i i

    8. ARTESANOS Y OTROS

    Si enla agricultura elpromedio es esquivo, no loes menos cuando nos referimos a los trabajadores de la industria urbana. Todavia en 1830, el obrero industrial caracteristico no trabajaba en una fabrica 0 factorfa, sino (como artesano 0 trabajador manual) en un pequeno taller 0 en su propia casa, 0 (como peon) en empleos callejeros mas 0 menos eventuales, en solares para edificacion, en los muelles. Cuando Cobbett dirigfa su Political Register hacia la gente coman, en 1816, no 10 hacfa a la clase obrera, sino.a los Oficiales y Peones. Debajo del termino artesano habfa grandes diferencias de grado, desde el prospero maestro artesano que tenia mano de obra empleacla por cuenta propia y que era independiente de cualquier patrono, a los explotados peones de buhardilla. Par esa raz6n, es diffciI dar cualquier estimad6n precisa del ntimero y la posicion social de los artesanos, en los diferentes oficios. Los cuadros referentes a ofidos del tenso de 1831, no se esfuerzan en diferenciar entre el patrono, el que trabaja por cuenta propiay el peon. 1 Despl.ies de los braceros agrfcolas y los criados domestic os (para Gran Bretafia, en 18'::n, se cuentan 670.491 mujeres empleadas en el servicio domestico), los oficios relacionados can la construcci6n campanian el siguiente grupo mas numeroso que daba trabajo a un conjunto de 350.000 a 400.000 hombres y muchachos en 1831. Dejando de lado las industrias textiles, en las que ado predominabaeI trabajo a'domicilio, el oficio artesano independiente mas nu~ meroso era el de lazapaterfa, con una estirnacion de 133.000 trabaja-

    I. Mas tarde, Mayhew describi6 las estadisticas sobre ocupaci6n como crudas, no digeridas y esencialmente acientfficas, un docurnento

  • 253 252 LA FORMACION DE LA CLASE OBRERA EN INGLATERRA

    dores masculinos adultos para 1831, seguido de la sastreria, con 74.000. (Estas cifras incluyen aI patrono, al zapatero remend6n 0 al sastre rural, al trabajador a domicilio, al tendero y al artesano propia~ mente dicho.) Con respecto a Londres, el mayor centro artesano del mundo, para el que la doctora Dorothy George parece prestar'su autoridad a una estimaci6n grosera de 100.000 oficiales de todo tipo a principios del siglo XIX, sir John Clapham nos informa:

    ... el tfpico obrero cualificado de Londres no era ni empleado de una fabrica de cerveza, nj carpintero de navios, ni tejedor de seda, sino miembro de los oficios de la construcci6n, 0 zapatero, sastre, ebanista, impresor, relojero. joyero, panadero, ... para mencionar los oficios principales, cada uno de los cuales tenia unos 2.500 miembros adi.dtos en 1831.2

    Los salarios de los artesanos especializados, a principios del siglo XIX, estaban a menudo menos determinados por la oferta y la demanda>, en el mercado de trabajo que por nociones de prestigio social 0 costumbre. La regulacion tradicional de salarios puede abarcar muchas cosas, desde la posicion conferidaal artesano rural por la tradicion, ,a la intrincada regulacion institucional en los centros urbanos. La industria estaba todavia ampliamente dispersa por todas las zona,s rurales. El calderero, el afiIador yel buhonero solian llevar sus cacharros y sus habilidades de hacienda en hacienda y de feria en feria. En las poblaciones grandes habria albaiiiles, techadores, carpinteros, carreteros, zapateros, herreros; en las pequefias ciudades donde se haCia mercado habria talabarteros, guarnicioneros, curtidores, sastres, zapateros, tejedores y muy posiblemente alguna especialidad local como, por ejemplo, hacer estribos, aplicar encajes a las almohadas, as! como todo 10 relacionado con los mesones de las postas, el transporte de la producci6n agricola y el carbon, la molienda, el hornear y otras cosas por el estilo. Muchos de esos artesanos rurales eran mas instruidos y poIifaceticos que los trabajadores urbanos -tejedores, caIceteros 0 mineros-, con los que entrabl,ln en contacto cuando iban a las ciudades, y se sentian superiores a ellos. Llevaban consigo sus propias cos

    2. Para esas cifras, vease Parliamentary Papers, 1833, XXXVll; Clapham, op. cit., en especial pp. 72-74, Ycap. 5; R. M. Marlin, Taxation of the British Empire, 1833, pp. 193, 256.

    ARTESANOS Y OTROS

    tumbres, y sin duda algunas de eIlas influyeron en la fijacion de salarios y la gradaci6n de estos en los oficios de aquellas pequeiias ciudades que se convirtieron, con el tiempo, en grandes industrias urbanas: la construcci6n, la construcci6n de coches, e incluso la mecanica. '

    En much as de las industrias de los pueblos, los predos se regian por la tradicion mas que por el ca1culo del coste (que rara vez se conocia), en especial cuando se utiIizaban materiales -madera 0 piedra- locales. El herrero' podia trabajar a tanto dinero la libra en un trabajo tosco y un poco mas caro S1 se trataba de un trabajo delicado. George Sturt, en su clasico estudio de The Ulheelwright's Shop, ha descrito hasta que punto prevalecfan todavia los precios tradicionales en Farnham cuando el se hizo cargo de la empresa de Ia familia en 1884. Mi gran problema fue averiguar los precios tradicionales,

    Dudo que hubiera un hombrede oficio en el distrito -estoy seguro de que no habia ningun ruedero- que supiese en realidad cual era e] coste de su producci6n, () cuaIes eran sus beneficios, 0 si ganaba 0 perdia dinero en un trabajo en particular.

    Gran parte del beneficio proven fa de las chapuzas y las reparaciones. En cuanto a las carretas y los carros, Ia unica posibilidad que tenia de sacar beneficio hubiese sido bajando la calidad de los productos; yesto quedaba excluido debido a la idiosincracia de los hombres que trabajaban. Estos trabajaban al ritmo que su arte exigfa:' posiblemente (y de manera apropiada) exageraban el respeto por la buena hechura y el buen material; y en cuanto al ultimo, ocurria con cierta frecuencia que un trabajador disgustado se negara a utilizar el materiai que yo le habia suministrado. En el trabajador se hallaba depositado todo el saber local respecto de como debfa ser el buen trabajo de un carretero.3

    Las acostumbradas tradiciones de la artesania traian normal mente consigo rudimentarias ideas de precio equitativo y de salario justa. En las primeras discusiones de las trade unions eran tan destacados los criterios sociales y morales -la subsistencia, ladignidad, eI orguUo de ciertos valores de la artesania, las retribuciones tradicionales para los diversos grados de destreza-, como los argumentos estrictamente economicos. EI taller de ruedero de Sturt conservaba pnicticasIIDJcho mas

    3. G. SUlrt, The Whee/wright's Shop. 1923. caps. 10.37.

  • 255

    -, '

    254 LA FO~ACI6N'DE LACLASE OB~ EN lNGLATERRA antiguas, y era el primo rural de la industria de la construcci6n de' co" ches en .1a ciudad; en III que -a principiOs del siglo XIX':" habiauna verdadera jerarqu{a -cuyasdiferencias en los salarios apenas podian justificarse por motivos econ6miCos. Los salarios estan en proporcion a la minucrosidad del trabajo-, se nos dice en un Book ofEnglish Trade de 1818: para los: que hacen 'ei aimaz6n; de2 libras a 3 libras por semana; los que cepillan y pulen 1a madera cerca de- dos guineas; los que construyen el carruaje de 1 libra a 2 libras; el herrero alrededor de 30.; mientras que los pintores tenian su propia jerarquia, los pintores heraldicos, que adornaban con emblemas los carruajes de los grandes y los ostentosos, cobraban desde 3 libras a 4 libras, los que pintaban el armaz6n eerca de 2 libras, y los oficiales pintores de 20s. a 30s. Las diferencias respaldaban, 0 quiza reflejaban, gradaciones de prestigio social:

    Los primer os son los que construyen el armazon; luego vienen los que construyen el carruaje; luego los que cepillan y pulen la ,madera, despues los herreros: luego los que hacen las ballestas; luego los ruederos, los pintores, los niqueladores, los que hacen los tirantes de la suspensi6n, etc. Los que construyen el arma,z6n son los mas ricos de todos y entre ellos ,constituyen una espede de aristocracia a la que los

    i I,

    demas trabajadores admiran con sentimientos medio de respeto, medio de envidia. Enos advierten su importancia y tratan a los otros con diversas consideraciones: los que construyen los carruajes tienen derecho a una especie de familiaridad condescendiente; los que cepiUan y pulen la madera son considerados demasiado buenos parli ser despreciados; a un capataz de los pintores 10 pueden tratar con respeto, pero los operarios de los pintores como mucho se pueden ver favorecidos COn una inclinaci6n de cabeza.4

    Estas condiciones estaban respaldadas por las actividades de una Sociedad de Socorro Mutuo de los Constructores de Coches, y sobrevivieron a la condena, en 1819 bajo las Combination Acts, del secretario general y otros veinte miembros de la sociedad. Peto en este punto, es importante observar ese uso primitivo del termino aristocracia,

    4. W. B. Adams, English Pleasure Carriages. 1837, dtado en E. Hobsbawm, "Custom, Wages and Work-load in Nineteenth Century Industry;". en Essays in Labour His

    . lOry. compiJado por A, Briggs y J. Saville, p. 116. (Hay trad. cast.: "Costumbre. salarios e intensidad de trahajo en 1a industria del siglo XlX. en Trabajatiores, Estudios de historia de la clase obrera, Cririca, Barcelona. 1979. pp. 352-383.)

    ARrESANOS Y OTROS

    conreferencia al artesano cualificado.s A veces se da por supuesto que el fenomeno de una aristoeracia obrera coincidi6 con el sindicalismo de losobreros eualift-eados de las decadas de 1850 y 1860, 0 incluso foe una consecuencia del imperialismo. Pero de hecho~ en los aiios comprendidos entre 1800 y 1850 eneontramos ala vez una vieja y nueva elite del trabajo. La vieja eliteestaba compuesta por los maestros artesanos que se consideraban tan importantes como los patronos, los tenderos 0 los profesiona1es.6 (EI Book of English Trades eataloga al boticario, al abogado, a16ptieo y al escribano junto al earpintero, tint~rero de pieles, sastre y alfarero.)En algunas industrias, la posicion privilegiada del artesano sobrevivi6 en la produeci6n del taller 0 1a fabrica, merced a la foerza de 1a costumbre, 0 ala asociacion y 1a restrieci6n del aprendizaje, 0 porque el oficio siguio siendo altamente cuaHficadoo especializado, como por ejempl0, el trabajo delicado y caprichoso de las seceiones ,de lujo de los oficios del vidrio, la madera y el metal. La nueva elite surgio con las nuevas tecnicas en el acero, la mecanica y las industrias manufactoreras. Esto esta bastante claro por 10 que a la mecanica se refiere, pero inc1uso en la industria del algodon debemos recQrdar la advertencia, no todos somos hilanderos. Entre las 1.225 subdivisiones de las secciones de empleo de la industria del algod6n, que se enumeran en el censo de 1841, se encuentran los inspectores, los diversos tipos de encargados de mantenimiento especializados que ajustaban y reparaban las maquinas, los disei'iadores de dibujos para ei estampadodel percal, y multitud de otros oficios . auxiliares cuaJificados en los que se podian ganar salarios excepcionales.

    'Si bien encontramos una aristocracia especialmente fitvorecida en los oficios de.lujo de Londres y en el limite entre las especialidades y las funciones tecnicas y de direcci6nen las grandes industrias manufactureras, tambien habfa una aristocracia inferior de artesanos 0 trabajadores privilegiados casi en cada una de las industrias especializadas. Esto 10 podemos detectar si miramos, por un momento, a traves de la vision inquisitiva y divertida de Thomas Large, un calcetero de Leicester que' form6 parte de una delegaci6n que foe a Londr~s en 1812, para con

    5. Otro uso primitivo del rermino se encuentra en el First Report of the Constabu~

    lary Commissioners, 1839, p. 134. en un contexto que indica que el terrnino se difun

    di6 en aquel momento.

    6. Para la aristocracia- del siglo XVUl, vease M. D. George, op. cit., cap. 4.

  • 257 256 LA FORM.'\CT6~ DE LA CLASE OBRERA EN INGLATERRA

    vencer a los miembros del Parlamento en favor de un proyecto de ley para regular las condiciones en la industria calcetera.1 Cuando hubieronllegado a Londres, los tejedores depunto '-que en aquel momento no tenian una trade union organizada de manera permanente, sino sencillamente un comite ad hoc que se hab{a formado para promover la aprobaci6n de su proyecto de ley- se pusieron en contacto con los sindicalistas de Londres que, a pesar de las Combination Acts, se encontraban con facilidad en sus locales de reuni6n:

    Hemos ocupado la misma Sala en la que el comite de carpinteros se reum6 [escribi6 Thomas Large a sus amigos de las Midlands] cuando decidieron acelerar el ultimo Proceso sobre el sistema de corte. Hemos tenido 1a oportunidad de hablar con elIos sobre el tema, eUos pensaban que nosotros teniamos un fondo en base al principio inalterable de responder cualquier demanda en cualquier momenta, y si este hubiera side el caso, nos hubiesen dejado dos 0 tres mil libras (ya que en el fondo que pertenece a ese Oflcio hay 20.000 libras), pero cuando supieron que nuestro Ofieio no guardaba ningl1n fonda regular para mantenerse, En Iugar de Prestarnos dinero, hicieron un mecanico gesto de desprecio y se hicieron seiias unos aotros con miradas significativas, Exclamando, iijQue el Seiior nos bendiga!!! iiique 10COSiji jtienen muy merecido todo 10 que les ocurre! iiiY diez veces mas!!! jSiempre habiamos pensado que los tejedores de punto eran un atajo de pobres criaturas! Tipos tan fal

    . tos de espiritu como sus bolsillos 10 estiin de dinero. lQue serfa de nuestro Oficlo si .no nos asociaramos?, jquiza un dfa COmo hoy, serfamos tan pobres como vosotros! jMirad los otros Oficios! todos se Asocian (exceptuando a los tejedores de Spitalfields, y en que Miserable Condici6n se encuentran). Fijaosen los Sastres, Zapateros, Encuademadores, Baridores de oro, Impresores, Albafiiles; sastres especializados en confeccionar abrigos, Sombrereros, Tintoreros de pieles, Canteros, Hojalateros, ninguno de esos ofidos Cobra Menos de 30/- par semana, y de aquello a cinco guineas todo es gracias a la Asociacion, sin ella sus Ofi

    '.:. dos estarfan tan mal como el vuestr'o ... 8

    Ala lista de Thomas Large se pondrfan afiadir muchos mas. Los cajistas y los periodistas estaban en aquel momento en el limite de los 30s., linea de privilegio, habiendo sostenido'una lucha particularmen

    7. Vease mas Iildelante, voL 2, pp. 107-113. . 8. Records o/the Borough o/Nottingham ]8001835, 1952, vm, de Thomas Lar

    ge al Comite de Tejedores de punto, 24 deabril de 1812.

    ARTESANOS Y OTROS

    te dura para organizarse frente a los patronos asociados de Londres. Algunos trabajadores cualificados eran menos afortunados. La asociaci6n' de fundidores de tipos de letras se haMa disuelto, y se afirmaba que sus salarios eran de 18s. ala semana, por promedio, en 1818, sin haber experimentado ningun avance desde 1790. Lo mismo era tambin cierto para los 6pticos y los constructores de cafierfas. EI Gorgon indicaba en 1819 que el salario del trabajador manual,. medio de Londres podia ser de 25s. si se bacia un promedio para todo el afio. 9 Pero en 1824, euando se revocan las Combination Acts y las craft unions de los oficios de Londres se mostraron abiertamente, es cuando podemos hacemos una idea de la aristocracia inferior, con Ia menci6n de algunos oficios que aparecfancon mayor frecuencia en las columnas del Trades Newspaper de 1825; a la larga lista de Large podemos afiadir los toneleros, carpinteros de DaVIO, aserradores, calafateadores de barcos, estiradores de

    alamb~e, fundidores de piezas navales, tratantes de pieles, curtidores, cordeleros, fundidores de lat6n, tlntoreros de seda, relojeros, peleteros y otros. Es Una lista impresionante; y esos hombres, tanto en Londres.como en las ciudades mas grandes, constitufan el mismo coraz6n de la cultura artesana y de los movimientos politicos de esos aHos. Todos estos oficios de ninglin modo eran privilegiados por un igual. En 1825, algunos de los oficios tenfan menos de 100 miembros y muy po_ cos excedfan los 500. Habia una gran variedad que iba desde grupos excepcionalmenteprivilegiados, como los tapiceros (que cobraban enormes primas por la adtnisi6n al aprendizaje), a los zapateros, los cuales (como veremos) se encontraban ya en 'las garras de una crisis que les estaba degradando a la posici6n de trabajadoresa domicilio. W . En las provincias encontraremos pareddos e importantes grupos de

    artesanos privilegiados 0 de trabajadores especializados, no s610 en los mismos oficios, sino en oficiosque apenas estaban representados en Londres. Esto era particularmente cierto para la cuchHleria de Sheffield y his pequenas industrias de merceria de Birmingham. Mas adelante, continuaron existiendo, hasta muy entrado el siglo XIX, los numerosos pequefios talleres que convirtieron a Birmingham en la metr6poli de los menestrales. Los talleres del soho de Boulton tienen un papel importante en el crecimiento econ6mico .. Pero la gran mayoria dela pobla

    9. Vease Gorgon (17 de octubre, 21 y 28 de noviembre de 1818, 6 de febrero y 20 de marzo de 1819). ' .

    10. Trades Newspaper (1825-1826). passim.

  • 258 LA FORMACI(>N DE LA CLASE OBRERA EN INGLATERRA cion de la Ciudad, a finales del siglo xvm; estaba empleada en talleres muy pequeno!), ya fuera como peones 0 como artesanos casi indepenmentes. Enuinerar algunos.de los productos de Birmingham es evocar. . 1a'intrincada constelaci6n de especiitlidlldes: h~bil1as, c'Uchilleria, es~ puelas, palmatorias, juguetes, pisiolas! botones, mangos de hitigo, cafeteras, escribanfas, campanas, accesorios para carruajes, maquinas de vapor, tabaqueras, canerias de plomo, joyeda, himparas, cacharros de cocina. Cada hombre que me encontraba -escribi6 Southey en l807~ apesta a aceite de baHena y esmeriLl> 11

    Aqui, en el Black Country, el proceso de especializaci6n durante ias tres primer as decadas del siglo XIX tendio a trasladar los procesos mas simples, como la fabricacion de c1avos y cadenas, a las poblaciones ciicundantes habitadas por trabajadores a domicilio, mientras que las actividades de especializad6n mas elevada seguian estando en la propia metropoli de Birmingham.ll En estos oficios artesanos el abismo, en terminos psicol6gicos y a veces economicos, entre el pequeno menestral y el oficial especializado podia ser menor que el que habia entre el oficial y el trabajador urbano no cualificado. E1 acceso a un ofieio completo podia estar limitado a los hijos de los que ya trabajaban en 61, 0 s610 se podia comprar mediante una elevada prima de aprendizaje. La restricci6n con respecto al acceso a un oficio podia estar res paldada por regulaciones corporativas (como las de la Compania de Cuchilleros de Sheffield, que nofueron abolidas hasta 1814), alentadas por los patronos y mantenidas por las trade unions bajo el sobrenombre de sociedades de socorro mutuo. A principios del siglo XIX, entre estos artesanos (observaron los Webb) tenemos todavia la sociedad industrial dividida de manera vertical, ofido por oficio, en lugar de horizontal mente entre patronos y asalariados .13 De igual modo, podia ocurrir que solo los obreros de una secci6n privilegiada de una industria determinada consiguieran restringir 0 aumentar las condiciones de entrada en ella. As!, .un estudio reciente de los mozos de cuerda de Londres ha revel ado la fascinante complejidad de 1a historia de una seccf6n de tra

    11. J. A. Langford, A Century ofBirmingham Life, I, p.272; C. Gm, History Of Birmingham, 1, pp. 95-98; Southey, Letters from England, Carta XXVI,

    12. Vease S. Timmins (Comp.), Birmingham and the Midland HardWare Districr, 1866, pp. 110 et passim; H. D .. Fong, Triumph ofFactory System in England, Tientsin, 1930, pp. 165-169.

    13. S. Y B. Webb, The History of Trade Unionism, edici6n de 1950, pp. 45-46.

    ARTESANOS Y OTROS 259

    bajadores -incluyendoa los mazos de cuerda de Billingsgate- de quieones. a priniera vista, se podrfa pensar qUe eran braceros eventuales; pero que. en realidad, se encontraban bajo 1a vigiJancia particular de las autoridades de la City y que mantenian una posici6n privilegiada dentro del oceano del trabajo no cualificado, basta mediados del siglo XIX.14 Con mas frecuencia la distinci6n se establecia entre el trabajador cualificado. 0 que habia pasado un proceso de aprendizaje, y su operatio: el herreio y su striker, * el albaiiil y su pe6n, el disenador de estampados para la tela de percal y sus ayudantes, etc.

    La distinci6n entre el artesano y el.trabajador no cualificado -en . tenninos de posici6n social, organizaci6n y remuneraci6n econ6micaseguia siendo tan grande, si no mayor, en el Londres de Henry Mayhew de fines de ]a decada de 1840 Y ]a de 1850, como 10 era durante las guerras napole6nicas. AI pasar de los operanos especializados del west-end a los trabajadores no cualificados del barrio este de Londres -comentaba Mayhew-, el cambio moral e intelectual es tan grande, que parece como si estuvieras en otro pais con otra poblaci6n:

    Los artesanos son, casi todos sin excepci6n, polfticos vehementes. Tienen educaci6n suficiente y son bastante serios para calibrar su importancia en el seno del Estado. ... Los peones no cualificados son un tipo de gente diferente. Hasta ahora son tan apoliticos como los lacayos, y en Iugar de sostener violentas opiniones democraticas, parecen no tener opiniones politicas en absoluto; 0, si las tienen ... mas bien apuntan bacia el mantenimiento de las cosas Como estan que hacia el poder de la po_ blacion obrera. 1S

    En el sur, 1a mayor participaci6n en las sociedades de socorro mutuo se daba entre los artesanosl6 y tambien era entre ellos donde la organizaci6n de las trade. unions era mas estable y continuada, donde fiorecieron los movimientos educativos y religiosos y donde el owenismo. enraizo con mayor profundidad. De nuevo, la costumbre de deambular estaba tan extendida entre los artesanos, que un historiador la ha

    14. W. M. Stern, The Porters ofLondon, 1960. * Operano ayudante en las herrerfas, que manejaba el mazo 0 martillo. (N. de La t.) 15. H. Mayhew, London Labour and the LOndon Poor, 1862, III, p. 243. Frente a

    ella se deberia poner 1a afrrmacion de uno de los basureros de Mayhew: "No me preo. cupa de la polltica en absoluto, perc soy cartista... .

    16. Sabre la composici6n social de las sociedades de Socorro mutuo, vease P. H. J. H. Gosden, The Friendly Societies in England, Manchester, 1961, pp. 71 Y siguientes.

  • 260 LA FORMACI0N DELA.CLASE OBRERA EN INGLATERRA

    descrito como el equivalente, para el artesano, del Grand Tour.17 Veremos como su dfgnidad y su deseo de independencia tifieron el radicalismo poHtico de los afios de posguerra. Y, por otra parte, si despojamos al artesimo de su oficio yde las defensas que Ie proporcionabasu trade union, era una de las figuras mas miserables del Londres de Mayhew. Los trabajadores manuales desamparados '-:"le dijo a Mayhew el Maestro de la Wandsworth and Clapham Union- son una clase totalmente diferente de los vagabundos habituales. Sus casas de huespedes y sus locales de encuentro eran diferentes de los deJos vagabundos y de la fratemidad de los viajeros; s610 acudirian al asilo cuando estuviesen absolutamente desesperados: Ha ocurrido algunas veces que, antes de solicitar la entrada, han vendido la camisa y el chaleco que llevaban puestos P.". El trabajador manual pobre inl a parar a1 asilo como un hombre perdido, asustado ... , Cuando Ie vapulean es como un pajaro fuera de su jaula; no sabe a d6nde ir. ni como conseguir algo.l&

    El artesano de Londresse veria'pocas veces tan abatido, habfa muchos estadios intermedios antes de Ilegar a la puerta del asilo. Su his

    taria cambia mucho de oficio en oficio. Y si miramos mas alIa de Lon

    l' 1dres hacia los centros industriales del norte y las Midlands,

    encontraremos otras c1ases importantes de trabajadores cualificados u

    operarios. de las fabricas -mineros en algunas cuencas mineras, hilan

    deros de algod6n, obreros de la construcci6n cualificados, trabajado~

    res especializados en las industrias del hierro y del metal- que estan

    entre aquellos a quienes el profesor Ashton describe como con posi

    .bilidad de compartir los beneficios del progreso econ6mico. Entre

    ellos estaban los mineros de Durham (en el area de Sunderland) a quie

    . nes Cobbett describi6 en 1832:

    Aqui no se ve nada bonito, pero todo parece tener mucho valor, Y una cosa importante es que los obreros viven bien ... Los mineros re

    . ciben 24 chelines a la semana, nO pagan alquiler, el combustible no les cuesta nada, y el medico tampoco les cuesta nada. Su trabajo es terrible, por supuesto, y, quiza, no reciben 10 que merecedan; pero, de cualquier modo, viven bien, sus .casas y su mobiliarlo son buenos; y ... sus

    11. E. J. Hobsbawm, "The Tramping Artisan, en Econ. Hist. Review. Serle 2, III

    (1950.1951), p. 313. (Hay trad. cast.: "EI artesano ambu1ante". en Trabajadores. Es

    tudios de historia de la clase obrera, Critica, Barcelona, 1979, pp. 49-83.)

    18. Mayhew, op. cit., I, p. 351.

    A RTESANOS Y arROS 261

    vidas son todo 10 bueno que razonablemente puede esperar la parte tra-' bajadora de la humanidad. 19

    Los mineros, que en muchos distritos eran casi una casta hereditaria, tenian fama de ser unos asalariados que comparativamente ganaban bastante:

    Los muchachos de la rnina de carb6n obtienen oro y plata Los muchachos de la 6ibrica nada obtienen, sino laton ... *

    EI profesor Ashton considera probable que sus salarios fueran mas elevados en la decada de 1840 que en cualquiera de los afios de Ia gue

    ;

    rra, si se exceptua el mejor. Pero probablemente sus condiciones de trabajo eran peores.20

    Muchos grupos como este aumentaron sus salarios reales entre 1790 ~ y 1840. El progreso no fue tan uniforme ni tan continuo como a veces IIse supone. Estaba estrechamente relacionado con eI exito 0 el fracaso del sindicalismo en cada industria, y frente a esa serie salarial opti i I mista se debe siruar el desempJeo 0 la jornada reducida seglin las es , taciones.Pero si s610 nos preocupasemos de los trabajadores asocia I, dos cuaHficados que teruan un empleo regular, entonces la controversia 11 I en tome al Divel de vida haria tiempo qUe se habrfa resuelto por eI lado I

    .,i optimista.

    .! Pero de hecho, el problema en su conjunto presenta inf1nitas com r !

    ,

    plejidades. EI estudiante que se encuentra, en su libro de texto, con una .\ !,confiada afirmaci6n de este tipo:

    En 1830, e1 coste de la vida era un II por 100 mas elevado que en . 1190, pero en este lapso de tiempo los salarios urbanos hablan aumentado, al parecer, por 10 menos un 43 por 100.21

    19. Rural Rides, II, p~ 294. Frente a esta descripci6n se deberi'an situar los tempes

    tuosos incidentes ocurridos en 18 cuenca minera del noreste: el surgimiento y destruc

    cion de la union de Hepburn, entre 1830 y 1832, referidos en R. Fynes, The Miners of

    Nonhumberland and Durham, caps. 4-6, y The Skilled Labourer. caps. 2 y 3.

    * Collier lads get towd and silver, I Factory lads gets nowt but brass ... 20. Vease T. S. Ashton, The Coal-Miners of the Eighteenth Century.,,_ Econ. Jour

    nal (Sup1emento). 1(1928), pp. 325, 331,334.

    21. T. S. Ashton, The Industrial Revolution. 1760-1830, 1948, p. 158.

  • 262 LA FORMACIDN DE LA CLASE OBRERA EN INGLATERRA

    deberfa percibh iilmediatamente el peligro. No s610 se trata de que los mismos indices del coste de la.vida sean'objeto de una seria disputa (el propioprofesor Ashton ha descrito el indice sobr.e el que fundamenta su piopiaafirmaci6n como derivado, quiza, de la meta de un diab6ticO.),22 deberfamos darnos tambien cuenta de que el indice de sahirios lirbanos se basa, en 10 fundamental, en los salarios de trabajadores cualificados con plena emp1eo. Y es precisamente aqui donde aparecen . multitud de problemas adicionales. "Por que razon deberi'amos suponeT, en un perfodo de crecimiento demografico muy nipido, que 1a proporci6n de trabajadores. cualificadoscon empleo en relacion con 1a de trabajadores eventuales y desempleados deberia evolucionar de manera favorable a los primeros?

  • 264 265

    LA FORMACTON DE LA CLASE OBRERA EN INGLATERRA

    que !es permita actuar por sf misrnos, ayudados por las otrlls seeciones que tendran un interes rnlly grande en rnejorar e] espiritu, la moral y la condie.ion general de sus familias en el menor tiempo poslble .. 25

    Pero tambien debemos tener presente la inseguridad general de muchos oficiosen un periodo de rapidas innovaciones tecnicas y de debiles defensas de las trade unions. EI invento devaliia simulmneamente los viejos ofidos y encumbra a otros nuevos. El proceso es poco uniforme. En fecha tan tardia como 1818. eX Book ofEnglish Trades (un libra de bolsiUo que se bas a principal mente en los oficios de Londres) no cataloga los oficios de mecanico, constructor de maquinas de vapor o constructor de calderas; el tornero se consideraba todavia principalmente como el:ianista y las destrezas del mecanico se encuadraban en las del maquinista .. : un versatil maestro de muchos oficios, cons iderablemente ingenioso y con un gran conocimiento mecanico .. que necesita del talento y la experiencia del ensamblador, e1 fundidor de la

    . t6n y hierro. el herrero y el tomero. en su mas amplia diversidad. S610 10 aiios mas tarde se publico The Operative Mechanic and British Machinist, con no menos de 900 paginas, que mostraba la extraordinaria diversidad ~e 10 que en otro tiempo habia side el oficio de mill-wright.* Y laseparacion de nuevos oficios la podemos observar en la formaci6n de las primeras sociedades 0 trade unions que mas tarde iban a organizar los mecanicos; los bien organizados clubs de oficio de los millwrights dan lugar, a finales del siglo XVIII, a la Friendly Society of Iron-moulders (1809), la Friendly and Benevolent Society of Viceme~ and Turners (Londres, 1818), la Mechanic's Friendly Union Institution (Bradford, 1822), Steam Engine Makers' Society (Liverpool. 1824) y la Friendly Union of Mechanics (Manchester, 1826).

    Pero la progresion. de estas sociedades no nos debe ria llevar a suponer que se da un historial de avance cOlltinuo a medida que se esta-. blecen nuevOs oficios. Por el contrario, puesto que el mWwright era un aristoerata (al menos en Londres) que se encontraba protegido ala vez por su propia organizacion (que era tan poderosa que se esgrimio su existencia como razon para aprobar las Combination Acts) 26 y por

    25. Pioneer (septiembre 1833), en R. Postgate, The Builder's History, 1923, p. 93. * Disenador 0 constructor de molinos 0 de maquinaria para molinos. (N. de la t.) 26. Segun un derto ..Statement of facts respecting the Journeymen Mill-wrights en

    P. C. A.ISS, los millwrights habian aumentado sus salarios desde Zs. 6d. a 3s. por dfa en 1775 y a 4s. 6d. por dia en 1799. Los oficiales trabajaban para pequenos meneslrales que a su vez estaban empleadospor Cerveceros, MoUneros y diversos Fabricantes,

    ARTESANOS Y OTROS

    las restricciones al aprendizaje, y que mimtenia un salario de dos guineas en los primeros an os del siglo XIX, la revocaci6n de las clausulas . sobre aprendizaje del Elizabethan Statute ofArtifict:rs en 1814 le dej6 expuesto a una seria competencia. En 1824, Alexander Galloway,que habfa sido secretario adjumo de la SCL y era entonces uno delos patronos de mecanica importantes de Londres, puso de manifiesto que

    { despues de la revocacion, cuando un hombre podia trabajar en eual! quier empleo, tanto si habra servido en el uno, dos, tees 0 ningun ano, aquello decapit6 todas las asociaciones. Los viejos mill-wrights estaban tan derrotados por los nuevos trabajadores, que podrfamos pasar sin ellos, mientras que el trabajo a destajo y otros incentivos completaban el desconcierto de los sindicalistas. A los mill-_wrights, que solian mofarse y desdeiiar la reputacion de un mecanico considenlndo10 un oficio inferior y advenedizo, les tocaba ahora el turno de desaparecer. Se podfan encontrar mecanicos que no habian pasado un peri'odo de aprendizaje, por I8s. ala semana'; y la aplieacion del principio automatico al torno (el soporte de corredera 0 carretilla de Maudslay) Ilev6 a la afluencia de los jovenes y los no cualificados"

    Por 10 tanto ni siquiera esta industria -que seguramente es una de las mas notables en relacion a la introduce ion de nuevas tecnicas-. muestea unaprogresi6n c6moda en cuanto a posici6n y salarios, que sea proporcionada al ritmo de las innovadones,tecnicas. Mas, bien, muestra su punto mas alto a finales del siglo XVIII, un declive rapido en la segunda dec ada del siglo XIX, acompanada por una afluencia de mana de obra no cualificada, seguida del establecimiento de una nueva jerarqUIa y de nuevas foemas de asociaci6n. El trabajo era sumamente diferenciado, y durante algunos alios (como indica la diversidad de nombres Qe las primeras trade unions) no se sabia a ciencia ciecta que oficlO tendrfa la primacia.2' La ascension del mecanico especializado, en la industria de construcci6n de maquinaria, fue mas faei] debido a la escasez de personas con su experiencia. EI movimlento de la mana de obra en los primeros talleres mecauicos era prodigjoso~ Galloway, que

    . y cuyos taUeres se paraban por cualquier buelga. De aqu{ que los'ofieiales en huelga pudieran hacer contratos con aqutIlos, compitiendo eon sus propios patronos,

    27. Vease el testimonio de Galloway: Nuestro negocio se componede seis u ocho . secciones diferentes; los que trabajan la madera, a los que lIamamos carpinteros; estos cuentan con buenos ebanistas, ensambladores, millwrights y otms que trabajan la madera; fundidores de bjelTO y de laton; herreros, fogoneros y martilladores; ... prensadores y Iimadores: y lorneros del laton. hierro y madera de todas las variedades.

  • 266 LA FORMACI6N DE LA GLASE OBRERA EN INGLATERRA

    daba trabajoa unos ochenta 0 noventa hombres en 1824;. dec1araba que durante los 12 aiios' anteriores habian pasado entre 1.000 Y 1.500 hombres por sus talleres~ eso significa la total renqvacion de la mana de obra per annum. Agentes de algunos pattonos extranjeros recorrian Inglaterra con la esperanza de'atraer ttabajadores cualificadoshacia Pran. cia. Rusia, Alemania y Norteamerica.2l! Naturalmente. los patronos de Londres sufrian en especial. Un agente extranjero (deda Galloway) s610 tiene que apostarse a mis puertas cuando entran y salen, y obte'ner los nombres de los hombres mas capaces: de ese modo se han he~ cho muchos contratos de este tipo. Por consiguiente, los salarios de los mejores hombres subieron consulntemente mientras, hacia las decadas de 1830 y 1840, pertenecieron a una elite privilegiada. En 1845, en Messrs Hibbert y Platt's (Oldham), que era elprimer taller de maquinaria textil de Gran Bretafia, con,cerca de 2.000 obreros empleacios, se pagaban a los hombres "aliosos salarios de 30s. y mas. Los mecanicos. (se lamentaba un obrero metodista) gastaban con liberalidad, apostaban en las carreras de caballos y en las de galgos, adiestraban lebreles y comlan carne dos 0 tres veces al dia. Sin embargo, ahora Ia rueda habia dado la vuelta completa. Donde Galloway se habra visto obligado a sobornar a sus mejores hombres para que se quedaran, en 1824, ahora el oficio de mecanico se habfa multiplicado hasta tal punto que Hibbert y Platt's podfan seleccionar cuidadosamente s610 a los hombres mejor cualificados. Vi a muchos principiantes -recuerda nuestro metodista- quefueron despedidos el mismo dfa, y algunos en un perfodo de prueba todavia mas corto. EI mecanico ya no podia confiar por mas tiempo en la escasez de su oficio para proteger sus condiciones. Estaba obligado a volver al sindicalismo, y es significativo que Hibbert y Platt's fuese el centro de Ia agitacion del plante de los mecanicos de 1851.29

    28. En'un esfuerw por proteger la supremada industrial britlinica, se declar6 itegalla salida del pais para muchas clases de obreros especializados.

    29. V~se The Book ofEnglish Trades. 1818, pp. 237-241; J. Nicholson, The Operatiye Mechanic and British Machinist, 1829; J. B. Jeffrerys, The Story of the Engineers, 1945, pp. 9-I8, 35 y siguientes; First Report from Select Committee on Anizans and Machinery. 1824, pp. 23-27; Clapham, op. cic., I, pp. 151-157,550; Thomas Wood. Autobiography, Leeds, 1856. p. 12 et passim. Vease tambien W, H. Chaloner. The Hungry Fonies: A Re-Examination, Historical Association, 1957, en el que, sin embargo, se da a entehder de manera imprudente que 18s buenas condiciones de los trabajadores coo11ficados en Hibbert y Platt's son mas caracteristicas de los .,Cuarenta que las malas condiciones de los tejedores manuales.

    ARTBSANOS Y OTROS 267

    Tambien debemos tener en cuenta este solapamiento entre la extincion delosviejo.soficios y el surgimiento de los nuevos. Uno detras de otto., a medida q~e el siglo XIX avanza, los antiguos oficios domesticos se venreemplazados en la industria textil: los :tundidores, los estampadores manuales de perea!, los eardadores de la lana, los cortadores de fusUin. Y sin embargo, hay ejemplos en sentido contrario de tareas laboriosas ymal pagadas, que se hadan a domicilio a veres realizadas par nifios, que con la innovaci6n tecnica se transformaron en oficios celosamente defendidos. Asi ocurrio con el cardado en la industria de la lana que se hacia con cardas cuyo lomo era de cuero, en el que habia clavados miles de pequefios dientes de alambre; en las decadas de 1820 y 1830, este trabajo 10 hacfan niiios al precio de .zd. por 1.500 0 1.600 dientes colocados, y (nos cuentan de un pueblo paiiero del West Riding) en casi todos los hogares de los cottages, pequefios trabajadores que apenas si sablan andar aligerabanla monotonia de la fatigosa tarea pOniendo un diente en la carda por cada habitante del pueblo, diciendo en voz alta cada nombre a Ia vez que insertaban el alambre que los representaba. 30 Menos de cincuenta aiios mas tarde, las innovaciones en la maquinaria de fabricaci6n de cardas habfan permitido que la pequefia union del oficio de cardero y el de mantenimiento de maquinaria se situara en una posici6n privilegiada entre la aristocracia de Ia industria lanera.

    Pero euando reseguimos 1a historia de industrias particulares y "e'mos c6mo surgen nuevos oficios a medida que los viejos declinan, puede ocurrir que olvidemos que el viejo oficio y el nuevo casi siempre cOristituian retribuciones para personas distintas. En Ia primera mitad del siglo XIX, los industriales favorecfan cada innovacion que les permitia ptescindir de los artesanos varones adultos y reemplazarlos con mujeres 0 mano de obra juvenil. Incluso cuando se reemplazaba un oficio viejo con un nuevo prOceso que exigia 1a misma 0 mayor destreza, pocas veces encontramos a los mismos trabajadores trasladados del uno al otro, 0 desde Ia producci6n domestica ala fabrica. La inseguridad y l!i hostilidad frente a la maquinaria y la innovaci6n, no era el resultado del simple prejuicio'y (como ala saz6n suponian las autoridades) del condcirtliento insuficiente de Ia ,economia politiea. EI tundidor 0 del cardador de lana sabian bastante bien que, aunque la nueva maquinaria Ie podia ofrecer un empleo cualificado a su hijo, 0 al hijo

    30. Frank Peel .,Old Cleckheaton~, Cleckhearon Guardian'\enero-abril 1884}.

    19, - THOMPSON, 1

  • 268 LA FORMACION DE LA CLASE OBRERA EN INGLATERRA

    de cualquier otro, a el no Ie ofreeerfa ninguno. Las reeompensas de la marcha del progreso siempre parecfan ser coseehadas por otros.

    Cuando estudiemos elludismo veremos esto con mas c1aridad. Pero aun asi, solo estamos en la orilla del problema, porque esas inseguridades particulares eran solo un aspecto de la inseguridad generq.l de to;los los oficios durante este perfodo. La misma nod6n de regularidad en el empleo -en un puesto de trabajo, durante un nllinero de afios, por una eantidad regular de horas y un nive} salarial- es anacr6nica. Heroos visto que en la agricultura el problema cronico era el del empleo a tiempo parcial. Tambien era este el problema en 1a mayoria de industrias y en la experiencia urbana por 10 comun. El trabajador cualificado, que habia seguido un proceso de aprendizaje, era propietario de sus herramientas de trabajo y trabajaba en un oficio durante toda la vida, era una minoria. Es de todos conocido que en lo.s.primeros estadios de la industrializacion, las ciudades en crecimiento -ifraian....mano de obra desarraigada y migratoria de todo tipo; esta es todavia 1a experiencia actual en Africa y Asia. lneluso los trabaj adores establecidos pasaban con rapidez por una sucesi6n de empleos. Las series sal ariales extraidas de los sueldos que se pagabanen los oficios cualificados no nos ofrecen la realidad desagradable, e imposible de reducir a estadisticas, del cicIo del desempleo y del trabajo eventual que aparece en los recuerdos de un cartista del Yorkshire, que evocan su mocedad y su juventud desde finales de la dec ada de 1820 hasta la de 1840.

    Los Alios de Colegio de Tom Brown no hubiesen tenido encanto alguno para mi, puesto que nunca en mi vida asist! a un dfa de escuela; euando era muy joven tuve que empezar a trabajar, y me sacaban de 1a cama entre las 4 ylas 5 en punto ... en verano para ir con un asno a una milla y media de distancia, y luego participar en el ordeno de diversas vaeas; y pOf la tarde tenia que ir de nuevo con la leche, y se harlan los ocho antes de que acabara. Mas tarde fui a un taller de cardas y aUf tenia que hincar }.5oo dientes de carda por lhd. Desde 1842 a 1848 no llegue a cobrar 9/- de salario semanal por termino medio; elasilo y el trabajo eran diffciles de conseguir en aqueUa epoca y los salarios eran muybajos. He sido tejedor de lana, cardador de lana, pe6n caminero en el ferrocarril yen el desmonte en la cantera, por todo ello declaro que conozeo un poco la situaci6n de las clases tni.bajadoras. 31

    31. B. Wilson, The Struggles olan Old Chartist, Halifax, ]887, p. 13. EI que trabajaba en el "desmonte de la cantera. era un cantero.

    269ARTESANOS Y OTROS

    Hay algunas pruebas que indican queel problema e{llpeoraba hacia las decadas de 1820 y 1830 y durante los aDos cuarenta. Es decir, mientras los salarios evolucionaban lenta pero favorablemente en relaci6n

    . al coste de la vida, la proporci6n de trabajadores cr6nicamente subempleados evolucionaba de manera desfavorable en relaci6n a los que teman pleno empleo. Henry Mayhew, que dedic6 una secci6n de su gran estudio de los pobres de Londres at problema del trabajo eventual, erela que este era el punto capital del problema:

    En todos los oficios hay ... un exceso de mono de obra. y esto 5610 tenderfa a darle a1 empleo de un ampJio numero de trabajadores un caracter eventual mas que regular. En los oficios, en general. se hace el calculo de que una tercera parte de la mano de obra esta plenamente empleada, una tercera parte 10 esta parcialmente y una tercera parte esta desempleada durante el ano. 32

    Mayhew era sin comparaci6n el mejor investigador social de mediados de siglo. Perspicaz, ironico, objetivo y, sin embargo, compasivo, sabia apreciar todas las particularidades desagradables que se Ie escapan a la medici6n estadistica. En Una epoca de investigacion, buscaba los hechos que quienes trabajan con cifras olvidaban; escribi6 conscientemente a contra corriente de las ortodoxias de su epoca, poniendo de manifiesto sus propias terdbles leyes de la ecoDomia polftica: los salarios insuficientes provocan un exceso de trabajo y el exceso de trabajo provoea los salarios insuficientes. Sabia que cuando un viento del este obstruia el paso por el Tamesis, 20.000 estibadores de sus muelies quedaban de inmediato sin trabajo. Conoda las fluctuacio:nes estacionales del negocio de la madera 0 de la confeccion de gorras y la . reposterfa. Se tomaba la molestia de averiguar durante cuantas horas y por cuiintos meses al ano estaban en realidad emp1eados los barrenderos y los carreteros que trajinaban basuras. Asisti6 a reuniones de los que trabaj aban en los oficios que investigaba y tomaba nota de sus historias de vida. Si (como sugiere el profesor Ashton) la controversia sobre el nivel de vida se basa realmente en una estimaci6n respecto de . que grupo tenia un mayor crecimiento, los que tenian la posibilidad

    32. Maybew,op. cit., fl, p. 338. Las partes de 1a obra de Maybew en las que me he basado mas ampliamente para las proximas piiginas incluyen su relate sabre ]os sastres y los zapateros en el Morning Chronicle, ]849, yLondon Labour and the London Poor, II, pp. 335-382, m, pp. 231 y siguientes.

  • 270 LA FORMACION DE LA CLASE OBRERA EN INGLATERRA

    de participar de los beneficios del progreso econ6micol!> y, ~los que se ballaban exc1uidosl!>,entoncesla estimaci6n de Mayhew merece nuestra atenci6n. .. . .'

    Mayhew nos cia su 'estiInaci6n dela siguiente' forma:

    ... si calcu1amos quelas clases trabajador.as totalizan entre cuatro y cinco millones de personas, creo que podemos aflrmar con seguridad, teniendo

    J;l" .. en cuenta cuantos dependen de epoeas particulares como las estaciones, las modas y las easualidades para obtener empleo, y teniendo en euenta la gran caritidad de sobretrabcijo y de trabajo ehapueero que hay en . casi todos los ofieios ... la cantidad de mujeres y ninos que son ineorporados continuamente a las diversas actividades manua1es con e1 fin de reducir los ingresos de los hombres, en algunos cas os e1 desplazamiento de trabajo humane por parte de 1a maquinaria ... teniendo en cuenta todas estas casas, afrrmo que creoque podemos conduir que .. , apenas hay suficiente trabajo para el empleo regular de 1a mitad de nuestros trabajadores, de modo que s610 1.500.000 de eUos tienen pleno empleo de forma constante, mientras que 1.500.000 mas s610 estan empleados 1a mitad de su tiempo, y los 1.500.000 restantes estan completamente desempleados obteniendo de vez en cuando trabajo por un dfa debido al desplazamiento de alguno de los otroS.33

    Esto no pasa de ser una simple estimaCi6n, un intento de captar, en tenninos estadisticos, las comp1ejidades de la experiencia de Londres. Pew se basa en otros hallazgos; en particular. que por norma general ... los hombres de cada oficio que pertenecian a una asociacion comprenden mas 0 menos a uno de cada diez del conjunto ... 34 Los salarios de los hombres asodados eran los que estaban regulados por la tradicion y la presion de las trade unions; los salarios de los hombres que no pertenecian a una asociaci6n estaban deterrninados por la compe- . tici6n. En Landres, bacia la decada de 1840, habia una demarcacion clara entre las partes honrosas y deshonrosas de los mismos oficios; y los ofidos en los que esta divisi6n era escandalosa inclufan a los ebanistas, carpinteros y ensambladores, los que confeccionaban zapatos y

    33. Mayhew, op. Cit., II, pp. 364-365. Cf. Mechanics Magazine (6 de septiembre de 1823): "Es evidente que la raz6n POT Ia eual no hay trabajo para la mitad de nuestra poblaci6n es que la otTa mitad trabaja el doble de 10 que debena."

    34. Segun los datos que Mayhew pTesenta en otras partes, referentes a los ebanistas y lOll sastres, esto serfa una exageraci6n: quizas una cifra mas probable sea 1 de cada 150 1 de cada 16.

    ARrESANOS Y arROS 271

    botas, los sastres y todos los que trabajaban en lapaneria y la indus~

    tria de la construcci6n. La parte honrosa comprendia las secciones'de

    hijo y calidad; la parte.deshonrosa comprendia todo el abanico de 10

    . feo y baratol!>: los vestidosde confeccion, el mobilia rio ostentoso U ordinario, costureros chapados y espejos baratos, trabajo subcontratado

    (por los

  • LA FORMACION DE LA CLASE OBRERA EN INGLATERRA 272

    hombres; pero las peticiones de bebida que me hacfan algunos individuos, a cambio de enseiiarme c6mohacer algun tipo particular de trabajo, junto con las multas y las cuentas del taller, a menudo ascendian a siete u ocho chelines por semana, que tenia que descontar de mi guinea.3S Diez 0 veinte afios mas tarde no hubiese conseguido obtener empleo en un taller respetable 0 asociado: 1a influyente Sociedad de. Ebanistas (de 1a que el propio Lovett Ueg6 a ser presidente) habia consolidado la posici6n de sus miembros en las ramas de calidad del oficio y habia cerrado las puertas a la masa de mana de obra sin aprendizaje 0 semicualificada que damaba desde fuera. Al mismo tiempo, el oficio deshonroso habia proliferado:36 los intermediarios habian instalado mataderos 0 grandes almacenes de mobiliario, y los pobres gwret-masters* de Bethna! Green y Spitalfields empleaban a sus propias familias y a aprendices en hacer sillas y mobiliario de bajisima caUdad para vender en los almacenes a precios de regalo. Incluso los obreros mas desafortunados comprarian 0 reunirian poco a poco madera para construir costureros 0 mesas de baraj a que vendian por las calles 0 saldaban a precios reducidos en las tiendas del East End.

    La historia de cada oficio es distinta. Pero es posible indiear el esbozo de un modelo general. Aunque se acepta en general que los niveles de vida decImaron durante los aumentos de precios de los aiios de las guerras (y esto es verdaderamente cierto para los braceros, los tejedores ylos trabajadores no organizados en su conjunto), con todo la guerra estimulo mucbas indu~trias y contribuy6 al pleno empleo. En Londres el arsenal, los astilleros y los muelles estaban llenos de actividad, y babia grandes contratos del gobierno para la confecci6n de ropa y equipamientos destinados a los cuerpos militares. Birmingham Iprosper6 de manera similar basta los alios del bloqueo continental. Los. , ultimos aDos de IIi guerra presenciaron una erosion generalizada de las ! " restricciones en el aprendizaje, tanto en 1a pnictica como en 1a legis- I

    1 1"

    35. W. Lovett, Life and Struggles in Pursuit a/Bread, Knowledge. and Freedom, edici6n de 1920, I, pp. 31-32. Para la vieja costumbre de ..pagar e1 derecho de ingresO y el maiden garnish (cuando el obrero nuevo 0 e1 aprendiz tenfan que invitar a beber a todo el taller), vease J. D. Burn, A Glimpse of the Social Condition of the Working Class, sin fecha, pp. 39-40.

    36. ,Mayhew, III, p. 231, habla de 600-700 trabajadores asociadas, y 4.0()(J...5.000 trabajadares no asociadas. * Ebanista 0 cerrajero que trabajaba por cuema propia, en general en unas condiciones

    muy precarias. De aM el nombre que equivaldria a maestros de buhardilla. (N. de la t.)

    ARTESANOS Y arROS 273

    lad6n, que culminaron en la revocaei6n de las Clausulas de aprendizaje

    del Elizabethan Statute ofAnijicers , en 1814. Acorde con su posicion

    social, .10s anesanos .reaccionaron energicamente ante esa amenaza. De

    bemos recordar que en aquella epoca habia muy poca escolarizaciony

    no existfan nj institutos mecanicos ni escuelas tecnicas, y que ]a tecni

    ca y el misterio del oficio se transmitian casi por completo median

    te el precepto y el ejemplo en el taller, por parte del oficial a su apren

    diz. Los artesanos eonsideraban este secreto como prqpiedad suya y

    afirmaban su derecho incuestionable al uso y disfrute privado y exclu

    'sivo de .sus ... artes y oficios. En consecuencia, no solo opusieron re

    . sistencia a la revocaci6n, formandose en Londres un consejo de ofi

    dos nacientes y. recogiendo 60.000 firmas a nivel nacional para una

    petici6n dirigida a reforzar las leyes del aprendizaje,37 sino que bay

    pruebas de que, como eonsecuencia de la amenaza, los clubs de oficios

    se reforzaron rea]mente, de modo que muchos artesanos de Londres sa

    Heron de las guerras en una situaci6n comparativamente fuerte;

    Pero en este punto las. historias de los diferentes oficios empiezan

    a diverger. La presion de la marea de los trabajadores no cualificados,

    que golpeaba las puertas, se abri6 camino de distintas formas y con di

    versos grados de violencia. En algunos oficios la demarcaci6n .entre un

    oficio honroso y otro deshonroso podia detectarse ya en el siglo

    xvm.

    38 El heCho de que el ofieio honroso hubiese mantenido su posi

    cion a pesar de la exlstencia, desde hacia mucho tiempo, de esta ame

    naza, se puede explicar por vadas razones. Gran parte de los ofidos

    del siglo XVDJ se dedicaba a los articulos de lujo, 10 cual exigia una ca

    Udad de hechura que no podia obtenerse con trabajo mal pagado. Ade

    . mas, en las~ epocas de pleno empleo, el ofitio deshonroso a pequeiia escala podia ofrecer, en realidad, mejores condiciones que aqueUos oficios de los hombres que pertenecfan a una asociaci6n. Asi, la Gorgon observ6, en 1818, a prop6sito de los opticos y los fundidores de tipos de imprenta, que habian aumentado ... ~ f

    1;una pequeiia clase de hombres de oficio, llamados garret-masters, que z no s610 venden sus manufacturas a precio ma.s bajo que las de aquellos "

    .jlii1 I:37. Vease T. K. Derry, ..Repeal of the Apprenticeship Clauses of the Statute of Ap I'I: prentices.. , Econ. Hist. Review, ill (1931-i932), p. 67. Vease tambub vol. 2, p. 86. !I;38. La doctora Dorothy George observa que hay garret-masteny Chamber-masters !l: entre los relojeros y los zapateros: vease London Life in the 18th Century, pp. 172-175, ;i r 197-198. Vease tambien E. W. Gilboy, Wages in Eighleenth Century England, Cambrid f:ge, Mass., 1934. :~

    ~ ;"

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  • 274 LA PORMACl6N DE LA CLASE OBRERA EN INGLATERRA

    que poseen una gran capital, y que tienen el oficio en 'Una escala mas extensiva, sino queen realidad pagan salarios mas elevados a los hom .':: bres que emplean. Creeinos que esto es 10 que ocurre en todos los ofi:"

    . D . .

    CIOS .. ,

    El p~rfil de esta demarcaci6n se puede ver en la diferenciaci6n que existla entre los sastres Flint y Dung, 'y entre los agresivos y bien organizados zapateros que confeccionaban zapatos para las damas y los trabajadores d.el oficio de confecci6n de botas y zapatos para hombres. Sin embargo, los zapateros de ambos grupos fueron de los primeros que experimentaron de Ileno el efecto del influjo de los trabajadores ilegales. La posici6n de los londinenses se debilit6 con el crecimiento de' la gran industria de lao bota y el zapato, en la que predominaba e1 tra.; bajo a domicilio, de Northamptonshire y Staffordshire.40 Allen Davenport, Un socialista spenceano, recogi6 algunos incidentes de 1a historia de los zapateros de Londres:

    En 1810 empece a trabajar para el sefior Bainbridge, y entonces fue cuando asisti por primera vez a una reunion de taller, porque todos los talleres donde habfa trabajado con anterioridad estaban desconectados de cualquier reunion ... quizli se les consideraba demasiado insignificantes ... Fui recibido con amabiHdad por los miembros de la quinta secci6n de operarios de mujeres (es decir, los que confeccionaban zapatos de mujer) , que luego se reuni6 en el York Arms, en Holborn; y en muy poco tiempo me converti en de1egado.... Desde que ingrese hasta 1813, la de operarios de mujeres adquiri6 una gran fuerza en cuanto al numero de sus miembros y experimento un aumento considerable en cuanto a recursos pecuniarios. Tenfamos a la vez catorce divisiones en Londres, que ademas de formar parte de la union, mantenfan correspondencia regulareon gente del ofido en cada ciudad y poblaci6n de alguna importancia, por todo el reino. Pero hacia eSta epoca el ofiCio inicio un pleito contra un patrono que liabia empleado a un trabajador ilegal y se negaba a despedirle. El caso fue llevado a los Tribunales Reales por dos inte1igentes compaiieros de taller ... ayudados por un abogado. '" Ganamos el caso, pero el proceso le costa al oficio den libras que fueron dinero

    ARTESANOS Y OTROS 275

    malgastado, porque casi inmediatamente despues se revoc6 la ley de Elizabeth que consideraba ilegal que un patrono emplease a un hombre que

    . no hubiese hecho el aprendizaje en nuestro oficio; y entonces el oficio qued6 abierto a tOdo el mundo.

    En la 'primavera de 1813, la union sostuvo una huelga en apoyo de una lista de precios detallada: se concedieron todas las demandas y vo1vimos c6modamente a nuestro trabajo;

    Pero algunos de los miembros mas turbulentos, embriagados p()r el roto de 18. Iiltima huelga, propusieron alocadamente que empezasemos otra huelga pocas semanas despues .... Esta arrogante forma de proceder suscit6 una crisis en el oficio; los patronos, que basta aquel momento no estaban asociados y no se conocfan unos a otros, se alarmaron. se Teunieron y formaron una asociaci6n y, al estar completamente organizados, resistieron la huelga; los hombres fueron derrotados y dispersados a los cuatro vientos y dentos de hombres, mujeres y niiios sufrieron las mayores privaciones durante el invierno siguiente. En esta hue1ga situo la fecha de la carda del poder de los trabajadores, y el ioicio del despotismo entre los patronos zapateros.41

    Se puede calibrar el encarnizamiento de la lucha de los zapateros por el extremo radicalismo de muchos de sus miembros a 10 largo de los aDos de posguerra. Los que confeccionaban zapatos para las damas alcanzaron su posici6n en los aiios del boom, 1820-1825; perola recesi6n de 1826 mostr6 su debilidad inmediatamente. Los hombres organizados se encontraban rodeados de multitud de pequeiios talleres desbonrosos, en los que snobs 0 translators* confeccionaban zapatos a 8d. 0 Is. el par. En el otono de 1826, algunos de sus miembros fueron procesados por motin y asalto a rafz de una huelga de una duraci6n de siete 0 mas semanas; se afirmaba que un sindicalista Ie habia dicho a un esquirol,. que Ie deberian haber sacado el bi'gado por trabajar a un precio inferior.42 Pero los obreros del ramo de laconfecci6n de botas y zapatos, a pesar de todo, mantuvieron algun tipo de orgailizaci6n nacional, y en la gran ola de creaci6n de unions, de

    41. Ufe de Davenport, reimpreso en National Co-operative Leader, 1861. Estoy en 39. Gor:gon (21 de noviembre de 1818). dellda con eI seiior Roydon por dirigir mi atenci6n bacia esta fuente. 40. VeaseClapham, op. cit., I, pp. 167-170; M. D. George.op. cit., pp. 195-201; '" La primera palabra bace referencia a los zapateros remendones. La segunda se reA. Fox, History of the National Union ofBoot and Shoe Operatives, Oxford, 1958, pp.

    fiere en particular a los remendones que remozan los zapatos viejos, (N. de la 1.)12,20-23. Para el regIamentode los Oficiales de 1a Confecci6n de BOlaS y Zapatos, 1803, 42. Trades Newspaper (10 de septiembre, 10 de diciembre de 1.826).

    vease Aspinall, up. cit. pp. 80-82.

  • 276 277 LA FORMACION DE LA CLASE OBRERA EN INGLATERRA

    1832-1834, los trabajadores a domicilio de Northamptonshire y 'Staffordshire se incorporaron a la misma lucha porIa igualaci6n.4l S610 Ia destrUcci6n gem:ralizada del sindicalismo en 1834 les priv6 de SU ca~ tegoria de artesanos.

    Los Sastres mantuvieron su categoria de artesanos dlJrante bastante mas tiempo. Podemos tomar su union como modelo de las trade unions cuasilegales de los artesanos.44 En 1818 Francis Place publico el relato mas completo que poseemos acerca de su actuaci6n. Gracias a la organizacion eficaz los sastres de Londres habian conseguido empujar hacia arriba sus salarios durante la guerra, aunque probablemente quedandose un poco por detnis del avance del coste de la vida. Las cifras son la siguientes (en el promedio que ofrece Place), 1795, 25s.; 1801,278.; 1807, 30s.; 1810, 33s; 1813, 36s. Con cada avance Ia resistencia de los patronos se volvi6 mas firme: En cua]quiera de esos perfodos, no se obtuvo un solo chelin que no fuese ala fuerza. Yen los numerosos locales de reuni6n de los sastres Flint,. se llevaban libros con los nombres de los miembros, y los patronos las utilizaban virtualmente como agendas de colocacion.4s Nadie esta autorizado a pedir emp]eo, los patronos tienen que recurrir a la union. EI trabajo se asignaba por lista de tanda, y la union disciplinaba a quienes no eran buenos trabajadores. Los sastrestenfan una suscripcion doble, la cotizacion mas grande se reservaba para los subsidios y II!. mas pequena para las necesidades de la propia union. Era obligado hacer una jornada . laboral de dace horns, excepto en las epocas de plenoempleo. Habia recaudaciones para los desempleados y se podian hacer recaudaciones especiales cuando se preparaba una huelga, con respecto a 10 cua110s miembros no hacian preguntas, incluso en el caso de que no se les hubiese expIicado el objetivo. La direccion real de la union se protegia cuidadosamente de la persecucion a que estaba sujeta bajo las Combination Acts. Cada local de reunion tenia un representante,

    escogido mediante una especie de acuerdo tacito, con frecuencia sin que una gran mayorfa sepa quien ha sido escogido. Los representantes for

    43, Vease mas adelanle, p. 474, para 1a organizaci6n en Nantwich. 44. Place consideraba que 1a asociaci6n de los sastres era: con mucho, la mas per

    fecta de tOOas", Pero, por supuesto, tenia la oportunidad excepcional de descubrir sus secretos.

    45. Cf. anuncios como este en los peri6dicos: Trabajador competente para dirigir cualquier obra en la rama de Is construcci6n, se puede conseguir dirigiendose a los siguientes locales .. ,J> (oficiales carpinteros, en Trades Newspaper 17 de julio de 1825).

    ARTESANOS Y OTROS

    man un comite, y escogen de nuevo, de forma algo parecida, un comite mriy pequeno, en el que, en ocasiones muy especiales, reside todo el poder ...

    Ninguna ley podIa suprimirlo -escribio Place-, nada excepto la falta de reserva entre los mismos hombres podia impedir su existencia. Y de hecho los Caballeros de la Aguja parecfan sumamente fuertes, al menos hasta la recesion de 1826. Su organizacion se podria describir con imparcialidad como casi un sistema militar. Pero en el propio relato de Place se escondf~ un presentimiento de debilidad:

    Estan divididos en dos dases, Ilamadas Flints y Dungs; los Flints tienen mas de treinta locales de reuni6n, y los Dungs alrededor de nueve o diez; los Flints trabajan por dias, los Dungs por dias 0 por piezas. Entre .ellos .existla una gran hostilidad anteriormente, porque los Dungs trabajaban en general a cambio de salarios mas bajos, pero durante los 111 timos afios no han habido grandes diferencias en los salarios ... y en . algunas de las ultimas huelgas, habitualmente ambas partes han becbo causa comlin.

    Esto puede verse como un intento impresionante de mantener a1 oficio deshonroso en algun tipo de relacion organizativa con los FlintS, que eran extremadamente conscientes de su posicionsociaI..En 1824, Place calculaba una proporciQn de un Dungpor cada tres Flints; pero los Dungs trabajan muchas mas horas y sus familias les ayudan. Hacia principios de Ia decada de 1830, la marea del oficio barato y de confeedon ya no se podia ren-enar por mas tiempo. Los Caballeros fue- . ron por fin degradados en 1834, s610 despues de un conflicto formidable, en el que sedijo que 20.000 estaban en huelga bajo ellema

    .de' igualaci on .46 . John Wade todavfa podia hablar de los sastres de Londres de 1833,

    como trabajadores qUe tienen una remuneracion mas elevada de la que ~

    recibe por regia generalla gente trabajadora de la metropoli,.. En ver;'I dad, los citaba como un ejemplo de artesanos que gracias a Ia fuerza \.

    46. Gorgon (26 de septiembre, 3 y 10 de octubre de 1818); First Report .. Arr~ansi I1.1Id Machi:nery. 1824, pp. 45-46: Cole y Filson, Gp. cit., pp. 106-107; [T. Carter], Me1.~,., I, :::= moirs of a Working Man, 1845, pp. 122-124. Para la huelga de IS34, vease G. D. H. :':, Cole, Attempts at General Union, 1953. Para el antagonismo entre los organizados SOIlli .f;: brereros y los deshonrosos alcomoques,., vease J. D. Burn. op. cit . pp. 41-42; 49-50 .

    ... \.Ii~, " .~ji:. ":',

    .1,,:

  • 279 278 LA FORMACION DE LA CLASE OBRERA EN INGLATERRA

    de su asociaci6n habfan "fortalecido sus propios mtereses frente a los intereses delpliblico y de otras. gentes -tntbajadoras.47 Sin embargo~ cuando Mayhew empezo su investigacion para e1 Morning Chronicle, en -1849, citaba a los sastres como uno de los peores ejemplosde industria exp1otada, barata y de mala calidad~. Mayhew calculaba que de )0823.517 sastres de Londres;en 1849habia 2.748 maestros sastres independientes. De los restantes, 3.000 eran hombres asociados en el oficio honroso (en comparacion con los 5.090 0 6.000 que 10 estaban en 1821), y los 18.000 que estaban en el oficio deshonroso dependian comp1etamente para sus ingresos de grandes intennediarios de los negocios del slop"* 0 de la confecci6n.

    La situaci6n de Londres no deberia considerarse excepcional, aunque Londres fuese la Atenas del artesano. Y es iinportante observar que existe un mode10 de explotaei6n que contradice las pruebas de las series salariales recopiladas a partir de los precios de la mano de obra que se hallaba en los oficios honrosos. Este adopta la forma tanto de la desintegraci6n de las restricciones y las condiciones tradicionales, como de las defensas de las trade unions. En general es cierto que los oficiosartesanos atravesaron dos perfodos criticos de conflicto. El prirnero fue en 1812-1814, cuando las regulaciones referentes al aprendizaje fueron revocadas. Aquellos oficios, como el de los zapateros y el de los sastres, que tenfan ya una organizacion fuerte, fueran las unions 0 los clubs del oficio, pudieron defender en alguna medida su situacion de-spues de la revocacion, mediante huelgas y otras formas de accion directa, aunque en los mismos anos se diera una mayor organizacion entre los patronos. Pero la consolidaci6n en tal1eres asociados cerrados, entre 1815 y 1830, se hizo a un precio. Se mantuvo a los ilegales fuera de las mejores partes del oficio s610 para aumentar el ntimero de los que estaban fuera, en el desorganizado oficio deshonroso. El segun:10 perfodo critico es 1833-1835, cuando,- en la cresta de la gran ola de las trade unions, se hleieron intentos de igualar" las condiciones, disminuir las horas de trabajo en el oficio honroso y suprimir el trabajo :1eshonroso. Esos intentos (senaladamente el de los sastres de Londres) 10 solo fracasaron ante las fuerzas conjugadas de los patronos y el go:>ierno, ademas condujeron a un deterioro al menos'temporal de la po,ici6n de los trabajadores asociados. Los historiadores de la econo

    47. 1. Wade, History o/the Middle and Working Classes, 5" edici6n, 1835, p. 293. * Prendas de vestir, de confecci6n. baratas y de mala calidad. (N. de la t.)

    . ARTESANOS Y arROS

    mfa deberian eonsiderar los casos de los martires de Tolpuddle y de los grandes cierres patron ales de 1834 como algo tan importante para todas las clases de trabajo como los radicales y los sindica1istas de ia epaca opinaban que 10 fueron. 48 .

    Pero este conflicto entre los artesanos y los grandes patronos solo rue parte de un modelo de exp10tacion miis general.' La parte deshon

    . rosa del oficio crecio con el desplazamiento de los pequenos menestrales (que empleaban a unos pocos oficiales y aprendices) por parte de grandes fabricas e intermediarios (que empleaban trabajadores a doIiricilio 0 subcontrataban); con el hundimiento de cualquier protecci6n significativa del aprendizaje (excepto en la honrosa isla) y el influjo de las mujeres y los ninos, no cualificados; con el aumento de horas y de trabajo losdomingos; y con la rebaja de los salarios, los precios del trabajo a destajo y por tarea realizada. La fonna y la extension del deterioro esta en relaci6n directa a las condiciones materiales de la industria: el coste de las materias primas, las herramientas, la cualificaci6n . necesaria, las condiciones que favorecen 0 desalientan la organizaci6n de las trade unions, la naturaleza del mercado. Asi, los ebanistas y los zapateros podian obtener sus matenales baratos y ser propietarios de sus propias herramientas, de modo que el artesano sin empleo se esta

    ! bleda como garret-master 0 chamber-master,* con toda su familia trabajando--y quiza otros menores- cerca de siete dias ala semana y vendiendo los productos por cuenta propia. Los carpinteros que necesitaban una inversi6n mas costosa no tuvieron otta salida que losgrandes talleres en los que se mantenfa un ritmo infernal deproduccion de objetos sin valor bajo la vigilancia de un capataz. y donde cada hombre que se quedaba atras era despedido. Los trabajadoresde sastreria, que pocas veces podfan adquirir sus propias telas, se volvieron totalmente dependientes de los intennediarios que cultivaban el trabajo extemo a precios de explotacion. La costura -un oficio notorian1~nte

    i explotado- la hacian costureras (a menudo inmigrantes del campoI

    o de pequenas ciudades) en talleres contratados por establecimientos i I mas grandes. El trabajadorde la construccion, que no podia ni com

    prar sus ladrillos ni vender por su cuenta una parte de una catedral por las calles, se encontraba a merced del subconttatista; incluso el traba-. I

    ! 48. La mejor descripci6n -aunque todavia incornpleta- de este segundo perfodo se 'i

    encuentra en G. D. H, Cole, Attempts at General Union.

    I * Zapatero que trabaja en su propia casa. (N_ de La t.)

    I 1

  • 280 LA FORMAC10N DE LA CLASE OBRERA EN INGLATERRA

    jador cualificado asociado esperaba que Ie despidiesen en los meses de invierno; y ambos tipos de trabajadores intentaban con frecuencia escapar de su situaci6n apurada mediante la construccion especulativa

    directa~ la tierra -como dice Clapham- alquilada a cambio de promesas, los materiales conseguidos a base de creditos, con una hipoteca sobre la casa a medio construir. antes de ser vendida 0 arrendada, y un elevado riesgo de quiebra.49 Por otra parte, el constructor de coches, el constructor de navlos 0 el mecanico que no eran propietarios de todas sus herramientas ni adquirian sus propios materiales, estaban, siD embargo, bien situados, en razon del camcter de su trabajo y de la escasez de personas de sti oficio, para~mantener 0 extender las defensas de la trade union.

    . En los viejos centros provinciales tuvo Iugar un hundimiento parecido de la categorfa del artesano. Se dan muchas compIejidades y modificaciones. Por un lado, fa industria de botas y zapatos de Stafford y de Northamptonshire habia perdidodesde bacia tiempo su caracter artesano y se llevaba a cabo en base a un trabajo a domicilio, en un momento en que los zapateros de Londres estaban todavfa inten~ndo fre

    nar el oficio deshonroso. Por otra parte, la especializacion extrema de la industria cuchillera de Sheffield -junto con las tradiciones politic as . y de las trade unions, excepcionalmente fuertes, de onos obreros que habian sido los mas resueltos jacobinos- habia conducido al mantenimierito de la posici6n del trabajador cualificado en un mundo intermedio de semiindependencia, en don de trabajaba para un comerciante (y, a veces, para mas de uno), alquilaba su fuerza motriz en la rueda publica, y observaba de manera estricta las listas de precios. A pesar de la Declaraci6n de los CuChilleros de Sheffield (1814) que abolia las restricciones que habian limit ado el oficio a los hombres avecindados* y que daba paso a una situaci6n en la que cualquier persona puede trabajar en los oficios asociados sin necesidad deestar avecindado, y puede tomar cualquier numero de aprendices por el tiempo que sea, las unions eran suficientemente fuertes -a veces con la ayuda del robo y la destrucci6n!> y otras formas de intimidaci6n- para frenar el avance de los no cualificados, aunque existia la amenaza continua de los pequeiios menestrales, a veceS hombres ilegales uoficillles que traba

    49. Clapham, op. cit., I, p. 174. * En el original ingles freemen~. hombres que posefan los derechos de ciudadania

    o vecindad de una ciudad. (N. de fa t.)

    ARTESANOS Y arROS

    jaban por cuentapropia, que intentaban rebajar los precios para comp etir coneI oficio legal. 50 En las industrias de Birmingham se encuentran todo tipo de variantes, desde el gran taller, pasando por los labermtos de los pequefios talleres y los oficiales que trabajaban por cuenta propia, honrosos y deshonrosos, a los trabajadores a dorriicilio medio desnudos y degradados que vivian en las poblaciones don de se fabricaban c1avos. Una descripci6n de Wolverhampton en 1819, nos muestra como aparecia el garret master en llna epoca de depresion:

    EI orden de las cosas ... esta completamente invertido. Hoy dia, el . ultimo recurso del famelico oficial es establecerse como patrono, su patrono no Ie puede dar trabajo del que sacar cualquier beneficio y se ve obligado por 10 tanto adespedirle; entonces el pobre infeliz vende su cama, y compra un yunque, se procura un poco de hierro, y cuando ha manufacturadounos pocos amculos, los vende por ah( ... a cambio de 10 que le den. .,. Antes podria haber cobrado lOs. a la semana trabajando como criado; perc ahora es afortunado si obtiene 7s. trabajando como patrono fabricante. 51

    En Ia industria de tejido de cintas de Coventry habra otra situaci6n intennedia, medio trabajador adomicilio, medio artesano: los tejedores que conservaban una condici6n artesana precaria, eran propietarios de sus costosos tel ares y a veces empleaban a un mancebo; mientras que otros tejedores de la ciudad estaban empleados en talleres 0 fabricas por salarios equiparables, pero hacia elnorte, en los pueblos tejedores habia una amplia fuente de reserva de tejeclores medio desempleados, que trabajaban a precios degradados como trabajadores a domicilio even- .

    52tuales .. nesde un punto de vista, puede considerarse que la autentica indus.;

    tria a domicilio es aquella que ha perdido completamente su categoda artesanal y en la que no queda patte honrosa alguna deloficio:

    50. T. A. Ward (comp. A. B. Bell), Peeps in to the Past, 1909, pp. 216 Y siguien. les; S. Ponard, A History ofLabour in Sheffield, Liverpool, 1959, cap. 2; Clapham, op. cit., I, p. 174.

    51. New Monthly Magazine (I de julio de J819), citado por S. Maccoby, op. cit p. 335. Vease tambien T. S. Ashton, "The Domestic System in the Early Lancashire Tool Trade, Econ. Journal (Suplemento. 1926-1929), I, pp. 131 y siguientes.

    52. Vease el lticido relato en 1. Prest, The Industrial Revolurion in Coventry, Oxford University Press, 1960, caps. 3 y 4.

  • 282 LA FORMACl6N DE LA CLASE OBRERA EN INGLATERRA

    Se puede deck que el mlbajo capitalista a domicilio esta.establecido pOl' completo 8610 cuando el mater:ful perteilece al patrono comercian- .. tey se Ie devuelve desp.ues de qUe el proceso, para el cual se necesim. la destreza del trabajador a domicilio, se ha completado: la lana distri~ buidapa,ra.ser bUada, el hilo . .distribuido para ser tejido; la camisa distribuida para ..coser las costuras . poner escudetes y ribetes,el cuero que es devuelto en .forma de botas.53 .

    Clapham estimaba que esta era la fonna predominante de organiZaci6n industrial durante el reinado de Jorge IV; y si anadimos a los verdaderos trabajadores a domicilio (tejedores manuales, los que hadan clavos, la mayor parte de los cardadores, los que hacian cadenas, al- . gunos trabajadores del calzado, los tejedores de punto, los cortadores de fustan, los guanteros, algunos alfareros, las encajeras de bolillos y muchos mas) los que trabajaban en las partes ..deshonrosas de los opcios artesanos urbanos y de Londres, probablemente SigHio siendo dominante hasta 1840.

    Mas adelante estudiaremos al tejedor como ejemplo del trabajador a domicilio. Pero existen algunos aspectos generales que ponen en relacion a los trabajadores a domicilio y a los artesanos. En primer lugar. no vale la pena dar razones convincentes de la situaci6n de los tejedores 0 de los trabajadores del ",slop como ejemplos del declinar de los viejos oficios que estaban siendo desplazados por un proceso mecanico; ni tampoco aceptaremos la afirmaci6n, en su contexto peyorativo, de que los ingresos mas bajos se daban, no entre los que trabajaban en la fabriea, sino entre los trabajadores a domicilio, cuyas tradiciones y metodos eran los del siglo XVIIl.54 Lo que nos sugieren estas afirmaciones es que estas condiciones se pueden, de algun modo, separar en nuestra mente del verdadero impulso de mejora de la Revolucian industrial; perteneeen a un orden preindustrial mas viejo, en tanto que los autenticos rasgos del nuevo orden capitalism se pueden' ver donde hay vapor, operarios de las fabricas y mecarucos que cornen carne. Pero el n6merode los que trabajaban en la industria domestica se multiplie6 enormemente entre 1780 y 1830; Y muy a menudo el vapor y la jabrica eran los multiplicadores. Los que empleaban a los trabajadores a domicilio eran las fabricas que hilaban el hilo y las fundi

    53. Clapbam,op. cit., I, p. 179. 54. F. A; Hayeky T. S. Asbton en Capitalism and the Historians, pp. 27-28, 36.

    AlITBSANOS Y arROS 283

    clones que hacian las varillas de. los c1avos. La ideologia puede desear . exaltar una y desacreditar a la otra, pero los hechos nos -deben llevar a decir' que cada una era un componente complementario de un solo proceso. Este proceso multiplic6 primero a los trabajadores manuales (estampadores manuales de perea!. tejedores, cortadores de fostan, cardadores) y luego hizo desaparecer su sustento con la n~eva maquinaria. Ademas, la degradaci6n de los trabajadores. a domicilio muy pocas veces foe tan simple como indica la frase desplazados pOl' un proceso mecanico; se llev6 a cabo con metodos de explotaci6n parecidos a los que habia en los oficios deshonrosos y a menudo precedi6 a la competencia de la maquina. Tampoco es cierto que las tradiciones y los metodos de los trabajadores a domicilio foeran los del siglo XvnI. El limco grupo amplio de trabajadores a domicilio de aquel siglo cuyas condiciones anticiparon las de los proletarios a tiempo parcial del siglo XIX que hacfan trabajo a domicHio son los tejedores de seda de Spitalfields; y esto debido a que 1aRevoluci6n indus.trial en la seda precedi6 a la del algod6n y 1a lana. En verdad, podemos decir que el trabajo a domicilio explotado a gran eseala foe tan intrinseco a esta revoluci6n, como 10 foe la produeci6n fabril 0 el vapor. Por 10 que se refiere a las tradiciones y metodos de los trabajadores del slop en el oficio deshonroso, estos, POl' supuesto, han side endemicos durante siglos dondequiera que hubiese mana de obra barata y abundaD.teo Sin embargo, debi6 aparecer como un cambio serio de las condiciones de los artesanos 10ndinenses de finales del siglo xvm.

    Lo que podemos afirmar con seguridad es que el artesano sentia que su posici6n social y su nivel de vida estaban amenazados 0 se habian deteriorado entre 1815 y 1840. La innovaci6n tecnica y 1a superabundancia de mana de obra barata debilitaban su posici6n. No tenia derechos politicos y el poder del Estadose utilizaba, aunque s610 fuese de. manera caprichosa, para destruir sus trade unions. Como demostro c1aramente Mayhew, el pago de un sueldo insuficiente (en los oficios deshonrosos) no solo provoeaba el trabajo exeesivo, tambien provocaba que hubiese menos trabajo por todos lados. Esta. experiencia es la que subyace a 1a radicalizaci6n politica de los artesanos y, de forma mas drastica, de los trabajadores a domicilio. Las injusticias reales e ima-' ginadas se combinan para dar forma a su c6lera: el prestigio perdido, la degradacion econ6mica directa, la rdida del orgullo del oficio a medida que este se envilecfa, las perdidas aspiraciones de llegar a. ser patronos (como todavia podlan esperar los hombres de la generaci6n.

    20. - THOMPSO~. I

  • 284 LA FORMACION DE LA CLASE OBRERA EN INGLATERRA

    de Hardy y Place). Los hombres que estabanasociados, aunque eran mas afortunados,no eran los menos radicales; muchos de los lideres de Ia elase obrera de Londies y las provinciasprovenfan, 10 mismo que William Lovett, de ese estratO social. S6lo habfan po dido mantener su posici6n social gracias a su ingreso en la rrriJitancia en las trade unions; y su fonna de ganar ei sustento les proporcionaba una educacion comente en .los vicios de la eompetencia y las virtudes de la accion colectiva. Presenciaban c6mo los vecinos 0 companeros de taller menos afortunados (debido a un accidente 0 a su debilidad por la bebida) eaian en los mas bajos fondos. Quienes se eneontraban en esos fondos eran los mas necesitados, pero tambien quienes menos tiempo tenian de reflexi6n politica.

    Si los braceros del agro suspiraban por la tierra, los artesanos aspiraban a la independencia. Estaaspiraci6n tine gran parte de la historia del radicalismo primitivo de 1a elase obrera. Pero en Londres el suefio de convertirse en un pequeno men estral (que todavia era fuerte en la decada de 1790; y aun 10 era en Birmingham en la decada de 1830) no podfasostenerse, en las deeadas de 1820 y 1830, frente a las experiencias de los chamber 0 garret-masters; una independencia que significaba la esclavitud de toda la semana respecto de los almacenes 0 a los talleres de slop. Esto nos ayuda a explicar la slibita olel da de apoyo al owenismo, a finales de la decada de 1820; las tradicic nes de las trade unions y la aspiracion a la independencia estaban entrelazadas en laidea del control social de los propios medios de sUlJsistencia; se trataba.de una independencia colectiva.5s Cuando la mayor parte de las empresas owenitas fracasaron, e1 artesano de Londres todavia luch6 hasta el final: cuando se acabaron el cuero, la madera y la tela, pasaron a engrosar el tropel de los vendedores ca11ejeros que pregonaban la venta de cordones de zapato, de naranjas 0 nueces. Principalmente se trataba de trabajadores rorales que ingresaron en los grandes talleres. E1 artesano de origen 10ndinense apenas podia soportar e1 ritmo, pero tampoco queria convertirse en un proletario.

    Quiza nO hemos clarificado los indices salari~es, perQ hemos propuesto una forma de interpretar y eridcar esos indices tal y como se nos presentan ahora. En particular, debemos averiguar siempre si las cifras se han obtenido a partir de los trabajadores asociados 0 no asociados

    55. Vease la discl1sion del owenismo mas adelimte, voL 2, pp. 391-422.

    285ARTESANOS Y OTROS

    y cmin lejos lleg6 la division, en cualquier oficio y en eualquier momentodetenninado. Hubo ciertas experiencias comunes a la mayor parte de ofieios e industrias. Unas poeas no se vieron afeetadas durante la depresion de la posguerra, y la mayor parte de ellas fueron boyantes entre 1820 y 1825; por supuesto, en un perfodo como aquel, del mas pleno empleo, los oficios deshonrosos podlan extender realmente suradio de aeci6n y pasar casi inadvertidos, puesto que no amenazaban la situaci6n de los obreros asociados. Los doce meses pOsteriores a la revoeacion de las Combination Acts fueron un perfodo de optimismo excepcional, cuando la prosperidad general junto con el agresivo sindicalismo llev6 a considerables avances por parte de muchos grupos de trabajadores. En el verano de 1825, se publico un infonne de las alfa- rerfas en el Trades Newspaper, que admitfa su situaci6n de prosperidad en un lenguaje completamente ins6lito en el periodismo radical u obrero de la epoca. Seria difieil sefialar un perfodo ... en el que las clases trabajadoras, excepci6n hecha de los tejedores, hayan disfruta:do de un grado mas elevado de bienestar. Las alfarerfas habian side sacudidas, durante los acho meses anteriores, por una verdadera oleada de huelgas:

    En Staffordshire, los carpinteros fueron los primeros en ponerse en huelga, y luego todos los demas oficios tomaron el relevo por tumo. Los mineros sablan que los alfareros no podian seguir adelante sin elIos, y cuando los Ultimos hubieron obtenido un avance, no se levant6 m.un solo pico, ni se baj6 un solo cubo .... Los alfareros resistieron un segundo momento y jugai'On sus cartas con la siguiente declaracion, que un trabajador ordinario hoy en dia cobra 6$. al di'a, mientras que un oficial de mayor categoria que trabaje a destajo ingresa realmente 3 libras a la semana. Inc1uso los sastres se negaron tenazmente a cortar, coser, planchar 0 hacer las costuras' 0 acolchar un cuello, a menos que supieran la razon detalhida; mientras que los animosos barberos ... insistian en ob~ tener un anticipo del 50 por 100 ... S6

    Gran parte de estas conquistas se perdieron ~n 1826, Se recuperaron en los 3 aiios siguientes y se volvieron a perder de' nuevo a principios de la dec ada de 1830. Y dentro de esta historia mas amplia se encuentran las historias particulares de los oficios individuales. En general, en

    56. Trades Newspaper (24 de jlllio de 1825). Vase tamblen W. H. Warburton, His. tory ofT.U. Organization in the North Staffordshire Potteries. 1931, pp. 28-32.

  • 286 LA FORMACION DE LACLASEOBRERA EN INGLATERRA

    aquellas industrias en las que se necesitaba mucho capital, tecn:ica y rna': quinaria el artesano perdi6algo de su indePendencia; pero pas6 a ser, . por etapas ba&tante senci11as.un proletarlo especmHzado e. incluso privilegiado: el milt-wright se convirtio en meclinicoo trabaJador del me- tal, eloficio dec6nstructor de navios estaba todavia dividido entre leis ofidos de la construcci6n navaL En aquel1as mdustrias en las que se podia prescindir de trabajo 0 se podIa hacer entrar mario de obra joven . o no cualificada, el ar:t;esano conservaba algo de su independencia. pero solo al precio de una inseguridad creciente y una seria perdida de categoria.

    Lo que mas nos interesara cuando volvamos a la historia politica de los aiios de la posguerra es el punta de vista del artesano: Podemos ser; por 10 tanto, mas impresionistas al tratar a aquellos que vivian en los bajos fondos indignos de aquel. De hecho, se conoce menos acerca de los trabajadores no cualificados durante las primeras decadas del siglo XIX, puesto que no tenian unions. pocas veces ternan lideres que articulasen sus agravios y pocos comites parlamentarios investigaron su situaci6n a no ser como problema sanitario 0 de vivienda. El artesano degrad ado pocas veces tenia las condiciones ffsicas 0 las aptitudes necesarias para incorporarse a las penosas tareas semicualificadas 0 no cualificadas. Estos grupos de ocupaci6n 0 bien se reclutaban a sl mismos 0 se ampliaban por medio de los inmigrantes rurales 0 irlandeses. Algunos de elIos ganaban buenos salarios a cambio de un trabajo irre

    .. gular, en los muelles, como peones caminero~ 0 paleadores. Estos se transforman en los afortunados, 0 trabajadores eventuales; y los que se encontraban totalmente si