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1 LOS ANTIGUOS CANALES DE ANISACATE UN REVISIONISMO HISTÓRICO SOBRE SUS ORIGENES INFORME PRELIMINAR Sergio A. Tissera - Alejandro N. Giorgio G.S.T. - Grupo SpeleoTúnel Córdoba 30/10/2018

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    LOS ANTIGUOS CANALES DEANISACATE

    UN REVISIONISMO HISTÓRICO SOBRE SUSORIGENES

    INFORME PRELIMINAR

    Sergio A. Tissera - Alejandro N. Giorgio

    G.S.T. - Grupo SpeleoTúnel

    Córdoba 30/10/2018

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    INTRODUCCIÓN

    Existe en la actualidad una controversia respecto al origen cronológico de los canalesque toman y han tomado hasta el siglo pasado agua del río Anisacate, que se extiende también a quienes fueron sus constructores y el número de acequias que existieron desde que la región recibió a los primeros colonizadores.

    La información bibliográfica existente es confusa y contradictoria, con afirmaciones en muchos casos sin documentación que la avale; y en otros casos cita de documentación sin el trabajo de campo correspondiente que permita interpretar la la misma de una manera correcta, o confirmar o desestimar datos de la memoria oralque han venido a llenar los “huecos” históricos.

    Nuestra investigación se centró en demostrar la veracidad de una información que había dado a conocer el Padre Pedro Grenon S.J. referente al canal conocido como “Canal las Rosas”, que sostenía había sido originalmente canalizado por los Jesuitas.

    La investigación nos llevó a recolectar información histórica de las obras hidráulicas del sector y realizar un extenso trabajo de campo para complementar los datos encontrados, que arrojaron una serie de conclusiones que ponen en duda por un lado la versión oficial del origen de los canales y por otro lado rectifica algunos datos erróneos que se mantienen como verdaderos.

    LAS OBRAS HIDRAULICAS JESUÍTICAS EN RELACIÓN AL RIO ANISACATE

    Está documentado que los Jesuitas realizaron obras hidráulicas en terrenos de la antigua estancia Anisacate perteneciente en ese momento a las monjas Carmelitas, tierras hoy ocupadas por Villa la Bolsa y Anisacate. Estas obras habrían consistido en la construcción de un canal de riego y un molino harinero.

    A partir de un contrato fechado en el año 1685 (cuyo original se encuentra en el AHPC – Archivo Histórico de la provincia de Córdoba) entre la Compañía de Jesús y el Monasterio de las Carmelitas, se establece que los jesuitas realizarían una acequia para riego con su boca toma y un molino hidráulico en la estancia Anisacate, ya que la que poseía el monasterio junto al molino, eran improductivos.

    A cambio de dicho trabajo, recibió la Compañía de Jesús una fracción de tierras perteneciente a la estancia Anisacate, sobre la margen norte del río de igual nombre;ampliando el límite sur de su estancia de Alta Gracia. A partir de ese momento el rio Anisacate (denominado “río de las monjas”) paso a ser el lindero natural entre las estancias de los Jesuitas y la de las Carmelitas.

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    En base a los datos que arroja este primer documento del contrato se sabe que los jesuitas construyeron una acequia, con su boca toma sobre la margen derecha del ríoAnisacate, que empalmaron con una acequia existente de la estancia de Las Carmelitas, anulando la boca toma y primer tramo de esta última; la que acondicionaron en la parte que fue reutilizada y reciclaron un último tramo de acequia ya tapada, para lograr un canal más extenso.

    LA VERSION OFICIAL: El canal Jesuítico

    Los detalles descriptivos de la obra brindados por el documento, permitieron identificar en la zona la boca toma de este canal construido por los jesuitas, la que seencuentra en el paraje denominado “El Descanso” en Anisacate (A 50 metros aguas arriba del punto donde aboca la calle Mendoza hacia el río Anisacate) y cuyo canal seextendía paralelo al río por su margen derecha hasta un molino (que está en discusión si fue hecho por los Jesuitas), cuyas ruinas aún persisten en el paraje denominado Villa Bas, también en Anisacate.

    EL TÚNEL DE LA BOLSA: Pudo ser también construido por los Jesuitas?

    Existe un canal cuya boca toma se encuentra en La Bolsa, también sobre la margen derecha del río Anisacate, que posee un tramo subterráneo. Este canal estuvo en usohasta hace algunos años, para conducir agua hacia una Estancia llamada “Las Rosas”, ubicada aguas abajo del río Anisacate, antes de llegar a la junta de los ríos (Por la unión del mencionado río con el río Segundo). Anteriormente, con otra boca toma, proveía de agua al mismo establecimiento que se denominaba “Dolores”, fundado en el siglo XIX.

    La versión oficial afirma que el canal data de fines del Siglo XIX (Algunos lo ubican como una obra del siglo XX, de lo cual ya hablaremos).

    El padre Pedro Grenon en una nota publicada en 1926, en el diario Tribuna, menciona que este canal fue habilitado en la década de 1870 por don Santiago Lozada, pero previamente ya lo habían hecho los jesuitas en 1685:

    “Aún hay en la vuelta nordeste de La Bolsa (Letra C) proporción para sangrar agua alta comose efectuó en dos ocasiones en el punto que se señala, para riego de la banda sur del río. Subsisten aún trechos del canal abovedado que habilitó el sr. Lozada Santiago hace medio siglo. Pero anteriormente ya lo habían canalizado los jesuitas de Alta Gracia”. (1)

    1- Tribuna 17-02-1926, pág. 8.

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    Luego continua Grenon mencionando el contrato realizado en 1685 entre las Carmelitas y los Jesuitas, y citando partes del documento que hemos mencionado más arriba. En la edición del día siguiente del mismo diario, se publica un croquis de Grenon, marcando “el punto C” que citara en el texto de la edición anterior, como arranque del canal (2):

    DATOS DE LA OBRA EMPRENDIDA EN 1685 POR LOS JESUITAS: Revisión del documento del contrato entre las Carmelitas y los Jesuitas.

    Arroja este documento dos conjuntos de datos precisos, sobre la boca – toma y sobreel canal. Respecto a la boca toma, describe su localización y la forma en que debe construirse:

    “Primeramente, que la dicha bocatoma se haya de abrir y se abra en el sitio y paraje que quedó señalado por el dicho Maestro Don Gabriel Bazán de Pedraza que está en el dicho río de Anisacate arriba sobre la bocatoma que hoy sirve, atajada de piedras secas y distante de ella 273 varas (228 m), medidas por cuerda. Y que se haya de abrir y se abra en una peña que se descubre en dicho paraje y tendrá como 30 varas (25 m) a lo que parece. Y se le haya de dar vara y media de ancho (1,25 m); y de alto, el bordo por la parte de abajo y madre de dicho Río de Anisacate, proporcionado a la anchura de dicha bocatoma, para que entre el agua que se quisiere llevar para regar dichas tierras y sementeras sin perjuicio del molino o molinos, y que, donde no alcanzare el estado de dicha peña para la altura que se le debe dar al dicho bordo proporcionado como dicho es, se le haya de suplir y supla con piedra y cal de buen mixto que tenga de grueso una vara.

    2- Tribuna 18-02-1926, pág. 6

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    Y que en dicha bocatoma o en la parte y lugar más conveniente a satisfacción de este Monasterio se haya de poner y ponga una compuerta de maderas y tablones de algarrobos fuertes y seguros asentadas con cal y piedra con resguardo de una pared también de dicha cal y piedra sobre umbrales fuertes de algarrobo que resguarde la acequia de bordos de tierra de las crecientes de dicho rio que no caigan por sobre la dicha compuerta de la dicha acequia que en ella entre más agua que la ordinaria, puesta la dicha compuerta.Item. que así mismo se haya de poner y ponga otra compuerta delante de la susodicha, a la parte de dicho río para minorar o acrecer el agua que entrare en la dicha caja de piedra y bocatoma, la cual esté más baja proporcionalmente para desarenar con corriente hasta dicha acequia que fuere de tierra o piedra y limpia de ella.” (3)

    La descripción que hace esta parte del documento, se ajusta parcialmente a los vestigios materiales que aún pueden observarse sobre la orilla sur del Río Anisacate, en el paraje denominado “El Descanso”, los cuales han sido tomados como los restos de la boca toma realizada por los jesuitas, según el contrato realizado con las Carmelitas.

    Siguiendo con el análisis del documento, queda especificada la longitud total de la acequia:

    “Asimismo que haya de hacer y haga la parte de dicho Colegio desde la bocatoma y caja de piedra una acequia que haya de tener y tenga río abajo 5347 varas (4470 m) de largo, medidas por cuerda” (4)

    Y las dimensiones de la misma:

    “que la dicha acequia debe tener dos varas de ancho (1,67 m) y no de otro modo” “y altura que quede sin riesgo de rebosar por encima” (5)

    A continuación se refiere a como se distribuyen las 5347 varas (4470 metros):

    “Las cuales 5347 varas en largo de dicha acequia se hayan de abrir, alegrar y componer en laforma y manera siguiente: es a saber desde la dicha boca toma y caja de piedra, rio abajo hasta encontrar con la acequia actual que hoy sirve se han de abrir y abran 800 varas de acequia nueva; por cuanto se han de desechar de la dicha acequia actual 527 varas por correr por cascajal grueso y mal terruño que divierte y derrame mucha parte de el agua que entra en dicha acequia con grande daño de dicha Hacienda.

    Y de donde encuentra la dicha acequia nueva con la vieja que actualmente sirve se han de alegrar, componer y adrezar 2897 varas de dicha acequia actual para que sirvan y se incorporen con la dicha obra y acequia nueva, dándoles el ancho, fondo y altura competente como dicho es, según y cómo fuera necesario para que tenga la corriente debida.

    3- AHPC, Reg. 1, Año 1684-5, Inv. 80, f. 160r – 166 v.4- Idem ant.5- Idem ant.

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    Con más 1850 varas, medidas por cuerda, que ha de tener y tiene el resto de dicho acequia que se ha de alegrar y extraviar por la parte de debajo de la acequia que va al molino actual para el sitio del molino nuevo, la cual está abierta según parece y sirvió en tiempos antiguos;y pocos años ha que lo mando limpiar dicho Monasterio”. (6)

    Por lo anterior se deduce que la acequia original de la estancia Anisacate tenía una extensión de 3224 varas (2700 metros aprox.) hasta el molino y un tramo más desde el desagüe del mismo de 1850 varas (1546 metros), que había funcionado en tiempo antiguo.

    Que los jesuitas trasladaron la boca toma 273 varas (228 metros) aguas arriba del río.Este traslado implicó hacer un trabajo para la nueva boca toma, a pico y barreta en piedra (en una peña de unas 30 varas) en una extensión de unos 25 metros. A partir de esta nueva boca toma excavaron una acequia de 800 varas (670 metros aprox.) que unieron a la vieja acequia.

    El tramo antiguo desde la boca toma original hasta el empalme de la nueva acequia, de 527 varas (440 metros), fue descartado. Esto nos dice que la vieja acequia no funcionaba por problemas en su boca toma y 1º tramo, referidos a la inconsistencia del terreno.

    Desde el empalme, hacia aguas abajo, se conservó la acequia original de una extensión de 2897 varas (2422 metros); la que fue modificada (en ancho y profundidad) y reparada.

    Finalmente se adicionaron 1850 varas (1546 metros) más de acequia nueva reacondicionando una viejo tramo que corría después del molino, por lo que el total de la acequia trabajada por los jesuitas (incluye el tramo de acequia antigua reacondicionado), fue de 5347 varas (4479 metros).

    En el punto donde concluía la acequia original y arrancaba el último nuevo tramo trabajado por los jesuitas, se menciona la ubicación del molino existente y también que el resto de la acequia se lleva al sitio del nuevo molino.

    Si analizamos los datos que describen la acequia, esta no se ajustan a la que nace de la boca toma situada en ”El Descanso”, sino más bien que hablarían de una acequia cuya boca toma debería estar situada aguas más arriba y que coincidiría con el canal del túnel mencionado por Grenon.

    La afirmación de Grenon, sólo presentaría en principio una única dificultad, que es la ubicación de las bocas tomas, tanto la trabajada por los jesuitas (trabajo también en piedra) como la de las Carmelitas, que debió ubicarse unos 228 metros aguas debajo de la primera. Luego plantearemos una hipótesis para sortear esta dificultad.

    6- AHPC, Reg. 1, Año 1684-5, Inv. 80, f. 160r – 166

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    Si las ruinas del molino que existen en Villa Bas responden a la del molino que ya poseía la Estancia (Echo que no compartimos), desde ya queda descartada que la acequia que nace en “El Descanso” (conocida en los planos de mensuras del siglo pasado como “canal del Molino”) sea la que menciona el documento del contrato entre la Compañía de Jesús y el Convento de Carmelitas; ya que este especifica claramente la distancia entre la boca toma trabajada por los Jesuitas y el sitio del molino existente; y esta es de 3697 varas (3,1 Km aprox.), distancia que supera ampliamente la que existe entre la boca toma del Descanso y las actuales ruinas del molino.

    Si en cambio, el molino en ruinas es jesuítico, el molino original de la estancia Anisacate debió estar antes del primero, por lo que la distancia entre la boca toma trabajada por los jesuitas y su molino sería de 5347 varas (4,4 Km aprox.), es decir mucho mayor que el caso anterior.

    De esta forma, independientemente de si el molino es jesuítico (cosa que sostenemos) o anterior, cuando es usado como referencia geográfica para indicar la distancia respecto a la boca toma, queda descartada la ubicación de esta última en “El Descanso”.

    Otros datos que prueban la ubicación de la boca toma jesuítica mucho más arriba de la que existe en “El Descanso” son los que se mencionan tras la finalización de los trabajos:

    “Y declara Dn Pedro Olmos que: 200 varas están trabajadas a pico y barreta en piedra viva fuera de otras 30. Habrá de dicha toma a las casas 3154 varas”. (7)

    Fuera de la boca toma, el túnel es un trabajo realizado en roca viva que se extiende exactamente 200 varas (167 metros). Y la distancia entre el casco de la estancia de Anisacate (“las casas”) y la boca toma marcada por Grenon coincide con la distancia dada en varas en el documento.La ubicación del casco (otro tema no aclarado hasta la fecha) según documentación que hemos hallado estaba emplazado en Villa Bas. En una mensura de la antigua estancia Anisacate del año 1907 se menciona aún en pié la capilla, la sacristía y uno de los cuartos del claustro de la estancia de las Carmelitas (8). Incluso hallamos otra mensura de la zona aledaña de Villa Bas donde se grafica la Capilla (9).

    No podemos decir lo mismo del canal que nace de la boca toma del paraje “El Descanso”, el cual carece de un tramo de 200 varas (167 metros) trabajadas en la roca, y además si situamos el casco de la estancia respecto a esta boca toma, como marca el documento, dicho casco nos queda emplazado 1 km más al S.E. de la ubicación real.

    7- Grenon Pedro, en Documentos Históricos, 1929, pág. 42.8- Mensura de Anisacate, de Sres Tomas e Ignacio Bas, Mayo 1913. S/A 72 DGC.9- Plano Gral. de mensura Nº 20. Registro Histórico DGC.

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    LA VERSION OFICIAL Y LA NUESTRA: No son incompatibles entre sí.

    La boca toma de “El Descanso” es un trabajo jesuítico, al igual que el molino de Villa Bas. Lo primero ha sido corroborado por arqueólogos, lo segundo está en discusión por parte de los historiadores por falta de documentación.

    Los mismos criterios arqueológicos empleados para afirmar el origen jesuítico de la toma pueden usarse para las ruinas del molino; y estos son la tipología estructural, lafábrica y materiales empleados, la analogía con otros molinos jesuíticos de la Provincia de Córdoba, etc.

    La documentación referida anteriormente no menciona la fabricación del molino, sino solo como proyecto; por lo que se deduce que este fue levantado posteriormente a la obra de la acequia. El sitio destinado al mismo se había proyectado al final de la acequia, pero creemos que esto no se cumplió, ya que los molinos se instalaban antes de las zonas de riego (Este patrón se puede observar en todas las estancias jesuíticas de Córdoba), debido a que el ingenio no consume agua y tras dar movimiento al rodezno, el mismo fluido puede conducirse para riego, pero no se puede hacer lo contrario. También se puede observar que el molino esta tan cerca del río que de usar el sobrante de agua para riego, sólo serviría para una fracción de tierra ribereña al mismo río.

    Por lo tanto es lógico que los jesuitas al instalar el molino, fabricaran su propio canal,con su boca toma. Y al ser esta echa por los mismos ingenieros, con igual tecnología ycontemporánea a la que habían trabajado antes para la acequia, tenga similitudes con esta última.

    En definitiva sostenemos que existieron dos acequias en el río Anisacate, ambas trabajadas (una totalmente y otra parcialmente) por los Jesuitas.

    Existe documentación que menciona la existencia de “las acequias”, en plural, refiriéndose a la estancia Anisacate.

    En el año 1816 las monjas Carmelitas deciden vender la estancia a un oferente, Don Francisco Echenique, ya que la misma era improductiva. En un documento se menciona el estado del molino y las dos acequias, cuyo deterioro era una de las causales de la venta:

    “…por el sumo deterioro en que se halla y haberse caído el Molino, quedando solamente las paredes de él, y aún estar abiertas y tapadas en varias partes y secándose ambas acequias que conducían el agua hasta el estado de emparejarse con el suelo.” (10)

    10- AHPC, Reg. 4, Año 1816, f. 368r - 370r.

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    Y en el mismo registro se menciona nuevamente el estado ruinoso de las obras hidráulicas en la estancia, refiriéndose a la existencia de las acequias:

    “se destruyó el Molino pudriéndose sus maderas y cayendo el techo y segándose enteramente las acequias” (11)

    La estancia permaneció en posesión de Don Francisco Echenique, hasta que al fallecer fue vendida por su viuda, Doña María Funes a los Sres. Saturnino García y Regis Guebara, en el año 1861 (12). A partir de aquí comienza su parcelación.

    LAS ACEQUIAS DEL RÍO ANISACATE:

    En un relevamiento realizado hace algunos años por el Ing. Augusto Petrelli (DIPAS), se identificaron 6 boca-tomas en el Río Anisacate, en la zona comprendida por La Bolsa y Anisacate (13):

    Desde aguas abajo hacia aguas arriba (esto es de Este a Oeste), una 1º boca toma ya desaparecida al costado este del puente de la ruta Provincial Nº 5, que cruza al río. Una 2º boca toma, de la que aún encontramos vestigios de su azud y canal, ésta situada entre las calles San juan y Entre Rios de Anisacate.

    11- AHPC, Reg. 4, Año 1816, f. 370v - 373r.12- AHPC, Reg. 2, Año 1861, f. 48v.13- Revista La 5, Año 3 (2012), Nº 12, Pag. 18.

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    La 3º boca toma, es la considerada como “única Jesuítica”, y es el canal del molino, situada en el “paraje El Descanso”.La 4º boca toma es la del canal de la Estancia “las Rosas”, que Petrelli ubica cronológicamente en el siglo XX, pero esta fecha es la del registro que realizaron los nuevos propietarios de la estancia “las Rosas”, pero la acequia había sido registrada en el siglo XIX por Echenique, como veremos seguidamente. La 5º acequia es la únicaque corre por la margen izquierda del río y abastece a la Estancia “Santa Francisca”. También mencionada como del siglo XX, pero esto se refiere a la última concesión, yaque es una boca toma del siglo XIX, como veremos. Finalmente la 6º boca toma es la del “Canal El Descanso”, que también data del siglo XIX.

    En un plano de 1897 que hallamos de la antigua Oficina de Riego de la Provincia de Córdoba, se grafica la ubicación de las bocas tomas y su origen (14):

    14- Solicitudes sobre Irrigación, 1897, Libro 12, Folio 44 r.

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    En el plano anterior podemos observar las 6 bocas tomas relevadas por el Ing. Petrelli: La Nº 1 de los Herederos de Santiago Echenique, registrada en 1880. La Nº 2 propiedad de los Sres. Guebara y Prudencio Echenique, datada en 1881. La Nº 3 denominada “Acequia de Anisacate”, propiedad de Juan Echenique, Rius y Guebara, del año 1640 y registrada en 1883. La 4º de los Herederos de Santiago Echenique de 1872 y registrada en 1883. La 5º de José Aguirre, registrada en 1887. Y finalmente la 6ª, de Carmen Cuello y registrada en 1887.

    Sobre los datos de las acequias debemos aclarar lo siguiente: En el siglo XIX, por ley Provincial, se obligó a los propietarios a registrar sus acequias. Esta ley se promulgó en 1881 y desde aquí la reciente conformada “Oficina de Irrigación”, comenzó a llevar un registro de las concesiones para levantar agua de los ríos. Por lo tanto en uncanal pueden existir varias fechas: La de su construcción (que puede coincidir con su 1º registro) y la de sus respectivos registros cada vez que cambia de dueño y este la reinscribía.

    En el documento que acompaña al plano anterior, leemos un informe de Santiago Echenique en donde describe las acequias del río Anisacate, su origen y ubicación:

    “Santiago Echenique, vecino de esta jurisdicción, en cumplimiento de la orden que precede y en uso de mis derechos y de los que represento, debo hacer las observaciones siguientes:1º que las acequias que están registradas en el Departamento Topográfico bajo nombre, son tres, aunque son muchos los accionistas a ellas, como lo voy a exponer por ese orden.

    1º- La primera acequia fue habilitada el año 1872 previo permiso del Gobierno, quien me autorizó a levantar el agua necesaria para regar (800) ochocientas cuadras cuadradas que teníamos en común los cinco accionistas á ella que somos S. Echenique, Juan Echenique, Ambrosio Martinez, P. Guevara y Teodomiro Echenique.”(15)

    Aquí menciona la acequia del túnel (La de la Boca Toma Nº 4 de Petrelli), adjudicándose su uso desde el año 1872, fecha coincidente con la expresada por Grenon, aunque este último da a entender que Echenique la “reutilizó”, ya que originalmente la habían canalizado los jesuitas. También fija el punto de la boca toma original (1300 m aguas arriba de la de Aguirre), coincidiendo con el grafico de Grenon.

    “2º- La 2º acequia es la que principia al frente de las casas del Sr. Guevara y que fue construida seis o siete años después cuya época fija no puedo determinar por no tener á mano los documentos que lo acreditan; siendo construida asimismo con la correspondiente autorización para levantar el agua suficiente á regar (400) cuatrocientas cuadras mas de terrenos que habíamos obtenido después en sociedad con Juan Echenique y Ambrosio Martinez, perteneciendo a los tres únicamente dicha acequia y esta mas debajo de la proyectada por los sres. Ferreyra y Zeballos.”(16)

    Esta acequia es la correspondiente a la boca toma Nº 2 construida en 1881. Aún persiste parte de su boca toma y hallamos rastros del canal.

    15- Solicitudes sobre Irrigación, 1897, Libro 12, Folio 48 r.16- Idem ant.

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    3º- La tercera es la antigua acequia “de Anisacate” , y para la cual supongo no se solicitó permiso para su construcción pues tiene ya mas de doscientos años de existencia, porque los comuneros de ella solo hemos conocido el documento de transferencia de dicha estancia cuya fecha es de 1640 y en este documento se hace mensión de esa acequia diciendo, que sirve para sus dos molinos y bajos de regadío”(17)

    Aquí se refiere a la acequia del molino, y según la documentación que se menciona es anterior a la obra de los jesuitas, al igual que dos molinos. En realidad en el año 1640 no existió ninguna transferencia de la estancia Anisacate, como tampoco hubo dos molinos.La estancia de Anisacate, que había pertenecido primeramente a Don Tristán de Tejeda hacia fines del siglo XVI, paso por herencia a su hijo Don Juan de Tejeda Mirabal, quien la legó mediante testamento al Monasterio de Carmelitas, en 1628. En el testamento se menciona la existencia de una acequia y un molino (18). La 3º acequia, al igual que las ruinas del molino de Villa Bas, serian obras jesuíticas pero posteriores al año 1685, según nuestra investigación.

    Otro dato que arroja este plano es sobre la fecha en que fue registrada la acequia de la Estancia Santa Francisca (Nº5 del plano de Petrelli), en el año 1887, aunque pudo ser construida algunos años antes.

    Dice la memoria oral que esta acequia también tiene un origen jesuítico. Si bien nosotros no sostenemos esto (ni hay documentación que lo avale), presentamos una curiosidad. Se trata de una misiva enviada por el Padre Provincial Blas de Silva de la Compañía de Jesús al rector del Colegio Máximo de Córdoba, en donde se describe una obra jesuítica de boca toma para molino en la banda norte del rio Anisacate, quequedó inconclusa por haberse terminado el Tajamar de Alta Gracia, lo que motivó construir un molino debajo del mismo:

    Encargo que se fomente la obra del taxamar de Altagra. en todo lo que se pudiese para quese acabe con perfección que con eso tendrá dicha estancia el agua necesaria parasementeras y batán, que al presente está corriente con sola el agua que trae la acequia, ycon la represa den en tiempo de seca se podrá abasanar. En ninguna manera se proseguirá con la sequia que se intentaba sacar del río de las monjas,para poner nuebo batan y molino, porque acabada la obra del taxamar tendrá la estanciaagua suficiente (19).

    Pudo quedar algún vestigio de esta acequia, que posteriormente fue aprovechadopor quien construyó el canal de Santa Francisca, legando a la memoria oral unaimpronta jesuítica? Un tema a profundizar.

    Finalmente podemos afirmar con total certeza que ninguna de las acequias que fluyen y fluyeron hasta el siglo pasado en Anisacate y la Bolsa, data del siglo XX, aunque todas ellas sufrieron modificaciones durante ese siglo.

    17- Solicitudes sobre Irrigación, 1897, Libro 12, Folio 48 r.18- Luque Colombres, Carlos; El mundo de Tejeda, Córdoba 1976, Pg. 2219- AGN. Compañía de Jesús. Sala 7-1-2. Blas de Silva al Colegio Máximo c. 1706 – 1709.

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    PRIMERAS CONCLUSIONES

    Los únicos documentos hallados hasta el momento que mencionan obras hidráulicasjesuíticas en el sector, ya presentados, nos hablan de un proyecto de acequia en labanda norte del río Anisacate y de una acequia terminada en la banda sur del mismorío, que en parte consistió en una reconstrucción de una acequia ya existente.

    Esta última obra jesuítica, según la descripción que realiza la documentación de laacequia, no se corresponde al trayecto y ubicación del canal del molino pero si en loque respecta a su boca toma. Los vestigios que se encuentran en “el Descanso” soncompatibles parcialmente con lo descripto por el documento, aunque el trabajo enpiedra no cubre las 25 varas enunciadas por el documento.

    Por otra parte el trayecto del canal de las Rosas se ajusta perfectamente al trayectodescripto por el mismo documento. El tramo de 167 m (200 varas) trabajado en roca viva se corresponde al túnel delcanal de las Rosas, pero no se pudo hallar un trayecto similar en el canal del molino.Aunque la boca toma, también trabajada en piedra, no pudo hallarse en el canal lasRosas, existe en el sector donde Grenon marca el inicio del canal, una peña rocosacubierta por depósito aluvional, que amerita una excavación para determinar si estaexiste en ese punto.

    De hallar esta boca toma podría ubicarse el sitio donde estuvo la boca toma de LasCarmelitas a unos 230 m – distancia marcada con línea roja - (como dice eldocumento) al norte de la primera, sobre la margen sur del rio después de la vueltaque lo direcciona hacia el este.

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    No se ha hallado hasta el momento documentación que pruebe que las ruinas delmolino de Villa Bas sean de origen jesuítico. En los trabajos realizados durante el año 1685 por los Jesuitas a las Carmelitas no semenciona al mismo. Si es anterior a 1685, su canal no puede ser el descripto en eldocumento de la obra jesuítica. De ser posterior el canal del molino debióconstruirse junto a este.La boca toma actual del canal las Rosas, según documentación hallada, data del año1909 (20). Estaría emplazada unos 900 metros aguas arriba de la toma original. Estamodificación pudo responder a la necesidad de construir una presa en un sitioconveniente en lugar de usar la boca toma directa, lo que permite un caudalconstante en el canal. Suponemos que en esa misma época se amplió el diámetro deltúnel, ya que este presenta las marcas de las herramientas primitivas (Picos ybarreteas) combinadas con marcas de barrenos en las áreas de mayor amplitud.

    20- Oficina de Irrigación, Concesiones, tomo 47, Año 1911.

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    llll Midiendo la extensión del trabajo en roca de la boca Ubicando la boca toma original del canal del túneltoma del molino

    CONCLUSION PRELIMINAR

    La confrontación de documentos y el trabajo de campo no permiten llegar a unacerteza absoluta en cuanto a cual o cuales fueron las obras jesuíticas en el sector.Esto obliga a profundizar la investigación documental y de campo a fin de aclararestos temas de manera que no se pierda el patrimonio histórico, a la vez que seenriquece nuestro acervo cultural. Es necesario conformar un grupo de estudio multidisciplinario con historiadores,arqueólogos, geólogos e ingenieros hidráulicos que permita una visión holística.Deben reconocerse las modificaciones que sufrió el río a través del tiempo y realizaruna serie de prospecciones en el sector, ubicando los vestigios de los trabajosmencionados en la documentación. Desde nuestra parte aportamos desinteresadamente los resultados de nuestra laborinvestigativa y nos ofrecemos a colaborar con nuestra experiencia en cualquiercomisión que se integre a los efectos de llegar a conclusiones finales.En tanto, es prioritario resguardar todos los vestigios existentes de los canales yotras obras hidráulicas antiguas del sector, hasta concluir la investigación.