Los Abandonados

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NÚMERO 008 JUNIO de 2009 LOS ABANDONADOS ALONSO GIL

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Periódico-Catálogo de la exposición Los Abandonados de Alonso Gil en la galería Formato Cómodo, dentro de la sección festival Off de PhotoEspaña 2009

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Page 1: Los Abandonados

NÚMERO 008JUNIO de 2009

L O S A B A N D O N A D O SALONSO GIL

Page 2: Los Abandonados

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HAY UN ESPACIO PARA TODOS EN LA TIERRA

Hay días en los que duelenlas pisadas del tiempo,

días en los que el mar parecela lágrima de un dios melancólico,

el desierto una cicatrizen las costillas de la tierra,

y el sol una lluvia de brasas.Días en los que la esperanza

se cruza de brazos.Pero hay días en los que

el tiempo es sólo una sonrisaque vuela,

días en los que se me antojadiluir en una paleta todos los colores

del arco iris,pintar el mundo sin eje y con varios polos

y jugar a los dados con las esquinas cardinales

Luali Lesha

Brahim Bueta Yarma, un saharaui de edad, nos sonríe divertido en una foto mientras muestra a la cámara su carnet de identidad español. La obra pertenece a la serie Los Abandonados, de mi amigo Alonso Gil, un trabajo que es fruto de la convivencia del artista con el pueblo saharaui. Igual que el borroso carnet de identidad, estos cuadros fotográficos con la emulsión raspada, manchada y arrastrada son documentos del abandono que sufre el pueblo saharaui por parte del mundo. Documentos que incitan a la crítica y a la reflexión sobre la vida cotidiana de un pueblo, perdido desde hace treinta y cuatro años en un limbo político y atrapado cada día en una pesadilla de la que no puede despertar.

Como explica Alonso, “el conflicto del Sahara es el peor ejemplo de descolonización que se haya visto jamás” (ABC de Sevilla, 3-5-09). De hecho, el Sahara Occidental es el único país del mundo que aún no ha sido descolonizado. En 1975, en plena agonía de Franco, las autoridades españolas firmaron en secreto la entrega de la provincia a Marruecos y Mauritania, apuñalando por la espalda a quienes habían sido nuestros compatriotas y abandonándolos indefensos a las fauces del león que los ha devorado.

Con la vergonzosa retirada de España, Marruecos inició una ocupación militar del Sahara siniestramente bautizada como la “Marcha Verde”. Los saharauis fueron expulsados de sus casas y su tierra y perseguidos a sangre y fuego por la aviación francesa y marroquí en el éxodo que los llevó a refugiarse en el suroeste de Argelia. Sin posibilidad de ocultarse en el desierto, hombres, mujeres, ancianos y niños fueron bombardeados sin piedad.

Con la firma de un alto el fuego después de dieciocho años de guerra entre el Frente Polisario y Marruecos, el país quedó partido en dos por una dolorosa herida que atraviesa diagonalmente el territorio. El llamado Muro de la vergüenza es una fortificación terrestre de 2700 km. alambrada, electrificada y sembrada con diez millones de minas: el mayor campo de minas continuo del mundo, que sigue causando accidentes. Más de cien mil soldados marroquíes vigilan la trinchera con

un acuartelamiento cada cinco kilómetros, pretendiendo asegurar que el Sahara ocupado siga en manos de Marruecos.

La parte del Sahara que da al Atlántico es una tierra muy rica, ya que su subsuelo contiene abundante agua y petróleo. Sus minas de fosfatos y el banco pesquero más productivo del mundo siguen siendo explotados ilegalmente por la potencia invasora, que concede permisos para la exploracion y explotación de hidocarburos. En los territorios ocupados Marruecos mantiene un estado policial donde los derechos humanos son continuamente pisoteados y donde la vigilancia, el hostigamiento, la

represión, las desapariciones y las torturas infligidas a la población saharaui están a la orden del día.

Al otro lado del muro una nación fundada en el exilio sobrevive en los campamentos de refugiados, con doscientas mil almas plantadas en el desierto más inhóspito del mundo, subsistiendo con la escasa ayuda internacional, a la espera que de una solución que no llega. Las negociaciones entre Marruecos y el Polisario están estancadas y el mandato de Naciones Unidas por el referéndum de independencia (MINURSO) ha sido prolongado sólo un año más, con el veto de Francia a la vigilancia de los Derechos Humanos por parte de la ONU. El plan de autonomía para el Sahara que promueve el reino alauita –con el apoyo de España- pretende dar carpetazo a una ocupación ilegal de la que el gobierno de Marruecos es culpable y el estado español responsable.

Este es, a grandes rasgos, el escenario de pesadilla en el que nuestros amigos saharauis se despiertan cada día. Un presente sin pasado ni futuro que pone al tiempo contra la pared. Un escenario silenciado por los medios de comunicación que también significa un abandono informativo y un muro de silencio. Tanto Alonso como yo y otros artistas españoles, argelinos, peruanos y mexicanos hemos tenido la oportunidad de convivir con el pueblo y los artistas saharauis en los Encuentros Internacionales de Arte Artifariti 08, en una experiencia única que nos ha transformado y abierto los ojos al conflicto del Sahara, dándonos también una nueva perspectiva, como personas y como artistas, de nuestra propia realidad.

Como ciudadanos, esta experiencia nos ha hecho compartir la preocupación por la capacidad de nuestro país (y de Europa, o, de manera más general Occidente) de dar la espalda a su pasado colonial como si fuera parte de un lejano pasado, que ya hubiera sido trascendido y no una herencia sustantiva que forma parte de su presente y de sus proyectos de futuro. Como artistas, también nos ha hecho avivar la capacidad de reflexionar y cuestionar por medio de procesos estéticos las contradicciones en las que vivimos. El trabajo que ahora presenta Alonso en Madrid funciona como altavoz de la causa saharaui para que todos sepan lo que está pasando, al tiempo que recupera para el arte su carácter de herramienta en favor de la justicia.

Imagino que el desprevenido visitante de la galería que se encuentra con estos retratos se verá contagiado por el aparente “exotismo” de las imágenes. De hecho, hay que pensar que el pueblo saharaui es uno de los pueblos más fotografiados del mundo. La proverbial iconografía de la austera vida cotidiana, la belleza del paisaje del desierto con sus camellos y sus jaimas, la ceremonia del te y los hermosos rostros de este pueblo mestizo ya casi se han convertido en un lugar común de nuestro imaginario. Sorprendentemente, un proyecto belga que entregó centenares de

cámaras reutilizables a la población saharaui con idea de que fotografiaran lo que quisieran, produjo un repertorio de imágenes muy parecido.

Alonso aborda la representación de la alteridad sin ningún tipo de complejos. Su trabajo visual es fruto de la convivencia y la hermandad con artistas y amigos saharauis. Moulud, Nicole, Brahim, Zena, Makaltu, Mohamed, Aminetu, Cherihan y toda la gente que sale en sus fotos son amigos con los que ha entablado una profunda amistad y un intercambio que es fuente de baraka y valor espiritual. Ese “otro” del que acomplejadamente habla la crítica cultural, somos también nosotros: una gran familia y una sola sangre. Como dice Hakim Bey, valorar la diferencia cultural no significa preservarla encerrándola en un bote, sino más bien ir a su encuentro, abrazarla y producir así más diferencias.

El punto de vista de Alonso escapa de los lugares comunes cuando coloca su objetivo a contraluz del sol cegador del desierto. Estas fotografías transformadas y distorsionadas recuperan la magia de la técnica en el alto contraste del sol del mediodía y la sombra protectora de la talja o de la jaima. En esa alquimia de rayaduras, salpicaduras y chorreones se desvela la misma condición del abandono. Alonso pinta las zonas de luz y sombra de unas vidas que no pueden escapar del conflicto, y que son ejemplo de una resistencia y generosidad que quizás nosotros hayamos olvidado.

Algunos historiadores del arte han señalado cómo la técnica fotográfica del siglo XIX es producto de la construcción que la pintura ha hecho de la mirada desde el Renacimiento. En la actualidad, pintura y fotografía se funden de nuevo en el universo polimorfo de la imagen digital, donde cualquier representación es posible. Alonso empezó a experimentar a finales de los ochenta con el líquido de revelado fotográfico Liquid Light, utilizándolo profusamente en sus lienzos con sorprendentes metamorfosis de fotografía y pintura.

En su laboratorio de alquimista en Triana, Alonso me explica que la emulsión Liquid Light se fabrica con bromuro de plata, un compuesto sensible a la luz. Cuando la luz incide sobre el compuesto, la plata y el bromuro se disocian. De este modo las zonas iluminadas por la proyección del negativo se contrastan del fondo tornándose oscuras o negras con el proceso químico del revelado. Alonso imagina cómo este compuesto químico podría transmutarse en el azogue con que se fabrican los espejos. Observo en silencio la imagen de un niño saharaui que duerme y empiezo a ver estos cuadros como verdaderos espejismos que podemos atravesar y que nos devuelven la imagen deformada de nuestra propia realidad.

Mientras seguimos viendo cuadros, Alonso ha puesto el disco de Moakara, el grupo flamenco-saharaui y electropical de nuestra amiga Pililli Narbona, que también nos ha acompañado al Sahara, contagiándose, como nosotros, de la magia de la generosidad de esta gente: ♫♪ saharauiii libertariooo, te mereces tus costas y tus fosfatos ♪♫♫ seguiremos apoyando pa que el mundo sepa lo que esta pasaaando… Con Pililli hemos iniciado nuestra particular intifada cultural a través de la música y el vídeo, el diseño de carteles y camisetas en todo tipo de saraos y acciones solidarias por Sevilla. La voz alegre de mi amiga me pone siempre a bailar: ♪ seeeguiremos luchando, con el boli y el pincel… ♬♪♫

Recuerdo que en la misma época en que Alonso empezó a utilizar la emulsión fotográfica se dedicaba también a pintar su ropa en los ratos libres. En la actualidad ha recuperado esta afición con una

perspectiva enteramente nueva en el proyecto que está desarrollando. ¡A pintarropa! es un taller de estampación serigráfica y pintura fosforescente sobre prendas de vestir, realizado en colaboración con la población saharaui y los asistentes al festival Artifariti. Se trata de usar la ropa cotidiana: darraas, turbantes, melfas, camisetas, pantalones y ropa militar, como un soporte de expresión artística donde plasmar los deseos a través de mensajes, siglas, y consignas: R.A.S.D., Sahara libre… no más mártires… hasta cuándo la paz…

Alonso ha reciclado los uniformes militares polisarios estampando diseños de lunas, estrellas, dunas y camellos y decorando los camuflajes verdes y caquis con coloridos símbolos de paz como flores y palomas que brotan de los fusiles. La chocante recombinación simbólica de estos uniformes militares pacifistas ha provocado más de una mirada de asombro entre algunos jóvenes saharauis en nuestra reciente participación en el Sahara Bike Race, el evento deportivo de protesta que recorre durante una semana el Muro de la vergüenza.

Gran cantidad de la población joven de los campamentos se siente profundamente desalentada con el proceso de paz que dura dieciocho años y están desesperados por ver una salida, llegando a revindicar la vuelta a las armas. Incluso el presidente de la R.A.S.D. Mohamed Abdelaziz ha declarado recientemente que la carta de guerra está sobre la mesa. Un trágico ejemplo de la

desesperación que se está viviendo lo pudimos observar el pasado 10 de abril frente al Muro de la vergüenza, cerca de Tinduf.

El Sahara Bike Race culminaba con nuestra participación en una multitudinaria manifestación pacífica organizada por la Columna de los Mil frente al muro de Marruecos. Unas 2.500 personas, que incluían a manifestantes procedentes de España, Francia y Portugal al igual que a saharauis y polisarios desarmados y de paisano, se concentraron a un kilómetro de la trinchera y avanzaron formando un muro humano de paz frente a la fortificación militar del régimen feudal alauita. A pesar de los avisos del Polisario, un grupo de jóvenes saltó el cordón de seguridad y avanzaron hacia el muro arrancando los postes y alambradas que están a 150 ms. de la trinchera, entrando en el campo de minas y tirando piedras a los soldados marroquíes que respondían enseñando sus fusiles.

Brahim Husein Labeid, de dieciseis años, pisó una mina que le reventó el pie y otros cuatro jóvenes sufrieron heridas de consideración, siendo evacuados por miembros de

la ONG Landmine Action al hospital de Tinduf. La gente se dispersó conmocionada y algunos lloraban mientras volvían dirigiendo sus pasos sobre las huellas de los camiones que se retiraban… ¿Hasta cuando hay que esperar que los medios sólo reflejen la dramática situación humanitaria del Sahara cuando ocurre una desgracia como ésta? ¿Hasta cuándo el silencio? ¿Hasta cuándo el genocidio?

En su alocución de despedida, el Comandante de la Región Militar de Tifariti, Brahim Ahmed Mahamud, nos habló de la importancia que, desde la firma del alto el fuego, el Frente Polisario está dando a la promoción de la educación y la cultura, como medios de lucha legales por la independencia y por la construcción de un país libre. Me estoy dando cuenta de la gran tarea que como artistas y trabajadores de la cultura tenemos por delante. Alonso pone una vez más el disco de Pililli: ♪♬ seeeguiremos luchando con el boli y el pincel ...♫♬ Mientras miro el retrato rayado, chorreado y salpicado del querido artista Mohamed Moulud Yeslem, sus palabras resuenan como un grito en mi cabeza: “Estoy aquí para aprender de otros artistas que quizás sepan más que yo. El arte es nuestra herramienta, nuestro arma. Con el arte uno puede alcanzar mucho más lejos que un obús o que un misil. Estoy aquí con

mis cuadros, para aprender a usar este arma”.Federico Guzmán

FORMATO CÓMODO_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ FORMATO CÓMODO_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

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HAY UN ESPACIO PARA TODOS EN LA TIERRA

Hay días en los que duelenlas pisadas del tiempo,

días en los que el mar parecela lágrima de un dios melancólico,

el desierto una cicatrizen las costillas de la tierra,

y el sol una lluvia de brasas.Días en los que la esperanza

se cruza de brazos.Pero hay días en los que

el tiempo es sólo una sonrisaque vuela,

días en los que se me antojadiluir en una paleta todos los colores

del arco iris,pintar el mundo sin eje y con varios polos

y jugar a los dados con las esquinas cardinales

Luali Lesha

Brahim Bueta Yarma, un saharaui de edad, nos sonríe divertido en una foto mientras muestra a la cámara su carnet de identidad español. La obra pertenece a la serie Los Abandonados, de mi amigo Alonso Gil, un trabajo que es fruto de la convivencia del artista con el pueblo saharaui. Igual que el borroso carnet de identidad, estos cuadros fotográficos con la emulsión raspada, manchada y arrastrada son documentos del abandono que sufre el pueblo saharaui por parte del mundo. Documentos que incitan a la crítica y a la reflexión sobre la vida cotidiana de un pueblo, perdido desde hace treinta y cuatro años en un limbo político y atrapado cada día en una pesadilla de la que no puede despertar.

Como explica Alonso, “el conflicto del Sahara es el peor ejemplo de descolonización que se haya visto jamás” (ABC de Sevilla, 3-5-09). De hecho, el Sahara Occidental es el único país del mundo que aún no ha sido descolonizado. En 1975, en plena agonía de Franco, las autoridades españolas firmaron en secreto la entrega de la provincia a Marruecos y Mauritania, apuñalando por la espalda a quienes habían sido nuestros compatriotas y abandonándolos indefensos a las fauces del león que los ha devorado.

Con la vergonzosa retirada de España, Marruecos inició una ocupación militar del Sahara siniestramente bautizada como la “Marcha Verde”. Los saharauis fueron expulsados de sus casas y su tierra y perseguidos a sangre y fuego por la aviación francesa y marroquí en el éxodo que los llevó a refugiarse en el suroeste de Argelia. Sin posibilidad de ocultarse en el desierto, hombres, mujeres, ancianos y niños fueron bombardeados sin piedad.

Con la firma de un alto el fuego después de dieciocho años de guerra entre el Frente Polisario y Marruecos, el país quedó partido en dos por una dolorosa herida que atraviesa diagonalmente el territorio. El llamado Muro de la vergüenza es una fortificación terrestre de 2700 km. alambrada, electrificada y sembrada con diez millones de minas: el mayor campo de minas continuo del mundo, que sigue causando accidentes. Más de cien mil soldados marroquíes vigilan la trinchera con

un acuartelamiento cada cinco kilómetros, pretendiendo asegurar que el Sahara ocupado siga en manos de Marruecos.

La parte del Sahara que da al Atlántico es una tierra muy rica, ya que su subsuelo contiene abundante agua y petróleo. Sus minas de fosfatos y el banco pesquero más productivo del mundo siguen siendo explotados ilegalmente por la potencia invasora, que concede permisos para la exploracion y explotación de hidocarburos. En los territorios ocupados Marruecos mantiene un estado policial donde los derechos humanos son continuamente pisoteados y donde la vigilancia, el hostigamiento, la

represión, las desapariciones y las torturas infligidas a la población saharaui están a la orden del día.

Al otro lado del muro una nación fundada en el exilio sobrevive en los campamentos de refugiados, con doscientas mil almas plantadas en el desierto más inhóspito del mundo, subsistiendo con la escasa ayuda internacional, a la espera que de una solución que no llega. Las negociaciones entre Marruecos y el Polisario están estancadas y el mandato de Naciones Unidas por el referéndum de independencia (MINURSO) ha sido prolongado sólo un año más, con el veto de Francia a la vigilancia de los Derechos Humanos por parte de la ONU. El plan de autonomía para el Sahara que promueve el reino alauita –con el apoyo de España- pretende dar carpetazo a una ocupación ilegal de la que el gobierno de Marruecos es culpable y el estado español responsable.

Este es, a grandes rasgos, el escenario de pesadilla en el que nuestros amigos saharauis se despiertan cada día. Un presente sin pasado ni futuro que pone al tiempo contra la pared. Un escenario silenciado por los medios de comunicación que también significa un abandono informativo y un muro de silencio. Tanto Alonso como yo y otros artistas españoles, argelinos, peruanos y mexicanos hemos tenido la oportunidad de convivir con el pueblo y los artistas saharauis en los Encuentros Internacionales de Arte Artifariti 08, en una experiencia única que nos ha transformado y abierto los ojos al conflicto del Sahara, dándonos también una nueva perspectiva, como personas y como artistas, de nuestra propia realidad.

Como ciudadanos, esta experiencia nos ha hecho compartir la preocupación por la capacidad de nuestro país (y de Europa, o, de manera más general Occidente) de dar la espalda a su pasado colonial como si fuera parte de un lejano pasado, que ya hubiera sido trascendido y no una herencia sustantiva que forma parte de su presente y de sus proyectos de futuro. Como artistas, también nos ha hecho avivar la capacidad de reflexionar y cuestionar por medio de procesos estéticos las contradicciones en las que vivimos. El trabajo que ahora presenta Alonso en Madrid funciona como altavoz de la causa saharaui para que todos sepan lo que está pasando, al tiempo que recupera para el arte su carácter de herramienta en favor de la justicia.

Imagino que el desprevenido visitante de la galería que se encuentra con estos retratos se verá contagiado por el aparente “exotismo” de las imágenes. De hecho, hay que pensar que el pueblo saharaui es uno de los pueblos más fotografiados del mundo. La proverbial iconografía de la austera vida cotidiana, la belleza del paisaje del desierto con sus camellos y sus jaimas, la ceremonia del te y los hermosos rostros de este pueblo mestizo ya casi se han convertido en un lugar común de nuestro imaginario. Sorprendentemente, un proyecto belga que entregó centenares de

cámaras reutilizables a la población saharaui con idea de que fotografiaran lo que quisieran, produjo un repertorio de imágenes muy parecido.

Alonso aborda la representación de la alteridad sin ningún tipo de complejos. Su trabajo visual es fruto de la convivencia y la hermandad con artistas y amigos saharauis. Moulud, Nicole, Brahim, Zena, Makaltu, Mohamed, Aminetu, Cherihan y toda la gente que sale en sus fotos son amigos con los que ha entablado una profunda amistad y un intercambio que es fuente de baraka y valor espiritual. Ese “otro” del que acomplejadamente habla la crítica cultural, somos también nosotros: una gran familia y una sola sangre. Como dice Hakim Bey, valorar la diferencia cultural no significa preservarla encerrándola en un bote, sino más bien ir a su encuentro, abrazarla y producir así más diferencias.

El punto de vista de Alonso escapa de los lugares comunes cuando coloca su objetivo a contraluz del sol cegador del desierto. Estas fotografías transformadas y distorsionadas recuperan la magia de la técnica en el alto contraste del sol del mediodía y la sombra protectora de la talja o de la jaima. En esa alquimia de rayaduras, salpicaduras y chorreones se desvela la misma condición del abandono. Alonso pinta las zonas de luz y sombra de unas vidas que no pueden escapar del conflicto, y que son ejemplo de una resistencia y generosidad que quizás nosotros hayamos olvidado.

Algunos historiadores del arte han señalado cómo la técnica fotográfica del siglo XIX es producto de la construcción que la pintura ha hecho de la mirada desde el Renacimiento. En la actualidad, pintura y fotografía se funden de nuevo en el universo polimorfo de la imagen digital, donde cualquier representación es posible. Alonso empezó a experimentar a finales de los ochenta con el líquido de revelado fotográfico Liquid Light, utilizándolo profusamente en sus lienzos con sorprendentes metamorfosis de fotografía y pintura.

En su laboratorio de alquimista en Triana, Alonso me explica que la emulsión Liquid Light se fabrica con bromuro de plata, un compuesto sensible a la luz. Cuando la luz incide sobre el compuesto, la plata y el bromuro se disocian. De este modo las zonas iluminadas por la proyección del negativo se contrastan del fondo tornándose oscuras o negras con el proceso químico del revelado. Alonso imagina cómo este compuesto químico podría transmutarse en el azogue con que se fabrican los espejos. Observo en silencio la imagen de un niño saharaui que duerme y empiezo a ver estos cuadros como verdaderos espejismos que podemos atravesar y que nos devuelven la imagen deformada de nuestra propia realidad.

Mientras seguimos viendo cuadros, Alonso ha puesto el disco de Moakara, el grupo flamenco-saharaui y electropical de nuestra amiga Pililli Narbona, que también nos ha acompañado al Sahara, contagiándose, como nosotros, de la magia de la generosidad de esta gente: ♫♪ saharauiii libertariooo, te mereces tus costas y tus fosfatos ♪♫♫ seguiremos apoyando pa que el mundo sepa lo que esta pasaaando… Con Pililli hemos iniciado nuestra particular intifada cultural a través de la música y el vídeo, el diseño de carteles y camisetas en todo tipo de saraos y acciones solidarias por Sevilla. La voz alegre de mi amiga me pone siempre a bailar: ♪ seeeguiremos luchando, con el boli y el pincel… ♬♪♫

Recuerdo que en la misma época en que Alonso empezó a utilizar la emulsión fotográfica se dedicaba también a pintar su ropa en los ratos libres. En la actualidad ha recuperado esta afición con una

perspectiva enteramente nueva en el proyecto que está desarrollando. ¡A pintarropa! es un taller de estampación serigráfica y pintura fosforescente sobre prendas de vestir, realizado en colaboración con la población saharaui y los asistentes al festival Artifariti. Se trata de usar la ropa cotidiana: darraas, turbantes, melfas, camisetas, pantalones y ropa militar, como un soporte de expresión artística donde plasmar los deseos a través de mensajes, siglas, y consignas: R.A.S.D., Sahara libre… no más mártires… hasta cuándo la paz…

Alonso ha reciclado los uniformes militares polisarios estampando diseños de lunas, estrellas, dunas y camellos y decorando los camuflajes verdes y caquis con coloridos símbolos de paz como flores y palomas que brotan de los fusiles. La chocante recombinación simbólica de estos uniformes militares pacifistas ha provocado más de una mirada de asombro entre algunos jóvenes saharauis en nuestra reciente participación en el Sahara Bike Race, el evento deportivo de protesta que recorre durante una semana el Muro de la vergüenza.

Gran cantidad de la población joven de los campamentos se siente profundamente desalentada con el proceso de paz que dura dieciocho años y están desesperados por ver una salida, llegando a revindicar la vuelta a las armas. Incluso el presidente de la R.A.S.D. Mohamed Abdelaziz ha declarado recientemente que la carta de guerra está sobre la mesa. Un trágico ejemplo de la

desesperación que se está viviendo lo pudimos observar el pasado 10 de abril frente al Muro de la vergüenza, cerca de Tinduf.

El Sahara Bike Race culminaba con nuestra participación en una multitudinaria manifestación pacífica organizada por la Columna de los Mil frente al muro de Marruecos. Unas 2.500 personas, que incluían a manifestantes procedentes de España, Francia y Portugal al igual que a saharauis y polisarios desarmados y de paisano, se concentraron a un kilómetro de la trinchera y avanzaron formando un muro humano de paz frente a la fortificación militar del régimen feudal alauita. A pesar de los avisos del Polisario, un grupo de jóvenes saltó el cordón de seguridad y avanzaron hacia el muro arrancando los postes y alambradas que están a 150 ms. de la trinchera, entrando en el campo de minas y tirando piedras a los soldados marroquíes que respondían enseñando sus fusiles.

Brahim Husein Labeid, de dieciseis años, pisó una mina que le reventó el pie y otros cuatro jóvenes sufrieron heridas de consideración, siendo evacuados por miembros de

la ONG Landmine Action al hospital de Tinduf. La gente se dispersó conmocionada y algunos lloraban mientras volvían dirigiendo sus pasos sobre las huellas de los camiones que se retiraban… ¿Hasta cuando hay que esperar que los medios sólo reflejen la dramática situación humanitaria del Sahara cuando ocurre una desgracia como ésta? ¿Hasta cuándo el silencio? ¿Hasta cuándo el genocidio?

En su alocución de despedida, el Comandante de la Región Militar de Tifariti, Brahim Ahmed Mahamud, nos habló de la importancia que, desde la firma del alto el fuego, el Frente Polisario está dando a la promoción de la educación y la cultura, como medios de lucha legales por la independencia y por la construcción de un país libre. Me estoy dando cuenta de la gran tarea que como artistas y trabajadores de la cultura tenemos por delante. Alonso pone una vez más el disco de Pililli: ♪♬ seeeguiremos luchando con el boli y el pincel ...♫♬ Mientras miro el retrato rayado, chorreado y salpicado del querido artista Mohamed Moulud Yeslem, sus palabras resuenan como un grito en mi cabeza: “Estoy aquí para aprender de otros artistas que quizás sepan más que yo. El arte es nuestra herramienta, nuestro arma. Con el arte uno puede alcanzar mucho más lejos que un obús o que un misil. Estoy aquí con

mis cuadros, para aprender a usar este arma”.Federico Guzmán

FORMATO CÓMODO_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ FORMATO CÓMODO_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

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S A H A R A

I. HAMADA DE TINDUF Y DE MAHBÉS

1

Hamada de Tinduf y de Mahbés en donde dicen que no pueden vivir ni los lagartos mar de piedra meseta desolada llano de güeras y horizontes nítidos tierra macho que un cielo macho azul altísimo y un macho fuerte ardiente sol tenaz y el simún poderoso macho viento con constancia de siglos golpearan en las más gigantescas y violentas batallas de gigantes que los hombres ¡oh el asombro! Pudieran contemplar tierras que el zorro y la gacela hermosos y el chacal y la palma abandonaran fondo de antiguo mar evaporado esqueleto de mar al sol desnudo y extendido

petrificado mar…Hamada de Tinduf y de Mahbés tierras de paso para el hombre nómada ¡oh frontera total deshabitada!

2

HoyHamada terrible y tan hermosa

eres canto de exilio y esperanza. No es bastante la tierra el aire el fuego para insuflar –gigante aletargado- vida: liquido falta sangre o agua sudor cristal fundido y transparente cristalino dolor salada lágrima subterráneos que afloran manantiales esencias que conmueven los motores savia dulce del dátil leche blanca fresco don de la cabra y la camella blanca leche de madres que amamantan semen duro de guerrillero amante que entre abrazos empreña y entre adioses catarata de vida líquida alma… Hoy

de Sahara Occidental venidosde Rio de Oro y de Saguía el Hamra para todo el Magreb y Gran Desierto tierras muy santas territorio inmenso de nobles tribus de los hombres nómadas -los antiguos maakil de la Arabia Feliz los tecnas los suaias andaluces tantos más del interior al mar- hombres duros mujeres valerosas viejos curtidos niños deslumbrantes te dieron nueva vida oh gran hamada y en tu corteza dura y prehistóricaque nadie medio cuerdo osara hollar

Campamento Smara,Tinduf (Argel)

han nacido piscinas y jardineshospitales escuelas y teatros:

se han asentado las airosas jaimas-aunque el exilio impuesto es doloroso

y la guerra sangrienta y fratricida-para el amor la lucha y la esperanza.

3

Ya nunca más seráshamada de Tinduf y de Mahbés

ya nunca más la tierra donde dicenque no pueden vivir ni los lagartos.

II. CANTO A MAHBÉS

1

Sobrevolar la tierra a gran alturaastronauta feliz orgasmo gozo

cuando vientos te abaten y remontasy abajo costas ríos cordilleras

simulan dibujar de un pozo de aire el fondoSobrevolar la tierra como un águila

sus alas desplegadas a vientos circularessu breve cuerpo todo pluma al sonde música tan bella como antigua

Sobrevolar bajito como moscaque conoce la tierra y el terrón

y los habita montes para ella elevadossu mundo de aire en recovecos preso…

… o no poder volar pues hombre sologravido y firme a tierra cual reptil

o animal cavador de las trincherasespejo de aquel vuelo alto y redondo

¡Oh Mahbés la encantada cómo amaraespejismo en la tarde verte en alto suspendido por siempre el cinturón

de la muerte que ciñe tu cinturade reina del desierto enamorada!

¡Oh ciudad gran sepulcro circular pavoroso!

2

Mahbés era una reina del desiertoal este de Sahara Occidental

con poblado de jaimas permanenteen torno a la placita y al mercadoen el extremo de la gran hamada

un castillo almenado coronaba su frente.Huyeron los primeros al exilio

cuando un rey loco decidió ocuparla tierra de quien nunca tuvo rey

ni señor poderoso que a su gustoy capricho absoluto gobernara.

La traición de quien vino un día amigoa comerciar a su región tan solo

-dolor grande traición de la amistad-fue el origen de tanta desventura.

Y el rey loco ordenó que a aquella reinala violaran soldados que hijos mios llamaba-gentes del norte de la costa amablesay muchachos de Tetuán y Tángerchavales de Rabat y Casblancaay chavales de Meknes de Fez la Antiguay de la bella Marrakech la Roja-tras obscena y mezquina propagandaPecado sin perdón posible aquelde enfrentar a dos pueblos hermanadosamantes del honor la vida y la palabraY la reina Mahbés es hoy sepulcromonumento a la guerra y a la muertetumba de la alegría muda parca.

3

Pero entre tanta destrucción Mahbés sigue siendo la reina coronadahospitalario hogar de la hamada inhóspitatestigo adormecido bajo el solde titanicas luchas y esperanzaSu cinturón de tumbas y trincherasel sumún poderoso y amarillovuelo bajo de moscas lo alzarávuelo de águila hacia el azul intensovuelo altísimo hasta rozar el soly arderlo y consumirlo y olvidarporque el olvido a veces es conveniente amorpara poder amar mejor y más.

II CANTO A LEBUIRAT

Quisiera mi palabra ancha y largapara poder ceñirla a tu paisajeun poco al menos saharaui amigoy ser fiel a tu espléndida amplitudTu corazón inabarcable lateal ritmo inmensurable de esa tierray mi palabra y ritmo no os alcanzanMi aliento es limitado Poco valeMis ojos no se adaptan al grandorde ese horizonte calienteY sólo el mar podría reflejarteSólo grandes palabras como vidamás allá muerte tierra fuego o aguaalegría y dolor y luz y aire-aunque simples palabras sin acciónque al final nada o casi nada expresan-sirven para plasmar lo inexpicablePor eso absurdo me parece el versoy absurdo el hombre al verso dedicado…

Atrás quedó Mahbés, tumba redonda, y el landrover enfila veloz al noroeste de la hamada; hasta ciento por hora en ocasiones el fogoso animal landrover –lector: perdón por la publicidad: bien pudiera decir mecánico camello, pero, en fin, es difícil- a su lomo asombrados visitantes amigos y valientes guerrilleros

que conocen la región como su casa grande el Kalachnikof legendario y sencillo como el agua la cuchara el

martillo o la guitarra para tantos y tantos pueblos humillados -¡mira que somos

bestias los humanos!- , el kalachnikof al que un día habrá que dedicarle el más

bello de los cantos a ser posible de amor y ojalá bella elegía –querrá decir que

somos menos bestias los de siempre-, el hoy tan necesario kalach a nuestro lado

hamada al noroeste hasta su fin.

Y de repente un corte –paso para cabras habilísimas– y un horizonte dos

horizontes tres horizontes superpuestos montañas desoladas llano desolado y amarillo más montañas hasta el azul final reconciliante del cielo y la tierra

tierras del sur de Marruecos –aunque franja de Tarfaya habitada por población

sobretodo saharui– abandonadas a su suerte por un rey loco ante el empuje de los guerrilleros del Frente Polisario y una pista empinada casi escalera a

veces casi barranco o precipicio quién sabe si de paisaje lunar o jupiterino

–¿cómo serán las vistas panorámicas jupiterinas?– recientemente abierta por los guerrilleros no se sabe a golpes de

qué para violar las faldas de siempre infranqueables de aquellos peñascales

que los vientos no sé si dulcificaran pero al menos sí redondearan y transportar

por ella –caminos o escaleras rutas de cabras o reptiles– blindados y

cañones y camiones y tanquetas y prisioneros tristes que al rey loco en las últimas batallas –Lebuirat, Uartsis– arrebataran Valle ancho

casi valle llano cauce de Amazonas río desecado y otra vez el amplísimo

campo de batalla llano a veces de taljas distraído museo de esqueletos

de fantásticos metálicos montruos torturados por fuego consumidos por

fuego y hasta el cristal fuerte que hiciera inexpugnable al ataque de la

bala veloz a los blindados se retuerce en escultura de forma caprichosa no

inventada por hombre en lugar techado y cañón que fuera pavoroso en vida

muerto ahora señala dedo acusador a un horizonte deshabitado o al cielo azul

purísimo mudo testigo y el escenario grandioso de la batalla del desierto metro a metro narra en inequívoco

discurso visual el desastre de un ejército vencido en Lebuirat y en huida hacia Zaj

nuevamente atacado emboscada feliz por los guerrilleros de asombrosa

movilidad del Frente Polisario y el gigante Goliat tanque encadenado en cuyo corazón se alojarán aterrados soldados por desgracia para ellos súbditos de un loco rey y para quienes aquel lugar es fin del mundo que nunca nadie les enseñará a amar asedian atacan y destruyen todo en arrebatada carrera que el aire transformará en viento que a los ojos extra sus más recónditas lágrimas entre atronadores ruidos de motores a tope acelerados y atroces silbos de bala y de metralla los guerrilleros –prodigio del hombre de la tierra su alzán la más protectora de las corazas su pecho endurecido por la tierra tan dura amada tierra que ensancha el corazón y por la guerra que aunque impuesta ahora imponen en nombre de la dignidad la paz la patria arrebatada– del Frente Polisario.

Y luego la ciudad fantasma abandonada:ciudad de Lebuirat

desolacióndesolación sin límites de nuevo.

FINAL I : MALDICIÓN

“Rey Hasán: Si un dios te hubiera hecho de verdad

el rey de los creyentesa ese dios deberían fusilarlo

por sacrílego apóstata y blasfemo”

La maldición de los poetas siempre Será de mal aguero para un rey

Y yo debo olvidar a los cadáveresNo quiero maldecir Quisiera amar

Aunque la guerra es guerra y tus amigosBien pudieran morir en el combate

y golpe y ¡zas! mañana o esta nochey nada puedes ¡oh dolor! hacery les darás la vida al recordarle

a los suyos que fueron muy valientesQuiero cantarle al pueblo saharaui

Quiero cantar la vida de quien sabeSu victoria final ya muy cercana

de quien en esa espera vive y sueñay por ella el exilio es soportable.

FINAL II: CANTO A LA VIDA

Un perfil y la línea horizontalel alzán la darraja y el fusil la jaima de interior de sera clarael camello la cabra o la gacela la palmera lujosa el pozo de aguaVerte en tu tierra saharaui amigo es saber de la vida y su unidad:la paz profunda que te ensalza y alza.

Poemas de zocochico, 1975 y 2000Emilio Sola

En la década de los sesenta la ¨provincia¨ saharaui cobraba una importancia capital con el descubrimiento de los más fantásticos yacimientos de fosfatos del mundo en Bu Craa, a lo que se suma la importancia económica de la gestión de la pesca en aguas del litoral saharaui.

UNA CHARLA CON ALONSO GIL

Teresa Castellano

Recuerdo un día del año pasado sacando un billete para Extremadura, en la estación de Atocha, cuando me llamo la atención un grupo que se acercaba a la ventanilla de al lado. Miré y cuando me fije bien reparé en que erais Viky (Victoria Gil), Fede (Federico Guzmán) y tú Loncho, entre otros.

En el bar de la estación empezasteis a contarme vuestras experiencias en el Sahara. Las estrellas, la luna y el horror de las minas destinadas a buena gente. Vuestro viaje había sido inolvidable. Entre cañas y bocadillos me contasteis los trabajos que un grupo de artistas habíais hecho en colaboración con los saharauis y que estabais deseando volver como así has hecho.

Mientras hablabais yo me acordaba de Abida, la niña saharaui que pasaba los veranos en casa de mi hermano, de los conciertos que nos daba con su improvisado tambor y su hermosa voz, y de lo feliz que era cuando llovía.

Nos despedimos, mi tren salía antes.

Recordé los documentos fotográficos y el taller de estampación de ropa del que me habías hablado y pensé proponerte una exposición para Photoespaña 09. Y aquí está con el nombre de Los abandonados.

Y no hace falta preguntarte el porqué de ese nombre, pero sí ¿qué sentiste trabajando en Tifariti?

Sentí que el arte puede cambiar el mundo y las vidas de la gente. Creo que el arte es un medio sanador de los conflictos políticos, personales y sociales, y puede ser una herramienta valiosa para luchar contra la desmemoria y hacernos reflexionar sobre conflictos tan olvidados y silenciados como es el del Sahara.

Pintando con los niños saharauis ¿Te acordaste de aquel niño que ganó un concurso de carteles hace ya años en Badajoz?

Claro, la imagen de los demás siempre retrotrae a la de uno mismo… como llevaba Richard Hell escrito en el pecho en la portada de aquel disco maravilloso con los Voidois: YOU MAKE ME!

Me imagino que sin dejar tus lápices y tus óleos, hace tiempo que comenzaste a trabajar con cámara fotográfica y con vídeo. En 1997 realizaste el vídeo Sinfonía del sueño grabado en las tres orillas del Estrecho de Gibraltar. En el 2001 An Error Occurred con protagonistas procedentes de las Tres mil viviendas de Sevilla. Después vinieron otros tantos y por último La felicidad en el trabajo. Diría que estos trabajos además de artísticos podrían considerarse como documentos antropológicos y sociológicos. Háblame un poco de ellos.

A mi me gusta trabajar con lo que tengo a mi alrededor. Todos los trabajos que mencionas responden al momento y contexto en el que los hice. Sevilla es muy particular, su propia idiosincrasia reside en esa mezcla de tradición y espontaneidad que es lo que hace que sea una ciudad anacrónica y a la vez moderna.

El último vídeo al que te refieres trata la idea de la felicidad en el trabajo a través del cante flamenco. Grabé a personas que se echan un cante al tiempo que realizan sus actividades cotidianas; quise quitarle al flamenco la espectacularidad y dar cuenta de la relación que siempre ha habido entre el cante y las labores.

En 1989 hiciste tu primera exposición en Hamburgo desde entonces has realizado exposiciones dentro y fuera de nuesto pais ¿Alguno de estos proyectos individuales o colectivos es más especial que otro?

Creo que todos están relacionados, unos argumentos llevan a otros y así, digamos que son capítulos de un mismo relato. Podría mencionar algunas experiencias especiales como la de convivir en México con la comunidad mazateca. Sin embargo, desarrollar con los refugiados saharauis de los campamentos, el taller de estampación y pintura sobre ropa ¡A Pintarropa!, ha sido una experiencia muy intensa, por sentir tan de cerca la situación en la que viven día a día. El taller desembocó en un pase de modelos, la gente allí es muy entusiasta y participativa y hacen las cosas de todo corazón.

En la exposición que presentaste en el MEIAC reprodujiste a escala ampliada una de las celdas de cuando el museo era prisión… Cuéntanos como fue para ti el trabajo en La Celda Grande.

Fue un proceso largo y meditado. Conocía bien el edificio en el que se ubica el MEIAC, su historia, su incidencia en la ciudad en la que pasé mi infancia. Un edificio panóptico, una cárcel convertida en museo; quería hacer algo que mezclara el pasado de ese lugar.

Sobre las frases escritas en las paredes, ¿alguien te hablo de ellas alguna vez?

Hice un trabajo de investigación, a partir de fotografías, de las frases que poblaban las paredes de las celdas de la antigua cárcel, y recuperé algunas realizadas por los presos, incluso hablé con un ex-recluso. Recopilé muchas de las pintadas presentes en las calles de Badajoz y las zonas rurales de Extremadura, me interesaba sobre todo la expresión más espontánea del deseo. Hice uso del graffiti como escritura pervertidora de un orden lingüístico, social e ideológico.

El graffiti forma parte de algunas de tus obras…

Si, por ejemplo en Córdoba, en la barriada los Vikingos y en la Avenida Torremolinos, bajo el título de Graffiti Celestial, plantamos un par de plantillas de gran formato de nuestro icono Camarón. Los graffiti fueron pintados con los colores de los preciosistas patios cordobeses y realmente generaron para los vecinos nuevos usos sociales de su entorno. Se han convertido en puntos de encuentro del barrio, y casi un año después, están impecables.

Quico Rivas escribió sobre ti …que estas dotado de una clase de visión especial, holística y que si no nos basta su palabra nos fiemos del meteorito. Además de las fotografías, los amigos y el sentimiento de responsabilidad de ayudar al pueblo saharaui ¿Te has traído algún aerolito planetario del Sahara?

Si, lo traigo dentro de la cabeza y sale por las yemas de mis dedos.

FORMATO CÓMODO_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

Page 7: Los Abandonados

FORMATO CÓMODO_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _6 7

S A H A R A

I. HAMADA DE TINDUF Y DE MAHBÉS

1

Hamada de Tinduf y de Mahbés en donde dicen que no pueden vivir ni los lagartos mar de piedra meseta desolada llano de güeras y horizontes nítidos tierra macho que un cielo macho azul altísimo y un macho fuerte ardiente sol tenaz y el simún poderoso macho viento con constancia de siglos golpearan en las más gigantescas y violentas batallas de gigantes que los hombres ¡oh el asombro! Pudieran contemplar tierras que el zorro y la gacela hermosos y el chacal y la palma abandonaran fondo de antiguo mar evaporado esqueleto de mar al sol desnudo y extendido

petrificado mar…Hamada de Tinduf y de Mahbés tierras de paso para el hombre nómada ¡oh frontera total deshabitada!

2

HoyHamada terrible y tan hermosa

eres canto de exilio y esperanza. No es bastante la tierra el aire el fuego para insuflar –gigante aletargado- vida: liquido falta sangre o agua sudor cristal fundido y transparente cristalino dolor salada lágrima subterráneos que afloran manantiales esencias que conmueven los motores savia dulce del dátil leche blanca fresco don de la cabra y la camella blanca leche de madres que amamantan semen duro de guerrillero amante que entre abrazos empreña y entre adioses catarata de vida líquida alma… Hoy

de Sahara Occidental venidosde Rio de Oro y de Saguía el Hamra para todo el Magreb y Gran Desierto tierras muy santas territorio inmenso de nobles tribus de los hombres nómadas -los antiguos maakil de la Arabia Feliz los tecnas los suaias andaluces tantos más del interior al mar- hombres duros mujeres valerosas viejos curtidos niños deslumbrantes te dieron nueva vida oh gran hamada y en tu corteza dura y prehistóricaque nadie medio cuerdo osara hollar

Campamento Smara,Tinduf (Argel)

han nacido piscinas y jardineshospitales escuelas y teatros:

se han asentado las airosas jaimas-aunque el exilio impuesto es doloroso

y la guerra sangrienta y fratricida-para el amor la lucha y la esperanza.

3

Ya nunca más seráshamada de Tinduf y de Mahbés

ya nunca más la tierra donde dicenque no pueden vivir ni los lagartos.

II. CANTO A MAHBÉS

1

Sobrevolar la tierra a gran alturaastronauta feliz orgasmo gozo

cuando vientos te abaten y remontasy abajo costas ríos cordilleras

simulan dibujar de un pozo de aire el fondoSobrevolar la tierra como un águila

sus alas desplegadas a vientos circularessu breve cuerpo todo pluma al sonde música tan bella como antigua

Sobrevolar bajito como moscaque conoce la tierra y el terrón

y los habita montes para ella elevadossu mundo de aire en recovecos preso…

… o no poder volar pues hombre sologravido y firme a tierra cual reptil

o animal cavador de las trincherasespejo de aquel vuelo alto y redondo

¡Oh Mahbés la encantada cómo amaraespejismo en la tarde verte en alto suspendido por siempre el cinturón

de la muerte que ciñe tu cinturade reina del desierto enamorada!

¡Oh ciudad gran sepulcro circular pavoroso!

2

Mahbés era una reina del desiertoal este de Sahara Occidental

con poblado de jaimas permanenteen torno a la placita y al mercadoen el extremo de la gran hamada

un castillo almenado coronaba su frente.Huyeron los primeros al exilio

cuando un rey loco decidió ocuparla tierra de quien nunca tuvo rey

ni señor poderoso que a su gustoy capricho absoluto gobernara.

La traición de quien vino un día amigoa comerciar a su región tan solo

-dolor grande traición de la amistad-fue el origen de tanta desventura.

Y el rey loco ordenó que a aquella reinala violaran soldados que hijos mios llamaba-gentes del norte de la costa amablesay muchachos de Tetuán y Tángerchavales de Rabat y Casblancaay chavales de Meknes de Fez la Antiguay de la bella Marrakech la Roja-tras obscena y mezquina propagandaPecado sin perdón posible aquelde enfrentar a dos pueblos hermanadosamantes del honor la vida y la palabraY la reina Mahbés es hoy sepulcromonumento a la guerra y a la muertetumba de la alegría muda parca.

3

Pero entre tanta destrucción Mahbés sigue siendo la reina coronadahospitalario hogar de la hamada inhóspitatestigo adormecido bajo el solde titanicas luchas y esperanzaSu cinturón de tumbas y trincherasel sumún poderoso y amarillovuelo bajo de moscas lo alzarávuelo de águila hacia el azul intensovuelo altísimo hasta rozar el soly arderlo y consumirlo y olvidarporque el olvido a veces es conveniente amorpara poder amar mejor y más.

II CANTO A LEBUIRAT

Quisiera mi palabra ancha y largapara poder ceñirla a tu paisajeun poco al menos saharaui amigoy ser fiel a tu espléndida amplitudTu corazón inabarcable lateal ritmo inmensurable de esa tierray mi palabra y ritmo no os alcanzanMi aliento es limitado Poco valeMis ojos no se adaptan al grandorde ese horizonte calienteY sólo el mar podría reflejarteSólo grandes palabras como vidamás allá muerte tierra fuego o aguaalegría y dolor y luz y aire-aunque simples palabras sin acciónque al final nada o casi nada expresan-sirven para plasmar lo inexpicablePor eso absurdo me parece el versoy absurdo el hombre al verso dedicado…

Atrás quedó Mahbés, tumba redonda, y el landrover enfila veloz al noroeste de la hamada; hasta ciento por hora en ocasiones el fogoso animal landrover –lector: perdón por la publicidad: bien pudiera decir mecánico camello, pero, en fin, es difícil- a su lomo asombrados visitantes amigos y valientes guerrilleros

que conocen la región como su casa grande el Kalachnikof legendario y sencillo como el agua la cuchara el

martillo o la guitarra para tantos y tantos pueblos humillados -¡mira que somos

bestias los humanos!- , el kalachnikof al que un día habrá que dedicarle el más

bello de los cantos a ser posible de amor y ojalá bella elegía –querrá decir que

somos menos bestias los de siempre-, el hoy tan necesario kalach a nuestro lado

hamada al noroeste hasta su fin.

Y de repente un corte –paso para cabras habilísimas– y un horizonte dos

horizontes tres horizontes superpuestos montañas desoladas llano desolado y amarillo más montañas hasta el azul final reconciliante del cielo y la tierra

tierras del sur de Marruecos –aunque franja de Tarfaya habitada por población

sobretodo saharui– abandonadas a su suerte por un rey loco ante el empuje de los guerrilleros del Frente Polisario y una pista empinada casi escalera a

veces casi barranco o precipicio quién sabe si de paisaje lunar o jupiterino

–¿cómo serán las vistas panorámicas jupiterinas?– recientemente abierta por los guerrilleros no se sabe a golpes de

qué para violar las faldas de siempre infranqueables de aquellos peñascales

que los vientos no sé si dulcificaran pero al menos sí redondearan y transportar

por ella –caminos o escaleras rutas de cabras o reptiles– blindados y

cañones y camiones y tanquetas y prisioneros tristes que al rey loco en las últimas batallas –Lebuirat, Uartsis– arrebataran Valle ancho

casi valle llano cauce de Amazonas río desecado y otra vez el amplísimo

campo de batalla llano a veces de taljas distraído museo de esqueletos

de fantásticos metálicos montruos torturados por fuego consumidos por

fuego y hasta el cristal fuerte que hiciera inexpugnable al ataque de la

bala veloz a los blindados se retuerce en escultura de forma caprichosa no

inventada por hombre en lugar techado y cañón que fuera pavoroso en vida

muerto ahora señala dedo acusador a un horizonte deshabitado o al cielo azul

purísimo mudo testigo y el escenario grandioso de la batalla del desierto metro a metro narra en inequívoco

discurso visual el desastre de un ejército vencido en Lebuirat y en huida hacia Zaj

nuevamente atacado emboscada feliz por los guerrilleros de asombrosa

movilidad del Frente Polisario y el gigante Goliat tanque encadenado en cuyo corazón se alojarán aterrados soldados por desgracia para ellos súbditos de un loco rey y para quienes aquel lugar es fin del mundo que nunca nadie les enseñará a amar asedian atacan y destruyen todo en arrebatada carrera que el aire transformará en viento que a los ojos extra sus más recónditas lágrimas entre atronadores ruidos de motores a tope acelerados y atroces silbos de bala y de metralla los guerrilleros –prodigio del hombre de la tierra su alzán la más protectora de las corazas su pecho endurecido por la tierra tan dura amada tierra que ensancha el corazón y por la guerra que aunque impuesta ahora imponen en nombre de la dignidad la paz la patria arrebatada– del Frente Polisario.

Y luego la ciudad fantasma abandonada:ciudad de Lebuirat

desolacióndesolación sin límites de nuevo.

FINAL I : MALDICIÓN

“Rey Hasán: Si un dios te hubiera hecho de verdad

el rey de los creyentesa ese dios deberían fusilarlo

por sacrílego apóstata y blasfemo”

La maldición de los poetas siempre Será de mal aguero para un rey

Y yo debo olvidar a los cadáveresNo quiero maldecir Quisiera amar

Aunque la guerra es guerra y tus amigosBien pudieran morir en el combate

y golpe y ¡zas! mañana o esta nochey nada puedes ¡oh dolor! hacery les darás la vida al recordarle

a los suyos que fueron muy valientesQuiero cantarle al pueblo saharaui

Quiero cantar la vida de quien sabeSu victoria final ya muy cercana

de quien en esa espera vive y sueñay por ella el exilio es soportable.

FINAL II: CANTO A LA VIDA

Un perfil y la línea horizontalel alzán la darraja y el fusil la jaima de interior de sera clarael camello la cabra o la gacela la palmera lujosa el pozo de aguaVerte en tu tierra saharaui amigo es saber de la vida y su unidad:la paz profunda que te ensalza y alza.

Poemas de zocochico, 1975 y 2000Emilio Sola

En la década de los sesenta la ¨provincia¨ saharaui cobraba una importancia capital con el descubrimiento de los más fantásticos yacimientos de fosfatos del mundo en Bu Craa, a lo que se suma la importancia económica de la gestión de la pesca en aguas del litoral saharaui.

UNA CHARLA CON ALONSO GIL

Teresa Castellano

Recuerdo un día del año pasado sacando un billete para Extremadura, en la estación de Atocha, cuando me llamo la atención un grupo que se acercaba a la ventanilla de al lado. Miré y cuando me fije bien reparé en que erais Viky (Victoria Gil), Fede (Federico Guzmán) y tú Loncho, entre otros.

En el bar de la estación empezasteis a contarme vuestras experiencias en el Sahara. Las estrellas, la luna y el horror de las minas destinadas a buena gente. Vuestro viaje había sido inolvidable. Entre cañas y bocadillos me contasteis los trabajos que un grupo de artistas habíais hecho en colaboración con los saharauis y que estabais deseando volver como así has hecho.

Mientras hablabais yo me acordaba de Abida, la niña saharaui que pasaba los veranos en casa de mi hermano, de los conciertos que nos daba con su improvisado tambor y su hermosa voz, y de lo feliz que era cuando llovía.

Nos despedimos, mi tren salía antes.

Recordé los documentos fotográficos y el taller de estampación de ropa del que me habías hablado y pensé proponerte una exposición para Photoespaña 09. Y aquí está con el nombre de Los abandonados.

Y no hace falta preguntarte el porqué de ese nombre, pero sí ¿qué sentiste trabajando en Tifariti?

Sentí que el arte puede cambiar el mundo y las vidas de la gente. Creo que el arte es un medio sanador de los conflictos políticos, personales y sociales, y puede ser una herramienta valiosa para luchar contra la desmemoria y hacernos reflexionar sobre conflictos tan olvidados y silenciados como es el del Sahara.

Pintando con los niños saharauis ¿Te acordaste de aquel niño que ganó un concurso de carteles hace ya años en Badajoz?

Claro, la imagen de los demás siempre retrotrae a la de uno mismo… como llevaba Richard Hell escrito en el pecho en la portada de aquel disco maravilloso con los Voidois: YOU MAKE ME!

Me imagino que sin dejar tus lápices y tus óleos, hace tiempo que comenzaste a trabajar con cámara fotográfica y con vídeo. En 1997 realizaste el vídeo Sinfonía del sueño grabado en las tres orillas del Estrecho de Gibraltar. En el 2001 An Error Occurred con protagonistas procedentes de las Tres mil viviendas de Sevilla. Después vinieron otros tantos y por último La felicidad en el trabajo. Diría que estos trabajos además de artísticos podrían considerarse como documentos antropológicos y sociológicos. Háblame un poco de ellos.

A mi me gusta trabajar con lo que tengo a mi alrededor. Todos los trabajos que mencionas responden al momento y contexto en el que los hice. Sevilla es muy particular, su propia idiosincrasia reside en esa mezcla de tradición y espontaneidad que es lo que hace que sea una ciudad anacrónica y a la vez moderna.

El último vídeo al que te refieres trata la idea de la felicidad en el trabajo a través del cante flamenco. Grabé a personas que se echan un cante al tiempo que realizan sus actividades cotidianas; quise quitarle al flamenco la espectacularidad y dar cuenta de la relación que siempre ha habido entre el cante y las labores.

En 1989 hiciste tu primera exposición en Hamburgo desde entonces has realizado exposiciones dentro y fuera de nuesto pais ¿Alguno de estos proyectos individuales o colectivos es más especial que otro?

Creo que todos están relacionados, unos argumentos llevan a otros y así, digamos que son capítulos de un mismo relato. Podría mencionar algunas experiencias especiales como la de convivir en México con la comunidad mazateca. Sin embargo, desarrollar con los refugiados saharauis de los campamentos, el taller de estampación y pintura sobre ropa ¡A Pintarropa!, ha sido una experiencia muy intensa, por sentir tan de cerca la situación en la que viven día a día. El taller desembocó en un pase de modelos, la gente allí es muy entusiasta y participativa y hacen las cosas de todo corazón.

En la exposición que presentaste en el MEIAC reprodujiste a escala ampliada una de las celdas de cuando el museo era prisión… Cuéntanos como fue para ti el trabajo en La Celda Grande.

Fue un proceso largo y meditado. Conocía bien el edificio en el que se ubica el MEIAC, su historia, su incidencia en la ciudad en la que pasé mi infancia. Un edificio panóptico, una cárcel convertida en museo; quería hacer algo que mezclara el pasado de ese lugar.

Sobre las frases escritas en las paredes, ¿alguien te hablo de ellas alguna vez?

Hice un trabajo de investigación, a partir de fotografías, de las frases que poblaban las paredes de las celdas de la antigua cárcel, y recuperé algunas realizadas por los presos, incluso hablé con un ex-recluso. Recopilé muchas de las pintadas presentes en las calles de Badajoz y las zonas rurales de Extremadura, me interesaba sobre todo la expresión más espontánea del deseo. Hice uso del graffiti como escritura pervertidora de un orden lingüístico, social e ideológico.

El graffiti forma parte de algunas de tus obras…

Si, por ejemplo en Córdoba, en la barriada los Vikingos y en la Avenida Torremolinos, bajo el título de Graffiti Celestial, plantamos un par de plantillas de gran formato de nuestro icono Camarón. Los graffiti fueron pintados con los colores de los preciosistas patios cordobeses y realmente generaron para los vecinos nuevos usos sociales de su entorno. Se han convertido en puntos de encuentro del barrio, y casi un año después, están impecables.

Quico Rivas escribió sobre ti …que estas dotado de una clase de visión especial, holística y que si no nos basta su palabra nos fiemos del meteorito. Además de las fotografías, los amigos y el sentimiento de responsabilidad de ayudar al pueblo saharaui ¿Te has traído algún aerolito planetario del Sahara?

Si, lo traigo dentro de la cabeza y sale por las yemas de mis dedos.

FORMATO CÓMODO_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

Page 8: Los Abandonados

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