LOS 5 PRIMEROS SABADOS Y EL ESCAPULARIO OLETÍN … · 08.¿Cuándo hay que llamar al sacerdote...

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LOS 5 PRIMEROS SABADOS Y EL ESCAPULARIO Cinco Primeros Sábados de Reparación Lucía, vidente de Fátima, era postulante en el Convento de las Doroteas en Pontevedra, España cuando tiene una aparición de la Virgen sobre una nube de luz, con el Niño Jesús a su lado. La Santísima Virgen puso su mano sobre el hombro de Lucía, mientras en la otra sostenía su corazón rodeado de espinas. El Niño le dijo: "Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre. Está cercado de las espinas que los hombres ingra- tos le clavan a cada momento, y no hay nadie que haga un acto de reparación para sacárselas." Inmediatamente dijo Nuestra Señora a Lucía: "Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme y di que a todos los que, durante cinco meses, en el primer sábado, se confiesen, reciban la Sagrada Co- munión, recen el Rosario y me hagan compañía durante 15 minutos meditando en los misterios del rosario con el fin de desagraviarme les prometo asistir en la hora de la muerte con las gracias necesarias para su salvación" La confesión puede hacerse hasta una semana antes o después de cada primer sábado. La intención de hacer esta reparación al Inmaculado Corazón de María puede ponerse al principio. ¿Por qué 5 Sábados? Después de haber estado Lucía en oración, Nuestro Señor le reveló la razón de los 5 sábados de reparación: "Hija mía, la razón es sencilla: se trata de 5 clases de ofensas y blasfemias profe- ridas contra el Inmaculado Corazón de María: Blasfemias contra su Inmaculada Concepción. Contra su virginidad. Contra su Maternidad Divina, rehusando al mismo tiempo recibirla como Madre de los hom- bres. Contra los que procuran públicamente infundir en los corazones de los niños, la indiferencia, el desprecio y hasta el odio hacia la Madre Inmaculada. Contra los que la ultrajan directamente en sus sagradas imágenes.” "He aquí hija mía, por que ante este Inmaculado Corazón ultrajado, se movió mi misericor- dia a pedir esta pequeña reparación, y, en atención a Ella, a conceder el perdón a las al- mas que tuvieran la desgracia de ofender a mi Madre. En cuanto a ti procura incesante- mente con tus oraciones y sacrificios moverme a misericordia para con esas almas". El Escapulario de la Virgen del Carmen y la Gran Promesa de salvación. La “Gran Promesa” En un momento de gran aflicción para la Orden del Carmen, San Simón Stock suplicó a la Madre de Dios que le diese una señal de Su protección. Y el día 16 de julio de 1251 la Santísima Virgen se le apareció con el Niño Jesús y le presentó un Escapulario, prometiéndole que todos los que con él muriesen no padecerían el fuego eterno. “Es, pues, una señal de salvación, salva- guardia en los peligros, alianza de paz y de protección sempiterna”, dijo la Madre de Dios. El sentido de esta promesa es que la persona que muere con el Escapulario recibirá de la Virgen María, a la hora de la muerte la gracia de la perseverancia en el estado de jus- ticia si está en él, o, en caso contrario, la gracia de la conversión y de la perseverancia final. BOLETÍN PARROQUIAL SAN PEDRO APÓSTOL CATECISMO LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS 01.¿Qué es la Unción de los enfermos? La Unción de los enfermos es el sacramento por el que la Iglesia confiere una gracia especial a los enfermos para ofrecer a Dios todas las dificultades inherentes a la enfermedad y a la vejez. 02.¿Cómo trató Jesús a los enfermos? Jesús se acercó a los enfermos para acogerlos en su reino, les pidió que crean, fue hacia ellos y utilizó signos como la saliva, im- posición de manos, barro, lavarse y su misma palabra para sanarlos. 03.¿Qué nos manda Jesús después de habernos dado su ejemplo? Nos, mandó visitar, atender, y ungir a los enfermos en su nombre.Nos motivó a tratar al enfermo como si fuera Él mismo; y nos motivó a visitarlo como que lo visitamos a Él. 04.¿Cómo practicó la Iglesia este mandato de Jesús después de Pentecostés? El apóstol Santiago nos dice en su carta: “¿Está enfermo alguno de ustedes?, Que llame a los presbíteros de la iglesia para que oren sobre él y lo unjan con Óleo en el nombre del señor” (St. 5,14). 05.¿Cómo se administra este sacramento? El sacerdote ungiendo al enfermo con el óleo santo dice estas palabras: “Por esta Santa Unción y por su bondadosa misericordia, te ayude el señor con la gracia del Espíritu Santo para que, libre de tus pecados, te conceda la salvación y te conforte en tu enfermedad. 06.¿A quien se administra la Santa Unción? Este sacramento se administra al bautizado enfermo y cuya vida comienza a estar en peligro, por enfermedad o vejez. También puede administrarse antes de una operación importante. 07.¿Qué efectos produce este sacramento en quien lo recibe? Este sacramento aumenta la gracia divina, borra todos los pecados, consuela y fortalece al en- fermo o anciano 08.¿Cuándo hay que llamar al sacerdote para la Unción del enfermo? Hay que llamarlo con tiempo y sin esperar a que el enfermo ya esté inconsciente. 09.¿Si, el enfermo está inconsciente, puede recibir este sacramento? Si, aunque el enfermo esté ya inconsciente o haya perdido el habla, o aún signos vitales, igual puede recibir la Santa Unción, siempre y cuando uno crea que estando consciente la hubiera pedido. En caso de duda llame al sacerdote igualmente. 10.¿Puede repetirse este sacramento? Si, puede recibirse de nuevo, si el enfermo recupera la salud y después contrae una nueva en- fermedad, el peligro se hace más grave, o cuando va operarse, o cuando al anciano se le debili- tan las fuerzas. Parroquia San Pedro Apóstol – Calle: Maza 1420 – Tel. 260-4421221 Domingo 02 de Octubre de 2016 – Año I – Número 008 – San Rafael Mza.

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LOS 5 PRIMEROS SABADOS Y EL ESCAPULARIO

Cinco Primeros Sábados de Reparación

Lucía, vidente de Fátima, era postulante en el Convento de las Doroteas en Pontevedra, España cuando tiene una aparición de la Virgen sobre una nube de luz, con el Niño Jesús a su lado. La Santísima Virgen puso su mano sobre el hombro de Lucía, mientras en la otra sostenía su corazón rodeado de espinas. El Niño le dijo: "Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre. Está cercado de las espinas que los hombres ingra-tos le clavan a cada momento, y no hay nadie que haga un acto de reparación para sacárselas."

Inmediatamente dijo Nuestra Señora a Lucía: "Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme y di que a todos los que, durante cinco meses, en el primer sábado, se confiesen, reciban la Sagrada Co-munión, recen el Rosario y me hagan compañía durante 15 minutos meditando en los misterios del rosario con el fin de desagraviarme les prometo asistir en la hora de la muerte con las gracias necesarias para su salvación" La confesión puede hacerse hasta una semana antes o después de cada primer sábado. La intención de hacer esta reparación al Inmaculado Corazón de María puede ponerse al principio.

¿Por qué 5 Sábados?

Después de haber estado Lucía en oración, Nuestro Señor le reveló la razón de los 5 sábados de reparación: "Hija mía, la razón es sencilla: se trata de 5 clases de ofensas y blasfemias profe-ridas contra el Inmaculado Corazón de María:

Blasfemias contra su Inmaculada Concepción.

Contra su virginidad.

Contra su Maternidad Divina, rehusando al mismo tiempo recibirla como Madre de los hom-bres.

Contra los que procuran públicamente infundir en los corazones de los niños, la indiferencia, el desprecio y hasta el odio hacia la Madre Inmaculada.

Contra los que la ultrajan directamente en sus sagradas imágenes.”

"He aquí hija mía, por que ante este Inmaculado Corazón ultrajado, se movió mi misericor-dia a pedir esta pequeña reparación, y, en atención a Ella, a conceder el perdón a las al-mas que tuvieran la desgracia de ofender a mi Madre. En cuanto a ti procura incesante-mente con tus oraciones y sacrificios moverme a misericordia para con esas almas".

El Escapulario de la Virgen del Carmen y la Gran Promesa de salvación.

La “Gran Promesa” En un momento de gran aflicción para la Orden del Carmen, San Simón Stock suplicó a la

Madre de Dios que le diese una señal de Su protección. Y el día 16 de julio de 1251 la Santísima Virgen se le apareció con el Niño Jesús y le presentó un Escapulario, prometiéndole que todos los que con él muriesen no padecerían el fuego eterno. “Es, pues, una señal de salvación, salva-guardia en los peligros, alianza de paz y de protección sempiterna”, dijo la Madre de Dios.

El sentido de esta promesa es que la persona que muere con el Escapulario recibirá de la Virgen María, a la hora de la muerte la gracia de la perseverancia en el estado de jus-ticia si está en él, o, en caso contrario, la gracia de la conversión y de la perseverancia

final.

BOLETÍN PARROQUIAL

SAN PEDRO APÓSTOL

CATECISMO LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS

01.¿Qué es la Unción de los enfermos?

La Unción de los enfermos es el sacramento por el que la Iglesia

confiere una gracia especial a los enfermos para ofrecer a Dios

todas las dificultades inherentes a la enfermedad y a la vejez.

02.¿Cómo trató Jesús a los enfermos?

Jesús se acercó a los enfermos para acogerlos en su reino, les

pidió que crean, fue hacia ellos y utilizó signos como la saliva, im-

posición de manos, barro, lavarse y su misma palabra para sanarlos.

03.¿Qué nos manda Jesús después de habernos dado su ejemplo?

Nos, mandó visitar, atender, y ungir a los enfermos en su nombre.Nos motivó a tratar al enfermo

como si fuera Él mismo; y nos motivó a visitarlo como que lo visitamos a Él.

04.¿Cómo practicó la Iglesia este mandato de Jesús después de Pentecostés?

El apóstol Santiago nos dice en su carta: “¿Está enfermo alguno de ustedes?,

Que llame a los presbíteros de la iglesia para que oren sobre él y lo unjan con Óleo en el nombre

del señor” (St. 5,14).

05.¿Cómo se administra este sacramento?

El sacerdote ungiendo al enfermo con el óleo santo dice estas palabras: “Por esta Santa Unción

y por su bondadosa misericordia, te ayude el señor con la gracia del Espíritu Santo para que,

libre de tus pecados, te conceda la salvación y te conforte en tu enfermedad.

06.¿A quien se administra la Santa Unción?

Este sacramento se administra al bautizado enfermo y cuya vida comienza a estar en peligro,

por enfermedad o vejez. También puede administrarse antes de una operación importante.

07.¿Qué efectos produce este sacramento en quien lo recibe?

Este sacramento aumenta la gracia divina, borra todos los pecados, consuela y fortalece al en-

fermo o anciano

08.¿Cuándo hay que llamar al sacerdote para la Unción del enfermo?

Hay que llamarlo con tiempo y sin esperar a que el enfermo ya esté inconsciente.

09.¿Si, el enfermo está inconsciente, puede recibir este sacramento?

Si, aunque el enfermo esté ya inconsciente o haya perdido el habla, o aún signos vitales, igual

puede recibir la Santa Unción, siempre y cuando uno crea que estando consciente la hubiera

pedido. En caso de duda llame al sacerdote igualmente.

10.¿Puede repetirse este sacramento?

Si, puede recibirse de nuevo, si el enfermo recupera la salud y después contrae una nueva en-

fermedad, el peligro se hace más grave, o cuando va operarse, o cuando al anciano se le debili-

tan las fuerzas.

Parroquia San Pedro Apóstol – Calle: Maza 1420 – Tel. 260-4421221 Domingo 02 de Octubre de 2016 – Año I – Número 008 – San Rafael Mza.

ANÉCDOTAS DE SANTOS

.SAN FELIPE NERI "DOS ESCOLTA AL SALIR DE MISA "Podéis Ir en paz" no significa "a la una, a las dos y a las… ¡tres!"

San Felipe Neri se las sabía todas. Por ejemplo, no quería que se hablara de su santidad, por lo que intentaba desorientar a los fieles y confundirlos. Su humoris-mo tenía también el fin de camuflar su piedad sin límites, haciendo llamar la atención sobre sus defectos externos y sus extravagancias. Pero su irresistible gusto por las bromas y las ganas de desbaratar algunos prejuicios y de confundir a los soberbios, los llevaba en la sangre desde pequeño.

Una vez, viendo que varios de los fieles salían de la iglesia después de recibir la comunión, sin dedicar un momento de acción de gracias al Señor, mandó dos monaguillos con dos cirios encendidos a que siguieran a estos "apresurados". ¿Por qué? Preguntó uno de ellos. Y el santo les contestó: "Simplemente para que acompañen al Santísimo que tú has recibido hace un momento y lo alaben de tu parte"

LA ADORACION EUCARISTICA EN NUESTRA PARROQUIA

Son muchos los años que lleva la Adoración Eucarística en nuestra parroquia de San Pedro Apóstol. Una de las gracias más notables que hemos tenido como comunidad, puesto que “la Iglesia católica ha dado y continua dando este culto de adoración que se debe al sacramento de la Eucaristía no solamente durante la Misa, sino también fuera de su celebración: conser-vando con el mayor cuidado las hostias consagradas, presentándolas a los fieles para que las veneren con solemnidad” (Catecismo). La Eucaristía es el centro de la vida cristiana, y por lo mismo lo es también de la vida parroquial. De allí la atención que se debe brindar a la Cele-bración de la Santa Misa, el acto eucarístico por excelencia, y a la Adoración al Santísimo, que es su prolongación.

En nuestra parroquia, desde hace ya tiempo y por diversos factores, ha disminuido notable-mente el número de adoradores, es decir, de personas que se comprometen a cumplir sema-nalmente con un turno de media hora frente al Santísimo. Tal disminución ha provocado que en repetidas ocasiones se deba volver a reservar el Santísimo Sacramento cuando ya había sido expuesto, o que se retardase el inicio de la adoración por la ausencia de las personas comprometidas. Con tristeza debemos reconocer que tal situación constituye aunque sea invo-luntaria, una falta de respeto a la presencia real de Nuestro Señor en la Eucaristía

Por tal motivo, quiero volver a estimular la participación de los fieles que puedan “comprometerse” con un turno de Adoración semanal. Dicho compromiso supone la pre-sencia en el turno correspondiente, la puntualidad y la responsabilidad de conseguir un reem-plazante cuando uno se vea impedido de cumplir personalmente.

En el mes de octubre intentaremos cubrir los turnos de los días jueves y viernes, pudiendo uno

anotarse en los mismos tanto cuando se asiste a la Santa Misa como en la Secretaría Parro-

quial.

¡Quiera Dios que en un lapso breve de tiempo podamos volver a aprovechar diariamente de la

gracia que significa que en la parroquia uno de los miembros de la comunidad esté rezando

frente al Santísimo Sacramento en el templo parroquial, por sus intenciones y por las de todos!

P. Víctor

FAMILIA :DEVOCION A SAN JOSE

Santa Teresa de Jesús "Tomé por abogado y señor al glorioso San José. No me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer. Es cosa que espanta las grandes merce-des que me ha hecho Dios por medio de este bienaventurado santo...No he conocido persona que de veras le sea devota que no la vea mas aprovechada en virtud, porque aprovecha en gran manera a las almas que a El se encomiendan...Solo pido por amor de Dios que lo pruebe quien no le creyere y vera por experiencia el gran bien que es encomendarse a este glorioso patriarca y tenerle devo-ción..."

FE Y TRADICION LA BATALLA DE TUCUMÁN El pasado 24 de setiembre se celebró la fiesta de Nuestra Señora de las

Mercedes, Patrona y Generala del Ejército de Belgrano. También se con-

memora un año más del glorioso triunfo de las fuerzas patrióticas en la

Batalla de Tucumán. Esta advocación tiene especial protección para aque-

llos que han perdido su libertad o luchan por su independencia. Siendo la

batalla el mismo día de los festejos de la Virgen, Belgrano invoca su pro-

tección. Los testimonios de la época cuentan las circunstancias duras y

adversas que atravesaba el ejército del General Belgrano al momento del

combate. La cuarta parte de sus soldados estaba en el hospital. Solo tenía

seiscientos fusiles para mil infantes y únicamente doscientos quince bayonetas, esenciales para que los solda-

dos pudieran defenderse en la lucha cuerpo a cuerpo. Había veintiuna carabinas y treinta y cuatro pistolas de

caballería. Necesitaba de todo. Desde Buenos Aires sólo se le envía el cuerpo menos estrenado que se po-

seía: el Batallón de Pardos y Morenos.

El ejército español perseguía a Belgrano con tres mil trescientos soldados, dos escuadrones de

caballería y trece cañones; situación fuertemente ventajosa para España. Aun así, el general estaba ya cansa-

do de retroceder y buscaba cualquier pretexto para detenerse y jugarse el todo por el todo frente a su rival. Ni

bien los tucumanos se enteraron de que Belgrano se encontraba cerca fueron a reunirse con él y le ofrecieron

lo que tenían a su alcance. Logró así reunir 1500 hombres. Durante la noche del 23 Belgrano pasa largos

ratos orando ante la imagen de la Merced. Amanece enfermo, pero sobreponiéndose a su propia flaqueza,

asume personalmente el mando de la tropa y ordena la ubicación de cada soldado en la zona denominada

“Campo de las Carreras”. Pio Tristán, jefe realista, marcha confiado y seguro de triunfo. Las mulas estaban

cargadas con la artillería y sus hombres iban a paso lento. Inmensa fue su sorpresa al ver las tropas enemigas

formadas y en línea de combate. Lucharon durante todo el día, en medio de una gran polvareda y confusión.

Los hombres de Belgrano se destacan por su coraje y bravura. Al caer la tarde, una enorme manga de langos-

tas oscureció el cielo. Esta providencial aparición confundió aún más al ejército realista; sintieron que estaban

siendo ametrallados; se veían devastados y vencidos. Así se dieron en retirada. El triunfo para las fuerzas

patriotas fue inesperado. Los tucumanos consideraron que la Ssma Virgen les había brindando el triunfo.

Horas más tardes, en el parte que Belgrano enviaba al gobierno, escribía: “La patria puede gloriar-

se por la completa victoria que han tenido sus armas el día 24 del corriente, día de Nuestra Señora de

las Mercedes bajo cuya protección nos pusimos”.

Un mes más tarde se realizó la procesión postergada del 24 de septiembre. El general y con todo su

ejército la acompañaba. Al llegar al Campo de la Carreras donde se libró la Batalla, Belgrano se dirige hacia

las andas en las que era conducida nuestra Señora de la Merced, le entrega su bastón de mando y la procla-

ma Generala del Ejército.

Una vez más la historia nos manifiesta la grandeza de los provincianos. El combate puede conside-

rarse una pueblada, la tropa de Belgrano peleó con chuza y facón, son gauchos del pueblo -agricultores,

ganaderos, comerciantes, pulperos, hortelanos- sin preparación militar, pero llenos de coraje, amor por su

tierra y familias. Esta bravura, unida a la confianza en la Divina Provincia y maternal protección de la Santísi-

ma Virgen, nos dio el brillante triunfo ante las fuerzas imperiales.

Prof. Fabiola Martin