Los 10 Escultores

32
Los 10 Escultores

Transcript of Los 10 Escultores

Page 1: Los 10 Escultores

Los 10 Escultores

Page 2: Los 10 Escultores

Fidias (Atenas, h. 490 a.C.-?, 431 a.C.) Escultor griego. Fue el artista

más famoso del mundo clásico, y el maestro que llevó la escultura a las cotas más altas de perfección y armonía. La biografía de Fidias nos es en su mayor parte desconocida. Apenas se sabe nada de su formación, si bien se cree que tenía experiencia como grabador, pintor y repujador. Vivió en la época de Pericles, estadista empeñado en hacer de la Acrópolis de Atenas un signo majestuoso de la grandeza de la ciudad, que se convirtió en el principal protector de Fidias, quien básicamente trabajó en y para Atenas.

Fidias sobresalió tanto en la escultura exenta como en el relieve. La primera obra que se conoce de él es la Atenea Lemnia, una estatua de la diosa destinada a la Acrópolis de Atenas, de la que se conservan dos copias parciales: un busto en el Museo Arqueológico de Bolonia y una figura casi completa en el Albertinum de Dresde.

Page 3: Los 10 Escultores

En el 438 a.C. se consagró la Atenea Partenos, la obra que le significó la fama. La patrona de Atenas está representada en esta estatua de nueve metros de altura como una diosa guerrera, con escudo y casco, preparada para la defensa de la ciudad. La obra, perdida, se conoce a través de copias de tamaño mucho menor.

Además de la Atenea para el Partenón, Fidias realizó otra estatua criselefantina, ésta para el santuario de Olimpia: la efigie de Zeus, incluida por los antiguos entre las siete maravillas del mundo. Era una estatua sedente del dios, de doce metros de altura, que destilaba grandeza y majestuosidad; es conocida a través de reproducciones en monedas y joyas.

La Atenea Partenos

Page 4: Los 10 Escultores

Pero lo que engrandeció el nombre del artista ya en su tiempo y ha mantenido inalterada su fama a través de los siglos son las esculturas del Partenón. Finalizada la construcción del templo, Fidias y su taller se ocuparon de la decoración escultórica, que incluía un friso en bajorrelieve de unos ciento sesenta metros de longitud, dos frontones decorados con figuras exentas y noventa y dos metopas en altorrelieve.

Si bien diseñó todo el conjunto, se cree que Fidias ejecutó una pequeñísima parte, pese a lo cual esta obra constituye una muestra indiscutible de su genio. Gozan de particular celebridad el grupo de las Tres Parcas y los fragmentos de la Procesión de las Panateneas, sobre todo el grupo de los dioses del Olimpo, donde es de admirar el magistral tratamiento de las telas, que se adhieren al cuerpo y dibujan sus contornos, una faceta creativa que ha contribuido decisivamente a la fama del arte fidíaco; también los caballos, poderosos y dinámicos, y sus fieros jinetes denotan la maestría del escultor.

Relieves de Fidias en el Partenón

Page 5: Los 10 Escultores

Ghiberti (Florencia, 1378-id., 1455) Escultor y orfebre

italiano. Comenzó su actividad artística como orfebre, pero fue una personalidad modesta hasta 1401, cuando participó con El sacrificio de Isaac en el concurso para la realización de las segundas puertas (o puertas norte) del baptisterio de Florencia, en el que resultó ganador, imponiéndose, entre otros, a Brunelleschi.

Este hecho marcó su vida, ya que una obra de tal envergadura requirió la creación de un importante taller, que fue el principal de Florencia a lo largo de medio siglo, por lo que se formaron en él destacadas figuras, como Donatello, Michelozzo, Uccello, Masolino y Filarete. Las puertas norte, realizadas de 1403 a 1424, incluyen veinte episodios de la vida de Cristo y ocho figuras de santos, talladas con el estilo elegante y minucioso, lleno de detalles, que caracteriza la escultura gótica.

Page 6: Los 10 Escultores

En 1425, el gremio de comerciantes de Florencia, satisfecho con su trabajo, le pidió que se ocupara también de las puertas este, que centraron su actividad hasta 1452. Sus diez grandes plafones de bronce dorado representan escenas del Antiguo Testamento en un estilo que nada tiene que ver con el anterior, por sus figuras poderosas, construidas sobre fondos de paisaje en los que se aplican con rigor las reglas de la perspectiva renacentista.

Son, pues, estas puertas una obra típica ya del Renacimiento y que gozó de merecida fama en su tiempo, hasta el punto de que muchas grandes figuras del arte viajaron a Florencia para admirarlas. Vasari relata que Miguel Ángel las consideró dignas de ser las puertas del Paraíso, nombre con el que se las designa habitualmente. Ghiberti esculpió también algunas estatuas de bronce para la iglesia florentina de Orsanmichele y, en sus últimos años escribió tres Commentarii, con valiosas referencias a pintores y escultores italianos, y una autobiografía, la primera que se conserva de un artista.

Page 7: Los 10 Escultores

Donatello Nacido en Florencia alrededor del año de 1386, ya desde

joven es posible encontrarle ejerciendo el oficio de escultor.

Preocupado por el movimiento y el naturalismo desde los comienzos de sus trayectoria, en 1410 el encargo de una escultura para un nicho de la fachada de Or San Michele le va a permitir continuar ensayando modos de representación de la estatuaria de gran tamaño, dando lugar a la ejecución, entre otras obras, de un San Marcos o un excepcional y plenamente renacentista San Jorge (1417). Se cree que sobre estos años comenzaría también la realización, por encargo de la familia Cavalcanti, de la Anunciación de Santa Croce y procedería a esculpir las estatuas para el Campanile florentino.

En la capital romana, ciudad a la que se trasladará con su nuevo colaborador hacia 1430 y donde habría pasado una estancia anteriormente con su amigo Brunelleschi estudiando el legado de la Antigüedad, dejará constancia de su maestría en piezas como El entierro de Cristo (1430-1433). Será a la vuelta cuando comience los relieves de la Cantoría de la Catedral de Florencia, en los cuales es apreciable el conocimiento de modelos clásicos.

Page 8: Los 10 Escultores

Magnífico será el David en bronce, realizado hacia 1435 para el palacio que los Médici poseían en la Vía Larga florentina y que inaugurará una relación de colaboración con dicha familia. En esta obra se puede apreciar toda la madurez y el dominio de Donatello a la hora de representar la anatomía humana.

A partir de 1443 va a entrar en contacto con la corriente artística que se estaba desarrollando en Padua, hecho que resultará decisivo en el giro que tomará su escultura durante la segunda mitad del siglo (se tornará mucho más expresiva). La fabulosa estatua ecuestre de El Gattamelatta o los relieves y esculturas realizados para el altar de la Basílica del Santo forman parte de la herencia que Donatello dejará a ésta ciudad. A esta última etapa pertenecen también los Milagros de San Antonio, la composición de Judith y Holofernes y su "terrible" María Magdalena en madera (estas dos últimas obras ya en Florencia, ciudad en la que fallecerá en 1466).

El Gattamelatta

Page 9: Los 10 Escultores

La alta calidad de las obras donatellianas, así como la cantidad de las mismas, hace difícil una selección justa de ejemplos susceptibles de mostrar los principios y la belleza de su trabajo. Sin embargo, obras como la exquisita Anunciación realizada para la Iglesia de la Santa Croce florentina, la impresionante estatua ecuestre del Condottiero Gattamelata, sus dramáticos Zuccone y Mª Magdalena, el lírico David broncíneo o las escenas esculpidas para la Cantoría de la Catedral de Florencia puede decirse que son buenas muestras de su genialidad.

María Magdalena

Page 10: Los 10 Escultores

Miguel Ángel

    Uno de los mayores creadores de toda la historia del arte y, junto con Leonardo da Vinci, la figura más destacada del renacimiento italiano. En su condición de arquitecto, escultor, pintor y poeta ejerció una enorme influencia tanto en sus contemporáneos como en todo el arte occidental posterior a su época. Nació en 1475, en Caprese. Pasó gran parte de su madurez en Roma trabajando en encargos de los sucesivos papas. Se sintió atraído por la escultura en el jardín de San Marcos, lugar al que acudía con frecuencia para estudiar las estatuas antiguas de la colección de los Médicis. Cuando Miguel Ángel contaba con 16 años de edad, ya había realizado al menos dos esculturas en relieve, el Combate de los lapitas y los centauros y la Virgen de la Escalera (ambas fechadas en 1489-1492, Casa Buonarroti, Florencia), con las que demostró que ya había alcanzado su personal estilo a tan temprana edad.

Page 11: Los 10 Escultores

Durante una temporada se estableció en Bolonia, donde esculpió entre 1494 y 1495 tres estatuas de mármol para el Arca de Santo Domingo en la iglesia del mismo nombre. Más tarde, Miguel Ángel viajó a Roma, ciudad en la que podía estudiar y examinar las ruinas y estatuas de la antigüedad clásica que por entonces se estaban descubriendo. Poco después realizó su primera escultura a gran escala, el monumental Baco. En esa misma época Miguel Ángel esculpió también la Pietà (1498-1500) para San Pedro del Vaticano, magnífica obra en mármol que aún se conserva en su emplazamiento original. La Pietà, una de las obras de arte más conocidas, Miguel Ángel la terminó casi con toda seguridad antes de cumplir los 25 años de edad, es además la única obra en la que aparece su firma. El punto culminante del estilo de juventud de Miguel Ángel viene marcado por la gigantesca escultura en mármol del David, realizada entre 1501 y 1504, después de su regreso a Florencia. Paralelamente a su trabajo como escultor, Miguel Ángel tuvo la oportunidad de demostrar su pericia y habilidad como pintor al encomendársele la decoración de la bóveda de la Capilla Sixtina en el Vaticano.

Page 12: Los 10 Escultores

Con anterioridad a la bóveda de la Sixtina, en 1505, Miguel Ángel había recibido el encargo del papa Julio II de realizar su tumba, planeada desde un primer momento como la más magnífica y grandiosa de toda la cristiandad. Pensada para ser emplazada en la nueva Basílica de San Pedro, entonces en construcción, Miguel Ángel inició con gran entusiasmo este nuevo desafío que incluía la talla de más de 40 figuras, pasando varios meses en las canteras de Carrara para obtener el mármol necesario. La escasez de dinero, sin embargo, llevó al Papa a ordenar a Miguel Ángel que abandonara el proyecto en favor de la decoración del techo de la Sixtina. Cuando, años después, retomó el trabajo de la tumba, la rediseñó a una escala mucho menor. No obstante, Miguel Ángel pudo terminar algunas de sus mejores esculturas con destino a la tumba de Julio II, entre las que destaca el Moisés (c. 1515), figura central de la nueva tumba, hoy conservado en la Iglesia de San Pedro in Vinculis, Roma. Pese a que el proyecto para la tumba de Julio II había requerido una planificación arquitectónica, la actividad de Miguel Ángel como arquitecto no comenzó de hecho hasta 1519, cuando diseñó la fachada (nunca realizada) de la Iglesia de San Lorenzo en Florencia. Durante la década de 1520 diseñó también la Biblioteca Laurenciana, anexa a la citada iglesia, aunque los trabajos no finalizaron hasta varias décadas después. Moisés

La Piedad

Page 13: Los 10 Escultores

También durante esta larga etapa de residencia en Florencia Miguel Ángel emprendió -entre 1519 y 1534- el encargo de hacer las tumbas de los Médicis en la Sacristía Nueva de San Lorenzo. Ya en Roma, Miguel Ángel comenzó a trabajar en 1536 en el fresco del Juicio Final para decorar la pared situada tras el altar de la Capilla Sixtina, dando por concluidos los trabajos en 1541. En 1538-1539 se iniciaron las obras de remodelación de los edificios en torno a la Plaza del Capitolio (Campidoglio), sobre la colina del mismo nombre, corazón político y social de la ciudad de Roma. Concibió el Capitolio como un espacio ovalado, y en su centro colocó la antigua estatua ecuestre en bronce del emperador Marco Aurelio. En torno a ella dispuso el Palacio de los Conservadores y el Museo Capitolino, así como también el Palacio del Senado, dando al conjunto una nueva uniformidad constructiva acorde con la monumentalidad propia de la antigua Roma. La obra cumbre de Miguel Ángel como arquitecto fue la Basílica de San Pedro, su cúpula se convirtió en modelo y paradigma para todo el mundo occidental.  

Page 14: Los 10 Escultores

Alonso Berruguete

Considerado como uno de los grandes renovadores del lenguaje escultórico en España, la obra de Alonso Berruguete se caracteriza por la enorme angustia espiritual impresa en sus composiciones de rasgos expresivos y matices dramáticos, así como por el dinamismo y una cierta "impaciencia" apreciable en los acabados.

A pesar de haberse empapado durante sus años de juventud del legado clásico, su trabajo no destacará por la armonía característica inherente a dicha corriente (aunque sí por su belleza, sin embargo) sino por la influencia y asimilación de la violencia interna miguelangelesca, reelaborada formalmente en una clave mucho más estilizada, y exacerbada a la vez.Junto con ello, no es posible obviar que Berruguete se formó también como pintor, hecho que es posible advertir en el peculiar manejo de la perspectiva que realiza en sus obras tridimensionales, además de en el sabio uso que de la luz y la policromía hará.

Page 15: Los 10 Escultores

Las características propias del quehacer escultórico de Berruguete, su intenso sentido dramático así como las frecuentes incorrecciones, son muy apreciables en el Retablo de la Mejorada de Olmedo (1525-1526), en el cual los personajes aparecen trazados con un ardoroso arrebato, llegando incluso a olvidar Alonso en ocasiones (o pareciéndolo al menos) la necesidad de la ejecución de unas proporciones adecuadas a la ubicación de las figuras.

Serán, sin embargo, la inestabilidad y deformación de los personajes muestras apreciables ya del análisis y recorrido que de y por los sentimientos realice Berruguete en sus composiciones.

Retablo de la Mejorada de Olmedo

Page 16: Los 10 Escultores

Con respecto al Retablo de San Benito (1526-1532), en sus figuras es posible encontrar un ejemplo de la convivencia de las formas italianizantes con el dramatismo miguelangelesco: cabezas berruguerescas (en las cuales se puede apreciar la influencia de Donatello) en un ejercicio de manifestación del dolor, indumentarias manipuladas con paños que parecen flotar, cuerpos dónde se realiza un auténtico estudio de la anatomía masculina, líneas retorcidas sobre su propio eje en una espiral ascendente que estiliza las figuras, imperfecciones en la ejecución de la talla…Todo ello al servicio de un resultado en el que la gracia y el temor se mezclan a partes iguales.

 

Retablo de San Benito

Page 17: Los 10 Escultores

Será sin embargo el trabajo realizado en la Sillería del coro de la Catedral de Toledo (1539-1543) una de sus más bellas obras. Junto con la gran perfección que alcanzará en la forma (la calidad de los acabados es mayor), es posible apreciar la idea que del quehacer artístico posee Berruguete (concibe el arte como un ejercicio intelectual). Aquí, continuará jugando con las posturas de los personajes y las composiciones de plegados en los ropajes en su búsqueda de movimiento y expresionismo, además de que realizará un magnífico estudio psicológico de las emociones humanas.

la Sillería del coro de la Catedral de Toledo

Page 18: Los 10 Escultores

Bernini Gian Lorenzo Bernini (1598-1680), artista italiano, una de

las figuras más sobresalientes del barroco. Su actividad no se reducía a la escultura, también fue un gran arquitecto, pintor, dibujante y escenógrafo; concibió espectáculos de fuegos artificiales, realizó monumentos funerarios y fue autor teatral. Su arte es la quintaesencia de la energía y solidez del barroco en su apogeo.En la escultura, su gran habilidad para plasmar las texturas de la piel o de los ropajes, así como su capacidad para reflejar la emoción y el movimiento, eran asombrosas. Bernini introdujo cambios en algunas manifestaciones escultóricas, como los bustos, las fuentes y las tumbas. Su influencia fue enorme durante los siglos XVII y XVIII,

Es el que rompe con la escultura del Renacimiento, con la sombra de Miguel Angel. Con él se inicia la escultura del barroco siendo aceptada por el pueblo y trasladándose su fama más allá de las fronteras de Italia. Es el teórico del movimiento humano en la escultura, pero no un movimiento en sí mismo, sino capaz de crear sentimientos y demostrar expresiones. Su padre, escultor como él, le influyó en sus inicios. Su obra es dilatada y puede distinguirse las características del barroco desde la primera.

Page 19: Los 10 Escultores

Realizada en solitario con tan sólo 22 años de edad. Es la viva expresión de la energía y el movimiento, totalmente opuesto al David platónico de Beroccio y Donatello, y comparable en hermosura al de Miguel Angel, al que supera en vivacidad pero pierde el intimismo. Es una obra de mármol, material que no tiene secretos para él. Su técnica escultórica no tiene que envidiar a la calidad de Miguel Angel, aunque no se dedicará exclusivamente a este material, pues el bronce tampoco tendrá secreto alguno para este magnífico escultor. En ella quiere mostrarnos el espíritu combativo del barroco. Elige el momento en que David va a atacar al gigante Golliat, estando todo su cuerpo contraído, con unos músculos en completa tensión, con lo que demuestra el perfecto conocimiento que posee de la anatomía humana. El cuerpo se llena de energía y movimiento, pero es sobre todo en su rostro donde mejor se aprecia la energía del momento, con mirada violenta, mordiéndose el labio superior, los ojos fruncidos, la barbilla en tensión, son más elocuentes que esos músculos en tensión. Su David es de dimensiones humanas, humano, empequeñecido en su condición de mortal en la que radica su hermosura, frente al divino de Miguel Angel cuya hermosura radica en su expresión, en su idealismo.

David

Page 20: Los 10 Escultores

Es una obra de su juventud, en la que vuelve a los temas de la antigüedad mitológica. Nos lo presenta como si fuese un cuadro animado, lleno de espectáculo en sí mismo. En él el movimiento es la clave de su comprensión, coge la mitología en el mismo instante en que el dios Apolo desea poseer a Dafne y ésta para protegerse cuando es tocada se transforma en Laurel. Apolo es fruto del estudio del torso de Bervedere. Es una perfecta anatomía. Su rostro expresa el deseo. Dafne presenta un rostro en el que lanza un grito, sus cabellos empiezan a transformarse en la hoja de laurel, sus brazos en las ramas y sus pies en raíces y troncos. Bernini consigue transmitirnos el ruido del crujir del cuerpo de Dafne al transformarse en madera. Es una obra llena de movimiento, de ritmo, capaz de transmitirnos íntegramente el mito de Apolo y Dafne.

Apolo y Dafne

Page 21: Los 10 Escultores

Es una obra catalogada en su madurez, realizada a mediados del s.XVII y una de sus obras más estimadas y conocidas. Es un encargo de la familia Cornaro para la capilla familiar en la iglesia romana de Santa María de la Victoria.Elige un tema de actualidad, la Santa había sido conocida en 1622, en ella está presente el espíritu de la Contrareforma. Se presenta la obra como un todo escénico en el que se aúnan arquitectura de la capilla y elementos escultóricos. La capilla es un derroche de mármoles policromados y jaspes. A ambos lados de la capilla sitúa sendos balcones con arquitectura simulada, donde los miembros de la familia esculpidos en mármol asisten como espectadores al hecho teatral del éxtasis.En la parte central de la capilla, tras el pequeño altar y en un marco arquitectónico se encuentra el hecho esculpido. No visible, en la parte superior existe una ventana por la que introduce la luz descendente hacia la escena, la luz se desplaza por los rayos de bronce que imitan a los rayos del sol. Se ha policromado la ventana con colores dorados más claros en el centro, en el que destaca la figura de una paloma que guía las decisiones. El fondo es de alabastro. La escena principal está sacada de la propia biografía de la santa que en su capitulo segundo describe el éxtasis.

Éxtasis de Santa Teresa

Page 22: Los 10 Escultores

La Santa situada sobre una nube en mármol más oscuro se presenta con el ropaje típico barroco, quebradizo, voluminoso, lleno de claroscuro, caída, en el mismo instante en que un ángel la acaba de atravesar con la flecha de la divinidad. La Santa cae y en su rostro se aprecia el momento de éxtasis que vive, compaginando el dolor físico con el placer espiritual. Su rostro es todo un tratado de expresividad en la que magistralmente se aprecia la pérdida de conocimiento, ojos entrecerrados, labios entreabiertos, conciencia totalmente perdida. A su lado el ángel representado en forma humana, sólo lo delatan las 2 alas desplegadas. Su sonrisa es enigmática, su cara delicada e iluminada. Se presenta vestido con la típica vestimenta barroca aunque menos voluminosa que la de la santa. La obra es diagonal, donde todo el altar es un conjunto. El recurso de la luz de la ventana oculta superior que deja resvalar los rayos de luz por los rayos de bronce tras el conjunto escultórico que dan una mayor emotividad casi pictórica al conjunto, acrecentando la atención del espectador al grupo del que se siente partícipe.

Page 23: Los 10 Escultores

Montañés Nacido en la Alcalá la Real (Jaén) Juan

Martínez Montañés (1.568-1649) es la figura más destacada de la escuela de imagineros andaluces y, quizás, el más importante de los escultores barrocos de nuestro país. Tras un periodo inicial de formación en Granada, Martínez Montañés se instaló en Sevilla hacia 1582, continuando su preparación en el círculo de Jerónimo Hernández, hasta que obtuvo la maestría en 1588, a la edad de veinte años. Desde entonces, y salvo alguna salida ocasional a Madrid, el imaginero no abandonaría nunca la ciudad, en la que se conserva la mayor parte de su producción más destacada.

Diego Velázquez: "Retrato de Juan Martínez Montañés" (1636). Madrid.

Page 24: Los 10 Escultores

Su obra, muy amplia, es prácticamente toda ella de carácter religioso y, pese a pertenecer en gran parte al siglo XVII, se mantiene dentro de unos cánones clasicistas, que eluden el patetismo y lo vinculan con las tendencias manieristas que imperaban en Castilla a finales del siglo XVI. Entre sus realizaciones más destacadas figuran diversos modelos iconográficos: el crucificado (Cristo de la Clemencia, la inmaculada (la "cieguecita") o el niño Jesús, amén de una innumerable relación de santos. Fue también autor de algunos retablos, sobresaliendo el de San Isidoro del Campo (Santiponce, Sevilla), que incluye unas excelentes figuras orantes de Guzmán el Bueno y doña María Alonso Coronel. Por el contrario, sólo realizó un cristo procesional: el nazareno de la cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Pasión.

Montañés creó escuela en Sevilla, en la que trabajaron algunos de los más conocidos imagineros del XVII, como Juan de Mesa, al que el maestro sobrevivió. Pero sus influencias se extendieron mucho más allá de la ciudad, y pueden seguirse en numerosos imagineros barrocos de toda Andalucía.

Page 25: Los 10 Escultores

Juan Martínez Montañés: "Cristo de la Clemencia" (Hacia 1603). Sevilla.

    

                                        

    

Niño Jesus de Martinez Montañés

Page 26: Los 10 Escultores

Antonio Canova (Possagno, actual Italia, 1757-Venecia, 1822)

Escultor italiano. A causa de sus modestos orígenes familiares, no pudo realizar estudios artísticos y comenzó practicando otros oficios. En 1768, a raíz de su traslado a Venecia, empezó a dedicarse a la escultura y rápidamente alcanzó una fama y un prestigio que mantuvo durante toda su vida.

Sus primeras obras venecianas, como Orfeo y Eurídice o Dédalo e Ícaro, están impregnadas todavía del espíritu barroco que reinaba en la ciudad de la laguna. Cuando era ya un artista consagrado, se estableció en Roma (1781), donde definió el estilo que lo caracteriza, inspirado en la Antigüedad clásica y poderosamente influido por los principios teóricos de Winckelman, Milizia y otros autores cuyas doctrinas se hallan en la base del nacimiento del estilo neoclásico.

Sus primeras obras del período romano, como Teseo y el Minotauro, manifiestan ya la maestría técnica y la perfección en el acabado que le eran habituales.

Page 27: Los 10 Escultores

De hecho, todas sus obras fueron fruto de una larga elaboración, de una ejecución realizada con un detallismo casi artesanal. No fue Canova un escultor nato y de cincel fácil, sino que se forjó a través del estudio y el trabajo; mediante la práctica diaria del dibujo, por ejemplo, perfeccionó su plasmación del desnudo y superó las deficiencias de sus primeros estudios anatómicos.

En su estudio romano desplegó una enorme actividad para poder atender todos los encargos que recibía de las más destacadas personalidades del momento, desde Napoleón hasta Catalina la Grande de Rusia. Era ya por entonces el principal escultor del estilo neoclásico, condición con la que se ha perpetuado su figura en la historia del arte.

El nombre de Canova se asocia esencialmente a esculturas de mármol de acabado y pulido perfectos, que encarnan la belleza ideal y son frías y distantes, libres de la expresión de cualquier sentimiento o turbación. Este escultor, que encarna de maravilla el gusto de su tiempo, plasmó la belleza natural en reposo, libre de cualquier movimiento espontáneo y con una monocromía y simplicidad que contrastan vivamente con la etapa precedente.

Las Tres Gracias, Antonio Canova, 1814-1817.

Page 28: Los 10 Escultores

En esta línea se inscriben sus dos creaciones más conocidas: el retrato de la hermana de Napoleón, Paulina Borghese, y las Las tres Gracias. Paulina Borghese está esculpida como una Venus, sobre un diván, con la elegancia y la ligereza características de Canova. Las tres Gracias encarnan el desnudo femenino en toda su perfección, y en ellas el artista parece querer reflejar algo de su mundo interior.

Canova tiene, además, el mérito de haber renovado profundamente el género del sepulcro monumental, gracias a los que esculpió para los papas Clemente XIII y Clemente XIV. Entre las muchas efigies oficiales que realizó es particularmente célebre el Napoléon desnudo, cabal ilustración de los ideales neoclásicos. Su fama como artista le abrió numerosas puertas y lo convirtió en un hombre enormemente influyente, a quien el Papado encomendó algunas misiones delicadas, como la recuperación de las obras de arte expoliadas por Napoleón.

Antonio Canova Psíquis reanimado por el beso del amor detalle1787

Page 29: Los 10 Escultores

Rodin

(París, 1840-Meudon, Francia, 1917) Escultor francés. Fue alumno de Jean-Baptiste Carpeaux en la Escuela de Artes Decorativas y de Antoine-Louis Barye en el Museo de Historia Natural, dos escultores a los que admiró y en quienes se inspiró en cierta medida. Por sus modestos orígenes, se vio obligado a ganarse la vida como ayudante de decoración, compaginando el trabajo profesional con su dedicación a la escultura.

Su primera obra, El hombre de la nariz rota, tuvo muy malas críticas en el Salón de 1864. Tras unos años al servicio del empresario Albert Carrier-Belleuse, para quien trabajó en la decoración de la fachada de la Bolsa de Bruselas, en 1875 emprendió un viaje a Italia para conocer la obra de Miguel Ángel. El resultado de su contacto con el genio del Renacimiento fue La edad del bronce, presentada en el Salón de 1877, que desagradó profundamente por su extraordinario realismo.

Page 30: Los 10 Escultores

Seguía sin triunfar como escultor, lo que consiguió al fin en 1881, cuando presentó en el Salón San Juan Bautista predicando. Entonces recibió la gran petición de su vida: las puertas monumentales del futuro Museo de Artes Decorativas de París, que nunca llegaron a realizarse, si bien se fundieron en bronce en 1928 gracias a un admirador del artista, y para las que Rodin esculpió una de sus obras maestras, El pensador.

Cuando todavía trabajaba en los modelos de las puertas, aceptó el encargo de levantar el monumento de Los burgueses de Calais, una obra de dramatismo contenido. Fueron éstos sus años de máxima creatividad, con obras como El beso, entre otras, que han llevado a considerarlo el principal escultor impresionista, junto con el italiano Medardo Rosso, por sus estudios texturales y lumínicos. Con posterioridad, siguió creando obras de inspiración personal, pero se centró en los retratos y en la realización de monumentos públicos, tales como los dedicados a Victor Hugo y a Balzac.

El pensador.Rodin.

El beso,Rodin.

Page 31: Los 10 Escultores

Alexander Calder (Filadelfia, EE UU, 1898-Nueva York, 1976)

Escultor estadounidense. Nació en el seno de una familia de artistas, pero no se sintió inclinado inicialmente hacia el arte y cursó estudios de ingeniería mecánica, que más adelante le fueron de gran utilidad. Hasta 1923 no se matriculó en una escuela de arte, en la que comenzó haciendo esbozos rápidos de viandantes.

En 1931 ingresó en la asociación Abstraction-Creation, y el mismo año creó una obra a la que Marcel Duchamp bautizó como móvil. Precisamente son los móviles las creaciones que elevaron a Calder a las más altas cimas de la escultura moderna. Con ellos se propuso crear obras abstractas dotadas de movimiento, que reflejaran, gracias a su dinamismo, los efectos cambiantes de la luz.

Page 32: Los 10 Escultores

Realizó móviles de muy distintos tamaños, algunos gigantescos, en los que se sirvió de piezas coloreadas de latón de formas abstractas, unidas por alambres o por cuerdas; suspendidos por lo general del techo, a consecuencia de su poco peso eran fácilmente movidos por el aire.

Con estas obras, fue el primero en incorporar el movimiento a la obra de arte y se convirtió en el precursor del arte cinético. Destacan particularmente Steel Fish y Red Petals. El gran éxito de los móviles explica que el creador recibiera encargos de los más diversos países y que sus obras embellezcan algunas de las principales ciudades del mundo.

También realizó stabiles, esculturas no móviles, grandes y de color oscuro, que a menudo reproducen monstruos o animales extraños. Refiriéndose a sus móviles, Calder dijo en alguna ocasión que con ellos había pretendido dar vida y movimiento a las obras de Mondrian, que tuvo ocasión de contemplar en directo y le causaron un profundo impacto.

Steel Fish y Red Petals

stabiles