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GLorca 3 Lorca también fue judía Más de 750 apellidos españoles son de origen judío, entre ellos algunos tan comunes en Lorca como Pérez, García, Gallego, Úbeda, Santa Fe, Hernández o Vidal. En el árbol genealógico de muchos lorquinos se encuentran, con plena seguridad, antiguos sefarditas y judíos conversos. Los restos arqueológicos de una judería y de la sinagoga del siglo XV, localizados en el castillo hace tres años, aportan ahora a los investigadores importantes datos sobre la existencia de la comunidad semita en la Lorca multicultural del medievo. A lgunos expertos opinan que desde el siglo VIII antes de Cristo existieron asentamientos judíos en la península ibérica y otras corrientes teóricas estiman que fue hace dos mil años cuando los judíos -presos y esclavos de los roma- nos- llegaron a España, la antigua Sefarad. En cualquier caso la presencia permanente, pero fluctuante, de estas comunidades en España está demostrada hasta el decreto de expulsión que en 1492 dictaron los Reyes Católicos y que, solo aparentemente, puso fin a la misma. Los judíos que no se exiliaron se convirtieron por vía imposi- tiva al catolicismo, a los que no sucumbieron se les confiscaron sus bienes y muchos fueron penitenciados y ajusticiados. Sin embargo, algunos investigadores como Miguel Iaffa aseguran que tres de cada cuatro hebreos se quedaron en España como conversos y que de esos judeoconversos procedemos muchos de nosotros. Por Antonio Díaz La ciudad de Lorca y el lugar donde actualmente se alza el castillo fueron pobladas desde hace más de 5.000 años. Las distintas excavaciones realiza- das han dado a conocer rasgos de las ciudades superpuestas que se hallan latentes en el subsue- lo. Su territorio fue habitado por pueblos prehistóri- cos, ibéricos, romanos y bizantinos, hasta que en el año 713 la ciudad es conquistadas por los ára- bes. En el año 1244 Lorca es reconquistada por los cristianos y fue durante los siglos XIV y XV cuando se configura la judería del castillo, que estuvo vinculada a la monarquía castellana rei- nante. Jarra hallada en la judería del castillo Torre Alfonsina, mandada a construir por Alfonso X el Sabio en el s.XIII Situación de la judería Vista aérea del castillo de Lorca y parte de la ciudad

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GLorca 3

Lorca también fue judía

Más de 750 apellidos españoles son de origen judío, entre ellos algunos tan comunes en Lorca como Pérez, García, Gallego,Úbeda, Santa Fe, Hernández o Vidal. En el árbol genealógico de muchos lorquinos se encuentran, con plena seguridad, antiguos

sefarditas y judíos conversos. Los restos arqueológicos de una judería y de la sinagoga del siglo XV, localizados en el castillo hacetres años, aportan ahora a los investigadores importantes datos sobre la existencia de la comunidad semita en la Lorca

multicultural del medievo.

Algunos expertos opinan que desde el siglo VIII antes deCristo existieron asentamientos judíos en la penínsulaibérica y otras corrientes teóricas estiman que fue hace

dos mil años cuando los judíos -presos y esclavos de los roma-nos- llegaron a España, la antigua Sefarad. En cualquier caso lapresencia permanente, pero fluctuante, de estas comunidades enEspaña está demostrada hasta el decreto de expulsión que en1492 dictaron los Reyes Católicos y que, solo aparentemente,puso fin a la misma.

Los judíos que no se exiliaron se convirtieron por vía imposi-tiva al catolicismo, a los que no sucumbieron se les confiscaronsus bienes y muchos fueron penitenciados y ajusticiados. Sinembargo, algunos investigadores como Miguel Iaffa aseguranque tres de cada cuatro hebreos se quedaron en España comoconversos y que de esos judeoconversos procedemos muchos denosotros.

Por Antonio Díaz

La ciudad de Lorca y el lugar donde actualmentese alza el castillo fueron pobladas desde hace másde 5.000 años. Las distintas excavaciones realiza-das han dado a conocer rasgos de las ciudadessuperpuestas que se hallan latentes en el subsue-lo.

Su territorio fue habitado por pueblos prehistóri-cos, ibéricos, romanos y bizantinos, hasta que enel año 713 la ciudad es conquistadas por los ára-bes. En el año 1244 Lorca es reconquistada porlos cristianos y fue durante los siglos XIV y XVcuando se configura la judería del castillo, queestuvo vinculada a la monarquía castellana rei-nante.

Jarra hallada en la judería del castillo

Torre Alfonsina, mandada aconstruir por Alfonso X el

Sabio en el s.XIII

Situación de la judería

Vista aérea del castillode Lorca y parte de laciudad

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Plano arqueológicode la judería

Sinagoga

Murallas del castillo

Murallas de la judería

Sinagoga

Vista aérea de las excavaciones donde se halló la judería del castillo de Lorca

La sinagoga del castillo de Lorca se encuentrasemiexcavada en el terreno natural en la zona más

baja de la judería no superando en altura a la iglesia de San Clemente, ubicada justo

en frente.

En el caso de Lorca la presencia judía -teorizada durante déca-das con acierto pero sin elementos materiales que la justificaranpor reputados expertos como Cánovas Cobeño, Juan TorresFontes, Andrés Martínez, Domingo Munuera o Manuel MuñozClares- ha quedado finalmente constatada con las excavacionesarqueológicas previas a la construcción del Parador Nacional deTurismo, que se realizaron apartir del año 2003 en el sectororiental del castillo de Lorca.

En esas excavaciones fueronlocalizados valiosos restos,hasta entonces ocultos, de unbarrio judío y del templo en elque oraban los hebreos, unasinagoga del siglo XV, que hadespertado el interés y la expec-tación de las comunidades sefardí-es más próximas geográficamente a la ciudad.

Según la arqueóloga AnaPujante, artífice material deesas excavaciones y a la quededicamos una entrevista eneste número, la capitulaciónmusulmana y posterior ocu-pación cristiana de la forta-leza de Lorca en 1244 supu-so el punto de arranque deuna presencia estable dejudíos en el municipio. Laconquista de la ciudad porAlfonso X El Sabio fue apa-rejada a la aparición de nue-vos ciudadanos en la villa yentre los nuevos repobladores se encontraban ya algunas familiasjudías dedicadas sobre todo a la medicina, los préstamos, elcomercio, la recaudación y los negocios, una actividad vital paraconsolidar la estabilidad y la economía del territorio recién recu-

perado del dominio islámico.

Mirados siempre con actitud recelosa por el resto de la comu-nidad, los judíos que vivieron en Lorca tenían vetado el ejerciciode ciertas profesiones y oficios, pero la situación fronteriza de laciudad sí favoreció su actividad comercial con el Reino de

Granada o su trabajo como alfa-queques o negociadores especia-lizados en la intermediaciónpara el rescate de cautivos. Es elcaso, por ejemplo, del judíoSamuel Abenyacho, al parecerbastante eficaz en estas lides.

Historiadores como el lorqui-no Francisco Cánovas Cobeño(1820-1904) aseguran que los

judíos -una colonia de entre 180 y200, según versiones- vivieron en un gueto situado en las inme-

diaciones del castillo deLorca, cerca del paraje deLos Pilones, al abrigo de laalcazaba y también reparti-dos entre los actualesbarrios de San Pedro ySanta María. Con su urba-nismo estrangulado por lasmurallas que los separabandel barrio cristiano, los judí-os tuvieron que adaptarse aldesnivel del terreno y fue-ron especialmente utilitariosen el aprovechamiento delespacio. Según Pujante lasviviendas de los semitas lor-

quinos se adosaban a las murallas y solían tener planta ortogonal,con dos o tres habitaciones rectangulares a distintos nivelescomunicadas por escalones.

Cándil múltiple del ritual doméstico judío (Hanukiya). Museo Arqueológico Lorca

Cantigas de Alfonso X el Sabio junto a un grupo de judíos.

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Aron acodes o arca sagrada en la que se custodiaba la torá

Bimah-Estrado

Norte

Puerta principal

Puerta secundariaVestíbulo

Galería superior

Vía Sacra

Plano arqueológico de la sinagogaRestos arqueológicos de la sinagoga

El trabajo de investigación de esta arqueóloga y su equipo tam-bién ha permitido localizar bancos de obra adosados a los murosy recipientes cerámicos encajados en el suelo que pudieron ser-vir como braseros o cocinas, aunque al parecer fue rasgo distin-tivo de los judíos su mimetismo arquitectónico, por lo que excep-to por el lugar del asentamiento era difícil distinguir la casa de unsefardí, un musulmán o un cristiano en la Lorca bajo-medieval,en la que hubo una extraña mezcla de amistad y distanciamiento,tolerancia y discriminación y cuya prolongada permanencia solopuede explicarse, según los teóricos, por la fragmentación delpoder y la debilidad del Estado. Esta particular multiculturalidadde la Lorca medieval, que ha vuelto ha reproducirse al final delsiglo XX y en el principio del siglo XXI, tiene que ver con elhecho principal de que musulmanes, judíos y cristianos teníanuna vida cotidiana y económica en gran medida común.

Sinagoga

Al margen de aspectos sociológicos, urbanísticos y domésti-cos, el legado sefardí en Lorca tiene, desde luego, su punto másinteresante en la sinagoga del castillo, un ejemplo único del artereligioso judío en España, que también se distingue de las cons-trucciones de Siria y Palestina.

La sinagoga tuvo capacidad para acoger sentados a unos 70fieles durante los ritos de lectura de la Torá (libro sagrado de losjudíos) y, aunque presenta detalles propios de los templos sefar-ditas de la misma época, cuenta con otros inéditos hasta ahora enconstrucciones similares.

El templo lorquino se sitúa a escasos metros de la ermita cris-tiana dedicada a la advocación de San Clemente y está excavadaen el terreno -lo que ha permitido su fosilización y conservación-porque según la normativa de la época no podía destacar en altu-ra sobre las iglesias y reproduce elementos típicos de los temploshebreos con un vestíbulo, oratorio y un graderío específico paramujeres.

Sus muros disponían de rebancos de yeso en todo el perímetrodel templo, que todavía se conservan, y en los que los fielesseguían los ritos judíos, aunque las paredes del templo no teníandecoración pintada al fresco, sino que pudieron estar cubiertascon cortinajes, según se desprende de la aparición de clavos

Dos de estos rebancos se sitúan en torno al estrado en el que elrabino leía la Torá y fueron utilizados por niños, personalidadesimportantes de la comunidad judía o por coros que acompañabanlas celebraciones religiososas.

Durante las excavaciones que dirigió Ana Pujante se localiza-ron en el interior de la sinagoga diversos objetos como un peque-ño estilete para el rito de la circuncisión, un "yad" o varilla metá-lica para señalar la lectura de los textos sagrados y fragmentos delas yeserías que decoraban el nicho del arca de la alianza, ademásde piezas de cristal y cadenas de lámparas que pendían del techo,monedas del reinado de Enrique III, otras de escudo portugués,un anillo con una inscripción, pilas para las abluciones, diez can-diles de ocho brazos para el rito de la Fiesta de las Luces, candi-les de cinco puntas, platos de loza decorados en dorado y azul yobjetos con la estrella de David.

La sinagoga fue construida de nueva planta, sin reu-tilizar la de un edificio anterior que pudiera condi-cionar su aspecto o distribución, manteniéndose ensu estado primitivo hasta hoy, sin remodelaciones ocambios de uso. La liturgia hebrea fue la única ofi-

ciada en este templo.

Lo que hace “única” a la sinagoga es el hecho deque conserva elementos del estrado y la vía sacra

que conducía al mismo, y que se ubican en zonas deltemplo diferentes a las de construcciones de Siria o

Palestina

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Iglesia de San Clemente

Sinagoga

Edificios religiosos vinculados a los barrios judío y cristiano en el castillo de Lorca Restos arqueológicos de la infraestructura que soportaba el estrado y rebancosadosados en el extremo opuesto a la vía sacra

Lo que la hace "única" es el hecho de que conserva elemen-tos del estrado y la vía sacra que conducía al mismo y que se ubi-can en zonas del templo diferentes a las de construcciones deSiria y Palestina.

Jornadas Internacionales de Cultura JudeosefardíLa importancia de este hallazgo y las aportaciones que supondráen el futuro para los investigadores del judaísmo en España ya hacomenzado ha traducirse en importantes actividades de divulga-ción e investigación. La más inmediata será la organizada por laasociación sefardí Agudat Sefarad, junto con la ComunidadAutónoma de Murcia, el Ayuntamiento de Lorca y Cajamurcia,el próximo mes de marzo con la organización de las primerasJornadas Internacionales de Cultura Judeosefardí. Se celebrarándel 9 al 12 de marzo en Centro Cultural de la ciudad y que atrae-rán a investigadores de Europa y Norteamérica

Comenzarán con una recepción oficial a los participantes en laque estarán presentes el presidente de Murcia, Ramón LuisValcárcel, el alcalde de Lorca, Miguel Navarro, la directora de laFederación Sefardí Americana, Esme Berg, procedente de NuevaYork y el presidente de la Federación de Comunidades Judías deEspaña, Jacobo Israel Garzón.

Durante las jornadas se desarrollarán ponencias sobre la comu-nidad judía en Esapaña y Estados Unidos, sobre la aparición,conservación y musealización de la sinagoga de Lorca, sobre ellegado espiritual judío y la historia de los judíos en Murcia. Unaoportunidad para conocer la historia de nuestros antepasadosmedievales que conviene no perderse.

Miqvé

Casa 5 de la judería y miqvé o casa de baños

El miqvé o casa de baños era un lugar donde secumplía por inmersión total el rito religioso del

baño de las mujeres después del período menstrual

Mujer en miqvé

Cofre de Ferrara (Italia) donde se ve a una mujer judía en un miqvé circular, similaral hallado en la judería del castilloImagen de la judería con la torre Alfonsina al fondo