Literaturas orales: Victor Vich. Los Cómicos de Lima
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Literaturas orales: Victor Vich. Los cómicos del Perú
VICH, V. (2001). Con los Cómicos en las plazas: Trabajo callejero y experiencia etnográfica. En
VICH, V. (2001). El discurso de la calle. Los cómicos ambulantes y las tensiones de la
modernidad en el Perú. Lima: Red para el Desarrollo de las Ciencias Sociales.
Por: Daniela Solano ParejaLingüística y Literatura
IV SemestreUniversidad de Cartagena
El discurso de la calle. Los cómicos ambulantes y las tenciones de la modernidad en el Perú;
capítulo primero, Con los Cómicos en las plazas: Trabajo callejero y experiencia etnográfica. Es
un libro escrito por el investigador y doctor en literatura hispanoamericana Víctor Vich;
publicado en Lima en el 2001. Se trata de una investigación etnográfica sobre las literaturas
orales en el Perú, acompañado de la experiencia personal del autor haciendo un trabajo de
campo en la capital de este país después de iniciar estudios de doctorado en los Estados Unidos.
Usa un estilo narrativo, en el cual no solo expone su investigación sino que también cuenta como
el autor/investigador se abre hacia una “nueva”, si podría decirse, forma de realizar el trabajo
etnográfico en donde este no ocupa un lugar central e imparcial, sino que se ve involucrado y a
su vez es sujeto y susceptible de ser analizado, por lo tanto esto es lo que él quiere dar a conocer
con este proyecto.
La idea inicial de Vich fue el estudio de las literaturas orales que siempre le habían llamado la
atención, como lo son los cómicos ambulantes, pero a lo largo del capítulo surge un
cuestionamiento a cerca del papel que está juagando, esto hizo que se diera cuenta de que él
también estaba siendo observado, por lo tanto se sintió aún más motivado a seguir su
investigación, ya que él cree que él estudio antropológico debe documentar todo lo sucedido
durante el trabajo de campo; y con ello hacer una inclusión, no solo de la voz autónoma de los
sujetos que están siendo observados que a la vez observan, sino del proceso por el que pasa el
investigador durante todo el proyecto (entiéndase que esto nunca será completamente inclusivo y
transparente, pues quien está escribiendo el libro es el que decide que va y porqué será escrito,
Vich lo aclara, pero es un gran intento de demostrar que el investigador también cambia
haciendo su trabajo y que también se convierte en objeto de estudio). De esta manera Vich
propone un método que tiene intención de crear un diálogo en donde ambas partes se
cuestionan, donde se pone en duda la posición del investigador y como todo esto le permite
hacer una reflexión sobre el trabajo etnográfico.
El texto se encuentra dividido en tres grandes partes. La primera, consta de una narración un
tanto personal de como conoció a los cómicos y cómo llego a las conclusiones a las cuales hoy
día leemos en su libro. En esta parte cuenta qué fue lo que lo impulsó a hacer el estudio y como
el conocimiento de dos libros, que ya habían sido publicados sobre los cómicos, lo ayudaron a
acercase a ellos. A partir de este momento empiezan todos sus estudios y métodos para
conocerlos y documentar sobre sus discursos y recursos con los que montan un show. Al inicio
es clara la impresión de Vich al ver la organización de estas personas, su estructura y sus
aspiraciones a estar constituidos de manera formal, así tendrían soporte legal de trabajar en las
plazas, de esta manera crean la Asociación de Animadores Cómicos Informales; consta de un
grupo de cómicos que montan sus “ruedos” en conjunto para hacer la presentación en dichos
lugares, estos mismos tienen localidad de reunión para discutir los temas legales y pertinentes
para conformar una asociación real, y la llegada de Víctor Vich y sus libros les ayudaron como
sustento legal sobre la importancia de la creación de discursos de la calle.
Por otra parte el autor documenta cómo fue el proceso por los cuales pasó su investigación.
Explica cuáles cree él que son las falencias del método etnográfico y qué propone él como
investigador. Piensa que en un estudio etnográfico debe existir en primera instancia un dialogo
que permita la interacción de múltiples voces; uno de los métodos que el autor usa para esto es:
escribir textualmente el discurso de los cómicos bien sea cuando están en las plazas haciendo su
performance, o las intervenciones en estos, incluso lo que hablan en las reuniones de la
asociación. Al final de este capítulo, incluso en la transcripción de la despedida de Vich, este
escribe textualmente cada palabra, onomatopeya o expresión que usaron en ese momento,
incluso lo que él les dijo a ellos cuando le preguntaron que creía él sobre estos. También se
encuentra la evolución personal del autor, la reflexión que hace sobre sí mismo y sobre la
investigación, en un momento del capítulo menciona, haberse dejado llevar y no leer tantos
textos académicos; es más, como se sentía él al respecto de su relación con los cómicos.
Desplegado en este momento con la duda de cómo lo ven y cuál es el papel que está jugando; si
es el de investigador, el de amigo, el de cómplice, ¿qué poder ejerce su posición como
investigador? A partir de estas preguntas él concluye que no hay posición neutra o transparente
en donde no esté algo en juego; ya que él se ganó la confianza de los cómicos y por lo tanto su
trabajo se puede ver afectado por sus sentimientos hacia ellos, o bien sea que le es indiferente
ciertos aspectos por posicionarse como estudiante de literatura. Él aclara que desde la postura
que adopte, tendrá una nueva percepción y tomará un nuevo curso la investigación, es decir, que
dependiendo de esto habrá un resultado distinto.
Las literaturas orales, su punto de interés, han sido cuestionadas por su inclusión o no en el
canon, o más bien si deben ser reconocidas como literatura; una forma de estas manifestaciones
orales es la tradición de transmisión de conocimiento, pero de la que Vich se encuentra
interesado son los fenómenos orales producidos por las migraciones y los contactos culturales.
Los ruedos que montan los cómicos generalmente hablan sobre la situación que viven en un
barrio determinado, en gran parte son sitios de mucha pobreza y marginalidad, lugares de
invasión por migrantes, los cómicos vienen de estas zonas y por tanto modifican sus discursos de
acuerdo a su experiencia, usando también el vocabulario con que suelen comunicarse en su
comunidad y entre ellos. En las entrevistas que hizo Vich una de sus preguntas era si su discurso
en las plazas era contenido original, sus respuestas siempre giraron alrededor de la idea que ya
habían sido dichos, pero en cada ruedo le agregaban cosas nuevas, de acuerdo a sucesos por los
cuales ya habían pasado.
Al final del capítulo el autor expone su método con la despedida que le hacen los cómicos, cómo
lo ven ellos a él; las preguntas que los cómicos tienen sobre sí mismos y sobre Vich después de
todo el proceso. Importante resaltar que Vich siempre se refirió a ellos por sus apodos, nunca por
sus nombres, esto quiere decir, que todo lo que él sabe sobre ellos, son las figuras que ellos han
construido para montar sus performance, más no a la persona en su completa intimidad y
cotidianidad, sino a aquella personas que estaban representado un roll o personaje determinado,
esto el mismo autor lo descubre al momento de ser despedido, ya que Víctor Vich trabajaba con
los cómicos, a pesar de establecer una amistad, y no con sus compañeros de la universidad o sus
vecinos; así mismo, ellos lo ven como el investigador y estudiante de literatura, a pesar de toda la
cercanía y confianza que habían creado.
En conclusión, el texto de Vich plantea un método inclusivo que tiene como objetivo crear un
estudio sólido en donde se vea de manera panorámica la realidad de la investigación, así mismo
permite reflexionar sobre la importancia del trabajo de campo, y por qué este, dependiendo de la
investigación, es necesaria para el campo disciplinario sobre el cual se sustentará.