Misoginia

La misoginia, se refiere a un concepto social, que se utiliza para designar a aquella actitud,

mediante la cual una persona demuestra odio o desprecio hacia el género femenino. Por lo general

el término es aplicado a los hombres.

La procedencia de este término es clave en su significado. Pues su origen procede del griego

("miseo" significa "odiar" y "gyne" es "mujer"), además, parte del origen se fundamenta en la

cultura griega, debido a que en sus mitos y creencias asocian a la mujer con la maldad o como un

ser humano incompleto.

Una clara evidencia es la biblia católica que nos habla de Adán y Eva, pero a la mujer la muestra

como incitadora del pecado, esto también contribuyó al desprecio u odio hacia lo femenino. Otra

evidencia, que se encuentra es la epopeya griega y el poema más antiguo, escrito de la literatura

europea llamada la Ilíada, en específico en el combate de los dioses (canto número veinte), hace

referencia , pues nos enseña y habla de cómo era el contexto social de los griegos, aunque habla de

su religión y relata de como los dioses llegan a intervenir; solo mencionan a unas cuantas diosas,

pero que simbolizan como debilidad y sumisión , pero solo una representa fortaleza que es Minerva;

que es también una guerrera pero no como Marte, que solo se deja llevar por la furia, en cambio ella

es por la estrategia.

La misoginia, se ha construido a través de los siglos como una ideología y esto creo una actitud que

el hombre ejerce sobre la mujer, es decir, desde el momento en que el hombre o mejor dicho, el ser

humano empezó a organizarse como comunidad y las mujeres comenzaron a ocupar roles más

debilitados en términos de jerarquía.

Hoy en día, a pesar de todos los avances que la sociedad moderna puede representar, la misoginia

sigue existiendo fuertemente, aunque el maltrato a la mujer puede estar penado o sancionado

oficialmente, por la ley, esto no siempre significa que en la práctica la mujer no reciba maltrato,

desprecio, abuso o negligencia, no sólo de los hombres sino también de las mismas mujeres. El

desprecio o maltrato no puede ser solo verbal (como agredir a través del discurso o la

comunicación a la mujer), sino también físico (por ejemplo; abuso sexual), o psicológico (por

ejemplo; a partir del desprecio permanente a las acciones que una mujer puede llevar a cabo en su

vida cotidiana).

Angelica Fernanda Castelán Velázquez

3 “SAM”