Liderazgo - Medrano Antonio

7/24/2019 Liderazgo - Medrano Antonio

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EL LIDERAZGOCMO SER UN BUEN LDER?

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Pocas pocas tan necesitadas de buenos lderes como esta en la que actualmente

vivimos, agitada por una grave crisis y sacudida por acuciantes problemas de todo orden. Pero

pocas tambin tan ayunas de liderazgo autntico, tan escasas de dirigentes como Dios manda.

No se puede decir precisamente que los buenos lderes, los autnticos dirigentes, abunden en

nuestros das, aunque haya tantos que aspiren a ser tal cosa o pretendan ser jefes carismticos.

Poco propicios parecen los tiempos que corren para la figura ejemplar, noble, tica, heroica,

del conductor de hombres.

!oy da todo el mundo quiere ser jefe de algo, detentar alguna parcela de poder, liderar

lo que sea, como sea y para lo que sea" sobre todo, claro est, para enriquecerse, presumir y

sentirse importante, en una palabra, para satisfacer su ego. !asta el #ltimo mono se cree un

lder nato, facultado para asumir un cargo directivo, conducir masas, ponerse al frente de un

partido poltico, dirigir grandes empresas o montar una revoluci$n. Pocos son, sin embargo,

los que se plantean en serio si re#nen las condiciones para desempe%ar el duro y difcil oficio

de lder, y menos a#n los que estn dispuestos a imponerse la disciplina requerida para la

conquista de las cualidades e&igidas para ello. 'ualquiera se cree legitimado para dirigir, sin

ms requisitos que su apetencia y deseo de hacerlo. (odos quieren ser lderes, pero nadie est

dispuesto a hacer el esfuerzo que la funci$n de liderazgo requiere.

)na constataci$n se impone con palmaria evidencia* las pretensiones al liderazgo

proliferan justo en proporci$n inversa a las dotes para dirigir, a las virtudes que cualifican

para el mando. 'uanto menos capacitado est uno para mandar o dirigir, con mayor

vehemencia proclama su derecho a hacerlo" cuanto ms indigno se muestra un individuo de

ocupar un puesto dirigente, ms se obstina en conseguirlo o en mantenerse en l. +s la

ambici$n de poder lo que motiva ese frenes por mandar" pero, de hecho, y esta es otra

constataci$n cotidiana, a medida que el afn de poder aumenta en alguien, disminuye su

capacidad de liderazgo.

Pero, a todo esto, qu se necesita para ser un buen lder-, cundo se puede decir que

nos encontramos ante un liderazgo bien ejercido o ante un individuo que responde al modelodel lder nato, del dirigente perfecto-

Podramos resumir la cuesti$n diciendo que el buen lder es el que se esfuerza por serlo.

+s decir, aquella persona que se pone como meta alcanzar el ideal dirigente, que se fija como

objetivo el hacer realidad en su propia vida tal ideal y que hace del mismo el contenido de su

proyecto vital. '$mo he de comportarme para poder llegar a ser un dirigente como Dios

manda- !e aqu la pregunta que debe formularse cualquier persona con vocaci$n de lder. +l

mero hecho de plantearse una pregunta semejante es ya un buen indicio* indica que nos

encontramos ante alguien con madera de lder, pues tras esa pregunta est la voluntad de

ponerse en camino para conquistar la maestra en el arte de dirigir. uy otra es la postura del

anti/lder, el cual se preguntar* qu tengo que hacer para medrar, para escalar puestos, para

conseguir ms poder, fama o dinero- 0 quiz, de forma ms sibilina* c$mo tengo que actuar

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para parecer un lder nato, poderoso, deslumbrante, genial, y ser aplaudido como tal por la

galera-

2nte todo, hay que dejar bien claro que el liderazgo es una cuesti$n de carcter. 3o

fundamental en el arte de dirigir es la fuerza interior, la actitud tica, la mentalidad, la manera

de ser y de actuar, el carcter como temple y energa moral. +l liderazgo es bsica yprimariamente un talante afirmador de valores decisivos para la vida humana. 3o primero que

tendr que hacer quien tenga aspiraciones o vocaci$n de lder es construirse un carcter fuerte,

sano y s$lido, en el que puedan florecer las virtudes y cualidades del buen lder. 0, si se

prefiere, a la inversa* cultivar aquellos valores, virtudes y cualidades que distinguen al lder

cabal, para as ir edificando un autntico carcter dirigente.

'ules son estas cualidades y virtudes del buen dirigente- 4u condiciones debe reunir una

persona para que de ella se pueda decir que es un lder autntico, con todas las de la ley- 2 mi

juicio, seis fundamentales* la nobleza, la generosidad, la objetividad, el sentido de la

responsabilidad, la humildad y la valenta.

.!+n primer lugar "a no#"e$a, la magnanimidad. +l lder es un hombre o mujer dealma grande. +s esta grandeza de alma lo que le da su autoridad. 5e impone por propio

prestigio, atrae por su encanto personal, por su riqueza interior, por la luminosidad que rodea

su ser y que es una irradiaci$n de su nobleza ntima. 3a mezquindad, la ruindad, el nimo

apocado y miserable invalidan para dirigir. +sta nobleza del dirigente se e&presa en las dos

dimensiones de su ser* la inteligencia y la voluntad. Noble inteligencia y noble voluntad* he

aqu los dos ejes o columnas sustentadoras del liderazgo. Dicho con otras palabras* el

liderazgo descansa en la sntesis de sabidura y amor, de lucidez y bondad, de perspicacia y

simpata, de sagacidad y cordialidad. +l lder es persona inteligente y de nobles sentimientos,

sagaz y con una voluntad tan vigorosa como esplndida. Piensa noblemente y quiere

noblemente. 2 su capacidad intelectual, que le permite ver las cosas con claridad, captar los

problemas y encontrar vas para su soluci$n, se une una gran capacidad afectiva* es capaz de

amar sin lmites 6amar a los suyos, amar su funci$n y su misi$n, amar su deber, amar todo lo

bueno, bello y noble/ y capaz tambin de despertar amor en torno suyo. 'on su doble

dotaci$n intelectual y emocional, un buen lder ayuda a ver la vida con ms claridad y a

empe%arse en ella con mayor ilusi$n" por eso se hace querer y se le sigue con gusto, incluso

con entusiasmo.

Desgraciadamente son muchos los dirigentes que, distancindose de este ideal, prefieren

orientar su acci$n sobre parmetros diametralmente opuestos. +n vez de estar guiados por la

sabidura y el amor, se deciden por la necedad y el desamor, cuando no por la demencia y elodio. (# mismo habrs podido comprobarlo con frecuencia, tanto en el mundo que te rodea

como en tu propia actuaci$n personal. De hecho, en ms de una ocasi$n, todos nos hemos

dedicado a hacer el tonto y a comportarnos de manera cruel e indigna llevados por la

concupiscencia del poder.

%.! Genero&idad.Decir nobleza es decir generosidad, espritu de servicio y sacrificio.+l lder es un ser generoso, desprendido, siempre dispuesto a sacrificarse por otros, presto a

dar y a darse. 3iderazgo significa donaci$n* donaci$n de s a los dems, entrega total a la

comunidad que se dirige y a la tarea que se tiene entre manos. 2ll donde no se da la

generosidad creadora y solidaria, no es posible el autntico liderazgo. +l egosta, el

individualista insolidario, el sujeto mezquino, resentido y envidioso difcilmente pueden no yaser lderes, sino ni tan siquiera comprender lo que significa el arte de liderar. 'omo ser

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generoso que es, el buen lder piensa antes en los dems que en s mismo" est siempre

disponible para su gente, para cuantos con l conviven" se entrega al pr$jimo" vive pendiente

de las suyos y se desvive por ellos. 5abe que su misi$n, y tambin su felicidad, es hacer

felices a los dems. +s consciente de que, por ser el jefe o cabeza del grupo, est al servicio de

todos. 5u esfuerzo va dirigido a afianzar la personalidad de aquellos que con l trabajan,

ayudarles a desarrollar sus ms altas cualidades y posibilidades.

3a imagen que ofrece el anti/lder est en los antpodas de semejante paradigma. 5e

trata, por lo general, de un ser egosta, aprovechado, que va #nicamente a lo suyo, que s$lo

piensa en s mismo, en sus intereses, en sus cosas y sus aficiones, en su medro personal, en la

promoci$n de su nombre y de su imagen. 5$lo le preocupa que se hable de l o satisfacerse

haciendo lo que le gusta, aunque con ello perjudique a otros muchos e incluso hunda la nave,

organizaci$n o empresa, que pilota. (odo lo ve en funci$n de su provecho particular. (iende a

asumir un comportamiento dictatorial que reduce a la categora de esclavos o lacayos a

cuantos se hallan bajo su mando. +n vez de servirles, se sirve de ellos. 3os anula, los utiliza

como si fueran cosas, se aprovecha de ellos todo lo que puede y, en cuanto dejan de serle

#tiles, los abandona en la cuneta. 5e considera due%o de vidas y haciendas. Dspota porinclinaci$n y vocaci$n, confunde mandar con tiranizar. (iende a ver el mando o la autoridad

no como una fuente de deberes, sino como un privilegio, como una prebenda de la que

procura sacar la mayor tajada posible. 5u poquedad de alma le hace ingrato, proclive a

atribuirse mritos ajenos. 3e cuesta reconocer las buenas cualidades de los dems y las deudas

que con ellos tiene contradas. (iende a vivir parasitariamente del esfuerzo ajeno, a manipular

y e&plotar al pr$jimo, a apropiarse de las ideas que han tenido otros y hacerlas pasar por

suyas.

'.! O#(eti)idad, respeto a la realidad, visi$n recta y penetrante, amor a la verdad. 5iqueremos actuar sobre la realidad, transformarla y mejorarla, que es lo que al fin y al cabo

pretende la acci$n dirigente, tenemos que ver las cosas tal como son, no como quisiramos

que fueran o como nuestra mente se las imagina. No hay que dejarse llevar por ilusiones,

fantasas o quimeras, ni tampoco entregarse a posturas sentimentalistas o voluntaristas que

impiden ver la realidad. !ay que desprenderse de subjetivismos que perturban y deforman la

visi$n. !ay que huir, sobre todo, del pensamiento desiderativo 6lo que los ingleses llaman

wishful thinking/, que nos lleva a confundir la realidad con el deseo o, dicho de otro modo, a

auto/enga%arnos y convencernos a nosotros mismos de que en realidad es como a nosotros

nos gustara y como nuestro deseo la pinta. No debemos nunca mentirnos a nosotros mismos,

no podemos enga%arnos ni enga%ar al pr$jimo tratando de adornar, retocar, camuflar o

distorsionar los hechos para que aparezcan como no son. No hay que vivir en una vida

ficticia* hay que respetar en todo momento lo que nos presentan, dicen, sugieren y ense%an elmundo y la vida reales.

+l buen lder se distingue por su honradez intelectual, por su rigor mental, por su visi$n

realista, por su mirada limpia y serena que va hasta el fondo de las cosas. (iene la verdad

como norte y supremo criterio rector. 8a siempre con la verdad por delante. +vita la mentira,

la falsedad y el error, pues sabe que sobre tales cosas no puede edificarse nada firme ni

estable. Por eso se abstiene de recurrir a la demagogia y a las malas artes propagandsticas a

que tan dados son los malos dirigentes. 5e atiene a la verdad de los hechos. No los manipula,

deforma ni tergiversa" los reconoce tal cual son, para luego poder ejercer sobre ellos una

acci$n creadora, rectificadora y transformadora.

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+l mal dirigente es la negaci$n de esta importante e&igencia de la claridad mental y la

visi$n objetiva. (iene la cabeza llena de humo. 5u mente suele ser confusa y enmara%ada,

dominada por un subjetivismo, un partidismo y un sectarismo que le distancian de lo real.

8ive divorciado de la realidad" no soporta la visi$n de esta #ltima. 2ntes que ver una

situaci$n desagradable o problemtica, prefiere adoptar la postura del avestruz, escondiendo

la cabeza debajo del ala. 5uele ser un demagogo, un ilusionista, un prestidigitador o trileromental, que ve las cosas seg#n le convienen, de manera distinta a como son, y las presenta

como le interesa. 5e enga%a a s mismo y enga%a a los dems. :ecurre continuamente a la

mentira, a los embustes y las trampas conceptuales, a las medias verdades, a las formulaciones

sesgadas. No ajusta su mente a la realidad, sino al revs* trata de que sea la realidad la que se

acomode a sus propios esquemas, forzndola y violentndola hasta desfigurarla por completo.

+n lugar de aceptar los hechos, trata de disfrazarlos y maquillarlos para que digan lo que l

quiere que digan. +st quiz llevando su empresa o su grupo a la ruina, y presentar su gesti$n

como el s#mmum del acierto, de la destreza y de la eficacia. Pierde unas elecciones o una

guerra, y se obstinar en proclamar que ha salido victorioso. (iene un estrepitoso fracaso en

alguna de sus iniciativas, y se empe%ar en convencer a todo el mundo de que se ha

cosechado un gran &ito. 3o #nico que le preocupa es salirse con la suya, imponer suvoluntad, llevarse el gato al agua. 5i los hechos le contraran, si alguien le hace notar que sus

ideas chocan con la realidad y pueden conducir a un desastre, e&clamar con tanta irritaci$n

cono suficiencia* ;que se fastidien los hechos< o ;lo siento por la realidad


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,.! -mi"dad.Para dirigir es necesaria una gran dosis de humildad, de sencillez y demodestia. ;3a humildad prepara para ser jefe


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efecto, gallarda y arrojo para ser generoso, para entregar la vida a los dems, para mirar

objetiva y limpiamente la realidad, para aceptar los hechos tal como son, para reconocer los

propios errores y los propios defectos, para decidirse a corregir las propias deficiencias.

De esta valenta intelectual y moral anda tambin escaso el mal dirigente. (iene miedo a

enfrentarse a los problemas. No se atreve a plantar cara a la realidad ni se atreve tampoco aabrir nuevos horizontes para su vida. No tiene el valor suficiente para decidirse de manera

resuelta por el ideal del buen lder, para entregarse al cultivo de los valores y cualidades que

constituyen la esencia del liderazgo. 5u egolatra le hace cobarde para lo que ms importa,

que es su propio vencimiento personal. 8ive encerrado en sus manas, aprisionado por su

inercia, por sus vicios y prejuicios, que no se atreve a atacar como debiera.

Para concluir, es importante subrayar que las cualidades apuntadas se pueden aprender.

5e aprenden mediante una prctica asidua y paciente, mediante un esfuerzo continuado

tendente a plasmarlas en el propio ser. ? esta es una tarea que no tiene fin. +l lder est

sometido a un proceso de formaci$n continua. 5u labor formativa y educativa nunca acaba.

4uien desee llegar a ser un buen lder deber cultivar estas virtudes dirigentes. 5i

quieres descubrir el secreto del liderazgo, por en prctica todos y cada uno de estos valores.

'ultvalos con tes$n y perseverancia, hasta que sean verdaderamente tuyos" incorp$ralos a tu

ser y tu vida. 2 medida que los vayas realizando en tu persona, irs percatndote mejor de su

tremenda importancia e irs descubriendo al mismo tiempo otros muchos valores y rasgos

propios del lder, los cuales van ntimamente cone&os a los aqu mencionados y, al igual que

stos, contribuyen a hacer la vida ms noble y rica, ms digna de ser vivida.


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(hree/>aculty 'oncept

COGNI2I3E A44EC2I3E CONA2I3E

to EnoF to feel to act

thinEing feeling Filling

truth beauty goodness

epistemology esthetics ethics

thought emotion volition

thought mood behavior

EnoFing caring doing

sEills personality talent

Conative, conativo* derivado del verbo latino conari, ;emprender, luchar o esforzarse por

conseguir algo

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