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  • Juan Eslava Galn, que nos deleit con su ya mtica Historia de Espaacontada para escpticos, nos sorprende ahora con una historia del mundoigualmente gil y divertida, provocadora y didctica, que entre sonrisas ofrancas carcajadas nos conducir en breves y sustanciosos captulos desdeel Big Bang que provoc el origen del universo hasta la globalizacin y lascrisis de nuestros das. Un texto sin desperdicio en el que no falta suhabitual estilo sarcstico y siempre provocativo, que despeja cuestiones tancandentes como por qu era irresistible Cleopatra o por qu Francopermaneci en el poder gracias a Stalin.En Historia del mundo contada para escpticos Juan Eslava Galn describelos acontecimientos ms importantes de la historia universal, desde el BigBang que provoc el origen del universo hasta la globalizacin y las crisisde nuestros das. Destaca en esta obra de Juan Eslava Galn, ms an queen algunos de sus anteriores libros, el sentido del humor: ms acentuado,ms irreverente an de lo habitual en l. Pero, como pasa a menudo (as, enlas pelculas de Billy Wilder, ejemplo que l, como buen cinfilo, nodesdear), el humor no es sino una vlvula de escape, una manera deencubrir o maquillar una realidad que, a veces, resulta bastante siniestra.

  • Juan Eslava GalnHistoria del Mundo contada para escpticos

  • Introduccin

    En mi remota juventud, cuando todava soaba con ser arquelogo, asist alprehistoriador Antonio Beltrn en una visita a las pinturas rupestres de la cueva dela Graja, en Jimena, Jan. Lo acompaaban varias alumnas que, por una de esasextraas coincidencias de la vida, eran, todas ellas, guapas y excelentementeproporcionadas. Una me gan el corazn cuando le pregunt al sabio, segnascendamos, jadeantes, monte arriba: Don Antonio, estoy yo pensando Lode los asirios viene antes o despus de los romanos?

    A veces, en el transcurso de los aos, me asalta el recuerdo de aquelmomento perdido en el tiempo. La respuesta obvia a la indagacin de lamuchacha, Asiria viene antes que Roma , no todo el mundo la conoce.

    Natural. Casi todo el mundo pasa por la escuela o por el instituto estudiandoHistoria como una asignatura ms, prescindible, incluso antiptica. Y no digamoslos chicos de la LOGSE, cuyo programa se dise especficamente paramantenerlos en la turbia y clida placenta del analfabetismo.

    Pasado el tiempo, muchos ciudadanos lamentan no haber prestado msatencin a sus lecciones de Historia, como parte de una culturilla general quenunca sobra y que a veces incluso echan en falta.

    Por eso, porque a ciertos lectores les interesa el pasado, me quiero embarcaren la grata tarea de componer libros de divulgacin histrica que ay uden acontextualizar las pelculas, las series de la tele y las novelas ambientadas en elpasado. Tambin los mitos histricos que nos salen al paso hasta en la publicidad(polvos Cleopatra, medias Mesalina, coac Felipe II, etc.).

    A estas personas, y a mis fieles lectores que tanto me quieren y tanto meayudan, dedico este libro. Me he propuesto contar una historia sin mayorespretensiones, sencilla, esquemtica y lo menos farragosa posible, como dicha alamor de una mesa camilla antigua, de las de brasero bajo las faldas, una tardelluviosa de invierno, la sobremesa del domingo, cuando uno se enfrasca en losrecuerdos familiares.

    Es sta, pues, una historia modesta, pero creo que honrada, sin nfulas, muypersonal si se me permite expresarlo as, y de antemano pido perdn por miosada al invadir sus predios a los historiadores profesionales, ese gremio ajenoa los intereses de la comunidad humana que les paga el sueldo (Fanjul, 2012, p.213).[1] Prometo no abrumar con fechas, nombres propios ni erudicionesinnecesarias. Como dice la protagonista de El hotel encantado, de Wilkie Collins:

  • Los hechos son poca cosa, slo le confiar impresiones. Quiero decir que estahistoria es mi propia interpretacin de la Historia en un libro de quinientas pginasel editor me ha advertido que no me alargue ms que no pretende mayoresalcances. Por otra parte, la Historia imparcial y definitiva, el producto cientficoirreprochable, me temo que no existe, y que me perdonen los historiadoresacadmicos que creen escribir obras definitivas y se imaginan a Clo, la musa dela Historia, una moza robusta y apetecible, recibindolos a porta gayola. No,queridos amigos, la musa es una chica voluble que olvida pronto a sus amantes ylos renueva continuamente. Dicho de otro modo y sin extremar la metfora: Clono se casa con nadie, la disciplina histrica tiene tanto de arte como de ciencia, ycada generacin parece condenada a reescribir y a corregir la historia que leleg la generacin anterior. El acadmico ultramegaespecializado, el que se sabeen posesin de la verdad, tiende a olvidar que, dentro de una generacin, esosdiscpulos criados a sus pechos que lo sucedern en la ctedra pondrn en solfa suobra, la considerarn superada y le enmendarn los errores. Justo lo que l hizocon sus maestros.

    Al maestro, cuchillada. As es la vida.Y as se escribe la Historia.El que esto firma ha tenido la suerte de nacer en la Europa de tradicin

    cristiana, lo que no fue incompatible con la desgracia de nacer en la Espaanacional-catlica del primer franquismo. Estas circunstancias biogrficas nosdeterminan. Por eso (y por falta de espacio para mayores empeos) va acomponer el presente relato para gente en la misma o parecida orteguianacircunstancia.

    El cristianismo puede que sea tan falso como el resto de las religionesreveladas o por revelar, pero la gente que lo curs desarroll una civilizacinsuperior, con todos sus fallos, al resto de las civilizaciones. Por eso ste es un librocristocntrico, eurocntrico o incluso etnocntrico, exaltador de la civilizacinoccidental nacida en Europa y de su expansin mundial. A esta edad uno yapuede permitirse el lujo de ser polticamente incorrecto, verdad?

    Nada ms. Penetremos ahora en nuestra historia con todo el respeto quemerece, como deca Goethe, el misterioso taller de Dios .

  • CAPTULO 1

    El planeta de los simios

    Sal del cine un poco conmovido, como siempre que veo Blade Runner (y ya lahe visto ms de una docena de veces). Se haba hecho de noche, lloviznaba yhaca fro. Me sub las solapas del abrigo, abr el paraguas y me dirig a casa. Porlas aceras brillantes de farolas y neones rememor las ltimas palabras de RoyBatty, el replicante guapo: Yo he visto cosas que vosotros no creeraisatacar naves en llamas ms all de Orin, he visto rayos C brillar en la oscuridadcerca de la puerta Tannhuser. Todos esos momentos se perdern en el tiempo,como lgrimas en la lluvia. Es hora de morir.

    El replicante, tan humano como los humanos que lo crearon, lamenta, msque su muerte, la prdida de sus recuerdos. Quiz sea que no somos, al cabo de lavida, ms que lo que hemos vivido, la memoria.

    Llegu a casa, cen los restos del guisado de medioda y me fui a la cama.Me acompaaba todava la pelcula. Desvelado, tom un libro que llevaba untiempo en la estantera, un libro sobre la historia del mundo, o sea, sobre losrecuerdos de la humanidad.

    La humanidad, como cualquier persona, guarda una memoria fragmentaria eimprecisa de su pasado, pens. El libro comienza de manera algo anodina: Elhombre es el animal que se hace preguntas. Desde que el desarrollo del cerebronos permiti escapar del eterno presente en que viven los animales, comenzamosa formularnos preguntas de dificultosa respuesta: de dnde venimos?, de dndeprocede cuanto nos rodea? [2]

    En este punto pens en el replicante Roy, que se haca las mismas preguntas:de dnde vengo?, adnde voy?, cunto tiempo me queda?, cmo puedo salvarmis recuerdos antes de que se disipen como lgrimas en la lluvia ?

    Relatar los recuerdos es una manera de salvarlos: por eso escribimos. Por esoleemos tambin. Por eso nos interesa la historia. Por eso estamos leyendo, ahora,esta historia del mundo.

    Comencemos por el remotsimo principio. Hace unos quince mil millones deaos se produjo un estallido en medio de la nada, lo que los cientficos llaman elBig Bang ( la gran explosin ).[3]

    Lo que estall y puso en marcha el universo era una densa concentracin demateria y energa que llamaremos la nuez primordial . Ese estallido origin el

  • espacio y el tiempo, que antes no existan. Es intil preguntarse qu haba antesdel principio: ese concepto antes es absurdo porque el tiempo no exista.Igualmente intil es preguntarse en qu punto comenz todo: antes del principiono haba lugar, no haba dimensin espacial.

    No pudo ser Dios el origen de esa nuez primordial? sugieren algunoscreyentes.

    Hombre, usted es muy dueo de creerlo si eso lo tranquiliza, pero el casoes que conocemos con bastante precisin el origen de los dioses de las diferentesreligiones, incluido el de la cristiana (todos invencin humana), pero todavaignoramos el origen de esa nuez primordial cuy o estallido puso en marcha eluniverso.[4]

    Despus del Big Bang, la materia y la energa contenidas en la nuezprimordial comenzaron a expandirse en todas direcciones y a vertiginosavelocidad.

    Esa explosin no ha terminado. Habitamos un universo en el que las galaxiasse alejan de las galaxias (justo como un gas comprimido que, liberado, tiende aocuparlo todo). Ms all de Orin, ms all de las puertas de Tannhaser, lapropia expansin del Big Bang crea el espacio, y el proceso de la expansin creael tiempo. Por consiguiente, el espacio y el tiempo tambin se expanden con eluniverso.

    El Big Bang liber masas de gas que se concentran en nubes moleculares y setransforman en galaxias y estrellas. Existen millones de estrellas, trillones quiz,muchas ms de las que podemos imaginar. En medio de esa multitud mareante,el Sol slo es una ms de las cuatrocientas mil estrellas que conforman la VaLctea. Ni siquiera es de las ms importantes, slo es una estrella de rangomenor. La propia Va Lctea no es ms que una galaxia de segunda divisin en elconjunto de los millones de galaxias que conforman el universo.

    Como todas las estrellas, el Sol se form de una condensacin o nebulosa depolvo y gases que se contrae, al girar sobre su eje (debido a su campogravitatorio). La energa cintica de la materia, la que produce su propiomovimiento, se convierte en calor al concentrarse. Entonces el centro de la nubeeleva su temperatura hasta el punto de desencadenar una fusin nuclear: elhidrgeno se convierte en helio y origina una masa incandescente de materia, loque llamamos una estrella. As naci el Sol hace unos cuatro mil quinientosmillones de aos.

    No qued as la cosa. Algunos ncleos de polvo y gas del remolino solar secondensaron igualmente, pero no alcanzaron la temperatura adecuada para lafusin nuclear. Estrellas fallidas, se convirtieron en planetas, los planetas delsistema solar; entre ellos, la Tierra. Si contemplamos nuestro entraable planetaazul desde el espacio (esas fotografas tomadas desde los satlites), encontramosuna imagen serena, casi buclica: azules mares y verdes continentes moteados

  • de nubes.En realidad, el aspecto de la Tierra es bastante engaoso. Por fuera est

    rodeada por una atmsfera rica en oxgeno e hidrgeno, agua y aire, que hacontribuido a enfriar una tenue corteza, pero esta capa superficial en la quevivimos no es muy profunda: apenas seis kilmetros a partir del fondo del mar yhasta treinta o cuarenta en tierra firme. Debajo de esa corteza perduran lasaltsimas temperaturas. Una potente capa aislante de unos tres mil kilmetros deespesor, rica en hierro y magnesio, envuelve un ncleo de hierro y nquel, un gelcandente como los metales de los altos hornos.

    La corteza de la Tierra, el suelo que pisamos, no es uniforme ni firme: estformada por placas tectnicas que flotan sobre el inestable magma interior, loque explica la existencia de las fallas y encabalgamientos que producen elrelieve. Tambin los terremotos, maremotos y otros desastres naturales. Losvolcanes son poros de esa corteza que comunican con las capas interiores y aveces vomitan magma ardiente.

    Al principio, cuando la Tierra se form y la corteza exterior se fue enfriando,slo exista un continente (Pangea), rodeado de un gran ocano. Hace unos dosmil millones de aos, el deslizamiento de las placas tectnicas fractur esacorteza y la dispers como las piezas de un rompecabezas, que son los actualescontinentes e islas.

    En la Tierra abundaban el oxgeno e hidrgeno que componen el agua,adems del nitrgeno, el anhdrido carbnico, el amoniaco y el metano.

    Hace unos tres mil millones de aos, quiz ms, la combinacin de unassustancias produjo una reaccin qumica que origin cido desoxirribonucleico, oADN, el ncleo de la vida.[5] se fue el origen de la vida sobre la Tierra.

    Al principio, la vida se limit a clulas muy simples, pero hace unosochocientos millones de aos esas clulas comenzaron a intercambiar genes, sediferenciaron y evolucionaron hasta constituir algas, gusanos, medusas, estrellasde mar y otras formas simples de vida animal o vegetal que poblaron losocanos.

    Hace unos seiscientos millones de aos, esa vida haba evolucionado hastacrear animales ms complejos, provistos de huesos o caparazones, que dejaronrestos petrificados (los trilobites y otros fsiles). Hoy los encontramos enmontaas muy alejadas del mar, pero algn da fueron fauna marina.

  • CAPTULO 2

    El parque jursico

    Un buen da, hace unos trescientos millones de aos, un pez, el sarcopterigio,[6]sali del mar y se adapt a vivir fuera del agua (para lo cual tuvo queevolucionar hasta convertir sus aletas en patas y sus vej igas natatorias enpulmones). Ya haca ciento cincuenta millones de aos que la Tierra se habacubierto de un manto vegetal que proporcionaba abundante alimento. Losprimeros animales que la poblaron fueron anfibios, los antepasados de las ranas ylas salamandras. Despus, continuando la cadena evolutiva, aparecieron losreptiles, entre ellos los dinosaurios que dominaron la Tierra hace entre doscientosy sesenta millones de aos.[7]

    Los dinosaurios! Quin no ha soado con ellos cuando era nio o, ya demay or, despus de ver Parque Jursico? Aquellos enormes animales (aunquetambin los haba diminutos) se extinguieron probablemente a causa del impactode un meteorito. La nube de cenizas impidi durante muchos meses que los rayossolares llegaran a la Tierra, lo que agost la vegetacin y provoc la muerte porinanicin de los dinosaurios (primero los que se alimentaban de plantas y despuslos depredadores de esos herbvoros).

    Los nuevos inquilinos de la Tierra, desde hace unos cincuenta millones deaos, fueron los mamferos: los antepasados de los elefantes, ciervos, equinos yfelinos.

    Y el hombre?Hace slo seis o siete millones de aos, la selva del frica austral (la

    actual Tanzania y regiones limtrofes) era una maraa de rboles tan densa queapenas la penetraba la luz del sol.

    En esos rboles vivan distintas especies de primates homininos[8] que sealimentaban de frutos, nueces, tallos tiernos, races, insectos y huevos.

    Aquellos seres vivan tan felices como los chimpancs actuales, sin mstrabajo que buscar fruta cuando tenan hambre y aparearse cuando las hembrasse mostraban receptivas. Durante mucho tiempo se mantuvieron en esa adnicainocencia, libres de cuidados, ni envidiosos ni envidiados.

    Pero hace unos dos millones y medio de aos, un cambio climtico enfri ysec la Tierra. (Esos cambios son frecuentes en la vida de la Tierra, pero como

  • no los abarca la escala humana, no los percibimos.)Qu ocurri? Grandes extensiones de selva se transformaron en praderas de

    hierbas altas (gramneas perennes) salpicadas de arbustos y matorral: la sabanaafricana.

    Los antepasados del gorila, el chimpanc, el bonobo y el orangutn siguieronviviendo en la selva, pero el antepasado del hombre abandon la selva paraadaptarse a la pradera.[9]

    En la pradera, los animales se dividen en dos grupos: los que comen hierba(gacelas, ciervos, antlopes, etc.) y los que devoran a los que comen hierba(leones, tigres, leopardos, panteras, lobos).

    Los que comen hierba (herbvoros) haban desarrollado mecanismos dehuida: eran velocistas natos, tan rpidos que, en caso de peligro, dejaban almonillo arborcola muy atrs. Recuerdan el chiste de los excursionistas que semetieron por error en una dehesa de toros bravos? A quin empitonar antes elmiura? Respuesta correcta: al ms lento, al cojo.

    En la pradera primigenia, a quin devoran primero el tigre, el len o el lobo?A nosotros, al indefenso y torpe monillo que se ha atrevido a descender del

    rbol. El duelo no poda ser ms desigual: los carnvoros puros, que tenan fuerza,garras y colmillos, frente al dbil monillo, corto de vista y de olfato, lento dereflejos, lentsimo en la carrera y provisto de unas uas y unos dientesmenuditos, inofensivos, que daban pena.

    Eso ramos: el ltimo de la fila en el aula de la evolucin, el ms lerdo delpelotn de los torpes, el hazmerrer de la Creacin.

    El hominino tuvo que espabilar. Lo primero que hizo fue adoptar la posturaerguida, sostenido sobre los pies, que le permita otear por encima del y erbazal ypercatarse de cualquier movimiento sospechoso que delatara la proximidad de undepredador.[10]

    Fuera de su medio habitual, el pobre hominino pasaba ms hambre que uncaracol en un espejo. Se resign a comer de todo: unas majoletas, un puado demoras, una lechuga mustia, incluso la carroa que dejaban las fieras despus deun festn. De frugvoro (comedor de fruta) se transform en omnvoro (el quecome de todo). As, probando, probando, descubri que la carne es muyenergtica, pura protena, y se aficion a ella. Es natural, su creciente cerebro leexiga protenas.

    Carne? replica el hominino, nuestro querido antepasado. Podemosllamar carne, sin sarcasmo, a esos cuatro pingaj illos que apuramos de los huesosmondos que desprecian los leones, las hienas y los buitres despus de susbanquetes?

    Lleva toda la razn. Su tragedia es que est mal dotado para la caza. Si elhominino quiere sobrevivir, tiene que cazar, pero cazar qu? Todos los bichos,excepto la tortuga y el caracol, corren ms que l. Contrastado con los otros

  • mamferos de la pradera es un mierdecilla: ni alcanza la velocidad necesariapara perseguir a sus posibles presas ni dispone de colmillos y garras paramatarlas.

    Qu contrariedad! (O qu putada!)

  • Un hominino, el Ardipithecus ramidus

  • CAPTULO 3

    La evolucin humana o a la fuerza ahorcan

    Qu hacer? Lo primero, no ponernos nerviosos. Evaluemos framente elmaterial que aportamos a la reida carrera evolucionista. Desndese, lector olectora, y mrese en el espejo del ropero, de cuerpo entero. Comprese ahoracon los otros mamferos superiores, con el caballo, con el len, con el tigre, conel elefante

    S, ya lo s: lo que el azogue refleja es un alfeique que no tiene mediabofetada. Vstase ahora con atuendos Coronel Tapioca o con los productos quevenden en la seccin de caza de El Corte Ingls. Nuevamente al espejo. Enpostura gallarda, abombado el pecho, el pie sobre un meln tan alto como lacabeza de un tigre, sostenga la fregona e imagine que se trata de ese estupendofusil de grueso calibre con el que nuestro bienamado monarca abate elefantes enBotsuana.

    Qu cambio, eh?! Provisto de las herramientas que ha fabricado aplicandosu desarrollado cerebro, el alfeique se nos ha convertido en el ms peligrosodepredador de la naturaleza. Ni corre ms que sus eventuales presas, ni tienefuerza para detenerlas, ni garras para agarrarlas, ni colmillos para degollarlas,pero est acabando con el reino animal.

    Qu ha ocurrido? Pues que hemos evolucionado ms que ningn otro ser enla Tierra. Durante mucho tiempo, un abismo de miles de siglos, nos resignamos anuestra humillante condicin de simples carroeros. De pronto, el paulatinodesarrollo de nuestro cerebro y la creciente habilidad de nuestras manos secombinaron para fabricar y manejar herramientas cada vez ms complejas:lascas de slex cortantes como navajas, ncleos de piedra (las primeras hachas omartillos), estacas para golpear o palos aguzados como lanzas hasta acabar enla escopeta T-Rex capaz de fulminar a un elefante (aunque despus, cosas de laedad, demos gatillazo con la rubia teutona).

    Ese progreso nos ha permitido salvar la distancia que separa al carroero delcazador: un avance inconmensurable.

    Es conmovedor. Confrontado con un entorno hostil, para el que no estabaequipado, aquel tatarabuelo nuestro sac fuerzas de flaqueza y desarroll unnotable cerebro que aventajaba en inteligencia al de los otros mamferos. De estemodo compens su poquedad fsica. Pronto repar en que las garras y los

  • colmillos se podan suplir con palos y piedras. La casi continua posicin bpeda lepermiti servirse de las extremidades delanteras. La mano, con la que antes seagarraba a las ramas de los rboles, le serva, ya en tierra, para aferrar piedras ypalos y convertirlos en herramientas.

    Imaginemos la escena. Hace cinco millones de aos. En el borde del bosquetupido, una manada de homininos se sostiene sobre las patas traseras mientrasotea la herbosa sabana espiando cualquier movimiento: su aguzado instinto ledice: Ah estn los mamferos que puedes comer, los antlopes, los ciervos, lasj irafas (sus antepasados, quiero decir), pero tambin estn los leones que puedendevorarte.

    Un momento! Qu llevamos en la mano? Los adultos portamos palosafilados! El sustituto de los colmillos y las garras que nos faltan!

    Aquella maana se haba dado cita all toda nuestra historia: todo lo quebamos a ser y todava podemos ser. [11]

    Piedras y palos: las primeras herramientas, las primeras armas.Al tatarabuelo nuestro que coma de todo y andaba sobre las patas traseras lo

    llamaremos australopiteco.[12] Era del tamao y peso de un chimpanc (1,30 my 35 kg) pero ya tena los pies y las manos como nosotros. Con ser un adelantadopara su tiempo, su cerebro resultara bastante insatisfactorio para las exigenciasactuales: unos 500 CC de capacidad, poco mayor que un puo (nosotros tenemosentre los 1.100 y los 1.500 CC; los de Bilbao, incluso un poco ms).

    El australopiteco talla piedras, lascas con filos cortantes como cuchillas yhachas multiusos, sin mango. Aprende a cazar, a tender trampas, a defenderse desus depredadores. Sale de su rincn africano y coloniza los nuevos territorios deEurasia (el continente formado por Europa y Asia) hace un milln y medio deaos.[13]

    Lstima que tan brillante carrera se truncara! Aquellos primeros homininosque se extendieron por el mundo se extinguieron hace un milln de aos. Unintento fallido de la humanidad, en eso qued tanto esfuerzo evolutivo. Pero elmismo tronco tena otros retoos

  • La familia del Australopithecus.

    Crneo de Australopithecus.

  • CAPTULO 4

    Cromaones y neandertales

    Transcurren unos cientos de miles de aos hasta que, hace unos cien mil aos, lafrtil frica lo intenta de nuevo, esta vez con ms xito, y produce al Homo

    sapiens u hombre sabio ,[14] el hombre actual, una especie que, lejos deextinguirse, se ha reproducido y se reproduce hasta constituir la plaga mspeligrosa del planeta.

    La principal caracterstica del sapiens, la que lo hace verdaderamente sabio,es el lenguaje.

    El lenguaje le permite comunicar la experiencia a las nuevas generaciones yasegura su progreso, mientras que sus compaeros de viaje, los restantesanimales, slo evolucionan lentsimamente, por mutaciones genticas. No haycolor.

    El desarrollo del lenguaje est relacionado con el de la laringe, que seprodujo cuando el mono humano alter su mecanismo respiratorio para que lepermitiera acometer mayores esfuerzos sin asfixiarse. La laringe descendi en lagarganta, paulatinamente (a lo largo de muchas generaciones, claro est).[15]

    As hemos llegado. Lo preocupante del caso es que los hombres de hoypadecemos un grave desfase: nuestra evolucin tecnolgica no se corresponde ala psicolgica. Debajo del superficial barniz de la educacin sigue latiendo elanimal primitivo que frecuentemente perpetra animaladas. Pensemos en losalemanes del tiempo de Hitler: la sociedad aparentemente ms culta yevolucionada de la Tierra, la que ha producido luminarias como Hegel,Beethoven y Einstein, se pone de pronto, con su avanzada tecnologa, al serviciode una crueldad tribal impensable en las sociedades ms salvajes e incivilizadasde la Tierra. Recuerdan la fbula de El seor de las moscas, la estupenda novelade William Golding? Pues eso.

    Perdonen la digresin. Vuelvo al meollo del asunto: hace cien mil aos,algunos Homo sapiens africanos salieron de su continente y colonizaron el resto

    del mundo. Al llegar a Oriente Medio[16] se encontraron con una especieeuropea autctona: el hombre de Neandertal.[17] Desde nuestro canon esttico,el neandertal no era ningn guaperas. Cuasimodo, el campanero de Notre-Damede Pars, la inmortal novela de Victor Hugo, podra pasar por neandertal:

  • cabezn, paticorto, achaparrado, fornido y con una jeta francamente fea en laque llamaban la atencin una nariz excesiva, la visera sea sobre los ojos, lafrente huidiza y la potente quijada desprovista de mentn.

    A pesar de su aspecto brutal, el neandertal era inteligente y sociable, habadesarrollado el habla, fabricaba herramientas de piedra y madera adecuadas adiversos usos, se protega del fro con pieles, amparaba a los miembros dbiles dela horda y enterraba a sus muertos con cierta ceremonia, lo que indica que creaen la prolongacin de la vida despus de la muerte.

    Las dos especies, sapiens y neandertal, coexistieron durante un tiempo, sintratarse mucho (entonces el mundo estaba poco poblado y podan evitarse), peroal final el neandertal, menos apto para la vida moderna, se extingui.[18]

    Algunos autores implican al sapiens en tan turbio asunto.[19]

    El sapiens, al que en Europa llamamos hombre de Cromagnon, seore elmundo y, gracias a su inteligencia, se adapt a las cambiantes condicionesambientales de cada lugar.

  • CAPTULO 5

    Las glaciaciones

    Un elemento determinante en el desarrollo de la humanidad ha sido el clima. LaTierra est sujeta a la alternancia de ciclos fros (glaciaciones) de unos cien milaos de duracin, intercalados con otros clidos (interglaciaciones) de unos veintemil aos.[20] Ahora estamos en uno de los clidos.

    En los periodos glaciares, la Tierra se enfra hasta el punto de que los hielospolares cubren buena parte de Eurasia y Amrica del Norte. Entonces, el niveldel mar desciende hasta doscientos metros y la fauna y la flora se adaptan a lasrigurosas condiciones climticas. se es el ambiente en el que hemos deimaginarnos a las comunidades de Atapuerca, las ms antiguas de Espaa,coexistiendo con bisontes, rinocerontes lanudos, mamuts, antlopes, osos, lobos

    Cuando pas la glaciacin y torn el clima clido, cambi el decorado: sederritieron los hielos y brotaron los bosques de hoja caduca y las praderas degramneas. La fauna fra se repleg hacia el norte y fue sustituida por la faunaclida: los caballos y otros mamferos menores.

    Empieza la andadura de la humanidad en este paraso, en este planeta azulque llamamos Tierra.

  • El avance de los hielos.

  • CAPTULO 6

    Ice Age 2: El deshielo

    Durante la ltima glaciacin, hace unos ochenta mil aos, el nivel del mardescendi y todas las tierras del planeta formaron un nico continente.[21] Sinmares que le estorbaran el paso, el Homo sapiens coloniz hasta los ltimos

    confines de la Tierra.[22]La Tierra se mantuvo helada durante decenas de miles de aos.

    Afortunadamente, el Homo sapiens haba domesticado el fuego. Nuestroremoto ancestro haba aprendido a encender una candela primero frotando dospalos, despus produciendo chispas al friccionar un pedernal con una pirita.[23]

    El fuego es la primera palanca del progreso humano, el fundamento de todatecnologa, el mayor adelanto tcnico de la humanidad (que en su momentotraer la alfarera y la metalurgia).

    El dominio del fuego convirti al dbil mono humano en el animal mspoderoso de la naturaleza.

    El fuego sirve para cocinar la carne (que hasta entonces se coma cruda),para iluminar las largas noches, para defenderse de los depredadores y parasocializar. En torno a la hoguera nocturna se rene la horda, se conversa, seplanea la caza del da siguiente (o la cosecha de la prxima primavera), secuentan cuentos, se transmiten experiencias, se aguzan y endurecen las puntas delas lanzas

    Los descendientes del sapiens habitaban en abrigos naturales, es decir, encuevas abiertas, y, donde no las haba, en chozas construidas con los elementosdel entorno (incluso con hielo, a falta de mejor material; recordemos los igls delos esquimales).

    Aquellos hombres primitivos eran buenos cazadores y hbiles fabricantes deinstrumentos de slex, madera, hueso y asta. En sus ajuares funerariosencontramos azagayas, puntas de flecha, arpones y agujas (lo que demuestraque cosan pieles, con las que se protegan de las bajas temperaturas). Decorabancuevas y abrigos con pinturas que representaban escenas de caza, o simplesanimales (seguramente, a modo de ritos propiciatorios de la caza). RecuerdenAltamira, en Cantabria (hacia 14000), o Lascaux, en Francia (hacia 20000).Algunas cuevas eran verdaderos santuarios de la fertilidad: por eso, no por vicio,

  • pintaban en las paredes falos erectos, vulvas femeninas y escenas deapareamiento.[24]

    El hombre progres. Desarroll normas para regirse en comunidad ycreencias religiosas que mitigaran su angustia ante la muerte.

    Hace unos trece mil aos, la temperatura de la Tierra aument ms de seisgrados. Terminaba la glaciacin y comenzaba el clido interglaciar que todavadisfrutamos los siete mil millones de terrcolas que superpoblamos el planeta.[25]

    No ocurri de golpe, claro. Los hielos que cubran buena parte de Europa yAsia tardaron en fundirse un par de milenios. Por todas partes afluan ros yarroyos que vertan aguas al mar hasta provocar un ascenso de su nivel (ms de150 metros). Con la subida de las aguas, muchas pennsulas se transformaron enislas, Amrica y Asia volvieron a separarse.[26] Se acab aquel continente nicoque nos permita recorrer la tierra a pie enjuto.

    Recuerdan la pelcula de dibujos Ice Age 2: El deshielo (2006)? El cambioclimtico acarre una profunda alteracin de la cubierta vegetal y de la faunaque viva de ella. A medida que ascenda la temperatura se replegaban las masasde abedules y conferas de la etapa fra para dar paso a los bosques de robles,encinas, nogales, tilos y castaos. Y a las praderas (as como a los desiertos).

    La fauna may or (mamuts, renos, focas, etc.) emigr hacia el norte, en buscade regiones ms fras. Mal asunto, se trasteaba la despensa del sapiens! Loscazadores concentraron sus atenciones en las pocas especies de animalesmayores que no haban emigrado, particularmente en los bisontes, queescasearon muy pronto debido a la sobreexplotacin. Entonces tuvieron queconformarse con lo que les ofreca el nuevo ecosistema, propio de zonastempladas: especies ms pequeas y difciles de cazar, jabales, ciervos, rebecos,cabras, conejos

    Nuestros remotos abuelos erraban en busca de presas que se dejaran cazarms fcilmente. Qua, estaban resabiadas! Haban pasado los felices tiemposde los sangrientos chuletones de mamut o de megaterio displicentementearrojados sobre las brasas!

    Acuciados por la gazuza, nuestros predecesores se resignaron a comer detodo. Ganar la protena diaria se puso cada da ms cuesta arriba. En las costas dePortugal y Galicia surgieron mariscadores que han dejado enormes depsitos deconchas (concheiros), testimonios de su aficin al marisco. No respetaroncaracoles, tortugas, lapas, ni siquiera babosas. Cmo estara de hambreado elprimero que no le hizo ascos a un percebe!

    Henos aqu: el hombre. Nos crecemos ante las dificultades. La necesidad, elprimer motor del progreso humano.

  • Pareja en la Cueva de los Casares y tzy.

  • CAPTULO 7

    La invencin de la guerra: interludio maor

    Favorecidas por el clima ms suave y por el progreso tcnico, las hordas dehombres primitivos se multiplicaron, y con ellas, ay !, inevitablemente, losconflictos. Las armas de caza, cada vez ms certeras y letales, con puntas depiedra delicadamente talladas y aguzadas, se emplearon tambin en la guerra.

    En una cueva de Barranco de Gasulla, en Castelln, asistimos a unaescaramuza: dos grupos de arqueros se acribillan a flechazos. Hasta entonces lashordas se reunan en determinados lugares (santuarios) para intercambiar bienesy mujeres (inteligente evitacin de la consanguineidad). A partir de entoncesaadieron un tercer motivo: la guerra, la continuacin de la poltica por otrosmedios , como la define Karl von Clausewitz. Por qu negociar lo que se puedeconseguir por la fuerza? El descubrimiento de los metales sera decisivo: el cobrevence a la piedra; el bronce vence al cobre; el hierro vence al bronce y,finalmente, el arma de fuego vence al arma blanca.

    El temprano dominio de estas tcnicas por parte de los europeos determinarque las naciones de este pequeo apndice de Eurasia (Espaa, Italia, Francia,Inglaterra, Portugal, Holanda) hayan colonizado el resto del mundo durantebuena parte de la historia. Todo esto lo iremos viendo a lo largo del libro, peroahora un pequeo aperitivo para que se vea cmo somos cuando nos sentimostcnicamente superiores y hay algo que robar al vecino.

    En las antpodas de Espaa (o sea, en el punto del planeta ms alejado denuestro pas) est la isla polinesia de Nueva Zelanda. Sus primeros pobladoresfueron maores que se establecieron en ella hacia el ao 1000. Unos siglosdespus, un grupo de ellos se mud a las vecinas islitas Chatham (situadas a unosochocientos kilmetros).

    Durante siglos, los maores de Nueva Zelanda y los morioris de las Chatham(as los llamamos para distinguirlos) evolucionaron separadamente, olvidados dela existencia del otro. Los maores, debido a la mayor riqueza de su hbitat, sehicieron agricultores, y los excedentes de los cultivos les permitieron desarrollarnuevas tecnologas, ejrcitos, burocracias y jefes, lo que prest a sus poblados ytribus la fuerza y organizacin necesarias para disputarse los campos en ferocesguerras. Los de las islas Chatham, por el contrario, como la tierra no les dabapara ms, no desarrollaron tecnologa alguna y siguieron siendo pacficos

  • cazadores recolectores sin problemas de propiedad ni liderazgos suficientes parahacerse la guerra.

    En 1835, un barco australiano de cazadores de focas inform a los maores dela existencia de las islas Chatham, donde abundan los peces y los crustceos; loslagos estn llenos a rebosar de anguilas y los indgenas carecen de armas y nisiquiera saben combatir .

    Fue suficiente: al olor de la ganancia, una partida de novecientos maoresarmados desembarc en las Chatham. Los morioris acostumbraban resolver lasdisputas pacficamente. Decidieron en una asamblea que no responderan a losataques, y que ofreceran a los invasores paz, amistad y divisin de recursos.Antes de que los morioris les pudiesen comunicar su oferta, los maores atacaron,los mataron a cientos, devoraron a muchos y esclavizaron a otros (Diamond,1998, p. 61).

  • CAPTULO 8

    Ros caudalosos en desiertos abrasadores

    Con el cambio climtico menguaron las lluvias. Vastas regiones del planeta hastaentonces cubiertas de prados y arboledas se transformaron en desiertos (elShara y el Lbico en frica; el Arbigo y el Sirio en Oriente Medio; el de Gobien Asia).

    A medida que avanzaban los desiertos, los cazadores-recolectores quehabitaban aquellas regiones se replegaron hacia las orillas de cinco roscaudalosos que an fluan por medio del desierto porque nacan a miles dekilmetros, en cordilleras nevadas o en regiones lluviosas: el Nilo, que manadesde el lago Victoria, en la remota Uganda; el Tigris y el ufrates, que tomansus aguas en el Kurdistn;[27] el Indo, que desciende del Himalay a, y el roAmarillo de China, que procede de la meseta del Tbet.[28]

    La poblacin de aquellas riberas lleg a ser tan densa que sus sobreexplotadosrecursos naturales escasearon.

    Hace unos doce mil aos, aguzando el ingenio (nuevamente la necesidadcomo madre del progreso), los habitantes de aquellos ros se plantearon uncambio en el modelo productivo: por qu no capturar animales y domesticarlosen cautividad? Por qu no arrancar la vegetacin improductiva y sustituirla porlas semillas de los cereales ms tiles? Eso hicieron: domesticaron los vegetales yanimales ms tiles y se garantizaron un suministro constante de alimento.[29]

    Se haban inventado la agricultura y la ganadera. Es lo que llamamos revolucin neoltica .

    Revolucin porque alter profundamente la vida de los humanos.[30]La domesticacin no result tarea fcil. Pensemos que el pacfico cerdo es

    pariente del jabal y que el adorable perro procede del lobo. Con las plantas, lomismo. Las silvestres eran bravas; las berenjenas, las berzas, las patatas y hastala dulce sanda proceden de plantas amargas. Algunas eran incluso venenosas.[31]

    La regin ms afortunada en la domesticacin de especies vegetales yanimales fue la Media Luna Frtil (como llamamos a una imaginaria media lunaque enlaza Mesopotamia y el valle del Nilo).[32]

    Los cultivos fundadores procedentes de esta zona han colonizado el

  • mundo.[33] De all (o de sus vecindades) proceden el trigo y la cebada, la ovejay el cerdo, un paquete biolgico poderoso y equilibrado para la produccinintensiva de alimentos .[34] Cuando se sumaron la vaca y el buey (hacia el 6000), se obtuvo, adems, un poderoso auxiliar de tiro para transporte y arado.

    El cultivo de la tierra y la cra de animales resultaron la mar de provechosos:en el territorio donde antes subsistan con estrecheces cien cazadores-recolectores, los nuevos sembrados alimentaban a diez mil agricultores y, si lacosecha era buena, todava quedaban excedentes para simiente y trueque.

    La poblacin creca al ritmo de los alimentos. De un modo paulatino, en unproceso que dur miles de aos,[35] la humanidad se reconvirti de cazadora-recolectora en agricultora-ganadera.[36]

    Los agricultores desplazaron a los cazadores-recolectores debido a su mayorpotencia demogrfica.[37]

    El agricultor tiene que arrancar las malas hierbas, arar el campo, sembrarlo,quiz regarlo. Llegado el momento, debe cosechar y guardar el granoreservando la simiente necesaria para la siembra del ao siguiente y algunosexcedentes en previsin de malas cosechas

    El agricultor desarrolla el sentido de la propiedad de la tierra que labra ytrabaja. Asentado en un lugar fijo, preferentemente alto, desde el que se puedanvigilar los cultivos, y cercano a un ro o a un manantial, el antiguo nmada seconvierte en sedentario. De la agrupacin de agricultores para la mutua ayuda ydefensa nacen poblados permanentes con sus zonas comunales, sus zonasresidenciales y sus cementerios. La vida en comunidad acelera la evolucintcnica y social.

    Un cuadro feliz, sin duda. Se acabaron las hambrunas estacionales y el ir deun lado a otro como feriantes, aquellas forzadas trashumancias de los cazadores-recolectores.

    Un gran avance.S, un gran avance, pero al menos la horda de cazadores-recolectores estaba

    socialmente nivelada por la propia precariedad de su existencia. Al convertirseen agricultora y ganadera, la sociedad produce excedentes que permitenalimentar a individuos no directamente productivos, pero necesarios (burcratasy guardias protectores).

    Lo malo es que la produccin de excedentes tambin favorece laespeculacin (acaparar recursos, negociar con ellos) y pronto surgen lasdiferencias sociales entre pobres y ricos, explotadores y explotados.

    No es la nica complicacin del nuevo sistema. El agricultor vive en unsobresalto constante. Ahora tiene que trabajar de sol a sol, siempre pendiente desi llueve o no, y a la postre todo su esfuerzo puede malograrse en un momento silos nmadas (los cazadores-recolectores que an no se han convertido a la

  • agricultura) le saquean el granero o le roban el rebao. El agricultor necesitaproteccin y sta se convierte pronto en objeto de trueque. El agricultor se veobligado a acatar la autoridad de un protector (que a la larga pudiera convertirseen una lacra mayor que la que vino a remediar). As nace la institucinclientelar, todava vigente en muchas sociedades actuales. El dbil se somete a latutela del fuerte a cambio de obedecerlo y pagarle en trabajo o en productos (oen votos). Por la ley de la mera fuerza bruta, el matn de la horda se promocionaa jefe del poblado (rgulo, cacique, caudillo, padrino o capo).[38] Los matonesse erigen en gobernantes y administran el granero comunal (o dicho en trminoseconmicos, los excedentes de riqueza, las plusvalas), lo que les permite adquirirlos bienes de prestigio propios de su estatus privilegiado (en la antigedad,vestidos, armas, objetos de metal, cermica de importacin, y msrecientemente, yates, chalets, coches deportivos, ligues de lujo, etc.).

    Del rgulo que comenz de matn procede, en ltima instancia, unainstitucin tan venerable como la monarqua hereditaria. Detrs de cada noble,remontando su estirpe, encontraremos a un noble bruto, en ocasiones brutsimo.El antepasado de los Grimaldi de Mnaco, por poner un ejemplo, fue un pirataque disfraz de frailes franciscanos a su banda de facinerosos y as tom la plaza.

    Han visto cmo se enriquece el que detenta el poder? No me refiero slo alos tiranuelos tipo Gadafi que expolian a su pas y acumulan millonadas enparasos fiscales. sos son los ms notorios, que no se andan con disimulos. Hablotambin de aparentemente respetables monarcas que llevan una existenciaregalada, rodeados de lujo, por derecho divino, sin dar palo al agua. Hablo deesos polticos profesionales (en realidad, partitcratas) que se enriquecen yacumulan grandes patrimonios traficando con influencias y encubiertasmarrulleras mientras predican justicia social.[39]

  • CAPTULO 9

    Vivamos en poblados

    A unos treinta kilmetros de Jerusaln se ven las ruinas de lo que queda de Jeric,la ciudad cuy os muros demoli Josu al toque mgico de sus trompetas.[40] Estepoblado canaanita es uno de los ms antiguos conocidos. Hacia el ao 8000vivan all unos cientos de personas en casas circulares de adobe (ladrillo sincocer, secado al sol). Alrededor del poblado, defendindolo, levantaron unamuralla con una gran torre (vase p. 42).

    Los jericoanos haban desbrozado los campos del entorno y cultivaban farro,cebada y legumbres. Esa dieta tan sana (para un vegetariano) lacomplementaban con la caza. Cuando los animales del entorno comenzaron aescasear (la sobreexplotacin) domesticaron la oveja e iniciaron la ganadera.

    Los jericoanos observaban un curioso rito religioso consistente en sepultar lascalaveras de sus difuntos bajo el suelo de la propia vivienda despus dereconstruirles las facciones con yeso. En el lugar de los ojos ponan dos conchasmarinas.

    Tambin se enterraban en casa, por la misma poca, los difuntos del pobladode Catal Huy uk, en Anatolia. Este pueblo estaba obsesionado con el espacio: enlugar de chozas circulares las construa cuadrangulares, que aprovechan mejor elterreno, y no dejaba espacio para las calles: la gente circulaba por las terrazas yentraba en las casas por arriba, con escaleras de mano (vase p. 42).

    Cada pocas casas haba una especie de templo presidido por altorrelieves decabezas de toro modelados en yeso en los que se insertaban cuernos verdaderos.Adoraban a una Diosa Madre gorda, parturienta, el ancestral smbolo de lafecundidad.

    Otros poblados fueron surgiendo por doquier, cada cual con su frmulaconstructiva adaptada a las posibilidades del medio (tierra, piedra o madera). Enlos lagos europeos causados por el deshielo de los Alpes surgieron, hacia el 4000, comunidades palafticas que hacan sus chozas de ramas y barro encimade plataformas sostenidas sobre postes clavados en el fondo del lago.

    Poblados y sociedades estables por doquier. De muchos no ha quedado rastro,pero sabemos que existieron porque las reservas de alimentos que acumulabanpermitieron liberar la fuerza de trabajo necesaria para emprender laconstruccin de grandes monumentos, los llamados megalitos (del griego mega,

  • grande , y litos, piedra ): construcciones de grandes piedras.[41]

    Los monumentos megalticos ms comunes son: el menhir (del bretn men, piedra , e hir, larga ), una piedra clavada en el suelo; el trilito, dos piedrasverticales y una horizontal sobre ellas; el dolmen ( mesa , en bretn), variosmenhires que sostienen una losa, y el crmlech, varios menhires en crculo.

    Los dlmenes suelen presentar un corredor de entrada alineado hacia elsolsticio de invierno, lo que revela ciertos conocimientos astronmicos de lassociedades neolticas. Es natural, su vida se acompasaba con los ciclos anuales depreparacin del barbecho, siembra y recoleccin.[42]

    El ms famoso monumento megaltico es Stonehenge, situado en el sur deInglaterra, un crmlech construido hacia el 2500 (sobre otro anterior de palos ytierra, fechable hacia el 3100). Est orientado de manera que el sol nacienteatraviesa su eje cuando despunta por el horizonte durante el solsticio de verano.[43] Menos famoso, pero no menos impresionante, es el menhir deLocmariaquer (Bretaa francesa), hoy roto en tres pedazos y postrado en elsuelo, de 22 metros de longitud y unas 350 toneladas de peso. Casi nada si locomparamos con el obelisco inacabado de la cantera de Asun, de unas 1.200toneladas, que se fisur antes de que lo sacaran de la cantera y all ha quedadopara pasmo de los turistas.

    Stonehenge.

  • CAPTULO 10

    El padrino

    Hemos visto en el captulo precedente que los ms dbiles del poblado buscabanel amparo de los poderosos. Con los poblados ocurra lo mismo: los ms dbilesse aliaban con los ms poderosos y les pagaban tributos. Un buen da, uno de esosrgulos someta a los rgulos de las comarcas vecinas y se proclamaba rey de unEstado. As surgieron ciudades-estado con territorio propio en el que imponanleyes y cobraban impuestos a cambio de garantizar la paz y el orden.

    Qu ha pasado? Los antiguos matones que auxiliaban al rgulo se hanconvertido en generales que sirven al rey y entrenan a otros para la guerra.

    As surgen los Estados y los ejrcitos.El Estado requiere gente que lo defienda, pero tambin funcionarios que lo

    administren. Personas de juicio que recauden parte de los excedentes de losproductores para mantenerse ellos mismos y para costear a los que detentan elmando. El Estado se vuelve cada vez ms complejo y, con l, la sociedad que losustenta: hay poder poltico, hay contribuyentes y hay recaudadores, hayintereses supranacionales, hay rivalidades entre poblados[44] Emerge la clasedirigente que, inevitablemente, se convertir en parsito de la productora (as hafuncionado el mundo desde entonces).[45]

    Cada ciudad o cada Estado somete un territorio y lo defiende de la codicia desus vecinos. Cuanto ms prspero sea, mejor debe armarse para disuadir a losposibles enemigos, es ley de vida.

    La ley de la selva, ms bien? Pues s. Eso es lo que, en ltima instancia, haregulado las relaciones entre los hombres a lo largo de la historia de lahumanidad. En pginas sucesivas observaremos que impera la tirana del msfuerte, como en el mundo animal: Estados fuertes explotan a Estados dbiles (acambio de la proteccin frente a otros Estados fuertes). Estados equilibrados enfuerza evitan llegar a las manos repartindose el terreno en disputa en zonas deinfluencia (y de ordeo). Hasta que uno de ellos se siente ms fuerte que el otroy lo agrede para arrebatarle su parte del botn. De ah salen los bloques, lasalianzas, los ejes y las otras variadas formas de asociacin y defensa (u ofensa)que el hombre ha ideado.

    No quiero deprimir a nadie, sino antes bien componer un libro instructivo ydivertido, pero si pretendo que, adems, sea veraz, debo sealar que la historia de

  • la humanidad es la historia de la explotacin del hombre. El contrato social ocultauna cleptocracia o gobierno de los ladrones en que las clases privilegiadas odirigentes explotan a las sometidas o dirigidas; sea cual sea el rgimen poltico(incluso en las democracias parlamentarias, que en realidad escondenpartitocracias), el que recauda explota al contribuyente. Seguimos siendoaquellos monos agresivos que se bajaron de los rboles para conquistar el mundo.

  • CAPTULO 11

    Pasando el cepillo

    El hombre es el nico animal que, en cuanto alcanza el uso de razn, comprendeque tiene que morir. Es una ingrata consecuencia del desarrollo de nuestrainteligencia, una lacra que no padece el resto de los animales. Para consolarse desu propia muerte (y de la de los seres queridos), el hombre desarroll la creenciaen una prolongacin de la vida ms all de la muerte. Tal pensamiento es absurdoy enteramente inverificable, lo admito, pero ha adquirido entidad de verdadincuestionable al transmitirse de padres a hijos.

    En uno de los primeros documentos escritos que produjo la humanidad, elpoema de Gilgamesh, se expresa ya, tan tempranamente, la angustiosanecesidad que sentimos de prolongarnos ms all de la muerte.[46] Esedesconsuelo nos impulsa a aceptar toda clase de fantasas ultraterrenasinventadas por la casta sacerdotal que vive de la credulidad ajena.[47] Que elhombre, como la semilla enterrada, germine y renazca en alguna parte es laimperiosa necesidad que ha dado origen al gran negocio de las religiones.

    Cmo ocurri? La progresiva complej idad de los ritos propiciatoriosdemand cierta especializacin en las personas encargadas de realizarlos. Notard en surgir el chamn o brujo, el gran embaucador designado por el jefe delpoblado como intermediario entre los fieles y la divinidad. El gran embaucadorle devuelve el favor al gerifalte declarndolo elegido por Dios para gobernar elpoblado y persuade a su feligresa de que los dioses desean que unos pocosciudadanos (la aristocracia y el clero) vivan regaladamente a costa del resto. Eneso consiste la alianza del Altar y el Trono: el mandams justifica los privilegiosdel embaucador y el embaucador unge, en nombre de Dios, al mandams yjustifica, en nombre de Dios, las guerras de conquista que el poderoso emprende.La comunidad acata ovinamente los mandatos divinos, no faltaba ms, puestoque el sacerdote se arroga el derecho de sealar lo que es grato a la divinidad,una decisin que el creyente acepta porque de ello depende que alcance lafelicidad eterna ms all del valle de lgrimas.

    El sacerdocio, siempre aliado con el poder. En ltima instancia, y visto desdeuna perspectiva puramente materialista y moderna, se trata de conformar a losno privilegiados para que acepten la desigualdad social como lgica yconveniente dentro del orden csmico sancionado por los dioses. se es el

  • objetivo final, cnico y realista, de las religiones, por evolucionadas que sean:conformar a los explotados y mantenerlos sometidos al poder. Es la funcinsocial, utilsima y necesaria, del sacerdocio y de la Iglesia. Si esta gente desotana viviera simplemente del cuento, como algunos creen, hace tiempo quehabra desaparecido. Perduran porque se sostienen en la casta dominante yporque las personas necesitamos creer en algo que mitigue la muerte.

    Torre de Jeric y su reconstruccin (Universidad Hebrea de Jerusaln).

    Catal Huyuk.

  • CAPTULO 12

    La Media Luna Frtil

    Concentrmonos ahora en las pobladas riberas de tres de los cinco grandes rosque mencionamos antes: el Nilo, el Tigris y el ufrates. Si los examinamos sobreel mapa advertiremos que en sus tramos finales se inscriben dentro de la llamada Media Luna Frtil .

    Ya hemos dicho que esta regin fue la cuna de nuestra civilizacin.[48] Laagricultura y la ganadera de nuestro mundo, el europeo u occidental, nacieronall. Como Europa ha colonizado, a su vez, buena parte del resto del mundo, seexplica que las especies animales y vegetales ms divulgadas en el planetaprovengan precisamente de la Media Luna Frtil: el trigo,[49] la cebada, el olivo;el perro, la oveja, la cabra, el cerdo y el caballo.[50]

    La facultad de producir excedentes de alimentos permite a la comunidadliberar a una parte de sus miembros para que se dediquen a tareas especializadas:administracin, artesana, obras pblicas La divisin del trabajo y laespecializacin por oficios facilita el progreso material. Al principio, comovimos, todos eran cazadores-recolectores (acaso los hombres cazaban y lasmujeres recolectaban); despus de la revolucin neoltica, los agricultores y lospastores produjeron lo suficiente para alimentar a ceramistas, albailes,fundidores, mercaderes, guardas, escribas, contables y sacerdotes.

    La revolucin neoltica, la que sigui a la implantacin de la agricultura, no seprodujo simultneamente en todo el planeta. Cuando en la Media Luna Frtilsurgen Estados poderosos, sociedades complejas, economas avanzadas,comercio, ciudades, civilizaciones,[51] en el resto del mundo siguen vagando loscazadores-recolectores en hordas de cien o doscientos individuos.

    Va siendo hora de introducir el trmino civilizacin .Llamamos civilizacin al estadio cultural de una sociedad avanzada que ha

    alcanzado un nivel apreciable por su ciencia, tecnologa, artes, ideas ycostumbres.

    Las primeras civilizaciones de la humanidad florecen en la Media Luna Frtil,en Mesopotamia, un amplio corredor fluvial casi del tamao de Espaa,recorrido longitudinalmente por dos caudalosos ros, el Tigris y el ufrates, ylimitado (y defendido) en sus dos flancos por el desierto arbigo y por la

  • cordillera de los montes Zagros (vase mapa en pginas de color).En Mesopotamia se suceden, a lo largo de tres milenios, diversos pueblos que

    fundan Estados: sumerios (2600), acadios, babilonios y asirios. Cada cual consus ley es, sus instituciones, su lengua y sus costumbres.

    La tierra de Mesopotamia es tan plana que te subes en una gua de telfonosy ya tienes un mirador . Los cerretes que de vez en cuando animan el relieveson, en realidad, enormes montones de escombros, los restos de una ciudad o deun zigurat.[52]

    Estos derrubios cubiertos de yerbajos y habitados de lagartos fueron un daprsperas ciudades amuralladas, surcadas de amplias avenidas tiradas a cordel yjalonadas de templos, palacios y talleres artesanos.

    Por qu no han dejado una ruina ms noble, como los templos y edificiosegipcios o griegos?

    La respuesta est en el paisaje: en Mesopotamia escasea la piedra y abundala arcilla; por lo tanto, sus pobladores construan con adobe, o sea, ladrillo sincocer, que con el tiempo se desmorona.

    Hace aos, el que esto escribe visit una de aquellas ciudades, Mari, en laSiria actual. No parece nada impresionante: ingentes montones de tierra entre losque apenas se distinguen restos de muros, pues todo se confunde en el mismomantillo gris terroso, como si se hubiera disuelto bajo el inclemente sol. En laregin llueve poco, pero si la excavacin no se protege con cobertizos de chapa,en cuanto caen cuatro gotas los muros se ablandan, los edificios se disuelven y seconvierten en barro. Lo nico consistente son algunas estatuas de piedra (lapiedra era un elemento precioso que haba que transportar desde largasdistancias). Cmo sabemos, entonces, que esta ciudad fue importante? Porqueen ella se encontr una biblioteca formada por unas veinticinco mil tablillas debarro cocido, dursimo, el material al que los mesopotmicos confiaban sus librosde contabilidad, sus documentos oficiales y sus poemas.

    La escritura nace en Mesopotamia a partir de algn sistema contable queserva para asentar el nmero de ovejas y las cantidades de grano que losrecaudadores extirpaban al contribuyente.[53]

    La escritura mesopotmica se denomina cuneiforme (o sea, con trazos enforma de cua, porque la impriman con ayuda de un punzn de caa sobreblandas tortas de arcilla que despus cocan).

    La pobreza material de los rabes que hoy habitan aquellas regiones puededarnos una idea engaosa de lo que fueron las ciudades mesopotmicas. Enrealidad, sus antiguos pobladores fueron tan ricos y culturalmente avanzadoscomo los egipcios: redactaron los primeros cdigos legales, idearon la bveda yla cpula, crearon un sistema de numeracin de base doce.[54]

    Los restos de la civilizacin mesopotmica muestran una cultura que ejerci

  • una poderosa influencia en otras civilizaciones del momento y, por ende, en eldesarrollo de la cultura occidental. A Mesopotamia le debemos el inicio de lasmatemticas, las cuatro reglas, las potencias, las races cuadradas, el teorema dePitgoras (mil aos antes de que lo enunciara el sabio griego) y la astronoma.[55]

  • CAPTULO 13

    Babilonia, la gran ramera

    Sumer, la primera civilizacin, fue el resultado del florecimiento de unas cuantasciudades-estado (Uruk, Erid, Ur) en las riberas del ufrates, muy cerca de sudesembocadura en el golfo Prsico, donde los sedimentos fluviales se acumulany forman un frtil subsuelo. Rodeadas de verdes campos irrigados por canales,las primeras ciudades de la humanidad eran una amalgama de activos ylaboriosos talleres artesanos, de bullentes zocos, de barrios de casas de adobe deuna sola planta, agrupados en torno al zigurat.

    El zigurat, templo y observatorio de la civilizacin sumeria, era una pirmideescalonada de siete plantas, cada una del color del planeta que representaba(Saturno, Jpiter, Marte, el Sol, Venus, Mercurio y la Luna). Visible desdemuchos kilmetros de distancia, el zigurat pregonaba a un tiempo la pujanza delos dioses y la solvencia de la ciudad-estado que lo haba construido.

    Desaparecidos los zigurats el barro vuelve al barro, como advierte lgubrela Biblia, la prosperidad de la civilizacin sumeria se manifiesta en los ajuaresde sus tumbas reales: joyas, ornamentos, vestidos ceremoniales, cosmticos

    Los sumerios se entregaban al goce de vivir. En los asuetos beban sikaru, unacerveza de cereales fermentados, en tabernas regentadas por mujeres.

    El rey acadio Sargn conquist Sumer en el ao 2340 y fund un imperiocon capital en Agad (hoy Bagdad), que abarcaba desde el golfo Prsico hasta elMediterrneo. Lo sucedi, en la hegemona de la regin, otra ciudad-estado,Babilonia, aguas arriba del ufrates.

  • Babilonia en la pelcula de Griffith Intolerancia (1916).

    Babilonia estaba emplazada en un importante cruce de caminos caravaneros,los que venan del norte al sur y los que discurran del este al oeste. Adems, laproximidad del Tigris y el ufrates la converta en un buen enclave fluvial.

    Despus de Hamurabi, famoso por ser autor del primer cdigo legal de lahumanidad (1792),[56] Babilonia pas de mano en mano, herencia de sucesivospueblos (hititas, casitas, elamitas, asirios) hasta que el caldeo Nabopolasar (612) se propuso devolverle su esplendor. Su hijo Nabucodonosor (600) hizo deBabilonia la ms bella y populosa urbe del mundo, acrecent el bienestar de supueblo excavando nuevos canales que convirtieron el desierto en un vergel ypobl las nuevas tierras de regado con las poblaciones deportadas de los pasesque conquistaba (entre ellos, los judos en la bblica Cautividad de Babilonia).

    Babilonia. Imaginemos, en medio de la verde llanura arbolada y cruzada decanales, una ciudad de 9 kilmetros cuadrados guardada por cuatro murallassucesivas, la principal de 18 kilmetros de contorno y 7 metros de espesor, en laque se abren ocho puertas monumentales.[57]

    Esa coraza inexpugnable guarda una ciudad placentera y rica, dotada deamplias y soleadas avenidas, de palacios y edificios monumentales dotados de

  • refrigeracin natural,[58] de plazas abiertas y espesos palmerales que acogen asu sombra populosos mercados, de templos (lleg a tener cincuenta) y de altaresa los dioses (ms de mil trescientos). Todo ello construido en piedra o ladrillo,nada del viejo y desmoronado adobe.

    En el centro, junto al templo principal, consagrado a Marduk, se elevaba,poderoso, el zigurat o Etemenanki, la casa del cielo y de la tierra , elportentoso edificio que inspir la historia bblica de la Torre de Babel: sobre unabase cuadrada de 90 metros, siete pisos escalonados de unos 65 metros de altura.En su cspide, un templo recubierto de ladrillos esmaltados refulga al sol desdemuchos kilmetros de distancia.

    Los famosos jardines colgantes, una de las Siete Maravillas del MundoAntiguo, fueron el regalo de Nabucodonosor II (600) a su esposa Amy tis, queaoraba las montaas florecidas de su tierra meda.[59]

    Babilonia constaba de ocho barrios, cada cual con su avenida centralajardinada en la que desembocaban amplias calles jalonadas de buenos edificios.No faltaban zonas comerciales, barrios residenciales, paseos, mercados hastaun barrio rojo (recordemos que la pacata Biblia llama a Babilonia la granramera , la ciudad del pecado).[60]

    Una ciudad de todo menos aburrida.Que cmo acab Babilonia? Desastradamente, como casi todo lo bello y

    placentero en esta vida (y a lo constata la Biblia, o los cenizos que la escribieron).Su decadencia se debi, en parte, a las crecidas del ufrates, que la enlodaban unao s y otro tambin (debido a negligencias en el dragado de los canales).[61]Cuando y a era una ruina, otras ciudades del entorno, especialmente Bagdad, lausaron como cantera de materiales, ladrillos, sillares, dinteles Despojada detodo lo aprovechable, en 1173 visit lo que quedaba de ella el judo espaolBenjamn de Tudela: Todava se encuentra all el palacio derruido deNabucodonosor y los hombres temen entrar en l por las serpientes yescorpiones que all anidan.

  • CAPTULO 14

    Los asirios

    Antes de proseguir remontemos un poco el ro de la historia para hablar de losasirios mencionados anteriormente. En la planta baja del Museo Britnico, esemagnfico almacn que acumula los tesoros arqueolgicos de cien pasesexpoliados,[62] hay una gran sala dedicada a los bajorrelieves asirios (un arteque heredaron de los hititas y de los caldeos). Son como un cmic minucioso quenos cuenta cmo se las gastaban los imperialistas asirios con los pueblos que seles resistan: ciudades asediadas por potentes mquinas, comandos de buceadoresque se sirven de pellejos hinchados para atravesar los canales, enemigostorturados, prisioneros mutilados, reatas de rey es vencidos que aguardanmaniatados la decapitacin Si creemos lo que dice la Biblia, palabra de Dios,tanta brutalidad era designio del Altsimo; por eso dice Isaas: Ay de Asiria, lavara de mi ira! Pues en su mano est puesto el garrote de mi furor. La mandarcontra una nacin impa, y la enviar contra el pueblo que es objeto de miindignacin, a fin de que capture botn y tome despojos, a fin de que lo pongapara ser pisoteado como el lodo de las calles. (No s, al final va a resultar queeran crueles por inspiracin de un dios que ni siquiera era el suyo.)

    Los asirios se impusieron por el terror y por la propaganda del terrorexpresada en su arte refinado y elocuente cuy o mensaje est claro: el que sesomete y tributa, goza de nuestra proteccin y de las ventajas que le brindanuestro imperio mercantil (eran grandes comerciantes). El que se resiste, que seatenga a las consecuencias.

    Los asirios legaron a la humanidad el empalamiento, la crucifixin y otrosrefinados mtodos de tortura o ejecucin. En su arte, concebido con intencinpropagandstica, se recrean en la exhibicin de la fuerza y el dolor. Quin no seha sobrecogido al contemplar el relieve de la leona que ha recibido un flechazoen la columna vertebral y, perdida la movilidad de sus cuartos traseros, searrastra sobre los delanteros al tiempo que ruge de dolor y de ira?[63]

    En otras representaciones, un impvido rey, la barba ordenadameticulosamente en tirabuzones, se enfrenta a un len cuerpo a cuerpo y lehunde una espada en el vientre. Uno no sabe qu musculatura admirar ms, si lade la fiera o la del rey, de potentes bceps y piernas como columnas.[64]

    El caso es que, unas generaciones atrs, nadie hubiera sospechado el brillante

  • destino que aguardaba a aquel pueblo de pastores y mercaderes. Los asirioscomenzaron modestamente, sojuzgados por vecinos poderosos, los mitaniprimero y los hititas despus. Pero cuando los Pueblos del Mar (1200)perturbaron la escena poltica de Oriente Medio y arruinaron el Imperio hitita, losasirios se independizaron y decidieron ocupar su propio lugar en la historia conay uda de dos poderosas innovaciones heredadas de los hititas: la metalurgia delhierro y el carro de guerra.

    Cacera de leones en un relieve asirio.

    Los asirios ampliaron sus fronteras sometiendo a los pueblos del entorno:urarteos, hititas, babilonios, lullubis Cuando el pueblo vencido era muynumeroso, deportaban una parte de su poblacin a alguna regin lejana queprecisaran repoblar (as hicieron con los judos en la llamada cautividad deNnive, 722).[65]

    Hacia el 800, los asirios dominaban todo el mundo conocido. Su imperioabarcaba desde Persia hasta Egipto y desde Anatolia hasta Arabia. Frreo controly puntual recaudacin de los impuestos otorgaron al Estado asirio unaprosperidad sin precedentes. Tan slo permitieron cierto grado de libertad a losfenicios, no porque les profesaran una especial simpata sino, ms bien, porque,siendo ms bien torpes en las cosas de la mar, necesitaban un pueblo marineroque los surtiera de metales (por eso, el auge del comercio mediterrneo fenicio

  • coincide con el auge del Imperio hitita).Todo lo que asciende cae, y esa inflexible ley histrica se aplica por igual a

    los clubes de ftbol que a los imperios (y mucho me temo que tambin a laspersonas).

    Los asirios se mantuvieron imbatidos y temidos durante un par de siglos.Despus se relajaron, les sobrevino la decadencia y sucumbieron ante el empujede dos pueblos emergentes: los medos y los babilonios, a los que se sumaron losescitas, unos brbaros de las estepas asiticas que amenazaban las fronteras delnorte. Cuando los babilonios se independizaron y los medos destruyeron Nnive,la gran capital asiria, el annimo redactor de la Biblia exclam: Asolada estNnive! Quin tendr piedad de ella? (Na., 3, 7). Ciertamente nadie tuvopiedad: con la misma brutalidad con que haban sido sometidos, los pueblosemergentes sometieron al asirio. En el ao 609 cay Harrn, su ltimo enclave.Despus, el silencio bajo el sedimento de la historia. A la postre lo nicoperdurable fueron estos relieves propagandsticos en los que exhiben su fuerza, subravura y su crueldad, pero tambin, en su propia perfeccin artstica, su gustopor la belleza y la armona.

  • CAPTULO 15

    La ruina de Mesopotamia

    Babilonios, asirios, hebreos, medos, persas larga es la lista de los pueblos que, alo largo de dos milenios, poblaron Mesopotamia y sus aledaos. Los arquelogoshan encontrado cientos de miles de tablillas de barro en los archivos de sustemplos y palacios que nos permiten conocer muchos detalles de su vida. Aunas, es mucho ms lo que nos queda por saber y lo que sabremos cuando puedanexcavarse los cientos de ciudades que permanecen sepultadas bajo sedimentosfluviales y montaas de escombros.

    Hoy slo nos queda la arqueologa, a travs de la cual podemos evocar elbrillante pasado de aquellas culturas. Las tierras frtiles no se apartan mucho delas riberas del Tigris y del ufrates. Ms all de los ros se extiende, como enEgipto, la tierra improductiva y desrtica que antiguamente fue un vergel,campos de regado surcados por canales se perdan en el horizonte. Qu haocurrido?

    Talaron los rboles para aprovechar la lea, lo que favoreci la erosin quecolmat las huertas de barro. A eso se uni que los regados abusivos provocaronel ascenso de las sales del subsuelo, lo que empobreci la tierra. Los lagos deagua dulce se convirtieron en salinas. Los cultivos se abandonaron. Los canalesmal mantenidos se cegaron. Los trigales desaparecieron. El desierto ocup lasllanuras que haban sido un vergel, el pastoreo de cabras y ovejas sustituy a lalabranza, los pequeos y miserables puebluchos a las laboriosas y prsperasciudades, la miseria a la abundancia, los dioses generosos se sustituy eron por unDios mezquino y exigente, las leyes y las instituciones cayeron en desuso y unapoblacin atrasada y analfabeta seore aquellas regiones que haban estadohabitadas por pueblos cultos y hacendosos.

    Las mujeres sumerias, babilonias y asirias gozaban de may ores libertades yderechos que las iraques que hoy habitan el viejo solar mesopotmico Es loque frecuentemente encontramos en la historia de la humanidad. No siempre seprogresa. A veces damos dos pasos adelante y uno hacia atrs, e incluso un pasoadelante y tres hacia atrs. Por eso encontramos pueblos prsperos a pesar dehabitar tierras pobres y faltas de recursos (Suiza) que contrastan vivamente conpueblos pauprrimos aquejados de hambrunas que habitan tierras sobradas derecursos (por ejemplo, algunos estados fallidos de frica). Y no siempre se

  • debe culpar al blanco colonialista que los ha despojado y reducido a la miseria.No es criticar, es referir, que conste.

    Ruinas del zigurat de Ur, recin desescombrado.

  • CAPTULO 16

    Tierra de faraones

    El Nilo era un ro milagroso: cada ao, entre junio y septiembre, experimentabauna gran crecida y se desbordaba.[66] Meses despus, cuando el agua seretiraba, la tierra quedaba encharcada y cubierta de una capa de limo negro queresultaba ser puro mantillo, un excelente fertilizante natural sobre el que, conayuda del infatigable sol, se criaban excelentes cosechas de cereal (trigo ycebada), legumbres (lentejas y garbanzos), hortalizas (lechugas, ajos,cebollas) y frutas (dtiles, uvas, higos, granadas, aceitunas). No haba en elmundo una tierra que ofreciera tanto por tan poco. Casi no haba ms quesembrar y recoger. Por eso Egipto fue el pas ms rico del mundo antiguo, unregalo del Nilo, como lo llama Herdoto.[67]

    En este privilegiado valle surge hacia el ao 6000 una mirada de pobladosagrcolas que acaban agrupndose en dos Estados: el Alto Egipto (Ta Shemau) yel Bajo Egipto (Ta Mehu). En las diademas de los faraones observamos unacabeza de buitre y una cobra, emblemas de los dos Egiptos. Tambin lo son elcay ado y el espantamoscas que los faraones sostienen cruzados sobre el pechoen la pose ceremonial. Las tradiciones y los smbolos se transmitan inalterables atravs de los milenios. El primer rey o faran (Menes o Narmer, 3150) uni losdos Egiptos en uno solo que lleg a alcanzar seis o siete millones de habitantes y, apesar de muchos avatares (guerras, anarqua, invasiones), conserv suindependencia y su personalidad durante veinticinco siglos.[68]

    La misma estabilidad se observa en la sociedad: en el nivel superior el faran,dios encarnado, servido por una aristocracia que administra, defiende y legisla.En el siguiente nivel, un pueblo dcil conformado con trabajar de sol a sol parasostener al Estado y sufragar los lujos de los poderosos. El firme engrudo que uneesas piezas es una casta sacerdotal que mantiene al pueblo sometido con lapromesa de una vida mejor despus de este transitorio valle de lgrimas.[69]

    El reparto de las aguas, la recaudacin de tributos y el almacenamiento ydistribucin de los excedentes requera una compleja burocracia. Cuando unasociedad dispone de ms bienes de los necesarios para el da a da, necesitanmeros , observa Gordon Childe. Los escribas (as llamamos a los contablesegipcios) idearon trucos mnemotcnicos, en un principio dibujos estilizados, los

  • jeroglficos, que ms tarde se transformaran en signos abstractos pararepresentar slabas.[70] Del silabario al alfabeto hay slo un paso. Lo que alprincipio serva para asentar los tributos y la contabilidad de los almacenesreales, se extendi despus a la narracin de las hazaas del faran y lasfantasas de los sacerdotes. Esta difcil escritura se perdi con la decadencia deEgipto, pero afortunadamente el francs Champollion, uno de los cientficosfranceses que acompaaron a Napolen en su campaa egipcia, logrdescifrarlo con ayuda de una losa de basalto, la Piedra de Rosetta, en la que unmismo texto se repite en demtico, griego y jeroglfico. La piedra se encuentrahoy en el Museo Britnico (dnde si no?).

    Los cultivos del Nilo garantizaban sobradamente el suministro de pan ycerveza (zythum), los alimentos bsicos del egipcio, y dejaban tiempo libre a lapoblacin ms acomodada para que se dedicara a otras cosas, al arte, alpensamiento y al gozo de vivir.

  • Piedra de Rosetta.

  • CAPTULO 17

    Carne de momia

    Los egipcios gozaban de la vida, pero se preocuparon ms que ningn otro pueblode la ultraterrena (pretendan prolongar los placeres ms all de la muerte).Pobres y ricos crean firmemente en que la vida terrenal es un mero trmitepara la eterna (en realidad, sta es la base del negocio religioso, lo que mantenala secular estabilidad egipcia). Aqu se luci la eficiente clase sacerdotal. Elegipcio estaba persuadido de que el cuerpo (khet) es morada de un alma (ka) yde un principio vital (ba). Si el cadver se conserva y no se corrompe, el ka siguehabitndolo. Cmo evitar la corrupcin del cuerpo y cmo asegurarle la vidaeterna? Momificndolo. Los pobres lo desecaban simplemente, como hacemosnosotros con los jamones, pero los ricos se hacan disecar con un laboriosoproceso que garantizaba la conservacin del cuerpo.[71]

    Crean los egipcios que en el subsuelo de la tierra existe un mundosubterrneo (Duat) donde la existencia de los muertos puede prolongarseeternamente. Al morir, el difunto compareca ante el tribunal de Osiris, en cuyapresencia Anubis, el dios con cabeza de chacal, pesaba sus buenos actos en unabalanza. Si le faltaba peso, una diosa con cabeza de cocodrilo le devoraba elcorazn; si sus buenas obras lo merecan poda integrarse en el mundo de losmuertos.

    El difunto no se despeda de la vida, sino que ingresaba en otra subterrnea.Por lo tanto, se haca sepultar con un ajuar proporcionado a su rango y riquezas,que lo acompaaba y serva en el ultramundo. Lo malo es que ese ajuar tentabaa los ladrones. Los faraones redoblaron sus esfuerzos por preservar sus cuerpos ysus tesoros, encerrndolos en pirmides aparentemente inviolables que, sinembargo, fueron sistemticamente saqueadas. Probemos, entonces, adisimularlas, pensaron, y hacia el 2150 abandonaron la construccin deostentosas pirmides y comenzaron a excavar sus panteones en discretoshipogeos, o tumbas subterrneas, emplazadas en lugares secretos, especialmenteel Valle de los Reyes, una barranca seca en pleno desierto, a salvo de las crecidasdel Nilo pero donde tambin fueron saqueadas sistemticamente.

    Desde la antigedad ha existido un intenso trfico de objetos procedentes detumbas egipcias. Vasos de alabastro egipcios han aparecido en ruinas romanas deSalobrea. Incluso las momias fueron son objeto de trapicheo.[72]

  • Regresemos a las riberas del Nilo. Aquella boyante agricultura liberabamucha mano de obra en determinadas pocas del ao. El Estado la emple enobras monumentales, principalmente en la construccin de templos y tumbas, laspirmides e hipogeos.[73] Los templos egipcios no son menos impresionantes quelas pirmides. En los de Karnak y Luxor encontramos salas hipstilas sostenidaspor columnas que diez personas agarradas por las manos no abarcan.

    Los relieves y los dibujos sobre estuco que decoran los muros de los templose hipogeos retratan minuciosamente la vida de los egipcios: agricultores en elNilo, constructores que arrastran los gigantescos bloques de una pirmide,deportistas en competicin, msicos que amenizan una fiesta, soldados queregresan de una campaa, esclavos nubios que siegan los trigos, nios jugando,las ceremonias de una sociedad refinada y hedonista, amante del lujo hasta msall de la muerte. Por eso se hacan sepultar en tumbas profusamente decoradasy llevaban consigo estupendos ajuares, para disfrutarlos en la otra vida: muebles,carros, vasijas, vestidos elegantes, tej idos vaporosos, joyas.

    A veces, los alegres relieves de las tumbas nos transmiten guiosenternecedores. En la tumba del joven faran Tut y su mujer, un friso representala cacera de aves con palos, una pcara alusin a la pasin de los enamoradosque llevaran su amor ms all de la muerte (como dice Quevedo), porque enegipcio la expresin tirar el bastn significaba copular.

    La imagen ms divulgada de Egipto, la que aparece en postales y camisetas,es la de la Esfinge y las famosas pirmides de la llanura de Giza (Keops, Kefreny Micerinos), construidas hacia el ao 2500.

    Cuando contemplamos una pirmide, y no digamos cuando penetramos enella (sobreponindonos al intenso hedor amoniacal del guano de murcilago queperfuma sus adentros, psimo para los asmticos), nos sentimos anonadados antela perfeccin tcnica, la organizacin, el poder y la riqueza del Estado que laerigi. Desde una perspectiva moderna, asombra que una sociedad o un Estadohaya acumulado tanto ingenio y tanto trabajo en la construccin de un edificioenteramente superfluo. Examinado el asunto ms detenidamente, es posible quele encontremos utilidades: refuerza el prestigio del faran y de la castadominante, refuerza las creencias en la vida ultraterrena y emplea a una grancantidad de desocupados temporales, lo que es otra forma de redistribucin de lariqueza.

    En su prolongada existencia, el Egipto faranico conoci pocas de esplendory expansin y pocas de decadencia. Hacia 1800, se debilit y disgreg endecenas de poderes autonmicos que desembocaron en franca anarqua. Losbeduinos de la periferia, los hicsos, aprovecharon esta debilidad para aduearsedel pas. Como ocurrir milenios ms tarde con el Imperio romano y ocurreahora en Europa, el proceso se inicia con la llegada aparentemente pacfica deoleadas de emigrantes procedentes de pases menos desarrollados (en el caso de

  • Egipto, libios y cananeos), y termina en ocupacin de las instituciones por esosextranjeros que imponen su propia forma de vida menos evolucionada a losdbiles o incautos naturales. Un viejo castellano dira: Al villano dale pie y setomar la mano. Ocurre siempre en la historia y ningn pueblo escarmienta.En el caso de los egipcios, lo pudieron remediar, despus de unos doscientos aosde sometimiento, cuando un movimiento que reivindicaba la salvacin deEgipto consigui expulsar a los hicsos tras una cruenta guerra de liberacin .

    El primer faran que mencionaremos es, en realidad, una faraona, la resueltaHatshepsut (hacia 1458), regente durante la minora de edad de su hijastro, unamujer decidida que gobern sabiamente con ay uda de su amante Hapuseneb, enel que concentr (con gran escndalo de la corte) los ttulos de visir y sumosacerdote.

    Para hacerse respetar en su papel de faran, la grcil Hatshepsut asumi losttulos tradicionales[74] y hasta se atavi con una barba ceremonial postiza. Es decreer que incluso disfrazada de mujer barbuda no conseguira disimular sucondicin femenina: posea unas tetas estupendas que le abultaran el corpio[75]y en la intimidad, antes de recibir a Hapuseneb, al que imaginamos impetuosocomo venado en celo, hemos de creer que se rizaba el pelo con tenacillas, sedepilaba las cejas con pinzas, se maquillaba los prpados con verde malaquita yse pintaba los labios con manteca teida de almagre (son los vestigios de tocadorque encontramos en las tumbas de las damas).

    Anciana y viuda de su amante, sin gusto y a por la vida, Hatshepsut se dejarrebatar el poder por su hijastro y sucesor, el vengativo Tutmosis III, que hizoraspar el odiado nombre de su madrastra de todos los registros y monumentos delreino.[76]

    Un siglo despus de la resuelta Hatshepsut ocupa el trono Akenaton (1353),que se hizo famoso porque intent subvertir el milenario orden enfrentndose alos poderosos sacerdotes. Se le haba metido en la cabeza que slo existe un Dios(Aton, representado por el sol) y que toda la elaborada religin desarrollada hastaentonces, con su complejo panten de dioses en torno a Amn, era una pura filfa.No contento con ello, mud la capital a Amarna y hasta reform las inmutablesnormas artsticas que idealizaban la representacin de las figuras.Afortunadamente para todos, y en especial para los sacerdotes, muri pronto(diecisiete aos rein), las aguas volvieron a su cauce y el hertico episodioqued archivado como una leve perturbacin en el perfil inmutable de la historiaegipcia.

  • CAPTULO 18

    Nefertiti, mon amour

    La esposa de Akenaton y colaboradora ms o menos resignada en sus deliriosmsticos es la reina Nefertiti (c. 1330), la del largo cuello de garza en el famosoy bellsimo busto.[77] Su carita afilada, de anorxica an potable, contrasta conunos labios sensuales, muy bien perfilados, y unos ojos de inquietante mirada (unojo, en realidad; el otro perdi la policroma y lo tiene blanco, anublado, por esola retratan siempre de perfil).[78]

    Akenaton y Nefertiti fueron suegros de Tutankamon (1336 a 1327), elfaran ms famoso, que, sin embargo, fue, paradjicamente, uno de los msirrelevantes. Este mozalbete de poca sustancia, fallecido a los diecinueve aos demalaria y necrosis sea, debe su fama al descubrimiento de su tumba intacta porel arquelogo Howard Carter en 1922.

    Tutankamon reposaba en un hipogeo relativamente modesto pero repleto detesoros que haba pasado inadvertido a los saqueadores bajo los escombros deotra tumba en el Valle de los Reyes. Recordarn, por haberla visto reproducidamil veces, la mscara de oro macizo con incrustaciones de lapislzuli que cubrael rostro de la momia: el tradicional tocado egipcio de lino sujeto con unadiadema adornada en la frente con la cabeza del buitre y la serpiente,representacin de los dos Egiptos. Adems, el spid simbolizaba a la diosa Uadjety era emblema del poder (se crea que este reptil escupa llamas venenosassobre el enemigo).[79]

    Despus de estos avatares (que si Amn, que si Atn), Egipto recuper lagrandeza y prosperidad de antao. Durante el largo reinado del faran Ramss II(1290 a 1224), extendi sus dominios hasta Libia por el oeste y hasta Siria y elufrates por el norte (en competencia con los hititas).

    En los plonos de los templos se representa la gran victoria de Ramss sobrelos hititas en Qadesh (1274): el faran triunfante en su carro y los prisionerosmaniatados. Tambin los montones de penes cercenados como trofeo de lavictoria, que slo de verlos da alfereca.[80]

    Lo que en Egipto presentaron como una gran victoria del faran en realidaddebi de quedar en tablas. Es lo que se deduce de la copia hitita del tratado,escrita sobre una tablilla de arcilla, que se conserva en el museo de Estambul.

  • El tratado de Qadesh ciment una paz duradera que benefici a las dospotencias: los hititas recibieron arquitectos egipcios y los egipcios recibieronhierro y metalrgicos hititas que los sacaron de la Edad del Bronce (un granprogreso).

    Pginas atrs vimos que hacia 1200 los Pueblos del Mar, un conglomeradode invasores de incierto origen (filisteos, griegos, troyanos, anatolios?), asolaronlas costas del Mediterrneo oriental y acabaron con el Imperio hitita. Egipto logrsobreponerse y sobrevivir unos cuantos siglos ms.

    Antes de despedirnos de Egipto mencionaremos a una pareja amorosa ydispar, la formada por Seneb y Senetefes (hacia 2528). No es fcil verlosporque en la inmensa chamarilera que es el Museo de El Cairo pasa inadvertidaesta escultura de caliza de apenas dos palmos de altura que representa al enanoSeneb posando, como en foto familiar, con su atractiva esposa Senetefes y conlos dos hijos, chico y chica, habidos del matrimonio.

    Senetefes es blanquita de tez; Seneb, mulato caf con leche y enano decintura para abajo (como Toulouse Lautrec). A pesar de su minusvala hatriunfado en la vida gracias a su carcter emprendedor y enrgico (esaimpresin transmite su semblante), que lo aup a jefe de la Guardarropa delFaran, un cargo importante. Se retratan con una leve sonrisa en los labios, ellarodendolo con sus nveos brazos, como dicindonos, a travs de los milenios: Vale, soy /es enano, qu pasa? As son las cosas del amor.

    Ya vamos viendo que esta gente de apariencia hiertica que se retrata con elcuerpo de frente y brazos y manos de perfil tiene su corazoncito capaz dealbergar pasiones y sueos.

    No nos despediremos sin mencionar otra devastadora historia de amoregipcio, la de la bella Cleopatra, pero sa se merece un captulo nuevo.

  • Seneb y Senetefes.

  • CAPTULO 19

    Cleopatra, la serpiente del Nilo

    Un encanto de mujer esta Cleopatra (69 a 30). Si la llamo serpiente es por unacuestin de mercadotecnia, para estimular la lectura de este captulo y porque esel ttulo de uno de mis libros (vase la bibliografa).

    La famosa reina de Egipto debi de ser mestiza de egipcia y griega (lostolomeos, descendientes del general de Alejandro Magno, llevaban ya tres siglosen Egipto). En cualquier caso, aunaba la cultura griega y el refinamiento egipcio.En sus escasos retratos se nos representa como una mujer delgada y no muyagraciada: gran nariz ganchuda, frente despejada y, calculando a ojo de buencubero, talla 105, copa C.

    No fue, por tanto, su belleza fsica la que despert una ardiente pasin en JulioCsar y en Marco Antonio (y aun, quiz, la hubiese inspirado en el esquivoOctavio, de haber sido ella algo ms joven y l menos avisado). Los escritores desu tiempo se sintieron igualmente fascinados: Su voz dice Plutarco eracomo un instrumento de muchas cuerdas. Existen escribe otro cienformas de adular, pero ella saba mil.

    O sea, una mujer fascinante que saba sacar partido de su femineidad, de sucultura, de su exotismo y, por qu no?, de otros secretos encantos y habilidades.[81]

    Julio Csar haba instalado a Cleopatra en Roma, en su lujosa villa a orillas delTber, y no ocultaba su adoracin por ella (incluso la haba colocado en forma deestatua dorada en el templo familiar de Venus Genetrix). Cuando asesinaron aCsar, la atractiva egipcia se sinti insegura en Roma y regres a Egiptoapresuradamente junto con el pequeo Cesarin, el hijo que haba tenido conJulio. El resto de esta triste historia es bien conocido porque ha inspirado cantidadde obras de arte: despus del breve duelo de su viudez, engatus a Marco Antonio(o viceversa) y ambos se enfrentaron con Octavio, que los derrot (todo esto seexplica en los captulos romanos que seguirn).[82]

    No es seguro que la bella Cleopatra se suicidase hacindose picar por unaserpiente spid que se haba hecho llevar oculta en una cesta de rosas, pero espoticamente plausible. En cualquier caso, ya queda dicho que la serpientesimbolizaba la divinidad del reino. Dicen que esta ilustre y bella suicida escribiuna carta a Octavio suplicndole que la sepultaran al lado de Marco Antonio. El

  • magnnimo vencedor accedi. Cleopatra muri a los treinta y nueve aos. DionCasio le dedica este epitafio: Conquist a los dos romanos ms ilustres de sutiempo, pero el tercero fue causa de su ruina.

    Pena de Egipto! La decadencia sobrevino cuando Estados ms poderosos losojuzgaron y lo incorporaron a diversos imperios; primero los persas, despus losgriegos (Alejandro Magno); despus, sucesivamente, los romanos, los bizantinosy los musulmanes. O sea, fue de mal en peor hasta llegar al actual Egipto, quedel antiguo slo conserva el nombre, como fcilmente observamos en lostelediarios y a poco que pongamos los pies en l.

  • Cleopatra (Museo de Berln).

  • CAPTULO 20

    Las gallinas del Indo

    Hemos visitado tres grandes ros civilizadores, los dos de Mesopotamia y el Nilo.Digamos ahora algo, no mucho, de los dos restantes: el Indo en la India y elAmarillo en China.

    En el valle del Indo tambin ocurra, como en Egipto, una crecida anual quedejaba una frtil capa de limo all donde alcanzaba, lo que aseguraba ubrrimascosechas a los pobladores de sus riberas. Adems, la intensa humedad de losmonzones favoreca el crecimiento de una espesa jungla.

    Los primeros agricultores comenzaron a arar y sembrar hacia el 6000.Adems de cereales lograron domesticar vacas, ovejas, cerdos, cabras, asnos,camellos y gallinas ponedoras. Sus descendientes crearon hacia el 2500 unafloreciente civilizacin que cre grandes ciudades planificadas (Mohenjo-Daro yotras) y se prolong, por espacio de ocho siglos, en un territorio como el doble dela pennsula Ibrica.

    El gobierno estaba en manos de reyes-sacerdotes que habitaban ciudadelas alextremo de la ciudad, dominando un ncleo urbano de casas bajas en las que nofaltaban canalizaciones de agua, cloacas para la evacuacin de residuos ni baosenladrillados. Eran gente alegre los ciudadanos, digo, no slo los rey es-sacerdotes que gustaban de adornarse, de maquillarse, de rodearse de objetosartsticos, incluso de labrados peines de marfil, y de vestir con elegancia. Lasmujeres dieron con una moda de lo ms atractiva: una especie d