Libro Parte 3ª - Conclusiones generales

download Libro Parte 3ª - Conclusiones generales

of 22

Transcript of Libro Parte 3ª - Conclusiones generales

  • 8/4/2019 Libro Parte 3 - Conclusiones generales

    1/22

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/

    PARTE TERCERA

    Conclusiones generales

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/

    1

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/
  • 8/4/2019 Libro Parte 3 - Conclusiones generales

    2/22

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/

    Vamos a presentar seguidamente las principales conclusiones del trabajo realizado,estableciendo un puente entre las contribuciones ms destacadas de la tica medieval,marcadamente teolgica, y el estado en que se encuentra actualmente la biotica. Yahemos insinuado, en sucesivas ocasiones, que el trmino biotica lo podemos trasladaraqu slo por cierta analoga y en el sentido de que, durante los siglos XIII y XIV, se han

    elaborado y difundido valores, criterios, principios y normas ticas, cuyo objeto eraclarificar y/o resolver las cuestiones que tenan que ver con la vida en general y, enparticular, con el trato dispensado a la vida humana. Pero lo cierto es que no se contabaentonces con una tica como disciplina ocupada especficamente de los problemas de lavida. Y, a mayor abundancia, es evidente que a lo largo de esta poca no hay un contextosocial, ni poltico, ni institucional, ni cientfico, ni tcnico comparable con el que ha dadolugar a la aparicin de la biotica a principios de los aos setenta del siglo XX1. Y an seconstata ms la diferencia si tenemos en cuenta la imparable difusin de la biotica hastanuestros das en todos los mbitos e instituciones pblicas y privadas, regionales,nacionales e internacionales2.

    Por eso a primera vista puede dar la impresin de anacronismo, dada la evidente

    distancia de tiempo, contexto, planteamientos y complejidad, que media entre las dosmagnitudes que pretendemos relacionar: la tica medieval, bsicamente teolgica, y la

    biotica actual. Creemos, no obstante, que el intento resultar positivo, y tambin necesarioe iluminador, siempre y cuando tenga lugar en los trminos que se exponen a continuacin.

    I. LA TICA MEDIEVAL SOBRE LA VIDA:ANALOGA DE UNA BIOTICA

    A lo largo de los siglos XIII y XIV (en ocasiones nos hemos excedido, a nuestro

    juicio justificadamente, en los lmites de la poca que era objeto de estudio), la vida seencontraba en medio de muy variadas dificultades y acosada por frentes muy distintos.Podra recibir el calificativo de humana en el sentido de que tena al ser humano porsujeto, pero, en realidad, careca de lo necesario para desarrollarse con la dignidad quemerece su protagonista, comprensin sta poco frecuente dado el contraste de mentalidadesde aquel tiempo. Un contraste en el que la mentalidad dominante deba provocar, con hartafrecuencia, el olvido, el abandono y el menosprecio de gran parte de la poblacin. Creemosque as deba suceder en la mayora de los casos. Incluso contando con todos los logros y

    bondades de aquella poca, que tambin abundaba en ellas como hemos visto, lleg a estartan extendida la triloga de guerra, peste, hambre, que los actuales trminos tan utilizadosde bienestar y calidad de vida, seran entonces no slo ininteligibles sino un puro

    eufemismo lleno de mofa para la mayor parte de la gente. El hecho de vivir era un trayectodonde, lo ms normal, consista en habituarse resignadamente a la incertidumbre, a lainseguridad, y a caminar casi siempre bajo mnimos. Como ya hemos dicho en repetidasocasiones, la mentalidad vigente y el entorno natural tampoco ayudaban mucho a valorar lavida desde los parmetros que hoy utilizamos, pretensin sta que sera, por otra parte,incoherente e inadecuada desde todo punto de vista.

    En cualquier caso, cmo vean esta situacin los telogos medievales? Cul hasido su concepcin de la vida y qu valor le otorgaban? Cules eran los fundamentossobre los que apoyaban la defensa de la vida? Se preocupaban y protegan otros niveles o

    planos de vida ms all de la vida humana? Cmo valoraban la vida de su entorno

    1 Como se sabe, suele atribuirse a V. R. POTTER,Bioethics: Bridge to the Future, New Jersey, 1971.2 Vase J. GAFO, Veinticinco aos de biotica,Razn y Fe 234 (1996) 401-414.

    2

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/
  • 8/4/2019 Libro Parte 3 - Conclusiones generales

    3/22

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/

    natural? Qu rango tenan los principios y las normas de su argumentacin tica y moral?Utilizaban procedimientos para tomar la decisin ms correcta cuando haba casosconflictivos? Qu grado de influencia tuvieron sus planteamientos ticos y morales?

    1. EL VALOR Y EL SENTIDO DE LA VIDA

    La interpretacin del trmino vida hay que situarla entre dos puntos de apoyo: porun lado est la naturaleza, tanto humana como csmica, y, por otro lado, est la raznteolgica o, dicho con otras palabras, la autocomprensin religiosa del ser humano. Enmedio de esos dos puntos o lneas hay que situar todos los avatares a los que estuvo sujetala vida durante la poca que hemos estudiado3.

    A nuestro juicio han sido santo Toms de Aquino quien mejor ha delimitadoracionalmente el campo que se acaba de resear. Segn deca l, la vida no es otra cosaque existir en una determinada naturaleza. Los mdicos de la poca, llamados con toda

    propiedadfsicos, subrayaban esa dimensin tomista al tratar el cuerpo como una realidad

    resultante de la mutua influencia entre las res naturales (elementos, humores,complexiones, actividades fisiolgicas, etc.) y las res non naturales (el entornomedioambiental: aire, comida, bebida, sueo y vigilia, emociones, etc.). El desequilibrio

    producido en las dos anteriores daba lugar a las res contranaturales, es decir, a la aparicinde la enfermedad y a la correspondiente carencia de salud.

    As pues, el hecho de existir, referido a lo que est ah, concreto y viviente, consisteen la conjuncin de esas tres realidades biomdicas, que en unos casos ser equilibrada osana y, en otros casos, ser desequilibrada o enferma. Pero, de una u otra manera, lanaturaleza forma parte inseparable del ser viviente. En el espacio y en el tiempo, en lahistoria, no es posible estar vivos sin naturaleza. La ruptura de esa armona no sloconlleva enfermedad, sino que conduce inevitablemente hacia la muerte. Por tanto,recuperar la concepcin de seres de la naturaleza, frente a la falsificacin e indiscriminadamanipulacin de lo natural, es un reto de la tica medieval a la cultura y a la biotecnologacontemporneas.

    Ahora bien, la existencia natural posee ciertas virtualidades internas que permitenorientarse en una determinada direccin: movere se ad finem, como afirmaba Toms deAquino. Hay sin embargo una diferencia esencial entre los vivientes: slo el ser humano escapaz de tomar posicin racional frente a su propia ordenacin al fin, o sea, es capaz dellenarla de sentido o no y, por tanto, de legitimarla o deslegitimarla, decir s o no. Conotras palabras, puede elegir un fin u otro, pero tiene que elegir un fin. En cambio, el restode los vivientes se dirigen a su fin de modo automtico, permanentemente clausurados e

    impedidos a elegir otras posibilidades diferentes. Es necesario considerar un par de cosasdesde esa perspectiva:

    1) Una se refiere al mbito de la tica en general, a cualquier tica, y es que, auncontando con la tentacin habitual de encerrarse a s mismo en un crculo egocntrico, elser humano no tiene ms remedio que salir de s mismo y tomar postura ante la realidadque le rodea, es decir, su condicin natural le induce a elegir un modo actuar que implicade manera directa o indirecta, tcita o expresa, poner en prctica una determinada actitudmoral ante la propia vida y la de los dems vivientes. Puede afirmar o renegar de suconstitucin...lograrse o malograrse, hacerse o deshacerse...vivir desvivindose por cuantosmalviven o abandonar, destrozar y machacar todo cuanto hay de viviente a su alrededor.

    3 Es la pauta de reflexin que sigue K. RAHNER, Del misterio de la vida, Escritos de Teologa, VI,Madrid, 1967, con quien nos identificamos por completo.

    3

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/
  • 8/4/2019 Libro Parte 3 - Conclusiones generales

    4/22

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/

    Lo cierto es que no puede actuar por nada, sin meta, sin finalidad. El fin determina lamoralidad de cada uno de los seres humanos y, por tanto, la estatura moral de suhumanidad.

    2) Y la otra, que es para nosotros irrenunciable, dado el esencial componenteteolgico del pensamiento medieval, se refiere a la tica teolgica o a cualquier tica que

    se atreva a ponerse ese adjetivo calificador. La fe cristiana confiere un sentido especfico alcompositum humano, segn la terminologa tomista, al espritu encarnado o unidadpsicosomtica que es cada ser humano como sujeto viviente. Toms de Aquino repite lafeliz y a nuestro juicio exitosa expresin de que hay que vivirlo bien todo. Y, si se dicebien y adems bien todo, eso significa que la tica y la moral confieren sentido a latotalidad de la trayectoria vital del ser humano. Tal sentido tico y moral difiere a tenor dela pluralidad de bienes que configuren el fin de la vida, como haba dicho Aristteles yahora repite Toms de Aquino. Sin embargo, es precisamente el calificativo de teolgicael que introduce en la tica y la moral un asunto realmente decisivo: situar a Dios en elcentro de la propia vida4. De ese modo, vivir adquiere sentido y valor en la medida en quese acepte como norma tica suprema el seguimiento de Cristo.

    Durante la poca que hemos estudiado no hay ninguna declaracin eclesistica, nireflexin teolgica, ni predicacin, ni experiencia mstica, que se salga del planteamientoque acabamos de exponer en el prrafo anterior. A pesar incluso de la reiterada tendencia aconsiderar el grado inferior y peyorativo de la dimensin fsica, como hemos comprobado,la vida siempre se presenta como una realidad buena, llena de valor propio, digna derespeto y proteccin. Y la clave de esa valoracin reside en el sentido teolgico que lasostiene, pues tanto la vida humana como la de su entorno natural es una realidad que seacepta, se ama y se vivencia, como ha dicho un telogo contemporneo 5, por las mismasrazones teolgicas que han dado los autores de los siglos XIII y XIV que hemos visto: porel hecho de ser huella (santo Toms) e icono de Dios (san Vicente Ferrer), yhermana de todo ser humano desde la paternidad de Dios (san Francisco de Ass), puestoque todo tiene vida por l y sin l nada tiene vida (sana Catalina de Siena).Podramos aadir, parafraseando a san Buenaventura: debes proteger siempre la vida,especialmente la ms frgil, porque si no lo haces, la matas y, con ella, te niegas a timismo.

    En definitiva, la tica medieval reafirma la nocin bblica sobre la vida. Lejos deser religiosamente neutra o exclusivamente fisicista o marcadamente negativa (recordemosel libro De miseria humanae conditionis, que ha tenido tanta influencia posterior), estllena de sentido teolgico6 positivo, creativo, enriquecedor y, por eso, desborda siempre loslmites estrictamente biolgicos.

    2. LOS FUNDAMENTOS DE LA TICA DE LA VIDA (biotica)

    Durante los siglos XIII y XIV la gente fue mucho menos pasiva de lo que a primeravista pudiera parecer. Hemos podido comprobar los sentimientos de quienes se vean

    4 Vase, por ejemplo, J. SPLETT, Sentido, Sacramentum Mundi, VI, Barcelona, 1976, 294-305; J. L. RUIZDE LA PEA, Teologa de la creacin, Santander, 1986, 197-198; J. ALFARO,De la cuestin del hombrea la cuestin de Dios, Salamanca, 1988.5 J. MOLTANN, La tica y el progreso de la biomedicina,El futuro de la creacin, Salamanca, 1979, 176.6 Vase J. B. BAUER, Vida, Diccionario de teologa bblica, Barcelona, 1966, 1048-1054; H-G. LINK,

    Vida,Diccionario teolgico del Nuevo Testamento, IV, Salamanca, 1984, 354-364; R. BULTMANN - G.VON RAD - G. BERTRAM, Vita, Grande Lessico del Nuovo Testamento (Ed. G. Kittel), III, 1365-1480;P. SARDI, Vita,Dizionario Teologico Interdisciplinare, 3, Torino, 1977, 563-581.

    4

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/
  • 8/4/2019 Libro Parte 3 - Conclusiones generales

    5/22

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/

    despreciados, el sufrimiento de los enfermos, los gritos de cuantos reclamaban su dignidadpisoteada, las denuncias de figuras relevantes exigiendo justicia y respeto para los pobres ynumerosas revueltas populares que pusieron sobre la mesa el descontento general.

    Una larga lista de actuaciones y expresiones, variadas y continuas, fueron creandopoco a poco la toma de conciencia acerca del valor supremo del ser humano, que se plasm

    de diversas maneras: ...la nobleza del hombre es la promocin de los humildes (decanlos goliardos); somos hechos a semejanza de Cristo y nos tratan como a bestiassalvajes (deca un protagonista de las Crnicas de J. Froissart);despertmonos...demostremos que somos hombres y no animales (deca un jefe de la

    Jacquerie de 1358); cuando vieres al pobre t dale vestidura / non desprecies a tu carnenin a tu misma natura (de los Proverbios de Salomn, hacia 1375). Incluso un cdigolegal de la categora de las Partidas, deca: el hombre es la ms honrada cosa que hizoDios en este mundo...la persona del hombre es la ms noble cosa del mundo. Y, porsupuesto, mdicos como aqul judo Isaac Judaeus, que nos ha dejado un texto bellsimo:...el que intenta curar un cuerpo humano, la ms noble de las criaturas de este mundo,debe tratarlo con cuidado y amor.

    No obstante, el origen profundo de ese espritu humanista proviene a nuestro juiciode los telogos, msticos y predicadores, junto a la doctrina oficial de la Iglesia sobrecristologa y escatologa, que a su vez son inseparables de una determinada antropologaaunque no se haya aplicado con todas sus consecuencias. Todo ello nos permite afirmarque la principal oferta de la teologa medieval a la tica de la vida se refiere a sufundamentacin.

    Dicho en otros trminos, la tica teolgica medieval ofrece el fundamento de losprincipios y normas que deben regir la tica de la vida: el valor primario o prioritario de lavida fundado a su vez en el valor absoluto del ser humano. Con eso no se est haciendootra cosa que traducir en biotica los fundamentos teolgicos y sus respectivasexigencias morales que lleva consigo recorrer el primer camino de la Iglesia7: la vida delser humano concreto. El cristianismo no es tal si no toma en serio lo humano: lo humanoes el lugar de la bsqueda de Dios y del encuentro con Dios8.

    Esas son las razones que nos han llevado a decir que lo humano, la tica, la luchapor la libertad, la justicia y la vida, se dan siempre y de manera razonadamente fundada sinDios. Ahora bien, esa misma afirmacin, cuando se formula y se practica desde la feadquiere un fundamento incondicionado porque su origen es la causa de Dios quien,incondicionalmente, asumi de facto la causa del hombre, a saber, buscar el bien yoponerse al mal y al dolor llegando incluso hasta sufrir la muerte por esa causa. Estefundamento permite afirmar el valor absoluto del ser humano y el valor prioritario de suvida fsica, porque cada ser humano depende de y vive en relacin al Incondicionado, al

    Absoluto: Dios..

    2.1. El valor absoluto del ser humano

    Todos los autores estudiados, inspirndose en la Biblia y recogiendo lo mejor de latradicin cristiana, insisten reiteradamente en definir al ser humano como imagen deDios (Gn.1, 26), lo que equivale a decir de l que es un ser constitutivamenterelacional hacia Dios, hacia el mundo y hacia el otro t humano. De esas tres

    7 JUAN PABLO II,Redemptor hominis, 14.8 E. SCHILLEBEECKX, Identidad cristiana e integridad humana, Concilium 175 (1982) 193. Vasetambin E. HAMEL, La Thologie morale entre lcriture et la raison, Gregorianum 56 ( 1975) 279-280.

    5

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/
  • 8/4/2019 Libro Parte 3 - Conclusiones generales

    6/22

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/

    relaciones, la primera y fundante es la relacin a Dios9, o sea, Dios no es para el hombreuna tercera persona extraa, sino la clave decisiva de su propia autocomprensin: elhombre que sabe mirarse te encuentra a ti en s porque l es criado a tu imagen, decasanta Catalina de Siena o, como atestiguaba Francisco de Ass, cuanto es el hombre anteDios, tanto es y no ms. Al llamarlo por su nombre, Dios no crea un objeto entre las

    dems cosas, ni un tercero desconocido y ajeno, sino un ser responsable, sujeto de dilogointerpersonal y capaz de responder al t divino, porque es simultneamente capaz deresponder del propio yo. En suma, por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humanotiene la dignidad de persona; no es solamente algo, sino alguien10. Dios crea una personadefinida esencialmente por la relacionalidad:

    a) Una relacin de dependencia, porque tanto la razn de ser del hombre como sutextura existencial provienen de Dios, es decir, su vida entera consiste en representar laimagen que le identifica.

    b) Y una relacin recproca, porque no slo es el hombre quien est referido aDios, sino que es el propio Dios quien se refleja y autorremite al hombre, haciendo de l suespejo viviente, su alter ego, o sea, Dios es el t del hombre y el hombre es el t de Dios.

    La cualidad ontolgica del ser humano fundamenta su cualidad axiolgica: cada serhumano es algo nico e irrepetible y, al mismo tiempo, posee el valor de lo insustituible.Por el hecho de haber sido creado por amor, querindolo como un fin en s mismo, nocomo un mero instrumento o medio, el ser humano queda radicalmente traspasado por unvalor absoluto relativo (de su relacin a Dios) y posedo por una dignidad inherente envirtud de su constitutita y fundante relacin a Dios, el Absoluto.

    Cualquier otra antropologa cerrada a la trascendencia corre el peligro de interpretaral ser humano como un universo cerrado en s mismo, incluso ante el mundo que le rodeay, adems, termina bloqueando su estatuto ontolgico y axiolgico, transformando larealidad en un mapa moralmente tan difuso como confuso por el hecho de tener contornosy prevalencia ticas fundadas racionalmente pero no incondicionalmente.

    Resumiendo, slo la relacin al Absoluto fundamenta el valor absoluto del serhumano, la dignidad y belleza de la criatura racional que se ha confirmado en Cristo,

    puesto que, en l, Dios se hizo hombre y el hombre fue hecho Dios. Como dice JuanLuis Ruiz de la Pea, el hombre es valor absoluto, porque Dios se toma al hombreabsolutamente en serio. En su ser para-Dios se ubica la raz de la personalidad del hombrey, consiguientemente, el secreto de su inviolable dignidad y valor11.

    2.2. El valor primario-prioritario de la vida humana

    El valor otorgado a la vida humana y, por tanto, el lugar que ocupe en la axiologamoral, depende del valor que se le conceda al mismo ser humano, como acabamos de ver.La presencia de la imagen divina afecta a todo ser humano ( adam, la humanidad) y,adems, a todo el ser humano como totalidad unitaria o unidad psicosomtica: al9 Para todo lo que sigue, vase J. L. RUIZ DE LA PEA, Imagen de Dios. Antropologa teolgicafundamental, Santander, 1988; Ch. SCHTZ - R. SARACH, El hombre como persona y W. SEIBEL, Elhombre, imagen de Dios, en Mysterium Salutis, II-2, Madrid, 1970, 716-734 y 902-914, respectivamente; J-R. FLECHA, La opcin por el hombre, imagen de Dios, en la tica cristiana, en N. SILANES (ed.), Elhombre imagen de Dios, Salamanca, 1989 115-141; G. BARBAGLIO, Immagine, Dizionario TeologicoInterdisciplinare, 2, Torino, 1977, 270-279.10 Catecismo de la Iglesia Catlica 357, Madrid, 1992. Vase K. RAHNER, Dignidad y libertad delhombre,Escritos de Teologa, II, Madrid, 1967, 253-283; M. VIDAL, La dignidad del hombre en cuanto

    lugar de apelacin tica, Moralia 2 (1980) 365-386.11Ibid., 179. cit. supra nota 9. Vase tambin M. VIDAL, El valor absoluto del hombre, tica civil ysociedad democrtica, Bilbao, 1979, 73-99.

    6

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/
  • 8/4/2019 Libro Parte 3 - Conclusiones generales

    7/22

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/

    compositum humano en cuanto hypostasis o persona, segn Toms de Aquino. La rotundaoposicin al dualismo ctaro en el concilio IV de Letrn, y la contundencia doctrinal delconcilio de Vienne frente a otros errores de aquella poca, sealan unos mnimos pordebajo de los cuales no es posible una visin cristiana del ser humano y, en consecuencia,tampoco es posible una defensa global y coherente de la vida. Los telogos y canonistas no

    fueron conscientes, en la prctica, de la altsima cota de proteccin a la vida que elloexiga, pero es evidente que ah se encuentra el ncleo fundamental de cualquier tica de lavida12.

    El ser humano no es slo cuerpo, pero es tambin, y constitutivamente, cuerpo,corporeidad, vida fsica. Y, como tal, es un ser inmerso en el mundo y en el tiempo, mortal,sexuado, expresin comunicativa del yo, epifana o rostro visible de su condicin deimagen. An ms, el cuerpo es humano, porque en virtud de su unin substancial con elalma (segn los trminos de la poca), es el alma la que le da el ser especfico, la filiacinhumana (san Vicente Ferrer).

    Por lo tanto, la vida de todo el ser humano y de cada ser humano es un valorprimario, prioritario, bsico, porque es la manifestacin visible y objetiva del valor

    absoluto de su protagonista y de su dignidad inalienable. En consecuencia, el origen y elfundamento del deber de respetar absolutamente la vida humana estn en la dignidad

    propia de la persona y no simplemente en el instinto natural de conservar la propia vidafsica. De este modo, la vida humana, por ser un bien fundamental del hombre, adquiere unsignificado moral en relacin al bien de la persona que siempre debe ser afirmada por smisma13.

    Ahora bien, cuanto se acaba de decir adquiere todava mayor radicalidad si tenemosen cuenta el lugar donde se desarrolla la relacin con Dios:

    a) Ante todo, pasa por la relacin con cualquier otro ser humano, o sea, con suimagen. Desde la encarnacin de Cristo en quien Dios ha confirmado lo absolutamenteen serio que se toma la dignidad y el valor de cada ser humano, ha quedado demostradoque la nica mediacin irrefutable de la fe es el amor al prjimo (Mt.25, 31-46; Jn.4, 20-21) tal y como aseguran con incansable insistencia los autores que hemos estudiado. As

    pues, quien venera y respeta la imagen de Dios, incluida su vida fsica, respeta tambin aDios aunque explcitamente no lo reconozca. Y, al revs, quien no respeta ni acepta eldilogo con la imagen de Dios, incluida su vida fsica, tampoco acepta ni respeta a Diosaunque lo confiese explcita y pblicamente: La apertura trascendental a Dios se acta, dehecho y necesariamente, en la mediacin categorial creada...La nica prueba apodctica deque yo respondo a Dios y me comunico con l en el amor, es la relacin interpersonalcreada14. Todo ello lo ratific solemnemente el concilio Vaticano II: Cada uno de

    nosotros, sin excepcin de nadie, debe considerar al prjimo como otro yo cuidando enprimer lugar de su vida y de los medios para vivirla dignamente, no sea que imitemos aaquel rico que se despreocup por completo del pobre Lzaro15.

    b) La relacin con Dios tambin tiene lugar en este mundo concreto, en medio deesta naturaleza, que nos rodea rebosando vida por todas partes. Descubrir ah las huellas deDios y confraternizar con el resto de las hermanas criaturas, como haca san Francisco,

    12 Vanse, por ejemplo, K. RAHNER, Luomo como oggetto di sperimentazione e Il problema de lamanipolazione genetica, Nuovi Saggi, III, Roma, 1969, 305-366 y 337-385; B. HRING, Medicina emanipolazione, Roma, 1977, 71-129.13 JUAN PABLO II, Veritatis splendor, 50.14 J. L. RUIZ DE LA PEA,Ibid., 180, cit. supra nota 9. Vase K. RAHNER, Sobre la unidad del amor aDios y el amor al prjimo,Escritos de Teologa, VI, Madrid, 1967, 271-292.15 VATICANO II, Gaudium et spes, 27, citando a Sant.2, 15-16 (...la fe sin obras est realmente muerta).

    7

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/
  • 8/4/2019 Libro Parte 3 - Conclusiones generales

    8/22

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/

    sin causarles dao y aceptando su beneficio sin ninguna clase de abuso, sin destruirlas, esuna seal inequvoca de ir mucho ms all que el puro saber biolgico y ecolgico.Significa reconocer que los bienes de este mundo constituyen un patrimonio comn; que la

    proteccin de nuestro entorno natural hace al hombre ms humano y humaniza las cosascreadas; que el mundo es una especie de Portal de Beln, donde se celebra

    constantemente la fiesta del nacimiento de la vida y donde siempre habr posada paratodos; que ser ecologista implica, antes que nada, oponerse frontalmente a agredir y amatar a cualquier ser humano, sin excepcin y en cualquier etapa de su vida; que laresurreccin de la carne es de hecho una apuesta, ya lograda, por perpetuar de maneraconsumada no slo la vida del ser humano entero, sino la de su hogar natural que ser lacasa definitiva de un cielo nuevo y de una nueva tierra: La espera de una tierra nueva nodebe amortiguar, sino ms bien avivar, la preocupacin por perfeccionar esta tierra, dondecrece el cuerpo de la nueva familia humana, el cual puede de alguna manera anticipar unvislumbre del siglo nuevo16.

    Concluyendo, el ser humano que no siente pasin por la vida niega las races de su

    propia condicin. Por ser el lugar donde se pone en prctica el ms alto proyecto humano(la comunin con Dios y los dems seres humanos), la vida alcanza el rango de valor

    primario, prioritario, bsico. Si no se otorgara tal reconocimiento a la vida sera imposibleel progreso moral de la humanidad. Todos los atentados contra la vida, de todos lostiempos y bajo cualquier supuesta buena razn, degradan la civilizacin humana,deshonran ms a sus autores que a sus vctimas y son totalmente contrarias al honor debidoal Creador17.

    Y, an ms, en virtud de la dimensin escatolgica de la fe, el cristiano ha de ser elprimero que no debe despreciar la vida corporal, sino que, por el contrario, debe tener porbueno y honrar su propio cuerpo, como criatura de Dios que ha de resucitar el ltimoda18. El cielo cristiano sera una utopa desgarradora, un horroroso engao, si no fueseconsumacin de tantas luchas conocidas o annimas a favor de la vida, si no se ofreciesecumplida respuesta a todos los muertos que nos han precedido. No en vano se ha dicho congran acierto, a nuestro juicio, que no hay cielo sin tierra!19.

    Todo eso no es un asunto balad ni, menos an, trasnochado o anticuado. Si a labiotica contempornea, cualquiera que sea su planteamiento, le interesa tomar decisionesticamente razonadas y prudentes en temas conflictivos sobre la vida y la salud, estaremossosteniendo una biotica basada en un denominador comn a toda la sociedad al que sesuele llamartica civil 20. Seguramente que la biotica ya es o va camino de ser la ticacivil de las sociedades occidentales. Eso ya da mucho que pensar y hace posible sentarse

    en torno a la misma mesa a especialistas y escuelas diferentes para abordar la solucin deproblemas comunes, lo cual ya es por s slo una conquista que hace avanzar a la tica.Pero an queda mucho ms en qu pensar.Por qu se ha tardado tanto en

    reconocer, y todava se tarda ms en practicar, que el respeto que merece la dignidadinherente de cada ser humano es exactamente igual en varones que en mujeres,

    pongamos por caso? Por qu se da tanta o quiz mayor importancia a las cras de animalesen extincin que al ser humano en estado embrionario? Y si la pretensin de la biotica esla de transformar el mundo en una mesa global de pensamiento discursivo y de decisiones

    16 VATICANO II, Gaudium et spes, 39.17 VATICANO II, Gaudium et spes, 2718 VATICANO II, Gaudium et spes, 1419 Es el ttulo de un nmero monogrfico de la revista Concilium 236 (1991)20 Entre lo mucho que se ha escrito al respecto, vase M. VIDAL,tica civil y sociedad democrtica, Bilbao,1984; A. CORTINA, tica cvica,tica aplicada y democracia radical, Madrid, 1993, 195-209.

    8

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/
  • 8/4/2019 Libro Parte 3 - Conclusiones generales

    9/22

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/

    razonables...Por qu no hay sitio en esa mesa para la mayor parte de africanos o paraquienes buscan nuevos mundos en pateras o para tantas personas de una y otra parte queno tienen nada de nada? Por qu sigue habiendo un sur condenado y maldito y hay unnorte opulento y extremadamente rico? O, ponindonos ms cerca de nuestras cosas,por qu en las comisiones de biotica slo se llama a expertos en biotica o en

    disciplinas afines? Acaso no tiene el mismo sentido moral comn una empleada desuperficies comerciales que un reciente mster en biotica a la hora de tomar buenasdecisiones morales?.

    La lejana temporal de nuestro estudio no debera anestesiarnos frente a la cercanade sus planteamientos, bsquedas, iniciativas y actuaciones. En el fondo de todo, lo queentonces y ahora queda pendiente es por quel thos humano tiene tendencia, desdesiempre, a mximos tales como el valor absoluto del ser humano, el valor prioritario de lavida humana, la fraternidad efectiva de todos con todos, e incluso la esperanza en unasalvacin que conceda plenitud a todos los procesos histricos de liberacin. La tica y la

    biotica han conquistado la plataforma de lo penltimo, o sea, la necesidad delrazonamiento discursivo universal donde ya se est consiguiendo avanzar mediante una

    tica civil consensuada entre los diferentes. Eso ya es una conquista de gran importancia,pero no parece suficiente. La dignidad humana, la libertad, la igualdad y la justicia, lavida..., sin negar ni prescindir jams del dilogo discursivo ni del razonamientoconvincente, requieren una plataforma ltima, es decir, un fundamento incondicionado, so

    pena de seguir admitiendo sin escrpulos que el mundo sigue siendo escenario de interesesencontrados, inconfesables, un espacio donde sigue triunfando el ms fuerte, el ms

    poderoso, el ms dominador..., sea ste individuo, pareja, equipo, asociacin, empresa,regin, pas o continente....

    3. PRINCIPIOS Y REGLAS DE LA TICA DE LA VIDA (de la biotica)

    Hemos visto en el apartado anterior que el valor primario o prioritario de la vidahumana, as como el respeto y cuidado hacia cuanto la rodea, tienen su fundamento en elvalor absoluto de cada ser humano y de todo el ser humano. Y, a su vez, el argumentoracional que sostiene la estructura moral bsica, que acabamos de exponer, es de naturalezateolgica, a saber, que el ser humano, en cuanto unidad psicofsica, es imagen, icono,huella de Dios vivo, autor de la vida, amigo de la vida, como fundamento ltimo eincondicionado de todo lo precedente. Con esa sntesis creemos hacer justicia al

    planteamiento de la tica teolgica medieval sobre el tema que nos ocupa.Ahora bien, hemos podido comprobar a lo largo de nuestro estudio que esa tica

    tambin ofrece todo un conjunto de criterios de actuacin, que han ido evolucionando yadurante aquellos siglos y en los que se ha ido condensando la fuerza atractiva de losvalores bsicos antes expuestos. Tales criterios han adoptado la forma de principios onormas de carcter general y la forma de otros principios ms operativos, normas o reglasconcretas, cuyo contenido se expresa en diversos grados de deber, obligacin oimperativo21.

    3.1. Principio universal de la tica

    21 Para lo referente a principios, normas y reglas de actuacin moral, vase G. TRENTIN, Norma moral, enNuevo Diccionario de Teologa Moral, Madrid, 1992, 1224-1239.

    9

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/
  • 8/4/2019 Libro Parte 3 - Conclusiones generales

    10/22

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/

    Es necesario poner ante todo de relieve que la razn prctica, cuyo nico objetivoes deliberar, o sea, pensar para actuar, tiene un primer principio que engloba a todos losdems preceptos de la moral, segn Toms de Aquino (Summa Theologiae, I-II, q.94, a.2):el bien hay que hacerlo y proseguirlo, y el mal evitarlo (...bonum est faciendum et

    prosequendum, et malum vitandum). Este primer principio, es absoluto en sus exigencias

    y, por ello, inmutable en sus contenidos. En consecuencia, sintetiza toda la moralidad. Es,adems, accesible universalmente a la razn humana (Ibid. a.4) y es tambin universal porque carece de excepciones, o sea, vale siempre, en todo lugar y en cualquiercircunstancia.

    Por eso ha recibido tradicionalmente, ya desde el siglo XII, el sobrenombre desyndresis, en cuanto capacidad de conocer la ley moral y sus principios ms generalesy, tambin, en cuanto facultad de tener conciencia de la moralidad de un acto concreto 22.Es evidente que la syndresis de este principio universal constituye el eje en torno al quegira la tica de todos los tiempos y, por supuesto, la biotica contempornea. No esninguna causalidad, por ejemplo, que el Juramento Hipocrtico haya explicitado el nohacer dao y hacer el bien como la clave de las profesiones sanitarias.

    Sin embargo, este principio de tanta importancia sistemtica para la moral, es tanformal y abstracto, que ayuda poco a la hora de tomar decisiones concretas. Bien es verdadque lo dice todo, pero tambin es verdad que no dice nada concreto. Por eso hay autores23

    que consideran adecuado aadir algn otro co-principio, acudiendo al lenguaje moralutilizado a lo largo de la historia, con el fin de darle un contenido algo ms preciso, comoes el caso de la regla de oro, proveniente quiz del mundo griego y recogida tambin enla Biblia (Tob.4, 15; Mt.7, 12) y como podra ser tambin la segunda formulacin delimperativo categrico de I. Kant referente al trato que hay que dar a cada persona como finen s misma y jams como medio para conseguir otro fin distinto.

    3.2. Principios generales a favor de la vida

    Los principios generales cumplen la funcin de definir conductas vlidas y,adems, constituyen una referencia insustituible a la hora de deliberar y justificardecisiones, porque no ayudan a conocer aquello que moralmente nos importa. Contienenobligaciones que no son absolutas, es decir, estos principios valen siempre que no entrenen colisin con otro principio que tenga ms fuerza o prioridad.

    Mantienen todava un alto grado de abstraccin, pero son ms precisos que elanterior principio universal porque de algn modo acotan o parcelan lneas bsicas deactuacin permitidas (buenas) o prohibidas (malas), como veremos seguidamente.

    1. No matar. Este conocido imperativo bblico, basado en la autoridad delDeclogo, pero conocido tambin otras culturas, recoge los deberes de amor y de justiciaque exigen respetar y proteger la vida fsica. Tambin recoge las obligaciones referentes ano herir, no maltratar e incluso no perjudicar la fama del prjimo, que san Buenaventuratraduce en llevar una vida sana, salva y honrada. Ha tenido y tiene excepciones en loscasos de legtima defensa, por ejemplo.

    2. No matar al inocente. Es una formulacin expresamente tomista del principioanterior, que delimita con mucha mayor precisin y exigencia el respeto a la vida. Sufuncin consiste en garantizar la seguridad de la propia vida frente a cualquier agresin,

    22 Vase, por ejemplo, J. DE FINANCE,Etica Generale, Bari, 1975, 355-356.23 Un ejemplo es K. DEMMER,Introduccin a la teologa moral, Estella, 1994, 81-91.

    10

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/
  • 8/4/2019 Libro Parte 3 - Conclusiones generales

    11/22

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/

    sintetizando as una conviccin moral universalmente extendida. Tambin se utiliz parajustificar la guerra justa, la pena de muerte y las acciones occisivas de tipo indirecto.

    3. Ecclesia non sitit sanguinem. Es una antigua y exigente sentencia eclesistica,que sirvi de cauce normativo para la creacin de diversas iniciativas en defensa de la viday la condena sistemtica de aquellas otras que atentaban contra la vida. Sin embargo, la

    Iglesia de entonces no pudo, no quiso o no se atrevi a utilizarlo para deslegitimar ycondenar la guerra contra los ctaros, por ejemplo.4. Compromiso a favor de las vidas ms frgiles . Se trata en este caso de una

    expresin nuestra con la que queremos resumir el imperativo moral, muy extendidodurante los siglos XII-XIV, de asistir desinteresadamente a los marginados de la sociedad,a los pobres y a los enfermos. Este compromiso tico encierra toda la ternura y ladelicadeza que exige el cuidado de cuantos malviven por mltiples circunstancias y sloestn esperando la llegada del cario y el calor humanos24.

    5. Respetar y proteger la vida del entorno natural. Es otra formulacin de cuopropio, que puede resumir el conjunto de medidas adoptadas ya en aquellos siglos a favorde la vida universal y del medio ambiente en particular. Sintetiza el deber ecolgico que

    surge a borbotones del irrepetible Francisco de Ass. Las abundantes medidas adoptadaspor la iniciativa civil, la armona con la naturaleza preconizada por los telogos de laEscuela de Chartres, y el ajustarse a la naturaleza como uno de los criterios distintivosdel mdico medieval, confirman la necesidad de este principio.

    A pesar del paso del tiempo y de los grandes cambios producidos en la mentalidadsubyacente y, sobremanera, en los medios cientfico-tcnicos de la actualidad, noresistimos la tentacin de recordar algunas formulaciones contemporneas de losimperativos ticos referentes a vida, que pueden resumir los que acabamos de exponer: 1)obra de tal modo que los efectos de tu accin sean compatibles con la permanencia de unavida humana sobre la Tierra; 2) obra de tal modo que los efectos de tu accin no seandestructivos para la futura posibilidad de esa vida; 3) no pongas en peligro las condicionesde la continuidad indefinida de la humanidad en la Tierra; y 4) incluye en tu eleccin

    presente, como objeto tambin de tu querer, la futura integridad del hombre25.

    3.3. Principios generales en el mbito sanitario

    Las caractersticas que definen a estos principios son las misas que se han expuestoal inicio del apartado precedente. En este caso van referidas al mbito sanitario.

    1. Primum non nocere. Es una de las normas bsicas del ejercicio de la medicina,proveniente ya del Juramento de Hipcrates. Conviene recordar, asimismo, que es tambinuna de las dos partes que componen el principio universal de la tica ya comentado.

    2. Devolver la salud, sanar, como principio bsico, es el santo y sea de lamedicina occidental y la formulacin positiva del principio anterior. Consista, para elfsico medieval, en devolver el equilibrio (salud) a quien padeca el desequilibrio(enfermedad) de su propia naturaleza corporal. Haba que inducirle buenas costumbres(ethismos).

    24 Un sugerente artculo sobre el tema es el de D. GRACIA, tica de la fragilidad, Jano 45 (1993) 15-18.

    Hay pginas muy hermosas y significativas al respecto en JUAN PABLO II, Salvifici doloris (1984).25 Son formulaciones de un mismo imperativo a favor de la vida presentadas por H. JONAS, El principio deresponsabilidad, Barcelona, 1994, 40.

    11

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/
  • 8/4/2019 Libro Parte 3 - Conclusiones generales

    12/22

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/

    3. Ajustarse al orden inscrito en la naturaleza y, por lo tanto, respetar el lugar yla funcin natural de cada una de sus partes. El mdico es ante todo administrador de lanaturaleza y, en consecuencia, el arte sigue a la natura, como deca Bernardo de Gordn.

    4. Ejercer la medicina con sentido humanitario, filantrpico y gratificador,haciendo de la misericordia y la humanidad virtudes morales en el trato con los enfermos.

    El mdico debe intentar la curacin del cuerpo humano con cuidado y amor, deca I.Judaeus.5. Aplicar el sentido de la proporcin a la hora de recetar, evitando siempre

    administrar frmacos peligrosos, si no sera penado para siempre. Y no prometercuraciones imposibles, ni alargar innecesaria o cruelmente la vida de los moribundos.

    6. No nos resistimos a reproducir las cuatro cualidades bsicas que exigan lasPartidas a los fsicos: Deven aver en s cuatro cosas: la una, que sean sabidores de arte;la segunda, provados bien en ella; la tercera, que fuesen apercibidos en los fechos queacaecieren; y la quarta, muy leales y verdaderos (II, 10, 11).

    Ese conjunto sinttico de principios y cualidades contribuyeron a la desaparicin

    gradual de un tipo de profesional sanitario que, por su escasa capacitacin, poda ser vistocomo matador de hombres segn la descripcin de J. de Cessolis que hemos visto.

    3.4. Reglas ms concretas

    Las normas o reglas concretas definen con mayor precisin lo que se debe hacer ono hacer. Son mucho menos generales que los principios, como su nombre indica, y, poreso, mucho menos generales pero ms concluyentes y con ms fuerza que ellos. Definenclases de acontecimientos o de acciones, pero no actos singulares. Es responsabilidad delsujeto agente decidir la aplicacin de tal norma a tal acto.

    La poca que hemos estudiado presenta un sugestivo y variado conjunto de estasnormas que, en nuestro caso, estn seleccionadas por su relacin a la vida de entre lasdiferentes medidas adoptadas por la iniciativa civil y eclesistica de aquel tiempo. Por esoqueremos afirmar que no hay progreso moral si no se dan pronunciamientos concretossobre acontecimientos, acciones y conductas concretas, observables y constatables. Los

    principios son imprescindibles, porque sistematizan, pero resultan insuficientes. Encambio, slo las reglas concretas (que no pueden subsistir sin los principios) determinan o

    precisan la altura moral adquirida por una sociedad.

    1. Normas condenatorias o prohibitivas:

    A los homicidas, mercenarios y asesinos a sueldo, as como a todos aquellosque acogen, emplean u ocultan a stos ltimos.

    A los que practican o inducen a otros a participar en ordalas, combatesjudiciales, torneos e incendios de casas, cosechas y otras propiedades.

    A los que causan la muerte de fetos animados, administran venenos deesterilidad o asfixian a los nios ms pequeos por acostarse con ellos.

    A los arqueros y ballesteros, por utilizar armas detestables ydesproporcionadamente violentas.

    A los clrigos que mandan grupos armados, ejercen la medicina y la ciruga, bendicen ordalas o combates judiciales, y participan en actos pblicos

    relacionados con derramamiento de sangre como la pena capital o los duelos.

    12

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/
  • 8/4/2019 Libro Parte 3 - Conclusiones generales

    13/22

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/

    2. Normas positivas o afirmativas:

    La intercesin, el asilo eclesistico y la composicin germnica, encaminadas aimpedir la aplicacin de la tortura, las mutilaciones y la pena capital.

    Los movimientos de Paz y Tregua de Dios, que se orientaban a la limitacin

    temporal de las guerras y a proteger los derechos de los no-beligerantes. La elaboracin y establecimiento de los criterios morales sobre la guerra justa

    a cargo de los ms renombrados telogos y canonistas de la poca. Las normas pastorales que estimularon la organizacin de la catequesis y la

    predicacin, en las que se inclua la enseanza y aprendizaje del Declogo y lasobras de misericordia corporales.

    La obligacin de dar limosna que se materializ en diversos procedimientos a lahora de satisfacer las necesidades primarias de los pobres.

    Las reglas de ciertas comunidades religiosas, como la franciscana, dondeconsta la obligacin expresa de acoger y tratar fraternalmente no slo a los

    pobres y mendigos, sino a los delincuentes pblicos, a los lobos de lasociedad. La identificacin del enfermo como imagen de Cristo sufriente, as como las

    obligaciones asumidas por diferentes personas y organizaciones a su servicio. El llamativo florecimiento de instituciones hospitalarias que se difundieron por

    la mayor parte de Europa, con sus normas de funcionamiento interno.

    4. UN PROCEDIMIENTO DE TOMA DE DECISIONES

    El ttulo del epgrafe recin expuesto nada tiene que ver con el lenguaje utilizado

    por los autores que hemos estudiado. Sin embargo, ninguno de ellos se mantuvo al margende problemas complejos en relacin a la vida. Para abordar su posible solucin o, lo que eslo mismo, para individualizar normas o reglas concretas de conducta ante casosconflictivos, como sucede tambin hoy, el procedimiento habitual consista en recurrir auna serie de principios, distintos de los recogidos ms atrs, con la finalidad de elaborar

    juicios moralmente correctos que permitiesen discernir lo mejor posible el campo de lobueno y de lo malo, es decir, principios que ayuden a tomar buenas decisiones en casosproblemticos.

    1. Santo Toms de Aquino acuda a los principios de totalidad, bien comn,vicariedad de la autoridad civil, legtima defensa, excepcin y doble efecto, as como a la

    distincin entre inocente-culpable.2.San Buenaventura reflexion sobre las razones (legales, particulares e

    interpretativas) que se aducan entonces para dirimir la moralidad de ciertas conductascontrarias a la vida, y explic la distinta valoracin moral que merecan actuacionesidnticas en circunstancias diferentes.

    3. San Francisco de Ass lo concentr todo en ajustarse radicalmente a la Regladel Evangelio y en cantar a la hermana vida. Situarse como menores en medio de losdems, acoger a todos sin acepcin de personas y entregarse a su servicio, proteger la vidasin ningn asomo de violencia, son los principios que dirimen la moralidad de la conducta.

    4. Santa Catalina de Siena basaba el discernimiento moral en las consecuenciasderivadas de los progresivos escalones que componen la unin mstica con Dios. Por esoel sentido o sin sentido de la propia vida, y el aprecio o desprecio de la vida ajena, son

    proporcionales al reconocimiento de la dignidad del ser humano como imagen de

    13

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/
  • 8/4/2019 Libro Parte 3 - Conclusiones generales

    14/22

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/

    Dios y al grado de amor con el que cada ser humano se relaciona con Dios a travs delprjimo.

    5. San Vicente Ferrer insiste repetidamente en que la moralidad esencial de losactos humanos depende de la recta intencin y del fin al que estn orientados. Explicatambin que los preceptos morales negativos obligan siempre y en todo lugar, mientras

    que los afirmativos obligan segn las circunstancias, la necesidad o la utilidad.6. Respecto a la medicina de la poca podran decirse cosas parecidas. Laconducta moral exigida por el cuidado de la salud, sanar, y el objetivo bsico de nodaar,primum non nocere, encuentran su aplicacin en los criterios de humanidad, mesura,

    proporcin, sabidura y experiencia, referidos a la necesidad de ajustarse a la naturaleza.

    En cualquiera de los ejemplos anteriores, el modelo tico de fondo es a nuestro juicio preferentemente, no exclusivamente, teleolgico, aunque se tratara de unateleologa limitada, como ha sealado algn autor26. Ello reviste particular relevancia entodo lo referente a los procedimientos de toma de decisiones morales. La tica medieval ensu conjunto (al fin y al cabo haba un solo planteamiento tico-teolgico) utilizaba

    formulaciones diferentes de principios iguales o muy parecidos no para invalidar laobligacin apriorstica de las normas deontolgicas, sino para salvar la dificultad objetivaque existe a la hora de aplicarlas a situaciones concretas. Ah es, justamente, donde entraen funcionamiento la virtud de laprudencia y la epiqueya27. Sobre esa base procedimentalse justificaron en la Edad Media excepciones tales como la tortura y la pena de muerte que,

    por otra parte, iban estrechamente unidas a un determinado modelo de sociedadhierocrtica y a una tendencia generalizada a infravalorar la vida fsica o corporal.

    II. HACIA UNA HISTORIA DE LA BIOTICAAl iniciarse este trabajo, el primer objetivo que nos proponamos era contribuir a la

    elaboracin de lo que podra ser un captulo de la Historia de la Biotica en el sentido msamplio de la expresin, a saber: las relaciones que se han ido estableciendo a lo largo deltiempo entre los trminos del binomio vida y tica. Y hemos dicho intencionadamente enel sentido ms amplio porque, en sentido estricto, no cabe ninguna duda de que la historiade la biotica, si algn da se hace, tendr que comenzar a partir de la dcada de los aossetenta del siglo XX. Aun siendo as las cosas, veamos algunas sugerencias acerca de sumtodo y contenido, segn se pueden desprender de nuestra investigacin.

    1. Estructura y metodologa

    Las dos partes que componen el presente estudio han servido para demostrar que,cuando la calidad y las condiciones de vida descienden a niveles de extremada penuria yalcanzan a grandes colectivos humanos, terminan saliendo a la superficie numerosos focosde tensin en los que se manifiesta el descontento, la prdida general de orientacin y lasaristas de una realidad que se ha vuelto problemtica. Asimismo, la aparicin de distintasreacciones es el signo de otras tantas respuestas, a veces violentamente enfrentadas, conlas que se pretenda solucionar de mltiples maneras los problemas y las tensiones

    26 As opina D. MIETH, tica teolgica y biotica, Concilium 223 (1989) 399.27 Vase E. HAMEL, Epiqueya,Diccionario Enciclopdico de Teologa Moral, Madrid, 1974, 298-306; D.MONGILLO, Prudencia,Nuevo Diccionario de Teologa Moral, Madrid, 1992, 1551-1570.

    14

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/
  • 8/4/2019 Libro Parte 3 - Conclusiones generales

    15/22

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/

    padecidas. Por ltimo, tambin se ha dejado constancia de un amplio abanico de opcioneso posiciones adoptadas bajo la responsabilidad de quienes, en un momento preciso,consideraron ms oportuno encauzar la solucin de los problemas en una determinadadireccin.

    Se puede afirmar, pues, que las tres palabras claves que componen la estructura de

    nuestro trabajo (tensin, reaccin y opcin o posicin), tomadas de la excelenteinvestigacin realizada en otro campo por J. T. Noonan28, constituyen las piezasfundamentales del mtodo que, contemplado desde su vertiente interna, podra conducir aun doble objetivo: reconstruir los acontecimientos histricos sobre los que se articulan lasrelaciones entre vida y tica y, al mismo tiempo, el proceso que ha seguido sucorrespondiente argumentacin moral en cada autor, escuela o movimiento. Y as, porejemplo, para entender los movimientos de Paz y Tregua o el desarrollo de la teora sobrela guerra justa, es imprescindible hacerse cargo de la belicosidad general e indiscriminadaque exista por entonces. Del mismo modo, para comprender la fuerza de la ola expansivaque supuso el variado compromiso a favor de los pobres, es necesario estudiar la calidad ycondiciones materiales de la vida, escuchar el grito de los necesitados, o su elocuente

    silencio, y las races de donde provena la personalidad de sus promotores. Igualmente, lasposiciones adoptadas ante la pena de muerte y la tortura, los criterios que regan laactuacin mdica o las medidas adoptadas para hacer frente al clima de violencia,obedecan todas ellas a una determinada mentalidad sobre el orden social y la relacinentre sus poderes fcticos, a un modo especfico de interpretar el sistema penal, y a unaacentuada sensibilidad teraputica que, unida al bagaje de conocimientos mdicosexistentes, respondieron segn sus posibilidades a la situacin concreta en la que estabaninmersos. Y as sucesivamente.

    2.Organizacin de contenidos

    A su vez, la eleccin de tal metodologa, examinada ahora desde su vertienteexterna, reclama ser verificada con una serie de contenidos para no quedarse vaca. Elloexige, de un lado, acudir a los estudios realizados por otras disciplinas y, de otro lado,investigar directamente las obras de los autores ms representativos, y los documentosoficiales de las instituciones ms destacadas, de los que aqu aparece slo una pequeamuestra. Lo cierto es que a partir de los datos obtenidos de la citada documentacin se han

    podido desarrollar los dos captulos de la 1 parte, dedicados a la calidad, condiciones devida y amenazas contra la vida, as como los seis captulos de la 2 parte ntegramentededicados a la lucha por la vida. Se trata de otros tantos momentos, mutuamente

    compenetrados e inseparables, sin los que no parece posible una reconstruccin rigurosa dela historia de la biotica. Se trata, en resumen, de responder a las siguientes cuestiones:cmo se vive, qu se hace en contra de la vida y qu se hace a favor de la vida.

    Merece la pena insistir, una vez ms, en la llamada de atencin que supone para labiotica aquella preocupacin tan extendida en el medioevo acerca del respeto que merecesiempre el orden natural y, tambin, la necesidad de ajustarse a la naturaleza comouno de los principios ticos fundamentales. La vigencia de tal planteamiento vuelve aresurgir hoy ante los desafos que est presentando la biotecnologa contempornea29.

    En todo caso, las pginas precedentes pretenden demostrar que es impensable haceruna Historia de la Biotica al margen de la historia. Lo contrario llevara a construir una

    28Contraception et mariage. volution ou contradiction dans la pense chrtienne, Pars, 1969, 12-14.29 Vanse, por ejemplo, G. HOTTOIS, El paradigma biotico. Una tica para nuestro tiempo, Barcelona,1991; J. GAFO (ed.),tica y biotecnologa, Madrid, 1994.

    15

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/
  • 8/4/2019 Libro Parte 3 - Conclusiones generales

    16/22

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/

    reflexin tica y moral irrelevante por el simple hecho de situarse fuera del tiempo. Lapercepcin de cualquier valor moral30, en este caso el de la vida, va siempre mediatizadopor las condiciones que rodean el desarrollo de la misma vida. La interpretacin de susinterrogantes, y el desenvolvimiento de su lectura crtica, constituyen una especie defiltro bidireccional entre sujeto y objeto, razn y tiempo, teora y experiencia, fe y

    cultura. Es precisamente a travs de ese filtro como se va construyendo el grado deestimativa moral que permite ir defendiendo mejor la vida y elevar la tica correspondientea niveles cada vez ms humanos. Lo expuesto aqu pretende mostrar la posibilidad derealizar esa tarea.

    III. HACIA UNA BIOTICA SISTEMTICA

    Nunca ha sido nuestro propsito sugerir la necesidad de una Biotica como si fueraun todo heterogneo e inabarcable por sus dimensiones, ni estamos en condiciones denegar la validez del acuerdo que se va alcanzando en torno a su definicin: El estudiosistemtico de la conducta humana en el rea de las ciencias de la vida y del cuidado de lasalud, en cuanto que dicha conducta es examinada a la luz de los valores y de los principiosmorales31. Esta autorizada definicin, que coexiste junto a otras, concentra la temtica

    biotica en lo que se ha venido a llamar mbito de la biomedicina, un mbito que estabsorbiendo ms que ningn otro el nombre de biotica.

    Sin embargo, el trabajo que hemos presentado muestra que la tica de la vida,adems de referirse al mbito biomdico, abarca otros campos donde la vida estaba en

    juego, tanto la vida humana como la de su entorno natural. Es por todo ello que, aunsuponiendo el escaso relieve pblico de las pginas siguientes, nos atrevemos a proponer lanecesidad de dar pasos en orden a construir una biotica sistemtica, entendida como

    disciplina de carcter autnomo y distribuida en diversas ramas internas, cuyo objetivoesencial consiste en ofrecer criterios ticos orientados a proteger la vida, toda la vida, alldonde est amenazada y se ponga en juego su valor prioritario para sostener el resto devalores y derechos.

    1. BIOTICA FUNDAMENTAL

    A juzgar por los resultados obtenidos, esta parte de la biotica debera ofrecer las bases que permitan armonizar de manera crtica y dialctica las dos realidades omagnitudes que la componen: la vida y la tica. Dicho con ms propiedad, la biotica

    fundamental tiene que comenzar exponiendo las bases sobre las que se va a articulardespus el conjunto de elementos que la componen como disciplina, es decir, valores,principios, reglas, virtudes, procedimientos de decisin, etc., que sern la referencia paraemitir juicios morales acerca de los temas ms debatidos del momento.

    Los posibles captulos de esta biotica fundamental podran ser los siguientes:

    1. Anlisis pluridimensional e interdisciplinar de la realidad histrica, poniendo derelieve los principales desafos que experimenta la vida en todas sus dimensiones.

    2. Exposicin del o los modelos antropolgicos y ticos existentes, en particularlos referidos al concepto y valoracin de la vida, as como de los autores msrepresentativos y los movimientos socioculturales ms relevantes.

    30 Vase P. VALORI, Valor moral,Nuevo Diccionario de Teologa Moral, Madrid, 1992, 1826-1839.31 W. T. REICH (ed.), Introduction,Encyclopedia of Bioethics, 1, New York, 1978, XIX.

    16

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/
  • 8/4/2019 Libro Parte 3 - Conclusiones generales

    17/22

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/

    3. Presentacin y justificacin de los criterios referenciales32 de la biotica y,concretamente, los siguientes:

    Un principio o norma moral fundamental o canon de la moralidad, sea cual seala mejor expresin, como referencia moral insustituible: haz el bien y evita elmal, trata a los dems como quieras que te traten a ti mismo, trata a cada

    persona como fin en s misma y no como medio para cualquier otro fin, etc.,formulado de manera adecuada para las necesidades y problemas actuales.

    El conjunto de principios generales como base de los juicios morales que, comohemos visto ms atrs, tienen denominacin especfica (no matar, no matar alinocente, Ecclesia non sitit sanguinem...primum non nocere, sanar, ajustarse a lanaturaleza, tratar al enfermo con sentido humanitario...defender la vida de losms frgiles y pobres, proteger el entorno natural...) y que hoy adquieren otraformulacin (no-maleficencia, beneficencia, autonoma personal, y justicia).

    4). Estudio de los procedimientos para la toma de decisiones, clarificando lasdiferencias que se producen al utilizar los mismos criterios ticos en modelosantropolgicos y ticos diferentes (deontolgico, teleolgico, consecuencialista,

    procedimentalista, etc.), haciendo especial nfasis en la importancia de la deliberacinmoral y en la prctica de las reglas morales ms concretas sobre las que hemos puestoejemplos de la poca estudiada pero habra que adaptar al momento actual..

    5. Examen pormenorizado de otros principios de carcter ms operativo eimprescindibles para solucionar casos conflictivos, como los de inocente-culpable,autoridad pblica-persona privada, directo-indirecto, y los principios de totalidadexcepcin, doble efecto, calidad de vida, proporcionado-desproporcionado, etc.

    Conviene tener siempre bien presente, sin embargo, que el centro la tica, decualquier tica, es la persona humana y su dignidad inalienable e inherente. Asimismo, enla biotica hay un cimiento que sostiene toda su estructura, a saber: una tica de la

    responsabilidad

    33

    . Si no fuera as, la biotica sera un puro desorden.

    2. BIODERECHO

    Un aspecto que ha resaltado a lo largo de estas pginas es la estrecha relacinexistente entre tica, vida y derecho, aun cuando no alcanzase este ltimo el grado deformulacin relativa a los derechos humanos que hoy conocemos. Pero, aun as, laevolucin del concepto y alcance del mismo derecho, as como sus correlativasformulaciones e interpretaciones, han tenido siempre una influencia decisiva en el tratodispensado a la vida. Se puede corroborar recordando la importancia que ha tenido en

    nuestro estudio el libro de las Siete Partidas de Alfonso X el Sabio.En muchos apartados de estas pginas se ha puesto de manifiesto la importancia delos cdigos eclesisticos y civiles respecto al tema que nos ocupa en temas tan sensibles,ya entonces, como guerra, pena de muerte, tortura, maltratos fsicos, violencia individual ysocial, salud y enfermedad, asistencia a los enfermos, asistencia a los pobres, entornonatural, por citar algunos ejemplos. Todos ellos revelan la existencia de otros tantoscaptulos que deberan abordar desde la vertiente legal de la biotica. De hecho, la urgencia

    por ir llenando los vacos legales, provocados por el rpido desarrollo de la biotecnologa yla biomedicina, es un sentimiento comnmente compartido que est creciendoexponencialmente a lo largo de los ltimos aos34.

    32 M. VIDAL,Biotica, Madrid, 1989, 23-25.33 M. WEBER,El poltico y el cientfico, Madrid, 1967

    17

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/
  • 8/4/2019 Libro Parte 3 - Conclusiones generales

    18/22

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/

    3. BIOTICA SOCIAL

    Es evidente la correlacin que existe entre niveles de pobreza, marginacin ycarencia de mnimos indispensables para vivir, as como todo lo referente a la calidad y las

    condiciones de vida supeditadas no slo al poder adquisitivo sino al poder poltico de turnoo, como sucede hoy, a la injusta distribucin global de la riqueza. Recordemos la fuerzaque contienen las palabras de san Ambrosio, repetidas por nuestros autores: da de comeral que perece de hambre; si no le das, le matas.

    No se trata aqu, como es lgico, de usurpar al desarrollado y venerable sector de latica social la materia que es objeto de tal disciplina, sino de abordarla o leerla desde la

    perspectiva de la biotica, siguiendo el esquema que se propone seguidamente:

    1. Comenzar con un captulo dedicado a reunir las aportaciones de las cienciashistricas, sociales y econmicas sobre los niveles de vida de la poblacin. Lasaportaciones de la primera parte de nuestro estudio confirman esta necesidad.

    2. Reunir en otro captulo todo lo referente al compromiso a favor de los pobres ymarginados, cuyo estudio podra recorrer una doble direccin: por una parte, dejarconstancia de las causas de esa situacin, sacando a la luz los motivos que subyacen a lainsensibilidad o minusvaloracin de la vida, y por otra parte exponer las posiciones y lasactitudes ticas de quienes se comprometen en la liberacin de la miseria y la pobreza. Elcontraste entre los ctaros y san Francisco de Ass o entre los papas Nicols I e InocencioIII, corroboran lo que acabamos de sealar.

    3. La justificacin racional y teolgica tambin, por supuesto, de valores yprincipios morales como caridad, justicia, bien comn, opcin por los pobres...Se hanmostrado suficientes ejemplos al respecto a lo largo de nuestro estudio. Actualmente,

    planteamientos como los del Nuevo Orden Econmico Internacional, ofrecen suficientespistas. Lo cierto es que el compromiso de proteger la vida all donde sea ms frgil y estms amenazada se presenta hoy como uno de los objetivos ticos de mayor altura y alcanceuniversal. En este sentido, los proyectos histricos de liberacin contribuyen a hacercreble el proyecto utpico de salvacin.

    4. BIOTICA Y ECOLOGA

    Hemos tenido ocasin de ver, quiz de manera sorpresiva para muchos lectores, queen la Edad Media ya se produjeron los primeros sntomas serios sobre la degradacin del

    medio ambiente y se adoptaron diversas medidas para protegerlo.En la actualidad, el problema se ha venido agravando paulatinamente y alcanzandounas proporciones hasta hace poco tiempo desconocidas. Numerosas instancias laicas yreligiosas han comenzado desde hace varios aos a reflexionar, a organizarse y a presionara los poderes pblicos, nacionales e internacionales, para que tomen medidas en orden a

    34 He aqu algunos de entre los muchos ejemplos: M. MATEO, Biotica y Derecho, Barcelona, 1987; J.RENDFORFF - P. KEMP (eds.), Fromm Ethics to Biolaw, Copenhagen, 1988; G. BOURGEAULT,

    Lthique et le droit, Bruxelles-Montral, 1990; C. M. ROMEO-CASABONA, El derecho y la biotica antelos lmites de la vida humana, Madrid, 1994; F. DAGOSTINO, Ordenamiento jurdico y tica, NuevoDiccionario de Teologa Moral, Madrid, 1992, 1308-1320.

    18

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/
  • 8/4/2019 Libro Parte 3 - Conclusiones generales

    19/22

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/

    preservar un entorno vivo e insustituible para el desarrollo de la propia vida humana 35. Lafigura y la actuacin de Francisco de Ass sigue siendo un modelo muy atractivo.

    Los principales valores morales que estn en juego son la solidaridad de la especie,la posesin comn de los bienes de la tierra, la responsabilidad de su administracin y desu justa distribucin. No obstante, el nudo gordiano de la cuestin parece residir en la

    progresiva supeditacin de los fines a los medios, entendiendo que la naturaleza que nosrodea no es un mero instrumento para el lucro y la eficacia de quien ms puede. Es unarealidad que tiene valor por s misma, un valor que debemos cuidar y proteger porque enello tambin nos va la vida a todos.

    Es ste, adems, un terreno donde se demuestra que los valores ticos, referentes ala proteccin y cuidado del medio ambiente, deberan inspirar constantemente las medidas

    jurdicas, polticas y econmicas. Cada vez se afianza ms la conviccin de que el desastreecolgico solamente puede ser atajado a partir de instancias ticas, que dirijan y controlenel desarrollo cientfico-tcnico y, en fin, que sensibilicen a toda la poblacin para queimpulse la adopcin de medidas ms efectivas al respecto.

    5. BIOTICA MDICA

    Necesario es reconocer, de antemano, que es ste el mbito al que se aplica y dondems se utiliza la biotica, hasta el punto de considerarlos casi unvocos, lo que no es deltodo correcto segn hemos mostrado a lo largo de estas pginas. En cualquier caso hay queadmitir tambin que los hechos son tercos y que lo ms difundido es la fusin entre

    biomedicina y biotica en lo referente a los criterios ticos que deben seguir los profesionales sanitarios. Su objetivo principal e indiscutible consiste en educarprofesionales de una medicina para la humanidad36, poniendo la calidad tcnica de susmedios al servicio de la calidad humana de sus fines que se concentran todos, sinexcepcin, en la persona humana.

    Pensando preferentemente en los mdicos, la formacin en biotica podradistribuirse a lo largo de todas las fases de la formacin profesional37 del siguiente modo:

    1. En el perodo preclnico se podran impartir materias como las de historia del pensamiento mdico, antropologa mdica, y biotica fundamental, siguiendo en esteltimo aspecto las indicaciones que hemos apuntado anteriormente.

    2. En el perodo clnico (inicio de las prcticas clnicas de los estudiantes), lasmaterias objeto de estudio podran girar en torno a los dilemas ticos de la medicinaactual, que hicieron fortuna con la obra de J. Gafo: orgenes de la vida (tcnicas de

    procreacin asistida, uso y donacin de embriones o fetos, aborto, ingeniera gentica,

    consejo gentico...), los relacionados con la experimentacin humana (trasplantes,intervenciones sobre el psiquismo y la conducta, drogadiccin...), y todo lo relativo a laetapa final de la vida (ancianos, enfermos crnicos, sedacin paliativa, dignidad en el

    proceso del morir...)

    35 Vase J. GAFO (ed.), tica y ecologa, Madrid, 1991; A. NAESS, Ecology, Society and Lifestyle:Ecosophy, Cambridge, 1991; A. GALINDO,Ecologa y creacin, Salamanca, 1991; M. A. DE LA TORRE,Ecologa y moral. La irrupcin de la instancia ecolgica en la tica de Occidente , Bilbao, 1994; AA.VV,Apuntes para una tica ecolgica, Moralia 62-63 (1994).36 J. MOLTMANN, La humanidad de la vida y de la muerte, El experimento esperanza, Salamanca, 1976,138-151, donde se muestra cmo la antropologa unitaria debera sustituir el aislamiento por la integracin.37 Hay ejemplos recientes en los ltimos aos: D. GRACIA, La biotica, una nueva disciplina acadmica,

    Jano 781 (1987) 69-74; J. FERNNDEZ GARCA, Los estudios humansticos en las facultades demedicina, Jano, 40 (1991) 94-109; AA.VV, Enseanza posgraduada y formacin continuada en ticamdica, Organizacin Mdica Colegial21 (1992) 25-28.

    19

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/
  • 8/4/2019 Libro Parte 3 - Conclusiones generales

    20/22

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/

    3. En cuanto a la etapa de especialidad mdica, hay ya varios centros acadmicosamericanos que conceden el doctorado en biotica. En Espaa se est multiplicandodurante los ltimos aos la posibilidad de obtener el grado de Mster en Biotica endiversos lugares: Universidad Complutense de Madrid, Instituto Borja de Biotica,Instituto Superior de Ciencias Morales (Madrid) y Universidad de Barcelona.

    As todo, tambin est creciendo exponencialmente la formacin permanente enbiotica para los profesionales sanitarios en sus propios lugares de trabajo, en los ColegiosProfesionales, en los planes de formacin de sus propios Servicios de Salud, y en cursoson-line cada vez ms numerosos.

    6. BIOTICA CRISTIANA?

    Como es bien sabido, lo especfico del cristianismo es la fe, es decir, unadeterminada manera de dar sentido a la totalidad de la existencia centrndola en el

    Evangelio de Jesucristo. A partir de ah, y de la secular experiencia de la Iglesia, lateologa moral ha reunido suficientes elementos para ofrecer a la biotica actual

    planteamientos rigurosos, consistentes y bien fundados, as como para discutirlo en losforos correspondientes incluso a sabiendas de no ser compartidos38. La propuesta teolgicaes eso, una propuesta razonada, pero jams una imposicin. Sera de gran intersdetenernos aqu en examinar los tipos de teologas que favorecen o frenan el debate

    biotico actual39, pero no es ste el lugar apropiado para llevarlo cabo. En cualquier caso,todo lo que se ha dicho ms atrs acerca de la biotica fundamental, referente a sus

    principios bsicos y canon de moralidad, es tambin irrenunciable para la ticateolgica40.

    Sin embargo, en el plano de las normas categoriales o reglas concretas de conducta,la tica cristiana, aparte de la sensibilidad o estimativa moral que pudiera derivarse de suorigen religioso, recorre los mismos caminos y comparte la misma bsqueda desoluciones permanentemente humanas41 que el resto de las ticas existentes y, an ms,siendo consciente de que la Iglesia no siempre tiene a mano respuesta adecuada a cadacuestin42. En el complejo mundo de la biotica se debe necesariamente contar con laexperiencia y la ayuda de todos, sin excepcin alguna43.

    As todo, el compromiso por el ser humano conlleva la obligacin de cuidar enprimer lugar de su vida y de los medios necesarios para vivirla dignamente44, como diceel concilio Vaticano II, lo que plantea a la tica cristiana varios grandes desafos: 1) frentea s misma, extendiendo la defensa de la vida a todos los frentes donde est en peligro,

    sobre todo all donde sea ms frgil y vulnerable; 2) ofrecer razones argumentadas a labiotica para situar la vida en la cima de la axiologa moral y tratarla con el mximorespeto que merece su propio protagonista, es decir, cada ser humano; y 3) encauzar esatarea formando parte activa y crtica de aquellas instancias u organizaciones de bioticacon el fin de encontrar soluciones compartidas.

    38 Vase, J. GAFO, Biotica catlica?, en ID, (ed.), Fundamentacin de la biotica y manipulacingentica, Madrid, 1988, 119-132.39 J. MASI, Estorba la teologa en el debate biotico?, Selecciones de Teologa 142 (1997) 141-147.40 Un ejemplo es el de R. A. McCORMICK, Theological Dimensions of Bio-Ethics,Logos 3 (1982) 25-45.41 VATICANO II, Gaudium et spes, 11.42 VATICANO II, Gaudium et spes, 33 y 43.43 VATICANO II,Dignitatis humanae, 3.44 VATICANO II, Gaudium et spes, 27.

    20

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/
  • 8/4/2019 Libro Parte 3 - Conclusiones generales

    21/22

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/

    Y a todo lo anterior es necesario aadir, adems, la importancia que tiene laantropologa unitaria de Toms de Aquino, quien, sin ser del todo consciente de susexigencias durante la poca en que vivi, sent las bases para tratar a cada ser humanoglobalmente, como unidad psicosomtica, espritu-encarnado o totalidad unitaria, sea cualsea la formulacin que hoy resultara ms adecuada. Dicho con otras palabras, a la biotica

    le incumbe tratar al ser humano como persona, como unidad viviente que sostiene elconjunto de los dems valores y derechos que le pertenecen, como ser vivo uno y nicoque vive entre los vivientes, como viviente traspasado por el respeto que merece ladignidad de su condicin humana. An dicho con otros trminos: la persona humana es elcentro de la biotica y, desde ese planteamiento, es imprescindible solicitar con urgencia elacuerdo fctico en la prioridad de la tica sobre la ciencia, en el primado de la personasobre las cosas.

    Si acabramos aqu mismo el trabajo se nos podra acusar de excesivamenteoptimistas. Y quiz con razn. La tica medieval nos ensea a ser realistas, pues en aquellapoca se invent el arte gtico, la teologa acadmica y la medicina profesional, por

    ejemplo, pero tambin se implant la tortura, la pena de muerte, y la vida de gran parte dela poblacin no era otra cosa que malvivir en la miseria.

    As pues, igual que entonces, la belleza y el horror figuran en nuestro haber actual.Tambin hoy continuamos tejiendo el porvenir con esperanza y miedo, como suceda enaquellos siglos, con bastante inseguridad a la hora de tomar decisiones sabias. Estamosobligados a elegir y nada nos asegura que lo hagamos con acierto. De ah que sea necesariodiscernir las posibilidades. La tica no es ms que el salvavidas al que ha de aferrarse lainteligencia, tras haber naufragado en las posibilidades que ella misma engendr45. Estecanto a la tica, hecho a expensas del pesimismo y del recelo sobre la inteligencia, nossugiere que el divorcio entre tica y razn termina produciendo consecuenciascatastrficas. La propuesta de la tica cristiana puede contribuir a la unin estable entreambas realidades, razn y tica, aportando las peculiaridades de su lectura teolgica sobreel ser humano, la vida y todo lo viviente, haciendo ver que el Dios bblico no es unanegacin humillante del ser humano, como preconizaba Nietzsche, sino autntica garantade proyectos humanizadores. El concilio Vaticano II lo afirm con expresiones muycontundentes: No hay ley humana que pueda garantizar la dignidad personal y la libertaddel hombre con la seguridad que comunica el Evangelio de Cristo, confiado a la Iglesia46.

    Cuando finalizaba la edicin de este libro, apareci la nueva Carta Encclica deJuan Pablo II, Evangelium vitae, dirigida a todas las personas de buena voluntadinteresadas por el bien del ser humano y por el destino de la humanidad. Ya desde el

    principio del documento se presenta la lucha por la vida como un compromiso ticouniversalizable,: Respeta, defiende, ama y sirve a la vida, a toda vida humana! Slosiguiendo ese camino encontrars desarrollo, libertad verdadera, paz y felicidad! (Ibid. 5).

    El estudio de los siglos XIII y XIV nos ha hecho caer en la cuenta de que no esposible construir una sociedad verdaderamente humana si en sus entraas no se sita lavida como un valor primario indiscutible y el primero de los derechos bsicos reconocidomundialmente, como tambin afirma la Encclica (Ibid. 101):

    Trabajar a favor de la vida es contribuir a la renovacin de la sociedad mediante laedificacin del bien comn...no es posible construir el bien comn sin reconocer y tutelar elderecho a la vida, sobre el que se fundamentan y desarrollan todos los dems derechos

    45 J. A. MARINA, Teora de la inteligencia creadora, Barcelona, 1993, 23.46 VATICANO II, Gaudium et spes, 41.

    21

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/
  • 8/4/2019 Libro Parte 3 - Conclusiones generales

    22/22

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/

    inalienables del ser humano. Ni puede tener bases slidas una sociedad que -mientrasafirma valores como la dignidad de la persona, la justicia y la paz- se contradiceradicalmente aceptando o tolerando las formas ms diversas de desprecio y violacin de lavida humana, sobre todo si es dbil y marginada. Slo el respeto de la vida puedefundamentar y garantizar los bienes ms preciosos y necesarios de la sociedad, como lademocracia y la paz.

    Eso es lo que en el fondo han intentado hacer las pginas de nuestro estudio: ponerde relieve que la vida no es un valor absoluto, pero s primario, prioritario, fundamental y

    base del resto de derechos de la persona, lo cual lleva consigo ampliar cada vez ms loslmites de su proteccin y los mbitos de su defensa, sin ambigedades ni excepciones:Debis reclamar para todos la vida, como deca el papa Nicols I. Y en ese gran retoestamos todos implicados como lo estuvieron, durante la poca medieval, todos los que secomprometieron activamente en dos siglos de lucha por la vida.

    http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/http://bioeticadesdeasturias.blogspot.com/