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Historia del Dogo Argentino, Antigua Moderna y Contemporanea 1930 / 2009 Jorge Arturo Masjoán

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Historia del Dogo Argentino Antigua Moderna y contemporanea

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Historia del Dogo Argentino, Antigua Moderna y Contemporanea 1930 / 2009

Jorge ArturoMasjoán

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Contacto:Jorge Arturo Masjoán0351 - 156 3397250351 - 484 [email protected]

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HISTORIA DEL

DOGO ARGENTINO

ANTIGUA, MODERNA Y CONTEMPORÁNEA

(1930-2009)

Jorge Arturo Masjoán

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Autor: Jorge Arturo Masjoán Producción Editorial: Gráficamente Ediciones Rivadeo 1194 – Córdoba, Argentina Tel: +54-351-5691812 [email protected] www.graficamente.info Dirección Editorial: Lic. Ligia Cometto Diseño de tapa: Ramiro Masjoán Diseño interior: Departamento Arte – Gráficamente Tirada: 200 ejemplares Prohibida su reproducción, almacenamiento y distribución por cualquier medio, total o parcialsin el permiso previo y por escrito de los autores y/o editor. Esta también totalmente prohibidosu tratamiento informático y distribución por internet o por cualquier otra red.

Gráficamente Ediciones Hecho el depósito que marca la Ley 11.723 Impreso en Argentina – Printed in Argentina

Masjoán, Jorge Arturo Historia del Dogo Argentino : antigua, moderna y contemporánea 1930-2009 / Jorge Arturo Masjoán ; ilustrado por Ramiro Masjoán. - 1a ed. - Córdoba : Graficamente Ediciones, 2010. 330 p. : il. ; 21x18 cm. ISBN 978-987-1601-03-5 1. Razas Caninas. I. Masjoán, Ramiro, ilus. II. Título CDD 636.7 Fecha de catalogación: 11/03/2010

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Difícil es imaginar el prólogo de una obra determinada, saber el motivo dispara-dor para llevarla adelante, ¿qué sentido darle? En mi caso particular las razones son las mismas que impulsaron a mi amigo Abel Nores (hijo de Antonio) en el año 1977 a publicar la única documentación original que obraba en su poder; quería impedir con ello que la raza se desvirtuara por ig-norancia y mezquinos intereses comerciales. Malos jueces (por lo general nombra-dos a dedo o simples afinidades personales), que actuaban y actúan desconociendo el estándar único, acomodándolo a algunos intereses, etc. El inexorable pasar del tiempo nos lleva al presente, 32 años después de aquella clamorosa publicación; los jueces con sus juzgamientos continúan promocionando sus criaderos sin importarles que los perros fuesen puros o mestizos, estén estos, dentro o fuera del estándar, solo prevaleció el interés personal, comercial y político institucionales. No abordaré en esta obra demasiados tecnicismos que corresponden a profesio-nales de las artes veterinarias o zootécnicas, pero tampoco será una obra meramen-te imitativa de las ya conocidas. Encontrarán en esta, elementos quizás contradicto-rios con lo acostumbrado a ver, descarnados pero realistas, tampoco será una obra condescendiente; obra a la que otros escritores podrán agregar diferentes matices puesto que los hay y en abundancia. Pero puedo aseverar que todo el contenido es lo más cercano a la verdad, tomado de fuentes directas, otorgada por mis 45 años en contacto con la raza, como observador, criador y militante institucional, cofundador del Club del Dogo Argentino en Córdoba el 19 de Septiembre de 1971. El Dogo Argentino se expandió inexorablemente por todo el mundo donde cada uno tomó como tipo absoluto su propio dogo, tratando de imaginar que estaba contenido dentro del estándar, sin saber realmente si su perro era un dogo o casi dogo, si tiene 25/50/75% de Danés, Boxer, Pitt Bull o Stafor, etc.; siempre disimula-do por el poder de absorción del Dogo Argentino gracias a la labor de Don Antonio Nores Martínez, quien logró esta fuerte raza con firmes caracteres homocigótico que tantos se han empeñado en alterar. No ahondaré, tampoco en transcripciones literales de publicaciones o escritos de Antonio o por libros de Agustín Nores Martínez (aunque si tomaré citas de los mis-mos), sino que serán estas páginas fruto del trabajo de un investigador empírico, con estudios en Minería, Geología, Paleontología y Biología, que se ha apasionado por una raza.

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Durante cuarenta y cinco años, de los sesenta y cinco años que tengo hoy día, fue penetrando en mí la pasión por los Dogos. Vi por primera vez un perro Dogo Ar-gentino en 1963. Yo contaba entonces con diecinueve años, mi familia se había tras-ladado tres años antes a la Ciudad de Córdoba desde San Francisco (Cba.). Frente a mi casa en el Bº Cerro las Rosas vivía el corredor de F1 Carlos Ruesch y allí lo vi por primera vez. Carlos no era el dueño del perro, sino, el corredor de autos Miguel Ángel Monguzzi, residente en Villa Allende y su padre contaba con varios ejempla-res de esta raza, por ser este muy amigo de la familia Nores, desde ese momento comenzó mi incesante búsqueda. En el año 1965 en ocasión de que los hermanos Francisco (“Pancho”) y José Luis (“Pepe”) Nores Martínez, Francisco Ferrer (“Pancho”), primo de estos y algunos ami-gos como Tomás Lampasona; Pascuzzi, Bizzochi y otros, presentarán en sociedad a sus Dogos en una exposición del Córdoba Kennel Club. Tuve la oportunidad de co-nocer a “Uturunco de Santa Isabel”, ejemplar este que marcaría la década del „60, junto a sus hermanos “Lanin” y “Chino” más otros ejemplares. Un par de años después de este acontecimiento, decido a contactar alguna perso-na que tuviese relación con los dogos, llegando a mi memoria, el Sr. Tomas Lampasona, compañero de correrías de los hermanos Nores e hijo de quien fuera el chofer particular de Antonio Nores; este me promete regalar un Dogo (que por esos tiempos no se vendían, solo se los entregaban a personas conocidas) y desde ahí no le doy tregua. En 1968 me regala a "MAYA" quien tenía secuelas neurológicas de moquillo, cuestión que poco me importo, pues mi deseo de tener un dogo era más fuerte que el estado en que se encontraba la perra, aunque su linaje fuese excelen-te; hija de “Huampita de Santa Isabel” y “Abrojo del Chubut”.

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Abrojo del Chubut Huampita de Santa Isabel

Hija de Uturunco

Maya

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A partir de la llegada de “MAYA”, con la ayuda de mi entonces novia, actual esposa

Beatriz Cervi a quien le agradezco la tolerancia que me tuvo, inicie la crianza, pero

sobre todo el profundo estudio y análisis de su génesis.

Mi vida continúa con las dos pasiones; Primero “La Familia” hoy compuesta por mi esposa Beatriz y mis hijos, Constanza (34 años), los gemelos Mariano y Ramiro (31 años) y con el apoyo de todos ellos, continúe con mi segunda pasión los “Dogos Argentinos”; aunque ya no crío más.

Durante este periodo he tenido la suerte de estar ininterrumpidamente en contac-to con la historia viva de la raza, contando con la amistad de la familia Nores, quie-nes nos legaron la responsabilidad de formar un club de Dogos del cual fui cofun-dador contando con el asesoramiento de Francisco, Agustín y José Luis Nores Martínez. Este camino, lo emprendimos junto a amigos como Abel Nores Martínez (hijo de Antonio), José Luis Nores Martínez y su hermano (hijos de José Luis Nores M.), Ernesto Rivero Nores, Horacio Rivero Nores (hijos de Antonio Rivero Nores y

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primo de Antonio), los hermanos Octavio, Custodio y Patricio Busto Fierro, hijos de Manuel Ricardo Busto Fierro cuñado de Antonio, Juan Sosa Senestrari, Manolo Guzmán, Carlos Centeno, Miguel García Montaño, y muchos más. Como menciono anteriormente, cofundador del Club del Dogo Argentino Antonio Nores Martínez, el 19 de Septiembre de 1971, integrante del Consejo Nacional de Delegados en 1983; Cofundador de la Agrupación de Criadores en 1991; ideólogo junto a “Taki” Stersenopulos y cofundador del Club Federal Criadores y Cazadores año 2001; diagramador y conductor de la primera conferencia de criadores y jueces año 1989, con la disertación de Francisco Nores Martínez, Horacio Remirez y Fer-nando Moreno; planificador y conductor del primer Foro Internacional en el año 2002 en la Ciudad de Córdoba, etc. Todos estos conocimientos he tratado de inculcárselos a mis hijos y sobre todas las cosas, luchar por mantener al DOGO ARGENTINO lo más cercano a la concep-ción fijada por su realizador, que es una forma, creo, más certera de respetar la raza. Para introducir al lector en la materia, pensé que lo más apropiado seria comenzar con una breve reseña sobre los orígenes del perro, lo que llevará al lector a com-prender las distintas variaciones que sufrió en el tiempo, por capricho de la natura-leza y sobre todo del hombre, logrando un amplio vario-tipo racial. Sobre estas, iremos en busca de los denominados “Molosos” (debido a su clasificación actual) donde encontraremos los que se definirán como “Tipo Dogo”, en los que Antonio fijo su atención y en los tipo pastor (por razones que veremos más adelante); por lo tanto los lectores deberán tener siempre en claro que todo lo que se exprese o transcriba será bajo el concepto de perros “Tipo Dogo “. Espero con esto, que los lectores logren una amplia comprensión de la raza, tanto en la filosofía de su realización como en la obra en sí misma; descarnada, en cuanto a que algunos hechos no se ajustan a las creencias o informes recibidos, aunque reales. Y que sirva para el mantenimiento de la inigualable obra de Don Antonio Nores Martínez “Toño”, en todo y cada uno de sus aspectos, en un equilibrio justo, tanto somático como psíquico, para una larga convivencia con el hombre, porque MODIFICAR SU ESCENCIA, ES NEGAR LA RAZA.

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Este capítulo es de gran importancia para una acabada comprensión de la evolu-ción del perro, su variabilidad genética y capacidad de adaptación a los más varia-dos terrenos y climas.

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Primeramente nos ubicaremos en los tiempos geológicos y para ello, tomaremos para nuestro interés las eras Mesozoica y Cenozoica, desarrolladas en el Cuadro Nº 1 de las Eras. Es en la era Mesozoica (210 a 264 millones de años), la era de los grandes dino-saurios y fundamentalmente en el periodo cretácico, cuando desaparecen los dino-saurios y aparecen los carnívoros, donde comenzaremos nuestro análisis: El primer registro que se tiene en cuenta es el Creodonte, que por sus torpes movimientos lo tornaba ineficiente y se supone era carroñero, teniendo una rápida extinción, por lo que no lo tendremos en cuenta para nuestros fines.

Justo en el cambio de era Mesozoica/Cenozoica entre el Daniano y el Eoceno 65.740 millones de años aparece un animal al cual se lo considera el ancestro común a todos los carnívoros vivientes similar a una "Civeta" actual, de hábitos arborícolas y de madrigueras, de cuerpo largo, piernas cortas y cola larga, llamado

MIASIS.

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Este animal aparentemente no continuó su evolución como tal, sino que por los rasgos impresos en otras especies, aparentemente dio origen a tan disímiles como el Daphneaus que da origen a los osos, al Cynodictis (12 millones de años) en Eu-ropa y Asia y el Pseudocynodictis en América. Estos dos animales ya tenían patas largas, largo pelo y sobre todo, contaban con 42 piezas dentarias al igual que el pe-rro actual, se estaban adaptando para la carrera, acortándosele el quinto dedo. El Cynodictis dio origen al género Lycaon y estos al perro cazador africano. El Boropagus al Chacal y este a su vez, las hienas y las civetas tomadas como fósi-les vivientes. El Pseudocynodictis da origen al Hesperocyton un poco más evolucionado que el Cynodictis, Originando los primeros carnívoros Americanos. Posteriormente las migraciones en uno y otro sentido a través del Estrecho de Bering y a partir de estos canidos, surge el Cynodemus, semejante a un coyote, continuando su evolución aparece en-tre el Plioceno y el Pleitoceno inferior, lo que denominaremos el protoperro 300 mil años atrás, el TamarCtus, quien ya tenía aspecto de lobo conviviendo con quienes ya lo precedían, el “Homo abilis” (2,5 millones de años) quien evoluciona aparecien-do en el Pleistoceno Superior el Homo Sapiens 90 a 80 mil años y este en el hombre 25 mil años. Pronto llega el Perro 20 a 12 mil años.

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A partir de este momento y todavía en el Pleistoceno Superior, aparentemente el hombre logra la conviven-cia con el perro, seguramente por el interés de este por la carroña abandonada por el hombre y este por su ayuda a encontrar la presa; es así que el hombre al tomar sus crías termina domesticándolo, prueba de ello es una tumba descubierta en Israel con restos de un cuerpo humano abrazado a un cachorro, similar a la actual raza del perro de Canaan. Estos restos fueron datados en unos 12 mil años.

Perro de canaam actual

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En el siguiente cuadro podemos ver la evolución de los carnívoros:

Evolución de los carnívoros

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Como ya hemos dicho anteriormente, el hombre y el perro en su desarrollo a través de los tiempos han seguido rutas comunes desde el homo habilis (2,5 millo-nes), Tormactus (300 mil años), Homo Sapien (90/80 mil años), Lobo (40 mil años), hombre (25 mil años), perro (20 mil años); aunque siempre precediendo el hombre al perro por lo que no es ilógico pensar que el hombre en contacto con el lobo, comenzaron a acondicionarlo a sus caprichos y necesidades dado el gran poder de adaptabilidad de este. Es así que todas las razas conocidas llevan un lobo oculto. Por lo tanto es razonable pensar que el perro desde su aparición (20 mil años a.C.) hasta el comienzo del Holoceno (10 mil años a.C.), cuando el Hombre ingresa a la edad Mesolítica, fuera mutando y formando diferentes agrupaciones raciales, que para nuestro interés tomaremos solo 5 grupos destacables de Manis Familiaris para su utilidad, existiendo otras variedades, pues el perro en este periodo ya estaba dis-tribuido por todo el mundo (como veremos más adelante) gracias a las continuas variaciones climáticas y geológicas en todo el planeta. Veremos a continuación que los dibujos de representación racial de cada género son similares aunque cada uno descendería de tipos de lobo diferente. Esto se debe por lo general a que quienes desarrollan las teorías siempre tratan de que se ajusten a su objetivo final, que es justificar la ansestralidad de la raza que el ocupa.

Can. fam. Metris Optimae Perros Pastores

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Canis Palustris Tipo Spitz (Laika)

Canis fam. Intermedius Perros Tipo Braco

Canis fam. Inostranzewis Molosos

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Canis fam. Leinieris Tipo Terrier

Tipo Lebrel

Una diferenciación entre el Lobo y el Perro digna de destacar es con respecto a su mirada, un ejemplo es el Galgo, en su selección se buscó una buena vista para la carrera, superando a la del Lobo, es así, ya que los perros miran más hacia el frente que a los costados y el Lobo no mira tan al frente como el galgo. El más parecido a las razas primitivas descriptas, son los Spitz.

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Después de analizar las distintas edades geológicas y los tiempos de evolución, sería simple imaginar que de los cinco canis familiaris descriptos y habiendo pasado tan solo 5 mil a 6 mil años desde su aparición, las razas actuales serían similares a ellas, pero esto no es así como lo muestra la gran diferencia entre un “Gran Danés y un Chiguagua, un Saluki y un Galgo Italiano”.

Danes y Chiguagua Saluky y Galgo Italiano

Lo cierto es que la rápida evolución del hombre en los últimos milenios ha arras-trado a su fiel compañero y junto a él, sus caprichos; más los fenómenos naturales, como el que veremos para nuestro interés. Es en la edad de bronce y más precisamente a partir del Mesolítico (inicio del Holoceno 10 mil a 7 mil años a.C.) cuando el Hombre pasa de cazador–recolector, a agricultor. Más adelante en el Neolítico (7 mil años a.C. – 3 mil años a.C.), el Hombre toma contacto con otras culturas, produciéndose intercambio de conocimientos y de bienes, e introduce la ganadería y con ello el conocimiento en el manejo de re-baños, su especialización y reproducción; no quedando fuera de estos ejemplos el Perro.

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Cuando decimos grandes perros, es para referirnos a los que se denomina molo-sos por su gran talla o gigantismo (que no es la clasificación moderna); normalmen-te los tratadistas de diferentes razas, lo utilizan para justificar el origen ancestral de la raza a la cual se refieren. Ahora bien, si tomamos como valedero el hecho de que estos perros se desarrollaron en Asia Menor y más precisamente en su “Mesopota-mia” con un clima templado apto para el desarrollo y evolución de las especies, no es un desacierto decir que en este medio pudiese aparecer la teoría de que el si-guiente fenómeno biológico natural en los perros (también sucede en el hombre), dio origen a los grandes perros como veremos aunque puede ocurrir de otra mane-ra: Se estima que cada 10.000 nacimientos nace un gigante de la especie; este fenó-meno se denomina acromegalia y se caracteriza por mayor crecimiento de las ex-tremidades, cabeza pesada, gran desarrollo mandibular y cejas pronunciadas, el cre-cimiento superfluo y el grosor de la epidermis produce una piel rugosa y colgante en su papada, por lo general el hiperdesarrollo craneal da un aspecto bracoide al perro en cuestión. Esta teoría en mi particular apreciación, si bien el fenómeno exis-te, suena más a creacionismo que a lógica evolutiva que dadas las condiciones me-dioambientales reinantes habrían moldeando estos perros. Lo cierto es que desde el Miacis al Lobo y desde el Perro, nunca dejaron de au-mentar su tamaño (consideremos que en tiempos modernos en la Siberia Rusa se ha cazado un lobo de casi un metro de talla) ya sea por gigantismo o medioam-biente donde sobrevive el más apto. Si decimos que los grandes perros se desarrollaron en la Mesopotamia Asiática como la mayoría de los tratadistas afirma, donde 3000 años a.C. ya se diferencian varios tipos y entre ellos los tipo galgo y tipo moloso e intermedios; es lógico pen-sar que los Reyes Asirios fueron los que primero dieron uso a estos grandes perros para la guerra y la caza mayor. Otro ejemplo es la aparición, alrededor de 4 mil años a.C. en Anatolia, escenas de caza donde se aprecian animales de gran talla, hocico trapezoidal, orejas cortas y puntiagudas, o sea un Gran Mastin, conocido por los Babilonios, Asirios Hititas, co-mo vemos en algunas de las representaciones.

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MASTIN EGIPCIO

En Egipto 4,2 mil años a.C., comenzaron a cruzar Lebreles con Sabuesos logrando un nuevo perro musculoso, orejas cortas, utilizado en otro tipo de caza (Jabalí) y en la guerra. Está claro que estos grandes perros se desarrollaron en las zona bajas de la Meso-potamia Asiática desde donde se diseminaron a los cuatro puntos cardinales y no en las gélidas cumbres tibetanas pues recién, 2,5 mil años a.C., aparece la denomi-nación “DOGO” para referirse al Dogo del Tíbet, ejemplares estos, llevados por los monjes debido a su gran robustez y aprovechados como animales de tiro, guardia y custodia de sus rebaños. Es así que en este medioambiente, fueron desarrollando su pelambre, como una auto regulación natural dando origen a los perros tipo pastor.

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Estos grandes perros (digo grandes para no identifi-car un grupo racial determinado) y por una cuestión de lógica, también eran llevados por los comerciantes fenicios 1.400 a 1.100 años a.C. por tierra y por mar, siendo Grecia, el primer destino donde posterior-mente se desarrollan en la Isla Molosia de manos de un criador de perros llamado Epiro, colosos ejempla-res de combate para los Circos Romanos. Así vemos que los intensos movimientos tribales ya sea por comercio o conquistas entre pueblos, hace

que estos perros vayan moldeándose a voluntad del hombre y los distintos climas; Algunos migran hacia las montañas Tibetanas, siendo utilizados para el pastoreo, transporte, etc.; mientras otros grupos descienden al Oriente Medio y el Mediterrá-neo acompañando a las Ordas guerreras, siendo estos: los perros de guardia y caza del jabalí, fuertes y musculosos, más bien de un tipo mezomorfo de talla media, e indudablemente los poderosos molosos , musculosos y feroces, (ejemplo de ello el Pugnace Romano).

Estos en su continua evolución dan origen a todos los molosos conocidos actua-les, aunque algunos vuelven a recruzarse con los viejos pastores, producto de un tronco común. ¿UN TRONCO COMÚN? Todos los movimientos tribales antes citados, las hemos da-tado en un periodo de 1.400 años a.C. y en España se han encontrado restos óseos semejantes al mastín de los pirineos correspondientes a la edad de bronce, datados en 5.000 años a.C.

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En América, más precisamente, también tenemos dataciones del género Canis Familiares de talla media como veremos más adelante. También se cuenta con gra-bados del Periodo Maya, de ejemplares de talla media y musculosos aptos para el combate o caza, incluso.

Esto nos permite suponer, que la teoría de que los Mastiff Inglese que dan origen al Bull Dog son de un origen diferente a los molosos Asirios, podría ser válida ya que en toda Europa se han hallado restos de perros (siendo estos de talla media) en torno de los asentamientos humanos de la edad de bronce; quienes inclusive los consumían como alimento según restos óseos encontrados en torno de fogones. Pero fundamentalmente el lector deberá considerar el hecho de que los Romanos, tenían en forma contemporánea con los mastines antes citados, otros perros de menor tamaño que los utilizaban como perros de guardia en el hogar o la caza del jabalí, de talla media y musculoso, siendo este ejemplar, ya no siendo un Moloso de gran talla “MACROMORFO”, sino más bien un “MESOMORFO” de talla media. Siendo este el objetivo y rumbo tomado por Antonio Nores, según algunos indi-cios y opiniones personales como veremos más adelante. En las siguientes fotos veremos ejemplos de perros de la época mencionada:

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Escultura (Réplica) Calco En Yeso (Pompeya) (Arte griego siglo II a.C.) “Perro de Vesonius Primus”

Dibujo superponiendo sobre calco en yeso, nótese la similitud con el Dogo Argentino.

Más adelante en el tiempo, podemos observar ejemplares muy similares a nuestro

Dogo Argentino donde se observa claramente un cráneo convexo cóncavo como

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ésta espectacular escultura en bronce (1583-1584), denominada “LA CAZA DE MELEA-

GRO”, de Bandini, Govanni di Benedetto, esta escultura se encuentra actualmente en

el Museo del Prado, Madrid España.

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Más adelante vemos en esta imagen de la gran cascada del grupo Acteón de Pao-lo Pérsico; Angalo Brunelli, Pico Solaria (1793), Palacio real de Caserta, la diversidad tipológica de perros empleados para la montería.

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Es lógico que tanta variedad, tipológica, llevara a los antiguos pensadores Griegos y Romanos a tratar de diferenciarlos según caracteres y preferencias. Aristóteles en Grecia enumera 7 razas: Perro de Laconia, Moloso, uno tipo Maltes (Meliteno) y el Espirota, perro pastor grande y fuerte. Pluvio Ovidio Nason (43 años a.C. – 17 años d.C.), confecciona un cuadro de las diferentes razas de perros, mientras Varron en su “De re rustica”, cita 5 principales: el Moloso, el perro de Guarda, el de Caza, el Faldero y un Mastin. Ya en tiempos modernos Buffon en 1770 distingue cuatro ramas principales: los Dogos, los Perros de Caza a la carrera, los perros de Pastor y los Lebreles. Pierre Megnin, modificó en 1897 una clasificación compilada hacia 1800 por Cu-vier, fundador de la anatomía comparada que subdividió las razas conocidas en cuatro ramas “morfológicas”: Lupoides: Cabeza que se aproxima a la forma prismática horizontal, labios peque-ños y apretados sin que el superior rebase las encías inferiores.

Bracoides: Cabeza que se aproxima a la forma prismática con hocico igualmente ancho en el extremo, que en la base y separado de la frente por una depresión bien marcada, labios largos y colgantes.

Graioides: Cabeza en forma de cono alargado, cráneo reducido, orejas pequeñas, hocico largo y delgado en toda dirección y en línea recta con la frente.

Molosoides: Cabeza voluminosa, redonda o cuboides, orejas pequeñas y caídas, hocico corto, “labios largos” y gruesos, cuerpo macizo y normalmente de “gran es-tatura”, por lo común con “cinco dedos en las patas” traseras y delanteras. No obs-tante, otros pensadores y tratadistas continúan y continuarán haciendo divisiones, mientras continúe la evolución de los perros y los intereses particulares de quienes lo hagan.

Con esto podríamos dar por concluido este somero y extractado relato del origen del perro donde el lector tendrá referencias para ver como se evoluciona hacía los perros tipo dogo y por ende a nuestro objetivo, solo nos cabe preguntar:

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¿DONDE SE UBICA AL DOGO ARGENTINO?

Según las clasificaciones antes descriptas, Nuestro Dogo Argentino fue encuadra-do en esta ultima clasificación, aunque no coincida con la descripción realizada, donde se encuentran perros tan disímiles, como la que existe entre el Gran Danés y un Boston Terrier o un Dogo del Tíbet y un Grifon de Bruselas, etc. Esto demuestra que todas las clasificaciones son relativas por las diferentes asi-metrías entre si, prestándose a confusión para quien pretende identificarlos y un ejemplo que para nuestro interés es fundamental, se da en la diferencia existente entre un MASTIN y un DOGO (al que deberíamos identificar según estas divisiones, como “DOGO TIPO MOLOSOIDE”), aunque también como perro de caza podría estar en los perros TIPO BRACOIDE. No quisiera terminar este capítulo sin hacer mención a una definición efectuada por Víctor Valiño (excelente profesional y criador de la raza), en su libro “Todo acer-ca de un Dogo Argentino” donde da una acabada diferenciación entre Mastin y Do-go y sobre todo del Gran Danés, lo que nos muestra los caprichos de la clasificacio-nes.

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En América se conoce de la existencia del perro doméstico desde hace mucho tiempo, perteneciendo los hallazgos al Hemisferio Norte, datados los mismos en aproximadamente 8000 años de antigüedad. No obstante, se pensaba que estos, luego de un breve periodo tendieron a des-aparecer, creándose la teoría de que el perro moderno ingreso a América recién con la llegada de los Españoles. Dando lugar a variadas historias e hipótesis que como veremos, a la luz de los hechos, solo fueron historias imaginarias y tan solo hipóte-sis. 1º- En el año 1996 en la República Oriental del Uruguay y más precisamente en los humedales del Potrerillo de Santa Teresa (bañados rochenses) al “noreste” de la La-guna Negra, dentro de los cientos de cerritos existente, se encontró una tumba co-rrespondiente a una india junto a un perro tipo canis familiares el cual una vez ex-puesto a la prueba de Carbono 14, determinó una antigüedad de 3000 años. 2º- Más recientemente, al norte de la Patagonia el Sr. Luciano Prates, becario doc-toral de la Universidad de La Plata descubrió junto a un fogón restos de canis fami-liares, que luego de ser datados por el Dr. Prevosti, determinaron una antigüedad de 1000 años (o sea Prehispánicos). 3º- Por último incorporaré el más interesante y revelador de los hallazgos de Amé-rica del Sur, aún en proceso de estudio integral y que gentilmente me facilitara para su publicación la Dra. Mónica Alejandra Berón, jefa de uno de los equipos de ar-queólogos del Museo Etnográfico “Juan B. Ambrosetti” de la ciudad de Buenos Ai-res:

Canis familiaris en un contexto funerario de cazadores - recolectores prehispánicos de la Provincia de La Pampa

Mónica Alejandra Berón CONICET-Museo Etnográfico- UBA y UNCPBA

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La domesticación del perro es conocida en América del Norte desde el Holoceno temprano (8000-7000 años antes del presente), pero los registros Sudamericanos son más tardíos (por lo menos 2000-3000 años AP) (Morey 2006). Los registros nor-teamericanos han llevado a plantear que el hombre pudo haber ingresado a Amé-rica con algunos de estos ejemplares (Valadez y Mendoza 2005). Hasta hace poco tiempo no existían restos de perros prehispánicos confiables en la Región Pampeana. Asignaciones realizadas previamente fueron posteriormente asignadas a Dusicyon avus o fueron descartadas por poseer determinaciones dudo-sas o carecer de información cronológica y/o estratigráfica. Recientemente fue encontrado un cánido casi completo enterrado junto a un niño de corta edad con abundante ajuar mortuorio. El mismo fue recuperado en el sitio Chenque I, un cementerio de cazadores - recolectores ubicado en el área de Lihue Calel (La Pampa), República Argentina. De acuerdo con la información radiocarbónica disponible, puede establecerse que este sitio ha sido utilizado en forma recurrente durante un lapso temporal de por lo menos 700 años durante el Holoceno tardío, en un rango cronológico comprendido entre 1030 y 370 años A.P. No apareciendo restos posthispánicos alguno. En mayo de 2006 se excavó una estructura de entierro (entierro 41) que presenta la cuidadosa disposición de un niño con un ejemplar de Canis familiaris. El niño es de sexo masculino y tiene una edad al momento de la muerte de entre 2 y 3 años. Presenta un abundante ajuar conformado por un collar de 220 cuentas. De ellas, 178 son de hueso y 42 de mineral de cobre, posiblemente crisocola. Además hay 3 caracoles; además este entierro está colocado en la base del cementerio, en una estructura cavada en el sustrato de suelo fuertemente carbonatado, lo que favoreció su conservación. Todo ello hace pensar en una intención de sacralización distintiva de este individuo.

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La determinación del cánido fue realizada por el paleontólogo Francisco Prevosti, del Museo de Ciencias Naturales de La Plata. El ejemplar conserva el esqueleto pos craneano, con excepción de los autopodios, y algunos restos craneanos que inclu-yen dientes aislados. La presencia de varios caracteres dentarios, craneanos y postcraneanos permiten asignarlo a Canis familiaris y no a cánidos silvestres. El tamaño y la robustez del es-queleto es mayor que el de los zorros (Dusicyon spp.) y a su vez presenta diferentes proporciones que el aguará guazú (Chrysocyon brachyurus). En estos aspectos co-incide con un perro de mediano tamaño. El avanzado desgaste dentario pone en evidencia que el resto perteneció a un individuo adulto-viejo.

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El rango cronológico de utilización del sitio (1030-370 AP), sugiere que Canis fa-miliaris habitó la Región Pampeana con anterioridad a la llegada de los Españoles. Por su parte este hallazgo constituye el primer dato confiable de perro para la Re-gión Pampeana de la República Argentina. A ello se agrega el contexto mortuorio en el que se realizó el hallazgo, que denota una preocupación especial en la sacrali-zación de este enterratorio. Esto podría relacionarse con la existencia de jerarquías sociales por nacimiento al interior del grupo.

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Todos sabemos que a través de los tiempos el hombre se ha valido del perro para poder atrapar a los animales salvajes en su medio, ya sea como fuente alimentaria, transporte, abrigo o guarda de sus bienes en los más disímiles escenarios; para lo cual ha tenido que adaptar a su fiel amigo modificando tanto su soma como tam-bién su psiquis y proveerlo de una intensa gimnasia funcional para que cumpla su función, es así que el ejemplar resultante estará en perfecto equilibrio entre su presa u objeto y el medio ambiente. En nuestro caso particular, forzosamente tendremos que referirnos a algunas razas relacionadas con el Dogo Argentino. Entonces nos preguntaríamos ¿por qué una nueva raza? Si al Jabalí, importado de Europa, podríamos cazarlo con Gran Danés, que era un gran cazador de Jabalíes. La respuesta es simple, si bien suponemos que la mayoría de estos perros man-tienen su ancestral herencia genética, no es lo mismo en detalles de sus aspectos estructurales y síquicos, debido a que el hombre en la mayoría de los casos lo fue adaptando a modos de vida ciudadanos, igualmente a sucedido con el manteni-miento de su gimnasia funcional, condición fundamental donde el criador seleccio-nará a los más aptos para la procreación. Esto se debía a que en los países de origen, la sobre población fue limitando el habita de los Jabalíes - Felinos - Ciervos - Zorros, etc., y con ello la limitación de su caza hizo que la gente solo los tuviese como mascotas o estilizándolos para expo-siciones, creando elegantes ejemplares inútiles para sus funciones.

Podemos tomar como ejemplo a diferentes razas comunes al Dogo Argentino, como al Irish Wolf-haund; gran cazador de lobos Irlandés; en Irlanda no se caza un lobo desde hace 200 años, por lo que hoy no conserva su soma y menos su psiquis que le servirían para seguir el rastro y abatir un lobo, lo mismo ocurrió con el galgo Escocés o Deeerhound, cazador de Ciervos.

Irish Wolfhaund

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Deerhound En Esquel

Un caso de particular interés, son los Bull Terrier - Bull Dog-Bóxer, según vemos en fotos en las siguientes imágenes:

Boxer Antiguo Mestizos Bull Dog - Bull Terrier Boxer Antiguo

Creados algunos para pelea siendo imbatibles gladiadores, otros para el manejo de ganado cerril o el combate con ellos y también para el combate con osos.

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Estos ejemplares, por carecer de gimnasia funcional y perdiendo el hombre su interés selectivo, requerido para mantener su estructura y función y alterando su carácter; quien podría imaginar actualmente a un Bull Dog luchar con un toro, co-mo se puede apreciar en distintos grabados de época.

Bullbaiting

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Perros Trabajando En El Matadero

Los casos contrarios a los tratados anteriormente, lo representan el grupo de los terrier, por ser su fin la caza de pequeños animales que permanecen cercanos a las ciudades (o dentro de ellas), como las ratas – zorros – comadrejas – tejones – huro-nes - gatos del monte - etc. Ello ha hecho que estos aún mantengan sus cualidades intactas para lo que fueron creados. En algunas razas que mantuvieron su estructura y gimnasia funcional y que la acrecentaron con el tiempo como en los perros de rastro, el caso del Pointer, Spa-niels, Setter y otros, se nota claramente las diferencias entre quienes mantuvieron una buena selección y quiénes no. Por ejemplo al Setter por su pelaje se lo fue utili-zando más como compañía que para la caza, estilizándolo y suavizando su pelo, hoy cualquier adiestrador puede dar fe, lo que cuesta adiestrar a este, para despertar su instinto cazador, mientras que el Pointer prácticamente, nace cazando, como puede comprobar cualquier criador cuando le arriman un pichón a un cachorro. Así podríamos seguir enumerando otras razas, pero pienso que es suficiente para dejar claro que con las razas existentes en su estado actual, era imposible cazar ja-balíes en nuestras tierras. Tierra extensa con los más variados escenarios fitogeológicos, montes achaparra-dos y espinosos de llanura y pedemonte, con espinillos, talas y algarrobos; salitrosos

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llanos con lagunas, espinillos y garabatos en la zona central y norte; extenso y pan-tanosos cangrejales surcados por profundos canales al sur de Buenos Aires; este-ros y palmares en la Prov. de Entre Ríos, Corrientes y Santa Fe, selva en Chaco, Formosa y Misiones; montes achaparrados de llanura y bañados al sur de San Luis y La Pampa; igualmente en Córdoba agregando a estas las serranías y pampas de altura; extensas y áridas mesetas en la Patagonia y bosques de lengas y coligues en el Pedemonte Cordillerano. En estos escenarios, el ejemplar canino elegido, de-bería confrontarse con grandes “Zorros colorados” que habitan, desde las sierras grandes cordobesas hasta el patagónico austral.

Este zorro patilargo (llega a 70cm), solo se lo en cuentra en el extremo noroeste de la Prov. de Córdoba y las provincias de Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos, Chaco, Formosa y Misiones.

Aguara Guazú

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El “Yaguareté” (Pantera onca), el mayor de los felinos Americanos, puede llegar a pesar 120kg; en tiempos de crearse el dogo, se mató al último en 1933, apenas a

30km de la ciudad de Córdoba. El “Zorro gris o de Monte”, que habita todo el territorio Argentino.

El “Pecari”, (un suiforme) se lo encuentra en toda América; en Argentina encon-tramos las variedades

“Labiado” (Tayassu Pecari) “Pecari De Collar” (Tayassu Tajacu)

(Más Chico Que El Labiado)

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“Pecari Pequeño” o(Catagonus Wagneris) De mayor talla que los anteriores, el cual se consideraba extinto, pues solo se conocía su existencia por medio de cráneos fósiles y reencontrado por la ciencia en 1972, estos ejemplares son similares a un cerdo de grandes y afila-dos colmillos rectos (verdaderos escal-pelos) y agilidad de un perro.

“Carpincho”, considerado el más gran-de de los roedores llegan a pesar 50kg; estos ejemplares cuando, en manadas ingresan a los arrozales, hacen verdade-ros estragos.

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El “Búfalo de Agua”, introdu-cido primeramente a Argentina en los bañados y palmares Entre-rrianos, hoy se lo encuentra en una vasta región, representando una nueva especie ganadera en la región, como Norte y Sur de Córdoba, Corrientes, Chaco, La Pampa, etc. Como objeto de ca-za mayor, se utilizan los Dogos Argentinos para sacarlos del in-terior de las lagunas o empaque.

Por último no debemos olvidarnos del felino de mayor difusión en el territorio Argentino; el “Puma” que cada vez se encuentra más cercano a las viviendas por la eliminación de su sustento natural (vizcachas, conejo, corzuelas, etc.).

Los ejemplares antes descriptos son todos autóctonos, pero un caso particular y que de-bemos considerar, es el importado “Jabalí Eu-ropeo”, llegado a nuestras tierras a manos Don Pedro Luro, al igual que el ciervo colorado, en la primera década de 1900, quien construye sobre 7.000Ha, a 35km de Santa Rosa de La Pampa, un verdadero paraíso faunístico, sin poder ter-minarlo ya que fallece en 1927, creando un vac-

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ío y abandono de las cercas, permitiendo la fuga de las especies introducidas, aun-que en 1939 Don Antonio Maura adquiere la estancia San Humberto, cierra las cer-cas y reconstruye el parque, no pudo evitar con esto, que los animales como el ja-balí, ciervo, etc. que huyeron en tiempos de abandono, pronto, comenzarán a poblar todas las tierras que le eran propicias (llegando el jabalí actualmente a Chile, Uruguay, Sur de Brasil y Sur de la Prov. de Santiago del Estero -Arg.), logrando más talla y peso (150/200Kg) que en su lugar de origen; a esto debemos agregar sus mestizos, producto de sus correrías en los criaderos de cerdos que encuentra a su paso. Observaremos en la foto una vista del casco de la Estancia Luro:

Todo lo antes descripto de-terminó a Don Antonio No-res Martínez, a crear una raza canina nacional, apta para la contención, captura o eliminación de estos de-predadores de hacienda y bienes de quienes osaron invadir su hábitat natural. Todo lo descripto hasta el momento nos lleva a la siguiente pregunta: ¿COMO DEBERIA SER EL PERRO? Para esta definición, es menester tomar un extracto del discurso efectuado por Don Antonio (pues solo él podría definirlo) en el Cen-tro de Cazadores de Buenos Aires y publicado en la re-vista DIANAAires y publicado en la r

en Octubre de 1947 año X número 94.

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„‟¿Qué cualidad debe tener el perro para esta clase de caza?- En primer lugar de-be ser un perro que bata el monte en silencio y que solo se haga oír sobre la pre-sa, porque cuando haga la de los fox Haund o de las otras razas de montería, que empiezan a aullar cuando encuentran el rastro, el cazador que lo sigue puede es-tar seguro que no cobrará ninguna pieza, porque el aullido de la jauría pone so-bre aviso a los animales, los que huyen a muchas leguas de distancia. En segundo lugar debe ser un perro de buen olfato, pero que ventee arriba co-mo el pointer y no sobre el rastro porque en la caza del puma por ejemplo, este para engañar a los perros, hace círculos al huir y vuelve sobre su propio rastro; otras veces trepa a un árbol, molle por lo común, y salta a la distancia, o bien franquea de un salto un precipicio, dejando a los perros que lo siguen por su huella, remolineando confundidos; en cambio cuando el perro sigue al animal venteando no hay posibilidad de que lo engañe y la treta conocida del "Pecarí", de separarse de la tropa, quedando escondido entre las matas, mientras la jauría persigue a los que huyen, resulta inútil si el perro ventea al animal. Por esta razón es común oír a la gente del campo donde hay pumas que el mejor perro "leone-ro" es el pointer o su mestizo, porque lo encuentra enseguida, lo empaca y el ca-zador puede darle el tiro de gracia. En tercer lugar, debe ser un perro ágil, MÁS DE LUCHA QUE DE VELOCIDAD, por-que al jabalí, al puma o al pecarí lo alcanza cualquier perro que no sea muy pe-sado. Y por último debe ser valiente por sobre todas las cosas:- Al encontrar al puma o al chancho, debe hacer presa aunque este lo hiera y ser capaz de sujetarlo solo, hasta que lleguen los otros perros o el cazador y si estos no llegan debe ser ca-paz de matarlo él solo, porque en nuestras cacerías dada la extensión de este país, no es posible viajar cientos de kilómetros llevando jaurías de veinte o cin-cuenta perros. Esto ni es práctico ni es económico para nosotros. Esta cualidad del valor la considero fundamental, porque aquí donde los montes no son cultivados, no se puede seguir a caballo la jauría, porque apenas si se puede entrar a pie. No sacamos nada con que los perros empaquen los anima-les lejos de nosotros, si es imposible llegar a ultimarlos; lo práctico es que al en-contrarlo lo "estire" como decimos los provincianos, es decir que haga presa de inmediato. En cuanto a la "talla" del perro, como los senderos de nuestros montes son bajos, resultan más prácticos los perros de talla media, pero como en la selección de las razas hay que elegir los ejemplares más fuertes, conviene para la cría elegir los de mayor talla y peso, porque criados en el campo por exceso de trabajo y mala alimentación siempre se reducen de tamaño; esta es la razón de dicho criollo "La talla entra por la boca".

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La cualidad de valor es indispensable también para el perro de guardia, que es la otra finalidad del Dogo Argentino. Esta la creencia generalizada que el perro de guardia es el que ladra o es capaz de morder a un desconocido. Con este concepto los perros de todas las zonas son buenos guardianes; pero a mi juicio el perro de guardia debe ser algo más que todo eso, debe ser capaz de hacerse matar haciendo presa, en defensa de su amo o su casa. De nada vale como guar-dián, él pertenece al juicio de la afición al viril deporte de la caza y a los canofi-los, porque yo como parte, estoy comprendido en las generales de la ley. En esta misma adaptabilidad de la especie canina a los medios ambientales a que me he referido, reside la mutabilidad de los caracteres de las distintas razas, por lo que es indispensable tener presente en la cría, junto con los caracteres somáticos de un estándar fijo, la educación orientada hacia el objetivo propues-to, es decir, tener presente la formula: P x M, lo que significa: Padre por Madre más Educación; que en el lenguaje genético se traduce por: Herencia más Educa-ción y Ambiente o sea Genotipo más Paratipo. Esta vigilancia señores, es indispensable en todas las razas por una razón de bio-logía general, porque en biología el dinamismo es la vida, la inercia es la muerte. Las especies y las razas que no mejoran, desmejoran, las que no evolucionan, in-volucionan. Pero involucionar es retrogradar, es desandar el camino recorrido en el transcurso de las generaciones, sinónimo de degeneración, porque es perder cualidades adquiridas para el propuesto. Y para terminar os pido disculpas, señores, si puse un poco de pasión en mis pa-labras, pero a manera de explicación quiero recordarles que al propulsor de una idea se le puede tolerar que se embandere en ella porque la pasión es el motor, es la fuerza propulsiva de las ideas, las ideas que nacen sin pasión nacen muer-tas. Por eso la historia de la humanidad, es la historia de la pasión humana, la biografía de sus grandes figuras es también la apología de sus grandes pasiones. HE DICHO Perro que ataca a un intruso, si al primer garrotazo o a la primera herida de pu-ñal abandona a su presa a los gritos, tal animal, no presenta ninguna seguridad para su dueño ni merece, en mi concepto, el honroso nombre de perro guardián. He trazado las líneas generales que me propuse obtener y que ustedes conocen a través de la prestigiosa revista DIANA de este centro. Si lo he conseguido o no, ya lo dirán las generaciones futuras. "

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No podemos continuar, sin introducirnos en los conceptos de biogenética aplica-dos por Antonio Nores ya que ello, dará al lector una imagen del pensamiento intrínseco y clara visión de su objetivo. He incorporado dibujos que representan imágenes que en algunos casos están por demás deterioradas, pues son copias de copias, no óbstate reflejan las propor-ciones en su más mínimo detalle, he incorporado fotos reales de cráneos similares, al igual que fotos de canidos con esas características y en el caso de la representa-ción del Bull Dog, no debe sorprender al lector las características del mismo ya que es fiel al cráneo utilizado por Antonio en sus mediciones, a pesar de ser totalmente diferente al del un Bull Dog moderno según foto que se adjunta. En el perro, como en todos los seres de la creación, el hábito o constitución morfo-ponderal, responde a la adaptación del organismo al medio; y esta constitución es fijada por la herencia a través de las generaciones y del tipo o constitución morfológica se puede deducir las cualidades de la raza. Así por ejemplo: Si de la vista de un galgo por la longitud de su cuerpo y de sus miembros deducimos su fortaleza, es porque aceptamos su correlación directa entre una morfología y una actitud determinada correlación, que no es más que la resultante de la ley biológica general de que la función hace al órgano. Entonces, ¿qué morfología debe tener un perro de presa? Empecemos por el cráneo: la solidez ósea es una necesidad que no precisamos recalcar. ¿Qué proporción debe guardar el esqueleto craneal y el de la cara? Aquí nos ex-tenderemos un poco. Ante todo recordemos que de acuerdo al perfil, los cráneos caninos se dividen en rectilíneos, convexilineos y sinuosos o mixtos. Estos últimos se dividen a su vez en convexos, cóncavos y recto o plano-cóncavo.

N° 1- Rectilíneo

N° 2- Convexilíneos

N° 3- Recto o Plano - Cóncavos

N° 4- Cóncavo - Convexo

PERFILES CANINOS

Sinuosos o Mixtos

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Nº1- (Perfil rectilíneo) O) Occipucio, A-O-E) Apófises orbitaria externa del frontal, B-A ) Borde alveolar.

Perfíl Rectilineo

Malinois (Pastor Belga) Malinois (Pastor Belga)

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Lycaon Groenendael Pastor Belga

Nº 2- Perfil Convexilineo: O) Occipucio – A-O-E) Apfisis orbitaria externa del frontal - B-A) Borde alveolar

Perfil convexilineo

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Ejemplo-Estrella da Serra da Estrella

Nº 3- Perfil Sinuoso o Mixto - Variedad- Recto o Plano - cóncavo O) Occipucio, A-O-E) Apófi-ses orbitaria externa del frontal.B-A) Borde alveolar.

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Gran Danés (1)

(2) (3)

(1-2-3) Ejemplo de perros que deberían ser descalificados por no pertenecer a la raza “do-go argentino” ya que su cráneo no corresponde a las especificaciones tipológicas de la raza, determinantes de su identidad

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Nº 4- Perfiles sinuoso o MixtosVariedad: Convexo-concavo O) Occipucio - A-O-E) Apofisis

orbitaria externa de frontal - B-A)

Borde alveolar

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Craneo convexo cóncavo de dogo

Dogo típico “Aña” 1947

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Aña 1947 Yagan 1953

En el DOGO ARGENTINO, el perfil del cráneo es convexo, mientras que el del hocico es cóncavo hacia arriba, como el del lobo, puma y otros carniceros. En cuan-to a la relación de longitud entre cráneo y cara, creo que el ideal para el perro de presa, es aquel que tiene igual longitud en estas dos mitades que constituyen el macizo óseo-cráneo-facial. Es decir, que la línea que pase por las dos apófisis orbi-tarias externas del frontal, estén a igual distancia del occipucio y del borde alveolar del maxilar superior. (Figura y foto Nº 5, 6 y 7). Figura Nº 5 Cráneo de DOGO ARGENTINO (DE PERFIL) A-O-E) Apofisis orbitaria externa, esta a igual dis-tancia del occipucio (O) y del borde alveolar del maxilar superior (B-A.).

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Dogo

Figura y Foto Nº 6 Cráneo de bull-dog, visto de perfil A-O-E) Apófisis orbitaria externa; esta más próxima del borde alveolar (B-A) que del occipucio (O)

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Figura y Foto Nº 7 Cráneo de DOGO ARGENTINO de frente.

A-O-E Línea que une las apófisis orbitarias externas del frontal. Esta a igual distancia de (O). Occipucio y de (B-A) borde alveolar

FIGURA N° 7 FOTO N° 7

Guardando estas proporciones las mandíbulas no tienen prognatismo y pueden hacer presa con facilidad, es decir, que, “no se llenarán la boca de presa”, como ocu-rre con el Bull-Dog y todos los perros ñatos, que se ven obligados a largar por as-fixia. Siendo necesario recordar aquí, que el perro de presa aunque tenga una nariz suficiente, cuando esta fatigado, debe respirar por la comisura labial posterior, para subvenir a las necesidades de oxígeno que les demanda el esfuerzo y siendo la mandíbula corta, toda la boca está ocupada por la presa, teniendo el animal que largar, entonces asfixiado (fotos Nº 7 - 8 ).

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FIGURA Y FOTOS N° 8. Cráneo de Bull-Dog visto de frente. A-O-E) Unen las apófisis orbita-rias externas, más cerca del borde alveolar (B-A) que del occipucio (O).

FIGURA 8 FOTOS N°8

Además, como el perro no transpi-ra, durante el trabajo muscular, nece-sita combatir la hipertenia producida por el consumo exagerado del glicó-geno muscular en el esfuerzo, y regu-lar su temperatura orgánica dentro de los límites compatibles con la vi-da, regulación que la realiza elimi-nando por la respiración gran canti-dad de vapor de agua (Polisnea regu-ladora). Por esta razón se los ve du-rante la fatiga, eliminar gran cantidad de agua por las fauces y que se confunden

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con saliva, pero que no es más que la condensación del vapor de agua eliminado por el pulmón. Si el perro no puede realizar durante el acto de presa esta respiración supletoria por las comisuras labiales, sea porque tiene una mandíbula muy corta o bien porque los labios péndulos le hacen de válvula en la inspiración, llegará un momento en que el animal deberá largar o morir. Para una mejor comprensión ex-plicaremos la mecánica respiratoria describiendo las siguientes experiencias fisioló-gicas clásicas: Si nosotros colocamos un perro en una cinta de ejercicio móvil e im-primimos al mismo un movimiento moderado, el animal empezará a trotar con un ritmo adecuado a la velocidad de la cinta, abrirá su boca y empezará a espirar con mayor frecuencia, haciendo un movimiento rítmico de la lengua, es decir realiza una polisnea compensadora, para aumentar el suministro de oxigeno que le exige las combustiones musculares de esfuerzo y al mismo tiempo para eliminar gran canti-dad de vapor de agua como medio de refrigeración orgánica. Pues como las com-bustiones orgánicas son exotérmicas, elevarían enormemente la temperatura del animal a límites incompatibles con la vida, porque producirían la coagulación de las albúminas y la muerte de los protoplasmas celulares. Al eliminar el vapor de agua por la respiración ejecuta un acto de regulación térmica, es decir que el perro trans-pira por la fauces (1). Ahora bien, si a otro perro lo colocamos en la misma cinta con la boca atada, sin que pueda hacer la respiración supletoria, el animal empezará a trotar como el anterior, pero al poco rato empezará a flaquear en su esfuerzo y ca-erá para morir si no lo socorremos oportunamente. Si examinamos este segundo perro, veremos que presenta una hipertemía acen-tuada (tiene fiebre), un gran aumento de la tensión en el primer momento y una caída tensional brusca al final (colapso periférico), los ojos inyectados en sangre, la boca con las mucosas acortadas, un ritmo respiratorio entrecortado y una atonía muscular completa, a veces puede haber contracturas musculares clónicas predo-minando en la faz final siempre la relajación muscular. El pulso filiforme e impercep-tible, en una palabra, el cuadro típico del shock de causa hemo-termo-dinámica; es decir que el perro cae, o larga, o muere por una anoxia tisular, por una asfixia gene-ral de los tejidos por no haber podido hacer frente a la demanda de oxígeno, que le exigían las combustiones musculares del esfuerzo y la eliminación del vapor de agua necesaria para mantener su temperatura corporal en los limites compatibles con la vida, y como consecuencia aparecen en el torrente sanguíneo los productos de oxidaciones incompletas (factor tóxico), que sería para unos la histamina y para otros productos análogos, que al actuar sobre los centros vasomotores de la médu-la y bulbos, determinan la atonía capilar periférica con la caída del shock del animal. Esta y no otra es la razón porque el perro necesita respirar por la boca durante la

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fatiga y por lo que insisto en la necesidad de una boca suficiente en el DOGO ARGENTINO. Tampoco debe ser mandíbula superior más larga que el cráneo por su pérdida de potencia, pues la mandíbula inferior al cerrarse, actúa como una palanca de tercer género cuyo punto de apoyo está en la articulación cóndilo-temporal, la potencia en el ángulo de la mandíbula, donde se insertan los músculos masticadores (tempo-ral, macetero, etc.) y el borde dentario viene a ser el lugar de resistencia; de manera que mientras más cerca esté la potencia de la resistencia, más fuerte es la palanca y si se alarga esta distancia será más débil, como pasa por ejemplo, en las distintas variedades de galgos, (Esquema Nro. 9 y 10) y (Imagen Nro. 9 -10).

Esquema Nº 9A) Cráneo de Bull-Dog. B) Palanca que representa la mandíbula inferior. P) La potencia, está muy cerca de la resistencia (R); de manera que es muy fuerte, pero por ser muy corta la mandíbula superior; debe largar la presa por asfixia.

Esquema Nº 10 A) Cráneo de lebrel. B) Palanca que representa la mandíbula inferior. P) La potencia está muy lejos de la resistencia mandíbula débil.

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Figura Nº 9 Cráneo de galgo (visto de frente) A-O-E) línea que une las apo-fisis orbitarias del frontal, está a menos distancia de O (Occi-pucio), que de B-A (Borde alveolar del maxilar superior).

Figura Nº 10 Cráneo de galgo (visto de perfil) O-E) Apofisis orbitaria externa del frontal. O) Occipucio B-A) Borde alveolar del maxilar superior. Observar el predominio de la longitud de la cara sobre la longitud del cráneo. Maxilar inferior es una palanca muy lejos de R (la resistencia).

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Por esta razón, he fijado en el cráneo del DOGO ARGENTINO esta proporción de igualdad de longitud, entre el macizo óseo craneal y el de la cara. Esquema Nº 11.

Esquema Nº 11 A) Cráneo del DOGO ARGENTINO. B) Palanca que representa la mandíbula inferior. P) Potencia, esta a igual distancia de la resistencia (R) y del punto de apoyo (A)

En los cráneos caninos, se observa que los perros rastreadores, demuestran un predominio del desarrollo del maxilar superior, pero no a expensas del tejido óseo más compacto, si no debido a una mayor capacidad de las fosas nasales y cavidades sinusales anexas, es decir que tienen un cráneo “tipo olfativo”; Figura Nº 12.

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Figura Nº 12 Cráneo de braco (Tipo olfativo). 1) Maxilar superior, muy desarrollado. 2) Maxilar inferior.

Y en cambio en los perros de presa hay un predominio del desarrollo del maxilar inferior, como pasa en el Mastif, Boxer, Bull-Dog, etc., en donde hay una atrofia del sentido del olfato y del desarrollo maxilar superior, es decir, un cráneo “tipo masti-cador” (Imagen Nº 13), véase la similitud con el dogo de burdeos.

Imagen Nº 13 Cráneo de Mastif (Tipo Mastica-dor). 1) Maxilar superior. Escasamente desarrollado. 2) Maxilar inferior, muy desarrolla-do.

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Dogo de Burdeos

Este fenómeno está dentro del conocido principio de biología general, enunciado hace más de un siglo por Jofroi de Saint Hilaire, como “Ley de las compensaciones”, y posteriormente por Viola, “Ley del Antagonismo Morfo Ponderal”, que dice: “Cuando un órgano determinado adquiere un gran desarrollo, sufre una involución otro órgano con el relacionado”. Teniendo en cuenta este detalle de la morfología cráneo facial de las distintas ra-zas, he procurado que en el DOGO ARGENTINO armonizasen los dos tipos extremos de “olfatorio” y “masticador”, para obtener una raza de utilidad general, como pue-de observarse en las Fotos Nº 14, Imágenes 15 y 16.

Foto Nº 14 Cráneo de DOGO ARGENTINO. Obsérvese la similitud del desa-rrollo del maxilar superior con el de los tipo olfativo Esquema Nº 12

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Figura Nº 15 Mandíbula inferior del DOGOARGEN-TINO. A) Apoyo P) Potencia R) Resistencia

Obsérvese la semejanza con el maxilar inferior de los del tipo Masticador.

Figura Nº 16 Mandíbula inferior de BULL DOG.

Es frecuente leer en los Standard de razas caninas, referencias a cráneos dolicocé-falos y braquicéfalos. Estos términos pueden aceptarse solamente por la fuerza de

la costumbre hecha ley por el uso, pero constituye una impropiedad anatómica,

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porque todo cráneo canino es dolicocéfalo, es decir que predomina siempre la lon-gitud sobre el ancho. Lo que ocurre es que, cuando el cráneo está cubierto de sus partes blandas, según el desarrollo de los músculos masticadores, es más ancho o más largo y se confunde longitud craneal, con la longitud del macizo óseo cráneo facial. Hemos tomado como base de comparación la morfología cráneo facial del Bull-Dog por considerarla la raza madre de todas las de presa. En cuanto a la raza Bull-Terier, el perro liviano de combate, tiene en su constitución ósea cráneo facial, el inconveniente de tener la longitud del macizo óseo facial mayor que la longitud del cráneo, como consecuencia una menor potencia en el maxilar inferior, aunque ten-ga un gran desarrollo de los músculos masticadores. Estas observaciones sobre el desarrollo de las diferentes partes del cráneo canino, son validas únicamente, cuando se acompañan de un sistema muscular bien poten-te, es decir que, a igualdad de potencia muscular hay mayor eficacia en el que tenga el maxilar en las proporciones de igualdad de longitudes de las dos mitades que constituye el macizo óseo cráneo facial. Si bien acabamos de ver el extenso y minucioso desarrollo explicativo del cráneo de un DOGO ARGENTINO donde queda bien en claro como debe ser el mismo ya que es la impronta tipología de un dogo; no menos importante, es tener una noción de cómo veía su cuerpo.

En general se distinguen perros en que predomina la longitud. Llamados longili-neos o dolico-morfos, o aquellos brevilineos o braqui-morfos y por último los que mantienen la armonía en sus proporciones o meso-morfos o normotipos. Según la talla pueden ser micro-talicos o de talla pequeña. Meso-talicos o de talla mediana y macro-talicos o de talla grande. Por mi parte, convencido de que el perro de presa como el atleta debe guardar un canon, que, desde el punto de vista morfológico es armonía en la proporción y desde el punto de vista funcional es euritmia o sea normal correlación orgánica, que se traduce por una mayor capacidad de fuerza, he tratado de que el DOGO AR-GENTINO sea un MESO-MORFO O NORMOTIPO Y UN MACRO-TALICO, dando pre-ferencia a los de mayor talla, (DENTRO DEL ESTANDAR), es decir, un perro pesado entre los de las razas de presa, de manera que a los perros livianos de combate los

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gana con el peso y a los perros de mayor tamaño los gana con la calidad, porque el bio-tipo individual se puede representar con dos círculos concéntricos (figura Nº 17), el círculo interno o geno-tipo que es dado por la herencia y el para-tipo o círculo externo que es el dado por la educación y el medio-ambiente, que en la raza DOGO ARGENTINO el geno-tipo es de presa; basta recordar las razas en que se en-samblan sus raíces: Bull-Dog, Bull-Terrier, Gran Danés, Boxer, etc.; y para-tipo es el también el resultado o síntesis de muchas generaciones educadas para el combate y la lucha, cumpliéndose así la formula enunciada por mi hermano Agustín Nores Martínez, en su artículo: “Herencia Ancestral y Gimnasia Funcional en el Perro” revis-ta DIANA; Noviembre de 1944, como base para el mejoramiento de razas canina, fórmula que se expresa (P. M.) x E., es decir, padre más madre por educación o gimnasia funcional, fórmula que es válida para todas las especies, porque es una ley de genética, que el resultado es:

Herencia más Educación

Aclaración: Es común, que cuando el lector interpreta esta ley genética, piensa que en el correr de su vida o la anterior va a modificar o modificará algunos de los caracteres de la raza nada más alejado de la realidad, para que esto suceda los tiempos son en rea-lidad “mega tiempos”, inmedibles cuando se trata de un animal tan modificado por el hombre ¡Y SU VARIACIÓN SE DA POR SELECCIÓN O MANIPULACIÓN HUMANA Y NO POR INFLUENCIA NATURAL DEL MEDIO AMBIENTE!.

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Partiendo del viejo Perro de Presa Cordobés; obtenido por el cruzamiento del Bull Dog Inglés con el Bull Terrier unas veces y otras entre el Boxer Alemán y el Bull Te-rrier, prefiriendo a los ejemplares de color blanco y que no tenían prognatismo de maxilar inferior. Estos animales heredaban el instinto campero del Terrier y la tena-cidad del Bull Dog sin el defecto del hocico corto de esta raza. Había criadores que por una selección racional habían conseguido estabilizar el tipo con bastante fuerza genética, aunque no libres del todo de reversiones tales como: el prognatismo y las manchas en el cuerpo por lo cual no puedo hablar al referirme de estos animales magníficos a quienes había visto hacer proezas desde niños y admirando su valor, tanto en las peleas de perros como en la lucha de ani-males salvajes. Utilicé como base a dichos animales, haciendo cruzamiento con el Dogo de Bas-kerville con el Mastín de los Pirineos y con el Matador de Lobos Irlandés siguiendo el método genético de: "SEGREGACIÓN DE CARACTERES" utilizando unas veces el "IN-BREEDING" y otras el "LINE-BREEDING" hasta obtener las tres familias con idén-ticos caracteres somáticos y psíquicos, para en la actualidad cruzar los ejemplares de estas tres familias entre sí, que no tiene parentesco alguno, es decir realizando el "CUT-BREEDING" o el "CUT-CROOSING", obteniendo los ejemplares con idénticos caracteres somáticos y psíquicos y libres de toda esencia reversible y atávica no de-seable, quedando así definitivamente fijado por la herencia, el tipo del actual Dogo Argentino, nombro a este en homenaje a nuestra patria y que defino como "EL MÁS PERRO DE TODOS LOS DE PRESA Y EL DE MÁS PRESA ENTRE TODOS LOS PE-RROS DE TODAS LAS RAZAS”. De sus cualidades, no es a mí quien corresponde decirlo porque mi testimonio está comprendido en las generales de la ley. Me limito a transcribir la opinión de un eminente hombre de ciencia extranjero, residente en nuestro país y contratado por el gobierno nacional, el profesor Alfredo Saccheti. Profesor de antropología y gené-tica de la Universidad de Nápoles y director de la Universidad de Nápoles y director del Instituto de Genética de la Universidad Nacional de Córdoba, el que ha docu-mentado personalmente varias generaciones del Dogo Argentino, quien dice en su obra; "ESPECIES Y RAZAS EN EL ORIGEN BIOLÓGICO" Pág. 33 - Imprenta de la Uni-versidad - Diciembre 1952, textualmente: "Pero todo esto no significa que siempre

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para llegar a una cría interesante y útil, se tenga que deformar a la naturaleza, es decir elegir un equilibrio nuevo sobre la base de un desequilibrio biológico”. En algunos casos es posible obtener la información de nuevas razas estables so-bre una armonía natural de caracteres a elección. Con satisfacción puedo citar una nueva raza canina lograda en el país el "DOGO ARGENTINO" que posee al mismo tiempo las dos cualidades fundamentales: La ESTABILIDAD BIOTIPOLÓGICA Y LA FUERZA GENÉTICA. Se debe ésta conquista al Dr. Antonio Nores Martínez.

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Con respecto a los Orígenes de la raza, bastante se ha escrito por distintos auto-res, muchos meros copiadores de textos e interesadamente fuera de contexto para promoción de criaderos, salvo las conferencias dictadas por el propio Antonio No-res Martínez y las publicaciones realizadas por Agustín Nores Martínez, sobre es-critos dejados por su hermano, más sus propias y posteriores experiencias; también debemos considerar el compendio documental sobre algunos textos realizado por mi querido amigo Abel Nores, hijo de Antonio. Ahora bien un hecho es indiscutible, el DOGO ARGENTINO, tiene como base en un gran pull genético, denominado "PERRO DE PELEA”. Si buscásemos el origen de estos combates, algunos dirán es una actitud atávica del ser humano, el fruto de las carencias humanas; otros que es la esencia misma de los contendores; otros que son productos de la necesidad de contar con un colaborador de sus tareas cotidia-nas etc. Lo cierto es que tanto perros de presa como gallos de riña y sus combates, vienen de ancestrales costumbres de los pueblos de Asia Menor de donde los Ro-manos no solo trajeron dichos ejemplares, sino que también sus costumbres; se di-ce que Temistocles antes de iniciar un combate, llevaba a sus guerreros al coliseo para presenciar peleas de gallos arengándolos a imitarlos y que se comporten como tales, incluso dando su vida; Los Romanos a través de sus conquistas van trasladan-do usos y costumbres a todo el imperio, siendo España uno de los lugares donde mayor arraigo tuvieron los combates de este tipo, al igual que las corridas de toros, siendo más intenso en Andalucía. Es así que cuando España realiza sus expediciones a América, lo hace con una gran cantidad de “Conquistadores Andaluces”, instalándose en el Alto Perú. En su expansión, estos migran al sur del continente, estando al mando de una de estas expediciones, el Andaluz Don Jerónimo Luis de Cabrera, quien llega a terri-torio Cordobés al mando de más de 1500 personas entre soldados, notarios, cléri-gos etc. y por lógica, el ganado, sus perros y aves de corral; de esta manera, funda en 1573, la ciudad de Córdoba. Con esta corriente migratoria y las que la sucedie-ron, donde los Españoles Andaluces, Nativos Comechigones y Sanavirones (prin-cipalmente), dotados estos de una peculiar tonada y forma de ver la vida (trabaja-ban cantando, haciéndose bromas y contando cuentos), fueron entremezclándose y lógicamente, mimetizando sus costumbres (los cuentos y la tonada). Los perros del tipo “Alano Español”, “Presa Canario” y otros, que se cruzaban con los ancestrales perros criollos, que en los ratos de ocio hacían pelear entre ellos al igual que las riñas de gallos.

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Alano 1923 Presa Canario Alano Hembra 1905

Gallos De Riña

Estas viejas costumbres se arraigaron con firmeza al punto que, gracias a la evolu-ción económica del país, las comunicaciones interoceánicas se incrementaron, per-mitiendo que las clase acomodadas, importaran perros de pelea del viejo continen-te. A fines de 1800 los Ingleses en una nueva acometida imperial se instalan para controlar la producción alimentaria, energética y transporte, para ello toman y transforman los saladeros en frigoríficos, hacen desaparecer los pequeños produc-tores de energía, entregando la misma a un precio por debajo el costo y construyen una red ferroviaria. ¡¡No para el desarrollo del País!! Sino en forma de telaraña con-centradora en el puerto de salida. Córdoba no es ajena a esta transformación, en ella se radica gran número de In-gleses, los cuales se instalan con sus familias, mascotas y por ende su hábito a las peleas de perros; sus razas preferidas “Bull Terrier”, “Bull Dog”, “Terrier Galpone-

ro” y “Boxer” entre otros.

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No paso mucho tiempo, para que el contacto entre administradores de los ferro-carriles y la burguesía cordobesa, cada uno con sus perros preferidos, produjeran desafíos de combate. Nombrar algún perro en especial seria caer en imprecisiones, ya que en los prime-ros 20 años de 1900 los entrecruzamientos fueron innumerables. No solo entre las familias acomodas afincadas en el señorial barrio de Nueva Córdoba conservaban tales aficiones, esto también ocurría en el barrio colindante con Nueva Córdoba (a 6 cuadras de distancia), apenas cruzando la Cañada donde primeramente se asentaron los aborígenes, denominándose a dicho asentamiento “El Pueblito”, posteriormente “El Abrojal” hoy “Barrio Guemes” , siendo en 1940 un intrincado barrio con callejuelas y casas colgadas de las barrancas de la cañada, donde pululaban constructores de carruajes, curtidores de cuero, fabricantes de ve-las, matarifes y todo aquello que pudiese necesitar esta ciudad en crecimiento. Nada mejor que las fotografías para ubicarnos mejor en el tiempo.

Esquina típica de Nueva Tres cuadras abajo la cañada Córdoba de los años „30

Justo sobre la cañada donde los barrios se dividen, una iglesia

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Del otro lado de la cañada El Abrojal

Lógicamente esta población (nativa y criolla) también arrastraba las mismas cos-tumbre que sus señores, o sea la riña de gallo, pelea de perros etc. y específicamen-te en lo que respecta a los perros, estos lo hacían con lo que tuviesen a mano, o sea el perro que le regalo tal, o el perro que siguió a tal carruaje, o el perro del ma-tarife, etc... Este verdadero damero de perros daba origen a un pool de razas con características propias que permitía a matarifes, servidores y carreros de “Bajo

Guemes”, tener verdaderos gladiadores para desafiar a los perros puros de la bur-guesía, que no pocas veces los miraban con interés para cruzar sus propios ejem-plares, estos hechos no fueron casos aislados, esta tipología de perros llegaron a trasmitir sus “Genes” hasta la década del „70 (como veremos más adelante), ya que la costumbre de las peleas de perro irrestrictas y populares llega hasta esa época, siendo hoy totalmente clandestinas y casi por exclusividad con “Pitt bull” al igual que en Estados Unidos, Holanda, Japón, España, Hungría, México, etc. Es así que se llega a la década de 1930 con un gran “Pull Genético” de Perros de Pelea en Córdoba (que como veremos en las fotografía era multirraciales), entre estos deberemos destacar para nuestro interés el que vulgarmente se lo denomina en los libros como, “Perro de pelea Cordobés” (Grave herror), en realidad es a las cruzas “Bull Dog – Bull Terrier o Boxer” preferidas por Antonio Nores Bass (Padre de Toño), los cuales Antonio Nores Martínez “Toño”, toma como base y fija sus caracteres, a los que si debemos llamar “Perro de Pelea Cordobés Tipo Nores”. Tomando esto como cierto tanto por los registros fotográficos, como así los co-

mentarios de quienes vivieron contemporáneamente y para una comprensión

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profunda y analítica es menester dividir la historia (siempre se escribió como de generación espontánea) en tiempos cronológicos, donde podremos ver claramente la evolución y/o involución del DOGO ARGENTINO. Particularmente y por diferen-tes hitos, he dividido la historia en: Historia Antigua, Moderna y Contemporánea.

Tomar la Historia Antigua desde 1920 a 7 de Diciembre de 1956 fecha en que fallece “Toño” Nores y durante el cual se plasma la raza. Poca documentación apócrifa ha sido rescatada, y una de ellas es el compendio publicado por su hijo Abel Nores. Los archivos de la verdadera historia (o gran par-te de ella) según mis investigaciones, tuvieron el siguiente recorrido: Luego del fa-llecimiento de “Toño”, quedan en poder de su hijo Antonio (“ El Gordo”), tres li-bros, (tipo cuadernos) con nombres de las cruzas realizadas y fotos de los mismos, un libro para la “FAMILIA ARAUCANA”, otro para la “FAMILIA COMECHINGO-NES” y la restante para la “FAMILIA GUARANI”; en los libros inclusive definía el porqué de los nombres dados a cada familia. Estos libros por razones de índole domestico, son entregados por su hijo Antonio (“El Gordo”), a Archidiacono quien por las mismas razones, a su vez las entrega Carlos Centeno, amigos y com-pañeros del Colegio Montserrat, junto a Ichiro Nores (hijo de Agustín), Sosa Se-nestrari y otros. Estos documentos, por razones que conozco pero no vienen al caso mencionar terminan desapareciendo definitivamente; esto lo relato porque en general se mencionaron solo dos familias y no tres. Para comenzar esta historia es menester saber la edad de los autores en el co-mienzo de la misma en 1928. En 1928, Antonio tenía 21 años y Agustín 18 años, dos jóvenes acostumbrados a presenciar riñas de gallos y peleas de perros desde adolescentes, que como ya mencionamos eran muy comunes (diríamos casi legales) en esos tiempos, los perros utilizados eran todos los perros de presa; Bóxer Alemán, Bull Dog, Bull Terrier, co-mo también sus subtipos y cuanto perro demostrara agresividad hacia sus congéne-res, además debemos tener especial consideración sobre las cruzas entre animales puros que iban definiendo una tipología particular dentro del ambiente de las pele-as (por ejemplo el Bull Box). Otra consideración a tener en cuenta es la división que se hacía en la jerga popular, según su peso, más de 25kg Bull Dog Inglés, 15 a 20kg

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Bull Dog Francés, o Boston Terrier. Estos ejemplares, en muchos casos, más que ra-zas eran grupos étnicos de similar función, pero diferían en su morfología y fijación de caracteres genéticos indispensables para ser raza. No podemos continuar sin antes recalcar el error de considerar como “Antiguo Perro de Pelea Cordobés” a un Alano Español del que todos conocen su foto, publicada en una edición de Agustín Nores Martínez y otras copias, como una reciente publicación nacional.

ALANO ESPAÑOL Como perro de pelea, se debe considerar el pull de razas de las cuales tenemos las fotografías de entre 1920/ 1936, cuyas fotos adjuntamos entre muchas más que se podrían agregar, incluso los de pura sangre.

Tom de Miguel Centeno 1936

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1928 „‟YARARA‟‟ 1933

1929 “TOM”1931

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1934 1929

Bull Terier (Notece el stop) Bullterrier

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Como ya dijimos anteriormente, la selección preferida por Antonio Nores Bass (padre de “Toño”), estaba basada en Bull Terrier/ Bull Dog", donde tenemos el origen del posteriormente llamado “Perro de Pelea Cordobés” (Nores). ¿Porque esta afirmación? Si sabemos que esta familia contaba con un amplio acceso a bi-bliografía cinéfila y siendo Don Antonio Nores (padre) un excelente profesional de la medicina, podemos afirmar que conocían ampliamente el resultado de la misma, de la que abunda bibliografía desde 1800 y las características somáticas de los de-nominados Perros de Pelea Cordobés son similares como podemos observar en dis-tintos grabados y fotografías a experiencias realizadas ya en el viejo continente de donde salieron entre otros el Stafor. Estas afirmaciones se sustentan además en la carta enviada a Francisco Nores por el Sr. Rodríguez Otaño el 9 de Enero de 1970, adjuntando una foto de “Ardito” derrotado en 1928 por ”Catriel” ejemplar de igual topología. En esta misiva manifiesta el origen del mismo en la familia Nores.

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Gravados 1700 Bullterier 1900

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El tiempo de estos jóvenes donde se van sumando hermanos, transcurre con el fortalecimiento intelectual de cada uno, Antonio-medicina / Agustín-abogado / Francisco-medicina, José Luis-ingeniería (solo nombro a estos porque fueron los que principalmente giraron en torna de la raza); complementaban sus estu-dios con una intensa actividad deportiva de la cual hacían gala, sumaban a ello acti-vidades venatorias en compañía de su padre, Dr. Antonio Nores Bass profesional en medicina y docente universitario, escolta durante todo el proceso de formación de la raza, amante de la caza de pluma por lo que siempre tenía sus Pointers, jun-tamente a sus perros de pelea y por lógica, sus hijos eran asiduos concurrentes a los reñideros. Es así que debido a su intensa actividad social, cultural y su afición a las riñas de gallos y caninas, estuvieron rodeados de un gran número de jóvenes con las mismas afinidades y pasiones que los acompañaron en esta difícil empresa, al igual que tíos y primos, pudiendo citar un sinnúmero de estos jóvenes y trataremos de mencionar algunos como: Su tío Rogelio Martínez, Carlos Cuadro Del Viso (pri-mo), Olmos, Oscar Martínez, Bas, Roca; Astrada, Bordaberre, etc. Este tiempo también transcurre entre historias y anécdotas; “Toño” joven estu-diante de medicina (y lógica evolución mental) va tomando las peleas de perros con un interés distinto, aún predominaba su pasión por las peleas. Una anécdota que me contara oportunamente, a fines de 1969, Don Tomas Lampasona y luego por otros más, la cual es importante tener en cuenta, porque define un punto dentro del estándar y dice, que “Toño” en oportunidad de un encuentro con su amigo y rival Carlos Paz (fundador de la ciudad homónima) quien tenía los imbatibles Bóxer Alemanes y a los que se les seccionaba totalmente la cola para que no denotaran sensación de dolor alguno o entrega, pues según los reglamentos de la época, eso significaría su descalificación inmediata. “Toño” le dice, que ¡Crearía un perro al que no le cortaría la cola para demostrarle que sus perros serian insensibles al dolor y tena-ces hasta su muerte!!; ¿…Podría ser esta, la razón por la cual en su estándar cuando se refiere a la misma, solo dice LARGA coma y luego continua; incluso en una publicación de 1953, hace mención al perro de pelea diciendo que este tenía una cola gruesa y larga que afeaba la armonía de conjunto ¿….?. La segunda anécdota es la por todos conocida y como la primera bastante lógica dado el ambiente familiar donde la caza y la cinofilia iban de la mano, aunado a sus estudios de medicina, dice lo siguiente: “Toño” y Agustín regresaban de ver un combate, en ese momento, “Toño” le propone a Agustín hacer una raza que sea de utilidad, para la caza de depredado-

res naturales y custodio de las viviendas, basado en el perro de pelea y la terce-

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ra anécdota, aunque personalmente creo que estaba cargada de cierto vuelo imagi-nativo es la relatada por Agustín a su sobrino José Luis Nores y dice lo siguiente: Habían ido un domingo de invierno con “Toño” y el Abuelo Nores a la Quinta Santa Isabel a pasar la tarde. Había allá un espléndido ejemplar del "Viejo perro de pelea cordobés". Al atardecer emprenden regreso a la ciudad ocasión en que enfurecido el perro se prendió ¡¡¡al estribo metálico del auto!!! y no hubo forma de hacerlo largar, hicieron varias cuadras con el perro arrastrando sus patas, ya bien lastimadas por cierto, volvieron a la casa a pie a tomar unos mates y cuando tras varias pavas el perro largo y volvió; Al comentarlo entre ellos Antonio Nores (pa-dre) les tira la idea de hacer algo útil para la Argentina en base al perro de pelea. De una forma u otra el tema estaba incorporado en su imaginación y lo primero que hicieron fue dibujar, imaginarse el perro que necesitaban para el campo Argen-tino; blanco pues en nuestro país no hay ningún animal (salvo las garzas) de ese color; de talla media; buen olfato para ventear la presa y de pelo corto para que no se prendan los abrojos. Particularmente pienso que las dos primeras están ubicadas en tiempo y lugar y que la tercera, si bien tiene espacios y tiempos equivalentes a las dos primeras, está cargada con cierto reformismo de los hechos. No obstante se puede decir que la conjunción de las tres anécdotas podrían tomarse como detonante del trabajo científico emprendido por Antonio Nores “Toño”, ¿Porqué?, es muy simple Anto-nio en 1928 tiene 21 años y es desde donde podemos tomar datos más puntuales y la historia tomar consistencia y así poder adquirir esta fecha como la estructura-ción idealizada de un objetivo fijo, porque hasta este momento son todos perros de pelea.

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Primeramente transcribiremos el gráfico representativo del Árbol genealógico y composición fotográfica realizadas por el Genetista A. Sacchetti en base a recopila-ciones hechas, publicadas en su compendio genético y una de las bases de la gené-tica moderna, sobre las que iremos detallando en mis investigaciones y puntos de vista.

Con una estructura de trabajo idealizado, Antonio toma sus imbatibles perros de pelea tratando de homogeneizar caracteres y a partir del tercer año, fecha desde la que se conocen fotografías, comienza con la formación, (según relatos) y como ya dijimos de tres familias, agrupando números idénticos en cada uno de ellas, deno-minándolas: “FAMILIA ARAUCANA”, “FAMILIA COMECHINGONES” Y “FAMILIA GUARANI”.

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La existencia de la familia Guaraní se comprueba con una serie de ejemplares con nombres de dicho origen, conservándose fotografías de los mismos, de la “Arauca-na” existen registros y algunas coincidencias como la incorporación del Mastín de los Pirineos, pero que no sería tal según versión de “Pancho” Francisco Nores Martí-nez, quien me contara la siguiente anécdota: En ocasión de una jornada de caza, Antonio llega a un rancho donde baja sus perros, momento en que aparece un perro amastinado, aparentemente “Mestizo de San Bernardo” y aporrea (castiga) a todos los perros que llevaba “Toño”. Ante esta situación y con todos los perros dañados decide comerse un cabrito y al re-tornar carga este perro y regresa a Córdoba. Este seria “el Mastín de los Pirineos” incorporado a la “Familia Araucana”, (que según “Pancho” tenía manchas choco-late); no sería ilógico este razonamiento, teniendo en cuenta que el “San Bernar-do” desciende directamente del “Dogo del Tíbet” al cual se lo considera el de mayor ancho de cráneo y mayor amplitud de sus arcadas zigomáticas (objetivo bus-cado por Toño), otro aspecto que podría avalar esta teoría, es que la raza estaba muy arraigada en el territorio cordobés, por ejemplo, el Sr Degoy quien le facilitará su gran danés para las cruzas, también tenía entre muchos otros (según me co-mentó su sobrina), a esta raza y su lugar de residencia (Santa Rosa de Rio Prime-ro), al igual que mi tío abuelo Ángel Masjoan, quien fue Juez de Paz de dicha loca-lidad, quien tenía un “San Bernardo” (posiblemente regalado por Degoy); este pueblo se encontraba a pocos kilómetros del lugar de donde encontró al mestizo, incluso Agustín en el año 1938 ya tenía a “ Kaiser”.

Kaiser 1940 Cadete 1940

(hijo de kaiser c/danés)

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Por otra parte consideremos que los primeros “Mastines de los Pirineos”, “Napo-león y Josefina” fueron traídos a partir de 1952 por Agustín Nores entre otros ejemplares puros como los Irish Wolf Hound, Gueler y Schila, los Deerhounds, Brus, El Pointer naranja Ottawa. Todos estos perros son traídos por Agustín a partir de 1950, sobre todo a partir de 1952 cuando regresa de su misión como embajador en Canadá, estos perros se alojaban en la parte “Oeste” de las cuadras y no se utili-zaron en la primera etapa de la creación y con certeza absoluta, Napoleón que fue regalado a su hermano “Pancho” y en base a su propia versión, jamás se utilizo; quien sí estuvo en forma contemporánea, fue “Cadete”, que según algunos no era muy puro y como se observa en la foto no es un mastín de los pirineos.

Napoleón (Nombre Dado Por “Pancho”)

Es así que tomaremos la “Familia Araucana” como estereotipo esquemático para definir la estructura de la raza que según lo descripto en el Árbol Genealógico y también la composición fotográfica realizada por el genetista A. Sacchetti es la siguiente: NOTA: Se debe, considerar al interpretar estos cuadros que este tipo de cruzas se realizaban varias en forma simultánea ya sea por el mismo “Toño” o por parientes y amigos, pero siempre estaban controladas por el mismo; es por ello que algunas de las fotografías incorporadas, quizás no se correspondan con el ejemplar realmente logrado; lo importante a tener en cuenta es la genialidad de la obra emprendida por Antonio donde el ordenamiento biológico y la selección fueron los ejes de su inigualable trabajo.

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Estas cuatro generaciones, más de entrecruzamientos, tomando como eje el Bull Dog y el Bull Terrier, darían origen al “Perro de Pelea Nores”.

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Bull Tom

Churchil RESULTADO:

Ñata Ardito

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Antonio toma estos insipientes perros de pelea de una quinta generación y por hibridación llega a una sexta/séptima y octava generación, logrando la fijación de caracteres, purificación de la estirpe y definiendo el tipo de perro de “Pelea Cor-dobés Nores”; según vemos en las siguientes fotografías

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Hembra Macho

1º- A partir de la octava generación es donde comienzan las incongruencias, entre las fotografías, los dichos, y lo escrito por el Dr. Sachetti. Según lo textual, “Toño” extrae de la octava generación una hembra del tipo “Perro de Pelea” y la cruza con un “Mastin de los Pirineos” (Perro Amastinado) representados por las fotos de archivo, no corresponde al tipo racial descripto y la razón es muy simple, ¡en esos tiempos no contaba con dichos ejemplares¡ y el ejemplar expuesto se condice más con un mestizo de “Bull Dog” que con un “Mas-tin de los Pirineos” (señal que no tenían un pirenaico):

Imag. Del Grafico Cadete Mastin De Los Pirineos

(San Bernardo Con Danés)

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2º- Esta cruza daría como resultado, la novena generación con once cachorros; tres iguales al padre, cinco como la madre y tres intermedios. La foto del perro con-siderado intermedio, no sería otro más que “Yarará” (“Mestizo de Danés” con “Perro de Pelea Cordobés” color blanco), al que fácilmente podríamos com-pararlo con un alano, raza que a mi entender siempre tuvo en la mira “Anto-nio”; este perro en 1933, estaba en Córdoba, antes de su traslado a Esquel en 1935, lo que le quita veracidad a la composición fotográfica y la cronología de los hechos.

Fot. Gráfico

“Yarara“ “Yarara”

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Teóricamente hibridando nuevamente dos ejemplares intermedios de la novena generación, obtiene la décima generación (según composición), con cinco in-termedios y un ejemplar que aparentaría ser el primer dogo macho totalmente

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blanco; cruzando nuevamente una hembra intermedia con el ejemplar macho idea-lizado, se obtiene la onceava generación; dos intermedios tipo adanesado, que son desechados y cinco tipo dogo. En este punto los lectores deben prestar suma aten-ción, pues desecha los ejemplares de gran talla (YARARA), enfocando el trabajo so-bre los de talla media. 4º- Selecciona los que considera dentro de su concepción del soma y psiquis pre-fijada y obtiene seis cachorros idénticos (Dogos), fijando la doceava generación. 5º- Toma un macho y una hembra de la doceava generación y los hinbrida nue-vamente lográndose en esta la tercera generación, seis cachorros Dogo, represen-tados por este ejemplar denominado “Aña I”. Hasta aquí, pareciera que todo lo expuesto por el Dr. Sacheti, daria un orden matemático en el desarrollo de la raza, cosa que como se ve en mis acotaciones, no a sido así y que solo con la genialidad de Antonio y el trabajo continuo del mismo se fue llegando a formar esta raza. Aparentemente este trabajo habría transcurrido entre 1928 y 1946, paralelamente con las dos familias restantes se realizaban cruzas quizás una con “Pointer”, posi-blemente, Xaintip, Zugg de Tregoras, Diana, Champida, entre otros.

Zugg De Tregoras Xaintip“Champida”

Diana

Esto sería así debido a la necesidad de “elevar la talla”, “darle perfil olfativo” y sobre todo no perder tipo incorporando directamente “Gran Danés puro”. Estas cruzas con Pointer todavía tenían un carácter aguerrido y temperamental pero

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mucho más atenuado que la “familia Araucana”. En la tercera familia seria donde se trabajo con “Bóxer Alemán”, resultado de eso seria, la versión de que en la raza intervino el “Dogo de Burdeos”, un ejemplar no muy puro denominado “Kaiser”, propiedad del Sr. Nicolás Milquevisz; todas las investigaciones realizadas termi-naron en dudas y lo más lógico es que sería producto de un desprendimiento o mestizaciones con los perros de Carlos Paz, quien tenía distribuidos todos sus pe-rros con los “Faldeos de la sierra colindantes con Falda del Carmen”. Esta línea de cruzas por las características de su manto, portador del “gen amarillo” y por su aptitud combinante de muy difícil erradicación, aparentemente le causo muchos problemas a pesar de que siempre se retrocruzaban con “Viejos Perros de Pelea”, Bull Dog y Bull Terrier, con los que lograba mantener el tipo fijado; fundamental-mente la cabeza con sus poderosos músculos, su particular mandíbula y sus amplias arcadas zigomáticas. Es en este tipo de retrocruza donde se debe considerar la to-lerancia de la mancha en el ojo, siendo este el elemento que permitía tener cerca y bajo control al Bull Dog, siendo por lo general los ejemplares más fuertes y de carácter en una lechigada; el motivo de las retrocruza además de mantener el tipo, tono muscular, cráneo “Mixto”, convexo cóncavo y no “Mixto” plano cóncavo como el Danés, evitaba caer en el gigantismo. No podemos concluir sin considerar que en 1937 y 1940 (fecha en que muere Fox), Agustín habría llevado a Esquel-Chubut sus daneses Fox y Countes, más dos dogas, una de ellas “Perro de Pelea” llamada “Nata” y un Pointer Blanco.

Pituca y “Fox” (Esp. De Toño) Rolo (Hijo De Toño) En La Quinta von “Prins” Frente a la Casa de Nueva Córdoba

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En la foto ÑATA y EL POINTER BLANCO Es indiscutible que estos fueron entrecruzados en Esquel no siendo de injerencia directa en la creación de la raza; de este modo llegamos a los años „40 donde Antonio comenzaría a fusionar las tres familias de lo que se desprende al ver el am-plio variotipo observado en fotografías de la épo-ca.

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“GUAYRA”

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“GUAYPE”

La década del „40 es de gran importancia y repercusión para la raza ya que pone a este en la conciencia de los Argentinos y es donde los criadores deben poner su atención; puesto que para comprender al Dogo es fundamental tener en claro la lucha de los hermanos por fijar el nuevo tipo buscado, o sea un perro de “TALLA MEDIA LIVIANO”, muy buen olfato (venteador) y valiente; dicho textual de Toño (pienso se debería decir “ÁGIL”), es así que aproximadamente en 1940 con expe-riencias de cacería en La Pampa donde se nota la necesidad de elevar la talla, para su desenvolvimiento en la llanura, pero siempre manteniendo la misma aptitud para el monte (cosa que en la actualidad con la dispersión del jabalí en todo el territorio argentino es más aún “VIGENTE”). Es en este periodo donde se nos presenta una nueva teoría y que me relatara Francisco Nores Martínez corroborada por Tomas Lampasona y dice así: “Toño” cruza una Bull Dog llamada “China” (algunos dicen que era mestiza de “Bull Dog Francés”, aquí la confusión cuando se habla de “Boston Terrier”), como resultado un raro engendro “Blanco Prognático” y sin cola, que al cruzarse con una perra gran danés arlequín, da origen a Aña, siendo este relato al que más importancia le doy, pues el desprendimiento de esta operación es la que se trasmite posteriormente.

"Bull” (M) “China” (H)

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(Hijo) “Boy”

“AÑA” ¡EL DOGO ARGENTINO!

Entre 1940 y 1947 la actividad fue muy intensa y los tipo de cruzas antes descripto e igualmente la fijación de caracteres, se trabajo con un gran número de ejemplares (cientos) distribuidos entre parientes y amigos, como es el caso que me relatase la Sra. Luisa Pignochi, cuyo padre, un militar de carrera, tenía en el barrio de Villa Bel-grano (Córdoba), una hectárea de terreno y en ella más de 40 dogos de los que dis-ponía su amigo Antonio, más una perra danés arlequín de su propiedad; en 1946 (cuenta Luisa), tenía tan solo 6 años y se introducía en la cucha de la perra danesa, para ayudar a los 13 cachorros blancos para que tuviesen su ración de leche. Por

estos datos y por su coincidencia, podríamos deducir el nacimiento contem-

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poráneo con el de de “AÑA”, siendo este el estero-tipo idealizado por Antonio Nores Martínez, tomando de él sus medidas canométricas y definiendo en esta oportunidad el “PRIMER ESTANDAR DEL DOGO ARGENTINO” en 1946. No obstante unos tres años antes ya contaba con ejemplares que reunían las con-diciones deseadas (sus prototipos), como los que observamos en las siguientes fo-tografías:

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“Mahuida” de “Pora” Oliva Otero

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Logrado su primer objetivo se comienza a difundir la raza, como ya dijimos, sus prototipos con los que mostraba el poder obtenido, poder este que pronto se di-fundió por los cuatro puntos cardinales. En 1945 gracias a los vínculos que Antonio tenia con los cuadros policiales y mili-tares por sus trabajos en balística y en ocasión de realizarse en “Pampa de Olaen” maniobras militares donde asistía prácticamente toda la cúpula militar y el perio-dismo, ven la oportunidad de hacer una demostración pública. Para la muestra tie-nen que llevar a Córdoba un jabalí por lo que Antonio parte hacia la Pampa en dos vehículos junto a su hermano “Pancho”, su cuñado Busto Fierro y su amigo Tomas Lampasona, llevando el jabalí desde “Parque Luro” que junto a un puma que ten-ían completo el esquema de la presentación en el puesto de los Algarrobos a cargo del Sr. Gaitán, donde tenía los perros Antonio. Todavía sonaban truenos de batalla como me cuenta mi amigo Tomas, relatando un hecho que le tocó vivir, ya que entrenaban “Pancho” Nores, su primo “Pancho” Ferrer y su amigo Tomas Lampasona (Con un promedio de 20años de edad), un pe-rro llamado “Chino” y la historia es así: “Toño”, estando en Rosario (1946) con un amigo que tenía un mestizo de “Bull Dog con “Bull Terrier” (“Sapito Rompe Hue-sos”), le comenta que en Córdoba unos jovencitos tenían un perro que le ganaría fácilmente a “Sapito”; por ese entonces todo un campeón, por lo que acepta el reto y resuelven hacerlo en Córdoba, más precisamente en su criadero del “Algarrobal” al que asistieron más de 60 destacadas figuras; venciendo en la oportunidad “Chi-no” por absoluta superioridad; en su periplo de anécdotas y en ocasión de estar estos jóvenes paseando (suelto) por las calles de la ciudad, pasan frente a la protec-tora de animales donde estaba el gato del encargado, al que el perro hace presa fácil, ocasionando un soberano lio con intervención policial, etc., etc. Esto fue moti-vo suficiente para que el padre de “Pancho” Ferrer condenara al destierro a “Chi-no”, es entonces que “Toño” lo lleva a cuidar frutales de las monjas del Hospital Misericordia; posteriormente en ocasión del traslado a Morón de un brigadier de la Fuerza Aérea de Córdoba, muy amigo de “Toño”, este le solicita un perro para llevar a Buenos Aires con él, así es que le regala a “Chino” que por ese entonces ya le ocasionaban problemas a las monjas. En 1947 y gracias a relaciones del más alto nivel que tenía Agustín en el País y el extranjero por sus misiones diplomáticas y políticas, a quienes solía regalar algunos

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cachorros aunado a la popularidad de estos bravíos perros, es desafiado a que un Dogo no podría batir un toro, aceptando Agustín el desafió se decidió enfrentarlo a un “Toro de lidia” en la plaza privada del Club Español “El Cortijo” de Morón Provincia de Buenos Aires, asistiendo a la misma, los más encumbrados persona-jes de la época y ganaderos de la zona, el protagonismo le toco nuevamente a “Chino” (por ese entonces alojado en Morón Prov. de Bs. As.), acostumbrado en el campo de Tanti a tomar por el hocico al ganado. Una vez introducido en la arena, el perro se muestra indeciso ante el toro, quizás por la presencia de tanto público, por lo que “Pancho” se introduce en el ruedo y es atacado por este toro cerril, hecho este que despierta el instinto del perro quien se abalanza contra el toro tomándolo a la altura del ojo, haciéndolo enfurecer más, por lo que intenta aplastarlo contra el tablado donde “Chino” sufre fisura de fémur, aún con semejante desventaja se res-tablece acometiendo contra su oponente tomándolo por el morro y literalmente clavarlo en el ruedo. Este resultado del enfrentamiento no fue sorpresa para los hermanos de Antonio “Pancho” y Agustín, pero si para los que al ver al “El toro ren-dido a sus pies”, ovacionaron este pequeño gran gladiador, “EL DOGO ARGENTI-

NO”. Las fotos que vemos a continuación muestran dicho acontecimiento.

Pancho Ferrer en el refujio Chino con Agustin “Pancho” y detrás “Nores” en los gigantes de ellos directivos de la Rural Argentina

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“Pancho” con Chino Chino toma al toro a la altura del ojo hino Chino toma al toro a la altura del ojo hino Chino toma al toro a la altura del ojo hino Chino toma al toro a la altura del ojo

Chino cambia la mordida Asado final

Aña es el encargado de mostrarse a la prensa extranjera en su real valía dentro de un ruedo combatiendo contra un furioso Jabalí Europeo, al que le destruye la mandíbula, luego combate "Guayra" de Franz Meyer, con el puma batiéndolo. Una anécdota sobre Aña, que siempre cuenta Tomas Lampasola dice que con “Pancho” Ferrer como diversión en una oportunidad le arrojaron un ladrillo entero, partiéndolo Aña con la boca, recibiendo estos un fuerte castigo por parte de

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“Toño” que los sorprendió, (lo que demuestra la potencia que tenía en sus mandí-bulas, como también se ve en la pelea con el jabalí).

Presentación de Aña

Aña al ataque Antonio Nores separando

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ANTONIO CONTINÚA SEPARANDO

Aña es mostrado por la misma persona

que lo presento, pero en este caso

están los ojos y los labios inflamados

Muestran la herida ocasionada

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“Pepe” el jabalí combate con puma

Luego del enfrentamiento con el jabalí y un merecido reposo, “Aña” es enfrentado con el puma, ocasión está en que no reacciona de igual manera con el jabalí, re-huyendo el combate, es por ello que se decide largar a Guayra quien de primera instancia se lanza contra el puma, posteriormente se introduce nuevamente a “Aña” y esta vez sí reacciona atacando al puma.

Guayra Puma

Guayra y puma

El día 28 de Septiembre de 1947 en los subsuelos de la "Sociedad Rural Argenti-na" se realizó la segunda exposición de “Perros de caza”, presentándose en esa oca-sión los Dogo Argentino de la mano de Antonio Nores y su hermano Agustín, co-

mo así también el primer estándar según vemos en la foto.

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Dos fotos de la ocasión

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No podemos concluir este capítulo sin hacer mención al estándar. Ya hemos visto las motivaciones para elaborar este libro, el origen de los canidos y de estos los mo-losos, su evolución, el concepto de Dogo/Mastín y fundamentalmente la visión de Antonio Nores Martínez, para la creación de una nueva raza de utilidad para nues-tra nación, fijando claras pautas, no dejando duda alguna de su conformación, para lo cual tubo que redactar un estándar. Lógicamente, esta tarea conllevo una amplia gama de avances y retrocesos; ¡¡No crea el lector que se realizó un estándar y recién comenzó su tarea como se ha es-crito!! El estándar se plasmó en 1947, pues nada indica su anterior origen y porque el mismo lo hace público en esa fecha, además tengamos en cuenta que su dogo representativo de dicho estándar es “AÑA” (al que compara con el dogo Pompeya-no), el cual es presentado en sociedad en dicha fecha, estimándose su nacimiento en 1946. Por lo tanto debemos tener bien en cuenta que tanto el “Mastín de los pirineos” (puro) o el “Irsh Wolfhound” no estaban contemplados en el mismo.

Fotos varias de Aña

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Perros varios terminados por Antonio Nores Martínez antes de su fallecimiento

Guayra

Octavio Busto Fierro 1948

Antonio Nores Bas Con Octavio - 1943

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Cráneo: Macizo, convexo en el sentido antero-posterior y transversal por relieves de los músculos y de la nuca. Cara: Del mismo largo que el cráneo, es decir que la línea que una las dos apófisis orbi-tarias del frontal este a igual distancia del occipucio y del borde alveolar del maxilar superior. Ojos: Oscuros, encapotados por los parpados, de bordes negros o claros, la separación entre ellos debe ser grande, mirada viva e inteligente, pero con marcada dureza al mismo tiempo. Maxilares: Bien adaptados, sin prognatismo, fuertes, con dientes bien implantados y grandes. Nariz: Fuertemente pigmentada de negro, con un ligero stop en la punta, ventanas nasa-les bien amplias. Orejas: Sobre la cima de la cabeza, erectas o semierectas, de forma triangular, deben pre-sentarse cortadas siempre. Labios: Bien arremangados, tirantes, de bordes libres pigmentados de negro. Se exige el labio bien corto, para que cuando el perro este haciendo presa, pueda respirar también por la comisura labial posterior, porque el labio si es péndulo, aunque el maxilar sea bastante largo, viene a hacer de válvula en la inspiración y cierra la comisura de los labios lo que impide al animal hacer una respiración suple-toria por la boca durante la presa, teniendo que largar por asfixia como pasa en el mastif. Occipucio: No debe hacer relieve, porque los potentes músculos de la nuca lo borran por completo, siendo la inserción de la cabeza y cuello en forma de arco.

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Cuello: Grueso, arqueado, esbelto, con la piel de la garganta muy gruesa, haciendo arru-gas como la del mastif y no tirante como la del bull-terrier, esta elasticidad de la piel del cuello se debe a que el tejido celular de esta parte es muy laxo, permitiendo a la piel del cuello resbalar sobre la aponeurosis superficial, de manera que el col-millo o la garra del adversario, solo hiere el cuero y si fuera otro perro el que intente sujetarlo del cuello, como la piel es elástica y se estira mucho, le permite hacer pre-sa a su vez. Pecho: Amplio y profundo, con la sensación de poseer un gran pulmón, visto de frente, el esternón debe resbalar hacia abajo los codos. Espalda: Alta, muy fuerte, de grandes relieves musculares. Tórax: Amplio, visto de lado rebasa su borde inferior los codos. Columna: Más alta en la espalda en inclinada hacia el anca en suave pendiente. En los animales adultos, cuando el desarrollo muscular de la espalda y del riñón es bueno, vistos de perfil, parecen sillones y presenta un canal medio a lo largo de la columna, dado por el relieve de los músculos espinales. Manos: Rectas, bien aplomadas, con dedos cortos y bien unidos. Riñón: Borrado por los músculos del dorso. Piernas: De muslos muy musculosos, con garrón corto y dedos bien cerrados, sin dedo aberrante. Cola: Larga, levantada en arco, de curvatura amplia hacia arriba durante el combate, la mantienen levantada en un continuo movimiento lateral, como cuando hacen fies-tas al amo. La longitud debe tratar de acortarse para mejorar la armonía del conjun-to, por lo que se le debe dar preferencias a los que tengan la cola que no llegue al garrón. Manto: Blanco íntegramente, puede tolerarse únicamente alguna mancha oscura o negra en los ojos o en la cabeza por delante de las orejas. Toda mancha en otro lugar del cuerpo debe descalificarse como carácter atávico, los blancos con la piel muy pig-mentada de negro, debe considerarse como ejemplares no aptos para la cría, por el

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carácter recesivo que muestran y que puede entrar a ser predominante en hijos si se aparea con otro ejemplar que tenga en potencia dicho defecto. Motivo de descalificación: Ojos zarcos, sordera, manchas en el cuerpo, pelo largo, nariz blanca, prognatismo, labio péndulo y toda desproporción corporal. Nota: observe el lector, que Antonio no menciona en ningún lado la falta de pre-molares. En los años siguientes continúan con el intenso trabajo de los hermanos, uno en su promoción y otros ayudando a Antonio en su trabajando, tratando de estabilizar la raza según su objetivo fijado.

En los años siguientes continúan con el intenso trabajo toda la familia, Antonio con el apoyo permanente de su padre Antonio Nores Bass (como ya dijimos ante-riormente), sus hermanos Francisco y José, mientras Agustín con sus permanen-tes viaje hacia lo que mejor sabia, promover la raza e ir llevando a Esquel aquellos perros que Antonio quería probar; también sus primo hicieron lo suyo, como Fran-cisco Ferrer Martínez, Rivero Nores y amigos varios entre los que se contaba el Dr. Hans (discípulo de Antonio al igual que “Pancho”), continuaban con la ta-rea de estabilización y mejoramiento de la raza según su objetivo fijado. Antonio, titular de la cátedra de Anatomía patológica en el Hospital San Roque, llevaba al mismo los perros que pretendía examinar, realizando las disecciones con la ayuda de su hermano “Pancho” y Hans, donde estudiaba su morfología y también los daños sufridos por mordidas, etc. Incluso llego a realizar algunos enfrentamien-tos con puma en el patio mismo de dicho Hospital como se ve en las fotos:

Francisco Nores Sujeta el puma Mientras Hans

sujeta el puma con una

cadena

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La década de 1950 la consideró como la de fijación de caracteres y donde Anto-nio define y fusiona las tres familias, por los métodos descriptos llegando a definir perfectamente individuos “Homocigotos”, o sea no “Híbridos Interraciales”, los cuales seria “Heterocigotos”, presentando estos un vigor híbrido que en sus des-cendencias determinarían individuos puros (Homocigotos), es decir, no híbridos en proporción creciente (hasta cierto límite). Es así que en 1953 contando con una gran cantidad de individuos Homocigóticos, con las características por el buscadas, lleva sus perros a la estancia “San Huberto” La Pampa, de Don Antonio Maura, para probarlos a fondo en el monte con los

jabalíes, en esta oportunidad es acompa-ñado por su padre, Don Antonio Nores Bas, su hermano Agustín, García Mon-taño y Ardeain; para tal prueba lleva cua-tro ejemplares criados en Santa Isabel, “Inca de Santa Isabel 2”, “Nahuel de Santa Isabel” y “Aña de Santa Isabel”. Estos ejemplares con sus 63cm a la cruz y 35kg logran su objetivo, como vemos en las fotografías.

Antonio Nores Martinez

De pie: don Antonio Nores Bas, padre de “To-ño”, Ardeain, “aña” Agustin, Garcia Montaño y Antonio Nores Martinez

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Toño con Maura

No obstante haber comprobado la eficacia de sus perros, ve la necesidad de in-troducir nuevos parámetros dentro de la raza, construyendo una rama paralela a la ya fijada, para darle más velocidad y resistencia pero con el problema de la excesi-va altura. Esto lo fundamento con el encuentro de seis ajadas y amarillentas carillas escritas a máquina en 1953 (último dato escrito de Antonio), donde luego de la memoria descriptiva redacta el estándar algo diferente al de 1947; y entre otras co-sas dice lo siguiente:

Había criadores que por selección racional habían conseguido estabilizar el tipo con bastante fuerza genética, aunque no, libre del todo de reversiones tales como: el prognatismo y las manchas en el cuerpo por lo cual no puedo hablar al referir-me de estos animales magníficos a quienes había visto hacer proezas desde niño y admirado su valor, tanto en las peleas de perros como en la lucha de animales salvajes. Utilice como base a dichos animales, haciendo cruzamientos con ¿Dogo de Bas-kerville? con “Mastin de los Pirineos” (¿hembra?) y con el “matador de lobos ir-landés” (mestizo) siguiendo el método genético de: “segregación de caracteres” utilizando unas veces el “in-breeding” y otras el “line-breding” hasta obtener las tres familias con idénticos caracteres somáticos y psíquicos, para en la actualidad cruzar los ejemplares de estas tres familias entre sí, que no tiene parentesco algu-no, es decir realizando el “cut-breeding” o el “cut-croosing”, obteniendo los ejem-plares con idénticos caracteres somáticos y psíquicos y libres de toda esencia re-

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versible y atávica no deseable. Quedando así definitivamente fijado por la heren-cia, el tipo del actual Dogo Argentino...

Ejemplo de lo antes descripto es la introducción del mestizo de Irish Wolf-

hound y Gran Danés, llamado “Nahuel” con un gran porte y excelente muscula-tura, más propia de un Dogo que de un Irish Wolfhound de color blanco (prácti-camente albino), el que es enviado por Agustín desde Esquel; Toño lo cruza con una doga “India”, de los cachorros nacidos selecciona uno blanco con la "oreja manchada" (como dije anteriormente era un excelente referente para la selec-ción) llamado “Jack o Aña” el cual queda en poder de su hermano Pancho que al ser cruzado nuevamente (es posible que haya sido una de las últimas interven-

ciones de Toño dentro de la raza), nace “Jack II o Aña”, entregado al Ingeniero Villegas; (la disparidad en los nombres es muy común en el recuerdo de los au-tores, repitiéndose muchas veces), en el caso del “Mastín de Los Pirineos”, como ya mencionamos anteriormente, llegaron a Córdoba en 1952 por lo que solo se podría haber utilizado la hembra en 1953, pues el macho no se empleó en ningún caso. Si bien Antonio Nores Martínez al comienzo de la década del „50 tenia homo-geneizada y estabilizada la raza, al reintroducir “Gran Danes”, el “Irish Wolf-

houn” y posiblemente la perra “Mastín de los Pirineos” por una rama paralela; se produce una disfunción tipológica dentro de una parte del plantel de traba-jo, que por el tiempo que se requiere para eliminar los caracteres recesivos no deseados, aunado a su temprana desaparición no alcanza a reestabilizar. Pienso personalmente que la exclusión del “Irish” en sus relatos anteriores no fue un mero olvido (todo lo contrario), pues todas sus referencias lo ponen como un factor negativo por no ser un perro de presa a la carrera y no empacado, así también su excesiva talla, no obstante su infusión se debió a que los perros pro-bados por él en La Pampa como ya vimos anteriormente, más los llevados por

Agustín a Esquel adolecían de la falta de talla para el territorio en que debían desenvolverse. Este escrito de Antonio es prácticamente igual al de 1947, salvo en sus consi-deraciones previas y es el que posteriormente utiliza Agustín para la redacción y posterior presentación ante la Sociedad Rural Argentina en 1962. Como veremos más adelante.

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Cráneo: Macizo, convexo en el sentido antero-posterior y transversal por relieves de los músculos (agrega: masticadores) y de la nuca. Cara: Del mismo largo que el cráneo, es decir que la línea que une las dos apófisis orbitarias del frontal este a igual distancia del occipucio y del borde alveolar del maxilar superior. Ojos: Oscuros; encapotados por los parpados, de bordes negros o claros, la separación entre ellos debe ser grande, mirada viva e inteligente, pero con marcada dureza al mismo tiempo. Maxilares: Bien adaptados, sin prognatismo, fuertes, con dientes bien implantados y grandes. Nariz: Fuertemente pigmentada de negro, con un ligero stop en la punta, ventanas nasales bien amplias. Orejas: Sobre la cima de la cabeza erectas o semierectas, de forma triangular, deben presentarse cortadas siempre-. Labios: Bien arremangados, tirantes, de bordes libres pigmentados de negro. Se exige el labio bien corto, para que cuando el perro este haciendo presa, pueda

respirar también por la comisura labial posterior, porque el labio si es péndulo, aunque el maxilar sea bastante largo, viene a hacer de válvula en la inspiración y cierra la comisura de los labios lo que impide al animal hacer una respiración supletoria por la boca durante la presa, teniendo que largar por asfixia como pasa en el mastiff. Occipucio: No debe hacer relieve, porque los potentes músculos de la nuca lo borran por completo, siendo la inserción de la cabeza y cuello en forma de arco. Cuello: Grueso, arqueado, esbelto, con la piel de la garganta muy gruesa, haciendo arru- gas como la del mastif y no tirante como la del bull-terrier, esta elasticidad de la

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piel del cuello se debe a que el tejido celular de esta parte es muy laxo, permitiendo a la piel del cuello resbalar sobre la aponeurosis superficial, de manera que la garra o el colmillo (antes escribió: el colmillo o la garra) del adversario, solo hiere el cuero y si fuera otro perro el que intente sujetarlo del cuello, como la piel es elástica y se estira mucho, le permite hacer presa a su vez. Pecho: Amplio y profundo, con la sensación de poseer un gran pulmón, visto de frente, el esternón debe resbalar hacia abajo los codos. Espalda: Alta, muy fuerte, de grandes relieves musculares. Tórax: Amplio, visto de lado rebasa su borde inferior los codos. Columna: Más alta en la espalda en inclinada hacia el anca en suave pendiente. En los animales adultos, cuando el desarrollo muscular de la espalda y del riñón es bueno, vistos de perfil, parecen sillones y presenta un canal medio a lo largo de la columna, dado por el relieve de los músculos espinales. Manos: Rectas, bien aplomadas, con dedos cortos y bien unidos. Riñón: Borrado por los músculos del dorso. Piernas: De muslos muy musculosos, con garrón corto y dedos bien cerrados, sin dedo aberrante. Cola: Larga, levantada en arco, de curvatura amplia hacia arriba. Durante el combate la mantienen levantada en un continuo movimiento lateral, como cuando hacen fies-tas al amo. La longitud debe tratar de acortarse para mejorar la armonía del conjun-to, por lo que se le debe dar preferencias a los que tengan la cola que no llegue al garrón. Manto: Blanco íntegramente, puede tolerarse únicamente alguna mancha oscura o negra en los ojos o en la cabeza por delante de las orejas. Toda mancha en otro lugar del cuerpo debe descalificarse como carácter atávico, los blancos con la piel muy pig-mentada de negro, debe considerarse como ejemplares no aptos para la cría, por el carácter recesivo que muestra y que puede entrar a ser predominante en hijos si se aparea con otro ejemplar que tenga en potencia dicho defecto.

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Motivo de descalificación: Ojos zarcos, sordera, manchas en el cuerpo, pelo largo, nariz blanca, prognatismo, labio péndulo y toda desproporción corporal. En un lluvioso 7 de Diciembre de 1956 Antonio Nores Martínez, fallece en los mon-tes que el tanto amaba, “Los Montes Cordobeses” donde tanto Dogos y Amo se movían como peces en el agua. En el lugar donde otrora existiese una picada seccionando el tupido monte Toto-ralense, hoy se encuentra emplazado un Monolito en su recuerdo, donde en oca-sión del foro de debate con características internacionales y exposición de belleza que organizamos los dogueros de Córdoba EN EL AÑO 2002, realizamos un home-naje en dicho lugar pronunciando su hija Beatriz Nores las siguientes palabras:

“En nombre de mis hermanos, que no han podido estar hoy aquí y en el mío, quiero agradecerles este homenaje y a la defensa permanente que realizan del do-go argentino. Estas tierras fueron testigo del sueño de mi padre, aquí crió y templó sus ejempla-res. Hoy quiero aprovechar la oportunidad para dejar sentada tres cosas:

1) Mi padre, el Dr. Antonio Nores Martínez fue el único creador de la raza. 2) Cuando encontró aquí su trágica muerte, el dogo ya estaba creado y su

Standard fijado y estabilizado genéticamente. 3) Sostenemos que debe respetarse lo impuesto por él y no admitimos y me-

nos en forma arbitraria ningún cambio del Standard de la raza, que se adap-ten los perros al Standard y no el Standard a los perros. A la muerte de mi padre quedaron numerosos ejemplares en manos de fa-miliares y amigos en Córdoba, los cuales supieron mantener en su pureza la esencia del dogo, por todo, muchas gracias‟‟.

En dicha oportunidad Beatriz nos obsequio fotocopia de un poema enviado a “Pituca” (su madre y esposa de Antonio) por la Sra. Carmen Allende de Velarde el día 10 de Enero de 1957 y dice así:

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Para Pituca con mucho cariño, homenaje modesto a la memoria del amigo, eminencia médica y gran cazador.

Romance de la muerte del cazador

La picada está de luto; Una cruz han de ponerle, como corola se cierra, grabarán su nombre en ella, hay que envolver de silencio le ha recibido en el pecho este dolor de la tierra. el corazón de su tierra. Halló la muerte en el monte Porque era fuerte y valiente acechando las corzuelas, sentimental y poeta y murió como deseaba se fue así como deseaba tendido sobre la hierba. dormido en la hierba fresca. Dejó la vida soñando En aquel silencio largo por alcanzar una huella, del dolor de la floresta, de cara mirando el cielo, de seguro habrán llegado lo velaron las estrellas. a mirarle las corzuelas. Habrá sollozado el viento, Cazador: en la picada habrán llorado las piedras; que tu paso se detenga era un amigo del monte ora un instante por él; el que partía sin vuelta. lo velaron las estrellas. El cazador ha caído, el arma en la mano quieta; ya no tiemblan ni se espantan las azoradas corzuelas.

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Postal utilizada por Antonio para mandar a sus amigos

No sería honesto por mi parte si antes de finalizar este capítulo no dejase aclara-do lo siguiente: Para lo cual citaré palabras de Antonio.

Tenemos que aclarar que el “dogo argentino no es raza creada para pelea y que las demostraciones efectuadas por el creador han sido con el solo fin de demos-trar su condición y superioridad a titulo de experiencia indispensable para la creación de la raza, orando poner en conocimiento de esta entidad toda la ac-ción en que dicho animal sea utilizado para ese fin‟‟.

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Del Viso Co

“China”

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Dogo de los Incas 1950

„‟Toño‟‟ y „‟Ney‟‟

Yagan de Santa Isabel

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Tupac Chacho de Los Andes 1950

Yagan 1953

Tila y Yagan 1953

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„‟Gon‟‟ de Archidiacondo

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Dentro de este período se sorprenderán los lectores desprevenidos, que es el más convulsionado de todos. Como ya habíamos visto Antonio Nores Martínez logra fijar un tipo con caracte-res somáticos y psíquicos idénticos, utilizando métodos científicos “Segregación de

caracteres” y “Selección racional” hasta obtener tres familias para luego cruzarlas entre si y lograr ejemplares libres de toda herencia reversible y atávica no deseada; no obstante también hemos visto que en sus últimos años, dentro de una nueva rama se había producido una marcada desestabilización. Es indiscutible que las fuerzas del destino le jugó una mala pasada a la raza llevándose tempranamente a su hacedor, marcando este hecho, el intrincado y tor-tuoso camino que recorrerá el Dogo Argentino hasta nuestros días, tironeado de uno y otro lado, todos pretendiendo su “potestad”. Antes de introducirnos en la historia, es menester dejar presente en la memoria del lector, algunos puntos para una mejor interpretación de los hechos. Habiendo desaparecido sorpresivamente el factor humano (Antonio) aglutinante, la gran cantidad de parientes, amigos poseedores de dogos (algunos llegaban a tener más de 40 ejemplares), entran en un pequeño letargo, pero aquellos más consustanciados con la raza, familiares y amigos íntimos, recogen la bandera y posteriormente un año después llega Agustín. Estos actos individuales no pudie-ron evitar que lamentablemente la raza tomase diferentes rumbos.

Como ya dijimos anteriormente fueron muchas las personas que se quedaron con perros, por lo tanto, luego del fallecimiento de Antonio, en Córdoba queda la masa principal de Dogos Argentinos como también sus cultores, pues de los perros de Agustín en el sur del país poco quedaba a raíz de continuos viajes y el periodo de encarcelamiento sufrido, es así que los referentes en la Ciudad de Córdoba eran sus hermanos Francisco Nores Martínez y José Luis Nores Martínez, los acompañaban su cuñado Busto Fierro, sus primos Francisco Ferrer, los Hermanos Martínez Acha-val; sus amigos Filipeau, Tomas Lampasona, Bizzochi, Bimbi, Antonio Laguia, los hermanos Ferreira, Monguzzi, Archidiacono, el “Gringo” Martínez Achaval y su hermano César, en Totoral, su primo Rivero Nores, sus amigos Crespo, los herma-nos Milena, baqueanos que tenían dogos como el “Negro” Muñoz, etc. En las caballerizas de la quinta Santa Isabel quedan 21 perras y 3 machos Dogo Argentino seleccionadas por “Toño”, más los perros de distintas razas pertenecien-tes a Agustín en custodia de Francisco.

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Luego de la excarcelación de Agustín en el año 1957, decaído y cansado, “Pan-cho” le facilita el chalet del fondo de la quinta donde permanece durante un año, prácticamente hasta 1959 en esta fecha se retira a Esquel llevándose consigo sus perros, (no dogos ) y a la mestiza “Nata”; en uno de sus viajes a Córdoba le dice a “Pancho” que se llevaría algunas perras pues en Chubut no había quedado ningún ejemplar y además le aliviaría el trabajo a “Pancho” que por ese entonces su traba-jo profesional y la familia le llevaban mucho tiempo, no pudiendo atender correc-tamente las 21 perras y tres machos; es de esta manera que se “lleva 16 perras” y tres machos a Esquel. Francisco “Pancho” Nores Martínez junto a su hermano José Luis, su primo Francisco “Pancho” Ferrer y amigos, siguen criando. En 1960 “Pancho” Nores toma dos ejemplares hembra mestizos de Irish Wolf-hound y Gran Danés, ya trabajados por su hermano Antonio, “Tabí” y “Paloma” (nótese la mancha de la paleta izquierda) en poder de “Pacho” Ferrer y Vicente

Pascuzzi y “Aña II” de un Sr. Palau; de esta cruza nacieron 7 cachorros, (¡no cinco como dicen algunos libros!); los perros seleccionados, fueron, “Chino”, de Don Vi-

cente Pascuzzi, gran conocedor de los secretos del Dogo Argentino por haber tra-bajado con Antonio y continuador de su tarea en apoyo de Francisco quien vivió varios años en la quinta de Santa Isabel; todavía recuerdo con que celo atendía a todos los que llegábamos a la quinta, “Uturunco”, llevado por Agustín, y luego re-tornado a Córdoba, “Lanin” (“Leo”), de “Pancho” Nores y prestado a Agustín y posteriormente, retornado a Córdoba, los tres fueron obsequiados al Dr., Paz, quien se los llevo a Buenos Aires y el restante con destino desconocido (no está claro hijos de cuál de las hermanas fue la lechigada).

“Tabi” “Paloma” con “Aña”

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“Tabi con Aña II”

“Tabi” Aña II

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Lechigada Completa

Sus hermanos y familiares siguiendo los idearios de “Toño” junto a un gran número de entusiastas cordobeses se agrupan formando un club que los aglutinase, llegando a ser el grupo mayoritario que impulsa la creación del Córdoba Kennel Club el 16/09/1963, siendo su primer presidente el Ing. José Luis Nores Martínez. En 1964 se presentan exultantes durante una exposición del Kennel Club Córdoba, General Campeonato por F.C.A., en el Gimnasio Provincial de Córdoba; llevando cuatro ejemplares, entre los mismos estaba “Uturunco” de Santa Isabel, teniendo en el pecho 22 cicatrices de un combate la semana anterior, tal era la capacidad de recuperación que no tenia rastros de heridas convalecientes, así las mostraba orgu-lloso “Pancho”, como ejemplo de sus poderosos perros. A partir de 1967 las actividades como club orgánico decaen al punto de desapare-cer, no obstante ya se había trabajado bastante como para dejar buenos ejempla-res, podemos citar algunos como:

“Chino 2” con Osvaldo Pascuzzi 1962

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“Leo” En La Quinta

Uturunco en Santa Isabel

Cuarto hermano de la lechigada

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Vicente Pascuzzi en la quinta de Santa Isabel con “Indio” de “Santa Isabel” 1961

La crianza continuo en Córdoba sin interrupción realizándose excursiones de caza, pruebas de campo con Jabalíes, Pumas, Pecaríes y paralelamente las exposiciones en Córdoba y también en Santiago Del Estero con perros de Córdoba, como vemos en las fotos.

Año 1964

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1967 en Santiago del Estero - Avel Nores Hijo de Antonio, Primero e la izquierda. A la derecha, Renzo Baiutti. De espalda Visochi

Pruebas con pecaríes en la quinta Santa Isabel (1)

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“Pambele de Santa Isabel” (“Yagan II”)

Del Gringo Martínez Achaval 1963

Pecaríes (2)

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No existiendo un club referencia donde la gente interesada en la raza, pudiese recabar información alguna; “Pancho” Nores, ya sea por residir en la quinta Santa Isabel como por sus conocimientos sobre la raza se transforma en eje gravitacional de todo lo referente a la misma y era seguido por sobrinos y amigos de los mismos, todos ellos entusiastas de la raza; de esta forma inician sus primeros pasos como criadores, entre ellos podemos citar a: Abel Nores Martínez (hijo de “Toño”), Er-nesto Rivero Nores y su hermano menor Horacio (19 años), nacidos entre los pe-rros, como los sobrinos de “Pancho”, los hermanos Busto Fierro, Octavio (25 años), Custodio (17 años) y Patricio (11 años), ahijado este de Agustín, Carlos Centeno y Miguel García Montaño, (hijos de viejos amigos de Antonio), Juan Car-los Sosa Senestrari (27 años) a quien Agustín le regala a “Neuquina y Tupac” en 1966, entre muchos otros. Este grupo inicialmente tenía la costumbre de juntarse los fines de semana, a la siesta en la represa de la quinta, donde “Pancho” tenia enjaulado un jabalí y a la par de ella se realizaban breves toques (peleas) entre los dogos y cuando se descuidaba “Pancho”, cobraba el jabalí (posteriormente se lo regala a Rivero), de esta manera se sumaban cada vez más entusiastas, algunos, pa-ra probar sus perros otros tratando de conseguir alguno y otros porque no decirlo para desafiarlos con los incontables mestizos existentes en Córdoba. Algunos pe-rros con certificados de origen eran exhibidos en exposiciones como la del Club Belgrano de Córdoba, etc.

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Exposición en Alta Gracia (Córdoba)

De igual manera algunos tenían la oportunidad de salir a cazar pecaríes o pumas a los montes cordobeses quienes de la mano de un excelente vaqueado que solía acompañar a “Toño” Nores, “El Negro Muñoz” (recientemente fallecido), iban tomando conocimientos del comportamiento de los dogos en su medio. Quienes por su parentesco con Agustín o amistad con su hijo Ichiro, como Carlos Sosa Senestrai, los hermanos Ernesto y Horacio Rivero Nores, los hermanos Francisco y José Luis Nores, los hermanos Busto Fierro solían viajar a Esquel donde aprendían los se-cretos de la caza del jabalí. De esta manera llegamos a 1969 tratando de ir nucleándonos detrás del perro que a todos nos apasionaba; realizando reuniones en la casa de los hermanos Rivero Nores con la idea de ir formando un club, otras veces para no cansar a la madre de Ernesto y Horacio la

hacíamos en la casa paterna de Abel Nores Martínez (Hijo de “Toño”) donde su madre Doña

Herminia Del Castillo de Nores Martínez, recuerdo

Cachorra Pirim. Lech. del autor año 1969

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que nos solía hacer un té con facturas durante las largas reuniones. Luego de estos encuentros habitualmente nos juntábamos en la esquina del Colegio Monserrat, en el bar homónimo, donde se sumaban otros entusiastas, pasando a ser el lugar prin-cipal de los encuentros numerosos. Durante este periodo se va destacando como factor aglutinante, la figura de Horacio Rivero Nores (el más joven del grupo), pe-ro con un especial capacidad de entrega, carisma y capacidad de comprar volun-tades que superaba ampliamente a los demás, (todo un líder en ciernes). Es entonces que Agustín viendo el entusiasmo de la juventud existente en Córdo-ba aunado al número de ejemplares anima a los jóvenes cordobeses para la forma-ción del Club del Dogo Argentino. La intención de Agustín no era solo la formación de un club que por estar en Córdoba aseguraba el control de la raza sino que faltaba llegar a un punto muy importante que era juntar los ejemplares por él modificados, con los ejemplares más ajustados al estándar que existan en córdoba lo que les daría la estabilidad genética y homogeneidad somática y psíquica (su eumetría) para mantenerlos de-ntro del estándar y de esa manera estabilizar nuevamente la raza en todo el país. La casa de calle Corrientes 162 de Don José Antonio Rivero Nores (fallecido en julio de 1966), pariente y compañero de cacerías de “Toño”, se transforma en un nuevo polo referencial a través de sus hijos Ernesto Rivero (receptor de los cono-cimientos trasmitidos por su padre) y Horacio Rivero. Como ya dijimos nos fuimos agrupando con el claro objetivo de ir gestando el club de alcance nacional, de la mano de Agustín y toda la familia Nores, quienes finalmente nos legaron los derechos del club formado por Agustín en Esquel y por ende la conducción de la raza, fundamos el 19 de septiembre de 1971 el club del dogo argentino Dr. Antonio Nores Martinez, en una multitudinaria asamblea rea-lizada en ámbitos de la tradicional iglesia “Los Capuchinos” de Nueva Córdoba. Posteriormente y tomando nuevamente como punto convocante la casa de los hermanos Rivero vamos formando las filiales de Rosario, Buenos Aires, Mendoza, San Juan, San Luis, posteriormente Mar del Plata y Rio Cuarto. En 1973 Agustín presenta ante F.C.A. el estándar de la raza, conjuntamente con la nomina de “41 registros provisorio base” tomando ejemplares de Chubut, Bs. As. y Córdoba a los que le dio nombre, lo que demostraba sus intenciones de homoge-neizar la raza, por lo que detallar cual era de Chubut o de Córdoba, no viene al caso y son los siguientes: “Kob de las Pampas” - “Mai Del Chubut” -“Esquel Del Chubut” - “Uturunco” - “La-

nin (leo)” - “Pampa Del Chubut” -“Coya Del Chubut” - “Olvido” – “Day de Treve” -

“Dele De Owen” – “Lenga Coihue Del Chubut” - “Maqui Del Chubut” - “Laura Del

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Chubut” – “Luz De Alaska” - “Diablo De Allen” - “Pillan De Allen” - “Llanero De

trevelin” -“Yerba Del Chubut” - “Mate Del Chubut” - “Kifu” - “Bacón” - “Meliqui-

na” - “Tepa Del Chubut” - “Gitano Del Chubut” - “Gitana Del Chubut” -“Mancha

Del Chubut” (Tupi) - “Puma Del Chubut” - “Cholila I” -“Amancay” - “Killan Del

Chubut” - “Patago” - “Piain” - “Pincen De a Coyita Del Chubut” - “El Coi” - “Aña III

Del Chubut” - “Antu” - “Pampa II Del Chubut” - “Amancay II” - “Tanuki Del

Chubu”.

Constituido finalmente el CLUB DEL DOGO ARGENTINO con alcance nacional e internacional, nos abocamos a la designación de jueces entre cinólogos reconocidos y entre los “más avezados conocedores de la raza” como también a limpiar los re-gistros genealógicos tratando de que los criadores registraran sus lechigadas y me-joraran su selección para lo cual nos vimos en la necesidad de tener un picadero donde probar los ejemplares con animales para lo cual había sido creado y dejar los atávicos combates entre congéneres; ante esta necesidad el padre de los hermanos Busto Fierro nos cede una parcela detrás de la casa del “puestero” donde existían unas derruidas chancheras, las que restauramos con aportes materiales que hicimos algunos, otros con aportes monetarios y el esfuerzo de todos, construimos el ruedo. Posteriormente en 1973 construimos la casa del puma y la jaula (llegamos a convo-car a mas de 500 personas en 1976). Con el club formado y trabajando sobre ejemplares con base genética original, se organiza un circuito de exposiciones nacionales, siendo el primer campeón de la raza, el ejemplar propiedad de los hermanos Rivero, hijo de “Uturunco” llamado “Tupí” (mancha del Chubut); al que lo seguirían otros como “Cauquén del Chubut”, “Taco del Totoral” (1971), “Tilcara Nores Martínez” (1973), “Atila de la Fortaleza”, “Guay del Totoral” (1973), “Chupi de los Baqueanos” (1975), “Huaco del Totoral” (1975), “Blanco Alumine de Agallas” (1975), etc.

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“Tupi” (mancha del Chubut) der. Agustín, Enrique Martínez Núñez, Carlos Centeno y el criador y propietario Ernesto Rivero Nores, al frente Manolo Guzmán

“Tupi”

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Taco del Totoral (1971)

Tilcara Nores Martínez Amauta de los Toldos (Córdoba 1973)

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2 Primeras pruebas de campo

Nabu Tupi-Indio y Nabu con solo 9 meses

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Las chancheras de Monte Cristo

Cacique-nieto de Uturunco

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Tabare con pecarí

Tabare con Rafa y Octavito

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Malambo con puma

Malambo con Toni Laguia

Monte Cristo prueba de Cachorros

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Jhon de Ojeda Lepa, detrás Neuquina

1974 Amancay del Tala última hija de uturunco con nuestro querido Enrique Martínez Nuñez

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(1) (2) (1) Antonio Laguia, en el refugio de los Nores en los Gigantes y el personaje más importante de Córdoba como nexo pasado de “Toño” Nores, maestro indispensable en los ruedos de adiestramiento. (2) Su perro huinca de la tapera 1970

Huinca 1974 Huinca con Antonio

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Huinca con puma

Huinca sobre solitario

Montecristo 1976

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Page 147: Libro Dogo Argentino

Podríamos continuar exponiendo fotografías y relatando hechos, pero creo que se interpreta bien la pasión y el sentir de dicha época, pero todo este paraíso creado con pasión por la raza, a partir de 1975/1976, es interrumpido y comienza un largo periodo de anarquización. Con el juzgamiento consagratorio de “Blanco Aluminé de Agallas” (ejemplar de excelente estructura quizás muy alto para la época) por parte de Manolo Guzmán, quien representaba una generación intermedia entre los realizadores de la raza y la nueva dirigencia (siendo una fuente de consulta por sus conocimiento cinológicos y del dogo mismo); despierta celos y rencores entre los más jóvenes de la dirigencia quienes lo acusan por “grave falta a la debida obe-diencia” (según decían), costumbre esta que comienza a florecer. Tal es así que de-cide y promueven la expulsión de Manolo como juez y socio (asomando el manejo autocrático), perdiendo el club un gran conocedor de la raza. Otro hecho puntual fue una venta masiva de perros a Japón (unos 9 o 10 algunos dicen más), teniendo como mediadores entre los criadores de Córdoba a Horacio Rivero y “Pancho” Nores, según muestran las fotos:

Este acto muestra el verdadero potencial que representaba tener la administración del Club Del Dogo Argentino, lugar por donde pasarían todas las consultas sobre la raza (por ende los negocios); esto lleva a que la próxima excursión de los japone-ses sea interferida por la dirigencia de Buenos Aires y desencadena la carrera competitiva comercial, con su consecuente anarquización y lucha por el poder, se-milla esta del resto de la historia. Retomando el tema especifico de la raza, podríamos decir que no obstante los esfuerzos que muchos realizáramos para concientizar a la gente sobre las virtudes de mantener la raza dentro de un uniforme patrón de crianza y no estando exentos de la anarquización, a pesar del manejo autocrático que se afianzaba en el manejo institucional, el libre albedrío despierta la inmensa caldera que es Córdoba y produ-

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ce la mayor variabilidad en agrupaciones raciales ya que por ser el corazón vivo del Dogo existían incontables ejemplares de perros producto de descartes o no, pero siempre guardando la estructura lo más próximo al estándar al igual que su funcio-nalidad, conservando su poderosa musculatura seca, insensibles al dolor, fuertes mandíbulas, siendo todos de talla media (35 a 45 kg - 60 a 65cm). Siendo este punto, el comienzo de una etapa siempre “oculta” en el desarrollo de la raza lo que la torna incomprensible para el común de la gente que solo ha tenido acceso a bibliografías idílicas. De estos verdaderos “Pool Raciales”, a los que siempre se los sometía a pruebas de combate, muy común entre todos los que estábamos en la cría del Dogo Argen-tino, pues no teníamos el fácil acceso a animales salvajes incluso al comienzo nos reuníamos como dije al principio, en la antigua represa de la Quinta Santa Isabel como se ve en la foto.

De todo esto, surgen algunos ejemplares que por estar en la genética de líneas de sangre actuales, cobran significación e importancia debido a la impronta y ori-gen que legaron; entre ellos tenemos a: “Ciruja”, (según dicen) padre de Atila de la Fortaleza (Fotos 1 y 2).

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Atila de la fortaleza

“Bob” un espectacular “Dogo Negro”, quizás el mejor en su momento, con la co-la cortada, llegando a introducirse en el Criadero Santa Isabel por medio de “Ca-cho” hijo de “Catriel” y “Nacha” de Milena a su vez hija de “Bob” con una doga; esta introducción da el excepcional tipo de las perras de Santa Isabel de la década del 80; “Tordo” (hijo de “Ciruja”) este con una Doga da un cachorro blanco (según lo manifestado por su criador, “La Rata” Agustín) "Toro”.

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Page 150: Libro Dogo Argentino

Tordo Toro

Otro ejemplar fue “Chanchero” imponente para la época: con mancha amarillas en ambos ojos espalda y cola, este ejemplar según análisis actuales y por efectos de regresión genética y falta del conocimiento profundo del origen de los ejemplares, podría llegar a determinar el origen de algún excelente ejemplar como lo fue “Ta-lismán de la Vieja Diana” (ex Campeón mundial), más aún considerando que un descendiente del mismo tiene las mismas manchas en el mismo lugar que “Chan-chero” (¿Rara coincidencia?), veamos las fotos:

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Page 151: Libro Dogo Argentino

Chanchero o Capitán 1976 2004

Capitan o Chachero 1976 2004

“Bocacho” (un imbatible Bull Terrier, foto) que ingresa a la raza por medio de “Caci-que” de Marcelo Moyano y padre “YAGUAR Y ZARCO” de los hermanos Casanova.

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Bocacho (bull) (45kg) “Zarco” de Pedro (60kg)

Su hermano “Yaguar” de Juan Casanova

Otros ejemplares base (con predominio Bull, aunque ancestralmente) fueron los hermanos Huinca y Roqui y Sultán. Huinca fue el más utilizado. “Roqui” más musculoso, potente y mayor tamaño de cabeza que Huinca fue poco usado, yo lo cruce con Maya, logrando en su oportuni-dad en 1970 una perra excelente y Sultán en poder del Dr. Hans un excelente médico discípulo en el Hospital San Roque de “Toño” con quien la suerte me llevó tener largas conversaciones sobre el origen de la raza y ver fotografías de los tra-bajos que realizaban con su maestro (“Toño”), inclusive una donde se observa a médicos y pacientes asomados a las ventanas ya que en el medio del patio combat-ían un puma con un Dogo (quizás tomada en la misma ocasión que esta) el Dr. Hans, se va a vivir a “Agua de Oro” llevándose a “Sultán”, este ejemplar reunía to-das las condiciones estipuladas por “Toño” aunque los jóvenes ya sea porque no lo tenían o por qué no lo entendían , no se lo utilizó, pero el Dr. Hans encuentra una perra en el antirrábico media aboxerada y con su descendencia logra en cortísimo tiempo un lote de diez ejemplares idénticos; pero por su personalidad no da ni

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Page 153: Libro Dogo Argentino

vende ningún ejemplar, luego se va al sur con todos sus perros y se pierde el rastro. Los perros mencionados, más los perros puros remanentes de los de “Toño” más algunos enviados por Agustín, forman el paquete genético incorporado a la raza desde Córdoba durante este periodo histórico. Es lógico que después de leer lo expuesto, todos se preguntaran ¿CUÁL ERA LA

DIFERENCIA DE LOS MESTIZAJES REALIZADOS POR AGUSTÍN?. La diferencia, si bien ambos grupos partían de los dogos originales de “Toño”, la misma residía en que en Córdoba, el plantel de perros base, era superior a las 16 perras llevadas por Agustín y fundamentalmente porque se mantenía y mantiene la memoria viva de todos los colaboradores y amigos de “Toño” Nores como así también tratar de lle-var a los ejemplares puros y no puros a encuadrarse dentro del “Estándar original”; en cambio Agustín ingresa directamente con la introducción de grandes perros, modificando sustancialmente el tipo de cráneo, llevando a los ejemplares de “Con-vexo-Cóncavo” a “Recto o Plano-Cóncavo”, con lo que modifica el tipo y crea confusión.

El germen de la codicia y el poder desencadenado a partir de 1976, lleva a que parte de la desarticulada filial Buenos Aires, hicieran gestiones ante la Federación Cinológica Argentina, para ser reconocidos como Club especialista del Dogo Ar-gentino con igual denominación que su entidad madre; esta acción induce a los sucesores de Antonio Nores Martínez para que emitan la siguiente nota

Sr. Presidente de la Federación Cinólogica Argentina

Córdoba 1785- 1er. Piso

Capital Federal

De mi mayor consideración:

Obrando en nuestro conocimiento las circunstancias de

que se ha presentado ante esa Federación una Institu-

ción que invoca la representación de la Raza Dogo Ar-

gentino y se auto titula de la misma forma del Club

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Page 154: Libro Dogo Argentino

del Dogo Argentino “Dr. Antonio Nores Martínez”, por

nosotros fundado en la Ciudad de Córdoba, hace más de

6 años, rogamos a UD., tomar nota debida de esta

nuestra resolución familiar suscripta por la totali-

dad de los sucesores directos del Dr. Antonio Nores

Martínez.

1º) Que conservamos plena y totalmente, como

únicos y legítimos sucesores del Dr. Antonio No-

res Martínez, los derechos a la utilización de su

nombre, reservándonos las acciones judiciales que

nos puedan corresponder por la usurpación y uso

ilegítimo del nombre de nuestro padre y esposo.

Así mismo conservamos la plenitud de los derechos

intelectuales que corresponden por la creación de

la raza Dogo Argentino.

2º) Que nuestra activa participación en el único

y autentico Club del Dogo “Dr. Antonio Nores

Martínez” fundado en la Ciudad de Córdoba en el

mes de Septiembre de 1971 y reconocido por Fede-

ración Cinólogica Argentina significó nuestra

plena y total identificación con los objetivos en

ese entonces enunciados, el que se encuentra ple-

namente vigente a la fecha, ratificando mediante

esta, nuestra total confianza a la actual C.D.

presidida por el Sr. Juan Carlos Sosa Senestrari.

3º) Que desconociendo los valores morales de las

personas que abusivamente se apropiaron del nom-

bre de nuestro padre y esposo, desautorizamos a

los mismos su utilización para ante ustedes.

CÓRDOBA, 6 de MARZO de 1977

(Original firmado por:)

Su esposa Erminia Del Castillo de Nores Martínez

Dr. Rodolfo Nores

Marta Nores de Mayoraz

Beatriz Nores de D’ Andrea

Abel Nores

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Page 155: Libro Dogo Argentino

En ese tiempo regía en la filial Buenos Aires una comisión normalizadora presidida por los Sres. ARMANDO TUDISCO (PRES.) – LUIS PADILLO (VICE) – ANA MARIA TEDESCHI (SECRETARIA) – HÉCTOR PAPA (PROSECRETARIO) - DIRECTOR DE RAZA DR. FERNANDO MORENO. En 1979 a raíz de los desencuentros que se estaban produciendo por las hegemónicas determinaciones emanadas desde la entidad madre (Córdoba), hecho que ofuscaba a otras filiales que no respondían a los manejos caudillescos que se gestaban, se decide, para mantener la unificación crear un “Consejo de Delegados” dándoles un aparente poder de decisión: este consejo se constituye en la Ciudad de

Río Cuarto y fija su sede en la Ciudad de Rosario permaneciendo Córdoba como entidad madre, aunque el desgaste y apatía lleva al disentimiento de la gente, que-dando Córdoba sin control. Horacio Rivero cede los 7 jabalíes a Forlla, se pierden bienes y la administración no la lleva nadie. Es entonces que tomo la administración del club, e instalo una oficina con secretaria para tratar de aglutinar nuevamente a la gente (cosa que logramos), en 1981; otorgamos la categoría de juez especialista a Don Diego Ros, debido a una invitación especial de su gran amigo (y ex amigo de “Toño”), el Sr. Wolfgag Burrenkopf quien tenía en su casa una vitrina con su prime-ra doga embalsamada junto a una bandera argentina, 1982 se nombra Juez espe-cialista de la raza a Horacio Ramírez, lo que le permite acceder a juez Holl Raun. En 1982 ineludibles cuestiones personales me llevan a ausentarme por 16 días lo que me lleva a la postre tener que alejarme totalmente del club periodo durante el cual, se produce un relajamiento total y el cierre de la sede, al punto que cuando F.C.A. notifica (intencionalmente) intimando a que en 72 hs se presente la docu-mentación de personería jurídica, maniobra pergeñada por la Filial Bs. As, (no lo hace a la dirección oficial) (local de Marcelo Moyano) y cuando la persona que lo recibe se la alcanza a Moyano este baya a saber porque, no se la entrega a Rivero, perdiéndose la titularidad en F.C.A. e ingresando la Filial Buenos Aires en conniven-cia con F.C.A. DE ESTA MANERA LA FILIAL BUENOS AIRES SE QUEDA CON LA ADMINISTRA-CION Y SIN PERROS PUES TODO EL INTERIOR DEL PAIS NO RESPONDE, SI-GUIENDO SU PROPIO CAMINO COMO “CONSEJO DE DELEGADOS”.

Nota: detalles más, detalles menos esta es la verdad de lo acontecido.

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Carta documento (copia del original)

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Mi hija Constanza 1976 Mi esposa Beatriz jugando con los cachorros- 1976

Solitario

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Parque Sarmiento 1981

Toro Viejo del Tumi 1985

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Page 161: Libro Dogo Argentino

Agustín Nores Martínez, es el hermano que por su edad y afinidad por los perros es el que más cerca estuvo de Antonio Nores Martínez, aunque su predilección era por los perros puros de gran talla, como el San Bernardo, Danés etc., con los que gustaba pasearse por el Parque Sarmiento. En esta etapa no nos extenderemos mucho, ya que la información existente en demasía haría obvia muchas de las apreciaciones, por lo que trataremos de incluir aquellas que puedan aclarar ciertas imprecisiones o errores conceptuales. Para ello nos trasladaremos a otra región del País; para poner en su justo lugar y tiempo los hechos, será menester citar primeramente palabras textuales de Agustín en su libro de 1969 que dice lo siguiente: Pero en cualquier forma y para evitar en el futuro errores de información he deci-dido publicar este folleto, ya que los años no pasan en balde y habiendo desapare-cido mi hermano Antonio, el verdadero creador de la raza, que puso en ello sus co-nocimientos científicos de médico cirujano y de profesor universitario y su gran pasión cinofila, corresponde hacerlo en misión clarificadora y para que ninguna du-da quepa en el futuro en lo atingente al origen y formación de Dogo Argentino. Quiero asimismo dejar aclarada otra circunstancia que incumbe a mi persona, en muchas publicaciones se me atribuye la formación de la raza. El verdadero creador y forjador del dogo argentino fue mi hermano mayor, el Dr. Antonio Nores Martínez. En el mismo libro, y cuando se refiere al cuerpo de un Dogo Argentino, deja bien en claro lo siguiente: CUERPO El cuerpo del dogo tiene características propias, de tal forma que quien haya visto una vez un Dogo Argentino no lo olvidará jamás. En primer lugar, SU TAMAÑO 60 a 65CM DE ALTURA Y 40 A 45KG DE PESO, de color completamente blanco y pelo corto, es la única raza en el mundo. Y pone como ejemplo al ejemplar Kob de Las Pampas que vemos en la foto y nada se parece a los ejemplares originales, viéndose una figura más adanesada, labios superiores colgantes por debajo de la mandíbula inferior y comisuras labiales pendulares y sobre todo líneas superiores de la cabeza paralelas, no correspondiendo a las definiciones de la raza. Pasado el tiempo y haciendo honor a sus premoniciones, 9 años después aparece

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Page 162: Libro Dogo Argentino

la gran mentira que muchos utilizaron y utilizan para justificar lo injustificable, como podremos observar en el desarrollo de nuestros relatos. En una de las ediciones de 1978, Agustín dice lo siguiente: Tras el fallecimiento de mi hermano, al haberse extinguido totalmente la raza en Córdoba, tuve que rehacerla en la Patagonia, con los ejemplares que me fue trayen-do mi hermano hasta 1955, más los que había llevado yo desde 1937 a Esquel y otras localidades del sur Argentinootras localidades del sur Argentino

Tras el fallecimiento de “Toño” y Agustín preso político, es lógico pensar que los perros llevados a Esquel hayan desaparecido en su gran mayoría; es así que libera-do Agustín en 1958, cansado y deprimido, “Pancho” lo aloja en un chalet existen-te al fondo de la quinta, donde permanecían unas 21 hembras y tres machos (de las que dejara “Toño”) al cuidado de “Pancho”, más algunos perros de otras razas perteneciente a Agustín y que quedaron también al cuidado de su hermano. Un año después, regresa a Esquel con sus perros; al año siguiente (1959) su hermano le sede 16 hembras y tres machos, pues en Córdoba si bien no existían tantos pe-rros como en los tiempos de Antonio; LA BASE GENÉTICA ESTABA ASEGURADA.

Prueba de ello es esta foto de 1962 En Esquel; donde se puede apreciar el tipo y talla de los ejemplares llevados desde Córdoba.

Instalado en Esquel y con sus perros, como veremos en las fotos, se dedica de lle-no a promover la raza y continuar con la recría y gimnasia funcional (de lo que era un fanático defensor).

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Irish Wolf Houn dogo argentino y Deerhoun - Esquel 1961

Esquel (1)

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La Rural Bs. As. 1963 Monte Hermoso 1965

Esquel (1) Kob 1963 Dele 1963 1965

Day de Trevelin año 1961

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Pambele de Santa Isabel

Pehuen

Por la influencia de Passet Lastra introduce nuevamente parte de las razas utili-zadas por Antonio, pero según considero, sin la debida y correcta estabilización, pues si observamos detenidamente los tiempos cronológicos, desde 1960 se envían perros a todos lados, incluso existen numerosas anécdotas al respecto, podemos observar el árbol genético de “Tilcara”, podremos ver que luego de una mestiza-ción, “Catriel” (dogo) con “Zimba” (danés arlequín), nace “Kob de las Pampas” (65cm) según familiares y a la hija la cruza con “Uturunco” (Dogo puro 62cm) y a sus crías la híbrida reiteradamente siguiendo el método de su hermano. Además del plantel antes mencionado, se lleva desde Córdoba a “Uturunco y Lanin” hermanos de “Chino” que queda en Córdoba, también lleva tres ejemplares de su primo José Antonio Rivero Nores en poder de sus hijos Ernesto y Horacio Rivero Nores. Como verán los lectores si se hubiesen realizado en Esquel nuevamente todas las cruzas que mencionan muchos escritores para hacer la nueva raza estaríamos en un

Partida de caza al Bermejo En 1968 con dos perros de Cordoba

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Page 166: Libro Dogo Argentino

periodo ventana de aproximadamente 15 años y sin embargo todos los ejemplares que se conocen como base nacieron entre 1960/1965. POR LO TANTO LA RAZA NUNCA DESAPARECIÓ NI HUBO QUE RECONSTUIRLA; AGUSTIN SOLO LLEVO A LA RAZA A UN NUEVO PERIODO DE DESESTABILIZACION, DISTRIBUYENDO EJEMPLARES CON UN NUEVO VIGOR HIBRIDO, QUE A PRINCIPIO DE LOS 70 CREARÍA UN NUEVO VARIOTIPO PRINCIPALMENTE EN LA ZONA DE BS. AS.

Agustín fue el principal propulsor de la raza con sus perros junto a sus hermanos Francisco “Pancho”, José Luis “Pepe” residentes en Córdoba, los hijos de “Toño”, Rodolfo, Abel y sus amigos de Córdoba, en Buenos Aires, Passet Lastra y otros co-mienzan a mostrar al Dogo en distintas exposiciones como se ve en las fotos en la Rural de Buenos aires, 1962/63. De esta manera logran el reconocimiento como raza por la Sociedad Rural Argen-tina, el 21 de Mayo de 1964 que abre el registro genealógico, inscribiéndose los pe-rros base. Agustín crea el Club del Dogo Argentino Antonio Nores en Esquel. Es así que en 1965, retoca el estándar realizado por “Toño” en 1953 (nunca publi-cado); en base a las medidas canométricas de “Kob de Las Pampas” (1961 alt. a la cruz 65cm), producto de “Catriel” con una Gran Danés arlequín, es en esta opor-tunidad que Agustín Nores fija altura mínima y máxima para evitar el gigantismo (como vimos al inicio de este capítulo). Agustín en base sus conocimientos, recopilaciones de datos algunos recuerdos y sobre todo teniendo como base a “Kob”; edita su primer libro, sirviendo este co-mo guía a toda la legión de jóvenes de 18-20 años, apasionados por saber y sobre todo tener el Dogo Argentino. La realidad fue muy dura, en Esquel a pesar de quedar en Córdoba una gran can-tidad de Dogos estandarizados como podemos observar en las fotografías de 1964 y 1965, se sigue introduciendo algún ejemplar foráneo, es por ello que llegan a la zona de Buenos Aires Dogos con pelo largo , adanesados Molosos; resultando así producto del vigor híbrido, algunos excepcionales ejemplares, etc..

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1961 Yarara ii 1963 (74 cm)

Uturunco de Santa Isabel y Kob de Las Pampas (1965/ 67)

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Cauquen del Chubut Tigre de Ponticheli

Solitario

Continuando con la difusión de la raza y quizás ensoberbecido por los halagos, en 1978 edita dos libros en uno de ellos ignora a sus hermanos de Córdoba e incluso critica tácitamente el accionar de los mismos lo que crea un fuerte altercado entre ellos, llevándolo a editar un nuevo libro donde expresa más correctamente los hechos históricos y reconoce la participación de sus hermanos. En el mismo periodo hace manifestaciones públicas criticando a los Cordobeses por hacer cruzamientos con otras razas mientras él las hacía en Esquel (una cosa no justifica a la otra). Particularmente pienso que todos estos desatinos se debieron al estado psicofísico en que se encontraba y fue aprovechado por un grupúsculo de actores separatistas.

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Estos hechos llevan tiempo después a manifestar en una esquela familiar (entre otras similares), lo siguiente: ESTOY ARREPENTIDO QUE POR EL AFAN DE DIFUSIÓN HAYA ENVIADO CUALQUIER PERRO A BUENOS AIRES, CREANDO CON ELLO CONFU-SIÓN EN LOS CRIADORES (Envío toda una lechigada hijos de un galgo).

Poca es la actividad de cría en la ciudad de Buenos Aires durante la década de 1960 prácticamente son todos perros enviados por Agustín, sin fijación de caracte-res y poseedores de un fuerte vigor híbrido (o sea individuos heterocigotos), son los que conoce la generación intermedia de Bs. As.. Luego a partir de la fundación del Club del Dogo argentino en 1971 y posteriormente constituida la filial Buenos Ai-res (1973) del “Club homónimo fundado previamente en Córdoba”, comienza la in-troducción de nuevos ejemplares en gran cantidad desde Córdoba, con las carac-terísticas típicas de la raza (aunque muchos también fuesen heterocigotos), que al entrecruzarse van homogeneizándose y retornando al encuadre del estándar fijado por “Toño” en 1953 y aprobado por Agustín Nores Martínez en 1965 por la Socie-dad Rural y posteriormente en 1973 por la F.C.A.; pero también ocurre que en mu-chos ejemplares se produce la regresión a los ancestros introducidos por Agustín, como por ejemplo “Tilcara” (1973), posteriormente “Blanco Alumine y Blanca Dama”, a pesar de que en 1971 el ejemplar “Picunche de Namuncura”, nacido el 2/09/1964 con tan solo 62cm era el ganador de las exposiciones. Es este el punto donde comienza la anarquía en la crianza motivado por el exitis-mo o por el interés internacional sobre la raza a partir de una numerosa exporta-ción a Japón desde Córdoba como ya mencionamos anteriormente aunado a una marcada ambición por el poder. Bs. As. deja de cruzar con los perros de Córdoba porque con ellos no podían su-perar a los campeones homologados fuera del estándar (eran híbridos) de esta ma-nera se llega 1978 donde desde Bs. As. se comienza a tratar de darle una interpre-

tación gramatical inversa a las medidas fijadas en el Estándar cuando dice bien claro, las medidas son 60cm. mínimo y 65cm máximo, prefiriéndose los de mayor alzada.

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Una interpretación gráfica para los que no entienden gramática sería la siguiente:

DOGO ARGENTINO

En 1977, esto lleva a cometer un grave error al “CLUB MADRE”, no tanto por una concepción técnica, sino más bien por acción política, aceptando en base a las me-didas canométricas de “Tilcara” una tolerancia en la altura que decía lo siguiente: De 60 a 65cm en caso de que las virtudes del perro macho la justifique y solo por vía de excepción, los jueces podrán premiar a ejemplares que excedan a los 65cm estipulados, hasta un máximo de 67cm, mayor altura se descalificará. Perdido el vigor híbrido inicial y debido a los cruzamientos iniciales con los perros de Córdoba, que por su concepción por lo general no producían regresiones al danés, sino que lo hacían más bien al perro de pelea cordobés, los perros pierden talla. Es así que a finales de este periodo un Sr. de Río Cuarto, quizás ante igual problema o viendo la avidez por perros altos (los que no podían lograr, por vías na-turales); mestiza con Gran Danés (taqueado), logrando un imponente perro cuyo hermano era totalmente marrón atigrado, modificando el tipo, introduciendo de-ntro de la raza entre otros, conceptos, el de cabeza “cóncava-plana” como veremos más adelante en el análisis del estándar; de esta manera abastece a los criadores Bonaerenses que querían, ¡¡GIGANTES!!, en cantidad, sin depuración previa, solo siendo nuevos individuos híbridos (heterocigotos); esta infusión se produce princi-palmente a partir de 1980. Paralelamente continúan las luchas políticas y Bs. As. continua su lucha por el con-trol total del club; lográndolo definitivamente en 1983 fecha en que comienza a dispararse abismalmente del estándar por el juzgamiento ignominioso de los jueces donde los favoritismos y el negocio se van entremezclando y fragmentando el país en dos partes, INTERIOR Y BUENOS AIRES truncando definitivamente la ambición de Agustín de uniformar nuevamente y definitivamente la tipología racial que defi-ne al “Dogo Argentino” y quien lo observe sepa de qué perro se trata (como ya lo manifestamos anteriormente).

65cm. ______________MAYOR ALZADA

60cm. ______________MENOR ALZADA

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Picunche de Namuncura Tilcara

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Cumpa del Rancho Grande Bucanero de Riga

Duda de Tilcara

ES AQUÍ COMO YA RELATÉ ANTERIORMENTE DONDE CONCLUYE LA HISTORIA MODERNA... “UN PERRO DOS HISTORIAS”. CONCLUSIÓN: POR MEZQUINDADES Y AVARICIA HUMANA LA HISTORIA MODERNA TRANSCURRE POR DOS RAMAS PARALELAS; USTEDES PODRÁN DETERMINAR SI EN ESTE PERIODO NUESTRO DOGO ARGENTINO EVOLUCIONÓ O INVOLUCIONÓ. NO OBSTANTE TODA HISTORIA TERMINA CON UN ESTANDAR.

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(Copia modificada, del redactado por Antonio Nores Martínez en 1953) F.C.I. N°292-- 31 de Julio de 1973 CRÁNEO: Macizo, convexo en el sentido anteroposterior y transversal por los relieves de los músculos masticadores y de la nuca. CARA: Del mismo largo que el cráneo, es decir, que la línea que une las dos apófisis orbitarias del frontal esté a igual distancia del occipucio y de borde alveolar del maxilar superior. AGUSTIN AGREGA: hemos separado cráneo y cara, pero am-bos constituyen en su conjunto la “Cabeza” del Dogo, que es típica y, como ya se ha explicado en el curso de esta obra, pertenece al tipo “mesocefálico” y debe tener un perfil convexo-cóncavo, es decir, el cráneo convexo por el relieve de la inserción de los músculos masticadores, clásico del cráneo del perro de presa, “tipo masticador” y la cara u hocico ligeramente cóncava hacia arriba, propia de perro de gran olfato, es decir, que tiene cráneo de masticador y cara de olfativo en cuanto hay en ello una interacción funcional: el ventear alto. Arcos cigomáticos muy separados del cráneo, con fosa temporal amplia, para la cómoda inserción del músculo temporal, uno de los principales masticadores. OJOS: Oscuros, “o color avellana”. Encapotados por los párpados de bordes negros o claros, la separación entre ellos debe ser grande, mirada viva e inteligente pe-ro con marcada dureza al mismo tiempo. (Los ojos claros o párpados rojos, re-stan puntaje. La desigualdad de color – zarcos - es motivo de descalificación). MAXILARES: Bien adaptados, sin prognatismo, fuertes, con dientes bien implantados y grandes. (No tiene importancia el número de molares, siendo lo más importante la

homogeneidad de las arcadas dentarias, la carencia de caries, que no haya prog-

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natismo, ni superior ni inferior, y en especial que los cuatro colmillos, grandes y limpios, se crucen perfectamente en la mordida al hacer presa). NARIZ: Fuertemente pigmentada de negro, con un ligero stop en la punta; ventanas nasales bien amplias. (La nariz blanca o muy manchada de blanco, resta puntaje. Nariz partida o labio leporino, es motivo de descalificación). OREJAS: Sobre la cima de la cabeza, erecta o semierecta, de forma triangular, deben presentarse cortadas siempre. (El jurado no debe juzgar un Dogo con orejas lar-gas, por lo que debe retirarlo del ring. En la hembra puede aceptarse las orejas re-cortadas un poco más largas -como en el Gran Danés-. El macho es preferible con las orejas un poco más cortas. El Dogo Argentino es un perro de presa, es decir, de lucha y en ella las orejas largas ofrecen una presa fácil y muy dolorosa. Además, ra-zones de estética hacen necesario el corte de orejas. LABIOS: Bien arremangados, tirantes, de bordes libres, pigmentados de negro. Se exige el labio (elimina “bien”) corto, para que cuando el perro está haciendo presa, pueda respirar también por la comisura labial posterior, porque si el labio es péndulo, aunque el maxilar sea bastante largo, viene a hacer de válvula en la inspiración y cierra la comisura de los labios, lo que impide al animal hacer una respiración supletoria por las comisuras labiales, durante la presa, teniendo que largar por asfixia, (elimina como el mastiff y agrega: como pasa en las razas de labios colgantes). OCCIPUCIO: No debe hacer relieve, porque los potentes músculos de la nuca lo borran por completo, siendo la inserción de la cabeza y cuello en forma de arco. Agrega: (Se confunde con la línea curva de la convexidad del cráneo). CUELLO: Grueso, arqueado, esbelto, con la piel de la garganta muy gruesa, haciendo arrugas como las del (Elimina Mastiff) y agrega Mastin, Dogo de Burdeos o Bull-dog), y no tirante como en el Bullterrier. Esta elasticidad de la piel del cuello se debe a que el tejido celular de esta parte es muy laxo, permitiendo a la piel

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del cuello resbalar sobre la aponeurosis superficial, de manera que el colmillo o garra del adversario sólo hiere el cuero, (elimina y si fuera otro perro el que intenta sujetarlo del cuello y agrega: y cuando es un puma, por ejemplo, el que in-tenta sujetarlo del cuello, como la piel es elástica y se estira mucho, le permite hacer presa a su vez). PECHO: Amplio, profundo, con la sensación de poseer un gran pulmón. Visto de frente, el esternón debe rebasar hacia debajo de los codos. (Siendo el Dogo Ar-gentino un perro de trabajo y lucha, es obvio destacar la importancia de un pecho profundo y amplio, por la importancia que tiene la respiración en el perro). ESPALDA: Alta. Muy fuerte. De grandes relieves musculares. TÓRAX: Amplio; visto de lado, rebosa su borde inferior a los codos. COLUMNA: Más alta en la espalda, (Antonio escribe: e inclinada hacia el anca en suave pen-diente, que no es la misma interpretación que le da Agustín) inclinada en el anca en suave pendiente). En los animales adultos, cuando el desarrollo muscular de la espalda y del riñón es bueno, vistos de perfil, parecen sillones y presentan un canal medio a lo largo de la columna, dado por el relieve de los músculos es-pinales). MANOS: Rectas, bien aplomadas, con dedos cortos y bien unidos. (El largo de los de-dos debe guardar proporción con la mano y tener almohadillas bien carnosas y de piel gruesa y muy áspera al tacto, con callosidades que le permitan correr mucho por terreno áspero y pedregoso, sin lastimarse). RIÑÓN: Borrado por los músculos del dorso. PIERNAS: De muslos muy musculosos, con garrón corto y dedos bien cerrados, sin de-do aberrante. (Con buena angulación, recordando siempre que son los pilares pro-

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pulsores de la velocidad y el sostén en la lucha cuerpo a cuerpo, por lo que nunca será demasiado insistir en la fortaleza de los músculos del muslo. El dedo aberrante, tan fácil de hacer desaparecer en los primeros meses, resta puntaje como carácter recesivo hacia el Dogo de los Pirineos, pero no es motivo de descalificación). COLA: Larga (agrega: y gruesa), pero sin sobrepasar los corvejones, llevada natural-mente caída. Durante la lucha la mantiene levantada, en un continuo movi-miento lateral, como cuando hace fiesta a amo. (Debe tenerse muy presente que la cola constituye una gran ayuda, tanto en el cambio de dirección a la carrera, en que actúa a modo de timón, en acción compensadora, como en la lucha, donde hace de sostén o punto de apoyo, colaborando en el trabajo de los cuartos tras-eros). PESO: De 40 a 45 kilos (estos puntos Antonio no los incluye en los estándar pero si en distinta consideraciones). ALTURA: (en este punto pasa lo mismo que en el anterior). De 60 a 65 centímetros (tanto en la altura como en el peso, el juez debe ser in-flexible, pues siendo el Dogo un perro de lucha, entre las razas de caza mayor, la disminución en el tamaño le resta eficacia. Debe ser descalificado todo dogo adulto, sea macho o hembra, que tenga menos de 60 centímetros de alzada, prefiriéndose, entre varios ejemplares buenos, el de mayor alzada. El creador de la raza ha ense-ñado que el Dogo Argentino es un normotipo y dentro de ello un macrotálico. Es decir, que debe existir una armonía en la proporción, que bajo el punto de vista funcional, es euritmia o sea normal correlación orgánica que se traduce por una mayor capacidad de fuerza, por lo que debe buscarse el de mayor talla y peso, pero sin llegar al gigantismo). MANTO: Completamente blanco. Toda mancha de cualquier color, debe descalificarse como carácter atávico. (Los blancos con la piel muy pigmentada de negro, de-ben considerarse como ejemplares no aptos para la cría, por el carácter recesi-vo que muestran y que puede entrar a ser predominante en los hijos si se apa-rean con otros ejemplares que tengan en potencia dicho defecto. Las manchas pequeñas en la cabeza no son motivo de descalificación, pero entre dos ejem-plares similares, debe preferirse al que sea completamente blanco. En cambio

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toda mancha en el cuerpo, debe ser motivo de descalificación. En este punto Agustín elimina algo muy importante, pues Antonio dice bien claro: Puede tolerarse únicamente algunas manchas oscuras o negras en los ojos o en la cabeza por delante de las orejas. MOTIVOS DE DESCALIFICACIÓN: Ojos zarcos, sordera, manchas en el cuerpo, pelo largo, nariz blanca o muy manchada en blanco, prognatismo (sea inferior o superior), labio muy péndulo (Agustín introduce muy péndulo restándole la importancia que le da Antonio), ca-beza agalgada (por su mala experiencia), orejas largas (sin recortar), talla inferior a 60 centímetros, más de una mancha en la cara y toda desproporción física. El de-do aberrante le resta puntos, sin llegar a la descalificación (experiencia que no la tuvo Antonio pues no tenia los mestizajes realizados por Agustín).

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Fotos varias de este periodo:

Fotos publicadas por Filial La Plata del C.D.A. Cedidas por el Sr. Agustín Nores al Sr. Setuain

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Esta Historia marcadamente política se origina, más que en la superficialidad de nuestro interés individual, por la división ancestral del pensamiento colectivo del pueblo Argentino; la división entre unitarios y federales (aunque algunos sos-tengan que ya no existe). Al lector le parecerá no tener nada que ver con el desa-rrollo del dogo; sin embargo lo es todo, pues la anarquía reinante marcara el des-madre en la crianza. Muchos objetaran como un desatino mis expresiones, pero luego de lo que expre-saré, ensayen alguna explicación racional que los justifique. Como ya dijimos anteriormente, F.C.A. solicita a los clubes especialistas sus ins-cripciones en personería jurídica y a sabiendas de que Córdoba no la tenía actuali-zada, intima al club presentarla antes de 72hs, lo que no se hace por demora y ne-gligencia, siendo incorporada a la Federación; LA FILIAL BUENOS AIRES (quien solo se gobernara a si misma hasta la fecha), desconociendo la trayectoria y estructura de la entidad madre de todos los clubes EL CLUB DEL DOGO ARGENTINO ANTONIO NORES MARTINEZ heredado y refundado el 19 de septiembre de 1971. Es así que esta historia continúa por dos caminos paralelos, pero esta vez con re-sultados nefastos y está comprendida entre 1983 y 2005, por lo tanto muy fresca en la memoria colectiva de cualquier lector por lo que relataré solo algunos hitos que considero de importancia en este espacio de tiempo. Con el poder legal absoluto la Filial Buenos Aires continua con sus actividades cinológicas en la Capital. Los jueces por ellos designados desconociendo el están-dar original, pues el descontrol producido por los perros introducidos sin el debido conocimiento de su génesis, hace que paulatinamente se vaya modificando el con-cepto de tipicidad adoptándose irracionales parámetros, se generalizan los cráneos planos y algunos de difícil definición, el gigantismo y la aparición de manchas ne-gras (sin fondo atigrado) y otras indefinidas, como se puede apreciar en las fotos siguientes:

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Lo más grave de todo, es la introducción de displacía de caderas en la raza. Estas distorsiones y los eternos enroques de poder dentro de su propio gobierno, lleva a un noble y entusiasta, Gustavo Figueyras, a tratar de lograr algún consenso de unifi-cación y para ello, emprende viaje por todo el interior del país donde se realizaban las exposiciones del “Consejo de Delegados”, quienes continuaban con sus activi-dades en pro del desarrollo de la raza, Gustavo, con su perseverancia, llega a acor-dar una asamblea en coincidencia con el festejo de los 25 años de F.C.A. (1987), invitándose a Víctor Vallino a juzgar la muestra luego de 7 años de no hacerlo, la misma conto con la presencia de todos los delegados de cada filial (en la cual me tocó representar a Córdoba conjuntamente con Marcelo Moyano), durante la misma se refrendo un acuerdo el 20 de Junio de 1987, que como todos los anteriores tam-poco cumplieron.

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Así continuaron encerrados en la capital y exportando perros para luego enviar interesados jueces tratando de explicar y justificar lo inexplicable ¡¡Los perros, no encuadraban dentro del estándar!! Arrastrando a la raza a un cambio de su SOMA Y PSIQUIS. AUNQUE ALGUNOS CRIADORES CONTINUABAN AJUSTANDOSE AL ES-TANDAR ORIGINAL. Así, transcurren 9 año de cisma político y de raza, hasta que en 1998 se intenta un nuevo acercamiento en el cual Bs. As., otorga algunas fechas al interior del país, mientras se pergeñaba un cambio del estándar de la raza con la excusa de que F.C.I. lo exigía, no diciendo que debería ser solo un encuadre del existente dentro de un patrón común. En este punto y debido a posteriores polémicas suscitadas es menester ser lo más imparcial posible. Mundialmente se le endilgo a FERNANDO MORENO ser el único responsable de dicha reforma, pero haciendo justicia expresaré mi pensamiento y relataré un hecho que conozco bastante bien: Ante la solicitud de F.C.I., F.C.A., in-forman al Club Del Dogo Argentino (Filial Bs. AS.) de dicha resolución, para lo cual el Sr. Miguel Ángel Martínez, le acerca a Fernando un ejemplar del estándar del Ovejero Alemán, diciéndole que lo copiará (según me manifestó Fernando); Fernan-do ante tal responsabilidad y en un intento por comprometer a la mayor cantidad de representantes de la raza, se comunica con los responsables del consejo de de-legados. Lo manifestado, deja en claro que Fernando extendió la oportunidad de participación a todo el espectro Doguero, podrán decir que a unos si a otros no, pero jamás que se desconocía el tema, por consiguiente la responsabilidad fue de todos. No obstante igualmente se traicionó la buena fe, pues el estándar aprobado no es en forma textual el que presento Fernando a F.C.A. (manifestación textual de Fer-nando), incluso y gracias a Dios, ante una gestión personal de Ramírez-Rivero, Forlla y Otto Schiff ante F.C.I., se acotó la talla. Pero de una u otra forma, por abulia, desinterés, mala fe, arrogancia, o como le quieran llamar, se consuma un daño más a la raza y con ello un nuevo engaño a los criadores de DOGO ARGENTINO y una acentuada división del pensamiento dogue-ro, inclusive la Filial Bs. As. “en uso del poder”, queda dividida a trompadas y “Usur-pado” el poder interno, con la consecuente intervención judicial hasta la fecha (Año 2007). ¡¡TODO UNA VERGÜENZA!!.

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La entidad madre de todos los clubes a partir de 1983, ante esta disociación de su filial Bs. As. convoca a todas las filiales del país y en la ciudad de Río Cuarto queda constituido un nuevo ente, EL CONSEJO NACIONAL DE DELEGADOS, que si bien ya regía dentro de la entidad madre, en este caso sería el encargado de regir las decisiones de la mayor masa doguera del país y es así que se continua con un ranking anual denominado el DOGO DEL AÑO donde su ganador debería revalidar su título ante un jabalí o puma , actitud que siempre fue sostenida por la entidad madre como podemos observar más adelante en algunas fotos. Se reglamenta y crea el torneos de caza mayor, los cuales se realizan en VILLA MERCEDES (SAN LUIS).

Pedro Julián entregando premios en 1985

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Luis Sanitti con Pedro Julian - 1985

El “Consejo de Delegados” del interior del país, continua con sus actividades, or-ganizando durante el tradicional “Encuentro nacional” de toda la colectividad do-guera del país, entre los días 8, 9 y 10 de Diciembre de 1989, un seminario con en-cuentro de Jueces y criadores, al cual fue invitado a disertar, el Dr. Francisco Nores Martínez “Pancho” (hermano de Antonio), el Dr. Fernando Moreno y el Sr. Horacio Ramírez, tocándome la función de moderador del debate como se ve en la foto; se organizo una exposición el día 9 y una prueba de campo el día 10 con numerosísi-ma presencia como siempre fue costumbre en la ciudad de Córdoba, por la noche se realizó una cena donde se descubrió una placa en memoria de Antonio Nores Martínez, que posteriormente se emplazaría en la “PICADA NORES”, lugar donde fa-lleciera este; estos encuentros nunca fueron superados por su calidad y manteni-miento de principios y tradiciones.

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Francisco Nores Martínez, Horacio Ramírez, Fernando Moreno, Jorge Masjoan

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Luego del frustrado intento de unificación de 1987 y ante la intransigencia de Bs. As., se va gestando una nueva idea para darle más cuerpo al “Consejo de Delega-dos” y es así, que el 19 de Septiembre de 1991 se constituye un nuevo club con la firma de los Señores: OTTO SCHIMPF - J.C. FORLLA - HORACIO RAMIREZ- N. GONZALES SUEYRO (por la Agrupación Bóxer Club) -FRANCISCO NORES MARTINEZ - ERNESTO RIVERO NO-RES Y HORACIO RIVERO NORES- VICTOR ALIAGA - OCTAVIO Y CUSTODIO BUSTO FIERRO - JORGE MASJOAN - ULICES D”ANDREA - DANIEL GIANONE - H. R. STIN-CO, entre muchos más siendo este el primer intento como veremos más adelante de crear un club paralelo, al cual se lo denomino AGRUPACIÓN DE CRIADORES DE DOGO ARGENTINO “19 DE SEPTIEMBRE” y que tendría alcance internacional.

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Esta intención tuvo poca vida por el temor de algunos dirigentes a perder el con-trol dirigista ante un club orgánico. Lamentablemente durante la década del „90 a pesar de que la fiesta de fin de año se continua realizando, por el solo hecho del poder convocante de los dogueros Cordobeses, se pierde la fuerza estructural, sus “dirigentes” pierden el sentido de las tradiciones y el del bien común por el bien propio, creándose un estado anárquico propicio para los desmadres, lo que afecta directamente a la raza. Y como ya comentamos, la política y el desarrollo de la raza son paralelos y nada auspiciosos para la raza, al comenzar los „90 se introduce nuevamente en la zona de Río Cuarto, por una línea diferente a la anterior, un gran Danés negro, aunque esta vez es depurado hasta la cuarta generación y a pesar de esto hoy se observa en esta línea de sangre, ejemplares campeones de 69 a 70cm (hermosos perros, pero ¡no dogos!), (esta información no ha sido corroborada fehacientemente, salvo por lo que se observa en ejemplares de dicho origen). En el camino, llega a Córdoba desde E.E.U.U. una linda Stafor negra, su dueño, al no existir en ese entonces ejemplares de su misma raza, se le ocurre cruzarla con un Dogo Argentino naciendo de la

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misma un poderoso perro negro llamado “Julio”, quien no tiene rival macho que lo bata en un ring, por lo que es utilizado con cuanta hembra se le cruce, creando una pléyade de perros denominados ”PAMPA”. Pero el caso es que el resultado de los mismos deriva en múltiples descendientes “Pampa” y algunos “Dogos Argentinos”, campeones de distintas líneas de sangre; introduce ojos bien marrones y redon-deados, stop y perfil de Stafor, musculatura atípica, manchas negras puras y las piernas como “botas de potro”, la pelvis tiene un ángulo más cerrado, la que hace que se inserte más alta la cola, desciende el músculo tendinoso a la par del glúteo medio, dejando visualmente una musculatura cuadrada, o sea una pierna que no corresponde al dogo.

Julio Pampa

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¿Dogo?

Más adelante ya entrado el 2002, un compulsivo joven llamado ¡Luis!, a pesar de sus conocimientos y en una desviación de la lógica, cree que introduciendo una nueva línea de sangre recuperaría las cualidades del Dogo Argentino del día a la noche como ya lo habían intentado varios, e introduce a “CIRO”, un mestizo de “Pitt bull” marrón y una “doga” con ascendencia de Bull Dog y Bull Terrier propiedad de un criador de Pitt bull, que seleccionaba estas características para la pelea de pe-rros. Con este pensamiento, distribuye desprejuiciadamente las crías, incluso en-viando algunas a Italia, sus descendientes se reproducen en diferentes ambiente y de ellos hoy vemos ejemplares con ojos negros (pero redondeados) y un particular tono muscular, pero que en el futuro no sabremos en que terminará, estos perros si bien impactan, no tienen la tipicidad del dogo. Este mismo criador utiliza otro mes-tizo de Pitt Bull llamado “Titán” creando una pléyade de indefinidos perros (caras de Dogo-Grupa De Pitt Bull), que curiosamente ganan en las pistas, demostrando el desconocimiento de los jueces.

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Ciro (Pitt Bull) ¿Descendiente Dogo?

¿Descendiente Dogo en Exposición?

CIRO, también es utilizado por otro criador, en una zona serrana produciendo ejemplares alabados por el conocido juez Holl Raun especialista de raza y escritor de numerosos artículos sobre la misma incluso otorgándole un C.A.C, esto hizo que varios llegaran a campeonas y campeones e incluso exportados, siendo que a ojos vistos, cualquier conocedor de la raza advertía su origen inmediato. Pero a pesar de tantos desatinos de un reducido grupúsculo, hoy quedan en Córdoba y el interior, serios y responsables criadores, quienes auscultando la géne-sis de los ejemplares a emplear, están logrando excelentes resultados y compitien-

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do exitosamente en distintos escenarios. Quiero dejar bien en claro que los ejem-plos citados, no son para crear descalificación alguna, todo lo contrario, son para que los criadores que amen la raza sepan tomar los recaudos necesarios que re-quiere una crianza responsable. Durante el año 2001 se suceden sugestivos hechos a ojos de la colectividad do-guera a la que se le había informado que las personas que tenían la conducción del Consejo de Delegados de la entidad madre, en Agosto de 1998 firmaron un auspi-cioso convenio con F.C.A. y el Club de Buenos Aires; considerado a la postre, como un mero Certificado de entrega de principios y tradiciones, pues en el artículo 1° dice qué la nueva entidad seguirá manteniendo las atribuciones y obligaciones que le confiere el estatuto de la institución (por ende desaparece el estatuto del Conse-jo); en el artículo 9º de dicho certificado inciso a) dice: Promover y desarrollar la Ra-za Dogo Argentino a nivel nacional de acuerdo al estándar vigente y aprobado por la Federatión Cynologique Internacional (por ende entrega sin reparo alguno, del estándar original de la raza). Reitero, no es una mera critica, en ningún artículo o inciso se puso reparo alguno a estos puntos, por lo tanto se le mintió a la gente. Estos acumulados hechos junto a la reforma del Standard lleva a la comisión di-rectiva expulsada de facto y con la interposición de un recurso de amparo, a tratar de ganar adeptos en el interior del país para crear una fuerza opositora capaz de derrotarlos en una hipotética asamblea (pero sin dar nada a cambio para el interior). Así es que a mediados del 2000 durante una exposición especializada en la ciudad de Córdoba, donde se realizaría un homenaje a los dos últimos campeones mundia-les, “Estribo” y “Talismán de la Vieja Diana”…

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…el Consejo de delegados y la comisión del C.D.A., desaíran el acto por no corres-ponder a su línea de pensamiento (independientemente de la calidad de los ejem-plares) y no concurren a la mesa servida que se les ofrecería a todos. Dicha ofensa y por ser yo la persona encargada de dicho almuerzo y previamente haberle advertido junto a “Taki Stepanopulos” al Sr. Basso que la única forma era formarles un club paralelo, debido a una impropia y ofensiva respuesta del mismo, con respecto al nuevo estándar; invitamos a todo el que quisiese almorzar que se arrimara a la mesa (más de 30 personas, prácticamente todos los expositores inclu-yendo gente de Brasil); durante la misma y luego de nutridas opiniones se decidió que formar un nuevo club era el camino más lógico ante tanto despotismo. Paso el tiempo y algunas persona crean un pequeño foro donde la comisión en el exilio del C.D.A. va arrimando adeptos para confrontar con la otra comisión, parale-lamente, con “Taki” Stepanopulos y Carlos Hernández, con permanentes comunica-ciones vamos conformando la idea del nuevo club. Es así, que se convoca a una asamblea para el día 19/08/2001 en la ciudad de Villa Mercedes San Luis, asistiendo a la misma los diferentes grupos de pensamiento, entre ellos Balmaseda Nelson, Ulises D‟Andrea Nores, “Pájaro” Stinco, José Girotti, Uñac, Basone Unberto y César, Fantolino, Ontivero, José María Moreno, Germán Fernández (defensor acérrimo de la posición del foro), Fernando Centurión, Carlos Hernández, Taki, etc. Luego de intensas y duras horas de debate, finalmente triunfa la idea del club, firmándose el acta constitutiva del “Club federal del Dogo Argentino” en Villa Mercedes San Luis.

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Luego se ratificó en la ciudad de Córdoba la aprobación de los estatutos. Esto me lleva a pensar en un viejo sueño que tuvimos un día de 1996 con Carlos Arguello (internacionalizar políticamente la raza haciendo una exposición mundial de dogo en la Quinta Santa Isabel), sueño este que trasmitimos a Francisco Nores Martínez “Pancho”, quien se entusiasmo tanto que inmediatamente comenzó a comunicarse con todas sus relaciones, pero su pronto fallecimiento dejo truncas estas ilusiones, aun así continué insistiendo ante todos los dirigente notables Fernando Moreno, Horacio, etc. Fue así que recordando aquel viejo anhelo, me comuniqué con su hermano José Luis Nores Martínez (el hermano menor de Antonio) a quienes le co-muniqué que tenía intenciones de hacer un evento en la Quinta, oferta que fue am-pliamente acogida por toda la familia Nores, por lo que automáticamente él y todos los representantes del Club Federal recientemente formado nos abocamos a prepa-rar el primero y único homenaje en la quinta y primer evento doguero con carácter internacional; se entronizo un monolito en homenaje a Antonio frente a la capilla y se realizó una exposición con más de 100 ejemplares de distinto origen.

Ingreso a la quinta Santa Isabel (1)

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Ingreso a la quinta Santa Isabel (2)

Caniles detrás de la capilla y cementerio de perros (1)

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Caniles detrás de la capilla y cementerio de perros

Capilla Santa Isabel

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Placa en memoria de Antonio Nores Martínez

Jorge Masjoán dirigiendo unas palabras a los concurrentes

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José Luis Nores Martínez (“PEPE”) Masjoan y Marta Nores (hija de Antonio)

Descubriendo la placa: “Pepe”Nores-Carlos Hernández -“Taki”

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Exposición Javier Coronda con “Julio”

Imán- Guillermo Suárez- Néstor Plonski

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José Luis Nores Martínez (“Pepe”) Masjoan y Marta Nores (hija de Antonio)

Descubriendo la placa: “Pepe”Nores-Carlos Hernández -“Taki”

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ya teníamos de años atrás) en la “Picada Nores”, luego realizamos un almuerzo criollo en la localidad de Totoral terminando con una exposición en la ciudad de Córdoba, bajo el auspicio del Consejo de Delegados.

Fernando Moreno-José Luis Forlla-Jorge Masjoán y Constanza Masjoán

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Horacio Rivero, José Crespo

Final de las conferencias

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Horacio Rivero juzgando

Paolo Vianini juzgando

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Algunos solo fueron espectadores

Como conclusión y para no abundar más en detalles, pienso particularmente que estos dos eventos han sido el puntapié inicial para una verdadera unificación aun-que hoy todavía existen vientos separatistas donde el pensamiento diferente no es tolerado, aún con la unificación del Club del Dogo Argentino (C.D.A., rectora de los destinos de la raza). Este gran movimiento permite a su vez la creación de un nuevo ente inter nacional denominado Asociación Mundial del Dogo Argentino (A.M.D.A.), gracias a su gestión fue posible organizar la primera exposición mun-dial del año 2010 en las cercanías de la ciudad de Córdoba; lástima que llegamos solo con papeles y sin una clara definición de raza y peor aún, con un estándar ca-prichosamente impuesto. Por todo lo antes descripto, es fácil de entender que el desorden en la raza es po-testad del desorden de las personas que pretenden conducir a la misma y así como no respetan la individualidad de las personas menos aún la hacen con el Dogo Ar-

gentino.

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Como no podría ser de otra manera cada historia termina con un nuevo estándar, sobre los que opinaré en general y en particular en el próximo capítulo, siendo el que corresponde a este periodo histórico el siguiente:

ORIGEN: Argentina FECHA DE PUBLICACIÓN: 29-01-1999 UTILIZACIÓN: Perro de caza mayor (Montería) CLASIFICACIÓN F.C.I.:

Grupo 2 Perros tipo Pincher y Schnauzer, Molosoides, perros tipo montaña y Boye-ros suizos. Sección 2.1 Molosoides tipo Dogo. Sin prueba de trabajo.

Esta raza es originaria de la provincia de Córdoba, situada en la región mediterránea del territorio de la República Argentina. Su creador fue el Dr. Antonio Nores Martí-nez, miembro de una tradicional familia de esa provincia y de profesión médico. Su pasión por los perros, tal vez por legado familiar, lo llevó, en el año 1928, a fijar las bases y un estándar para una nueva raza canina a la que denominó Dogo Argentino. Su trabajo partió del cruzamiento metódico entre varias razas puras con el “Viejo Perro de Pelea Cordobés”, ejemplares estos de un gran poder y fortaleza, pero ines-tables psíquica y genéticamente, productos de un mestizaje de Mastines, Bulldogs y Bull terriers, y que eran muy conocidos y apreciados en esa época entre los fanáti-cos y encarnizados peleadores de perros, actividad común por ese entonces y don-de se mezclaban todas las clases sociales. Tras una intensa y minuciosa selección y estudio de caracteres, en varias genera-ciones, logra su objetivo, formando la primera “familia”. En sus orígenes, fue considerado por muchos como un perro de lidia, pero el fer-vor por la caza del Dr. Nores Martínez hace que le de participación en una de sus habituales partidas de montería, donde quedan demostradas sus cualidades a estos fines, pasando a ser figuras principales en todas sus salidas. Así se convirtió rápida-mente en un excelente “Perro de Montería”. Esta misma metamorfosis lo lleva hoy, a través de los años, a ser un can versátil en sus funciones, puesto que ha demostrado ser un noble ejemplar de compañía y un fiel e infranqueable protector de lo que ama. Su fortaleza, tenacidad, olfato y bravura, lo hacen inigualable dentro de los canes de jauría para la caza de jabalíes,

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pecarís, pumas y otras especies predadoras de la agricultura y la ganadería, que habitan las vastas y heterogéneas regiones del territorio argentino. Su armonía y su balance, la excelente musculatura, propia de un atleta, lo hacen el perro ideal para soportar largas travesías bajo climas muy diversos y, tras ellas, sostener un arduo combate con la presa perseguida. El 21 de mayo de 1964, es reconocida como raza por la Federación Cinológica Argentina y por la Sociedad Rural Argentina, quienes abren su “Registro Genealógi-co”, iniciando su inscripción. Recién el 31 de julio de 1973, es aceptado por la F.C.I., como la primera y única raza argentina, gracias a la vehemente pasión y al iniguala-ble trabajo del Dr. Agustín Nores Martínez, hermano y continuador de la obra del creador. APARIENCIA GENERAL:

Moloso normotipo, mesomorfo y macrotálico dentro de las proporciones de-seadas y sin que se considere gigante. De aspecto armónico y robusto, por su poderosa musculatura que hace relieve bajo una piel consistente y elástica, ad-herida al cuerpo por un tejido subcutáneo poco laxo. De andar tranquilo y segu-ro, sagaz y de rápida reacción, mostrando permanente alegría en sus movimien-tos. De carácter cordial y afectuoso y de una blancura llamativa; sus virtudes físicas lo muestran como un verdadero atleta.

PROPORCIONES IMPORTANTES:

Al ser un animal mesomorfo, ninguna de sus regiones sobresale del conjunto, que es armónico y balanceado. Mesocéfalo; la cara debe tener el mismo largo que el cráneo. La altura a la cruz es igual a la altura a la grupa. La altura del tórax es igual al 50% de la altura a la cruz. El largo sobrepasa en un 10% la altu-ra a la cruz.

TEMPERAMENTO/COMPORTAMIENTO: Alegre, franco, humilde, amigable y poco ladrador, demostrando siempre ser consciente de su poder. Jamás debe ser agresivo, característica que será seve-ramente observada. Su condición dominante lo muestra en continua competen-cia territorial con ejemplares de igual sexo, característica que es más notoria en los machos. Como cazador, es astuto y silencioso, valiente y aguerrido.

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CABEZA: Del tipo mesocefálico, de aspecto fuerte y poderoso, sin ángulos abruptos ni marcados cincelamientos, muestra un perfil cóncavo-convexo; convexo en el cráneo, dado por el relieve de los músculos masticadores y de la nuca, y ligera-mente cóncavo en la cara. Articula con el cuello, formando un arco de fuerte musculatura.

REGIÓN CRANEAL:

-Cráneo: Macizo, convexo en sentido antero-posterior y transversal. Con -Depresión naso-frontal (Stop): Levemente definida, dando la transición de la convexidad craneal a la ligera concavidad facial. Desde el perfil, nos da una imagen de definido, por el relieve de los arcos superciliares.

REGIÓN FACIAL:

De igual largo que la región craneal. -Trufa: Con amplias fosas nasales. Pigmentada de negro. Se eleva ligeramente hacia delante, dando la terminación a la concavidad del hocico. Visto de perfil, la línea anterior es perpendicular y recta, coincidente con el borde o ligeramen-te anterior a él. -Hocico: Fuerte, algo más largo que alto, de buen desarrollo en sentido trans-versal; sus caras laterales son levemente convergentes. Su línea superior es lige-ramente cóncava, característica casi exclusiva del Dogo Argentino. -Labios: Moderadamente gruesos, cortos y tirantes. Con los bordes libres y pre-feriblemente pigmentados de negro. -Mandíbulas/Dientes: Mandíbulas fuertes y bien adaptadas, sin prognatismo inferior o superior. Las ramas maxilares deben ser levemente convergentes, dando homogeneidad a las arcadas dentarias. Los maxilares aseguran una mor-dida máxima. Dientes grandes, con buen desarrollo, alineados y de firme im-plantación, se verán limpios y libres de caries. Se recomienda una dentadura completa, teniendo prioridad la homogeneidad de las arcadas dentarias. Oclu-sión dental en pinza, admitiéndose el cierre en tijera. -Mejillas: Amplias y semiplanas, libres de pliegues, sin relieves ni cincelamien-tos, cubiertas por una piel fuerte. -Ojos: Oscuros o color avellana, protegidos por párpados de bordes preferible-mente pigmentados de negro, sin considerarse la despigmentación de los mis-mos como una falta penalizable. De forma de almendra, inserción mediana y

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amplia separación entre ambos. El conjunto se verá acompañado de una mirada atenta y vivaz pero, a su vez, de marcada dureza, especialmente en los ejempla-res machos. -Orejas: De inserción lateral y alta con buena separación entre ambas, dado por el ancho del cráneo. Funcionalmente, deberán presentarse cortadas y erectas, en forma triangular y de un largo que no supere el 50% del borde anterior del pa-bellón de la oreja natural. Sin amputar, son de mediana longitud, anchas, grue-sas, planas y redondeadas en su ápice. De pelaje liso y algo más corto que en el resto del cuerpo y donde pueden aparecer pequeñas manchas, no penalizables. Llevadas naturalmente colgantes, cubriendo la región posterior de las mejillas. En alerta, tienen capacidad de semi-erección.

CUELLO:

De largo medio, fuerte y erguido, con muy buen desarrollo muscular, marcando en su línea superior una ligera convexidad. En forma de cono truncado, inserta con la cabeza en un musculoso arco, que borra todos los relieves óseos de la región y con el tórax, por una amplia base. Cubierto por una piel elástica y de mayor grosor, que se desliza libremente sobre un tejido celular subcutáneo algo más laxo que en el resto del cuerpo, haciendo suaves pliegues no pendientes a la altura de la garganta; esta característica es fundamental en la funcionalidad del animal. El pelaje en esta región es ligeramente más largo.

CUERPO:

El largo del cuerpo (medido de la punta del hombro hasta la punta de la nalga) supera en un 10% la altura a la cruz. -Línea superior: A nivel; la cruz y la punta del anca tienen igual altura, constitu-yendo estos los puntos de mayor altura. -Cruz: Amplia y alta. -Espalda: Amplia y fuerte, con un gran desarrollo muscular que determina una suave pendiente hacia los lomos. -Lomo: Fuerte y borrado por el desarrollo de los músculos lumbares, que insin-úan un canal medio a lo largo de la columna vertebral. Es algo más corto que el dorso y asciende imperceptiblemente hasta la punta de la grupa. El desarrollo muscular en el conjunto de las regiones que componen la línea superior, confie-re a los ejemplares la característica de un perfil ligeramente cedido, sin llegar a

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serlo, lo que se acentúa en los ejemplares adultos debido a la gran musculatura dorso espinal. -Grupa: De largo medio, con amplia y bien desarrollada musculatura, que hace ligeramente perceptibles tanto la punta del íleon como la del isquión. De un an-cho igual al torácico o ligeramente menor, mantiene un ángulo con la horizon-tal cercana a los 30º, lo que marca en su línea superior una pendiente suave-mente convexa hasta la inserción de la cola. -Pecho: Amplio y profundo. La punta del esternón se ubica a nivel con la punta del hombro (articulación escápulo-humeral) y con la línea inferior del tórax, a la altura de la línea de los codos. Tórax amplio, dando máxima capacidad respira-toria, con las costillas largas y moderadamente arqueadas que articulan con el esternón a la altura de la línea de los codos. -Vientre: Algo recogido por sobre la línea inferior del tórax, nunca agalgado, fuerte y de buena tensión muscular al igual que los flancos e ijares.

COLA:

De inserción media, en ángulo de 45º con la línea superior. En forma de sable, gruesa y larga, desciende hasta la altura de los corvejones, sin sobrepasarlos. Llevada en reposo naturalmente caída. En acción, elevada algo por encima de la línea superior y en continúo movimiento lateral. En el trote, su porte es a nivel de la línea superior o levemente por encima de ella.

EXTREMIDADES: MIEMBROS ANTERIORES:

Vistos en conjunto, representan una unidad fuerte y de robusta confirmación ósea-muscular, proporcional al tamaño de animal. Aplomos perpendiculares, tanto de frente como de perfil. -Hombros: Altos y proporcionados. Muy fuertes, con grandes relieves muscula-res sin ser exuberantes. Con una oblicuidad con la horizontal de 45º. -Brazos: De largo medio y proporcionado al conjunto. Fuertes y de importante musculatura, mantiene un ángulo de 45º con la horizontal. -Codos: Robustos, cubiertos de una piel algo más gruesa y elástica, sin pliegues ni arrugas. Ubicados naturalmente contra la pared costal, pareciendo formar parte de ella. -Antebrazos: De igual largo que los brazos y perpendiculares, de hueso robusto y rectos con buen desarrollo muscular.

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-Articulaciones del carpo: Largas y en una misma línea con los antebrazos, li-bres de sobrerrelieves óseos y rugosidades. -Metacarpos: Algo planos, de buen hueso y con una oblicuidad respecto a la horizontal de 70º a 75º. -Pies delanteros: Redondos, con dedos cortos, robustos y bien cerrados. Almo-hadillas carnosas y duras, cubiertas de piel gruesa y áspera al tacto. MIEMBROS POSTERIORES:

De angulación mediana. Vistos en conjunto, son fuertes, robustos y paralelos; dando la imagen de fuerza y potencia que su función requiere, asegurando la suficiente impulsión y determinando el típico andar. -Muslos: De largo proporcionado al conjunto. Fuertes y de importante y muy vi-sible desarrollo muscular. Articulan con el coxal en un ángulo próximo de 100º. -Rodilla: Ubicada sobre el mismo eje del miembro. Ángulo femoro-tibial cerca-no a los 110º. -Piernas: Levemente más cortas que los muslos, fuertes y continuando la des-arrollada musculatura del miembro. -Corvejón: El conjunto tarso-metatarso es corto, fuerte y firme, asegurando la fuerza de propulsión del miembro posterior. Tarso robusto, con la punta del corvejón evidente. La articulación tibio-tarsiana forma un ángulo cercano a los 140º. Metatarso robusto, casi cilíndrico y aplomado en 90º con la horizontal. Si existen espolones deben ser extirpados. -Pies traseros: Similares a los delanteros, aunque algo más pequeños y leve-mente más largos, manteniendo iguales características.

MOVIMIENTO:

Ágil y firme; con cambios notorios al mostrar interés hacia algo, donde se torna erguido y rápido de reflejos, típico de la raza. Paso pausado. Trote amplio, de buena suspensión anterior y potente propulsión posterior; en el galope, muestra toda su energía desarrollando toda la potencia que posee. Marca rastros sim-ples y paralelos. No se acepta ambladura (pasuqueo) considerándose un gran defecto.

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PIEL: Homogénea, algo gruesa, pero suave y elástica. Adherida al cuerpo por un teji-do subcutáneo semilaxo, que le permite el fácil deslizamiento, sin formar arru-gas relevantes, salvo en la región de cuello, donde el tejido celular subcutáneo es más laxo. Con la menor pigmentación posible, aunque ésta se va incremen-tando con los años. La piel excesivamente pigmentada no es aceptada. Se pre-fieren los ejemplares con los bordes de las mucosas labiales y palpebrales pig-mentadas de negro.

PELAJE: -Pelo: Uniforme, corto, liso y suave al tacto, con un largo aproximado de 1,5 a 2cm, varía su densidad y grosor según los climas. Siendo raleado y fino en los climas tropicales (donde deja traslucir la piel, haciéndose visibles las regiones pigmentadas, lo que no es motivo de penalización) y más grueso en las regio-nes frías, donde puede aparecer sub-pelo. -Color: Color íntegramente blanco. Se admite una mancha negra o de tonalidad oscura alrededor del ojo, que no supere el diez por ciento de la cabeza. Entre dos ejemplares de iguales condiciones, el juez siempre deberá optar por el más blanco.

TAMAÑO:

Altura a la cruz: Machos: 62 a 68 cm. Hembras: 60 a 65 cm. FALTAS:

Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se considera como falta y la gravedad de ésta se considera al grado de la desviación al estándar.

FALTAS GRAVES

- Falta de desarrollo óseo-muscular (debilidad). - Trufa poco pigmentada. - Labios colgantes. - Dientes pequeños, débiles o cariados. Dentadura incompleta. - Ojos excesivamente claros. Entropión y ectropión. - Tórax de tonel; pecho en quilla.

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- Costillas planas. - Excesiva angulación del miembro posterior. - Corvejón excesivamente largo. - Tipos de andares atípicos. - Excesiva pigmentación cutánea en ejemplares jóvenes. - Aparición de pequeñas zonas con coloración del pelo. - Desequilibrios nerviosos. FALTAS ELIMINATORIAS

- Trufa sin pigmentación. - Prognatismo superior o inferior. - Ojos de diferente color o celestes. - Sordera. - Pelo largo. - Manchas en el pelaje de cuerpo. Más de una mancha en la cabeza. - Tallas inferiores a los 60 cm. y superiores a los 68 cm. - Agresividad.

N.B.: Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente

descendidos en el escroto.

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El manoseo de la raza y el exceso de información donde se pretende entrar en consideraciones técnico estructural y morfológico, me produce una grave preocu-pación por el mensaje que trasmite a novicios y poco informados criadores o po-seedores de ejemplares, quienes buscan en estas páginas, la información que por no estar en zonas de mayor desarrollo de la raza o en contacto directo con criado-res expertos etc. no tienen otra forma de acceder a la misma. Y es en estos artículos redactados casi siempre por viejos criadores quienes no desconocen en absoluto el desarrollo de la raza, ¡pero acomodan a su voluntad!, es donde se produce la mayor desinformación. A esto debemos agregar que la mayoría de los jueces eran o son criadores y ante la omnipotente posición manipulan el estándar y la raza. Es cierto que nuestro estándar pueda ser de una interpretación un poco ajustada, siendo im-perioso llevar nuevamente la raza al mismo y no a la inversa, por lo tanto no me explico porque algunos insisten en ajustar el estándar a sus perros; quizás sean in-tereses comerciales o apreciaciones personales que en nada benefician a la raza.

Para concluir con el tema de los estándares y no pretendiendo ser uno más, quie-ro dejar bien en claro que mis opiniones son en base a documentos escritos por los autores y el análisis personal de los mismos. Aclarado este punto, comencemos recordando, que a través de la historia, se han escrito cuatro diferentes, (publicados solo tres) y aunque algunos digan que Agustín Nores, escribió o trascribió el estándar de su hermano Antonio Nores, la realidad es que tomó el escrito en 1953, al que introdujo algunos bocadillos. Al referirse a la altura Antonio dice talla media (refiriéndose a un individuo me-somorfo, normotipo) y Agustín incorpora de 60 a 65kg (fija altura máxima en lo que sería un individuo mesomorfo); Antonio no determina peso aunque sus descripcio-nes son las de un individuo de 40 a 45kg, como lo fija Agustín en su estándar. Lo más importante y que incide en el aspecto, es el tema de los labios; Antonio, dice: bien arremangados, tirantes, de bordes libres y descalifica definitivamente el labio péndulo, Agustín ante los resultados obtenidos en su incursión de cría y viendo re-flejado su trabajo en “KOB”; solo descalifica al labio ¿muy péndulo? dejando tema para el libre albedrío y dando pie a la sin razón de gran cantidad de babeante pe-rros por doquier.

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Estos son los puntos más destacables de las diferencias, que no hacen mayormen-te a la modificación de la tipicidad de Dogo. Pero cuando nos referimos al estándar en vigencia las diferencias resultan modi-ficadoras de la tipicidad, por lo que se deberá tener en cuenta, que cuando habla-mos de estándar lo que el lector debe tener muy presente, es lo siguiente: LA TIPI-

CIDAD, ES LA IDENTIDAD IRRENUNCIABLE DE LA RAZA. Por ello, previo al análisis del estándar aclarare que es “Tipicidad o Expresión”.

Es común, leer a distintos tratadistas decir “Los Dogos Argentinos que se ven en las pistas, son todos típicos”, con una expresión común, y yo pregunto, ¿Es porque

son todos blancos?, ¿Porque son buenos trotadores?, en pistas de exposición, por lo general chicas para el Dogo Argentino, obligándolos a contener su paso; creo que cualquier enfoque de esta índole es un craso error. En primer lugar porque en nuestra raza no existe una tipología definida debido al desconocimiento de la mis-ma, a la introducción permanente de nuevas razas y caprichos personales, lo que determina un vario-tipo indefinido de formas. Por lo tanto cuando nos referimos a una raza determinada, lo primero que debe-mos de tener en claro es su tipicidad o expresión, significando esto que al comparar un Dogo Argentino con un Danes, Bull Terrier, Bull Dogg, etc. no se parezcan en lo más mínimo; explicado de otra manera, diríamos que tipicidad o expresión es la que representa un grupo numeroso de ejemplares con características fenotípicas simila-res, transmisibles a través de su genotipo al igual que sus funciones, en este caso estaríamos hablando de individuos homocigóticos que representarían una raza y dentro de una raza la parte anatómica que lo define es la cabeza. Deduciendo de lo antes mencionado, podemos decir que “La tipicidad de un pe-rro comienza en la cabeza” y no es por mera casualidad que Antonio en su estándar, desarrollo 18 puntos y de los mismos 8 corresponden a la cabeza y si consideramos los puntos descalificatorios (9 puntos) 5 corresponden a la misma. Entonces se preguntaran ¿cómo debemos determinar si un Dogo es típico? pues muy simple, introduciéndonos en el pensamiento de su creador; ¿y que buscaba?, indudablemente que una cabeza fuerte con poderosa mandíbula en corresponden-cia con un perro de presa. Dicho de esta manera parece fácil, no obstante tomemos como cierta esta afirmación, por lo que podríamos decir que con solo tomar medi-

das longitudinales y transversales sobre la cabeza de un perro ya tendríamos

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identidad racial de la misma, dándonos una idea de su estructura interna. Esto solo; no es suficiente para definir un Dogo Argentino. Por lo que considero para una me-jor relación con nuestro objetivo es, hacer un análisis desde la estructura ósea de la cabeza que es el sostén de los músculos y para ello nada mejor que releer el capítu-lo “Nº 2” donde Antonio Nores desarrolla científicamente NOCIONES SOBRE BIO-GENETICA pues considero que en este punto no se puede modificar nada. Por lo tanto como dije anteriormente, solo haré mis apreciaciones basándome en los escritos originales de Antonio y sus fundamentos donde claramente se verán las diferencias con los demás estándar y fundamentalmente el vigente desde 1999, el cual cumple con el diagrama pre establecido por Federación Cinológica Internacio-nal, pero con agregados que afectan la tipicidad o expresión que debería tener un Dogo Argentino. Antes de analizar los diferente puntos en cuestión, el lector debe entender que los conceptos que en él se viertan siempre estarán relacionados con la parte esqueléti-ca de la misma y solo en aquellas partes donde se especifique fehacientemente, es-tarán referidas a los relieves musculares; método este utilizado para las clasificacio-nes en anatomía comparada. Con tipografía italica represento textualmente el estándar vigente. Con tipografía regular, las opiniones personales. APARIENCIA GENERAL (EXPRESION): Moloso, normotipo, mesomorfo y macrotáli-co dentro de las proporciones deseadas y sin que se considere gigante. De aspecto armónico y robusto, por su poderosa musculatura que hace relieve bajo una piel consistente y elástica adherida al cuerpo por un tejido subcutáneo poco laxo (Aunque F.C.I. lo involucra en un mismo paquete, se debería hacer una aclara-ción mas pormenorizada pues se presta a malas interpretaciones). De andar tranqui-lo (debería decir “Altivo y dominante”, con la cabeza siempre erguida) y seguro, sa-gaz y de rápida reacción, mostrando permanente alegría en sus movimientos. De carácter cordial y afectuoso y de una blancura llamativa; sus virtudes físicas lo muestran como un verdadero atleta. Ampliaré el concepto para que quede bien en claro porque el Dogo Argentino no es un Moloso y para hacerlo, deberemos comenzar por analizar cómo se dividen los individuos en anatomía y luego que es un gigante, para lo cual no entraré en citas bibliográficas tratando de mostrar una erudición que no tengo: en anatomía se divide a los individuos en ENDOMORFOS, ECTOMORFOS Y MESOMORFOS: el “ENDO-MORFO” es aquel individuo gordo, obeso; el “ECTOMORFO” es aquel con mas masa ósea, mas alto que la media normal y requiere de un mayor recubrimiento de piel, al cual podríamos adosar el término “MACROMORFO” y en este caso, lo aplicaremos a los canidos, de gran alzada pesado o” HIPERMETRICOS” de más 68 a 70cm y más

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de 50kg, el “MESOMORFO” o MESOMORFISMO: que se define como la concordancia con el aspecto del atleta, caderas robustas y poderosas, individuo que gana muscu-latura rápidamente, sin gimnasia previa (sin el aporte de hormonas), gran facilidad locomotora (DOGO ARGENTINO); NORMOTIPO (en medicina, tipo atlético). Analizándolo del punto de vista cinológico vemos en diferentes publicaciones y tratados que, PIERRE MEGNIN en 1897, por un interés zootécnico, divide las más de 400 razas reconocidas en las siguientes agrupaciones raciales: MOLOSOI-DES//LUPOIDES, BRACOIDES Y//GRAIOIDES. Visto esto entraremos a analizar el gigantismo: el gigantismo es un fenómeno que en los animales incluido el hombre se produce cada 10.000 nacimiento generando un individuo capaz de trasmitir sus características genéticas a sus descendencia, es este fenómeno el que nos interesa pues dentro de las teorías del origen racial de los perros gigantes, una de ellas dice, que tienen un tronco común en el Tíbet (Asia Central), pero ya hemos visto en el capitulo Nº1 es solo una teoría; pues está com-probado que en la edad de hierros, en todo Europa se encontraron alrededor de la cocina de estos humanos, restos de los banquetes que hacían con estos gigantes y otros de talla media. Otra y quizás la más importante para el tema que nos ocupa, da por sentado que el origen de los GIGANTES MACROMORFOS BRAQUICEFALOS, salto naso-frontal marcado, hocico corto, buen olfato y sobre todo la aparición del prognatismo y largas extremidades; tienen origen en Asia Oriental por generación espontánea o por cruces con perros nativos del lugar. Lo cierto es que estos perros por medio de la trashumancia típicas de esos pue-blos o por las hordas invasoras llegaron a las puertas del imperio romano, impre-sionando a estos por su tamaño (cómo un asno) y valor, siendo introducidos a los combates en la arena. En este punto de la historia antigua es que aparece un co-merciantes de perros llamado EPIRO, quien tenía su criadero en la ISLA MOLOSO DE GRECIA, dando el nombre de MOLOSOS a todos los gigantes provenientes de sus caniles quienes poblaron las huestes romanas para sus invasiones territoriales y dando origen a todos los perros con estas características. Ahora analicemos los términos MOLOSO Y MOLOSOIDE: algunas personas inter-pretan que son sinónimos, alegando que es solo una cuestión gramatical ya que el sufijo “oídes” significa PARECIDO pero también es cierto QUE ES LO MISMO DECIR DISTINTO “DE”. Por lo tanto queda bien claro que MOLOSO Y MOLOSOIDE NO SON SINONIMOS. ANALICEMOS AHORA EL TEMA DESDE UN PUNTO MAS RACIONAL: Si tomamos como cierto, la descendencia de los canidos conocidos de sus ante-pasados CANIS FAMILIARIS PALUSTRIS “SPITZ”, CAN. FAM. METRIS OPTIMAE “PASTO-RES”, CAN.FAM. INOSTRANZEWI “MOLOSOS”, CAN.FAM. INTERMEDIUS “BRACO” Y CA. FAM. LEINIERI “LEBRELES, TERRIER”; nos encontramos con cinco diferenciaciones

somáticas y solo una daría origen a los MOLOSOS. Pero esto no es así porque

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como ya vimos hubo gigantes en forma simultánea en todas partes, al punto que cuando llegaron las tribus de Asia Central con sus pastores tibetano y los romanos con sus molosos a Europa ya existían perros de gran talla como los Mastiff Británi-cos, que batieron a los molosos de EPIRO arruinándole el negocio. También es cier-to que 2000 años a.C. o mas ya convivían los MOLOSOS con perros de menor talla utilizados para caza del jabalí y guardia del hogar del tipo MESOMORFOS de distin-tos orígenes raciales de 40 a 45kg. y 62 a 66cm de talla; estos perros, con el corre de los siglos fueron dejando de ser perros para los fines descripto, pasando a ser utili-zados para el manejo de ganado dentro de los mataderos, incentivando su utiliza-ción como perro de pelea muy populares en toda Europa. A raíz de la popularidad de estos perros de labios triangulares, pelo corto y musculoso, ya en el siglo XII se los empezó a denominar DOGGE (DOGO). Por lo tanto considerar como cierto tal o cual origen sería temerario, lo que sí se puede buscar es una definición lógica para nuestro DOGO ARGENTINO, la que podr-íamos armar de la siguiente manera: sabemos que un moloso (perro o murciélago) tiene cabeza voluminosa, marcado salto naso- frontal (EL DOGO NO) hocico corto (EL DOGO NO), labios colgantes (EL DOGO, ARREMANGADOS, TIRANTES), patas largas (EL DOGO NO), prognático (EL DOGO NO). O sea que el dogo argentino definitiva-mente NO ES UN MOLOSO (Aunque F.C.I. lo califique así), más aún si tomamos pu-blicaciones donde consideran a los molosos como ejemplares de más de 50kg y más de 68 a 70cm de alzada. Tomemos la definición de ANTONIO NORES MARTINEZ que dice: MESOMORFO O NORMOTIPO Y UN MACROTALICO SIN LLEGAR AL GIGANTISMO. MACROTALICO, sin llegar al gigantismo, o sea dentro de los parámetros lógico pues es un meso-morfo (de rápido crecimiento) ya que no se dice en ningún lado que sea un braquimorfo, menos aún que sea de formas pesadas (crecimiento lento). Otra consideración es que en medicina el MACROTALICO es un ECTOMORFO, perso-nas con más talla, más piel (no más peso). Entonces ¿de dónde surge que el dogo argentino es un MOLOSOIDE?; frente a una inmensa variabilidad racial, los zoólogos dieron en llamar a todo perro con seme-janza fenotípica con un MOLOSO, MOLOSOIDE SIN DIFERENCIACION DE TALLA O ES-TRUCTURA (SOMA); POSTERIORMENTE, F.C.I. AGLUTINA A AMBOS EN UNA SOLA EX-PRESION, “MOLOSOS”. En una palabra el dogo argentino dado su pull racial ES

PARECIDO “A” DIFERENTE “DE” UN MOLOSO, O SEA QUE NUESTRO PERRO, ES UN “DOGO” QUE COMO MAXIMO PODRIAMOS AGREGARLE “TIPO MOLOSOIDE” o a la in-versa, “MOLOSOIDE TIPO DOGO” (como dice el estándar vigente). A mi entender, es de esta manera que debemos considerar a nuestro DOGO ARGENTINO; aunque acorde a la definición de su creador (apto para caza mayor, guardia y defensa del hogar) debería encuadrárselo dentro del grupo caza, o sea dentro del GRUPO- 6.

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Acorde a las definiciones anteriores podemos ver diferente tipología o fenotipos: a)- Tres ejemplos que encuadran dentro de los parámetros antes descripto en lo que hace a su expresión, Mesomorfos Normotipos y Macrotalicos sin llegar al gigan-tismo.

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b)- Tres ejemplos de perros sin mayores cincelamientos musculares, fuera de los parámetros de la raza, Macromorfos o Hipermetricos (más de 68cm). Proporciones importantes: Al ser un animal mesomorfo, ninguna de sus regiones

sobresale del conjunto (Gravísimo error, pues siendo un mesomorfo debería decir con músculos bien marcados), que es armónico y balanceado. Mesocéfalo; la cara debe tener el mismo largo que el cráneo. (Debería decir “Región Craneal y Región Facial” y aclarar que la definición 1 a 1, no significa dos medida iguales pues en esta definición se contempla que puede ser desde 0,97 a 1 en ambos sentidos). La altura a la cruz es igual a la altura a la grupa (No aclara si se refiere al esqueleto o a las partes blandas), siendo así co-mete un error grave que debe ser eliminado, todas las razas que integran el pool genético del dogo, dicen: “Bóxer”, descendente; “Gran Danés”, levemente descen-dente; “San Bernardo”, levemente descendente; “Pointer” levemente descendente, “Bull Terrier”, descendente. Únicamente el “Mastin de los Pirineos” dice Grupa a igual altura que la cruz, lo que lo hace un excelente trotador, pero de andar cansi-no y cabeza baja (totalmente la inversa del fin buscado).

La altura del tórax es igual al 50% de la altura a la cruz. El largo sobrepasa en un 10% la altura a la cruz. Creo que estas definiciones son un poco caprichosas y se deberían reconsiderar, pues la definición del tórax permite múltiples interpreta-ciones y con ello la modificación de las costillas , cosa que no sucedería con la de-finición de Antonio “El tórax sobrepasa los codos”.

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Suavemente recedente de la cruz a la grupa

Cruz y grupa a igual altura

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Temperamento/comportamiento: Alegre, franco, (humilde), (altivo dominante), amigable y poco ladrador, demostrando siempre ser consciente de su poder. Jamás debe ser agresivo, característica que será severamente observada. Su con-dición dominante lo muestra en continua competencia territorial con ejemplares de igual sexo, característica que es más notoria en los machos. Como cazador, es astuto y silencioso, valiente y aguerrido.

Cabeza: Del tipo meso-cefálico (formas intermedias entre “Braquicefala y Dolicoce-

fa), de aspecto fuerte y poderoso, sin ángulos abruptos ni marcados cincelamien-tos. Como nos estamos refiriendo a la Cabeza en un todo, ¡Si tendremos marca-dos cincelamientos con marcados ángulos!, por ejemplo “Surco medio con los músculos temporales”, “Músculos temporales con músculos maseteros”, “Encuen-tro de los músculos de la nuca con el cuello”, muestra un perfil cóncavo-convexo; convexo en el cráneo, dado por el relieve de los músculos masticadores y de la nuca, y ligeramente cóncavo en la cara. Articula con el cuello, formando un arco de fuerte musculatura.

En este punto ampliaré conceptos, pues es un punto que todos los criadores y jueces de la historia del dogo han desconocido por carecer de precisiones técnicas, juzgando por instinto subconsciente o costumbrismo conformista que es equivalen-te a desconocer la raza, no afirmo esto por simple capricho, hoy vemos perros cam-peones con cráneos planos cóncavos o intermedios sin que nadie repare en ello, ampliando la disparidad tipológica, por lo tanto están desvirtuando al “Dogo Ar-gentino” y es menester ampliar las exigencias técnicas debido a la amplitud del de-sarrollo de la raza. Para comprender y determinar los tipos de cabezas aunque ya hemos hecho an-teriormente referencia a ellas, en este caso tomaremos como referencia las líneas superiores de la misma las cuales se dividen en Convexo cóncavo o Certoides, líneas superiores divergentes como corresponde al Dogo Argentino. Plano convexo u Ortoides líneas superiores paralelas como en el Ovejero Alemán y Celoides o convergentes líneas superiores convergentes, como en el Pointer, aun-que en este caso se aplicaría a perro con cráneo más largo que el hocico; para defi-nirlas, se deben trazar dos planos imaginarios en los siguiente puntos:

a)- Sobre el cráneo uniendo la parte más alta del arco superciliar y la parte superior del extremo de la cresta occipital.

b)- Otra línea, paralela al hueso nasal. Estas líneas, cuando la cabeza está bien musculada cuestan un poco definirlas, pero igualmente siempre nos darán una diferencia notable como veremos en los ejemplos adjuntos.

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EJEMPLOS DE CONCAVO CONVEXO

“Dogo Argentino”

“Lobo”

Dogo Argentino- “Aña 1947”

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Terror década del „70

Década de 1980

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Década del 2000

Vemos que en los ejemplos de 1980 y 2000, el ángulo entre los dos planos se atenúa debido al mayor entrecruzamiento entre diferentes agrupaciones raciales.

EJEMPLOS DE CONCAVO PLANO

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Líneas paralelas, Kob de las pampas y perro más actual

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CABEZAS NO COMPRENDIDAS NI SIQUIERA EN ELTIPO SINUOSO (Tendiendo a la braquicefalia)

Líneas superiores convergentes no corresponde a la raza deberían ser descalificado

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Región Craneal:

Cráneo: Macizo, convexo en sentido antero-posterior y transversal. Con arcos ci-gomáticos muy separados de la bóveda craneal, para originar una amplia fosa tem-poral que da espacio al gran desarrollo del músculo del mismo nombre. Cresta oc-cipital borrada por el desarrollo de los músculos de la nuca. El surco central del cráneo es ligeramente bien notorio. Depresión naso-frontal (Stop): Levemente definida, dando la transición de la con-vexidad craneal a la ligera concavidad facial. Desde el perfil, nos da una imagen de definido, por el relieve de los arcos superciliares. En este punto debemos ser muy claros, por lo general, la gente confunde la línea media transversal de la cabeza que pasa por los puntos más extremos de los arcos superciliares (A-A‟) con el punto de inflexión de la depresión naso frontal que se encuentra por delante de la línea me-dia de la cabeza, más precisamente donde se encuentran el hueso nasal con el fron-tal ascendiendo suavemente por la línea longitudinal media de la cabeza (B-B‟), esta característica hace que a imple vista, de la sensación de tener un hocico más corto que el cráneo.

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REGIÓN FACIALREGIÓN FACIAL De igual largo que la región craneal.

REGION FACIAL: para la descripción de la región facial, aunque el encuadramiento de F.C.I. no lo pide creo que sería importante incorporar un nuevo concepto, para aclarar un remanido tema en lo que respecta a las formas finales de la cabeza de un Dogo Argentino, por lo general siempre se dice que entre cráneo y hocico vistos desde arriba, conformarían una figura rectangular como si fueran dos cubos unidos, incluso los dibujos con que los representan, así los muestran y desde ya digo que esto es materialmente imposible como veremos al analizar lo siguiente: ANGULO FACIAL: según el método de Cramer, es el que está delimitado por una línea recta imaginaria que sigue la “línea alveolar del pre_maxilar y maxilar” pasando por el medio del “meato auditivo externo” ( A-B ) y otra línea que partiendo del lla-mado “punto alveolar”, va al punto más saliente del hueso frontal (los arcos super-ciliares) ( C-D ). Ahora bien tomemos como ejemplo un Bóxer, un Gran Danés, y un Dogo Argentino; este último nos daría en relación a los demás un “Angulo medio”, pues en el Bóxer la mayor altura de su cráneo (aunque más angosto) y menor longi-tud nasal, nos daría un ángulo mayor y con respecto al Gran Danés si bien su rela-ción “cráneo cara” es similar, sus “apófisis y arcadas superciliares” no están tan des-arrolladas (dan menor altura a su frontal), por lo tanto el ángulo facial es menor que en un Dogo Argentino. En este punto el Club oficial debería realizar un estudio con-sensuado para determinar un ángulo mínimo y máximo.

ANGULO LATERO FACIAL (de la calavera):

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El ángulo “Latero Facial” (según el método de Cramer), está formado por dos líne-as imaginarias convergentes que van: una que pasa por la incisura incisiva del pre-maxilar (zona, hocico) y el meato auditivo externo (zona, craneal) (B-B´) y la segunda que está determinada por el eje longitudinal del cráneo en su línea media (A-A´). Por lo tanto ¡jamás! pueden existir en la cabeza del “Dogo Argentino” ¡ni mandíbu-las paralelas! (solo concordantes) !ni cabezas rectangulares!- Habiendo realizado un exhaustivo análisis sobre las características craneales del Dogo Argentino solo nos queda agregar músculos y piel sobre el mismo para obte-ner la tipicidad requerida por el estándar.

Trufa: con amplias fosas nasales. Pigmentada de negro. Se eleva ligeramente hacia delante, dando la terminación a la concavidad del hocico (en realidad el hocico no es cóncavo en toda su extensión, menos aun el hueso nasal, que solo tiene una lige-ra concavidad en el encuentro con el hueso frontal). Visto de perfil, la línea anterior es perpendicular y recta, coincidente con el borde o ligeramente anterior a él.

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Las Trufas correctas, no se muestran con otro tipo ya que es muy difícil encontrar alguna con poca amplitud, si se pueden encontrar con falta de pigmentación. Hocico: fuerte, algo más largo que alto, de buen desarrollo en sentido transversal; sus caras laterales son levemente convergentes. Su línea superior es ligeramente cóncava (nuevamente se comete el mismo error, pues la línea superior del hueso nasal es plano en más de dos tercio de su extensión), característica casi exclusiva del Dogo Argentino, (cuando se refiere a la característica exclusiva, no contempla que está referida al cráneo de masticador hocico de olfativo y no al hocico exclusiva-mente); pero para su mejor comprensión, veamos como es el HUESO NASAL: este hueso, está inserto en la línea del stop, justo donde se produce el salto naso frontal, descendiendo en forma de pirámide con ancha base y con una ligera concavidad en su extremo frontal, terminando en la línea de los colmillos por lo que su base será generosamente ancha, dando amplitud al hocico y amplio alojamiento a la trufa, por ello veremos dos imágenes con hocicos correctos y tres imágenes con un de-fecto muy grave.

Hocicos correctos

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(29) (30)

(31)

Un defecto que se está acentuando y que corresponde a una deformación de la línea superior del hocico, es una curvatura o protuberancia (P (Montonismo), mar-cando el poco desarrollo de la trufa, lo que cambia sustancialmente la expresión o tipicidad y que de acentuarse podría dificultar su capacidad olfativa. Labios: moderadamente gruesos, cortos (debería decir arremangado, no debiendo superar el borde inferior de la mandíbula ya que este es el termino que se utiliza en los estándares similares al nuestro) y tirantes (debería aclarar cuando abre la boca pues de lo contrario se contraponen los dos términos. Con los bordes libres y prefe-riblemente (debería decir siempre) pigmentados de negro. (¡Los labios superiores, no deben pendular ni superar la línea media de la mandíbula inferior y la comisura labial y labio de la mandíbula inferior no deben colgar!).

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Labios correctos

Labios superiores colgante-incorrectos

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La flacidez cutánea hace pendular el labio inferior

Labio inferior y comisura labial incorrectas-pendulares

Mandíbulas/Dientes: con respecto a los maxilares quisiera explayarme un poco ya que fundamentalmente cuando en antropología se busca determinar un origen ra-cial los primeros y más buscados objetos son las mandíbulas ya que son determi-nantes del uso, costumbre e identificación racial aunque en el caso que nos com-pete estamos en un ejemplo vivido no por el estado del animal, sino por una gran variabilidad de las mismas. Para una mejor comprensión y no caer en apreciaciones erróneas o tendenciosas debemos tener en claro el origen primigenio del Dogo Ar-gentino, el cual está fundado sobre tres pilares fundamentales, siendo éstos el Bull Dog, Bull Terrier y Gran Danés; teniendo en cuenta que los ejemplares utilizados no eran los que se observan actualmente en pista y es por ello que el sutil equilibrio de los mismos es la asombrosa mandíbula del Dogo Argentino y no otro. Por ello el Dr. Antonio Nores Martínez dice según trascripción directa del original hecha por su hijo y querido amigo Abel Nores Martínez en su libro " El Dogo Argentino por su

creador " (1977):

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Maxilares: bien adaptados sin prognatismo, fuertes con dientes bien implantados y grandes.

Mandíbulas fuertes y bien adaptadas, sin prognatismo inferior o superior. Las ra-mas maxilares deben ser levemente convergentes, dando homogeneidad a las arca-das dentarias. Los maxilares aseguran una mordida máxima. Mandíbulas: Superior: recordemos que cuando tratamos el cráneo dijimos que es menester un hueso frontal con arcadas cigomáticas bien separadas Fig. Nº 3 A-B (y si considera-mos que el primer y segundo molar de la mandíbula superior es coincidente con la parte interna de las arcadas zigomáticas y por debajo en la mandíbula inferior, el punto de mayor potencia (fig. nº 1 - Corte A-B-P), estamos ante una base mandibu-lar amplia, la cual se acentúa debido a que la evolución del segundo molar y primer premolar (de gran desarrollo), al actuar como músculos, hacen que el crecimiento óseo del paladar sea mayor aún, con esta base mandibular y siendo ambos cuerpos mandibulares, levemente convergente, también nos darán una considerable apertu-ra de colmillos (fig. Nª 2 y 3 Cortes C-D); es por ello que se exigen piezas dentarias de muy buen desarrollo. Al ser los huesos maxilares sostén de la mandíbula superior estos deberán tener buena altura debido a la potencia que se trasmitirá en la mordida no teniendo ma-yor inclinación (vertical) (figura Nº 1 A-B). Inferior: la mandíbula inferior, está conformada por dos mitades unidas en la par-te incisiva por un tejido esponjoso que se encuentra en una sínfisis permanente hasta edad adulta (1 a ½ año), permitiéndole un permanente acomodamiento al desarrollo de las mandíbulas superiores; la quijada debe ser amplia con cierta cur-vatura hacia abajo marcando el punto de máxima potencia (fig. Nº 1-P) (nunca re-cta) lo que le confiere un brazo de palanca efectivo. En su parte posterior tenemos una rama ascendente amplia que da alojamiento a los músculos maseteros. La mandíbula está inserta en la superficie articular por debajo de la raíz de la apófisis zigomática del hueso temporal y por delante del meato auditivo externo y es leve-mente convergente hacia el alveolo incisivo.

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Fig. Nº 1 Fig. Nº 2

Fig. Nº 3

DENTICIÓN:

No analizaré si es mejor o peor tal o cual tipo de mordida solo trataré de dejar lo más claro posible lo que el estándar dice y que sostenía Antonio: dientes grandes, con buen desarrollo, alineados y de firme implantación, se verán limpios y libres de caries. Se recomienda una dentadura completa ¡Solo debería decir completa!, te-niendo prioridad la homogeneidad de las arcadas dentarias. Oclusión dental en pin-za, admitiéndose el cierre en tijera. Las dos formas son validas, siempre y cuando se respeten ciertas condiciones. Todos sabemos que una línea es una sucesión de puntos y la misma puede ser línea recta, curva, sinuosa, etc.; para nuestro análisis tomaremos las dos primeras: Línea recta - Incisivos alineados (lo pretendido por Toño) y línea curva - Incisivos en fila. ¿Por qué tomamos esta definición?; para esto repetiremos lo dicho anterior-

mente: sabemos que las mandíbulas se apoyan en la base de un amplio cráneo,

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siendo el primero y segundo molar concordantes con la parte interna de los ojos y para que tengamos mandíbulas concordantes (sup. e inferior) que nos den una ba-se del hueso nasal amplio y colmillos separados, necesitamos el elemento que las mantenga en dicha posición o sea dientes grandes; no bastando solo ello sino que deberán estar “Alineados”; pues durante su desarrollo irán produciendo la expan-sión de las ramas maxilares por ende la separación de los colmillos; teniendo en cuenta que las ramas maxilares se encuentran unidas por una articulación fibrosa en permanente “Sínfisis” por lo menos hasta el año y medio. Esta alineación será uni-forme, con una “mordida en pinza” o eventualmente en tijera. En el caso de que los dientes incisivos solo estén en “Fila” (curvos), nada puede impedir su deformación y por su instintivo acto de regresión, pueden ir tomando forma lupoide ya sea con mordida en pinza o en tijera; como verán la discusión no es mordida en pinza o mordida en tijera sino, determinar si los incisivos están en línea recta o curva de-biendo descalificarse los que estén comprendidos en esta última clasificación (como se observa en la figura 3 antes expuesta). Queda solo preguntarse ¿Por qué insistimos tanto en la falta de premolares?; ello tiene su respuesta con la reintroducción de razas, realizada a fines de los cincuenta y principio de los sesenta por el Dr. Agustín Nores Martínez, introduciendo en el estándar que “puede” haber faltas de algún premolar, cosa que no se observa en ninguno de los perros fotografiados por Antonio Nores; por lo tanto el Dogo Ar-gentino debe tener boca completa sin falta de premolares.

Dentición excelente con buen desarrollo

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Dentición débil, molares pequeños

Posicionamiento de incisivos excelente

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Mejillas: Amplias y semiplanas, libres de pliegues, sin relieves ni cincelamientos, cubiertas por una piel fuerte. Ojos: Agregaría castaño Oscuros y suprimiría (o color avellana) que induce a permitir ojos muy claros, protegidos por párpados de bordes (suprimiría preferiblemente) pigmentados de negro, sin considerarse la despigmentación de los mismos como una falta penalizable. Se debería penalizar la falta de pigmentación ya que la misma es uno de los grandes flagelos de la raza que paulatinamente la llevan a su deterio-ro. De forma de almendra, inserción mediana y amplia separación entre ambos. La forma de los ojos será la resultante de la estructura de las arcadas zigomáticas, o sea, una buena base ósea sin la cual no tendremos ojos encapotados y cuya figura serian ojos almendrados tirando a un triangulo irregular; la no existencia de un hue-so frontal amplio determinara ojos redondos como el boxer, Danes, Stafor, o achi-nados como el Bull Terrier.

Expresión y ojos correctos

Ojos muy juntos con tendencia a redondearse

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Redondos incorrectos

El conjunto se verá acompañado de una mirada atenta y vivaz pero, a su vez, de marcada dureza, especialmente en los ejemplares machos. Orejas: De inserción lateral y alta con buena separación entre ambas, dado por el ancho del cráneo. Funcionalmente, deberán presentarse cortadas y erectas, en forma triangular y de un largo que no supero el 50% del borde anterior del pabellón de la oreja natural. Sin amputar, son de mediana longitud, anchas, gruesas, planas y re-dondeadas en su ápice. De pelaje liso y algo más corto que en el resto del cuerpo y donde pueden aparecer pequeñas manchas, no penalizables. Introducir en el estándar el reconocimiento de las manchas en la oreja me parece nocivo, teniendo en cuenta que Antonio dijo por delante de las mismas, agregado a los estudios rea-lizados que se exponen en el capítulo 8 los cuales sugieren lo perjudicial que seria para el control de las mismas. Llevadas naturalmente colgantes, cubriendo la región posterior de las mejillas. En alerta, tienen capacidad de semi-erección.

Orejas posicionadas correctamente en cabezas convexas cóncavas

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Orejas posición correcta Caso con orejas largas

Cuello: De largo medio, fuerte y erguido, con muy buen desarrollo muscular, marcando en su línea superior una ligera convexidad. En forma de cono truncado, inserta con la cabeza en un musculoso arco, que borra todos los relieves óseos de la región y con el tórax, por una amplia base. Cubierto por una piel elástica y de ma-yor grosor, que se desliza libremente sobre un tejido celular subcutáneo algo más laxo que en el resto del cuerpo, haciendo suaves pliegues no pendientes a la altura de la garganta; esta característica es fundamental en la funcionalidad del animal. La piel en esta región es ligeramente más laxa.

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Cuellos correctos cónicos y en arco borrando el occipucio

Cuello muy arqueado (de cisne)

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Cuello delgado, recto y mal posicionado a pesar de que se trata de mostrarlo diferente

Cuello fuerte buena inserción pero carente de la conicidad correspondiente más bien cilín-

drico en su desarrollo

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CUERPO:

Si bien la determinación de este punto no es producto de un trabajo consen-suado, debemos considerar lo siguiente: siempre se hablo sobre la cuadratura del cuerpo el Dogo y la misma estaría determinada por la perpendicular que desciende desde la cruz y pasa por el eje del tren delantero, otro que desciende perpendicular desde el final de la grupa y horizontal desde la altura a la cruz, pe-ro esto sería solo en un sentido figurativo, pues si nos referimos a la parte es-quelética de la columna, la misma es levemente descendente, por lo tanto no tendríamos una línea horizontal; si consideramos que en un perro su tórax debe sobrepasar los codos, tendremos que el esternón sobrepasara los mismos, como se ve en la figura anterior estando por delante de la línea perpendicular de la cruz y que los músculos de la nalga están más sobresalidos que la perpendicular del fin de la grupa; por lo tanto no es ilógico decir que es más largo que su altu-ra a la cruz no pudiendo definirse el porcentaje sin un estudio consensuado, aun así, si consideramos que un perro que tenga 65cm a la cruz, solo tendrá 6,5cm

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más de longitud confiriéndole a la figura total casi una cuadratura El largo del cuerpo (medido de la punta del hombro o el esternón hasta la punta de la nalga) supera en un 10% la altura a la cruz. (El ovejero tiene 8%por lo que se estaría considerando al dogo más largo que este).

Línea superior: a nivel; la cruz y la punta del anca tienen (debería decir casi) igual altura debido a los músculos de la grupa, constituyendo estos los puntos de mayor altura. Cruz: amplia y alta. Solo debe decir “alta”, pues la amplitud a esa altura la da la espalda.

Espalda: amplia y fuerte, con un gran desarrollo muscular que determina una suave pendiente hacia los lomos. Lomo: fuerte y borrado por el desarrollo de los músculos lumbares, que insin-úan un canal medio a lo largo de la columna vertebral. Es algo más corto que el dorso y asciende imperceptiblemente hasta la punta de la grupa. El desa-rrollo muscular en el conjunto de las regiones que componen la línea supe-rior, confiere a los ejemplares la característica de un perfil ligeramente cedido, sin llegar a serlo, lo que se acentúa en los ejemplares adultos debido a la gran musculatura dorso espinal.

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Grupa: de largo medio, con amplia y bien desarrollada musculatura, que hace

ligeramente perceptibles tanto la punta del íleon como la del isquion. De un an-cho igual al torácico o ligeramente menor, mantiene un ángulo con la horizon-tal cercana a los 30º, lo que marca en su línea superior una pendiente suave-mente convexa por el desarrollo de los músculos, hasta la inserción de la cola.

Pecho: amplio y profundo. La punta del esternón se ubica a nivel con la punta

del hombro (articulación escápulo-humeral) y con la línea inferior del tórax, a la altura de la línea de los codos. Tórax amplio, dando máxima capacidad respira-toria, con las costillas largas y moderadamente arqueadas que articulan con el esternón a la altura de la línea de los codos.

Pechos correctos Incorrecto

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Vientre: Algo recogido por sobre la línea inferior del tórax, nunca agalgado, fuerte y de buena tensión muscular al igual que los flancos e ijares.

Vientres correctos

Vientres incorrectos

Cola: De inserción media, en ángulo de 45º con la línea superior. En forma de sable, gruesa y larga (debe suprimirse larga pues se presta a malas interpreta-ciones siendo innecesaria su mención ya que posteriormente se aclara su lími-te), desciende hasta la altura de los corvejones, sin sobrepasarlos. Llevada en reposo naturalmente caída. En acción, elevada algo (“Algo” no corresponde, pues la lleva bien por encima) por encima de la línea superior y en continuo

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movimiento lateral. En el trote, su porte es a nivel de la línea superior o leve-mente por encima de ella. (Siempre en arco).

Ampliando el concepto y para una mejor comprensión, podríamos decir que más allá de la lectura de tal o cual estándar, lo que deberíamos hacer es un aná-lisis de todos los enunciados previos, que es donde se encuentra el espíritu y la concepción por los cuales se llegaron a la creación de la raza. Un punto tonto y que nadie repara, es en el que al referirse a la cola del dogo; Antonio en 1947 escribe: “larga, levantado en arco”, en 1953 lo redacta de igual manera; pero cuando Agustín toma este escrito para presentarlo ante F.C.A., es-cribe: “larga y gruesa”. Este solo cambio, por interpretaciones caprichosas de los criadores, produce en el Dogo, diferentes cambios somáticos. Veamos la interpretación real, derivada de extensos estudios del origen de la raza, tomados en el contexto en el que fue creada: 1°- Cuando Antonio escribe, “larga” y luego pone una coma, lo que en realidad quiere expresar es que la misma no debe ser amputada, costumbre habitual de la época y no se refiere a la longitud de la misma, pues a continuación dice, levantada en arco con movi-mientos laterales, (difícilmente una cola larga y ondulante tomaría esta posi-ción), en otro pasaje dice, la longitud debe tratar de acortarse para mejorar la armonía de conjunto y agrega que la cola no debe llegar al garrón. Agustín en su modificación de lo escrito por su hermano y debido a sus ob-servaciones de cría y más aun el modelo que toma como referente de la raza, escribe: “larga y gruesa”, esto permitió que en el futuro, todo aquel que tuviese una ascendencia en el gran danés, lo justificase con este tipo de redacción; veamos algunos ejemplos:

Colas correctas

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Cola en reposo correcta Incorrectas, truncadas,

con regresión al Bull-Dog

Incorrecta en rulo Incorrecta larga ondulada

Cola ondulada flácida Incorrectas colas rectas

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Cola larga Cola Larga y peluda

EXTREMIDADES: cuando se trata este tema, más allá de las consideraciones gene-rales, se agregan valoraciones de referencia que están basadas en trabajos zo-ognósticos particulares no consensuados, por más que estos pudiesen ser muy lógi-cos, no pudiéndose tomar referencia válida más allá de la subjetividad que cada uno pueda acreditarle. MIEMBROS ANTERIORES: Vistos en conjunto, representan una unidad fuerte y de robusta confirmación ósea-muscular, proporcional al tamaño del animal. Aplomos perpendiculares, tanto de frente como de perfil.

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Hombros: Altos y proporcionados. Muy fuertes, con grandes relieves muscula-res sin ser exuberantes ¿Cuál es el límite de uno o de otro? Con una oblicuidad con la horizontal de 45º. Brazos: de largo medio y proporcionado al conjunto. Fuertes y de importante musculatura, mantiene un ángulo de 45º con la horizontal. Codos: robustos, cubiertos de una piel algo más gruesa y elástica, sin pliegues ni arrugas. Ubicados naturalmente contra la pared costal, pareciendo formar parte de ella. Antebrazos: de igual largo que los brazos y perpendiculares, de hueso robusto y rectos con buen desarrollo muscular. Articulaciones del carpo: largas y en una misma línea con los antebrazos, li-bres de sobre relieves óseos y rugosidades. Metacarpos: algo planos, de buen hueso y con una oblicuidad respecto a la horizontal de 70 a 75º. En este caso se han determinado dos valores que mar-carían una angulación mayor que un Ovejero Alemán en el cual se fija un valor de 78º. Pies delanteros: redondos, con dedos cortos, robustos y bien cerrados. Almo-hadillas carnosas y duras, cubiertas de piel gruesa y áspera al tacto.

MIEMBROS POSTERIORES: de angulación mediana. Vistos en conjunto, son fuer-tes, robustos y paralelos; dando la imagen de fuerza y potencia que su función re-quiere, asegurando la suficiente impulsión y determinando el típico andar.

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Muslos: de largo proporcionado al conjunto. Fuertes y de importante y muy vi-sible desarrollo muscular. Articulan con el coxal en un ángulo próximo de 100º.

Rodilla: ubicada sobre el mismo eje del miembro. Ángulo femoro_tibial cercano a los 110º. Piernas: levemente más cortas que los muslos, fuertes y continuando la des-arrollada musculatura del miembro. Corvejón: el conjunto tarso-metatarso es corto, fuerte y firme, asegurando la fuerza de propulsión del miembro posterior. Tarso robusto, con la punta del corvejón evidente. La articulación tibio-tarsiana forma un ángulo cercano a los 140º. Metatarso robusto, casi cilíndrico y aplomado en 90º con la horizontal. Si existen espolones deben ser extirpados. Pies traseros: Similares a los delanteros, aunque algo más pequeños y leve-mente más largos, manteniendo iguales características.

MOVIMIENTO: ágil y firme; con cambios notorios al mostrar interés hacia algo, donde se torna erguido y rápido de reflejos, típico de la raza. Paso pausado. Trote amplio, de buena suspensión anterior y potente propulsión posterior; en el galope,

muestra toda su energía desarrollando toda la potencia que posee. Marca rastros

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simples y paralelos. No se acepta ambladura (pasuqueo) considerándose un gran defecto. PIEL: homogénea, algo gruesa, pero suave y elástica. Adherida al cuerpo por un tejido subcutáneo semi laxo, que le permite el fácil deslizamiento, sin formar arru-gas relevantes, salvo en la región de cuello, donde el tejido celular subcutáneo es más laxo. Con la menor pigmentación posible, aunque ésta se va incrementando con los años. La piel excesivamente pigmentada no es aceptada. Se prefieren los ejemplares con los bordes de las mucosas labiales y palpebrales pigmentadas de negro. Como ya dijimos en párrafos anteriores dado el estado en que se encuentra la raza se debería permitir la pigmentación de la piel reforzando con ello entre otros aspectos, las defensas inmunológicas. PELAJE

Pelo: uniforme, corto, liso y suave al tacto, con un largo aproximado de 1,5 a 2 cm, varía su densidad y grosor según los climas. Siendo raleado y fino en los climas tropicales (donde deja traslucir la piel, haciéndose visibles las re-giones pigmentadas, lo que no es motivo de penalización) y más grueso en las regiones frías, donde puede aparecer sub-pelo. Color: color íntegramente blanco. Se admite una mancha negra o de tonali-dad oscura alrededor del ojo, que no supere el diez por ciento de la cabeza. El porcentaje no tiene una base cierta y es arbitraria, siempre debe estar por delante de las orejas, nunca en ellas. Entre dos ejemplares de iguales condi-ciones, el juez siempre deberá optar por el más blanco. Tama: altura a la cruz: Machos: 62 a 68cm - Hembras: 60 a 65cm. Debería decir 60cm a 65cm tolerándose como límite máximo 68cm, de lo contrario se seguirá criando ejemplares por encima de esta talla.

FALTAS: Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se considera como falta y la gravedad de ésta se considera al grado de la desviación al estándar. FALTAS GRAVES - Falta de desarrollo óseo-muscular (debilidad). - Trufa poco pigmentada. - Labios colgantes. - Dientes pequeños, débiles o cariados. Dentadura incompleta. - Ojos excesivamente claros. Entropión y ectroprión. - Tórax de tonel; pecho en quilla. - Costillas planas. - Excesiva angulación del miembro posterior.

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- Corvejón excesivamente largo. - Tipos de andares atípicos. - Excesiva pigmentación cutánea en ejemplares jóvenes. - Aparición de pequeñas zonas con coloración del pelo. - Desequilibrios nerviosos. FALTAS ELIMINATORIAS - Trufa sin pigmentación. - Prognatismo superior o inferior. - Ojos de diferente color o celestes. - Sordera. - Pelo largo. - Manchas en el pelaje de cuerpo. Más de una mancha en la cabeza. - Tallas inferiores a los 60 cm. y superiores a los 68 cm. - Agresividad. N.B.: Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto. CONSIDERACIONES Terminaré este capítulo enumerando las medidas que considero necesarias para el re encausamiento de la raza. 1ª)- Acotar el número de jueces habilitados los que deberán presentar ante el club

especialista una monografía que demuestre fehacientemente conocer la génesis de la raza las que deberán ser publicadas en algún medio de información cinofi-lo.

2º) Realizar pruebas obligatorias de trabajo y crear un sistema de agiliti especial para la raza para aquellas personas que no puedan acceder a los lugares donde está permitido realizarlas, esto permitiría a los criadores realizar selecciones de comportamiento síquico y físico de los animales.

3º) Designar jueces de trabajo con las mismas obligaciones que los jueces de pista ya que ambas actividades son complementarias, no significando que los mismos sean jueces de ambas.

4º) Debido a la gran cantidad de caso de dermatosis, permitir la pigmentación de piel o catalogarla como falta leve.

5º) Aumentar el número de faltas descalificantes:

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a) Labios superiores por debajo de la mandíbula inferior, labios de la mandíbula inferior y comisuras labiales pendulantes. b) Trufa, labios y parpados sin pigmentación. c)Prognatismo superio , inferior e incisivos en linea Curva. d) Costillas planas o en tonel. e) Ojos claros o diferente color. f) Tórax en tonel y pecho en quilla. g) Tren posterior sobre angulado. h) Manchas en el cuerpo. i) Manchas en la cabeza que no sea “tigrit” (se podrían circunscribir genes nega-tivos de mestizajes modernos). j) Metacarpos vencidos, pues son heredables. k) Sordera unilateral o bilateral. l) Cráneo plano côncavo o que no responda al tipo. m) Toda desproporción que no se ajuste estrictamente al tipo.

n) Hacer análisis de hormonas a los perros campeones y castigar el uso de las mismas pues distorsionan la apreciación objetiva de lo que es realmente es el ejemplar.

Estas medidas parecerán extremas, pero el estado en que se encuentra la raza nadie puede hablar de genética de Dogo Argentino sin caer en el oscurantismo, ya que en las cuarenta últimas décadas no se ha cesado de reintroducir razas comunes al Do-go en algunos casos extrañas a la misma, en otros por lo que ningún criador puede en su criadero determinar si determinados factores se potencian o se diluyen salvo que se ingrese en un serio y exhaustivo análisis de la génesis real del Dogo Argenti-no actual lo cual no desmerecería en nada a la raza sino que la potenciaría, evitando la disolución de la misma.

6) Promover la realización de seminarios anuales en cada una de las zonas de cría, uno de jueces y otro de criadores, tomando como base la verdadera génesis de la raza en la zona, su problemática y sugerencias de cómo estandarizar la misma, trabajos que serian presentados ante la honorable comisión directiva del C.D.A., la que to-mara a estos como elementos de referencia directrices correspondientes, para el mantenimiento de la raza.

7) En encuentros Federados, pedir a F.C.A. que la raza sea juzgada por jueces especia-listas y con calificación amplia de la misma. Para concluir quiero aclarar que no he tenido ánimo de agresión a persona alguna, siendo lo escrito común a todos los criadores y solo para que sirva para iniciar un verdadero camino de sinceramiento y unificación puesto que las negaciones a la

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realidad, las ansias de poder político solo sirven para que los criadores se encuen-tren a la deriva recurriendo a exposiciones cuyos jueces desconocen la raza.

PARA RECAPACITAR OPINIONES Dejaré unos interesantes versículos redactados tiempo atrás por el Sr. Fernando Moreno que serán muy ilustradores para los lectores amante de la raza:

Versículo XII

Yo vi pasar mucha gente que con aires de grandeza trato de mostrar su perro

diciendo la raza es esta

insistiendo a boca llena que el dogo seria asi y no de otra manera

olvidándose de normas que con trabajo y pasión sus creadores escribieron.

XIII

Murieron así olvidados de ellos casi, ni me acuerdo

pero recuerdo el daño que a mi raza le impusieron pues mostraron una cosa que no es dogo compañero y los que no conocieron el dogo tal como era

piensan que tiene que ser de la forma que ellos quieran

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XIV

No señor, usted no puede faltarle a su conciencia

si Dogo fue el que los Nores nos dejaron como herencia Dogo será por siempre

aunque usted no lo comprenda, pues solo un necio se ahoga con la verdad que es sincera y si quiere amar mi raza no le cambie la apariencia

XV

Y si usted cree que sabe para hablar a ciencia cierta piense siempre que fue mucho mucho más de lo que piensa lo que trabajó el creador

lo que lucho en esta brecha, lo que soñó con el Dogo hasta que fue raza hecha

y usted le falta el respeto ¿no le parece una ofensa?

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En este capítulo el lector podrá apreciar la versatilidad del Dogo argentino como perro de caza mayor en los más diversos ámbitos y por el sólo hecho de no ser yo asiduo cazador, aunque sin dejar de conocer el arte cinegético, dejaré los relatos a cargo de quienes han practicado o practicas y disfrutan asiduamente la caza mayor. En primer lugar quisiera hacer un homenaje a mi amigo…. “Tapia” a un gran caza-dor de pumas en las “Cumbres de Achala” (los llaman Leoneros), quien hoy, luego de padecer un fuerte golpe de tensión que le produjo cierta parálisis, todavía con-tinua cazando pecaríes en los montes norteños, en sus buenos tiempos solía reco-rrer las “Cumbres de Achala” a solicitud de de los lugareños criadores de cabras a los cuales los pumas hacían estragos en sus manadas, siendo el único método, ven-tearlos con los dogos, pues la costumbre del puma de rodear una piedra dejando el rastro y luego saltar a otra dejaría desorientado y perdidos a perros rastreadores, otro obstáculo son las innumerables oquedades en el interior de las gigantescas bochas de granito y las profundas quebradas, en un clima totalmente adverso don-de silba el frió viento del atardecer al pasar por las cortaderas, en invierno la nieve cubre con un fino manto de nieve el paisaje y las temperatura desciende varios gra-dos bajo cero.

Es en el paisaje antes descripto donde en un día de otoño partió “Tapia” con su fiel “Chirino”, otro dogo y varios cuscos (perros mestizos), el objetivo era un “Puma cebado” (puma que mata por matar o para enseñar a los cachorros), mataba dentro de los corrales de “piedra o enramadas” donde duermen el ganado caprino junto a las viviendas. Luego de pernoctar en la casa de los lugareños; al amanecer, dio de comer liviano a los perros, preparo un morral con un trozo de “charque” (carne salada y seca), medio queso de cabra, unas frutas secas, una manta doblada y cruzada al hombro, una escopeta liviana y un pequeño cuchillo, una vez todo controlado partió al in-trincado paisaje en busca de algún rastro del huidizo felino; aproximadamente a las 13 horas chirino detecta un rastro dentro de una oquedad y comienza a ponerse nervioso esta reacción es trasmitida automáticamente a “Tapia”, a quién el aumento de la adrenalina le hace olvidar que los pies duelen y que el frió le corta la cara, lla-ma a los demás perros haciéndolos ingresar en la oquedad de la roca donde todos toman el rastro, ya saben qué hacer, miran a su dueño y parte raudamente tras él. El “Puma” ya registro que hay intrusos en sus territorios y comienza el juego (si así podemos llamarlo), salta de peñasco en peñasco, sus humores solo están en el aire, el sol los disipa rápidamente, corre por los pajonales, cruza vertientes y arroyos

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poniendo distancia de los perros. Chirino toma los humores del aire venteando, co-rre y emite pequeños ladridos que orientan al cazador y los otros perros, pasan las horas y a media tarde “Tapia” ve al puma en los faldeos frente a él, lo separa solo doscientos metros, pero cien de profundidad, “Chirino” también lo ve, rodea unos peñascos y pronto esta en el faldeo de enfrente, el puma se oculta en un alero de la montaña, pero pronto se da cuenta del cercano acecho, sube por una cornisa y chi-rino lo tiene a la vista, se desplaza por la misma cornisa, la cual se hace cada vez más estrecha, el “Puma” solo piensa en la distancia, ya no mide sus pasos, “Chirino” enceguecido y lejos de su amo solo sigue sus instintos (atrapar al puma), la cornisa se termina, es inminente el encuentro, los cerros van tapando con su sombra las irregularidades del terreno y Tapia viendo el inminente desenlace, trata con deses-perados gritos que se pierden entre los ecos de la montaña, contener a su fiel y amado “Chirino”, ya es tarde, el “Puma” trata de saltar más arriba clavando sus ga-rras en la fría roca, “Chirino” cree alcanzarlo pero ya no hay mas cornisa, ambos se precipitan a un oscuro abismo (en ese lugar ya tenía unos trescientos metros), la desazón invade el corazón de “Tapia” quien arrimándose a un risco observa una pe-queña mancha sobre una piedra, es “Chirino” que yace inerte. El desconsuelo hace que se siente en el risco a llorar la muerte de su amado compañero de tantas co-rrerías, de tantos pumas y chanchos asalvajados en ese intricado paisaje Cordobés. El frió y la noche ya están encima, no se puede rescatar el perro tendrá que ser en otro momento, la oscuridad todo lo confunde, perderse puede ser el último error cometido pero el conocimiento y experiencia lo llevan nuevamente al rancho de los “Cabriteros” quienes no pueden cree que “Chirino” todo un jerarca de la montaña haya terminado sus días junto al rey de la montaña. Esa noche como si la montaña quisiera proteger a sus protagonistas, se desenca-deno una intensa nevada cambiando totalmente el paisaje, por lo que “Tapia” deci-dió dejar a Chirino entre las rocas que tanto gustaba recorrer; quizás en la Primave-ra siguiente los altivos “Cóndores” elevaron su cuerpo para que observase por última vez ese extenso territorio que tantas veces recorrió.

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Casando chanchos salvajes

Ultimo día de Chirino

Como Tapia ha sido un gran maestro de muchos dogueros en el arte de la caza

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del puma al igual que de los chanchos “asalvajados” que pululan por las Quebradas de Achala, agregare la trascripción de una artículo publicado en la revista Radiolan-dia hace ya algunos años titulado:

Son las seis de la mañana. Hace frió y el cielo permanece nublado. Emprendemos la marcha cerca del último rancho donde se ha visto al puma. Los perros temblan-do con precursora excitación, se desparraman en derredor nuestro, destacándose su formidable silueta blanca sobre las rocas y la maleza salvaje. “¡Chua!”, “¡chua!”, “¿chua?” los azuzan el “Negro” Tapia y “Toto” Valdez, otro in-trépido cazador, y a poco nuestra respiración se vuelve más entrecortada. Trepa-mos por cañadones que parecen inaccesibles, cruzamos no sé cuantos arroyos (ya he perdido la cuenta), nos arrastramos sobre pircas que después de varias horas parecen vallas infranqueables, pero cual sanguijuelas seguimos pegados a don Ta-pia, este parece dotado de olfato propio. Inagotable. Prosigue sin detenerse y como chico se ríe de nosotros: porteños siempre apurados, ahora semejantes a tortugas lastimosas. Las piernas me tiemblan y me arden los ojos. Bendito sea el descanso de medio día. Engullimos vorazmente unos sándwiches y ¡arriba! El calor se ha tornado inso-portable. Estamos empapados en sudor. De repente, un perro empieza a gemir. In-mediatamente sus compañeros desatan un concierto de aullidos atronadores. Miren ¡Miren! ¡Un jabalí! Sujetamos los dogos y partimos a la persecución del “chancho”. El jabalí, una enorme masa de 150kg, dispara delante de nosotros y se interna en un monte. El fotógrafo y yo queremos seguirlo pero Tapia decide abandonarlo. No tenemos tiempo si queremos conseguir al puma. Son las 6 de la tarde. Empieza a llover. El agua traspasa nuestro equipo. Ya estamos hartos, agotados y desilusiona-dos por la búsqueda infructuosa. Silencio repentino. Tapia se vuelve hacia nosotros. ¡Cállense! Murmura. Y su dedo nos indica un cerro distante unos 100 metros, miramos y nos sentimos electrizados. Porque ahí arriba, observándonos, desdeñoso y majestuoso, esta echado el puma. Nos olvidamos de todo. El cansancio se nos evaporo mágicamente. “Sujeten a los perros” urge Tapia. “¡Rodeen el cerro! ¡Despacio! ¡Tranquilos!”. Los perros lloran con la desesperación acuciante por abalanzarse sobre el animal. Con todas nuestras fuerzas los sujetamos por su collar. Nos arrastran hacia delante, completamente er-guidos sobre sus patas traseras. Se ahogan en su esfuerzo por zafarse. “¡Despacio!

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¡Ronnie! grito yo vanamente a mi can que no puedo más retener. El corazón me late tan fuerte que va a estallar. ¡Lo veo! Veo al puma, está a 15 metros no más, en un vallecito, su cola corta, el aire a latigazos, se sabe rodeado, gira lentamente mostrándonos sus colmillos. Por primera vez el miedo me retuerce el estomago. Puede saltar hacia cualquiera de nosotros. Frenéticamente lo miramos a Tapia. Este alza la mano. Señal convenida. Luis, el fotógrafo. Ya tiene sus maquinas listas. Me alcanza una. La respiración supletoria hace que la baba chorree por la boca de os perros. ¡Ouu! ¡ouu! Aúllan. ¡Ya¡ Tapia baja el brazo. En un salto fulminante los perros alcanzan al puma. Una ola de intensa excitación nos recorre a todos. Salto de una piedra a otra. Pienso; “acércate más, acércate más” y en un segundo me doy cuenta que el fotógrafo, yo y los demás estábamos parados a un metro del puma. A nuestros pies se desata la lucha más encarnizada que he visto en toda mi vida. El griterío es infernal, los ladridos se mezclan a los rugidos, los aullidos de dolor de los perros me taladran el oído. Todo es confusión. Perros y puma parecen formar un solo cuerpo. Entroncados unos en otros son una bola perfecta y ninguno está dis-puesto a soltar a su contrincante. El puma chilla y pelea acostado. Sus cuatro patas desgarran a zarpasos impresionantes el cuerpo de los dogos. Dramáticamente su pelaje se tiñe de rojo. Ojos cerrados, la boca hecha una tenaza, gruñe con ferocidad, esperando que el cazador venga a rematar la presa. “¡Paralo. Paralo!” –grita Lito-, ¡el puma los está matando a los perros!” Veo que Ronnie, la perra que yo estuve suje-tando se está desangrando, pero aun moribunda, no quiere soltar la garganta del puma. Tapia se acerca con un facón en la mano. Su cara esta cenicienta “Chua, Ma-trero ¡Chua, chua!”. Matrero el más fuerte de los dogos, parece entender a su amo y se afirma aún más sobre su presa. Comprendo ahora ese lazo de amistad tan fuerte, ese amor tan grande que une al cazador con el Dogo Argentino. El dogo, perro ca-riñoso en el hogar, es el soldado más valiente que exista en el combate. Lucha hasta la muerte. El final está cerca. Tapia se arrimó a las patas traseras de puma. Busca el preciso lugar donde clavar el cuchillo hasta el corazón. Este cazador cabal nunca usa armas de fuego que podrían herir a los perros. Su mano armada en un gesto fulminante se hunde en el pecho del puma. Y la cabeza de este cae… En aquel atardecer, el puma murió como un valiente, ante el inconmensurable valor de los Dogos Argentinos.

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Carlos Tapia en el año 1996, tuvo un fuerte ACV que lo invalidó paralizándole el costado derecho de su cuerpo, pero no fue suficiente para detener al cazador, si bien la Pampa de Achala se convirtió en una barrera para él, no lo fueron los mon-tes del norte cordobés que con toda astucia recorre enseñándole a sus hijos su sa-biduría en la caza del pecarí y con la llegada del jabalí a los montes del norte, tam-bién practica la caza del mismo.

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Entre los trofeos de caza mayor, más buscados se encuentra el Pecarí, también co-nocido por nosotros como chancho del monte. Pertenecen a la familia de los sui-dos, pareciéndose en su aspecto general a un pequeño jabalí; de cuerpo comprimi-do, de cerdas ásperas de color pardo negruzco en el dorso y más claro y corto en el vientre; cabeza corta; orejas cortas y delgadas; de grandes y afilados caninos supe-riores e inferiores; dos mamas y cola atrofiada. Viven en grandes manadas, ali-mentándose de frutos del monte y raíces, de pequeños reptiles y gusanos. Las hembras tienen una parición al año, por lo general con dos cachorros. Son muy fe-roces, pero se domestican fácilmente. En Argentina según las zonas, tienen distin-ciones en el tamaño y en el pelaje; los llamados de “collar”, siendo evidente el pela-je blanco en una franja alrededor del cuello, su peso puede llegar a los 5 o 40Kg. Por lo general los encontramos en el norte de Córdoba y San Luis, al este de La Rio-ja, Oeste y Centro de Salta, en Santiago del Estero. Así mismo, en Catamarca y pro-vincias del norte argentino, donde también se encuentran los llamados “labiados”, por tener pelaje blanco en todo el borde de la boca, los que son de mayor tamaño y ferocidad que el anterior. En Catamarca se hallan los por los criollos y cazadores denominados “rosillos”, que se diferencian en el color, tomando ese nombre vulgar en cuanto que su pelo es de color rojizo apagado su tamaño es menor al labiado y superior al de collar. Se los puede encontrar en otras provincias, pero los lugares mencionados son en donde es mayor su cantidad. Tienen ciertos caracteres peculia-res muy notables, ya que además del apenas perceptible rabo, poseen cuatro dedos (pesuñas) en las patas anteriores y tres en las posteriores, de cada pata solo pisan dos. Además entre la grupa y el dorso tienen una glándula llamada almizcle” que segrega una sustancia aceitosa con fuerte olor. Recomiendo que ni bien sea cazado un pecarí, esta glándula sea sacada de inmediato, juntamente con los órganos. Son animales que recorren grandes distancias en busca de alimentos, por lo gene-ral en épocas de maduración de los sembrados y de las frutas de monte –algarrobo, mistol, piquillín, tuna, quimili, chañar, etc. Llama la atención, que a distinción del jabalí, estos pequeños suidos no necesitan mucha agua para su ración, la por lo ge-neral la obtienen de los alimentos y del rocío que se deposita en las plantas. Descansan por lo general de día y lo hacen en la espesura de los montes en sus partes más intrincadas. He visto que en la serranía suelen refugiarse en cuevas natu-

rales formadas en las piedras, también en vizcacheras agrandadas por ellos.

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Son sumamente valientes cuando se encuentran acosados -empacados les deci-mos- y si la tropa ha sido muy “perriada” en ocasiones anteriores, emprenden rápi-da retirada a lo mas tupido del monte o a las cuevas que hacíamos referencia, nada les impide su paso cuando los persiguen los perros, ni el monte, ni las sierras, tam-poco los alambrados, que cuando cruzan parece que tomaran una mayor velocidad, tampoco el cazador armado que espera los cruces. Cuando están empacados emiten un sonido con el golpetear de su dentadura (“tascar”) a fin de amedrentar a los perros, los que a veces consigue, sobre todo si ya han sido cortados con anterioridad. Cuando tienen que pelear lo hace, con una velocidad, violencia y vigor inimaginable. Lucha no solo lanzando dentelladas, sino que también mordiendo. Siendo su boca de una abertura sumamente grande. He visto abarcar la cabeza de un perro dogo adulto en una sola mordida. Me atrevería a decir que son más letales que las de un jabalí. Se hace una “bolita” en la pelea de la que saca ventajas ya que dificulta el agarre de los perros, como del cazador a cu-chillo. Cuando el perro adquiere experiencia, busca sujetarlo por el cuello o la cabe-za. Por ello se recomienda que desde cachorro el dogo o el perro de presa que se utilice para la caza del pecarí, sea adecuadamente entrenado y así evitar una muerte segura o daños innecesarios. Para esta práctica cinegética, no solo debemos contar con una jauría adecuada donde se tenga al menos un cuzco “toriador”, que por lo general es un inmejorable “puntero”, sino también los de “agarre”, para que cuando llegue el momento de la lucha el chancho pueda ser retenido. Es común, y a la vez aconsejable, que a los agarradores (por lo general dogo o mestizo de él) se les coloque un collar ancho de suela o de otro material flexible, pero resistente, para evitar los cortes, que en esa zona del cuello suelen ser fatales. Nosotros también deberemos adecuar la ropa y el calzado a las distintas zonas, clima y montes, ya que para esta práctica de mon-tería deberemos vencer muchos obstáculos. Amigo cazador, hágalo solo en los lu-gares autorizados y en la cantidad permitida. Haga uso racional del fuego y apá-guelo adecuadamente. Cuide y preserve de tal manera nuestra fauna y flora, porque la caza en Argentina es en verdad variada y preciosa. El cazador, debe estar a la vanguardia de conservación de la naturaleza, hoy tan desbaratada por la llamada “modernidad”.

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Tanto la costa norte que forma el estuario del Río de la Plata, que alberga cerrados montes de “talas”, “acacias” y “espinillos” alternados con manchones de “espada-ñas”; como la costa sur, conformada por extensos cangrejales con escasa vegetación representada por “totorales”, “carrizos” y “pastizales” aislados, constituyen una de las regiones de caza más inhóspitas e intransitables de nuestro país. Si bien gran parte de ella se halla enmarcada dentro de un área declarada “Reserva Natural Inte-gral”, es en sus inmediaciones donde los amantes de la caza de montería encuen-tran un verdadero paraíso cinegético, dada la abundancia de jabalíes y “cimarrones”. Introducidos hace más de treinta años los primeros, y descendientes de cerdos que fueron haciéndose montaraces desde la época de la colonia, los segundos; han lle-gado a reproducirse en forma alarmante. Lo cierto es que representan una verdade-ra plaga, no tanto para la agricultura, ya que se trata de zonas muy marginales, pero sí para la ganadería y fundamentalmente para especies autóctonas como el “carpin-cho”, el “ñandú” y el casi extinto “venado de las pampas”, a quienes de a poco van diezmando y desplazando de sus áreas naturales. Ante éste panorama y debido a la falta de reglamentación de caza en la zona, se ha hecho una suerte de “pacto silen-cioso” entre propietarios de campos y cazadores. Los primeros permitiéndoles ca-zar, y los otros ayudando con su accionar, a controlar el avance de la plaga. Sin dudas que la modalidad de caza más efectiva para su geografía es la montería. Y sin dudas también, el perro más apto para ella es el Dogo Argentino. Si hay algo que caracteriza y diferencia a la región es la intransitabilidad de sus cangrejales y ciénagas, que dejan escasos sectores de suelo firme, interrumpidos por múltiples canales y riachos. Esto hace imposible el tránsito con cualquier tipo de vehículos o cabalgaduras. Sólo en determinados lugares es factible aproximarse a la zona de caza mediante la ayuda de una embarcación pequeña, pero luego todo el desarrollo de la cacería transcurre a pie. Una vez que se llega al área de caza (gene-ralmente a varios kilómetros del campamento, camino transitable o puesto de es-tancia), se deben buscar los sectores “altos”; es decir aquellos en los que el terreno es más firme y que es donde los jabalíes, cimarrones y sus cruzas, eligen las matas de paja para sus “dormideros”. Estos lugares se encuentran comúnmente en los bordes de los canales, en el interior de los manchones de carrizos o a orillas de los numerosos bañados y lagunas. Siempre, como en cualquier lugar de caza, se debe recorrer el terreno con el viento de frente. Pero a diferencia de otras regiones, el

cazador no puede efectuar el rastreo de la presa, dada la inestabilidad del suelo;

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y sólo en las cercanías de los “encames” o dormideros es posible distinguir un rastro fresco. Es por este motivo que el éxito de la cacería depende fundamentalmente de las dotes olfativas de la jauría. Una vez que los perros detectan al jabalí, pueden lle-gar a suceder dos cosas; una es que éste se plante a presentar pelea (lo cual ocurre corrientemente al ser sorprendido en su encame), y la otra es que emprenda la huí-da buscando el interior del pajonal o los juncales de los bañados. El cazador deberá tratar de estar siempre lo más próximo posible a sus perros, ya sea “frenándolos” cuando quieran alejarse demasiado en su búsqueda, o siguiéndolos velozmente tras la corrida definitiva. De esta manera, cuando el jabalí es apresado en su encame, el cazador llega en pocos segundos a definir la pelea; y durante la corrida se detendrá por segundos a escuchar el chapoteo de la carrera en el barro, que es la única forma de orientarse para seguirlos, hasta que se perciba el sonido de la prendida marcan-do el lugar de la pelea. Un agudo sentido del oído, poseer un excelente estado físico, al igual que saber nadar, son las condiciones insalvables del cazador de la zona. Pero quizás esta últi-ma sea la más importante, pues siempre el jabalí en su huída busca el terreno más difícil y no duda en cruzar un cangrejal sin fondo o vadear canales, a los que lógi-camente tendremos que superar para acudir en ayuda de nuestros perros. Si a todo esto le sumamos que la cacería se practica principalmente en los meses de invierno, con lo que implica vadear ciénagas, nadar o el sólo hecho de caminar mojados durante horas a bajas temperaturas, se comprenderá que es un tipo de caza por demás sacrificado. Pero a pesar de ello cuenta con decenas de adeptos, por el cúmulo de emociones que se viven simplemente al “estar cazando”. El princi-pal protagonista de este tipo de aventuras es nuestro “Dogo Argentino”. Su forma de trabajar, su rusticidad y resistencia física, lo hacen el perro más apto para la zona; donde sus cualidades de venteador no lo “confunden” en los bañados como a los perros de rastro. Soporta perfectamente la marcha y la carrera en estos terrenos sin sufrir ningún tipo de distensiones, calambres o entumecimientos, y sobre todo posee la valentía que le permite aguantar la presa por largos minutos, hasta la difi-cultosa llegada del cazador. La jauría ideal, a mi entender estaría compuesta por cuatro o cinco Dogos Argentinos, bien entrenados y ejercitados. Deben ser lo más parejos posible en cuanto a estructura y velocidad, de manera que los punteros no aventajen demasiado al resto. Respecto a la estructura de los perros, no importa tanto el tamaño, pero sí que al menos los punteros sean más bien livianos (menos de 40kg), sin un gramo de grasa y en excelente estado físico. Los demás pueden ser algo más pesado, pero no demasiado por las razones expuestas. Este tema de la conformación estructural del dogo, es de vital importancia en la zona. Hay cazadores que gustan llevar algunos dogos pesados (45kg o más), como

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para asegurar bien la “estaqueada”; ya que en este tipo de suelo a los perros les cuesta afirmarse durante la pelea y muchas veces no logran inmovilizar bien a la presa. Más aún, teniendo en cuenta que es muy común encontrar cimarrones con marcados signos de mestizaje con jabalíes, muy peleadores y que llegan a superar los 200kg. Entonces, el mayor peso de los perros juega a favor en este sentido. Pero a pesar de ello, yo no los utilizo por varias razones. Algunas de ellas son que no rin-den como los livianos, se cansan antes y les cuesta más desplazarse por los cangre-jales y ciénagas. Pero fundamentalmente me rehúso a usarlos porque llegado el ca-so de sufrir heridas que les impidan caminar, sería casi imposible salir marchando a través de ese tipo de pantanos, los largos kilómetros hasta el vehículo o campa-mento, llevando 50kg sobre la espalda sin poder bajarlo para descansar. Entonces, la aparente ventaja de los dogos pesados, a la hora de la verdad se transforma en tortura y desesperación para el cazador, y muchas veces en una desgracia para el perro que no pudo ser atendido a tiempo. Si bien, apresado por dogos livianos el jabalí tiene mayor movilidad, la tenacidad y habilidad de la jauría durante la pelea, junto a la astucia y rapidez del cazador, la mayoría de las veces arrojan resultados positivos. Cuando se tiene plena confianza en el accionar de los perros, y la seguri-dad de saber que no aflojarán la mordida aunque sean heridos, pisoteados y arras-trados por el barro; el cazador siempre se las ingeniará para poder dar la puñalada definitoria. Una de las formas de hacerlo, y suponiendo que estamos ante un gran padrillo que arrastra a los perros que luchan por afirmarse, es aproximándose por detrás y cortarle los garrones con rápidos golpes de cuchillo. Así se logra “sentar” a la bestia, con lo cual tendremos la batalla prácticamente ganada. Pero en caso de que el jabalí advierta enseguida la llegada del cazador, siempre tratará de acometerlo, cargando con los perros a la rastra; o al menos girará perma-nentemente para no darle la espalda. Es en este caso donde se complica realmente el remate. La forma de actuar en tal situación, aunque algo arriesgada pero efectiva, es que uno de los cazadores se mantenga a escasos metros frente a la bestia, retro-cediendo a medida que esta se le aproxima arrastrando a los perros, y siempre atento al esquive de una eventual acometida. Mientras tanto, otro cazador buscará el momento oportuno para acceder por detrás y definir el combate con su cuchillo. Claro está, que estas situaciones no son las comunes y generalmente el trabajo de la jauría nos permite terminar la cacería sin problemas. Pero cuando se dan, es pre-ciso saber cómo actuar y hacerlo con decisión, teniendo en cuenta que se está en el medio de la nada y a largas horas de cualquier centro de primeros auxilios, por lo que un accidente a causa de la improvisación o el descuido puede ser fatal. La caza en los cangrejales bonaerenses es una aventura de emociones fuertes y

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grandes sacrificios. Obliga a los perros a desplegar y desarrollar todas sus cualida-des para la caza, al máximo nivel de exigencia. Es por este motivo que muchos cria-dores de Dogos Argentinos que no limitan su crianza en la ecuación (Padre x Ma-dre), encuentran en el ámbito una herramienta de selección, donde el término “Gimnasia Funcional” se escribe con mayúsculas.

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Este es un relato de dos amigos Javier Coronda y Luis Zanitti, cazadores expertos con Dogos Argentino, tanto de “Pecaries” en los montes del “Norte Cordobés” co-mo de “jabalíes en los fachinales y médanos del Río Quinto”, al sur de la provincia de Córdoba, y montes de Calden y algarrobos en la provincia de “San Luis”.

Para hablar de la versatilidad del Dogo Argentino como perro de caza mayor les voy a relatar una experiencia que recordamos muy seguido, de una cacería en un particular tipo de ambiente natural, de la “Provincia de San Luis”. El “Negro” Simolini, un gran amigo y compañero de cacerías, llama al “Gringo” (Za-niti) y le cuenta que a 150 kilómetros de Villa Mercedes (San Luis), los dueños de un campo le habían pedido que le sacaran unos chanchos que le estaban destrozando el maizal y que a pesar de hacer dos recorridas en días distintos no pudo dar con la “Piara”, pero que en el último recorrido se le cruzo un “Padrillo muy grande”; este comentario fue suficiente para que el “Gringo”, entusiasmado con la información, se llegara por mi casa y me contase, que sería interesante llegarse con nuestros pe-rros, pues el “Negro” le comentó que de encontrarlo sería una contienda bastante fuerte y para ello se necesitarían perros de más peso que los que él tiene en el campo y los nuestro cumplían con dicho requisito. Automáticamente luego de to-marnos unos mates, fuimos a ver mis perros y los del “Gringo” para ver cuales esta-ban en condiciones y durante la noche del miércoles preparamos todo el equipo, partiendo el jueves a la madrugada con el “Taco”, perro de gran porte y peso, tam-bién llevamos a mi perra “Abril” que siendo de menor porte, era poseedora de un gran instinto y fuerte musculatura ya veterana de anteriores encuentros; la jauría la complementaríamos con los perros del “Negro”, dos dogos “Cabeza” y “China” y los chulos (perros mestizos con dogo u otras razas), ”Uno”, “Dos”, ”Bonito” y el “Cae”, perros que el “Gringo” le dejara a su sobrino Mariano residente en la zona y que estaban muy bien adaptado a los intrincados montes “Puntanos”. Al llegar y mientras preparábamos todo para iniciar el viaje hasta el campo, el “Negro” nos contaba que había visto algunas pasadas y que por ahí empezaríamos. Salimos a la tardecita para hacer noche (del jueves) en algún lugar resguardado, porque el tiempo estaba con pinta de lluvia, encontramos un añejo “Caldén” donde

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armamos el campamento, comimos algo liviano mientras tomábamos unos mates y entre las once o doce de la noche, viendo que el tiempo nos permitía salir, fuimos a dar una vuelta por el “Cuadro” (perímetro sembrado o monte cercado), donde de-cían los lugareños que merodeaban los “Jabalíes”; como a las cinco de la madruga-da ya cansados y la ropa humedecida por algunas lloviznas intermitentes, empren-dimos el regreso al campamento; quizás el tiempo o algún otro factor nos jugaron en contra pues aparentemente los chanchos no ingresaron esa noche al cuadro que recorrimos. El día viernes descansamos, a medio día, comimos un regio asado mientras re-poníamos energías y recordábamos viejas anécdotas. Durante la tarde mientras mateábamos, decidimos que probar suerte en otro mai-zal de la zona no estaría mal por lo que nos jugamos, al poco de andar buscando alguna entrada de los chanchos, “Abril” y los demás perros se pusieron nerviosos y encararon dentro el maizal, solo nos podíamos guiar por el ruido de las chalas al quebrarse (debido a la cerrada noche), en un momento se sintió el encuentro con un chancho, por lo que emprendimos una loca carrera, los “marlos” secos nos pe-gaban en la cara, pero el objetivo era llegar lo más pronto posible ya que el tiempo juega en contra de nuestros perros, más aún si se trataba del “Gran Padrillo”; pero no, solo se trataba de una chancha de aproximadamente 50kg. No era lo que está-bamos buscando, inclusive el ruido dentro del maizal y el fragor de la batalla, segu-ramente habría hecho huir al gran macho si estaba cerca, por lo tanto no quedo otra que emprender la vuelta al campamento, a esperar la próxima noche. El día sábado decidimos regresar al primer lugar, no sé si eran nuestras ganas, o presentimiento, pero todos estábamos como alterados, inclusive los perros estaban inquietos, algo hacía presagiar que esa era la noche, el “Negro” había salido tem-prano a rastrear la zona, no detectando rastro ni el jueves o el viernes, así que casi seguro esa noche entraría al primer lugar que fuimos. Partimos llenos de ansiedad, luego de caminar bastante y estando en la punta de un cuadro, siendo las dos de la madrugada del día domingo, debajo de un “Caldén” y con el viento a favor (no hay que olvidar que el olfato del jabalí es privilegiado), de repente “Uno” con un gemi-do y de un salto, arremetió contra el maizal, lo siguieron el resto de los “Chulos”, a los dogos los llevábamos amarrados, porque eran pesados (45kg aproximadamen-te) y no queríamos que se nos gastaran a los 3 o 4 minutos, en el momento en que sentimos el empaque de un chancho por el acoso de los 2 “Chulos”, soltamos los “Dogos”, corrimos detrás de ellos sin saber que encontraríamos pero sentíamos que el encuentro se desplazaba por el maizal, señal que los “Chulos” no lo podían contener, el “Jabalí” paraba, peleaba y emprendía nuevamente la carrera, el “Negro” y Mariano ya nos habían sacado buena ventaja, más jóvenes y atléticos que noso-

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tros aunque la batalla ya se desarrollaba en un solo lugar señal de que ¡los Dogo habían llegado!. El “Macho cojudo” no gritaba y eso nos hacia entender de qué se trataba de un ejemplar grande, unos metros antes de llegar al encuentro encontramos a un “Chu-lo”, tirado (herido) y más adelante un “Dogo” en las mismas condiciones, la verdad que a mí se me paralizó el corazón, las heridas de los perros eran grandes, cuando llegamos a la contienda, daba miedo ver a ese padrillo, calculo que tendría cerca de 200kg. Nuestros Dogos peleaban contra un enemigo mucho más fuerte y en su hábitat, solo la sangre que corre por las venas de un Dogo lo llevaba a poder parar-lo, sabiendo que a la par de ellos seguramente estarían sus amos, prestamente el “Gringo” y el “Negro” con gritos de ánimo a los perros, se aproximaron al bramante “Jabalí” y buscando el lugar justo el “Gringo” remato la faena. El “Padrillo Grande” había vendido cara su vida dejando varios Dogos heridos, cumpliendo con su tarea, terminando con un depredador que causaba estragos en la zona, estragos estos que no solo se trataban de los maizales sino que por las ca-racterísticas del ejemplar, también se transforman en un asesinato del ganado. El retorno fue una mezcla de satisfacción y preocupación pues debíamos regresar prontamente al campamento con nuestros perros, donde teníamos todos los ele-mentos de primeros auxilio para curarlos, tarea que una vez realizada permitió a los perros su pronto restablecimiento. Esta historia la vivimos el “Gringo” Luis Zanitti, el “Negro” Simioli de Villa Merce-des, amigazo y guía de caza, Mariano Mora y yo Javier Luis Coronda, todos fervien-tes admiradores del Dogo Argentino desde hace más de 35 años.

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La mención de las manchas en el Dogo Argentino en el artículo 4 del precedente capitulo nos lleva a desarrollar un extenso dicho tema por lo que publicare en su totalidad el excelente trabajo de la actual Ingeniera agrónoma SUSANA C VENTURIN, QUIEN RECIDE EN LA ACTUALIDAD EN LA CIUDAD DE MORTERO PROV. DE CORDOBA. Aunque muchos estarán familiarizados con los artículos que existen por doquier con respecto al blanco en el Bóxer, pienso personalmente que es un tema especifico para profesionales.

UNIVERSIDAD NACIONAL DE CORDOBA FACULTAD DE CIENCIAS EXACTAS, FISICAS Y NATURALES.

CATEDRA DE GENETICA. SEMINARO II

ALUMNA: SUSANA C. VENTURIN. AÑO: 1973.

Córdoba, Diciembre de 1973 El presente trabajo ha sido realizado en la Cátedra de Genética del Instituto de Ciencias Agroquímicas de la Universidad Nacional de Córdoba; bajo la dirección del Profesor Titular de dicha cátedra, Ing. Agr. ARGOS A. RO-DRIGUEZ. Se agradece especialmente la colaboración prestada por el Dr. Francisco Nores Martínez como así también la de los integrantes del Club de Criadores del Dogo Argentino, de esta ciudad.

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CONTRIBUCION AL ESTUDIO DE CANIDOS

I) Manto o pelaje en Dogo Argentino y sus Implicaciones Genéticas. 1) Consideraciones Generales sobre anatomía de la piel. 2) Naturaleza de la expresión genética del pelaje blan-co. 3) El origen genético del pelaje blanco. 4) Análisis genético preliminar. 5) Resumen. 6) Bibliografía 7) Apéndice fotográfico analítico.

MANTO O PELAJE EN "DOGO ARGENTINO" Y SUS IMPLICACIONES GENETICAS

1) Consideraciones Generales sobre Anatomía de la piel En los mamíferos, la piel se halla formada por la epider-mis, dermis e hipodermis. La primera esta constituida por un epitelio resistente, estratificado y queratinizado. La segunda, por tejido conjuntivo rico en vasos y termina-ciones nerviosas, que aloja algunos anexos importantes tales como, glándulas, pelos, etc. La hipodermis consta, de modo principal, de tejido adiposo. Color: depende del espesor de la piel, de los vasos san-guíneos subyacentes, de la pigmentación, del grosor de la capa granulosa y córnea. Los vasos sanguíneos le dan un tono rosado. El pigmento melanico, según su cantidad le confiere color variable, su ausencia le hace parecer blanquecina con un matiz rosado, como se ve en los albi-nos, el exceso de pigmento determina variaciones de tono desde castaño claro hasta negro intenso. El estrato gra-

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nuloso le da coloración blanquecina brillante, su ausen-cia que por lo general se acompaña de falta de capa córnea, permite que se destaquen los planos profundos con un color rosado. La capa córnea hace aparecer una tonali-dad amarillenta. El color de los pelos depende de modo fundamental del pigmento melánico. Epidermis: por medio de métodos especiales de coloración pueden diferenciarse en la epidermis cinco capas o más, cada una de las cuales representa una etapa más avanzada de la evolución a medida que ocupa una posición más su-perficial. a)- Estrato germinativo, capa generatriz o capa basal o cuerpo mucoso Malpighi: estas distintas denominaciones implican diferencias conceptuales sobre la capa más pro-funda de la epidermis. El cuerpo mucoso de Malpighi es la parte nucleada de la epidermis, en la cual se observan mitosis y que compren-den por lo tanto, también la capa espinosa y aun la gra-nulosa. Al denominarla estrato germinativo o capa genera-triz se piensa que es la que origina todas las células de la epidermis, pero sabemos que también hay mitosis en la capa espinosa. El nombre más apropiado sería el de capa basal. Las células que la forman son cilíndricas, basofi-las, ricas en ácido ribonucleico (ARN). Poseen por lo común gránulos de melanina que se distribuyen principalmente en la zona supranuclear. En la parte profunda tienen un límite dentado que se imbrica con la dermis, establecien-do una adherencia intima. En el citoplasma de las células básales se describen to-nofibrillas escasas y fibras espiraladas denominadas fi-lamentos de Herxheimer. Hay además células claras de Merxel que cumplirían una doble función: sensitiva y pre-melanoblastica, o sea, que se transformarían en melano-blastos. Con técnicas especiales con plata y oro se ponen de manifiesto celulas ramosas con prolongaciones: son los

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melanoblastos dendríticos o células de Lngerhans. A las células cilíndricas corresponde la denominación de capa generatriz, pues es en ella donde se ven las divisiones mitóticas. Según otro autor la capa germinativa o basal, estaría formada por dos clases de células: germinativas y melano-citos. Los melanocitos representan un retículo endoplásmico muy desarrollado, característico de las células secretoras. Contienen premelanina y melanina. La primera esta conte-nida en el melanosoma con actividad tirosinasa y con es-tructura interna típica, la melanina no tiene estructura ni actividad tirosinasa y representaría la etapa final del desarrollo del melanosoma. Los gránulos de pigmento se hallarían en las prolongaciones dentríticas, en cambio los melanosomas estarían en el cuerpo celular, especial-mente en la zona de Golgi. Los melanocitos de origen neural, están dispersos en la capa basal y según su mayor o menor cantidad de pigmento melanico se presentan bajo el aspecto de células claras de Masson o de células dentriticas con granulaciones par-das y finas prolongaciones ramificadas que rodean a las células germinativas. b) Capa o estrato espinoso: Lo constituyen varias filas e células poligonales superpuestas, de las cuales las más superficiales son aplanadas. Como característica funda-mental presentan tonofibrillas intracitoplasmaticas y puentes intercelulares que le confieren aspecto espinoso, al cual deben su nombre. Tienen un núcleo vesiculoso, a veces dos, con un nucléolo notorio. En el citoplasma se destacan las tonofibrillas con diversas orientaciones que forman en el espacio intercelular los puentes intercelu-lares o desmosomas. c) Estrato granuloso: Lo forman un o mas capas de células aplanadas, cuyo carácter fundamental es presentar en el

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citoplasma granulaciones de diverso tamaño con afinidad por los colorantes básicos, como la hematoxilina. Estas granulaciones se denominan de queratohialina. El núcleo de las células es claro y de aspecto degenerativo. De los organoides el condrioma es menos abundante, el aparato de Golgi es menos pequeño, las epiteliofibrillas se hallan conglomeradas y agrupadas en la parte superficial. A la queratohialina se le atribuye importancia en la querati-nización. d) Estrato lucido: es una capa homogénea brillante y trasparente a la cual forman varias filas de células pla-nas y muy apretadas, por lo cual el estrato toma aspecto homogéneo, hialino. Las células son grandes, irregulares, los bordes "engranan" en los de las células vecinas. El citoplasma tiene eleidina que aparece en vacuolas o di-fundida en todo el citoplasma. La eleidina es una sustan-cia accesoria en la queratinización. e) Estrato corneo: es una capa de grosor variable. Por lo general se dice que la capa cornea se halla formada por células degeneradas que mueren y se desaparecen en la parte superficial. La función de esta etapa es de protec-ción principalmente, y su componente esencial es la que-ratina.

Dermis: Es la parte conjuntiva de la piel. En ella encon-tramos, una capa superficial contigua a la epidermis, la dermis propiamente dicha y una capa profunda, la hipoder-mis. a) Dermis propiamente dicha: su espesor varía, es de na-turaleza conjuntiva. En general hay dos zonas una papilar y subpapilar y otra profunda que se extiende hasta la hi-podermis. La primera está formada por tejido conjuntivo laxo con finas fibras colágenas, elásticas y de reticuli-na. A la segunda la constituyen fibras colágenas gruesas

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que se orientan en diversas direcciones oblicuas a la superficie. La primera cumple función de nutrición y la segunda de sostén. b) Hipodermis: Constituye el límite de separación con la dermis y es irregular. Su constitución es muy simple. Po-see células adiposas en gran cantidad esféricas o poligo-nales por presión reciproca, separadas por bandas delga-das de fibras colágenas. Melanogenesis: es una importante función de la epidermis. La presencia de melanina le da a la piel un color carac-terístico. Pero no es el único pigmento cutáneo. La mela-nina es un pigmento de color variable entre el amarillo y el negro. Es resistente a casi todos los agentes químicos y se decolora con los oxidantes. Se localiza en las células epidérmicas y de modo princi-pal en las básales, Cuando es escaso es supranuclear, y si es abundante, se encuentra en todo el citoplasma. Las células de la piel que tienen melanina, pueden ser, melanoblastos o melanoforos. Los melanoblastos o células pigmentadas, son las que forman el pigmento. Los melano-foros o celulas pigmentadas no lo hacen, sino que fagoci-tan el pigmento creado por las otras células. En la epi-dermis se encuentran melanoblastos y melanoforos. En la dermis, por el contrario, son todos melanoforos. La manera de identificar cuáles son las células que for-man pigmento es realizar la DOPA-reacción de Bloch y la impregnación argentica. La DOPA-reacción se basa en que las células que forman melanina, deben tener una enzima oxidante que oxida la dioxifenilalanina, debe aparecer en ellas el color oscuro característico de la melanina. Desde el descubrimiento de esta reacción, se admite que la formación de melanina es un proceso enzimático en el que interviene una sustancia enzimatica existente en los melanoblastos, que actúan sobre una sustancia incolora o

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prepigmento. Este prepigmento, es del tipo de la tirosina (fenil-alanina), posiblemente dioxifenilanina. Pelo: Comprende varias partes a) Pelo propiamente dicho: Que es la parte queratinizada por completo que se proyec-ta por fuera de la epidermis, la parte libre de pelo. b) Raíz del pelo: Es decir la zona que se encuentra en el interior de la dermis. c) El Bulbo: la porción más pro-funda, dilatada de la raíz. Presenta una depresión ocupa-da por tejido conjuntivo: la papila; ésta es una salien-cia dérmica, vasculo-nerviosa recubierta por células germinativas diferenciadas, para dar origen al pelo, en-tre estas células germinativas, precisamente están los melanocitos que elaboran la melanina, causante de la co-loración del pelo. Este, a nivel de la raíz, modifica su estructura y se encuentra rodeado por el tejido epitelial que lo forma y por una condensación de tejido conjuntivo. A esta doble envoltura, epitelial y conjuntiva, se la denomina, folí-culos piloso. Al pelo propiamente dicho, también se lo denomina tallo, al que se le describen tres partes: medula, cortex y cutícula o epidermicula. La primera, formada por celulas provenientes de las papi-las, están cargadas de trichialina, y pueden tener pig-mento. La segunda, por células corneas alargadas, sin núcleo y cargadas de pigmento, de solidez y elasticidad al pelo y la tercera, constituida por células corneas, sin núcleos dispuestas en forma de tejado que envuelven a la cortical en toda su extensión. 2) Naturaleza de la Expresión Genética del Pelaje en ge-neral Cuando se establecen características de una raza, la na-turaleza del pelaje, cobra gran importancia. La importancia reside en que, al situarse el " Standard " o sea conjunto de caracteres que responden al concepto de pureza racial, el pelaje o " manto", prácticamente involu-

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cra para el consenso general uno de los aspectos funda-mentales a considerar. En el Dogo Argentino el manto se describe de la siguiente manera: " Blanco íntegramente, puede tolerarse únicamente algunas manchas obscuras o negras en los ojos o en la ca-beza, por delante de las orejas. Toda mancha en otro lu-gar del cuerpo, debe descalificarse como carácter atávi-co. Los blancos con la piel muy pigmentada de negro, deben considerarse como ejemplares no aptos para cría, por el carácter recesivo que muestran, y que puede en-trar a ser predominante en los hijos, si se aparea con otro ejemplar que tenga en potencia dicho defecto”. (Cfr. Dr. Antonio Nores Martínez). Desde el punto de vista genético, es importante conside-rar que la obtención de un color comprende dos problemas básicos a saber: El porcentaje alto de endocria que requiere La imposibilidad de conseguir ejemplares del " manto" descripto en el Standard de raza, en la medida y propor-ción que el criador lo requiere. En el caso del Dogo como raza de reciente formación, el problema se multiplica, o amplia, pues su criador hace del carácter u conformación exterior, el basamento de su acción. En términos genéticos, se han descripto las acciones de numerosos genes, cuya incidencia si bien no explican to-dos los casos permiten establecer dentro de términos es-tadísticos la probabilidad de obtener individuos que res-pondan en alto porcentaje al requerimiento de tipo de "manto" que se establece. La nomina es la siguiente: Gen A: epistatico para color rojo, o sea que induce color rojo en individuos que poseen genes para manto negro o marrón.

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Gen B: amarillo, que modifica a su vez el rojo hacia co-lores amarillentos " Barcinos" o sea rojo claro. Serie del Gen C: gen para color que reconoce una amplia serie alelomorfica con dominancia complementa en los mis-mos de la misma La serie es la siguiente: > C sa C+ > C > C bi > C br > C ma - C +: domina sobre todos los otros y produce color negro general en perros que poseen el carácter para color ne-gro. - C: color uniforme distinto del negro total. - C bi: la presencia de este gen produce dos colores en individuos negros y marrones. Así por ejemplo en perros negros tonos tendientes al amarillo o dorado y en indivi-duos marrones, al dorado; y el tono rojizo dentro del co-lor marrón, al cual los criadores europeos describen como color "hígado". El gen "C" es complejo y de acción múltiple y por su ac-ción sobre mantos negro y marrón se lo ha denominado "bi-color" cuya abreviatura es "bi". La tonalidad que imprime el " Cbi " no es uniforme pues su presencia va acompañada de manchas doradas claras en la cabeza, sobre los ojos, el los costados de la misma, mejillas o carrillos; parte posterior de las patas y pe-cho. El efecto, a veces, es en el área anal y parte infe-rior de la cola. Se menciona en Dachshund o " perros sal-chichas", en los Gordon Setteres o " perros de agua ", según denominaciones comunes argentinas. En Setters ingleses, en Cocker Spaniel, el color claro que induce " C bi "está confinado a la nariz, área nasal y a las patas en razón de que el gen " tt" que motiva color

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blanco se extiende tanto, que las características " bico-lor" quedan reducidas a manchas pequeñas. - C br: manchado atigrado. Este gen limita la expresión del gen para color negro a bandas atigradas. El Bull Dog atigrado es de origen genético, así como el Gran Danes. En estos perros se observa siempre área nasal negra que generalmente cubre la cabeza, formando una máscara. El gen " C br " admite dos variantes que son: C sa y C ma, en el caso de "C sa " limita el color modificado a la montura o dorso como es el caso de los Terriers; mien-tras que en el "C ma “, la acción es con respecto a la cabeza. Obviamente un individuo de constitución genética: C sa C ma compartirá ambas características, porque no exis-te dominancia entre ambos términos de la serie. Gen D: corresponde a un gen diluidor y por tanto un perro con "dd" tiene dentro de su color uniforme una tonalidad más clara. Si el individuo es negro la presencia de "dd" motiva los tonos pizarra o azules muy buscados por ejem-plo en perros de policía y ovejeros Gen E: produce color marrón uniforme, claro o tipo " hígado" según los europeos o bien achocolatados. El gen "B" y el gen "E" son complementarios para negro, o sea EE + BB igual negro. Gen F: produce color blanco puro. Los perros con genes ff son blancos aun cuando posean combinaciones genéticas que los capaciten para ser de otro color. Esto significa que el recesivo emblanquece y anula otros colores y el domi-nante "F" permite aun en una sola dosis la aparición de color. Es preciso diferenciar la acción de este gene con el "albino", que produce individuos de ojos rojos y nariz rosada con manifiesta incapacidad de sobrevivir. Gen G: para color salvaje, corresponde al color liebre o agutí. Este gene actúa modificando la combinación genéti-ca EE BB hacia el tono que genéticamente denominamos agu-ti, o sea más claro en el medio del pelo único.

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El gen "G" es hipostático de "C+ " lo cual expresado en términos genéticos significa que individuos EE BB C+ C + GG son negros mientras que EE BB CC GG son agutis o salvajes. Si el gen " A" es dominante tendremos: AA EE BB CC GG los individuos resultantes son rojos, por lo cual "G" es hipostático con respecto a "A" también. Gen H: es el gen que determina el tipo " arlequín”, tan buscado en el Gran Danés. El arlequín corresponde a un conjunto de manchas irregulares en tamaño, de color negro sobre fondo blanco o gris. Los perros arlequines deben ser heterocigotas para "H", o sea Hh porque el gen es semiletal en estado homocigota produciendo ceguera, sordera y muerte precoz. Gen I: corresponde a un gen intensificador de la combina-ción C bi C bi. El gen para que se exprese "bicolor", debe ser dominante, lo cual dicho en otros términos significa, que cuando "I" es recesivo, la acción de "C bi " es nula. Gen K: es para pelo corto que domina sobre pelo largo "K". Corresponde a un conjunto genético de acción aditiva que sitúa diferentes longitudes de pelo. Gen L: para patas cortas dominante sobre "L" de patas largas. Posee genes modificadores que hacen variar la al-tura y las características de las patas. Gen R: manchado en áreas, que domina sobre rr o sea no mando. El gen "R" es responsable de la distribución de pigmento en manchas sobre fondo blanco, como sucede en los Te-rriers pelo corto o pelo cepillo. Es interesante consig-nar que rr determina mancha blanca sobre pigmento oscuro, lo que hace que aparezcan individuos casi blancos, pero por poseer fondo oscuro les da una tonalidad muy buscada. Son los denominados palomos o palominos. Gen S: manchas chicas, moteados o salpicados, produce manchas blancas pequeñas sobre fondo oscuro.

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En perro de pelo corto la mancha blanca es nítida. "S" es importante en los Pointers, en donde la combinación SS RR, da lugar a la aparición de machas blancas obscureci-das, ocasionando la formulación del Standard de pelaje tan particular en esta raza. Gen T: gene para color completo o total en contraposición con su recesivo tt, que ocasiona manto manchado de blan-co. No obstante, los individuos homocigotas TT o Tt pueden tener manchas blancas en el pecho, en la punta de las pa-tas anteriores y ocasionalmente, en la punta de la cola. La composición genetica T- C bi C bi produce los "bi-colores" cuando el gen "I" está presente como dominante. Gen W: dominando para pelo alambre o cepillo que caracte-riza el "Standard" del Terriers de pequeña alzada. "W" es epistatico de "K" para pelo corto y la presencia del do-minante ocasiona bigotes y cejas muy espesas. Gen Z: gene canela o color canela. Es un gen para inten-sificación del rojo que produce capa o manto canela oscu-ro, buscado en "salchichas " y Terriers. 3) El origen Genético del Pelaje Blanco Este aspecto de la genética de canes, reviste particular interés en el caso del Dogo Argentino, por el "Standard" por el que se rige la raza. La literatura es compleja y de ella surge que la expre-sión genética "manto blanco" no puede generalizarse para todas las razas. En la descripción precedente se expresa que el gen tt produce moteado blanco, que es recesivo de "T" para co-lor único, el cual a su vez particularmente en el hetero-cigota Tt, presenta manchas en el pecho, patas anteriores y punta de la cola. Lo importante es que la macha que ocasiona tt puede ser grande o pequeña.

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La dimensión de las manchas parece responder a un sistema expansivo ocasionado por genes múltiples que provocan la extensión del blanco puro en toda la capa. Los perros que obedecen al mencionado sistema genético poseen como si ello fuera una regla general manchas ne-gras en las orejas y en la base de la cola. Cuando se in-tensifica el blanco, la mancha negra se extiende solo en las orejas. Decir cuando se intensifica el blanco significa, que el pelo este sobre la base blanca y no sobre base pigmenta-da. La descripción de este interesante proceso es como sigue: En algunos individuos la mancha blanca ocupa solo pecho, puntas de las patas y parte superior de los ojos; la ac-ción del sistema en un primer paso es abarcar el cuello con mayor o menos intensidad. Obviamente el proceso no se verifica en un individuo sino en poblaciones genéticas, con la resultante que en los casos más extremos de blanco, la base de la cola, los ojos y las orejas son las únicas regiones del cuerpo que llevan negro. El sistema que acompaña al "t" parece ser que responde a genes modificadores, o genes de acción múltiple que act-úan reduciendo la mancha. Por otra parte existiría una serie alelomorfica múltiple del "t" con cuatro miembros a saber: t 1 - t 2 - t 3 - t 4. Para los genetistas no es difícil comprender porque indi-viduos t 3 - t 4 pueden dar en cruzamientos diver-sos, perros muy coloreados, por la acción de modificado-res distintos en ambos padres. Los perros con pelaje de esa naturaleza como los Poin-ters, los English Setter y el Dogo Argentino con blancos recesivos, en donde la falta de pigmento seria ocasionada por la acumulación de modificadores que al actuar cobre tt dominan el pigmento hasta casos extremos como el de la raza que estamos analizando.

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Es preciso por ultimo mencionar el gen "F" que debe estar presente para que exista pigmento y cuando la combinación genética es ff el individuo es blanco o blanquecino. El Dogo lleva FF por la intensidad pigmentaria de sus manchas. Si tuviéramos que empezar a situar genéticamente al Dogo, basándonos en lo expresado anteriormente diríamos: EE BB FF tt y siendo tt con sus modificadores la limitante del blanco en orejas, ojos y base de la cola. En todos ellos hay pigmento, la carencia del mismo es al-binismo, que obviamente debe coincidir con individuos ff, pero cuya acción es debida a otros genes. Existe además, una importante relación entre el color de pelaje y el color de ojos y nariz, o mejor expresado, co-lor de iris y de punta de la nariz (hocico). Los individuos con pigmento negro, tienen manchas en la-bios y cavidad oral. El paladar es pigmentado y los ojos de color marrón o marrón obscuro, la nariz negra o con amplias manchas de pigmento. El vientre puede acusar man-chas expandidas en donde el gen SS, ya mencionado está presente con el color negro y con la resultante de un mo-teado o manchado grande. No obstante, esto no debe preocupar al criador, pues se trataría de acciones genéticas diferentes, unas afectando al lomo y otras al vientre, y en donde obviamente los mo-dificadores de tt no serian los mismos de SS, en el su-puesto caso que existieran. 4) Análisis Genético Preliminar Considerando la descripción comprendida en el Standard, en el cual el pelo largo es motivo de descalificación, se establece que los Dogos deben ser homocigotas para el gen "K".

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Los genes "E" y "B" deben estar presentes conjuntamente con el recesivo tt. El manchado de tt funciona con genes modificadores de efecto múltiple y acumulativo, que reducen a medida que aumentan las manchas oscuras o negras, hasta volverlas pequeñas, de tal suerte que afectan solo los ojos y la cabeza, por delante de las orejas. El blanco producido por tt debe ser blanco puro, o sea, rr (recesivo) y de ninguna manera RR o Rr, por que daría el fondo negro o manchado al blanco, que es descartable siguiendo la descripción del manto, a saber, "los blancos con la piel muy pigmentada de negro deben considerarse como ejemplares no apto para la cría". Desde el punto de vista genético un Rr por otro Rr daría lugar a una des-cendencia con un 25% de probabilidad de ser pura. Es decir que un Dogo con BB - EE - tt - rr - ss, daría un moteado o manchado blanco, siendo el blanco puro. Otro individuo BB - EE - FF - tt - RR - ss, daría blanco con manchas negras, pero el blanco es sucio y no acepta-ble por el Standard. Otro caso sería el de BB - EE - FF - tt - SS, con manchas negras, principalmente en la región ventral, con fondo oscurecido según el gen "A". Evidentemente, la falta de uniformidad, está fundamentada en el hecho de que para darle mayor alzada o fortaleza se hace preciso cruzar los Dogos con Bóxer, en donde inter-vendría algún gen de la serie Alélica del "C", por lo cual recapturar el tono de pelaje seria solo posible, si el individuo fuera heterocigota para el "C" y llevara en su complemento el recesivo. 5) Resumen Se presenta un SEMINARIO, en el cual se efectúa una aná-lisis preliminar del pelaje del Dogo Argentino. Para tal fin se da una descripción de la bibliografía

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existente para genes que determinan colores y sus diver-sas variantes. Se considera el presente estudio de naturaleza preliminar en esta interesante raza. 6._ Bibliografía -Nores Martinez, A. 1947. Copia mimeografica de trabajo original realizado po el creador de la raza “DOGO ARGEN-TINO.. -Berge, S. 1949. Inheritance of dun, brown and brindle colour in catte. Heredity, 3: 195-204. -Billingham, R.E. and Medawar, P.E 1948. Pigment spread and cell heredity in guinea-pig´s skin, heredity, 2: 29-47 -Billingam; R.E: and Medawar, P.B. 1950. Pigment spread in mammalian skin: serial propagation snd immunity reac-tion. Herediy; 4: 141-164. -Briggs; C.L. y Kaliss; N. 1942. Coat color inheritance in Bull Terriers. Jour. Heredity, 33 ( Nº 6): 223-228. fig.5. -Butler, L. 1947. The genetics of the clour phase of the red fox in the Mackenzie River Locality. Jour. Research, 25: 190-215. -Iljina, E.D. 1934. The inherutace of the clour in foxes. Zool. Jour. U.S.S.R., 13 (Nº 4): 701-715. -Mazzini, M.A.1968 Dermatologia Practica, pag. 1-588. fig 1-200. Ed. Lopez Libreros editors S.R.L.,

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13 ( Nº): 701-713. -Winde, 0.1950. Inheritace in dog. With special Reference to Hunting. Breeds Comstock Punlishing Co., Inc New York. -Wright, S. 1917. Color inheritance in mammals. VI. Cat-tle Jour. Hered., 8: 521-527.

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Quiero acotar que el ejemplar utilizado por la profesional Cachorro dogo

Blanco puro sin manchas, sin fondo gris o negro. Genes: tt - rr

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BB –EE- FF- tt –SS Presencia de “R” por la mancha ventral.

(1) Ojos obscuros, corresponden a nariz negra, con manchas extendidas

en la cavidad oral. (Fotos 1y 2)

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(2)

La coloración de la nariz se extiende a la cavidad ora

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EE – BB – CC – GG

Detalle el gen “G” seguramente en presencia “C”.

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BB – ee –tt marrón claro y blanco amplio o bien EE – BB – CC – GG – con el modificador de “C”.

Nariz negra ojos castaños indicando relación con tt .

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Pelo blanco, con fondo negro o gris. tt – RR o tt –Rr descartable.

Influencia de modificadores para reducción de manchas aceptables en orejas

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Page 311: Libro Dogo Argentino

1º- Principios de genética - De Edmund W. Sinnott/L.C. Dunn y Theodosius Dobzhansky. Traduc-ción Dr. Antonio Previsti - Edición 1961. 2º- Elementos de Geología Aplicada 2º Edición C.S. Peterson y A.F. Leanza, Editorial Nigar S.R.L. 1964. 3º- Anatomía de los animales domésticos de S. Sisson - J.D. Crossman Tomo 1 y 2 - 5ª Edición. 4º- Gran enciclopedia canina - Editorial Bruguera S.A. Edición 1980. 5º- Enciclopedia del perro Editorial Asuri, Traducción al castellano del original en la lengua france-sa, “Le grand libre du chien” 1970 - Edición española 1978 Tomos 1 y 2. 6º- El Dogo Argentino - Agustín Nores Martínez - Editorial Albatros - Edición 1969. 7º- Revista Diana - Nº 94 - Octubre de 1947. 8º- Revista - Mundo Agrario - Nº 82 - 0/1956 - Un perro criollo, el Dogo Argentino. Terror de pu-mas y jabalíes. 9º- Especies y Razas en el Orden Biológico - Por Alfredo Sacchetti - Publicación VIII, Instituto de Investigaciones Demogénicas de la U.N.C.A. - Año 1952. 10º- Diferencias Craneanas en las distintas Razas de Perros - Realizada en el periodo de trabajo de los Dres. Antonio Nores y Alfredo Sacchetti (1953), en la U.N.C.A. Por autores no identificados por el autor. Dicho documento en el año 1972 se encontraba en los depósitos de la biblioteca de la U.N.C. y posteriormente recatado por un criador de Córdoba y consta de 15h. 11º- Documento - “El Dogo Argentino” Por su Creador - Memoria descriptiva y estándar escrito por Antonio Nores en 1953. 12º- Documento - “Algo Sobre los Cráneos Caninos” - Por Antonio Nores Martínez - Revista Diana - (se puede suponer que fue en su periodo más fértil, principio de los años „50) - Haciendo la criti-ca a un artículo publicado en la revista Diana publicado por el Dr. Magnelli Ferrari, sobre la raza Pointer. 13º- El Dogo Argentino Por su Creador - Por su hijo, Abel Nores Martínez - Córdoba 17/05/1977.

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14º- Historia del Dogo Argentino - Agustín Nores Martínez - Editorial Albatros, 1ª Edición 1978. 15º- El Dogo Argentino - Agustín Nores Martínez - Editorial Albatros 2ª Edición 1978. 16º- Der Dogo Argentino - Por Otto Schimpf - Edición 1986. 17º- Todo Acerca del Dogo Argentino por Víctor Valiño - Editorial Plus Ultra, Edición 1994. 18º- El Cachorro Dogo Argentino - Por Victor Valiño- Edic. 1997. 19º-El dogo Argentino - Por Paolo Vianini - Editorial De Vecchi - Edición 1988. 20ª El Dogo argentino –Por Cándida Pialorsi Falsina-Editorial Vecchi - Edición 1999. 21º- El Dogo Argentino - “Por Agustin Nores Martínez”, actualización “Víctor Valiño”; publicación y adaptación oficial del C.D.A. Editorial Agro - Vel 2002. 22º- Il. Dogo Argentino - Por Serafino Bueti - Editoriale Olimpia - 2003.

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Prólogo………………………………………………………………………………………………………. 5 -Introducción……………………………………………………………………………………………….. 7 -CAPITULO 1º- ORIGEN DEL PERRO

-Cuadro de las eras geológicas y sus accidentes biológicos………………… 13 -Evolución de los carnívoros………………………………………………………………….. 17 -Aparición de las razas caninas……………………………………………………………… 18 -Razas modernas…………………………………………………………………………………… 21 -Los grandes perros su origen geográfico y clasificación morfológica 22 -Calco en yeso y recreación grafica de la misma…………………………………… 26 -Esculturas- fuentes representando perros tipo dogo…………………………… 27 -¿Dónde se ubica al Dogo argentino?..................................................................... 30 -Definición de Mastín y Dogo según Victor Valiño………………………………... 31 - El perro en América……………………………………………………………………………… 32

-CAPITULO 2º- IMPORTANCIA DE UNA RAZA NACIONAL

APTA PARA LA CAZA DE MONTERIA -CAPITULO 3º- NOCIONES SOBRE BIOGENÉTICA (por Antonio Nores Martínez)

-Perfiles caninos…………………………………………………………………………….. 53 -Cráneo convexo cóncavo (Dogo Argentino)……………………………….. 59 -El cuerpo canino…………………………………………………………………………… 71 -Metodología aplicada según Antonio Nores Martínez escrito en (1953)…………………………………………………………………………….. 73

-CAPITULO 4º HISTORIA DEL DOGO ARGENTINO. INTRODUCCIÓN E HISTORIA ANTIGUA

-Introducción…………………………………………………………………………………. 77 -Historia antigua (1920-1956)………………………………………………………. 81 -Tiempos de revelación………………………………………………………………….. 88 -Tiempos de realización…………………………………………………………………. 90 -Primera etapa……………………………………………………………………………….. 93 -Segunda etapa……………………………………………………………………………… 95 -Tercera y última etapa………………………………………………………………….. 98 -Difusión………………………………………………………………………………………… 107

ÍNDICE

Page 314: Libro Dogo Argentino

-El Standard de 1947……………………………………………………………………… 114 -Estándar del Dogo Argentino por Antonio Nores Martínez (difundido en 1947) …………………………………………………………………….... 117-Década de 1950……………………………………………………………………………… 119 -Estándar escrito en 1953 por Antonio Nores (No publicado)……...... 123 -Fotos múltiples de dicho periodo…………………………………………………... 128

-CAPITULO 5º HISTORIA MODERNA 1957/1983 CÓRDOBA / CHUBUT / BUENOS AIRES

-Córdoba ………………………………………………………………………………………. 135 -Crisis…………………….………………………………………………………………………. 162 -Chubut…………………………………………………………………………………………. 170 -Buenos Aires..………………………………………………………………………………… 178 -Estándar Presentado en Federación Cinologica Argentina ………… 182

-CAPITULO 6º HISTORIA CONTEMPORÁNEA -Interior del País……………………………………………………………………………… 201 -Breve resumen histórico………………………………………………………………. 223

-CAPITULO 7º OPINIONES PERSONALES SOBRE EL ESTANDAR DEL DOGO ARGENTINO -Opiniones personales sobre el estándar del Dogo Argentino…………… 233 -Tipicidad o Axpresión…………………………….……………………………………… 234 -Consideraciones..………………………………………………………………………….. 274 -Para recapacitar opiniones.…………………………………………………………… 276

-CAPITULO 8º CACERÍA

-‘’Chirino y el Puma’’..……………………………………………………………………… 281 -Cacería del Puma en Pampa de Achala..………………………………………… 284 -Cacería del Pecarí………………………………...………………………………………… 288 -La montería en Las Cangrejales (por Patricio Gighiani)………………… 290

-Relatos de cacería en San Luís (por Javier Coronda)……………………… 396 -Anexo……………………………………………………………………………………………… 301 -Apéndice Fotográfico Analítico………………………………………….…………… 320

-BIBLIOGRAFIA CONSULTADA …………………………………………………………………….. 326

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Este libro se terminó de imprimir en el mes

de Marzo de 2010 en la República Argentina por

Gráficamente Ediciones

www.graficamente.info [email protected]

0351-5691812 Rivadeo 1194 – Córdoba, Argentina.

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Jorge Masjoán, se inspiro en escritos y publicaciones, docu-mentos y fotografías. Apoyado en fuentes directas y en la experiencia otorgada por estar durante cuarenta y cinco años en contacto con la raza, alcanzo esta importante obra.

Las paginas de este libro no solo plasman hechos históricos, sino que dejan al descubierto a un autor comprometido y apasionado por una raza; EL DOGO ARGENTINO.

El autor se expresa en esta obra con la �rme intención de que, “los lectores logren una acabada comprensión de la raza y que sirva para el mantenimiento de la inigualable obra de Don Antonio Nores Martínez, en todos y cada uno de sus aspectos, en un equilibrio justo, tanto somático como psíqui-co, para una larga convivencia con el hombre, ya que MODIFI-CAR SU ESCENCIA ES MODIFICAR LA RAZA”.

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