Libertad Religiosa y Colisión de Sistemas Juridicos
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Libertad Religiosa y Colisin de Sistemas Jurdicos. Los Pueblos Indgenas y el Estado
Mexicano
Tesis Doctoral en Ciencias Antropolgicas
Artemia Fabre Zarandona Fecha: Octubre 2005
Direccin: Alicia Barabas Reyna Lector: Carlos Garma Navarro
Lector: Miguel Bartolom Bisoletti
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INDICE
Agradecimientos Introduccin
4 7 8 17
Parte 1. Conflictos Religiosos, Derechos Humanos y Tolerancia
Introduccin
18 20
CAPTULO 1. Perspectiva Histrica de los Conflictos Religiosos Introduccin. Los Conflictos Religiosos en el Mundo
1.1 Los Conflictos en el Mundo Cristiano: La Consolidacin de la Iglesia Catlica Apostlica y Romana
1.2. Libertad Religiosa y Libertad de Conciencia: Los Herejes y Paganos
1.3. Conflictos Interreligiosos. Las herejas 1.3.1 La inquisicin 1.3.1.a La Inquisicin en las colonias Americanas y la Inquisicin Romana 1.3.1.b La Inquisicin protestante
1.4. Conflictos Interreligiosos: Los infieles 1.5. La conquista de los infieles en la iglesia catlica
1.5.1 La esclavitud de los naturales 1.5.2 La evangelizacin, proceso de conversin de los naturales
1.6. Conflictos en la Edad Moderna 1.6.1 Conflictos en el S XVI al XVII 1.7. Conversin religiosa y derechos de los pueblos Americanos
21 23 23 25 25 31 31 33 33 35 36 37 37 43 43 44 44 45 45 47 47 49 49 50 50 55 55 59
CAPTULO 2. Conflictos Religiosos y Derechos Humanos Introduccin. Las Sociedades Modernas y los Derechos Humanos 2.1 La Modernidad, la Desmodernizacin y el Individuo
2.1.1 El Concepto de Individuo / colectivo y tolerancia 2.1.2 Individuo y colectividad
2.2 Construccin de los Derechos Humanos Religiosos 2.2.1 Derechos Humanos Religiosos Contemporneos. Su Creacin y Aplicacin 2.2.2 Libertad Religiosa y Estados Nacionales
2.2.2. a Caractersticas de los Estados en la Relacin Estados / Iglesias
2.3 Conflictos Religiosos Contemporneos: Siglo XX y XXI 2.3.1 Depreciacin de lo Religioso
60 61 61 75 75 81 81 85 85 89 89 93 93 96 96 99 100 103 103 106
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Parte 2. El fenmeno religioso y las ciencias sociales Introduccin
107 109
CAPTULO 3. El campo religioso Introduccin. El fenmeno religioso y las ciencias sociales
3.1 Los clsicos de la Antropologa de la Religin: Siglo XIX y las teora evolucionista
3.2 La Religin y la sociedad 3.2. 1 Estructural / funcionalismo 3.2.2 Estructuralismo
3.3 Antropologa dinmica y procesualista 3.4 La Religin y la produccin de sentido 3.5 Antropologa de la religin contempornea 3.6 Sistemas de Creencias, Cultura e Identidad 3.7 El campo Religioso en zonas indgenas Mxico 3.8 Los conflictos sociales y las ciencias sociales
110 - 112 112 113 113 115 115 116 116 116 117 117 119 119 126 126 143 143 146 147 151
Parte 3. Libertad Religiosa y Pueblos Indgenas en Mxico Introduccin
152 157
CAPTULO 4. Libertad Religiosa en Mxico Introduccin 4.1 El Patronato real y la poca de independiente en Mxico 4.1.2 Mxico Independiente 4.1.2 1Las Leyes de Reforma y el triunfo del liberalismo
4.2 El protestantismo en Mxico 4.3 El Estado Mexicano y la Diversidad Religiosa
4.4 Los Pueblos Indgenas y la Sociedad 4.5 Los Conflictos Religiosos en Comunidades Indgenas y Derechos Religiosos 4.6 Las Comunidades Indgenas. Las Asociaciones Religiosas. Los Sistemas Jurdicos.
158 162 162 164 164 169 169 173 173 191 192 199 199 209 209 211 212 214
CAPTULO 5. San Juan Yae, Libertad Religiosa y Pueblos Indgenas
215
5.1 Aspectos generales del Estado de Oaxaca 5.1.1 Economa 5.1.2 Servicios pblicos 5.1.3 Servicios de salud y educacin 5.1.4 Estructura sociopoltica 5.1.5 Reformas Constitucionales y electorales
5.2 Aspectos Religiosos Estatales 5.2.1 Aspectos religiosos y conflicto
5.3 La Sierra Norte de Jurez, aspectos generales 5.3.1 La diversidad religiosa 5.3.2 Conflictos religiosos en la Sierra: revisin de expedientes 5.3.3 Zapotecos de la Sierra 5.3.4 Diversidad religiosa en la Sierra Zapoteca
5.4 San Juan Yae: Un estudio de caso 5.4.1 Organizacin social y pertenencia
216 220 220 224 224 225 225 226 226 228 229 230 230 237 238 247 247 249 250 251 251 255 255 257 257 260 260 263 263 264 264 267
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5.4.2 Organizacin jurdica y de gobierno 5.4.2.1 Sistema de cargos 5.4.2.2 Estructura poltico administrativa y de justicia 5.4.3 Estructura Cvico religiosa 5.4.4 Organizacin religiosa 5.4.4.1 Iglesia Apostlica de la Fe en Cristo Jess 5.4.5 Conversin, conflicto y organizacin social 5.5 Desarrollo y desenlace del conflicto 5.5.1 Mecanismos de resolucin y negociacin. A. desde la lgica del Sistema Normativo propio 5.6 Conclusiones
267 268 268 273 273 276 276 280 280 281 281 285 286 291 291 295 295 296
Parte 4. Conclusiones CAPTULO 6. Sistemas Culturales y Jurdicos en Colisin
Introduccin. Sociedades Multiculturales 6.1 Tolerancia como Alternativa o Alternancia
6.2 Los Pueblos Indgenas y la sociedad nacional
297 300 300 305 305 311
ANEXOS Declaraciones Universales, Ley de Asociaciones religiosas y Culto Pblico, Censos, Actas
312 335
BIBLIOGRAFA 336 - 347
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Agradecimientos
Llevar a cabo trabajos de investigacin cientfica y en especfico en Ciencias
Sociales se torna indispensable; volver la mirada hacia las instituciones pblicas
que tienen a su cargo ver hacia el futuro, y fortalecer los mbitos acadmicos y de
investigacin, para desarrollar cuadros de investigadores y docentes que le
permitan proyectar a Mxico y sus individuos hacia un mundo cada vez ms
edificante, creativo y responsable socialmente.
Los recursos econmicos y humanos se vuelven fundamentales en esta tarea y es
el sector pblico el encargado de velar por que esta labor se lleve a cabo. Por ello,
quisiera expresar mi agradecimiento al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologa
(CONACYT), por el apoyo brindado en este tiempo que me ha permitido llevar a
cabo mi investigacin y elaboracin de la presente tesis en Ciencias
Antropolgicas. El apoyo recibido fue pertinente y sin el no hubiera podido realizar
esta empresa de investigacin terico metodolgica.
Quisiera expresar tambin, mi agradecimiento profundo al ex Rector de la
Universidad Autnoma del Estado de Morelos, Gerardo vila Garca y a la
entonces Directora de la hoy Facultad de Humanidades, la Dra. Ana Mara Chvez
Galindo, quienes me apoyaron solidariamente sino con su confianza y amistad.
En ste proceso de 10 aos, hay muchas personas a quienes deseo agradecer
por su compaa, su solidaridad y amistad. A mis amig@s de vida que me son
entraables y que me abrieron un enorme espacio amable y clido para estar, del
rer y compartir de todo, les agradezco, su amor y las innumerables veladas, los
cumpleaos, la playa, el cine, la calidez familiar, a: Mara Augusta, Nora, Hilda,
Guadalupe, Rosa Mara, Pamela, Silvia, Malala, Montse, Maritza, Enedina,
Manuel, Mauricio, Homero, Jorge, Felix, Alfredo, Alma, Mirna, Beatriz, Lina,
Sharon, Maricela, Gab, Vicky Malo, Erica Cohen, Rosario Valdz y algunos ms
que han sido compaeros de procesos teraputicos y desarrollo personal quienes
forman tambin parte de mi vida y me han ayudado a construirme y construir el
mundo que percibo y que vivo. A Martha Velsquez, muchas gracias por cuidarme
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y estar. A mi sangha budista y maestros, por ensearme a compartir y estar con el
corazn abierto, triste y gozoso; en especial a Martha Rodrguez y Lourdes
lvarez, gracias. A mis colegas con quienes he disfrutado de seminarios,
congresos y veladas, les agradezco su compartir y madurar nuestros proyectos y
nuestros anhelos. Gracias.
A mis compaeras entraables, Elisa Cruz, Martha Flores, Teresa Valdivia,
Amparo Sevilla, por ser parte de este ritual de pasaje que es el llevar a cabo una
tesis de doctorado. En donde a lo largo de nuestros seminarios y las crticas que
nos prodigamos, as como el compartir nuestras historias, abri nuestros mbitos
de relacin hacia una amistad valiosa, solidaria y profunda la cual agradezco
infinitamente.
Me resta agradecer a todos aquellos que me han apoyado a que ste trabajo sea
posible, a todas las personas que a lo largo de muchos aos me han
proporcionado amablemente su tiempo, su confianza y desde luego, su
informacin y en algunos casos compartieron sus historias de vidas, muchas
gracias.
A Lourdes Escalante, a Ana Corts y Concepcin Bados por revisar la redaccin,
por su tiempo y amistad. Gracias. A mi sobrino Gerardo Fabre por ayudarme en la
tecnologa de incluir los, mapas, gracias. A Silvia Cabrero quien sin su ayuda, no
hubiera sido posible contar con los cuadros y grficas, por el tiempo compartido en
Metepec y tantas otros horas de familia, vino y excelentes comidas. A Mauricio
Fabre quien hizo posible la impresin de esta tesis y me aliger la vida, gracias.
A mi madre, Artemia, a mis hermanos, Carlos, Mauricio y Clara, a mis sobrinos,
Ricardo, Gerardo, Lorenza y Carla quienes han compartido sta empresa y me
han acompaado, muchas veces desesperados pero estando siempre a lo largo
de estos aos. Muchas gracias por estar en mi vida. A mi ta Ana Mara Fabre por
ser un referente valioso en mi vida y por compartir desde el corazn la vida. A
Adrin Galindo que con su entusiasmo y su cario me ha hecho un lugar en su
corazn.
A Socorro Flores quien siempre me ha brindado su amistad, quien desde su
trabajo y hace muchos aos me ha dado apoyo incondicional y es un ejemplo del
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hacer las cosas edificantemente; sin ella, los alumnos de la UAMI, tendramos
tiempos muy difciles. Gracias Soco por ser y estar. A la Maestra Gloria Artis
Mercadet por su apoyo y por compartir proyectos que nos son importantes, por tu
tenacidad y visin, gracias, Gloria. A la Dra. Teresa Sierra por haber formando
parte de mis asesores en los inicios de este trabajo. Muchas gracias, Tere por t
tiempo, t solidaridad en varios momentos del camino, por tus comentarios que
me fueron muy tiles. Al Dr. Esteban Krotz quien tambin form parte de mis
asesores y que a lo largo de mi formacin acadmica ha sido un pilar, sus
sugerencias a este trabajo, finalmente, forman parte sustancial. Muchas gracias
Esteban por estar.
A mi queridsima amiga hermana Mara Augusta Espinosa quien, desde Quito,
llev a cabo la correccin de estilo de toda la tesis, por las horas dedicadas, por
su corazn puesto en ello y la profunda amistad, muchsimas gracias.
A mis lectores: Dr. Carlos Garma colega y amigo, quien con su solidaridad y
entusiasmo hizo posible no slo la titulacin de la maestra sino la lectura de ste
trabajo, le agradezco su paciencia y que con enorme sencillez me mostr, su
amistad y apoyo, muchas gracias. Al Dr. Miguel Bartolom, quien a lo largo de
estos aos siempre me dio palabras de aliento y entusiasmo para no claudicar,
muchas gracias por tu amistad y ser un referente acadmico importante en mi vida
y que en ste trabajo me fueron de mucha pertinencia. Y desde luego por leer y
comentar ste trabajo.
A la Dra. Alicia Barabas no tengo palabras para agradecerle su infinita paciencia a
lo largo de todo este tiempo en donde no dudo en acompaarme; me brind su
amistad, tiempo y, desde luego, que sus comentarios y aportaciones para que
este trabajo fuera posible. Quiero hacer patente mi aprecio y reconocimiento a la
acadmica, a la investigadora incansable y prolija con la cual siento afinidad a sus
propuestas las cuales considero de mucha vala y me han aportado caminos y
temticas, adems de innumerables reflexiones. Muchas gracias, Alicia.
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Dedicatoria
En Memoria
A Roberto Varela
Quien me apasion a la antropologa poltica, a la crtica y el amor a mi profesin
Gracias Roberto
Este trabajo quiero dedicarlo tambin a dos personas que son muy importantes en
mi vida, la primera porque es quien ha abierto mi corazn al amor y al gozo. A la
segunda porque con sus enseanzas, con su claridad y amor tambin ha logrado
abrir mi corazn
Muchas gracias por estar en mi vida
Montse y Allyn
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Introduccin
Uno de los principales propsitos de esta investigacin es mostrar la problemtica
de los conflictos religiosos en las zonas indgenas de nuestro pas, cuyo origen
radica fundamentalmente en los procesos de conversin a los grupos evanglicos
o paracristianos.1
Los conflictos religiosos en zonas indgenas abren la discusin acerca de los
lmites de la libertad individual y colectiva tanto en el mbito de la antropologa y la
sociologa como en el mbito jurdico. Al mismo tiempo evidencian la existencia de
una colisin de los sistemas jurdicos: mientras que por un lado existe una
competencia jurdica nacional por parte del Estado, por el otro los grupos
indgenas ejercen su capacidad de establecer sanciones a travs de sistemas
jurdicos a los cuales el Estado no otorga validez oficial. En este sentido, a la vez
que, no reconoce las sanciones jurdicas provenientes de la norma indgena -e
incluso las penaliza-, el Estado entra en contradiccin con los preceptos y
artculos constitucionales que no permiten la exclusin por creencias.
Esta colisin entre sistemas jurdicos se ve reflejada en la priorizacin que hace el
Estado de la libertad individual sobre la colectiva, a diferencia de la dominacin
que la libertad colectiva ejerce sobre la individual en la norma indgena al menos
la mayora de las veces.
Esta investigacin pretende contribuir a la discusin sobre los procesos legales
diferenciados y en colisin, as como sobre los procesos de transformacin interna
de las comunidades, ambos vinculados al desarrollo de la conversin religiosa y a
la toma de decisiones con respecto a ella.
La mayor parte de las veces el derecho de los pueblos indgenas a tomar
decisiones con respecto a la conversin religiosa da prioridad al inters colectivo.
Esto nos permite mirar la problemtica de los pueblos indgenas contemporneos
1 Me refiero fundamentalmente a denominaciones religiosas derivadas del protestantismo, ya sean histricas, pentecostales o de santificacin. Sin embargo, tanto en Amrica Latina en general como en Mxico especficamente, se les denominan grupos evanglicos sin hacer distincin entre ellos. As tambin me refiero a grupos religiosos que tienen un origen cristiano pero que a lo largo de su desarrollo y consolidacin se han alejado de algunos preceptos bsicos del cristianismo, los cuales no son considerados como cristianos tanto por parte de los catlicos como de los protestantes. Este es el caso de los Testigos de Jehov, mormones, Luz del Mundo y Adventistas, entre otros. No obstante estos ltimos son incluidos por algunos grupos cristianos, as como por algunos investigadores, dentro de la rama del cristianismo.
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desde una perspectiva interdisciplinaria en la que el derecho a la diferencia
adquiere varias facetas y dimensiones sociales. Ambas nos llevan a analizar el
campo de lo religioso y el mbito poltico y jurdico de este pas tomando en
cuenta correlaciones de fuerza y poder altamente diferenciados entre los distintos
actores sociales y el Estado.
Tomar como objeto de estudio los conflictos religiosos nos permitir observar lo
complejo de estas relaciones y el reto que representa su anlisis para la
antropologa no slo como ciencia social sino como disciplina participante de la
sociedad, a la que puede aportar elementos para el entendimiento intercultural y
mostrar la controversia entre los derechos universales y el derecho a la diferencia.
Para algunos autores, esto sera un debate entre el relativismo y el universalismo
cultural.
Por otra parte, abordar los conflictos religiosos como objeto de estudio implica
analizar la importancia del campo religioso como elemento cohesionador y
legitimador, esto es, como campo nodal para la construccin del ethos cultural y
de la identidad, que permiten al grupo o a los grupos generar acciones especficas
y claras frente a otros desde su prctica y creencia religiosa. De la misma manera,
implica tambin - como lo menciona Bryan Turner observar las repercusiones del
campo religioso sobre las relaciones sociales, ya sean stas familiares, de
legitimidad del Estado o bien de dominio sobre los individuos (Turner:98,15) y
permite ubicar al campo religioso como un sistema de relaciones simblico
religiosas y de prcticas sociales concretas que se entrecruzan con otros sistemas
sociales, cuya funcin sistmica hoy es al mismo tiempo cuestionada y revalorada
en el contexto de la sociedad global (Geertz: 1987)
En este sentido ubicar el mbito de lo religioso como un elemento cohesionador,
legitimador, creador de identidad y de sentido de vida, o bien como un elemento
creador de conflicto y por lo tanto de diferenciacin sociocultural y religiosa, marca
no slo la inclusin sino la exclusin de los individuos y sus formas de vida, as
como su relacin con otros sistemas sociales. En estos procesos, la esfera
religiosa juega tanto un papel de legitimadora como de impugnadora del orden
social.
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En el mundo contemporneo lo religioso es altamente diversificado y
diferenciador, lo que presenta retos importantes para el orden social y jurdico, es
decir, con marcas socioculturales y de pertenencias claramente visibles, pero no
necesariamente dadoras de un ethos cultural homogneo para todo un pas o
todos los creyentes independientemente de donde se encuentren. En este sentido,
lo religioso se ha convertido en una fuente de ethos diferenciados que para el
sistema jurdico implica que el estado tiene el reto de crear marcos seculares de
tolerancia que permitan redefinir la relacin del Estado frente a los sectores socio-
religiosos y a la sociedad en su conjunto.
Cabe preguntarse cul es el papel de los sistemas religiosos en las sociedades
contemporneas y por qu poseen tal relevancia en los actuales conflictos
sociales.
En este sentido, como nos lo seala Peter Beyer (Beyer: 1994),2 se puede hablar
de la religin como mbito globalizado3 que funciona como un referente
macrosocial dentro del cual todos los individuos pertenecientes a un grupo
religioso con caractersticas universalistas pueden identificarse entre s ms all
de las fronteras locales o nacionales. Estas marcas socioculturales
universalistas o no, pueden jugar un papel importante como diferenciadoras, y
por lo tanto, distanciar a grupos culturales o sectores sociales. En ese sentido
tienen un papel particular que relativiza su origen universalista.
El campo religioso tiene tambin gran influencia en los particularismos culturales y
religiosos, dentro de los cuales la libertad religiosa marcar en forma importante
los conflictos religiosos y jurdicos. Esto se debe en parte, como ya mencion, al
hecho de que la religin otorga una visin del mundo. En este sentido es
necesario identificar y observar la permeabilidad de los mbitos sociales (Berger:
1994) y cules son estos mbitos, para poder entender el lugar que ocupa el
sistema religioso en una determinada sociedad y s su permeabilidad contribuye a
la tolerancia o la intolerancia.
2 Esta idea tambin la encontramos desarrollada en varios de los escritos de Ronald Robertson (Robertson: 1985; 1989 y 92). Beyer retoma varios de los puntos de Robertson. 3 En prrafos posteriores hablar de las religiones como mundializadas al ser estos sistemas religiosos, sistemas culturales que con el proceso de globalizacin de la sociedad se convierten en mundializadas. Tomando el concepto que utiliza Renato Ortiz (1994)
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Esto es, cul es el papel de lo religioso en el mbito sociocultural en grupos
especficos y cul es su repercusin en la sociedad en general?
Para dar respuesta a la pregunta anterior es importante hacer una distincin
entre el proceso y desarrollo de lo religioso en los pueblos indgenas y en las
sociedades contemporneas. En estas ltimas, la diversificacin religiosa va
aparejada al proceso de secularizacin, por lo cual ambas expresiones religiosas
coexisten en un mismo espacio y tiempo, y esta coexistencia provoca ajustes
constantes. Sin embargo, es fundamental determinar la especificidad de las
religiones indgenas y el lugar que guardan al interior de los pueblos indgenas
para entender su relacin dentro las sociedades contemporneas y comprender la
permeabilidad de los sistemas religiosos como generadores de cohesin y/o de
conflicto social.
Las religiones indgenas estn implcitamente consideradas dentro del llamado
pluralismo religioso4 al formar parte del escenario contemporneo, sin olvidarnos
que su ethos religioso forma parte del ethos cultural de pueblos, pueblos indgenas
latinoamericanos y especficamente de pueblos indgenas en la Repblica
Mexicana. A su vez, estos tienen relaciones determinadas con los Estados. Para
el caso mexicano, los pueblos indgenas poseen una existencia legalmente
reconocida.5 Sin embargo, an carecen de personalidad jurdica y de derechos
colectivos en tanto culturas. Si a esto agregamos la discriminacin social y cultural
a la que estn sujetos, podemos observar no slo el lugar que ocupan las
religiones indgenas en el pluralismo religioso en Mxico sino tambin la relacin
sociocultural y poltica de los pueblos indgenas con el Estado y con la sociedad
en general. Aunque hay una ley indgena, sta no reconoce adecuadamente los
derechos colectivos indgenas ni asume la diferencia cultural como tal. De aqu se
deriva una ambigedad en la relacin con los sistemas religiosos ya sean de
4 Forman parte del pluralismo de hecho en cuanto hoy estn presentes pero no en trminos de derechos, no hay un reconocimiento particular. 5 En 1991 se llev a cabo la adicin al artculo 4to Constitucional con lo cual se reconoce la existencia de los pueblos indgenas y se establece fundamentalmente una proteccin de esas culturas pero no se reconocan derechos colectivos. En el 2001, finalmente se promulg la mal llamada Ley Indgena, - reforma al artculo 2 constitucional - la cual no slo no reconoce derechos colectivos sino que es un retroceso con respecto a la Ley Cocopa, derivada de los acuerdos de San Andrs Larrainzar. En el Captulo (4) se abordar con mayor detalle la adicin al 4to Constitucional y la Reforma al artculo 2 Constitucional.
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origen indgena6, catlico, protestante o cualquier otro. Asumir la diferencia cultural
hace que cualquiera que estos sean los sistemas religiosos tenga una relacin
particular con los pueblos mismos, con sus instituciones de origen y con el Estado
en general7.
En Mxico, al igual que en muchas sociedades contemporneas el pluralismo
religioso, cultural y tnico enfrenta el reto de establecer relaciones de tolerancia
intra e interinstitucionales con los diferentes actores e instituciones en un marco
comn a muchas sociedades contemporneas, en el que el liberalismo y la
centralidad en el individuo, son los ejes que guan las relaciones entre los
individuos y el Estado o entre lo religioso y las instituciones del Estado. El
aspecto que nos interesa en este trabajo es el hecho de que la pluralidad no
necesariamente implica el reconocimiento a los derechos colectivos de los
pueblos indgenas, el derecho a la diferencia cultural y los derechos religiosos.
En general, la existencia de un pluralismo religioso ha implicado el rompimiento
del poder y la centralidad de las instituciones religiosas. Junto con su visin del
mundo, ha implicado, para el caso mexicano, el resquebrajamiento del poder
poltico y religioso de la Iglesia catlica. Las instituciones religiosas fueron
forzadas, en tanto ethos social y visin de mundo, a tomar un lugar secundario en
los esquemas de pensamiento y accin social, como parte de un proceso
conocido como secularizacin. Dicho proceso redujo los mbitos de competencia
del mundo religioso, el papel de lo sagrado y la explicacin teolgica como
conocimiento verdadero. Llev tambin a un cuestionamiento sobre la eficacia
simblica y social de los sistemas religiosos y a fijar nuevas maneras de ubicar lo
sagrado, centrndolo ms en lo particular e individual que en lo colectivo y, al
mismo tiempo, fortalecindolo ms, justamente por la reduccin de los espacios
sociales y colectivos.
No obstante este estrechamiento del mbito religioso, se puede observar que la
secularizacin no implic la prdida del sentimiento religioso aunque s una nueva
relacin institucional entre el Estado y la Iglesia como institucin religiosa8. En la
6 Por el momento har esta separacin entre religiones indgenas, catlicas y protestantes simplemente para marcar una distincin y hacer evidente la existencia de estas religiones. 7 Esto se trabajara en los siguientes captulos. 8 Infinidad de textos hablan sobre la pertinencia del concepto de secularizacin en general y, en particular sobre su uso en
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actualidad, el pluralismo religioso, producto de la modernidad y la secularizacin,
ha dado muestras de una clara vitalidad y en muchos casos ha modificado la
relacin entre los Estados y los sistemas religiosos.
Ms que hablar de religiones globalizadas, quizs sea ms conveniente hablar de
religiones mundializadas (Ortiz; 1994), en tanto se establecen formas culturales e
identitarias particulares. En el caso del cristianismo en general y, a travs de sus
particularidades, como el catolicismo, es relativamente fcil hablar de religiones
mundializadas en trminos de su expansin territorial, incidencia sociocultural y
participacin poltica o tambin de religiones que a travs del proceso mismo de
modernizacin y globalizacin han podido establecerse como religiones
mundializadas. Un ejemplo de ello son los Testigos de Jehov, el Budismo
especialmente el tibetano y algunas expresiones religiosas autctonas de grupos
tnicos de todo el mundo que se mezclan y circulan por todo el globo terrqueo a
travs de movimientos New Age o de movimientos ecologistas que retoman el
sentido ritual y religioso de considerar a la tierra, a los hombres, y en general, a
cualquier ser viviente como sagrado, una vuelta que interpela nuevas formas de
relacin entre los seres humanos y entre ser humano y naturaleza.
Es necesario reconocer de nueva cuenta el lugar protagnico de las religiones en
el mundo contemporneo y su fuerza en trminos de capacidad de movilizacin
social, lo cual obliga a los Estados, a nivel nacional como internacional, a crear
espacios, normas, derechos religiosos y/o mecanismos para la convivencia. De
ah que el aspecto jurdico- legal sea un tema central en esta investigacin.
En la actualidad estas transformaciones socioreligiosas han provocado, en el caso
de Mxico, la intervencin de instancias gubernamentales estatales y federales
para contener tensiones y conflictos internos en zonas indgenas y garantizar los
derechos humanos y jurdicos de los involucrados en ellos. Esto nos invita a
reflexionar sobre los derechos de los pueblos indgenas, tanto colectivos como
individuales, los cuales nos hablan, a su vez, del derecho cultural e individual a la
diferencia. Es aqu en donde el anlisis social y del manejo de poder son
sociedades del tercer mundo, sociedades donde el desarrollo del capitalismo fue tardo y, en donde la existencia de sociedades tradicionales imbricadas con el mundo moderno, crean situaciones sociales y religiosas muy distintas. As tambin textos que habla especficamente de que el sentimiento religioso no se ha perdido contrariamente a las propuestas tericas.
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necesarios para ubicar las negociaciones gubernamentales y las acciones y
reacciones de los pueblos indgenas frente a sus derechos culturales y de
identidad, constantemente negados o negociados desde la subalternidad. Por otra
parte, es necesario incluir los derechos no slo de los individuos a cambiar de
religin, sino los derechos de las asociaciones religiosas, quienes tambin
demandan un espacio social donde puedan desarrollar y expandir sus creencias.
El contexto jurdico-legal y social en el que se desarrollan los conflictos religiosos
nos invita a fortalecer la pregunta inicial sobre el papel de lo religioso como actor
social. El alto ndice de los conflictos religiosos en zonas indgenas nos ha
permitido evidenciar la existencia misma de los pueblos indgenas y la necesidad
de crear o por lo menos cuestionar la carencia de espacios jurdicos y sociales
en la interlegalidad, como nos dice Boaventura de Sousa Santos, (de
Santos:1991)
Lo anterior nos lleva a discutir sobre el concepto de tolerancia y los derechos
humanos universales y multiculturales en una sociedad como la mexicana que
aunque se refiere a ellos como valores, en su prctica encuentra obstculos
importantes, muchos de ellos vinculados con la forma especfica de establecer la
relacin y correlacin de fuerzas entre los sectores sociales que conforman
nuestra sociedad.
Es preciso entender que los conflictos religiosos en zonas indgenas, que muchas
veces no son slo problemas locales, sino nacionales e incluso internacionales
nos permiten observar el entrecruzamiento y la imbricacin social, jurdica y
religiosa en marcos de referencia cultural altamente diversificados. La
problemtica que plantea esta diversidad se da no slo por las diferencias obvias
entre los sectores sociales en trminos socioeconmicos y polticos, sino porque
la coexistencia de culturas diferentes en el mismo espacio / tiempo no est
enmarcada en el respeto y la viabilidad a la pluriculturalidad o a la
multiculturalidad9.
El trabajo consta de cuatro partes dividido en seis captulos. Cada uno de los
apartados contiene una introduccin sobre los contenidos y objetivos del mismo, 9 A este respecto se trabajarn las propuestas y discusiones de varios autores, entre otros: Horton: 1993; Taylor: 1993;
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como de l o los captulos que la comprenden. Por ello, en esta introduccin, dar
someramente los contenidos de cada una de las partes y los captulos contenidos,
en el entendido de que en cada apartado, se desarrolla en extenso.
La primera parte Perspectiva Histrica de los Conflictos Religiosos, en el
captulo 1, Conflictos Religiosos, Derechos Humanos y Tolerancia tiene la
intencin de dar un marco general no slo sobre los conflictos religiosos
fundamentalmente en el mundo cristiano, como producto de su surgimiento y
expansin en el mundo, sino tambin observar como las situaciones de conflicto
llevaron a la necesidad de reflexionar o no, a lo largo de la historia sobre la
necesidad de establecer derechos religiosos. Se har referencia a los procesos de
colonizacin y expansin del cristianismo, especialmente en el Continente
Americano, en especfico en Mxico, como parte de esta dinmica de expansin y
la ausencia de derechos religiosos de aquellos dominados. El segundo captulo
Conflictos Religiosos y Derechos Humanos de este primer apartado, contina bajo
esta misma perspectiva socio histrica y aborda la relacin entre los conflictos
religiosos contemporneos y los derechos humanos religiosos en una estrecha
relacin para crear ciertos lineamientos y consensos legales para establecer
derechos religiosos y libertad religiosa, sin dejar de analizar de forma especfica, la
situacin de tensin y conflicto no slo con la creacin de presupuestos
universales y lo conflictivo de la relacin entre la gran diversidad de sistemas
religiosos, sociedades especficas y un mundo globalizado que requiere cada vez
ms de espacios homogenizadores pero a la par, la creacin de y proteccin de la
diversidad cultural, religiosa y tnica construyendo constantemente zonas de
conflicto y tensin.
El segundo apartado, Antropologa y Sociologa de la Religin, en el captulo 3,
El campo religioso, abord desde la perspectiva de las ciencias sociales el mbito
de lo religioso como sistema de creencias que estn en estrecha relacin con los
sistemas sociales y polticos, y que en la actualidad, la existencia de una
pluralidad religiosa aceptada o negada - imprime caractersticas diversas y
complejas a las relaciones internas en cada sociedad y al mismo tiempo, dificulta
Santos: 1995; Oliv: 1999
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o facilita las relaciones entre naciones y grupos.
Hablar de sistemas religiosos nos lleva a diferenciar y visibilizar las zonas de
conflicto entre sistemas religiosos, sistemas sociales y grupos, por ello, este
trabajo abordar la problemtica de lo religioso en reas o continentes colonizados
al que me referir, el caso mexicano. En este captulo tambin se aborda el cmo
entendemos los conflictos religiosos y su relacin de tensin social y jurdica.
El tercer apartado Libertad Religiosa y Pueblos Indgenas en Mxico, consta
de dos captulos, el captulo 4, Libertad Religiosa en Mxico, abord la
problemtica religiosa desde un aspecto histrico social que me permitiera
observar los procesos de transformacin del campo religioso en el pas, su trnsito
hacia la laicidad y hacia el reconocimiento de la libertad religiosa como un principio
fundamental de la democracia. As tambin forman parte de este captulo la
historia del protestantismo en Mxico como la configuracin de un campo religioso
plural. Adems de un apartado sobre los pueblos indgenas y su situacin jurdico
legal que nos lleva a plantear tambin la situacin actual en materia de conflictos
religiosos en zonas indgenas y el reconocimiento o no de los pueblos indgenas
como sujetos de derecho y como sujetos colectivos o no. Todo ello para mostrar la
complejidad en la cual estn inscritos los conflictos religiosos en el pas. Observar
la relacin de fuerzas entre las Asociaciones Religiosas, los Pueblos Indgena y
los Derechos Religiosos.
El captulo 5, San Juan Yae, Libertad Religiosa y Pueblos Indgenas tiene la
intencin central de usar el caso de este pueblo en la Sierra Norte de Jurez, del
Rincn oaxaqueo, como muestra no slo de las expulsiones por motivos
religiosos sino como muestra de una tensin entre el Estado Nacional y los
pueblos indgenas y asociaciones religiosas que requieren no slo de mecanismos
claros de solucin de los conflictos sino la creacin de mecanismos legales para
los litigios sobre cuestiones religiosas.
El cuarto apartado, Conclusiones, es el ltimo captulo, Sistemas Culturales y
Jurdicos en Colisin, en donde abordar las problemticas planteadas a lo largo
del texto sobre pueblos indgenas, el estado y derechos religiosos.
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Parte 1. Conflictos religiosos, derechos humanos y tolerancia, una relacin difcil
Introduccin Este captulo es una breve exposicin acerca de los conflictos religiosos en las
grandes tradiciones religiosas. Ha sido dividido en dos apartados con el fin de
situar la transformacin de los conflictos, su permanencia y la construccin de los
marcos legales internacionales y nacionales que sirven para establecer dilogos
tanto entre naciones y religiones como para crear mecanismos legales y sociales
que permitan establecer los Derechos Religiosos (DR) o la Libertad Religiosa
(LR), factores fundamentales de la convivencia plural entre sistemas religiosos y
Estados, entre sistemas religiosos, entre sistemas religiosos y grupos o
individuos.
El primer apartado, Perspectiva Histrica de los Conflictos Religiosos, intenta
exponer una breve historia de aquellos que se han suscitado fundamentalmente
en el mundo cristiano con el que se relacionan los pueblos indgenas en Mxico
desde la Conquista Espaola (primero con la iglesia catlica y a partir del siglo XIX
con los protestantismos10) Har referencia a religiones consideradas universalistas
y proselitistas que por poseer justamente esas caractersticas se han vivido a s
mismas como las nicas y verdaderas; me refiero fundamentalmente al
cristianismo y al islamismo (Mutua,1996: 420); Diferencindolas del judasmo, del
hinduismo y del budismo, consideradas tambin como parte de las grandes
tradiciones religiosas del mundo, pero sus caractersticas no conllevan una misin
proselitista como parte fundamental de su desarrollo y consolidacin.11
En este mismo apartado se muestra cmo ha sido el desarrollo de los conceptos
de LR o de Derechos Humanos Religiosos (DHR), el de Libertad de Conciencia
(LC), el de libre albedro y el de tolerancia desde los sistemas religiosos y si estos 10 Jean Pierre Bastian, historiador del protestantismo en Amrica Latina, habla de protestantismos y no de protestantismo, debido a los procesos sincrticos que se han dado; menciona que los protestantismos latinoamericanos no se podan considerar protestantes (conferencia, Guadalajara, 1989) y posteriormente ha usado el trmino protestantismos. Se puede consultar entre otros de sus trabajos: La mutacin de los protestantismos mexicanos y Latinoamrica: Una perspectiva socio histrica en Signos, Mxico, UAMI, 1991; Protestantismos y modernidad latinoamericana. Historia de unas minoras religiosas en Amrica Latina, FCE, Mxico, 1991 11 No es objeto de este trabajo describir las diferencias de cada religin sino mostrar la perdurabilidad de los conflictos religiosos a lo largo de la historia de la humanidad. Me interesa en especial destacar la influencia que han tenido los
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han contribuido o no al moderno concepto de Libertad Religiosa que se gener en
el siglo XVII y se ha venido desarrollando hasta la fecha.
Finalmente, expreso aqu la existencia de diferentes tipos de conflictos religiosos y
sus vnculos diferenciados con los sistemas socioeconmicos y polticos, y de qu
forma ello ha permitido y/o contribuido a la generacin de conflictos religiosos en
todo el mundo. Aqu se ubican tanto los conflictos interreligiosos como los intra-
religiosos en donde la guerra e instituciones especficas se crearon para justificar
la violencia y el asesinato de miles de individuos o grupos.
Otro aspecto a tratar es el de las conversiones de los pueblos americanos,
esencialmente las que los pueblos indgenas de Mxico12 han tenido hacia el
mundo cristiano. Se sealan aqu las diferencias entre las religiones indgenas y
las cristianas, as como las caractersticas de su proceso de conversin al
cristianismo, adems del hecho de que estos procesos no han dejado de generar
tensiones en la actualidad.
El objetivo del segundo acpite, Conflictos Religiosos y Derechos Humanos, es
mostrar los conflictos religiosos contemporneos desde su perspectiva histrica y
cmo el surgimiento de los Derechos Humanos Religiosos (DHR) ha abierto
espacios de negociacin y permitido la creacin de un consenso sobre la validez
de ciertos marcos legales internacionales y nacionales para la existencia de la
Libertad Religiosa (LR). Hago una reflexin sobre si conceptos como los DHR, la
tolerancia y la creacin de mecanismos legales internacionales y nacionales han
contribuido a distender los conflictos religiosos o no.
Existen dos conceptos de suma importancia para este trabajo: el de individuo y el
de colectivo, que en su momento permitieron construir el moderno concepto de los
Derechos Humanos (DH) de la primera generacin13.
En este apartado abordar el cmo han cambiado los lugares y las competencias
en las relaciones entre los sistemas religiosos, los Estados y la sociedad a travs
del tiempo; de la forma en que se han creado nuevos espacios de legalidad y
sistemas religiosos en conflictos sociales. 12 En casos pertinentes se harn referencias a otros pases Latinoamericanos o africanos para mostrar la constante tensin que an hoy se vive. 13 Actualmente se habla tambin de derechos sociales, econmicos y culturales, como la segunda generacin y de los derechos verdes o de la tercera generacin.
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lugares para la diversidad religiosa, pero tambin de cmo se han originado
nuevas tensiones y retos no slo desde la legalidad puesta en las Constituciones y
en los instrumentos internacionales, sino desde la sensibilidad social y la
capacidad o no de convivir con la y en la diversidad religiosa.
Es importante tambin ubicar las ausencias que existen en los instrumentos
legales como en los casos de las religiones de los distintos pueblos autctonos del
mundo indgenas o sociedades tribales - quienes en sus sistemas religiosos no
plantean el proselitismo y la idea de salvacin universal y que en trminos de las
relaciones polticas, sociales y legales han quedado en franca desventaja, si
consideramos que estos pueblos estuvieron sujetos a la colonizacin.
Si a ello sumamos las diferencias entre los pases del Oriente y Occidente
(tambin llamadas diferencias Norte y Sur) tenemos un panorama interesante en
trminos del reconocimiento de los Derechos Humanos Religiosos y la
universalidad de stos, concepto que en su origen es relativista. Acertado me
parece el sealamiento que Santos (1995, 138, 337) hace sobre la relatividad de
los conceptos universales. Desde el punto de vista de una cultura particular son
universalistas porque los considera como ltimos; la condicin de universalidad de
una determinada cultura no lo hace por s misma universal, slo en el dilogo
intercultural y dependiendo de las relaciones de poder, es que pueden ser
aceptados sus valores como universales o rechazados o modificados.
La tensin que surge entre la aceptacin universalista de estos conceptos sobre
Derechos Religiosos donde los derechos de culturas y sistemas religiosos
evidencian la compleja y a veces imposible aplicacin universalista de esos DHR14
son tema de este trabajo, a la luz de considerar los conflictos religiosos en zonas
indgenas.
Captulo 1. Perspectiva Histrica de los Conflictos
14 Acerca de esta discusin es posible consultar los trabajos sobre la perspectiva global de los Derechos Humanos Religiosos tanto desde un marco legal como religioso que muestran las diferencias y tensiones entre los diferentes sistemas religiosos, los sistemas legales nacionales y los instrumentos internacionales, coordinados por John Witte Jr y por Johan Van der Vyver (1996 En el volumen sobre la Perspectiva legal, ver, el artculo de Van der Vyver: 1996, el de Cole: 1996; as como los trabajos del proyecto de Derechos Humanos y Religiosos, editado por Kelsay, Summer y Lwiss: 1994).
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Religiosos
Introduccin. Los Conflictos Religiosos en el Mundo Cristiano
Dentro de los conflictos sociales de la humanidad, los conflictos religiosos han
sido y siguen siendo los ms violentos y de mayor reincidencia. Han implicado la
persecucin de miles de seres humanos y han producido actos atroces a lo largo
de la historia de la humanidad, que han tratado de hallar su justificacin en un
discurso ideolgico que pretende salvaguardar y expandir sistemas de creencias
religiosas15 que imponen prcticas y normas de conducta que, paradjicamente,
tienden a ensear a la humanidad a vivir desde una perspectiva ms humana y
ms digna16; siempre mirando hacia un concepto de ser humano construido
desde ese ideal de trascendencia - hombre Dios que pretende elevar a los ms
altos ideales el quehacer humano en esta tierra17.
En estas religiones existen expresiones de los ideales de justicia y de un orden
correcto para los asuntos humanos, pero no desde una perspectiva humana per
se, sino desde un orden natural dado por la trascendencia18.
El judasmo, el islamismo y el cristianismo son religiones de revelacin, fundadas
en el precepto cardinal de amor a un nico Dios, a uno mismo y al prjimo. Se
expresan a travs de libros revelados, pero al ser estos considerados textos
cannicos y autoridad mxima; muestran -nos dice, Witte Jr.- los deberes y 15 Estos sistemas religiosos a los que me refiero son las grandes tradiciones religiosas como el islamismo, el judasmo y el cristianismo e incluso el budismo Es posible incluir al hinduismo, que tambin ha puesto su grano de arena en los conflictos religiosos. 16 Dos conceptos que a lo largo de la historia del hombre se han ido construyendo de formas diversas y a los que cada sistema religioso ha conferido valores semnticos diferenciados y en relacin con los procesos sociales de cada sociedad de la que estos sistemas forman parte. 17 Los sistemas religiosos tienen declaraciones universales de lo que es una buena vida, una buena sociedad y proveen una escala de valores para gobernarse a s mismos y sus seguidores: religion invariably provide universal sources and scales of values by which many persons and communities govern themselves , nos dice Jaques Maritan (en Witte Jr: 199,XIX) quien discurre acerca del papel de las grandes religiones y un fundamento primario en ellas sobre el concepto de derechos humanos religiosos. Es decir, se establece una relacin mutua entre los sistemas religiosos y los grupos humanos. El sistema religioso depende de la visin de comunidad humana y sus instituciones para dar coherencia y contenido a esas escalas de valores y tener una manifestacin concreta. 18 Brian Tierney (en su artculo, Religious rights: a historical perspective: 1996) hace referencia a esta tendencia universal de las religiones de hablar de la justicia y de un orden social humano sin llevar a la construccin del concepto de derechos humanos subjetivos. Para el caso del cristianismo en general, esta idea se defini con precisin hasta el siglo XX, no obstante que desde la Edad Media se dan los fermentos para hablar de libertad religiosa y libre albedro (en un trabajo ms reciente, Tierney desarrolla el surgimiento de la idea de derechos subjetivos ya desde el siglo XII hasta el XVII) El ensayo que hace Kenneth Pennington sobre el libro de Tierney ilustra el excelente trabajo histrico sobre los derechos subjetivos. Kenneth nos dice que, si Tierney est en lo correcto, el concepto de derecho subjetivo surgi como un derecho no
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obligaciones de cada creyente para consigo, con su comunidad y con su Dios que
hablarnos de la libertad que pueden tener otros a no profesar la misma religin
(Witte Jr.). Op. Cit XX)19:
To be sure, none of these religious traditions speaks unequivocally about human rights,
and has amassed an exemplary human rights record over the centuries. Their sacred texts
and canons say much more about commandments and obligations than about liberties and
rights. (Glendon, Mary Ann, Right Talk: The Impoverishment of Political Discourse en
Witte Jr. op. cit, XX).
Los anteriores elementos y la configuracin social, poltica y econmica donde
cada uno de estos sistemas religiosos (judasmo, islamismo, cristianismo) se
desarroll lograron a travs de los aos y de circunstancias especficas, hacer la
guerra, perseguir y matar para salvaguardar esa su fe de amor a su Dios. En este
sentido la persecucin y la discriminacin han caminado junto con el surgimiento,
desarrollo y consolidacin de las grandes tradiciones religiosas, en donde la
religin y la libertad no han sido aliadas naturales.
1.1. Los Conflictos Religiosos en el Mundo Cristiano: La Consolidacin de la
Iglesia Catlica Apostlica y Romana
La construccin de los derechos humanos en general y en particular los DHR
tiene su origen en el mundo occidental, ya sea desde el cristianismo aunque no
fue planteado claramente o desde el pensamiento secular surgido en los inicios
de la Edad Moderna. Es por ello que continuar el desarrollo de los conflictos
religiosos desde el cristianismo y dejar de lado el desarrollo de los conflictos
religiosos de las otras tradiciones religiosas slo para regresar a ellos como
puntos de referencia sobre la universalidad de los conflictos y discutir sobre los
DHR plasmados en la convenios y declaraciones internacionales.
Desde sus inicios hasta el principio de la edad moderna los conflictos religiosos en individualista y en una sociedad capitalista sino en sociedades donde exista un espritu ms comunitario (Pennington: 1997) 19 Para el caso del mundo cristiano es interesante observar que prcticamente desde sus inicios haba tanto la idea de
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el mundo cristiano tenan caractersticas que difcilmente podemos encontrar
ahora en trminos de su relacin entre el sistema de creencias religiosas, los
gobiernos temporales y la feligresa. Anteriormente se poda hablar de religiones
de estado20 o de una omnipresencia del aparato institucional y espiritual de los
sistemas religiosos, como sucedi en la poca de los imperios romanos cuando
stos se convirtieron e incluso llegaron a prohibir o reprimir otras expresiones
religiosas. Pero fundamentalmente debido a la declinacin del poder de los
emperadores romanos en occidente y a las invasiones de las tribus germanas,
en donde la iglesia catlica se inicia como la nica que poda garantizar orden y
administrar justicia.
La iglesia catlica en Europa medieval se convierte en una teocracia al
desarrollarse un estado con bases eclesisticas donde los papas gobernaban
polticamente y pretendan a toda costa aumentar su poder y contrarrestar el de
los monarcas. Como es conocido, en aquella poca el poder del Papado se
fundament en la idea de que stos eran los representantes de Cristo en la Tierra
y los sucesores de Pedro.
Tierney cita a Federic Maitland -un historiador legalista- para retomar y resumir la
situacin de la iglesia catlica en la Edad Media:
In the Middle Age the church was a `state. The church had its own institutions of
government, its own bureaucracy, its own laws and law courts. In the Middle Age, secular
political power was fragmented. The old Roman Empire had passed away and the attempt
to found a medieval Christian empire had failed partly indeed because of the struggle
between popes and emperors. The only bond of unity that held Western Christians
society together was the bond of a common religion (Op. Cit: 31)
En ese tiempo el vnculo entre el mbito religioso y secular era mucho ms claro,
ms evidente y permeaba, prcticamente, todas las esferas del acontecer
humano21. Sin embargo siempre existi una tensin entre ambos poderes, iglesia
tolerar, de libertad religiosa pero tambin de la intolerancia y persecucin. Abordar esto en pginas subsecuentes. 20 Me refiero al momento en que la religin cristiana es asumida como la religin de los emperadores romanos o en la Europa medieval, donde se dieron fuertes persecuciones a los herejes y la iglesia ejerci la poltica de suprimir la disidencia religiosa. 21 Caso tpico es la Edad Media Europea en donde el catolicismo permeaba todas las esferas sociales, por lo que se puede
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catlica / poder temporal como bien seala Tierney para quien el cristianismo fue
diferente desde el principio, ya que creci en una cultura distinta a la cultura en
que naci; convertirse o permanecer cristiano era una cuestin de decisin
personal, el emperador no era considerado como un gobernante divino sino como
un perseguidor de la verdad (Tierney: 199: 22)
La puntualizacin que hace Tierney nos permite observar el desarrollo y desenlace
de esta tensin a travs del llamado proceso de secularizacin22 que ha implicado,
entre otros aspectos, la separacin del Estado y la Iglesia en trminos de
instituciones y territorios que cada una gobierna23, no obstante que en muchas
ocasiones Iglesia y Estado han ido y siguen de la mano, legitimndose
mutuamente24 Lo que ha favorecido la recurrencia de los conflictos religiosos y -
ms claro an- la anuencia a la persecucin cuando los sistemas religiosos se
convierten en parte fundamental de la cultura25.
En resumen, los conflictos religiosos en el mundo cristiano antiguo giraban
principalmente en torno a tres grandes temticas: 1) La tensin entre gobierno
temporal (secular) y gobierno divino (iglesia catlica) donde ambos se abrogaban hablar con justa razn del cristianismo como una cristiandad aqu en la tierra. Otros ejemplos los tenemos con el budismo en el Tbet, en China y en la India o en el Hinduismo tambin en la India y el Islamismo en Medio Oriente. 22 Por el momento vale decir que como proceso que delimita los poderes de ambos - Estado e Iglesia- es pertinente y justo el paso de entrada de la Edad Moderna en el mundo occidental. 23 La puntualizacin que hace Tierney (Op. Cit. 22 24) sobre este dualismo persistente durante la Edad Media, marca ya una tendencia clara de la iglesia en su lucha por la libertad de la iglesia sobre el control temporal dado por los monarcas medievales, y sirvi para sentar las bases de un pensamiento y de una accin de la iglesia para organizar sus propios asuntos (por ejemplo sus leyes internas) y por lo tanto, organizar la persecucin de sus disidentes, pero tambin fomentar la idea de libertad religiosa. Al igual que Tierney, otros autores expresan que esto sirvi como un fermento que posteriormente fue empleado para conformar los derechos religiosos modernos. Por los menos en lo que cabe a los derechos religiosos que cada institucin tiene para autogobernarse. Sin embargo, en la Edad Media no se encuentra el concepto de derechos de cada individuo a tener libertad religiosa. A pesar de que desde sus primeros siglos el Cristianismo abogaba por la libertad y la tolerancia a cambiar de religin y se reprochaba la coercin para imponer la fe e incluso se habla de libertad de conciencia y libre albedro (Wood Jr.: 1996, 463 466). Por su parte, Marty (1996, 1 16) hace un anlisis muy completo sobre la relacin entre la dimensin religiosa y el concepto de derechos humanos religiosos en varias religiones contemporneas. Es posible mencionar el trabajo de Abudalhi sobre el mundo musulmn. 24 En la poca de Constantino creador de la Ortodoxia- la mutua relacin entre el Estado y la religin se entendi, a travs de Eusebio telogo de su corte quien concibi al imperio y al imperio de la iglesia compartiendo lazos- de la siguiente manera: in which Christian emperor appears as Gods representative on earth in whom God himself lets shine forth the image of his absolute power...He is the God love three times blessedthe Christian emperor is the archetype not only of justice but also of the love of human kind Britanica.com. Christianity, Church and State. En donde ambos monarcas y papas- mantienen vnculos con la trascendencia. Desde luego que ello implic siempre una mutua legitimacin. 25 Ejemplo de ello fue la persecucin de los hugonotes en Francia, o la persecucin protestante hacia sus disidentes durante el siglo XVI e incluso el XVII. En la actualidad esta situacin se manifiesta en Sri Lanka con el budismo, y en Irn entre otros pases del Medio Oriente con el islamismo, donde la represin y persecucin religiosa es muy clara. En la China comunista, y desde la invasin del Tbet en l959 hasta la fecha, el Estado se ha encargado de agredir, reprimir y asesinar a la poblacin tibetana por profesar una religin que en este caso es la budista. Pero no es el nico caso, el gobierno chino contina reprimiendo a su propia poblacin por profesar creencias religiosas que considera como una amenaza al status quo a pesar de que en varias de sus constituciones (1954, 1975, 1978 y 1982) se incluyeron la libertad religiosa como garantas y derechos de sus ciudadanos. China has openly declared that human rights have been observed and religious freedom has been a long term policy which has been practice in China. But ironically, harassment have been imposed on religions ever since. The arrests of religions adherents, confiscation of church property, and termination of social services run by religious personnel have been common. the restrictions imposed on religion have been institutionalized by
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la potestad de incidir en la vida interna de cada uno. La tensin y en muchas
ocasiones los conflictos abiertos se debatan en la libertad de cada esfera sin
romper la mutua legitimacin. 2) El conflicto interno implicaba la existencia de
disidencias, de los herejes26. En este sentido el problema de la disidencia ha sido
recurrente en la historia del cristianismo y en especial en la iglesia catlica, donde
las persecuciones a los herejes siempre fueron vistas como necesarias. 3) Las
guerras en contra de otras religiones que hoy todava crean animadversin entre
cristianos y judos, entre cristianos y musulmanes, y tambin la violencia con la
cual el cristianismo se ha impuesto en los continentes americano, africano y
asitico.
1.2 Libertad Religiosa y Libertad de Conciencia: Los Herejes y Paganos
Conflictos Intra e Interreligiosos
Desde el arribo del Cristianismo hasta el inicio de la Edad Moderna los conflictos
religiosos han expresado la consolidacin y expansin de este nuevo sistema
religioso que se debati por la creacin de un mundo temporal -reinado por la
Cristiandad aqu en la Tierra- donde el poder temporal y el divino estn en ntima
vinculacin, se legitiman y se subordinan. Pero a la vez este sistema religioso
manifest una tensin entre el mundo temporal y divino27 al no vincular desde sus
orgenes una descendencia divina de los gobernantes28. Y en ese punto, a travs
de la prdica de Cristo, el Cristianismo fue ms bien visto como una religin
atesta y no idoltrica29.
A lo largo de la historia, el Cristianismo se ha vinculado con el mundo de diversas
decrees and regulations (Leun/ Tue Mun: 1995,2) 26 No as con los judos, que son calificados de los infieles, como mencion en la nota 5. 27 Dado que surge como una religin secularizada; para algunos cristianos e historiadores la secularizacin es una consecuencia legtima de la desacralizacin del mundo que inici Cristo, de ah que no existiese un vnculo con los gobernantes. (www.Britannica.com, Christianity, history view, community of the world, 2001. Sin embargo, con la secularizacin se da paso a la cada de la Cristiandad. O como Tierney dice, a la dualidad que surge desde el inicio (ver la primera parte de este captulo) 28 En la poca del Emperador Constantino se cre esa ntima relacin 29 El cristianismo se ha relacionado de diversas formas con el mundo; en sus inicios fue visto como una religin que rechaz las deidades imperiales y fueron conocidos los primeros cristianos como testas reaccionarios; posteriormente pas a ser un triunfalismo teocrtico y fue de posturas que propusieron retirarse del mundo o rechazar las riquezas, hasta promover transformaciones sociales (www.Britannica. com: Christianity, history view, 2001)
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formas en las cuales el conflicto ha surgido para crear disidencias y cismas.30 En
el mundo europeo la guerra contra los herejes fue sin duda una larga guerra que
lo consolid la iglesia catlica.
Los herejes, al igual que los paganos los infieles fueron dos categoras
sociales y religiosas que mantuvieron la tensin y las fronteras con el mundo
cristiano, fueron el fermento tanto de la persecucin como de la tolerancia
vinculados ambos a los preceptos de libertad religiosa y libertad individual que -
como veremos -no existieron como hoy los concebimos.
Las herejas han sido un tema que ha marcado contradicciones al interior del
Cristianismo tanto del catolicismo como del protestantismo -. Si bien en los
inicios existi la idea de libertad espiritual y la independencia para cada persona
en su eleccin religiosa, una vez constituido el Cristianismo tal idea no se sostuvo
para con los herejes, y en cambio fue utilizada como justificacin para el proceso
de conversin al cristianismo. Bajo esta perspectiva de las herejas y control del
poder social y teolgico debe verse los cismas que provocaron la constitucin de
iglesias claramente definidas como la Iglesia Ortodoxa Griega, la Rusa y la Copta.
Los cristianos recin convertidos - y hasta que no se constituy el Cristianismo
como religin oficial- fueron objeto de persecucin, tortura y muerte, lo que en los
primeros siglos llev ha hablar de tolerancia y de lo antinatural que es la coercin
e imposicin de una religin a otros31; ya en el siglo II se observaba un
cuestionamiento sobre tolerar o no la hereja.
Y el qu hacer con las herejas est relacionado no slo con la consolidacin del
sistema cristiano en trminos socio polticos sino con fundamentos teolgicos
que permiten concebir un mundo posible y el que stos dan coherencia al sistema
para ofrecer una prctica concreta en el mundo.
Las herejas, evidentemente, tienen qu ver con el concepto mismo de libertad en
el pensamiento cristiano, del cual se van a derivar conceptos como los de libre
albedro o de eleccin, el de libertad de conciencia, el de derecho natural, el de ley 30 Socilogos como E. Troeltsch, R. Niebuhr o B. Wilson han desarrollado tipologas para explicar el vnculo entre este sistema religioso y el mundo; bajo diferentes perspectivas de anlisis han establecido una correspondencia entre las tipologas y los diferentes periodos histricos del cristianismo. R. Niebuhr distingue cinco formas para poder entender la relacin entre los conflictos religiosos, la consolidacin del propio sistema y los periodos histricos: Cristo en contra de la cultura; Cristo de la cultura; Cristo encima de la cultura; Cristo y la cultura en una paradoja, Cristo el que transforma la cultura (Op. cit.:1968).
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natural, mismos que durante la Edad Moderna fueron reformulados para dar paso
al concepto moderno de derechos humanos.
La libertad en el cristianismo sufrir cambios importantes en el transcurso del
tiempo hasta llegar al siglo XX32:
En lugar de definirse esta nocin [la libertad] con relacin a la esclavitud poltica o
exterior, como suceda anteriormente, pas a definirse por oposicin a la esclavitud
interior que genera el pecado original. De esta forma, la gracia divina se convierte en
instrumento indispensable para la liberacin del hombre, puesto que la voluntad,
corrompida por la falta de Adn, no podra liberarse de la esclavitud del cuerpo sin la
intervencin divina y el sacrificio de Cristo. Por otra parte, el tema del libre albedro se
convierte a partir de entonces en una cuestin polmica y ampliamente discutida, puesto
que parece difcil compatibilizar el concepto de libertad humana con la necesidad de la
gracia divina. (Enciclopedia Multimedia Micronet: 1999/2000)
En el siglo tres escribe Wood Jr., ... Tertuliano escribi que la libertad religiosa es un derecho fundamental, es un asunto tanto de la ley humana como de la ley natural, l
declar que cada hombre puede adorar lo que le plazcano est en la naturaleza de la
religin imponerse, sino debe adoptarse libremente[Y] un siglo despus, Atanasio
declar No es con la espada ni con soldados y fuerzas armadas que la verdad deba
propagarse, sino por el consejo y la dulce persuasin...y Lactanio (Lactanius), tutor del
hijo de emperador Constantino dijo: [S]olamente es en la religin que la libertad ha elegido permanecer y nadie puede pedrsele que adore lo que no quiere venerar. Puede
pretender, pero no querer... (Wood Jr: 1996,463)
En el siglo cuarto (354 430 d.C.) San Agustn33, Obispo de Hippona en frica
(hoy Annaba en Argelia), se interes por las cuestiones de la libertad humana y
distingui entre: [L]ibre albedro como posibilidad de eleccin y libertad propiamente dicha como la
realizacin del bien con vistas a la beatitud. El libre albedro est ligado al ejercicio de la 31 Al respecto resultan esclarecedores los trabajos de Pennington: 1997; Tierney: 1996 y Wood Jr: 1996. 32 Como veremos en pginas subsecuentes y en el siguiente acpite. Traduccin libre de la autora 33 El obispo Agustn es considerado como un de los grandes telogos de la iglesia catlica, padre de la iglesia latina, quien creo un sistema teolgico de gran poder que tuvo mucha influencia en el mundo cristiano. (www.Britannica. Com:
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voluntad, pero la voluntad sin el auxilio de Dios se inclina hacia el pecado, por lo que el
problema no es tanto el de lo que podra hacer el hombre, sino el de cmo puede ste
usar su libre albedro para ser realmente libre, el de cmo puede inclinarse efectivamente
hacia el bien. (Enciclopedia Multimedia Micronet: 1999/2000)
Igual que San Agustn, Santo Toms34 habl sobre la libertad bsicamente de la
misma manera:
La libertad es una suerte de "espontaneidad" que consiste en seguir el movimiento
natural propio de un ser; y, en el caso del hombre, consiste en seguir el movimiento hacia
el bien. As, no hay libertad sin eleccin, pero la libertad no consiste nicamente en elegir,
sino en elegir algo trascendente. En esta eleccin que el hombre confa a su libre albedro
puede haber error, puede elegirse el mal - como de hecho sucede cuando el hombre elige
sin ayuda de Dios -, pero de cualquier forma existe en el hombre libertad completa. (Ibd.)
Esta forma de pensar aval la violencia contra los disidentes, no as con los
infieles. Se crearon dos formas de concebir el bien: una que ayudaba a los que
erraban el camino y otra que permita la existencia de infieles como muestra del
error, al no poder conocer a Dios - el camino de la salvacin-. Desde sus inicios
en el Cristianismo existi la idea de tolerar a los infieles judos
fundamentalmente, a quienes se les consideraba que vivan en el error y en un
mundo de tinieblas -, pero no as a los herejes a quienes siempre se les violento y
castig con severidad.
Tierney dice, que por otra parte, existi la posibilidad para fundamentar la libertad
religiosa. Una muestra de ello fue la actitud para con los judos: The attitude of medieval church toward the Jews, and toward heretics, was shape by the
teaching of Augustine Augustine held that, although the Jewish people had erred at the
time of Christ, still it was Gods will they should always survive. They exist to give
permanent independent witness to the divine law revealed in the Old Testament.
(Tierney: Op.cit: 26)35. En aos posteriores, 1199 con El Papa Inocencio III, declar
en Vergentis, that heresy was equivalent to treason. Heretics were traitors to God, he Christianity 2001) 34 Considerado como el mximo exponente de la escolstica cristiana. 35 Sin soslayar las persecuciones a los judos a lo largo de la historia del cristianismo. As como las Guerras Santas en
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wrote, just as others guilty of treason were traitors to the emperor (Tierney: Op. Cit. 30)36
Ya con San Agustn -durante sus primeros aos como Obispo de Hippona -se
manifiestan las primeras justificaciones a la supresin de la disidencia pese a que
l mismo defendiera la libertad religiosa. No obstante esta postura, sienta
posteriormente las bases para la argumentacin de la persecucin religiosa por
parte de la iglesia catlica. Segn algunos historiadores, dice Tierney, el Obispo
Agustn es considerado the prince and patriarch of persecutors y como the first
theorist of the Inquisitionn (Ibd. 21); en 1231 por ejemplo- el Emperador Federico II
decret que el castigo apropiado para los herejes era la hoguera (Ibd.: 31)37.
En el siglo XII y XIII, los juristas del medioevo comenzaron a hablar de los
derechos de los cristianos y no cristianos como derecho natural y no como un
derecho positivo. Se inici entonces una argumentacin en contra de la autoridad
humana, la cual no tena jurisdiccin sobre los derechos que estaban basados en
la ley natural y por consiguiente sus derechos eran inalienables (Pennington:
1997)
En el siglo XIV se cre otro tipo de lenguaje sobre los derechos, Marselio
(Marselius) de Padua -abogado catlico- argument que la coercin es
completamente extraa a la naturaleza de la religin y que la conviccin religiosa
por su propia naturaleza no puede forzarse (Wood Jr: Op.Cit: 463)
En este sentido, Marselio abogaba por la libertad religiosa como un principio
esencial para el desarrollo de una autntica religin. Al estar en contra de la
coercin, Marselio ligaba al concepto de libertad religiosa, el de libertad de
conciencia, como algo inherente a la santidad de la persona humana. Wood Jr.
nos dice, que quizs Marselio fue el primero en reconocer el derecho de
conciencia tanto como un derecho natural y poltico; aunque el concepto de
libertad de conciencia actual, tiene su origen en la Edad Moderna, despus del
siglo XVI (Wood Jr: Op. Cit: 464 y 467) contra de los musulmanes. 36 La historia de la iglesia catlica da cuenta de la esta historia de represin y persecucin. Se puede decir lo mismo para las iglesias protestantes en los primeros siglos de su establecimiento, quienes fueron extremadamente intolerantes hacia sus disidencias y hacia otros grupos surgidos de esa Reforma Protestante. 37 Es importante mencionar que con la Reforma Protestante continu la persecucin religiosa; tanto Calvino y Lutero, como Bullinger, Melanchthon y Beza aceptaron la visin de su poca de que los herejes deban suprimirse (Tierney: Op.Cit. 34).
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En el medioevo no fue posible ver que la libertad de la Iglesia pudiera significar
libertad de conciencia para cada individuo o que el deber de obedecer de cada
quien a su propia conciencia implicar un derecho para actuar en concordancia
con ella, o que un derecho natural a la libertad estaba radicalmente incompleto si
no inclua el derecho a la libertad religiosa (Tierney. Op. Cit: 34)
En el siglo XVI, dos siglos despus que Marselio abogara por la libertad religiosa,
Erasmo de Rtterdam - gran humanista catlico - escribi de manera similar a
Marselio de Padua sobre la coercin como algo contrario a la naturaleza de la
religin ya que hablaba de la futilidad de la persecucin:
When faith is in the mouth rather than in the heart, when the solid knowledge of Sacred
Scriptures fails us, nevertheless by terrorization we drive men to believe what they do not
believe, love what they do not love, to know what they do not know. That which is force
cannot be sincere and that which is not voluntary cannot please Christ (Wood Jr. Op. Cit:
464)
Con la Reforma Protestante del siglo XVI se cre un nuevo contexto histrico en
donde se iniciar una revaloracin de las enseanzas cristianas a partir de la
protesta de Marn Lutero, pero no ser sino hasta el siglo XVII cuando se
observarn cambios sustanciales en la concepcin cristiana sobre libertad
religiosa no slo como institucin, sino en cuanto a la libertad religiosa individual.
A pesar de sus argumentos de protesta en contra de la autoridad eclesistica,
Lutero no logr dar el salto hacia el planteamiento de la libertad religiosa y por
tanto hacia la libertad de conciencia individual sin importar su adscripcin religiosa;
ms bien, inst a la persecucin de la disidencia y de los catlicos38 no obstante
que la defensa de su argumentacin apelaba a su libertad de conciencia:
I cannot and will not recant anything, for it is neither safe nor right to go against
conscience For I am more afraid of my own heart than the Pope and all his cardinals
(Wood Jr: 466 467)
En 1231 el Papa Gregorio IX instituye la Inquisicin para el castigo de los herejes. Traduccin libre de la autora 38 Como se ver en el apartado sobre la Inquisicin Protestante en pginas posteriores de ste captulo.
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Con la Reforma Protestante se inicia un nuevo perodo al interior del cristianismo y
se abren nuevas posibilidades en trminos sociales, polticos y econmicos, en
general. Para lo que atae a este trabajo se trata de la continuacin del desarrollo
del pensamiento sobre LR y Libertad de Conciencia.
Sin embargo, considero necesario ampliar la presentacin sobre las herejas dado
que en la lucha contra ellas se har nfasis en la violencia prolongada por varios
siglos, tiempo en donde los conceptos que hasta aqu hemos expuesto sobre LR y
LC no guiarn a la cristiandad hacia dicho reconocimiento sino hasta el siglo XX
en el que quedarn claramente enunciados.
A lo largo de ese amplio perodo de la historia, la persecucin de las herejas
como los procesos de conversin de infieles en territorios conquistados sern
piezas importantes en la consolidacin del Cristianismo, sin olvidar desde luego
las Guerras Santas contra los infieles que ocuparon territorios considerados por
los cristianos como Tierra Santa. Este aspecto ser desarrollado a continuacin y
posteriormente har referencia a los conflictos modernos del siglo XVI al XIX.
1.3 Conflictos Interreligiosos. Las Herejas
No desarrollare en extenso las herejas que existieron en el mundo cristiano pero
s sealare las distintas pocas y sus diferentes caractersticas; algunas se
presentaron como conflictos de carcter cristolgico39, y otras con carcter social
y con objetivos generales sobre el quehacer religioso del Cristianismo. Y durante
ese perodo, la constante institucional fue siempre la supresin de las disidencias
a tal grado que, como veremos, a partir del siglo XIII se crea una institucin formal
la Inquisicin - para lidiar, perseguir y sancionar a los herejes.
La intencin de suprimir las herejas de forma institucionalizada se inici con las
persecuciones que llev a cabo San Agustn ya desde el siglo IV hasta el siglo
IX40.
39 Sobre el problema de la naturaleza de Cristo. 40 Existieron varias herejas a lo largo de toda la Edad Media entre algunas tenemos para este periodo Donatismo, Arrianismo, Priscilianismo, Pelagianismo, Nestorianismo, Monofisismo, Adopcionismo, Paulicianismo, Iconoclasta,
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La Alta Edad Media se caracteriz principalmente por persecuciones individuales
ms que por movimientos populares salvo en el caso de los patarinos. A lo largo
de este perodo fueron ms importantes las guerras espirituales interreligiosas -
las Cruzadas que se iniciaron a finales del siglo XI-41.
Del siglo XII al XIV -Plena Edad Media -, tuvieron como escenario la situacin de
tensin que se viva entre el poder temporal y el espiritual donde los Papas se
disputaban el poder temporal. En aquel tiempo se suscitaron acontecimientos
como que: ... el obispo de San Pedro, hizo de los siglos XIII y XIV una autntica explosin de
movimientos espirituales y de condenas herticas, tanto de carcter individual, culto,
como de carcter colectivo... (Enciclopedia Multimedia Micronet 1999/2000)
Entre algunas de las herejas individuales, sealamos los averrostas parisinos,
speronista, y el misticimo (Eckhart) (Ibd.)
En el siglo XIII se origin la Inquisicin Papal cuyo objeto fue detener las herejas,
y las idolatras individuales y grupales42
Durante la Baja Edad Media -siglos XIV al XV- las herejas se caracterizaron por
protestas nacionales y espirituales como, Lalordismo, Husitas, Herejes de
Durango y la Reforma Protestante (Calvino, Lutero, Anglicanismo, Hugonotes,
Jansenismo) cuyo resultado fue, la Contrarreforma.
La Reforma Protestante implic, el resquebrajamiento de la unidad de la
cristiandad y la separacin de poderes Estado / Iglesia. Fue el inicio de una
nueva etapa de la historia de la humanidad, la Edad Moderna, donde la
separacin del poder de la Iglesia y el poder temporal (Estado) fincaron sus bases.
De ah sigui la creacin de los nacientes estados nacionales en donde la
hegemona del mundo cristiano se fraccion. No quiere decir que las herejas43
posteriormente, en la Alta Edad Media, entre otras, la guerra de las investiduras y el escolasticismo, la de los patarinos, por ejemplo, es vista ms como una renovacin al interior de la iglesia y no como un movimiento heterodoxo. Las herejas de la plena Edad Media, algunas con carcter de movimiento social como la iniciada por Joaqun de Fiore y otros en donde su surgimiento est marcado tambin por el inicio de la inquisicin como sera el de los Ctaros o Albigense; para mayor informacin sobre las herejas se puede consultar la: Enciclopedia Multimedia Micronet: en CD, 1999/2000; la Enciclopedia Hispnica, en CD, 1999; la Enciclopedia Britnica, Disco Compacto, 1999 la Enciclopedia Encarta, en CD, 2004; www.Britannica.com , entre otras. 41 Tema que se trabajar en el siguiente apartado. 42 Le dedicar un apartado a la inquisicin debido a la violencia institucionalizada que se gener por varios siglos. 43 Como se ver en el apartado siguiente, la Inquisicin no dej de juzgar y castigar a los herejes hasta principios del siglo XX. Los protestantes fueron perseguidos por los catlicos y los disidentes de origen protestante por las instituciones protestantes ya establecidas. Con la Edad Moderna se dejar de usar el trmino hereje, aunque se siga considerando su existencia.
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dejaran de existir, sino que el trato y la solucin a las disidencias sern otros a
partir de ese momento. Se puede entonces hablar de movimientos de laicizacin
frente a un sistema religioso que admite pocas desavenencias44.
1.3.1 La Inquisicin45
La importancia de esta institucin requiere que se le dedique un apartado. En ella
se puede ver claramente cmo en la Edad Media efectivamente no existan los
derechos religiosos individuales ni grupales, ni el derecho a disentir de forma
colectiva o individual. Si bien la Inquisicin surge en plena Edad Media - en 1231
con el Papa Gregorio IX- su influencia y actuacin continuarn vigentes hasta el
siglo XIX, y ser hasta principios del siglo XX cuando definitivamente deje de
existir como tal.
Esta institucin represent la existencia de la violencia institucionalizada hacia los
propios al constituirse como la Inquisicin Papal.
Si bien la Inquisicin es formalmente vista como una institucin caracterstica de la
Iglesia Catlica, no obstante la literatura sobre la historia del protestantismo habla
tambin del proceso inquisitorial al interior de los diferentes grupos protestantes,
surgidos desde el siglo XV, como una forma que permiti la consolidacin de cada
grupo religioso, como parte de la identidad de los nacientes estados nacionales y
como instituciones eclesisticas. Por ello, dedicar tambin un apartado sobre
esta violencia ejercida a los disidentes de origen protestante.
En este sentido la violencia religiosa institucionalizada nos muestra claramente
cmo la coercin y no slo el consenso logr consolidar tanto al Catolicismo como
al Protestantismo.
La Inquisicin lleg tambin a la Nueva Espaa, y aunque se dice que no juzg de 44 Proceso de laicizacin que se iniciar con la Reforma Protestante pero que no ser hasta siglos posteriores que veremos, con claridad, esta prdida de autoridad eclesistica y fortalecimiento de la sociedad secular. Los trabajos de Emile Poulat sobre el proceso de laicizacin de la iglesia catlica, as como los de Daniel Hervieu-Lger, los de Le Bras, entre otros, dan no slo un panorama general de cmo fue ese proceso de laicizacin generado a partir del siglo XV a travs de la separacin de poderes entre la Iglesia y el Estado; a travs del caso concreto de Francia es posible observar cmo se dio este proceso en el mundo occidental. Las revistas de Social Compas como Archives de Sciences Socieles des Religions en la dcada de los 80 y parte de los 90 nos muestran una excelente bibliografa al respecto. 45 La informacin fue obtenida por tres fuentes: Encyclopeida Britannica, en CD; www.Britannica.com, 2001 y la Enciclopedia Multimedia Micronet, en CD, 1991/2000. Adems en http://www.vallenajerilla.com/berceo/florilegio/inquisicion/ pensamientoilustrado.htm; Manuel M. Historia de la antropologa indigenistas: Mxico y Per, Fondo Editorial, Pontificia
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forma prioritaria a indgenas, s tuvo una presencia importante, por lo que dedicare
al tema sobre la Evangelizacin y los procesos de conversin de los naturales, en
el inciso 1.5.2, de ste captulo. La historia de la Inquisicin puede dividirse en tres periodos: 1) la llamada
Inquisicin Medieval que inicia en la Baja Edad Media, en el siglo XIII con el
Papa Gregorio IX46 quien ampli la pena de muerte a toda la Iglesia47; en este
primer perodo se instituy el Tribunal de la Inquisicin mismo que acto
principalmente en el Sur de Francia, en el Norte de Italia, en el Reino de Aragn y
por un tiempo en Alemania48.
El Tribunal de la Inquisicin combata las herejas y prcticas en contra de la Fe y
la unidad de la cristiandad. En aquel entonces, la fuerza que la Iglesia Catlica
haba logrado le permiti establecer un nico bloque en el cual se funda la
religin, la cultura y el poder civil Y por ende, las disidencias, que usualmente eran
demandas sociales y no solamente referidas a la religin, eran consideradas una
amenaza; de ah que los gobiernos cristianos establecieron la muerte en la
hoguera de los herejes, lo que a su vez contribuy a que la Iglesia pudiera
establecer el Tribunal como la institucin encargada de definir los procedimientos
y sanciones pertinentes que llevaron a miles de seres humanos a la hoguera, la
tortura, excomunin, a castigos, al exilio49.
El vnculo entre el espacio religioso y el secular quedaban ntimamente
entrelazados a travs de las sanciones, pues la pena capital - que usualmente era
la hoguera- fue ejecutada por el brazo secular50. Universidad catlica del Per, 1986, p. 190; Krotz: 2002. 46 Como ya mencion en prrafos anteriores. 47 Ya el emperador Federico II haba decretado la pena de muerte para los herejes en Alemania. 48 En Inglaterra no se instaur la Inquisicin, pero Enrique IV orden que los herejes Lolardos fueran condenados, mientras que su lder Walter Lollhard fue quemado en la hoguera en 1320 (Enciclopedia Multimedia Micronet, en Cd, La Inquisicin, 1999 / 2000. 49 Los trab