L.H.Larouche Una nueva Era de Tinieblas se aproxima- El imperialismo brutánico actual

8/8/2019 L.H.Larouche Una nueva Era de Tinieblas se aproxima- El imperialismo brutnico actual

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Una nueva Era de Tinieblas se aproxima: El imperialismo brutnico actual

por Lyndon H. LaRouche

18 de octubre de 2008.

Pueda que algunos en las esferas ms altas del mundo hoy consideren el siguiente informe como el escrito poltico ms importante que hayan

o que puedan haber ledo hasta ahora, en toda su v ida. Sin duda, las cuestiones estratgicas aqu planteadas proponen lo que al momento

sera el asunto ms importante de la experiencia histrica mundial de la civilizacin europea moderna.

Te debates aqu y ahora, en este momento de la historia mundial, entre la esperanza de crear un cielo y la probabilidad de hundirte en un

infierno como el que nunca soaste siquiera.

Como quiera que se vea la clase de asuntos que abordamos en este informe, convendra que no hubiese gritos de batalla estridentes, sino que

lo que haya que decirse sea en ese tono sosegado de seriedad fatdica que usaba el comandante de las tropas al despuntar el da en quecomenzaba la madre de todas las batallas. No son las pasiones desaforadas de la turba embriagada, sino el paso escalofriantemente calmo

con el que el soldado de caballera marcha firme en su montura y el comandante modera sus acometidas en momentos en que lo impensable

est, de hecho, al fin, por empezar.

Por tanto, como acabo de prometerte que lo hara, hablo sereno de lo que los hombres deben recordar una vez pasada la gran batalla que

ahora se avecina. Lee estas palabras con calma, pues debes ser receptivo al hacerlo. Porque, si puedes aceptar con serenidad la realidad de

lo que aqu te informo, es ms probable que tomemos las decisiones que nos permitan sobrevivir a esta crisis ahora prxima de

desintegracin general de la sociedad actual, a escala planetaria.

Esa clebre hija del alguna vez famoso Bund,Rosa Luxemburgo, sin lugar a dudas fue la economista ms competente, en lo intelectual y enotros sentidos, entre sus contemporneos socialistas; por mucho, la mejor de ellos. Aunque casi olvidada en la vida acadmica y poltica de

hoy, su entonces atinado tratamiento nico original del tema del imperialismo britnico brota ahora a la superficie de los acontecimientos de

la crisis mundial actual, en vsperas de la eleccin del 4 de noviembre en Estados Unidos de Amrica. La eleccin presidencial tiene lugar enmomentos en que todo nuestro planeta se tambalea ahora, cada vez con ms rapidez, hacia lo que amenaza con convertirse en el descenso del

planeta entero a una nueva Era de Tinieblas ms profunda que la de la Europa del siglo 14.

Hemos de ubicar hoy aqu la importancia del estudio que hizo Rosa Luxemburgo sobre el imperialismo moderno de modo que, de hecho, para

entender la crisis presente de la civilizacin mundial, tenemos que reconocer dos consideraciones. Primero, que esta crisis mundial es

consecuencia de la influencia actual que ejercen los mismos enemigos britnicos imperialistas del presidente Franklin Delano Roosevelt, y los

propios estadounidenses y otros que simpatizan con Gran Bretaa y a los que v irtuales enemigos como el presidente estadounidense y

cmplice del primer ministro britnico Winston Churchill, Harry S. Truman, movilizaron en contra de Roosevelt desde mediados de 1944.

Segundo, esa sucesin de cambios en la poltica de EU que emprendieron, por influencia britnica, figuras estadounidenses prestantes, unas

corruptas y otras estpidas, desde la muerte de Franklin Roosevelt, en especial luego de los sediciosos ataques terroristas de los Weathermanen 19681970. Esos acontecimientos reflejan los cambios que, desde 1971, han inducido a todos los Gobiernos presidenciales

estadounidenses, ya sea a fomentar o a perder el temple para resistir una situacin al seno del propio EUA, en la que elproducto fsico neto

de toda la economa estadounidense ha venido encogindose a un ritmo neto en general acelerado, entre ganancias y prdidas, a lo largo de

todo el perodo que va del ao fiscal 19671968 hasta la fecha.

La importancia de la obra de Rosa Luxemburgo para los actuales tiempos de crisis ha de ubicarse en las consecuencias de esos ataques

perpetrados, bajo la direccin imperialista britnica, contra las polticas presidenciales estadounidenses de Franklin Roosevelt, las cuales

cobran hoy expresin en el deslizamiento de la economa del planeta entero hacia la presente condicin de crisis de desintegracin general de

los sistemas monetario y fsicoeconmico mundiales en su totalidad. De no drsele vuelta a dicha situacin fsicoeconmica muy

pronto, el perodo posterior a la eleccin general del 4 de noviembre de 2008 en EU podra ser el heraldo de un desplome econmico de

todas las naciones del planeta muy parecido, pero mucho, mucho peor que el que v ivi Europa durante aquella Nueva Era de Tinieblas del

siglo 14, una Nueva Era de Tinieblas en la que el nmero de parroquias se redujo a la mitad, la poblacin cay de sbito en un tercio y la

peste negra fue el rasgo cultural caracterstico de las dcadas que siguieron a la bancarrota oficial del Rey de Inglaterra en Europa.[1]Esta

vez, si esa edad oscura que toca a tu puerta se desata de verdad, el resultado ser mucho, mucho peor que lo que pas en el Viejo Continente


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durante esa previa Nueva Era de Tinieblas europea.

El rey Eduardo VII (antes prncipe Eduardo Alberto de Gales) us la poltica imperial britnica para a brirle paso a la Primera Guerra Mundial y a los ataques de Japn contra

China, en ambos casos con la intencin de destruir a cualquier Estado nacional que pudiera hacerle frente al podero del Imperio Brutnico. Arriba se parecia cmo vean los

franceses a Eduardo y la "Prfida Albin". (Foto: Biblioteca del Congreso de EU. Caricatura: Jean Veber, 1901).


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En cuanto a esta cuestin del imperialismo britnico hoy, Rosa Luxemburgo sigue diferencindose y, de hecho, destacando por encima de la

generacin ahora imperante tanto de la mayora de los economistas como de los acadmicos en el campo de las as denominadas " ciencias

polticas" y del Derecho en general, as como de la generalidad de los polticos importantes de la actualidad. Esto incluye a casi todos los

candidatos recientes o presentes a la Presidencia de EU, ninguno de los cuales tiene la ms mnima nocin de la historia en tanto proceso,

ms que como mera secuencia de acontecimientos escogidos cuyo desenlace podra comprarse y venderse al mejor postor hoy.

Como confirma la decadencia continua de la economa fsica de EU desde 1968, slo unos cuantos de nosotros en el mbito internacional y,

en lo principal, slo de mi generacin o relativamente menos pocos de la generacin inmediata ms joven destacan hoy, incluso rara vez,

como excepciones a la regla general actual de incompetencia en la toma de decisiones econmicas de las naciones del mundo. La

acumulacin del capital, de 1923, cuya traduccin al ingls fue publicada porMonthly Reviewall en 1951, es notable porque le

proporcion al lector anglfono un enfoque cientfico nico del tema del imperialismo moderno, en relacin con otras fuentes europeas. Por

tanto, merece que se le reconozca hoy como un punto de partida aportado por una historiadora profesional competente, la propia

Luxemburgo, para entender el origen de la crisis de desintegracin econmica mundial general ahora en marcha.[2]

As que lo siguiente sea dicho y tomado como una introduccin apropiada a la gran crisis rpidamente en ascenso de la economa mundial

que tenemos que resolver, con el grado ms alto de autoridad, ipso facto.

Su participacin decisiva en la historia


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La socialista polacogermana Rosa Luxemburgo (circa 18701919) capt la naturaleza del imperialismo

moderno, de un modo que Lenin, por ejemplo, no pudo hacerlo.

Rosa Luxemburgo fue la economista socialista que prob que Vladimir I. Lenin de Rusia, as como tambin la socialdemocracia alemana de

entonces, desconocan el significado autntico de lo que se da en llamar imperialismo moderno. El nico rival con el que competa comoeconomista de renombre entre los socialistas de su poca era Jean Jaurs, de Francia.

En mi experiencia personal, fue en mi participacin en la posguerra como soldado estadounidense en la Calcuta de 1946, durante la primera

mitad de ese ao, que una gran densidad de primeras reuniones y encuentros repetidos con dirigentes tpicos de los partidos de la India y

otros me granje una penetracin bien fundada de la descarnada naturaleza cruel y genocida del imperialismo britnico, y mi hondo

desprecio, de una justa cualidad existencial, por el patio imperialista britnico que tenamos en casa, aquel Harry S. Truman que sucedi a

nuestro bien querido y devotamente antiimperialista presidente Franklin Roosevelt.

Sin embargo, no fue sino hasta que el especialista del Departamento de Estado estadounidense Herbert Feis[3]document este mismo

razonamiento de Rosa Luxemburgo sobre el asunto del imperialismo moderno, que un historiador econmico de renombre recab en realidad

las pruebas cabales disponibles pblicamente que corroboraban que Rosa Luxemburgo estuvo en lo cierto, entonces como ahora, a diferencia

de sus rivales socialistas y otros.

El imperialismo britnico hoy

De modo parecido, al presente, la nocin popular, pero de plano incompetente, entre los que se dicen socialistas y otros, de que EUA

"encarna hoy el imperialismo dominante del mundo", no slo es una idea absolutamente equivocada, sino una creencia que ahora podra

ser suicida en la prctica para naciones tales como EUA, Rusia y otros. No obstante, esa idea equivocada es la creencia de muchos

economistas y estadistas connotados de todo el mundo que aun hoy se aferran con obstinacin a la nocin del imperialismo estadounidense.

As, al mundo lo amenaza ahora la influencia que esa ilusin estratgica ejerce sobre los crdulos, la ilusin de que es EUA, y no el sistema

liberal angloholands del Imperio Britnico, la fuerza estratgica singular dominante de verdad imperialista que acta en todo el planeta hoy.

Sin duda, todos quienes odian con fervor a EUA, aun entre nuestros ciudadanos y otros en el exterior, incluso polticos de renombre, son

producto del hecho de que actan, sin querer o ms o menos adrede, prcticamente como agentes britnicos en contra de nuestro Estados

Unidos, ya sea que puedan captar o no ese hecho. Uno encuentra una ilusin parecida en muchos en Rusia, incluso hoy.

Como indico ms adelante en este informe, el trmino imperialismo, empleado de manera apta, nunca corresponde a una ampliacin delpoder mundial de algn Estado nacional en particular. En realidad, a diferencia de los cuentos de hadas infantiles del crdulo, todo imperio es

supranacional por su dinmica, y los reinos o Estados comparables de la poca correspondiente son, en y de por s, tan slo sbditos de

alguna potencia imperialista supranacional, como ilustra esta relacin la pugna por imponer en Europa Central y Occidental la condicin en

la que la autoridad supranacional del gobierno supranacional tal como la " globalizacin" y el " libre comercio" en general, o la

Organizacin Mundial del Comercio en particular subordina o hasta remplaza la soberana nacional.

Combatir al enemigo equivocado, en especial en la guerra equivocada, sobre todo en una conflagracin larga que se cia a los designios

tramados a la medida de EUA por Londres o agentes britnicos de facto tales como el ex presidente George H.W. Bush, hijo del Prescott Bushque canaliz fondos para rescatar al partido nazi de Adolfo Hitler, y ms en particular guerras perpetuas, es la mejor manera de acarrear la

destruccin de tu propia nacin, como debiramos reconocer este factor en las secuelas de la prolongada guerra que EU libr en Vietnam con

los presidentes Lyndon Jonson y Richard Nixon entonces, o ahora, en Iraq, con los presidentes Bush, padre e hijo, desde enero de 1989.[4]


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Es el legado de ese adversario primordial del actual imperialismo britnico mundial, el Estados Unidos constitucional, desde el rompimiento

histrico decisivo con la Paz de Pars de febrero de 1763, y tambin el de los Winthrop y los Mather, y de su heredero poltico Benjamn

Franklin: EU sigue siendo hasta ahora la fuerza ms eficaz, hasta a pesar de los dos presidentes Bush, para asegurarle a las naciones una

verdadera liberacin del as denominado imperialismo " britnico" moderno.

El legado de la participacin descollante de Benjamn Franklin en el diseo de la repblica constitucional estadounidense en su carcter

esencial, sigue representando la principal oposicin constitucional al nico imperio verdadero del mundo hoy: el imperio liberal

angloholands que eman de la tradicin de Paolo Sarpi. Esto es al menos cierto para nuestro EU, en la medida que ha representado, en

repetidas ocasiones, como con el presidente Franklin Delano Roosevelt, el foco de unin de los pueblos del mundo en contra de lo que ha sido

su principal contrincante tradicional, el imperialismo britnico, desde febrero de 1763.

Nuestro EU nunca ha tenido el carcter nacional de un pas imperialista, y rara vez ha actuado de un modo que asemeje siquiera al de una

potencia imperialista, excepto cuando al Gobierno estadounidense lo dominaron influencias britnicas tales como nuestra propia faccin

realista americana, que descendi de un traidor y agente del Ministerio de Relaciones Exteriores britnico descarado como el vicepresidente

estadounidense Aaron Burr, o como sucedi con el v irtual agente declarado de influencia britnica y presidente Harry S. Truman, o como

cuando enfrent a un adversario multinacional tal como el conformado por los aliados y agentes del principal enemigo real de nuestra

repblica, el propio Imperio Britnico.[5]

Hoy, EU solo no podra ganar la batalla para liberarse del imperialismo liberal angloholands. Desde la muerte del presidente Franklin

Roosevelt y el ascenso de ese miserable defensor del colonialismo britnico, el presidente Harry Truman, el podero y el principio que rige la

prctica de nuestra nacin se han v iciado a tal grado, que EUA ha acarreado su propia ruina, en lo principal, con una sucesin de fases

pocas veces interrumpida, marcada por el arribo de Truman, el asesinato del presidente John F. Kennedy, la disolucin del sistema de Bretton

Woods que procuraron Londres (a iniciativa de los cmplices de la subversin britnica del Gobierno estadounidense del presidente Richard

nixon) y esas traidoras hordas depredadoras de la Comisin Trilateral de David Rockefeller, las cuales se desplegaron al servicio del mismo

fascismo verde amigo del exterminio humano del pro genocida Fondo Mundial para la Naturaleza del Duque de Edimburgo (prncipe Felipe

de Gran Bretaa), y de su hace poco fallecido socio principal y veterano de la SS nazi, el prncipe Bernardo de los Pases Bajos.

Dicho esto como teln de fondo para la suma del informe siguiente, pasemos ahora al prefacio y, despus, al cuerpo del informe mismo.

Introduccin: La falla econmica de Lenin

Por razones que se irn aclarando en el transcurso del estudio concienzudo, en el presente informe, de las causas, la prevencin y la cura a lacrisis de desintegracin econmica general por la que ahora atraviesa nuestro planeta, la probabilidad inmediata de salir ilesos de la crisis actualest en nuestras manos.

Cabe sealar que el actual sistema monetariofinanciero mundial no podra sobrevivir, y tampoco nosotros en EUA sobreviviramos, sinpactar una nueva clase de cooperacin con Rusia y otras naciones en los p rximos meses, una coalicin lo bastante poderosa en s como paraaplastar los esfuerzos de los intereses financieros liberales angloholandeses p or destruirnos a todos colgndonos a cada uno por separado. Si sedivide a estos socios en p articular, toda la humanidad pierde. En la historia, las alianzas poderosas entre las vctimas pretendidas deldepredador a menudo derrocan al tirano mismo.

Sin embargo, hay que establecer y puede hacerse un nuevo sistema econmico mundial de Estados nacionales modernos "desembarazadosde la globalizacin" y respectivamente soberanos, un sistema que sera completamente congruente con la intencin original de gente tal como

Benjamn Franklin y Alexander Hamilton en la fundacin de nuestra propia repblica federal estadounidense. Esto no tendra nada en comncon las caractersticas econmicomonetarias y otras relacionadas del imperio mundial (liberal angloholands) britnico, ni con sus racesfabianas actuales en elementos de la dirigencia del Partido Laboral esencialmente imperialista fabiano britnico tales como el autor de la guerrade Iraq y otras atrocidades similares (con ayuda tanto del fraude como de la muerte del doctor David Nelly, una figura honesta de lainteligencia britnica), Tony Blair, y la baronesa Liz Symons y su esposo, as como el actual primer ministro britnico Gordon Brown.


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Contrario la nocin de Lenin, el imperialismo no era una "etapa" del capitalismo; e n realidad es ms viejo queBabilonia. El capitalismo financiero, como la socialdemocracia alemana y Lenin lo llamaban, es m ucho msviejo que lo que los seguidores de Marx llamaban capitalismo o socialismo. Cartel de principios de la e rasovitica en el que Lenin barre con reyes, banqueros y clrigos, con la leyenda que reza: "El camarada LeninPURGA la escoria de la tierra".

Estados Unidos de Amrica y Rusia

La importancia notable de Rusia como socio de EU en este programa de recuperacin econmica mundial puede ubicarse en las relaciones entreambas naciones, desde tiempos de la participacin de Catalina la Grande en crear la Liga de la Neutralidad Armada, de la que dependi la

propia libertad de EUA entonces. De modo parecido, cuando el adversario imperialista tradicional de nuestra repblica, el Imperio Britnico,sum a Napolen III y a la monarqua espaola esclavista a la ofensiva para destruirnos a nosot ros y a Mxico en 18611865, fue la Armadarusa la que vino a aportarnos el margen de ayuda decisivo, al desplegar a su fuerza naval para garantizar la defensa de nuestras costas en elPacfico y el Atlntico contra un ataque britnico directo p or mar.

Sin embargo, esa relacin de entonces con Rusia tena una raz comn aun ms honda; la conexin era la influencia comn de GodofredoLeibniz en la definicin de las ideas de las que dependi nuestro propio desarrollo econmico y el diseo de nuestra Declaracin de

Independencia, ideas que influyeron en el Pedro el Grande que visit la Academia de Friburgo en Sajonia, tanto en su calidad de prncipe comode zar, por el mismo perodo en el que Leibniz visit ese lugar.

No obstante, la participacin de Rusia como probable socio clave de EUA en cualquier recuperacin posible de la economa mundial actualcontempla dos aspectos importantes adicionales. Primero, que nosotros y Rusia compartimos viejos intereses histricos comunes hondamentearraigados. Segundo, que Rusia es, por razones histricas que se remontan a la poca de Gengis Kan, la principal cultura eurasitica del

planeta. Rusia, junto con un grupo de repblicas ahora independientes de la regin de lo que alguna vez fue la Unin Sovitica y, antes, laRusia imperial, es la puerta de entrada para las corrientes republicanas de la cultura trasatlntica mundial, del modo que tambin se extienden ala masa continental de Asia.

EUA y Rusia tambin comparten el inters estratgico comn de combatir las p erversidades de su p rincipal enemigo mutuo, el ImperioBritnico (o mejor dicho, "brutnico"). El perverso papel destacado que tuvo la primera ministra M argaret Thatcher en conspirar junto con


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Bush y Franois Miterrand para aplastar a Alemania, como con lo del acuerdo de Maastricht, y tambin a Europa Oriental (incluyendo aRusia), y el post erior despliegue del yate real britnico para destruir al Gobierno de Italia, de entonces a la fecha, no son sino actitudes t picasdel imperialismo britnico hacia las relaciones con sus vecinos europeos continentales.

Al p laneta entero lo ha dominado, cada vez ms, el conflicto sistmico trasatlntico de intereses de p rincipio entre la poblacin anglfona deEU y el inters imperialista con centro en Gran Bretaa, desde ms o menos 1620. El establecimiento de la monarqua britnica y del sistemafinanciero liberal angloholands con la llamada "guerra de los Siete Aos" de 17551763, dividi a los patriotas norteamericanos anglfonos deGran Bretaa, de una manera que se ha perpetuado en el papel que este p as eligi como el principal op ositor a la existencia continua de lo quedevendra en el EUA de Benjamn Franklin y compaa desde la Paz de Pars de febrero de 1763. Esa Paz de Pars que estableci a la

Compaa de las Indias Orientales britnica de lord Shelburne y dems como la verdadera potencia imperial liberal angloholandesa que haseguido siendo, a travs de todas sus evoluciones internas, el enemigo ms pertinaz de nuest ra propia repblica, desde entonces hasta este ao,con el dominio vertical que ha ejercido el Ministerio de Relaciones Exteriores britnico a travs de agentes tales como el padrino de las drogasGeorge Soros en el Partido Demcrata y sus elecciones primarias presidenciales, y hasta en la eleccin general de noviembre en EU.

Desde febrero de 1763, esa forma liberal angloholandesa de inters imperialista ha representado la principal influencia continua que, de manerarepetida, ha arruinado los intentos por establecer sistemas viables de gobierno en el continente europeo.

La guerra de Gran Bretaa contra nosotros, desde 1890

Desde que la Compaa de las Indias Orientales de lord Shelburne estableci el Ministerio de Relaciones Exteriores en 1782, [6] las coloniascomo tales nunca han sido el elemento fundamental del imperialismo britnico, sino ms bien la expansin extralimitada de la Compaa de lasIndias Orientales de lord Shelburne, Jeremas Bentham y dems, y de la jerarqua financiera liberal angloholandesa de dicha compaa, del modo

que se extendi casi por todo el planeta. El legado de la guerra de los Siete Aos de 17551763 marc el carcter del sistema imperial britnicodesde entonces, un carcter al que ha recurrido de un modo patentemente notorio, una y otra vez, en especial desde que fracas en su empeo

por disolver a EU en 1865, fracaso producto de la derrota que le infligieron, con ayuda de Rusia, las fuerzas al mando del presidenteestadounidense Abraham Lincoln. La propinada por la repblica de Lincoln fue una derrota que amenaz la poltica imperial que profes GranBretaa, de manera sucesiva, con Jeremas Bentham y lord Palmerston del Ministerio de Relaciones Exteriores, la derrota de la intencin

britnica de aislar y acabar con la existencia continua de EUA en tanto potencia en Amrica misma.

De no haberse movilizado para azuzar la guerra por toda Eurasia en ese momento, hace mucho que el Imperio Britnico el imperioangloholands de la usura hubiera dejado de existir. La amenaza de acabar con el poder imperial britnico fue reflejo de la adopcin delmodelo del Sistema Americano de economa poltica, cuya influencia e imitaciones se haban propagado desde Norteamrica a la Europacontinental y ms all. As que, desde ese momento, el peligro que la influencia estadounidense represent para la tirana de su poderomartimo, del cual dependa el Imperio Britnico, devino en el denominado problema "geopoltico" en torno al cual el imperio ha organizadorepetidas conflagraciones generales desde entonces, en particular desde que el Prncipe de Gales consigui la expulsin del canciller Otto de

Bismarck en 1890. En esencia, toda guerra importante en este planeta desde entonces ha sido una expresin del prototipo del mentadoconflicto "geopoltico" entre el modelo republicano americano de sociedad y el imperialista britnico.

La ira britnica contra el presidente Lincoln obviamente fue el principal motivo por el que los servicios de inteligencia de Gran Bretaa loasesinaron, al igual que a los p residentes James Garfield y William McKinley despus. Y stos no han sido los nicos casos; pero el intersestratgico del imperialismo britnico en eliminar a la repblica estadounidense como la amenaza ms mortal a la perpetuacin de su poder,como con el presidente Franklin Delano Roosevelt, ha sido fundamental. Los asesinatos o la corrupcin de la Presidencia y las Legislaturas deEU han representado las tentativas ms comunes a este mismo efecto general. Sin embargo, el hecho de que la monarqua britnica intervino

para que se depusiera al canciller Otto de Bismarck en Alemania a fin de causar lo que devino en la Primera Guerra Mundial, deja aldescubierto la estrategia antiestadounidense continua ms amplia del sistema liberal angloholands a lo largo de todo el perodo desde febrerode 1763.


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El canciller prusiano Otto de Bismarck (der.), con el talentoso marsical de campo Helmut de Moltke. ABismarck, quien estaba aplicando reformas econmicas que tenan como modelo el Sistema Americano, lodestituyeron en 1890 por rdenes de l rey Eduardo VII . l advirti que la maniobras de Londres llevaran a unaguerra general, como ocurri en 1914.

Para ilustrar esta cuestin de principio, considera lo siguiente. Desde que dej su cargo en 1890, el canciller Otto de Bismarck advirti que elnico motivo para librar las que habran de convertirse, de hecho, en las guerras que Londres quera en los Balcanes, guerras que, como era

predecible, llevaran al estallido de una conflagracin general en 1914, era la reescenificacin britnica premeditada de esa guerra de los SieteAos que los intereses financieros liberales angloholandeses emprendieron de 1755 a 1763, y que hizo que la Compaa de las IndiasOrientales britnica surgiera y quedara establecida como entidad imperial y potencia mundial en la Paz de Pars de febrero de 1763. Es esainstitucin oligrquicofinanciera internacional imperial britnica la que est decidida a debilitar y destruir a los oponentes potenciales del

papel britnico en este respecto. Dicho papel ha reflejado la intencin de establecer el podero financiero liberal angloholands como el nicoimperio "globalizado" de verdad mundial en este planeta, de entonces a la fecha. En cuanto a la monarqua britnica misma, no es ms que una

criatura de la oligarqua financiera imperial, cuyo poder poltico y financiero moderno es una expresin institucional del llamado nuevo partidoveneciano de Paolo Sarpi y sus seguidores.

Entender esto debe ser tarea sencilla para cualquier persona educada que no sea tambin algn idelogo rampln que caiga en la categora de unasuerte de "coronel Blimp"[7] a la Rudyard Kipling. Historia de la decadencia y la cada del Imperio Romano, escrita p or Edward Gibboncomo un informe que le entreg personalmente a su amo, lord Shelburne, representa el verdadero borrador de todos los objetivos de largo plazoy del carcter imperial que Shelburne adopt para la existencia planificada del Imperio Britnico. Lo que prescribe como doctrina para elimperio es la adopcin del modelo de Juliano el Apstata, del modo que Gibbon lo describi como el rasgo caracterstico del designio para elimperio, y sigue siendo la intencin prctica manifiesta, de entonces a la fecha.

As fue que venimos a disfrutar, por cortesa de Shelburne, Gibbon y sus amigos, no slo de la guerra general de 19141918, sino de la SegundaGuerra Mundial y de la "Guerra Fra" que precedi al EUA del presidente Franklin Roosevelt con el presidente cmplice de los britnicos,Harry Truman.[8] El largo conflicto que crearon Truman y Churchill entre EUA y la Unin Sovitica nunca fue otra cosa, en principio, sino

una continuacin de la intencin que expresaron los seguidores del lord Shelburne de la Compaa de las Indias Orientales britnica en elperodo ininterrumpido que sigui a la Paz de Pars de febrero de 1763, precisamente como lo entendi el canciller Bismarck.

De modo que la Revolucin Francesa del 14 de julio de 1789 y despus, y la destruccin de la Europa continental a manos de NapolenBonaparte que Londres y los Habsburgo usaron para el provecho estratgico imperial britnico de largo plazo, fueron expresiones de la clase

principal de operaciones ms amplias de entre esas intrigas que urdi el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Compaa de las IndiasOrientales, como se hizo bajo la conduccin de Shelburne y sus seguidores. De entonces a la fecha, stos fueron los seguidores que han seguidosu curso, con la misma estrategia imperial que la Compaa de las Indias Orientales britnica us para urdir la guerra de los Siete Aos de17551763.

Al agente britnico involuntario Napolen Bonaparte lo usaron, de esta misma manera, en servicio de sus t itiriteros britnicos, quienes nodejaron de rerse todo este tiempo, todo con el mismo propsito con el que los liberales angloholandeses tramaron la "guerra de los SieteAos". Como recalcara de forma implcita el ex canciller Bismarck, el Congreso de Viena de 18141815 fue uno de toda una serie de sucesores


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verdaderos del triunfo imperial que obtuvo la Compaa de las Indias Orientales britnica con la Paz de Pars de febrero de 1763.

Tras la derrota que le infligi con su liderazgo el presidente Abraham Lincoln a su ofensiva renovada para destruir la amenaza estadounidensemediante las operaciones que dirigi incesantemente a travs del Ministerio de Relaciones Exteriores de lord Shelburne, Jeremas Bentham ylord Palmerston en el intervalo de 1815 a 1865, el Imperio Britnico emprendi lo que se convirti en las dos guerras "geopolticas" mundiales.

Este nuevo acento en la poltica imperial britnica posterior a 1865 se puso en una sucesin continua de guerras imperiales generales, de lasque fue tpica la forma en que el prncipe Eduardo Alberto de Gales, con la salida de Bismarck, prepar el terreno para poner al zar Nicols IIde Rusia en contra del kiser Guillermo II de Alemania. Al mismo tiempo, el prncipe Eduardo Alberto tambin requebr al Mikado de Japn

para que emprendiera, a favor de Gran Bretaa, las guerras de 18941945, con el objetivo doble de destruir al Gobierno de China, aldesmembrar a esa nacin, y tambin de destruir el podero martimo del enemigo comn del Mikado y de Gran Bretaa en el Pacfico: EstadosUnidos.[9]

El Imperio Britnico, en su fase posterior a 1865, us esos mismos mtodos p or mediacin de quienes fueron entonces, y en lo que va de mivida hasta ahora, los "patrocinadores angloamericanos de de Adolfo Hitler", tales como el abuelo del actual Presidente de EU, el Prescott Bushque desempe una funcin clave en rescatar a Hitler de la bancarrota en un momento decisivo, con el prop sito de arrastrar al prop io EUA aadoptar el papel de una marioneta britnica en lo que se convirti en la acometida liberal angloholandesa actual para manipular un conflictonuclear entre esta nacin y la Unin Sovitica, como lo exigi el infinitamente perverso Bertrand Russell de 1946 en adelante, a fin de acarrearla destruccin nuclear mutuamente asegurada de estos dos blancos estratgicos principales.[10] Esa virtual alianza britnica de facto con lacausa de Hitler, que dur de 1923 a 1940, la sac de equilibrio la coincidencia del papel que tuvo el Gobierno pro fascista de Francia en dar pieal ataque de las Wehrmacht, pues hizo que grupos britnicos encumbrados, tales como el de Winston Churchill, rompieran con Hitler p orcontravenir el acuerdo de reconocer a Francia como una marioneta britnica. Entonces, los britnicos recurrieron al EUA del presidente

Franklin Roosevelt para que los salvara, y se vino a derrotar a la Alemania nazi en lo que fue, para la potencia nazi, una guerra en dos frentes afin de cuentas perdida.[11]

Ese mismo imperialismo es hoy la fuente de todas las principales p erversidades estratgicas ms notables que hayan visto la faz de la t ierra, enespecial las fomentadas mediante los artificios de inclinacin satnica de la depravacin moral y econmica que se organiz despus de19891991, y a la que se conoce como "ambientismo" y "globalizacin". Esto ltimo es lo que el agente britnico y ex vicepresidenteestadounidense Al Gore ha promovido con sus mentiras contra la ciencia, una ofensiva que ha emprendido en su calidad de socio de ese

prncipe Felipe britnico (el Duque de Edimburgo) que ha exigido abiertamente que se cometa genocidio contra buena parte de la poblacin delplaneta, eso en compaa de su cmplice, el ahora finado prncipe Bernardo, en la campaa del Fondo M undial para la Naturaleza a favor delgenocidio.

Todo esto tiene ahora consecuencias econmicas estratgicas decisivas y otras relacionadas.

Las secuelas de esta directriz imperialista liberal angloholandesa tambin son el origen del proceso, en el transcurso del perodo de 19452008a la fecha, de una crisis de desintegracin econmica general planetaria, ahora en marcha, de todo el sistema mundial presente.

As, a lo largo de estos siglos, hemos llegado ahora al momento en el que los factores econmicos acumulados y otros de ndole cultural quegener, en lo principal, el liberalismo regido por los financieros angloholandeses, han creado las condiciones, ahora ms que en sazn, de la

presente crisis de desintegracin fsica general que amenaza al planeta entero en lo inmediato.

Por tanto, la empresa intelectual ms urgente que tenemos que adop tar es la de atender esos defectos en la conducta de las p ropias nacionesescogidas como vctimas del liberalismo angloholands de Gran Bretaa, una conducta defectuosa que tiende a impedir que incluso las

potencias principales de entre ellas, tales como EUA, Rusia, China e India, de manera ms notable, se conviertan en el foco potente necesariode unin de aquellas naciones que pudieran decidirse, para siempre, a dejar de hacer las veces de vctimas estratgicas engaadas de GranBretaa de nuevo otra vez, y otra, e incluso otra ms.

El imperio versus la nacin en el Derecho

Este presente perodo de la historia moderna, tras el establecimiento de la modalidad angloholandesa de poder liberal con Guillermo de Orangey los ltimos dos aos terribles previos a la muerte de la reina Ana de Inglaterra, es el de una campaa britnica para remplazar a los gobiernosde Estados nacionales de hecho soberanos con una actuacin corrupta de las naciones, tal que, como confirman los casos de la Unin Europeay el tratado de M aastricht, los p ases han tendido a convertirse, en consecuencia, en meros apndices, meros subordinados, casi "reinitos" deuna forma "globalizada", desde clsica hasta moderna, de imperio mundial.

El fantasma del genocidio, por mediacin de la nueva "Torre de Babel" llamada "globalziacin", es lo que nos depara el futuro inmediato, amenos que derrotemos a las fuerzas de la usura liberal angloholandesa de inmediato. Para esa eventualidad, necesitamos una fuerza de nacioneslo bastante poderosa como p ara dejar fuera de combate al as llamado imperialismo britnico, de una vez p or todas.

De manera que, por razones britnicas relacionadas, la secta fascista de los "Weatherman", una excrescencia de lo que se engendr en los


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terrenos de la Universidad de Columbia en Nueva York, saldra a relucir en los infames disturbios de Chicago. La formacin de esta sectadionisaca totalmente depravada encontr el eco de su expresin ms violenta en la Alemania de fines de los 1980, donde los disturbiosfascistas antinucleares de los "primos" alemanes de los Weatherman alcanzaron casi el nivel de una franca guerra civil. sta es la clave paraentender el culto soreliano a la violencia que expresa el mentado "terrorismo internacional", el nuevo "1848", de mtodo el perodo de19682008 a la fecha.

Este factor insurgente en las naciones contemporneas siempre se organiza desde arriba, desde el seno de instituciones financieras p restantes yfirmas jurdicas relacionadas con una afinidad financiera parecida, siempre con eje, ms que nada, en una estructura de mando dentro del mbitode las redes liberales angloholandesas de las altas finanzas. La intencin que anima el despliegue de estos jvenes fascistas de los Weatherman

o de cepas similares, siempre es la misma con la que intereses financieros anglovenecianos proyectaron a Benito Mussolini en un espectculomontado de "violencia purgativa" soreliana. Observa ms all de la secta fascista de los Weatherman, la oficina donde se alberga hoy, para queveas dnde se cocina ahora el peligro contra nuestra repblica.

Los primos terroristas alemanes de los Weatherman atacan una planta nuclear en Alem ania, en 1986. Losdisturbios llegaron casi a c onvertirse en una guerra civil declarada, e hicie ron que e l pas adoptara una visin"verde" del mundo que llev a prohibir la construccin de nuevas plantas nucleares y al cierre por etapas de lasexistentes. Esa prohibicin sigue vigente hoy.

La degeneracin de las viejas soberanas de la Europa Central y Occidental continental, desde que la Alemania de Helmut Kohl se someti paraque la primera ministra Margaret Thatcher la despojara de su soberana (con la venia del presidente estadounidense George H.W. Bush en sumomento), ha alcanzado ahora la condicin, al menos por ahora, en la que tcnicamente ninguna nacin del Viejo Continente representar unasoberana verdadera, a menos y hasta que se zafe de las arenas movedizas existenciales del "ambientismo" y la "globalizacin" que impulsan

los britnicos. De manera notable, como se ha visto con ms claridad en los casos actuales de Francia e Italia, se han externado expresiones deun empeo creciente por consumar semejante liberacin necesaria de la bota de hierro del imperialismo liberal angloholands.

As, Gran Bretaa en s misma no es, en esencia, un Estado nacional de verdad soberano, sino prcticamente una mera provincia de unamonarqua oligrquicofinanciera imperial, una monarqua imperial que rige a subordinados, tales como los Estados nacionales, a los que en lofundamental reduce, por ende, a la condicin de integrantes de una virtual "Torre de Babel", una imitacin cada vez ms "globalizada" de losmeros reinos de las viejas rdenes imperiales europeas, tales como el feudalismo al que dieron curso los venecianos, ms que de soberanosverdaderos. Las vctimas incluyen reinos o su equivalente, que funcionan bajo la autoridad imperial establecida, bajo el orden oligrquico, con

productos de ese p acto como el imperio de Csar Augusto, y tambin la expresin posterior de esa forma (originalmente asitica) de imperiocon Diocleciano y con su sucesor, Constantino.

Como con ese mismo principio ultramontano del imperialismo, slo un emperador puede establecer principios jurdicos generales; los reinosno tienen ningn poder ms all de decretar las que bien se describen como ordenanzas locales en el dominio secundario. De forma que, segn

el viejo principio oligrquico eurasitico de Derecho imperial, la oligarqua financiera liberal internacional extendida al orbe, y no el ReinoUnido, es la nica autoridad imperial de gobierno presente en todo el mundo hoy.

La va neofeudal a una Europa moribunda


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Con el ocaso de Bizancio, hace ms de mil aos, el asiento del poder del imperio pas a la pujante potencia oligrquicofinanciera de Venecia,una Venecia que ech mano, del modo ms notable, de la caballera de los Anjou, el modelo para la futura SS nazi, como el instrumento queimpona un reinado del equivalente feudal del fascismo internacional moderno de un Estado cesreo nazi.

Esta evolucin de la Europa medieval bajo la administracin veneciana del sistema feudal llev a la notoria "Nueva Era de Tinieblas" del siglo14, en la que el nmero de parroquias en el Continente se redujo a la mitad y la poblacin en un tercio. Esta "Nueva Era de Tinieblas" la lleval teatro de la historia de la poca la prctica de la usura lombarda, la cual empleaba mtodos parecidos a los del perodo actual de 19872008,con los que al presente se ha llevado al mundo entero al borde de una crisis de desintegracin econmica general de la civilizacin mundial.

La potencia oligrquicofinanciera de Venec ia remplaz a Bizancio como asiento del imperio en Europa,

imponiendo el equivalente feudal del fascismo moderno de la SS nazi. El puente de los Suspiros en Venec ia

conec ta a la antigua prisin con las salas de interrogacin en el Palacio Ducal. (Foto: Biblioteca del Congreso

de EU).

A la renacida Europa moderna del siglo 15 la salvaron acontecimientos que ocurrieron en torno al liderazgo de figuras tales como ese gran geniodel cardenal Nicols de Cusa, quien expuso el principio del Estado nacional soberano moderno y estableci el fundamento de toda la cienciamoderna competente. La influencia de Cusa llev a la fundacin de los primeros Estados nacionales soberanos republicanos europeos: laFrancia de Luis XI y la Inglaterra de su admirador, Enrique VII. Estos acontecimientos instituyeron la civilizacin europea moderna, pero, pordesgracia, no se dieron sin resistencia. Los mismos intereses venecianos que representaban los Habsburgo contraatacaron, hundiendo a Europa


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en las guerras religiosas de 14921648.

As, con la expulsin de los judos de Espaa en 1492, ligada a los Habsburgo, se suprimi en buena medida el sistema de Estados nacionalessoberanos y ciencia moderna que haba establecido el gran concilio ecumnico de Florencia, con la consiguiente subyugacin de toda Europa, de1492 a 1648, a un largo perodo de guerras religiosas. De este conflicto permanente, la faccin veneciana que encabezaba Paolo Sarpi surgicomo una gran potencia ascendente de la denominada autoridad protestante, una autoridad con asiento en las regiones ribereas de las costassept entrionales de Europa, en oposicin a las zonas nominalmente catlicas antes imperantes del mar Mediterrneo.

En ese intervalo de guerras religiosas perpetuas de 19421648, p revio a la Paz de Westfalia de 1648, hubo dos victorias importantes, aunqueparciales, para la causa de la forma soberana del Estado nacional europeo.

La primera fue producto del gran concilio ecumnico de Florencia, como se expres en el establecimiento de la ciencia fsicamoderna gracias, en lo principal, a la obra del cardenal Nicols de Cusa y al adelanto de su propuesta de desarrollo transocenico,la cual fue puesta en prctica, inicialmente, por Cristbal Coln.

El segundo suceso positivo clave fue el que ms tarde se expres como un eco de Luis XI de Francia y Enrique VII de Inglaterra,en la participacin decisiva que tuvieron el cardenal Julio M azarino y su colaborador JeanBapt iste Colbert en idear e instaurar lagran frmula de principio conocida como el principio ecumnico de la Paz de Westfalia para las relaciones entre soberanas.

A lo largo del intervalo de 1492 a 1648, hubo dos sucesos decisivos adicionales ntimamente relacionados que definieron la historia de losprincipales acontecimientos modernos extendidos al orbe, hasta hoy.

El primero fue el movimiento que puso en marcha Coln al poner en ejecucin el programa de Cusa con este propsito, de llevar las mejores

muestras de la civilizacin europea moderna, a travs de los ocanos, a lugares desde los cuales pudieran impulsarse y emprenderse lasreformas necesarias para liberar del mal del antiguo "modelo oligrquico" asitico a una Europa corrompida por ese legado. La creacin delfuturo EUA, como en la Colonia de la Baha de M assachusetts previa a 1689, fue un ejemplo saliente de esto; la fundacin y resguardo de larepblica estadounidense hasta el momento de la muerte del p residente Franklin Roosevelt, es tp ico de este feliz suceso.

Sin embargo, el legado del sistema liberal del neoveneciano Paolo Sarpi, el mentado sistema liberal angloholands, se convirti en el principalenemigo eficiente de esos felices acontecimientos que vino a representar la frmula republicana estadounidense fundada en el principio deltratado de Westfalia.

El resultado de ese conflicto fue la concentracin creciente del mayor mpetu relativo tanto a favor como en contra del desarrollo econmico endos pot encias anglfonas mutuamente excluyentes, la repblica estadounidense versus el sistema liberal britnico. Esa lucha trasatlntica concentro en dos culturas anglfonas contrarias, una lucha por la verdadera libertad del hombre en contra de la forma liberal angloholandesa deimperialismo veneciano, es la que ha constituido el eje principal de la historia mundial conforme a este orden, hasta la fecha.

Slo desde esa perspectiva respecto a tales elementos salientes de la historia moderna y la relacionada puede ubicarse y entenderse la actualamenaza mortal contra la existencia continua de la civilizacin. Esa comprensin es ahora indispensable, si es que ha de haber paz y progresoen algn rincn de este planeta en las prximas generaciones previsibles.


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JeanBaptiste Colbert (16191683).

Cardenal Julio Mazarino (16021661).


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Antes de la Paz de Westfalia, se lograron victorias parciales en lacausa de crear Estados nacionales soberanos gracias a las gestiones de

Nicols de Cusa. En el siglo 17, el cardenal Mazarino y sucolaborador, JeanBaptiste Colbert, formularon el principioecumnico para las relaciones entre soberanas que puso fin a la guerrade los Treinta Aos, con la Paz de Westfalia, en 1648.

Cardenal Nicols de Cusa (14011464).

Una aclaracin sobre Rosa Luxemburgo

Mis referencias a Rosa Luxemburgo aqu aluden a una personalidad compleja, a un genio en verdad creativo, pero no a un individuo perfecto entodas las cuestiones en consideracin.

A saber, que a partir del estado demente de la situacin en Europa, y tambin en EUA, tras la deposicin de Bismarck y los asesinatos de los

presidentes Sadi Carnot, de Francia, y Garfield y McKinley, de EUA, las cosas en toda Europa y en Norteamrica, como en otras partes,llegaron a un estado agitado de complejidad sin ningn precedente obvio en la experiencia de esas naciones hasta entonces. La Primera GuerraMundial y sus secuelas ya se estaban cocinando, pero creando una situacin cuya complejidad ninguna de las fuentes disp onibles en losregistros que conozco de la poca entenda con claridad, hasta la fecha.

Para apreciar mejor la complejidad de estas circunstancias globales, imagina un EUA de principios de los 1860 sin la presencia de unpresidente Abraham Lincoln. La mano firme de Lincoln y sus nociones bien fundadas de principios eficaces de la historia respondieron acircunstancias que ningn contemporneo captaba, ms que el propio Lincoln. As que hay crisis, tal como la que experimenta el mundo actual,que ninguna figura prestante ordinaria de la poca podra presumir entender. Slo un verdadero genio como Lincoln podra salvar esa traba alentendimiento. Slo la personalidad que entiende la crisis podra realmente pintar una visin clara y congruente de la solucin. Si se desconocela pregunta, no hay certeza de descubrir la respuesta.

Por si fuera poco, Rosa Luxemburgo era mujer y, por ende, representativa de una "especie" sexual a la que no se tomaba muy en cuenta en

aquellos tiempos en el proceso normal de resolver los grandes problemas de las naciones. Ella no slo pas por semejante predicamentopsicolgico, sino que, como la vctima de la inquisicin normanda, Juana de Arco, su obligacin, por as decirlo, de vestir ropa de hombre laagobi de manera fatal, al sofocarla la reaccin de cualquier mujer que adoptase semejante papel en los grandes acontecimientos de esa poca.Aun hoy, el empuje de la mujer en las funciones polticas importantes y otras comparables tiende a desviarse hacia el escondrijo ms seguro dela especializacin, o hace el ridculo por como reacciona a la idea an imperante de cul es el papel limitado apropiado para la mujer en lasociedad.

Debieran comportarse mejor, pero, nos atreveramos a decir que es slo culpa suya?

Entre tanto, sufri las consecuencias combinadas de querer casar el papel de dirigente poltica a lo grande, con el de una mujer efectiva en lavida personal que tambin deseaba como esposa y como madre. La situacin amenazante en la que se vio metida, no slo en cada uno de estosrespectos, sino en el dominio dinmico en el que ambos se combinaban, sigue siendo una de las ms difciles para la mujer en general, aun hoy.


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Valrala por lo que logr, y s lo bastante agradecido como para no condenarla por lo que no.

1. Gran Bretaa y Karl Marx

Para pasar a la parte principal de este informe, tengo que comenzar por hablar de la visin marxista de la economa poltica. sta es una visinde una cuestin tcnica que, en s misma, est por seguir el mismo sino del pjaro dodo; pero los efectos, si no la intencin de lo que fue laantigua influencia y funcin del llamado marxismo, an son importantes hoy, en especial cuando tomamos en cuenta la historia, de importanciadecisiva, de las relaciones estratgicas entre Rusia y EUA.

Como tales consideraciones estratgicas tan importantes para hoy me obligan a abordar este tema aqu, y como el tema mismo no deja de seruno muy delicado, tenemos que tener esta deliberacin con decencia, sin rencores innecesarios, antes de p asar nuestra atencin a otros asuntospertinentes que apremian.

Dicho lo anterior, procedo como sigue.

En cualquier perspectiva que no sea una fantstica, la posibilidad de impedir que el orbe entero sufra una desintegracin social, econmica ycultural general de la civilizacin mundial, y muy pronto, pende, como mostrar aqu, de cierta mejora cualitativa inmediata de la relacin entreEUA y Rusia. sta ha de considerarse una relacin fundada en la funcin nica de su cooperacin, cierta forma de cooperacin en sus gestionescombinadas para crear de inmediato una coalicin de Estados nacionales soberanos comprometidos, una coalicin sin la cual todo el planeta

pronto se hundira en una edad oscura peor que la del siglo 14 en Europa.

En este caso, el significado de la influencia de la idea de las doctrinas de Karl Marx sigue siendo, para mucho representados en una u otra de lasdos partes de la cooperacin necesaria, la piedrota inconveniente en el zapato del progreso. A menos que se salve esa dificultad, el desacuerdo

motivado por el recuerdo de viejas rencillas podra hacer trastabillar a ambas naciones y, de ese modo, al mundo entero, hacia una era detinieblas.

As que, si no despejamos lo que vino a considerarse como el asunto relacionado de los efectos secundarios de la "Guerra Fra", y si noreconocemos los crmenes que cometieron la primera ministra Thatcher y el presidente estadounidense George H.W. Bush en el perodo

posterior al intervalo de 19891992 como lo que fueron, la calidad de cooperacin necesaria no podra conseguirse lo suficientemente a tiempo,tal vez en lo absoluto. En ese caso, todas las naciones y pueblos del planeta se hundiran en una nueva Era de Tinieblas prolongada, en la queculturas enteras desapareceran en un desplome demogrfico general rpido y acelerado a escala planetaria, un desplome por el orden de losmiles de millones de personas.

Antes de la segunda mitad de los 1970, con frecuencia todava se haca necesario plantear ciertas categoras de nociones econmicasconsultando una perspectiva verosmilmente "marxista ortodoxa", pero, como en el caso de la forma en que practiqu esa convencin, siemprehaciendo hincapi, al mismo tiempo, en que el fundamento de la economa moderna competente ha de encontrarse en realidad en la obra del

seguidor de Leibniz, Alexander Hamilton, y, para mis propios propsitos, tambin en la fsica de Bernhard Riemann. Eso tambin quiere decirque no es necesario resolver cualquier rencilla posible en todo momento, sino ms bien, a menudo, partir de un concepto p latnico de unacualidad orgnica de dilogo permanente, un dilogo formulado con el fin de hacer a un lado las diferencias inconvenientes de costumbre en el

proceso de llegar a un acuerdo en cuanto a p rincipios superiores validados urgentes y sus objetivos.

En y de por s, el mtodo del dilogo platnico ha de reconocerse como el proceso compartido de descubrir la verdad, respecto a losprincipios, mediante la dialctica.

El ms importante de los dilogos sobre la poltica fsicoeconmica hoy lo plantea la ltima oracin de la disertacin de habilitacin deBernhard Riemann de 1854: "Esto nos lleva al dominio de otra ciencia, el de la fsica, en la que el objeto de este trabajo [el de las matemticascomo tales] no nos permite p enetrar hoy". Nunca la mera matemtica ha definido un principio fsico universal verdadero. Por su propianaturaleza, cualquier principio verdadero del universo se encuentra por fuera de la matemtica formal como tal; yace en el llamado dominio delo infinitesimal, como ese infinitesimal ha de reconocerse con el descubrimiento experimental nico original de Johannes Kepler del principio

de la gravitacin universal, y con la aplicacin de esa nocin de principio universal por parte de Pierre de Fermat y Leibniz, en especial en ladefinicin de una ciencia anticartesiana que este ltimo aport en el transcurso de los 1690, como en su Spcimen dinmicum.

Mantn esto en mente conforme pasemos a las ltimas secciones de este captulo. Viremos nuestra atencin por un momento al hechoemprico de que la economa fsica de EUA ha sufrido un desplome continuo, per cpita y por kilmetro cuadrado, desde el ao fiscal de19671968. Este desplome lo ha animado una cada deliberada de la inversin fsica en infraestructura, progreso cientfico y tecnologa, y eldescenso de largo plazo en el nivel de vida fsico del ochenta por ciento de debajo de la poblacin estadounidense, a lo largo de todo el perodode 19682008, hasta la fecha. Parsitos a los que se les paga demasiado, tales como los que recibieron su "paracadas de oro", hacen que la

pobre necia de la reina Mara Antonieta parezca casi un genio proftico en el fomento de un nivel de vida ms alto para quienes no viven en lasfilas privilegiadas de nuestros actuales parsitos sociales de la banca inversionista depredadora.

Con la llegada del Gobierno estadounidense de Jimmy Carter en 1977, uno que cay redondito en las tretas repugnantes de la Comisin


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Trilateral de David Rockefeller, el nico propsito de continuar las plticas en los mismos trminos era procurar un dilogo, como yo lo hiceentonces, con el ltimo bastin de las enseanzas marxistas, del "otro lado" de lo que se estereotip como la divisin de "capitalista versussocialista". Era aprop iado honrar la sepultura de los difuntos, p ero no p roponer que los vivos sencillamente t rasfirieran su vida social a lamorada de los muertos.

En esta situacin estratgica hoy decisiva para todo nuestro planeta, la p osibilidad de reunir a EUA, Rusia, China e India como la simientenecesaria de patrocinadores iniciales de una nueva paz mundial constructiva p ara la mayor parte del orbe demanda, as, el enfoque adoptado

para generar una ola repentina de lo que podra catalogarse como claridad intelectual "no ideolgica", no slo sobre la funcin real de Karl Marxy sus doctrinas, sino tambin sobre su perversin, como en la creacin del mito en el que se ha apoyado tanto el imperialismo britnico para

estupidizar a la poblacin en general hasta llevarla a la condicin incauta de apoyar una nueva trampa para ratones imperialista llamada"globalizacin".

Esta necesidad ahora urgente de escapar del caos acordando un verdadero Nuevo Bretton Woods, un sistema internacional de tipos de cambiofijos, tambin exige un nuevo concepto renovado de la naturaleza de los principios apropiados de la economa poltica, principios en generaldesconocidos o sencillamente rechazados de manera arbitraria en un mundo que, en gran medida, confunde lo que es en esencia meracontabilidad financiera y monedas infladas a un ritmo disparado, con ciencia econmica. Un rechazo de las reformas generales con urgencianecesaria que he propuesto tendra, por consiguiente, la clase de consecuencias mucho peores que las que se le estn acarreando ahora almundo. Esto no arrastrara a todos, p ronto, a las profundidades de ese abismo de una crisis de desintegracin general del planeta, peor que laque Europa vivi durante la llamada "Nueva Era de Tinieblas" del siglo 14. Lo que encara el mundo entero, y en lo inmediato, es consecuenciade una necedad global ya muy avanzada hoy.

Las cuestiones que he planteado en lo escrito en este informe hasta ahora han sido ms que nada negativas. ste fue un p aso introductorio

necesario, pues tenemos que centrar nuestra atencin en los aspectos negativos de ese descenso actual en lo que no es una mera depresineconmica, tal como la de 19291933, dentro del crac mundial actual, sino una crisis de desintegracin general del planeta en su totalidad.

Sin embargo, como dejar claro en el transcurso de este informe, el hecho de que una gran tragedia hace presa ahora del planeta, significa que elmundo entero enfrenta el desafo de responder a esta realidad amenazante, al buscar soluciones que no podran encontrarse sin primerodescubrir que el carcter de principio de los problemas mortales de la actualidad debe considerarse como una advertencia de que hay quereconocer cierto tipo de cambios categricos en las relaciones internacionales, ya sea que tengan una buena acogida o no. En segundo lugar,captar t ales tendencias determinantes esp ecficas suby acentes t iene que llevarnos a todos a descubrir y adoptar un entendimiento sup eriorapropiado de lo que en realidad es el fomento ahora necesario de las relaciones entre naciones, un fomento que debi haberse dado antes, peroque por una u otra razn no se hizo.

As que p ara definir, aqu y ahora, esos nuevos objetivos sup eriores de las relaciones entre los Estados nacionales soberanos, tenemos quetocar y agotar una serie de temas, como preparacin para reducir los resultados de ese dilogo a una conclusin general de cul es el principio

necesario. Tenemos que tener p ronto dicho dilogo, aqu y ahora, antes de p retender presentar despus las soluciones definitivas necesarias enalgn momento apropiado, como lo har en el transcurso de este intercambio en su totalidad.


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Jeremas Bentham (disecado) (17481832).

Lord Palmerston (17841865).


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David Urquhart (18051877).Giusepp e M azzini (18051872).


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Niveles de dominio oligrquico: lord Palmerston fue el sucesor deldespreciable Jeremas Bentham en el Ministerio de RelacionesExteriores britnico, desde donde le enconmend a su agente GiuseppeMazzini capturar a Karl Marx y otros "revolucionario" europeos paralos p ropsitos imperiales brutnicos. El agente de Palmerston, DavidUrquhart, desde su puesto en el Museo Britnico, gui la carrera deMarx.

Karl Marx (18181883).

Como quedar claro en ciertos apartados pertinentes de este informe, algunos de los temas necesarios de ningn modo nada ms se entienden,

sino que son indispensables si es que hemos de lograr que la civilizacin sobreviva. Entre tanto, tomemos aqu la va de abordar cada tema demarras que encontremos a nuestro p aso.

Para ello, la raz de las causas principales de las crisis que padeci el planeta de 1945 a 2008 ha de ubicarse en la perspectiva renovada ycorregida del cambio profundo en las relaciones entre EUA y la Unin Sovitica, desde aquella poca en la que el enemigo del imperialismo

britnico, el presidente Franklin Roosevelt, gui a la nacin, mientras vivi, en la direccin contraria de la que defini su sucesor, el presidenteHarry Truman, quien era un p artidario del colonialismo europeo britnico y relacionado. Este cambio, de Roosevelt a Truman, trajo laorientacin radicalmente trastornada de las relaciones de EU con el extranjero, y tambin a lo interno, que experimentamos con Truman y,mucho peor, con los p residentes Nixon, Ford, Carter y los Bush. Este cambio de presidentes en EU, y la fluctuacin entre decidir de pronto

aunque de manera temporal ser amigo y enemigo, tiene que verse tanto en relacin con los cambios consiguientes del pasado en el carcteresencial de la interaccin de EUA con la antigua Unin Sovitica, la Rusia moderna y otros Estados, como con los que deben ocurrir.

Como el actual papel p ostsovitico que desempea Rusia tiene una importancia decisiva para cualquier conjunto de soluciones aplicables en

este p laneta hoy, debemos empezar p or reconsiderar algunas de esas cuestiones rara vez reconocidas, pero clave, que est n inextricablementeligadas al conflicto de opiniones muy arraigadas en la evaluacin de la influencia prctica de Karl Marx en la definicin de las pautas deconducta pasadas y presentes en y entre las naciones.

Esto no es cosa de emparejar "viejos marcadores". M uchos de los p roblemas, incluso muchos peliagudos de t iempos y lugares distantes, hansido ms distracciones de los asuntos prcticos importantes, que p roblemas polticos reales que necesitaban resolverse. Con frecuencia, comoen la historia de las naciones, lo que desconoces o lo que te niegas a reconocer es lo que te mata. ste es el problema decisivo que pretendoclarificar en este informe En tales casos, lo que generalmente se necesita cuando se buscan soluciones es reflexionar sobre la historia del

problema en consideracin. El aspecto de la influencia de Marx que vale la pena considerar a detalle aqu se reduce, por fortuna, a unos cuantoselementos esenciales; los dems ya no son sino reliquias.

Cul es el problema en realidad con Marx?


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Para tratar ese asunto indispensable en cuestin aqu, tenemos que empezar por concentrarnos en ese engao de marras tocante a la economamoderna que comparten los socialdemcratas alemanes con Vladimir I. Lenin en sus tiempos. Es decir, la teora, adoptada por la credulidad deese agente britnico embaucado por lord Palmerston, Karl Marx, de que "a Adam Smith lo instalaron como el nico parangn de una doctrinavlida de economa poltica".[12] De resultas de dicha perspectiva equivocada en el enfoque dominante y el papel relacionado desempeado

por Karl M arx, en sus rasgos esp ecficos, su p ropia doctrina ha t enido una funcin auxiliar importante en los sucesos que han contribuido acausar la presente crisis mundial, adems de ayudar de modo considerable a fomentar esos conceptos absurdos que, en esencia, constituyenuna distraccin sobre la naturaleza y la causa del imperialismo. No obstante, esas creencias no fueron en s el motivo principal de la cada de laUnin Sovitica.

La causa de ese derrumbe no yace tanto en la ideas de Marx como tales, sino en aquellas asociadas con ese mercenario de Shelburne, AdamSmith, que odiaba con pasin la libertad americana. El desplome debe verse ms bien como sintomtico, sobre todo de otras condiciones engeneral problemticas, las cuales, es paradjico, por una parte le permitieron a la Unin Sovitica hacer grandes avances en los aspectosmilitares de su estrategia econmica, pero al mismo tiempo llevaron al fracaso trgico de su economa, en gran medida por lo que Marx lesense a los socialistas sobre Adam Smith.

Hay una consideracin de principio que subyace en la inclinacin sistmica de la economa sovitica a tales fracasos irnicos en cuestiones deeconoma fsica, fracasos arraigados en un error epistemolgico grave respecto a la naturaleza peculiar, singularmente creativa de la mente delser humano individual. En lo fundamental, fue a causa de este error particular de la poltica marxista, de usar la mano callosa del trabajo comosustituto para esa mente que define al trabajador como ser humano; un error expresado de forma en extremo decadente, de suyo terminal en lascostumbres contemporneas, y las mitologas y doctrinas especficas relacionadas del liberalismo trasatlntico, a p artir de 1968.

Es necesario aprender la leccin de ese error del pasado, y rpido, si es que ha de encontrrsele solucin a la arremetida de la crisis de

desintegracin en marcha y a la amenaza intrnseca de vivir condiciones de guerra en el mundo entero hoy.

Estados Unidos de Amrica Rusia y Marx

De los errores sistmicos de Karl Marx surgen dos grandes problemas difciles e incmodos para una deliberacin estratgica en la actualidad.Quedan problemas, algunos desaciertos apenas, cuya existencia sencillamente debe reconocerse, y a veces, otros cuya rectificacin esnecesaria, de esperarse un desempeo oportuno de la cooperacin, ahora con urgencia necesaria, entre los socios clave: Estados Unidos yRusia.

Es necesario enfocar con claridad el objetivo descrito brevemente a continuacin.

Lo esencial a tomar en cuenta al procurar la cooperacin entre EUA y Europa Central y Occidental es la enfermedad britnica arraigada en esemismo legado feudalista oligrquico de Europa continental que impuls a los dirigente europeos de grandes miras a seguir el consejo del

cardenal Nicols de Cusa, consejo que Cristbal Coln ley del puo y letra del propio Cusa y adopt como suyo, de atravesar el ocano parahallar la palanca que remediara la enfermedad oligrquica crnica (lase "veneciana") de Europa. se fue el mismo consejo respecto a EUseguido por Otto de Bismarck al prestar servicio como Canciller de Alemania.

Sin embargo, lo ms importante a tomar en consideracin es el hecho de que Rusia no slo fue aliada de EU durante el reinado de la emperatrizCatalina la Grande, sino tambin cuando la nacin americana libraba la guerra Civil contra su enemiga, Gran Bretaa

Ese mismo motivo dio pie a una relacin estrecha entre EU y el Gobierno de Rusia, durante el mismo perodo en que el primero luchaba por sulibertad contra ese Imperio Britnico fundado con el tratado de Pars de 1763.

No debemos obviar el hecho de que durante el perodo de la Unin Sovitica, Rusia nunca dej de existir. Esto lo entendi el presidenteFranklin Roosevelt, de modo t al que fuera imposible un conflicto entre Rusia y EU mientras sus polticas guiaran la presidencia. El ImperioBritnico entenda con claridad, como tambin lo entendi el Gobierno de Jos Stalin a su manera, que de seguir Roosevelt con vida, elimperialismo britnico, el cual aun hoy impera hasta sobre el proceso electoral estadounidense, hubiera desaparecido en paz de la faz de la

tierra. Inglaterra no slo hubiera sobrevivido, sino que hasta se hubiera beneficiado por este cambio; no as el Imperio Britnico. El comunismocomo tal nunca represent un rompimiento, sino apenas una fuente de dificultades remediables p ara las buenas relaciones histricas entreRusia y EU.

En la actualidad, la vida civilizada duradera en las naciones de cualquier parte de este planeta depende de regresar realmente a la cooperacin delargo p lazo entre EU y Rusia, la cual persisti, en esencia, desde cuando John Quincy Adams era un servidor pblico de EU en Petrogrado,hasta el asesinato del presidente estadounidense William McKinley p or instrucciones de los britnicos.

El asunto principal en este sentido es, una vez ms, el resultado de la guerra de los Siete Aos de 17551763, organizada por los liberalesangloholandeses. La guerra, en combinacin con los conflictos que culminan en ella entre las potencias de Europa continental, y entre EU yalguna potencia europea o de otra parte, siempre ha sido, como bien lo entendi Bismarck, la piedra angular estratgica del Imperio Britnicodesde el fin de la guerra de los Siete Aos.


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Los dirigentes ms sabios de Rusia, ora durante la monarqua o en el Estado comunista, siempre han entendido este hecho ms o menos conclaridad. La orientacin sovitica con Jruschov, Yuri Andrpov y Mijal Gorbachov hacia una alianza con el Imperio Britnico en contra deEU, siempre fue el camino a la perdicin para Rusia y para EU. Todos los dirigentes estadounidenses en verdad competentes y patriotastambin lo han entendido as, aunque a su manera y no precisamente a la ma.

No obstante, el legado del comunismo ya no era una fuente de friccin existencial mientras el presidente Franklin Roosevelt segua al frente osus polticas regan. Sin embargo, esa friccin vino a plantear un problema de envergadura, no debido a la tradicin comunista, sino porque el

presidente George H.W. Bush vergonzosamente le bes los pies a la primera ministra britnica Margaret Thatcher en cuanto a las condicionespara la reunificacin de Alemania. Los problemas restantes vienen del empecinamiento de los britnicos en destruir a Alemania, y tambin a

Europa Oriental y a Rusia en su totalidad, ahora que los alemanes ya no son un bastin a cargo de resguardar el frente oriental de la OTAN.

El nico problema real del legado marxista para las relaciones entre Rusia y EU al presente, viene de no aclarar los errores sistmicos que loslazos britnicos han fomentado como la suerte de explotacin rapaz que representa el fenmeno de los multimillonarios ex comunistas rusosladrones ligados a Londres, o al George Soros del Imperio Britnico u ot ros que arrasaron con desenfreno en los 1990 postsoviticos, y queaun hoy taladran desde adentro. La p oltica econmica comunista fue un fracaso, y no por ninguna de las razones que p rofieren los buitres delexistencialista, al igual que pro fascista Congreso a Favor de la Libertad Cultural. Podramos decir mucho ms al respecto; ya hemos dicho losuficiente aqu para que la idea general quede razonablemente clara.

Sin embargo, mientras no se reconozcan ciertos errores reales en el dogma marxista, los defectos de la poltica econmica de la poca soviticaseguirn colgando del cuello de cualquier Gobierno ruso en la actualidad, como el albatros de La cancin del viejo marinero de SamuelTaylor Coleridge. Dada la gravedad de la embestida de la crisis de desintegracin global general de las fuerzas productivas, es importante paratodos nosotros hoy que la idea de nacin rusa, en vez de sus experimentos con una variedad de ideologas econmicas, sea el eje que gue la

formulacin de la poltica econmica exterior de EU. El hecho es que no hay ninguna nacin cuyas prcticas econmicas de los ltimoscuarenta aos no hayan sido, en gran medida, defectuosas de una u otra manera. El modelo para la formulacin de las nuevas formas decooperacin con tanta urgencia necesarias debe ser el gobierno regido por el impulso de reconocer y corregir con prontitud esos errores.

Por tanto, es importante que esos efectos p obres de las normas y p rcticas del pasado se entiendan y corrijan, en vez de barrerlas bajo laalfombra en Rusia y, en especial, otros pases que ahora deben constituir el ncleo de los iniciadores de la reforma mundial general de las

polticas econmicas a ser adoptadas por el mundo entero hoy.

Los problemas del marxismo en la actualidad

Hay tres metas definidas de forma amplia que, de no alcanzarse muy p ronto, acarrearan el descenso de todo el planeta a una nueva Era deTinieblas peor que la sufrida por Europa en el siglo 14.

Una es restablecer con urgencia el acento en los modos de p roduccin y de transporte con un uso intensivo de capital e impulsados por laciencia, sin los cuales, un gran desastre de algn tipo pronto agobiar al planeta, aun emprendiendo cualquier otra reforma beneficiosa.

Segundo, debemos reorganizar las relaciones entre los Estados acorde a lo que podra describirse como el sistema de Bretton Woods deFranklin Roosevelt, y no las falsificaciones de Truman ni de John M aynard Keynes. Lo anterior significa fomentar la restauracin impulsada

por la ciencia y la densidad energtica de las naciones otrora industrializadas a su estado anterior en el mundo, previo a 19681971, para asgenerar la onda larga de aumento de la densidad de infraestructura p er cpita y su aumento neto por kilmetro cuadrado del territorio.

Tercero, para hacer posibles estos cambios beneficiosos, necesitamos construir una masa de infraestructura econmica bsica duradera en elplaneta, pues es indispensable para cumplir con las metas de produccin y de consumo de todos los sectores de la humanidad. Por ello, esnecesario un nuevo sistema internacional de crdito que remplace y, en esencia, elimine la idea europea ahora fracasada de sistemas monetarios.Eso requerira ceirse a las p autas p rescritas por el antiguo secretario del Tesoro estadounidense Alexander Hamilton (no a las del pattico"Sombrerero Loco" Hank Paulson ni a las del "Lirn" Ben Bernanke) para el establecimiento de instituciones bancarias nacionales como

intermediarias de las transacciones corrientes entre los ministerios de Hacienda de gobiernos soberanos. Nada de esos condenados sistemas debanca central europea, ya irremediablemente quebrados por el esfuerzo de sostener la inmensa burbuja de los derivados que ech a andar elestadounidense Alan Greenspan.

Nuestra p ropia p reocupacin compartida, tanto al seno de EU como tambin en Rusia, es que ese error sistmico adopt ado, ya sea de lasinterpretaciones de la doctrina marxista o de la del prop io Marx, no se convierta en un perverso obstculo sistmico a la adopcin oportuna deesas reformas con urgencia necesarias para las relaciones potenciales entre naciones aliadas, que revivan la intencin de Franklin Roosevelt de1944 para lo que llamamos un sistema de Bretton Woods.[13]

Los obstculos de marras


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En el caso de Rusia, pero no slo de ella, el principal de estos problemas es el concepto de M arx sobre el capitalismo, una nocin expresadapor l y por otros como una visin implcita sobre EU, en particular, que no guarda relacin alguna con su verdadero establecimiento como unanueva forma de repblica federal en la historia.

El primer hecho desafortunado tal en este momento es que, en general, ninguno de los sistemas de contabilidad empleados en el mundo hoy dapermite tomar en cuenta esos principios universales esenciales de la creatividad humana de los cuales depende por completo toda polticaexitosa de economa fsica, excepto el robo (como en el caso de las estafas de los derivados o prcticas depredadoras afines).

El segundo es la supresin absoluta del papel desempeado por la creatividad humana en la economa nacional. Por esta cuestin tan decisiva,las verdaderas polticas de Karl Marx representan una amenaza seria al progreso, porque en sus escritos nunca reconoci la funcin de la

presencia activa de poderes creativos afines al progreso cientfico fundamental con un alto coeficiente de capital en el aumento de la fuerza

productiva del trabajo, ni de aquellos que de alguna forma reflejan la existencia de tales poderes.

El que Marx excluyera de manera sistemtica el concepto especfico de la creatividad cientfica y artstica clsica humana, que aparta de modocategrico a la humanidad de las bestias, siempre constituy un defecto sistmico clave en su razonamiento y, por tanto, fue en gran medida

su empirismo britnico el que lo impuls a negar la existencia real de los poderes de la creatividad mental del ser humano individual, lo cualtambin fue el caso de sus seguidores declarados y de todas las dems variedades de reduccionistas radicales, tales como los empiristas y los

positivistas de la actualidad.

Este y todos los grandes errores relacionados en los planteamientos de Marx sobre economa poltica estn arraigados en la influenciacorruptora ejercida por sus fuentes preferidas de la escuela Haileybury de Jeremas Bentham, Adam Smith y compaa. Todas las enseazasde esa escuela eran perniciosas y deben reconocerse como tales.

Contrario al malvado Zeus olmpico del Prometeo encadenado de Esquilo, la meta propia del hombre no es la educacin del individuo, sino eldesarrollo de sus poderes creativos. El hombre no ha de educarse como un perro para hacer trucos, sino para convertirse en creador a imagende nuestro Creador.[14]

Identifico y explico el principio de la verdadera creatividad humana un poco ms adelante en este captulo. Primero, antes de abordar el meollocientfico fsico de este asunto, lo sito en la historia.

Los efectos del empirismo

La adopcin, por parte del propio Marx, de la doctrina econmica de Adam Smith es tpica de la esclavitud intelectual sistemtica con la que elmismo empirismo britnico que engendr a Adam Smith, el agente del imperialista lord Shelburne, debilit a muchas naciones. Los reclutadoresmarxistas no tenan que inculcarle a sus seguidores esta suerte de creencia; por lo general, los adoctrinadores liberales y a haban repartido esesuministro de sofisma liberal, del cual tambin dependi Marx, entre sus vctimas en la generalidad del pblico en su sociedad y su cultura, decostumbre en la niez y la adolescencia, a travs de la escuela y otras formas comunes.

El planteamiento tocante al empirismo que acabo de resumir es cierto; pero, tenemos que cuidarnos de no ser muy enfticos en atribuirle aMarx, o a casi cualquier otra persona como tal, todas las creencias y opiniones que tenga un individuo sobre casi cualquier cosa que ocurra enla sociedad. Como tendr motivos p ara poner un acento especial en este asunto en el p resente informe, el p rincipio de la dinmica, si se


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entiende de forma competente, nos advierte que las creencias adoptadas y el comportamiento relacionado del miembro tpico de la sociedad ode la especie, por lo general se arraigan en la sociedad o en la especie, en vez de originarse en la mente de un miembro individual de ese grupo,salvo en el caso de personas y situaciones extraordinarias en la sociedad. Tales excepciones para el gran bien o el gran mal existen, pero hastastas rara vez pueden entenderse de una forma distinta a excepciones inslitas en las caractersticas de la voluntad individual.

El asunto esencial respecto a la conducta colectiva que es el foco de la atencin de este informe, es aquello que precis antes en este captulo: laexclusin sistemtica de la verdadera creatividad humana de cualquier aspecto del empirismo britnico del siglo 18 de Adam Smith y compaa.Esta exclusin es tpica del empirismo sobre el cual se extendieron la llamada ciencia y los dogmas reconocidos del mtodo cartesiano en cuantoa forma, y, por tanto, la conducta colectiva expresada p or la seudociencia newtoniana, y tambin la economa poltica britnica. sas son

creencias que, puede suponerse, derivan de la misma ideologa empirista empleada por el plagiario Adam Smith.[15]

Esto es clave para entender la falla sistemtica fatal en el concepto reduccionista del materialismo profesado por Karl Marx, una creencia queste se trag de los autores britnicos a los que admiraba, iluso, como la fuente de "la nica ciencia econmica", ya fueran el britnico FedericoEngels, el David Urquhart del Museo Britnico, el Giusepp e Mazzini de Palmerston u ot ros conductos semejantes. Todos los erroresintrnsecos subyacentes en los supuestos ideolgicos de las diversas variedades de movimientos marxistas han contribuido de modo directo alos errores ms decisivos y, es de suponer, ms profundos en lo cientfico, en la aplicacin de la poltica econmica civil en la Rusia sovitica, adiferencia de la prctica militar, por ejemplo.

Los resultados ms notables de esta suerte de errores simplistas en las opiniones y mtodos adoptados por Marx, les hacen eco a los dogmasms difundidos de t ales engaados como los empiristas (y luego los p ositivistas) y , tambin, a los aun p eor educados crculos acadmicos que

pululan en gran parte del mundo en general desde el surgimiento de la influencia de los existencialistas, y, muy en especial, a partir de lasturbas dionisacas de 1968, hasta la fecha. Entre las variedades de esta ltima estirpe prevaleca la tonta y cruda nocin apriorstica de que,

como la sociedad se haba asimilado a los intereses industriales capitalistas de naciones especficas, segn la definicin de Adam Smith y otrosmiembros de la escuela Haileybury de la Compaa de las Indias Orientales britnica, cualquier forma moderna de imperialismo haba desuponerse, en esencia, como un producto de lo que los britnicos identifican como la "etapa de desarrollo" capitalista industrial. Tal fue elfundamento adoptado a priori para lo que defin al principio de esta publicacin como la evaluacin equivocada sobre el imperialismo querepresentaban tanto Lenin como los principales socialdemcratas alemanes.

Para resumir el asunto, como acabo de recalcar en estos prrafos finales de este primer captulo de mi informe, la gran falla comn delsocialismo marxista descansa, en esencia, en su adopcin de la ideologa imperante, pero errnea, respecto al principio humano que subyace enla orientacin saludable del cambio en la sociedad. sta es una ideologa adoptada por el propio Marx, pero tambin ya distribuida en toda su

plenitud por el cuerpo del empirismo britnico del siglo 18, por gente tal como John Locke, David Hume, Adam Smith y la escuela Haileyburyde Bentham en general.

Antes de volcar nuestra atencin a ese rasgo central del prximo captulo del informe, empecemos por despejar del camino los asuntos

colaterales ms importantes. Para esto, concentra tu atencin de modo directo en la definicin prctica y aprop iada del significado cientfico dela palabra imperialismo.

2. Ciencia y ecologa humana

Despus de ciertos comentarios introductorios importantes, este segundo captulo del informe se dedicar al tema de la agencia determinanteasociada con el aumento del poder de la humanidad, no slo para ampliar sus facultades p roductivas del trabajo, sino para sobreponerse a loque de otra manera sera un descenso en la capacidad de la biosfera, no nada ms para sostener un aumento de la productividad fsica tanto percpita como por kilmetro cuadrado, sino tambin para anular la tendencia a que el crecimiento demogrfico y el consumo humano previoagoten la biosfera.


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Los marsupiales (tales como el koala), dominantes en Australia antes de la colonizacin inglesa, sufrieron latoma del control de sus hbitats por parte de los mamferos, y la mayora desaparec i. Pero entre las e speciesde vida inferiores y el hombre existe una brecha insalvable. (Foto: Amaury Olivier Laporte).

Para sentar las bases de esa deliberacin cientfica decisiva, inicio este captulo con el siguiente comentario sobre aquellos aspectos de lanaturaleza y los efectos del imperialismo real que son pertinentes para esta parte del informe.

Primero que nada, como ya he puesto de relieve, contrario a Lenin y otros que vienen al caso, el "imperialismo" no fue una "etapa delcapitalismo". El imperialismo que se conoce en Europa es ms viejo que Babilonia. El "capitalismo financiero", como la socialdemocraciaalemana y Lenin lo bautizaron, es mucho ms antiguo que lo que los seguidores de Marx llamaron "capitalismo" o "socialismo". Tambin esms antiguo que la destruccin brutnica de las parcelas de tenencia de arco de la otrora orgullosa Sumeria, con la introduccin de los mismosmtodos "usureros" que se haban usado contra los agricultores sumerios. Una y otra vez, a las civilizaciones antiguas, medievales y modernaslas ha arruinado la misma prctica de la usura, usada de manera repetida para inducir a las civilizaciones del sudoeste asitico a destruirse a smismas, como por mano propia, del modo que el liberalismo angloholands extendido al orbe lo ha hecho desde la muerte de FranklinRoosevelt, y de manera ms notable desde la disolucin del ya saqueado sistema de Bretton Woods en 19711972.

La combinacin de la disolucin del sistema de Bretton Woods en 19711972, seguido rpidamente en 1973 por la depredadora conspiracinangloholandesa saudita que cre el dominio del "mercado de entrega inmediata" del petrleo angloholands sobre las finanzas del mundo,destruy el control de EUA sobre su propio dlar, y degrad al dlar monetariofinanciero mundial a la condicin de un mero juguete enmanos del Imperio Britnico. La influencia de lo que alguna vez se llam el imperialismo britnico, a diferencia del verdadero Estado nacional,ha sido un fenmeno de continua importancia en la historia europea extendida al orbe, de entonces a la fecha. [16] Como lo haba explicadoRosa Luxemburgo, y Herbert Feis despus, el imperialismo hoy, como entonces, no es ms que un renacimiento, en los 1970, de la tiranaliberal angloholandesa de un sistema financiero planetario fundado, como demostraron tanto Rosa Luxemburgo como Herbert Feis, en unsistema liberal angloholands renovado de prstamos internacionales en esencia usureros.

En realidad, al iniciar cualquier discusin sobre la situacin actual de crisis planetaria, habra que empezar con el supuesto general de que noexiste ninguna diferencia esencial, en cuanto a tipo, entre la naturaleza de las causas de la crisis general de desintegracin financiera planetaria


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que ha estado ocurriendo desde fines de junio de 2007, y la causa caracterstica del desplome de la Europa del siglo 14 en una crisis de"desintegracin" catastrfica, como la que ahora acelera a escala mundial. No sea que nos olvidemos de esa Nueva Era de Tinieblas medieval enel que ahora nos hunde de nuevo la misma clase de sistema de prstamos internacionales controlado por los venecianos que se vivi durante elsiglo 14, en esta ocasin bajo el aspecto de los derivados financieros modernos.

Por tanto, es necesario decir aqu lo siguiente sobre el tema del imperialismo en general.

Desde la cada de la dinasta aquemnida y el auge posterior de la Roma imperial tras la segunda guerra Pnica, a la Europa continental, ya seaen las regiones del Mediterrneo o ms all, siempre la han dominado instituciones polticofinancieras que gobiernan en una tradicin que

puede trazarse desde el papel que tuvo la usura en el desplome del sistema de tenencia de arco de Sumeria, va Babilonia y esto a pesar de lagrandeza del perodo intermedio del ascenso del califato de Bagdad, hasta la ruina monetariofinanciera planetaria general de hoy.

Sin embargo, tambin es cierto que ahora tenemos que escapar a esa misma clase de decadencia moral que ejerci gran influencia en lacivilizacin del continente europeo, en especial desde la sacudida de febrero de 1763, no obstante un rasgo renacentista paralelo y contrario delintervalo clsico de 17631789 en pro de EU y en contra de los britnicos. Este intervalo fue tpico de las contribuciones decisivas de factoresdel renacimiento alemn como Abraham Kstner, su estudiante Got thold Lessing, Moiss Mendelssohn, Goethe, Federico Schiller y LzaroCarnot, que por algn tiempo continuaron los hermanos de Humboldt, Johann Friedrich Herbart, etc. La generacin favorable a EU del tiempo

previo al feo choque que p rodujeron el Terror jacobino y quien en su momento fuera el protegido de Pierre Robespierre, Napolen Bonaparte,reflejaba el impacto de la naturaleza necesaria esencial de la intervencin paralela de los acontecimientos coloniales en Amrica del Norte, en elcombate a los hbitos oligrquicos moralmente corruptos que subyacan en la persistencia de esa decadencia que ya haba saturado lastradiciones modernas de la cultura poltica europea y re

L.H.Larouche Una nueva Era de Tinieblas se aproxima- El imperialismo brutánico actual

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