LEXICOGRAFÍA FILOSÓFICA TRINCADISTA · de los términos Espiritismo, Espiritualista y...

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JOSÉ R. MENDOZA VALLEJO ESTUDIO DIRIGIDO A LA ACADEMIA DE LA LENGUA CARACAS - VENEZUELA ESP I R I TUA LISMO Y Y E SP I R I S M O E SP I R I T I SM O .- D o c t r i na met a f í si c a y onto l óg i ca univ er sa l i s t a y omn í mod a , a nti d og ti c a y a nt i rr e l i g i os a l a c ua l sup one d e n e cesi d a d , l a e xi s tenc ia de un gobi er no y p o líti ca s e mpi t erno s ES PI R IT U AL I S M O . - D o c t r i na cl á si c a y p o r e x c el e nci a d e o p o s i ci ó n a l a escuel a ma t er i a l i s t a c o n r e p r esenta nt e s i l us tr ad o s y a u n h onest os y emi n ent es. E S PIRITIT ER IS M O . - C orr u pc i ón e s p i r it u a li s ta, r e p r ese nt ad a po r pe rsona s m a yor i t a r i am e n t e I nc ultas y c a si sie m p r e per v e rs a s LEXICOGRAFÍA FILOSÓFICA TRINCADISTA

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JOSÉ R. MENDOZA VALLEJO

ESTUDIO DIRIGIDO A LA ACADEMIA DE LA LENGUA

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LEXICOGRAFÍA FILOSÓFICA TRINCADISTA

ESTUDIO DIRIGIDO A LA ACADEMIA DE LA LENGUA CARACAS - VENEZUELA

LEXICOGRAFÍA FILOSÓFICA TRINCADISTA

Esta obra es de consulta indispensable para todo aquel que quiera conocer la verdadera acepción de los términos Espiritismo, Espiritualista y Espirititerismo.

En la misma, su autor, José R. Mendoza Vallejo, haciendo gala de un amplio conocimiento lingüístico, además de un profundo dominio sobre el tema, nos brinda la oportunidad de acercarnos a dos conceptos: Espiritismo y Espiritualismo, que han sido muy pobremente definidos, inclusive por la Academia de la Lengua, a la que este trabajo va dirigido. Además de familiarizar a los Espiritistas con un tercer vocablo, espirititerismo, que resulta mucho más apropiado para nombrar aquellos hermanos que realizan prácticas de brujería y magia negra, –mezclada con rituales religiosos–, que a ellos se les ocurrió llamar de la misma manera que a nuestra doctrina “Espiritismo”.

El término espirititerismo fue admitido por el propio Joaquín Trincado, a sugerencia de un adherente de la E.M.E.C.U., de México.

Contiene también un interesante discurso pronunciado por el autor con motivo de la celebración de una cena que se llevara a cabo el 06 de diciembre de 1980, en el Hotel el Conde, de Caracas, como parte de diversos actos conmemorativos del Cincuentenario de la Fundación del Consejo Nacional Venezolano, organismo principal y rector de la E.M.E.C.U., en Venezuela. El contenido del mismo a pesar del tiempo transcurrido no tiene desperdicio ni ha perdido vigencia.

¿Tú quieres ser sabio? Estudia en ti mismo, habla poco, piensa alto, observa siempre y aprende de todos”. Joaquín Trincado

JOAQUÍN TRINCADO Insigne Filósofo y Educador Español

(Reproducción de un óleo propiedad de José R. Mendoza Vallejo).

LEXICOGRAFÍA FILOSÓFICA TRINCADISTA

Espiritismo

Espiritualismo

Espirititerismo

Me resulta placentero y honroso hacer la presentación de este folleto que interesa a mi condición de profesor de Idiomas y a la de Adherente de la Escuela Magnético Espiritual de la Comuna Universal E.M.E.C.U., Escuela que tiene como sustentación filosófica el Espiritismo, vocablo cuya definición académica es objeto de fundamentado cuestionamiento por parte del hermano José Rafael Mendoza Vallejo, quien siempre ha sido persona de juiciosa atención respecto al buen decir:

Este follero se divide en dos partes:

1. La primera parte, que se intitula “Majaderías Lingüísticas, con subtítulo de “Espiritismo Definición Académica” está destinada a significar a la Real Academia Española de la Lengua, la impropiedad con que ella define lo que es el Espiritismo. La alegación por él esgrimida es por demás evidente y lógica. Y si bien la estimula la circunstancia inmediata de que tal definición lesiona a nuestra Doctrina, está presente también nuestra obligación de contribuir al perfeccionamiento de nuestro léxico, del léxico castellano. Mas no sólo se argumenta el reparo, sino que acompaña a éste un trabajo de muy especifico valor intitulado “Lexicografía Filosófica Trincadista”, que comprende el estudio de los vocablos:

A.- Espiritismo B.- Espiritualismo C.- Espirititerismo

PRESENTACION

LEXICOGRAFÍA FILOSÓFICA TRINCADISTA

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Se conjugan en estas preocupaciones lingüísticas dos definidos propósitos:

a) el de que la Real Academia Española de la Lengua revise, a los fines de enmendar, la definición del vocablo Espiritismo y

b) el de que todo el mundo y aún más los espiritistas, tengan idea clara ya no sólo de lo que es Espiritismo, sino también de lo que es Espiritualismo. Esto, porque con alguna frecuencia se incurre en el error injustificable dentro de la E.M.E.C.U. de denominar espiritualistas, irreflexiva e indiscriminadamente, a todo aquel que llamándose “espiritista” participa de las ideas religiosas. Todo trincadista bien informado deberá distinguir con justeza entre quienes reciben la calificación de espiritualistas por el simple y sólo hecho de amalgamar Espiritismo y Religión, y los que además, son practicantes de las llamadas “malas artes”, embusteros y sórdidamente perversos, todo ello religiosamente. Esta nefasta confusión que afecta a todas las Escuelas espiritistas serias, encuentra solución de diáfano entendimiento, de sencilla y popular comprensión, con la adopción de ese tercer vocablo: Espirititerismo.

Presumiblemente, todas las corrientes que por decentes y morales merezcan llamarse espiritistas e igualmente todos los espiritualistas honestos acogerán por necesidad y con agrado, este neologismo que ha venido tomando cuerpo dentro de la escuela trincadista y al que hoy damos carta de naturaleza en oportunidad de llamar la atención a la ilustre Academia de la Lengua, puesto que, en medida en que ella discierna respecto a los ingredientes viciosos que se designan con la novel denominación de espirititerismo, en esa misma medida podrá diferenciar entre Espiritismo y Espiritualismo sin perjuicio de ninguna de estas dos escuelas.

Abrigamos la esperanza de que, en alguna forma y cuantía dicho trabajo sea de provecho en el sentido expuesto, a la Academia de la Lengua. 2. La Segunda y última parte la constituye el discurso

que el Hno. José R. Mendoza Vallejo, Director del Consejo Nacional de la E.M.E.C.U. en Venezuela, pronunció en la noche del 06 de diciembre de 1980, en el hotel el Conde, de Caracas, en oportunidad de llevarse a efecto una cena, que fue el penúltimo de los cuatro importantes actos celebrados en distintos locales de esta capital durante el año, alusivos a la celebración del Cincuentenario de la Escuela Trincadista en Venezuela.

El Consejo Nacional de la Escuela Magnético-Espiritual de la Comuna Universal (E.M.E.C.U.), ha considerado necesaria la publicación de dicho discurso conjuntamente con las disquisiciones idiomáticas anteriormente señaladas pues si se estima de rigor que se dé correcta definición de lo que es el Espiritismo, no menos importante resulta también divulgar con toda claridad y sencillez, cuál la filosofía, cuál la prédica, cuál la misión de la E.M.E.C.U. en Venezuela y en el mundo, todo lo cual es diáfanamente apreciable en el referido discurso.

José C. Cánchica Graduado en el Instituto Pedagógico de Caracas y

Licenciado en Ecuación en la U.C.V.

Caracas, enero de 1981

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MAJADERÍAS LINGUSTÍCAS

PRIMERA PARTE

“ESPIRITISMO” DEFINICIÓN ACÁDEMICA

Según el Diccionario de la Lengua Española –edición déci-mo novena de la Real Academia de la Lengua–, ESPIRITISMO es: “Doctrina de los que suponen que por medio del magnetismo animal, o de otros modos, pueden ser evoca-dos los espíritus de los muertos para conversar con ellos”. Asimismo dice que espiritualismo es: ...“Doctrina filosófica que conoce la existencia de otros seres, además de los mate-riales. Sistema filosófico que defiende la esencia espiritual y la inmortalidad del alma, y se contrapone al materialismo. Al vincular o confundir la comunicación mediumnímica o de los espíritus con lo denominado “magnetismo animal”, obviamente la Real Academia Española de la Lengua está aludiendo al mesmerismo o teoría y prácticas del precursor del hipnotismo, Francisco Antonio Mesmer (1734 -1815). De esto se infiere cuan lejos está de lo que es el Espiritismo la docta corporación lingüística. Anacrónica –más de siglo y medio de atraso–, y pobre y desacertada es la definición que la Real Academia de la Lengua mantiene respecto al Espiritismo. El Mesmerismo, que tendríase como rudimento de algunas psicoterapias de la actualidad –la novel sofrología, por ejemplo–, nada tiene que ver con la comunicación de los espíritus. Esta inexactitud lexicográfica, que ha trascendido a muchos diccionarios en el mundo, respetuosamente la protestamos. No podemos decir lo mismo de la definición de Espiritualismo, pues a ésta es muy poco lo que tendríamos que objetar.

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MAJADERÍAS LINGÜISTICAS

J O S É R . M E N D O Z A V A L L E J O

Al mantener esa peyorativa definición lexicográfica acerca de lo que es el Espiritismo, la Real Academia incurre, sin proponérselo, suponemos, en virtual desconsideración lesiva a diversos hombres al mismo tiempo que por su fecunda labor han sido objeto de honroso general reconocimiento, han experimentado y defendido como doctrina moral y como disciplina filosófica-científica suya, el ESPIRITISMO. Y quizás no haya advertido aún, además, que con esa inexactitud lexicográfica ella viene favoreciendo los intereses de la Religión y del Materialismo, con un género de servicio extraño a su augusta misión.

Entre otros de los tantos pensadores ilustres que por la dignificación del Espiritismo han laborado, cuéntase el filósofo contemporáneo Don Joaquín Trincado, cuyos méritos dignose reconocer esa ilustre Corporación (a solicitud nuestra), para obtener, como en efecto obtuvimos, la figuración de él en léxicos de la Editorial Larousse: en el Larousse Manual Ilustrado, pág. 999, y en el Larousse Universal Ilustrado, pág. 200 –tercer tomo–, a partir del 1971 (1).

El hecho que ahora deploramos ha de tener, sin duda, muchos motivos o causas:

• Que la Real Academia Española de la Lengua ignore cuánto de útil a la ciencia, a la filosofía y a la moral, nos han legado hombres que precisamente por esa fecunda labor son tenidos como sabios y premiados como benefactores de la humanidad.

• Que también en esos claustros que han de ser mansión de gallardía, de discernimiento y de luz, hayan tenido preponderancia o puesto de mando enemigos del Espiritismo.

1 Efectivamente, en la página 200 de dicho tomo, se lee: “Trincado (Joaquín), filósofo y educador español (1866-1935), autor de obras de psicología, metafísica, pedagogía, etc. M. en Buenos Aires”.

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• Que no haya habido quienes formal y respetuosamente formularen a dicha Academia los reparos que modestamente ahora hacemos nosotros.

Entendemos que al hacer tales planteamientos es cívica y ciudadana obligación de quienes como nosotros, los trincadistas, sabemos la importancia de la corrección idiomática, de los beneficios de una cabal observancia semántica y, en consecuencia, de la necesidad de que una institución rectora de la Lengua, como la ya citada, se mantenga vigilante, dinámica y actualizada, para así mejor contribuir al desarrollo de las ideas universales, a la unidad del pensamiento, del concepto y acaso de los hombres mismos. No son contrarios a los que aquí sostenemos, los motivos que inspiraron la creación de nuestra Academia, allá por el 1714.

Sea por ignorancia, por incuria o por malicia, lo cierto del caso es que la docta Corporación Lingüista al definir y mantener esa anticuada y nefasta versión, induce a los lectores legos a tomar como verdad –¡“lo dice la Real Academia española de la Lengua”!– lo que no es cierto, aun cuando así lo define la docta Corporación.

Dentro de esa situación denigrante para el Espiritismo, cuán pocas son las posibilidades de que estos planteamientos o reparos provengas de sectores ajenos a la maltratada disciplina, por cultos y bien informados que fueren. Asimismo cuán pocos serán, por cobardía, los que quieran identificarse como defensores de la doctrina sobre todo si ella es, en verdad, lo que oficialmente nos dice la máxima institución rectora de la Lengua.

Muy lejos estamos de creernos lingüistas o de poseer respetables conocimientos idiomáticos, pero tal circunstancia no será la que haya de inhibirnos puesto que para advertir lo que ahora advertimos, no precisa poseer tales credenciales. Sólo un poco de Lógica, de información y acaso un poco de valor moral. Además, la pifia es más de HISTORIA que de SEMANTICA.

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En consecuencia, esperamos que la docta Institución Lingüística proceda al estudio de los reparos aquí formulados y a la rectificación correspondiente. Como espiritistas trincadistas hemos elaborado este trabajo intitulado: Lexicografía Filosófica Trincadista, en torno a los términos “Espiritismo, Espiritualismo y Espirititerismo”. Algo sobre los dos primeros vocablos nos adelantó ese insigne espiritista y fecundo escritor y hombre de ciencia, Hipólito León Denizart Rivail, más conocido como Allan Kardec. El tercero y último –Espirititerismo–, ha surgido como una necesidad advertida por los espiritistas trincadistas. Nos anima la esperanza de que este modesto trabajo sea de alguna utilidad a los honorables Miembros de la Real Academia Española de la Lengua.

A.- ESPIRITISMO B.- ESPIRITUALISMO C.- ESPIRITITERISMO

A.– ESPIRITISMO: estudio que discurre respecto a una doctrina metafísica y ontológica, universalista y omnímoda, antidogmática y antirreligiosa la cual supone, de necesidad, la existencia de un gobierno y política sempiternos, regidos por leyes inexorables al que estarían sujetos todos los espíritus del Universo, cuyo centro y matriz sería el Creador Universal. Comprendería un régimen dentro del cual han venido laborando, en constante ir y venir (merced a la reencarnación) los espíritus pobladores de la tierra en general, y a la vanguardia de éstos, misioneros y Maestros (magos, a lo Zoroastro; legisladores, a lo Moisés; monarcas, a lo Servio

Tulio; filósofos, a lo Sócrates; moralistas, a lo Jesús;

pensadores, a lo Giordano Bruno; científicos, a lo Darwin, etc.), Maestros que conforme a planificaciones previas y al desenvolvimiento antropológico-cultural del mundo, cada vez han venido dejando sus enseñanzas de progreso y de amor. El Espiritismo explicado por Joaquín Trincado instruye magistralmente respecto a esos dos inter-relacionados ámbitos de esta doctrina, universal por excelencia: a), el metafísico-apriorístico, comprensor de ese gobierno y política sempiternos; b) el sensible, el material y de los hombres, donde de las mas diversas maneras se manifiestan los espíritus.

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LEXICOGRAFÍA FILOSÓFICA TRINCADISTA

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En este ámbito se producen los más importantes fenómenos que interesan a la Parapsicología. Los propósitos de la Ley Suprema, los complicadísimos intereses de los habitantes del mundo y en especial los misioneros se benefician de esa comunicación que frecuentemente hay entre los espíritus y los hombres, a través de los médiums. Llana y fútilmente, la generalidad ha tenido por Espiritismo, la práctica de la comunicación de los espíritus; y por omisión o por comisión, también la Academia de la Lengua ha hecho suyo este lamentable error. En su magnitud así entendido, es obvio que ese Espiritismo explicado por Joaquín Trincado no tendría adherentes entre religiosos, palurdos, mediocres, frívolos, cobardes y menos aun entre inmorales.

B.- ESPIRITUALISMO: doctrina clásica y por excelencia de oposición a la escuela materialista, con representantes ilustrados y aun honestos y eminentes. Su identificación con el Espiritismo sería: en la admisión de la supervivencia del espíritu después de la muerte –desencarnación decimos los espiritistas–,la comunicación de los espíritus con los hombres y generalmente la reencarnación. Pero como en su estudio no proscriben la religión, los espiritualistas suelen sufrir las limitaciones que oponen el dogma confesional. En consecuencia, los hay que pueden respetar o respetan el Misterio y el Milagro, también como secuela religiosa. Algunos sectores espiritualistas, sobre todo los influidos por algunas sectas evangélicas, no admiten la reencarnación. Hay comunidades muy respetables que aun cuando no se distinguen con denominaciones parónimas relativas al espíritu, son doctrinalmente espiritualistas: los teósofos, los cuáqueros y aun los masones. Espiritualistas podrían considerarse asimismo, en la más alta acepción del vocablo, todos aquellos pensadores que por deístas o animistas combaten el materialismo y a sus convicciones han unido el coraje para defender la supervivencia de los espíritus, y admiti-do y cultivado la mediumnidad o conocido de ella.

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Participarían de la Parapsicología y harían progreso en ésta hasta donde su religiosidad se los permita. En el ámbito de lo rigurosamente científico podíamos reconocer como espiritualistas, entre otros, al francés René Descartes, al alemán Godofredo Leibniz, al sueco Manuel de Swedenborg, al inglés Williams Crookes y al sueco Carlos Gustavo Jung, sin olvidar a muchos ilustres hombres de la Grecia antigua. Por supuesto que esta denominación se haría extensiva también a no pocos sacerdotes de la religión católico cristiana que frecuentemente cultivan o han cultivado la comunicación con los espíritus. Entre éstos habría que mencionar al venezolano Monseñor En-rique María Dubuc, cuya cultura y convicción doctrinal espírita hizo publicas en el diario “El Nacional”, edición del 31 de octu-bre de 1960. C. -ESPIRITITERISMO: empezaremos por decir que este es un vocablo no academizado, pero de frecuente uso en el ámbito trincadista. Fue denominación ideada por un hermano mexicano, admitida y adoptada por Joaquín Trincado, pues se estimó necesario y justo dar un otro y adecuado mote a quienes la calificación de “espiritualistas” constituiría una inmerecida honra, al propio tiempo que ellos representaban ludibrio para los verdaderos espiritualistas. Por espirititerismo ha de entenderse pues lo que sería suerte de corrupción espiritualista, representada por personas mayoritariamente incultas y casi siempre perversas y sórdidamente adiestradas para el ejercicio de la maldad, mediante la práctica de la magia roja y negra –la “brujería”– los más, son descaminados seguidores de las fórmulas del desafortunado “San” Cipriano; dados a confecciones donde la religión siempre está presente y no como simple característica confesional sino como ingrediente substantivo, sine qua non, que condiciona al brujo no sólo para el ejercicio de su condenable profesión, sino para llevar acabo horrendos

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crímenes, sin escrúpulos de moral ni cargos de conciencia. Los espirititeros representarían hoy la asquerosa corriente condenada por Moisés hasta con la pena de muerte. El espirititero, además de creerse asistido por uno de los tantos “santos” de su religión, su doble condición de brujo y de feligrés le hará creer que mediante el desembolso de una buena limosna o el cumplimiento de una baladí penitencia, o acaso con sólo la confesión al sacerdote, habrá quedado en paz con su victima, que yace sepultada, y aún con Dios. El espirititerismo, se identificaría con el espiritualismo, sólo y escasamente, en aquello de que pueda admitir la supervivencia del espíritu desencarnado y la comunicación de éste con los hombres. Para los espirititeros la preocupación o interés acerca de la existencia de la reencarnación, no cuenta. Como académica o culturalmente no hay en ellos lo que podría considerarse doctrina o principios, la concepción de un Espiritismo cosmológico, con leyes inexorables y, por otra parte, el admitir que la reencarnación, no es de necesidad para sus convicciones y menos para el ejercicio de su profesión; ni el rechazarla constituye disensión dentro de los

suyos. Si un espirititero lo fuere por mera equivocación y, además, algo bueno llevare por dentro, bien pudiera tener como tramo de progreso inmediato el espiritualismo; asimismo

los espiritualistas libertos de la religión podrían tener como paso de progreso inmediato el Espiritismo. Puede darse el caso –se da– de espiritualistas que por escasez cultural, por ser supersticiosos y de dudosa moral observen conducta muy fronteriza con el espirititerismo, al punto de acarrear confusión en el medio socio-cultural donde actúan. Con lo que nunca podría confundirse a un espirititero es con un espiritista, puesto que éste siempre tendría nociones de ética y, además, evidenciaría en todo caso una característica que lo identificaría: la antirreligiosidad.

DISCURSO PRONUNICIADO DURANTE LA CENA CINCUENTENARIA

DE LA E.M.E.C.U.

SEGUNDA PARTE

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A manera de introducción, preceden a este Discurso algunos párrafos que acerca del mismo elaboró un viejo y valioso adherente de la Institución: el conocido educador de larga trayectoria en el Estado Carabobo, Licenciado Francisco López Windevoxhel. “...Dar a conocer nuestra Institución en el país, no ha sido tarea fácil. Ha sido una labor de apostolado, llena de mucho sacrificios e ingratitudes, como suele suceder cuando pretendemos avanzar contra la corriente. Pero hemos tenido más fuerza que ella. Cincuenta años han pasado del establecimiento de la E.M.E.C.U. en Venezuela. Pareciera que su labor fuera poca. Debemos reconocer es a hombres decididos y convictos, honestos y ejemplares como los que ayer tuvieron el valor de organizarla: el Coronel Silvestre Castellanos, Renato Gutiérrez Romero, Manuel S. Campos, Alfredo Farías, José Ignacio Casal, Francisco Guillén y otros distinguidos hermanos que a mi memoria escapan, así como en la actualidad hermanos de larga y vertical trayectoria en la Escuela, como lo es el autor del discurso que precedo, el hermano José R. Mendoza Vallejo, Director del Consejo Nacional de la E.M.E.C.U. en Venezuela;

es a ellos, sí, a quienes debemos el hecho de que el Espiritismo en nuestro país haya tomado hoy, un sitio de valía dentro de los círculos intelectuales de la nación, y que esté convertido en un tema de cultura por parte de los medios de difusión de masas: la prensa, la radio y la televisión en diferentes oportunidades. Todo ello, con el más alto respeto y debida seriedad.

INTRODUCCIÓN

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Como sensatamente plantea en su discurso el hermano Mendoza Vallejo, nuestra Institución en el presente siglo, abre una brecha entre la religión y el materialismo y por ello significa que la religión es sólo la necesidad de la impotencia del hombre en su ignorancia de su ser. Y en cuanto al materialismo: al materialismo le basta la materia, pero ésta no le aclara la razón de la vida y como vive sin explicarse por qué vive, cae en el escepticismo, en la negación y en la anarquía del descontento y la disconformidad con todo.

Al final de su elocuente discurso, el Director Mendoza Vallejo destaca que a nuestra Escuela se le torna dramático el ejercicio de su misión en los regímenes donde el materialismo es política y gobierno, porque en dichos gobiernos a nuestra Institución se le prohíbe el derecho de actuar; se le cierran sus puertas. Quizás convenga significar que esta adversa circunstancia no es reciente. Que en vida material del Maestro Trincado nuestros organismos en la República de México tuvieron muchos contratiempos (Véase “La Balanza”, órgano oficial de la E.M.E.C.U., números 55-56 y 58). Se nota una alerta en esas palabras. Hay en ellas una enseñanza que debe ser meditada, especialmente por parte de quienes han malentendido nuestra Institución, por parte de aquellos que “lamentablemente se llaman discípulos de Joaquín Trincado”.

Es bueno aclarar que la Escuela está contra la violencia, que sus adherentes en el presente siglo, no han venido a empuñar la espada. Nuestras armas son aún más contundentes: su fuego está en nuestras ideas, las cuales no hemos venido a imponer a nadie. Hemos venido a predicarlas y a predicarlas conscientes de que ellas han de germinar en las nuevas generaciones de espíritus que vienen a reemplazarnos, por lo cual decimos que el siglo XX será el siglo del espíritu.

FRANCISCO LÓPEZ WINDEVOXHEL

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Hermanos Adherentes de la ESCUELA MAGNÉTICO-ESPIRITUAL DE LA COMUNA UNIVERSAL. Señoras y Señores simpatizantes de la E.M.E.C.U. y amigos nuestros. Muy distinguidos hermanos todos: El Consejo Nacional de la E.M.E.C..U. en Venezuela, con el concurso de sus Cátedras de Caracas y del interior del país, está llevando a cabo esta cena fraternal como parte de la programación destinada a conmemorar, durante el presente año 1980, el CINCUENTENARIO de la Fundación de la Cátedra Regional Venezolana –hoy Consejo Nacional Venezolano–, organismo principal y rector de la E.M.E.C.U. en Venezuela. El primero de estos actos se celebró solemnemente, en el Hotel Holiday Inn de esta ciudad, el 24 de enero del presente año, porque fue el 24 de enero de 1930 cuando por iniciativa de los hermanos Coronel Silvestre Castellanos, Renato Gutiérrez Romero, Manuel S. Campos, Carlos Castellanos C., Lisandro Betancourt, Ezequiela Castorila López, Ernesto Lampe y León Bravo Adams, se fundo en Cara-cas la ya citada Cátedra Regional Venezolana, distinguida con el nombre de “AMOR Y LEY” y registrada bajo el tomo Nº 78.

He aquí el Discurso pronunciado durante la CENA CINCUENTENARIA llevada a efecto el 6 de diciembre de 1980, en el HOTEL EL CONDE, de Caracas.

N O M B R E D E L T R A B A J O

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Hoy, cincuenta años después, todavía la E.M.E.C.U. experimenta en Venezuela –igual que otros países– la desfavorable circunstancia de no ser debidamente conocida su doctrina y quizás un tanto mal entendida, incluso por algunos que por allí, lamentablemente, se llaman discípulos de Joaquín Trincado. Y si esto acontece en personas que algo han visto de nuestra doctrina –fortuna que representan ínfima cuantía–, ¿qué esperar entonces del común de la humanidad, de esa humanidad que se deslumbra no con verdades de valor específico sino con sofismas demagógicos; habituada a los

juicios superficiales cuando no equívocos acerca de los porqués que circundan la Vida. Acostumbrada a los mayores beneficios con la práctica del menor esfuerzo y mejor sin esfuerzo alguno; confiada en la falacia de una presunta

salvación de las almas, que es promesa-señuelo de todas las religiones, desde las más antiguas hasta las más modernas y sofisticadas?

¿Qué halagadoras perspectivas pueden alentar Escuelas como la nuestra, que se sustentan de la moral, del racionalismo, de la trascendencia de espíritu humano, de los valores eternos de la reencarnación; que es ANTIDOGMATICA;

que al margen de politiquería propugna la LIBERTAD, la IGUALDAD, la FRATERNIDAD universal y que cree firmemente en la Justicia Divina? Con el trincadismo, encaramos una humanidad signada por la ignorancia, por la avidez de recursos pecuniarios e indiferente al dolor del semejante; que se debate desorienta y

vacilante entre esa bipolaridad RELIGIOSO-MATERIALISTA que todo lo vulnera; humanidad anímicamente alucinada con la

precaria creencia en un Dios, al que ella no ama sino que teme, y que por no estar identificado con la Justicia Universal, dispensa perdones y cohonesta delitos de todo género, a los que esta religiosa sociedad ya está acostumbrada…

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Es un Dios pigmeo y venal, y que por venal sirve más y mejor a los ricos que a los pobres. No se concibe, dentro del contexto doctrinal religioso en especial en el mundo occidental, un Dios con leyes que establezcan la reparación de todo daño, la cancelación de toda deuda, la justicia inflexible, como la que se enseña en nuestra Escuela: el Dios Creador universal en que se inspira Jesús de Nazareth cuando dice: “pagarás hasta el último cornado”.

El arriba ya descrito panorama de la RELIGION y para los religiosos en general. ¿Y el otro, el que sería reverso de la medalla, el de oposición, el que inspira a otra parte de la humanidad, cuál es? Es el MATERIALISMO, el que para debilitar las huestes confesionales que lo adversan e incrementar a la vez las suyas propias, dice a los hombres: “no seáis tontos. No hay Dios ninguno, ni existe el espíritu. No hay ningún más allá después de la materia y menos aún después de la muerte. Risible la creencia de que pueda haber Ley o sanción ulterior alguna”.

Si, apreciados amigos y hermanos nuestros, ésas tenemos: de un lado un Dios que encarna todos los vicios y malas costumbres de los hombres que lo forjaron y que lo representan; un Dios

que distrae con quimeras y que con las mismas desvía al hombre, consecuencialmente, de lo honesto y de lo justo: es la negación de ese Hacedor Universal concebido por todos aquellos eminentes pensadores que han profundizado sin prejuicios acerca de la Causa Primera, del amor, de la fraternidad, en concordancia con las armónicas leyes que rigen la Vida en todas sus instancias.

Es el enfrentamiento ideológico y experimental del espíritu y la materia, cada vez más cruento e influyente en el destino del hombre y de la sociedad. Es fiera batalla, generalmente ayuna de hidalguía, porque es casi siempre la fuerza de la razón contra la razón de la fuerza y, tras la victoria, inescrupulosamente

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buscada, vale todo… !Vale la trampa, la violencia, el abuso de poder, el crimen!

En esa dramática alternativa, el hombre que nada bueno y firme tenga por dentro, ni frente a él ningún principio doctrinal que lo oriente, acaba por desentenderse de toda preocupación trascendental. Entonces, su vida habrá de transcurrir entre la indiferencia y el nihilismo, actitudes que de ningún provecho para él como trascendente criatura del Universo, ni como pasajero individuo de la sociedad donde se mueve. Difícil por demás, pues, la situación de una Escuela que por las razones expuestas ha de estar a igual distancia de la religión con sus Dioses, que del materialismo sin Dios. Sí, lejos, lejísimos de estas instituciones confesionales, que de antaño se autoproclamaron encargadas, por Dios, de la moral de las almas y de su salvación, pero también lejos, lejísimos, del credo materialista, porque si bien éste puede acreditarse –lo reconocemos– como antítesis de bastardas especulaciones religiosas que en el hombre promueven la superstición, merman la creatividad y afectan su bolsillo, no es menos cierto –¡cruda realidad que sufrimos!– el que a nuestra Escuela se le torna más dramático el ejercicio de su misión dentro de los regímenes donde el materialismo es política y gobierno, porque el imperio de tales gobiernos, generalmente omnímodos, a la E.M.E.C.U. se le reprime o se le prohíbe el derecho de actuar. Legal y efectivamente no le es posible existir.

Muchas son las causas y diversas las consideraciones que habrían de estudiarse frente a la hostilidad de que es

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objeto la bondadosa, moral y fraternista doctrina de la E.M.E.C.U., hostilidad que en grado tal no sufre la religión, pese a ser “el opio del pueblo”, según se ha dicho. Entre esas muchas causas podría privar, UNA: el juicio muy superficial y soberbio en que se reincide de conceptuar religiosa a toda doctrina que, como la nuestra, sea deísta y trascendentalista. OTRA: que la naturaleza de nuestros postulados de “LIBERTAD DE HOMBRES Y PENSAMIENTOS”, rebasan, los de todos los sistemas o regímenes políticos, sociales y religiosos. Rebasan, porque siempre van mucho más allá del ámbito material y materialista y de los requerimientos fisiológicos –“no sólo de pan vive el hombre– y siendo así, esos postulados nuestros constituyen frentes de oposición inadmisible.

Desde el punto de vista religioso y desde el punto de vista materialista y político-social reinantes, estamos solos, sin aliados y adversados por esas dos poderosas fuerzas que dominan el mundo o que se disputan el dominio del mundo. No extraña, en cambio, que la generalidad de los que por allí enarbolan bandera de REVOLUCIÓN (¿?), cuenten siempre con Roma o cuenten con Moscú.

Para perseverar en una postura tan singular como la de los adherentes trincadistas, requiérese no de una mera información cultural de lo que es bueno y de lo que es malo, de lo que es verdad y de lo que es mentira, de lo que es justo y de lo que es injusto, no. Eso y sólo eso no basta, porque eso y sólo eso no mueve a todo hombre. Lo que se precisa es una doctrina como la nuestra y una espiritual y sentida y profunda identificación con ella porque sus postulados los tengamos como verdades: como verdades que se correspondan con nuestra moral y con nuestros sentimientos.

Nuestro tesón no languidece ante el hecho de que nuestras cátedras no lleguen a ser organismos masivos, porque

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estamos conscientes de que en los tiempos que corren no abunda material humano para el género de empresa que adelanta la E.M.E.C.U.

A pesar de todas las adversidades ideológicas que nos afectan, henos aquí, apreciados amigos y hermanos nuestros, no sólo existiendo y resistiendo, sino optimistas y numéricamente un tanto crecidos –en Venezuela ya somos decenas de miles–, celebrando hoy, jubilosos, la diligencia y decisión valiente que se produjo en este país hace ahora CINCUENTA AÑOS, cuando un reducido grupo de insignes venezolanos arriba mencionados, a despecho de la siempre prepotente religión y de la más recia dictadura que ha tenido Venezuela, promovió y llevó a efecto la fundación del ya citado organismo Regional-Nacional que orgullosamente representamos. Entonces, como ahora y como siempre, inspirados en los principios universales, tan antirreligiosos como antimaterialistas, de LIBERTAD, IGUALDAD, PAZ, AMOR y JUSTICIA que nos infundiera nuestro Maestro, el filósofo contemporáneo y fecundo polígrafo, Don Joaquín Trincado, del que siempre recordamos, con propósito de llevar a la práctica, aquello de: ¿Tú quieres ser sabio? Estudia en ti mismo, habla poco, piensa alto, observa siempre y aprende de todos”.

Señoras y señores, hermanos todos, muchas gracias por su generosa atención.

J.R.M.V.

Lexicografía Filosófica Trincadista 1ª edición. Caracas, febrero 1982. Talleres Litográficos de CORPOIMPRE 2dª edición, Caracas, enero 2012. ESCUELA ELIPSE

3dª edición -Digitalizada- Caracas, febrero 2018. ESCUELA ELIPSE

Para la publicación digitalizada del presente trabajo se efectuaron algunos cambios de tamaño de letra y forma con la finalidad de facilitar su lectura, lo que trajo como consecuencia que la numeración de las páginas no siempre coincidan con la versión original del folleto: “ LEXICOGRAFÍA FILOSÓFICA TRINCADISTA”.