levi strauss parcial domiciliario antropología
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Evaluación Corrientes Antropológicas IV
Alumna: Melina Di Santo 1136/3
I) Las referencias bibliográficas están especificadas en cada
consigna.
II) 1.La referencia bibliográfica correspondiente al texto de la
consigna II es la siguiente: Lévi-Strauss Claude (1965) Capítulo 4:
“Hacia el intelecto”, pág 118-119. En: “El totetismo en la
actualidad”. Fondo de Cultura Económica, México.
Como mencionamos anteriormente, el texto citado pertenece al
“totemismo en la actualidad”, por tanto las ideas allí expuestas,
deben entenderse en el contexto mayor de los conceptos
fundamentales que plantea en la obra en cuestión.
En primer lugar, Lévi-Strauss comienza puntualizando las
confusiones o las “ilusiones” que pesan sobre los intentos de una
definición del totemismo. Lo que los etnólogos habían hecho hasta
ese entonces, era aislar ciertos aspectos de los fenómenos
observados, construyendo luego una unidad artificial a la cual
bautizaban con el nombre de totemismo. Por ejemplo: Frazer lo
definía como la conjunción de tres fenómenos, la organización en
clanes, la atribución a los clanes de nombres animales y vegetales, y
la creencia de un parentesco entre el clan y el tótem. Otro etnólogo
refutaba esta definición argumentado que hay indígenas que tienen
tótem pero no clanes, o que tienen clanes pero no tótem. Lo que
resultaba de esto era una multiplicidad de definiciones de
“totemismo”, siendo unas tan restringidas o específicas que
terminaban por excluir lo que comúnmente se llamaba totemismo, y
otras tan generales que incluían una serie de fenómenos que no
podrían ser denominados como totemismo. Ante esta situación, Lévi-
Strauss planteará que el supuesto totemismo se sustrae a todo
esfuerzo de definición de “carácter absoluto”, pues “…el totemismo
es una unidad artificial, que existe solamente en el pensamiento del
1
etnólogo y a la cual nada específico corresponde fuera del mismo”
(Lévi-Strauss, 1965: 23).
Para explicar el totemismo, Lévi-Strauss lo piensa como un
sistema compuesto por dos series de cuatro términos:
Los de la serie Naturaleza: Categoría/Individuo
Los de la serie Cultura: Grupo/Persona
Propone luego asociar de dos en dos los términos provenientes
de cada serie, con lo cual se obtienen cuatro combinaciones (1
Categoría-Grupo, 2 Categoría-Persona, 3 Individuo-Persona, 4
Individuo-Grupo). Porque: “Lejos de ser una institución autónoma,
definible por caracteres intrínsicos, el totemismo o lo que pretende
ser totemismo, corresponde a algunas modalidades arbitrariamente
aisladas de un sistema formal ” (Lévi-Strauss, 1964: 116).
El totemismo parecía como algo extraño y misterioso, en la
medida en que se desconocía el conjunto de las relaciones, la serie
completa. Entre los etnólogos reinaba una gran confusión, se
agrupaban con la misma designación, tanto la identificación frecuente
de seres humanos con plantas o animales (espíritus protectores,
guardianes) cuanto la designación frecuente –pero no universal- de
los grupos por medio de nombres vegetales o animales. Cuando en
realidad se trata de fenómenos muy diferentes, para Lévi-Strauss.
Pues la relación 1 (animal-grupo), la del “totem” se muestra
metafórica, al relacionarse el grupo con el animal por una cuestión de
semejanza más que de contigüidad (más adelante, cuando
desarrollemos las distintitas interpretaciones del totemismo, veremos
en que consiste esta semejanza entre las especies y el grupo, para
Lévi-Strauss). Mientras, que la relación 3 (espíritu guardián-persona)
es metonímica, de contacto directo o contigüidad.
La semejanza en la relación que une al grupo con una especie
no es de carácter psicológico o moral, sino que es más bien una
semejanza entre sistemas de diferencias, los hombres al ser
diferentes entre ellos se parecen a los animales que también se
diferencian entre ellos. Hay una homología entre la clasificación
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humana y la clasificación animal, que permite que se pongan en
correlación y en oposición, por una parte una pluralidad de grupos, y
por otra parte, una pluralidad de especies.
Lévi-Strauss reivindicará a la “segunda teoría” sobre el
totemismo de Radcliffe-Brown (1975), porque esta permite
comprender la semejanza entre las especies totémicas. Lo que el
antropólogo inglés pudo darse cuenta a través del análisis
comparativo en diversas culturas, es que divisiones exógamas como
las de Nueva Galés del Sur –denominadas halcón/águila-, se repiten
en otras regiones del mundo –como los Haidas del NO. de
Norteamérica que se dividen en dos mitades exógamas, denominadas
águila/cuervo-, y que en realidad expresan un rasgo universal del
pensamiento humano -presente también en la división por
generaciones alternas, en juegos competitivos,etc.-, por el cual se
piensa por medio de pares de contrarios. Así es que, todas estas
divisiones representan “…la aplicación de determinado principio
estructural. La relación entre las dos divisiones, que aquí hemos
llamado de oposición, es la que separa y une y que, por tanto, nos
presenta un tipo especial de integración social” (Radcliffe-Brown,
1975: 140).
El “totemismo", en última instancia, se pueden explicar como
formas de clasificar el universo, y la oposición básica, por la cual este
proceso se desarrolla, se realiza entre las categorías de "naturaleza"
y "cultura". Lévi-Strauss piensa que las categorías utilizadas en estas
culturas son las más idóneas para pensar y que no necesariamente se
originan en necesidades utilitarias como plantea Malinowski. Es decir,
que estas categorías y sus significaciones sirven para pensar, y no
sólo para vivir el mundo, “para comer”. Ahora bien, los sentidos y
órdenes que se analizan en el esquema totémico se desarrollan en
base a oposiciones binarias o a correlaciones binarias (por ejemplo, al
margen de la serie natural/cultural se reproducen otras oposiciones
como individuo/grupo, animales/hombres, etcétera), las cuales son
operaciones del inconciente o del “espíritu humano”.
3
A raiz de lo expuesto, es que puede entenderse el papel que
Lévi-Strauss (1968b) le otorga a la Lingüística, especialmente la
fonología de Troubetskoi. Los métodos de la fonología (que trata de
sumergir todas las "lenguas" bajo una idéntica base de oposiciones
binarias) suministran un modelo a Lévi-Strauss para mostrarnos la
manera de explicar los fenómenos colectivos. Argumentan que existe
un sistema implícito de constricciones mentales que operan por
medio de oposiciones binarias y que ordenan la lengua en una
totalidad organizada. Las oposiciones binarias son la base sobre la
cual todas las lenguas se originan. Aquí la lingüística, para Lévi-
Strauss, ofrece una analogía para crear o constituir el "objeto social"
de la antropología y simultáneamente establecer el método que lo
descifraría. El método que Lévi-Strauss “transplanta” de la fonología a
la antropología, y que constituye la base del análisis estructural,
consta de cuatro pasos:
1- La fonología pasa del estudio de los fenómenos
lingüísticos concientes al de su infraestructura inconciente.
2- No estudia términos por separado, sino relaciones entre
los términos.
3- El juego de estas relaciones necesarias constituye un
sistema.
4- Por deducción lógica se pueden acceder a leyes
generales.
Esta transposición es posible porque Cultura y lenguaje tienen
una arquitectura similar: “Una y otra se edifican por medio de
oposiciones y correlaciones, es decir, de relaciones lógicas” (Lévi-
Strauss, 1968b: 110)
II) 2- a.
Lévy-Bruhl
En la mentalidad primitiva (Lévy-Bruhl, 1956), este autor
sostiene que el principal motor del pensamiento en los primitivos se
relaciona con la subsistencia, con la satisfacción de necesidades
4
básicas. Idea contraria a la de Lévi-Strauss, quien afirma: “En El
totemismo en la actualidad o en El pensamiento salvaje, por ejemplo,
intenté demostrar que esos pueblos que consideramos totalmente
dominados por la necesidad de no morirse de hambre, de
mantenerse en un nivel mínimo de subsistencia en condiciones
materiales muy duras, son perfectamente capaces de poseer un
pensamiento desinteresado, son movidos por una necesidad o un
deseo de comprender el mundo que los circunda, su naturaleza y la
sociedad en que viven ” (Lévi-Strauss, 1986: 37).
Existe una tendencia en la mentalidad primitiva a explicar los
acontecimientos por razones sobrenaturales, y esto es producto, no
de una imposibilidad biológica o “incapacidad constitucional”, sino de
que la mente primitiva es prelógica, el espíritu primitivo tiene
características diferentes al pensamiento del occidental: es
indiferente a las relaciones causales de los fenómenos, a los cuales
explica por medio de lo “sobrenatural”, tiene una “aversión por el
razonamiento y la reflexión”. Lo que en gran parte se debe, a que sus
representaciones colectivas evocan de inmediato la acción de
potencias místicas, están imbricadas en una red de “participaciones
místicas”. Para el caso de las relaciones entre los hombres y los
animales, como en el caso de la relación entre un hechicero y el
cocodrilo, están regidos por la “ley de participación”, por la cual el
hechicero deviene cocodrilo sin por ello confundirse con él.
Malinowski
Este antropólogo desarrolla una perspectiva más bien biológica
y psicológica que propiamente etnológica, pues sus ideas sobre el
totemismo son de tipo utilitaria, naturalista y afectiva, en opinión de
Lévi-Strauss. Malinowski dirá que el totemismo recurre principalmente
a animales y plantas, porque estos representan la fuente principal de
sustento de la tribu, y este tema es generador de emociones
intensas, en tanto es una de las necesidades básicas del ser humano.
La afinidad que existe para él en el totemismo, entre el hombre y las
especies animales –y las prohibiciones alimenticias-, se debe a una
5
semejanza física claramente visible y al deseo de dominio de esas
especies que inspiran en el hombre sentimientos de temor y
admiración –si hombre y especie participan de la misma naturaleza,
el hombre puede ejercer más fácilmente su dominio-
Vale la pena mencionar aquí a Radcliffe-Brown, pues Lévi-
Strauss considera que en “su primer teoría” presente en “Estructura y
función en la sociedad primitiva” sus planteos teóricos sobre el
totemismo están a tono con las explicaciones funcionalistas. El
totemismo es considerado como la relación existente entre el hombre
y una especie natural, que por tener esta última un efecto benéfico
en lo material o espiritual de una sociedad, determina que esta sea
objeto de una actitud ritual.
La principal crítica que Lévi-Strauss realizará a las
interpretaciones funcionalistas del totemismo –llamadas por él como
teorías de la utilidad subjetiva-, es que las especies totémicas no son
elegidas en función a objetivos utilitarios, en tanto existen muchas
especies de animales y plantas que no tienen valor económico o
pragmático alguno. Mientras que las explicaciones de elección de
tótems –como el cadáver, el vómito, la risa- por la carga afectiva
implicada en ellos. Es decir, por ser hechos que producen altos
niveles de ansiedad o temor, no tienen sustento para Lévi Strauss,
porque “la ansiedad no es una causa”, “las emociones y las pulsiones
no explican nada son siempre el resultado”. Invierte la fórmula de
Malinowski al señalar que “…no se debe a que los hombres
experimenten ansiedad en algunas situaciones el que recurran a la
magia, sino que, porque recurren a la magia, estas situaciones son
generadoras de ansiedad” (Lévi-Strauss, 1965: 102). Lo mismo se
aplica a las ideas de Radcliffe-Brown, una actitud ritual hacia una
especie no se debe a que ella es generadora de interés, sino que la
actitud ritual hacia una especie es la que genera el interés.
Firth y Fortes
Estos autores descartan que el elemento común a las especies
totémicas consista en un componente utilitario o mágico. El avance
6
que la propuesta teórica de Firth y Fortes, implica con respecto al
totemismo funcionalita, es la existencia de una semejanza perceptible
por los sentidos, entre la especie totémica y la unidad social a la cual
le presta el nombre. Esta conexión no se explica como consecuencia
de una afinidad sustancial, por una relación de contigüidad –esto es,
porque se desciende de la especie, porque participa de su naturaleza,
porque se consume su carne, etc.- , sino como consecuencia de una
semejanza de orden físico o moral. Por esto, Lévi-Strauss denomina a
esa teoría como una analogía objetiva, que si bien significa una
mejora con respecto a la utilidad subjetiva funcionalista, termina por
ser una interpretación muy acotada. Pues, sólo puede aplicarse a las
culturas que poseen un culto muy desarrollado de los ancestros, y a
las formas de totemismo principalmente animal.
Evans-Pritchard
Al postular que la relación entre grupos humanos y especies
naturales es de orden metáforico, Evans-Pritchard pasa de una
analogía objetiva –Firth y Fortes- a una analogía formal, de una
analogía externa a una homología interna. Al plantear con el ejemplo
de los gemelos, que estos no son aves porque se confunden con ellas,
o porque se le parecen, sino porque los gemelos son, en relación con
los demás hombres, lo que las “personas de lo alto” ante las
“personas de abajo”, en relación con las aves, lo que las “aves de
abajo” son por relación a las “aves de lo alto”; Evans-Pritchard está
indirectamente diciendo que la semejanza que suponen las llamadas
representaciones totémicas se establece entre dos sistemas de
diferencias. El problema de las formulaciones de Evans-Pritchad,
según Lévi-Strauss, fue que no pudieron separarse del todo de las
propias concepciones indígenas nuer, de forma tal que: “…presenta
una interpretación general en el lenguaje de una sociedad particular y
así limita su alcance”(Lévi-Strauss, 1965: 121).
II) 2- b. La referencia bibliográfica correspondiente al ejemplo
de los gemelos pertenece a la obra de Evans-Pritchard “La Religión
7
Nuer”, Cap. V “El problema de los símbolos”, pág. 155-158. Ed.
Taurus
8
III) 1- El fragmento de “El Pensamiento Salvaje”, guarda
estrecha relación con lo planteado en la consigna anterior sobre el
totemismo, al postular que esta obra es una “teoría sobre las
superestructuras”, pues los mitos no tratan de explicar un orden
natural, sino un “orden lógico”. Si bien reconoce la influencia de la
infraestructura –es decir, del medioambiente y las condiciones
socioeconómicas-, los mitos y las clasificaciones totémicas –la
superestructura- pueden entenderse o tienen un significado, que
depende de las leyes propias del sistema, por eso “…los sistemas de
denominación y de clasificación, comúnmente llamados totémicos,
sacan su valor operatorio de su carácter formal…” (Lévi-Strauss,
1964: 115).
Las clasificaciones propias del “pensamiento salvaje”
introducen un orden. Este orden (o relaciones lógicas) se desarrolla
por "leyes" de oposiciones binarias que emanan, en última instancia,
del inconsciente.
III) 2- Al replantear el estudio de la relación avuncular, Lévi-
Strauss (1968a) muestra que ésta es independiente del tipo de
filiación que se adopte. Ahora bien, observando la totalidad de
parientes implicados –hermano, hermana, marido de la hermana y su
descendiente, sobrino del tío materno- cabe observar que son
interdependientes, que forman un sistema y que por lo tanto deben
analizarse conjuntamente. Así, la relación tío materno/sobrino uterino
es a la relación hermano/hermana como la relación padre/hijo es a la
relación esposo/esposa.
De modo que conociendo un par de relaciones puede deducirse
el otro par.
Asi, el avunculado para ser comprendido debe tratarse como
una relación al interior de un sistema y es el sistema mismo el que se
debe considerar en su conjunto para percibir su estructura. Cuatro
términos unidos entre sí por dos pares de oposiciones correlativas
9
tales y que en cada una de las dos generaciones implicadas existe
siempre una relación positiva y una relación negativa.
10
IV) 1- El texto de Malinowski pertenece a la obra “Crimen y
costumbre en la sociedad salvaje” (1985), Cap VIII, pág. 65-66.
Un tema central que planteará en esta obra y que también
había desarrollado en “Los Argonautas del Pacífico Occidental”, es
que en la vida nativa como en el caso de los trobriandeses, las más
diversas actividades, tales como la relación matrimonial, el
intercambio de comida entre poblados, las ceremonias mágicas y
religiosas (si bien Malinowski aclara que en “Los argonautas del
Pacífico Occidental” distinguía una categoría de presentes que no
entraban en las cadenas de regalos recíprocos, distinción que más
adelante deja de lado), forman parte de un sistema de servicios y
deberes recíprocos en el cual los grupos desarrollan un juego de dar y
tomar.
Lo que Malinowski pudo comprobar ya con el estudio del
sistema del Kula (institución donde diversos aspectos, económicos,
ceremoniales y religiosos se entrelazan e influyen mutuamente), era
que este intercambio recíproco de presentes no está motivado por
razones de orden económico, no hay regateo ni trueque, como
motivaciones principales del intercambio. Lo que motiva el
intercambio es la reciprocidad, erigiéndose esta última como base
de la estructura social. Se está en presencia de un sistema de
regalos, deberes y beneficios mutuos basado en la reciprocidad.
Malinowski considera que la reciprocidad sobre la que se funda
la estructura social de los trobriandeses es un principio de status
legal. Con esto quiere significar que las reglas que establecen
obligaciones recíprocas son una categoría especial dentro del cuerpo
de costumbres. El cuerpo de costumbres está integrado por: reglas
vinculadas a lo sagrado que se siguen porque tienen una sanción
religiosa, reglas como el aprendizaje de un oficio que se siguen
porque son útiles y prácticas, otras que se siguen por la fuerza de la
costumbre, y finalmente un tipo especial de reglas, las reglas del
derecho primitivo o reglas jurídicas “que corresponden a nuestro
derecho civil”, que son las que regulan la mayoría de los aspectos de
11
la vida de la tribu y las relaciones personales entre parientes,
miembros del mismo clan, que fijan las relaciones económicas, el
ejercicio del poder y de la magia. “Estas reglas del derecho civil son
elásticas y poseen una cierta laxitud (…) La rigurosidad de su
cumplimiento se asegura por la apreciación racional de causa y
efecto por parte del nativo”(Malinowski, 1985: 74). Entonces, según lo
anterior, los nativos dan y reciben porque razonan concientemente
que es algo que les conviene, pues si no se cumpliera con las
obligaciones recíprocas, se desobedecería la ley, y se quedaría por
fuera del orden social y económico.
Lévi-Strauss
Los fragmentos citados en esta consigna pertenecen a “Las
estructuras elementales de Parentesco” Vol.1. Capítulo capítulo V y
VIII, páginas 92 y 157, respectivamente. Ed. Paidós, Bs. As., 1968.
Lévi-Strauss destaca, en la “Introducción a la obra de Marcel
Mauss” (1979), la importancia de las conclusiones aportadas por
Mauss respecto a la teoría de la reciprocidad. Reconociendo, por otra
parte, que ya Malinowski había arribado a las mismas conclusiones en
“los argonautas del Pacífico Occidental”, dos años antes que “El
ensayo sobre el don” de Mauss.
Lévi-Strauss –al igual que planteaba Malinowski- señalará que
los regalos intercambiados en las sociedades primitivas en los
llamados “sistemas de prestaciones totales” de Mauss, no son
simples bienes económicos resultado de transacciones comerciales,
sino que deben entenderse como donaciones recíprocas. Se está en
presencia de “un hecho social total”, es decir de un hecho de
connotaciones a la vez sociales, religiosas, mágicas, económicas,
sentimentales y jurídicas. De modo, que el intercambio recíproco de
presentes consiste en un conjunto de maniobras, concientes e
inconcientes en el terreno de las alianzas y de las rivalidades.
El intercambio matrimonial forma parte de las formas de
intercambio que engloban a los bienes materiales, los derechos y las
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personas. Intercambios matrimoniales y económicos forman parte
integrante de un sistema fundamental de reciprocidad. Dentro de
este hecho universal del intercambio, el de las mujeres es el más
fundamental. Las mujeres son el bien por excelencia. La prohibición
del incesto constituye una regla de reciprocidad, que garantiza el
intercambio y que hacen posible la existencia de la sociedad, al
establecer que un hombre de un grupo no pueda obtener una mujer
más que a manos de otro hombre, el cual se la cederá bajo la forma
de hermana o hija, a cambio el donador recibirá una mujer del grupo
al que le ha donado una mujer –en términos generales-.
La prohibición del incesto interviene sobre la necesidad de
evitar el aislamiento, propiciando relaciones entre grupos y abriendo
la posibilidad de crearse parientes. Así, la prohibición tiene su reverso
positivo, la exogamia que impone alianzas fuera del grupo familiar
inmediato.
IV) 2- La explicación que Mauss utiliza para dar cuenta de la
obligatoriedad de las prestaciones, el principio de derecho y de
interés que exige en las sociedades de tipo primitivo o arcaico que el
don deba retribuirse, es el Hau. El “taonga” -regalo-, así como todas
las cosas de propiedad personal, poseen un hau, una fuerza
“espiritual” de las cosas que las obliga a volver al lugar de origen y a
quien recibió un regalo devolverlo.
A esto, Lévi-Strauss señalará que el hau no es la razón última
del cambio, sino la forma consciente bajo la cual los hombres de una
sociedad determinada han comprendido una necesidad inconsciente,
cuya razón es otra. Por eso, lo que Mauss debería haber hecho es
someter a crítica objetiva la concepción indígena para poder llegar a
una realidad de fondo, que seguramente ha de encontrarse en las
estructuras mentales inconscientes –se puede llegar por medio del
lenguaje o instituciones- más que en las elaboraciones conscientes.
Vemos aquí, como Lévi-Strauss sostiene una explicación muy
diferente a la desarrollada por Malinowski, acerca de las razones del
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intercambio recíproco. En el caso de este último, como ya
mencionamos, se apela a una obligación de carácter jurídico, que es
ejecutada de forma conciente por los sujetos. En el caso de Levi-
Strauss (Lévi-Strauss, 1979: 38): “El cambio no es un complejo
edificio, construido a base de las obligaciones de dar, recibir y
devolver, con ayuda de un cemento afectivo y místico, sino una
síntesis inmediatamente dada, a y por el pensamiento simbólico, que
tanto en el cambio como en cualquier otra forma de comunicación,
supera la contradicción que le es inherente de considerar las cosas
como elementos de diálogo”.
14
V) En el Cap. XXVIII, “El pasaje a las estructuras complejas”, de
las “Estructuras elementales de Parentesco” (Lévi-Strauss, 1993),
Lévi-Strauss expondrá su interpretación de la Lobola. En el territorio
africano se produce un predominio del intercambio generalizado (si
un hombre A se casa con una mujer B, un hombre B se casa con una
mujer C, y un hombre C se casa con una mujer A), y también es el
ámbito donde mejor se presenta el matrimonio por compra. Lévi-
Strauss no acuerda con las explicaciones de la lobola como una dote
–pues al contrario de lo que ocurre con la dote que pasa a la familia
del novio, los bienes pasan a la familia de la novia- o como un pago
por la mujer –pues la mujer no es propiedad del marido, no puede ser
vendida por él, y la mujer puede volver a su familia si así lo quiere sin
tener que devolver la lobola a su marido, cuando hay una causa justa
para la separación -.
En África del Sur, la lobola consiste en ganado, que hace de
intermediario entre dos grupos entre los que se establece el
matrimonio. No es un pago, pues no es un acto unilateral, sino que es
un acto bilateral. En tanto, la alianza entre dos grupos implica la
reciprocidad, instaura obligaciones recíprocas, entre las cuales la
lobola representa sólo el inicio de un ciclo de intercambios mutuos.
“La inclusión de las mujeres en el número de las prestaciones
recíprocas de grupo a grupo…, es una costumbre tan general (…) el
matrimonio se considera en todas partes como una ocasión
particularmente favorable para la apertura o el desenvolvimiento de
un ciclo de intercambios” (Lévi-Strauss, 1968: 103)
Esto se da de esa manera, porque para Lévi-Strauss, el sistema
de parentesco es un sistema de símbolos donde se intercambian
mujeres. Las mujeres pueden convertirse en símbolos, puesto que las
mujeres satisfacen necesidades que se pueden demorar,
convirtiéndose en símbolos de algo. La mujer, que es el principal bien
intercambiado en el matrimonio, llega a estar representada
simbólicamente, en la lobola, por los bueyes –o lanzas y azadas, en
otros casos-. Esta equivalencia entre mujer y ganado, queda
15
evidenciada en la relación de especial respeto que existe entre el
marido y la mujer del hermano de la mujer, siendo que las relaciones
sexuales entre ellos son consideradas incestuosas, porque la cuñada
–esposa del hermano de la mujer- fue comprada con los bueyes que
se entregaron a cambio de la esposa, y simbólicamente los bueyes,
son mi carne, y por ende simbólicamente la cuñada pertenece a mi
clan.
La lobola no es otra cosa que una forma de intercambio
inherente a toda institución matrimonial, pero que si bien es
compatible con todas las formas de intercambio (restringido y
generalizado), se adapta mejor al intercambio generalizado o
indirecto, ya que la práctica de la lobola propicia, en vez de
intercambios inmediatos y actuales, intercambios virtuales y
diferidos, que impiden la formación de un ciclo corto. Y garantizan
así, que los bueyes, las lanzas o las azadas, cumplan un amplio
circuito en el que varias familias habrán entregado hermanas e hijas
sin recibir esposas. Pues en lugar de estas, reciben bienes
privilegiados –como bueyes o lanzas- equivalentes a mujeres, que
podrán ser cambiados en un futuro por una mujer (hija o hermana de
un grupo que recibirá a cambio lanzas, azadas o bueyes).
Radcliffe-Brown
Este exponente del estructural-funcionalismo inglés desarrolla
su interpretación de la Lobola en el libro “Estructura y Función en la
sociedad Primitiva” (Radcliffe-Brown, 1986). Allí, sostiene que la
lobola es una costumbre sudafricana mal llamada pago de la novia,
que consiste en el “pago” hecho en ganado a la familia de la
muchacha como compensación por su pérdida, cuando ésta es
tomada en matrimonio. Si una familia efectúa el pago adecuado, los
hijos de la mujer por la cual se efectúa el pago, pertenecen a aquella
familia y sus dioses son los suyos, siendo, entonces, una de las
funciones fundamentales de la lobola fijar la posición social de los
hijos de un matrimonio. “Los nativos consideran que el más fuerte
16
vínculo es el que existe entre madre e hijo” (Radcliffe-Brown, 1986:
40) y debido a la extensión, hay un vínculo muy fuerte entre el niño y
la familia de su madre. En sociedades patrilineales la función de la
lobola no consisten en destruir ese vínculo, sino en modificarlo y
situar a los hijos definitivamente en la familia y en el grupo del padre
para todo aquello relativo no sólo a lo social sino también a la vida
religiosa de la tribu. Si no se paga lobola, el niño pertenece
inevitablemente a la familia de la madre, aunque su posición
entonces es irregular. Pero la mujer por la que se paga lobola no se
convierte en miembro de la familia del marido. Resumiendo, podría
decirse que la explicación de la lobola de Radcliffe-Brown tiene como
base el principio de descendencia
Evans-Pritchard
En el artículo el “Carácter social del precio de la esposa con
especial referencia al pueblo zande”, este autor postulará ideas sobre
la lobola, muy semejantes a las desarrolladas por Lévi-Strauss. Pues,
de la misma forma que Lévi-Strauss, negará el carácter económico
del “pago”, ya que en realidad no es una contrato aislado de
intercambio entre dos grupos que tiene su principio y fin en el
matrimonio, sino que existe la constante redocumentación mediante
pagos, a lo largo de todo el matrimonio.
Para Evans-Pritchard, la lobola es una técnica para establecer
relaciones sociales, crear nuevas relaciones sociales duraderas y
persistentes. Donde el bien entregado es un símbolo que significa el
valor de una mujer en el contexto del matrimonio. El pago por la
esposa constituye un mecanismo más flexible para realizar el
intercambio de mujeres, que el cambio de hermanas o que el
matrimonio preferencial. Este mecanismo se basa en un principio de
equivalencia: a cambio de una mujer se recibe otra mujer. Igualando
el valor de una mujer a una forma de entrega de bienes son posibles
mayor libertad y mayor flexibilidad en las relaciones sociales. Hay un
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cambio indirecto en el cual las lanzas significan, en el contexto del
matrimonio, el valor de una esposa.
Hay coincidencia de criterios cuando Lévi-Strauss señala que
“La relación global de intercambio que constituye el matrimonio no se
establece entre un hombre y una mujer (…) se establece entre dos
grupos de hombres, y la mujer figura allí como uno de los objetos de
intercambio” (Lévi-Strauss, 1968: 157). Y Evans-Pritchard plantea que
para la comprensión del matrimonio por pago, no basta considerar a
un grupo matrimonial aislado, “…sino que hemos de considerar su
significación en dos grupos matrimoniales” (Evans-Pritchards: 193)
Básicamente, podemos ver que hay interpretaciones de la
lobola que ponen el énfasis en diferentes sitios: Radcliffe-Brown en el
principio de descendencia, y Evans-Pritchard y Lévi-Strauss hacen
hincapié en la alianza. Pues, para Radcliffe-Brown, la familia
elemental es un hecho universal presente en todas las culturas y
fundamental en su teoría del parentesco, pues en ese núcleo se dan
todas las relaciones –descendencia, afinidad, consanguineidad-. La
importancia está en la descendencia. Esto se evidencia en el capítulo
“el hermano de la madre en África del Sur”, allí el avunculado se
explica por extensión de las relaciones de la familia elemental. La
familia elemental es lo más importante y lo demás son relaciones
extensivas o de segundo grado. La relaciones de esposos se
interpretan como un a relación de descendencia y no de afinidad,
pues lo fundamental de la unión matrimonial es tener hijos. Se
reducen las tres relaciones a una.
Lévi-Strauss verá que el concepto de familia nuclear de
Radcliffe-Brown, parece pertenecer al orden de lo biológico, de la
naturaleza. Ya que todo lo que tiene que ver con la familia tiene cierta
naturalidad y parece escapar de lo social. Se pone como base del
parentesco un hecho natural, la familia nuclear.
El énfasis puesto en el intercambio proviene del peso diferencial
asignado a la alianza por sobre la filiación. A la familia de Radcliffe-
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Brown, Lévi-Strauss añade otro pariente, el tío materno, el cual al
ceder su hermana permite la formación de una nueva familia y la
existencia del hijo. La familia conyugal no puede ser punto de partida
de los sistemas de parentesco porque debido a la prohibición del
incesto no puede reproducirse a sí misma, sino que debe entrar en
relación de intercambio, a través del matrimonio con otras unidades
semejantes. Esta proposición postula el papel central de la alianza.
El sistema de parentesco, en la perspectiva lévi-straussiana, es
un sistema de símbolos que comunica a los grupos de hombres
mediante mujeres produciéndose la alianza. Es un sistema de
símbolos porque es un sistema representacional que existe solamente
en la conciencia de los hombres, y al ser una representación se
separa de la naturaleza.
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Bibliografía
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* En el material fotocopiado no figura la referencia bibliográfica
completa.
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