Letra2 Revista Digital No 17

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No 17 Año 2 Manizales, agosto /2014 Perfil Femenino: Marria Virginia Santander Un milagro arquitectonico: Capilla Nuestra Señora de la Estrada Un futuro para la Galeria

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Cultura política, entretenimiento creativo y análisis en Manizales

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No 17 Año 2 Manizales, agosto /2014

Perfil Femenino:Marria Virginia Santander

Un milagro arquitectonico:Capilla Nuestra Señora de

la Estrada

Un futuro para la Galeria

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pagi

na

Indíce

74

6032

fía Echeverri Gonz

4 Presentación

6 Un milagro arquitectónico: Capilla Nuestra Señora de la Estrada

14 Taller de estimulación musical para bebes

18 Perfil Femenino María Virginia Santander

24 Dossier Un Futuro para la Galería

32 En los 100 años; Instituto Universitario de Caldas

48 Opinión: Hernando Arango El País de las medianías

50 Opinión: Fernando Macías hace 69 años

52 Opinión: Camilo Arroyave Mea culpa

54 Opinión: Jorge Alberto Gutiérrez La memoria es un recuerdo del pre-sente

58 Caricaturas

60 Clásico: El Tiple del poeta

68 Arte: ¡Abran los ojos¡ Sophia Ayerbe

74 Poesía: José Asunción Silva

86 Salud: Jaime Sarmiento Razones para vivir

89 Anticuariio: Revista Intituto Universitario

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Debemos empezar esta presentación con manifestar una gran satisfac-ción: el 9 de agosto cumplimos un año. Fue un logro mucho más fácil de lo que se había presupuestado, esto no significa que se hayan logrado las metas, pero la diversión que causa elaborar este proyecto editorial es superior a todas las adversidades que se van, en ciclos casi que seguidos, presentado.Este número cierra la serie de dosieres sobre la Galería, este versará entonces sobre el futuro de la Plaza de Mercado de Manizales. El perfil femenino es sobre la colega María Virginia Santander que estábamos en mora de lograr ese acercamiento. El año 2014 está cargado de historia: hace 100 se fundó el Instituto Universitario de Caldas, institución educa-tiva de gran trascendencia para la ciudad y la región. El tema ciudadano central es el rescate de la Capilla de Nuestra señora de la Estrada, un milagro arquitectónico que Manizales debe preservar. Sobre arte Sophia Ayerbe reseña la más famosa estafa habido en los últimos años en el mundo del arte. El poeta invitado es, al fin, José Asunción Silva. Opinan en esta edición No 17 de Letra2 Hernando Arango Monedero, Fernando Macías, Jorge Alberto Gutiérrez Jaramillo y Camilo Arroyave. Además tenemos en esta edición algo de pedagogía: Marta Cecilia González, coordinadora aca-démica de la Corporación Rafael Pombo, sensibiliza bebes de 2 años de edad con música. También hay salud en esta revista y nos la ofrenda el médico Sarmiento. Y como estamos muy musicales celebrando inclui-mos el cuento de Gilberto Agudelo llamado “El Tiple del poeta”. A Álvaro Montoya le agradecemos las caricaturas.Para asentar nuestro primer añito estamos explorando nuevas rutas de diseño de la revista, esperamos que sea de agrado y en esa tarea cola-bora Sofía Echeverri González.

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Un milagro urbanistico será demolido La Capilla de Nuestra Señora de la Estrada

Hemos contemplado y permitido culposamente el desatare de San José, que se nos vendió como un macro proyecto, la desaparición forzosa de varios barrios de la ciudad bajo el pretexto de un saneamiento urbano. El que se atreve a “bajar” a la zona afecta-da se sorprenderá que este ´proyecto lleve tanto tiempo y sólo se vean partes de aveni-das que no comunican ninguna parte y no se le haya dado prioridad a las necesidades a la gente que allí vive o vivía.

En ese marasmo de carencia de criterio, mala administración y corrupción, florece una curiosa flor como vestigio de otro mundo: La Capilla de Nuestra Señora de la Estrada.

Rubén Orozco Gómez

Fue Rubén Orozco Gómez, mejor co-nocido como El Alcalde, que me infor-mó de ese curioso milagro urbanístico: Una capilla en medio de ruinas. Su ubi-cación es calle 29 entre las carreras 10 y 9 (manzana 264 predio 12, calle 29 nro. 10-18) a dos cuadras donde debe pasar el otro ramal de la avenida.

¿Será pertinente proponerle al Alcalde de la ciudad, que suspenda la orden de demo-lición de esa rareza y la destine a un fin cul-tural? ¿Que en medio de los edificios que se irán a construir se deje un sitio religioso o cultural para brindarle algo más de civili-dad a las gentes que serán apretujadas en aquellos apartamentos minimalistas.

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Capilla de Nuestra Señora de la Estrada, al Rescate de Otra Joya Olvidada

Por: Vicente Fernán Arango Estrada

Definitivamente Manizales, en su amoblamiento urbano, cuenta con algunas edifica-ciones que se resisten a mo-rir en medio del abandono, la desidia y el desinterés de las autoridades civiles, eclesiás-ticas y militares, para ellas, pareciera que la historia y la tradición no valieran.

En el Proyecto de Renova-ción Urbana de la parte norte de nuestra ciudad, concre-tamente en el tradicional y añejo Barrio de La Avanzada, más abajo del, también viejo, Barrio de San José, en lo que solía ser la antigua carretera hacia el Puente de Olivares, se encuentra una construc-ción, semiabandonada y por lo tanto ya olvidada, que en su momento fue centro de actividades educativas y re-ligiosas, identificado en el Proyecto como predio 12 de la manzana 264, la que está enmarcada por la calle 29 con carrera 10 de la nomenclatu-ra actual.

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La historia documentada de la emblemática construcción ini-cia el 17 de octubre de 1949, cuando, por medio de la Escri-tura Nº 1785 de la Notaría 1ª de Manizales, la Compañía de Jesús, compra a Julia Rosa Hincapié de Cifuentes, un pequeño lote de terreno, por la suma de $ 4.000.00; siguiendo a dicha transacción, una segunda, en la misma Notaría, el 25 de abril de 1950, por medio de la Escritura Nº 781, por otro peque-ño lote contiguo al primero; posteriormente, por medio de la Escritura Nº 1027 de la Notaría 1ª, fechada el 26 de mayo de 1950, la Compañía de Jesús, compra a la misma vendedora an-teriormente citada y a los esposos Pedro Vargas y Ana Dolores Castro de Vargas, otro pequeño lote y una posesión de otro más, ambos contiguos a los dos primeros; el 12 septiembre, del mismo año 50, por medio de la Escritura Nº 1744, la Com-pañía de Jesús, compra a Carlos José Jiménez, un derecho de dominio sobre un lote contiguo a los anteriores; finalizando el proceso de compra el 23 de enero de 1951, por medio de la Escritura Nº 136, cuando los Jesuítas compran un último de-recho de dominio sobre un lote, contiguo a los anteriores, a

Rafael Morales Rincón.

Era una modesta ca-pilla adscrita a la Pa-rroquia de San José, construida y regenta-da por la comunidad de la Compañía de Jesús, es decir, cuan-do los padres Jesuítas tuvieron su Casa y Co-munidad entre noso-tros; hablamos de los años cincuenta del pa-sado siglo XX.

Levantada con el es-fuerzo y el aporte de numerosas personas pudientes y no pu-dientes en lo econó-mico, pero si capaces de abrir y sostener centros de alimenta-ción espiritual. Por ra-zones que no son del caso enumerar, aque-llas calendas pasaron al olvido, obligando al desmantelamiento y abandono del centro de educación y más tarde de oración.

Pero ahora, el diligen-te y entusiasta Rubén Darío Orozco Gómez, más conocido como “El Alcalde”, se ha em-peñado en dar la bata-lla por la conservación de dicho lugar, pues la proyectada Aveni-da Colón pasa frente a la otrora Capilla de

Nuestra Señora de la Estrada, situación que pudiera ponerla, nue-vamente, en un sitio de preferencia, tanto en lo civil como lo re-ligioso.

La historia oral y tra-dicional dice que en dicho sitio hubo una

especie de Club del que era propietario el conocido Aparicio Díaz Cabal y que en su momento sirvió como alojamiento para los jugadores foráneos del equipo de fútbol Atlético Ca-bal, aseveración que se debe tomar con

inventario”, pues ya sabemos de las enor-mes incongruencias de que está llena la historia oral, sin em-bargo, exponemos es-tos datos para que los lectores puedan for-marse una idea de los usos que ha tenido la propiedad.

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Tiempo después, el 20 de febrero de 1957, la Compañía de Jesús, trans-fiere a “título de donación”, aque-llos lotes, ya eng-lobados en uno solo, “con todas sus dependencias y anexidades”, a la Parroquia de San José, representada por su Párroco, el Pbro. Héctor Giral-do Giraldo.

En la referida Es-critura, se habla de unas condiciones para hacer efectiva la donación, con-cretamente cuan-do se expresa: “ …A. -Que la Parro-quia no podrá dis-poner del local de escuela que está edificado en el te-rreno objeto de esta donación an-tes del diez y ocho de abril de mil no-vecientos sesenta y seis porque

hasta esa fecha la Compañía de Jesús lo arrendó a Hijos de José Restrepo y Compañía para es-cuela, y hasta esa fecha tiene pagados los arrendamientos”.

De lo que podemos deducir que la Ca-pilla, antes de su dedicación religio-sa, fue una escuela de primeras letras, patrocinada por la Luker, empresa de propiedad de los herederos de José Jesús Restrepo, la que desde aquellos lejanos días ya mos-traba su fuerte voca-ción de compromiso social.

Nuestra Señora de La Estrada, virgen a la que la comunidad Jesuítica en todo el mundo tiene espe-cial veneración, no es otra que la mis-ma “…Madonna de-lla Strada o Nuestra Señora del Camino, Patrona de la Com-pañía de Jesús y la primera ante la cual San Ignacio de Lo-yola y los otros fun-dadores de la Com-pañía oraban en Roma. Y también fue la imagen de María que se honraba en la primera Iglesia que tuvo a cargo la naciente Compañía de Jesús; parece que fue impuesta como Patrona de la peque-ña Capilla de que hablamos por la cu-riosa y coincidencial relación que podría tener con Don Félix Estrada Botero y sus hermanos Marco, Emiliano, Diego, Lu-ciano, antiguos

Nuestra señora de la Estrada

propietarios de los te-rrenos en que se cons-truyeron los barrios La Avanzada, San Ignacio y Estrada, terrenos donde descansaban, transitoriamente, sus bueyes y mulas des-pués de las largas tra-vesías, por el orien-te hasta Mariquita, y por el occidente hasta Cartago y La Virginia, cuando Manizales era el epicentro de las grandes recuas trans-portadoras de nuestro comercio de importa-ción y exportación.La Virgen de La Estra-da, también ha teni-do, por años, un culto especial en Aguadas, tierra genitora de la extensa familia Estra-da, allí, en su templo parroquial ha existido, en sitio preferencial, una pintura que la re-

presenta¨.

Presidente Centro de Historia de ManizalesMiembro de Número

Academia Caldense de Historia

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Sin afán de producir genios mu-sicales, desde hace dos años en la Corporación Rafael Pombo, se dictan talleres de estimulación musical para bebes de dos de años de edad. La ideóloga y ta-llerista es Marta Cecilia González Vélez que llenó un vacio con su iniciativa ya que en la ciudad no había esta oferta. Actualmente maneja un grupo de dieciocho pequeñines con sus respectivos padres o abuelos que cada sába-do a lo largo de 18 semanas por dos horas se encuentran para acercarles la música a estos pe-queños.

Guiados por una metodología muy precisa los bebes concien-tizan todos los elementos de la música; los sonidos de diferen-tes campanas les ayudan a reco-nocer sonidos, por medio de los tambores son acercados al ritmo y a través del canto entienden de la intensidad del volumen en la música.

Marta Cecilia combina con este taller dos vocaciones que mar-can su vida: la música y la educa-ción siendo profesional en am-bos campos.

Taller de estimulacion musical para bebes

Padres como hijos se dejan encantar de la música

Con cierta timidez, típica de los primeros minutos, los pequeños, con mirada esquiva, participan en los juegos que Marta Cecilia va proponiendo. Una vez entrados en calor los niños se apropian del tema y con pasión cantan las canciones que Marta Cecilia entona. Saltan por el salón escenificando los sonidos de los animales que Marta Ce-cilia va imitando con los instrumentos. A los padres les corresponde ayudar a guardar el orden del taller que amenaza a cada instante en convertirse en una alegre algara-bía porque cada jovencito quiere tocar el instrumento cómo y con la facilidad que lo hace la directora.

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El taller va dirigido a todos los niños sin tener en cuenta habilidades musicales o el afán de los padres en que el hijo se incline hacia la ejecución de un instrumento musical. Dice Mar-ta Cecilia que ella con este trabajo profundiza en temas que usualmente son tratados muy someramente en los jardines infantiles reforzando una estimulación integral del cerebro de los chiquillos que muchas veces redunda en otros campos y no en el musical.

La Casa museo Gilberto Alzate Avendaño es el escenario donde se lleva a cabo este taller

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perfil

María Virginia SantanderManizales, desde hace 19 años, cada mes excepto en enero, se complace con ver circular el “Que hacer cultural”, guía que divulga en la ciudad los eventos culturales.

¿Quién está detrás de este aporte a la cultura y la ciudad y cómo se logra una trayectoria de tantos años en un am-biente más bien estéril a lo cultural?

En parte es válida esa pregun-ta porque la creadora y directora del “Que hacer cultural” es una mujer ajena a los protagonismos, poco visible. Discreta y de adema-nes reservados confía de lleno en que la obra es la que debe hablar, atrapar al lector u observador. Y ciertamente a estas complejas con-clusiones sólo llega una persona

Había nacido Santan-der Arias en Cali en 1924 y muere, muy jo-ven, en Manizales en el año 1974. Sus tíos, Gerardo y Emilio Arias, vincularon a este inte-lectual autodidacta a “La Patria” periódico que en la comarca fun-gía como una especia de universidad de las letras por la cual des-filaron todos los escri-tores del departamen-to, los buenos y los no tan buenos. Todos los que tenemos que ver con escritura en Ma-nizales tenemos una deuda con ese diario que ostentaba en esa época una importan-cia nacional. Fue Jorge Santander corrector de pruebas, jefe de re-dacción y subdirector de “La Patria” y su co-lumna “Subrayados” gozó de fama nacional.

que se apasiona por el tema cultu-ral y lo conoce a fondo. En el caso de María Virginia Santander la expli-cación es vivencial ya que es hija de Jorge Santander Arias. Para muchos lectores Jorge Santander es sólo un nombre sonoro sin más trascenden-cia, pocos se imaginan que, en las letras locales, fue un protagonista emblemático.

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El vínculo con los libros, la lectura y escribir fue para ella muy natural, no que no haya jugado con muñecas sólo que el rol típico de la mujer en nues-tro entorno, no se cumplió en la vida de María Virginia. Fue para ella impor-tante la búsqueda del conocimiento y el respeto a la sen-sibilidad artística ya que fueron valores hogareños que, por supuesto, marcaron su vida. Comentaba María Virginia, sin disimular una natu-ral admiración, que su padre los domin-gos por la mañana escribía las 8 colum-nas correspondien-tes a la semana que entraba.

A pesar de haber estudiado sicología en COOFES, actual Universidad de Ma-nizales, ella se vin-culó a “La Patria”

como redactora labor que le llamó muchísimo la atención, pero a la vez fue difícil porque recaían sobre ella las expecta-tivas de la gente que esperaban que ella tenía que ser como su famoso padre o mejor. Hoy en día concluye que fueron más las puertas que le abrió el renombre del padre que el peso de curiosas expectativas fincadas en ella.

Jose Santander Arias

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Durante su labor en “La Patria” observaba que lo cultural cada vez perdía espacio en los medios, las malas reseñas hechas por diletantes y las directrices generales tendían a redu-cir la figuración del arte. Conocedora que Manizales no tenía grandes figuras en las letras y en el arte, la mayoría se habían envejecido, supo que era urgente apostarles a los jóvenes creadores, ofreciéndoles un espacio donde publicitar sus primeros pasos. ¿Que mas impor-tante que una publicación seria y cumplida que anunciara los eventos culturales dándoles la importancia que requieren? Este es el punto de partida del “Que hacer cultural” que María Virginia, en compañía de José Fernando Corredor, empezó a publicar hace 19 años. Perte-neció a este grupo también Oscar Jurado igualmente vinculado al dominical de “La Patria”.

En la hoja de vida de María Virginia debe figurar otro proyecto editorial y se llamó Integración Caldas, Quindío y Risaralda, que circuló por 10 años. Tarea comple-ja porque era desde la cultura hacer lo que ciertos políticos insinuaban, pero no apoyaron con la lucidez que se les exigía. Fue María Virginia por varios años Jefe de Prensa del Festival Internacional de Tea-tro y directora de Extensión Cultural de la Universidad de Caldas. En el Hospitalito estuvo por 12 años leyéndoles a los ni-ños enfermos ayudándoles a sobrellevar la enfermedad y la estadía en el hospital.

En la Plaza de Mercado, con el apoyo del Área cultural del Banco de la Re-publica, ella cofundó a Cristal de Sábila, grupo que enriquece con cultura a los hijos de los locatarios de La Galería- Plaza de Mercado todos los sábados de 9 a 11 de la mañana.

Volviendo al tema del padre ella lo describe como un padre cariñoso con mucho sentido del humor que le infundió, a la hija mayor, el amor a los libros y la lectura; dice María Virginia que creció entre libros ya que la bi-blioteca de su padre era extensa y que cada día crecía con los libros que compraba. Fue tan importante la biblioteca de Jorge Santander Arias, que después que la avaluara Jaime Duarte French, a doña Fabiola Mejía, viuda del escritor, se le pagó hace 40 años $500.000.- por ella y se convirtió en la base de la biblioteca que el Banco de la República sostienen Manizales. Para María Virginia su padre era un personaje muy interesante, ninguna de sus compañeras de colegio tenían uno así, asunto que la llenaba de orgullo y satisfacción.

Interrogada María Virginia por sus gustos artísticos enumero a Luis Caba-

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Un Futuro paraLa Galeria

Lo que se construirá

Sobran argumentos para ponderar la importancia de la plaza de mercado de la ciu-dad, desde la seguridad alimentaria; punto de convergencia entre la parte rural de Manizales y la urbe; tejido social o tradición, cada uno de estas ideas hacen brillar una faceta de este descuidado diamante.

Avanza la ciudad recuperando ese espacio que es una de las características de Ma-nizales que despotricando y sobre analizando este autóctono fenómeno.

Contrató la actual Alcaldía con el arquitecto y antiguo Secretario de Planeación del Municipio Jorge Alberto Gutiérrez Jaramillo un diseño arquitectónico que garanti-ce el futuro armónico de la Plaza de mercado. Partiendo de muchas premisas elaboradas por este sensible y atento fuera de pragmático arquitecto, como la de no alterar el “espíritu” o mejor carácter de la Galería; pensar en el ciudadano de a pie en el sentido lato de la palabra; cons-truir para hacer viables estrategias comerciales modernas y atractivas y dar pasos diligentes al rescate de la Galería fuera de superar el aislamiento que significa la Avenida del Centro que se interpone como un rio entre el Centro histórico y la Plaza de mercado, este hombre y su equipo están rayando y perfeccionado ideas ambiciosas e interesantes.

dossier

Una de las ideas es a lo largo de la calle 23 erigir un puente peatonal que conecte la Plaza Bolívar con el Pabellón central de la Galería. Se imagina Jorge Alberto Gutié-rrez otras tres vías que ayuden a los usuarios llegar a la Plaza de mercado, para él debe existir un boulevard que parta del Parque San José al Pabellón central; otro que empate a la Galería con el an-tiguo Terminal, actualmente des-ocupado; y otra ruta que sirva de corredor entre la Avenida Colón y la plaza, rutas que contribuyan a la masiva confluencia de compra-dores al sector el cual realiza ope-raciones por $ 2000 millones de pesos al día.

Más el plato fuerte es la techada de toda la plaza convirtiendo a la calle en otro pabellón. La desven-taja entre el locatario de los pabe-llones y los vendedores de la calle, Gutiérrez lo solucionará derriban-

do los muros de los pabellones creando un gran espacio. El lote del cuarto pabellón que está hoy en día construido con vivienda a pesar que en el diseño de los años 50 se había reservado ese terreno para edificar otro pabellón en un futuro, se conver-tiría en una torre de parqueaderos. El diseño implica la expulsión de los carros de la plaza que técnicamente ya están “orillados” por tantos vendedores informales. Quiere convertir Jorge Alberto Gutiérrez en un terreno nivelado para que se pueda mercar empujando un carrito obviando el usual carguero. Por supuesto que el dise-ño incluye la modernización de los sistemas hídricos y eléctricos de los pabellones existentes y un manejo de basuras mucho más eficaz que el actual.

Interesante disposición de ideas que ojalá se conviertan en un futuro solido de la Galería.

Jorge Alberto Gutierrez

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La Galería: enfoques y desenfoques

Por: Gonzalo Duque EscobarLa galería de Manizales es el fragmento de un territorio urbano en una ciudad intermedia que, tras seis décadas expresando las contradicciones de la vida citadina, exige repensarse e intervenirse para acceder a la modernidad: ya no puede seguir siendo el centro de abaste-cimiento para esa sociedad industrial de ayer, pues debe prepararse para sobrevivir mante-niendo dicha función en medio de una sociedad cada vez más exigente y competitiva, donde el Estado solidario le ha cedido responsabilidades al mercado, y la economía se ha globaliza-do y deshumanizado. Mientras las grandes superficies de mercado son a la galería lo que la industria y agroindustria es ahora a los productores rurales y artesanales, también los esce-narios urbanos con sus propias dinámicas van redefiniendo sus funciones para las actividades comerciales, de servicios, residenciales e industriales, y cambiando conforme evoluciona la propia sociedad.

Tal cual lo advertimos en Manizales, el histórico lugar cuyo singular trazo delata la construcción urbanística de mediados del siglo XX, exige un diálogo entre los actores sociales de la galería, donde gravitan peque-ños comerciantes, artesanos y productores rurales, centrado bajo el concepto de que el territorio es una construcción social y por lo tanto que la galería como tal debe ser la consecuencia de un proceso de orde-namiento incluyente, participativo y concertado, que parta del presupuesto de que dicho escenario además de ser el principal referente de la Comuna San José, ha servido a lo largo del tiempo como articuladora del conjunto de zonas y funciones de los medios rurales y urbanos de Manizales.En efecto, dichas funciones en Manizales se reparten entre una zona industrial mal ubicada en relación a los medios del transporte regional y que debe entrar al tema de la producción limpia; la zona residencial cuya fracción más costosa se ha ubicando sobre el paisaje de chimeneas, cuando los cánones urbanísticos obligan a valorar su función por el carácter paisajístico; la zona de servicios cuyo centro de gravedad es Palogrande, que

debe velar por mejorar su nivel de equipamiento y prevenir su “artrosis” funcional; y finalmente, la zona comercial donde entra la galería como parte del centro histórico, hoy un lugar amenazado por procesos de lumpenización que exigen una acción socioambiental profunda, dado que en ella se materializa el sentido y valor cultural e histórico de la ciudad.

En virtud de lo anterior, es evidente que la galería hace parte de los viejos inmuebles donde algu-nos moradores vigilan del lugar y cuidan su territorio: es que las zonas comerciales de los medios urbanos ya no son sitio para los grandes almacenes y centros mayoristas de antaño, sino que de-ben ocuparse de servicios culturales y nutrirse de espacios agradables, donde el productor rural y el artesano realicen su trabajo, que no es justamente el resultado de la actividad industrial. En efecto, mientras la industria se ocupa de bienes generados con economías de escala y producción en serie cuyo destino es la gran superficie comercial, la producción artesanal y rural de mayor impacto por su extensión social, tiene como destino otros lugares como la galería y las tiendas de barrio, pues en ellas prima el soporte de las cadenas productivas ligadas a organizaciones de

pequeños productores que hacen la oferta de bienes y servicios con soporte cultural, y de haberes y saberes ancestrales, sin la intromisión perjudicial de intermedia-rios.Lo anterior, supone avanzar en la defensa de la galería procurando la intervención del Estado, para mejorar la calidad del hábitat, la organización de los pequeños productores y comerciantes, implementar el banco de oportunidades para empresas sociales, y sobre todo para la valoración, protección y recomposición del tejido social, so pena de dejar en manos del mercado a los pe-queños productores rurales y artesanales, y a los peque-ños negocios en que rematan sus cadenas productivas, y con ellos a las comunidades más vulnerables. Es que el futuro de la galería también depende de una econo-mía rural cada vez más deprimida, donde urge una re-conversión agropecuaria orientada hacia la producción limpia con el apoyo del Estado centrado en políticas de ciencia y tecnología, para que el usuario de la ciudad en-cuentre diferencias estructurales entre esta oferta, y la proveniente de empresas industriales y agroindustriales intensivas en agroquímicos, pesticidas, fungicidas y abo-nos de base química.

Profesor Universidad Nacional

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Un ejemplo de higiene y comodidad: Codabas en Bogotá

En la carrera 7 con calle 180 en Bogotá que-da la Central de Abastos del Norte, una pla-za con 6 pabellones donde el comprador puede acceder con su carro garantizándole el parqueadero y la seguridad del vehículo. El terreno perfectamente asfaltado permite desplazarse entre los pabellones con el ca-rrito en el cual el comprador va depositando las verduras, frutas y carnes. Los locatarios provienen de la otra emblemática plaza de mercado capitalina: la de Palo Quemado. Aquí se introdujeron cambios significativos en lo que concierne higiene, luminosidad y espacio, fuera que los puestos obtuvieron un diseño moderno y practico creando un conjunto comercial atractivo mostrando que una plaza de mercado no tenía que ser la antesala de un tugurio inseguro y amena-zante.

Vista exterior de los pabellones de Codabas en Bogotá

Interior de uno de los 6 pabellones de Codabas en Bogotá, todo el terreno es nivelado permitiendo la circulación fácil

de carritos.

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El excelente volumen de ventas en Codabas le garantiza a los vendedores un futuro estable que se traduce en buenos precios para el comprador

Interior de Codabas en Bogotá, higiene y logística hacen que mercar no sea una tortura

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El Instituto Universitario de Caldas

en los 100 añosEl recién creado de-partamento de Caldas, dirigido en sus inicios por estadistas locales, hombres con vocación se servir, administrar y gobernar entendió que deberían aumentar la in-fraestructura educativa. Existía solamente un co-legio que impartía edu-cación secundaria en el departamento y no daba abasto al gran alumna-do caldense que quería adquirir una formación universitaria. El costo de construir y sostener en cada municipio un co-legio de esa índole era muy alto e imposible de sufragar a las arcas de-partamentales. Se optó por un colegio interna-do para poder reunir en Manizales es población y empezar a formar pro-fesionales extraídos de todas las clases sociales.

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El Instituto en el año 1942 utilizado para una exposición

Acerca de la importancia cultural de este colegio se debe resaltar que en sus aulas se formaron aquellos hombres que fundarían la escuela greco latina de lite-ratura. Esta escuela hoy en día goza de muy poca simpa-tía por que la región no sabe defenderla y no es capaz de

diferenciar entre cultura y política. Cualquier otra ciudad estaría orgullosa de haber producido con solo 75 años de fundada una escuela literaria pro-pia, pero el manizaleño de hoy es muy diferente a las generaciones anterio-res. Es tanto el relego, y al

parecer pena que se sien-te acerca de la obra de Sil-vio Villegas, la de Fernando Londoño o la de Joaquín Estrada Monsalve, que dentro de los estudios y planteamientos del Paisa-je Cultural Cafetero nunca fueron ni tenidos en cuen-ta o siquiera mencionados.

Una peligrosa mezcla entre igno-rancia y falta de identidad agobia la actitud de Caldas ante su pa-sado, seguramente más vistoso que su presente. La escuela lite-raria greco latina perfectamente está inscrita en la corriente lati-nista que desde un sector con-servador a nivel mundial preten-día expresar las inquietudes de otro grupo humano y contrarres-tar ideas liberales y materialistas. Una escuela literaria no es una escuela filosófica, son literatos, artistas que por medio de la pa-labra crean nuevos mundos y eso se hizo en Manizales cuando la ciudad contaba con 40.000 habi-tantes. Al pintor sabanero no se le pide grandes definiciones filo-sóficas, ¿por qué a los greco cal-denses se les pide esos logros?Fernando Londoño Londoño, alumno

del Instituto Universitario de Caldas

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Fueron estos hombres y los que los seguían desde los periódicos y su pocos libros impresos, una elite cultural que expandió su radio de actuación a la política sumando adeptos y tropezando con opositores. Es hora que se diferencien estos dos momentos y se resalte la literatura greco latina y se deje lo político a un lado. Los ejes temáticos del greco latinismo no son novedo-sos, pero si lo fue el manejo del idioma.

Si se compran estos autores con los pintores impresionistas franceses de fin de siglo XIX se puede decir que pintaban los mismos paisajes de la campiña francesa que la escuela románti-ca que los antecedió, ¡pero qué intensidad de colores!

El greco latinismo es una escue-la que logró tener poetas, nove-litas, ensayistas, historiadores y por su puesto oradores y pan-fletistas y sumó creadores litera-rios en ambos partidos políticos. Sostengo que el mal logrado escritor Bernardo Arias Trujillo pertenece a esta escuela.

¿La ciudad distante y aje-na al futuro del edifico del Instituto Univestario?

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El Instituto en el año 1942, vista occidental

¿Por qué fungió el Instituto Universitario como crisol para esta escuela?

Me explico el fenó-meno por la gran inversión que es-taba haciendo el Estado en educa-ción. No se escati-maban gastos ni es-fuerzos para invertir en la educación de esa elite.

Si era necesario im-portar laboratorios, se traían y si hacía falta una publicación, esta se realizaba con diligencia, el Insti-tuto iba a la cabe-za. Los rectores que dirigieron este plan

hombres de impor-tante trayectoria intelectual. Vale-rio Antonio Hoyos, Francisco Marulan-da Correa o Jesús Londoño Martínez son iconos de la ci-vilidad regional.

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Autores de libros, co-lumnistas de los más importantes diarios del país le imprimieron un estándar altísimo a los contenidos que se en-señaban. Ejercían de profesores los mismos gobernadores del de-partamento de Caldas: José Ignacio Villegas Jaramillo pasaba de su despacho de gober-nador al colegio a dar clases de historia, igual-mente el médico Emilio Robledo pensó opor-tuno ser profesor en el Instituto Universitario y compartir su conoci-miento y sus métodos investigativos con las nuevas generaciones.

Era natural que dentro de estas condiciones se consolidara una mane-ra de vivir que le facili-taba a la cultura un am-plísimo espacio.

Jesús Londoño Martínez y una de sus publicaciones

Un libro de otro rector del Instituto Francisco Marulanda Correa, publicado por la Editorial Zapata en 1938

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Ahora, surgió el greco latinismo no sólo porque tuvo gestores e editores, toda una comunidad le gustaba la labor que realizaban estos hombres, ellos no eran unos extraños, así como lo es el artista en nuestra sociedad actual.

Otro aspecto, importante para resaltar en esta mirada de 1914, es el edificio mismo. Es esta construcción de bahare-que de 4000 m2 que es la más grande del país, último gran sobreviviente de ese tipo de construcciones. En este edi-ficio se emplearon saberes de construc-ción autóctonos que hoy están siendo olvidados.

Deteriorados elementos arquitectónicos característicos del edificio

La construcción en baha-reque es la adaptación que hicieron los colonos antio-queños a la arquitectura colonial española cuando se apropiaron de esta nueva re-gión. La austeridad, la línea y la funcionalidad de la edifica-ción era la misma, se avanzó en el sentido que hubo un cambio: la tapia española fue reemplazada por la gua-dua americana, involucrando un material autóctono con nuevas posibilidades. Creo que es válido especular que la construcción con guadua se apoyó en las técnicas de construcción precolombinas vigentes en las mentes de tantos mestizos herederos de aquellas milenarias cul-turas perfectamente engas-tadas en estas montañas. ¿Le estaría señalando un ancestro carrapa, pozo o quimbaya al bahareque?

Sabemos a ciencia cierta que sí surgen edificaciones más livianas y sobre todo sismo-resistentes.

Los indios fueron grandes constructores especialmente en la autóctona guadua.

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Hay otro aspecto que hacen importante a este edificio y es que es here-dero de la forma de cons-truir usando muy poco hierro. En la época de la Colonia el hierro todo era traído de España y su pesado trasporte lo hacía muy costoso.

Si afirmamos que de este edifico salió una elite espiritual a conquistar el país basados en los cáno-nes latinos, debemos recordar que en el mismo edifico trabajó una elite artesanal aplicando centenarios conocimientos de ingeniería, dejándo-nos una herencia de grandísimo valor. Dos importantísimos as-pectos del Paisaje Cul-tural Cafetero están conjugados en esta construcción, a pesar de que nadie haga referencia a ellos.

El reto para los maes-tros de obra cons-tructores era empatar las piezas de madera procurando de no incurrir en grandes gastos usando hierro. En este edifico están, a la vista, todas estas condiciones resueltas.

Técnicas de construcción en época de la Colonia, (Tomado de América Pintoresca)

altas corresponden en su tamaño a las amplias fachadas. Y las ventanas re-partidas, repitiendo las distancias entre ellas, redondean la armonía del frente e impactan cuando posen balcón por-que este interrumpe la muy plana pared.

Aserradores alistando con mucho esfuerzo la madera (dibujo de Bacle)

Espacioso, austero y blanco: Estas son las características de este estilo arquitectónico y la primera impresión que trasmite una edi-ficación de estas es de sencillez, porque todo está justificado y no hay derroche de elementos y ador-nos. La simplicidad

hace intuir una men-talidad que se basta-ba a sí misma. Parece este estilo negar la decoración y el jue-go; la exuberancia de la naturaleza tropical no tuvo entrada a es-tas viviendas. Los ma-teriales todos eran de la región produc-to de una sociedad

rural e aislada que se abstuvo de hacerlos más bellos. Radica la belleza de estas ca-sonas en la simetría, digo que la simetría es como la sintaxis de la arquitectura, ella garantiza la ar-mónica proporción de la edificación. Las puertas grandes y

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Fueron los cielorrasos los que recibieron una sorprendente atención. Estos usualmente desarrollaban un dibujo lineal y simétrico donde los constructo-res “jugaron” con las líneas y los espacios que estas delimitan. La curva básicamente no apárrese en estas casas a excepción de los calados ubicados

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Ahora los aleros con sus vigas a la vista, a pesar de depender de razones estructurales relacionadas con el peso y resistencia de los materiales, confirman el orden de la construcción. A veces las paredes reciben un recubrimiento en madera hasta un poco más alto de un metro que seguramente en otras épo-cas se hacía con cal de otro color, creando un contraste que interrumpía un poco la naturalidad de la larga y alta pared. Las columnas se apoyaban y soportaban equilibradamente sócalos y vigas. El piso era de tablas anchas que nunca ajusta-ban en sus juntas, pero que se distribuían en tamaños mixtos elaborando una secuencia grata al ojo.

Hoy en día este edificio, con todo su valor, no se le ha brindado un futuro cierto.Fue por medio de una orden de un juez que la Alcaldía y el Ministerio de Cultura se acordaron que tenían una responsa-bilidad porque por medios normales no fue posible motivar a estas institucio-nes, de las que se podría asumir que están a favor del Patrimonio y la Cultura.

dos en ventanas y puertas como cerramiento que permite más sin embargo, la entrada de algo de luz y de aire. En estos dibujos si hubo un derroche de figuras.que estilizan hojas y flores. Si se comparan estas construcciones con fotos de la misma época en las cuales se pueda ver el atuendo, especialmente el de las mujeres, se nota una obvia analogía. Resaltan la severidad, la monocromía, la nobleza de los variados materiales y ciertos adornos.

“Cierto público confunde estos dos edificios: el del Regimiento Ayacucho y el del Instituto Universitario, alegando que el primero fue trasformado en el segundo, estas fotos ayudaran a definir ese malentendido.”

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opinión

En el pais de las medianias

Un billón de pesos largos, pero bien largos, permitieron que, una gestión mediocre en mu-chas áreas, recibiera el beneficio de los votos. Pero ese no es el tema en discusión y objeto de este comentario. No! El objeto del comentario es que tenemos que antes de pretender cambiar la ley, se deben analizar las razones que nos impiden tener reelecciones sin que haya traumatismos, como el dado por el uso inmoderado de los presupuestos en favor del candi-dato a reelección. Analizar de qué manera se puede reelegir a un buen gobernante sin que por tal causa se desequilibren los llamados pesos y contrapesos de que tanto se habla. De qué manera puede usar el candidato a reelección los bienes del estado sin que de allí se deri-ven abusos. Cómo controlar estos procesos preelectorales para evitar los desbordes. Bueno, ya vamos a cambiar las leyes, o el articulito por otro articulito, sin haber hecho un análisis serio del tema.Pero el asunto no se queda allí en lo que corresponde a un presidente. No! El asunto tras-ciende a otras esferas nacionales. Está el caso del Procurador, de quien para los leguleyos no puede ser reelegido. El argumento es que el Congreso no puede designar a quién ejerce el cargo, porque la ley no lo establece así y se invoca que en lo público lo que no está permitido está prohibido, pero se olvida que la ley dice que se elije de una terna, terna sobre la que no existe limitación alguna. Terna de la que elije el Congreso y nada más. Así se hace. En este asunto, y sólo porque a alguien se le antojó, se entabla una demanda, demanda lícita en un país de rábulas, pero demanda sobre la cual nadie ha propuesto solución expresa para evitar que la cuestión se presente nuevamente en el futuro.En cuanto a los Códigos tenemos similares comportamientos y, así, tenemos que todos los Códigos, Penal, Laboral, Comercio, Tributario, de Procedimiento Civil y Penal y cuantos se quieran mencionar, son una verdadera colcha de retazos y, de esas colchas de retazos, nacen las quisicosas que dan lugar a demandas y demás conflictos interinstitucionales y de asuntos en la sociedad, sólo por la manía de poner y quitar para dar solución al asunto del día o del interés de un alguien en particular.En las ciudades ocurren también temas similares. El Pico y Placa, sistema adoptado en al-gunas civilizaciones como transitorio, dados los inconvenientes que en un momento dado se puedan presentar, entre nosotros se ha vuelto de carácter permanente, con lo que las administraciones de las ciudades evaden el deber de dar soluciones de carácter permanente a sus ciudadanos en lo tocante a la libertad de tránsito y locomoción. Claro está que la deci-sión de establecer una restricción de este tipo, obedece a “estudios exhaustivos” realizados por “expertos”, expertos que del tema poco saben y a la falta de autoridad y regulación en el tránsito automotor y en las calidades que deben exigirse a quienes pretenden obtener licencias. Normas rígidas, exámenes serios y sanciones ejemplares, darían solución a la gran mayoría de problemas en este orden. Desde luego que los gobernantes deben responder por lo que les compete.La lista de casos similares, de tire y afloje; de ensayo y error, sin análisis para corregir y depu-rar, son el diario vivir, lo que muestra la incapacidad nuestra de mejorar cada vez y las calen-turas bajo las cuales actuamos.

Por: Hernando Arango MonederoDefinitivamente somos un país bien singular. Entre nosotros es común el examinar a quién le va bien, para que, el Estado, proceda a buscar la fórmula mediante la cual, a ese quién, le empiece a ir mal o, al menos, no tan bien.

Esa es la razón por la cual tenemos una Reforma Tributaria cada año. No aguan-ta nuestra economía el que, a algún sector, le vaya bien. No soportan nuestro dirigentes que haya una tendencia que interese a los capitales nacionales o extranjeros, porque disponen de inmediato una cor-tapisa, un impuesto, una norma o un trámite, eso sí costoso, con el fin de destruir ese algo atractivo y volverlo, sino un desastre, si algo definitivamen-te engorroso y, por tal razón, caldo del que algunos se valen para hacer todo tipo de triquiñuelas y enta-blar corrupción. Una muestra? La baja participación de las petroleras en la reciente subasta de campos exploratorios. Resultado? Colombia decrece en re-servas petrolíferas y, consecuentemente, tendremos problemas en la balanza cambiaria y, posteriormente, habrá que aumentar impuestos para financiar el cre-cimiento del país.

Pero no es solo el campo tributario el que se ve afectado por ese tire y afloje tra-dicional. Bástenos observar la conducta que tenemos hoy a cerca de la reelección presidencial, algo que en el mundo es posible en las democracias más sólidas. Claro, en Colombia, y luego de dos reelecciones, resuelve el último reelegido que hay que acabar con tal posibilidad. Desde luego que se descarta el hecho de que se presenta-ron abusos por medio de los cuales fue posible que este último reelegido alcanzara su objetivo.

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opinión

Hace 69 añosPor: Fernando Macías Vásquez

El 6 de agosto de 1.945, el comandante del Straight Flush Claude R. Eatherly de apenas 26 años, a bordo de un bombardero B-29, es el encargado de seleccionar un objetivo, informándole por radio al piloto del Enola Gay, Paul Tibbets, las coordenadas del puente Aioi, en la vertical de un claro de nubes, perfectamente convencido de que se trataba de un bombardeo más.

A las 8.15 de la mañana, el Enola Gay dispara la primera bomba atómica de Uranio – 235 de la historia, sobre la población de Hiroshima situada en Honshu, principal isla del Japón, que hace explosión a 500 metros del suelo, con un poder equivalente a 13.000 tonela-das de TNT, produciendo inmediatamente una impresionan-te bola de fuego que libera una irradiación igual a un millón de grados centígrados. Resultado, 70.000 muertos y más de 130.000 heridos que deambulan por las calles destrozadas en estado de shok, casi todos con horribles quemaduras en el 95% de sus cuerpos. Al enterarse de lo sucedido exclamó horrorizado: “¡Dios mío! ¿Qué hemos hecho?

La escena era dantesca, la Clínica quirúrgica de Shima había sido volatilizada, las casas y edificios totalmente derruidos, mientras de los escombros salían algunas voces pidiendo au-xilio, auxilio ¡Tasukete! ¡Tasukete!, moribundos desmembra-

dos, como fantasmas entre ceniza y humo, completamente ciegos y con la piel cayéndo-se a pedazos, trataban de arrastrarse hacia ninguna parte, la mayoría en silencio; “nadie lloraba ni gritaba de dolor, nadie se quejaba; de los muchos que murieron, ninguno mu-rió ruidosamente; ni siquiera los niños lloraban; pocos hablaban siquiera”.

Poco después llovía torrencialmente sobre las ruinas de Hiroshima, algunos sobrevivien-tes trataban dificultosamente de ayudar, en una operación dramáticamente conmove-dora; el señor Tanimoto “…se agachó y tomó a una mujer de la mano, pero su piel se desprendió en pedazos grandes, como un guante… sus espaldas y sus pechos eran pega-josos, y el señor Tanimoto recordó con desazón las quemaduras que había visto a lo largo del día, amarillas primero, luego rojas e hinchadas y la pìel desprendida, y al final de la tarde supurando, hediondas”.

El padre Kleinsorge, quien tiempo después tomaría el nombre de Makoto Takaku-ra, escuchó desde los arbustos una voz muy débil que imploraba algo de beber: “Pensando que se trataba de solamente un soldado, se acercó con el agua. Cuan-do entre los arbustos se dio cuenta de que había unos veinte hombres, todos en el mismo estado de pesadilla: sus caras completamente quemadas, las cuencas de sus ojos huecas, y el fluido de los ojos derretidos resbalando por sus mejillas. Sus bocas no eran más que heridas hinchadas y cubiertas de pus, incapaces de abrirse lo necesario para beber de la tetera. Así el padre tomó una gruesa hoja de hierba y la arrancó del tallo para hacer una pajita, y de esa forma les dio de beber. No puedo ver dijo uno de ellos…” (Fragmento de Hiroshima, de John Jersey).

El 9 de agosto de 1.945, tres días después de la fatídica hecatombe, se repetiría la misma historia en Nagasaki, cuando Charles W. Sweeney piloteando el Bockscar lanza la segunda bomba fabricada con Plutonio – 239 con el doble de energía que la de Uranio, esta vez sin la participación de Eatherly, pero el comandante se despierta abrupta e inexplicablemente a la hora exacta en que a 2.500 kilómetros de distancia, hace explosión la segunda bomba atómica; gritando desesperada-mente “cree que los sesos se le fríen dentro del cráneo”, siendo diagnosticado con fatiga de combate.

El comandante Claude R. Eatherly, moriría en un manicomio en 1.978 a los 70 años de edad, luego de ser abandonado por su mujer, repudiado por sus com-pañeros de armas y desahuciado por la psiquiatría; su vida transcurre entre los tribunales y los hospitales mentales: asalta bancos y cajeros sin llevarse el dinero, violenta agencias de correspondencia sin echar mano a las arcas, tiene necesidad de castigo, se culpa constantemente y los periódicos los bautizan como “el piloto loco”.

65 años después de ese hecho aterrador que avergüenza la civilización, es pu-blicado un libro con 71 cartas que recibió a lo largo de su desesperada vida el comandante Eatherly, entre las que se destaca, la que le hizo llegar el filósofo alemán Gunter Anders, conmovido por el drama íntimo de ese ser acongojado, que en uno de sus apartes dice: “Que usted no haya podido superar lo sucedido es consolador. Y lo es porque demuestra que sigue intentando hacer frente al efecto de su acción; porque este intento, aunque fracase indica que ha logrado mantener viva su conciencia, a pesar de haber sido una simple pieza del aparato técnico y de haber cumplido su función”.

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Contrasta lo anterior con la desfachatez de quienes intervinieron en ese inolvi-dable holocausto, el presidente Harry Truman de los Estados Unidos, quien or-denó el bombardeo, contestó en una ocasión, que en su vida solo se arrepentía de haberse casado a los 30 años; Paul Tibbets, quien comandaba el Ebola Gay, el bombardero que arrojó el explosivo nuclear, jamás mostró arrepentimiento ni pidió perdón al pueblo nipón, asegurando por el contrario que: “Duermo muy tranquilo todas las noches”; Joe Siborik, a cuyo cargo estuvo el radar y encarga-do de dar las coordenadas, repetía irónicamente: “Solo era una bomba, aunque un poco más grande”.

Adenda: las condiciones que intentaba imponer Truman a los japoneses, lesio-naban visiblemente su orgullo, por lo que el presidente norteamericano, sabía que los nipones no las aceptarían y por el contrario se exacerbaría la guerra, lo que le daría la oportunidad de efectuar el lanzamiento del mortífero elemento, especialmente con el objetivo colateral de intimidar a Stalin, lo que quiere de-cir, que fue un acto vilmente preconcebido, pues para evitar tanta desolación, pudo haberse utilizado contra un objetivo militar.

Esta desgarradora lección, nos alerta sobre las inhumanas consecuencias de la guerra, que no omite ningún efecto por pernicioso y brutal, que pueda de-rivarse especialmente de posiciones dominantes o mesiánicas, tan comunes y corrientes en el campo internacional, como lo que viene sucediendo con el inclemente bombardeo sobre la Franja de Gaza, desproporcionado uso de la fuerza por parte de Israel donde han muerto más de dos mil civiles y cerca de seiscientos niños, que están siendo guardados en neveras convencionales mien-tras son identificados, en una macabra operación frente a la cual la comunidad internacional parece no importarle; y aun, al interior mismo de los países, por cuestiones tribales, ideológicas o religiosas. Si en el Japón, por efecto de las ex-plosiones nucleares, murieron aproximadamente 250.000 personas, la guerra que se libra en nuestra patria desde hace medio siglo, supera con creces esa cifra fatídica. Los causantes de esta larga tragedia, con la mano en el corazón, deberían exclamar como Eatherly “¡Dios mío! ¿Qué hemos hecho? Es la hora de la paz.

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opinión

Un mea culpaPor: Juan Camilo Arroyave

¿Qué nos hace tan felices, pero a la vez, tan conflictivos como sociedad? El ejemplo por parte de nuestros líderes, en una sociedad declarada en sus prácticas conservadora, es fundamental.

A ningún colombiano le sobran los calificativos para referirse a su tierra. Desde nuestra ri-queza natural y cultural, rescatando siempre la pujanza de nuestra raza y, por qué no, los triunfos de nuestros deportistas en el mun-do, los colombianos nos destacamos desde luego por ser un país lleno de aspectos positivos lo cual nos ha llevado a ser, y por ende muchos sacamos pecho, uno de los países más felices del mundo.

No obstante, a diario, los medios de comunicación inician su tra-bajo periodístico con noticias negativas, donde 2 aspectos, a mi criterio, son ‘pan de cada día’ en Colombia: La corrupción de los actores políticos (la cual va de la mano con cientos de casos de injusticia) y la intolerancia de la ciudadanía (relacionado con nues-tro comportamiento en el día a día). ¿Qué nos hace tan felices como colombianos cuando día a día nos enteramos de noticias

negativas que parten de la cotidianidad de nuestra sociedad?

Muchas respuestas al interior interrogante pueden emerger. Algunos sostendrán que las noticias per sé, con su matiz amarillista, hacen parte del negocio de los medios de comu-nicación pues estos tienen dueños y son una inversión rentable desde cualquier punto de vista.

Otros, asumirán que en el país vivimos actualmente una crisis de valores, además de las secuelas de años de guerra, el concepto de lo público se ha pervertido y ha sido apropia-do por unos grupos de interés que han aprendido, con el tiempo, de su manejo y control; por ende, lo dirigen y lo explotan a su antojo. De la mano con lo anterior, la intolerancia es producto de esos malos manejos en los cuales el estado no formula políticas sociales ni prioriza en la inversión de sectores como el sector salud y el educativo, desde los cuales se podrían hallar soluciones a los problemas de intolerancia que en la mayoría de casos se convierten en los grandes problemas de seguridad ciudadana que vive el país.

Otras miradas, donde entran los “malos” y los “buenos”, estarán aquellos que afirmen que definitivamente vivimos en un Estado Hobbesiano donde la premisa “el hombre es un lobo para el hombre” se aplique a esa cultura del “todo vale” donde “a papaya puesto, papaya partida” y en un osada mezcla de ideas y sentimientos, el concepto de Darwin acerca de la Selección Natural donde “el más fuerte sobrevive” se convierte en el mandamiento número 1 para muchos. Y los “buenos” que prefieren inclinarse por ver la situación desde el “vaso medio lleno” donde “sí, a pesar que el panorama está complicado, la economía va creciendo, los pobres son menos y el desempleo cae de manera histórica”, la cosa, en síntesis, mejora y nos comparamos con las mejores so-ciedades del mundo.

Muchas mirada, muchas respuestas. Todas las miradas al tema argumentarán sus razo-nes. Yo, por ejemplo, rescato el trasfondo. Una mezcla entre política e intolerancia se ha vivido en el país en los últimos meses, y no por cuenta del mundial de fútbol pasado (a pesar de las escandalosas cifras de riñas y muertes desatadas tras las victorias del seleccionado nacional en Brasil. ¡Qué absurdo!). La campaña presidencial acontecida trajo un tanto de corrupción al emerger escándalos de una campaña y otra (al menos de las favoritas) donde las propuestas y las ideas que se esperan de esos estadísticas que buscaban dirigir los destinos del país siempre estuvieron ausentes y, a cambio, la intolerancia y la radicalidad política entre los bandos terminaron por polarizar aún más a un país que hasta hace 50 años la gente se mataba por pertenecer a una facción política diferente. Y aunque la campaña ya pasó, la atención ahora está centrada en el proceso de paz, su importancia y momento, y como se recurre a cualquier campaña para desprestigiar el mismo. ¿Por qué desperdiciar una oportunidad de paz, así sea una oportunidad más, a costa de unos réditos políticos?

Quizás las noticias muestran un panorama de país que a muchos incomoda. Puede ser. Pero lo que sí es claro es que los grandes líderes del país hacen parte o son responsa-bles de esos hechos que todo colombiano de a pie rechaza. Y aunque a los pragmáticos les guste resolver el problema antes de encontrar los culpables, en Colombia creo que falta hacer el ejercicio del mea culpa donde, independientemente de las consecuen-cias, como sociedad nuestros líderes nos estarán dando una lección y un ejemplo de ética y responsabilidad como padres de la patria que son. Eso, por ejemplo, es uno de los tantos pasos que tenemos que dar como sociedad para alcanzar, algún día, un esta-do social que se parezca al que llaman PAZ.

Por eso, resolver la crisis de la salud, superar los últimos puestos en pruebas educativas internacionales, acabar la pérdida de más de 8 billones de pesos al año por la corrup-ción, reducir el alto número de víctimas por asesinato en Colombia dependerá, en buena parte, de la acción y el ejemplo de los notables de nuestra sociedad.

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opinión

“La memoria es un recuerdo del presente"

Por: Jorge Alberto Gutiérrez J.Según la Real Academia de la Lengua Española el patrimonio es “lo que se hereda del padre o de la madre”, en buen romance esto quiere decir que cuando hablamos de pa-trimonio no es la nostalgia el tema que nos ocupa, nos estamos refiriendo a la materia prima del futuro, a aquel impulso vital que nos permitirá o indicará como sortear las distintas situaciones de la vida, desde las económicas si se quiere, hasta los retozos más íntimos del amor.

Las decisiones aparentemente gratuitas que tomamos como adultos, son el producto de ese cumulo de emociones, sensaciones y recuerdos que hemos venido acopiando a lo

largo de los años y que en suma conforman aquello que llamamos memoria, no en vano se realizan complejas y onerosas investiga-ciones para preservarla dado los estragos que su pérdida puede causar a la personalidad de un individuo, de un grupo humano, de una sociedad.

Y la materia prima de la fantasía es la memoria, es decir que todo acto creativo bien sea de orden artístico o científico ha sido con-cebido en los espacios más profundos de la memoria, “porque la memoria es lo que se resiste al tiempo y a sus poderes de destruc-ción, y es algo así como la forma que la eternidad puede asumir en ese incesante tránsito” , “de la mano de la memoria, la fantasía

es el impulso que hace posible el crecimiento personal y, en lo colectivo, el motor que jalona el desarrollo de las culturas” .

La ciudad como producto cultural se elabora cotidianamente, es la expresión de las vi-siones construidas a lo largo del tiempo por los ciudadanos en los distintos momentos de su historia, de sus aciertos o equivocaciones, de su negligencia o apatía o, del es-fuerzo común que da cuenta de la manera como vislumbraron o decidieron encarar el futuro. Ella construye su propia memoria que se ve materializada en edificios, calles, parques, fiestas, procesiones y lugares públicos o privados de arraigada recordación, un testimonio de la memoria colectiva, intangible pero vívida y operante que los antiguos llamaban el genius loci, el espíritu del lugar.

Edificar la ciudad “…significa colaborar con el tiempo en su forma pasada, aprehendiendo o modi-ficando su espíritu, sirviéndole de relevo hacia un más lejano futuro….” , Hoy que nos aprestamos a renovar la visión de Manizales construida para la vigencia del Plan de Ordenamiento Territorial que cumple su primer ciclo de vida, se hace indispensable trabajar con el patrimonio que tene-mos asumido como el aporte de nuestros antepasados y, ellos de los suyos y, así sucesivamente hasta el comienzo de la historia, para construir entre todos una utopía que más allá de toda retó-rica, sea racionalmente moderna.

Tuve el privilegio de participar como secretario de Planeación Municipal en la alcaldía de Néstor Eugenio Ramírez, en su administración se declararon un conjunto de obras de arquitectura y de arte como patrimonio cultural del municipio respaldados en la valoración que de ellos hizo la Uni-versidad Nacional, posiblemente se colaron algunas piezas pero dejamos por fuera por ejemplo, el edificio de La Beneficencia de los arquitectos Pizano, Pradilla y Caro, que sin duda es uno de los inmuebles de oficinas más representativos del movimiento moderno en la ciudad; en el mismo sentido es sano aclarar que no todo, aunque tenga sabor patrimonial, es necesariamente objeto de protección, para que ello sea así es necesario la vigencia o actualización de su espíritu, y ser asumido por la sociedad heredera como parte esencial de su cotidiano vivir, el patrimonio cuando es entendido así es quizás la mejor o única herramienta para tomarle el pulso al futuro.

Propongo que iniciemos desde estas páginas una reflexión sobre lo que se debe preservar, tome-mos como “conejillo de indias” el antiguo Colegio Mayor que luego fue La Universidad Popular, génesis de la Universidad de Caldas, hoy escuela Juan XXIII, uno de los edificios más representa-tivos de la brega docente en el departamento, porque es testigo de la importancia que se dio a la educación en los primeros albores del siglo XX . Manizales educó allí a muchos de los que pos-teriormente se convirtieron en destacados e ilustres ciudadanos, fue en su momento un hito del saber cuyo impacto rebasó las fronteras parroquiales. En la actualidad es una sombra de lo que fue, aquello de que todo tiempo pasado fue mejor no es argumento a tener en cuenta, es una es-tructura en bareque, técnica constructiva que en muchos aspectos ya hizo su aporte a la historia, su verdadero valor está, a mi juicio, en la sabiduría que emana de la desvencijada construcción, una mirada humilde nos permitirá volcar todo esfuerzo, en el mismo lugar, para continuar la ta-rea de hacer de Manizales “la ciudad de la educación, la ciencia y la cultura”, posiblemente una nueva edificación con iguales o más audaces pretensiones que las que se buscan preservar “de las cenizas renace el fuego con mayor violencia”, reza una máxima entusiasta de la sabiduría popular.

Es una reflexión, no una patente de corso lo que se pretende aquí, tenemos que saber que tene-mos y cómo hacer para que su vigencia se libere del tiempo, para ello es necesario una introspec-ción, una mirada respetuosa de nosotros mismos, sin romanticismos, ni nostalgias, ni oportunis-mos como en el caso de la estación del cable aéreo en Villamaría donde, de dientes para afuera, se rasgaron las vestiduras porque se estaba destruyendo el patrimonio para ocultar mezquinos intereses, o la venta del edificio del Club Manizales que obedece a la postura cobarde en algunos casos, del “sálvese quien pueda” para eludir cualquier compromiso con la sociedad y con la his-toria.

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caricaturas

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clásico

El Tiple del Poetapor

Gilberto Agudelo

Este cuento corto del literato e editor maniza-leño Gilberto Agudelo (1889-1955) es en parte autobiográfico, ya que este poeta fue un con-sumado tiplero que recorrió durante su erráti-ca juventud gran parte del Gran Caldas con su instrumento. Es muy llamativo el drama, algo cursi, que Agudelo trasfigura en el tiple ase-gurándole actitudes de ser humano. Un am-biente de poetas malditos es estilizado y una serie de clichés son refritos en este cuento que debería haber tenido mucho existo en la época que fue escrito. Son muy dicientes las defini-ciones que da este poeta de conceptos como muerte, dinero, reconocimiento, amistad o

prostitución; aparece en este cuento una serie de estereotipos que compon-drán un imaginario colectivo que gravita alrededor del arte y la sociedad. Más es un sentido homenaje a ese instrumento tan entretejido en el sentir de los manizaleños, especialmente en la era antes de la radio y el tocadiscos que causaran el desplazamiento de los géneros musicales autóctonos.

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Recluido estaba en una casa de empeño. No había ido allí por su espontanea voluntad; lo había llevado su dueño porque ya no tenía estante en su alma para alimentarlo y sus ma-nos se habían vuelto pesadas para trasmitir al cordaje toda la melancolía. Como era útil, el

prestamista le facilitó en él la exigua cantidad de cinco pesos.

Hacía mucho estaba allí, el pobre andariego de las quejas dulces y sentidas, mudo, por temor de ser entregado a un desconocido.

Bajo la presión de los días eternos, bostezaba in-terminablemente y en las horas más crueles de su cautiverio, lanzaba alaridos, ayes lastimeros que se perdían entre un promontorio de ropas viejas y de herramientas de labriegos, silencia-das por la necesidad y la miseria de sus dueños.

Un día, su propietario, a quien diera de beber en horas de an-gustia, alegría en su cuenco misterioso, enfermó de triste-za, de nostalgia de cosas lindas y queridas y guarnecido en su indiferencia, se dejó morir a la hora en que el eco de una campana, después de haber llamado a oración, agonizaba en la lejanía entre la humedad de la sombra fatídica de la no-che que borraba las cosas, la ciudad que fuera dura con él, por no haber nacido en cuna de oro, con los ojos azules y la tez de mañana clara.

Al muerto lo llevamos al ce-menterio entre una profusión de flores e himnos marciales como si hubiera sido un ase-sino con el remoquete de ge-neral, y hasta se cometió el pecado de decirle cosas extra-vagantes, de las que él odiara más en su vida. Le dieron todo lo contrario de lo que le habían dicho cuando abroquelado de silencio, iba por las calles a la manera de un filosofo, bajo el peso de sus pesadumbres, sin importarle una higa la vida de nadie.

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Una tarde cualquiera, cruzaba yo frente a la casa de empeño, pensando en la in-efable contera de aquel poeta persegui-do, el negro Botero como se le llamara, de la cual había extraído esa rutilante laja que dice: “Y si tú me abandonas, ¿quién me socorrería con largueza en mis necesidades de belleza?, cuando me pareció oír dentro de la casa de los milagros, una queja como de voz co-nocida. Me detuve un momento por si continuaba y saber de quién era e inqui-rir por la causa. Un minuto después la volví a oír; sí, era la del pobre huérfano, la del recluso que ya iba para un año de estar allí, llevado por el poeta sin ven-tura y dejado por la exigua cantidad de cinco pesos.

Volvíme condolido y ¡oh dolor…¡¿! Pen-día de un enorme clavo y se balanceaba como un ahorcado entre un promonto-rio de ropas viejas y herramientas silen-ciadas. El viejo y sucio cordón que tenía atado al cuello, permanecía indiferente.

La libélula del recuerdo voló a través de todos los caminos y lugares por donde yo había andado en compañía del reclu-so y de su dueño. Los corredores de las ventas, trastiendas de cantinas pueble-

rinas y los camastros de las mujeres piadosas en los barrios malditos, desfilaron ante mis ojos haciéndolos llorar por aquel pasado querido, en que, libre de la coyunda de las ambiciones, fuimos sembrando la semilla de la santa armonía. Mis oídos se ensan-charon tal si escucharan al aplauso sincero de más de una dama linajuda, que al fulgor de un lucero trasnochador, desde la celosía de su ventana aristocrática, nos batiera

¿Qué hacer? ¿Cómo dejar al pobre huérfano en el abre-vadero de las necesidades, a donde ir con él y cómo evi-tar el contagio de la enorme nostalgia de que muriera su dueño? ¿Dejarlo? Me era im-posible. El había sido también bueno conmigo. Me había dado en horas amargas toda la alegría que guardaba en su diapasón y mis oídos más de una vez se llenaron de la ar-monía de su voz dulce y melo-diosa como la de las colmenas en la tarde. Resuelto, llamé a su humano guardián y le pro-puse compra por el desvalido que aún daba esperanzas de vida. Le manifesté que no lo necesitaba, pero que quería libertarlo de aquel suplicio, y más que todo, por haber sido de un hermano mío de dolor y esperanza. El “peñero” lo alzó a mirar con desprecio y me dijo: para lo que sirve…, lléveselo y deme cualquier cosa; por unos cuantos centa-vos lo negociamos. Entré por él, lo liberé del horrendo clavo que lo aprisionaba y al sentir la caricia de mi mano que lo aprensionaba y al sentir la ca-ricia de mi mirada, rompió en sollozos como si fuera un re-cién llegado a la vida.

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Camino de mi vivienda salí con el recluso de un año, de la diestra. Era tan-ta la felicidad que sentía, que al primer beso de la brisa callejera, como si re-cordara su pasado de fies-ta, ensayaba tonadas.

¿Ahora? Duerme los días y las noches sobre un al-mohadón de seda roja que manos de mujer cari-ñosa hicieron para él, lu-ciendo en su cuello no el cordón sucio y viejo con que lo ataran al horrendo clavo, sino una cinta trico-lor, ancha, como aquellas que le regalara su dueño en los días de sus erra-bundajes felices.

Al principio de la noche, al toque de ánimas, se despierta y sus cuerdas vibran como si ellas fue-ran la queja de un alma en pena; es que me lla-ma para empezar a rezar en armonía las oraciones de costumbre por el divi-no ausente que un día se dejó morir de tristeza, de nostalgia, de cosas lindas y queridas.

¿Volverá a la casa de empeño? ¡Quién sabe! La vida tiene tantas sorpresas… pero si acaso vuelve, algún amigo de corazón habrá que al cruzar frente a las puertas funes-tas, al oírlo quejar de abandono, pendiente del clavo terrorífico, al recordar que él fue mi única herencia, a cambio de algunas monedas, lo liberte; y si acaso a la hora de morirme está conmigo, podriré como Haker, que sea también guardado en mi estuche de caoba, para en asocio del compañero ido que nos espera, cantar en las noches de luna, al amparo de los cipreses meditativos en el olvido de los cementerios.(Página 80, “Retablos”, Editorial Atalaya, Manizales 1939)

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arte

¡Abran los ojos!

Todos los días estamos andando, siem-pre con los ojos abiertos, vemos mucho y vemos muy poco. Coleccionamos imá-genes, de las que nos recordamos y otras de las cuales apenas tomamos la forma o solo el color. Más hay imágenes las cuales sólo las ubicamos en el oído y otras que apenas las olfateamos.

Andamos al museo y no solo queremos observar si no que-remos ver, vamos a mirar. Nos acercamos a los cuadros es-cuchando sus cuentos traspa-sando los marcos. Los cuadros posen una peculiaridad que para comprenderlos debemos interiorizarlos. De lo contario no vimos el cuadro.

Hay cuadros que logran hablar por si, donde sólo debemos permanecer un buen tiempo observándolos, para que nos aborden. Con los cuales in-clusive empezamos a hablar nosotros mismos, relatando nuestras propias historias. Al comienzo: el cuadro.

Y también hay cuadros que crecen apenas abandonamos el museo, cuando nos ente-ramos acerca de su origen, su

época, su gente y en especial cuando nos enteramos del pintor. Sabemos que no estamos en el museo, que es-tamos en otro lugar, hemos desapare-cido por un rato y en ese lugar y en ese momento no nos olvidamos de noso-tros mismos. Así son los cuadros y su innata condición.

Por: Sophia Ayerbe Hoyos

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Hay cuadros que son impactantes y hay otros que impactan aun más cuando sabemos más acerca de ellos. Gombrich opina que: “La historia del arte no es la historia de los avan-ces técnicos si no la historia de cambiantes necesidades y imaginaciones.” Al parecer una idea pobre si se tiene en cuenta que un Monet no podría captar esa impresión si no tuviera a disipación colores que permanecie-ran en el tiempo, lo suficientemente versáti-les para no perderse precisamente ese mo-mento. Colores con los cuales salía al campo para permitir que el cielo lo impactara. Mas la “historia de cambiantes necesidades e imaginaciones”, ese es al parecer el reto más grande cuando viajamos en el tiempo al en-trar en un museo.

Más hay cuadros que no existen. Un pintor cuyo nombre es Wolfgang Beltracchi se puso en la tarea de pintar cuadros de los cuales sabemos que el gran pintor como Monet, en algún momento pensó pintarlos o que los pintó, pero se perdieron durante las dos grandes guerras del siglo pasado.

Beltracchi se puso en la labor de llenar esos vacios dentro de la historia del arte. Hizo el intento de reconstruir la historia del cua-dro, del pintor, del tiempo, del estilo y del color.

A partir de los años ochenta, Wolfgang Bel-tracchi falsificó cuadros de pintores de la talla de Max Ernst, Heinrich Campendonk o Max Pechstein. La venta la diligenciaba su esposa Helene con el apoyo de Otto Schul-te-Kellinghaus. En el año 2011 los jueces emitieron un fallo que condenaba a Bel-tracchi a seis años de prisión; cuatro para su esposa y cinco para el otro cómplice. Esta estafa es la de mayor valor en la histo-ria del arte alemán después de la Segunda guerra mundial.

Apareció en días pasados el libro “Autore-trato” escrito por la pareja donde relatan toda la historia desde los orígenes de la idea hasta su captura. En el libro son relatados todos los vericuetos de las falsificaciones y los planteamientos teóricos de los dos.

Una pareja de artistas

Resulta sorprendente como pudo ser posi-ble esta estafa. El mundo del arte, tan fi-jada en lo nuevo y sensacional, interesada en lo nunca visto antes. Con gran añoranza e interés; con ansiedad de sensación reci-be a sus hijos perdidos, a los cuadros de los grandes maestros. De pronto cuadros desconocidos se convierten en viejos co-nocidos. Al parecer un negocio redondo. A pesar que el mundo del arte siempre está atento a las obras originales le es más có-modo asimilar lo viejo y conocido porque lo sabe dimensionar y lo hace sentir a sus an-chas. Se debe tener en cuenta que original es un juego de palabras bastante honesto por qué tan original y único, nunca existido, simplemente no existe, todo tiene su ori-gen y sus antecedentes. La palabra original proviene del francés y significa “provenien-te o prestado”.

El gran auxiliador del negocio es el tiempo, nadie elabora juiciosas preguntas acerca de la tradición del recién aparecido cuadro, la euforia por el reencontrado cuadro abruma las mentes. Y cuando todos están contentos,

cuando todos se prestan, miran, pero no detectan, el truco es infalible: el falsifica-dor logra su plata y el mundo del arte su hijo embolatado. Más todo no es así de sencillo, el cuadro no puede aparecer así no mas, se requiere de una historia a pe-sar que esta no se le ponga la suficiente atención.

Los Beltracchi pensaron que podría haber sido posible que el abuelo de ella pose-yese una buena. Esta colección recibió el nombre de colección Jäger, Helene enve-jeció a su abuela un par de años para eli-minar inconsistencias y ser congruentes con las verdaderas épocas de los artistas.Beltracchi viajaba a los lugares donde el artista original había creado la obra, pro-curaba inspirarse con el mismo ambien-te para realizar una obra que reflejara la técnica y el estilo del maestro y si había algún dato acerca de una obra realmente desaparecida trataba de tenerlo en cuen-ta. Dice el sumario que si le artista era zurdo Beltracchi pintaba igualmente con la mano izquierda.

Schulte-Kellinghaus

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Uno de los cua-dros fue uno atribuido a Hein-rich Capendonk “Cuadro Rojo con caballos” el cual figuraba en un catalogo de 1920 como desa-parecido y no se sabía el tamaño y tampoco exis-tía una imagen.

Este fue vendido por 2.9 millones de euros por una

importante galería de arte de Colonia.

La estafa afectó no sólo al comprador, a la renombrada galería si no al evaluador que certificó la originalidad de cuadro. La crisis en el mundo del negocio del arte en Alemania sufrió una gran inseguridad que causó pánico en los afectados y risas en los que envidian las grandes fortunas que hacen posible ese tipo de adquisiciones. El especialista en Max Ernst, Werner Spiess certificó un total de siete de las producciones de Beltracchi y acusó a Beltracchi haberle arruinado se renom-bre. El público incauto, de nuevo, soltó la carcajada acerca de la ocurrencia del evaluador afectado en asignarle culpa al falsificador acerca de su arruinada carrera como experto en arte. Este de-bate fue enriquecido con las opiniones de los jurisconsultos que opinaron que si hubo descuido de parte de la galería por

qué no solicitó un examen fisiológico del oleo para comprobar su edad fi-siológica. Inclusive el juzgado en sus pesquisas detectó el uso de blanco ti-tanio, un color inexistente para el año 1914, fecha de la supuesta creación del cuadro. El falsificador en su libro se justifica a la vez alegando que en el empaque del color que usó no estaba señalado que se trataba de ese tipo de blanco. Otro indicio fue que el abue-lo de la esposa del pintor deshonesto nunca fue una persona de gran fortu-na para haber iniciado una colección de ese tipo, aspecto que nadie tuvo en cuenta, seguramente porque cada uno de los participes de este negocio sólo pensaba en el lucro y que su co-lega estaba haciendo todo según el protocolo. Igualmente los sellos de las galerías históricas por las que el cuadro supuestamente había pasa-do, también eran torpes imitaciones.

A la pregunta cómo se puede prever estas catástrofes donde la credibilidad de todo un gremio, su mayor insumo, se ve afectado, Beltracchi indicó que no existía una base de datos en Ale-mania que manejase aspectos técni-cos acerca del patrimonio pictórico de esa época, situación que hacían muy difícil la labor del experto ya que carecía de argumentos para fundar su apreciación. Insistía que cada experto paradójicamente manejaba su infor-mación como un tesoro que natural-mente no compartiría con un colega.

Heinrich Capendonk (1889-1957) pintor expresionista alemán

Con el caso Beltracchi de nuevo se entabló el debate acerca del valor del arte. Beltracchi decía que él era un artista, que cada cuadro que él había pintado era una obra de arte. Que la reacción del público la lo-graba por medio de la firma, pero que aparte de esta situación, cada

cuadro era una creación coheren-te.

Queda comprobado que arte es algo más que forma y color ya que el valor monetario de una obra igualmente se había, a costa del arte, conver-tido en un elemento de gran peso.

Werner Spiess

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poesía

La caja de Pandora, Dante Gabriel Rossetti, 1873

José Asunción Silva

José Asunción Silva es tal vez el más fa-moso poeta colombiano, fuera y dentro de las fronteras del país. Su obra no ha dejado de ejercer un encanto sobre los amantes de la poesía y sobre aquellos que la hacen. Su trágica vida enmarcada en la soledad intelectual, quiebras financieras, un viaje a Europa y su suicidio suman un imaginario que conmueve y lo coloca por encima de la mayoría de sus colegas. Silva, por medio de su vida se convierte en la más importante metáfora de su obra: sólo la poesía nos salva; el difícil camino del arte y la sensibilidad es el que nos obse-quia la redención. Es preferible decir que su poesía es inmortal que clásica, lo de clásico tiene una implicación académica y obligatoria; es más lucido lo de inmortal

que implica su presencia y una vida y diná-mica que se desarrolla en las mentes y los corazones de los que lo leemos con fruición y pasión.

Era Silva un personaje como se puede en-trever en su novela, muy autobiográfica, “De Sobremesa” que condensa la visión que tenia América Latina de la vida artísti-ca de Londres y de París de fin de siglo XIX, Silva fue un perfecto prerafaelista y no sólo admiró los cuadros de estos poco comunes pintores, si no se identificó con sus ideales artísticos.

Había nacido en Bogotá el 27 de noviembre 1865 y muere en la misma el 24 de mayo de 1896.

”Desparate Romantics” se llamó la mini serie de la BBC2, sobre la Hermandad de los Prerrafaelistas basada en la novela de Farnny Moyels

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VEJECES

Las cosas viejas, tristes, desteñidas, sin voz y sin color, saben secretos

de las épocas muertas, de las vidas que ya nadie conserva en la memoria,

y a veces a los hombres, cuando inquietos las miran y las palpan, con extrañas

voces de agonizante dicen, paso, casi al oído, alguna rara historia

que tiene oscuridad de telarañas, són de laúd, y suavidad de raso. ¡Colores de anticuada miniatura,

hoy, de algún mueble en el cajón, dormida; cincelado puñal; carta borrosa,

tabla en que se deshace la pintura por el tiempo y el polvo ennegrecida;

histórico blasón, donde se pierde la divisa latina, presuntuosa,

medio borrada por el liquen verde; misales de las viejas sacristías;

de otros siglos fantásticos espejos que en el azogue de las lunas frías guardáis de lo pasado los reflejos;

arca, en un tiempo de ducados llena, crucifijo que tanto moribundo,

humedeció con lágrimas de pena y besó con amor grave y profundo; negro sillón de Córdoba; alacena

que guardaba un tesoro peregrino y donde anida la polilla sola;

sortija que adornaste el dedo fino de algún hidalgo de espadín y gola;

mayúsculas del viejo pergamino; batista tenue que a vainilla hueles; seda que te deshaces en la trama

confusa de los ricos brocateles;

g

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MUERTOS

gEn los húmedos bosques, en otoño, al llegar de los fríos, cuando rojas,

vuelan sobre los musgos y las ramas en torbellinos, las marchitas hojas, la niebla al extenderse en el vacío

le da al paisaje mustio un tono incierto y el follaje do huyó la savia ardiente

tiene un adiós para el verano muerto y un color opaco y triste

como el recuerdo borroso de lo que fue y ya no existe.

En los antiguos cuartos hay armarios que en el rincón más íntimo y discreto,

de pasadas locuras y pasiones guardan, con un aroma de secreto, viejas cartas de amor, ya desteñidas

que obligan a evocar tiempos mejores, y ramilletes negros y marchitos,

que son como cadáveres de flores y tienen un olor triste

como el recuerdo borroso de lo que fue y ya no existe.

Y en las almas amantes cuando piensan en perdidos afectos y ternuras

que de la soledad de ignotos días no vendrán a endulzar horas futuras,

hay el hondo cansancio que en la lucha, acaba de matar a los heridos,

vago como el color del bosque mustio como el olor de los perfumes idos,

y el cansancio aquél es triste como el recuerdo borroso

de lo que fue y ya no existe!

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Un Poema

gSoñaba en ese entonces en forjar un poema,

de arte nervioso y nuevo obra audaz y suprema,escogí entre un asunto grotesco y otro trágico

llamé a todos los ritmos con un conjuro mágicoY los ritmos indóciles vinieron acercándose,

juntándose en las sombras, huyéndose y buscándose,ritmos sonoros, ritmos potentes, ritmos graves,

unos cual choques de armas, otros cual cantos de aves,de Oriente hasta Occidente, desde el Sur hasta el Norte

de metros y de formas se presentó la corte.

Tascando frenos áureos bajo las riendas frágilescruzaron los tercetos, como corceles ágiles

abriéndose ancho paso por entre aquella greyvestido de oro y púrpura llegó el soneto rey,

y allí cantaron todos... Entre la algarabía,me fascinó el espíritu, por su coquetería

alguna estrofa aguda que excitó mi deseo,con el retintín claro de su campanilleo.

Y la escogí entre todas... Por regalo nupcialle di unas rimas ricas, de plata y de cristal.

En ella conté un cuento, que huyendo lo serviltomó un carácter trágico, fantástico y sutil,era la historia triste, desprestigiada y ciertade una mujer hermosa, idolatrada y muerta,y para que sintieran la amargura, exprofeso

junté sílabas dulces como el sabor de un beso,bordé las frases de oro, les di música extrañacomo de mandolinas que un laúd acompaña,

dejé en una luz vaga las hondas lejaníasllenas de nieblas húmedas y de melancolías

y por el fondo oscuro, como en mundana fiesta,cruzan ágiles máscaras al compás de la orquesta,envueltas en palabras que ocultan como un velo,

y con caretas negras de raso y terciopelo,cruzar hice en el fondo las vagas sugestiones

de sentimientos místicos y humanas tentaciones...

Complacido en mis versos, con orgullo de artista,les di olor de heliotropos y color de amatista...

Le mostré mi poema a un crítico estupendo...Y lo leyó seis veces y me dijo... «¡No entiendo!».

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Nocturno

g

A veces, cuando en alta noche tranquila,Sobre las teclas vuela tu mano blanca,

Como una mariposa sobre una lilaY al teclado sonoro notas arranca,

Cruzando del espacio la negra sombraFiltran por la ventana rayos de luna,

Que trazan luces largas sobre la alfombra,Y en alas de las notas a otros lugares,

Vuelan mis pensamientos, cruzan los mares,Y en gótico castillo donde en las piedras

Musgosas por los siglos, crecen las yedras,Puestos de codos ambos en tu ventanaMiramos en las sombras morir el díaY subir de los valles la noche umbría

Y soy tu paje rubio, mi castellana,Y cuando en los espacios la noche cierra,El fuego de tu estancia los muebles dora,

Y los dos nos miramos y sonreímosMientras que el viento afuera suspira y llora!

....................................................................¡Cómo tendéis las alas, ensueños vanos,

cuando sobre las teclas vuelan tus manos!

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NOCTURNO III

gUna noche

una noche toda llena de perfumes, de murmullos y de música de älas,

Una nocheen que ardían en la sombra nupcial y húmeda, las

luciérnagas fantásticas,a mi lado, lentamente, contra mí ceñida, toda,

muda y pálidacomo si un presentimiento de amarguras infinitas,hasta el fondo más secreto de tus fibras te agitara,

por la senda que atraviesa la llanura florecidacaminabas,

y la luna llenapor los cielos azulosos, infinitos y profundos espar-

cía su luz blanca,y tu sombra

fina y lángiday mi sombra

por los rayos de la luna proyectadasobre las arenas tristes

de la senda se juntaban.Y eran unay eran una

¡y eran una sola sombra larga!¡y eran una sola sombra larga!¡y eran una sola sombra larga!

Esta nochesolo, el alma

llena de las infinitas amarguras y agonías de tu muerte,

separado de ti misma, por la sombra, por el tiem-po y la distancia,

por el infinito negro,donde nuestra voz no alcanza,

por la senda caminaba,y se oían los ladridos de los perros

a la luna,a la luna pálida

y el chillidode las ranas,

sentí frío, era el frío que tenían en la alcoba

tus mejillas y tus sienes y tus ma-nos adoradas,

¡entre las blancuras níveasde las mortüorias sábanas!

Era el frío del sepulcro, era el frío de la muerte,

Era el frío de la nada...

Y mi sombrapor los rayos de la luna proyecta-

da,iba sola,iba sola

¡iba sola por la estepa solitaria!Y tu sombra esbelta y ágil

fina y lánguida,como en esa noche tibia de la

muerta primavera,como en esa noche llena de perfu-mes, de murmullos y de músicas de

alas,se acercó y marchó con ella,se acercó y marchó con ella,

se acercó y marchó con ella... ¡Oh las sombras enlazadas!

¡Oh las sombras que se buscan y se juntan en las noches de negruras y

de lágrimas!...

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Este pequeño bosquejo tiene como fina-lidad ayudar a todos los seres Humanos que se encuentran en situaciones difíci-les de vida, para hallar el sentido que se tiene de la existencia en este planeta. To-dos hemos pasado pruebas duras en la vida como fallecimiento de familiares o amigos, separación de parejas, fracasos económicos que nos han dejado sin fe ni esperanzas de recuperación y sin embar-go la vida nos ha ayudado a entender o asimilar la situación vivida, para así poder continuar la vida con el mismo o nuevo oficio, pero con una mayor seguridad en lo que se hace y el cómo lo ejecutamos. Con recuperación en las esperanzas que creíamos muertas, paso a paso hemos podido llegar a la edad adulta donde la vi-sión de la vida es más tranquila, pero con una incertidumbre razonable para enten-der las múltiples posibilidades que la vida nos ofrece para adquirir esas luces que nos guían y poder dar a otros esas posi-bilidades.

En Colombia tenemos, como en todas partes del mundo, el sueño de la salud, sin embargo, ni los servicios de salud, nacionales, departamentales o munici-pales, hacen el suficiente esfuerzo en educar a una población que tanto lo necesita, para ello se requiere de rom-per tradiciones e historia cultural en las formas de proceder con respecto a la alimentación y los hábitos de vida, por ello se requiere una visión panorámica de la vida y la salud, sin estar pegados de minucias de forma en consultorios y clínicas o de cómo son las áreas de atención. Entender que este es un país muy subdesarrollado y lo que necesita-mos es coberturas en salud de alta ca-lidad para todos los estratos sociales, no como se viene fomentando actual-mente servicios de quinta para gente de quinta. Estas discriminaciones solo crean resentimientos y crisis que se evi-denciarán en el corto plazo de esas so-ciedades.

salud

Razones para Vivir

Por: Jaime Sarmiento Botero, médico cirujano

El primer paso no solo es el cono-cimiento científico adquirido en la universidad y en clínicas y hospita-les del país, sino la calidad huma-na con la que se recibe y atiende el paciente, tenemos que aceptar que todo paciente enfermo está angus-tiado y es de mal genio, por su gra-do de toxicidad o acides sanguínea que posea y no podemos llegar a él con la prepotencia de sabios o po-derosos que todo lo sabemos y lo podemos, debe ser un acercamien-to de iguales, de seres humanos que comparten y se entienden para resolver situaciones a seguir, sobra decir que se tendrá una anamnesis lo más clara posible de la enferme-dad narrada por el mismo paciente o sus allegados y explicarle al enfer-mo y sus familiares la posible razón por la cual enfermó.

En estas situaciones empleo tres cuartas partes del tiempo de la con-sulta en clarificarle como se produjo la enfermedad y que vamos (los dos, médico y paciente y familia) a hacer inmediatamente y en el corto plazo, creo que un paciente que logra ser cobijado por ese corazón amoro-so, puede perfectamente entender que de su actitud alimentaria, de sus trasformaciones en los hábitos de vida el hacer cambios por com-prensión de situaciones pasadas, podemos perdonarnos y perdonar a los demás los errores cometidos anteriormente y hacer lo que en el

aquí y el ahora hay que realizar.

El trabajo que se propone al paciente es en presente, recordemos que pe-leas, odios, resentimientos del pasa-do, pueden producir patologías que llevan a la cronicidad de muchas ma-nifestaciones clínicas y ni hablar de los malos hábitos alimenticios, llevando a patologías arraigadas por nuestra ma-dre o nuestro padre en la crianza que hemos tenido desde la gestación, has-ta nuestros días.

Por eso uno de los más importantes factores de aprendizaje es la alimen-tación, es lo que más recalcamos, pues la naturaleza nos brinda múlti-ples posibilidades, que desde la vi-sión estrecha con que nos educan las universidades, no podremos resolver, lástima que las instituciones educati-vas solo nos enseña a quitar síntomas y a bloquear el organismo con todos los antibióticos, antiinflamatorios, anti histamínicos, antipiréticos, antieméti-cos, antiparasitarios y cincuenta AN-TIS mas con los que creemos resolver la salud en la clínica; si por un mo-mento las universidades permitieran cátedras de medicina

Ayurvédica, de medicina tradicio-nal China, de homeopatía, de tera-pia neural, de Homotoxicología, de naturismo, tendíamos muchas posi-bilidades de abordar correctamen-te con un pensamiento más amplio, un paciente y en la misma terapia

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poderlo educar y ayudarlo a que no se vuelvan crónicas sus manifestacio-nes clínicas sino poder resolver los cuadros en sus etapas agudas, nues-tra terapéutica nos vuelve esclavos de las sustancias químicas que consu-mismos, tanto como medicamentos como alimentaria y es lo que ha impe-dido llegar a ejercer verdaderamente una medicina preventiva desde la ali-mentación, como debe ser la ingesta de productos naturales.

Siempre he creído que la estructura-ción y educación son más importantes en una mujer que en un hombre, pues ellas con su gran capacidad al hacer trasformaciones cambian una familia y una sociedad, educar un hombre nunca es así.

A las chicas universitarias y las co-legiales les he tratado de inculcar, la importancia de la relaciones sexuales, cuando se tienen con ánimo de pro-creación, pues en estas circunstan-cias no se deben consumir drogas o sustancias psicoactivas, pues de esa relación que tiene como premisa, ser amorosa para poder engendrar seres grandes que nos ayuden a trasformar en un futuro esta sociedad, no que sean una carga para la familia y el es-tado, de ese buen útero, puede de-pender mucho el futuro de esa familia y de la sociedad.

De jóvenes bien alimentados, criados en hogares amorosos, educados en

instituciones donde no coarten el aprendizaje y la creatividad, no como actualmente se hace solo desarro-llándola memoria y repitiendo como loros, incluso las instituciones religio-sas que nos ayuden a pensar en una visión trascendente de la vida, tendre-mos una juventud en una sociedad más incluyente, menos competitiva, mas servicial, asegurándonos un fu-turo mejor para el país y para todas las sociedades planetarias.

Lo fundamental es que nuestros jó-venes y adultos aprendan del sufri-miento humano con sus guerras y así poder trasformar con pensamiento más igualitario y libertario, del pen-samiento reaccionario y conservador que hace retroceder naciones enteras a antiguos moldes.

Nuestro anhelo, que debe ser el de to-dos los seres humanos, es el cambio hasta obtener nuestras cuatro liberta-des:

1º Libertad de expresión. En todas parte del mundo2º Libertad de adorar a Dios a su ma-nera. En todas partes del mundo.3º Libertad de vivir libre de necesida-des. En todas partes del mundo.4º Libertad de vivir sin temor. En todas partes del mundo.

Expresado por el presidente de los Es-tados Unidos Franklin D. Roosevelt 6 de Enero de 1.941

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Pensamiento y VidaCon este nombre el Instituto Universitario de Caldas, bajo la dirección de su rec-tor el salamineño Juvenal Mejía Córdova, publicó durante el año 1940 y 1941 una revista que se imprimía en la Imprenta Departamental. Como co director colabo-ró José Hurtado García, otro de los destacados educadores de esa época. En las 75 páginas de la publicación colaboraban profesores como alumnos del plantel mostrando una proyección que hoy sería casi un plan de gobierno porque varias de las instituciones del Departamento como este colegio, la imprenta y diferentes Secretarias estaban trabajando conjuntamente en pro de sustentar la labor guber-namental intelectualmente.

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