Leonarda, 47 Cesar, 34 - Broederlijk Delen · Semejante injusticia requiere una gran protesta. Los...

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Leonarda, 47 Cesar, 34

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Leonarda, 47 Cesar, 34

H oly Guacamole! ¿Ya te enteraste del alboroto en el supermer-cado? ¿Y en la verdulería a la vuelta de la esquina? Pues la fruta está enfadada. Los mangos, las papayas, los plátanos, los ananás, pero especialmente los avocados están hartos ya.

Mientras los avocados crecen en los árboles y arbustos en Guatemala, ven a los agricultores pasar hambre. Los agricultores trabajan en las planta-ciones por un salario miserable. Ganan tan poco que no les alcanza para comprarse su propia fruta y verdura. Pero, ¿quién habla de comprar? ¡Ellos mismos podrían cultivar sus propios alimentos!

Su propia tierraAhí es precisamente donde aprieta el zapato. Lo único que quieren los agricultores en Guatemala es cultivar sus alimentos en su propia parcela de tierra. Ser independientes y poder hacerse cargo de sus familias. Pero la tierra está muy injustamente distribuida en Guatemala. Tal es así que más de la mitad de las tierras agrícolas está en manos de, solamente, el 2% de la población. En este 2% no están ni los agricultores ni las comunidades, que son quienes más la necesitan. En esta campaña de prensa le informarmos sobre César y Leonarda, dos personas que comparten el mismo sueño: ser responsable de sus propios alimentos, cavar la tierra con sus manos y cosechar el fruto de su trabajo. Y para lograr esto, están dispuestos a ir muy lejos.

Avoca-participaDurante esta cuaresma, Broederlijk Delen va a ayudarlos. Y tú también pue-des ayudar a hacer que en Flandes nadie sea indiferente a esta situación. Juntos seguiremos compartiendo fraternalmente hasta que todo el mundo se nos una. En Guatemala y en el resto del mundo, pero también en nuestro país. Porque un agricultor sin tierra no es un agricultor. Y el hambre ace-cha a la vuelta de la esquina.

¡Protestemos con la fruta y las verduras de Guatemala! Juntos hare-mos una campaña fascinante. Porque solo con tu apoyo y compromiso somos capaces de hacer lo que hacemos: luchar día tras día por un mundo sostenible y sin desigualdad.

Wouter Vandenhole, PresidenteLieve Herijgers, Director

Campaña 2019 en colaboración con Friendship

Textos Joyce Dehasque, Terri Grootjans, Lieve Herijgers, Zynke Huysmans, Peter Ketelers, Marijke Moyson, Katelijne Suetens | Traducción Laura Alonso, Joriena Brewée, Annelien Heirman, Siska Kockelbergh, Bart Philips, Limme Van Den Abeele | Ilustración gráfica Marine De Keyzer | Fotos Jeroen Broeckx, Thomas De Boever, Fotoarchief Broederlijk Delen | Imprenta Impressa, gedrukt op off-set 100 gr FSC-papier | Número de depósito legal D/2018/5.556/2 | Editor responsable Lieve Herijgers, Huidevettersstraat 165, 1000 Brussel

ÍNDICE DE MATERIAS

Campaña 2019: Guatemala 3En la agenda política 10La tierra en Guatemala 11La campaña en la educación 12

HOLY GUACAMOLE!Da a los agricultores SU PROPIA tierra para cultivar sus ALIMENTOS.

Tierra para Guatemala

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Imagínate que eres un campesino en Guatemala. Tu pueblo está rodeado por colinas verdes, hay agua en abundancia y el clima permite cultivar frutas y verduras durante todo el año. Y, sin embargo, te encuentras cada día con el estómago vacío, luchando contra el hambre. Apenas un poco más lejos, hay miles de hectáreas que pertenecen a una sola persona. Mientras que tú, si tienes suerte, posees un pequeño bancal. Pero, desafortunadamente, lo más probable es que tampoco poseas un bancal. El pequeño salario que recibes, lo ganas trabajando la tierra de otra persona, pero tampoco te alcanza para vivir. Los campesinos guatemaltecos no piden mucho. Solo quieren un pedacito de tierra para poder decidir qué ponen en su plato de comida. Y para poder asegurar el futuro de sus familias..

GUATEMALAun paraíso, pero no para todos…

La tierra es de una importancia vital

En Guatemala la tierra está distribuida de manera muy des-igual. Más de la mitad de la tierra de cultivo está en manos de unas pocas grandes empresas. Esto es injusto, pues para los campesinos guatemaltecos la tierra es de una importancia vital. Sin tierra, no hay ni comida ni ingresos suplementarios. Así y todo, para los campesinos y comunidades agrícolas es casi imposible llegar a adquirir su propia tierra.

Semejante injusticia requiere una gran protesta. Los campesi-nos no se quedan de brazos cruzados. Cada día luchan ardua-mente por su propio pedacito de tierra, por una vida mejor. Arriesgan mucho para mejorar la vida de sus hijos. Aguantan y no se rinden. Afortunadamente no están solos en su lucha. Son miembros de las organizaciones locales con las que colabora Broederlijk Delen. Juntos abogamos por un reparto justo de tierras, para que los campesinos puedan cultivar en su propia tierra. Y este apoyo está dando sus frutos. Si no pregúntales a César y Leonarda.

Solamente queremos un pedacito de tierra

Juntos por un reparto justo de tierras

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César• 34 años• Padre de cinco hijos• Campesino sin tierra• Vive en un pedacito de tierra de su suegro• Sueña con tener su propio campo agrícola

Leonarda• 47 años• Madre de cuatro hijos y una hija • Vive en La Florida, en el municipio Colomba • Propietaria orgullosa de un campo agrícola• Cultiva verduras, frutas y fomenta la agricultura ecológica• Sueña con tener su propia empresa para procesar la

cosecha

César y Leonarda comparten un sueñoMi propio

campo agrícolaMi propia empresa

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“En las plantaciones ni siquiera ganaba 3 euros al día. Cada día estaba preocu-

pado por la comida de mis hijos. ¿Cómo me sentía siendo padre? Pues era una combinación de cosas: tristeza, angustia, y a veces incluso desesperación.”

“La vida en las plantaciones era muy dura, éramos explotados. Si algún día fal-

tábamos al trabajo, por estar enfermos o porque uno de los hijos estaba enfermo, nos despedían. El propietario nos prohibía cultivar alimentos o criar ganado. A menudo no comíamos otra cosa que maíz y una taza de café.”

No se podía seguir así. César y Leonarda le ponían todas sus fuerzas al trabajo pero al final del día no tenían nada. Por eso, ya no querían trabajar en la tierra de otra persona, pero desgraciadamente no tenían otra opción. El pedacito de tierra que tenían era demasiado pequeño como para poder cultivar algo.

“El reparto de la tierra y la riqueza es tan injusto en este país. Unos lo tienen todo,

y otros -como nosotros- casi mueren de ham-bre. Los latifundistas están haciendo dinero a costa de nosotros. Pero estamos hartos. ¿Acaso no tenemos derecho a un pedacito de tierra de cultivo?”

Durante mucho tiempo César y Leonarda han compartido el mismo sueño: tener su tierra propia para cultivar. Un lugar suyo. La única manera de poder cuidar de su familia.

César es un campesino más bien tímido. Leonarda, en cambio, se entusiasma contando sobre su vida. Los conocimos en Colomba, el corazón de la zona cafetera. Aunque hoy sus vidas son muy diferentes, los dos tienen mucho en común. Hasta no hace mucho tiempo, César y Leonarda trabajaban en las grandes plantaciones de café que hay en la zona. El escaso salario que allí ganaban no les alcanzaba para dar de comer a sus hijos.

PROVINCIA QUETZALTENANGO

el municipioCOLOMBA

GUATEMALA

MEXICO

Colomba HON-DU-RAS

La Mina

La Florida

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¿Por qué los campesinos en Guatemala no tienen tierra? En Guatemala no hay escasez de tierra fértil, sino reparto injusto. Para comprender la situación actual, tenemos que volver al pasado.

Durante el periodo colonial la población indígena maya fue exterminada y expul-sada de sus tierras. Los conquistadores españoles tomaron posesión de todo. La independencia no supuso un gran cambió en esta situación. Las élites locales continuaron con la explotación y buscaron el crecimiento económico en base a la exportación de cultivos. Las grandes empresas ganaron terreno a costa de los pequeños agricultores, a quienes cada vez se les hacía más difícil subsistir. La extrema desigualdad condujo a una guerra civil sangrienta que asoló el país durante 36 años. Los Acuerdos de Paz en 1996 debían hacer frente a las causas profundas de este conflicto, como el reparto injusto de la tierra. Pero muchas de las promesas siguen siendo letra muerta.

Desde el año 2000 los precios del café han caído en el mercado internacional. Los latifundistas vieron cómo sus ganancias se esfumaban. Despidieron a los emplea-dos y dejaron las plantaciones desatendidas. Para muchos esto representa un drama, pero también una nueva oportunidad. En todo el país los campesinos se reúnen para reclamar las tierras abandonadas. Con ocupaciones, negociaciones y ejerciendo presión sobre las autoridades locales, los campesinos se aferran a su derecho a la tierra.

Los campesinos toman las riendas de sus vidasCésar y Leonarda no están solos. La mitad de las familias guatemaltecas no logra dar una alimentación variada y completa a sus hijos. La falta de comida tiene un gran impacto en la salud de los niños. Los niños malnutridos sufren un retraso en el crecimiento del que nunca se recuperan, se sienten débiles y están enfermos frecuentemente. El hambre es un asesino silencioso.

La mejor manera de asegurar sufi-ciente comida en la mesa es cultivar tú mismo los alimentos. Por eso, los cam-pesinos toman el asunto en sus manos, luchando por tener su propia tierra de cultivo. El futuro de sus hijos está en juego. Afortunadamente no están solos en esta lucha. Pueden contar con el apoyo de las organizaciones locales con las que colabora Broederlijk Delen. Una de ellas es Plataforma Agraria, una organización vigorosa que reúne a los grupos de campesinos de todo el país. Juntos constituyen una red fuerte. Piensan sobre estrategias para adquirir más tierra y abogan ante el gobierno por una distribución más justa de la tierra.

César y Leonarda están decididos a rea-lizar su sueño. A causa de la crisis cafe-tera internacional muchas plantaciones en su región están abandonadas. Los campesinos ven la oportunidad. Se reú-nen en grupos y buscan maneras para adquirir su tierra. Para nosotros, tienen razón. Porque ¿cómo justificas que los campesinos como César y Leonarda apenas puedan sobrevivir, mientras hay miles de hectáreas inutilizadas?

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La lucha da resultado

La lucha da resultado. Leonarda es la prueba viviente de que con perseverancia todo es posible. Después de aguantar dos años, Leonarda y unas cincuenta familias más pueden llamarse los propietarios orgullosos de ‘La Florida’. Y aunque la construcción no está siendo fácil, Leonarda persiste. Por el uso de pesticidas y la negligencia de los ocho años pasa-dos, las tierras están agotadas.

“Tuvimos que empezar de cero. Teníamos tierra de cultivo, pero no teníamos dinero

para invertir en semillas, materiales y fertilizan-tes. En las plantaciones habíamos aprendido a cultivar el café con productos químicos, nada más.”

La adquisición de tierra ya se había logrado. ¿Y ahora qué? Con el apoyo de la organización coparte Red Kuchub’al, Leonarda aprende a cultivar diferentes plantas. En primer lugar, se trata de tener suficiente comida para su familia. Luego, los excedentes los vende en el mercado local.

El éxito de una agricultura ecológica y variadaDesde la mañana temprano se pone en marcha en La Florida una actividad impregnada de calma. Siendo aún la madrugada, Leonarda se va para su campo, que está en la comunidad.

“Gracias a Red Kuchub’al podemos com-prar animales y brotes de árboles frutales

a precio reducido. Aún me sorprende que pueda cultivar plantas y criar ganado yo misma.” El contraste con el pasado reciente es muy grande. “Ahora comemos tres veces al día y también de manera más variada. En el menú hay frutas y verduras de mi propia cosecha , como avocados, plátanos y mangos.”

Las formaciones a las que participa Leonarda la han conver-tido en una partidaria ferviente de la agricultura ecológica.

“En mi campo no utilizamos productos químicos porque son nocivos y caros.

Utilizamos el estiércol de los animales y las cenizas del fuego. Es mucho mejor para la salud y la naturaleza.”

Finalmente somos parte del menú

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También César quiere dar de comer a su familiaCésar aún está en el inicio de una larga lucha. Junto con 30 familias le ha echado el ojo a una plantación cafetera aban-donada, ‘La Mina’. Todavía no saben si algún día las tierras serán suyas. Pero está decidido a continuar. La historia de éxito de Leonardo le da fuerza, estímulo y esperanza. Junto con la organización coparte Plataforma Agraria investigan todas las posibilidades para poder obtener la propiedad sobre esa tierra. Los agricultores de ‘La Mina’ necesitan toda la ayuda posible.

“Necesitamos esa tierra. Por eso continua-remos nuestra lucha. Lo hago por mis

hijos. Para darles de comer. Nosotros no hemos tenido la oportunidad de estudiar. Cultivando un pedacito de tierra, sueño con darles a mis hijos la oportunidad de ir a la escuela algún día.”

Todos participan

Leonarda sigue soñando. Es una mujer ambiciosa.

“El siguiente paso es vender más produc-tos elaborados en el mercado, como el café

molido, mermelada o chocolate. Queremos hacer esto, creando y desarrollando empresas en nuestra comunidad. De esta manera creamos más empleo e ingresos. No alcanzaremos todos nuestros objetivos en esta vida, pero deseo arduamente que mis hijos continúen nuestra lucha. Lo más importante es que estamos reali-zando todo esto con la comunidad entera; todos participan. No son unos pocos los que se benefi-cian, sino todo el mundo.”

Amplificar las voces

Dios nos dio esta tierra para cultivarla y protegerla. Si el viera el reparto injusto, sin duda seríamos despedidos como gestores de su creación. Hoy en día no es evidente cultivar tierra propia. Pero cuando los campesinos en Guatemala ven las plantaciones abandonadas, ven la oportunidad de crear su propia tierra prometida. Trabajan la tierra para hacerla fértil nueva-mente después de todos esos años de descuido. Como la higuera de la Biblia, a la que se cuida para que pueda dar frutos de nuevo después de tres años difíciles.

De esta manera, los campesinos comen lo que les da la tierra, en vez de depender del trabajo que hacen para otros y de los alimentos caros que compran en el mercado. Con un megáfono, el símbolo de esta campaña, queremos dar la palabra a las comunidades agrícolas que luchan por una vida mejor. Para que se oiga su reclamo por un futuro sostenible para ellos y sus hijos. Cada domingo, en nuestro folleto litúrgico te damos ideas inspiradoras para luchar por un mundo sostenible y justo.

Combatir la desigualdad ¿Cómo lo haremos?

Apoyamos iniciativas locales y organizaciones nacionales en Guatemala. Iniciativas locales porque creemos que la gente misma es la que mejor sabe cómo abordar las cosas. Orga-nizaciones locales porque pueden incentivar a los respons-ables políticos. Para combatir la desigualdad estructural hace falta una política buena y justa.

Pero también la política belga y europea tienen un gran im-pacto en el resto del mundo. Por eso, Broederlijk Delen hace incidencia política, a nivel nacional e internacional, para un cambio estructural y en contra de la desigualdad.

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El reparto desigual de la tierra en Guatemala es un problema político con graves consecuencias sociales, económicas y para la salud. El gobierno no hace nada para solucionar a fondo este problema. La política da prioridad a la exportación masiva de productos agrícolas y a los proyectos de minería y energía que están todos en manos de la élite. Esto provoca una enorme inseguridad alimentaria en el campo. Pero el gobierno se niega a escuchar la voz de los ciudadanos, cor-tando de raíz cualquier voz de protesta.

Bélgica y la Unión Europea deben asu-mir su papelAdemás del gobierno guatemalteco, la Unión Europea y Bélgica también tienen una responsabilidad que asumir dentro de esta historia. Desde 2013 está en vigor un acuerdo comercial provisional entre la UE y América central. Este acuerdo ejerce aún más presión sobre los recursos naturales y los suministros de alimentos imprescindibles para la propia región. Además, hasta el día de hoy no se ha previsto ningún mecanismo vinculante para imponer la protección del medio ambiente y de los derechos humanos.

El comercio justo y la agroecología

En colaboración con sus organizaciones copartes y las redes internacionales de ONG, Broederlijk Delen llama la atención sobre la situación en Guatemala. Pedimos que Bélgica y la Unión Europea pongan las exigencias de las comunidades agrícolas e indígenas en la agenda del diálogo político con Guatemala. Abogamos por relaciones de comercio y de inver-sión que respeten los derechos humanos y medioambientales. Además promovemos sistemas alimentarios agroecológicos que ofrecen la oportunidad de erradicar definitivamente el hambre sin continuar devastando el planeta.

LA TIERRA EN LA AGENDA POLÍTICA

Estamos frambuenojados! Haznos framfelices!

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HAZ UNA DONACIÓNEn Guatemala muchas familias luchan contra el hambre. No obstante, no necesitan mucho para poder vivir. Con tierra,

equipamientos agrarios y una buena educación ya ayudas a una familia a que tenga un plato de comida sobre la mesa.

Paquete inicial para una parcela propiaAyudas a los campesinos a obtener una parcela invirtiendo en trabajo jurídico y político imprescindible.

Ayuda con una donación a BE12 0000 0000 9292

¿Donas 40 euro o más? Entonces recibes un certificado fiscal al inicio del 2020. Con este certificado puedes recuperar hasta el 45% de tu donación a través de la reducción fiscal. Así puedes hacer más, sin tener necesaria-mente que gastar más. Por lo tanto: un paquete grande de agricultura no

cuesta 98 euro, sino 54 euro después de la deducción de impuestos.

¡Gracias por tu contribución!

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Kit pequeño de agriculturaAdemás de tierra, das a una familia semillas, plantas y materiales necesarios para cultivar frutas y verduras.

Paquete grande de agriculturaAdemás de la tierra propia y las plantas das a los campesinos la formación necesaria para que puedan mejorar su cultivo y sus ingresos.

Te invitamos a invertir en:

Campesino busca tierraEn Guatemala el reparto desigual de la tierra es enorme. Las grandes empresas ganan cada vez más terreno, y todo a expensas de los pequeños campesinos que tienen cada vez más dificultades para sobrevivir. Con tu ayuda abogamos por un reparto justo de la tierra ante el gobierno.

Alimentación sana y suficiente comida para todosCasi la mitad de los niños en Guatemala están subalimenta-dos. Con tu ayuda afrontamos la lucha contra el hambre. Estimulamos la agricultura biológica y variada, para que año tras año los campesinos puedan llevar suficientes alimentos saludables a la mesa de sus familias.

Cuidar la naturalezaEl cultivo a gran escala de productos agrícolas destinados a la exportación es muy lucrativo para una minoría, pero repre-senta un desastre medioambiental. Pone en peligro la tierra y el agua de miles de familias de campesinos. Respalda con nosotros a las comunidades agrícolas que cuidan de las tierras fértiles y de un medio ambiente sano.

Del campo al consumidorEn Guatemala, trabajar para otra persona no deja mucho dinero. Por eso invertimos tu apoyo en empresas que están en manos de los mismos campesinos. Ellos se encargan de procesar la cosecha y de vender los productos en el mercado local. Los ingresos adicionales sirven para pagar la escuela de los niños.

Protestar sin arriesgar tu vidaLos campesinos en Guatemala no se quedan de brazos cru-zados. Luchan cada día por sus derechos: suficiente comida, una pequeña parcela, un sueldo honesto. Sin embargo, quien protesta en Guatemala, pone en peligro la vida. El régimen represivo no tolera voces críticas. Con tu apoyo Broederlijk Delen ayuda a la gente y a las organizaciones a participar en las reuniones. Así trabajamos sobre la participación ciu-dadana y la buena gestión.

LA TIERRA EN GUATEMALA

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Las hermanas Sharon (10), Alison (8) y Kamila (4) viven con su mamá y su papá en la comunidad de La Florida, en el departamento de Quetzaltenango en Guatemala. Antes, sus padres vivían y trabajaban en malas condiciones en la finca de café de La Esmeralda. Hace 13 años tuvieron la oportuni-dad de mudarse a La Florida, donde la vida les va mejor.

En la colección de fotos para niños de preescolar y del primer año descubrirás, junto a Kamila, un libro misterioso. Los cuentos de su abuelo abren las puertas a un mundo nuevo.

Sharon escucha atentamente cada palabra que sale de boca de su abuelo sobre la dura vida que pasaron en la finca, la uti-lidad de las abejas y la importancia de la biodiversidad. Irás conociendo mejor a Sharon en el proyecto de la educación primaria y a través de la película.

¡CONSEJO! Apoya a las hermanas organizando una Parada de Café con tus alumnos el viernes 29 de marzo de 2019. ¡Nuevo paquete de acción con métodos divertidos de bricolaje! www.broederlijkdelen.be/koffiestop (En neerlandés)

LA CAMPAÑA EN LA EDUCACIÓN PRIMARIA

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A las hermanitas, les encanta la miel de su abuelo

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Las historias y los intereses de los jóvenes como Carlos Velásquez for-man el tema central del juego en línea ‘¿Me encuentras?’. Descubre el juego a partir de diciembre en: www.vindjemij.info. (En neerlandés)Los profesores de la enseñanza secundaria pueden ‘condi-mentar’ sus clases con la película de campaña y la clase de profundización correspondiente. Ofrecemos también una clase temática sobre las protestas en el mundo y cómo los jóvenes pueden hacer escuchar su voz. ¡Ideal para un año electoral como el 2019!

Carlos se expresa a través del rapCarlos Velásquez (19) vive con su madre y sus hermanos en La Florida. Forma parte del grupo de jóvenes que siguió clases de teatro con la organización coparte Fundación Tierra Nuestra.

“Era un chico muy tímido. En la escuela no aprendemos a expresarnos. Apenas me atrevía a decir mi nombre en público.”

El teatro hace que sea más fácil hablar de temas sensibles, tal como el abuso infantil y la violencia contra las mujeres. Lo que no logran expresar en la vida cotidiana, lo expresan por medio del canto, el rap, la percusión y el breakdance. “Me ha dado confianza y me ha ayudado a emanciparme. Ahora ya no tengo miedo de hablar y de compartir mi opinión.”

Para darles un empujón financiero, los jóvenes recibieron un capital inicial para un proyecto en común. Montaron un negocio de cerdos y gallinas. “No fue exactamente un éxito comercial, pero he aprendido mucho del proyecto”, nos cuenta Carlos. “No he ganado mucho dinero, pero sí mucha experien-

LA CAMPAÑA EN LA EDUCACIÓN SECUNDARIA

cia. Ahora sé mucho más sobre alimentación y enfermedades de animales y también aprendí a cooperar. A veces, tenemos que pagar matrícula. Sin embargo, con estos conocimientos queremos lanzar un nuevo proyecto y esta vez también generar ingresos.”

¡Campaña con tus alumnos!Organiza algo divertido para recaudar fondos para Broederlijk Delen. ¿En busca de inspiración? Echa un vistazo a www.broederlijkdelen.be/nl/voor-scholen/ (En neerlandés)

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Tomar decisiones

Queremos una sociedad basada en la comunidad, la sostenibilidad y la jus-ticia. Colaborar con la gente a nuestro alrededor y con la naturaleza que nos da alimentos y energía. Con esto no perdemos nada. Solamente ganamos. Pero tal evolución exige que elijamos. Y durante esta cuaresma queremos apos-tar por esto. Todo el mundo es capaz de tomar decisiones que le acerquen a la buena vida. Y si todos elegimos por un cambio de enfoque , estaremos generando un consenso social que la política no podrá ignorar. De modo que la buena vida no se limite a nuestras decisiones individuales, sino que esti-mule decisiones sostenibles y que estas se vuelvan naturales.

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¡Suficiente está bien! Querer siempre más ya no va. Vemos que chocamos con límites por todas partes. El clima no coopera, el planeta se está agotando, la desigualdad reina, la pobreza aumenta, la gente huye… Hay otra manera: evolucionar hacia otra manera de vivir. Con menos, pero mejor. La buena vida, para todos. O como dicen en América Latina ‘El buen vivir’.

Esta cuaresma te desafiamos a reflexionar junto a nosotros sobre el origen de nuestros alimentos.

Juntos optamos por lo saludable, lo local y lo biológico. O por un comercio justo si el producto tiene que venir desde lejos. Así somos solidarios con los campesinos de todo el mundo y apre-ciamos como se merecen los alimentos en nuestro plato.

¿Buscas iniciativas sostenibles en tu barrio? www.foodwise.be (En neerlandés)

Lee la historia del campesino Tuur de la película de nuestra campaña www.delandgenoten.be/content/het- mosterdzaadje (En neerlandés)

El campesino Tuur

Endereza lo que está torcido

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