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    E X P E R I E N C I A S D E C A P A C I T A C I N

    LEER CON BEBSCANTOS Y CUENTOS EN EL JARDN MATERNAL

    Lidia Blanco

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    CANTOS Y CUENTOS EN EL JARDN MATERNAL

    Para democratizar la lectura, no hay recetas mgicas.Slo una atencin personal a los nios, a los adolescentes,

    a las mujeres, a los hombres.Michel Petit1

    LEER CON BEBS

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    l e e r c o n b e b e s

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    Introduccin

    Historia de una construccinHaba una vez un Jardn Maternalun jardn en un barrioen el barrio, una biblioteca..en la biblioteca, madres, maestras y capacitadoray libros para bebs

    Nuevos libros, nuevos lectores, nuevas conquistasLibros para bebs, cmo los presentamos?A ver, a ver, cmo leen los bebs?La Biblioteca Institucional en el Jardn MaternalCantos de cuna, slo para dormir bebs?Rimas, juegos verbales, retahlasMadres en accinLa Biblioteca creceEl rol de los escritores

    Multiplicacin de la experienciaFundacin del peridico El triunfo de las mujeresOtra experiencia con los bebs y sus familias

    Cuentan las maestras: registros de la experienciaLactariosDeambuladoresUna experiencia feliz

    Anexo: los autores que nos acompaaronEsteban ValentinoSandra CominoClaudia Snchez

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    I N D I C E

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    El 9 de julio de 2003 se inaugur una biblioteca en el Jardn Maternal Nro.5 del Distrito

    Escolar Nro.20 de la Ciudad de Buenos Aires. El Saln de Usos Mltiples estaba repleto. Los

    familiares de los bebs lucan sus mejores prendas, impecables, con sus otros hijos tambin

    vestidos como para ir a una verdadera fiesta. Celebraban, adems, el cumpleaos de la

    directora de la institucin. Un autntico 9 de julio como los que se festejan en los pueblos

    del interior, alejados del tumulto urbano: pastelitos de dulce, tortas, gaseosas, algn termo

    para cebar el infaltable mate. Una buena fiesta para inaugurar la biblioteca que ofreca a la

    comunidad libros para los bebs y tambin para sus familias.

    Sus rostros reflejaban una alegra que no se borrar nunca de la memoria de los que

    estuvimos all, sorprendidos hacedores de este espacio destinado a construir otra indepen-

    dencia, la del pensamiento y la del corazn.

    Le haban puesto por nombre Manuel Belgrano porque as se llama el barrio conoci-

    do como Villa 15 o Ciudad Oculta en Mataderos. La literatura se hizo presente y, como

    parte de la ceremonia, se comparti la voz del flamante padrino, el autor Esteban Valentino,

    que sum su colaboracin al encuentro, ley algunos de sus cuentos y particip como uno

    ms del festejo.

    Las docentes haban preparado una obra de tteres que se represent en un sencillo tin-

    glado que evocaba aquellas lejanas travesas de Javier Villafae en La Andariega. Calor

    humano, sonrisas, alguna madre meciendo un beb que lloriquea, los nios adelantndose

    para ver mejor a los tteres y sentirse parte del espectculo.Lleg luego el momento culminante: cortar la cinta de apertura, y padres, madres, abue-

    las y abuelos, nios a upa, otros de la mano, fueron subiendo la angosta escalera para ver

    la biblioteca, su biblioteca. Se haba dispuesto un espacio para los libros ubicado en el

    segundo piso del edificio del maternal con dimensiones similares a las salas de los bebs.

    Sus paredes mostraban una cuidadosa decoracin, que inclua reproducciones de persona-

    jes de cuentos infantiles y fotografas artsticas con paisajes de la villa, segn los ojos de uno

    de sus habitantes, el pap de Pablo, unos de los bebs de la sala de lactarios.

    Los libros estaban distribuidos en estantes que indicaban el destinatario. Los ms altoscontenan libros para adultos. Y en pequeos muebles al alcance de los nios, prolijamen-

    te clasificados, se ofrecan los libros infantiles. Una alfombra, cortina con florcitas, disimu-

    lando apenas la entrada del sol por la ventana. Manos docentes haban preparado un enor-

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    INTRODUCCIN

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    me cartel en el que se poda leer: Biblioteca Manuel Belgrano. Era la realizacin de un

    sueo y el comienzo de muchos otros. Algunos se cumplieron. Otros estn en la lista de

    espera.

    Este acontecimiento tiene una historia previa y esa es la historia que merece ser conta-

    da, porque inaugurar una biblioteca es levantar una enorme posibilidad de construccin

    humana, una esperanza, un deseo, un futuro. En contextos de marginalidad, las bibliotecas

    son faro de lo que todava no ocurri, pero puede ocurrir. Su valor simblico se relaciona

    con el derecho a la lectura. Leer es un acto de afirmacin de la identidad indispensable para

    acceder a la ciudadana.

    La obstinacin y la esperanza fueron de la mano. La continuidad es un desafo, porque

    una biblioteca es, en definitiva, una representacin del mundo, frgil si, al tiempo que se

    la organiza, no se edifican, en la comunidad a la que est destinada, las columnas destina-

    das a sostenerla. Los libros no garantizan, con su sola presencia, la lectura. Construir el vn-

    culo entre lectores y libros es, en verdad, la nica tarea cierta y con futuro.

    Hoy, los resultados obtenidos afirman la credibilidad en la creacin de espacios de lec-

    tura y escritura que pueden permitir el fortalecimiento de nios y familias que padecen

    duras postergaciones en su calidad de vida. El trnsito del rol asistencialista hacia la insta-

    lacin de dispositivos destinados al desarrollo social e intelectual fue sin duda el camino

    recorrido. La narracin de las diferentes etapas que aqu se exponen es, bsicamente, la

    narracin de una experiencia que nos modific a todos los que participamos y que dejseales de la enorme potencia humana para atravesar la lnea de la exclusin y conquistar

    el espacio del pensamiento creador.

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    HISTORIA DE UNA CONSTRUCCIN

    l Jardn Maternal n5 perteneciente al Distrito EscolarNro.20 se inaugur, como institucin oficial dependiente

    de la Secretara de Educacin del Gobierno de la Ciudad deBuenos Aires, el 5 de agosto de 2002. Hasta ese momento,haba consistido en un emprendimiento llevado a cabo pormujeres del barrio con el apoyo econmico del Centro PopularMataderos. El lugar brindaba atencin a los bebs de fami-lias durante las horas de trabajo. All se garantizaba la alimen-

    tacin, la higiene y la proteccin imprescindibles en una etapadel desarrollo evolutivo de los nios que se caracteriza por suinmensa fragilidad.

    La creacin del Jardn Maternal produjo una modificacinestructural que trajo, con el tiempo, cambios muy positivospara los bebs y sus familias. Pero en los primeros meses, laconvivencia del personal docente con las anteriores responsa-bles de los nios result compleja, atravesada por constantesajustes de la tarea.

    En setiembre de 2002, a poco de comenzada la tarea delpersonal docente designado, comenz esta capacitacin lla-mada Cantos y cuentos en el Jardn Maternal.

    Los destinatarios fueron las docentes, el personal directivoy las fundadoras del jardn que recibieron, a partir de esemomento, la denominacin Madres Ayudantes de Sala y a lascuales se les asign tareas especficas relacionadas con laatencin de los nios. Al formar parte del personal auxiliar delas maestras perciban, como honorarios por su tarea, un sub-sidio de los conocidos como Plan Jefas de Hogar.

    El Equipo de Conduccin y los docentes estaban participan-do de una capacitacin destinada a Jardines Maternales y dis-ponan de algunos conceptos tericos como referentes para eldesempeo de su tarea. Contaban tambin con su experienciapedaggica en otras instituciones. Pero transitaban sus prime-ros pasos en un maternal de estas caractersticas, de modo que,en muchas situaciones cotidianas, no tenan respuestas: hogaresen extrema pobreza, dificultades de acceso a la atencin de lasalud, nios desnutridos, demandas por parte de las familiasque excedan lo que una institucin educativa puede brindar.

    La capacitacin en el rea de lengua y literatura se plantecomo un espacio de aprendizaje y tambin de encuentros entredocentes y madres ayudantes de sala. Se apost a los libroscomo herramienta de comunicacin y a la literatura como lugarde placer y de distanciamiento de los ncleos de tensin. Seacordaron encuentros quincenales y comenz la capacitacincon un plazo de realizacin de seis encuentros. Posteriormentese extendi durante el ao 2003 y parte del 2004.

    UN JARDN EN UN BARRIOEl surgimiento de Villa 15 data de 1937, cuando fue pobla-

    da por obreros del Mercado, de Ferrocarriles y del Frigorfico.Su designacin de Ciudad Oculta se debe a que, durante elMundial de Ftbol de 1978, la dictadura militar construy unparedn para ocultar la villa de la vista de los visitantes extran-jeros.

    En las 3,5 hectreas que ocupa viven unas 5000 personas,agrupadas en 1272 familias. El 63% de la poblacin es de ori-gen argentino. Del 37% restante el porcentaje mayor corres-ponde a migracin paraguaya. El nivel de escolaridad es signi-

    ficativamente menor al de la poblacin de Mataderos: slo el58% termin sus estudios primarios. Desde comienzos del2002, se viene produciendo un aumento considerable deviviendas, asentadas en los bordes de la villa, as como unaumento notable de la desocupacin con sus secuelas inevita-bles: deterioro grave de la calidad de vida, mayor hacinamien-to, incremento de los grupos que se dedican al robo o el tr-fico de drogas, mayor pobreza y mayor exclusin.

    Es posible distinguir en la villa una zona central y otra peri-frica. En la zona central, las viviendas estn construidas conladrillos y chapas, y hay cercos que separan unas de otras. Porlo general, cuentan con un pequeo terreno que hace lasveces de patio y lavadero. En la zona perifrica, en cambio, lasviviendas estn construidas principalmente con maderas y car-tn y carecen de ese espacio entre ellas. En la zona central lascasas tienen provisin de agua potable, mientras que en elresto del barrio pueden verse grifos ubicados cada 50 metros.

    HABA UNA VEZ UN JARDN MATERNAL

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    Casi todas las casas cuentan con luz elctrica y las calles cen-trales estn iluminadas con postes de alumbrado. Los descar-gues pluviales consisten en zanjas abiertas que en la zonacentral cuentan con encofrado de material. Las calles internasson de tierra. En la actualidad se est construyendo un Centrode Salud que ya brinda sus servicios a toda la poblacin.Innumerables Comedores Comunitarios resuelven, precaria-

    mente, el tema alimentario.Estas caractersticas del barrio permiten valorar la significa-cin que adquieren los Jardines de Infantes ubicados en la peri-feria del barrio, uno es el N4, sobre la Avenida Eva Pern y otroes el Nro.3 en la interseccin de Eva Pern y Piedrabuena. ElJardn Maternal Nro.5 -en el que se realiz esta capacitacin-est construido dentro de la villa, sobre la calle Zuvira. Laescuela es, para los ms pequeos, un lugar seguro, de conten-cin y de acceso a experiencias educativas y placenteras.

    Es sencillo identificar el edificio del maternal Nro.5. Sublanca estructura emerge junto a las humildes viviendas que loentornan. Trabajar dentro de esta institucin implica tomar

    contacto con la dura realidad de las viviendas precarias, loszanjones de agua estancada despus de las lluvias, los niosapretujados en callecitas de tierra. Trabajar dentro de estaescuela implica un complejo desafo, una laboriosa bsquedade sentido. Ya que, como dice Patricia Redondo: El hambre, laviolencia estructural de un sistema de exclusin, los asesinatos, perse-cuciones y sospechas que se ciernen sobre los nios y adolescentesempobrecidos y marginalizados oscurecen los sentidos de la escuela ylas motivaciones de los docentes para ir cada da a la escuela. Sinembargo, la paleta de colores de este presente histrico al que perte-necen tambin las escuelas en contexto de pobreza provoca nuevasvibraciones e intensidades que, a pesar de tanta opacidad, nos permi-ten pensar en aquello que est porvenir2.

    Los primeros ingresos a la villa generan temor y extraa-miento. El miedo y los prejuicios juegan un papel sobre elcapacitador y se requiere la colaboracin del personal auxiliarque acta como acompaante en el trayecto que va desde labajada del colectivo hasta la puerta de entrada al edificio.Acompaantes que animan cuando la conozcan, y sepan que tra-baja en el maternal, la van a respetar. No son tontos, saben que ustedviene por sus hijos. Palabras que marcan el recorrido personalque se debe aceptar y que prometen un buen destino despusde ganarse el derecho de piso. Palabras, en este caso, de una

    mujer que desempeaba tareas de limpieza en la institucin yque habitualmente ofici de acompaante en mis trasladospor la calle Zuvira.

    Las Madres Ayudantes estuvieron siempre preocupadas pormi ingreso en la comunidad y trataron de diferenciar los temo-res prejuiciosos, de los que vala la pena de tener en cuenta.Una vez construido el vnculo de confianza con ellas, pudieronexpresar sus propios miedos y, tambin, su vergenza de viviren Ciudad Oculta, cuyo prestigio de lugar peligroso fue incre-mentado constantemente por los medios de comunicacin. Susfrecuentes comentarios mostraban esta desacreditacin de lavilla como complejo habitacional asociado con la delincuencia.Las Madres hablan: No pods decir que vivs en este lugar, no quierentomarte en ningn trabajo. Nadie quiere vivir ac, porque aunque seashonrado, todos piensan que sos como los otros. A m no me gusta queme digan villera, por eso miento y doy otra direccin para que me tomencomo empleada por horas en casas de familia... Ustedes vienen por un

    rato, despus se vuelven a sus casas. Nosotras no nos podemos ir.Es necesario destacar el valioso aporte realizado sobre la

    historia del Maternal Nro. 5 por las Madres Ayudantes que par-ticiparon desde sus relatos orales, fotografas, y datos de interssobre los orgenes de la institucin. En el grupo se destac porsu constante intervencin una mujer cuya casa es lindera con laescuela y que puede considerarse su fundadora, cuando el

    Maternal N5 era una simple casita en que se albergaban loshijos de las familias del barrio.

    EN EL BARRIO, UNA BIBLIOTECA

    El objetivo bsico de las acciones de la capacitacin eralograr la organizacin y puesta en marcha de la Biblioteca paralos bebs. Se incluyeron, como participantes el personal direc-tivo, las docentes y las Madres Ayudantes de Sala. En los pri-meros encuentros, se reunieron todas en un mismo espacio detrabajo con la intencin de contribuir al intercambio, el dilo-

    go, el mutuo conocimiento.En poco tiempo se evalu que esto no era lo ms eficaz,

    porque los docentes solicitaban bibliografa que podan rela-cionar con la que ya conocan por su formacin previa y estasdemandas no aparecan en las madres. Era tambin muy evi-dente la situacin conflictiva marcada por mutuas discrimina-ciones y falta de confianza. Los roles de las Madres Ayudantesno estaban claros y eran frecuentes las confrontaciones acer-ca de quines y cmo deban realizar tal o cual actividad. Demodo que con acuerdo de la Supervisora, y como una decisintransitoria, se formaron grupos diferentes, uno de docentes yEquipo Directivo y otro integrado por las Madres.

    Las Madres Ayudantes teman no comprender los concep-tos tericos, y en muchos casos se auto-descalificaron ante lasmaestras. Fue necesario el constante estmulo y valoracin delas tareas para las que estaban preparadas, y destacar su gestosolidario, porque trabajaban con mucho compromiso y no per-ciban un sueldo similar al personal oficialmente designado.

    La antroploga francesa Michel Petit formula sus obser-vaciones sobre lo que denomina miedo al libro, por lo tanto,miedo a leer. Dice la autora: Tal vez sea ese temor a perder eldominio sobre algo. El miedo a enfrentarse a la carencia. A la plurali-dad del sentido, a la contradiccin, a la alteridad, miedo de salir del

    Uno. Miedo tambin a que la identidad se resquebraje, se desplome;una identidad que slo puede concebirse como hecha de concreto,exenta de fisuras, inmutable.3

    Las escuelas que desarrollan su tarea en contextos depobreza y marginalidad requieren, como todas, herramientasdidcticas y presupuestos tericos especficos, pero tambinnecesitan una gran plasticidad para poder abrir el dilogo conpersonas que han sido afectadas por la discriminacin por noconocer los dispositivos de aprendizaje habituales dentro delsistema educativo.

    El Maternal Nro.5 cuenta con espacio destinado a la biblio-teca para los bebs y la Direccin del rea de Inicial entreg,

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    EN LA BIBLIOTECA, MADRES,MAESTRAS Y CAPACITADORA

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    a produccin y oferta de libros para los ms pequeos halogrado una trascendencia cultural y econmica al fina-

    lizar el Siglo XX. El proceso de creacin de este materialrefleja un compromiso esttico enmarcado en objetivospedaggicos cada vez ms definidos por pautas provenien-tes del campo terico referido a la formacin y entrena-miento de lectores infantiles. As, estn involucrados artistasplsticos, diseadores grficos, escritores, psiclogos, peda-g o g o s .

    La preocupacin por obtener libros destinados a la inicia-cin temprana en la lectura es manifestacin de un idealsociocultural: mejorar la calidad de vida mediante mayorescuidados dirigidos al ser humano en sus primeros aos de cre-cimiento. El beb puede acceder, ahora, a la lectura de imge-nes a partir del segundo semestre de vida.

    Efectivamente, al promediar los seis u ocho meses, un niofsica y psquicamente sano, puede sostener objetos con msconfianza, manipularlos, mientras permanece sentado por su

    propia decisin. ste es el tiempo de ofrecerle libros-objetodiseados para l, de tela o material plstico trabajados conpintura no txica, previniendo que en este perodo de sumaduracin intentar llevarse los objetos a la boca.

    Tambin estn los libros de cartn plastificado, con las pun-tas redondeadas para que no se lastimen. La manipulacin deestos libros-objeto puede estimular a los pequeos lectores einducirlos a sus primeras lecturas, a intentar la descodificacinde los significados representados. Si bien puede preocuparnosla directividad de la industria editorial en la produccin de estosmateriales, es importante en todos los casos permanecer fiel alobjetivo: la estimulacin de la lectura desde las primeras etapasde la vida.

    Para nosotros la palabra lectura tiene otro significado. El nio notiene que entendrselas con un libro de lectura sino con un libro deimgenes o con un lbum. No se trata de descodificar los smbolos delas letras sino de descodificar los mensajes transmitidos por la ima-

    gen. Ya no es el nio aprendiz y sumiso el que nos interesa, sino el niolibre, creador y poeta.4

    A medida que el nio crece, cambiar la oferta, aparece-rn las primeras historias contenidas en la secuencia de im-genes graficadas en el libro. Narraciones sencillas, con uno odos personajes, que lo irn introduciendo en el universo de laficcin. El proceso de complejizacin del material que se ofer-te no puede ser establecido rgidamente, y es posible que cadanio tenga su propio ritmo.5

    Los encuentros ocurrieron en el saln destinado a labiblioteca. Se armaba una ronda, circulaba el mate, y bizcochi-tos. Se compartan las lecturas tericas, y luego se destinabaun tiempo a la observacin de los libros analizando su posiblecatalogacin. Se formulaban apreciaciones sobre su diseo,colores, formatos.

    Se introdujo adems, desde los primeros encuentros, la cos-tumbre de narrar o de leer un texto en voz alta, con la finalidadde escuchar por placer, sin que la actividad redunde en apren-dizajes especficos. Esta lectura realizada como cierre de cadaencuentro, cobr vigor: tanto docentes como madres pedanms textos, queran conocer autores. Entre los materiales selec-cionados circularon cuentos y poesas destinados a nios y jve-

    nes de Laura Devetach, Gustavo Roldn, Sandra Comino,Graciela Cabal, Mara Teresa Andruetto, y tambin reflexiones deEduardo Galeano, leyendas de pueblos originarios, y poemas deGioconda Belli y de Mario Benedetti. Las escenas de contactocon libros para los bebs se vio de esta manera fortalecida conmomentos para docentes y madres que confesaban, sin ver-genza, que era la primera vez que les lean a ellas y que estoles produca una especial sensacin de bienestar. Se puedeagregar sin temor al error, que eran momentos de modesta feli-cidad. Y en estas escenas se fue armando la necesidad de incor-porar libros para grandes y abrir la biblioteca a la comunidada d u l t a .

    A VER, A VER, CMO LEEN LOS BEBS?

    La propuesta inicial fue que las maestras, ayudadas por las

    NUEVOS LIBROS, NUEVOS LECTORES,NUEVAS CONQUISTAS

    LIBROS PARA BEBS, CMO LOSPRESENTAMOS?

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    madres, concurrieran con los bebes y nios al espacioBiblioteca. Esto gener muchas dificultades porque los librosestaban ubicados en el segundo piso y haba que trasladar enbrazos a los ms chiquitos. Con el tiempo, se hizo evidente queera necesario otro mtodo ms cmodo: colocar los libros encanastas y llevarlos hasta cada sala, posibilitando que los niostomaran contacto con ellos.

    Esta modalidad se llev a cabo con lactarios y deambula-dores, dado que la salita de dos aos lindaba con la sala deBiblioteca y podan ir de la mano con las maestras o madressin tener que transitar por las escaleras.

    El entusiasmo observado en los nios y nias de todas lasedades dio empuje a la experiencia y cada vez aparecan msrelatos de lo que iba ocurriendo y de las sensaciones que tenanlas maestras y las Madres al ser tan bien acogida la oferta delibros. Y cuando llego con la canasta, todos esperan que yo saque loslibros. A veces se los muestro y voy contando lo que imagino, les inventoalguna historia mientras miran las imgenes, comenta la maestra de lac-tario. Cuando les doy un libro a cada uno se sientan y se ponen a leerlos,

    se olvidan de m, es maravilloso, agrega la maestra de deambulado-res. No hablan mucho, pero hacen como que los leen y quieren contar-los, saben que son cuentos, dice la maestra de la salita de dos aos.

    En todo momento se insisti en que esta experiencia nodeba dejar de lado el ritual de la narracin a la que ellas esta-ban acostumbradas y se delimitaron los objetivos diferentesde cada actividad. La idea que acompa el proceso de capa-citacin puede enunciarse as: Si tienen un libro, la idea es quedescubran ese libro. Si escuchan un cuento, toda la atencin estarpuesta en la voz de la maestra,que funciona como encantadora mgi-ca de su auditorio.

    Con este nombre, continu la capacitacin durante el 2003.El camino recorrido durante el 2002 mostraba cambios sig-

    nificativos en el Equipo Directivo, las docentes y las MadresAyudantes. Desde un comienzo se registr la valoracin de cier-tos rituales que prometan nuevos logros. Por ejemplo, se insta-l en la institucin la idea de recibirlos con libros en las mesitas

    que usaban para comedor en la planta baja, y al llegar los nioslos invitaban a sentarse a leer antes de servirles el desayuno oinmediatamente despus.

    La escena de nios de 18 meses, sentados, cada uno con unlibro en la mano, observando las imgenes, balbuceando algu-nas palabras, o abiertamente inventando un texto dirigido a sueventual compaerito de silla, produjo efectos en todo el per-sonal y tambin en las familias que nunca haban visto nios tanpequeos interesados en los libros.

    Al tiempo que la lectura y manipulacin de los libros se hizohbito, lentamente se lleg a la conviccin de que era tambinnecesario que los nios pudieran llevarlos a su casa. Aqu sur-gieron las dudas: los devolveran? El tema fue motivo de fuer-tes discusiones de las Madres con la Directora: si los libros sonde los chicos, por qu no pueden llevrselos a su casa en el finde semana? Pero todo cambio exige un tiempo de elaboracin,un proceso de aceptacin y prdida de los prejuicios que se evi-

    denciaban en las dudas. El sistema de prstamo recin comen-z al ao siguiente, en el 2004, al transcurrir el 3er.ao de lacapacitacin.

    Durante el 2003 se incorporaron nuevas propuestas de lite-ratura infantil: poemas, canciones, juegos rimados. El desarrollolingstico como parte de los objetivos de la lectura ocup unlugar de privilegio, de modo que aparecieron nuevos autores,

    nuevos libros, nuevas prcticas relacionadas con el trabajo conlos bebs.

    En el ao 1925, durante una visita a nuestro pas, el granpoeta espaol Federico Garca Lorca dej or su voz entrenosotros. Su palabra perdura y cobra vigencia cada vez quetenemos la oportunidad de trabajar con este gnero popular y

    literario. Aunque resulte una desviacin del relato de estaexperiencia, creo que vale la pena volver a escuchar a Lorcacuando hablamos de nios, libros y biblioteca. Permtase,entonces, volver a 1925.

    He querido bajar a la ribera de los juncos. Por debajo de las tejasamarillas. A la salida de las aldeas, donde el tigre se come a los nios.Estoy en este momento lejos del poeta que mira el reloj, lejos del poetaque lucha con la estatua, que lucha con el sueo, que lucha con laanatoma; he huido de todos mis amigos y me voy con aquel mucha-cho que se come la fruta verde y mira cmo las hormigas devoran elpjaro aplastado por el automvil ()Por las calles ms puras delpueblo me encontraris; por el aire viajero y la luz tendida de lasmelodas que Rodrigo Caro llam reverendas madres de todos loscantares. Por todos los sitios donde se abre la tierna orejita rosa delnio o la blanca orejita de la que nia que espera, el alfiler que abrael agujero para la arracada6.

    Con este comienzo pleno de ternura, Garca Lorca nosintroduce en su cuidadoso trabajo de recopilacin de nanas,de diversa procedencia, que constituyen justamente por estaparticularidad, un testimonio de su pertenencia a la historiacultural de la humanidad, testimonio hoy de intenso reclamo:esas canciones ponen de manifiesto la actitud adulta ante lainfancia, la mirada protectora y clida, que no necesit acade-

    mias para su constitucin.Este aspecto es uno de los que el poeta desea recalcar: el

    origen popular de la cancin de cuna, con matices segn laregin de donde proceda, reflejando siempre la sensibilidadde la regin de donde proviene. Lo que tienen en comn esuna actitud hacia el nio, una intencin de que se duerma, unavocacin comunicativa del que lo mece. Canciones que cantanlas madres pobres a sus nios pobres, y que tal vez cantan lascriadas en las casas ricas a los nios ricos.

    Son las pobres mujeres las que dan a sus hijos este pan melanc-lico y son ellas las que lo llevan a las casas ricas. El nio rico tiene lanana de la mujer pobre, que le da al mismo tiempo, en su cndidaleche silvestre, la mdula del pas.

    En esta diferenciacin de clases, el poeta otorga jerarqua alas ms pobres, madres analfabetas, madres del pueblo, queexistieron siempre, aun antes de que las universidades delmundo se ocuparan de su existencia. Es entonces un elemento

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    LA BIBLIOTECA INSTITUCIONAL EN ELJARDN MATERNAL

    CANTOS DE CUNA, SLO PARADORMIR BEBS?

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    constitutivo del vnculo entre el adulto encargado de la crianza,sea o no su madre biolgica, y en nuestros tiempos, el papel rele-vante del padre en la crianza, permitir tambin que la voz mas-culina se sume al ritual. Si nos trasladamos a nuestras comunida-des marginales, ser a veces la madre, o tal vez una abuela o unhermano o hermana mayor. Si existe una nocin humanizada delbeb, existir siempre una necesidad de cantarle.

    Un adulto que mece a su beb, le canta para que se duer-ma, pero tambin para transmitirle sus emociones, su alegra osu tristeza. Y en ese acto lo define persona, es alguien que loescucha, que tambin se conmueve. Esta forma de comunica-cin es el comienzo del espacio potico entre ambos. En eseacontecimiento se instala una forma singular del vnculo entreun adulto y un beb y entre el beb y la poesa, esa manera deexpresar la palabra que vuelve fundante cada sonido, cadaexpresin verbal. La cancin de cuna inaugura un mundo, ini-cia al beb en el lenguaje, en el ritual.

    La necesidad de comunicacin potica con los nios apa-rece en mltiples expresiones contemporneas, en grandes

    poetas que han dejado su emocin en textos que reflejan estavocacin amatoria que va desde el corazn humano hacia lafragilidad. El adulto necesita nutrirse de esas voces querecuerdan la esencia ms sublime de lo humano.

    En los encuentros, se escucharon canciones de cuna en lasvoces reunidas por Judith Akoschky en el Volumen 4 de Ruidosy Ruiditos, de su autora. Se creaba un clima de comunicacin ypertenencia. Estos momentos se nutran con otros textos po-ticos que sumaban su fuerza emotiva al que haban creado lascanciones de cuna.

    RIMAS, JUEGOS VERBALES, RETAHLAS

    En la seleccin de textos para los nios se incluyeron los jue-gos verbales, las rimas sin sentido, las retahlas, modestas formaspoticas que entrelazan la ternura y el humor, la convocatoria aljuego, al movimiento de las manos, o de la cabecita del beb.Estos textos, muchos originados tambin en la tradicin oral lati-noamericana, constituyen sin embargo, un espacio capaz deencender emociones sencillas y producir placer por escuchar yrepetir. Se trata de un conjunto de voces que brotan de lejanasfuentes histricas y que tienen el poder de evocar elementos de

    insospechado peso cultural. Son voces que aproximan al nio alos originarios procesos formativos del sujeto humano.

    Para el nio pequeo el sonido verbal no siempre poseevalor de comunicacin, porque a veces es consumido al interiordel yo en un dilogo ntimo consigo mismo, una especie de

    monlogo completamente gratificante y satisfactorio. Por logeneral, suscita unos sencillos esbozos de pensamiento que, depronto, se alejan, cambian de forma y de color y, slo ocasional-mente, logran atisbos de significado permanente y convencional.

    Con las palabras sucede algo similar a lo que sucede en eljuego ptico del caleidoscopio, en el que imgenes casuales sealternan en sucesivos descubrimientos para la alegra de los

    ojos, o como en los fuegos artificiales, donde los colores se des-componen y recomponen en unas figuras inconsistentes y fuga-ces. Tambin el adulto transmisor disfruta intensamente deestas mgicas comunicaciones con los bebs y construye con lun espacio de juego y modesta felicidad.

    Las palabras, especialmente las de las primeras rimas, sonpercibidas como sonidos mgicos que preanuncian el acerca-miento placentero a los sentimientos propios, o como sonidossurgidos de los sentimientos de otros. Son estos los prembulosde aquel lenguaje esfrico de la infancia en el cual, como en laesfera, cada punto puede ser tanto el comienzo como el final.Por eso, a nosotros los adultos, las retahlas nos parecen enma-

    raados ovillos de palabras sin significado alguno, mientras losnios pueden encontrar en ellas ms de uno. ste es el motivopor el que los nios pequeos rechazan ciertas propuestas lite-rarias construidas segn los cnones de la lgica adulta y, por lotanto cargadas de intencionalidades didcticas, de significados.Y la formalidad, ya se sabe, tiene poco que ver con los nios.

    La escritora francesa Jacqueline Held, autora del libro Losnios y la literatura fantstica, elogia este contacto con la sonori-dad del lenguaje desprovisto de significados y llama a esteproceso bao de lenguaje. Resalta las emociones del niomientras escucha la voz del adulto: Cuando un nio muy pequeosumergido en un bao de lenguaje adulto descubre los sonidos y pocoa poco se los apropia yendo de lo simple a lo complejo, sus primerosensayos-en especial con la slabas-toman, como todas sus activida-des, forma, a la vez, de aprendizaje, de ejercicio, de juego: el bebarrulla, vocaliza las slabas, las repite sin cesar, se las canta. Pruebade su voz y al mismo tiempo encantamiento ldico, fenmeno demedia lengua, ante el que experimenta gran placer, as como experi-menta gran placer en lanzar diez o veinte veces seguidas el chupete ola pelota para probar a la vez su fuerza muscular y su influencia sobreel adulto paciente que quiera recoger el objeto. Reaccin circular, lallaman los psiclogos. El beb saborea la slaba, y ms tarde la pala-bra, la repite sin cansancio hasta embriagarse, hasta aturdirse.7

    El juego es una funcin innata en el ser humano y con l lascivilizaciones ms antiguas han expresado los deseos msnobles, las aspiraciones ms significativas del imaginario social.Se pueden encontrar seales en el rito religioso o en el arte pri-mitivo, por ejemplo. Hay un deseo de repetir ciertos gestos, cier-tas palabras, ciertas complicidades. Tanto en las maestras comoen las Madres se manifest naturalmente el deseo de apropiar-se de ellas, de tener repertorios, para que pudieran ponerlas enmovimiento sin lmites. Cuando cambiaban a los bebs, al iniciarel almuerzo, y tambin para calmarlos cuando la despedida desu mam, pap o abuela, los pona irremediablemente tristes.

    Las Madres Ayudantes de Sala haban crecido en la tareade montar la biblioteca para los nios, en algunos casos, sus

    Tin marn,de do pingccara, mcarattere fue.

    De una dola,de tela canela,zumbaca, tabaca,de bire, birn.

    Cuntalas bienque las once son.

    Diana, Dianacon jarana.Diana, Dianacon chinchn

    El sombrero de Agustn

    se lo puso el gachupn.MADRES EN ACCIN

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    propios hijos. Cumplida la etapa de ordenamiento, surgieronotras necesidades, y all estaban siempre, atentas a lo quehaba que arreglar, traan bizcochitos y mate a cada encuentro,y cuando sus hijos se despertaban de la siesta, venan ellosmismos a buscarlas, y el encuentro terminaba con atentosescuchas de los cuentos o se acercaban a los estantes parasacar algn libro, tranquilos porque sus madres estaban all.

    Haba pocos libros de tela, los ms indicados para losbebs hasta 12 meses. Y all se incorpor una sencilla clase deconfeccin artesanal de libros de tela, una artesana muy uti-lizada en las bibliotecas para bebs de otros lugares deAmrica Latina, pobres como ste, y ricos en imaginacin. LasMadres se apoderaron de esta tarea y, en pocas semanas, apa-recieron unos cuantos ejemplares de tela, modestos rectngu-los coloridos, doblados en la mitad, con dibujos pintados obien con figuras armadas con tela gruesa. Las representacio-nes variaban de simples flores, animalitos estilizados o juegosde figuras geomtricas alternando colores opuestos y brillan-tes. La recepcin que estos libros tuvieron entre los bebs

    contribuy a dar certezas a la tarea. Era indudable que les gus-taban mucho: los miraban, tocaban los dibujos, emitan diver-sos sonidos que expresaban su inters en estos objetos. Y aesto se sumaba la enorme alegra de estas mujeres por haberpodido ser ellas las que daban a sus hijos libros que habannacido de su esfuerzo y de su creatividad.

    Y lleg el da de la inauguracin oficial de la biblioteca: 9de julio. Le pusieron por nombre Manuel Belgrano retoman-do el verdadero nombre de Villa 15. Este barrio se llama GeneralManuel Belgrano, y no Ciudad Oculta. La biblioteca se tiene que lla-mar as, como el barrio, para que alguna vez sea un barrio como lagente se merece -dijo una de las madres. Tambin cobr hondosignificado la fecha, el Da de la Independencia, porque sehaba fortalecido la idea de que la lectura construye la liber-tad interior del ser humano y lo fortalece para dar cuenta almundo de sus intereses, sus esperanzas, sus sufrimientos.

    El discurso ms conmovedor estuvo a cargo de una de lasintegrantes del grupo de Madres, de origen aymar, hablabade su Jujuy amada, con tristeza. Haba tenido que partir de allcuando su marido se qued sin trabajo y con sus escasos aho-rros pudieron comprarse una casilla en Ciudad Oculta. Nuncahaban vivido en un lugar as y se notaba que no aceptaba sunueva geografa: tema por su hijo, quera otra cosa para su

    familia. En esta tarea pareci recuperar vigor, alegra. Sin timi-deces de ninguna clase se dirigi a las familias presentes y lasconvoc para que colaboraran en la tarea de fabricacin delibros de tela. Sin embargo, en ese momento no tuvo muchaspropuestas, la mayora careca de una mquina de coser, detelas, de dinero para comprar las pinturas. Pero qued insta-lado el deseo, que se retom a fin de ao y finalmente se con-sigui una mquina de coser que se instal en la institucin,para todo el que la necesitara, para fabricar libros o para coseruna camisa.

    El 2003, 2do ao de la capacitacin, mostraba la Bibliotecapara los Bebs como el logro visible de lo trabajado en el cicloanterior. Su inauguracin marcaba el cumplimiento de la pri-

    mera etapa de la capacitacin. Y al mismo tiempo, en las reu-niones destinadas a las Madres Ayudantes, se fue afirmandoun espacio de lectura destinado a ellas.

    Simultneamente se armaron dispositivos para lograr laparticipacin y la integracin de las familias de los bebs, conla intencin de habilitar dentro de la institucin un mbitodestinado a la lectura y la escritura que incluyera nuevos inte-

    resados en la experiencia. El objetivo era promover el vnculocon los libros y habilitar un espacio para la produccin escrita.La instalacin de espacios destinados a la lectura y produc-

    cin escrita en mbitos donde no han sido prcticas culturaleshabituales, requiere del mediador a cargo de esta tarea, unconocimiento detallado de las historias que preceden almomento de iniciar las acciones. Este diagnstico previo resul-ta imprescindible para programar estrategias, seleccionar elmaterial que se ofrecer, y construir sostenes y lazos de fami-liaridad que permitan partir de una confianza bsica en elcoordinador y en el grupo, porque la expresin oral y escritaes naturalmente develadora del pensamiento del emisor, de

    su mirada ante el mundo, sus creencias y tambin de sus olvi-dos y carencias. El temor a quedar al descubierto ante esecoordinador, docente, bibliotecario o capacitador, suele pro-ducir resistencias a las prcticas de lectura y escritura.

    Los primeros textos que se leyeron mostraban escenasfamiliares, personajes que podan encontrar en el espacioconocido. El primer libro que les le fue La calle es libre deEdiciones Ekar8. La sencilla historia narrada en el texto, mues-tra un grupo de nios que con ayuda del bibliotecario, organi-zan el reclamo de un parque de juegos. El escenario es unavilla miseria con caractersticas muy similares a cualquier otrade Amrica Latina. Las autoridades del barrio de San Jos -cuya existencia es real- no colaboran con los nios, no escu-chan su pedido. Resulta entonces necesario organizarse paralograr el parque. El desenlace muestra a todo el vecindariotrabajando para cumplir el deseo de los chicos.

    Una frase contenida en el libro funcion como la piedraque se arroja en un estanque: La Calle es libre est basada en lahistoria verdadera de unos nios del Barrio San Jos de la Urbina quequeran un parque de juegos. An no lo tienen pero siguen soando yluchando por conseguirlo. Y de la misma manera que la realidad fuela base de este cuento, pensamos que este cuento... Y aqu el librocumpli su funcin movilizadora. Pidieron que leyera otra vez

    algunas partes. Alguna de las presentes dej escapar su pen-samiento: Y aqu tampoco tenemos un parque de juegos... Y otraagreg: Nos hacen falta muchas cosas adems del parque...

    Otro libro que despert enorme inters fue No duermes,O s i t o ?de Martn Waddell9. La belleza de las ilustraciones y la ter-nura desbordaban de su interior. La imagen de un oso muygrande acunando a un osito muy pequeo y frgil, acercabareflexiones sobre la ternura, la capacidad de atender los recla-mos de los bebs, el respeto por su necesidad de ser atendido.Las imgenes son verdaderas creaciones artsticas, y el intensocolorido otorga a las escenas una gran carga emocional.

    Las temticas de la exclusin y la violencia aparecieron enel autor argentino Esteban Valentino. Su obra entera se con-virti muy pronto en centro de atencin. Algunos de sus cuen-tos generaron un impacto, un desacomodamiento interior, uncambio significativo en la representacin del libro como obje-to cultural. As comienza el cuento Perros de nadie, cuyo

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    l e e r c o n b e b e s

    LA BIBLIOTECA CRECE

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    e x p e r i e n c i a s d e c a p a c i t a c i n

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    nombre hace alusin justamente a la marginalidad de loshabitantes de las villas: El sol sala sobre la Villa. El lugar no tenanombre y en general no les pareca mal a los que lo habitaban. Estababien el nmero. Le quitaba categora de espacio habitable. La Villa erauna cifra y a travs de ella se distribuan como sombras los seres quela ocupaban. La Villa amaneca tambin, como el sol, muy temprano.Y amaneca con ruidos, con puertas de madera que se abran, con

    motores de camionetas viejas que tosan entre las calles de tierra, conrepartos para los almacenes del barrio. 10

    Estas lecturas fueron despertando la curiosidad, el deseo.Las Madres expresaron la necesidad de tener una bibliotecapara ellas, para llevarse libros a su casa, y ms an, para toda lacomunidad. Comenz a gestarse, entonces, un gran movimien-to tendiente a conseguir los libros para grandes, el mueblepara guardarlos y una forma sencilla de movilizar el material.

    El libro que inaugur el comienzo de la seleccin fue E lenmascarado no se rinde de Gustavo Roldn11, una antologa dechistes populares que las haban divertido mucho en alguno delos encuentros al comienzo del ao. Lo consideramos fundante

    y fue inscripto prolijamente por una de las integrantes del grupode Madres en un cuaderno escolar que ella misma se haba ocu-pado de conseguir y donde se fueron agregando todos los otroslibros que, de a poco, fueron llegando. Al poco tiempo, se cons-truy, con tablones, un mueble para los libros colocados en unade las paredes de la Biblioteca para los bebs.

    Comenzaron a llegar ms y ms libros de manos del EquipoDirectivo, de las maestras y de la supervisin. Se llev la infor-macin al programa Pas Cultura que dirige Jorge Dubatti enRadio Nacional y esa difusin trajo ms libros donados poralgunos amigos del conocido crtico teatral. Obras literarias, dehistoria, de filosofa, manuales de estudio, se fueron sumandohasta alcanzar una cifra no prevista: 540 ejemplares.

    La inauguracin de una seccin de la Biblioteca con librospara adultos fortaleci el deseo de leer y de invitar autores queacompaaran esta construccin. Claudia Snchez, profesora deliteratura, escritora, docente y secretaria de A.L.I.J.A.(Asociacin de Literatura Infantil y Juvenil Argentina) comenza participar de las reuniones del grupo de Madres Ayudantes

    de Sala durante la 2da.mitad del ao 2003.Su presencia hizo crecer el entusiasmo y se fueron agre-

    gando ms participantes conformando as un verdadero Tallerde Lectura que lleg a reunir a ms de veinte personas, entrelas que se encontraban madres de los bebs, parientes, hijosadolescentes y seoras de la parroquia de la Virgen delCarmen ubicada tambin en el barrio.

    Una de sus propuestas fue la de incorporar la escritura a losencuentros. Les cont que ella era escritora y que no era tandifcil convertirse en autor de historias. Un grabador fue laherramienta para registrar las ancdotas que comenzaron atomar vuelo en la biblioteca. A veces eran divertidas, y la risaalegraba y estimulaba la confianza. Otras en cambio dejabanpenas para compartir con el infaltable mate. Los registros fue-ron posteriormente volcados al papel. Esta experiencia de escri-tura mediatizada fue el paso previo a la produccin de las escri-turas propias que, de a poco, comenzaron tambin a circular.

    Su palabra testimonia la riqueza de la experiencia compar-tida en la capacitacin: Durante el ao 2003, estuve trabajando conellas, desde agosto hasta diciembre. Me di cuenta de que ese tambinera mi lugar, de que yo deba estar all, compartiendo lecturas y pro-yectos. Entonces las ayud a organizar el inventario de los libros quellegaron a travs de donaciones de particulares y de algunas editoria-les. Aprendieron a registrar en fichas los autores y ttulos de las obras

    recibidas, a clasificarlas, a asentarlas en un cuaderno de prstamospara que entrase en funcionamiento la biblioteca circulante que dese-aban fuera abierta a toda la comunidad. Tambin redactamos juntaslas reglas para el buen funcionamiento de ese espacio: el horario deatencin para retiro de libros y consultas, las condiciones para prsta-mos y devolucin de ellos. Sumado a esto, hicimos un pster con fotosde la inauguracin y las actividades llevadas a cabo, explicando cmohaba surgido el proyecto que ya era realidad () Pero todo no termi-n aqu, tuvimos nuestro espacio para la lectura de poemas o cuentos,y tambin para la creatividad: confeccionamos para regalar anotado-res con frases poticas. Y no falt la escritura. Es as como naci delgrupo una nueva idea: escribir la historia de su barrio, su propia his-

    toria, y en eso estamos. Sigo junto a ellas para apoyarlas y ayudarlasa comunicarse con el mundo, a desocultar una ciudad que es igno-rada por todos. O lo que es todava peor, a la que slo se conoce a tra-vs de las crnicas policiales.12

    Sandra Comino tambin realiz un aporte muy valioso a lacapacitacin participando de encuentros en la biblioteca ycompartiendo con las mams sus libros. Su novela La casitaA z u l13 despert gran inters por los temas que desarrolla. Cintia,la protagonista, es una nia que cursa sptimo grado, padece lahostilidad paterna y la encontramos habitualmente acosada porprohibiciones arbitrarias. Sus transgresiones al mandato delpadre la conducen a castigos corporales que provocan en ellauna intensa rebelda. El texto es polmico y brinda la posibili-dad de intercambio de ideas acerca de la cuestin de gnero.

    Una nueva idea se fue gestando: la circulacin de los librosdentro de la villa. El mvil poda ser un carrito de fabricacincasera, similar al que utilizan los cartoneros en su recorrida porlas calles de la ciudad. Y llevara por nombre La Andariegaaludiendo a Javier Villafae y su histrica carreta con el reta-blo de tteres.

    EL ROL DE LOS ESCRITORES

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    n febrero del ao 2004 fue renovado el Equipo deConduccin del Maternal Nro.5 y la mayor parte de las

    docentes que haban trabajado con anterioridad en la institu-cin desde su inauguracin. La capacitacin fue nuevamentesolicitada en el 2do cuatrimestre del ao con la modalidad deuna Asistencia Tcnica que contribuyera a retomar los hilos dela historia recorrida. El trabajo estara centrado fundamental-mente en reuniones con el equipo de conduccin.

    La Biblioteca para los bebs haba continuado su funciona-miento porque ya formaba parte del Proyecto Institucional quehaba armado el equipo directivo anterior. Sin embargo, huboque trabajar para reactivarla y crear el clima propicio para ini-ciar el prstamo domiciliario. Algunos libros se haban perdi-do o estaban daados, y exista la tendencia a culpabilizar a losnaturales usuarios, los nios, con expresiones discriminatoriastales como estos chicos no saben cuidar las cosas. En suce-sivos encuentros hubo que revisar estas apreciaciones, y volvera los principios elementales de la pedagoga de la lectura: elvnculo se construye, ningn nio cuida naturalmente loslibros cualquiera sea su origen tnico o su situacin socio-econmica, esta sera la tarea de la escuela y los docentes.

    El nuevo equipo directivo haba desplazado al grupo de

    Madres Ayudantes de Sala y no result sencillo volver a organi-zar un grupo de adultos interesados en la lectura y la escrituraprocurando que no se perdieran los logros del ao anterior. Unade las fundadoras del Maternal ofreci su colaboracin ycomenzaron las reuniones convocando a todas las familias delos bebs, a reunirse cada quince das alrededor del libro. Labiblioteca se pobl nuevamente de madres, tas, abuelas de losnios. Y como todas recordaban las visitas de los autores, sereanudaron las invitaciones.

    En septiembre, como parte de la celebracin del da delmaestro, Sandra Comino regres con nuevos cuentos, algunoshumorsticos y con situaciones que ocurran en zonas rurales.Los personajes creados por Sandra les resultaban conocidos,eran casi como ellas.

    En octubre del 2004, recibieron a Esteban Valentino. Lassillas no alcanzaron: una cantidad no calculada de padres,madres, abuelas, hermanos y hermanas de los bebs, se hicie-

    ron presentes para volver a escucharlo. Lo reconocan comopropio. Una de las madres integrantes del Taller fue a esperar-lo a la estacin del tren que lo traa desde San Fernando.

    La fama del Taller lleg a la Parroquia del Carmen y a lasreuniones se sumaron las seoras que trabajaban con el sacer-dote en tareas comunitarias. En este nuevo grupo cobraronmucha fuerza las leyendas y, en la tarea de su recopilacin,participaron tambin las maestras.

    Como parte de esta sensacin de trabajo placentero, derisas cmplices ante cuentos picarescos de origen popular,reapareci el deseo de escribir. Y la decisin fue unnime: unperidico. El grupo base, que no faltaba nunca a las reunio-nes y se consideraba perteneciente al mismo, tom la conduc-cin de la idea. Asumieron su rol de liderazgo, pero se preo-cuparon por interesar a las otras madres para que volcaran susinquietudes o trajeran alguna idea, o nota escrita.

    El proceso de elaboracin del peridico tuvo una valiosacolaboracin por parte de dos docentes de la institucin, que seencargaron de difundir la idea y trataron de recuperar cancio-nes, chistes, coplas provenientes de los lugares de origen de lasfamilias del jardn. Tambin se distribuyeron diferentes publica-ciones para que pudieran aproximarse ms puntualmente aldiseo y diversidad de formatos que puede tener un peridicoy encontraran su propio modelo. La intencin era la de incenti-var los aportes de la mayor cantidad de personas posibles, aun-que no asistieran habitualmente a las reuniones del taller.

    La publicacin estuvo lista en diciembre de 2004. En su pri-mera hoja se puede leer con letras de imprenta bien grandes:

    DIARIO POPULAREL TRIUNFO DE LAS MUJERESPUBLICACIN PRODUCIDA POR MADRES DEL JARDN MATER-NAL Nro 5 D.E.20. BARRIO MANUEL BELGRANO. MATADEROS.

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    l e e r c o n b e b e s

    MULTIPLICACIN DE LA EXPERIENCIA

    E

    FUNDACIN DEL PERIDICO

    EL TRIUNFO DE LAS MUJERES

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    Las notas son reveladoras de los intereses de sus creado-ras: recetas de cocina, delincuencia vinculada a la droga, unevento deportivo, la muerte de un militante muy apreciado enel barrio y algunos chistes.

    La Directora se incluy con comentarios sobre la experien-cia en una nota que titul Cierre del Proyecto. All queda

    explicado el proceso de construccin del peridico: Se ofrecie-ron diarios y revistas para que pudieran elegir la nota, artculo, seccinque les gustase comentar. De a poco fueron apareciendo los textosescritos por cada mam, con letras diferentes, que dan cuenta de lasubjetividad de cada una, de esa impronta personal y nica que tienecada ser humano y del trayecto recorrido juntos.

    La Capacitacin que se realizaba en el Maternal Nro.5 des-pert el inters del Equipo Directivo del Jardn de InfantesIntegral Nro.1, otra institucin del Distrito 20 que funciona conuna modalidad peculiar. A partir de las 17 horas recibe exclu-sivamente a los bebs hijos de padres y madres adolescentesque cursan la Escuela Secundaria en ese mismo edificio, ubi-cado a tres cuadras del Barrio Manuel Belgrano.

    Esta modalidad trajo en su momento algunas tensiones porbeneficiar a chicos y chicas entre 14 y 19 aos que ya tienenhijos y no pueden continuar estudiando. La habitual culpabili-zacin hacia la circunstancia de una paternidad y maternidadtan tempranas, se interpona impidiendo ver que justamenteen estos contextos la educacin opera como reparadora yconstructora de otros proyectos de vida, para que los hijos nose constituyan en obstculos en la continuidad de los estudios.

    El Equipo Directivo convoc una Asistencia Tcnica desti-nada tambin a poner en marcha la Biblioteca para los Bebsy lograr la participacin de sus familias en el proceso. La capa-citacin abarcaba al equipo docente exclusivamente, perorpidamente se plantearon inquietudes para extenderla hacialas mams y paps -an adolescentes- en mis visitas. El refe-rente era el Maternal 5 y su proyeccin comunitaria.

    Los encuentros quincenales reunieron a las cinco docentes

    designadas y la Vicedirectora del Jardn Nro.1. que cumpla unhorario especial para asumir la responsabilidad del Maternal.El proceso aunque fue breve en su desarrollo, dej resultadosmuy positivos. Se organiz la Biblioteca para los bebs y seconfeccionaron bolsilleros para guardar los libros porque nohaba muebles que cumplieran ese fin.

    La experiencia qued registrada en proyectos redactadospor las maestras en las que expresaron las dificultades por lasque haban atravesado y tambin los logros que permitieron lacirculacin de los libros y la participacin activa de padres ymadres adolescentes.

    OTRA EXPERIENCIA CON LOS BEBS YSUS FAMILIAS

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    l registro narrativo de las maestras constituye un docu-mento, a la vez que nos permite viajar por escenas del tra-

    mado vincular que se fue inventando a s mismo. Desde lacapacitacin se daban ideas, y luego las docentes trabajaroncon los bebs y sus familias con resultados reconfortantes.

    Lo que sigue a continuacin es una seleccin de textos delProyecto Libros para los ms pequeos, elaborado por lasdocentes del Maternal, extensin horaria del Jardn deInfantes Integral N 1 del Distrito Escolar 20. Diciembre del2004.

    LACTARIOS

    En la Sala de Lactarios acercamos a las mams adolescen-tes con las docentes dando a conocer El cuaderno viajerocon diferentes consignas y en el que cada nene tena una par-tecita con su nombre. All deban aportar algo diariamente:una poesa, la historia de los nombres, vivencias compartidascon el hijo. Esta propuesta tuvo una gran aceptacin por partede las mams ya que en ese trozo de papel podan expresar loque sentan por sus hijos...

    Las mams deban traer materiales (telas, agujas, hilo,

    lana, etc.) para las reuniones semanales que se hacan para elTaller de confeccin de Libros de tela. Establecimos acuerdospara la fabricacin estipulando materiales a usar y los dibujosque deseaban producir. Observamos en el transcurso de lostalleres que dialogaban e interactuaban entre ellas para llegara acuerdos y no repetir las imgenes en cada libro lograndoas mayor variedad. Se estimulaban entre ellas, se aconsejabany se alegraban por los resultados que iban adquiriendo encada parte desulibro.

    DEAMBULADORES

    En la Sala de Deambuladores la experiencia fue tambinmuy rica. Comenzamos ofrecindoles libros y tteres para quelos exploren y manipulen libremente, estimulando en todomomento la expresin verbal y no verbal.

    Al observar con qu entusiasmo e inters miraban loslibros, decidimos crear el Rincn de Biblioteca. Ahora eran losnios los que elegan los libros y les pedan a las docentes quese los leyeran.

    El trabajo con las mams se inici con La Carpeta Viajera,que tena como objetivo estimularlas para que expresaran susemociones. Una de las propuestas fue que eligieran una poe-sa y manifestaran el por qu de su eleccin. Tambin se lespidi que escribieran una carta a sus hijos. Los textos supera-ron nuestras expectativas.

    Para finalizar el proyecto planificamos la realizacin deuna Obra de Tteres. Organizamos un taller de confeccin delos personajes y de la escenografa en el que participaron lasmadres de los chicos. Hubo ensayos antes de la puesta enescena. En todo momento fue hermoso el clima vivido, se lasnotaba contentas, entusiasmadas y asombradas de lo que ellaseran capaces de hacer con materiales de desecho y en espe-cial porque todo lo que hacan era para sus hijos...

    UNA EXPERIENCIA FELIZ

    La Capacitacin realizada nos proporcion conocimientosy seguridad para llevar este proyecto adelante. Durante el pro-ceso notamos muchos cambios en los nios ya que desde lasimple manipulacin y exploracin de libros pudieron avanzarhasta poder producir breves historias a partir de la lectura deimgenes.

    Con las madres y padres -alumnos de la escuela secunda-ria- hubo mayor apertura, mayor confianza y comunicacincon las docentes. Adems les proporcionaba seguridad parapoder continuar sus estudios secundarios, y para poder hacerrealidad el derecho a estudiar, lo que les abrir otros horizon-tes en sus vidas.

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    l e e r c o n b e b e s

    CUENTAN LAS MAESTRAS

    E

    REGISTROS DE LA EXPERIENCIA

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    e x p e r i e n c i a s d e c a p a c i t a c i n

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    ESTEBAN VALENTINO

    Naci en Castelar, provincia deBuenos Aires en 1956. Es licenciado enLetras en la Universidad de BuenosAires. Ha producido numerosos librosdestinados a nios y jvenes. De esaextensa produccin podemos nombrarTodos los soles mienten; Pahicaplapa;Caperucita Roja II; Maana tiene nombre: El

    hombre que crea en la luna; A veces la som-bra. En 1995 recibi el Premio AmnestyInternational por su cuento PobreChico. La Fundacin El Libro eligi sunovela Todos los soles mienten entre lastres mejores obras literarias del bienio1999-2000. En la actualidad su novelaPerros de nadie ha merecido su postula-cin a la Lista de Honor del IBBY 2005.

    Los pibes de trece aos que no roban nicompran libros qu son? Todos los pibesde trece aos tienen los mismos intereses? Oms exactamente tienen los mismos treceaos todos los pibes de trece aos? () Si dealgn modo funcionamos como espejos denuestra historia colectiva no podemos limi-tarnos por tipologas sociales que se impo-nen desde el mercado. El desafo, creo, esaceptar que hay pibes y pibes, y que nues-tros libros, los que creamos y los que elegi-mos para leer con nuestros jvenes y chicos,tienen que despertar magia y compromisoen todos. Aunque hablemos de cosas catalo-

    gadas culturalmente como no para chicos.Aunque se vendan poco. 1 4

    SANDRA COMINO

    Naci en Rafael Obligado, provinciade Buenos Aires en 1964. Es profesora deEducacin Preescolar, escritora, y crticaliteraria. Integra el consejo de redaccinde la revista La Mancha. Entre sus obraspodemos mencionar As en la tierra comoen el cielo, finalista del concurso PremioNorma-Fundalectura, Colombia, 1977; L a

    enamorada del muro que recibi el PrimerPremio del concurso A la orilla delViento, Fondo de Cultura Econmica deMxico, 1999; La casita azulque obtuvo elPremio para Leer el XXI otorgado en elCongreso Regional de IBBY, 2001.

    En el antiguo Rgimen se pensaba ensobrevivir, la divisin de la sociedad se refle-jaba en la cultura. Haba dos tipos de recep-tores. los que saban leer y escribir, o tenanla posibilidad de aprender, y los que no latenan. En la actualidad eso se repite. Notodos tienen acceso hoy a la educacin () Ladesnutricin y la falta de estmulos en los pri-meros aos de vida no tienen compensacinel resto de la vida. La ausencia del libro en laprimera infancia tampoco tiene solucin.Para que los ideales no se estrellen con larealidad, la biblioteca puede ser el lugar deresistencia () Resistir es sufrir pero no caer.Cantar para no morir, dice una antigua can-cin. Leer para resistir, agrego yo.1 5

    CLAUDIA SNCHEZ

    Naci en Buenos Aires en 1962. Esprofesora de literatura y autora de librospara nios. Public El cuidador de pjarosy otras leyendasen Ateneo, 1996; Das demargaritasen Libresa, ao 2002 y Un marpara Crispn en Comunicarte, 2004. En laactualidad es Vicepresidenta de ALIJA(Asociacin de Literatura Infantil y

    Juvenil Argentina).No se puede hablar de cultura sin tener

    en cuenta el libro como medio de capacita-cin y formacin del hombre. El analfabetis-mo, pleno o funcional, la falta de educacin,lleva a la discapacidad, a la exclusin, a lamarginacin social. La lectura es un armaque le permitir al hombre sobrevivir en unmundo hostil, enfrentarlo y aun modificarlo.Slo a travs de lo imaginario podr actuarsobre el mundo real, transformarlo y trans-formarse a s mismo.1 6

    LOS AUTORES QUE NOS ACOMPAARON

    ANEXO

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    19/2120

    l e e r c o n b e b e s

    1 Petit, Michle. Nuevos acercamientos a los jvenes y a la

    lectura Fondo de Cultura. 1999. pag. 190.

    2 Redondo, Patricia. Escuelas y pobreza.Entre el desaso-

    giego y la obstinacin. Paids. 2004. pag. 120.

    3 Petit, Michle. Obra citada. en(1). Pag. 141.

    4 Escarpit, Denise. La imagen y el nio, en Anne Marie

    Thibault Laulan. Imagen y comunicacin. Valencia.

    Ediciones Fernando Torres. Crculo Amors. 1973. pag.

    71.

    5 Estos conceptos se presentaron a travs de diversas

    lecturas de autores que han producido valiosos ensa-

    yos sobre este tema, tales como Mara Bonaf, Juan

    Muoz, Emilia Ferreiro, Marc Soriano, Laura Sandroni,

    Joseph Jolibert, entre otros. Al material especfico

    sobre los libros de los bebs, se sumaron otros auto-

    res que permitieron la reflexin sobre la discrimina-

    cin: Parias Urbanosde Lic Wqant, El escritor en contex-

    tos de marginalidadde Esteban Valentino y La infancia ylos responsablesde Graciela Montes.

    6 Garca Lorca, Federico. Obras Completas. pag. 145

    7 (6)Held, Jacqueline. Los nios y la literatura fantstica.

    Paids. 1977. pag. 154.

    8 Kurusa/Mnica Dopert. La calle es libre. Ediciones

    Ekar. Caracas. Venezuela. 1981.

    9 Waddell, Martn/Firth, Brbara.No duermes, Osito?.

    Editorial Kokinos. 1988.

    10 Valentino, Esteban. Perros de nadie. Cuento inte-

    grante de la Antologa El desafo. Ediciones

    Sudamericana. 2000. pag. 31.

    11 Roldn, Gustavo. El enmascarado no se rinde. Ed.Colihue. 1996.

    12 Sanchez, Claudia. Fragmento de su Conferencia en la

    Feria del Libro Infantil. Ao 2004.

    13 Comino, Sandra. La casita azul. Ediciones Astralib.

    2003. Premio Latinoamericano Para leer el XXI. Octubre

    2001.

    14 Fragmentos de la conferencia Procesos de textualiza-

    cin en contextos marginales. Congreso de Literatura

    Infantil y Juvenil. Universidad del Comahue. Cipoletti.

    Septiembre del 2003.

    1 5 Fragmento del artculo Infancia y desigualdad.

    Revista sobre Literatura Infantil En junio como en enero .

    Cuba. 2003. Pg. 56.

    16 Fragmento de la ponencia Narracin de una experien-

    cia. Feria del Libro Infantil. Julio del 2004.

    NOTAS

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    Lidia Blanco es Profesora de lengua y literatura en enseanzamedia, normal y especial. Egresada de la U.N.B.A. en 1977. Especialistaen literatura infantil y juvenil. Profesora del Seminario de LiteraturaInfantil en la Facultad de Filosofa y Letras (UBA) desde 1988 hasta1996.Profesora de literatura infantil en Profesorados en EducacinPreescolar y Primario. Profesora de Teora de la Comunicacin en laEscuela de Arte Leopoldo Marechal, La Matanza desde 1994 hasta laactualidad. Profesora capacitadora en el nivel inicial, primario y medio.

    Coautora y compiladora de Los nuevos caminos de la expresin.Ediciones Colihue. 1990. Literatura infantil. Ensayos crticos. EdicionesColihue. l992. Cuentos Primer nivel. Ediciones Colihue. 1978. Elpuente sobre el ro. Coleccin Cuentos del Pajarito Remendado.

    Ediciones Colihue. 1980. Colaboradora en el peridico Espacios deLectura del Fondo de Cultura Econmica. Mxico. Colaboradora en lasrevistas de Literatura Infantil La Mancha y en Imaginaria.

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    Secretara de Educacin

    Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires

    AUTORIDADES

    Jefe de GobiernoJorge Telerman

    Ministro de EducacinAlberto Sileoni

    Subsecretaria de EducacinMara Brawer

    Subsecretario de Coordinacinde Recursos y Accin ComunitariaDaniel Iglesias

    Coordinador de la Escuelade Capacitacin Docente - CePAFederico G. Lorenz