Lectura política 780
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La detención de los Abarca:
más dudas que respuestas
NÚM. 780
5 DE NOVIEMBRE DE 2014
Grupo Consultor Interdisciplinario (GCI) es una sociedad civil que tiene
por objeto el estudio de los fenómenos y las instituciones del poder, de los
actores y los procesos políticos en sus variados contextos, así como de las
estructuras sociales y su desarrollo.
Lectura Política
La detención de los Abarca:
más dudas que respuestas
Director: Alfonso Zárate Flores.
DR © 2014 Grupo Consultor Interdisciplinario, S.C.
Tehuantepec 181. Colonia Roma Sur, Del. Cuauhtémoc México, D.F., CP
06760. Tels.: 52 64 75 08 y 52 64 89 17.
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Primera edición 2014.
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reserva todos los derechos. Lectura política y Carta de Política Mexicana
son reservas de Grupo Consultor Interdisciplinario, S.C. Miembro de la
Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana: 2799, según oficio
con folio 0107.
Lectura Política año XVI vol. XVI núm. 780 5 de noviembre de 2014.
Editor responsable: ALFONSO ZÁRATE. Publicación semanal suplemento
de Carta de Política Mexicana. Editada, publicada e impresa por GRUPO
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04-2008-063013121300-107 otorgado por la Dirección de Reservas de
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NÚM. 780 5 DE NOVIEMBRE DE 2014
DIRECTOR: ALFONSO ZÁRATE
LA DETENCIÓN DE LOS ABARCA:
MÁS DUDAS QUE RESPUESTAS
Por fin una noticia medianamente alentadora en torno a la tragedia vivida en Iguala, a
finales de septiembre pasado: luego de 33 días en fuga, los esposos Abarca, presuntos
“autores intelectuales”, fueron aprehendidos la madrugada de este martes por elementos de
élite de la Policía Federal.
El operativo transcurrió sin violencia y, se dice, fue producto de trabajos de inteligencia.
Al parecer, el edil con licencia y su esposa se encontraban en una colonia popular, dentro
de una vivienda semiabandonada, en la colonia Tenorios, delegación Iztapalapa, Distrito
Federal. Simultáneamente, en otro domicilio de la misma demarcación fue detenida Noemí
Rodríguez Berumen, acusada de encubrir al matrimonio.
Versiones periodísticas iniciales señalaron que la detención de José Luis Abarca
Velázquez y María de los Ángeles Pineda Villa fue gracias a un pitazo vecinal.1 Sin
embargo, nada dijeron al respecto el procurador Jesús Murillo Karam y el comisionado
nacional de seguridad Monte Alejandro Rubido, en una conferencia de prensa más bien
parca, donde sobre todo el segundo se encargó de detallar el trabajo de investigación
policiaca. En primer lugar, dijo, se ubicaron los distintos bienes inmuebles de la pareja.
Dicha información se complementó con el “diagrama de vínculos de familiares, amigos,
socios.” Luego se ubicaron “dos plazas” con las mejores perspectivas de éxito: Monterrey,
Nuevo León, y la Ciudad de México. A partir de vigilancias discretas hacia las personas
que entraban y salían de los domicilios identificados, comenzó a cobrar relevancia el
nombre de Noemí Berumen Rodríguez. Finalmente, con un “operativo puntual de
vigilancia”, se establecieron tres grupos de trabajo integrado cada uno por 20 elementos de
la Policía Federal y agentes del Ministerio Público, los cuales lograron las detenciones.2
1. VÉASE Redacción, “Vecinos dieron ‘pitazo’ de ubicación de Abarca”, El Universal, 4 de noviembre,
2014, <http://www.eluniversal.com.mx/ciudad-metropoli/2014/vecinos-dieron-39pitazo-39-de-ubicación -de-abarca-1051431.html>.
2. VÉASE Sala de prensa, “Conferencia del Procurador Jesús Murillo Karam y del titular de la CNS, Monte Alejandro Rubido García”, Procuraduría General de la República, 4 de noviembre, 2014, <http://www.pgr.gob.mx/prensa/2007/bol14/Nov/b20714.shtm>.
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EL HILO DE LA MADEJA
Un sector del movimiento normalista ha minimizado la detención de la (presunta)
narcopareja de Iguala, una vez que consideran que falta lo mero principal: la presentación
con vida de sus 43 compañeros desaparecidos.3 Y tienen razón, al menos en cierto sentido.
A estas alturas, luego de casi cuarenta días de los sucesos, nadie puede estar satisfecho con
los resultados de las investigaciones.
El presidente Enrique Peña Nieto no solo mostró su indignación sino hizo un compromiso
abierto para hallar a los culpables y ofrecer justicia a las víctimas. Tras una respuesta lerda
y tardía, el gobierno de la República desplegó en Guerrero un operativo de proporciones
inéditas para localizar a los estudiantes, con 10 mil elementos entre policías federales,
agentes de investigación, peritos y agentes del ministerio público.4 Y sin embargo, el
Estado mexicano se ha visto impotente. No solo por la no-localización de los desaparecidos
sino que las investigaciones a cargo de las autoridades estatales y federales han dejado
mucho que desear. Amnistía Internacional, por ejemplo, señaló que las familias de los
estudiantes desaparecidos sufrieron “las consecuencias de una investigación judicial caótica
y hostil.”5 En su informe preliminar, la Comisión especial de la Cámara de Diputados
para el seguimiento del caso señaló otras fallas importantes, entre otras: a) omisiones en la
aplicación de protocolos de actuación tratándose de desaparición forzada, por lo que es
importante “analizar” la responsabilidad de la policía estatal o del Ejército presente
en el desarrollo de los hechos; b) durante el proceso de exhumación de restos, no
necesariamente se cumplieron los protocolos de actuación por parte de autoridades estatales
y c) omisiones y deficiencias para implementar mecanismos para garantizar el derecho de
las víctimas.6
3. VÉASE Alfonso Juárez, “Minimizan normalistas captura de Abarca”, Reforma, 4 de noviembre, 2014,
<http://www.reforma.com/aplicaciones/articulo/default.aspx?Id=384675&v=2&Fuente=MD>. 4. Más detalladamente, se contabilizan 6 800 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional; 1 700
elementos de la Policía Federal; 900 elementos de la Secretaría de Marina; 300 investigadores federales de la Agencia de Investigación Criminal; 110 peritos en diferentes materias y especialidades de la Agencia de Investigación Criminal; 50 agentes del Ministerio Público Federal; más otros tantos buzos, espeleólogos y geólogos. VÉASE Sala de prensa, “En marcha un plan de búsqueda coordinado y estratégico para localizar a los estudiantes de la Normal Isidro Burgos”, Presidencia de la República, 30 de octubre, 2014, <http://www.presidencia.gob.mx/articulos-prensa/en-marcha-un-plan-de-busque da-coordinado-y-estrategico-para-localizar-a-los-estudiantes-de-la-normal-isidro-burgos/>.
5. Reporte, “Estudiantes desaparecidos: a pesar de la promesa presidencial, los familiares aún no ven cambios en la respuesta del Estado”, Amnistía Internacional, 10 de octubre, 2014, <http://amnistia .org.mx/nuevo/2014/10/10/estudiantes-desaparecidos-a-pesar-de-la-promesa-presidencial-los-familia res-aun-no-ven-cambios-en-la-respuesta-del-estado/?o=n>.
6. VÉASE Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, “Comunicaciones oficiales. De la Comisión Especial de seguimiento a las investigaciones relacionadas con los hechos ocurridos en Iguala, Guerrero, a alumnos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa ‘Raúl Isidro Burgos’”, Gaceta Parlamentaria, año XVII, núm. 4148-II, 4 de noviembre, 2014, p. 15.
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Pero la presentación de la pareja Abarca ante el ministerio público federal puede ser un
paso trascendente para, por un lado, reconstruir el drama y, en esa medida, tener mayores
elementos para dar con el paradero de los normalistas desaparecidos. Casi está de más
recordar que, de acuerdo con las indagatorias de la Procuraduría General de la República
(PGR), los Abarca, junto con los encargados de las policías municipales de Iguala y Cocula,
Felipe Flores Velázquez y César Nava, son los “autores intelectuales” de los ataques
perpetrados, entre la noche del viernes 26 y la madrugada del sábado 27 de septiembre, por
policías municipales y comandos armados, que no solo dejaron seis muertos —tres de ellos
normalistas—, 25 heridos y 43 estudiantes desaparecidos sino un país conmocionado ante
los alcances de la corrupción gubernamental y la fragilidad de sus instituciones políticas.
La pareja criminal de Iguala, por otro lado, seguramente tiene información para
esclarecer, cómo se construyó y cómo se integra y opera su estructura criminal, que no se
llimita a aquella demarcación, estratégica para el cultivo de amapola y la producción de
heroína. Guerreros Unidos, uno de los desprendimientos bastardos del cártel de Los Beltrán
Leyva, tejió redes de complicidad en numerosas alcaldías de la zona, como indica que el
gobierno federal haya asumido recientemente el control de la seguridad pública en 12
municipios del norte y la Tierra Caliente de Guerrero, así como en el de Ixtapan de la Sal,
en el Estado de México.7 Por no hablar de que seguramente muchos otros municipios a lo
largo y ancho del país se encuentran bajo asedio o bajo control del crimen organizado…
OPERACIÓN FUGA
El paradero de la pareja Abarca era desconocido desde el martes 30 de septiembre, cuando
José Luis, rodeado de su esposa y otros familiares, acudió a la alcaldía para pedir licencia.
Allí emitió palabras que hoy resuenan irónicas, punzantes: “No puedo tolerar que lo
acontecido en nuestro municipio quede en la impunidad y sin castigar a los culpables. Mi
convicción y compromiso social jamás permitiría cometer semejante atrocidad.”8
La fuga de los Abarca guarda, en sí misma, un misterio, donde parece que
el exgobernador Ángel Aguirre juega un rol determinante. En primer lugar, porque ocurrió
en sus narices, y a pesar que desde el centro le habían formulado una solicitud expresa de
vigilancia: “Le comenté que lo vigilaran —declaró el secretario de Gobernación federal,
Miguel Ángel Osorio Chong—, que lo cuidaran, que no se les fuera a ir, hablamos del
entonces presidente (municipal de Iguala) y el entonces secretario de seguridad. Era
7. VÉASE Marcos Muédano y Doris Gómora, “Federales toman control en 12 alcaldías de Guerrero”, El
Universal, 20 de octubre, 2014, <http://www.eluniversal.com.mx/nacion-mexico/2014/impreso/fede rales-toman-control-en-12-alcaldias-de-guerrero-219529.html>.
8. VÉASE Marco Antonio Coronel y Adrián Tinoco, “Operación fuga”, Video, Punto de partida, 30 de octubre, 2014, <https://www.youtube.com/watch?v=rLFB2iK9Ong>.
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fundamental dado lo que había ocurrido, tenía día y medio que había sucedido, fue el
comentario directo, preciso, que le pusiera doble vigilancia, para que no fuera a escapar
dado que la responsabilidad se le veía.”9
No menos sospechoso es que, contrario a los dichos del gobierno de Ángel Aguirre, su
entonces secretario de Gobierno, Jesús Martínez Garnelo, y José Luis Abarca pactaron una
reunión a celebrarse el lunes 29 de septiembre a la 2 de la tarde, de la que nada se sabe
hasta ahora. Por otro lado, el exmunícipe y sus familiares prácticamente salieron corriendo
de la alcaldía el martes 30 de septiembre, una vez que aquel pide licencia y diez minutos
antes de que la policía ministerial del estado llegara a detenerlos.10
Pero sobre Aguirre pesan sospechas aún más delicadas. De acuerdo con declaraciones de
algunos sicarios detenidos —contenidas en expedientes judiciales que fueron filtrados
ilegalmente a los medios de comunicación: a) la familia Pineda Villa, fundadora
de Guerreros Unidos, financió su campaña electoral a la gubernatura en el 2010; b) el
exgobernador y María de los Ángeles Pineda mantenían relaciones íntimas, incluso con la
venia de José Luis Abarca; y c) Iguala era la caja chica de Aguirre. Gracias a los aportes
rutinarios de los Abarca, según las versiones, el exgobernador patrocinaba distintos
proyectos políticos y ensanchó su fortuna personal.11
Las revelaciones de los Abarca podrían ser cruciales para entender la tragedia, sustanciar
las averiguaciones ministeriales, fincar responsabilidades, encontrar a quienes ejecutaron el
escarmiento y dispusieron de los muchachos y, eventualmente, conocer su destino. No
obstante, todo ello dependerá del contenido de sus declaraciones y del posterior trabajo de
investigación ministerial. Amén de que no es claro si la pareja realmente sabe qué ocurrió y
cuál fue el destino de los normalistas desaparecidos. Se sabe, por ejemplo, de una llamada
telefónica entre el gobernador Aguirre y el munícipe Abarca, horas después de los hechos
ocurridos en el centro de Iguala: “Yo ordené que los detuvieran, pero nunca que los
mataran o se los llevaran”, habría dicho el segundo al primero. “¿Pero entonces dónde
están?”, repuso el gobernador. “Yo no sé a dónde se los llevaron o qué les hicieron”, remató
el hoy detenido.12
Igualmente relevantes serían las revelaciones de los Abarca sobre sus redes políticas, no
solo las que permitieron su huida sino su encumbramiento en el tercer municipio más
9 VÉASE Redacción, “Pedí a Aguirre que no se les fuera Abarca: Osorio Chong”, Milenio, 29 de octubre,
2014, < http://www.milenio.com/politica/Pedi-Aguirre-Abarca-Osorio_0_399560155.html> 10 Coronel y Tinoco, op. cit. 11 VÉASE Grupo Consultor Interdisciplinario, “Guerrero después de Aguirre… ¿Recomposición o
descomposición?”, Lectura Política, Núm. 779, 30 de octubre, 2014. 12 VÉASE Salvador García Soto, Serpientes y escaleras, “¿Cuántos tiemblan por Abarca?”, El Universal, 5
de noviembre, 2014, p. 11.
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importante del estado. Las interrogantes caen por su propio peso: ¿cómo fue que en Iguala
el poder público y el crimen organizado se acoplaron hasta confundirse por completo? ¿Los
Abarca financiaron con dinero sucio, como se dice, la campaña de Ángel Aguirre y otras
más? ¿A quién le ordenaron qué, al enterarse de los movimientos de los normalistas aquella
noche fatídica? ¿Hablarán de quiénes en la Secretaría de Seguridad Pública, en la
Procuraduría General de Justicia del estado y en áreas de carácter federal ubicadas en el
estado, los protegieron y a cambio de qué? ¿Qué vínculos tienen con Lázaro Mazón, el
exsecretario de Salud del gobierno del estado y quien antecedió a Abarca en la presidencia
municipal? ¿Cuáles son sus nexos con la dirección estatal y nacional del Partido de la
Revolución Democrática? ¿Cómo se ganaron la candidatura del partido al municipio?
ÚLTIMAS PALABRAS
Por ahora, la detención de los Abarca genera más dudas que certezas. Porque no solo falta
aún aprehender a los otros “autores intelectuales” y materiales, los encargados de la
seguridad en Iguala y Cocula, sino reconstruir la historia, poner a los presuntos
responsables ante los jueces y, desde luego, encontrar a los normalistas.
El gobierno federal gana un breve respiro ante la opinión pública con la aprehensión
de los Abarca. Pero la tarea por delante es de proporciones mayores. Amplios sectores de la
sociedad mexicana exigen respuestas, con una fuerza no vista desde hace mucho tiempo. Es
probable, empero, que hoy se tengan más elementos para avanzar en lo más puntual
e ineludible: justicia por los muertos de Iguala, presentación de los 43 estudiantes
normalistas desaparecidos. Ello dependerá, en buena medida, de que se profundicen las
líneas de investigación y se identifique a todos los responsables.
Por encima de lo anterior, se imponen tareas en distintos niveles. Amnistía Internacional,
por ejemplo, delinea la necesidad de responder “por la falta de investigación, ya sea por
complicidad o por negligencia, con relación a violaciones de derechos humanos y posibles
vínculos con el crimen organizado que pesaban desde hace años contra Abarca y Pineda”,
así como por las miles de desapariciones forzadas ocurridas durante los últimos años, cuyo
paradero debiera ser esclarecido y los responsables, castigados.13
Luego de lo anterior, se encuentra el clamor por abatir al crimen, replantear la estrategia
de combate y mejorar las capacidades del estado en materia de seguridad: policías,
ministerios públicos, jueces, directivos del sistema carcelario. Finalmente, parece momento
13. VÉASE Reporte, “Detención de José Luis Abarca y María de los Ángeles Pineda: insuficiente para
esclarecer caso Ayotzinapa”, Amnistía Internacional, 4 de noviembre, 2014, <http://amnistia.org.mx/ nuevo/2014/11/04/detencion-de-jose-luis-abarca-y-maria-de-los-angeles-pineda-insuficiente-para-es clarecer-caso-ayotzinapa/?o=n>.
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para dar respuestas de carácter estructural: combatir decididamente la corrupción y la
impunidad, empujar mecanismos eficaces de rendición de cuentas y renovar el acuerdo
político y social como salida viable a la emergencia… ¿En el Pacto convocado por el
presidente de la República se encontrarán algunas respuestas?
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