Lectio Divina Domingo 17

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evangelio

PAI NOSSO

Mateo 13, 44-52EL REINO DE LOS CIELOS, UN TESORO24 Julio, 2011Decimo sptimo domingo T.O.

Ms detalles del lago, escuchando a Jess

Ambientacin: Al centro un cofre o joyero con perlas de fantasa; frase: T eres nuestro tesoro.

Cantos sugeridos: Anunciaremos tu Reino.

T eres nuestro tesoro.

AMBIENTACIN: La verdadera sabidura es la del que sabe despojarse para adquirir el nuevo modo de ver la realidad que trae el Reino inaugurado por Jess.Ese tesoro del Reino est dentro de nosotros mismos, y quien lo descubre experimenta una gran alegra.

Oracin inicialJess, T que nos has dado el don de la fe, que nos has regalado la gracia de conocerte de saber lo que T has hecho por nosotros,

y as darnos cuenta del amor infinito del Padre, de la esperanza que tenemos en ti, de la seguridad que nos das con tu muerte y resurreccin,

sabiendo que ya nos has redimido hacindonos partcipes del Reino de los Cielos,

te pedimos que nos ayudes a poner en ti toda nuestra confianza y nuestra esperanza, buscando que seas T el sentido de todo lo que somos,

de todo lo que esperamos, de todo lo que vivimos, para que T nos llenes de tu alegra y de tu paz,

de tu amor y de tu fortaleza, y as desde ya vivamos con el corazn puesto en ti, optando siempre por ti,

siendo T la razn de todo lo que somos, de todo lo que hacemos, de todo lo que buscamos y anhelamos. Amn.

Motivacin:El valor del Reino es el valor supremo para el discpulo de Jess. Eso es lo que Jess no ha enseado y as es como lo siente el cristiano. Escuchemos. Para pertenecer al Reino, es necesario despojarse de otras cosas. Ninguna es tan valiosa para el creyente como aqulla con la que se ha quedado. Lo dems es siempre secundario. I. LECTIOQu dice el texto? Mateo 13, 44-52

Lectura del Santo Evangelio segn San Mateo 13, 44-52

En aquel tiempo, dijo Jess a la gente:

44El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegra, va a vender todo lo que tiene y compra aquel campo.

45El Reino de los cielos se parece tambin a un comerciante que busca perlas finas que, 46al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra.

47El Reino de los cielos se parece tambin a la red que se echa al mar y recoge toda clase de peces; 48cuando est llena, la sacan a la orilla y sentndose recogen en canastos los buenos, y tiran los malos.

49Lo mismo suceder al fin del mundo. Saldrn los ngeles separarn a los malos de los buenos, 50y los echarn al horno encendido. All ser el llanto y el rechinar de dientes.

51Jess pregunt a sus discpulos:-Entienden bien todo esto?Ellos le contestaron:

-S

52Y Jess les dijo: - Ya ven, un maestro de la ley que entiende del Reino de los Cielos, se parece a un dueo de casa que va sacando de sus tesoros lo nuevo y lo antiguo.Palabra de Dios

( Del evangelio segn san Mateo ) Mt 13: 44-52Sucede con el reino de los cielos lo que con un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo deja oculto y, lleno de alegra, va, vende todo lo que tiene y compra aquel campo.Tambin sucede con el reino de los cielos lo que con un mercader que busca ricas perlas, y que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra.Tambin sucede con el reino de los cielos lo que con una red que echan al mar y recoge toda clase de peces; una vez llena, los pescadores la sacan a la playa, se sientan, seleccionan los buenos en cestos, y tiran los malos. As ser el fin del mundo. Saldrn los ngeles a separar a los malos de los buenos, y los echarn al horno de fuego; all llorarn y les rechinarn los dientes. Jess pregunt a sus discpulos: -Habis entendido todo esto?Ellos le contestaron: -S. Y Jess les dijo: -Todo maestro de la ley que se ha hecho discpulo del reino de los cielos, es como un padre de familia que saca de su tesoro cosas nuevas y viejas.Cada uno puede leer en voz alta el versculo que ms le llam la atencin

Cul es el sentimiento de la persona que ha encontrado el tesoro?Qu acciones que realiza?Preguntas para la lectura:

Qu hace el comerciante que encuentra la joya ms fina?

Qu hacen los pescadores con la Red luego de que la sacan del mar?

Qu pasar cuando llegue el fin del mundo?

Qu pasa con el maestro de la ley que se convierte en discpulo de Dios?

II. MEDITATIOQu me dice? Qu nos dice el Texto?Nosotros hemos recibido un tesoro con la fe. Pero solamente podremos sacer de l cosas nuevas y viejas si lo buscamos, lo desenterramos, lo vendemos todo y lo adquirimos como algo precioso.Motivacin:

Meditemos y descubramos lo nuevo que se encierra en estas parbolas.

Es la fe para m un tesoro escondido o una perla de gran valor?

Por qu?

Qu me pide vender hoy el gozoso descubrimiento de la fe?

Cmo puedo hacer novedoso el mensaje del evangelio en mi entorno?

Se me ha regalado el tesoro de la palabra de Dios, comparto la alegra de este regalo con los dems?

Mi encuentro con Cristo me ha hecho una persona nueva?

Viendo que para adquirir el Reino de los Cielos es necesario vender todo (13,44.46), qu debo vender en mi vida, de qu cosas debo desprenderme para poder adquirir yposeer aquello que es vital y fundamental en la vida, como es el Reino de Dios?

Luego de un tiempo de meditacin personal, compartimos con sencillez nuestra reflexin, lo que el texto ME dice a mi propia realidad y situacin personal.

III. ORATIOQu le digo al Seor motivado por su Palabra?

Motivacin: Para descubrir los preciosos tesoros que esconde la Palabra de Dios tenemos la ayuda imprescindible de la oracin, que abre los ojos del corazn y permite desentraar su novedad. Dispongmonos a rezar pidiendo la luz y la sabidura de Dios.

Luego de un tiempo de oracin personal, podemos compartir en voz alta nuestra oracin, siempre dirigindonos a Dios mediante la alabanza, la accin de gracias o la splica confiada. Se puede, tambin, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo (salmo 118).

Salmo 118 El Seor es mi herencia; he prometido guardar tus palabras.Ms vale para m tu ley, que montones de oro y plata.Cunto amo tu voluntad, Seor !

Que tu amor me consuele, segn la promesa que me hiciste.Gracias a tu compasin, vivir, pues tu ley es mi delicia.Cunto amo tu voluntad, Seor !

Por eso amo yo tus mandatos, y los prefiero al oro ms fino.Por eso me ajusto a todos tus decretos, y odio la mentira.Cunto amo tu voluntad, Seor!

Tus preceptos son una maravilla, por eso los observo.La explicacin de tu palabra es luz que ilumina y proporciona instruccin a los sencillos.Cunto amo tu voluntad, Seor !

Seor, haz que conscientes de los tesoros que llevamos escondidos, los pongamos al SERVICIO de los dems

IV. CONTEMPLATIOMotivacin: Qu me lleva a hacer el texto?

II VENGA A NOSOTROS TU REINO

2816 En el Nuevo Testamento, la palabra "basileia" se puede traducir por realeza (nombre abstracto), reino (nombre concreto) o reinado (de reinar, nombre de accin). El Reino de Dios est ante nosotros. Se aproxima en el Verbo encarnado, se anuncia a travs de todo el Evangelio, llega en la muerte y la Resurreccin de Cristo. El Reino de Dios adviene en la Ultima Cena y por la Eucarista est entre nosotros. El Reino de Dios llegar en la gloria cuando Jesucristo lo devuelva a su Padre: Incluso puede ser que el Reino de Dios signifique Cristo en persona, al cual llamamos con nuestras voces todos los das y de quien queremos apresurar su advenimiento por nuestra espera. Como es nuestra Resurreccin porque resucitamos en l, puede ser tambin el Reino de Dios porque en l reinaremos (San Cipriano, Dom. orat. 13).

Del Catecismo de la Iglesia Catlica

2817 Esta peticin es el "Marana Tha", el grito del Espritu y de la Esposa: "Ven, Seor Jess":Incluso aunque esta oracin no nos hubiera mandado pedir el advenimiento del Reino, habramos tenido que expresar esta peticin , dirigindonos con premura a la meta de nuestras esperanzas. Las almas de los mrtires, bajo el altar, invocan al Seor con grandes gritos: Hasta cundo, Dueo santo y veraz, vas a estar sin hacer justicia por nuestra sangre a los habitantes de la tierra? (Ap 6, 10). En efecto, los mrtires deben alcanzar la justicia al fin de los tiempos. Seor, apresura, pues, la venida de tu Reino! (Tertuliano, or. 5).

2819 "El Reino de Dios es justicia y paz y gozo en el Espritu Santo" (Rm 14, 17). Los ltimos tiempos en los que estamos son los de la efusin del Espritu Santo. Desde entonces est entablado un combate decisivo entre "la carne" y el Espritu (Cf. Ga 5, 16-25):Slo un corazn puro puede decir con seguridad: Venga a nosotros tu Reino!. Es necesario haber estado en la escuela de Pablo para decir: Que el pecado no reine ya en nuestro cuerpo mortal (Rm 6, 12). El que se conserva puro en sus acciones, sus pensamientos y sus palabras, puede decir a Dios: Venga tu Reino! (San Cirilo de Jerusaln, catech. myst. 5, 13).

2820 Discerniendo segn el Espritu, los cristianos deben distinguir entre el crecimiento del Reino de Dios y el progreso de la cultura y la promocin de la sociedad en las que estn implicados. Esta distincin no es una separacin. La vocacin del hombre a la vida eterna no suprime sino que refuerza su deber de poner en prctica las energas y los medios recibidos del Creador para servir en este mundo a la justicia y a la paz (Cf. GS 22; 32; 39; 45; EN 31).

Durante la semana, desprenderme de algn tesoro que exprese mi deseo de hacerme Discpulo del Reino.

Compromiso:

Llenos del gozo que el Espritu infunde en nuestro corazn, te bendecimos, Seor Jess,

por descubrirnos en tu evangelio, en tu persona, en toda tu vida y en tu amor hacia nosotros, el tesoro escondido y la perla fina del reino de Dios, por el que vale la pena arriesgarlo todo sabia y generosamente.

Bendito seas tambin porque nos hablaste del reino con parbolas y signos de liberacin que unen el anuncio del reino de Dios con la salvacin y la felicidad del hombre.

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Haz, Seor, que la buena nueva del tesoro de tu reino transforme nuestras vidas pequeas a la medida de tu proyecto,

y alcanzaremos de tu amor todo lo dems por aadidura. Amn.

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