Lección 25 El Señorio De Cristo

5/12/2018 Lección 25 El Señorio De Cristo - slidepdf.com

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- Bosquejo del tema -

“El Señorío de Cristo, ¡Mi SEÑOR!” - (Pág.6)

“... de Judá,... saldrá el que será Señor... y sus salidas sondesde el principio, desde los días de la eternidad” (Miq. 5:2)

I) Según: “Las Escrituras” - (Pág. 6)

“Escudriñad las Escrituras

, porque... ellas son las que dan testimonio de mí” (Jn. 5:39)

A – “Jesucristo es el SEÑOR” - (Pág. 7)

a) ¿Quién es “Cristo el Señor”?b) ¿Qué implica la “naturaleza Divina” de la persona del Señor Jesucristo?c) ¿Qué es el “Señorío de Cristo”?

1) Decir que “Jesucristo es el Señor”, es decir que ÉL es “Dios” 2) Decir que Jesucristo es “Dios y Señor”, es decir que ÉL es “Soberano” 3) Decir que Jesucristo es “Señor”, es reconocerle como el “Salvador”

4) Decir que Jesucristo es el “Dios Soberano y Salvador” es decir que ÉL es “el Señor”

d) El “Dios Padre”, exalta al “Señor” 1) ¿Qué significa que haya en nosotros “su sentir” en cuanto al “Señorío de Cristo”?2) ¿Qué implica para Cristo la “exaltación” que el Padre le dio?

II) Según: “David” - (Pág. 16)

- “David” : Un ejemplo del “Señorío de Cristo” mil años antes de la Cruz -“Tú eres mi Señor; No hay para mí bien fuera de ti” (Sal. 16:2)

A – El “pasaje” - (Pág. 17)

B – El “personaje” - (Pág. 19)

C – El “Señorío de Cristo” en la vida de “David” y qué entraña para nosotros - (Pág. 20)

a) “Poseer”, como David, un “profundo conocimiento de Dios” b) “Manifestar”, como David, una “absoluta confianza (‘seguridad’ y ‘consuelo’)

en Dios” c) “Tener”, como David, “discernimiento espiritual” d) “Ser”, como David, “generoso para con la obra del Señor y para con los

hombres también” e) “Llevarnos”, como David, a un “genuino arrepentimiento y confesión de

pecados”



1) El pecado para Dios es grave

f) “Servir al Señor”, como David, “diligentemente”

III) Según: “Pablo” - (Pág. 28)

- “Pablo” : Un ejemplo del “Señorío de Cristo” después de la Cruz -

“Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas” (2° Tim. 4:17)

A – Cristo: “El Señor” - (Pág. 28)

a) ¿Quién es “ÉL”?; ¿Qué quiso decir Pablo cuando dijo: “ÉL”?

b) ¿Qué implica esta “santa verdad” en nuestro diario vivir?c) “Y vosotros estáis completos en Él”

B – El “Señorío de Cristo” y el “creyente” - (Pág. 32)

a) Al recibirle a Cristo como Salvador, por “fe”, ésta, le coloca al creyente “bajo

un nuevo señorío” 1) ¿Qué es ser un creyente “carnal”?2) ¿Qué es ser un creyente “espiritual”?

b) Estar bajo el “Señorío de Cristo”, implica para el creyente, “considerarsemuerto al pecado”, pero “vivo para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro”

c) El “Señorío de Cristo”, requiere del creyente, un “conocimiento altísimo del Señor”

1) No tiene la misma trascendencia que Jesús sea “el” Señor, a que sea “mi” Señor

d) Vivir bajo “el Señorío de Cristo”, demanda al creyente, “ganar a Cristo” e) El “Señorío de Cristo” y la “Cena del Señor”

C – El “Señorío de Cristo” y el “servicio” - (Pág. 40)

a) El “Señorío de Cristo”, implica que el creyente esté, “incondicionalmente deacuerdo” con la voluntad de su Señor para con él

b) El “Señorío de Cristo”, demanda al creyente que, “confíe ciegamente” en lavoluntad de su Señor

c) El “Señorío de Cristo”, requiere del creyente, “entender” la voluntad de suSeñor

d) El “Señorío de Cristo”, una vez “entendida” la voluntad del Señor, llama alcreyente a “llevarla a cabo”



IV) Según: “Juan” - (Pág. 45)

- “Juan” : Un ejemplo del “Señorío de Cristo” junto a la Cruz -

“... Señor

, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” (Jn. 6:68)

A – El “Hombre del Calvario” es el “Señor de su Iglesia” - (Pág. 45)

a) El “Señorío de Cristo” debe ser “el centro rector” de toda “iglesialocal” b) Jesucristo debe ser: “El Señor” de “Laodicea”

1) “Compremos - de ÉL - oro refinado en fuego, para que seamos ricos” 2) “Unjamos nuestros ojos con colirio, para que veamos”

3) “Seamos celosos y arrepintámonos”

B – “Jesucristo” : ¡Es el Señor! - (Pág. 50)

a) “Hijitos... Venid comed” 1) Hace casi 2000 años2) Hoy ya comenzado el siglo XXI

b) “Alabémosle” porque “Cristo” : ¡Es el Señor!

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(SDQ):

“El Señorío de Cristo, ¡Mi SEÑOR!” “... de Judá,... saldrá el que será Señor... y sus salidas son

desde el principio, desde los días de la eternidad” (Miq. 5:2)

Introducción:

Desarrollaremos el tema del “Señorío de Cristo”, bajo cuatro sub-temas:

I) Según: “Las Escrituras”;II) Según: “David”;

III) Según: “Pablo” y IV) Según: “Juan”.



Primeramente, es necesario aclarar que los cuatro apartados son “Escritura” ya que “toda ella es inspirada por Dios y útil para...” (2° Tim. 3:16,17). Lo que sí queremos, en el primer apartado, es enfocar el tema bajo la óptica general de las Escrituras, prescindiendo en la exposición, de la impronta “personal”, y de las

“particularidades” y “estilo propio” que le infunden tanto David, como Pablo y Juan o cualquier otroescritor de la “Palabra de Dios”, dentro y sujetos obviamente a la “inspiración divina y guía celestial” que

caracterizan su narración y escritura.

En segundo lugar, es mi propósito destacar que el primer sub-tema: Según: “Las Escrituras”, contiene en

su enfoque y exposición, una importancia mayor que los otros tres, en el tema que nos ocupa,

considerándolo “esencial” (principal, indispensable y obligatorio) y “fundamental” (primordial y base), en

el sentido de ser “necesario” y “previo” a cualquiera de ellos, ya que los enriquece y adorna con susconceptos propios.

Pasemos entonces, hermano, a saborear este tema tan excelso:

“El Señorío de Cristo, ¡Mi SEÑOR!”

I) Según: “Las Escrituras” (Un enfoque “esencial” y “fundamental”)

“Escudriñad las Escrituras

, porque... ellas son las que dan testimonio de mí” (Jn. 5:39)

“... dijo Dios (acerca del Hijo) ... Tu trono, oh Dios, por el siglodel siglo; Cetro de equidad es el cetro de tu reino” (Heb. 1:8)

A – “Jesucristo es el SEÑOR”

“y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Fil. 2:11)

a) ¿Quién es “Cristo el Señor”?

“El es el Hijo amado

, en quien el alma del Padre tienecontentamiento, y complacencia” (Is. 42:1; Mt. 4:17)

- El término “Señor” (*), bíblicamente, vale tanto como “superior”, “amo”, “cabeza”, “supremaautoridad”; es decir : “Señor” y “Soberano”, e incluye el uso legítimo del poder en contraste con el tirano

o déspota usurpador. Pero, principalmente, indica el ejercicio activo del “poder” sobre el mundo y los

hombres y toda otra criatura o cosa, como el “Creador” y “Gobernador”, siendo el autor de la vida y lamuerte.

En síntesis: SEÑOR, expresa más que la naturaleza y esencia de Dios, la “autoridad suprema” del Altísimo.

(*) Nota - Definiciones de : “SEÑOR” : Por antonomasia: Dios. Persona que manda como dueño y con mucha autoridad (1° Cor. 6:20).

“SEÑORIO” : Dominio o mando o potestad sobre algo. Territorioperteneciente al SEÑOR. Dignidad del Señor.

- El primer argumento del N.T. como demostración de la divinidad de Cristo se deriva del hecho de que

ÉL es en todo lugar llamado Señor. El Señor; nuestro Señor; mi Señor. Por tanto Jesucristo es “Señor” para los cristianos en el mismo sentido en que Jehová era “Señor” para los hebreos. Tenemos un solo

“Señor”; y “Jesucristo es el Señor” (Filip. 2:11; Hech. 2:36).

Las parábolas del N.T., hablan de un Señor al cual los discípulos deberían dar cuenta, con referenciaexplícita a Jesús y ponen de manifiesto las alturas del señorío que Cristo tenía en mente (Luc. 6:46; Mt.7:21-22; Mt. 25:37,44).

- En segundo lugar, Jesucristo no es sólo así llamado “Señor” por vía de eminencia, sino que es

declarado por los ángeles “Cristo el Señor” (Luc. 2:11), por Pedro y Pablo “Señor de todos” (Hech.10:36; Rom. 10:12), por Juan “Señor de señores” (Apoc. 17:14; 19:16), por Santiago y Pablo “Señor dela gloria” (Sgo: 2:1; 1° Cor. 2:8), por Tomás “Mi Señor y mi Dios” (Jn. 20:28) y

por Pablo “Señor así



de los muertos como de los que viven”; “Señor del cielo y de la tierra” y “Señor de los que están en loscielos, y en la tierra, y debajo de la tierra” (Rom. 14:9; Hech. 17:24; Fil. 2:10-11).

ÉL es “Señor” en sentido que “nadie puede verdaderamente llamarle Señor, sino por el Espíritu Santo” (1° Cor. 12:3).Fijémonos que, si su Señorío fuera meramente la supremacía que alguien puede ejercitar sobre otros, nohabría necesidad de iluminación divina para capacitarnos para reconocer su autoridad.

Pero si ÉL es “Señor” en el sentido absoluto en el que sólo Dios es Señor; teniendo un derecho sobrenosotros y una autoridad sobre cada uno que sólo le pertenece a nuestro “Hacedor y Redentor” (Is. 17:7;47:4), entonces es necesario que el Espíritu Santo nos revele de tal manera “... la gloria de Dios en la faz de Jesucristo” (2° Cor. 4:6) como para que nos lleve a postrarnos delante de ÉL como nuestro “Señor y Dios”.

- En tercer lugar, Cristo es llamado Señor cuando esta palabra se emplea en lugar de los nombres y títulosincomunicables de Jehová y Adonai (es decir que pertenecen sólo a “Él” ). Así, (Rom. 10:13); cita a (Jl.2:32 – que habla de Jehová) y lo aplica a Cristo, diciendo: “Porque todo aquel que invocare el nombredel Señor, será salvo”. También, (Rom. 14:10-11) cita a (Is. 45:23), cuando dice: “Porque todoscompareceremos ante el tribunal de Cristo. Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mi se

doblará toda rodilla”. Y así tendríamos muchos pasajes más a lo largo de todo el N.T., siendo en todosellos Cristo, expuesto como Señor, en el mismo sentido en que, el Supremos Dios, es Señor.Poniéndonos esto en evidencia cuan constante y reverente es el reconocimiento de su divinidad (atributos)y Deidad (persona), por parte de las Sagradas Escrituras.Y es aquí, siendo “Jesucristo”; “Señor y Dios”; “el Señor de la Gloria divina”, donde conviene distinguir que:

1) “Dios”, hace al término “sublime de exaltación reverente y pura”, mientras que;2) “Señor”, lleva en sí, en forma más precisa, la idea “excelsa” del gobierno soberano

ejercido efectiva y perfectamente, y que llama al “servicio obediente y fiel” (1° Cor.4:1-2)

Esto nos lleva a la segunda consideración de este punto .

b) ¿Qué implica la “naturaleza Divina” de la persona del Señor Jesucristo?

- La evidencia bíblica no deja lugar a duda tocante a la naturaleza divina del Salvador. El testimonio de

los Evangelios pone de manifiesto que el Señor Jesús, por las cosas que hizo y por las que dijo, demostró

que era “Dios el Señor”, manifestado en la carne.

Tan solo el santo Evangelio según San Mateo referente a los poderes divinos ejercidos por Cristo, nos dice

que Él tiene :

a) Poder sobre las fuerzas de la naturaleza (Mt. 14:26-29; 15:34-36; 21:19)b) Poder sobre las fuerzas del mal (Mt 8:32; 12:28)c) Poder sobre las fuerzas del cielo (Mt. 13:41)d) Poder para sanar a los enfermos (Mt. 4:23; 8:3,7)e) Poder para resucitar a los muertos (Mt. 9:25; 20:19; 26:61)

f) Poder para juzgar a la humanidad (Mt. 7:21; 12:31-32; 13:30; 23:2-8) g) Poder para perdonar pecados (Mt. 9:2)h) Poder para condenar y sentenciar a los pecadores no arrepentidos ( Mt. 23:13-16,27)

i) Poder para galardonar a los suyos en su segunda venida (Mt. 5:11-12; 10:42; 13:43; 19:29;25:34-36)

j) Poder para dar poder (Mt. 10:1,8; 28:20)k) Poder para dar completo y perfecto conocimiento del Padre (Mt. 11:27)l) Poseedor de todo poder (Mt. 28:18)

Si leemos estos pasajes llegamos a la conclusión que “Jesucristo es el Señor”, como Pablo nos asevera(Filip. 2:11), y haciendo nuestras las expresiones del apóstol Juan reconocer que: “Este (Jesucristo) es el verdadero Dios y la vida eterna” (1° Jn. 5:20).El Señor Jesús mismo se auto identificó como “la vida” (Jn. 11:25; 14:6). Afirmándonos, además, tener la

autoridad para dar “vida eterna” a otros (Jn. 10:28) y ser “el único camino

de acceso

al

Padre” (Jn. 14:6).



Pero también, el Señor Jesús afirmó tener autoridad para “resucitar a los muertos en el día postrero” (Jn.6:40). Todas estas prerrogativas y poderes sólo pueden ser ejecutadas por alguien que sea “Príncipe y Salvador” (Hech. 5:31); por alguien que sea “Señor y Cristo” (Hech. 2:36); por alguien que sea “Dios” (Heb. 1:8).

- A ÉL le ha dado el Padre el Señorío “sobre todas las criaturas y su Iglesia” (Efe. 1:20-22); “sobre

todo principado potestad” (Col. 2:10). Y así, como “Señor e imagen de Dios, el evangelio de la Gloria deCristo, por amor a Jesús”, es predicado por sus siervos hasta que ÉL venga (2° Cor. 4:4-5). Reconociéndole, todos ellos a Jesucristo como Dios cada vez que le llaman “SEÑOR”. Nosotros también.

Amén.

c) ¿Qué es el “Señorío de Cristo”?

- Lo primero que debemos destacar es que, no es el creyente o algún otro ser quien hace a Cristo “Señor”de nuestra vida. La Biblia no habla de nadie que haga a Cristo “Señor”, excepto Dios mismo, quien le hahecho “Señor y Cristo” (Hech. 2:36) y el mandamiento bíblico tanto para inconversos como creyentes no

es “hacer” a Cristo Señor, sino “acatar su Señorío”. Los que rechazan “su señorío” o le honran sólo delabios, no son salvos, porque no hacen la voluntad del Padre que está en el cielo (Mt. 7:21-23).

- La Biblia revela varios atributos eternos comprendidos en el nombre “Señor”. Y que resultan

imprescindible discernir y aceptar para que “su señorío”, impere en nuestras vidas y testimonio.

1) Decir que “Jesucristo es el Señor”, es decir que ÉL es “Dios”

- En primer lugar, debemos reconocer que el Señor, es el Dios Todopoderoso, creador y sustentador de

todas las cosas (Col. 1:16-17). La Biblia declara en (Jn. 1:1,14), que ÉL

es Dios, y en (Heb. 1:8), Dios elPadre se dirige a ÉL como “Dios”. y en muchos pasajes, el Señor nos muestra los atributos de la Deidad:Su “Omnipresencia” en (Mt. 18:20); su “Omnipotencia” en (Filip. 3:21); su “Inmutabilidad” en (Heb.13:8); “perdonando pecados” en (Mt. 9:2-7); “recibiendo adoración” en (Mt. 28:17), y “teniendoautoridad absoluta sobre todas las cosas” en (Mt. 28:18).

2) Decir que Jesucristo es “Dios y Señor”, es decir que ÉL es “Soberano ”

- La influencia de su poder alcanza a toda persona (Mt. 28:18; Jn. 17:2). De hecho todo “juicio” se le ha

entregado a ÉL: “Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo

, para que todos honrenal Hijo como honran al Padre” (Jn. 5:22-23).De igual manera los que deshonran el Hijo, también lo están haciendo con el Padre.

3) Decir que Jesucristo es “Señor”, es reconocerle como el “Salvador”

- El “Soberano Señor” mientras estuvo en este mundo, experimentó, con humildad extrema, todas lastristezas y tribulaciones de la humanidad, excepto que “nunca peco” (Filip. 2;8; Heb. 2:9; 4:15).

Así, el “Señor Jesucristo”, el Dios “Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores” (1° Tim. 6:15); de todo ytodos, renunció a todo hasta el punto de morir voluntariamente de la muerte más dolorosa y humillanteconocida en aquel entonces. Y lo hizo por nosotros, por ti y por mí, “amándonos hasta el fin” (Jn. 13:1). “El” es : “El Salvador del mundo, el Cristo” (Jn. 4:42).

4) Decir que Jesucristo es el “Dios Soberano y Salvador” es decir que ÉL es “el Señor”



- Hemos visto que “el Señorío de Jesús” incluye las ideas de dominio, autoridad, soberanía y el derechoa gobernar, estando todas estas cosas implícitas en la frase: “Jesús es el Señor” (Rom. 10:9). Entonces,

está claro que las personas que acudimos a Cristo para salvación debemos hacerlo en obediencia a ÉL, estoes, dispuestos a someternos a ÉL como “Señor”. Significando con ello que en la idea de la divinidad del

Señor, está inherente la de autoridad, dominio y derecho a mandar.Pablo nos recuerda que una persona que vive en rebeldía contra la autoridad de Cristo, “es abominable yreprobado en cuanto a toda buena obra” (Tito 1:16). Es decir: “no le reconoce como Señor en ningúnsentido”. El “sello” de la fe que salva y que nos habilita ante el Padre como “conocidos por el Señor”(2° Tim. 2:19) implica nuestra “sumisión al señorío de Jesucristo”, mediante la obediencia yatestiguándolo tanto en hechos como palabras. Haciendo que nuestros “actos”, conformen las “buenasobras” que ya estaban de antemano concebidas en la mente y voluntad de Dios, para que nosotros “bajo elSeñorío de Cristo”, “caminásemos por ellas” (Ef. 2:10).

Pensemos con gratitud, cuánto debemos al “Señor de todos que nos hizo ricos cuando le invocamos”(Rom. 10:12), con fe, humildad y arrepentimiento. El cual “nos llamó de las tinieblas”, donde estábamos,

“a su luz admirable, para que anunciemos sus virtudes”, no las nuestras (1° Ped. 2:9).

- “El Señorío de Cristo” en nosotros, deberá ceñir todos los momentos de nuestra “vida” y los actos de

nuestro “servicio” a “Su voluntad”, para que “ÉL” tenga la “preeminencia”, y Cristo sea todo sobre:

Mi carácter; mi hogar; mi familia; mi trabajo; mis bienes; mi testimonio y mi camino haciael hogar con “ÉL”.

Si esto se cumple, entonces, podremos decir como David: “ÉL” es: ¡Mi Señor!Mientras nos acercamos a Su gloriosa venida por nosotros, o hacia el Hogar Celestial, “Cristo el Señor” nos ofrece a todos los que “andemos bajo su Señorío”, “todo lo que pertenece a la vida y la piedad” (2° Ped. 1:3). Deparándonos esta “gracia”, “que no caigamos jamás” mientras estamos acá y, “amplia y

generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” cuando lleguemos allá (2° Ped. 1:10-11). ¡Gracias, mi SEÑOR! Amén.

d) – El “Dios Padre”, exalta al “Señor”

“Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que essobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla delos que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lenguaconfiese que Jesucristo es el Señor

, para gloria de Dios Padre” (Fil. 2:9-11).

- Pablo dice “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo”. Siendo la cruz del Calvario el punto

desde donde partió la exaltación suprema del Señor.

Fue a causa “del padecimiento de la muerte” (Heb. 2:9), es decir, luego de “haber efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo,..., sufriendo la cruz y menospreciando el oprobio(ignominia; afrenta; deshonra y vergüenza)”, por ti y por mí (Heb. 1:3; 12:2).

- La exaltación de Cristo, sigue a su humillación. Así, el Señor, “después de haber descendido a las partes más bajas de la tierra, subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo, siendo exaltado y

glorificado por el Padre y hecho más sublime que los cielos” (Efes. 4:9-10

Jn. 17:4-5

Heb. 7:26).

- Fijémonos que el Señor Jesús no hizo nunca ninguna de las cosas que nosotros decimos que hay que

hacer para “destacarse” o ser “importante”. En realidad, ÉL contradijo absolutamente las circunstanciasen las que insistimos que hay que hacer para llegar a ser “grande”, resumiéndolo perfectamente, cuando

dijo a los suyos: “... el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo” (Mt. 20:27).Y Pablo nos invita a que “haya en nosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús” (Filip. 2:5). Y,el “sentir de Cristo” en mí , es que si yo me humillo, Dios me exaltará, como lo hizo con “ÉL”.

Entonces, nos preguntamos:



1) ¿Qué significa que haya en nosotros “su sentir” en cuanto al “Señorío deCristo”?

- Es rechazar nuestra propia vida autosuficiente, reconociendo que el camino hacia nuestra “vidaresucitada en Cristo” (Ef. 2:6) pasa por la “cruz”, dejando allí nuestra soberbia; nuestro orgullo;nuestra vanidad y nuestra falsa espiritualidad.

El creyente debe admitir que la única forma de ser “enaltecido” por el poder de Dios es humillándose a simismo y que el único camino hacia la exaltación es la auto degradación, no proclamándola sinollevándola a cabo (1° Ped. 5:6).

- La ley de Moisés maldecía al que moría en el madero (Dt. 21:23; Gal. 3:13). La cruz era el símbolomismo de la ignominia, agonía y vergüenza (Heb. 12:2). Ningún ciudadano romano podía ser crucificado.Ese castigo se reservaba para los mayores criminales y de otro rango étnico. Con tal cuadro de

degradación y desprecio, “la muerte de Cristo” renunciando a la gloria, alcanza el punto culminante. Suservicio de “Salvación eterna” le condujo desde el trono mismo de la divina Majestad en las alturas (Heb.1:3), hasta la cruz en el Gólgota (Jn. 19:17).

Su noble frente “ciñendo corona de reino” (Apoc. 19:12) fue previamente moldeada por la “corona deespinas, hundida en sus sienes a golpes de caña, mientras le escupían” (Mt. 27:29-30). Y todo por amora ti y a mí.

Esta visión de la cruz, debiera ser suficiente para eliminar toda “contienda” y “vanagloria” y hacernosdejar de lado todo “orgullo” (Fil. 2:3 2° Tim. 2:23).Un ejemplo así debería hacernos pensar menos en nuestros propios intereses y más en los de los demás, y

olvidarnos de nosotros mismos en un servicio “agradable a Él” (Rom. 12:2).

2) ¿Qué significa para Cristo la “exaltación” que el Padre le dio?

- En el cumplimiento de los propósitos eternos de Dios habrá un día de “reconocimiento universal” del

“Señorío” del Señor Jesús. Cuando eso ocurra, Pablo nos dice: “que en el nombre de Jesús se doblarátoda rodilla..., para gloria de Dios Padre” (Fil. 2:10-11).

Es necesario distinguir que ahora, el reconocimiento y confesión del Señor Jesús como Salvador, produce

la “salvación” de quienes “creen en su corazón y lo confiesan con su boca” (Rom. 10:9-10). Pero quienesno lo hagan, no es que tendrán luego una “segunda oportunidad”, ni en absoluto, que habrá una“salvación universal”.

-La exaltación del Señor Jesucristo supera toda otra que hubo o habrá, ya que no sólo fue promovido a la

gloria, como nosotros lo seremos, sino que:

. Jesús el Hijo de Dios, después de su “gloriosa” resurrección de entre los muertos (Rom. 10:9) - por

obra del Dios Padre y voluntad propia de ÉL, como Dios (Hech. 2:32; Jn. 10:17-18) - , “traspasólos cielos” - trascendentemente, hasta el mismo trono de Dios - (Heb. 4:14), y fue “hecho mássublime que ellos” (Heb. 7:26).

. ÉL subió en celestial ascensión (Sal. 110:1; Hech. 1:9), por encima de todos los cielos, no sólo“para llenarlo todo”, sino, para “sentarse a la diestra de la Majestad en las alturas”, también(Mr. 16:19; Rom. 8:34; Efes. 4:10; Heb. 1:3).

. ÉL es, “el Rey”, ahora y por siempre, “sobre todo principado y autoridad y poder y señorío,y ... cabeza sobre todas las cosas” (Ef. 1:21-22).

- El “exaltado” fue “Jesús de Nazaret”, es decir “el Verbo de Dios”, en su naturaleza humana (Jn. 1:14).La cruz no era el final, ¡sino la entrada a la gloria!

La exaltación que Cristo experimentó cuando fue al cielo no fue solamente “el retorno a la gloria quetenía antes de la encarnación” (Jn. 17:5), sino además “la adicional gloria del triunfo sobre el pecado, el

sufrimiento, la muerte, y el cumplimiento de que Dios, en Su muerte, reconcilió al mundo a sí mismo”



(2° Cor. 5:19). Fue en reconocimiento de esta consecución que ÉL ha recibido “un nombre que es sobretodo nombre,... el nombre de JESÚS”.

- Pablo revela “el nombre” cuando nos dice “Para que en el nombre de Jesús”. Notemos que “JESÚS”,fue el nombre dado por Dios para su Hijo aún antes de ser concebido que, como hombre, nacería en Belén(Mt. 1:21; Luc. 1:31). Su significado es “Jehová salva”, siendo por tanto un nombre divino, ya que “la

salvación es de Jehová” (Sal. 3:8; Jon. 2:9).

- El apóstol continúa diciendo: “Se doble toda rodilla”, y ello implica el reconocimiento universal de Sudeidad y por ende de Su señorío.

Ya Isaías en (45:23,24) profetizó la burla en la cruz, hacia el Señor – aún Su santo Nombre, fue motivode burla durante la crucifixión (Mt. 27:37,39) – y su posterior exaltación, en gloria. Así, quienes seinclinaron en burla ante el Jesús de Nazaret crucificado, habrán de hacerlo ante el mismo Jesucristoglorificado, reconociéndole como “Señor y Dios”.El Señor Jesús no es, ni un hombre elevado o santificado, ni un dios rebajado o menguado, sino el infinito;sublime y eterno Dios, hecho hombre, “por amor de nosotros” (Jn. 1:14 1° Ped. 1:20).

- Luego Pablo dice: “de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra”.La majestad y gloria del “Nombre” (Hech. 5:41) “que es sobre todo nombre”, habrá de deslumbrar a todala creación. Y Su “Señorío” será reconocido por todo ser viviente. “Toda rodilla se doblará” enreconocimiento universal de la majestad y poder del Señor. El mundo en pleno ha de rendir homenaje alSeñor Jesús, el “Cordero” (Apoc. 5:13) (Is. 45:23-24).

Quienes no hayan querido reconocer la deidad de Jesús y doblar sus rodillas voluntariamente, tendrán quehacerlo en el futuro en reconocimiento universal de su Deidad y Señorío (Rom. 1:19-20).

- Por último, Pablo expresa la confesión universal del “Señorío de Jesucristo”. Estando la universalidadde ella dada por la frase: “y toda lengua confiese”. Tratándose de las “lenguas” que correspondan a “todaslas rodillas” del versículo anterior, no sólo en una actitud de sumisión, sino de reconocimiento y proclamación. Ya que el término “confesar” implica un reconocimiento bajo convencimiento.Esto nos lleva a la conclusión de que todos los hombres sean salvos o impíos, y todos los ángeles, sean

rectos o caídos, serán un día obligados a confesar y a inclinarse ante el “Señor Jesucristo”.

- Luego Pablo añade: “Que Jesucristo es el Señor”. La expresión equivale al reconocimiento universaldel Señor Jesús como Dios. Ya que “Señor” es la traducción griega del nombre inefable de Dios, que es

“Jehová” (“JAHVEH”).

Pero también el término expresa no sólo la “reverencia” universal que le presten, sino que al hacerlo así,reconocerán y proclamarán abiertamente “el soberano señorío” de Jesucristo el “SEÑOR”.

- Pablo concluye expresándonos la “meta suprema” de la exaltación de Jesús como “Señor” al decir

“para gloria de Dios Padre”, porque es el propósito del Padre que su Hijo sea glorificado y que ÉLconstituya la esencia de “la gloria” de su “excelsa majestad”. Resultando así que, “la gloria de Dios”, esla mayor y más sublime meta universal, de todo lo que existe, hasta que “Dios sea todo en todos” (1° Cor. 15:28). Amén.

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II) Según: “David”



- “David” : Un ejemplo del “Señorío de Cristo” mil años antes de la Cruz -(Un enfoque “práctico

; piadoso y fraternal”)

“... Tú eres mi Señor

; No hay para mí bien fuera de ti” (Sal. 16:2)

- De “David”, el “siervo de Dios” (1° Sam. 23:10-11; 25:39; Sal. 31:16; 69:17 y Títulos de los Salmos18 y 36, etc.... ), nos cuenta la historia bíblica que “se fortalecía en Jehová su Dios” (1° Sam. 30:6). Su“adoración” a Dios se caracterizaba por ser de “corazón y por fe”.Nunca le vemos rogándole a Dios por milagros cuando se encontraba en apuros. En cambio, hoy día,

muchos tratan de adorarle al Señor, “emocionalmente”, presenciándose burdas imitaciones del poder deDios, y “predicándose el falso evangelio de las ofertas y la prosperidad en vez de la palabra de la cruz”,ya sea a través de los medios masivos de comunicación, o en multitudinarias reuniones, que no consisten en

otra cosa que “doctrinas de demonios y vanas palabras que conducen a la impiedad” (1° Tim. 4:1; 2° Tim. 2:16). Y no porque haya “algo imposible para Dios (Luc. 1:37), sino porque a los creyentes nos esdado, “el vivir por fe

, hasta que el Señor venga” (Gál. 2:20; 3:11).

Estas, y mil facetas, más que deseables, en su brillante vida para con Dios, podríamos encontrar en David.Sin embargo, cuan lejos, generalmente, estamos en conocimiento y ejemplo de vida, de la “talla espiritual” de este gran rey, temeroso y reverente de Dios y de su Señor.

Así, si preguntásemos a los creyentes, en su conjunto, mayormente, tendríamos tres opiniones. Los más pequeños nos dirían: ¡Ah, David, el “pastorcito” que le cortó la cabeza al gigante Goliat! (1° Sam.17:51). Luego por su parte los jóvenes agregarían: ¡Sí, David, el que, valientemente, mataba con susmanos al león y al oso y, además, “danzaba”, que bueno ¿no?! (1° Sam. 17:34-36; 2° Sam. 6:14,21 – aunque la “danza” de David, no tiene relación alguna con el “baile actual”). Finalmente, los mayores,adicionalmente, nos acotarían: ¡Oh sí, David, el gran rey de Israel, autor de tantos Salmos hermosos ,pero que (agregaríamos con esa ironía que a veces nos caracteriza), lamentablemente, cayó en el granpecado de adulterio, matando luego al marido de su amante, que lástima! (2° Sam. 11). Poco más que

esto, podríamos sacar en conclusión, de la mayoría de las opiniones de nuestros hermanos en Cristo, acerca

de David.

Pero, no son esas las “enseñanzas” que la “Sagrada Palabra” nos da de David , según ella, el “calibreespiritual” del rey-pastor, fue tal que, el mismo Dios le nombra como “alguien conforme a Su corazón” (Hech. 13:22). Y el mismo Señor Jesucristo, mil años después de haber escrito el (Sal. 110), le nombracomo “ejemplo de alguien que le honró llamándole: ¡Mi Señor!” (Sal. 110:1 Mr. 12:36; Luc. 20:42).Por tanto, consideramos útil para nuestras almas y crecimiento en el conocimiento del Señor, desarrollar

el tema del “Señorío de Cristo”, en la vida de este gran “siervo” de Dios, en tres sub temas:

A – El “pasaje” (Mt. 22:41-46) ( Sal. 110:1

) (Hech. 2:34-36)

- Este salmo de David, tiene como tributo bíblico el ser el más citado en el N.T.. En el Salmo “mi Señor” es el Mesías, y expresa lo que Jehová dijo de ÉL (vv. 1-3) y lo que juró acerca de ÉL (vv. 4-7).Así tenemos el sublime diálogo introductorio entre Padre (Jehová) e Hijo (Adonai); y el Espíritu Santoinspirando a David para que nos lo escriba para ti y para mí hermano. La “Trinidad” revelándonos en profecía a Cristo, “el Rey de la gloria” (Sal. 24:10).

- De este cántico es su primer versículo el que nos ocupa:

“Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta

que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies”

. Y del versículo especialmente:

“Jehová dijo a mi Señor” (Adonai)

. Así tenemos que el Amado es:

“EL Hijo y el Señor de David”

- Respecto a la “persona de Cristo”; “el Señor”, el Salmo es citado :



. En: “Mt. 22:41-46”

- Es Como si Jesús allí, le estuviese diciendo a los fariseos: recordad, pues que Yo soy el Hijo de David en

el sentido más excelso, porque David mismo me llamó “mi Señor”. Por lo tanto todo aquel que me rechazaa mí está rechazando al Señor de David.

La última pregunta del Señor a ellos fue: ¿Qué pensáis del Cristo?, no haciéndola oponiéndose a ellos,sino que les preguntó como a hombres que estaban equivocados y necesitaban ver la verdad. Y “laverdad”, únicamente , es ÉL (Jn. 1:14,17; 14:6; 17:17; Sal. 26:1-3). Después de ella pronunciaría el“juicio” contra los “Fariseos” – quienes son figura del inconverso o, en su caso, del tibio creyente – (Mt.23 Apoc. 3:16). Poniéndonos esto de manifiesto un hecho crucial: “Hay un fin a las preguntas delSeñor”, ya sea para “salvación”, ya sea para su “servicio”.Hay un “momento” cuando ÉL, y sólo ÉL, sabe que ya no hay esperanza, ni oportunidad, para que elhombre se arrepienta y “crea” o para que el creyente se arrepienta y le “sirva”, limpio de pecado y con

“fidelidad”. Luego, entonces, “Cristo el Señor”, comienza a pronunciar “juicio” (Jn. 3:18); (1° Co.11:30-32) (Ap. 2:5; 3:19).

. También el salmo, lo tenemos referenciado en: “Hech. 2:34-36”

- “... a este Jesús... Dios le ha hecho Señor y Cristo” -

- Dios ha hecho al Jesús crucificado tanto Señor como Cristo (Mesías). El (v. 36) nos señala el contraste

entre el tratamiento de sus jueces terrenales y el recibido del Dios Padre.

Cuando el Señor afirmó ser “el Cristo, el Hijo del Bendito” (Mr. 14:61), su declaración fue rechazada como

falsa y juzgada digna de muerte. Pero Dios ha vindicado su santa afirmación como verdadera y le“levantó, sueltos los dolores de la muerte” (Hech. 2:24), exaltándolo al lugar más alto que el cielo puede ofrecer (Apoc. 3:21 – El trono del Padre), declarándole, por su gloriosa resurrección “Hijo de Dios, con poder” (Rom. 1:4).

Como dice Pedro, es a Jesús, a quien Dios ha constituido tanto Señor como Cristo, agregando luego en

(Hech. 10:36) que “Jesucristo; éste es Señor de todos”.

. Más adelante en: “Heb. 1:13”

- El salmo, es también, mencionado para probar la gloria del Hijo y su superioridad sobre “los ángeles” (Heb. 1:4).

Así tenemos que el salmo está lleno de Cristo; afirmando su Deidad, prediciendo su reino, testificandoacerca de su sacerdocio real y reconociéndole como el futuro “Juez”; “Rey” y “Señor”.

Finalmente, es imprescindible observar que David, no le llama a Cristo “Señor”, sino “mi Señor”, lo cualimplica, además de reconocer “Su Señorío” :

Darle a ÉL la “preeminencia” en todo . Es decir : En los deseos de mi “alma”, en lospensamientos de mi “mente” y en los afectos de mi “corazón”; (Luc. 10:27). Dejandonuestra esperanza y futuro de gloria eterna en sus manos de “amigo fiel”, para Su honra y la gloria del Padre (Rom. 5:2; 7:24-25; 2° Cor. 12:8-10; Gál. 1:15; 6:14; Filip. 1:21; Efe.5:2; Col. 3:1-2; 2° Tim. 4:17-18). Amén.

____________________ B – El “personaje”

- David, hombre polifacético, rey, poeta, estadista, genio militar y, sobre todo, lo más importante,

“hombre de Dios”, cuyo “corazón fue perfecto con Jehová su Dios” (1° Rey. 11:4). Es decir : “Un corazónsincero, honesto y lleno de amor, con un sentir totalmente dedicado a Dios”, lo cual no significa una vidasin pecado alguno, sino de “una sinceridad completa”. Un versículo que define su persona, carácter y

espíritu es (1° Sam. 16:18) “... un hijo de Isaí de Belén, que sabe tocar (es músico) , y es valiente yvigoroso y hombre de fuerza, prudente en sus palabras y hermoso, y Jehová está con él”.



Necesariamente, dada la condición humana, David tenía que despertar adhesiones u oposiciones, peronunca indiferencia. Y naturalmente, entre los sentimientos negativos “celos y envidias” como le ocurrió

con Saúl y también le ocurriría de estar, hoy día, integrando alguna de nuestras asambleas, ¿verdad que sí?

- Es a este rey, que le podemos atribuir la invención de la “salmodia” (no nos referimos a la acepción decántico monótono e inexpresivo, sino al “canto”), como una parte íntegra y vital del culto al Señor. La

grande obra de introducir la música y el canto ordenados en el ritual del tabernáculo fue efectuada por David (1° Crón. 25:1-8).

Este gran “profeta” (Hech. 2:30), no sólo fue inspirado por el “Espíritu de Dios”, llenando su corazón y

mente de altos propósitos, preparándole para reinar sobre los hombres; sino que también le “iluminó” paracantar las alabanzas de Dios, y puso en su boca palabras cuya significación plena sería desarrollada en los

tiempos futuros, aún en nuestro tiempo actual. Y entre sus poemas “al Cristo de Dios”, tenemos este

hermoso salmo (110), donde le confiesa al “Salvador” como su Señor y Soberano, entronizado a la diestrade Dios y victorioso sobre todos sus enemigos.

Todos estos aspectos de la vida de David, juntamente con otros muchos más, tienen una significación profética que nos habla al creyente, del amor

, los padecimientos y el triunfo

, del “Señor Jesús”. Pero

también del “Señorío de Cristo” en el “siervo” de Dios.

David fue el rey “ideal” de Israel. Ningún otro monarca – ni aún Salomón con toda su sabiduría – jamás

asumió su lugar o usurpó su pedestal. Nunca, bíblicamente hablando, fue olvidada “la memoria de supreeminencia” (Hech. 13:36), tampoco será igualado su futuro de “gloria” en la “regencia” del reinomilenial en Jerusalén, bajo las órdenes del “Rey de reyes y Señor de señores” (Is. 55:3-4; Jer. 30:9; Eze. 34:23; 37:24; Os. 3:5).Así, podemos verle al rey David, en la historia, pasada y futura, como figura grande y brillante con“corazón agradable ante los ojos de Dios”. Pero, este gran hombre de Dios, se inclina en reverente temor y llama al gran “Hijo de David”; “al Cristo de Dios” (1° Cor. 3:23): “¡Mi SEÑOR!” Amén.

____________________ C – El “Señorío de Cristo” en la vida de “David” yqué entraña para nosotros

- A David le caracterizaba su tierna devoción a las cosas santas, sobre la base de “su amor a Dios”, y por “su amor al prójimo, actos de abnegación y compasión”. Siendo en los salmos, principalmente,

(escribió entre 73 y 83 de los 150) donde podemos visualizar los rasgos esenciales del “Señorío de Cristo” en su vida.

Así, es “Señorío de Cristo” en la vida del creyente, debe manifestarse, al igual que en David, en surelación con Dios, con los hombres y consigo mismo.

Específicamente el “Señorío de Cristo” entraña para nosotros :

a) “Poseer”, como David, un “profundo conocimiento de Dios” (Sal. 7.1; 18:1,2,50) – [no acerca de Él, sino, conocer al Señor

]

- En sus salmos leemos constantes expresiones de alabanza, de gozo y de gratitud para con Dios por susmisericordias, como respuesta a una vivencia, a una experiencia “real” en su vida. Entre otros, el

(Salmo 23), únicamente podía estar escrito por alguien que conociera a Dios de primera mano, no por referencias o en teoría.

Y qué decir de las “íntimas” descripciones de los sufrimientos del Señor en el (Sal. 22); o Su “gloriosaexaltación” como “Jehová de los Ejércitos; el Rey de la gloria” en el (Salmo 24).

“Conocer” y “esperar” en un Dios personal que nos conoce y

piensa en nosotros (Sal. 40:17), lleva

consigo la firme convicción de que la vida tiene un gran sentido e importante

propósito

, pues Dios ha

dispuesto planes concretos para ti y para mí hermano. Dios así lo hizo con David y también lo hace connosotros (Ef. 2:10). Así, juntamente con el rey-pastor podemos aclamar “Jehová (el Señor) , cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Señor, es para siempre” (Sal. 138:8).



b) “Manifestar”, como David, una “absoluta confianza (‘seguridad’ y ‘consuelo’) en Dios”

- Actuando, en este sentido, “como un niño” (Sal. 131:2); considerando al Señor como “su luz ysalvación” (Sal. 27:1), como “su escudo, su gloria y el que levanta su cabeza” (Sal. 3:3). “Quién lo cuidaen su dormir” y también en “su despertar” (Sal. 4:8; 3:5). De esta manera, a través de sus cánticos,

vemos qué, “la confianza en Dios”, le ayuda a David a practicar la paciencia, a saber esperar y a hacerlo

en el Señor. Así a nosotros también.Al igual que David, sabemos que hay cosas que no dependen de nuestra voluntad. Hay algunas, que no podemos controlar ni entender, más, sin embargo sí sabemos que “todas ellas hacen, finalmente, a nuestrobien” (Rom. 8:28). Pero, al igual que el rey-pastor , nuestra “instrucción” por parte de ÉL, siempre habráde sustentarse en “sus misericordias y piedades, que son perpetuas” (Sal. 25:4 32:8).

¡Qué situaciones difíciles y complicadas se nos presentan a lo largo de la vida y más en estos últimostiempos! ¿Verdad hermano?¡Y cómo nos hacen sufrir muchas veces! Golpes bajos de quienes lo esperas, pero también de los que

nunca lo esperarías, siendo esos los que más duelen, porque con saña buscan precisamente no nuestro bien.

Pero hallamos en medio de las espinas del sufrimiento íntimo y solitario, incluso aquél que no podemoscompartir, el consuelo celestial que nos rodea con “su silbo apacible y delicado” (1° Rey. 19:12); que llenanuestra mente y corazón con los salmos del rey David “Me he consumido a fuerza de gemir. Todas lasnoches inundo de llanto mi lecho... pero Jehová ha oído la voz de mi lloro ... y mi ruego... y recibido mi oración” (Sal. 6:6-9).

Sin embargo, no debemos olvidar, que todo el consuelo eterno y confianza absoluta que disfrutamos, se

sustenta en “aquel” ruego que David nos expresara, anticipándonos el Calvario, en su (Sal. 22) “Diosmío, Dios mío, ¿porqué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabrasde mi clamor? Dios mío, clamo de día, y no respondes; Y de noche, y no hay para mi reposo”.Es por “Su santo ruego” en la Cruz, a causa de nuestros pecados y transgresiones que podemos,

juntamente con David, exclamar : “Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado.... Tú eres mi Señor; Nohay para mí bien fuera de ti.... Al Señor he puesto siempre delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido. Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma.... En tu presencia, Señor, hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre” (Sal. 16:1-2,8-9,11). ¡Amén y gracias, oh Dios!(Recordemos que debemos permanecer delante del Señor, siempre

, como ovejas).

c) “Tener”, como David, “discernimiento espiritual”

- El cual se manifestó en David, mediante una percepción espiritual sensible, a través de la observaciónde “la creación de Dios”, en la hermosura de la naturaleza, y también en el “silencio” y la “quietud”.

“Guarda silencio ante Jehová, y espera en ÉL” y “Estad quietos y conoced que yo soy Dios” nos dice elSeñor a través de los (Sal. 37:7 y 46:10 Is. 30:15 – éste versículo nos lleva a conocer que significa:“Su Paz”; Jn. 14:2). Y que decir de los (Sal. 8: y 19) donde exalta los cielos; el hombre y la tierra, como perfecta “creación” de Dios.Encontrando en los (vs. 7 a 11) del segundo de ellos:

- Que: La ley del Señor

, es perfecta y convierte el alma.

- Que: El testimonio del Señor

, es fiel y hace sabio al sencillo.

- Que: Los mandamientos del Señor, son rectos, que alegran el corazón.- Que: El precepto (la “Palabra”) del Señor

, es puro, que alumbra los ojos.

- Que: El temor del Señor

, es limpio, que permanece para siempre.

- Que: Los juicios del Señor

, son verdaderos y justos:

. Y más deseables que el oro y dulces más que miel.

- En guardarlos, concluye David, “hay grande galardón”. Amén. ¡Gracias Mi Señor! Decimos nosotros.



d) “Ser”, como David, “generoso para con la obra del Señor y para con loshombres también”

- Su sentimiento reverente por las cosas del Señor, amor por Su casa y el sentido de culto o reunión

conjunta de su pueblo puso en su corazón el deseo de construir un templo para “la gloria de Dios”, obra que

él inició y que concluyó su hijo Salomón (1° Crón. 22 y 29). En los versículos (9) a (18) de este últimocapítulo David nos enseña a “amar a Dios”, su obra y la extensión de su reino. Y dentro de ellosencontramos , la más “magnífica” definición de la “Soberanía” de Dios nuestro Salvador y qué ellaimplica:

“Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor;... y Túeres excelso sobre todos. Las riquezas y la gloria proceden de ti, y Tú dominas sobre todo

, ... Ahora pues, Dios nuestro,... alabamos y loamos tu glorioso nombre” (1° Cr. 29:11-13).

Amemos también nosotros al Señor, honrándole en lo que hace a nuestro testimonio; ministerio; fidelidad y buen servicio.

- David se nos presenta igualmente como alguien profundamente humano y generoso. Y es que loshombres que acatan el “Señorío de Cristo”, también son de corazón generoso (Is. 32:8 – “... el generoso pensará generosidades, y por generosidades será exaltado”). Él actuaba como si las palabras de su (Sal. 23:6) “ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todoslos días de mi vida” fueran en doble sentido: “Prodigalidad” de Dios hacia él y de él hacia los demás.Así, nosotros actuemos también.

Nuestra vida regida por el “Señorío de Cristo” (es decir, según Su voluntad para con cada uno denosotros) debe acercarnos no solo a Dios sino también a los hombres, especialmente hacia nuestroshermanos en Cristo (Sgo. 2:15-17; 1° Jn. 3:15-20).También, el dar una segunda oportunidad y extender la mano de ayuda al hermano caído en pecado, y

arrepentido, a veces brilla por la ausencia entre los creyentes.

Como lo hicieron Bernabé con Saulo (Hech. 9:26-27); Jehová con Jonás (Jon. 3:1); Dios con David (2° Sam. 12:13) y Jesús con sus discípulos (Mr. 14:50 – (vs) – Jn. 20:17). Como lo hizo el Señor con todos nosotros, también (Jn. 17:11,15,20,24).

Pienso que nosotros difícilmente le hubiésemos dado una “segunda posibilidad” a un Saulo (porque persiguió a la Iglesia de Cristo) o a un David porque adulteró (con Betsabé) y mató (a Urías). Pero esto

es, tal vez y principalmente, porque ambos fueron “brillantes” ya que, pareciera ser, somos menoscontemplativos con aquellos hermanos que, con su “sabiduría y discernimiento”, puedan opacar nuestro poco brillo delante de Dios. Y no se trata, en absoluto, de justificar el pecado o consentirlo, sino de

tenernos misericordia y amor, como la tiene el Señor para con nosotros, amándonos, como ÉL nos ama,no a quienes no lo merecíamos, sino a los que merecíamos el infierno, y sin embargo, permanentemente,

nos cubre con su amor eterno

y cuidado celestial .

Las personas se necesitan - no es bueno que el hombre esté solo, dijo Dios - (Gén. 2:18), cuanto más loscreyentes, hoy día nos necesitamos, en una actitud sencilla y sincera, donde las montañas de nuestra

soberbia no nos oculten a los unos de los otros, y el espejismo de nuestra “falsa espiritualidad o humildad”no nos impida ver la realidad del hermano caído o necesitado que ruega a Dios que le perdone, pero queanhela, también, nuestra mano extendida.

Si no lo hacemos, humanamente

, nosotros los creyentes , ¿quién entonces?¿Habremos de dejar al hermano sólo, como los discípulos al Señor en el Getsemaní, que el Padre tuvo queenviarle un ángel para fortalecerle, mientras el Salvador regaba con su sudor, como grandes gotas desangre, el huerto, en tanto ocho de sus discípulos estaban a la entrada y sus tres amigos íntimos dormían

a un tiro de piedra de Él? (Luc. 22:39-46), ¿o le dejaremos sólo como ellos al Señor Jesucristoen la Cruz y tuvo que ser uno de sus verdugos el que le alcanzase una esponja embebida en vinagre,cuando Él dijo: “Tengo sed”. Para luego proclamar: “Consumado es y entregar su espíritu en las manosdel Padre”? (Sal. 69:20 Jn. 19:28-30).El Señor, siempre enviará su ángel al hermano que, arrepentido de su pecado, le ruega que le perdone(Sal. 91:11-12). En cuanto a nosotros, ¿le daremos nuestra mano o dejaremos que su verdugo se la dé (lacarne, el mundo, el diablo)? Amemos a nuestros hermanos caídos o necesitados, “fraternalmente” y

recordemos que Él, “nos amó hasta el fin” (Jn. 13:1).

También, el creyente debe, siempre, ser instrumento de reconciliación

y paz . “Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela”, nos ruega el Señor en el (Sal. 34:14).



Los cristianos somos llamados a ser luz para todos e instrumentos de paz, edificación y crecimientoespiritual. El retrato del creyente “gobernado” por el “Señorío de Cristo” no debe ser del que está aislado

en su “pedestal” – tras sus títulos profesionales; bienes y sabiduría terrenal – y que resulta poco menos

que inalcanzable para el hermano sencillo. Todo lo contrario, cuanta más sabiduría; ciencia y bienes nosda el Señor, el dueño de todo y todos, más debemos ser accesibles a todos , con talante acogedor (“conánimo pronto; no teniendo señorío sobre los hermanos, siendo ejemplos de la grey” – 1° Ped. 5:2,3),demostrando en cualquier situación cariño, comprensión, nobleza, simpatía, grandeza de espíritu y

humildad. Como lo hizo el Señor “amándonos y entregándose a sí mismo por nosotros”, y luego,“sustentándonos y cuidándonos” (Ef. 5:25,29; Heb. 7:25).

Lo triste es que “el Señor”, siempre, nos escucha y perdona (1° Jn. 1:7-9), más nosotros muchas vecesactuamos como los fariseos hipócritas de (Mt. 23:26-28), y a causa de nuestra “necedad” (Ef. 5:15), perdemos de vista el “amor fraternal” y sincero que debe “prevalecer” en y entre nosotros, “no fingidamente

, amándonos unos a otros entrañablemente, de corazón puro” (1° Ped. 1:22). “Amor” que nosólo debe “permanecer en cada uno (el término es imperativo)” (Heb. 13:1), sino que, el Señor, “nosruega que abundemos en él, más y más” (1° Tes. 4:9-10).

e) “Llevarnos”, como David, a un “genuino arrepentimiento y confesión de pecados”

- Un signo inequívoco de calidad cristiana y grandeza espiritual es reconocer nuestros propios errores.El rey David se preguntaba “¿Quién podrá entender sus propios errores?”. Pero luego agrega, ya que esaauto pregunta no era una excusa para justificarlos o admitirlos, “Líbrame (oh Dios) de los que me sonocultos. Preserva también a tu siervo de las soberbias; Que no se enseñoreen de mí; entonces (Señor

)seré íntegro, y estaré limpio” (Sal. 19:12-14).

David era un líder indiscutible. Estaba en el punto culminante de su poder y autoridad. Tal vez estaba

demasiado desocupado (2° Sam. 11:2-4) o demasiado endiosado. Como sea la cosa, es que David pecó,

cuando la codicia (por la mujer ajena) entró en su corazón. Todos conocemos la historia.

Pero también sabemos que David reaccionó con arrepentimiento. El reconocimiento de su pecado vino de

inmediato: “Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová”. Fue sincero, breve y conciso. Y supronta confesión, trajo el perdón: “Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido (a la cruz) tu pecado; no morirás” (2° Sam. 12:13).

Sin embargo, sus acciones llevarían un fruto amargo a lo largo del resto de su vida. David había

reaccionado diciendo que “el culpable debería pagar cuatro por uno” ante la parábola de Natán (2° Sam.12:6). Mas tarde, en su propia vida, se cumplió: El había mandado asesinar a Urías. Y pagó con lamuerte y asesinato de cuatro de sus hijos.

Dios, lo había perdonado a David. Pero, el pecado siempre trae graves consecuencias. El pecado delcreyente es un “menosprecio” hacia Dios (2° Sam. 12:10). No lo olvidemos.

1) El

pecado para Dios es grave

- La santidad de vida, para Dios, es algo serio y solemne. Dios le perdonó a David, pero el rey, a partir de

allí, perdió su autoridad moral. Aunque Dios le perdonó, por cuanto David se arrepintió de verdad. Ya

que, tuvo sentimiento de pecado

, de culpa y de haber ofendido a su Señor.

Su frase: “Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios” (Sal. 51:17), no solo expresa unarrepentimiento sincero y genuino, acerca de su pecado sino “la firme voluntad de no volver ahacerlo nunca más”, afirmando ese propósito con los hechos. Así los creyentes también debemos pedirperdón a Dios por nuestros pecados, y arrepentidos vaciarnos en ÉL

, para que nos limpie, restaure yrenueve a fondo, comportándonos delante de ÉL, “como hijos obedientes,... siendo santos en toda nuestramanera de vivir” (1° Ped. 1:14-15).

Tal vez no tengamos pecados sexuales en pensamiento o de hecho. Quizá tampoco hayamos cometidoasesinato (matando o realizando un aborto o ayudando y consintiéndolo ante el embarazo acusador), ono hayamos “aborrecido” a un hermano en Cristo (1° Jn. 3:15). Pero sí tal vez hayamos tenido un mal deseo contra nuestro prójimo, o le hayamos hecho daño de lasmuchas formas en que se puede hacer a alguien, o tal vez no hicimos algo para evitar que se le hicieradaño o mal a alguno. No dudemos jamás, en nuestro pecado, cual sea, de pedir perdón al Señor, y ennuestra debilidad y caída buscar siempre a Dios (1° Jn. 1:9).



En la medida que el recuerdo de nuestra transgresión apene nuestra alma, hasta las “lágrimas”, por haberles mancillado en su Persona, en su Gloria y en su Santidad; al Padre; a nuestro amado Salvador y

al Espíritu Santo, es que nuestro arrepentimiento y ruego de Su perdón es sincero (2° Cor. 7:10 – “Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación – este es el caso delapóstol Pedro, que negó al Señor, pero con ‘lloro amargo, se arrepintió’ (Luc. 22:61-62) – ,... pero latristeza del mundo produce muerte – siendo este el caso del Judas Iscariote, el traidor, quien luego de

vender al Señor y entregar lo, ‘se suicidó’ (Mt. 27:3-5) – ”.Si así “no lo hicieras” o “sintieres” , entonces, hermano, “arrepiéntete

, porque el Señor reprende y castigaa todos los que ama” (Ap. 3:19); (1° Cor. 11:30-32).Nunca olvidemos que “ÉL”, a causa de nuestros muchos pecados, “llorando, afligió con ayuno su alma” (Sal. 69:10). ¡Adoremos al Señor!

Todos (varones y mujeres; hermanos y hermanas en Cristo) nos encontramos retratados en algún aspectode David. Todos tenemos algún trazo suyo, de ese hombre piadoso al que Jesús, el Hijo de David,

reconoció su inspiración en el Espíritu (Mt. 22:42-45) y que le llamó “Mi Señor” (Sal. 110:1), de aquel creyente que, a pesar de sus errores, nunca cayó en la “idolatría”, ni fue “tibio” y nunca dejó de amar a suDios y a su Señor.

Tampoco Dios, nunca dejó de amarle. A nosotros también. ¡Gracias Señor!f) “Servir al Señor”, como David, “diligentemente”

- Así, lo tenemos a David, figura mesiánica (del Mesías, del Cristo que habría de venir), “profeta” y“tipo de Cristo”, rey, compositor, interprete y poeta, brillante y notorio delante de Dios y los hombres...Pero no nos confundamos, David, no era un teórico, debido a dos razones importantes:Primero porque la alabanza

, la adoración y la oración, no son una situación mental, sino que son “acciónespiritual”, ySegundo, porque David era “eminentemente práctico”. Siempre temeroso de Dios, buscando consultar

“la voluntad divina”, recurriendo en toda circunstancia al Señor, pero, con el único propósito de

“actuar en consecuencia ”. En él encontramos : Fe y acción

; creencia y vida práctica

; pensamiento y compromiso ; raíces y

fruto .

Esta actitud del rey David, también la encontramos mil cien años después, expresada en las palabras dePablo en (Filip. 4:8-9); allí, el Señor, nos aconseja: “Por lo demás, hermanos,... en todo lo justo... lo puro... lo amable, todo lo que es de buen nombre..., en esto pensad - pero no queda el desafío bíblico enteoría, sino que agrega más adelante - ,... y... esto haced

, y el Dios de paz estará con vosotros”.

Estas exhortaciones de Dios, nos advierten a tener cuidado con los activismos que descansan en

iniciativas, esfuerzos y potencial humano, es decir, “en la carne”. Donde se pone de manifiesto el saberhumano, con su ciencia; técnica; humanismo y todo otro conocimiento terrenal, y por añadidura, quizá,

algo de “doctrina bíblica y de palabra de la cruz” (1° Cor. 1:18-19) las cuales, a veces, hasta brillan por suausencia.

Así tenemos “exposiciones y escritos”, elocuentes e intelectuales, pero carentes de contenido bíblico yespiritual, quedando la “sabiduría de Dios”, reemplazada por la “sabiduría humana”, dejándose deconocer a “Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios” (1° Cor. 1:21,24; 2:13).

La iglesia de Cristo necesita “siervos” con percepción y sensibilidad espiritual profunda

, conmanifestaciones del “Señorío de Cristo” en sus vidas , que lleven a la alabanza, adoración, oración y

servicio en una actitud de sincera mansedumbre y humildad, evitándose todo afán de figurar y dirigir.

A veces nos destacamos por ser dominadores de nuestras argumentaciones pero también por ser fracasados en nuestros pasos, en la obra, por fe. Nos gusta“gobernar, mandar y ordenar” pero no“trabajar, obedecer y servir”. Y muchas veces usamos la critica y el chisme sobre los demás, comomedio de “distinción”, porque quizás, no poseemos “méritos propios” delante de Dios, que le “honren y glorifiquen”, y que nos “recompensen” (Ap. 4:11; 22:12). Para “reflexionar”, ¿verdad?Aprendamos de David, sí , pero, especial y fundamentalmente, del “SEÑOR”, y sus propias palabras : “los grandes ante Dios son los que sirven ”, y que, “lo hacen bien”,... “Así alumbre vuestra luz delante de loshombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mat.25:21,23; 5:16).

Quiera el Señor librarnos del error y del

pecado de buscar posiciones de poder. Al contrario, que nos dé

gracia, sabiduría y humildad para servirle comprometidamente “con fidelidad” (1ra

C. 4:2), “Procurando



con diligencia presentarnos a Dios aprobados

, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usabien la palabra de verdad... para que en todo adornemos la doctrina de Dios nuestro Salvador” (2° Tim.2:15; Ti. 2:10).

Seamos como David, “varón con corazón conforme al corazón de Dios” (1° Sam. 13:14; Hech. 13:22) e

intentemos aplicar sus enseñanzas espirituales a nuestras vidas y circunstancias. Y así, como él lo hizo

hace más de 3000 años, podamos nosotros también, percudidas nuestras almas del “Señorío de Cristo”,

decirle a ÉL, con “excelencia”, no profesional, ni intelectual, sino espiritual: “Mi SEÑOR”.

Pero, conviene a nuestra salud eterna, comprender que en realidad, debemos fijar la vista y el interés, no enDavid, sino en Aquél, en quien él se sustentaba, en el “Señor”.

En el pasaje del capítulo 21 del Evangelio según San Juan, encontramos la situación propicia a los anhelosde nuestro corazón. Allí, en la orilla cercana, podemos verle al Señor, con los ojos de nuestra “fe” y alalcance de nuestra “oración”, preguntándonos: “Hijitos, ¿tenéis algo de comer?”, y al igual que aquellos

siete discípulos, decepcionados, cansados y agobiados, “le respondemos: No, Señor”. Pero nuestro

Salvador, de seguido, nos invita, diciéndonos: “Hijitos,... Venid, comed” (Jn.21:5,12).

Entonces, hermano, vayamos presurosos a tener un momento de reconfortante “comunión” con “El Señor” (Jn. 21:7), “adorándole” y honrando su excelso y eterno “Señorío”, con un servicio “fiel” y“espiritual”, como al PADRE y a ÉL, “le agradan” (Jn. 4:23-24), diciéndole como David “mi Señor” (Sal. 110:1). Amén.

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III) Según: “Pablo”

- “Pablo” : Un ejemplo del “Señorío de Cristo” después de la Cruz -(Un enfoque netamente “doctrinal”)

“Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas” (2° Tim. 4:17)

Una idea del profundo sentimiento y entusiasmo del apóstol Pablo cuando pensaba en Jesucristo como“SEÑOR”, le tenemos en los siguientes pasajes :

- “Si confesaras con tus labios que Jesús es Señor

, y creyeras en tu corazón que Dios le levantóde los muertos, serás salvo” (Rom. 10:9)

- “Nadie puede decir, “Jesús es Señor”, sino en el Espíritu Santo” (1° Cor. 12:3)

- “El Señor viene” (1° Cor. 16-22) (“Marana tha” en arameo)

- “Y ciertamente, aún estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor” (Filip. 3:8)

- “...la aparición de nuestro Señor Jesucristo, ...mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Reyde reyes, y Señor de señores”. (1° Tim. 6:14-15)

A – Cristo: “El Señor”

“Porque en ÉL habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en ÉL” (Col. 2:9-10a )



- En este pasaje, no Pablo, sino “La Santa Biblia” nos revela la “magnificencia” del “Señorío de Cristo”.

a) ¿Quién es “ÉL”?; ¿Qué quiso decir Pablo cuando dijo: “ÉL”?

- Quería decir que sólo el Señor Jesucristo es digno de “supremacía absoluta” en “persona” y en “oficio”.Que ÉL era el Dios de la gloria, el Dios Todopoderoso (Apoc. 1:8), el Dios de la majestad sublime. Quería

decir que ÉL, “es el SEÑOR” (Fil. 2:11).Dos palabras destaca Pablo: Deidad y plenitud. La palabra de la cual derivan su fuerza; poder e infinitovalor, es “Deidad”, que expresa la “real naturaleza”, la “esencia misma”, “el ser” de Dios.

Por otra parte, la palabra “plenitud” (Gr. “pleroma” ), enfatiza la veracidad de aquello que significa“Deidad”.Esto significa que la persona de Cristo, el “SEÑOR”, no es un atisbo, sino la “luz central”; no un

vestigio, sino “la realidad total”, “lo terminante”, “lo final”, “la entereza del mismo Dios”.Así, al significar “plenitud” la totalidad de los poderes y atributos divinos y que, “toda plenitud, habita enCristo”, entonces, todo lo que habita fuera de ÉL está excluido de la “ plenitud divina”.

- En cuanto a la palabra “habita”, en el sentido original significa que “la plenitud de la Deidad”,permanentemente, reside en ÉL. Como un eterno presente dispuesto por el Padre (Col. 1:19). El vocablo

significa también: “morar como en su propia casa”.

- Así llegamos a la palabra que “vincula” toda la inmensidad e infinidad del “concepto” con aquello que

es “visible”. Pablo dice: “habita en ÉL corporalmente”.La palabra “corporalmente”, expresa aquella forma humana del “Señor de la Gloria” que se le presentó enel camino a Damasco, significando el término “la realidad de la perfección y pureza” del ser humano“Jesús de Nazaret”, en el cual “la plenitud de la Deidad habita como en su propia casa”. Constituyendo

toda la frase, una afirmación tajante de la absoluta deidad y la perfecta humanidad de Cristo.

De allí que, el apóstol al decirnos que “en ÉL habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad”, quiere

expresar que, mora en Cristo, no desde la encarnación, sino desde la eternidad

, porque “Cristo, así como el Padre, es Dios” (Jn. 10:30 Heb. 1:8). Siendo sólo por la “fe” que puede verse claramente que “Ella” habita en Él “desde la eternidad hasta la eternidad” (Miq. 5:2).Este “habitar de la plenitud de la Deidad en ÉL, corporalmente”, tuvo un comienzo, pero no tieneterminación. Tuvo comienzo cuando Dios “le preparó cuerpo” (Heb. 10:5). Y eso Dios lo hizo por laconcepción, por parte del Espíritu Santo, en el vientre de la virgen María. Así, la declaración del apóstol involucra la necesidad de un origen sobrenatural para ese Jesús humano que es “Dios” y también

“Señor” (Jn. 20:28).

De esta manera, encontramos en el “SEÑOR”, no la carencia que pone en manifiesto a Dios, sino “laplenitud de lo que es Dios”, la esencia del mismo Dios “invisible”, la cual se hace “visible” desde laencarnación del Hijo, en el Señor Jesús, a través de lo admirable de una vida pura, santa y sin manchaque, “siendo esencialmente humano” (Heb. 2:17), “vivió como Dios”, siendo “el Pastor y Obispo denuestras almas” (1° Ped. 2:25).Es mediante “CRISTO”, y lo que ÉL es, que el creyente puede llegar a conocer en su esencia, laintelectualidad (conocimiento espiritual e incorporal) del mismo Dios. “Porque en Él habitacorporalmente toda la plenitud de la Deidad”. Amén.

b) ¿Qué implica esta “santa verdad” en nuestro diario vivir?- Es la verdad que da descanso a nuestras almas y paz a nuestro corazón.

- Es la verdad que nos da el conocimiento de la relación profundísima del alma con Dios, “que la dio” (Ec. 12:7), y “el valor” que, en Cristo, el Padre le da (Malaq. 3:17 1° Cor. 6:20).

- Es la verdad que nos muestra al “Cristo de Dios”, humillarse, inclinarse, y rebajarse hasta el Gólgota(Filip. 2:5-8), a fin de redimir y salvar a los hombres, entre quienes tu y yo estábamos. Así, el sacrificio del Calvario, se constituye en ejemplo, del nuestro, como “norma” del servicio a ÉL, honrando su Deidad.



Por esta celestial razón, es que debemos los creyentes “andar en ÉL” (vs. 6). Es decir, en forma continuay en progreso espiritual en nuestro diario vivir.

. Hay cuatro cosas que evidencian el “andar” del creyente “en Cristo” y que derrotan al enemigo(Satanás – el mundo – la carne), las cuales las encontramos en el (vs. 7).

Estando arraigados (“con firmeza”) en Cristo (2:7 a );

Estando sobreedificados (ya que el fundamento del creyente es Cristo). También, el

creyente es, en ÉL

, que crece hasta llegar a la madurez en Cristo (2:7 b );

Estando confirmados (“firmemente establecidos”) en la fe (2:7 c ) y

Abundando en acción de gracias (es decir “desbordándonos en agradecimiento”) al

Señor (2:7 d ).

. Las razones para “andar”, continuamente, en Cristo (vs.6), son:

Porque sólo en Cristo está la plenitud (vs.9)

Porque sólo en Cristo estamos nosotros, completos (vs.10)

Porque sólo en Cristo tenemos vida (vss. 11-13)

c) “Y vosotros estáis completos en ÉL” (vs. 10a )

- “Y vosotros estáis (así, con énfasis, no “podríais estar”

, pero “estáis” ) completos en ÉL”, concluye el

Apóstol. Esto quiere decir que los creyentes, en ÉL

, “hemos recibido” la misma plenitud que reside enCristo.

- Por tanto, dado que toda la plenitud de la esencia de Dios está concentrada en el “Señor Jesucristo” (vs.6), no existe nada que justifique ninguna necesidad de buscar en otro lugar: Ayuda, salvación, sustento, perfección espiritual, conocimiento, o sabiduría y ciencia. Es decir, lo material, espiritual y celestial quepodamos, terrenal o eternalmente, necesitar.

Recordemos que, es por medio de la “unión” de Cristo con “la naturaleza humana”, que nosotros“tenemos acceso a la plenitud que está en el Señor”. Pero, “esto será posible, según el grado denuestra espiritualidad , siendo nuestro fracaso, en este sentido, la medida de nuestra semejanza a ÉL” (Ef. 3:19; 4:13 1° Jn. 3:2).

- Así, la “Iglesia de Cristo”, todos los creyentes, permanentemente experimentamos que “de su plenitud todos recibimos gracia sobre gracia” (Jn. 1:16; Ef. 4:13). Recibiendo, mientras permanezcamos en “esaunión vital con Cristo”; “amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe (fidelidad) , mansedumbre(humildad) y templanza” (Gál. 5:22). Y toda otra “gracia cristiana”, siendo su única fuente“JESUCRISTO el SEÑOR”, el celestial manantial que nunca nos habrá de fallar. Amén.

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Lección 25 El Señorio De Cristo

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