Lección 13 para el 28 de marzo de 2009

Paso 1: Escudriñaban las Escrituras (“Estudiáis con diligencia las escrituras porque pensáis hallar en ellas la vida eterna”. Juan 5:39)

Paso 2: Las comprendían defectuosa, parcial o erróneamente (“nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel”. Lucas 24:21)

Paso 3: Jesús les abrió el entendimiento para que las comprendiesen (“Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras”. Lucas 24:45)

Paso 4: Estudiaron las Escrituras con este nuevo entendimiento, desde otra perspectiva (Hechos 1:13-20; 2:16-36)

Paso 1: Guillermo Miller escudriñó las Escrituras y descubrió la profecía de los 2.300 años.

Paso 2: Las comprendíó defectuosa, parcial o erróneamente (creía que el Santuario de Daniel, 8: 14 era la Tierra)

Paso 3: Después del chasco, Dios abrió el entendimiento a los que siguieron estudiando su Palabra para que comprendiesen la realidad del Santuario Celestial.

Paso 4: Estudiaron las Escrituras con este nuevo entendimiento desde otra perspectiva, ayudados por el don profético.

En ambos chascos, Dios envió un profeta ─a Jesús mismo en el primer caso y a Elena White en el segundo─ para darles una nueva comprensión.

Al confiar en el don profético, pudieron entender mejor la verdad.

“Hijo mío, si haces tuyas mis palabras y atesoras mis mandamientos… comprenderás el temor del Señor y hallarás el conocimiento de Dios”(Proverbios 2:1, 5)

“Consultad el libro del Señor y leed” (Isaías 34:16)

“No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4)

“Dichoso el que lee y dichosos los que escuchan las palabras de este mensaje profético y hacen caso de lo que aquí está escrito” (Apocalipsis 1:3)

“Como las minas tienen ricas vetas de oro y plata ocultas bajo la superficie de la tierra, de manera que todo el que quiere hallar el precioso depósito debe forzosamente cavar para encontrarlo, así también contienen las Sagradas Escrituras tesoros de verdad que sólo se revelan a quien los busca con sinceridad, humildad y abnegación… El estudio de las Sagradas Escrituras es el medio divinamente instituido para poner a los hombres en comunión más estrecha con su Creador y para darles a conocer más claramente su voluntad. Es el medio de comunicación entre Dios y el hombre.”(Elena G. de White, El Conflicto de los Siglos, pp. 74-75)

Todos los profetas, desde Moisés [Génesis] hasta Juan [Apocalipsis], dirigieron a sus lectores a Jesús, que vendría la primera vez para salvar a su pueblo de sus pecados, y una segunda vez para libertarlos de la presencia del pecado.

“Mirad constantemente a Jesús, el modelo verdadero y perfecto, y procurad imitar su ejemplo, no sólo en una o dos cosas, sino en todo. Entonces estaremos preparados para toda emergencia”.Elena G. de White, Review and Herald, 11 de octubre de 1881

Dios ha dado milagros y señales para afianzar la confianza en el don profético, aunque no deberíamos basar nuestra confianza exclusivamente en ellos.

Nuestra creencia en el don profético debe estar basada en la Palabra de Dios.

“El Señor les envió profetas para que los exhortaran a volver a

Él, pero no les hicieron caso” (2 Crónicas 24:19)

“El Señor les envió profetas para que los exhortaran a volver a

Él, pero no les hicieron caso” (2 Crónicas 24:19)

“Cuando Asa oyó este mensaje [buscar a Dios] del profeta Azarías, hijo de Obed, se animó a eliminar los detestables ídolos… restauró el altar del Señor… Después convocó a los habitantes de Judá y Benjamín, como también a los habitantes de Efraín, Manasés y Simeón… Luego, hicieron un pacto mediante el cual se comprometieron a buscar de todo corazón y con toda el alma al Señor, Dios de sus antepasados” (2 Crónicas 15:8-13)

“Cuando Asa oyó este mensaje [buscar a Dios] del profeta Azarías, hijo de Obed, se animó a eliminar los detestables ídolos… restauró el altar del Señor… Después convocó a los habitantes de Judá y Benjamín, como también a los habitantes de Efraín, Manasés y Simeón… Luego, hicieron un pacto mediante el cual se comprometieron a buscar de todo corazón y con toda el alma al Señor, Dios de sus antepasados” (2 Crónicas 15:8-13)

“Conozco vuestro peligro. Si perdéis la confianza en los testimonios, os apartaréis de la verdad bíblica. He temido que muchos tomarían una posición de duda, y en mi angustia por vuestras almas, quiero amonestaros. ¿Cuántos escucharán la amonestación? En la forma en que ahora consideráis los testimonios, si alguno de ellos contrariase vuestro camino y corrigiese vuestros errores, ¿os sentiríais con perfecta libertad para aceptar o rechazar cualquier parte o el conjunto? Aquello que os sentís menos inclinados a recibir, es la parte que más necesitáis. Dios y Satanás no obran nunca en sociedad. Los testimonios llevan el sello de Dios o el de Satanás. Un buen árbol no puede producir frutos corrompidos, ni puede un árbol maleado llevar buenos frutos. Por sus frutos los conoceréis. Dios ha hablado. ¿Quién ha temblado a su palabra?”

Elena G. de White, Joyas de los Testimonios, tomo 2, pp. 25-26

A pesar del estudio de la Biblia, el pueblo de Dios puede sufrir chascos.

En esos momentos, Dios envía el don profético para dar nueva luz.

Nos da pruebas para que confiemos en el don profético:

El mensaje profético nos guiará al estudio de la Biblia.

Señala a la persona de Jesús.

Es acompañado de milagros que apoyan esa confianza.

Si no confiamos en el don profético y rechazamos al profeta o a su mensaje, perdemos las bendiciones que éste puede darnos.

Debemos pedir a Dios que nos

abra el entendimiento

para que, a través del

estudio de las Escrituras y

del don profético,

lleguemos a comprender

toda la verdad que Él nos

quiere revelar.

Debemos pedir a Dios que nos

abra el entendimiento

para que, a través del

estudio de las Escrituras y

del don profético,

lleguemos a comprender

toda la verdad que Él nos

quiere revelar.