Lección 11 | Vivir por fe | Escuela Sabática | Power Point

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Lección 11 para el 14 de marzo de 2015

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Lección 11 para el 14 de marzo de 2015

1. VIVIR POR FE:1. Guardar la Ley. Proverbios 28:4, 7, 9.2. Entender todas las cosas. Proverbios 28:5.

2. CASOS PRÁCTICOS:1. Si eres rico: Proverbios 28:8, 19, 20, 22, 24, 27.2. Si eres pobre: Proverbios 28:3, 6; 29:13.3. Si tienes que instruir: Proverbios 29:15.

El cristiano debe vivir por fe, eligiendo hacer las cosas que Dios nos ha dicho que hagamos; y dejando en sus manos las consecuencias de actuar de acuerdo a su voluntad.

«Los que dejan la ley alaban a los impíos; Mas los que la guardan contenderán con ellos» (Proverbios 28:4)

«El que guarda la ley es hijo prudente; Mas el que es compañero de glotones avergüenza a su padre» (Proverbios 28:7)

«El que aparta su oído para no oír la ley, Su oración también es abominable» (Proverbios 28:9)

En primer lugar, nos ayuda a distinguir el bien del mal. De esta forma, podemos realizar las elecciones correctas.

Además, nos indica normas prácticas para nuestra vida, que afectan a todo nuestro ser (comida, descanso, relaciones personales, familia…)

El primer principio para vivir una vida de fe es aceptar la norma que Dios nos ha dado para nuestra vida: la Ley.

¿Cómo nos ayuda la Ley en nuestro caminar por esta vida?

«Los hombres malos no entienden el juicio; mas los que buscan a Jehová entienden todas las cosas» (Proverbios 28:5)

Proverbios 28:4

Los que dejan la ley

Alaban a los impíos

Mas los que la guardan

Contenderán con ellos

Proverbios 28:5

Los hombres malos

No entienden el juicio

Mas los que buscan a Jehová

Entienden todas las cosas

1

2

3

4

Los puntos 1 y 2 de este paralelismo, nos muestran que la persona que no sigue la ley es incapaz de distinguir el bien del mal. Por ello, alaba a quien no debe alabar y es incapaz de entender la justicia.

En el punto 3 podemos ver a la ley como nuestro «ayo» que nos lleva a buscar a Dios (Gálatas 3:24).

Como resultado (punto 4), Dios nos dará discernimiento para poder hacer frente al impío, y entender «todas las cosas».

«El que aumenta sus riquezas con usura y crecido interés, para aquel que se compadece de los pobres las aumenta» (Proverbios 28:8)

Siendo que nuestro Padre es el dueño de todas las riquezas de este mundo, vivir por fe implica seguir los consejos que Él nos ha dado para adquirir riquezas, y utilizarlas sabiamente.

«Mejor es el pobre que camina en su integridad, que el de perversos caminos y rico» (Proverbios 28:6)

Cuando eres pobre, ¿es más fácil o más difícil vivir por fe?

• La pobreza nunca justifica de ninguna forma el pecado.

El pobre tiene los mismos deberes

que el rico (Proverbios 28:3)

• La calidad moral de la persona no se mide por sus posesiones.

Los pobres que son justos son

mejores que los ricos impíos

(Proverbios 28:6)

• Dios da la vida y cuida tanto al rico como al pobre. Ambos deben respetarse y amarse.

Los pobres y los ricos son iguales

(Proverbios 29:13)

«Algunos que profesan creer la verdad

carecen de discernimiento y no logran

apreciar el valor moral… Pueden poseer

dinero y propiedades, y esto es suficiente

para darles influencia sobre otros; pero esto

no les dará ni un ápice de ventaja delante de

Dios. El dinero tiene dominio y ejerce una

poderosa influencia. La excelencia de

carácter y el valor moral son a menudo

pasados por alto si los poseen personas de

escasos recursos. Pero, ¿está Dios preocupado

por dinero o posesiones? De él son los

ganados que pacen sobre millares de colinas.

El mundo y todo lo que está en él, le

pertenece. Los habitantes de la tierra son

como insectos delante de él. El hombre y las

propiedades no son sino como una partícula

de polvo en el plato de la báscula. No hace

acepción de personas»

E.G.W. (Testimonios para la iglesia, tomo 1, pg. 468)

«La vara y la corrección dan sabiduría; mas el muchacho consentido avergonzará a su madre» (Proverbios 29:15)

Cuando un árbol comienza a torcerse, debe ser enderezado. Dicho árbol es «castigado» atándolo a un palo. Esta acción correctora no se hace con intención de dañar al árbol, sino de beneficiarlo.

Permitir que un niño crezca sin decirle nunca «No» es arruinar su vida y convertirlo en una vergüenza para él y para los que lo rodean.

Lo mismo ocurre con las personas. Los fallos de carácter deben ser reprendidos o castigados, para que la persona sea capaz de rectificar su conducta.

E.G.W. (Consejos para los maestros, pg. 111)

«Ojalá los que hoy se asemejan a Elí, que por

doquiera aducen excusas para el descarrío de

sus hijos, afirmaran prontamente su autoridad

recibida de Dios para restringir y corregir a sus

hijos. Los padres y tutores que pasan por alto y

excusan el pecado en aquellos que están bajo su

cuidado, recuerden que así se hacen

participantes de esos errores. Si en vez de una

indulgencia ilimitada se usara con más

frecuencia la vara del castigo, no con ira sino

con amor y oración, veríamos familias más

felices y una mejor condición en la sociedad»

E.G.W. (Conducción del niño, pg. 258)