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MANEJb LE LA FERTILIZACION EN MAGUEYES M EZ A E O d4"' '

CLJLTIVADOS "' 1

M.C. Horacio Espinosa Pa; .C. E esa Br Mosqueda

O EXPERIMENTAL IGUALA lauala. Guerrero

SECRETAR~A DE AGRICULTURA, GANADER~A, DESARROLLO RURAL, PESCA Y ALIMENTACIÓN

SECRETARIO C. Francisco Mayorga Castañeda

SUBSECRETARIO DE DESARROLLO RURAL Ing. Antonio Ruiz Garcia

SUBSECRETARIO DE AGRICULTURA Ing. Francisco López Tostado

SUBSECRETARIO DE FOMENTO A LOS AGRONEGOCIOS Dr. Roberto Novel1 García

DELEGADO ESTATAL Ing. Alfonso O. Elias Cardona

INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES FORESTALES, AGR~COLAS Y PECUARIAS.

DIRECTOR GENERAL Dr. Pedro Brajcich Gallegos

COORDINACIÓN DE PLANEACI~N Y DESARROLLO Dr. Sebastián Acosta Núñez

COORDINACI~N DE INVESTIGACI~N, IMNOVACIÓN Y VINCULACIÓN Dr. Edgar Rendón Poblete

COORDINACIÓN DE ADMlNlSTRACl6N Y SISTEMAS Lic. Marcial Garcia Morteo

DIRECTOR REGIONAL Dr. Santos Gabriel Campos Magaña

DIRECTOR DE INvESTIGACI~N Dr. Pedro Cadena Iñiguez

DIRECTOR DE COORDINACIÓN Y VINCULACIÓN EN GUERRERO Dr. David H. Noriega Cantú

MANEJO DE LA FERTILIZACI~N DE MAGUEYES MEZCALEROS CULTIVADOS (Agave spp) DE

GUERRERO

Dr. Aristeo Barrios Ayala Productividad Sustentable de Agrosistemas. CEIGUA

Dr. Rafael Ariza Flores Frutales Tropicales. CEIGUA

Ing. Juan Martin Molina Muñoz Consejo Estatal del Maguey Mezcal de Guerrero

M C. Horacio Espinosa Paz Recursos Geneticos. Valles Centrales de Oaxaca

M.C. Ernesto Bravo Mosqueda Manejo Integrado de Plagas. Valles Centrales de Oaxaca

INSTITUTO NACIONAL DE INVES1'IGACIONES FORESTALES, AGR~COLAS Y PECUARIAS

CENTRO DE INVESTIGACI~N REGIONAL PACIFICO SUR CAMPO EXPERIMENTAL IGUALA

Iguala, Guerrero, México Octubre de 2006

La estructura y contenido de la presente publicación fueron revisadas por los miembros del Comité Editorial del Campo Experimental de Iguala y avalada por el Comité Editorial del Centro de Investigación Regional Pacifico Sur:

Dr. Nelly Rosa Romero Gomezcaña M C. Ignacio C. Joaquín Torres M C. Ruben Santos Echeverría

Folleto Técnico Núm. 13 Primera edición: 2006

D.R. O 2006 Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias Serapio Rendón Núm. 83, Col. San Rafael Delegación Cuauhtemoc 06470 México, D. F. Tel. (55) 51 40 16 O0

Se permite la reproducción parcial o total de esta obra, otorgando el crédito correspondiente a la institución y a los autores.

La cita correcta de esta publicación es:

Barrios Ayala, A, R. Ariza F., J. M. Molina M., H. Espinosa P., E. Bravo M. 2006. Manejo de la fertilización de magueyes mezcaleros cultivados (Agave spp) de Guerrero. Iguala, Gro., México. INIFAP. Campo Experimental Iguala. 48 p. (Folleto Técnico Núm. 13).

CONTENIDO

Pág .

INTRODUCCION ...............................................................

PRODUCCION DE PLANTULAS ..................................

ESTABLECIMIENTO DE LA PLANTACION .......................

SISTEMA DE PLANTACION .........................................

EPOCA DE PLANTACION .................................................

FERTl LlZAClON .................................................................

Tipos de fertilizantes e importancia ........................... Antecedentes de fertilización en agaves ..................

Consideraciones para la fertilización del maguey

mezcalero en Guerrero .................................

Experimentos de fertilización realizados en

......................................................... Guerrero PRINCIPALES PLAGAS Y SU CONTROL .......................

CONTROL DE MALEZAS .................................................

ENFERMEDADES .............................................................

DESQUIOTE (Capado) Y JIMA (Labrado) .........................

LITERATURA CITADA ........................................................

MANEJO DE LA FERTILIZACI~N DE MAGUEYES MEZCALEROS CULTIVADOS (Agave spp) DE

GUERRERO

Guerrero tiene al menos 100 mil hectáreas con maguey mezcalero silvestre. En este eslabón primario de la cadena productiva maguey-mezcal del Estado, se evidencian varios problemas, las poblaciones nativas se dispersan día con día y la sobreexplotación del agave ya es notable en áreas accesibles. Esto provoca erosión en el suelo, baja producción de las áreas magueyeras y desabasto de maguey (FPG, 2003). Respecto al cultivo, se carece de suficiente información tecnológica sobre manejo agronómico y explotación del maguey, en general falta tecnología productiva. Se destaca, que solo en Oaxaca se han realizado algunos estudios preliminares sobre diversidad genetica (Espinosa et al., 2002) fertilización, densidad de siembras y manejo de plagas, que necesariamente tendrán que seguirse abordando por región y especie, pues ambas (región y especie) son fuente de variabilidad en los resultados.

El maguey o agave mezcalero, es una planta semi-perenne que florece una sola vez en su ciclo de vida. Esto sucede cuando se combinan edad fisiológica de la planta y acumulación de azúcares en la "piña" y puede suceder (en promedio) entre los 9 y 14 años de edad de la planta.

Figura 1. Población silvestre de maguey (Agave cupreata Trel & Berger).

En el estado de Guerrero, el magueyero o persona encargada de manipular los magueyes en la producción primaria de la cadena Agave-Mezcal, es fundamentalmente recolector, rara vez reforesta y otorga mantenimiento a los magueyes y mucho menos los cultiva usando un paquete tecnológico donde se indiquen las mejores especies, labores o insumos que permitan optimizar la producción. La gran mayoría del maguey que se utiliza en el proceso de producción de mezcal, proviene de poblaciones silvestres y se recolecta con base, únicamente, en el conocimiento tradicional del magueyero, lo que puede provocar que la cosecha de maguey no se efectúe de la mejor manera, deteriorando la estabilidad y conservación de los ecosistemas forestales y su productividad.

De acuerdo con las normas ambientales que rigen al país, el poseedor de un terreno con maguey, que quiere explotarlo,

debe obtener un permiso para su aprovechamiento como especie forestal no maderable, en el que se precisaría técnicamente, qué magueyes pueden ser cortados y cuántos de éstos deben ser dejados como semilleros para no afectar el ecosistema. Desgraciadamente, esta práctica no se realiza, por lo que en la medida que se incremente la demanda de maguey para su aprovechamiento y10 transformación, mayor será el riesgo de extinción de las poblaciones silvestres de agave, principalmente de aquellas magueyeras rentadas para su explotación, pues es común que se recolecten magueyes tiernos, lo que deteriora el equilibrio de las poblaciones.

En experimentos realizados con maguey mezcalero (Agave spp.) de la Zona Norte y Centro de Guerrero, durante dos años, se ha estudiado y cuantificado en plantas de diferente edad fisiológica, el efecto de los factores: densidades de siembra, fertilización química y orgánica, sobre su crecimiento en numero de hojas emergidas, altura y diámetro de la planta (Figura 2), variables que están directamente relacionadas con su producción (Arredondo et al . , 2002). No se midió la producción real porque en los experimentos no se tuvieron magueyes en esta etapa fisiológica. También se analizó el efecto de estos factores en la calidad de la producción del maguey, usando como indicador los azúcares reductores totales contenidos en la hoja.

La fertilización del maguey mezcalero cultivado proporciona algunas soluciones a los problemas de baja productividad de las áreas magueyeras, desabasto de maguey y deterioro ecológico. Algunas de las funciones de la fertilización son: 1) aumentar la producción individual y por unidad de superficie, 2) incrementar el contenido de los azúcares reductores y 3) disminuir el período de cosecha.

Figura 2. Lotes experimentales con plantaciones de diferente edad, establecidos en Xochipala y Mazatlán, Gro.

En todo el estado, con excepción de la Zona Norte, la producción de mezcal se basa en la cosecha de plantas de maguey "papalote1' (Agave cupreata Trel & Berger), el cual predomina de manera silvestre, respecto a otras especies. Este maguey se reproduce exclusivamente por semilla por lo que presenta una amplia variabilidad genética. Su crecimiento natural en las areas magueyeras puede ser de más de 12 años, dependiendo de las condiciones ambientales y las características genéticas del individuo. Sin embargo, su reproducción en vivero y un adecuado manejo de esta planta en campo pueden reducir su ciclo vegetativo, es decir reducir el período entre el establecimiento de la plantación y la floración y10 cosecha, a menos de 10 años. Por lo tanto, un exitoso manejo de viveros y una adecuada estrategia de reforestación

o reposición de las poblaciones de maguey papalote, permitirá asegurar la materia prima para la producción continua de mezcal.

La reproducción del maguey papalote en vivero inicia con la recolección de la semilla; esta actividad se realiza durante los meses de marzo y abril y corresponde al período inmediato posterior a la floración de los magueyes. La floración del maguey se presenta una sola vez en la vida de esta planta e inicia con un brote floral o inflorescencia llamada localmente "quiote" o "calehualt". Un calehualt de maguey papalote contiene entre 0.5 y 1.5 kg de semilla. La semilla se seca al sol y se verifica su viabilidad introduciéndola en agua, aquella semilla que flota no sirve.

En vivero, el Agave cupreata se germina en bolsa o directamente en camas de siembra; el viverista utiliza como sustrato una mezcla equilibrada de tierra de monte, lama de río y abono orgánico de vaca o chivo; en algunos viveros se prefiere el uso de composta. Ya se realizan pruebas para utilizar como sustrato, la fibra del maguey que ya se le extrajo el mezcal.

En la Zona Norte (parte de los municipios de Pilcaya y Teloloapan) la elaboración de mezcal se realiza prioritariamente con maguey angosto (A. angustifolia) (Figura 3b). Esta especie, se reproducía mayoritariamente por hijuelos; sin embargo, actualmente también se realiza por semilla.

Las plántulas de maguey están listas para su acarreo y transplante en campo, de 10 a 12 meses después de la siembra en el vivero. Durante su estancia en el vivero, se realizan labores comunes de mantenimiento: riegos y limpias, cuidando a las plántulas de la presencia de hongos, problema que es controlable con la agregación de cal agrícola. Los costos de producción en vivero se encuentran en alrededor de 60

Figura 3. a) Maguey ancho o papalote (A. cupreata) y b) maguey angosto (A. angustifolia).

centavos por planta cuando se reproduce en cama de siembra y hasta un peso si se reproduce en bolsa.

ESTABLECIMIENTO DE LA PLANTACIÓN

En el estado de Guerrero, las poblaciones silvestres de maguey pueden estar asociadas con palmas principalmente en suelos calizos, con pastos en terrenos cuya cobertura vegetal fue alterada con anterioridad o el suelo esta degradado; o con especies de árboles con importancia para leña.

Las plantaciones inducidas, se han realizado con fines de reforestacion; sin embargo, la apertura de nuevos mercados para el mezcal y consecuente incremento de la demanda de materia prima, han favorecido el establecimiento de

plantaciones con fines más comerciales. Para ello, se prefieren suelos ricos en materia orgánica y de textura media a arenosa. En suelos arcillosos propensos a encharcarse, es frecuente que las plántulas de maguey se pudran o crezcan enfermas, afectadas por hongos. Los suelos con mejores condiciones se aprovechan para trasplantar plántulas a "raíz desnuda", provenientes de camas de siembra, mientras que en suelos con mayores limitantes, ya sea por pendiente, textura o estado de degradación, es recomendable utilizar plántulas en bolsa.

En Guerrero, debido a que la mayor parte de plantaciones de maguey han sido para reforestación con propósitos ecológicos; estas han contado con el apoyo de programas del sector, tanto para la recolección de semilla y su reproducción en vivero, como para la plantación en campo. Las plantaciones con fines comerciales son incipientes y cubren alrededor de 2 mil hectáreas, ya incluyen terrenos laborables y demandan tecnología de producción.

La reforestación con maguey se realiza en cepas de 20 x 20 x 20 cm, con una distancia promedio de 1.5 a 3 m, dependiendo de lo agreste del terreno. La densidad de las plantaciones se encuentra entre 2 mil y 3 mil plantadha. Estas condiciones son similares para el establecimiento de plantaciones más comerciales. De acuerdo con las circunstancias del terreno, una persona puede plantar de 100 a 150 plantas por jornada y si se quiere garantizar el establecimiento de la plantación y una buena cosecha sin retrasos, son necesarias algunas prácticas de mantenimiento, como son: cajeteo, limpias y aplicar algún tipo de fertilizante, ya sea químico u orgánico, mismos que tienen diferentes cualidades. También es necesario controlar al "gusano" proveniente de un coleóptero, que perfora el cogollo de las plántulas afectando su sobrevivencia. El control de esta plaga ha sido manual, porque en la mayoría de las plantaciones pastorea el ganado, el cual puede envenenarse si se usa algún

insecticida. Las prácticas de mantenimiento deben realizarse con mayor intensidad los primeros tres años, tiempo suficiente para evitar contratiempos por competencia o daño por animales a las plantas de maguey. Gran parte de estas recomendaciones tienen un carácter empírico ya que son pocos los trabajos de investigación realizados, que hayan aportado información que mejore la productividad de los magueyes mezcaleros del Estado de Guerrero.

SISTEMA DE PLANTACIÓN

Se sugiere establecer las plantaciones nuevas, en triángulo Ó tresbolillo, siguiendo las curvas de nivel, ya que permite una mejor distribución de las plantas en el terreno, evita mejor la erosión en terrenos con mucha pendiente y pueden establecerse mas plantas por unidad de superficie, aprovechando mejor el suelo (Figura 4).

Si se consideran distancias iguales de 2.0 m se tendrá una densidad de plantas por hectárea de 2 mil 500, mientras que si se ponen a 1.8 m se obtendrá una densidad aproximada de 3 mil plantas. Puede disminuirse la distancia entre plantas de un surco ó línea y aumentarla entre ellos (surcos), simulando un triángulo isósceles; esto permitirá en los primeros años de la plantación, sembrar cultivos anuales entre los surcos, si el terreno lo permite.

En siembras comerciales intensivas, puede acortarse la distancia entre plantas de un surco, a poco más de un metro, sobre todo en el maguey angosto, conservando los dos metros entre ellos (los surcos o líneas de magueyes si no se surcó). En 10 años puede haber traslape entre hojas de plantas vecinas, que puede eliminarse con podas; en esta etapa si son necesarias labores adicionales para su cultivo se harían entre las Iíneas o surcos. Esta disposición de las plantas

Figura 4. Sistema de plantación en triangulo ó tres bolillo.

permite una densidad de población cercana a 4 mil plantas por hectárea sin afectaciones importantes en el rendimiento unitario de la planta (Figura 5).

En Guerrero, las plantaciones de agave sobreviven con el agua de la lluvia (no se riegan); por lo tanto, las plántulas se deben transplantar al inicio de temporal, esto permite que permanezcan mas tiempo en contacto con suelo húmedo, sus raíces se afiancen mejor y aumenten sus probabilidades de sobrevivir en época de secas.

Figura 5. Plantación establecida en triángulo 6 tres bolillo, El Platanar, municipio de Pilcaya, Guerrero.

El maguey es una planta capaz de adaptarse a suelos delgados poco profundos, pedregosos e inapropiados para otros cultivos; sin embargo, no por ello se debe creer que su requerimiento de nutrimentos es bajo. En suelos con altos contenidos calcáreos y provistos con suficientes nutrimentos, se consigue alta calidad y rendimiento. Suelos arenosos muy pobres, pueden proporcionar rendimientos rentables sólo si se fertilizan adecuadamente. El potasio y la cal son importantes para ello.

Aun cuando el maguey puede sobrevivir a largos periodos de sequía, con humedad adecuada y fertilización balanceada se pueden mejorar las cosechas. Así mismo, esta planta es sensible al exceso de agua, razón por la cual los suelos

arcillosos con drenaje deficiente, no son adecuados para la explotación de este cultivo. Este problema (de exceso de agua) se manifiesta con pudriciones en la base de la planta y los síntomas inician con marchitez basal de hojas y caída de la planta.

Tipos de fertilizantes e importancia

La capacidad del suelo para desarrollar un buen cultivo es un indicador de su productividad y de su fertilidad. Esta capacidad varía por las diferencias en la formación y tipo de suelo. En general, debe contener y suministrar a las raíces cantidades suficientes de nutrimentos y poseer textura, estructura y profundidad adecuada, para que los cultivos se desarrollen "bien" (Manuales para la Educación Agropecuaria, 1982). La fertilidad del suelo se ve menguada por la pérdida de la materia orgánica, por procesos de oxidación, por la alta tasa de extracción de nutrimentos por las plantas cultivadas y por la lixiviación o lavado de bases por altas precipitaciones. Esta pérdida de la fertilidad puede ser disminuida o corregida con la adición de materia orgánica y10 fertilizantes químicos comerciales. Otra manera de introducir nutrimentos y materia orgánica al suelo es la incorporación de abonos verdes al suelo, la rotación de cultivos complementarios y fijadores de nitrógeno (Claverán, 1996).

1. Fertilizantes minerales o químicos. Es común que los magueyeros no realicen ninguna labor de manejo o enmienda al suelo, por considerar al agave como una planta rústica y resistente a la sequía que no requiere fertilización, ni otros cuidados para su desarrollo, tampoco aplican fertilizantes por carecer de recursos económicos. Sin embargo, es necesario devolver al suelo los elementos fertilizantes extraídos por las cosechas, con el fin de evitar su agotamiento. La insuficiencia de un solo elemento nutritivo resulta suficiente motivo para

limitar el normal crecimiento de la planta. La eficacia de la fertilización viene condicionada, en gran parte, por los demás factores de crecimiento (climaticos, genéticos, de manejo, etc.) que pueden convertirse en factores l imitantes de los rendimientos. Al elevar progresivamente la dosis de fertilización, se obtienen incrementos de cosecha cada vez menores, hasta llegar a un punto en que resulta antieconómico. Las cantidades de nutrimentos disponibles para la planta son de gran importancia para el desarrollo y la producción; estas cantidades pueden determinarse por medio de análisis del suelo y de los tejidos de las plantas; estos análisis son la base para las recomendaciones de aplicación de fertilizantes siendo necesario seleccionar los tipos de fertilizantes, las cantidades adecuadas y adoptar los procedimientos de aplicación recomendados para evitar pérdidas de fertilizantes y de nutrimentos. La mayoría de los cultivos en la mayor parte de los suelos, responden bien a la aplicación adecuada de fertilizantes que no solo aumentan los rendimientos, también mejoran el color de las plantas, flores y frutos, y aumentan el contenido de proteínas, minerales y vitaminas en los alimentos (NPFI, 1986).

2. Fertilizantes orgánicos o abonos orgánicos. Los abonos orgánicos son aquellos materiales derivados de la descomposición biológica de residuos de cultivos, de árboles y arbustos, pastos, deyecciones y estiércoles animales, basuras y desechos industriales, su aplicación en forma y dosis adecuada mejoran las propiedades y características físicas, químicas y biológicas del suelo, es la forma más natural de fertilizar al suelo. El abono animal es más valioso por su materia orgánica que por sus elementos fertilizantes; consiste principalmente de estiércol de ganado vacuno mezclado con paja; puede ser un valioso complemento del fertilizante comercial. El manejo adecuado del abono natural comprende: la adición de superfosfato; el empleo de paja u otro material de asiento; aplicación expedita a la tierra. Una tonelada de

estiércol fresco equivale aproximadamente a 45 kg de fertilizante 10-5-1 0. En condiciones normales, el estiércol sin protección perderá de 50 a 60% de su nitrógeno original en un período de 4 meses; si el clima es caliente, las perdidas pueden ser más altas. El superfosfato ayuda a absorber el gas amoníaco, que es rico en nitrógeno y que, de otro modo, escaparía durante el proceso de fermentación o descomposición del estiércol, incluyendo otros residuos orgánicos (NPFI, 1986).

Materia Orgánica (MO). La recuperación de la fertilidad del suelo es consecuencia de un mejoramiento físico (estructura), químico (materia orgánica, nutrimentos) y biológico (micro y macroorganismos) de las condiciones del suelo (Ruiz, 1996). Físicamente la M 0 interviene en la floculación y dispersión del sistema coloidal del suelo por lo que incrementa la retención de agua, sobre todo en suelos arenosos y limosos. También, favorece la agregación en suelos arenosos y la dispersión en suelos muy compactos (arcillosos), manteniendo condiciones favorables de aireación y permeabilidad o infiltración (Guzmán y Monjaraz, 1982; Ruiz, 1996; Romero, 1997). Químicamente la M 0 mejora el suelo sirviendo como depósito o fuente de abasto de elementos nutritivos para las plantas, liberando estos nutrimentos en forma gradual. Los elementos químicos más importantes en la M 0 son: carbono, nitrógeno, fósforo, hierro, calcio, potasio y magnesio. Las principales funciones químicas del abono orgánico son: 1) actúa como un almacén de elementos químicos, incluyéndose hormonas y antibióticos; 2) produce ácidos orgánicos y CO, en su descomposición, mismos que actúan como agentes disolventes transformando muchos minerales en formas más asimilables para las plantas; 3) aumenta el poder amortiguador de los suelos, retardando los procesos por los cuales se producen los cambios de reacción (pH); y 4) posee habilidad sobresaliente para absorber o retener los componentes de los fertilizantes químicos y nutrimentos de los minerales del suelo,

haciendo disminuir el flujo de pérdidas por percolación, originándose un aumento en la capacidad de intercambio catiónico. La materia orgánica fresca tiene una función especial en los suelos ácidos, que es la de liberar más rápidamente el fósforo aprovechable. Los ácidos orgánicos liberados de la descomposición de la materia orgánica ayudan a reducir la alcalinidad de los suelos; así mismo, aporta pocos nitratos por lo que provoca menor contaminación a los acuíferos (Martínez y Tico, 1 974).

Composta. El composteo es la descomposición bioquímica (aeróbica o anaeróbica) de materiales orgánicos por microorganismos (bacterias, hongos y actinomicetos) mesofílicos y termofílicos en producto estabilizado con elevada M 0 y que se utiliza para mejorar la fertilidad de los suelos (Ferrera y Santamaria, 1996; Farias-Larios et al., 1998). El producto final es un material análogo al humus de composición variable, este proceso es favorecido por un aporte apropiado de aire, humedad y temperatura. La ventaja principal del producto final de la composta (humus) sobre los fertilizantes químicos y el estiércol es que tiene la capacidad de retener nutrimentos evitando que se pierdan a través del perfil del suelo. Además, el proceso de descomposición que se lleva a cabo en la composta eleva su temperatura a 70 "C con lo que se destruyen patógenos y semillas de maleza. Otras ventajas son las mejoras a largo plazo de las condiciones de estructura, porosidad y permeabilidad del suelo (Ruiz, 1996). Los resultados de su aplicación práctica en campo son aun limitados.

Vermicomposta. Se le llama así al uso de lombrices de tierra en el procesamiento de residuos domésticos, agropecuarios y de basuras de origen orgánico con el propósito de generar abono. Las lombrices aceleran la transformación biológica de los residuos orgánicos por la fragmentación del material. A este proceso se le denomina vermicomposteo, en

el cual se han encontrado incrementos de algunos nutrimentos (Santamaría y Ferrera, 1996). El valor nutricional del humus resultante de tal descomposición va a depender del material que se puso a vermicompostear (García- Pérez, 2000).

Antecedentes de fertilización en agaves

No se dispone de bibliografía sobre la fertilización en agave mezcalero, por lo que las referencias son de agaves para otros fines.

Agaves silvestres que crecen en el desierto de California, como son las especies de A. deserti y A. lechuguilla, fueron evaluados bajo diferentes cantidades de N, P, K y B. En los resultados se menciona que el numero de hojas desenvueltas del cogollo estuvo fuertemente relacionado con el crecimiento; esta variable resultó conveniente para monitorear el efecto de la aplicación de nutrimentos. La mayor influencia de la fertilización con N sobre el número de hojas desenvueltas para A. deserti podría estar explicada por un bajo contenido de N en el suelo. En A. deserti altas aplicaciones de N (arriba de 500 kg ha-') produjeron ligera inhibición en la producción de hojas, comparado con la aplicación de 100 kg de IV ha-'. Fertilizaciones con P, K y B en campo tuvieron poca influencia en número de hojas desenvueltas para A. deserti, pero lo incrementó significativamente para A. lechuguilla. En esta misma especie, 100 kg de N ha-' ó 500 kg de P ha-', además de estimular el desenvolvimiento de hojas, condujeron a incrementos sustanciales en la fijación neta de CO,. Al contrario, 500 kg de K ha-' ó 100 kg de B ha-' resultaron en baja fijación de CO, (Nóbel y Berry, 1985; Nóbel et al., 1988; Nóbel y Bobich, 2002).

Plantas de cinco años de edad de Agave fourcroydes en Cuba, fueron fertilizadas anualmente durante 5 años (de 1972

a 1976) con 100-300 kg de N ha-', produciendo un total de 18.0 toneladas de fibra por hectárea en 9 años; mientras que las parcelas sin fertilización rindieron las 18.3 toneladas de fibra por hectárea, pero en 15 años. Con la fertilización de N, los rendimientos máximos anuales de fibra se alcanzaron en plantas de 8 años de edad y sin fertilización en plantas de 11 a 15 años (Carrión, 1981 ; Carrión y Vinent, 1986).

En Agave tequilana se estudiaron tratamientos generados con los siguientes espacios de exploración: nitrógeno 40, 80, 120 y 160; fósforo 0, 40, 80 y 120; y potasio 0, 30, 60 y 90, aplicados en kg ha-'. Las variables evaluadas fueron la longitud de planta, la longitud de cogollo o meristemo apical y las hojas que produce una planta; se utilizaron plantas de un año de cultivo y se midieron por dos años consecutivos, 1987 y 1988. Los mayores incrementos en el peso de la cabeza o "piña" se presentaron a los 6 meses después de la fertilización. El tratamiento 120N-80P-60K en 18 meses, duplicó el rendimiento del testigo sin fertilizar. Los pesos mayores de cabeza por planta, a los 2.5 años de edad del cultivo, correspondieron a los tratamientos 120N-80P-60K y 80N-00P-30K con 5.9 y 5.1 kg, respectivamente, mientras que el testigo sin fertilizar alcanzó casi la mitad de éstos, 2.4 kg (Valenzuela y González, 1995).

En la actualidad, la fertilización es una práctica casi generalizada entre los productores de agave de Jalisco. Las industrias tequileras recomiendan fertilizar al inicio de las lluvias y las fertilizaciones se hacen de acuerdo a las edades de las plantaciones. Hay empresas que recomiendan aplicar 30N- 20P-20K por año, para plantas de 1 a 3 años y 60N-30P-30K por año, en plantas de 3 a 6 años (Mendoza, 1999). Al momento de la plantación se sugiere aplicar un mejorador del suelo, compuesto por hongos micorrizicos (Glomus intradix) que germinan y penetran en la raiz de la planta enviando hifas adicionales que actúan como un sistema de raiz secundario

protegiendo a la planta de los patógenos y ayudando a absorber mejor el agua y los nutrimentos del suelo, haciendo a la planta más resistente al ataque de algunos patógenos (Consejo Regulador del Tequila, 1999).

En plantaciones de agaves de los Valles Centrales de Oaxaca, generalmente no se llevan a cabo programas de fertilización (Urrutia, 1986). Sin embargo, para obtener en buen crecimiento de los agaves se efectúa la fertilización organica (estiércol de ganado vacuno) en los primeros 3 o 4 años a razón de 2 a 3 kg por planta por año (Jimenez, 2000). Se utiliza una densidad de población de 2 mil 350 plantas por ha, la cual se logra con una distancia entre plantas de 1.5 m y 2.8 m entre hileras.

Consideraciones para la fertilización del maguey mezcalero en Guerrero.

La recomendación de dosis de fertilización de las especies cultivadas está en función principalmente de la meta de rendimiento que se desea lograr, del consumo o extracción de nutrimentos por el cultivo, de la cantidad de nutrimentos que suministra el suelo y de la eficiencia de recuperación de los mismos, provenientes del fertilizante (Rodríguez, 1993). El peligro de llegar a suministrar dosis de fertilización demasiado pequeñas que no satisfagan la nutrición necesaria para lograr altos rendimientos, así como la aplicación de cantidades excesivas que perjudiquen a la planta, hace de los análisis de suelo y análisis foliares una de las mejores herramientas para determinar qué nutrimentos y en que cantidad aplicarlos.

En Guerrero, el ciclo vegetativo del maguey va de 9 a 14 años. Dentro de la misma plantación es común tener plantas precoces y plantas más tardías. La duración del ciclo vegetativo varia no solo de región a región, también está influenciado por

la duración de la planta en vivero, la fertilización, el control de maleza, sanidad, laboreo del suelo y el manejo del cultivo en general. En plantas adultas se acentúa el almacenamiento de azúcares en la "cabeza" o "piña", cuyo peso puede fluctuar entre 30 y 80 kg al momento del "labrado" o cosecha. Cuando se trate de A. angustifolia, se debe considerar que los primeros 3-4 años de su desarrollo, puede tener una etapa muy prolífica en producción de "hijuelos".

La extracción total de nutrimentos estimada que realiza la planta durante su período de aprovechamiento (6 años) y para una población de 3 mil 200 plantas por hectárea se exhibe en el Cuadro 1.

La elevada extracción de calcio explica el por qué esta planta rinde bien en suelos especialmente calizos y con pH de entre 7.0 a 8.0. La extracción de los restantes nutrimentos, especialmente nitrógeno y potasio, es también muy alta. Una relación favorable entre el calcio y el nitrógeno, por un lado, y el potasio por otro, es de particular trascendencia para los buenos rendimientos y para el sano desarrollo de la planta.

Cuadro 1. Estimación del total de nutrimentos extraídos en 3 mil 200 plantas por hectárea.

Nutrimento Cantidad (kg*ha-l)

FUENTE: Chirinos, 2000.

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El agave requiere también cantidades considerables de magnesio, por lo tanto deberá brindársele atención a este nutrimento en los planes de fertilización balanceada, ya que su deficiencia impedirá que el nitrógeno y potasio actúen adecuadamente.

En realidad poco o casi nada se conoce de la sintomatología visual de deficiencia de los diferentes nutrimentos en agave, de manera que es difícil hacer diagnósticos en campo. La forma más segura de realizar un diagnóstico de la calidad del suelo y del estado nutricional del cultivo es mediante los análisis de suelo y análisis foliar. Además, esta información permitirá formular planes de fertilización balanceada e ir haciendo los ajustes necesarios con la finalidad de optimizar el rendimiento y calidad del producto cosechado. La adecuada fertilización potásica constituye una buena alternativa para lograr plantas más sanas, piñas o cabezas con mayor contenido de azúcares y menor dureza de sus fibras.

Para el análisis de suelo es necesario tomar muestras representativas de la parcela cuya tierra se quiere evaluar. Por cada lote homogéneo de terreno, tomar una muestra compuesta formada por pequeñas porciones de suelo, tomadas al azar con pala o con barrena a una profundidad de 0-30 cm. Se mezclan bien estas porciones y se toma de 0.5 a 1 .O kg, que se coloca en una bolsa, se identifica y se envía de inmediato al laboratorio. No se deben muestrear áreas recientemente encaladas o fertilizadas.

El análisis químico de planta es de particular ayuda para diagnosticar el estado nutrimental de cultivos perennes y semi- perennes (frutales, forestales, agave, etc), aun cuando su utilidad para cultivos anuales es limitada. Este análisis, se emplea principalmente para diagnosticar deficiencias nutrimentales y como base para formular recomendaciones de fertilización, pues permite evaluar el estado nutrimental de

las plantas e indirectamente la disponibilidad de nutrimentos en el suelo. La hoja es el órgano que se usa con mayor frecuencia con el propósito de diagnosticar el estado nutrimental de los cultivos, de ahí que también se le llame análisis foliar. Otros órganos pueden prestar igual utilidad, como por ejemplo: los tejidos meristemáticos nodales, los frutos, etc., e incluso la savia puede servir como índice de fertilización (Reuter y Robinson, 1986; Hernando y Cadahia, 1973). El análisis foliar requiere de definiciones precisas en cuanto a la edad de la hoja a observar, orientación, altura, posición, cultivar y, en ciertos casos, hasta de la hora del día en que se hace el muestreo. La interpretación de los resultados requiere de una investigación previa para establecer niveles de referencia. El fundamento del análisis foliar es la relación que existe entre la concentración de un nutrimento en un órgano especifico de la planta, colectado en un momento también específico de su desarrollo y el rendimiento de esta (Etchevers, 2000). El análisis foliar puede medir la concentración total de un elemento en toda la planta o de una fracción de ésta.

Para el análisis foliar de plantas de maguey, la muestra (hoja o penca) se debe tomar, de las 10 a 15 hojas que forman el tercio medio de la planta, que completaron recientemente su desarrollo fisiológico (hojas medias). Se descartan las hojas jóvenes del cogollo o cono central y las hojas viejas de la base de la planta. Se toma una sola hoja por cada planta elegida al azar dentro del lote homogéneo. Se colocan las hojas en bolsas de papel perforadas para asegurar una adecuada aireación y se envían de inmediato al laboratorio.

Con base en numerosos análisis foliares efectuados en Agave tequilana, se han establecido los rangos normales que debe presentar la planta cuando se encuentra bien nutrida y con un perfil de óptimo rendimiento. El nivel de nutrimentos adecuado para una planta de Agave tequilana de 5 a 6 años de edad, se muestra en el Cuadro 2, (Chirinos, 2000).

En las demás especies de agave de similar tamaño y ciclo vegetativo, como son A. cupreata y A. angustifolia, se asume que no debe haber diferencias considerables. Por lo tanto, si el análisis foliar de un maguey indica cantidades nutrimentales dentro de los rangos que presenta el Cuadro 2, este maguey no necesita de fertilizantes para ser económicamente más productivo. Cantidades menores indican la ngcesidad de su aplicación.

Experimentos de fertilización realizados en Guerrero.

Durante dos años, en tres lotes experimentales establecidos en la zonas Norte y Centro del estado, se exploró el efecto del tipo de fertilizante en plantaciones de maguey de diferente desarrollo vegetativo: de 1 a 3 años en El Platanar, municipio de Pilcaya, Guerrero; de 5 a 8 años en el lote 1 de Mazatlán (M,), municipio de Chilpancingo, Guerrero y de mas de 9 años en el lote 2 de Mazatlán (M,), municipio de Chilpancingo, Guerrero. Los fertilizantes evaluados fueron: 1) Fertilizante orgánico (FO), compuesto de estiércol vacuno y composta a razón de 3:1, en dosis de 3 t*ha-l de estiércol vacuno; 2) Fertilizante químico (FQ), con una formula equilibrada de N,

Cuadro 2. Rangos normales del contenido nutrimental de una planta de maguey bien nutrida.

- --

Macronutrimentos (%) Micronutrimentos (ppm)

N 1.50 - 3.50 Fe 50 - 200 P 0.10 - 0.20 Mn 30 - 100 K 1.80 - 3.00 CU 08 - 20 Ca 3.00 - 4.00 Zn 15- 50 M g 0.50 - 1.00 B 20 - 80 S O. 1 O - 0.25

Nota: 1000 ppm= 0.1 %

P,O, y K,O, aplicando 60-60-60 kg ha-' en los magueyes de 1 a 3 años y 80-80-80 kg ha-', en los magueyes de mas de 5 años; 3) Un fertilizante combinado (FC) con media dosis de la fertilización orgánica más media dosis de la fertilización química y; 4) Se evaluó un testigo sin fertilizar (SF). El análisis del suelo de los tres lotes experimentales se presenta en los cuadros 3, 4 y 5.

Por su perfi l exploratorio, en ninguno de los tres experimentos se consideraron enmiendas al suelo por pH, ya sea con cal o yeso, según los casos de acidez o alcalinidad. Asimismo, tampoco se consideró en esta etapa la optimización de la fertilización, debido a que el conocimiento sobre este tema, para este cultivo, no se ha generado y mucho menos difundido a los interesados.

De acuerdo con el resultado del análisis realizado al suelo de los tres sitios experimentales, teóricamente en el lote de El Platanar (Pilcaya) (Cuadro 3), sólo se esperan efectos moderados sobre todo de N y K. Este suelo tiene altos contenidos de materia orgánica, por lo que no se esperan efectos por la aplicación de este tipo de fertilizante.

Con el análisis nutrimental de las muestras de tejido colectadas al final de cada ciclo de rápido crecimiento, que coincide con el periodo de lluvias, se pueden detectar algunos efectos o respuestas de los diferentes tratamientos de fertilización aplicados al inicio del temporal. Las respuestas se observan en función de sus contenidos nutrimentales.

En el lote 1 y 2 de Mazatlán (M, y M,) los contenidos de nitrógeno (N) y fósforo (P) son bajos por lo que es razonable esperar respuestas con la aplicación de estos fertilizantes, de potasio (K) se tienen contenidos medios que se pueden traducir en respuestas moderadas con la aplicación de este elemento.

Cuadro 3. Principales características físico-químicas del lote experimental ubicado en El Platanar, municipio de Pilcaya, Guerrero.

Elemento Cantidad Unidad Referencia

M.O. 2.35 PH 5.30 N-NO, 15.00 P 130.00 K 150.00 Ca 2220.00 M g 400.00 Fe 1 OO. O0 Mn 25.00 Cu 1.50 Zn O. 83 MgIK 3.85 CaIK 21 .O0

Textura: Franco Arenoso

Alto FA Medio Alto Medio Medio Medio Alto Alto Alto Bajo Alto Alto

- - ~- - - - -

FA= Fuertemente dcido.

Los análisis de suelo se emplean para estimar la disponibilidad nutrimental de un elemento particular. Los datos obtenidos de este análisis son índices de disponibilidad y no las verdaderas cantidades disponibles de un elemento (Westerman, 1990). Esto quiere decir que la especie y algunas características cambiantes de suelo, clima y manejo afectan la disponibilidad de los nutrimentos.

En el Cuadro 6 se presentan los resultados de los análisis foliares. De los contenidos nutrimentales de plantas de maguey, ya existen rangos normales de suficiencia, presentados en el Cuadro 2, que nos indican cuándo una planta está bien nutrida y cuándo requiere aplicaciones extras de fertilizantes (Chirinos, 2000; Syltie et al., 1972),

Cuadro 4 Principales características físico-químicas del lote experimental (1) ubicado en Mazatlán, Guerrero. [M,]

Elemento Cantidad Unidad Referencia

M.O. 7.60

RH~o, 7.66 3.00

P- 0.00 K 93.00 Ca 5568.00 M g 455.00 Fe 8.00 Mn 28.90

MgIK 8.90 CaIK 142.00 Textura: Franco Arenoso

Alto M A Bajo Bajo Medio Alto Alto Medio Alto Alto Bajo Alto Alto

- - -

MA= Moderadamente alcalino.

Cuadro 5. Principales características físico-químicas del lote experimental (2) ubicado en Mazatlán, Guerrero. [M,]

Elemento Cantidad Unidad Referencia

M.O. 2.70 % Alto 7.65 - R ~ N o,

M A 5.00 PPm Bajo

P- 0.00 PPm Bajo K 62.50 PPm Medio Ca 4075.00 PPm Alto Mg 200.00 PPm Medio Fe 6.30 PPm Medio Mn 18.50 PPm Alto Cu 1 .O0 PPm Medio Z n 0.40 PPm Bajo MgIK 16.30 - Alto CaIK 125.00 - Alto Textura: Franco Arenoso

MA= Moderadamente alcalino.

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Cuadro 6. Contenidos nutrimentales de acuerdo al tipo de fertilización aplicada a las plantas de maguey en tres localidades.

Elem Tipo de fertilización

Pilc M, M, -

Pilc M, M, Unid

Yo % O/o

% % PPm PPm PPm PPm PPm PPm

FC SF

Pilc M, M, Pilc M, M, Unid

Pilc=El Platanal; M,=Mazatlán, plantación de 5-8 años; M,=Mazatlán, plantación de + de 9 años; FO=Fertilización orgánica; FQ=FertilizaciÓn quimica; FC=Fertilización combinada; SF=Sin fertilizante (testigo); Elem=Elemento; Unid=Unidades.

Respecto a las respuestas de los fertilizantes aplicados al suelo en relación con los contenidos nutrimentales de la planta en El Platanar (Pilcaya), el nitrógeno reportó ligeros aumentos o respuestas, aun cuando las plantas sin fertilizante ya se encontraban en el rango de suficiencia; sin embargo, en Mazatlán ( lo te l ) donde las plantas sin fertilizante se encontraron por debajo de estos rangos, con fertilización combinada hubo ligeros incrementos y sólo con la fertilización quimica se alcanzó la suficiencia de este nutrimento; la fertilización orgánica casi no contribuyó a ampliar la concentración de este nutrimento en la planta.

En el lote 2 de Mazatlán, no se obtuvieron respuestas con ningún tipo de fertilización. Sin embargo, todos estos resultados estuvieron acordes con lo esperado en función de los contenidos nutrimentales reportados en los analisis del suelo.

El comportamiento del fósforo también fue similar (acorde con los análisis del suelo) y no se obtuvieron respuestas en El Platanar y si, en Mazatlán (en lotel y lote 2), aun cuando en todos los casos las concentraciones de este elemento en las plantas se encontraron dentro del rango de suficiencia. El potasio fue el elemento que mayor concentración reportó en el análisis de tejido, en respuesta a la aplicación de los fertilizantes, siendo esta respuesta notable en Mazatlán (lotel) y Mazatlán (lote 2) pero presentándose con mayor intensidad en El Platanar (Pilcaya). Se analizaron sólo tres elementos, debido a que la fertilización química aplicada como tratamiento experimental consideró Únicamente estos componentes.

En todos los casos, al comparar los análisis de las plantas del tratamiento sin fertilizante con los demás tratamientos, sólo con fertilización química se alcanzaron las concentraciones de suficiencia en los tres elementos; en cambio, en Mazatlán (lotel) la concentración del nitrógeno no fue suficiente con fertilización orgánica y fertilización combinada. Esto es

razonable si se acepta que la concentracion de los fertilizantes químicos es mucho mayor.

El hecho de que las respuestas del tratamiento de fertilización orgánica sean similares a las de sin fertilizante, también se explican porque de acuerdo al análisis del suelo de los tres sitios experimentales, los contenidos de materia orgánica son altos y tienen suficiente materia orgánica, pero que sus concentraciones nutrimentales no son equiparables a las aplicadas con la fertilización química. La fertilización orgánica indiscutiblemente mejora el suelo y disminuye la erosión y debe aplicarse cuando se pueda, pero en producciones comerciales no se debe eliminar la fertilización química que por su concentracion puede conseguir crecimientos y rendimientos potenciales con menor dificultad que la fertilización orgánica. Esto se puede observar si analizamos los contenidos nutrimentales de las plantas con tratamiento de FO y SF. Ambos son similares y este último no muestra severas deficiencias respecto al otro, evidentemente porque crece en un ambiente con contenidos altos de materia orgánica (MO), pero al mismo tiempo se sujeta a la cantidad de nutrimentos que puede tomar de la M 0 y no explora su máxima potencialidad de crecimiento y rendimientos, como puede suceder en condiciones de mayor concentración de estos (Galvis et al, 1993; Etchevers, 2000).

Las hojas emergidas del maguey le van dando forma y tamaño a la "piña o cabeza", que botanicamente es un tallo (Granados, 1999; García-Mendoza, 2002), por esta razón se tomó como indicador básico de crecimiento y rendimiento del maguey.

Para estimar los azúcares reductores totales (ART), se exploraron hojas y parte de hojas de acuerdo a su posición. Las posiciones se dividieron en: base, media y punta. Con base en estos datos exploratorios se determinó la toma de

muestras para estimar sólidos solubles totales (SST) en O Brix, (como un indicador de ART) y % ART de hojas frescas de maguey, para así poder detectar si la aplicación de fertilizantes o de algún tipo de fertilizantes favorece la concentración de éstos, pues mayor concentración de ART implica teóricamente, mayor cantidad de mezcal por kilogramo utilizado de piña de maguey. En el Cuadro 7 se presentan estos resultados y coincidentemente los tratamientos que contemplan la fertilización química o una mezcla con ella, presentaron mayores crecimientos medidos en numero de hojas, mismas que darán forma y tamaño al producto final que es la cabeza o piña.

Respecto a los contenidos de azucares reductores totales, ART, medidos indirectamente a partir de OBrix (para extractos (mostos) de uva, las comisiones reguladoras exigen este parámetro en lugar ART, debido a que existen tablas que los relacionan y es más barato medirlo) que se presentan en el mismo Cuadro 7. Los incrementos que se reportan con relación al testigo no parecen importantes; sin embargo, los datos son producto de dos años y varias repeticiones lo cual puede

Cuadro 7. Promedios de crecimiento y grados brix de las hojas de plantas de maguey mezcalero de los tres módulos en estudio, en función de los tipos de fertilización.

Tipo de Hojas emergidas O Brix

fertilizacion P M, M, (%/T)' P M, M, (%/T)'

Química 37.7 17 22 28 11.6 7.6 7.7 7.2 Orgánica 33.6 13 10 -5 11.1 7.0 8.1 3.6 Combinada 36.4 17 23 27 9.6 7.6 7.5 -2.4 'Sin fertilizante 33.6 14 12 - 10.6 7.6 7.1 -

P=EI Platanar; M,=Mazatlán, plantación de 5-8 aiios; M,=Mazatlán, plantación de + de 9 años; ' Testigo; ' Por ciento sobre el testigo.

sugerir que con la aplicación frecuente (anual) de fertilizantes químicos se podrían acumular incrementos mas evidentes de sólidos solubles totales; sin embargo, los datos presentan inconsistencias respecto a las respuestas de la fertilizacion combinada que se tendrán que seguir analizando. Lo que sí es claro es que en dos años se reportan diferencias en crecimiento de 28% a favor de la fertilización química y como los ART se reportan en función de una unidad de peso, en esa misma proporción se estará incrementando el producto final por unidad de superficie. Estos datos coinciden en parte con lo estudiado por Arredondo et al, 2002 y Espinosa et al, 2005, que reporta incrementos más importantes.

PRINCIPALES PLAGAS Y SU CONTROL

La plaga más importante del maguey en el estado de Guerrero es el picudo barrenador del maguey (Scyphophorus spp), especie que ocasiona daños severos al cultivo. No obstante esto, no existen recomendaciones para su control o bien éstas son muy empíricas, debido a la escasa investigación realizada al respecto. Aplicaciones totales de Carbofurán, Paratión metílico y Oxamil, han funcionado, sin embargo, por su toxicidad y por las características de las plantaciones que se tienen en Guerrero, que interaccionan con diferentes tipos de ganado, no se recomienda su aplicación. Sin embargo, en plantaciones protegidas y cercadas que impidan la entrada de animales, puede hacerse hasta un año antes de su cosecha (para evitar residuos tóxicos). Trampas cebadas con cualquiera de los insecticidas ya mencionadas, usando como atrayente bases de pncas de maguey, han dado buenos resultados en Oaxaca y pudrían usarse, en las plantaciones de Guerrero, con grandes posibilidades de éxito (Bravo, 2002).

Figura 6. Vista del daiio causado por el barrenador del maguey y ejemplares de éste obtenidos de una planta dañada.

CONTROL DE MALEZAS

En poblaciones silvestres y reforestaciones no se controla la maleza por razones ecológicas (erosión) y económicas (plantas dispersas), lo más que se realiza son algunos "chaponeos" esporádicos. En cambio mantener las plantaciones comerciales libres de malezas favorece el crecimiento y sanidad de las plantas, al evitar la competencia por nutrimentos (Figura 7 ) .

El control de malezas puede realizarse mas rápido y con menos trabajo físico, con productos químicos herbicidas. De éstos, para no afectar el equilibrio entre especies vegetales es conveniente seleccionar desecantes de contacto ó sistérnicos que no tengan actividad en el suelo y a la vez controlen todo tipo de maleza. Las aplicaciones de estos

Figura 7. Aspecto común de una plantación de maguey (izquierda), respecto a otra libre de malezas.

agroquímicos son dirigidas a las hierbas que se quieren controlar, evitando el contacto con las plantas de maguey. Los herbicidas sugeridos son: Glufosinato de amonio en dosis de 2 a 4 L*ha-l, este producto es de contacto y no es selectivo ni residual. Paraquat en dosis de 3 a 4 L*ha-l y tiene características semejantes al anterior; y Glifosato en dosis de 2.5 a 3.0 L*ha-l, este producto es sistémico pero sin actividad en el suelo, por lo que es útil para este propósito. En todos los casos las dosis mencionadas son de producto comercial (DEAQ, 2002).

ENFERMEDADES

Las principales enfermedades que se presentan en el maguey mezcalero del estado de Guerrero, se describen a continuación.

Moteado de la hoja. Los síntomas son causados posiblemente por un virus, se presentan con particular frecuencia en suelos de baja fertilidad, alta acidez y bajo contenido calcareo. Así mismo la pudrición del tallo esta asociado con la mala nutrición a base de calcio. El calcio forma pectatos de calcio que se acumulan en la laminilla media de la pared celular dándole mayor resistencia al ataque de esta enfermedad.

Necrosis basal de la hoja o "enfermedad del pie de la hoja. Se presenta principalmente en suelos con drenaje deficiente, bajos contenidos de potasio o disponibilidades bajas de este elemento motivadas por altos contenidos de nitrógeno. Los primeros síntomas de esta temida enfermedad son manchas de color verde tenue o amarillo en la base de las pencas exteriores. Con el avance de esta enfermedad, las manchas se tornan necróticas y asumen una coloración purpúrea hasta café. Finalmente aparece una banda café oscuro en la base foliar; la penca se dobla y muere. Primero son afectadas las pencas adultas; más tarde la planta completa. La susceptibilidad al ataque de esta enfermedad se hace mayor en plantas con exceso de nitrógeno y bajo nivel de potasio. Para evitar esto, se debe cuidar el balance nutrimental. Las condiciones de producción ya mencionadas hacen incosteable y peligroso el control químico de cualquier enfermedad, pues afectaría a la fauna, que en el campo, entra en contacto con las especies de agave.

DESQUIOTE (Capado) Y JlMA (Labrado)

Durante el crecimiento del maguey, ocurre la acumulación de carbohidratos y azúcares en toda la planta, especialmente en la cabeza o piña. Esta acumulación de energía, aunada a su edad fisiológica, estimula la floración, iniciando su etapa reproductiva.

Los indicadores para identificar cuando el maguey ya puede ser labrado son: el tamaño del cogollo (que se adelgaza); grosor de la piña; pencas en disposición horizontal y las pencas basales se adelgazan. Todas estas características corresponden a las etapas previas a la emergencia del escapo floral, "quiote" o "calehualt", lo que sucede frecuentemente en los meses mas secos.

Cuando la inflorescencia (quiote Ó calehualt) empieza a emerger, este brote se corta a medio metro de su base en todos los magueyes que se ocuparán para producir mezcal, con el propósito de propiciar que los azúcares se concentren en la pina. Las plantas que terminan su floración, sirven para diseminar las semillas favoreciendo la reforestación natural o bien se colecta la semilla para su germinación en vivero. Después de esto la planta muere.

Aproximadamente un año después del desquiote, el maguey se labra o jima y se transporta para seguir con el proceso de elaboración del mezcal (Figura 8).

Figura 8. Labrado ó jirna del maguey y transporte de las piñas ó cabezas.

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A la Fundación Produce de Guerrero, A.C. por el apoyo económico proporcionado que hizo posible la obtención de la información e impresión de este documento.

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ING. RAFAEL REZA ALEMÁN Productividad en Frijol, Soya y Arroz

DR. ARISTEO BARRIOS AYALA Productividad Sustentable de Agrosistemas

M.C. RUBÉN SANTOS ECHEVERRIA Ganadería-Forrajes

DR. NELLY ROSA ROMERO GOMEZCAÑA Fruticultura

DR MARGARITO MANJARREZ SALGADO Recursos Genéticos

SITIO EXPERIMENTAL CHILPANCINGO

M.C. SALVADOR NAVARRO GALINDO Encargado del Sitio Experimental

DR. RAFAEL ARlZA FLORES Frutales Tropicales