LaVaca- Edición Ampliada- Camilo Cruz

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  • Dr. Camilo Cruz

    Una historia sobre como deshacernos del conformismo

    y las excusas que nos impiden triunfar

  • -09 todos 10s derechoo. Ninguna park de esta publicaci6n puede ser repmducida, diiiuida o hansrdtida, p~ nniguna forma o d m , induyendo: Fobwpiado, grabad6n o 1x1- otro m M o elech6nim o m e d m , sin la autori8d6n pevla por esmto dcl aulor o editor, excopto en el car0 de bravos rosohas utiliidas en o f h a s l~tnarias y dertos usm no mmerdaler diwuertar mr la leu de demchos de nutor Para solcnhrd .~. -.r-.. ~.. -.. -- ~ - < -- - ~ - ~ - ~ ~ ~ - ~ -- ~ -- do pemks, mmunlquese con el editor a la dIrecd6n abajo mencionada:

    Talk del inc. 1669 N.W. 144 Terrace, Suite 210 Sunrire, Florida 33323 Estadm Unidos

    Editorial dadicada a !a difusi6n de Lbrm y a u d i o h h de deranollo pemnal, necirniento petwnal, lid- y motivad6n.

    ISBN: 1-931059-63-2

    Rinted in Colombia

  • A mi farnilia, porque con su apoyo incondicional he logrado deshacerme

    de rnuchas de rnis uacas. Con arnor y pociencia me perdonan las que aun tengo

    y me alientan pora que continue en la dificil tarea de liberarrne de todas rnis lirnitaciones.

    A todo el equipo del Taller de&to, quienes son los responsables del &it0 que ha tenido esta obra. M h de un cuarto de

    rnillon de personas alrededor del rnundo les agradecen su dedication y cornpromiso

    con la hermosa rnisidn de construir rnejores sera hurnanos.

    A todos los ledores que han hecho de esta obra un bestseller y quienes con sus

    historias nos han confirmado elgran futuro que le espera a todos aquellos que

    decidan deshacerse de sus uacas. Este libro es un brindis por sus exih y por su decision

    de uiuir una vida libre de excum.

  • Prologo ....................................................................... 11 . , lntroducc~on ............................................................... 15

    Capitulo Uno La tragica y feli historia de la vaca ...................... 25

    Capitulo Dos No todas la vacas rnugen corno vacas .................. 41

    Capitulo Tres Toda vaca cornienza su vida corno una rnansa temera ...................................... 57

    Capitulo Cuatro Vacas de diferentes colores ................................... 83

    Capitulo c i c o Mama, ide d6nde vienen las vacas? ................... 109

    Capitulo Seis Cuando nuestras vacas son obsequios de otras personas ........................................... 123

    Capitulo Siete CXrno deshacemos de nuestras vacas ................ 135

    Capitulo Ocho Cinco pasos para deshacerte de tus vacas .......... 153

    Capitulo Nueve Una vida libre de vacas ...................................... 173

  • 9 urante casi ires dkcadas he escrito y hablado so- bre el kxito. iQuk es? iQuk necesitamos para lograrlo? LA quk se debe que algunas personas lo alcancen casi sin esfuelzo, mientras que ohas no consiguen acercar- se a kI a pesar de trabajar arduamente?

    Estos afios me han enseriado que todos 10s triunfa- dores cornparten algo en comlin: Ulos no tienen excu- sas. No buxan justificar ante 10s dem& la raz6n por la cud las cosas est6n como ellos quisieran. No se que- jan de sus circunstancias, ni inventan disculpas para explicar por quk no han alcanzado sus metas. Las per- sonas exitosas simplemente achian y se encargan de hacer lo necesario para que las cosas ocurmn; no siem- pre triunfan al primer intento, pero nunca se dan por vencidas. Si tropiezan, se ponen de pie nuwamente y emprenden con renovado entusiasmo su camino en pos de 10s objetivos que persiguen.

    Lo cierto es que el fracas0 no es el enemigo del kxito, como muchas personas piensan. Es m&, las cai-

  • das suelen traer consigo grandes ensefianzas. El ver- dadero enemigo del &to es la mediocridad. Aspim- mos a la gmndeza pero nos contentarnos con segun- dos lugares; queremos vivir nuestra vida al m M o pero terminamos conforrn6ndonos con sobrevivir. En- contramos una zona de comodidad, nos acostumbra- mos a ella y dejarnos pasar de largo la oportunidad para d i i t a r la mayorfa de las cosas hermosas que la vida nos ofrece.

    Una de tas lecciones m& importantes que he apren- dido es que, para lograr resultados espectaculares en nuestra vida, prirnero tenemos que deshacemos de todas las excusas que nos impiden utilizar nuestro ver- dadero potential.

    Como autor, he podido dame cuenta dmo, a lo largo de 10s liltimos diez aiios, hemos entrado en la era de las meworas. Muchos de los mejores libros de cre- cimiento personal y profesional de estos tiempos han sido escritos a manera de mettiforas; hiiorias que ilus- tran la importancia de ciertas attitudes que debemos adoptar si queremos triunfar. Este extraordin6rio libro de mi arnigo Camilo Cruz es, sin lugar a dudas, una de las mejores mettiforas que he leido sobre d m o desha- cemos de la mediocridad y el conforrnismo.

    La uaca nos muestra de manem clara y categ6rica lo que puede suceder si pe- que nuestra vida sea regida por las excusas. La vaca simboliza toda ex-

  • El Dr. Camilo Cnu, en wmpafiia de Mark Wctor Hansen, autor de las farnosas series: Sopa de PbUo para el Alma,

    en Newport Beach, C a l i i i a .

    cusa, habito, pretext0 o justificaci6n que nos irnpide vivir una vida de plenitud. Esta rnamvillosa historia segurarnente cautivara el corazon de sus lectores y 10s retarA a elirninar estas excusas, o corno Carnilo lo escli- be, a matar sus vacas.

    La verdad es que todos cargarnos con mas vacas de las que estarnos dispuestos a adrnitir. Son justifica- ciones con las que buscarnos convencemos a nosotros rnisrnos y a 10s dernh de que las cosas no estin tan rnal corno parecen; disculpas que frecuenternente uti- l i m o s para explicar por qu6 no estarnos haciendo lo que deberiarnos hacer. Este libro no d l o te rnostrara

  • LK ue mms a-I- ~ I I I I U ~ I I ~ ~ , ~ n ~ u que re presalm, paso a paso, una estrategia para vivir una vida donde toda meta es posible.

    Camiio est& destinado a ejercer una enonne dife- rencia en el mundo a trav6s de sus obms. La sabidurfa, profundidad y perspicacia de sus enseiiazas le perrnite a los lectores poner en phctica inrnediatamente las estrategias que pueden cambiar sus vidas.

    Espero que esta m d o r a te ayude a tomar la deci- si6n de desterrar de tu vida el conformismo y a vivir una vida libre de vacas. Confio que aceptar& el reto que &a te plantea y d e c i w rnatar todas las vacas que has cargado sobre tus hombros, de manem que puedas vivir una vida libre de mediocridad, dispuesta a aceptar los lcgros resenrados para aquellas personas que se atreven a soiiar en grande.

    --Mark Vidor Hansen Co-Autor de la serie

    Sopa de Pollo para el Alma

  • Creo que mi vow mayor, era que mi vido se habio convertido en una birsqueda

    constante d e culpables por mis fracases. Me habia convertido en un experto en identijicar a los responsobles por todo

    lo malo que ocum'a en mi vido. Despub d e leer el libro d e La Vam entendi que yo soy el ijnico respomble d e lo bueno o lo malo que me suceda. Estoy seguro que nuestro continente seria otro sin tanta vaco que

    nos ayuda a justijicar n u e . pobreza y por ende nos montiene atados o lo miseria.

    -4lejandro Dario, Bolivia.

  • 9 e la rnisrna rnanera que Ios pintores y cornposito- res en ocasiones derivan su inspiracion de la naturale- za que los rodea, 10s autores, particularmente en el &ea del desarrollo personal, encontramas gran inspiraci6n en la continua interaction con las dern& personas.

    Recuerdo que en aerta ocasion desamUk un sernina- no basado en un aforismo atribuido a Albert Einstein que alguien cornparti6 mnrnigo dumnte una finna de libros que mdimba. Yo wndbo &as desteUas de sabiduria, que ks personas cornparkn conmigo, como caializadores cuyo propbit0 es lib- mi capaddad creativa. Por esta d n la acepto wn gan aprecio. Algunas veces, es suficiente una sola palabra o una simple idea para que un capitulo wrnience a tornar forma en mi mente.

    Siempre he tenido la buena fortuna de que, cuan- do las personas se enteran que soy escritor, se sienten motivadas para compartir conrnigo ankcdotas, histo- rias y leyendas que les dejaron alguna enseiianza. Me hablan de aquellos libros o autores que mas 10s han conmovido o inspirado, lo que, para mi, siempre ha sido un caudal extraordinario de nuevas ideas.

  • La hiioria de la vaca la escuch6 por vez primera de una encantadora dama a quien, para fortuna mia, le correspondi6 el asiento contiguo, en un vuelo que rea- lizaba de Nueva York a Buenos Aires. Debido a que estos vuelos nodumos suelen despegar del aeropuer- to John E Kennedy, cerca de las siete de la noche, a eso de la media noche apenas & terminando de cenar y afin tienes cinco largas horas de vuelo.

    En estos viajes tan largos, o duermes o acabas con- versando con la persona que tienes a tu lado para, de alguna manera, tratar de acortar el tiempo. Ad que, despu6s de hablar sobre nuestras profesiones, la fami- lia, lo mucho que viajhbarnos, y despu6s del acostum- brado intercambio de tarjetas de presentaci6n, habla- mos sobre el motivo que nos Uevaba a Argentina. Y h e alli, en la confortable cabina de un modern0 Boeing 777, mientras sobrevol6bamos a l a n lugar de SummB- rim, a eso de la una de la madrugada, que escuchk por primem vez la tr6gica --y f&- hiioria de la vaca. Debo agregar, que desde aquella ocasicin, y especial- mente desde que comend a compartirla en mis char- las, he escuchado diferentes versiones de la misrna.

    Por supuesto que lo que estoy presentando aquf es mi propia versi6n de los acontecimientos. Debo ad- vertir que todo parecido con hechos o personajes rea- les es pura coincidencia a u n q u e quiz& totalrnente

  • Lo interesante es que, cuando escuche la historia aquella prirnera vez, su relato no torn6 mas de dos o tres minutos. Sin embargo, despues de cornpartirla cientos de veces, cornence a notar que cada vez se extendia un poco rnk y se ponia rnk interesante. Era como una sene televisiva en la que cada sernana apa- recian nuevos personajes. Surgian nuevas trarnas y ensetianzas, y se tomaba rnucho rnk cornpleja. Asi que despues de haberla cornpartido con cientos de miles de personas en varios paises, durante una de rnis presentaciones, uno de 10s asistentes se me acer- c6 a pedirme el favor que le enviara por correo un breve recuento de la historia para compartirla con sus ernpleados.

    En aquella oportunidad me habia tornado poco rnk de dos horas contarla. Asi que decidi hacer algo rnejor que rnandarle un apresurado resumen de esta espedacular rnethfom; decidi --de una vez por todas- escribir la tragica historia de la vaca.

    iAsi naci6 La vaca!

    Con rnucho entusiasrno me di a la tarea de descu- brir todos 10s retos que nos planteaba esta gran m e 6 fora. Haciendo uso de las ventajas que ofrece Intemet, decidi publicar una prirnera edici6n del libro corno li- bro electr6nico (e-book) para poder evaluar rapida- rnente la respuesta de 10s lectors.. Los resultados he- ron sorprendentes, en rnenos de cuatro rneses mas de

  • 265 mil petsonas de m& de cien paises habian bajado el libro de nuestra pans de Internet.

    Por supuesto que mi intencibn no era sirnplemente que obtuvieran el libro sin0 que lo leyeran. Asi que decidi enviarles un segundo coneo a mis lectores. No les pregunth si habfan leido el libro, ya que la scpe- riencia me ha enwiiqdo que la mayoria de las perso- nas siernpre responden de manera afirmativa, ad lo tinico que hayan hecho sea ojear la d t u l a . Decidf ir direct0 al grano y preguntarles si se habian deshecho de alguna de sus vacas. S6 que esta altura muchos de ustedes no saben qu6 quiero decir con esto, pem pronto lo sabrAn.

    La respuesta fue igualrnente sorprendente. En sblo una semana m& de diez mil personas se animaron a cornpartir las excusas y justificadones -vacas- de las que habfan logrado liberarse. Muchas de ellas le die- ron un vuelco total a sus vidas como remltado de ha- ber aceptado el reto de enfrentar, de una vez por to- das, las aeencias limitantes que habfan cargado du- rante tanto tiempo. No d o eso, sino tambikn que ellas querian que su expenencia personal le sinrim de ejern- plo a otros y por ello accedieron a que &tas fueran publicadas. Asi que en esta edicibn irnpresa he queri- do induir algunas de estas historias de petsonas co- rnunes y corrientes que finalmente tomaron la decisibn de vivir una vida extraordinaria.

  • La historia de la vaca es un relato sobre c6mo li- brarnos de 10s habitos, arcusas y creencias que nos mantienen atados a la mediocridad. Siempre he crei- do que el verdadero enernigo del Oxito no es el fraca- so, como muchas veces pensamos, sin0 el conformis- mo y la mediocridad.

    Las caidas y 10s fracasos, en general, son simple- mente parte del camino que nos Uwa a la realiicion de nuestras metas. Ellos nos dan la oportunidad de aprender importantes lecciones. Si no fuera por 10s fra- cases, no nos dariamos cuenta de 10s habitos que de- bemos carnbiar o las conductas que necesitamos co- mgir para wntinuar avanzando en la vida. Seguramen- te, todos podemos recordar fracasos y caidas que he- mos sufrido en algln mornento, despues de 10s cuales emergimos m L fuertes, m L sabios y mejor prepara- dos para enfrentar la vida. Es indudable que las adver- sidades engendran 6xito.

    La mediocridad, de otro lado, no nos ensefia nin- guna leccion. No hay nada que podamos aprender de ella. Es rnb, cuando nos contentamos con vivir una vida promedio, el proceso de aprendizaje suele dete- nerse. Es por esta razon que reitero una y otra vez que 10s verdaderos enemigos, aquellos que debemos wi- tar a toda costa, son la medioaidad y el conformismo. Muchas personas eluden el fracas0 como si fuese una plaga que debernos witar a cualquier precio. Obvia- mente, no estoy sugiriendo que debamos buscar fra-

  • casar. No obstante, hemos aprendido a ternerle tanto a las caidas, que en nuestro af6n por evitarlas, tetmina- mos por contentarnos con segundo lugares, con tal de eliminar cualquier riesgo que nos pueda ocasionar un rev&. Mi sugerencia es que en lugar de desperdiciar nuestro tiempo tratando de evitar cualquier cafda en nuestra vida, lo que debemos hacer es eliminar todas las excusas y las falsas creencias que conducen a la mediocridad. Ten presente que 10s tropiezos y las cai- das son parte integral del camino ai dxito.

    Mi intenci6n al compattir contigo esta met6fora es que puedas obsenmr 10s efectos tan devastadores que el conformismo puede tener sobre nuestra vida, y los grandes cambios que ocurren cuando finalrnente de- cidimos deshacemos de todas nuestras excusas. No obstante, me gustaria que fueras tCI mismo quien en- contraras las ensefianms que se desprenden de esta historia. Y aunque, es probable que a estas alturas a6n te sea imposible entender el significado de la siguiente &rmaci6n, si cuando terrnines de leer este libro des- cubres que no aprendiste nada, pu es... iesa es tu vaca!

  • CAP~TULO UNO La tragica y feliz

    historia de la vaca

  • Este libro transform6 por completo mi manera de wr la uida. Despub de uer lo que'he logrado

    hasta ahora, me doy cuenta que pude haber hecho m6.s si no hubiese tenido la oaca de sentirme conforme con lo poco que habia conseguido.

    A pesar de mi gran potencial, he desperdiciado una gran park de mi uida en excusas, tales como: "rnis padres no me apoyaron lo suficiente y por eso yo batalle' tanto para terminar mi camera" o "10s problemas economicos en mi familia nunca me han permitido lograr rnis metas". Cuando oioi

    en el extranjero, me escondia tras las uacas de " .

    ~como uoy a sobrmlir aqui, si a t e no es mi pais?" o 'IAqui no quieren a los extranjeros". La lecci6n mcis importante que he aprendido es que

    no hay obst6culo mcis grande que "yo misma" y que siempre serk lo que yo quiera ser.

  • a historia cuenta que en cierta ocasibn un viejo y -@ experimentado maestro deseaba ensefiar a uno de sus jovenes estudiantes los secretos para vivir una vida prbspera y feli. Sabiendo 10s muchos obstaculos y di- ficultades que enfrentan los seres humanos en esa b b - queda por la felicidad, 61 pens6 que la primera leccibn debia ser entender la r d n por la cud muchas perso- nas viven atadas a una vida de conformismo y medio- cridad. Despues de todo, pens6 el maestro, muchos hombres y mujeres parecen incapaces de sobreponer- se a 10s obsticulos que les impiden alcanzar el Qxito y terminan viviendo vidas apenas tolerables. h sabia que para que el joven pudiera entender esta importante leccibn, debia ver por si mismo que sucede cuando permitimos que la mediocridad gobieme nuestra vida.

    Para impartir esta importante leccion, el maestro decidi6 que aquella tarde saldrian en busca de algu- nos de 10s parajes m b pobres de aquella provincia. Despues de caminar un largo rato encontraron el ve- cindario m b triste y desolador de la comarca. Sus ha- bitantes parecian haberse resignado a su suerte, per- mitiendo asi que la pobreza se aduefiara de sus vidas.

  • Una vez allf, el maestro le pidi6 al joven que busca- ra la m& vobre de todas las viviendas. la cual seh su aposento aquella noche. Despues de mucho caminar, los dos hombres Uegaron alas afueras del pueblo y all,

    -

    en la parte m6s alejada de un pequefio casedo, en me- diode un terreno baldio, se detuvieron ante la casa & pobre y desvencijada que habian visto hasta entonces.

    Aquella casucha a medio dermmbarse, sin duda alguna, pertenecia a la m& pobre de todas las familias de aquel vecindario. Sus paredes se sostenian en pie de milagro, aunque amenazaban con venirse abajo en cualquier momento, y el improvisado techo dejaba fil- trar el agua por todas partes. La basura y 10s desperdi- cios se acumulaban a su alrededor dAndole un aspec- to decadente y repulsive.

    El duefio, un tanto alarmado por la presencia de 10s dos forasteros, saJi6 a su encuentro.

    -"Saludos buen hombre", dijo elmaestro. "iSeri4 posible para dos cansados viajeros encontrar posada en su hogar esta noche?"

    n - Hay poco espacio, per0 son bienvenidos si no

    les importa la incomodidad", respondi6 el hombre.

    Cuando entraron su sorpresa fue aiin mayoral ver que en aquella casucha de apenas diez metros cuadra- dos vivian ocho personas. El padre, la madre, cuatro

  • hijos y dos abuelos se las arreglaban para acomodarse de cualquier manera en aquel reducido espacio.

    Sus ropas viejas y remendadas, y la suciedad que cefiia sus cuerpos, eran clara evidencia de la profunda miseria que ahi reinaba. Sus miradas tristes y sus cabe- zas bajas eran senal de que la pobreza no solo se ha- bia apoderado de sus cuerpos sin0 que tambien habia encontrado albergue en su interior.

    Los dos visitantes escudrifiaban atonitos cada cen- timetro de espacio, como tratando de descubrir cual- quier objeto de al@n valor en rnedio de la indigencia total que parecia haberse adueiiado de aquella mora- da. No habia nada.

    Sin embargo, al salir nuwamente de la casa descu- brieron que estaban equivocados. Para sorpresa suya, en medio de este estado de penuria y dejadez total, la familia contaba con una posesibn, extraordinaria bajo tales circunstancias, una vaca.

    El animal no era gran cosa, pero la vida de aquella familia parecia girar en torno a el. "Hay que darle de comer a la vaca". "Asegirese que la vaca ha bebido suficiente agua". "iEsta atada la vaca?". "Es hora de ordeiiar la vaca". Ciertarnente la vaca jugaba un papel de gran prominencia en la vida diaria de sus duenos, a pesar de que la escasa leche que producia, a duras penas era suficiente aliment0 para sobrwivir.

  • No obstante, la vaca parecia servir a un prop6sito mucho mayor: Era lo h i c o que 10s separaba de la miseria total. En un lugar donde el infortunio y la esca- sez eran el pan de cada dh, tal posesi6n les habia ga- nado el respeto, si no la envidia, de sus vecinos.

    Y aIlf, en medio de la suciedad y el desorden, los dos viajeros pasaron la noche.

    A1 dfa siguiente, muy temprano, asegurhdose de no despertar a nadie, 10s dos viajeros se dispusieron a continua su camino. Despues de darle una filtima mirada a aquel lugar, tratando de llevarse consigo una imagen mental de la desolaci6n de la cual habia sido testigo durante su corta estadia, el joven estu- diante abandon6 la morada sin estar seguro de ha- ber aprendido la lecci6n que su maestro habia que- rid0 enseiiarle. No obstante, antes de emprender la marcha, el anciano maestro le dijo en voz baja: "Es hora de que aprendas la lecci6n que nos trajo a estos parajes".

    DespuC de todo, lo bico que habian visto duran- te su wrta estancia eran los resultados de una vida de conformismo y mediocridad, pero afin no estaba del todo claro para el joven cuS era la causa que habfa originado tal estado de abandono. Esta era la verda- dera leccibn, el maestro lo sabia y habia llegado el momento de que su joven diicipulo la aprendiera.

  • Lentamente el anciano camino en direction al lu- gar donde se encontraba atado el animal, a no m L de cincuenta metros de distancia de la momda. Y alli, ante la incredula mirada del joven, y sin que este pudiera hacer nada para evitarlo, subitamente el anciano sac6 una daga que Uevaba en su bolsa y con un movimien- to rapid0 y certero proporciono al animal una mortal herida que ocasion6 que &te se dermmbara instantti- neamente y sin hacer mayor mido.

    iQue has hecho maestro? dijo el joven susumando angustiadamente para no despertar a la familia. iQu6 leccion es 6 t a que deja a una familia en la mina total? iComo has podido matar esta pobre vaca que era su unica posesion? iQue sucedera con ellos ahora?

    Sin inmutarse ante la preocupacion y arrgustia del muchacho y sin hacer caso de sus intemogantes, el an- ciano se dispuso a continua su marcha. Asi pues, de- jando atrL aquella macabra escena, maestro y disci- pulo partieron. El primero, aparentemente indiferente ante la suerte que le esperaba a aqueUa pobre familia por la p6rdida del animal; el segundo, angustiado ante la certidumbre de que sus acciones seguramente la habian condenado a muerte.

    Durante 10s dias siguientes al joven le asaltaba una y otra vez la nefasta idea de que, sin la vaca, la familia se- gummente moriria de hambre. iQue o h sue& podian comer tms haber perdido su unica fuente de sustento?

  • Y asi h e como aquella farnilia debi6 comenzar una nueva etapa de su vida enfrentando la posibiidad de una miseria a h mayor.

    La hiioria cuenta que, un aiio despuh, una tarde el maestro llarn6 al joven a su lado y le sugi1i6 retornar nuevarnente por aquel paraje a ver qu6 habia ocurri- do con la familia. La sola menci6n de aquel episodio --aparentemente olvidado- fue suficiente para des- pertar en el joven 10s recuerdos de aquel episodio que, afin despu6s de todo este tiempo, 61 no habia com- prendido totalmente.

    Una vez mi% pas6 por su mente el siniestro papel que 61 habia jugado en la infeliz suerte de aquella po- bre gente. iQu6 les habrfa ocumdo? isobrevivieron al duro golpe? iPudieron empezar una nueva vida? iC6mo 10s encararia despuks de lo sucedido? A regaiiadientes el joven acept6 y a pesar de todas las dudas que pesaban en su comz6n emprendi6 el regre- so a aquel lugar en compafiia de su maestro.

    Despu6s de varios dias 10s dos viajeros llegaron nuevamente al casedo, per0 sus esherzos por localizar la humilde vivienda heron vanos. El lugar parecia ser el mismo, pero donde un aiio at& se encontram la casucha, ahom se levantaba una casa grande que, apa- rentemente, habia sido construia redentemente. Se detuvieron para o b s e d a a la d i i c i a , asegurihdo- se que se encontraban en el mismo lugar.

  • La Vaca

    Lo prirnero que cruzo por la mente del joven h e el presentirniento de que la rnuerte de la vaca habia sido un golpe dernasiado duro para aquella pobre familia. Muy probablernente, se habian visto obligados a aban- donar aquel lugar y una nueva farnilia, con rnayores posesiones, se habia aduefiado de h t e y habia cons- truido una rnejor vivienda.

    Udonde habrian ido a para aquel pobre hombre y su familia? iQue habria sucedido con eUos? Quiz.& h e la pena moral la que 10s doblego. Todo esto pasaba por la rnente del joven rnientras se debatia entre el de- seo de acercarse a la nueva vivienda para indagar por la suerte de los antiguos rnoradores, o continuar su via- je y asi evitar la confirmacion de sus peores sospechas.

    Cud no seria su sorpresa cuando del interior de la casa vio salir al rnisrno hombre que un aho atrk les habia dado posada. En un cornienzo el rnuchacho pareci6 no reconocerlo. Sin embargo, era daro que se trataba de la rnisma persona, a pesar de que su aspec- to era totalrnente diitinto. Sus ojos brillaban, vestia ro- pas lirnpias, estaba aseado y su amplia sonrisa rnos- traba que algo significative habia sucedido. U joven no daba credit0 a lo que veia. iCorno era posible? iQue habria acontecido durante ese afio? &pidarnen- te se diipuso a saludarle y sin perder tiernpo procedio a indagar que habia sucedido en este lapso de tiernpo que obviarnente habia carnbiado su suerte y la de su farnilia.

  • "Haceunaiio, dumntenuestrobrwepasoporaqui", dijo el joven, "fuios testigos de la inmensa pobreza en la que ustedes se encontraban. LQub ocwi6 dumnte este tiempo para que todo cambiara?"

    Ignomnte del papel que el joven y su maestro ha- bian jugado en la muerte de su vaca, el hombre los invit6 nuemmente a su casa, donde se diiuso a rela- tarles los potmenores de una hiioria que c a m b i a para siempre su vida. Les cont6 dmo, coincidencial- mente el mismo dia de su partida, d d n maleante, envidioso de su escasa fortuna, habia degollado saba- jemente al pobre animal.

    "Debo confesar", continu6 el hombre, "que nues- tra primem reacci6n ante la muerte de la vaca fue de desesperaci6n y angustia. Por mucho tiempo, la leche que producia habfa sido nuestra 6nica fuente de sus- tento. M&s a h , poseer este animal nos habia ganado el respeto de nuestros vecinosn.

    "Sin embargo, poco despubs de aquel tr6gico dia, nos dimos cuenta que, a menos que hicibramos algo Apidamente, muy probablemente nuesim propia vida estarfa en peligro. Necesit6bamos buscar otras fuentes de aliment0 para nuestros hijos, asi que limpiarnos el patio de la parte de a* de la casucha, conseguimos algunas semillas y sembramos hortal i i y legurnbres para dimentarnos".

  • " b d o al@n tiernpo, nos dirnos cuenta que la irnprovisada granja producia rnucho rn& de lo que necesittibamos para nuestro propio sustento, asi que decidirnos venderle algunos vegetales que nos sobra- ban a nuestros vecinos y con esa ganancia wrnpra- rnos rnk sernillas. Poco despues virnos que el sobran- te de la cosecha alcanzaba para venderlo en el rnerca- do del pueblo".

    "Y de repente sucedi6", exclam6 el hombre wn gran alegria, "por prirnera vez en nuestra vida tuvirnos el dinero suficiente para comprar mejores vestirnentas y arreglar nuestra hurnilde casa. h i , poco a poco, este afio nos ha traido una vida nueva. Es wmo si la tragi- ca rnuerte de nuestra vaca, hubiese abierto las puertas de una nuwa vida".

    El joven escuchaba at6nito el increhle relato. Fi- nalrnente entendi6 la leccion que su sabio maestro queria ensefiarle. Era obvio que la rnuerte del animal no habia sido el final de aquella farnilia, sin0 por el wntrario, el principio de una vida de nuevas y rnayo- res oportunidades.

    El maestro, quien habia perrnanecido en silencio escuchando el fascinante relato del hombre, Uamo al joven a un lado y le pregunt6 en voz baja: "iCrees que si esta farnilia alin tuviese su vaca, habria logrado todo do?"

  • -"Seguramente no", respondi6 el joven sin nin- g & ~ titubeo.

    -"iComprendes ahora? La vaca, adem& de ser su finica posesi6n, era tarnbihn la cadena que 10s man- tenia atados a una vida de conformismo y mediocri- dad. Cuando ya no pudieron contar m& con la falsa seguridad que les daba sentirse poseedores de algo, asi 610 fuera una pobre vaca, tomaron la decisi6n de estonarse por buscar algo m h , por ver m& all& de sus circunstancias presentes" .

    -"En otras palabras, la vaca que sus vecinos veian como una bendici6n, les daba la se1lsaci6n de no estar en la pobreza total, cuando en realidad vivfan en me- dio de la miseria", apunt6 el joven.

    -"iExadamente!", respondi6 el maestro. "Msuce- de cuando logras convencerte que lo poco que tienes es rrhs que suficiente. El conformismo se apodera de tu vida y se convierte en una cadena que no te perrnite buscar algo mejor. Sabes que no eres feliz con lo que posees, per0 tampoco eres totalmente miserable. Est& frustrado con la vida que kvas, mas no lo suficiente como para cambii. LVes lo ~ g i c o de esta situaci6n?"

    "Cuando tienes un trabajo del cual no gustas, con el que no logms satisfacer tus necesidades econ6micas minimas y el cual no te trae absolutamente ninguna satisfacci6n, es f6cil tomar la dedsi6n de dejarlo y bus-

  • car uno mejor. No obstante, cuando tienes un babajo que no te gusta, pero que cubre tus necesidades mini- mas y te ofrece cierta comodidad, aunque no la cali- dad de vida que verdaderamente deseas para ti y tu familia, es facil conformarte con lo poco que tienes. Es facil caer presa del dargracias que por lo menos cuen- tas con algo. Despub de todo, hay muchos que no tienen nada y ya quisieran contar con el trabajo que t6 tienes".

    "A1 igual que aquella vaca, esta actitud nunca te permitira progresar. A menos que te deshagas de ella, no pod& experimentar un mundo distinto al actual. Est& condenado a ser victima de por vida de estas li- mitaciones que t6 mismo te has encargado de estable- cer. Es como si hubieses decidido vendar tus ojos y conformarte con tu suerte".

    El joven estaba absorto, fascinado con todas las observaciones que su maestro le hacia.

    "Todos tenemos vacas en nuestras vidas", agrego el maestro. Uevamos a cuestas creencias, excusas y jus- tificaciones que nos mantienen atados a una vida de medioaidad. Muchos cargarnos con pretextos y discul- pas para explicar por qu6 no estamos viviendo la vida que queremos. Maquinamos excusas que ni nosotros mismos creemos, las cuales nos dan un falso sentido de seguridad cuando frente a nosotros se encuenba un mundo de oportunidades por descubrir; oportuni-

  • dades que s610 pcdremos apreciar si decidiios des- hacemos de nuestras liitaciones.

    -"Quk gran lecci6n1', pens5 el joven discipulo e inmediatamente reflexion6 acerca de sus propias va- cas. Dumnte el redo del viaje recapacit6 acerca de to- das aquellas limitaciones que Q mismo se habia en- cargado de adquirir a lo largo de su vida. Prometi6 liierarse de todas las vacas que lo mantenian atado a una existencia de medioaidad y le irnpedian u t i l i i su verdadero potential.

    Indudablemente, aquel &a marcaba el comienzo de una nuwa vida, iuna vida libre de vacas!

  • CAP~TULO DOS No todas las vacas mugen como vacas

  • Como muchas personas en mi pis, actualmente estoy desempleado.

    A1 leer el libro me di cuento del corm1 de uacas que uenia mrgando: "el mercado t d durn", "hay demasiada

    cornpetencia", "no tengo capitol de trabajo", "a esta edad es dim1 cambiar" y otra sene

    de uacas que me tenian d o a la mediocn'dad. Gracias a la ledurn

    del libro he uisto una luz a1 final del tcinel y poco a poco he echado

    a andar mi creatiuidad 4 h sorpresa- finalrnente, otra uez estoy trabajando

    en mifuturo en lugor de quejarrne de mi pasado.

    do& Carlos Gonzalez. Pen3

  • la vaca

    % i d que w n muchos o h malos habitos, k gan mayoria de nuestras vacas suelen pasar inadvertidas, lo cud les permite ejenm un gan poder sobre nuesha vida. Es m&, pocas personas son wnscientes de ellas y, un n h e r o aun menor, admiin dar erccusas. Pam ellas, sus mzonamientos, lejos de ser excusas, son simplemente explicaciones legitimas y puntuales de c imnshc ias que, wnvenientemente, se encuenhan fuem de su wntrol.

    Se@n ellas, no es que Ueguen "consistentemente tarde a todo", sin0 que: o prefieren Uegar con un "pe- querio &XISO" para evitar ser las p r i m a , o suelen ser victimas de "trAf~co impredecible".

    iVes la manera tan facil como podemos racionali- zar nu&m malos habitos? Convertimas nu&m pre- textos en "explicaciones 16gicasn; a nu&os miedos preferimos llamarlos "precaudones acertadas" y nues- tras pobres expectativas han pasado a ser "una mane- ra m& realista de ver la vida".

    Nos negarnos a aceptar que estemos conformhdm nos con segundos lugares, y preferimas pensar que lo

  • que estamos haciendo es "siendo p15cticos para evitar decepciones mayores". Nunca adrnitiremos ser medio- cres, preferimos pensar que lo que estarnos haciendo es "estableciendo niveles aceptables de rendirniento". Esta es la raz6n por la cud a muchas personas les es difidl aceptar que puedan contar con alguna vaca en su vida. Para ellas, sus justificaciones no suenan como excusas. No todas las vacas mugen como vacas. Ellas vienen diifrazadas de difaentes formas que las hacen menos reconocibles y mi% aceptables.

    Despuds de compariir esta met6fora con cientos de miles de personas de todas partes del mundo, y de es- cuchar sus "explicaciones 16gicas y mzonables", he Ue- gado a la conclusi6n de que muchos de nosotros sim- plemente no estarnos diiuestos a afrontar la idea de tena que deshacemos de nuestras vacas. Preferimos Urnarias de mil maneras m6s aceptables. Ya .4 que esas otras expresiones son m& tolerables y producen menos remordirnientos. Eso es precisamente lo que las hace tan peligrosas, y por lo cual debemos aniquilar- las si deseamos triunfar.

    5% que suena un poco violento hablar de mofar tus vaccrs. 52 que seguramente preferin'as que te pidiera que "realizaras un cambio de actitud, que "trataras de modificar tu comportamiento", 0 que ubuscaras elimi- nar tus malos h&bitosn. Sin embargo, si queremos triun- far, debemos sertotalmente honestos con nosotros mis- mos. Y la honestidad comienza por Uarnar las cosas

    46

  • por sus verdaderos nornbres y no por expresiones m& sensibles o sustitutos m& tolerables.

    En esta met;lfora, la vaca represents todo pretexto, justification, mentira, raciondicibn, miedo o falsa creencia que nos mantiene atados a una vida de me- dioaidad y nos irnpide lograr la calidad de vida que de verdad merecemos. En general, toda vaca pertene- ce a una de estas dos categorfas: Las excusas y las acti- tudes limitantes.

    En la categoria de excusas se encuentran las justifi- caciones, pretext=, evasivas, disculpas y las llamadas "mentirillas blancas". De otro lado, la categoria de ac- tihrdes limitantes, de la cud hablaremos en el siguien- te capitulo, esta conformada por 10s miedos, dudas, explicaciones mcionales, limitaciones y falsas mencias.

    Con frecuencia, utilimos las excusas en nuestro afan por explicar por que no hemos hecho aun aque- 110 que sabemos que deberfamos estar haciendo. La mayor diferencia entre estas y las aditudes limitantes es que, en la mayoria de 10s casos, ni nosokos mismos memos nuestras propias excusas. Sabemos que ellas simplemente no son ciertas. Son solamente una ma- nera fAcil de justificar nuestra mediocridad y quedar bien al mismo tiempo. "Siento haber Uegado tarde, el tr6fico estaba horrible". Sin embargo, no h e el trafico lo que hizo que UegAsemos tarde. Sencillamente no hicimos un esfuerzo por estar tan temprano como de-

  • biamos, y para cubrir este desatino o evitar las m'ticas tornamos el camino rnb facil: inventamos una excusa. Pero es claro que dar una excusa significa ser desho- nestos con nosotros mismos o con alguien mb .

    Tan absurdo corno pueda parecer, excusas corno bta son socialmente rn& aceptables que la verdad. Culpamos al trafico porque no quedaria bien decir que la verdadem &n de nuestra tardanza era que no que- riamos perdemos los liltimos quince rninutos del noti- ciero. De la misma rnanem que no Uamm'amos a nues- tro trabajo a decir: "no voy a trabajar el dia de hoy porque le prometi a mi hijo que iria a la reuni6n de padres de farnilia." En lugar de esto, simplemente Ua- mamos y decirnos que estamos enfermos.

    No obstante, al igual que con cualquier otra vaca, estamos pagando un precio muy alto por estas excusas socialmente aceptables, el precio de saber que no so- mos lo suficientemente seguros e integros corno para enfrentar las consecuencias de hablar siempre con la verdad.

    Las excusas son las vacas m b comunes. Son una for- ma dmoda de eludir nuestras responsabiiidades y jus- tificar nuestra mediocridad, encontrando culpables por todo aquello que siempre estuvo bajo nuestro con- trol.

  • Las excusas son una rnanera de decir: "Yo lo hice pero no fue mi culpa".

    - Reprobe el examen pero la culpa fue del maestro que no nos dio suficiente tiempo para estudiar.

    - No he avanzado en mi trabajo pero la culpa es de mi jefe que no aprecia mi talento.

    - Fm& en mi rnatrimonio pero la culpa fue de mi esposa que no hiio un esfueno por cornprender- me.

    Es posible que lo que esternos tratando de justificar con cualquiem de esias excusas sea una mala nota en la escuela, un rechazo en nuesha relacibn, un confliio en el habajo, o una m'tica. Ahora bien, no hay nada malo con hatar de &tar estas situaciones poco placenteras. Sin embargo, debemos entender que evadirlas no nos permite enfrentar y corregir el problema real que nece- sita ser resuelto.

    Lo que ex- buscan es exonemnos de toda responsabiiidad y colocarnos en el papel de victimas. Lo peor de todo es que, rnientras penserne que alguien m6s es el culpable, no haremos nada para remediar di- cha situation. Despub de todo, no es nuesba culpa.

    Hay 5610 Ires verdades acerca de las excusas. La primera es que si verdaderamente quieres enconhar

  • una disculpa para justificar cualquier cosa, ten la plena seguridad que la hallark sin mayor dificultad.

    Cuando Samuel tuvo que confrontar la dificil rea- lidad de cambiar drasticamente su dieta alimenticia e implementar un riguroso plan de ejercicio fisico para lidiar con la diabetes con la cud habia sido diagnosti- cado, el encontro suficientes excusas para no hacerlo. A pesar de que era su vida la que estaba en peligro, el se rehusaba a tener que cambiar su estilo de vida. "lnfortunadamente no tengo suficiente tiempo para ejercitar todo lo que debiera," "esta es la manem como siempre he comido," "trabajo hasta muy tarde, lo cud me impide levantarme temprano para ir al gimnasio," "si comieramos s610 aquello que es bueno para nues- tra salud nos moririamos de hambre de todas mane- ras." Samuel leg6 al punto de utilizar el nefasto ada- gio: "De algo tenemos que morimos, i no es cierto?" El problema es que ninguna de estas excusas le ayu- dara a mantener su diabetes bajo control. Esperemos que se de cuenta de eso antes de que sea demasiado tnrde.

    Infortunadamente, no toda las personas logran ha- cerIo a tiempo. Recuerdo el caso de un empresario con quien tuve la oportunidad de trabajar hace ya varios afios. Era uno de esos fumadores empedemi- dos que habian terminado por aceptar su mal habito como una de esas cosas sobre las cuales simplemente no tenia n ingh control. Poco antes de morir, victima

  • La Vaca

    de un enfisema pulmonar dijo: "no puedo creer que haya permitido que este absurdo habito me haya ma- tado."

    Lo segundo de lo cud puedes estar seguro unavez comiences a utiliir cualquier excusa, es que encon- bar& aliados. iSi! No importa qu6 tan increible y ab- surda pueda sonar tu excusa, vas a encontrar personas que la crean y la compartan. Tanto asi, que las escu- char& decir: "yo 4 corno te sientes porque a mi me sucede exactamente lo mismo".

    Finalmente, la tercera verdad acerca de las excusas es que unavez las utiliw, noh& inmediatamente que nada habra cambiado. El problema que estabas evi- tando enfrentar mediante la excusa continuara igual. No habrh avanzado hacia su soluci6n sino que, por el contrario, habr& retrwedido. Peor aun, cada vez que u t i l i s dicha excusa, la llwas un paso m& cerca de convertirse en realidad.

    Cada vet que dices "no tengo tiempo" buscando justificar el no hacer lo que sabes que debes hacer, pier- des un poco m& de control sobre tu tiempo y tu vida. Pronto comienzas a notar que est& viviendo una vida reactiva, de urgencia en urgencia, sin tiempo para ha- cer aquello verdaderamente importante para ti. Cada vez tu excusa adquiere una mayor validez, hasta que termina por ser pa te de tu realidad.

  • Repetir y reafi~mar estas ideas y creencias madas tiene un efecto parali i te sobre nosotros. Lo intere- sante es que cuando nos detenemos a waluar si dichas ideas son ciertas o no, descubrimos que muchas de eUas son falsedades que han perdurado gracias a que nadie tom6 el tiempo para cuestionar su veracidad. Porque lo cierto es que todos tenemos todo el tiempo que ne- cesitamos; ni un minuto mb, ni un minuto menos. Tan- to el triunfador como el fracasado cuentan con veinti- cuatro horas en su dia. La unica diferencia entre ella es la manera como eligen invertir su tiempo.

    Indudablemente, las excusas son una manera sim- ple de evitar lidiar con el peor enemigo del bxito: la mediocridad. Ad que olvidate de las excusas. Tus arni- gos no las necesitan y tus enemigos no las creeren de todas manems.

    Como dice el dicho.. .

    A1 ser cornpartidas por muchos, y repetidas con ciertr frecuenaa, un ~ m n numero de excusas terminan por converhe en adagios y aforismos que adoptarnos como si fuemn formulas infalibles de sabiduria. La reiteradon y el paso del tiempo las ha convertido en dichos popu- lares, a pesar de no s e ~ m b que mentiras revestidas de una fina capa de algo que se asemeja a la verdad.

    Dichos como: &nu uiejo no aprende nueuos m(- cos o hrbol que crece torcido jamb su roma endereza

  • Ia Vaca --

    popularizan dos ideas equivocas y absurdas: hacemos creer que existe una edad despuds de la cual es i m p - sible aprender algo nuevo y buscar convencemos de que hay ciertos habitos o comportamientos imposibles de cambiar.

    Estas dos ideas no s61o nos hacen sentir impoten- tes, sin0 que tenninan por cegarnos ante la grandeza de nuestra propia capacidad para aprender y cambiar. Lo m L curioso en torno a esta claw de vacas es que muy pocas veces cuestionamos la supuesta ensehanza que encierran. Asumimos que si se han convertido en dichos populares debe ser porque guardan una pro- funda verdad. No obstante, muchas veces lo que 10s ha convertido en dichos es que son vacas compartidas p o r un gran numero de personas. Por ejemplo, ite has

    -

    preguntado si 10s siguientes refranes encieman alguna verdad, o si 9510 son vacas que oportunamente u t i l i - mos para justificar una situaci6n de confonnismo que parece afectar a muchos?

    - Es mejor malo conocido que bueno p o r conocer.

    - Unos nacen con buena estrella y otros nacimos estrellados.

    - Lo importante noes ganar o perder sin0 haber to- mado parte en el juego.

    - Ojos que no ven, corazdn que no siente.

  • - Mtis vale poco que nada. (Que rnejor ejernplo de conforrnisrno)

    - En boca cerrada no entran rnoscas. (Es decir, que quien no habla no yerra. Lo que no te dice que de boca cerrada tarnpoco sale ninguna idea).

    Examinernos m& de cerca algunos de estos po- pulares refranes para poder apreciar cu61 es el verda- dero precio que estamos pagando por su uso. Irnagi- nate por ejemplo, lo ilogico de decir 'no' a una nueva oportunidad profesional, prefiriendo mantenerse en un trabajo del cud no disfrutas y que no te esth Ile- vando a nin@n lado, simplemente porque, "es me- jor malo conocido que bueno por conocer." Tan ab- surdo como esto pueda parecerte, hay rnuchas per- sonas que utilizan este viejo adagio para justificar su inactividad, asi el precio por su falta de accion sea una vida de mediocridad.

    Ahora, ique piensas de la idea de que para witar sufrir es rnejor vivir en la ignorancia, porque, despues de todo "ojos que no ven, wraz6n que no siente"? No te irnaginas cuantas personas prefieren no ir al mbdico, a pesar de las dolencias que les pueden estar aquejan- do, influenciadas por esta absurda idea; o padres que no se atreven a preguntarle a sus hijos si algo anda rnal, por miedo a lo que puedan descubrir, hasta cuan- do ya es demasiado tarde.

  • La Vaca

    Asi que antes de apresurarte a utiliar cualquiera de estas supuestas "joyas de la sabiduria popular", ase- girate de no estar perpetuando aquellas v a w que lo linico que logran en tu vida es hacer m6s Nevadero el conformismo. DespuBs de todo recuerda que ma1 de much os... consuelo de bobos.

  • CAP~TLILO TRES Toda vaca comienza su vida como una

    mansa ternera

  • Lo uaca que m b me estorbaba era la idea de que solo con el apoyo inwndicional de mi familia y mi esposo podnb salir de

    mi mediocridad. Necesitabo desesperadamente una palabra de alienb de mi familia que

    me confirmara que ellos creian en mi. Sin embargo, parecia que lo dnim

    que siempre encontmba era su desaprobaci6n, asi que optoba por no hocer nada, culphndolos

    a ellm por mi inactiuidad -iquk uaca!-. Hoy, he decidido dejarme guior por mi

    intuicion, aceptar la responsabilidad por mis acciones y poner oidos sordos a todo

    comentario negotiuo Curiosomente, ahora que yo no lo busco, he comenzado a recibir

    el apoyo de &as mismas personas.

    -An0 Maria Contrems, Colombia

  • La Vaca

    e n el capft~~lo ante", dije que n u e s h actitudes limitantes, tan absurdas, inacionales y lejanas de la rea- lidad como puedan parecer, son muy reales para quien las estA experimentando. iQu6 tan reales?

    Consideremos por ejemplo 10s temores, una de las actitudes limitantes m& poderosas que existen. En muchas ocasiones, aquello que tememos carece de bases y no es m L que una mentim que aparenta ser real. No obstante, el miedo que nos produce es tal, que nos puede pamlizar y detener para aduar.

    Hablar en publico es un buen ejemplo de esto. iQu6 tan real es este temor para algunas personas? Uega a ser tan intenso, que en la lista de 10s temores o miedos m& comunes, hablar en publico se encuentra mucho m& amba que el mismo miedo a la muerte. Tan ab- surdo como puedaparecer, para muchos hablar frente a un grupo d e personas produce m L ansiedad y mie- do que la misma idea de morir.

    Si crees que estoy exagemndo, hata de hacer que una de estas personas se pare frente a un grupo a decir

  • unas cuantas palabras y observa lo que sucede. Sues- tad0 mental y fisico cambia inmediatamente. Comien- zan a sudar, su corazon ernpieza a latir rnucho r n h ra- pido y sus piernas se debilitan al punto de sentir que se van a desmayar. Aside terrible e intimidante es para ellos la idea de hablar en publico. Sin embargo, inten- ta decirles que lo suyo es un miedo imcional, que nada rnalo sucedera, y descubrirh que tan real es este te- mor para quien lo experimenta.

    Sin duda alguna, 10s temores son una de las peores clases de vacas que existen. Pueden tornar control de nosotros y, literalmente, paralirnos fisica y mental- rnente. Por esta r d n , es vital que aduemos a pesar del temor y la ansiedad que esternos sintiendo. La ac- cion es la linica cura.

    Otro tip0 de actitud lirnitante son las justificaciones; explicaciones con las cuales tratamos de convencer- nos a nosotros mismos y a 10s dern& que la situacion no esti tan mal como parece. Esto, a pesar de que ya no podarnos soportarla ni un minuto m&. A1 igual que con las d e m h vacas, el mayor problema con las justifi- caciones es que despues de u t i l i l a s con cierta fre- cuencia terminarnos por aceptarlas corno verdades.

    Muchas personas derrochan gran cantidad de tiem- po justificando y explicando por que deben continuar en una situaci6n en la cud es obvio que no quisieran estar. Prefieren fabricar cornplejas explicaciones para

  • justificar quedarse en un rnal trabajo, en lugar de hacer lo obvio, conseguir uno nuwo. Y al final, terrninan por convencerse a ellas rnismas que el statu quo es la rne- jor altemativa.

    Cuando pienso acerca de 10s efedos devastadores de las justificaciones, recuerdo una rnujer que se acer- c6 a mi durante una presentacion que me encontraba realiiando en una libreria. Ella quena que yo le ayu- dara a desarrollar una mejor actitud hacia su trabajo. "CuQntame un poco acerca de el," le dije. "Odio mi trabajo", heron sus prirneras palabras, "mi jefe es cini- coy no aprecia mi labor. Lo peor de todo es que no estoy haciendo aquello para lo cud me prepare. He tratado de ser positiva, pero el solo hecho de pensar en llegar a mi trabajo cada rnafiana, se ha convetlido en una pesadilla." DespuQs de esto, ella prosiguio a d a m e suficientes razones de porque, tristernente, ella creia que no tenia otra opcion m& que quedarse ahi.

    Cuando finalrnente me pregunto que podia acon- sejarle para sobrellevar su situacion laboral de una rnanera rn& positiva, le dije: "iRenuncia! Busca otro trabajo. Descubre algo que ames hacer." La sorpresa en su cara era la widencia de que esta no era la res- puesta que ella estaba esperando. La verdad, no creo que siquiera hese una opcion que ella hubiese consi- derado. Le explique que nuestra rneta nunca debe ser aprender a soportar aqueUo que odiamos, sin0 descu- brir aquello que amamos hacer. La vida es demasiado

  • corta para derrocharla haciendo cosas que odiarnos. Corno lo explica mi amigo Brian Tracy: "una de las rnaneras m L comunes de despilfmar nuesko tiernpo es desperdiciar nueska vida en el kabajo equivocado."

    En ocasiones, las actitudes lirnitantes tornan la for- made falsas creencias sobre nuestms propias habiida- des, o acerca de las dernL personas o el rnundo que nos rodea; creencias que no nos permiten utilizar nues- ko potencid al rnikirno.

    Isabel, a quien tuve oportunidad de wnocer en una de rnis conferencias en la ciudad de Miami, estaba re- cien llegada al pais, tenia sesenta atios y llevaba varios rneses katando de enwntrar un kabajo. Ella tenia todo un arsenal de aeencias acerca del por que le iba a ser tan dificil tener hi to en su profesion. "Mi busqueda de ernpleo ha sido un fracas0 total", " Q u d sea porque nunca he sido buena kabajando con okas personas", "ya estoy rnuy vieja y ninguna cornpatiia va a querer conkatar a una rnujer de sesenta atios wn un fuerte acento wmo el rnio". Durante varios rninutos Isabel se aseguro de presentanne un sinnurnero de argurnentos de por que le iba a ser imposible enconkar un buen kabajo. Hacia el final de nueska conversation me en- tere que durante todo este tiernpo, ella solo se habia presentado a solicitar kabajo en una sola ernpresa en la cud no habia sido aceptada.

    "iQue puedo hacer doctor Cruz?"

  • La Vaca

    Algo me dijo que esta no era la primera vez que lsabel compartia su historia de desencanto. Es mas, es- toy seguro que ya la habia cornpartido un par de cien- tos de veces antes de llegar a mi. Por esta razon le dije: "Primero, quiero que pares de contar esta historia, y segundo, esperemos a que recibas cien rechazos antes de apresurarnos a referimos a tu bfisqueda de trabajo como un fracas0 total, ide acuerdo? %lo cuando ha- yas recibido cien rechazos nos preocupmmos por en- contrar una nueva estrategia de busqueda de empleo.

    Tres meses mas tarde, coincidencialmente me en- contraba realizando otra conferencia en la misrna ciu- dad, y nuevamente Isabel hizo su aparicion. Camino hacia mi abriendose paso entre la gente, y con una voz llena de orgullo y entusiasrno me dijo: "iDos! No tuve que recibir m& que dos rechazos antes de encontrar un gran trabajo. Uevo dos meses y medio en el y estoy muy contents." Y de verdad se veia muy feli. Isabel era una nueva persona. Esta es una muestra de lo que puede suceder cuando nos liberamos del enorme peso de cargar con tantas vacas a cuestas.

    Como ves, las vacas suelen adoptar formas y dis- fraces que dificultan que las reconozcamos como tales. Lo cierto es que a pocas personas les gush admitir que tienen vacas en su vida. Prefieren aceptarlas como car- gas ineludibles que el destino ha depositado sobre sus hombros, sobre las cuales ellas tienen muy poco o nin- @n control. En general, toda idea que te debilite, que

  • te de una excusa o te ofrezca una escapatoria para elu- dir la responsabilidad de lo que debes hacer, segura- rnente es una vaca. Y de la rnisrna rnanera que mu- chas grandes rnentiras cornienzan corno una simple mentirilla blanca, las enormes y bien desarrolladas vacas con que cargarnos a lo largo de toda nuestra vida han comenzado corno inocentes y mansas temeras.

    Un dia en la vida de un pesimista

    El pesirnisrno es un gran ejemplo de c6rno cornienzan a tomar forma rnuchas de nueskas vacas. Los pesirnis- tas viven en un rnundo deprirnente y negativo mien- kas que 10s optirnistas viven en un mundo positivo y lleno de oportunidades. Sin embargo, la verdad es que 10s dos cornparten el mismo mundo. La diferencia en- ke la vida que ellos experimentan y 10s resultados que obtienen son s61o la consecuencia l6gica de sus pen- sarnientos dorninantes.

    En cierta ocasi6n, hablando con una persona par- ticulannente negativa, descubri el que a e o yo que es el comienzo de las attitudes pesirnistas de rnuchas personas. En respuesta a un cornentario que le hice sobre su visibn un tanto lligubre del rnundo, 61 rapida- rnente respondi6 con la familiar frase: "yo sirnplernen- te estoy siendo realista".

    Segurarnente hj habrk enconkado a una de esas personas que emplea gran cantidad de tiempo tratan-

  • Ia Vaca

    do de convencerte de que sus actitudes negativas no son m& que "expectativas realistas". De hecho, si le preguntas a una persona positiva si es optimists, con seguridad te dira que si. No obstante, si le preguntas a una persona negativa si es pesimista, seguramente te respondera algo asi como: "Yo no soy pesimista, sim- plemente soy realista".

    LVes por qu6 este pensamiento es una vaca? Si aceptas que eres pesimista, negativo y amargado, es posible que, tarde o temprano, decidas que necesitas cambiar y optes por buscar ayuda para hacerlo. Sin embargo, si crees que solo est6s siendo realista, lo mas probable es que no sientas la necesidad de cambiar. Despues de todo, ser realista es tener 10s pies sobre la tierra y ver [as cosas tal como son. 0, por lo menos, eso es lo que 10s realistas dicen. No obstante, si observas con cuidado, te daras cuenta que las denominadas "personas realistas" tienden a ser pesimistas y a tener bajas expectativas. Ser una "persona realiita" no solo te impide ver tu propio pesimismo, sino que a d a como un lente a traves del cual ves e interpretas el mundo que te rodea.

    Es simple, si te pones unos lentes oscuros, todo lo vas a ver oscuro. Si utiliis unos lentes de color verde, todo lo ver& verdoso. De la misma manera, 10s pesi- mistas tienden a enfocarse en 10s problemas y no en las soluciones. Tienden aver con mayor claridad sus debi- lidades que sus fortalezas, y suelen tener expectativas

  • mucho mi% bajas que la persona promedio. Su pesi- mismo es el lente a travks del cud observan y evaluan el mundo que 10s rodea. Y no es que hayan nacido asi; su pesimismo es un comportamiento aprendido.

    En general, las emociones y sentimientos negati- vos son vacas que adoptamos a lo largo de nuestra vida y programarnos en nuestro subconsciente de ma- nera voluntaria, con consecuencias desastrosas. Los pensamientos negativos no d l o te mantienen atado a la mediocridad, sino que poco a poco destruyen tu vida. Generan fuerzas y sentimientos nocivos dentro de ti que se evidencian tanto en estados emocionales daninos y pejudiciales, corno en enfermedades y pa- decimientos fisicos como las ulceras, 10s males del co- razon, hipertension, problemas digestivos, migrahas y otros. Los pensamientos hostiles y de enojo, por ejem- plo, aumentan la presion arterial, mientras que el re- sentimiento y la tristeza debilitan el sistema inmunol6gico del cuerpo.

    La vaca del pesimismo tiene efectos devastadores para la salud fisica y mental. iTe has dado cuenta que aquellas personas que constantemente se quejan por todo son las mismas que suelen enfermarse con mayor frecuencia?

    Martin Seligman, profesor de la Universidad de Pennsylvania, asevera que 10s pesimistas sufren un mayor numero de infecciones y enfermedades croni-

  • -

    La Vaca ----

    cas y su sisterna inrnunol6gico no responde tan bien corno el de una persona optirnista. De hecho, un estu- dio realizado por la Universidad de Haward dernostrd que aquellas personas que a 10s veinticinco aAos de edad ya poseian una actitud pesimista, habian sufrido en promedio un mayor nlimero de enfermedades se- rias entre 10s cuarenta y 10s cincuenta aAos de edad.

    LQue efectos positivos podernos generar al matar la vaca del pesirnisrno? En otro estudio realizado por un grupo de investigadores del hospital King's College de Londres, con 57 rnujeres que sufrian de dncer del seno y habian sido sornetidas a una masectornia, se encontr6 que siete de cada diez mujeres que poseian lo que 10s doctores llamaban espiritu de lucha, vivian, diez aAos rn& tarde, vidas normales, rnientras que cua- tro de cada cinco de las rnujeres que, en opini6n de 10s doctores, habian perdido la esperanza y se habian resignado o lo peor, poco tiempo despuQs de escuchar el diagnostic0 habian muerto. Asi que, corno ves, rnu- chas de estas vacas no solo afectan nuestra actitud y nuestra vida ernocional, sin0 que nos pueden estar robando nuestra vida.

    La buena noticia es que a pesar de que en el pasa- do hayamos permitido que nuestro medio u otras per- sonas a nuestro alrededor hayan condicionado nues- tra mente para aceptar la medioaidad, en este rnornen- to cada uno de nosotros puede cambiar esta actitud y reprogramar su rnente para el exito.

  • La prisi6n de las falsas creencias

    Sin lugar a dudas, las vacas m& recurrentes, y las que peores resultados kaen a nueskas vidas, son las falsas creencias sobre lo que podemos -o no podemos- hacer y lograr en nuesh vida; limitaciones que noso- kos mismos nos encargamos de adoptar acerca de nueskas propias capacidades, talentos y habilidades. Por ejemplo, si en tu mente reposa la creencia de que no podr& triunfar porque no wntaste con la buena fortuna de ir a la escuela, con seguridad esta idea go- bemara tu vida, tus expectativas, decisiones, metas y manera de actuar. Esta falsa creencia se convertira en un prograrna mental que, desde lo m& profundo de tu subconsciente, regira todas tus acciones.

    Tus creencias determinan tus expectativas, ktas in- fluyen en tu rnanera de actuar, y tu rnanera de actuar determinar6 10s resultados que obtendr& en tu vida. Las creencias lirnitantes generan bajas expectativas y producen pobres resultados. Pero, idrno llegan estas ideas a wnvertirse en creencias lirnitantes? iCorno lo- gran conkolar nuesko destino? Obsewa la rnanera tan sencilla corno esto ocurre. La persona saca conclusio- nes erradas a pa& de prernisas equivocas que ha acep- tad0 corno ciertas. Obsewa corno funciona este meca- nismo:

    Primera premisa: Mis padres nunca fueron a la escuela.

  • Segunda premisa: Mis padres no logmron mucho en la vida.

    Conclusion: Como yo tampoco fui a la es- cuela, seguramente tampoco logar4 mucho con mi vida.

    iVes 10s efectos tan devastadores que tienen estas generaliiciones que nosotros mismos nos hemos en- cargado de crear con nuestro d i i q o interno? Podernos near uno de los circulos viciosos m& autodeshctivos que podamos imaginar, ya que entre m& incapaces nos veamos nosotros mismos, m& inhtiles nos veran los demL. Nos trataran como incapaces, lo cud solo con- firmah lo que ya sabiamos de antemano, que eramos unos inlitiles.

    Sin embargo, el hecho de que tus padres no ha- yan logrado mucho, quiza no tenga nada que ver con que hayan o no hayan ido a la escuela. Inclusive, aunque asi fuera, eso no significa que contigo vaya a suceder lo mismo o que no puedas cambiar esta si- tuacibn.

    A JOG Luis Ferret, un joven latinoamericano resi- dente en Australia, siempre le embargo el temor de tra- bajar en una profesion distinta a aquella para la cud se habia preparado. A pesar de que existia poca de- manda para dicha profesion en su nuevo pais, el solo pensar en aventurarse en un campo totalmente nuevo

  • para 61, era suficiente para crear gran ansiedad y temor acerca del futuro que le esperaba. Por largo tiempo, esta vaca le impidio aprender cualquier disciplina que se encontrara en una area distinta a aquella que habia estudiado. Jose Luis habia caido victima de la tan co- nocida vaca: zapatero a tus zapatos, que p e r p e ~ a la idea de que cada cual debe dedicarse a lo que estudio o aprendio.

    Por supuesto que habian otras profesiones y traba- jos que le atraian, pero iqu6 iban a pensar sus padres, su familia o amigos si se enteraban que habia abando- nado su profesion original? Hacer esto era admitir que todos esos aiios que habia invertido en sus estudios universitarios habian sido una p6rdida de tiempo. iQue iban a pensar 10s demas si el tomaba la decision equi- vocada? iQu6 sucederia si despues de hacer tal cam- bio descubria que no contaba con las aptitudes y habi- lidades necesarias para hiunfar en su nueva profesion? Todas estas dudas lo mantenian preso, paraliiado e in- capaz de tomar cualquier decision. Cabe anotar que esta es una vaca particularmente peligrosa en el mun- do actual, ya que segtin algunos estudios, debido a la globalization, las nuevas tecnologias y la alta competi- tividad, la persona promedio hoy debe esperar des- empeiiarse por lo menos en siete areas distintas a lo largo de su vida profesional.

    Afortunadamente, J d Luis decidio aceptar el reto de iniciar estudios en un c a m p totalmente nuevo para

  • La Vaca

    el. Hoy, no solo se ha dado cuenta que realmente ama su nueva carrera, sin0 que disfruta su vida profesional m& que nunca.

    Al igual que Jose, muchas personas permiten que el miedo a lo nuevo o a lo desconocido les impida actuar. En ocasiones, el temor de aquello que no es totalrnente familiar para nosotros, nos roba la oportu- nidad de disfrutar inclusive de las cosas m k basicas. Evitarnos probar nuevas comidas, explorar diferentes culturas o tratar nuevos pasatiempos. No obstante, ir siempre a la segura crea miedos irracionales y limita nuestro potencial de crecimiento.

    "Es mejor afenarse a lo que uno conoce", "ipara que cambia lo que esti bien?", "no bate de arreglar lo que no se ha roto" o el tan conocido refran: "Es rnejor malo conocido que bueno por conocer". Todas estas expresiones buscan disuadimos de salir de nuestra zona de wmodidad. El problema es que rnuchasveces la apa- rente seguridad que nos provee el mantenemos dentro de esta zona dmoda y conocida para nosotros, nos im- pide realizar importantes cambios profesionales o aban- donar relaciones de pareja abusivas, por temor a termi- nar en peores circunstancias.

    iCud es la leccion? Necesitamos cuestionar todas las creencias que existan en nuestra mente. No aceptes limitaciones sin preguntarte si son vaidas o no. Recuer- da que siempre ser& lo que creas ser. Si crees que pue-

  • des triunfar, seguramente lo harh. Si crees que no triun- far&, ya has perdido. Es tu decision.

    Cuando el conformismo toma posesion de nuestra vida

    Corno ya lo he mencionado, no es sorprendente que rnientras podarnos racionalizar o justificar un rnal ha- b i t ~ o una pobre actitud, probablernente no haremos absolutarnente nada para cambiarlos. La r d n es rnuy sencilla: rnientras creas que, "asison las cosas y no hay nada que puedas hacer para cambiarlas" o que algo esti "totalmente fuera de tu control", no habra necesi- dad de tornar ninguna medida para rernediar dicha si- tuacion. Despues de todo, corno dice el dicho: "Para que buscar lo que no se le ha perdido".

    Las personas utilian un gran nurnero de justifica- ciones para explicar su rnala salud, una pobre relacion, o el pobre trabajo que puedan estar realizando en la crianza de sus hijos. Muchos de nosotros nos contenta- rnos con quejamos y larnentamos por aquello que nos rnolesta, pero no hacernos nada para cambiar nuestro cornportarniento. En lugar de hacerlo, buscarnos una buena excusa que nos ayude a explicar por que no podernos actuar.

    "No sabes d r n o quisiera poder m i d m e rnh, pero sirnplemente no tengo tiernpo". "Los gastos medicos esti5n tan altos que no me puedo dar ese lujo". "Yo no

  • confio en 10s doctores". Para aquellas personas que buscan desqmadarnente una manera de justificar ante 10s demas su pobre cuidado de la d u d , cualquiem de estas excusas da lo mismo. El problems, obviamente, es que ninguna de ellas las va a aliviar de sus quebran- tos fisicos ni va a ayudarlas a mejorar su salud.

    Lo mismo suele ocumr en otras Areas de nuestra vida. Por ejemplo, ana l i i el siguiente razonamiento que algunos padres util'mn en un esfuerzo por justifi- car el poco tiempo que le dedican a sus hijos: "Yo & que deberia compartir mas tiempo con mis hijos, pero la verdad es que llego demasiado cansado del trabajo. Despues de todo, trabajo para proveerles una mejor vida y con ello les estoy mosirando que 10s amo".

    A simple vista, esta vaca parece real. Es posible que algunos de 10s ledores que la cargan esthn pensando lo mismo. Pero lo cierto es que no es m h q u e una vaca, ya que todos podemos dedicade m k tiempo a nues- tros hijos.

    Si k t a es tu vaca, sh creativo e ingeniate diferentes formas para involucrar a tus hijos en tus actividades y wmpadir m& con ellos. lnteresate en sus pasatiempos favorites, habla m& con ellos durante las comidas, dedica un tiempo cada noche para preguntarles sobre su dia antes de que se vayan a dormir, ayirdales con sus tareas y adividades escolares, organiza actividades recreativas dumnte los fines de semana que te permi-

  • tan crear una relacion de mayor cercania y amistad con ellos. No basta con satisfacer sus necesidades bhicas a costa de privarlos de tu afecto.

    Otra excusa que algunos padres utilizan para justi- ficar esta situacion es la siguiente: "Lo importante no es la cantidad de tiernpo que pase con mis hijos, sin0 la calidad". iQue te parece esta vaca? Suena tan bien que, literalrnente, rernueve por cornpleto la necesidad de pasar mas tiernpo con ellos. DespuC de todo, mien- has estemos convencidos que estamos dandoles cali- dad de tiernpo (independienternente de lo que esto quiera decir), la cantidad no tiene mayor irnportancia. iTe das cuenta lo peligrosa que es esta vaca? Porque lo cierto es que, en la relacion con nueskos hijos, la cantidad de tiernpo que pasernos con ellos es tan irn- portante corno la calidad. Es rnh, si yo tuviese que elegir, elegiria cantidad.

    Si tienes alguna duda a1 respedo kata de visual i i la siguiente situacion: irnaginate que entcas a un restau- rante con un amigo y los dos piden un fdete de pescado. A tu amigo le kaen un enorme fdete, gnreso y jugoso, rnientras que a ti te kaen uno pequefio que no es ni la quinta parte del que le ha tocado a tu amigo. Al hacer el reclarno, el mesero te responde: "Ah, sefior, la explica- cion es rnuy sencilla, su filete es de mejor calidad. No s6 que responderias hi en tal situation, p r o sin duda, yo le dejarfa saber que para mi la cantidad es tan impor- tante corno la calidad y demandar'a una porcion mayor.

  • La Vaca

    Como padre de tres hijos, he Uegado a entender queen la gmn mayoria de 10s casos eUos siempre acep- taran sin mayores quejas el tiempo que decidamos darles. Si no dedicamos suficiente tiempo para jugar con ellos, por ejemplo, seguramente encontraran un amigo u otra actividad con la cud diitraerse. Si noso- tros no estamos disponibles para ellos cuando necesi- tan ayuda con sus tareas, simplemente har6n lo mejor que puedan por sf solos. Y si no estamos para ellos cuando tengan problemas m& serios o situaciones di- ficiles que puedan estar enfrentando, ellos simplemen- te escucharan a cualquiera que estb diipuesto a pres- tarles atencion.

    Una cosa es segura, las attitudes, autoestima y ca- rader que desarrollen nuestros hijos seran el resultado de la calidad y la cantidad de tiempo que decidamos dedicarles. La eleccion es entre tener un impact0 posi- tivo en la vida de nuestros hijos que perdure por siem- pre, o permitir que la vaca del "no tengo tiempo", con- tinue controlando tu vida.

    Como puedes ver, es facil apropiarnos de un sin- numero de vacas que lo unico que logran es limitar- nos e impedirnos vivir nuestra vida al m&imo.

    iQue hace que un ser humano, voluntariamente, lleve una vaca a cuestas a pesar de saber que esta le priva de vivir una vida plena y feliz? Parece ilogico conservar algo que va en detriment0 de nuestra pro-

  • pia felicidad. Sin embargo, tan absurdo como pueda parecerte, muchas personas han tomado la decision consciente de permitir que estas falsas ideas saboteen su exito.

    Un enemigo llamado promedio

    Alguna vez escuche a un entrenador tecnico procla- mar con impetu a su equipo: "El enemigo de lo ex- traordinario es lo bueno". Despuk de reflexionar por un momento acerca de esta idea, pude apreciar la gran sabiduria contenida en esa simple frase. Mientras que estemos satisfechos con ser "buenos" nunca seremos "extraordinarios". Sommerset Maugham, escritor bri- tinico de drama y ficcion dijo: "Lo interesante acerca del juego de la vida es que si decidimos aceptar solo lo mejor de lo mejor generalmente lo conseguiremos". Lo opuesto es igualmente cierto. Aquellos que deci- den contentarse con una vida promedio o una existen- cia mediocre, generalmente tambien lo logran.

    Muchas personas no son conscientes de las vacas que llevan a cuestas, otras lo son, pero continuan cui- dandolas y alimentindolas, porque estas les proveen una zona de comodidad en la cud la mediocridad es aceptable. Ellas tienen una excusa para cada estacion, ocasion, o dia de la semana. La culpa de su pobre suerte son otras personas, las circunstancias o el destino. Y mientras haya a quien culpar todo esti bien.

  • Sin ninguna vaca que justifique nuestra mediocri- dad, solo tendriarnos dos opciones: aceptar la total res- ponsabilidad por nuestras circunstancias y cambiar (ikxito!), o aceptar que sornos incapaces de tomar con- trol de nuestra vida y resignarnos (iframso!). Cuando Qstas son las dos linicas opciones es m8s f8cil tornar la decision de triunfar, ya que el dolor asociado con la segunda alternativa es una carga demasiado pesada para cualquier persona.

    Sin embargo, las vacas nos dan una tercera opcion, aun peor que la segunda: nos convierten en personas con buenas intenciones, a quienes infortunadarnente la suede no les ha sonreido (imediocridad!). Quere- mos llegar lejos pero no hemos podido. Deseamos lo- grar grandes rnetas, pero por alguna razon nos ha sido imposible. Nose nos presentan las oportunidades que a otros si; no tenernos buenos genes, no heredamos el talent0 o no hernos tenido buena fortuna. Y puesto que somos las pobres vidirnas de un cruel destino, debemos contentarnos con lo poco que tengamos.

    La rnediocridad es peor que el fracaso total. &te al menos te obliga a evaluar otras opciones. Cuando has tocado fondo y te encuentras en el punto m k bajo de tu vida, la unica opcion es subir. La miseria absoluta, el fracaso total, el tocar fondo, te obligan a actuar. No obstante, con el conformismo sucede todo lo contra- no, puesto que 6ste engendra mediocridad y a su vez, la mediocridad pe rpe~a el conformismo. El gran peli-

  • gro de la rnediocridad es que es soportable, podernos vivir con ella.

    Haw al@n tiernpo escuche una historia que ilustra este punto perfectarnente:

    Una persona llego a la casa de un viejo granjero. Frente a la puerta de su casa se encontraba sentado uno de sus perros. Era evidente que el perro no estaba a gusto, que algo le rnolestaba y lo tenia irritado ya que ladraba y se quejaba sin p a r . Despubs de unos rninutos de ver el evidente estado de incornodidad y dolor que exhibia el animal, el visitante le pregunto al granjero que podria estarle sucediendo a1 pobre ani- mal.

    - No se preocupe ni le preste mayor atencion -res- pondio el granjer-. Ese perro leva varios afios en las rnisrnas.

    - Pero ... inunca lo ha llevado a un veterinario aver que puede estarle sucediendo?, pregunto el visi- tante.

    - Oh no, yo se qub es lo que le rnolesta. Lo que su- cede es que es un perro rnuy perezoso.

    - iQu6 tiene eso que ver con sus quejas? - Ocurre que, justo donde esth acostado, se encuen-

    tra la punta de un clavo que sobresale del piso, que lo pincha y lo rnolesta cada vez que se sienta y por eso ladra y se queja.

    - Pero ... y ipor qu6 no se rnueve a otro lugar?

  • La Vaca

    - Porque seguramente lo molesta lo suficiente como para quejarse, pero no lo suficiente como para moverse.

    Este es el gran problema con el conformismo y la medioclidad, que siempre nos molestan y nos inco- modan, pero no lo suficiente como para que decida- mos cambiar. iConoces a alguien que este en esta si- tuacion? iY t& tienes un clavo o una 'espina' que te este molestando y que no te haya permitido alcanzar aquello que verdaderamente deseas? Si es asi, decide hoy mismo deshacerte de todas las vacas que te estAn robando la posibilidad de vivir una vida plena y feliz.

  • CAP~TULO CUATRO Vacas de diferentes

    colores

  • Mi uaca era: "No quiero empezar hasta no s t a r totalmente seguro". Esta uaca

    me daba la tranquilidad de creer que estabo siendo responsable, p r o

    lo que en realidad hizo fue impedirme realizar numerosos proyectos, esperando

    el momento propicio, o que se dieran todas /as condiciones. Ahora me doy cuenta que si espero las condiciones ideales

    para hacer /as cosas, no podre emprender casi ningun proyecto, asi que

    he aprendido a octuar.

    -Daniel Mendoza, Argentina,

  • La Vaca -

    ace al@n tiempo, un viejo amigo que crecio en 9 una granja situada en el oeste del estado de Pennsyl- vania, cornparti6 conmigo la description m& grafica y exacta que he escuchado sobre por qu6 muchas per- sonas no son conscientes de sus excusas. En un len- guaje digno de todo un granjero me dijo: "El proble- ma Camilo, es que 10s cerdos no saben que ellos hue- len mal" (supongo que las vacas tampoco). Creo que su obsewacion no requiere de m& explicaciones.

    De vez. en cuando, alguien se me acerca durante una de mis presentaciones, y con gran exuberancia y una sonrisa amplia me dice: "Dr. Cruz, he estado pen- sando acerca de lo que usted acaba de decir y he Ile- gado a la conclusi6n de que yo no tengo ninguna vaca". Siempre que escucho esto recuerdo la frase de mi amigo el granjero, y procedo a compartir con esta persona algunas ideas para asegurarme que no se le hayan quedado escondidas algunas vacas en al@n lugar recondito de su mente.

    ESG es precisamente lo que quiero hacer en este ca- pitulo. Quiero compartk contigo algunas de las vacas m&

  • cornunes que okas personas han cornpartido conrnigo. No las rnenciono para que Las adoptes, ya que segum- rnente tienes mi% que suficientes con las tuyas. Mi pro- w i t 0 es que aprendas a rewnocerlas y evitarlas, y que estos ejernplos te ayuden a identificar las tuyas pmpias, de rnanera que puedas deshacerte de ellas. Corno ve&, las vacas vienen en una gmn diversidad de wlores.

    1. Las vacas del "yo estoy bien":

    - Yo estoy bien ... Hay okos en peores circunstan- cias.

    - Odio mi kabajo, pero hay que dar gracias que por lo rnenos tengo algo.

    - No tendre el rnejor rnatrirnonio del rnundo, per0 por 10 rnenos no nos pelearnos todos los dias.

    - No tendremos rnucho, pero al rnenos no nos acos- tamos con harnbre.

    - Apenas pase el curso, pero por lo rnenos no lo perdi. Quiz& es hora de aceptar que no soy tan inteligente corno okas personas.

    El gran peligro con la vaca del "yo estoy bien" es que las personas que piensan que estan bien y se en- cuenkan a gusto de esa rnanera, no ven ninguna ra- z6n para rnejorar sus vidas. No obstante, recuerda la

  • idea mencionada en el capitulo anterior: el enemigo de lo extraordinario es lo bueno.

    Cuando encuentras una excusa que justifique tu mediocridad, terminas por aceptar condiciones de vida que jamas hubieras permitido si no contaras con dicha excusa. Para Laura Dante, quien reside en 10s Estados Unidos, su vaca era: "No puedo dejar este trabajo, empezar de cero nuevamente y arriesgarme a no en- contrar nada mejor".

    SeMn ella, este temor la mantenia atada a un em- pleo mediocre, plagado de problemas y peligros para su salud fisica y mental. Lo peor de todo era que, des- p u b de diez afios en aquella empresa, habia comen- zado a aceptar que quiz% ese trabajo seria su futuro para el resto de sus dias.

    "Cuando me di cuenta que el miedo era mi vaca", dice Laura "me convenci que el trabajo que tenia se habia convertido en una atadura para mi vida, que no me permitia explorar nuevos horizontes y decidirenun- ciar. Sabia que si no lo hacia estaria atrapada en este cdejon sin salida por el resto de mi vida. No fue fAcil tomar la decision, no estaba un 100% segura de que era la mejor manera de proceder, per0 a pesar de todo renuncie.

    "Ahora soy una persona feliz. Estoy bien de 3% ild, mentalmente estoy tranquila y el estres que sufria ha

  • desaparecido casi por complete. Pero lo mas intere- sante de todo es que me he podido dar cuenta que mis temores no tenian ninghn fundarnento. He tenido rne- jores ofertas de trabajo e incluso logre tornarme un rnes de vacaciones, cosa que no habia hecho en largo tiern- po por temor a tener problemas econornicos."

    La historia de Laura es un ejernplo de como una sola vaca puede generar toda una serie de ernociones negativas que pueden paralizarte y sabotear tu vida. Sin embargo, la buena noticia, y quiz& una lecci6n mas significativa es saber que cuando te deshaces de tu vaca logras cosechar, no uno, sino rndltiples resulta- dos positivos en tu vida.

    2. Las vacas de "la culpa no es ha":

    - Mi mayor problerna es la falta de apoyo por parte de mi esposo.

    - Si mis padres no se hubiesen divorciado, quizas no hubiese desarrollado tantos cornplejos.

    - Mi problerna es que mi esposa es muy negativa.

    - Es que en este pais no hay apoyo para el ernpre- sario.

    - Yo tengo buenas intenciones pero con esta eco- nornia Dues ... ni rnodos.

  • - Lo que sucede es que no tuve profesores que me motivaran para salir adelante.

    La vaca que mas estorbaba a Luis Fernando Vanegas, un joven empresario colombiano, era la idea de que necesitaba el apoyo incondicional de su fami- lia para salir adelante. "Siento como si toda mi vida hubiera estado sometido a la voluntad de mis padres, familiares y amigos", dice Luis Fernando, refinendose al hecho de que muchas de sus vacas heron obsequios de otras personas. "Siempre que iba a comenzar un proyecto, estaba seguro de recibir las cn'ticas, consejos y sugerencias -vacas de estos 'expertos"'.

    "No sea torpe, icomo va a dejar ese trabajo que tiene para aventurarse a algo nuevo? No sea desagra- decido, piense en todas las personas desempleadas que hay. i a m o va a mantener a sus hijos? Lusted que sabe de negocios? Es mejor un trabajo aburrido que no te- ner empleo."

    "iSe imagina recibir todas estas vacas de manera constante? Yo siempre habia querido tener mi propio negocio. Pero como si no fuera suficiente con todas las vacas que recibia de mi entorno, tenia una situacion que pudo haberse convertido en el peor de todos los obstkulos. Tenia un trabajo aceptoble -una vaca mayor- que me proveia estabilidad, un buen salario y un jefe inigualable. Sin embargo, mis aspiraciones eran mucho mayores a lo que ese trabajo podia brin-

  • darme, asi que mate a mi vaca y me lance a crear mi propia ernpresa, poniendo oidos sordos a las criticas de 10s demas.

    Hoy, despu6 de seis meses, todo ha salido rnejor de lo proyectado, al punto que muchos de 10s misrnos arnigos que quisieron disuadirme de empezar esta aventura, ahora me animan a seguir adelante. Supon- go que hay cosas en la vida que nunca descubrirh a menos que tomes ciertos riesgos" .

    3. Las vacas de las falsas creencias:

    - Como mi pa@ era alcoh6lic0, con seguridad yo tambien voy para alla.

    - Yo no quiero tener mucho dinero porque el dine- ro corrompe.

    - Entre rn& tiene uno, m& esclavo es de lo que tiene.

    - Como no pude ir a la universidad seguramente no lograre mucho en la vida.

    Estas suelen ser vacas muy peligrosas. La raz6n es sencilla, las falsas creencias son mentiras que por algu- na razon hemos aceptado como verdades.

    Despuk del gmn exit0 de su pelicula Rocky, duran- te una enbevista que le realizaron al actor Sylvester

  • la Vaca

    Stallone, le preguntaban acerca de una frase en parti- cular en la pelicula. En esta escena Rocky dice: "Mi padre, quien la verdad no era demasiado inteligente, solia decirme: 'como Dios note dio mucho cerebro, vas a tener que aprender a utilizar el resto de tu cuerpd".

    Stallone, quien escribi6 el gui6n para la pelicula, decia que en su propia vida esto fue algo que el escu- cho de su padre muchas veces, y que por muchos afios lo heno para ver su verdadero potencial. h cuenta que solo comenzo a triunfar cuando logro deshacerse de esa creencia limitante y empezo a creer en si mismo.

    Curiosamente, en esta misma escena, Adriana, su futura esposa en la pelicula, le responde: "Mi mama so- lia decirme lo contrario: 'como Dios no te dio mucho cuerpo vas a tener que aprender a u t i l i el cerebrd".

    Creer en si mismo no es mas que damos cuenta de nuestro verdadero potencial, reclamarlo, aceptarlo y comenzar a utiliiarlo. Eso es precisamente lo que es- pero que hi hagas al leer este libro. Las falsas creencias nos condenaran a unavida de mediocridad si permiti- mos que se desarrollen sin detenernos a examinar si son ciertas o no.

    iHas escuchado alguna vez aquella idea de que cada cud atrae a su vida lo que se merece? A Roxana Reyes, una joven costanicense, esta idea la atormenta- ba constantemente. Ella se rehusaba a creer que mere-

  • ciera el trato que recibia de su pareja. "Cuando lei que las vacas no eran personas, crei que mi caso era la h i - ca exception. Uevaba una relacion con mi pareja de poco menos de un aho. Pero su actitud negativa me estaba causando un gran daho. Mi autoestima era muy baja en esa epoca.

    Finalmente, comprendi que la verdadera vaca era creer que estaba condenada a esta relacion, asi que decidi terminarla y seguir adelante. He decidido nun- ca volver a conformarme con menos de lo que creo merecer."

    4. Las vacas que buscan excusar lo inexcusable:

    - Me gustan'a poder hacer m& ejercicio, pero lamen- tablemente no hay ni un solo gimnasio cerca de donde yo vivo.

    - No quiero empezar nada nuevo hasta no estar to- talmente segura que puedo dar un 100%.

    - Quisiera leer mas, pero no tengo tiempo.

    - No he querido comenzar hasta que no sepa c6mo hacerlo perfedarnente.

    Jose Miguel Rodriguez se considera a sf mismo una persona perfeccionista. For mi parte, siempre he crei-

  • do que el perfeccionismo es una de las peores vacas que existen. La raz6n es muy simple, es una de esas vacas que vienen disfrazadas de virtud, lo cud la haw parecer m& un don que un mal habito. Escucha como suena la vaca del perfeccionisrno:

    "iSi vale la pena hacerlo, vale la pena hacerlo bien o no hacerlo ... porque esa es la clase de persona que yo soy!"

    iQuien va a discutir eso? Por el conbrio, esta atirma- cion suena a responsabiiidad, a entrega, a excelencia. No obstante, lo cierto es que se convierte en una excusa que nos limita y nos paral'i, ya que nunca parecemos estar totalmente prepamdos. La unica manera como pue- des llegar a hacer algo bien es corriendo el riesgo de empezar a hacerlo cuando aun no lo haws muy bien. En otras palabras, el verdadero dicho debe ser: "Si vale la pena hacerlo, vale la pena hacerlo pobremente hasta que aprendamos a hacerlo bien, per0 empezar a hacer- lo ya mismo. Empezar con lo que tienes hoy."

    Pero escucha d m o sonaba la vaca de Jose Miguel en sus propias palabras: "Siempre exijo calidad en todo, en las cosas que compro, 10s servicios que contrato y el comportamiento de las d e m b personas. Y con quien soy m& exigente es conmigo mismo." Obviarnente, recalca Jos6 Miguel: "yo extendia esta exigenda a mi esposa y mis hijos. En una epoca, Uegue a presionar tanto a mi hijo para que hiciera todo tan perfecto que

  • me encontraba regafiandolo, critidndolo y seiialando- le constanternente sus errores. Sobra decir que esto cornenzo a afectar nuestra relaci61-1, ya que lo rnante- nia a 61 en un constante estado de estres.

    Hoy, finalrnente he cornprendido que no necesito de la vaca del perfeccionisrno para que rnis hijos en- tiendan la irnportancia de hacer todo con excelencia. Ulos han comenzado a aprender por si rnisrnos que nunca deben contentarse con la mediocridad y esa es la rnejor lecci6n de todas."

    5. Las vacas de la impotencia:

    - Lo que sucede es que yo nunca he sido bueno para eso.

    - Segurarnente el exito no es para todo el rnundo.

    - Larnentablernente, mi gordura es un problerna gen6tico. No hay nada que yo pueda hacer.

    - Lo que uno no aprende de pequefio es rnuy dificil aprenderlo de grande.

    - Mi problerna es que soy rnuy tirnida. Creo que esto es de farnilia ya que mi rnadre tarnbien era asi.

    La gran rnayoria de las lirnitaciones que creernos tener son ideas absurdas acerca de nuestras propias

  • Ia Vaca

    habilidades. Uno de 10s prirneros testirnonios de exito que recibi despues de la publicaci6n de la primera edicion de este libro h e de Rodrigo, un joven que me escribio desde Argentina para cornpaltir conrnigo su historia personal de exito. Es posible que su vaca no parezca tan significativa o irnportante para alguien que este buscando sobreponerse a una adiccion, o tratan- do de dejar una relacion abusiva, pero quiero corn- partirla porque creo que es un gran ejernplo de lo que puede suceder cuando permitirnos que la vaca de la irnpotencia tome control de nuestras vidas.

    La vaca de Rodrigo era: "Soy un terrible bailarin". Segin el, bailar no era una de sus habilidades natura- les. "Despues de leer el libro me di cuenta que a rne- nos que hiciera algo, rnis habilidades en el baile nunca iban a rnejorar. Asi que tome la decision de registrar- me en una clase de baile. k o g i la salsa, un ritrno to- talrnente nuevo para mi. Debo confesar que las prirne- ras class heron bastante inwrnodas. Me torno un tiern- po relajanne y soltar las piemas, pero una vez lo hice, cornence a dishtar esta actividad corno nunca pense que pudiera hacerlo. Ahora creo que soy un buen bai- larin" .

    No aceptes ninguna lirnitacion sin cuestionarla. En cierta ocasion estaba hablando con un grupo de jovenes sobre este topico, y para asegurarrne que la idea quedaba totalrnente clara, le pregunte a uno de ellos que tan bueno era el con 10s lanzarnientos des-

  • de la linea de tiro libre. Sin siquiera pensarlo, 61 res- pondi6: "No, no yo. Yo no soy bueno para el bas- quetbol".

    "iHas jugado rnucho?" le preguntb.

    "No. Nunca"

    "Entonces, ic6rno sabes que no eres bueno para eso? A lo rnejor tienes una habilidad natural para ello, o es posible que sea rnucho mas facil de lo que pien- sas".

    Todos entendieron La idea. Tu no puedes asurnir que no eres bueno para algo, sirnplernente porque nunca lo has hecho. La unica rnanera en que pode- rnos aprender y ganar experiencia es haciendo las co- sas. La unica manera de rnatar la vaca de la irnpoten- cia es actuando. Conviertete en una persona de acci6n.

    Cuand