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Universitas Humanística ISSN: 0120-4807 [email protected] Pontificia Universidad Javeriana Colombia Zimmerman, Marc Fronteras latinoamericanas y las ciudades globalizadas en el nuevo (des)orden mundial Universitas Humanística, núm. 56, junio, 2003, pp. 29-51 Pontificia Universidad Javeriana Bogotá, Colombia Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=79105603 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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Universitas Humanística

ISSN: 0120-4807

[email protected]

Pontificia Universidad Javeriana

Colombia

Zimmerman, Marc

Fronteras latinoamericanas y las ciudades globalizadas en el nuevo (des)orden mundial

Universitas Humanística, núm. 56, junio, 2003, pp. 29-51

Pontificia Universidad Javeriana

Bogotá, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=79105603

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Ciudad y cultura urbanA

FRONTERAS LATINOAMERICANAS Y LAS

CIUDADES GLOBALIZADAS EN EL NUEVO

(DES)ORDEN MUNDIAL1

Marc Zimmerman

University of Illinois, Chicago

1 Revisado por Daniel Bermúdez, Martín Giesso, Elbio Rodríguez Barilari, Sonia Báez Hernández y Patricio Navia (All the King�s horsemen�). Revisión

final: Jeffrey Cedeño.

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Zimmerman�s article carries out a cartographiccriticism of contemporary theories about the city andurban culture to think about the city�s reconfigurationand identity transformation in Latin America inrelation to the general processes of word globalization.

PALABRAS CLAVE

Globalización, cultura urbana, ciudades latinoamericanas, crítica cultural.

RESUMEN

En el presente artículo Marc Zimmerman realiza unacartografía crítica de las teorías contemporáneas sobrela ciudad y la cultura urbana para, y desde allí, pensarlas reconf iguración de las ciudades y lastransformaciones identitarias de América Latina en

KEY WORDS

Globalization, Urban Culture, Latin American Cities, Cultural Criticism

ABSTRACT

relación con los procesos generales de globalizaciónmundial. En este sentido, Zimmerman argumenta queel problema surge en la forma de totalizar y determinarperspectivas culturales desde una alternativa subalternaconsiderando amplios locus de enunciación.

In this l ight, Zimmerman argues that the mainquestion originates in the way of totalizing anddetermining cultural perspectives from subalternity andotherness points of view, considering wide locus ofenunciation.

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Las ciudades y los mapas

¿Cómo podemos pensar nuestras

ciudades? ¿Qué elementos de la teoría

contemporánea cosmopolita nos pueden

servir para pensar lo latinoamericano

en relación con estas ciudades? Enfunción de los procesos generales de laglobalización esta meditación-collagesobre las ciudades en relación con lasnuevas tendencias en los estudiosculturales latinoamericanos y latinosderiva de la comprobación empírica deque los latinoamericanos y los mismoslatinos han pasado el último sigloconvirtiéndose en sujetos de la ciudadrearticulando, de este modo, viejospatrones de identidad en relación conlos espacios urbanos, con lareconfiguración de las ciudades y conlos procesos generales de globalización.

Sin duda, siento una atracción socio-psicológica por los espacios urbanos. Mifascinación u obsesión viene del sentidode libertad, la acción, el azar, el placer.Para la modernidad, lo que vale en lavida es la creación desde el espaciourbano, a pesar de todos sus problemas ycontradicciones especialmente para lossectores populares; a pesar, también, delas vidas en ruinas, los dropouts, losdrugouts, los asaltos y secuestros, y losmuertos en drive-by. En fin, todo lo queasociamos con la supuesta �cultura dela pobreza� o de la �subclase urbana�respecto a la economía informal, laviolencia cotidiana y la criminalidad enla ciudades latinoamericanas y lasciudades latinizadas de los EstadosUnidos, tiene que ver, en gran parte, conlas transformaciones modernizantes delas Américas en el contexto global y,especialmente, con las migraciones de

grupos y objetos y el asentamientotemporal o definitivo, transnacional orelativamente fijo, de muchos actoressociales en colonias, barrios, favelas yghettos, como parte de un proceso que loshace sujetos históricos en un juego conaltos niveles de dificultad y peligrosidad.Pero es tanto el precio como el riesgo queestán dispuestos a correr y enfrentar en larueda de fortuna global.

la historia de las transformacionessociales en América Latina (13).Recordamos también la propuesta deFredric Jameson para la construcción deun mapa cognitivo de las geografías, delos procesos de identidades y las posiblesresistencias dentro de la posmodernidad(1983). De hecho, el gran aporte deJameson a la discusión posmodernatiene su origen en un momento casiproustiano: al recorrer el centro de LosÁngeles, Jameson visita con Edward Sojay Henri Lefebvre el Hotel SaintBonaventure, espacio sintomático ysinecdótico de la mega-ciudad que, másque cualquier otra, constituye unpuente híbrido entre América Latina,Asia y la América Anglo. El hotel es,a fin de cuentas, parte de lareestructuración y redefinición de LosÁngeles como ciudad global en unsistema que Michael Piazza y yo,siguiendo la línea de GuillermoGómez-Peña, hemos caracterizado como�el nuevo (des)orden mundial� (1998).Una de las debilidades del gran �mapade William Rowe y Vivian Schelling fueel no tratar los espacios fronterizos o laspenetraciones latinoamericanas en losespacios supuestamenteangloamericanos. Claro, muchos deestos lugares se pueden conceptuarcomo parte de una posible reconquista.A Octavio Paz podemos criticarlo ycriticar lo que dice, pero tenía razón alincluir en su discusión a los pachucosde Los Angeles en su intento de entendera los mexicanos y a México. GarcíaCanclini en su libro clave (1990) pensóen Tijuana aunque, como en el caso dePaz, la crítica de sus resultados ha sidoaguda si no del todo justa. Pero esimportante enfocarse en la fronteraporque ¿cómo podemos configurar un

Parte central de la consideración

de mapas y ciudades es la noción

de la hegemonía del espacio sobre

el tiempo en la posmodernidad, la

importancia de la arquitectura y

la planificación urbana en las

geografías posmodernas.

Pero la cuestión sigue siendo ¿cómoenmarcar y teorizar estos asuntos? ¿quéhan dicho los teóricos y estudiosos quenos pueda ayudar? ¿cómoconceptualizar lo que está ocurriendo anivel teórico y a nivel vital,especialmente cuando las teorizaciones yhasta los conceptos y las palabras queusamos para teorizar se articulan através de una relación tan tenue concualquier �realidad�? Evitar lo concretosocial buscando metáforas, imágenes ycadenas de asociaciones para elaborarnuestros paradigmas constituye, sinduda, una tentación. Por mi parte,como alguien dedicado a la búsquedade palabras que ladran como perros,como catalogador de imágenes, quisierahacer referencia aquí al uso de unametáfora prestada de Jesús MartínBarbero y utilizada por William Rowe yVivian Schelling, acerca de la necesidadde un �mapa nocturno� para entender

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mapa si obviamos los espacios quedelinean lo que tenemos que mapear?

Nelly Richard (1996) ha escrito conastucia sobre los mapas como parte de laconquista y la colonización y, también,de proyecto iluminista que tanto afectóla visión latinoamericana de Bolívar,Sarmiento, Bello y otros (ver Richard enWelchman 1996). Hace años, el pintoruruguayo Torres-García hizo su famosainversión del mapa de las Américas, ymás recientemente Gómez Peña hajugado con las nuevas geografíasposmodernas y globalizadas. MichaelPiazza y Carlos Cortez en nuestro libroNew World (Dis)Orders (1998: 242)impusieron la visión de Torres-Garcíasobre la imagen del mismo Gómez Peñay tenemos una serie de escritos eimágenes que indican la vigencia de lacuestión de los mapas y las inscripcionesde identidades posmodernas. Partecentral de esta consideración de mapas yciudades es la noción de la hegemoníadel espacio sobre el tiempo en laposmodernidad, la importancia de laarquitectura y la planificación urbanaen las geografías posmodernas. Todoesto se materializa mientras pasamos poruna reestructuración de las economíasglobales, y de los roles de ciudades yciudadanos, naciones y grupos.

En la medida que las fuerzaseconómicas se han consolidado yparecen menos mediatizadas que encualquier otro periodo anterior, y en lamedida que muchos intelectualesargumentan que la economía lo rigetodo, la cuestión de los patrones ytransformaciones sociales también hasalido a la luz entre los �factoresculturales� no reducibles (sí es quealguna vez lo fueron) a reflejossuperestructurales, a cuestioneseconómicas o a sus corolarios políticos.Así, las múltiples construcciones,divisiones y cruces fronterizos que

actúan en las ciudades, en los barrios,en las familias y aun en los individuos,son internalizados y proyectadosnuevamente a sus puntos de origen y amuchos otros puntos a través del globo.La centralidad de las dimensionesculturales en el nuevo orden mundial enproceso de globalización es de hechouna de las implicaciones de una obrareciente de Immanuel Wallerstein �aunque producto de una perspectivaeconomicista y funcionalista- en suteoría del sistema mundial. Más exitosoen este sentido es el reciente libro deArjun Appadurai, Modernity at Large

(1996), aunque sus �scapes�, tan útilesen la práctica son, a fin de cuentas,categorías descriptivas/analíticas, en vezde teorizaciones firmes. Es obvio elimpacto de la modernización y laglobalización económica sobre grupossociales diversos y sus procesosinteractivos. Pero es imprescindibletomar en cuenta cómo estos gruposactúan en el proceso de globalización enfunción de su �capital cultural�, cómodesmercantilizan mercancías en funciónde sus valores de uso culturalmentelogrados o implicados, y cómo estosvalores son esenciales para la formaciónde identidades posmodernas en losespacios urbanos y aún en lareproducción misma del capitaltransnacional. Todas estasconsideraciones hacen de la cultura (enlas ciudades) un asunto central en lahistoria de lo contemporáneo y en lareproducción del sistema económico ensí. Pero el modo de teorizarla evitandodeterminismos reduccionistas o unempirismo no-sistemático, es unacuestión que sigue sin resolución.

El mapa de Martín Barbero sugiere quedebemos explorar cómo se hanconceptualizado las repercusiones detextos escritos sobre las ciudades, másallá de clásicos como Freud. Por esointentaré un viaje arqueológico paraM

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entender mejor cómo se hanconceptualizado las ciudades hoy y quérelación tiene esa conceptualización conla postmodernidad y los movimientossociales del futuro. Vamos a París y adonde sea necesario, para despuésregresar a América Latina y trazar lacuestión de las ciudades. Nosembarcamos en esta breve y parcial(pero también sintomática) arqueologíade saberes sobre ciudades no como unaspecto casual sino como fuerzadeterminante del pensamientopostestructuralista y posmoderno, unafuerza exploramos en relación con lacuestión subalterna y las macro-teoríasde nuestra investigación. Pero antes deirnos a París, caminemos un poquitomás con Jameson en el Hotel SaintBonaventure de Los Angeles.

Jameson en elBonaventure: Una historiade saberes y sus papel en elnuevo pensamiento sobreAmérica Latina

Hace unos años le dije a mi maestro dela escuela graduada que justo el díacuando él se iba a dar una vuelta enaquel hotel, �pues yo estaba ahítambién; y en muchas ocasiones me hepreguntado ¿por qué escribiste eseartículo tú y no yo? Pero un día se meocurrió que tú estabas ahí mirando,caminando, mientras yo estababuscando trabajo�. Al decir eso, estabacuestionando el marxismo de Jamesonen función del melodrama del profesorde clase media sin empleo y con peligrode lumpenización; y otro (marxistafamoso que acordando su momento degran inspiración no acordaba lapresencia de su estudiantedesafortunado sin éxito ysin empleo (nos saludamos,aunque se debe preguntar hoy si deverdad me vio) mientras caminabateorizando.

Sin embargo la negación de la memoriay la conciencia no se detiene con elmelodrama de clase-media, porque seme ocurre también que Jameson excluyóa los trabajadores de servicio, tales comolos botones, las criadas, de aquel hotelnombrado en francés, como en reaccióna sus relaciones anglos tanto comomexicanas. No tomó en cuentala fuerza de trabajo involucrada en laconstrucción del edificio; no se diocuenta de la articulación del hotelcomo parte de la nueva construcción-fortaleza de la franja urbana del centrode la ciudad invadida por miles demexicanos y chicanos, centro tanpróximo al primer centro español(calle Olivera), tan cerca de laBoulevard César Chávez y de East L.A.en sí. El nuevo centro de Los Angeles y elSaint Bonaventure no son estructurasneutrales sino también deconstruyen(hasta el olvido) la presencialatinoamericana en su construcción. Ala vez que al nivel simbólicorepresentan una hegemonía delcapitalismo anglo-sajón (con camuflajefrancés), representan ademásexpresiones del miedo frente a lainvasión mexicana, y a la posiblere-conquista española o, peor aún,indígena.

Este análisis sirve como un micro-modelo de lo que quisiera enfatizarcomo base de mi arqueología de saberesrespecto al vínculo entre modernidad/posmodernidad globalización/glocalización y las ciudades, por detrás ypor dentro (estructurando fronteras perotambién contribuyendo a su forma yfuncionamiento interno) del subalternocolonizado y específicamente dellatinoamericano. De hecho, tenemosmucha razón al preocuparnos por laimposición de modelos europeizantes yoccidentales sobre el pensamientolatinoamericano. Sin embargo elpensamiento europeo/ postestructuralista M

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y posmoderno se estructura y se basamuchas veces basado en el TercerMundo y específicamente en AméricaLatina. Brevemente: este asunto tieneque ver en alguna manera con laevolución en la izquierda literaria/cultural de las formas de marxismohegemónicas en los años 60; sin olvidarlos Estudios Culturales y la polémica yposible rearticulación de los EstudiosSubalternos con la globalización.

evolución del pensamiento francés desdeSartre hasta nuestros tiempos.

Sartre rearticula a Heiddegger y Husserl,pero experimenta la influencia delpensamiento anti-colonialista. Influye aFanon y a miles de intelectuales delTercer Mundo, pero también esinfluenciado por Fanon y otros en Cubay donde sea. Ya en los 60 podemospensar en el impacto de los intelectualesextranjeros, y principalmente del TercerMundo, sobre el desarrollo delestructuralismo, el postestructuralismo,la nouvelle philosophie, etcétera.Está la influencia de la escuela deBraudel sobre la teoría de ladependencia, el impacto de larevolución cubana en el trabajo deAlthusser, Debray y otros, y el impacto dela teoría postestructuralista sobre elpensamiento neo o post-gramsciano.Cientos de intelectualeslatinoamericanos participaron en laproducción tanto como en lacirculación de ideas sobre la Revoluciónque fueron aplicados, para bien o mal, alos procesos latinoamericanos.

La teoría francesa también tuvo unimpacto en la transformación delpensamiento marxista productivista deErnesto Laclau al pensamiento post-marxista y anti-produccionista de suetapa de madurez; y en la medida que lateoría francesa se despolitiza, en eldesplazamiento del pensamiento radicalhacia Inglaterra y el desarrollo de lateoría post-gramsciana (y tambiénanti-productivista) en los estudiosculturales del jamaiquino Stuart Hall.En la etapa actual del neo-liberalismohegemónico, el centro de la teorizaciónnormativita sobre América Latina se hatrasladado a los Estados Unidos,mientras que las teorías contestatarias secentran entre latinoamericanos ylatinoamericanistas radicales dondequiera que se encuentren.

Además, las teorías que se han venidodesarrollando sobre la posmodernidadperiférica y dependiente no tienden a laimitación francesa, sino una aplicacióny adaptación creativa de ideasinternacionales sintetizadas primero enParís y ahora re-sintetizadas en relacióncon la situación y ubicación de AméricaLatina en el mundo contemporáneo. Lasteorías sobre lo subalterno ya hanregresado de su viaje Sardinia-Italia-Francia-Inglaterra-India, y están listaspara un nuevo viaje por el continenteamericano. Esto correspondea la etapa de globalización post-guerrafría y a la necesidad de una críticaradical y post-marxista para lucharcontra el afán del neo-liberalismo deabsorber, recircular y hastare-articular intelectualese ideas en el nuevo (des)ordenmundial.

Una postura crítica en este contextoimplica la constante búsqueda dealianzas y coyunturas factibles paraarticular oposiciones al poder que sítengan posibilidades de cambiar elbalance de fuerzas en la lucha por unporvenir descolonizado y plenamentepost-colonial. Guha toma prestadoconceptos de Barthes y Foucault, y losotros subalternistas tomanprestado las ideas de quien sea. Aunquese puede trazar orígenes, las teoríasllevan huellas de sus orígenes, es ellugar de enunciación (de clase,de lugar espacial, virtual, teórico ymaterial) lo cual determina laeficacia de las construccionesteóricas de las que dependemos. Estashistorias y recorridos ponen enevidencia la base de este examendeconstructivo de las teorías sobrelas ciudades y los procesos urbanos enun tiempo caracterizado porteorías que tienenque ver con el mundo/ciudad y susfronteras.

Las múltiples construcciones,

divisiones y cruces fronterizos que

actúan en las ciudades, en los

barrios, en las familias y aun en

los individuos, son internalizados

y proyectados nuevamente a sus

puntos de origen y a muchos otros

puntos a través del globo.

Si París era la capital de la alta culturadel siglo XIX hasta los años 30 del sigloXX, especialmente en la post-guerra ycomo parte de una nueva división detrabajo relacionado con el PlanMarshall, los acuerdos de Breton Woodsy la consolidación de los procesos deglobalización, París se convirtió encentro de producción teórica. No es quelos franceses fueran productores deteorías, como de vinos, quesos yperfumes, sino que las teorías y muchasveces los teóricos del mundo pasaron porParís, y eso como parte de una divisiónde trabajo mundial que involucramigraciones y flujos de teorías y teóricoshacia la capital francesa y sureelaboración (refinamiento,ensamblaje, promoción,institucionalización, etcétera) y posteriordistribución por el mundo. Todo esoinvolucra varias etapas y procesoscomplicados, pero incluye el impacto delarte africano sobre el cubismo y otrasformas, el desarrollo del surrealismo y la

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Concretizando unahistoria latinoamericanistade saberes: Lyotard yFoucault (con la ayuda deHarvey y Spivak)

Hace muchos años, en su libro sobre lossueños, Freud (2000), escribiendo desdeuna de las ciudades que anticipó lacultura posmoderna �Viena�, no haceuna analogía entre el inconsciente yuna ciudad periférica; sino entre elinconsciente y Roma, una ciudadcéntrica con muchos niveles históricos yculturales. Unos pocos años después,David Harvey en su libro clave (1989)cita a Lyotard quien a su vez nos lleva aViena al citar a Wittgenstein. De hecho,la condición postmoderna de Lyotardestá basada en los contrastes entre elPrimer y el Tercer Mundo, o entre elsaber/no saber-adentro/afuera. PeroHarvey subraya otra conexión crucial:

En Lyotard, el vínculo social � noestá unido por un solo hilo sino porun número indeterminado de �juegosde lenguajes�. Cada uno de nosotrosvive �en la intersección de muchos deellos�, y no necesariamenteestablecemos �combinaciones establesde lenguajes y las propiedades de losque si establecemos no sonnecesariamente comunicables�.Como consecuencia, el sujeto socialmismo parece disolverse en ladiseminación de los �juegos delenguaje�. Crecientemente, Lyotardemplea una larga operaciónmetafórica de Wittgenstein... (elpionero de la teoría de los juegos delenguaje) para iluminar la condicióndel conocimiento posmoderno:�nuestro lenguaje puede ser unaciudad antigua: una mezcla depequeñas calles y plazas, de casasviejas y nuevas, y de casas ampliadasen diferentes períodos, y esto rodeadode una multitud de nuevos barrios

con calles rectas y regulares y casasordenadas y uniformes(Harvey 1990: 46.)

probable que para el pensamientoradical en París, el auge de lo espacialtenga sus raíces en reacciones post-bergsonianas que emergen conBachelard, Bataille, y el pensamientoestructuralista (e.g. Barthes) y recibeuna integración marxista con HenriLefebvre, especialmente en su libro TheProduction of Space. Desarrollandoideas perfiladas en su libro más famoso,La vie quotidienne dans le monde

moderne, Lefebvre apunta cómo seconstruyen discursos sobre los espaciosliterarios, teóricos, ideológicos, virtuales,etc, pero sin lograr teorizar lamaterialidad misma del espacio. Desdeesta perspectiva, intenta re-escribir lahistoria social, cultural, y política através de una mirada concreta de losmundos metafóricos del pensamientoespacial.

Regresaremos a Lefebvre en nuestradiscusión de la teoría urbana en sí. Aquínos importa solamente llamar laatención sobre cómo elaboró un puenteentre el pensamiento temporal delmarxismo y el pensamiento espacial delos postestructuralistas como Baudrillardy Foucault. Más directamente, lallamada de Lefebvre a desarrollar unabase teórica que pudiera vincular el�espacio epistemológico� con el espaciomaterial retomado por Foucault. Enensayos póstumos (1985/86 y 1986),Foucault reflexiona sobre el privilegioacordado al tiempo y a la historia alcosto del espacio y la geografía en elsiglo pasado, y cómo el tiempo y elespacio han quedado rígidamenteopuestos en nuestro pensamiento a pesardel hecho de que el espacio nos moldeaigual como lo hace el tiempo. Foucaultdice que el espacio ha sido formuladocomo �lo muerto, lo no-dialéctico, loinmóvil�; el tiempo por su parte era�riqueza, fecundidad, vida, dialéctica�.En un intento de avanzar unaorientación espacial y estructural de la

En la etapa actual del neo-

liberalismo hegemónico, el centro

de la teorización normativita

sobre América Latina se ha

trasladado a los Estados Unidos,

mientras que las teorías

contestatarias se centran entre

latinoamericanos y

latinoamericanistas radicales

donde quiera que se encuentren.

Harvey sabe que no se trata solamente dela ciudad antigua sino de la ciudadmoderna y que, a través del proceso queél analiza en su libro, emergieron lasciudades y espacios posmodernos que élestudia. Lo que llama la atención aquí,como nuestra referencia a Freud y a losmapas y geografías contemporáneas, esla ecuación de un espacio que (como enel caso del hotel St. Bonaventure) essinécdoque de una ciudad con unaestructura consciente o inconsciente querepresenta calidades claves de lamodernidad e, incluso del lenguajemismo sobre la cual uno puedeconstituir el discurso postmoderno.Harvey vincula el desarrollo delpensamiento moderno con eliluminismo. Sigue la visión deHabermas, pero a fin de cuentas másbien concentra su mirada en Foucaultporque, para Harvey, Foucault enfatizala constitución de las identidadesespaciales y específicamente urbanas.Para mí, el argumento es claro. Todaslas instituciones que representan losepistemes y discursos en Foucault tienenque ver con el movimiento de loscampesinos hacia la ciudad, y eldesarrollo del régimen que resultaría enla sociedad moderna urbana. Es

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historia, Foucault hace una llamadapara un nuevo tipo de historia quejerarquizara los espacios e incluyera lasgrandes estrategias geo-políticas y lastácticas pequeñas de la vida cotidiana.Para mí, el argumento es claro. Todaslas instituciones que representan losepistemes y los discursos en Foucaulttiene que ver con el movimiento de loscampesinos hacia la ciudad, y eldesarrollo del régimen que resultaría enla sociedad urbana moderna.

Las clínicas y prisiones y otrasinstituciones son necesarias para lavigilancia, el control y la disciplina tanclaves en Foucault; tales conceptos locolocan más cerca de Weber que deMarx o Lefebvre en su visión del

desarrollo moderno. Intento aquírearticular a Foucault en relación conMarx, pero un Marx que ya conoce algode Foucault y que se relaciona conperspectivas latinoamericanistas y�tercermundistas�. Las aplicaciones deFoucault a América Latina sonrelevantes para entender las estructurasdel colonialismo y los efectos delpositivismo sobre la constitución de la�modernidad dependiente� de AméricaLatina. Foucault también es crucial enla articulación de una teoría de no-gobernabilidad (Rodríguez 1998 yBeverley 1998). Sin embargo, falta enFoucault una consideración del TercerMundo y específicamente de la zonacaribeña-latinoamericana, no en laaplicación sino en la constitución

misma de sus teorías. Este tema lo tocoal final de mi ensayo en New World(Dis)orders (64-65), pero aquí vale lapena ampliar el asunto.

Los comienzos de la modernidad (y lasubjetividad que es su corolario) puedenser ubicados con su reconceptualizaciónde la separación cartesiana cuerpo/mente bajo la forma del cogito. Lahistoria se cumple en procesos tendientesa la institucionalización ycategorización generada durante lossiglos XVII y XVIII ( Foucault 1971 y1973). En Foucault, la clínica emergecomo una institución civil de poderestructural/discursiva; trabajadoresagrícolas desplazados entran a París yaquellos que son desempleados,

Barcelona. Pescado.Frank Hehry. Alfonso Solano

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inmersos en patrones y creenciastradicionales, son internados enmanicomios que, como las maquilas dehoy en día, se convierten en el prototipode centros de capacitación para la fuerzalaboral urbana. Esos son los cuerpossobre los cuales la mente burguesatrabaja. Ser es tener, porque sólo los quetienen, tienen el poder de pensar, dejuzgar lo pensado, y, por lo tanto, de ser.Los demás son los cuerpos no-pensantesque son sujetos a la disciplina.

La separación cartesiana, las categoríasde luz y oscuridad, mente y cuerpo, etc.,se instalan y se generalizan para reforzarlas dicotomías básicas o lo que Lukácsllamó las antinomias del pensamientoburgués, por las cuales el burguéseuropeo es constituido para manipular ytransformar la naturaleza y la historia.Este proceso también involucra el tipo dehabilidad comunicativa la las que serefiere Todorov cuando señala algunas

de las características europeas quehicieron posibles la conquista ycolonización inicial. Para poderentender el surgimiento de lasinstituciones que constituyen el epistemede la modernidad europea exportada alNuevo Mundo, deberíamos entender lacrisis de Europa del siglo XVII, elimpacto del desarrollo de la economíaatlántica, los esfuerzos para alcanzar elnivel de Francia, incluyendo suparticipación en el comercio de esclavosy su particular formulación de un sujetode pensamiento �racionalista, clasicista-y más tarde su especialización en losaspectos teóricos y prácticos vinculados ala división internacional del trabajocapitalista.

En este contexto, la posición de GayatriSpivak (1983) respecto a Foucault esque su teorización carece de unaperspectiva adecuada para abordar elTercer Mundo. Esto significa que uno de

los grandes teóricos que surgió en los 60revela sus limitaciones en la percepciónde las dimensiones imperialistas/internacionales como constitutivas de losepistemes europeos y de subsecuentesestructuras imperialistas basadas enellos. La dimensión imperial permaneceun tema no mencionado en sus teorías;y ese conocimiento excluido o reprimidovuelve a atacar su teorización cuando setrata de construir las historias del TercerMundo. Así, sugiere Spivak, laimposición de epistemes europeos depoder crea una lógica colonialista ydificulta una articulación subalterna yde resistencia.

Foucault nos hace ver la formación de laideología europea a través de una críticade epistemes. Pero, careciendo de unadimensión subalterna y tercermundista,Foucault produce una articulaciónrestringida en la cual el sujeto sólopuede imitar su rol estructural y el

Barcelona. Pergolas de la Avenida Icaria. Alfonso Solano

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subalterno no puede hablar más allá desu lugar en el sistema discursivo. ParaFoucault, los sujetos son objetos deldiscurso el cual los encuadra dentro delsaber. Mientras tanto, para Spivak, lossujetos subalternos pueden encontraralguna articulación a través de ladeconstrucción post-estructuralista, lacual puede desplazar el logo y eletnocentrismo de Foucault.

Sin duda, Foucault es un maestro en lateorización espacial del poder social (unfundador de la geografía posmoderna),que exploró posibles resistencias entre losgrupos sociales sin poder, incluso losmás marginados y disciplinados por elpoder social�. Pero al optar por estudiosde resistencia en función del poder, enlugar de la explotación, Foucault sealeja de algunas de las fuerzas clavesque gobiernan el poder y la resistencia ycae en una esperanza utópica de unapolítica de alianzas que no puede nielaborar ni seguir adecuadamente. SonLaclau y Mouffe quienes desarrollan unpostmarxismo enfocando losmovimientos sociales que Foucaultvislumbra pero no puede articular.Dada la existencia de una falladesplazada en el concepto euro� (yfranco�) céntrico de la modernización yla configuración de instituciones yepistemes que constituyen subjetividadesmodernas, ¿sería apropiado preguntarsesi las teorías importantes de Foucaultsobre la ingobernabilidad confluyenapropiadamente en una teoría deciudadanía y, sobre todo, enmovimientos sociales que apuntan afuturos modos viables de resistencia enlas Américas? En este contexto, KartikVora en New World [Dis]Orders trata deabordar esta problemática utilizando ensu análisis las perspectivas de Foucaultsobre la ingobernabilidad y los lugaresde resistencia múltiple en relación conlas nociones espaciales y fronterizas, queson imprescindibles para la

configuración del poder y las formaspotenciales resistencia: las que emergenen su discusión de heterotopías, vistascomo �contra sitios�. Como Voraespecifica:

Las heterotopías ...[crean] ... un espaciode ilusión que revela cómo todo elespacio real es más ilusorio, y todas lasubicaciones dentro de la vida sonfragmentadas. Por otro lado,�formanotro espacio tan real, tan perfecto,meticuloso y bien organizado al mismogrado que nuestro espacio esdesorganizado, mal planeado eincompleto. Foucalt llama a estas�heterotopías de compensación� másque de ilusión; y la mejor ilustración deellas son los casos de ciertas coloniasdonde el objetivo era crear lugaresutópicos perfectos (1998: 249).

Deleuze y Guattari sobre elTercer Mundo y losespacios urbanos

Si a través de Foucault podemos trazarla obliteración histórica y estructural queocurre en el episteme postmoderno¿puede esa falta ser imputada, comopretende Spivak, a Deleuze y extendida aGuattari? En sus obras principales, comoen Lyotard, hay una crítica directa a lasrelaciones capitalistas entre las áreascéntricas y las zonas periféricas la cualdiscuten en términos de una supuestalógica o axiomática del Tercer Mundo(1987: 67-468). Deleuze y Guattari, enlos últimos días de la guerra fría,continúan desarrollando el tema de ladivisión crucial del mundo en Norte/Sur(donde el Sur es el Tercer Mundo o laperiferia) que para ellos es másimportante y determinante que ladivisión Este/Oeste, estructurada comotal por las características capitalistasaxiomáticas de intercambio desigual.Deleuze y Guattari ven el tema enfunción de flujos que conducen a una

deterritorialización donde la periferia esel centro de ciertos intercambioseconómicos y culturales. Tambiénanalizan cómo ciertos flujos creanbloqueos, problemas y rupturas que a lavez desordenan y deconstruyen el mismosistema del que son parte y que puedenconducir. Además Deleuze y Guattaridan cuenta de los Tercer Mundointernos, es decir, los espaciostercermundistas dentro del PrimerMundo. Su discurso dedesterritorialización e intercambios sebasa sobre todo en la visión de SamiNaïr del capitalismo mundial, y nuestrosteóricos suenan más inteligibles de lousual:

Mientras más instale la axiomáticadel mundo de industria y agriculturaindustrializada en la periferia,reservando para el centro lasllamadas actividades post-industriales, más consolida lainstalación de una zona periférica desubdesarrollo en el centro... En esteproceso, migrantes económicos onómadas se establecen en lo queAntonio Negri llama �los márgenesinternos� �fronteras que internalizanmucho de la enemistad encontrada enla frontera real, y alimentada dentrode la creación o desarrollo de nuevasminorías que habitan esos espaciosfronterizos marginales (469-70.)

Por supuesto, gran parte del proceso demigración descrito en estas páginas deDeleuze y Guattari está basado en suconstrucción de flujos y contra-flujos, asu vez basados en la experiencia europea�pero con paralelos a procesos queocurren en espacios americanos. Esfinalmente significativo que después deesta discusión de procesos económicosglobales, Deleuze y Guattari caen en surelativamente críptica discusión sobreciudades� donde los procesos deacumulación de capital más coagulan, y

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donde los márgenes y las fronterasinternas, así como los habitantes de losmárgenes y las fronteras (nómadas, no-nómadas, tanto como mads and non-mads, es decir, locos y no-locos: quienesestán sin o con locus o sitio) viven susvidas. Deleuze y Guattari aluden a lasformas en que las costumbres másantiguas de la ciudad rearticularonprácticas no de la ciudad, inventando laagricultura y muchas de las tradicionesque asociamos con los mundos rurales omarítimos. También parecen sugerircómo los elementos que vienen desdeafuera se internalizan en las ciudades,para ser exportados una vez más o parahacerse parte de una combinación defactores externos e internos que llevan aposibles rupturas.

Es crucial para esta discusión de Deleuzey Guattari la comprensión de su nociónmás generalmente nómada yesquizofrénica del carácter einteracciones de las �superficies lisas yestriadas� en la construcción del mundoy sus categorías epistemológicas. Lasciudades son estriadas, limitantes. Peropor su constitución misma, ellasreconstruyen superficies lisas quepueden ser lugares de resistencia yformación de nuevas estrategias paranuevas configuraciones y texturas deespacio. No hay solo dos tipos deespacio, y uno no debería depender deningún espacio de contorno oconfiguración para resolver algo enparticular. Deleuze y Guattari estánprincipalmente interesados en�cómo las fuerzas en acción dentro delos espacios continuamente lo estrían, ycómo en el proceso del estriado, sedesarrollan otras fuerzas y se emitenuevos espacios llanos� (1987 500).En efecto, ellos están interesados en lastrampas construidas por lasepistemologías urbanas y laposibilidad de algún tipo de lucha deliberación los cuales son productos de

problemas y contradicciones �tal vezaún la emergencia de movimientossociales derivados de otros, más antiguosy proyectándose hacia nuevos espaciosutópicos lisos que son diferentes de lasheterotopías de Foucault, pero queparecen más adecuadamente teorizadosy contextualizados a través de laperspectiva globalizada de Deleuze yGuattari. Nuestros teóricos agregan concautela que �estos espacios llanos noson en si liberadores... El conflicto secambia y modifica en ellos, � seenfrenta nuevos obstáculos, inventanuevos ritmos y cambios de adversarios.[Pero] no debemos creer que estosespacios llanos serán suficientes parasalvarnos (ibid.)

teorías de diversas partes del �Oeste y delResto� (�the West and the Rest�) yademás traerlas a alguna clase deproducción sintética que es entoncesdistribuida al mundo de la intelligentsiacosmopolita. Asumamos que soneurocéntricos y lo demás, pero estasteorías son cruciales para los teóricos enAmérica Latina. Tenemos una serie deposiciones cuyas análisis se concentra enla cultura creciente de globalización, uncuerpo teórico que proviene de lasciudades, desdoblándose y proyectándoseen su propio mundo. En este contexto,se ponen en relieve otra perspectiva sobreespacios urbanas importadasprincipalmente desde Paris pero tambiénrelacionados con el tercer mundo yAmérica Latina en sí: la cuestión de laespacialidad incrementada delpensamiento, concepción desarrolladaprincipalmente en la teoría urbana deLefebre, por su discípulo catalán ManuelCastells y luego por Edward Soja y DavidHarvey en los Estados Unidos. Vamos aexaminar primero el tratamiento de Sojade la relación entre Lefebvre y Castells.

De acuerdo con Soja, Castells, en suextensión althusseriana de los trabajosde Lefebrve, atacó la sobre-especificación de lo urbano de laEscuela de Chicago. De acuerdo conCastells, no hay una problemáticaespecíficamente urbana. Examinar alurbanismo como una forma distintivade vida es un apantallamiento queoscurece los problemas sociales que seexpresan en ciudades pero que no secircunscriben epistemológicamente ypolíticamente al contexto urbano. Sinembargo, Castells convenientementevuelve a especificar lo urbano como unobjeto teórico al concentrarse en laspolíticas urbanas de consumo colectivo yla movilización de movimientos socialesdistintivamente urbanos. La perspectivaalthuseriana de la cuestión urbana enCastells modificó las propuestas más

Las aplicaciones de Foucault a

América Latina son relevantes

para entender las estructuras del

colonialismo y los efectos del

positivismo sobre la constitución

de la �modernidad dependiente�

de América Latina.

El corolario de esta perspectiva es que nose debe esperar que los espacios lisos ensu relación dialéctica con otrosfenómenos, podrían llevarnos a nuevassoluciones-especialmente porque en elpensamiento rizómica, las coordenadasy parámetros de la teorización sonsujetos de constantes permutaciones ydesterritorializaciones que en algunaforma son paralelas con, o relacionadasa, las transformaciones en un mundomúltiplemente globalizado.

Desde París y la teoríaespacial: Lefebvre,Castells y Soja

Consideramos estas reflexionesseriamente, por la forma de apropiar

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ambiciosas de Lefebvre quién lejos deconvertir lo urbano en un fetiche,intentó desarrollar un argumento másgeneral en el cual el conflicto social enel mundo contemporáneo, sea ésteurbano o no, era inherentemente unalucha de la producción social delespacio, una respuesta potencialmenterevolucionaria a la instrumentalidad y eldesarrollo desigual de la geografíaespecífica del capitalismo (70). Sinembargo, Soja argumenta que en TheCity and the Grass Roots (1983) Castellsdeja su althusserianismo mostrando uninterés mayor en un análisis centrado enla cuestión de espacio:

El espacio no es una reflexión de lasociedad, es la sociedad. Por lo tanto,las formas espaciales, al menos ennuestro planeta, se producirán por laacción humana. Expresarán ydesarrollarán intereses de clase.Expresarán las relaciones de poderdel estado en una sociedad definidahistóricamente. Se llevarán a cabopor el proceso de la dominación delgénero y por la vida familiardeterminada por el estado. Al mismotiempo, quedarán marcadas por laresistencia de las clases explotadas, delos sujetos oprimidos y las mujeresdominadas. Y el efecto de tal procesohistórico contradictorio en el espaciose llevará a cabo en una formaespacial heredada, producto de lahistoria y el efecto de nuevosintereses, proyectos, protestas ysueños. Finalmente, de vez encuando, aparecerán movimientossociales que cuestionen el significadode la estructura especial y por lo tantointenten crear nuevas funciones yformas (Castells 1983: 4, citado enSoja 1990: 71-72).

El logro más importante de Castells hasido su integración del enfoque sobreprocesos urbanos con asuntos de

producción industrial, lareestructuración económica,el rol de las minorías, etcétera, en laconfiguración de estructuras yresistencias contemporáneas.Desde su Informational City (1989),y especialmente en su trilogía épica,The Information Age: Economy,

Society and Culture (1999),Castells ha puesto en relieve unanálisis sistemático de lo que élcaracteriza como �el capitalismoinformacional global� el cual emergióen la segunda mitad del siglo XX. Lavisión expansiva de Castells sintetizaideas recientes sobre el desarrollode las tecnologías de la información,las condiciones cambiantes de empleoy manejo corporativo, tanto como elauge de corporaciones que seextienden a través de variosestado-naciones.

En este contexto, es importantemencionar los libros por Castells sobreColombia, Chile y otras partes deAmérica Latina. Durante el desarrollo desu pensamiento sobre la globalizaciónha seguido produciendo textos sobrepaíses no-avanzados, sobre laproducción post-fordista, la economíainformal, el narco-capitalismo, la re-estructuración de Nueva York, etcétera.Estos textos son de gran importanciapara el estudio de América Latina y loslatinos (ver Castells, et. al. 1977; Portes,Castells y Benton 1989; Castells y JohnHull Mollenkopf 1991; Castells y RobertoLaserna 1991; Borja y Castells 1997). Yde hecho, su trabajo como teóricourbano en general ha tenidorepercusión tanto en García Canclini(ver 1995a: 208; 1995b: 77) como enuna generación de investigadores quetrabajan temas de reconstrucciónurbana vis-a-vis las poblaciones deminorías, y específicamente los latinos,de Estados Unidos (ver Morales y Bonilla1993: 198-204.)C

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Por su parte, Soja se aproxima a laperspectiva urbana de Castells quetendrá su eco en críticascontemporáneas de globalización y suaplicación a espacios urbanos:

La urbanización puede ser vista comouna de las principales aceleracionesde la distanciamiento tiempo-espacioque han extendido la escala deinteracciones humanas sinnecesariamente destruir su anatomíaespacial fundamental. Laespecificidad de lo urbano por lotanto no está definida como unarealidad separada con sus propiasreglas sociales y espaciales deformación y transformación, o solocomo una reflexión e imposición delorden social. Lo urbano es parteintegral y particularización de lageneralización contextualfundamental sobre laespacialidad de la vida social, aquellaque creamos y ocupamos en unamatriz espacial de muchos niveles ynodos locales. En su particularidad ysu especificidad social, lourbano es permeado por lasrelaciones de poder, de dominacióny subordinación que canalizandiferenciaciones regionales yregionalismos, territorialidad ydesarrollo desigual, rutinas yrevoluciones en momentosdiversos (Soja 1990: 152-153.)

Soja aplica su síntesis de Lefebvre yCastells (más Harvey, Giddens, Tourainey otros) a los procesos de lareestructuración económica que élobserva en occidente, principalmente enEstados Unidos y en su ciudad, LosÁngeles. Sin prestar atención particulara cualquier contexto latinoamericano,Soja establece relaciones globales ylocales; y ve las tendencias que llevan alas inner cities y a sus explosiones anti-sistémicas. En este sentido, su geografía

posmoderna funciona bien con la deHarvey en su extensión desde Lefebvre yCastells hacia las cuestiones másrecientes de urbanización yglobalización.

Uno de los problemas en el libro de Sojaes que falla en no concretar su análisisadecuadamente en función de nuevascaracterísticas de globalización,incluyendo el importante outsourcing,las resuburbanizaciones yurbanizaciones, y sobre todo el viajediario suburbio-centro de lostrabajadores tanto como otras formastransmigratorias, que ya eran tratadaspor la sociedad y la literatura social en1990. Esto se hace patente en el fracasorelativo de sus capítulos sobre LosAngeles en tratar el drama étnico en suplenitud�las luchas de negros/coreanosy árabes que salen a la luz con lo deRodney King, el descontento socialestimulado en el centro de Los Ángelesdespués del espectáculo de O. J. Simpsony el intenso drama latinoamericanovivido en ese espacio (especialmente conla iniciativa 187 y el �Backlash� latino.

Soja cita �El Aleph� de Borges pararetratar a Los Ángeles como el únicopunto en la tierra donde todos loslugares son vistos desde cada ánguloposible. Dicho pasaje no solo restaimportancia a los procesos de smog ehibridización de L.A. sino que tambiéncrea la impresión de que el libro aprietamás de lo que abarca. En realidad, asícomo en el caso de Jameson en el HotelSaint Bonaventure, tanto como en elmuy elogiado City of Quartz de MikeDavis, Soja no capta la dinámica de LosÁngeles en relación a Latinoamérica o lavasta población latinoamericana quehabita en sus aparentementeinterminables fronteras. Claro, Davis(2000) intenta corregir su fallaescribiendo directamente sobre lalatinización de las ciudades C

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norteamericanos. Paralelamente, Sojaha avanzado en su pensamiento en suspublicaciones recientes (ver sus obras de1996 y 2000). Pero en su libro del 2000,es posible que todavía nos quedemosatrapados en una prisión eurocéntrica,aún si la prisión es un hotel como elSaint Bonaventure que Sojamostró ya muchos años atrás aJameson y Lefebvre.

La perspectiva de Harvey

La contribución de David Harvey a laproblemática posmoderna y urbana essu insistencia en la economía políticacomo dimensión constitutiva en lugar decontexto informante o condicionante deconfiguraciones socialescontemporáneas en las cuales laespacialización y la representacióncultural son analizadas como centrales.La resistencia inicial de Harvey aperspectivas posmodernas, así como alvalor del discurso de globalización comoun medio viable de explicación de ladinámica del capitalismocontemporáneo, abre una dimensióncrítica y matizado en relación a lostemas claves para nuestra lectura.

Aunque Harvey reconoce laespacialización como una claracaracterística postmoderna, él se basa enMiguel de Certeau, cuyo propioencuentro con la frontera San Diego/Tijuana enriqueció su teoría de lasresistencias cotidianas. En particular,Harvey debe a de Certeau la crítica queel teórico francés hace de los mapascomo instrumentos totalizantes quecumplen una función homogeneizadorade la rica diversidad de itinerarios ehistorias espaciales. Entonces, apelandoa Bourdieu (¿cómo podemos vivir sinParís? Pero, ¿podríamos agregar a Paríscomo centro ahora de una intelligentsiatercermundista?) Harvey extrapola desdeesas perspectivas una crítica de cómo ir

desde las espacialidades posmodernas auna contienda por espacio político y unapolítica que de hecho deriva de Lefebvre,y proyecta hacia todas las cuestiones queemergen de la estructuraciónposmoderna (incluso su capacidad desubrayar pero últimamente contener ladiferencia, la alteridad y cualquierposible resistencia al proceso) y despuésir desde las estructuras hacia una salidadel laberinto, de la jaula de hierro deWeber, o de la prisión del lenguaje-de losseñales o simulacros-proyectándonoshacia algo más allá de todo esto.

¿Es posible que, después de enfatizar losespacios estructurales de contencióntanto como lo hace, Harvey puede sinembargo, conceptualizar una resistenciacontra la hegemonía espacial? Entre losproblemas paradójicos que él específicapara nosotros, hay uno que pareceespecialmente serio �el hecho de quesolamente se puede conquistar el espacioa través de la producción de espacio(258). Señalando las tendenciasopuestas desarrolladas en el contexto deespacialización, en cualquier evento,Harvey nota que:

Los espacios específicos de transportesy comunicaciones, de asentamientoshumanos...forman un marco rígidodentro del cual se desarrollan lasdinámicas del proceso social. Cuandose ubican en el contexto deacumulación de capital, esta rigidezde organización espacial se eleva auna contradicción absoluta. El efectoes que suelta el poder de �destruccióncreativa� del capitalismo sobre elpaisaje geográfico, desencadenandomovimientos violentos de oposiciónde todos los rincones... El cómo elcapitalismo enfrenta y periódicamentesucumbe ante este neo decontradicciones es una de las partesno exploradas de la geografíahistórica del capitalismo. La

compresión de tiempo-espacio es unsigno de la intensidad de las fuerzasen conflicto en este nexo decontradicción y bien pudiera ser quelas crisis de sobreacumulación y lascrisis en sus formas culturales ypolíticas estén poderosamenteconectadas a dichas fuerzas (1989:258.)

Una vez más, los desórdenes del nuevomundo se tornan en la formulación delo que parece no relacionado a lasvisiones de ingobernabilidad que sondifíciles de teorizar debido a laespacialidad hegemónica de nuestrosconceptos. Además, el pasaje citadomuestra como, más directamente queJameson, Harvey ha podido darnos unabase para fenómenos estéticos yculturales tales como la dominacióncultural en la posmodernidad a través desu propio análisis de las crisis deacumulación capitalista que caracterizala economía global-y esto en términos desu elaboración del concepto decompresión de tiempo-espacio queresulta de estas crisis.

Las ciudades globales son sitios de

concentración de comunicación,

servicios y administración-todo

reunido en una cadena global de

producción y consumo, que

involucran el trabajo y el

alineamiento de viviendas que

favorecen relaciones tanto

externas como internas.

En períodos de confusión eincertidumbre, y especialmente cuandolas fases de la comprensión tiempo-espacio son disruptivas, podemos esperarque lo estético y las fuerzas de la culturaresulten particularmente significativos yaún creíbles como explicaciones y comositios de luchas activas. Ya que las crisis

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de acumulación a menudo encienden,la búsqueda de resoluciones temporalesy espaciales (las que a su vez crean unarrollador sentido de comprensióntiempo-espacio), podemos tambiénesperar que las crisis de acumulaciónantecedan fuertes movimientos deestética y distinción cultural. Laposmodernidad puede entonces serentendida como una condiciónhistórico-geográfica de cierto tipo. Pero¿qué tipo de condición es esta y quédeberíamos hacer con ella? (Harvey1989: 327-28.)

En las páginas finales de su libro Harveytrata de responder a esta pregunta,indicando los fracasos del marxismo y lanecesidad de poner las cosas en claro detal manera que podrían funcionar comofuerzas activas para comprender y actuarsobre el mundo en que vivimos.Señalando las limitaciones de lospensadores dentro y cercanos (aunquefuera) de la tradición marxista (unamujer como Beauvoir, un intelectualtercermundista como Fanon, etcétera),Harvey nos da cuatro orientaciones quepueden abrir puertas:

1. Un tratamiento de la diferencia y�lo otro� no como algo que debe serañadido a las categorías marxistasprincipales, sino como algoomnipresente desde el comienzo encualquier esfuerzo por entender ladialéctica y el cambio social.

2. Un reconocimiento que laproducción de imágenes y discursoses una faceta importante de actividadque debe ser analizada comocomponente de cualquier ordensimbólico-aquí la crucialidad delanálisis cultural no comosuperestructura sino como una ramade producción que debe, por otrolado, ser concebida como un ordensimbólico o discurso-es decir un

proyecto cultural que es, en si, sujetoa análisis.

3. El reconocimiento que lasdimensiones de espacio y tiempoimportan y que también importan las� geografías de acción social, losterritorios y espacios reales ymetafóricos de poder que se hacenvitales como fuerzas de organizaciónen las geopolíticas del capitalismo, ala vez que son los sitios deinnumerables diferencias y conceptosdel �otro� que deben serentendidos....

4. [Un entendimiento del]materialismo histórico-geográficocomo un modo abierto deinvestigación en vez de un cuerpocerrado y fijo de entendimientos. Lameta-teoría no es un enunciado deverdades universales que caracterizanal capitalismo ni en su pase presenteni en general. (Harvey, 1989 365.)

la posición relativamente privilegiada delos obreros en los países capitalistasavanzados y han conducido a la re-emergencía de �sweatshops(maquiladoras) como una formafundamental de organización industrialen Nueva York y Los Ángeles en losúltimos veinte años�. Las presiones neo-liberales en grupos y recursos localesllevaron a la �violencia y creativadestrucción del desarrollo geográficodesigual... en medio de unaextraordinaria tecnología de afluencia yconsumo, que se comunicainstantáneamente a todo el mundocomo una serie de aspiraciones� (199512),

Señalando las posibilidades de rebeliónsocial en una era de capitalismodesregulado, Harvey argumenta �queaún los promotores de la globalizacióntienen que tomar en serio la condiciónde reacción violenta y repentina[backlash] (ibid.:12) Harvey indicatambién que el desarrollo demovimientos políticos de campesinosmexicanos, indios y brasileños frente alNAFTA y otras formas de reestructuraciónneo-liberal-específicamente lasdemandas zapatistas y su relación conlos cambios históricos generales que hansucedido-urgen un involucramiento enlos movimientos sociales impulsados porajustes estructurales neo-liberales,incrementando la ingobernabilidad y eldescontento, extendiendo movimientossociales en desarrollo desde los pueblosrurales a las ciudades globalizadas alnorte del Río Grande (13-16). Desde1995, Harvey ha seguido publicandosobre las ciudades y la globalización (ver1999). En la primavera el año 2000,Harvey emerge como intelectualorgánico y portavoz en la granmanifestación en Washington contra laglobalización y sus efectos sobretrabajadores rurales y urbanos de lasAméricas y el mundo.

Si consideramos el vecindario

como enclave del barrio, es que la

reproducción del mundo grupal

es siempre producción y

variación, y siempre involucra

intervenciones, cruces, e

hibridizaciones que afectan

ambos vecindarios, el local y el

externo.

Todos estos asuntos son importantes alconsiderar las contribuciones de Harveya la teoría posmoderna y por supuesto laampliación de su trabajo a laglobalización contemporáneainvolucrando el mundo latino-americanizado en una concepción deciudad-espacio-proceso. Así, en unarticulo reciente específicamente sobre laglobalización (1995), Harvey nota cómolos procesos globalizantes han reducido

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Globalización, ciudadesglobales y lascontribuciones de Sassen yAppadurai

En el contexto de las perspectivas más/recientes sobre la posmodernidad y laglobalización, ¿qué nos lleva a unavisión teórica más productiva paraabordar los asuntos culturales? Antes delos libros de Soja y Harvey, antes del elTratado de libre comercio y los otrosacuerdos que claramente anunciarían elauge de la globalización, Saskia Sassen,escribió sobre Londres y Nueva Yorkcomo ciudades globales de unaeconomía mundial que se extendíaclaramente más allá del Atlántico yseñalaba una nueva fase deacumulación capitalista y estructuraciónurbana. Así, para Sassen en los

principios de los años 90, había �unanueva lógica de concentración... [y] unnuevo sistema de coordinación..que seconcentra en el desarrollo de sitios decontrol geográfico específico en el ordeneconómico internacional� (1991: 5).

Claro, el �control geográfico� no era elúnico tema, y no era una cuestiónpuramente económica, aunque laorientación economicista de Sassen nose escondió en ese contexto. Al examinarlas �ciudades globales como sitios para...controlar�, Sassen añade que sonespacios para �a) la producción deservicios especializados que requieren decomplejas organizaciones para operaruna red dispersa de fábricas, oficinas yagencias de servicios y b) la producciónde innovaciones financieras y lacreación de mercados, ambos claves

para la internacionalización yexpansión de la industria financiera�(ibid.)

La noción de ciudades globales hasurgido y se ha desarrollado con la delas mega-ciudades, muchas de las quetienden también a ser globales. Lasciudades globales son sitios deconcentración de comunicación,servicios y administración-todo reunidoen una cadena global de producción yconsumo, que involucran el trabajo y elalineamiento de viviendas que favorecenrelaciones tanto externas como internas.Otra característica de las ciudadesglobales es la internalización de sectoresy segmentaciones sociales que serelacionan más con grupos de su áreade envío transnacional que con losgrupos en su área de recepción. Nos

Barcelona. Alfonso Solano

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enfrentamos entonces a una poblaciónurbana diversa compuesta de variosgrupos cuyas relaciones estánmediatizadas por procesos al exterior desus sitios de interacción. No essorprendente, por ejemplo, que enDivided Cities, Fainstein, Gordon yHarloe pasan directamente desde suvisión general a cuestiones decomunidades pobres del tercer mundo(1992: 151-74.)

Tal vez como en el caso de Wallerstein,una limitación en el trabajo pionero delos sociólogos de la globalización hasido una falta de atención a los procesosculturales-aunque, en el caso de Sassen,su trabajo reciente sobre los efectos delTratado de Libre Comercio y otraspolíticas de globalización (ver losensayos coleccionados en su libroeditado de 1998) ha dado creciente

importancia a la �difusión de formasculturales� en relación con los conflictosde clase, sectores, y grupos étnicos en losprocesos de inmigración y lastransformaciones urbanascontemporáneas (cf. Appiah in ibid: xiv;y su artículo en este libro). Obviamentese tiene que trabajar más todavía sobrelas cuestiones culturales-por ejemplo encuanto a la redefinición de identidadesnacionales, en lo referente a fronteras eidentidades cambiantes en nuestrassiempre nuevas ciudades hibridizadas ysu contexto mundial. Stuart Hall nosfacilita una lectura sobre el efectocultural de la modernización yglobalización (Hall et al. 1996). Sinembargo, la perspectiva �culturalista�más elaborada en relación a laglobalización, el tercer mundo y lasciudades la encontramos en el librosintético de Arjun Appadurai (1998).

De acuerdo con Jameson sobre lanecesidad de �mapas cognoscitivos� enel mundo actual, Appadurai procede ahacer su propia mapa de lasdimensiones culturales deglobalización, desarrollando todo unaesquema de �scapes� o procesosdescriptivos para lidiar con lasdesterritorializaciones y reconstitucionesculturales que son parte de lacomplejidad de relaciones que él quierecaptar. Pero Appadurai encuentraJameson, Harvey, Wallerstein, y otrosmarxistas globalizadores demasiadoestructurados, sistemáticos ydeterministas. Más bien, está de acuerdocon lo que Scott Lash y John Urry hanllamado �el capitalismo desorganizado�(1987), en lo cual la complejidad de laeconomía global tiene que ver conciertas inconexiones fundamentalesentre la supuesta unidad de economía,

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cultura y política (33). Así es queAppadurai rehusa cualquier �base�económica u otro fundamentalismos;evita los peligros reduccionistas yeconomistas, pero se queda sin basefirme para su trabajo. Asi es que susscapes tan celebrados y útiles, tan citadospor Garcia Canclini y otroslatinoamericanistas, no tienenlegitimidad establecida y sirven sólocomo una especie de modelo descriptivoy heurístico para identificar tendencias ycontra-tendencias.

Para nuestros propósitos, el �scape� mássobresaliente sería el �ethnoescape� y loque éste implica para el nuevo orden yalineamiento, las probables pérdidas yganancias para determinados grupos enla obra general del sistema y en lasrelaciones entre los �scapes�. Sinembargo, la cuestión de las �leyestendenciales� de ordenación yfuncionamiento dentro del sistema sequedan en el aire. Algunos indicadoresson entendidos, en términos de la�turbulencia global� de Rosenau(1990), como modelo de la políticamundial que parece encajar en unavariedad de otros modelos tales como elcapitalismo desorganizado y sus�propios esfuerzos� para situar lapolítica de diferencia cultural contra unpanorama de inconexiones en laeconomía cultural global (150).Además ha inclinado a la perspectiva deRosenau sobre las secuencias de acciónen cascada que buscan su ritmo ymodos de articulación, luego toman otrorumbo �incluso un curso inverso� ycomienzan de nuevo a la medida quesus repercusiones se expanden a todoslos sistemas y subsistemas (Rosenau1990: 299, citado en Appadurai 1996:151).

Appadurai está al tanto de la críticasubalterna en su propio país y susposibles aplicaciones en la época de la

globalización. Conoce la literatura sobremigración transnacional incluyendo lasobras de Rouse (1991) y Gledhill(1995) sobre la migración mexicana.Ha desarrollado un trabajo con ClaudioLomnitz comparando los campesinadosde la India y de México. Ha tratadoexplicar como las transformaciones de laglobalización han conducido aconflagraciones étnicas y a veces acristalizaciones de movimientos sociales,como en Chiapas. Así se acerca las zonasrurales y también las ciudades del tercermundo y las Américas; así se enfrenta lafragmentación y violencia étnica que seconoce en muchos barrios marginadoslatinoamericanos y latinos.

Para Appadurai, �la diáspora es elorden de las cosas y es más difícilencontrar formas sedentarias de vida�(172). Cuando trata de localizar loslugares específicos, como ciudades,pueblos o lo que sea, Appadurai seentorna con el término vecindario�para referirse a las formas socialesrealmente existente en las que lalocalidad, como dimensión de valor, esvariablemente realizada� (178-179.)Puesto que cualquier ambiente puedeser vecindario en este tipo de discurso,aun incluso un vecindario podríacalificar. La migración no es a LosÁngeles, Nueva York o Chicago, sino aun vecindario, un lugar, una zona o loque sea esa comunidad de acción otransacción.

El contexto de vecindario de Appaduraidebe ser examinado desde unaperspectiva más amplia. Por cierto,hablamos de localidades hoy porque nopodemos constituir una noción de algosin verlo como parte de un todo másamplio. Pero aquí nos encontramos conla vieja trampa: no podemos ver elobjeto si falsificamos su contexto, y nopodemos ver la configuración delcontexto sin conocer lo que es relevante

a su contextualización. Aquí de nuevo,el crudo empiricismo no funciona, ni ladura teoría fuerza las relaciones enlugar de explorarlas. Una dimensiónpositiva adicional en este análisis, siconsideramos el vecindario comoenclave del barrio, es que lareproducción del mundo grupal essiempre producción y variación, ysiempre involucra intervenciones,cruces, e hibridizaciones que afectanambos vecindarios, el local y el externo.Para una reproducción normativa, elvecindario requiere un ethnoscape nolocal que crea un nexo, especialmenteporque el ethnoscape debe de algunamanera incluir lo que a él se relaciona.Aquí podemos percibir la consideraciónde habitus de Bourdieu que nos lleva ala diáspora ontológica de Deleuze yGuattari, y por supuesto Appaduraiespecíficamente se refiere a estos teóricoscuando busca delinear �los problemasespaciales que asaltan la producción delocalidad en un mundo que se hadesterritorializado, es diaspórico ytransnacional� (188.).

Stuart Hall, Ernesto Laclau, André

Gunder Frank, Octavio Ianni y

otros caribeños y

latinoamericanos han contribuido

a la formulación de las teorías

básicas que se usan para entender

el mundo y el mundo

latino-latinoamericano.

Al final de su libro Appadurai abordadirectamente del esfuerzo del estado paradefinir y controlar ciudades y ciudadanos,su impulso para crear un plano, contiguoy homogéneo espacio de nación, y unconjunto de lugares y espacios calculadospara crear las distinciones internas ydivisiones necesarias para la ceremoniaestatal, vigilancia, disciplina ymovilización (189.)

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Finalmente, Appadurai indica cómozonas urbanas se están convirtiendo encampos de concentración virtuales, deghettos y basureros. A la vez quereconoce las grandes diferencias entreciudades, Appadurai nota que juntos,estos lugares, estos vecindariosextendidos:

Representan una nueva fase en lavida de las ciudades, donde laconcentración de las poblacionesétnicas, la disponibilidad de armasfuego y las condiciones dehacinamiento de la vida cívica creanformas futuristas de guerra...dondeuna desolación general del paisajenacional y global ha transpuestoenemistades raciales, religiosas ylingüísticas en escenarios de terrorurbano desatado (193.)

Aunque Appadurai enseña en la escuelaantropológica de Chicago, la de losChicago Boys y de la urban underclassde Julius Wilson, la visión que exhibe dela inner city está marcada por superspectiva globalizante. Así nos diceque:

Estas nuevas guerras urbanas se handivorciado de sus ecologíasnacionales y regionales y se hanconvertido en guerras autosustentables entre milicias civiles,criminales y paramilitares conectadasde modos oscuros a fuerzastransnacionales religiosas,económicas y políticas. Por supuestoque hay muchas causas para estasformas de ruptura urbana en elprimer y tercer mundo, pero en partese deben a la erosión sostenida de lacapacidad de estas ciudades decontrolar los medios de su propiareproducción (193.)

Después de una discusión de nuevastecnologías y su producción de

vecindarios virtuales y nuevasconexiones sociales, Appadurai concluyeseñalando la fragilidad de losvecindarios y de la localidad en losprocesos de globalización nohomogéneos, así como la fragilidad delos contextos en los cuales losfenómenos locales viven y se desarrollan:

La localidad siempre está apareciendode las prácticas de sujetos locales enbarrios específicos. Las posibilidadespara su realización como estructurade sentimiento son por lo tantovariables e incompletas como lasrelaciones entre los vecindarios queconstituyen sus instancias prácticas.Las poblaciones desplazadas ydesterritorializadas que constituyenlos ethnoescapes de hoy estánenfrascadas en la construcción de lalocalidad como estructura desentimiento a menudo ante laerosión, dispersión e implosión devecindarios como formacionessociales coherentes... Es nueva ladisyuntura entre estos procesos y losdiscursos y prácticas mediáticas(incluyendo aquellas deliberalización económica,multiculturalismo, derechoshumanos y de refugiados) que ahorarodean al estado nación... La tarea deteorizar la relación entre estasdisyunturas y conjeturas queexpliquen la producción globalizadade diferencias parece ser ahora masurgentes e intimidantes (198-199.)

Perspectivas latinas ylatinoamericanas: GarcíaCanclini y los demás

Los discursos citados y otros enunciadosen círculos académicos estadounidensesencuentran eco, puntos de contención yde aplicación crítica en el trabajo deespecialistas de estudioslatinoamericanos. Se debe notar que los

caribeños y latinoamericanos nosolamente han recibido sus teorías, sinoque Stuart Hall, Ernesto Laclau, AndréGunder Frank, Octavio Ianni y otroscaribeños y latinoamericanos aquímencionados han contribuido a laformulación de las teorías básicas que seusan para entender el mundo y elmundo latino-latinoamericano. Dentrodel campo mismo de estudios culturalesvemos la desterritorialización deconcepciones y construcciones desde unespacio teórico a otro, y la celebración dela latinización y los nuevos logroshíbridos de nuestros medios culturalesmetropolitanos. Por ejemplo, Juan Floresy George Yúdice (1992) celebran lanueva cultura fronteriza de Anzaldúa,Gómez Peña y compañía usando lametáfora fronteriza para alcanzarconsideraciones claves sobre lasidentidades latinas en formación. Dehecho, Flores (1992), aplica el conceptode la frontera a los puertorriqueños ensí, para contextualizar los aspectos de�crossover� transcultural como basepara entender la evolución cultural y lavida contemporánea de lospuertorriqueños. La extensión de lametáfora fronteriza llega hacia el intentototalizante de Walter Mignolo (1999).

Celeste Olalguiaga plantea en su libroMegalópolis la hibridación ymulticulturalidad como dimensionesclaves de los nuevos paisajes urbanosque involucran una intensalatinoamericanización de las variasculturas nacionales o regionales, enrelación, quiérase o no, con formaslatinas hegemónicas y formas no latinas.Pero se ve poco el costo social de estascelebraciones, como tampoco se ve elsufrimiento y la explotación que estánen la base de la actividad y la creatividadlatinas, sobre todo en esta etapa de laexpansión capitalista. Ahora bien, lostrabajos de Martín Barbero, GarcíaCanclini y sus colegas y discípulos, que

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han escrito sobre las ciudadeslatinoamericanas, evidencian unacelebración de lo híbrido de nuestromedio cultural metropolitano y unasubestimación de los problemas vitalesen vez de los problemas específicamenteculturales.

Uno de los grandes pensadores sobre lavida urbana, Walter Benjamin,estableció el vínculo entre civilización ybarbarie, ciudad y campo-gruposprivilegiados para expresar las grandesideas y imágenes en relación con unabase social de miseria y explotación. Escierto que el enfoque sobre lo culturalnos hace explorarlo con profundidad.

Pero ¿cómo se explica esta disyunciónentre la celebración posmoderna y lascircunstancias represivas? ¿Es que losestudios culturales no pueden enfrentara los problemas subalternos? ¿Hay unbloqueo cuando uno se dedica a lateoría macro? ¿O es un miedo a meterseen moralismos o programas de acciónya gastados, en bancarrota, en crisis ypeligrosos? ¿Queremos otra generaciónde muertos? ¿Y para qué? ¿Y con quéplan? ¿El socialismo? ¿La vanguardia?¿Nos llevan a la tierra prometida u a otrosiglo de luchas inútiles y dolorosas? ¿O esque estamos enamorados de laautodestrucción?

Alguna vez, al defender a GarcíaCanclini, me referí a la respuesta deBorges cuando le preguntaron por quéno había escrito más directamente sobreBuenos Aires en sus ensayos: �porque�,dijo el famoso escritor, �no hay camellosen El Corán�. No he consultado ElCorán para ver si Borges tenía razón, osi estaba inventando textos, comosiempre. Pero quizás no está biendepender de Borges para hablar de lalucha de clase o más ampliamente, de lavida y lucha subalterna. ¿Qué figuramás urbana y clasista que Borges? ¿Qué

laberintos más urbanos que suslaberintos y ficciones?

Aquí parece anticlimático resumir elenorme aporte de Beatriz Sarlo, NellyRichard y otros a la cuestión urbana enAmérica Latina. Solamente quisieratocar muy brevemente unos trabajosrecientes de García Canclini, por sucontextualidad al problema que vamosplanteando. En Consumidores y

ciudadanos (1995), García Canclinisugiere que las ciudades adquieren unnuevo significado en un período que hasido designado como post-Fordista,posmodernista, transnacionalizado,globalizado e híbrido, y que unadimensión clave de esta situación teníaque ver con cuestiones de participación yciudadanía activa y hasta de resistencia.En su libro más reciente (2000), como elensayo en esta colección, GarcíaCanclini sigue armando una visión delas ciudades dentro la globalización queimplica toda una lucha de nuevasdefiniciones y nuevas formas de acciónen relación con los procesosmulticulturales e híbridos queacompañan a los procesos globales.

Argumenta García Canclini que losprocesos de desestructuración yreestructuración económica, los nuevospatrones globales de producción,información, distribución y consumo,los cambiantes parámetros de vivienda,los procesos evolutivos de inmigracióntrasnacional y su relación con nuevasconfiguraciones sociales(de-territorializaciones yre-territorializaciones, rivalidades yalianzas, nuevas formas de desactivacióny movilización, etc.) se complicanporque con la globalización hay unacohabitación de inmigrantes, queconllevan sus idiomas y sus patrones decomportamiento de culturas diferentes.Estos patrones están ocurriendo enmuchos países, cancelando así hasta unC

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cierto punto las diferencias entreciudades y regiones desarrolladas ysubdesarrolladas. Las proximidades dediferentes comunidades de inmigrantesconducen a nuevos grupos y sujetossociales. Así que por un lado, vemospatrones más intensos de homogeneidadurbana, y también conflictos másintensos y oposiciones más agudas encircunstancias desarticuladas y violentas.

Por cierto, los procesos desistematización mundial tienden aldesordenamiento de comunidadespre-existentes, alianzas y modos de ser.Cuanto más se insertan las ciudades enredes globales, más son amenazados,alterados o destruidos sus anterioresniveles de organización. Fenómenoscomo la llegada de olas y olas deinmigrantes, objetos, remesas, mensajesfacsímiles y electrónicos, tanto comonuevos sistemas completos detransportación, comunicación ysignificación conducen atransformaciones culturales y socialesque llevan a nuevas formas deidentificación, nuevas identidades y unaestructuración general de patroneseconómicos formales e informales(incluyendo la proliferación de pandillasintegradas a redes de narcotráfico,etcétera) en un desorden general ysistemático que impulsa nuevascoaliciones y a veces movimientossociales, al mismo tiempo quetendencias fuerzas autoritarias searticulan para contener el desordengenerado por el sistema.

Ese es el modo de análisis que GarcíaCanclini elabora en su obra reciente.Siempre intenta analizar lo particular enfunción de lo macro y después volver alo particular; siempre se acerca a lacuestión de los movimientos socialesentre trabajadores y subalternos en elcontexto del sistema total. Anota losmecanismos de homogeneización y

pacificación social, pero insiste en queestos factores, y otros, no han impedidoa las fuerzas de la diversidad surgir yexpandirse. Especifica las presionesglobales en relación con las cuales sedebe ver el desarrollo de aquellosmecanismos y fuerzas que puedenimpactar el sistema total.

Sin duda el modo en que GarcíaCanclini da cuenta que los movimientossociales y las luchas civiles puedenexpandirse para entender estos procesosen Guatemala, México y donde sea enlas Américas-incluyendo las poblacioneslatinas en Estados Unidos. Losinmigrantes latinos pueden enunciar susviejos deseos de volver o puedenparticipar en el flujo de los patronestransnacionales, pueden querer votar enelecciones en Puerto Rico o México perotodavía entran en las luchas y losconflictos de las ciudades afectadas porlos nuevos procesos de reestructuracióneconómica. Estos actores no solo sientanlos efectos de los cambios globales yurbanos, también pueden impactar lasciudades donde viven y los lugares dedonde vienen. Sus modos de inserción,su lucha por espacios de desarrollo y susposibles alianzas con otros grupos seráparte de la historia del nuevo siglo ymilenio. Los latinos son vistos comoparte de un �problema de minorías� ysu interacción con e inclusión al(interface) capitalismo tardío ytecnocrático. Pero su retenciónde rasgos anteriores, mientras avanzanen los sistemas contemporáneos,hace de ellos actores cruciales encualquier conceptualización útil.Viendo como funciona la lógica deGarcía Canclini, cabe preguntarse si las perspectivas subalternassuplementan o profundizan lascontribuciones más normativas (yposmodernas) que él, Sarlo y los demáshan ofrecido. O si es que el enfoquesubalterno, especialmente en la medida C

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que deconstruye articulaciones,a fin de cuentas no saboteadecisivamente el proyecto de estudioslatinoamericanos.

En una sesión en la Conferencia deEstudios Latinoamericanos deGuadalajara en 1996, García Cancliniinsistió sobre los conflictos y crisisfronterizas como fundamentales (peropreviamente implícitas) para su visiónde la frontera. También argumentó quelo subalterno y lo local solamentepodrían tener peso en relación con unanoción del proceso social y cultural ensu totalidad. ¿Pero no estaba ofuscandolas relaciones micro-estructurales y lasposibilidades para su apelación clásica ala totalidad? ¿Es que la visión de latotalidad nos puede ayudar acomprender el fragmento sindomesticarlo y limitarlo en unreduccionismo funcionalista que nosencarcela en vez de abrir puertas?

Examinando el aporte de GarcíaCanclini, John Kraniauskas anota comolas hibridaciones descritas en Culturashíbridas conducen a la conclusión quetodas las culturas urbanas de hoy(empezando con lugares como Tijuana)son culturas fronterizas. Kraniauskassubraya como García Canclini �por unmomento reconoce que puede habersufrimiento en la frontera� (1998 20.)pero no puede mantener esta perspectivaporque su énfasis en totalidad y re-territorialización implica no un enfoqueen pérdida sino en transformacióncultural -no en dolor sino en posible�placer� en la creación de nuevassubjetividades capitalistas en relacióncon la reorganización cultural que vienecon la etapa contemporánea deorganización capitalista.

Víctor Ortiz, que estudia la relación entrelas teorías de estudios culturales y lasrealidades históricas de la fronteramisma, ha indicado (1998) que lasdivisiones étnicas y nacionales entrepoblaciones heterogéneas de las zonasurbanas están experimentadas en lasdistancias sicológicas y culturalesincrustadas en los patrones desegregación social y desigualdadeconómica que se relacionan con lasdinámicas de dominación analizadaspor Guha (1983). Por su parte, IleanaRodríguez (1994), co-fundadora delgrupo subalterno latinoamericano, haseguido las ideas de Eric Aliez y MichelFeher (1986)-y también Robert Reich(1991) en su perspectiva sobre la re-estructuración capitalista-para indicarcomo hoy día en el capitalismo en suetapa transnacional o globalizante, lossubalternos (vistos como nómadas,migrantes, y criminales) ya son lossujetos claves de la historia, y de losposibles movimientos sociales deoposición.

Sin embargo, tal vez la sugerencia másradical de este artículo es que no se

puede reducir o deducir el sujetosubalterno sencillamente al sistema enque se encuentra. De hecho, las culturashíbridas (productos de capital) nototalizan sino van más allá de lossistemas en que se encuentran. Claro,este intento subalterno de �ir más allá�de lo híbrido, que termina siendo eltítulo mismo de una sesión de LASA yamencionada, ha recibido una contra-crítica negativa de Hugo Achugar,Mabel Moraña y otros.

A pesar de sus desacuerdos particularescon García Canclini y los subalternos,Moraña ha aceptado la polarizacióncomo clave para entender la AméricaLatina de hoy día:

La invitación a reflexionar sobre lacultura latinoamericana �más allá dela hibridez�... propone la tarea dedesafiar los limites de un conceptoque hasta hace poco tiempo sepresentaba comoincuestionablemente operativo parala captación de una cualidaddistintiva y definitoria de la historialatinoamericana... Hibridez ysubalternidad son nociones clavespara la comprensión de la relacionesNorte/Sur basadas en larefundamentación del privilegioepistemológico� que ciertos lugaresde enunciación siguen manteniendoen el contexto de la globalidad (1998:44.)

Es probable, por supuesto, que, comodice John Beverley en un artículobastante sugerente, que �las cosas quedividen a los estudios subalternos de suscríticos� sean menos importantes allargo plazo que aquellas quecomparten� (Beverley y Sanders 1998:255). Sin embargo, para Beverley, lacontribución subalterna al proyecto deestudios culturales tiene que ver con �larehabilitación del proyecto de la

Los procesos de sistematización

mundial tienden al

desordenamiento de comunidades

pre-existentes, alianzas y modos

de ser. Cuanto más se insertan

las ciudades en redes globales,

más son amenazados, alterados

o destruidos sus anteriores niveles

de organización.

¿Es la perspectiva de García Canclini enel artículo citado arriba unacontextualización adecuada qué puedeservir dentro las preocupaciones clavesde la crítica subalterna? Por sobre todo¿cómo podemos conceptualizar algunatotalidad si tal conceptualización esdependiente de una construcción desub-categorías las cuales pueden solo sercomprendidas en relación con esatotalidad?

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izquierda... al explorar lainconmensurabilidad entre lasreivindicaciones de varios proyectos anivel político o de estado y lasnecesidades actuales, deseos yposibilidades de los sectores populares delas Américas� (256; ver también Beverley2000) En este sentido es importantenegociar entre la perspectiva de GarcíaCanclini y los de los subalternistas en suevaluación de las relaciones futurasentre las tendencias teóricas y culturalesemergentes en la transición de AméricaLatina en el nuevo milenio (GarcíaCanclini 1997b y 1999).

Por supuesto debe haber una tercera,cuarta o quinta tendencia quedeberíamos considerar. Pero la cuestióndebe ser contestada. También diría quetodas nuestros cuestiones siguenhirviendo sin una respuesta clara. Paramí, el problema es que la perspectivamacro siempre tiende a venir desdearriba y a ver los procesos micros ysubalternos como meras deducciones delo macro y dominante. Eso nos encierraen una lógica reductiva y deterministacasi sin salida y posiblemente sin poderentender cómo los micro-procesos queconstituyen la totalidad tambiénimplican procesos que van másallá pero que no podemos ver ennuestras teorizaciones.

Es cierto que lo subalternosolamente se articula en unproceso que potencialmente terminasu estado de subalternidad-o al gradoque los subalternos ya participan enun esfera pública capaz de totalizarlotodo. ¿Y que tal si son las ONGs las quehacen eso posible? ¿Es cierto quedetrás de los grupos étnicos ymovimientos sociales hay grandesfundaciones? Y sin ellas,¿los grupitos no tendrían efecto?¿Quiénes son los Che Guevaras oTupamaros (para regresar a la ciudad)

de la posmodernidad? ¿Quién losfinancia? Y ¿Por qué?

Comprender la totalidad de laglobalización mundial en una formaque podamos especificar adecuadamente-es decir, lidiar con cualquier asuntolocal o particular que afecta oes crucial al todo globalizante- fue laproblemática que establecimos paranosotros mismos en New World(Dis)orders. Exitosos o no, elproblema planteado parecería ser undesafío teórico/práctico que encaramosen los debates sobre la cuestión detotalizar y específicamente determinarperspectivas culturales-desde cualquierespacio de enunciación subalternao por lo menos desafiante-delos que cualquiera de nosotrospodría hablar.

No es simplemente un asunto de trazarmapas rurales o de espacios suburbanos,un lugar para poblaciones campesinas oindígenas desplazadas en su proceso deurbanización. Porque desde tiempo atráscualquier movimiento, grupo o sujetosocial nuevo, las espacialidades quedominan nuestras categorías asumidashan relegado todas las otras en unsistema urbano-centrado de poderideológico y material que preserva yjerarquiza todo. Con respecto a EstadosUnidos sabemos muy bien cómo lasciudades interiores de afro-americanos ylatinos están sumergidas en procesosglobales que dejan poco espacio paramaniobrar.

¿Entonces, dónde estamos? ¿No es ciertoque la ciudad que domina nuestrodiscurso niega nuestro proyecto derastrear y proyectar la propiaenunciación de lo subalterno aparte delos procesos totalizantes y centrados en elestado? ¿No es la ciudad de nuestramente virtualmente co-extensiva connuestras teorizaciones? ¿Es esta ciudad

norteamericana? ¿Es esta ciudad unamegalópolis o una ciudad global? ¿Y esposible que la latinoamericanización delas ciudades norteamericanas produzcaalgo que pueda ser útil al sur? ¿Es que latropicalización de las teorías de laglobalización occidental avanza oatrapa aún más los del sur? ¿Y en quémanera o grado está todo estepensamiento-sur transformando alpensamiento-norte? ¿O al norte mismo?(pace Larsen 1995). Estas son laspreguntas que nos esperan en nuestrosespacios vitales y nuestras ciudades en elnuevo siglo y nuevo milenio queempezaron ya hace muchos años...

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