Las Vacaciones de NataliaEspañol II

Truc & Phyllis

Érase una vez una niña que se llamaba Natalia. Ella vivía en Somerville con su mamá, su papá y sus dos gatitas, Margarita y Chiquita.

Era una niña muy bonita y todo el mundo siempre lo decía cuando salía con sus padres.

Un día la familia decidió hacer un viaje. Su mamá y papá empezaron a buscar boletos en el Internet, pero todos eran muy caros

Buscaron boletos a México, Puerto Rico, Nicaragua, y muchos lugares más, pero todos costaban más de $700. Natalia les dijo “!¿Por qué no vamos a la Florida?” Sus padres encontraron boletos por $388 y la familia hizo las maletas. Natalia estaba MUY contenta y quería comprar un vestido nuevo, así que su mamá la llevó a un hipermercado donde se vende mucha ropa a buen precio. Natalia compró uno verde y blanco.

El 20 de febrero subieron el avión y volaron al aeropuerto de Tampa, Florida. Cuando llegaron, era un día muy bonito; había sol y hacía calor. Toda la gente llevaba pantalones cortos, vestidos y sandalias. Nadie usaba un abrigo como en Boston donde hacía frío.

La familia alquiló un convertible y ellos se quedaron en un hotel muy lujoso. Después de registarse en el hotel, Natalia y sus padres fueron a la playa y Natalia empezó a hablar con una muchacha cubana que hablaba español también.

Ella se llamaba Tatiana. Las niñas decidieron hacer un castillo de arena. Estaban al punto de terminarlo cuando una gaviota se paró en el punto del castillo y el castillo se desarmó

. Las niñas dijeron “¡Vámonos al agua mejor!” Entraron el agua y mientras nadaban, vieron un tiburón. Se fueron corriendo y gritando del océano. Después de salir del agua, las niñas querían ir a la piscina del hotel en vez de estar en la playa con los animales molestosos

Los padres de Natalia invitaron a los padres de Tatiana a la piscina del hotel y las dos familias se fueron a nadar allá. El sol se estaba poniendo cuando la mamá de Tatiana le dijo que se tenían que ir. Nati volvió a la habitación del hotel con sus papás, todos se bañaron y después, se fueron a comer en un restaurante jamaiquino.

En el restaurante tocaba una banda de reggae mientras ellos comían Ackee con pescado. Había un postre en la vitrina que ellos querían comer después de cenar. Cuando terminaron de comer, se dieron cuenta que no tenían dinero en efectivo, ni una tarjeta de crédito, y para poder salir del restaurante, Natalia tuvo que lavar los platos por una hora y los padres tuvieron que trabajar de meseros.

Al día siguiente (próximo), la familia fue a un parque de atracciones. Había muchos juegos diferentes y grandes.

Natalia quería subir a la montaña rusa, pero su papá tenía miedo por la altura, así que ella y su mamá subieron juntas.

. ¡Natalia estaba muy contenta! ” Sus papás le compraron 5 globos y una piragua antes de irse

La familia volvió al hotel y todos durmieron muy bien esa noche.