Las Siete Plagas Postreras de Apocalipsis

13
Entonces oí desde el templo una gran voz que decía a los siete ángeles: «Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios» (Apocalipsis 16.1). Por ANDRÉS MENJÍVAR Las Las Siete Plagas Siete Plagas Postreras Postreras Las Siete Plagas Postreras

description

ANDRÉS MENJÍVAR

Transcript of Las Siete Plagas Postreras de Apocalipsis

Entonces o desde el templo una granvoz que deca a los siete ngeles:Id y derramad sobre la tierra lassiete copas de la ira de Dios(Apocalipsis 16.1).Por ANDRS MENJVARLasSiete PlagasPostrerasLasSiete PlagasPostreras2003 Derechos Reservados.Con excepcin de las fuentes citadas, el contenido es pro-piedad del autor.Las citas bblicas coreesponden a la Reina-Valera de 1995.LAS SIETE PLAGAS POSTRERASPor Andrs Menjvar-1-Las Siete Plagas PostrerasLa salvacin de Dios a la humanidad ha estado disponibledesde que el Salvador vino a la tierra hace unos dos mil aos.Su Sacrificio abri la puerta de la reconciliacin, la cual per-manece abierta hasta que venga el momento en que vuelva aser cerrada.De esa manera, el humano enemistado con el Todopodero-so, ha estado teniendo la oportunidad de entrar por ella paraencontrarse frente a frente con l para establecer una rela-cin tan especial que le exime de toda culpabilidad por lavida de pecado y por la herencia de condenacin que de Adnrecibi.En realidad la condenacin fue puesta en marcha por elprimer hombre, y sta pas a todos sus descendientes; peroDios no desea aplicarla a nadie, ms bien les ha proporciona-doelmediodeescape,elcualeselderramamientodelasangre de su Santsimo Hijo; de esa manera la muerte eternaquepende sobre ellos, queda sin efecto.La Sagrada Escritura declara categricamente que: De talmanera am Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unignito,paraquetodoaquelqueenlcreenosepierda,sinoquetenga vida eterna (J uan 3:16). Esta declaracin encierra unprofundo significado que debiera ser tomado como la clavepara alcanzar la bendicin divina, pero an con todo ese pro-fundo significado, parece que la reaccin multitudinaria alescucharla no despierta ningn inters sino poca estima. Lossiglos han transcurrido velozmente y esa declaracin conti-na sin encontrar la respuesta esperada por Dios.Parece que el mundo est demasiado ocupado poniendotoda su atencin a los problemas del diario vivir, a los proble-mas ecolgicos, a la economa mundial, a las guerras, al cri-men y a la depravacin en general. S, el mundoest dandoms importancia a las guerras, a los tornados, a las inunda-ciones, al derretimiento del hielo polar, y a las enfermedadesque al mensaje que seguramente evitara todos esos males.El mundo, sin la menor importancia, est contemplandocmo la degeneracin cada vez va teniendo ms aceptacin,algradoqueaquelloquelaPalabradeDiosdeclaracomoinmundicia y como pecado digno de condenacin, est sien-do visto como algo normal, a lo cual no hay por qu sentirrechazo, y que no vale la pena frenar sencillamente porqueson cambios que la sociedad misma demanda.El mensaje de advertencia escrito en la Sagrada Escriturano est teniendo la debida atencin por que el pensamientosatnicocontrapuestoaellainfluyepoderosamenteenlamente humana, dicindole que no vale la pena poner aten-cinamandamientosdelaLeydivina,porquehoyendaesassonnormassinsentidoalascualesnovalelapenaponer atencin porque fueron para una sociedad y para untiempo demasiado alejados de la sociedad y del tiempo ac-tual.Una cosa es que la humanidad no le preste atencin almensajepreventivosagradoporconsiderarquenovalelapena invertir tiempo en semejantes cosas, y otra es que enrealidad el mensaje carezca de importancia.La ira divina viene, y con cada segundo que transcurre seacorta ms el tiempo, cuando el momento haya llegado, en-tonces el mundo echar de ver que sus conclusiones a favordel pecado eran incorrectas y con resultados nefastos; y queel mensaje divino pregonado por todos los rincones del mun-do llamando a los humanos al arrepentimiento y a abandonarla vida de pecado, mereca toda la atencin.Para ese entonces ser demasiado tarde, la humanidad echa-r de ver que cometi un gravsimo error al haber desestima-do la Palabra de Dios. La oportunidad para enmendar lo inco-rrectodesdetiempoatrshabrterminado,yentoncesseechar de ver que el mensaje de arrepentimiento en verdaderalaopcinparalimpiarelalmadetodainmundiciadepecado, y para alcanzar la vida eterna.Advertencia de que las plagas vienenMillones de personas no creen que Cristo reinar futura-mente sobre la tierra, miran eso como un cuento, como unahistorieta para nios. Lo miran como una esperanza ilusoriade muchos que viviendo en dificultades econmicas o en di-ficultades de cualquier ndole, desean escapar de la miseriaen la cual viven. En otras palabras, lo miran con verdaderaincredulidad, como algo inexistente. Miran el anuncio de esereino como algo que no tiene cabida en las mentes modernas.Ha odo usted hablar acerca del reino de Cristo? Ha ledoal respecto en la Sagrada Escritura?Ciertamente ese reino est anunciado por los profetas ypor los escritores evanglicos como un tiempo sin preceden-tes, como un tiempo nico de verdadera paz y sosiego, dignodegozar.Tiempoquenovendrsinqueantesacontezcanunos fenmenos extraos nunca antes vistos sobre la redondezde la tierra. Fenmenos que incluso los cientficos mirarnestupefactos e impotentes de encontrarles una explicacinrazonable. Ya han comenzado a manifestarse algunos fen-menos menores tales como la frecuencia de terremotos, inun-daciones y el derretimiento del hielo polar a causa del reca-lentamiento de la Tierra. Con todo, an no es el tiempo paraque aquellos terribles fenmenos que abatirn el nimo delos incrdulos se manifiesten.Actualmente la ciencia y el pensamiento filosfico encuen-tran abundantes argumentos para explicar los fenmenos queestn sucediendo; a su vez, el pblico al escuchar esos argu-mentos, los toma como respuestas satisfactorias. La hora vie-ne cuando la situacin va a cambiar totalmente porque losfenmenos extraordinarios que sucedern sobrepasan la ca-pacidad humana de explicar sus causas. En ese entonces elmundo querr continuar conociendo la opinin autorizada delos cientficos sin tomar en cuenta que la respuesta se en-cuentra dentro de la Palabra de Dios.Los eventos que preceden al establecimiento del reino deCristo sobre la tierra son de terribles magnitudes, y puedenser comparados al caudal de un ro que rpidamente va en-2-aumento.Quieneshanestadoalaorilladeunrocrecidocuentan que poco antes de venir la enorme correntada contoda su fuerza, empezaron a mirar en la superficie del aguapequeas ramas, alguna espuma y otros objetos de poco peso.Adems, cuentan que a lo lejos escuchaban un sonido quepoco a poco iba hacindose ms sonoro, hasta que repenti-namenteaparecilaenormecorrentadadeaguamezcladacon tierra, la cual arrastraba enormes rboles y otros objetosde gran peso y tamao.Quienes han narrado esas experiencias tuvieron tiempo paraescapar a lugares altos a donde los niveles del agua no alcan-zaron; pero aquellos que no se percataron del peligro murie-ron ahogados, arrastrados por la poderosa corriente.Igual en comparacin son los eventos que a nivel mundialse estn dando, ya que son como avisos de que estn porvenir con terrible fuerza otros eventos de los cuales ningndesprevenido escapar.Los eventos que anteceden al establecimiento del reino deCristo sobre la tierra son las plagas. Actualmente se estndando muchos eventos que fuertemente estn advirtiendo ala humanidad del peligro en que se encuentran, y de la nece-sidad de subir a lo alto a fin de escapar de la ira de Diosque a su debido tiempo ser sentida en toda la tierra. Peropor lo que puede mirarse, tanto la alteracin climatolgica,los desastres ambientales y las enfermedades, que son la vozde alerta; son mensajes que carecen de importancia, el mun-do tiene otros asuntos en que est ocupado. Sin lugar a du-das la fuerza de la catstrofe les arrastrar a la muerte segu-ra, y cuando busquen cmo librarse del peligro, ser demasia-do tarde.El incremento de los fenmenos naturales tales como te-rremotos, sequas y pestilencias son vocesavisando al mun-doquedebenescaparparaprotegersedelassieteplagaspostreras. Con todo, en vez de tomar esos fenmenos comoavisodequealgodecatastrficasconsecuenciasestporvenir, lo ms comn es esperar explicaciones cientficas quepor cierto en nada sugieren que es Dios quien est anuncian-do un peligro inminente.Las potencias mundiales estn gastando dinero en sus pro-gramas de exploracin espacial en el afn de hallar vida enotros planetas. El hombre moderno est pensando en cmolas computadoras pueden facilitarle comodidad hogarea yfacilidad en el desempeo de su trabajo. En fin, la ciencia notiene tiempo para ocuparse en asuntos ajenos a sus respecti-vos campos.Cada segundo transcurrido va siendo restado al tiempo de-terminado por Dios como oportunidad para escapar del furorde su ira.Por qu las siete plagasEntonces o desde el templo una gran voz que decaa los siete ngeles: Id y derramad sobre la tierra lassiete copas de la ira de Dios (Apocalipsis 16:1).Las palabras de este texto informan al lector la razn porlacuallassieteplagassernderramadas,identificndolasespecficamente como las copas de la ira de Dios.Por causas desconocidas por los humanos, las copas de laira divina son siete, ni menos, ni ms. El nmero podra serintrigante, sin embargo no encierra misterio alguno, ms bienidentifica al paquete dentro del cual estn completas todaslas manifestaciones del castigo divino prximo a ser derra-mado.Ciertamente Dios es amor, pero ante la indiferencia huma-na y la necedad de vivir en pecado, no queda otra alternativaque mostrarle cun grande error es despreciar ese amor.Dios es amor, por eso desea que la humanidad escape delas consecuencias de vivir bajo la esclavitud del pecado. Dioses amor, y lo ha evidenciado al haber enviado a su Hijo apadecer la muerte que la humanidad pecadora deba padecer;de esa manera, al aceptarlo como salvador la culpa es aboli-da.En verdad, cualquier padre de familia que ame a sus hijossiente verdadero dolor al ver sufrir a uno de ellos. Ms dolo-roso es si el que padece es hijo nico. Eso puede dar al ama-ble lector una idea del dolor padecido por el Altsimo Padre alver a su Hijo sumido en indescriptible dolor por un error quel nunca cometi.Con todo, su dolor encontr alivio pues el sacrificio cum-pli el propsito de librar de la muerte a aquellos sobre loscuales pesaba el castigo final. As, la declaracin divina es:para que todo aquel que en l cree no se pierda, sino quetenga vida eterna (J uan 3:16).Pero una cosa es tan cierta como que existen el da y lanoche: El mensaje acerca de la muerte redentiva est siendopredicado por toda la tierra, y la oportunidad est disponiblepara todos. Ay de quienes rechacen a Cristo y estn vivoscuando las plagas vengan, porque se lamentarn grandemen-te! La palabra es clara: Las plagas sern para que el mundosienta la ira de Dios a causa de haber rechazado la muerte desu Hijo. Entonces echarn de ver cun catastrfico les fue nohaber puesto atencin al evangelio.Un vistazo a las siete plagasLos castigos de Dios a la humanidad desobediente son dos:El primero est manifestado por medio de las siete plagaspostreras. El segundo es el castigo final. La posible diferen-cia entre ambos castigos podra consistir en que durante elderramamiento de las plagas todos los humanos estarn consu plena conciencia, y se mirarn unos a otros, y la ciencia seesforzar por combatir el mal por diferentes medios. En cam-bio el castigo final, que es la consumacin de todo, no darlugar a ningn humano para que piense acerca de otras per-sonas.Enesemomentoelhumanonotendrtiempoparapensarenotrossinoensmismo,lamentndosedehabertenido en sus manos el regalo divino que le hubiera hechoevitartandolorosasituacin.Enesemomentolapersonaestar sola frente a frente con el Gran J uez de toda la tierraque le dictar la sentencia de condenacin que le har serlanzado al lago que arde con azufre.He aqu, pues, el contenido de las siete plagas postrerasLAS SIETE PLAGAS POSTRERASPor Andrs Menjvar-3-segn el libro de Apocalipsis 16:1-21.Entonces o desde el templo una gran voz que decaa los siete ngeles: Id y derramad sobre la tierra lassiete copas de la ira de Dios. Fue el primero y derramsu copa sobre la tierra, y vino una lcera maligna y pes-tilente sobre los hombres que tenan la marca de la bes-tia y que adoraban su imagen. El segundo ngel derramsu copa sobre el mar, y este se convirti en sangre comodemuerto,ymuritodoservivientequehabaenelmar.Eltercerngelderramsucopasobrelosrosysobre las fuentes de las aguas, y se convirtieron en san-gre. Y o que el ngel de las aguas deca:J usto eres t, Seor,el que eres y que eras, el Santo,porque has juzgado estas cosas.Por cuanto derramaron la sangre de los santos y delos profetas, tambin t les has dado a beber sangre,pues se lo merecen. Tambin o a otro, que desde elaltar deca: Ciertamente, Seor Dios Todopoderoso, tusjuicios son verdaderos y justos!.El cuarto ngel derra-m su copa sobre el sol, al cual le fue permitido quemara los hombres con fuego. Los hombres fueron quemadoscon el gran calor y blasfemaron el nombre de Dios, quetiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron paradarle gloria. El quinto ngel derram su copa sobre eltrono de la bestia, y su reino se cubri de tinieblas. Lagente se morda la lengua por causa del dolor, y blasfe-maron contra el Dios del cielo por sus dolores y por suslceras, y no se arrepintieron de sus obras. El sexto ngelderram su copa sobre el gran ro ufrates, y el agua deeste se sec para preparar el camino a los reyes del oriente.Vi salir de la boca del dragn, de la boca de la bestia yde la boca del falso profeta, tres espritus inmundos se-mejantes a ranas. Son espritus de demonios, que hacenseales y van a los reyes de la tierra en todo el mundopara reunirlos para la batalla de aquel gran da del DiosTodopoderoso. Yo vengo como ladrn. Bienaventuradoelquevelayguardasusvestiduras,noseaqueandedesnudo y vean su vergenza. Y los reuni en el lugarqueenhebreosellamaArmagedn.Elsptimongelderram su copa por el aire. Y sali una gran voz delsantuario del cielo, desde el trono, que deca: Ya esthecho!. Entonces hubo relmpagos, voces, truenos y ungran temblor de tierra, un terremoto tan grande cual nolo hubo jams desde que los hombres existen sobre latierra. La gran ciudad se dividi en tres partes y las ciu-dades de las naciones cayeron. La gran Babilonia vinoen memoria delante de Dios, para darle el cliz del vinodel ardor de su ira. Toda isla huy y los montes ya nofueron hallados. Del cielo cay sobre los hombres un enor-me granizo, como del peso de un talento. Y los hombresblasfemaron contra Dios por la plaga del granizo, porquesu plaga fue sumamente grande.La sola lectura de este texto es suficiente para entenderquegrandescalamidadesfuturasrepercutirnseveramentesobretodalatierra.Ningnelementoterrenoescapardesufrir las consecuencias del castigo que como fruto del peca-do y de la indiferencia mundial hacia la voluntad divina serenviado desde lo alto.Lamentablemente,eltiempoesttranscurriendosinseraprovechado. Podra servir eficazmente para evitar la cats-trofe, pero la indiferencia es mucha, el mundo est demasia-do ocupado en vaciedades, sin fruto espiritual, ignorando quevenido el momento, nadie podr evadir recibir su justa paga.As como no habr una segunda oportunidad para quieneshayan de comparecer ante el juicio final a recibir la sentenciaque los enviar al lago de fuego, as tampoco la habr paraquienes hayan de padecer en carne propia cada una de lasplagas. El tiempo habr llegado y no habr tiempo para en-mendar el error.La primera plagaFue el primero y derram su copa sobre la tierra, yvino una lcera maligna y pestilente sobre los hombresque tenan la marca de la bestia y que adoraban su ima-gen (Apocalipsis 16.2).lcera es una llaga, y aunque no puede precisarse qu tipode lcera ser, s se sabe que ser de terribles consecuencias.sta estar acompaada de insoportable hedor.All tanto la delicadeza como el orgullo humano desapare-cern para dar paso a un espectculo enteramente desagra-dable en el cual los tumores en descomposicin producirnabundantes gusanos, que al estar devorando la carne causa-rn dolor extremo.Otras versiones de la Escritura, en lugar de decir que serpestilente dicen que ser dolorosa. En realidad no hay errorde traduccin, ms bien ambas palabras son correctas, y loque se da a entender es que adems de ser pestilente serdolorosa.Generalmente las lceras sangran constantemente, la pielal rededor de su centro se torna de color rojizo, y tanto en susuperficie, como debajo de ella se pudre, de tal manera queemanan pus debido a la descomposicin del tejido. General-mente la parte infectada se altera y se siente como fuego; yentre ms avanzada est la descomposicin del tejido, msfuerte y constante es el dolor. Eso ocasiona fiebre, las ener-gas menguan notoriamente hasta hacer que la persona caigapostrada en cama.El versculo menciona una lcera, pero eso de ningunamanera significa que a cada persona le aparecer una sola;ms bien el texto puede ser interpretado en el sentido de queese tumor estar extendido en todo el cuerpo desde la plantadel pie hasta la cabeza.La imaginacin personal no encuentra dificultad para mi-rar que esa lcera cubrir ambos pies, la boca, el rostro, elrea frontal y la espalda. El cuerpo sobre el cual caiga esaplaga ser estremecido por fuerte fiebre debido a la terribleinfeccin. El mal olor proveniente de esa descomposicin hartodava ms insoportable el estado lamentable provenientede ese flagelo.Debe advertirse que esa plaga es slo el principio de unaLAS SIETE PLAGAS POSTRERASPor Andrs Menjvar-4-cadena bastante larga y pesada de consecuencias que estnpor venir a la tierra, y su propsito es hacer entender que laindiferencia con la cual se vio el deseo divino de salvar almundo tuvo como nefasto resultado desatar la ira celestialpor haberse desechado con desdn e indiferencia la oportu-nidad de entrar por la puerta estrecha, y que la oportunidadde salvacin fue desaprovechada.Esto significa que la retribucin o paga debido a la indife-rencia al ofrecimiento divino, ser justa y exactamente igualen el nivel de las consecuencias, porque de la manera en quela vida eterna es una recompensa sumamente alta, as el cas-tigo es tambin una paga sumamente alta.Si ese tumor maligno y maloliente viene como consecuen-cia de la desobediencia, entonces se infiere que caer sobrequienes estn marcados como desobedientes por Dios. Por lotanto, no parece que la solucin para quienes padezcan esalcera sea visitar los consultorios mdicos, ya que la plagaserincurable.Lairadivinanohardistingosdeningunandole excepto entre la obediencia y la desobediencia, apartede eso no existe una tercera categora.No importa qu tan avanzada est la ciencia mdica, anteel castigo divino ningn avance cientfico ser capaz de pro-ducir medicinas capaces de contrarrestarlo. Eso significa quede nada servir a los enfermos acudir a la ciencia, ya queincluso los cientficos estarn sufriendo exactamente la mis-ma condicin dolorosa y pestilente. Pareciera que si esta pla-ga viene sobre los moradores de la tierra, los grandes labora-torios donde se fabrican medicinas, tendrn dificultades deproduccin,porqueloscientficosquenotuvierontiempopara pensar en asuntos de valor eterno estarn padeciendopenosas circunstancias.Dolor, incomodidad, lamentos y dems manifestaciones cor-porales estarn a la orden del da, sin que la solucin para losenfermos sea buscar alivio y consuelo en otros que estarnafanados buscando lo mismo.En realidad, slo pensar en lo terrible que ser la primeraplaga, es suficiente para ver que la situacin por venir esenteramente catica. Nadie podr auxiliar a nadie.Quejidos, gritos de dolor, lamento y llanto sern escucha-dos por todas partes, en todo el mundo.La Palabra claramente advierte que las plagas vienen so-bre los hombres que tienen la marca de la bestia y que adoransu imagen. Pngase atencin a que el texto de Apocalipsis16:2 enfticamente identifica a los padecedores de esta pla-ga como adoradores de la bestia y poseedores de su marca,(para un estudio ms a fondo de esto, por favor vea el estu-dio 666, La Marca de la Bestia).Esa bestia es el Imperio Romano. S, es aquella Roma tanpoderosa que lleg a ser el imperio ms extenso que jams sehaya conocido. Roma no fue conocida debido a sus bondadessino por su idolatra y por el establecimiento de fiestas reli-giosas que impuso en todos los lugares bajo su dominio. Asi-mismo, es conocida como una bestia espantosa, terrible y engran manera fuerte, la cual tena unos grandes dientes de hie-rro;devorabaydesmenuzaba,pisoteabalassobrasconsuspies (Daniel 7:7).Leer un poco de historiarespecto al mundo antiguo sirvepara llegar a la asombrosa conclusin de que parte de esasfestividades paganas han sido incluidas dentro del Cristianis-mo con nombres diferentes. A manera de pequeo ejemplopuede citarse al sol invicto, que era el dios por excelenciaentre los romanos, ttulo que mediante el manejo de palabrasfue acomodado al Sol de J usticia que es el Divino Salvador.Roma haba dedicado el primer da de la semana para su ado-racin, al cual tambin hoy se le conoce como domingo osea del seor. (Vea el estudio Es el Domingo el Da delSeor?).Lomismoesconalgunosttuloseclesisticosactuales,como por ejemplo el de sumo pontfice, cuya frase Latinaviene significando en nuestra lengua poco ms o menos granconstructor de puentes, que era uno de los ttulos conqueera honrado el emperador. La curia era el nombre conque seconoca al senado romano.Leyendo a los padres apostlicos y a los padres de laIglesia, se puede corroborar cmo la dedicada adoracin alsol fue impulsada en la Iglesia por la fortsima presencia desus lderes, quienes argumentaron que el cambio fue hechomediante autoridad del Divino Salvador.De esta manera se concluye en que la marca de la bestiano es un supuesto nmero conque los moradores de la tierrasern marcados o identificados futuramente. La marca de labestia es nada menos que la obediencia a sus leyes religiosasque como un sello practicaban sus ciudadanos y que aun hoyendasonobedecidasalpiedelaletraydefendidasconverdadero vigor.Adorar su imagen significa someterse a ella, pero ese so-metimiento no debe entenderse materialmente sino espiri-tualmente.Deesamanera,adorarlasignificaobedecerleyhonrar cuando ella determin desde hace ms de dos mil aos.Ciertamente, el Imperio Romano lleg a su final ya hacemuchos cientos de aos, pero su influencia religiosa fue tanpoderosa que incluso hoy en da contina impactando sobremiles de millones de humanos que afanosamente se mantie-nen ocupados divagando acerca de una marca que supuesta-menteenlofuturoserparaidentificarasusadoradores,ignorando que obedecerle es poseerla.Sin lugar a dudas las plagas harn grandes estragos por-que el texto claramente dice que vienen sobre aquellos queposeen la marca de la bestia.La segunda PlagaAntes de comentar algo sobre la segunda plaga convieneaclarar dos cosas: Primero, la Palabra de Dios no dice cuntotiempo va a durar cada plaga. Segundo, tampoco dice si has-ta que finalice el derramamiento de una empezar la siguien-te. Por consiguiente, eso hace entrever que cada plaga durartodo el tiempo que Dios haya estimado conveniente. Es ms,podra ser que el plan divino consista en no esperar a quetermine una para derramar la siguiente.Posiblemente la primera plaga estar en pleno apogeo cuan-do el segundo ngel sea enviado a derramar su copa.LAS SIETE PLAGAS POSTRERASPor Andrs Menjvar-5-Lo que el texto dice acerca de la segunda plaga es:El segundo ngel derram su copa sobre el mar, yesteseconvirtiensangrecomodemuerto,ymuritodo ser viviente que haba en el mar (Apocalipsis 16:3).El aspecto que presenta la sangre descompuesta en reali-dad causa estupor. Esta deja de ser roja para adquirir unatransparenciadecoloramarillentoconalgodeviscosidad.Conociendo el color rojo vivo de la sangre, podra decirse queal entrar en descomposicin, su apariencia viene a ser ente-ramente desagradable.Enaquelentonceselazulprofundoquepornaturalezapresentan las aguas del mar, ser cambiado a un aspecto ho-rroroso. Semejante color corresponde con el color asignado ala muerte, segn lo dice Apocalipsis 6:8, en donde se le des-cribe poseyendo un color amarillento verdoso.Tan grandes sern los estragos de la segunda plaga que lavida martima llegar a su fin.En la actualidad las naciones del mundo sostienen progra-maspor medio de los cuales controlan la contaminacin delosmares,perocuandoelsegundongelderramesucopasobre sus aguas, entonces no habr nacin alguna capaz decontrolar la contaminacin que en ese entonces alcanzar losms altos niveles jams imaginados, lo cual significa que esdifcilimaginarelgradodedesalientoyfrustracindelaciencia que en aquel entonces estar imposibilitada de con-trarrestar lo que para ellos ser un desastre natural, pero queante los ojos de Dios sern evidencias de un castigo que esta-r dando inicio.La poderosa industria pesquera multinacional vendr a laquiebra puesto que, como dice la declaracin, todos los seresmartimos morirn en las aguas de los mares totalmente des-compuestas y malolientes. La fauna martima morir, eso sig-nifica que el hedor de toda la materia orgnica en descompo-sicin har demasiada penosa la navegacin. El lector puedeen este momento tener una idea de lo que significa el hedorde un pescado en descomposicin y concluir en que es inso-portable. Cmo no ser en aquellos das de angustia, cuandosemejantehedorseaproducidopormillonesymillonesdeanimales muertos que las mismas aguas se encargarn de arro-jar a tierra? El espectculo sin lugar a dudas ser desalenta-dor y horrible puesto que el macabro espectculo ser acom-paado por una espesa y negra nube de moscas que en esetiempo tendrn festn.Como si eso fuera poco, la descomposicin de la materiaorigina gases enteramente txicos para la salud, lo cual ten-dr como resultado el surgimiento de enfermedades tanto enla piel como en los rganos internos incluyendo el cerebro.Una pregunta resulta interesante formular: Padecern loshijos de Dios las plagas? Seguramente no, ninguno de ellosestarexpuestoaesoyaquelasplagasestnpreparadaspara los humanos antagnicos a la voluntad divina. Cuandoel derramamiento de las plagas empiece se cumplirn las pa-labras dichas por David en el Salmo 91:5-7,10No temers al terror nocturno ni a la saeta que vuelede da, ni a la pestilencia que ande en la oscuridad, ni amortandad que en medio del da destruya. Caern a tulado mil y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegarn, note sobrevendr mal ni plaga tocar tu morada.Sobre quien viene una vienen todasDe vez en cuando equivocadamente se piensa que al em-pezar a caer la primera plaga ser el preciso momento parabuscar el arrepentimiento y rpidamente pedir perdn a Diospara que l detenga el castigo, y de esa manera las seis pla-gas restantes no causen estragos a la persona arrepentida.Seguramente ese tipo de conclusiones no pasa de ser sim-ple idea. Adems, es un error cuyos costos sern demasiadoaltossencillamenteporqueaquienlecaigaunalecaerntodas.Debe recordarse que para ese entonces las puertas del arre-pentimiento que estuvieron abiertas durante muchos siglos,ya habrn sido cerradas, de tal manera que no habr lugarpara el arrepentimiento que pueda hacer que Dios se compa-dezca y suspenda el castigo.Al presente van casi dos mil aos desde que el evangelioempez a ser predicado previniendo al mundo que debe ale-jarse del pecado. Con todo, no parece que el mensaje hayaencontrado un lugar en la conciencia mundial. Es notoria lapoca atencin que el mensaje de advertencia ha estado te-niendo a lo largo de los siglos. Pareciera como que si el men-saje realmente fuese respecto a cosas imaginarias y sin valora las cuales no vale la pena poner ninguna atencin.Pero el tiempo viene en el cual se mirar cun desastrosofue haber desestimado el mensaje salvificante. Lamentable-mente, el yo pensaba que... carecer de fuerzas como parahacer que el Altsimo detenga el castigo.La declaracin divina para ese tiempoApocalipsis 22:11 es un fuerte mensaje acerca de la deter-minacinqueDioshatomadoydeloimposiblequesertratar de revertir la situacin cuando las plagas empiecen acaer:El que es injusto, sea injusto todava; el que es im-puro, sea impuro todava; el que es justo, practique lajusticia todava, y el que es santo, santifquese ms to-dava.Se entiende este texto? Por supuesto que s! El momentoviene en el cual de nada servir pensar en evitar un mal quebien pudo haberse evitado si se hubiera aceptando a J esu-cristo como salvador cuando el mensaje estuvo disponible.El momento viene en el cual tratar de arreglar las cosas afin de evitar el castigo ser infructuoso. La declaracin deeste texto claramente desdea a ese tipo de personas, decla-rndoles infructuoso cualquier intento de corregir lo que a lolargo de sus vidas no quisieron corregir. Categricamente estdicho: Quien haya estado practicando la maldad, que conti-ne en sus prcticas. Quien durante su vida estuvo ensucian-do su cuerpo por medio de tendencias ilcitas, que contineensucindolo. Quien durante toda su vida estuvo contradi-ciendo a Dios por medio de obras injustas, que contine enLAS SIETE PLAGAS POSTRERASPor Andrs Menjvar-6-sus injusticias.Despus de todo, de nada servir a nadie en aquellos mo-mentos afligirse con extrema preocupacin ante el horriblecastigo que habr empezado a ser derramado. Porque en esosmomentos el derramamiento de las plagas habr llegado, ylaspuertasdelaoportunidadparaarrepentirsesehabrncerrado para siempre. De esa manera nada habr que impidaque cada culpable reciba su justa retribucin.S,venidaslasplagasnohabrexcepcindepersonas.Dios derramar su ira sobre quienes menospreciaron el divinosacrificio de su Hijo.Leer la Santa Escritura, y meditar sobre ella, capacita alhumano para entender que Dios no se presta a ningn juegopor medio del cual alguien quiera evadir las responsabilida-des y la culpa que le acreditan como sentenciado al padeci-miento.Es verdad que Dios es amor, nadie discute eso porque esuna verdad incontrovertible. Dios es amor, y desea compartirla eternidad con los humanos. Pero debe advertirse que tam-bin es sumamente severo cuando castiga la desobediencia.Hoy es el tiempo cuando est mostrando su ilimitado amor alos humanos, llamndolos al arrepentimiento para darles elperdnyasegurarlosparalavidaeterna.Peroltambinmostrarqueconsuamorydeseodeayudarnadiepuedejugar. Por eso, pretender cubrirse en el amor de Dios sin ha-cer frutos dignos de arrepentimiento, para nada ayuda; por-queDiosesamormientraseltiempodelasalvacinestabierto.Todo esto significa que si el mensaje divino no es tomadocon toda la seriedad requerida, el eminente peligro est a laspuertas.Apocalipsis 22:11 alerta al pueblo de Dios dicindoles:El que es justo, practique la justicia todava; y elque es santo, santifquese todava.Siendo aquellos das verdaderamente apremiantes, la ni-ca alternativa para evitar el castigo ser la santificacin. Aquempezarn los santos a mirar el gran galardn que desde laeternidad les ha sido preparado, el cual consiste en librarlosdel dolor, de la angustia y de las aflicciones que cual terribletempestad habr comenzado a ser derramada sobre el mundoenemigo de Dios.Santifquese todava no significa otra cosa sino conti-ne santificndose.Glorioso momento aquel en el cual los placeres de la carnehabrndesaparecidoyelmomentodedarpasoalosmshorribles dolores habr llegado para unos. Pero a la vez, lapaciencia, la consagracin y la santificacin empezarn a ma-nifestar al mundo que las promesas de proteccin divina apa-recern para otros justamente cuando sean necesarias. All secumplirn las palabras del profeta Malaquas que dicen:Entonces os volveris y discerniris la diferencia en-tre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el queno le sirve.Cuando el momento de derramar las plagas llegue, tam-bin el momento de la verdad habr llegado, porque all serpuestoaldescubiertocunfalsofueelCristianismoenlavida de cientos de millones; porque all, como dice el texto,se echar de ver la diferencia entre el genuino hijo de Dios, yel que no lo es.El momento viene cuando la falsedad espiritual ser pues-ta en evidencia, porque las plagas sern la prueba con la cualla deslealtad espiritual hacia la Palabra ser manifestada.All se echar de ver quienes en realidad fueron obedien-tes y quienes fueron desobedientes. All se echar de ver queel emocionalismo, las lgrimas y dems manifestaciones hu-manas llevadas a cabo en los servicios de adoracin, no fue-ron suficientes para llenar el lugar que la obediencia a losmandamientos divinos demanda.Eneseentonceslasnacionesbramarndedolor,retor-cindose en medio de la fiebre surgida por la infeccin cau-sada por los tumores y por el hedor del agua de los mares endescomposicin; mientras que el pueblo de Dios no ser to-cado por la destruccin de las plagas. Para ellos habr salva-cin y seguridad, sencillamente porque el sello de Dios estaren ellos manifestndose maravillosamente.En ese entonces de nada servir que los tocados por lasplagas acudan ante los hijos de Dios para pedirles que orenpor ellos para que Dios les quite el castigo. Sencillamentenada ni nadie podr anteponerse ante los ojos de Dios parainterceder, ni siquiera el Todopoderoso Hijo de Dios, porquepara ese da su labor intercesora habr terminado.As, al inicio de la primera plaga se echar de ver clara-mentequinesenverdadhijodeDiosyquinnoloes.Actualmente miles de millones pueden declarar que son pue-blo de Dios, mas las plagas les demostrarn si en verdad losern o si toda su vida estuvieron viviendo en engao pen-sando ser algo que en realidad no eran. Las palabras serninnecesarias, ms bien bastar mirar al cuerpo de las perso-nas para conocer si sus declaraciones de que son pueblo deDios son ciertas o no. Las plagas se encargarn de decir cules la condicin de cada persona.La tercera plagaEl tercer ngel derram su copa sobre los ros y sobrelas fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre. Y oque el ngel de las aguas deca: J usto eres t, Seor, elque eres y que eras, el Santo, porque has juzgado estascosas. Por cuanto derramaron la sangre de los santos yde los profetas, tambin t les has dado a beber sangre,pues se lo merecen. Tambin o a otro, que desde elaltar deca: Ciertamente, Seor Dios Todopoderoso, tusjuicios son verdaderos y justos! (Apocalipsis 16:4-7).No hay dudas, para el tiempo en que la tercera plaga em-piece a ser derramada, el asombro y la angustia estar inun-dando los cuatro puntos de la tierra, dominando el nimo dequienes tuvieron la oportunidad de arrepentirse de sus peca-dos aceptando a Cristo como salvador, y no lo hicieron.Los tumores provenientes de la primera plaga harn dolo-rosa e insoportable la vida sobre la tierra. La segunda plagavendr a hacer ms estragos debido a las bacterias emanadasde los animales muertos en las aguas del mar y en sus orillas.LAS SIETE PLAGAS POSTRERASPor Andrs Menjvar-7-Con todo, eso no es comparable con la tercera plaga, la cualhar que el agua de los ros se torne en sangre. El agua de losrossirve para proporcionar a los habitantes de las ciudadesaseo en general, es decir, para lavar ropa, para aseo corporal,para aseo del hogar, y sobre todo para beber.El lector puede imaginar lo que suceder cuando sea de-rramada la tercera copa de la ira divina, y seguramente notardar en mirar con los ojos del entendimiento lo duro queser la situacin en aquellos das para quienes despreciaronel sacrificio del Hijo de Dios.Por el contenido descriptivo de esta tercera plaga puedeadvertirse que vienen das difciles para el pueblo de Dios noporque sobre ellos haya de venir esta plaga, sino porque eltexto claramente dice que los moradores del mundo derrama-rn la sangre de los santos, lo cual les traer como castigobeber agua convertida en sangre.El texto dice: Por cuanto derramaron la sangre de los san-tos y de los profetas, tambin t les has dado a beber sangre,pues se lo merecen, dando a entender que el castigo de de-ber sangre en vez de agua es una retribucin justa, de acuer-do a la accin asesina que habr de llevarse a cabo en lofuturo sobre los hijos de Dios.Valga aclarar que en el antiguo tiempo, cuando el pueblode Israel estaba para salir de su esclavitud en Egipto, Diosorden a Moiss herir las aguas para que se convirtieran ensangre, pero en esta segunda vez ser un ngel, el cual por laautoridad concedida por el Altsimo, derramar la copa que leha sido asignada convirtiendo en sangre las aguas.Una cosa es de tomar en cuenta, el agua convertida ensangre no ser exclusiva para pocos, ms bien es para todo elmundo que de una u otra manera participar en la persecu-cin y matanza que para el pueblo de Dios se avecina.Comosiderramarlacopasobrelosrosfuesepoco,eltexto dice que el ngel la derramar tambin sobre las fuen-tes de las aguas, es decir, sobre los mantos acuferos de don-de las ciudades se abastecen para beber.Por la descripcin que el texto ofrece, parece que los dasprximos al derramamiento de las plagas sern difciles parael pueblo de Dios, porque aquellos que en ese momento po-seern la marca de la bestia sern los verdugos que inmiseri-cordemente se gozarn masacrndolos por no poseer esa marca.De esas personas inocentes es que habla Apocalipsis 7:14diciendo:Estos son los que han salido de la gran tribulacin;han lavado sus ropas y las han blanqueado en la sangredel Cordero.Ciertamente sern das de gran angustia para el pueblo deDios, pero en la medida en que el mundo afligir a los santos,as ser el castigo que le viene.Otro aspecto oportuno de mencionar es que Dios ser elgran fortalecedor de sus hijos, cuyo padecimiento ser ven-gado por medio de las plagas. S, los padecimientos del cas-tigo sern sentidos en carne propia por los verdugos de lossantos que desecharon a J esucristo y son adoradores de labestia, para ellos est reservado beber sangre. Pero los hijosde Dios no la bebern aunque bebern de las mismas fuentesque abastecen la tierra. Qu notoria diferencia! S, entretan-to miles de millones tendrn que beber sangre, los hijos deDios bebern agua normal. Cmo ser esto? Nadie lo sabetodava, ms bien es un poderoso milagro reservado para serpresenciado por todos los moradores de la tierra. Lo nicoque podra la mente imaginar es que cuando un hijo de Diostenga sed, beber agua, mientras que cuando el mundo tengased, beber sangre.Para ese entonces los lamentos provenientes de las almasangustiadas por el dolor, por la indescriptible hedentina pro-veniente de los animales martimos en descomposicin, y porla pena de tener que beber sangre, no sern suficientes comopara enternecer la frrea decisin divina de castigarlos por supecado.La cuarta plagaElcuartongelderramsucopasobreelsol,alcual le fue permitido quemar a los hombres con fuego.Los hombres fueron quemados con el gran calor y blas-femaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estasplagas, y no se arrepintieron para darle gloria (Apoca-lipsis 16:8-9).Antes de proceder al comentario respectoesta cuarta pla-gaesnecesarioaclararelverso9quedice:Loshombresfueron quemados con el gran calor y blasfemaron el nombre deDios, que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieronpara darle gloria. La ltima parte de este texto no est di-ciendo que en medio del dolor ocasionado por las plagas lahumanidad tendr oportunidad de arrepentirse pero que suendurecimiento no se lo permitir. Lo que el texto est di-ciendo es que los hombres bien pudieron haberse arrepentidodelante de Dios, y haberle dado gloria antes de que empeza-ran a caer las plagas, pero que no lo hicieron.Qu tan abrasador ser el sol en aquellos das como parahacer que los moradores se quemen y blasfemen el nombre deDios? Nadie lo sabe con certeza, lo nico que pueden sacarseson deducciones que por su lgica conducen a entender quelas altas temperaturas por venir en la cuarta plaga verdadera-mente quemarn a los humanos. Parte de esas deducciones seobtienen al considerar las altas temperaturas que anualmen-te azotan algunas zonas de frica, donde los cuerpos de mu-chos animales, y de muchos humanos, son consumidos hastamorir. Lo mismo puede mirarse en el Estado de California, enLos Estados Unidos, que durante la poca de verano las tem-peraturas alcanzan niveles insoportables que cada ao co-bran vctimas. Durante esa poca las temperaturas con granfacilidad sobrepasan los 100 grados Farenheit (unos 38 gra-dos Centgrados), la cual es ms alta que la temperatura enalgunos pases tropicales.Incluso si esos 38 grados se mantienen de manera prolon-gada,ocasionansofocaenlaspersonas,perosiaumenta,entonces se torna sofocante, causa deshidratacin, infeccio-nes renales, infecciones en la piel y por ltimo la muerte.Una temperatura que alcanza los 38 grados fcilmente haceque la hierba y los bosques se incendien; ya no se diga si laLAS SIETE PLAGAS POSTRERASPor Andrs Menjvar-8-temperatura se eleva ms.Otrapequeamuestradelosterriblesefectosdelcalorson los ms de diez mil muertos en Francia en el verano delao 2003, lo cual puso en evidencia la fragilidad humana y suimpotencia para contrarrestar las inclemencias del tiempo.Quienalgunavezsehayaquemadopartedesucuerpopuede tener una idea en pequeo de lo que sentirn los mo-radores del mundo cuando la cuarta plaga sea derramada y leshaga blasfemar contra el Altsimo.Si las palabras del Revelador estn en consonancia con lasdel profeta Isaas, entonces se puede tener una idea clara delo caliente que ser el sol en ese entonces. Isaas 30:26 dice:La luz de la luna ser como la luz del sol, y la luz delsol ser siete veces mayor, como la luz de siete das, elda cuando vende J ehov la herida de su pueblo y cure lallaga que le caus.Por qu el recalentamiento del sol mencionado por Isaasencaja con la cuarta plaga de Apocalipsis? Porque Isaas ha-bla del da cuando vende J ehov la herida de su pueblo ycure la llaga que le caus, lo cual encaja con lo dicho porZacaras 13:8-9, cuya profeca se refiere al tiempo cuando elAltsimo purificar a Israel para volverlo a tomar y darle prio-ridad,esoacontecerenlaguerradelArmagedn(Veaelestudio La Guerra de Armagedn).El recalentamiento actual del sol est haciendo que el hie-lo de los Polos se derrita y que el nivel del agua de los maresaumente, trayendo como consecuencia que la tierra seca vayasiendo inundada. Las noticias informan, con cierto grado deintranquilidad, que el nivel de los mares aumenta varios cen-tmetros cada ao.El derretimiento de algunos tmpanos de gran tamao enel Polo sur ha obligado al rediseamiento de los mapas de esaregin, porque lo que antes eran enormes montaas de hielo,hoy es tierra seca. Semejante derretimiento polar es slo unapequea idea de lo terrible que ser en aquel tiempo el estra-go que el recalentamiento del sol ocasionar a nivel global.No slo el hielo se derretir, sino que la temperatura delas aguas que para esos momentos estar convertida en san-gre, subir dramticamente hasta hacerlas intolerables a lapiel, causando severos daos a la humanidad. No habr siem-bras ni cosechas, ms bien el panorama desalentador condu-cir a las grandes naciones del mundo a suspender sus pro-gramas de ayuda a otras naciones, sencillamente porque ellasmismas estarn expuestas al flagelo de esta terrible plaga.Esto indudablemente significa que el comercio mundial sufri-rgrandsimasprdidas,conlocuallaeconomamundialcolapsar.Debido a las altas temperaturas, la vegetacin mundial sedaar, creando un espectculo totalmente desalentador enloscualeslosdiferentesprogramasparalaecologaserninsuficientes.Si el agua calentar sobremanera debido a las altas tem-peraturas provenientes del recalentamiento solar, entoncessignifica que gran parte de los mantos acuferos de donde lasnaciones se abastecen para el consumo humano, se secarn,haciendoquelosgobiernosracionenextremadamenteeseprecioso lquido. Si el agua escasear debido a su evapora-cin, entonces las enfermedades estarn en cada hogar.Las moscas sern grandes portadoras de enfermedades, yla fetidez emanada de los cuerpos de los animales en des-composicin, arrojados por el mar a las playas como resulta-do de la segunda plaga, formarn un panorama extremada-mente confuso y desalentador para el cual no existir paliati-vo.Para ese entonces ningn aparato enfriadorser capaz deenfriar la poca agua que habr quedado disponible para elconsumo.Sorpresivamente, la profeca relacionada a esta plaga in-forma que la reaccin humana ser totalmente negativa. Eltexto dice que los humanos blasfemarn contra Dios porquela plaga ser muy grande, muy penosa y horriblemente des-al entadora.El pueblo de Dios no podr intercederY el templo se llen de humo por causa de la gloriade Dios y por causa de su poder. Nadie poda entrar en eltemplo hasta que se cumplieran las siete plagas de lossiete ngeles (Apocalipsis 15:8).Para entender el significado de este texto, el cual no esmaterial sino espiritual, es necesario primeramente entenderalgo referente al tabernculo que por orden de Dios constru-y el pueblo israelita en tiempos antiguos. Ese tabernculoposea dos lugares especiales aunque uno era ms especialque el otro. El menos especial era conocido como el lugarsanto, y el ms especial era conocido como el lugar santsi-mo.Dios dijo a Israel que el lugar santsimo sera donde l ibaa morar, sera su habitacin en medio del pueblo; por esarazn, cuando Dios descenda, el tabernculo se llenaba dehumo espeso. Ese humo serva como escudo de proteccinpara evitar que el pueblo muriera a causa de la gloria divina.Durante todo el ao los sacerdotes oficiaban en el taber-nculo a favor del pueblo, ese oficio era de intercesin porlos pecados. El pueblo deba ofrecer sacrificios para que susfaltas fuesen perdonadas, para eso se presentaba ante el sa-cerdote quien a su vez mediaba entre Dios y el oferente. Esimportante recalcar que los sacerdotes eran los encargadosde interceder a favor del pueblo. Ellos eran los mediadoresentre Dios e Israel. Pero cuando el tabernculo se llenaba dehumo entonces ningn sacerdote poda entrar. El oficio sa-cerdotal se detena porque Dios estaba all en su lugar.Entender esto es la clave para ver claramente el significa-do de Apocalipsis 15:8, cuyo significado, como se dice arri-ba, no es material sino espiritual.Pablo, en 1 Timoteo 2:1, dice que el pueblo ganado por lasangre de Cristo continuamente intercede a favor del mundo,sus oraciones acarrean muchas bendiciones a los polticos, alas autoridades policiales y a los pases en general, de talmanera que por su contenido, Apocalipsis 8:4 dice que esasoraciones son como humo de fragante incienso, que sube hastael trono de Dios.LAS SIETE PLAGAS POSTRERASPor Andrs Menjvar-9-Las oraciones de los santos suben continuamente hasta loalto, y Dios las recibe con beneplcito, pero viene un mo-mento en el cual esas oraciones no podrn entrar hasta don-deDiosseencuentra,porqueestprofetizadoquenadiepoda entrar en el templo hasta que se cumplieran las sieteplagas de los siete ngeles. As, las oraciones intercesorasdel pueblo de Dios a favor de los pueblos angustiados por lasplagas, no tendrn ninguna respuesta, porque al lugar dondeDios se encuentra ninguno de ellos podr entrar por medio desus oraciones porque es tiempo de retribucin, es el tiempocuando el mundo ser castigado sin que haya alguien capazde interceder a su favor a fin de que alcancen perdn.La quinta plagaEl quinto ngel derram su copa sobre el trono de labestia,ysureinosecubridetinieblas.Lagentesemordalalenguaporcausadeldolor(Apocalipsis16:10).Como se dice en el estudio 666, La Marca de la Bestia, labestia representa al Imperio Romano de la antigedad, quedomin al mundo y le impuso sus leyes civiles y religiosas.Pero esa bestia lleg a su fin cuando el Imperio perdi supoder hasta venir a disolverse. Curiosamente, esa bestia, aun-que fue muerta, a la vez es mencionada viva. Obsrvese eltexto siguiente:La bestia que has visto era y no es, y est para subirdel abismo e ir a perdicin. Los habitantes de la tierra,aquellos cuyos nombres no estn escritos en el libro dela vida desde la fundacin del mundo, se asombrarnviendo la bestia que era y no es, y ser (Apocalipsis17:8).El Imperio Romano termin, pero le sucedi otro poderque es identificado como la segunda bestia, cuyo poder tomsu lugar para hacer que los moradores de la tierra continua-ranobedeciendo(adorando)alImperio.Deesamanerasecumple el texto al decir que la bestia era y no es y est parasubir del abismo. Por lo cual, el Imperio contina vivo, im-poniendo su sistema religioso sobre los moradores de la tie-rra.Como si su influencia sobre la Religin Cristiana durantelos dos mil aos transcurridos fuera poco, viene el momentoen que la fuerza de la bestia se har tenebrosa sobre la tierrapara que se cumpla la profeca de la quinta plaga.Actualmente todo huele a democracia, o sea, actualmenteel mundo hace cuanto quiere tanto en lo civil como en loreligioso. El mundo est demandando a la Religin que respe-te su modo de actuar y su modo desenfrenado de vivir. Ladegeneracin ha llegado a puntos tan elevados que el mundoest reordenando los parmetros religiosos por los cuales con-ducirse. El mundo no est obedeciendo a la Religin Cristia-na, sino por el contrario, est proponiendo que sea la Reli-gin la que se le someta.Pero el momento viene en el cual las cosas cambiarn dra-mticamente, porque la bestia har que todo vuelva a ser talcomo lo fue cuando el Imperio Romano exista literalmente;cuando era l el que impona su voluntad sobre el mundo.Indudablemente,supoderserextremadamentepesadopara quienes desobedezcan sus rdenes.El texto declara que su reino se cubri de tinieblas, locual, entre otras cosas, sugiere que el tiempo viene en queesa bestia har sentir toda su autoridad, de tal manera que lagente se morder la lengua por el dolor que su rigor tirano leva a causar. Seguramente esa bestia entrar en una fase deconfusin, al grado que a sus mismos adoradores impondrsu dureza, lo cual, en los siglos precedentes nunca ha hecho.Grande sorpresa habr en aquellos tiempos cuando los mo-radores de la tierra, que se maravillaron viendo que la bestiamuerta suba del abismo para volver a la vida por medio de lasegundabestia,tenganquepadeceramargamentehaberleadorado. Si la gente en ese entonces se morder la lengua dedolor, entonces significa que la despiadez de la segunda bes-tiaserextremadamentenotoria.Sereseelmomentodeexperimentar el terrible dolor que en siglos pasados sufri elpueblo de Dios por no negar su fe y su obediencia a los man-damientos de Dios y a la fe de J esucristo (Apocalipsis 14:12).La sexta plagaEl sexto ngel derram su copa sobre el gran ro u-frates, y el agua de este se sec para preparar el caminoa los reyes del oriente.Vi salir de la boca del dragn, dela boca de la bestia y de la boca del falso profeta, tresespritus inmundos semejantes a ranas. Son espritus dedemonios,quehacensealesyvanalosreyesdelatierra en todo el mundo para reunirlos para la batalla deaquel gran da del Dios Todopoderoso. Yo vengo comoladrn. Bienaventurado el que vela y guarda sus vestidu-ras, no sea que ande desnudo y vean su vergenza. Ylos reuni en el lugar que en hebreo se llama Armage-dn (Apocalipsis 16:12-16).Parece que ante los ojos de Dios las cinco plagas anterio-res no son suficientes para castigar al mundo por haber re-chazadolasangredeCristo.Ypareceasporquelasextaplaga vendr a aumentar no slo el dolor fsico causado porlas cinco plagas anteriores, sino dolor al alma, pues esta pla-gasermanifestadapormediodeunaterribleguerraqueviene sobre la faz de la tierra. Una guerra en la cual las nacio-nes del mundo entrarn en conflicto con Dios.Semejante guerra involucrar a muchas naciones del mun-do (posiblemente todas) que se aliarn contra un enemigocomn: Israel.Lasnacionespoderosasdelmundoestnprocurandolapaz en el Oriente Medio, proponiendo el derecho a la existen-cia pacfica de las naciones de esa regin.Pero en ese momento las cosas van a cambiar dramtica-mente porque la paz que actualmente se procura, nunca seralcanzada. Por diferentes razones que el mundo no entiende,el Oriente Medio nunca tendr paz, al contrario, el movimien-to cunvulsionante actual paulatinamente ir en aumento hastadesembocar en la guerra de Armagedn (Vea el estudio LaGuerra de Armagedn).LAS SIETE PLAGAS POSTRERASPor Andrs Menjvar-10-Es interesante recordar que Apocalipsis 16:1 claramentedice que cada plaga es para consumar la ira de Dios sobre losmoradores de la tierra, de lo cual se infiere que esta sextaplaga forma parte de ese contexto.Los profetas de antemano han anunciado una guerra deterribles magnitudes que va a llevarse a cabo en la tierra deIsrael. Esa guerra es descrita como la guerra del gran da delDios Todopoderoso. Tambin es descritacomo una guerra enla cual los ejrcitos de las naciones que subirn contra Israelcaern, y sus cuerpos muertos sern comida para las aves derapia.El texto que menciona esta sexta plaga dice que de la bocadel dragn, de la boca de la bestia y de la del falso profetasaldrn tres espritus que son inmundos como lo son las ra-nas. Esos espritus son malicias o influencias que estn pre-paradas para actuar a su debido tiempo, en el cual entrarnen accin yendo a los gobernadores mundiales para incitarlosa ir en guerra contra Israel.Seguramente en la actualidad se desconoce que las nacio-nes proclamadoras de la paz, de la cultura y del respeto alderecho ajeno, cambiarn de parecer y van fijar su miradadestructora contra una nacin geogrficamente pequea. Tam-bin se desconoce que esas tres malicias espirituales se en-cargarn de incitar al mundo para que encuentren una justi-ficacin que les har a ir a pelear a los montes de Israel;porque esos espritus inmundos irn por autorizacin divina,porque el Grandsimo Dios estar esperando a los ejrcitospara hacerles juicio a ellos y a las naciones de donde proven-drn.Indiscutiblemente, el dragn aqu mencionado es el dia-blo. La bestia es aquel poder que tom el lugar del ImperioRomano y lo ha hecho vivir por medio de hacer que los mora-dores de la tierra obedezcan lo que el Imperio orden. Y elfalso profeta es sin lugar a dudas la porcin religiosa que demanera fingidora proclama profetizar por voluntad divinaEstos tres espritus ejercern gran influencia sobre los di-rigentes polticos mundiales que ser de grandes alcances, detal manera que los tres al mismo tiempo influirn sobre elmundo entero para inducirlo a la guerra, pero lo que el mun-do en ese momento ignorar es que los ejrcitos irn all porvoluntad divina, porque all sern terriblemente castigados.La sptima plagaEl sptimo ngel derram su copa por el aire. Y saliuna gran voz del santuario del cielo, desde el trono, quedeca:Yaesthecho!.Entonceshuborelmpagos,voces, truenos y un gran temblor de tierra, un terremototan grande cual no lo hubo jams desde que los hombresexisten sobre la tierra. La gran ciudad se dividi en trespartes y las ciudades de las naciones cayeron. La granBabilonia vino en memoria delante de Dios, para darle elcliz del vino del ardor de su ira. Toda isla huy y losmontes ya no fueron hallados. Del cielo cay sobre loshombres un enorme granizo, como del peso de un talen-to. Y los hombres blasfemaron contra Dios por la plagadel granizo, porque su plaga fue sumamente grande. (Apocalipsis16.17-20).Dos eventos terribles son anunciados que vendrn cuandola ltima plaga sea derramada: Un terremoto de magnitudesnunca antes experimentadas por la humanidad y, la lluvia degranizo.Pocas naciones van quedando donde todava sus morado-resdesconocenloqueesunterremoto.Incluidosenesospases estn Canad y algunos pases europeos.EnCanad,alpresente,slohatembladoenpequeasregiones del Ocano Pacfico y del Atlntico, esos tembloressonextremadamentedbilesynohanhechoquelagentesienta el pnico que sienten los habitantes de las regionesdonde las violentas sacudidas son frecuentes y causan seve-ros daos. Pero nadie puede asegurar que ni la frecuencia y laintensidad no vayan a aumentar.As, a su debido tiempo los temblores empezarn a sentir-se en los pases donde sus habitantes al presente slo oyenlas noticias que informan de fuertes sacudidas en zonas paraellos distantes.Para sorpresa de todos, esos temblores irn aumentandosu intensidad hasta hacer que los poderosos cimientos de losgrandesedificios,orgullodelaingenieramoderna,cedanante las fuerzas naturales, haciendo que miles de millones detoneladas de cemento y hierro sean echados por tierra. Nohabr ciudad grande o pequea que no sea arrasada.Pero como si todo eso fuera poco, el terremoto de la sp-timaplagaenverdadvendraponerenevidenciaqueelcastigo divino ha llegado a su clmax. La situacin ser ex-tremadamente catica pues ningn pas pensar en ayudar aotro sino en ver cmo ayudar a sus propios ciudadanos queestarn sumidos en terrible confusin.Para ese entonces ya la economa mundial estar en rui-nas debido a las consecuencias catastrficas de las seis pla-gas en las cuales los pases invertirn cuantiosas sumas dedinero tratando de frenar las pestes que mortalmente estarnabrazando toda la redondez de la tierra.Qu ayuda podrn esperar los pases pobres si los pasesricos estarn seriamente emproblemados por el caos impe-rante en sus economas? Qu lder poltico podr ser capazde proporcionar al menos una solucin para aliviar el dolor, elluto y la confusin que para ese entonces se habr apoderadode toda la tierra? El hecho de que el texto mencione que lasciudades de las naciones cayeron sirve para entender que enesos das el caos imperante en verdad ser de impredeciblesconsecuencias.En verdad, si al presente cualquier terremoto siembra des-truccin y muerte, qu puede esperarse del terremoto que seavecina?Perotodavahayms.Eseterremotonovienesolo.Loacompaa la lluvia de granizo mencionada en la misma spti-ma plaga, del cual su peso estimado son unos 34 kilogramos,o sean en unas 75 libras.El texto no menciona el tamao de ese granizo sino slosu peso, lo cual, por cierto, es ms que suficiente para dar aLAS SIETE PLAGAS POSTRERASPor Andrs Menjvarlos lectores una idea del destrozo que causar cada uno.El granizo no es ms que hielo, hielo que en algunos pa-ses tropicales generalmente es de tamao mnimo, y pocasveces cae, pero en otros (como Canad), algunas veces supe-ra en tamao a una pelota de golf. De manera que si el tama-o vara, no sera imposible que en la sptima plaga tanto lacantidad, como el tamao sean verdaderamente increbles.La reaccin de las naciones en ese momento no ser unaen la cual piensen en el arrepentimiento o en buscar a Dios,sino por el contrario, el texto anticipadamente dice cul serlareaccin:YloshombresblasfemaroncontraDiosporlaplaga del granizo, porque su plaga fue sumamente grande.Semejante actitud de blasfemia da una idea de lo dolorosoque ser la lluvia de ese granizo.Muerte o no muerte?Si se lee con detenimiento todo el captulo 16 donde sedescriben las plagas y su contenido, se podr notar que enninguna de ellas se menciona que sus efectos vayan a causarla muerte a los humanos. Lo que se mencionan son severosdaos fsicos debido a lo cual la gente va a blasfemar contraDios, eso hace pensar que la muerte no estar presente sinoslo sufrimiento y dolor.Las posibilidades fuertemente conducen a mirar que du-rante ese tiempo Dios impedir a la muerte estar presente yapoderarse de los humanos, porque si eso no fuera as enton-ces el sufrimiento para millones terminara en breve tiempoevitndoles el padecimiento de las siguientes plagas, lo cualva en contra del trasfondo por el cual las plagas vienen, cuyotrasfondo es hacer que padezcan en carne propia los efectosde la desobediencia y de la indiferencia a su ofrecimiento desalvacin.El derramamiento de las plagas, como est declarado porla profeca, es el tiempo en que ira divina ser derramada,para darle a los humanos la justa paga que su pecado mere-ci.Fuertes dolores en todo el cuerpo, grande angustia por losefectos que la siguiente plaga causar, y terrible expectativapor el terrible dao de las restantes, indican que la muerteestar ausente.S, seguramente el plan divino es hacer que cada humanopadezca terriblemente desde la primera plaga hasta la ltimaen medio de terribles dolores.La gran recomendacin divinaY o otra voz del cielo, que deca: Salid de ella,pueblo mo, para que no seis partcipes de sus pecadosni recibis parte de sus plagas! (Apocalipsis 18:4)No hay en toda la Santa Escritura una recomendacin divi-na tan urgente hacia su pueblo que esta, en la cual, al tiem-po enviar la prevencin les advierte la causa.Dios de ninguna manera quiere que los humanos padezcanlasconsecuenciasdeladesobediencia,contodo,ellossemantienenfirmesensudecisin,porlocualasudebidoLAS SIETE PLAGAS POSTRERASPor Andrs Menjvartiempo sufrirn las consecuencias. Siendo que eso ser as,Dios previene con verdadera urgencia a aquellos que estnsintiendo su llamado divino en sus conciencias, para queseapresuren a salir del mundo, mundo que espiritualmente reci-be varios nombres identificados con la idolatra: Sodoma, Ba-bilonia y Egipto, cuyas naciones en el pasado fueron ejemplode amplia enemistad con Dios.El llamado est en pleno apogeo hoy en da. Ese llamadono debiera ser desestimado por nadie, al contrario, debe serrecibido con verdadera seriedad, y debe ser obedecido comonica alternativa que conduce a escapar de eso extraos even-tos que a su debido tiempo se presentarn sobre la faz detoda la tierra.Quienes no le presten atencin recibirn todo el ardor dela ira divina, porque para ese entonces el mensaje que puedesalvar,habrterminado,ynohabrprrrogasparanadie.Pero los avisados, aquellos humanos que de antemano se ha-brn preparado, debern mantenerse alejados del mal porqueel momento en el cual empezarn a mirar que vali la penaser pueblo de Dios, habr llagado.La Palabra es clara y especfica al sealar quines escapa-rn del castigo, identificndolos como aquellos que guardanlos mandamientos de Dios y tienen la fe de J ess (Apocalip-sis 14:12). A ellos es a quienes Dios llama diciendo Salid deella pueblo mo.Es notorio que Satans siempre ha estado en contra de laley divina, a la cual ha dado por anulada haciendo creer a laReligin Cristiana que Cristo con su muerte la anul. Por esoApocalipsis 14:12 debe servir como voz de alerta por mediode la cual mirar que los hijos de Dios tienen un sello en susvidas, el cual es la obediencia a los mandamientos de Dios ya la fe de J ess. A ellos es a los cuales se refiere Apocalipsis18:4 cuando urgentemente los llama a salir del mundo a finde evitar el horrible castigo que est por venir.Dios siempre ha querido para los suyos el gozo pleno desus bendiciones, y a todos advierte no mezclarse con el peca-do ni mucho menos servirle. Por eso es que este versculo essorprendentemente claro, porque recomienda no practicar loque el mundo practica, porque estar adentro del mundo pla-gado de pecado intitular a cualquiera a recibir de las plagasque estn por venir.FIN.Andrs Menjvar2003 Derechos Reservados.Con excepcin de las fuentes citadas el contenido es pro-piedad del autor.El texto bblico usado es el de la Reina-Valera Versin de1995.-11-