Las Rev China e Indochina. Parte 2

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NAHUEL MORENO Liga Internacional de los Trabajadores (LIT-CI) 35 LA REVOLUCION CULTURAL CHINA (La Verdad # 102 del 21/18/1967) Como debemos analizar el fenómeno Antes que nada debemos ponemos de acuerdo con respecto a la forma cómo vamos a estudiar el fenómeno de la revolución cultural. Hay quienes lo estudian desde el punto de vista del parecido que hay entre el “culto a Stalin” y el “culto a Mao”- Como los dos cultos son muy semejantes, posiblemente algo peor el de Mao (bajo Stalin nunca se llegó a decir que, gracias al estudio de sus obras se ganaban los campeonatos mundiales de algún deporte), la revolución cultural de Mao sería tan mala o peor que el stalinismo. El proceso de la revolución cultural sería algo parecido al que culmino en los juicios de Moscú y en la liquidación del partido bolchevique. En el afán de hacer analogías, esta concepción se ve obligada a poner un signo igual entre el partido bolchevique de Lenin y Trotsky y el partido comunista chino. Mao igual a Stalin, ambos partidos también iguales. Nosotros estamos en contra de esta concepción. Lo decisivo no es, ni puede ser el parecido entre los cultos a Stalin y Mao. Lo decisivo es averiguar qué fenómenos sociales se esconden detrás de esos cultos, qué hay detrás de acontecimientos que, como la revolución cultural, han provocado y siguen provocando movilizaciones de millones de estudiantes y trabajadores. Teniendo en cuenta estos considerandos, surgirá con claridad si hechos parecidos, los cultos a Stalin y Mao, esconden fenómenos iguales o diametralmente opuestos. Claves Para comprender el maoísmo, la revolución mundial Lo primero que tenemos que señalar, al comparar los dos cultos, y por lógica consecuencia el proceso de consolidación del stalinismo y el triunfo de Mao, es que ambos fenómenos se dan en un contexto internacional diametralmente opuestos: el stalinismo se consolida cuando la contrarrevolución mundial avanza; el maoísmo, cuando la revolución mundial ha obtenido colosales triunfos (lo que no impide importantes derrotas del movimiento de masas). El culto a Stalin fue acompañado de un fortalecimiento del aparato de la burocracia estatal y partidaria rusa (triunfaba el monolitismo stalinista). En China, por el contrario, vemos un fenómeno diametralmente opuesto: un partido y un estado monolítico, parecido formalmente al de Stalin, de golpe, como consecuencia de la revolución cultural, se hace añicos, surgen infinidad de tendencias que se combaten política, intelectual y militarmente. Las consecuencias del stalinismo y de la revolución cultural, cualesquiera sean las intenciones de sus autores, también son diferentes. En un caso, bajo Stalin, se consolidó el más colosal monolitismo que conoce la historia moderna; en el otro, el de la revolución cultural, se rompió un monolitismo anterior, el del PC Chino. Por otra parte, las intenciones de los autores de ambos movimientos, objetivamente, fueron claramente distintas: Stalin evitó cuidadosamente ir contra el aparato partidario. Por el contrario, fue su defensor más encarnizado contra los trabajadores; Mao, apeló a los estudiantes primero y después a los trabajadores para presionar al aparato estatal y partidario. Justamente esa apelación fue la que comenzó a hacer añicos, posiblemente contra sus deseos, el monolitismo que caracterizaban su culto y su régimen. Para comprender lo que pasa en China tenemos que partir de los siguientes hechos: Primero, que

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Segunda parte del análisis de Nahuel Moreno sobre la Revolución China.

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  • NAHUEL MORENO

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    LA REVOLUCION CULTURAL CHINA

    (La Verdad # 102 del 21/18/1967)

    Como debemos analizar el fenmeno

    Antes que nada debemos ponemos de acuerdo con respecto a la forma cmo vamos a estudiar el fenmeno de la revolucin cultural. Hay quienes lo estudian desde el punto de vista del parecido que hay entre el culto a Stalin y el culto a Mao- Como los dos cultos son muy semejantes, posiblemente algo peor el de Mao (bajo Stalin nunca se lleg a decir que, gracias al estudio de sus obras se ganaban los campeonatos mundiales de algn deporte), la revolucin cultural de Mao sera tan mala o peor que el stalinismo. El proceso de la revolucin cultural sera algo parecido al que culmino en los juicios de Mosc y en la liquidacin del partido bolchevique. En el afn de hacer analogas, esta concepcin se ve obligada a poner un signo igual entre el partido bolchevique de Lenin y Trotsky y el partido comunista chino. Mao igual a Stalin, ambos partidos tambin iguales.

    Nosotros estamos en contra de esta concepcin. Lo decisivo no es, ni puede ser el parecido entre los cultos a Stalin y Mao. Lo decisivo es averiguar qu fenmenos sociales se esconden detrs de esos cultos, qu hay detrs de acontecimientos que, como la revolucin cultural, han provocado y siguen provocando movilizaciones de millones de estudiantes y trabajadores.

    Teniendo en cuenta estos considerandos, surgir con claridad si hechos parecidos, los cultos a Stalin y Mao, esconden fenmenos iguales o diametralmente opuestos.

    Claves Para comprender el maosmo, la revolucin mundial

    Lo primero que tenemos que sealar, al comparar los dos cultos, y por lgica consecuencia el proceso de consolidacin del stalinismo y el triunfo de Mao, es que ambos fenmenos se dan en un contexto internacional diametralmente opuestos: el stalinismo se consolida cuando la contrarrevolucin mundial avanza; el maosmo, cuando la revolucin mundial ha obtenido colosales triunfos (lo que no impide importantes derrotas del movimiento de masas).

    El culto a Stalin fue acompaado de un fortalecimiento del aparato de la burocracia estatal y partidaria rusa (triunfaba el monolitismo stalinista). En China, por el contrario, vemos un fenmeno diametralmente opuesto: un partido y un estado monoltico, parecido formalmente al de Stalin, de golpe, como consecuencia de la revolucin cultural, se hace aicos, surgen infinidad de tendencias que se combaten poltica, intelectual y militarmente. Las consecuencias del stalinismo y de la revolucin cultural, cualesquiera sean las intenciones de sus autores, tambin son diferentes. En un caso, bajo Stalin, se consolid el ms colosal monolitismo que conoce la historia moderna; en el otro, el de la revolucin cultural, se rompi un monolitismo anterior, el del PC Chino. Por otra parte, las intenciones de los autores de ambos movimientos, objetivamente, fueron claramente distintas: Stalin evit cuidadosamente ir contra el aparato partidario. Por el contrario, fue su defensor ms encarnizado contra los trabajadores; Mao, apel a los estudiantes primero y despus a los trabajadores para presionar al aparato estatal y partidario. Justamente esa apelacin fue la que comenz a hacer aicos, posiblemente contra sus deseos, el monolitismo que caracterizaban su culto y su rgimen.

    Para comprender lo que pasa en China tenemos que partir de los siguientes hechos: Primero, que

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    la revolucin en China no se apoy esencialmente en la clase obrera para obtener el poder, pero depende cada vez ms de la clase obrera para desarrollar la revolucin. A diferencia de la revolucin rusa que dej exhausta a la clase obrera, en China la revolucin va fortificando desde un principio la moral y la fuerza poltica y organizativa de los trabajadores, aunque muy lentamente. Segundo que la revolucin mundial, y principalmente la heroica resistencia vietnamita al imperialismo yanqui, levanta la moral de los trabajadores chinos en forma inmediata.

    Estos dos acontecimientos son indispensables para comprender lo que est pasando en China. Pero entendamos bien, indispensable no significa que expliquen por s solos lo que pasa en China, ya que para ello es imprescindible que comprendamos las graves contradicciones internas y externas que roen la actual sociedad china.

    El cncer burocrtico

    De estas contradicciones, la ms grave para todo pas atrasado que entra en la acumulacin primitiva socialista, es decir, en su transformacin en pas adelantado, bajo conduccin obrera, es la de la burocracia. Es el mismo mal de todo sindicato cuando se vuelve poderoso pero en el que lo fuerza para controlar a sus dirigentes.

    Hoy da existen algunos testimonios que demuestran hasta qu grado el mal burocrtico ha rodo la sociedad china. Los Rebeldes Rojos de Cantn en su nmero 3, del 15 de enero de este ao, denunciaban a un viejo amigo de Mao, en estos trminos:

    Con el objeto de satisfacer su nuevo deseo de placer, Tao Chu se hizo construir un gran nmero de hoteles y de casas de campo lujosas a costa del erario pblico. No slo posea varias casas residenciales en una isla, sino tambin una magnfica casa de campo cerca de las aguas termales de Tsunghoua. Pero no estaba satisfecho con todo eso. Tena igualmente diversas casas negras, corno as tambin un club flotante y un palacio de cristal.

    Los privilegios de Tao Chu, a propsito de estos planes, fueron ms severos que los de los emperadores del pasado. Para que Tao pudiera ir tres veces a las aguas termales de Tsunghoua, cien obreros debieron trabajar en forma suplementaria durante varios das para construir un puente. Tres millones de Yuan (la moneda china) fueron gastados en este punto.

    Tao era tambin un fantico de la danza. Con el fin de crear un lugar para la danza, gast cuatro millones de yuan para la construccin de una sala de baile.

    No todos los ejemplos de burocratismo deben llegar a tamaa magnitud, pero los hechos son categricos. El ms evidente de todos, ya que el caso de Tao podra ser anecdtico, es que por decisin del Consejo de Estado del 18 de julio de 1955 los salarios que se pagan en la administracin pblica van de una graduacin de 1 a 26. Dicho en otros trminos, hay enormes diferencias en favor de las altas capas burocrticas.

    Esta situacin se ha visto agravada en los ltimos aos, con la superacin de la economa china. Por un lado se mejoraban las entradas de los campesinos y burgueses, y por otro se bloquearon los salarios (desde el ao 1959).

    Esta es la contradiccin ms aguda de la actual sociedad china, que se acenta por la confianza y

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    progreso poltico de los obreros. Pero existen otras contradicciones que se suman a las ya nombradas.

    El conflicto generacional y otros conflictos

    Que nosotros sepamos, le corresponde al conocido terico trotskista Ernest Germain el haber sealado por primera vez el fenmeno generacional. En China hay 20 millones de estudiantes y hay solamente la posibilidad de 5 millones de puestos que en su amplia mayora ya estn ocupados. Esto provoca una tremenda angustia para la juventud estudiosa que no ve perspectivas para su generacin de encontrar trabajo en sus profesiones y que no tienen otra alternativa cierta que volver al campo una vez recibidos.

    A esta contradiccin, se le suma la tradicional en todos los pases campesinos que han entrado en la va de la acumulacin primitiva socialista: campesinos ricos y pobres, dentro del campo, y de todos los campesinos, como pequeos propietarios, contra el estado que les da menos de lo que le entregan para poder desarrollar la industria. Un despacho de la H.N.A. de Shanghi del 4 de abril de 1967, reconoca que los campesinos pobres y medios inferiores de los alrededores de Shanghi han respondido plenamente al llamado del presidente Mao. Es decir, las mismas fuentes oficiales reconocen que hay una profunda diferencia social y econmica dentro del campo chino.

    La situacin internacional

    La situacin internacional de China se deterior en los ltimos aos en forma muy peligrosa, aproximndola a la posibilidad de una guerra con el imperialismo yanqui. La culpa principal de ello la tiene la burocracia rusa que ha hecho todo lo posible para aislar a la revolucin china. Ante los avances cada vez ms insinuados del imperialismo yanqui y el aumento de la escalada en Indochina, el gobierno ruso se ha negado sistemticamente a declarar que todo ataque imperialista contra China ser considerado un ataque contra la URSS. En oposicin a ello China, aunque un poco tarde, el 24 de marzo de 1966 declar en su carta al Partido Comunista de la Unin Sovitica, que todo ataque imperialista contra la URSS ser considerado un ataque contra China y que por lo tanto defendern a Rusia. Paralela a esta negativa a defender a China de todo ataque imperialista, la URSS la ha sometido a un bloqueo econmico y tcnico que la aisl peligrosamente en esta etapa de desarrollo industrial.

    La direccin del Partido comunista chino tiene su gran parte de culpa en el deterioro de la situacin internacional de China. L poltica ultra oportunista que sigui en Indonesia fue una verdadera catstrofe no slo para China sino para la revolucin mundial

    De cualquier forma los revolucionarios vietnamitas compensan con su herosmo, en buena medida, este aislamiento ya que ponen en contacto casi directo a las masas chinas con la ms colosal lucha revolucionaria que haya enfrentado el imperialismo yanqui

    Si bien la situacin internacional no ha sido la determinante en la revolucin cultural, sino, por el contrario, fueron las contradicciones internas, es importante tenerla en cuenta como marco.

    China Popular: la crisis del Partido Comunista

    Analizar la crisis actualmente en curso en el partido comunista chino es toda una odisea. A la

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    falta total de democracia obrera en el pas, se le suma la falta de vida orgnica del propio partido comunista. Esto no es una calumnia contra un pas que ha revolucionado la poltica mundial en los ltimos aos y que junto con la revolucin rusa, le ha asestado uno de los dos golpes ms terribles infligidos al imperialismo. Ni que decir que este comentario no amengua ni por un minuto nuestra defensa incondicional de China frente a todo ataque imperialista y nuestro orgullo y admiracin por un pas que ha sabido hacer tan gran revolucin. No, al sealar nuestras crticas nos limitamos a comentar hechos categricos, conocidos por todos los que medianamente conocen la historia actual de China Popular. Un ejemplo: desde el ao 1958 no hay congresos del partido comunista y desde septiembre de 1962 no se rene el Comit Central. Nuestra redaccin, nuestro Partido, nuestros lectores no estn acostumbrados a otra forma de decir y comentar que no sea la verdad, por cruda que ella sea. A ella vamos.

    Las acusaciones y las posibles posiciones

    Si tuviramos que sintetizar las posiciones de los opositores de acuerdo a las acusaciones que le hace la prensa oficial china, ellas seran las siguientes:

    1.- Dudan de la infalibilidad de Mao-Tse-Tung. La Prensa oficial denuncia a Teng-To corno el lder de la camarilla de conspiradores antipartidarios. La prensa cita las parbolas escritas en 1961 como demostracin de sus acusaciones. En esos escritos, que se consideran hoy da pruebas de su crimen, Teng deca: Es solamente un sueo enloquecido de un hombre tonto el querer conocer todo y poseer una sabidura inagotable. En otro artculo criticaba a un famoso primer ministro de la historia nacional, Wang An-shili, que tena grandes ideas pero una gran falla no era abierto al pensamiento ajeno.

    2.- Quieren ms libertades intelectuales, libertad de expresin y el derecho a disentir de la lnea oficial. El mismo autor Teng en una reunin de estudiantes del mes de diciembre del ao anterior urgi a que se creara una nueva atmsfera de cien flores en la cual todos pudieran escribir de acuerdo a sus propias opiniones

    3.- Han criticado los excesos del plan salto adelante y esfuerzos intiles para lograr producir acero en hornos antiqusimos (el gobierno maosta intent producir acero en cada aldea, que origin un esfuerzo tan grande e intil de los campesinos, fue dejado de lado poco despus). Teng cuenta una historia de la poca Ming de un hombre que sufra de amnesia comentando aquellos que sufren de este mal se desdicen de sus propias palabras y se hacen dignos de total desconfianza y si los sntomas aparecen en una forma extrema los que sufren nada harn, por lo tanto, los resultados sern desastrosos. El ms renombrado semanario britnico The Economist, cree que Teng-To se est refiriendo probablemente a la actitud partidaria despus del salto, su conveniente amnesia respecto a sus errores, sus cambios poltica y su paranoia a la oposicin.

    4.- Tienen simpatas por los kruschevistas. El rgano del ejrcito en un editorial del 4 de mayo sealaba que a la actual lucha estaba ligada a una lucha a muerte contra las actividades antipartidarias y antisociales del coro antichino levantado por los modernos revisionistas y los reaccionarios de todos los pases, de conformidad con las actividades de las clases reaccionarias dentro del pas.

    5.- Dicen ser mejores comunistas que la direccin, tratan cambiar la poltica econmica y agraria y hasta sugieren que debe ser cambiado porque ya est viejo.

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    El significado de la crisis

    Este rpido resumen por s slo indica que dentro del partido comunista chino hay una grave crisis. La importancia de los personajes atacados es otra demostracin de ella. Mucho ms difcil precisar el carcter de la crisis y de las tendencias en pugna, ya que es muy posible que no se trate solo de una tendencia, sin varias, que la direccin en una tpica maniobra burocrtica trate de amalgamar.

    Un especialista en la cuestin china, Vctor Zorza, del Manchester Guardian, compara la actual situacin de Pekn con la de la direccin sovitica unos pocos meses antes de la muerte de Stalin.

    La prensa china, por una va indirecta se ha encargado de confirmar esta comparacin. En forma que recuerda las mejores pocas de Stalin, todas las radios y peridicos se han lanzado a una campaa demostrativa de la colosal importancia que tiene el estudio de las obras de Mao para la solucin de todos los problemas. El ejemplo que se da y se repite es el artculo escrito el 17 de mayo del corriente ao por un vendedor de melones, Choti Hsin-Li, segn lo informa el 19 de mayo la agencia oficial de noticias de China Popular (Hsin-hua), que subraya la importancia determinante que tuvo para el aumento en la venta de melones por parte del autor, la lectura y estudio de las obras filosficas de Mao. Chou Hsin Li no est slo en su opinin: el mejor jugador del mundo de ping-pong que es chino ya hace un tiempo que declar pblicamente a la prensa que sus xitos en los partidos los deba a un estudio profundo y a la aplicacin del pensamiento de Mao.

    Estos aspectos tragicmicos y superficiales de la crisis, esconden otros muchos ms profundos, de fondo, que la explican. La poltica exterior del gobierno de China Popular ha ido de fracaso en fracaso. A la colosal derrota que sufri --debido a su poltica oportunista-- el partido comunista ms fuerte del mundo, el indonesio que est ntimamente ligado al chino, se le agrega el aisla-miento creciente, dentro del campo comunista, de la direccin maosta, como consecuencia de su poltica sectaria de negarse a proponer o aceptar un frente nico con Rusia para ayudar a Vietnam del Norte. Es sabido que la direccin del partido comunista chino opina que prcticamente es lo mismo Estados Unidos que Rusia, que a los dos pases hay que tratarlos igual. La propia Vietnam del Norte se aleja da a da de China Popular; pruebas al canto: la concurrencia del partido de Ho Chi-Min a la conferencia de partidos comunistas de Mosc que fue boicoteada por los chinos. El sectarismo burocrtico combinado con una poltica oportunista ha provocado desastres para el movimiento obrero y colonial como el de Indonesia y estos desastres aslan ms y ms a los sectarios chinos del movimiento revolucionario. Este aislamiento acelera el sectarismo. Se produce as un crculo infernal: el sectarismo burocrtico los asla y el aislamiento acelera su sectarismo.

    Internamente el rgimen burocrtico chino se ve acuciado por el grave problema de su aislamiento internacional que le plantea la amenaza permanente de la intervencin armada del imperialismo yanqui. Esta amenaza los obliga a cargar sobre el desarrollo de su economa el pesado lastre de incrementar una fuerte industria armamentista. Este lastre provoca mayores contradicciones.

    Ni que decir que la burocracia sovitica es la principal culpable de esta situacin y de estas contradicciones de la poltica y la economa china. Con su poltica de coexistencia pacfica con el

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    imperialismo yanqui, con su falta de apoyo total a la guerra de los luchadores vietnamitas, facilitan la guerra contrarrevolucionaria del imperialismo y aslan a China Popular. Pero los chinos, a su manera, le hacen el juego a esta lnea reformista y, ms an, contrarrevolucionaria de la burocracia sovitica.

    El rgano del ejrcito chino ha comprendido bien el profundo significado de la actual crisis al compararla sistemticamente con la crisis que antecedi a la revolucin de los consejos hngaros contra el ejrcito sovitico y el rol de los intelectuales chinos con el famoso crculo de intelectuales hngaros Petofi.

    Una solucin equilibrada a todos los problemas que enfrenta la revolucin china sera posible con una correcta poltica internacional de apoyo total a todo movimiento revolucionario en el mundo, de frente nico con Rusia y con todos los estados obreros para apoyar con armas y soldados al Vietnam del Norte, combinada con la inauguracin de la democracia obrera dentro de China: que toda tendencia que acepte el rgimen y la estructura revolucionaria, tenga derecho a expresar sus posiciones y a formar su propio partido.

    Esta solucin, la nica viable, no la lograr el gobierno de Mao, a pesar del carcter progresivo que ha jugado en la historia por haber sido el iniciador de la revolucin socialista en el pas ms numeroso de la tierra, sino la nueva vanguardia obrera-estudiantil y campesina. Esta crisis se inscribe, cualquiera sea su resultado momentneo, y an si provoca un fortalecimiento episdico de la burocracia, en esa perspectiva.

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    PROYECTO DE RESOLUCION SOBRE CHINA

    (Presentado por Livio Maitan, en marzo de 1967, al Comit Ejecutivo Internacional (CEI) de la Cuarta Internacional)

    El Pleno del Comit Ejecutivo Internacional ratifica la declaracin adoptada en noviembre de 1966 por el Secretariado Unificado, que daba un anlisis correcto de la gnesis china, de sus primeras etapas y de sus implicancias ms importantes y que sintetizaba la actitud de la IV Internacional frente a los problemas ms candentes que se le planteaban al movimiento comunista en China y a escala mundial.

    El Pleno considera sin embargo que un anlisis suplementario se impone, ya que la crisis china ha conocido replanteos y ha entrado en una nueva fase, donde la confrontacin de las tendencias en la cspide y en los diferentes sectores de la burocracia, se transforma cada vez ms en un conflicto extremadamente dramtico que ha implicado la movilizacin de capas sociales fundamentales, en un movimiento sin precedentes en el perodo post-revolucionario.

    1) Pese al xito alcanzado con las decisiones formales del Pleno del Comit Central de Partido Comunista chino de agosto de 1966, con el desplazamiento de algunos de los principales dirigentes del Partido y del Estado y con la movilizacin de sectores de las masas estudiantiles, el grupo Mao-Lin Piao no logr obtener resultados definitivos y resolver la crisis que dura ya desde noviembre de 1965. En el perodo que va de la clausura del Pleno al comienzo de diciembre, la situacin no ces, en efecto, de ser muy precaria y confusa: conflictos que estallaban entre destacamentos de guardias rojos y de grupos obreros y campesinos, divisiones que se manifestaban en el seno mismo de los guardias rojos, una parte de los cuales desbordaba las consignas fijadas desde arriba, grupos del aparato del estado y del partido tocados por la campaa organizaban su contraofensiva, la tendencia de Mao oscilaba rectificando muchas veces sus actitudes.

    Fundamentalmente esta tendencia era solicitada por necesidades contradictorias. Por un lado, a medida que constataba la amplitud de las resistencias y de las oposiciones en el aparato mismo del Partido y del Estado, (sobre el cual ella haba querido basarse en las primeras fases de la crisis) se vea obligada a estimular una movilizacin de masas; por el otro, despus del comienzo del movimiento de los guardias rojos verific que ese movimiento, al menos en parte, tenda a desarrollarse ms all del cuadro que ella se esforzaba por fijarle. La tendencia no poda mas que terminar en nuevas tensiones y diferenciaciones que en realidad dividieron al propio grupo promotor de la revolucin cultural.

    Evidentemente, es difcil indicar cules fueron las razones exactas de esta divisin que, en todo caso, se ha manifestado muy rpidamente y se ha concretizado, no solamente por la aplicacin de lneas diferentes sino tambin por el empleo de diferentes instrumentos organizativos.

    El problema de la actitud con respecto a los principales representantes de las otras tendencias --Liu Shao-Chi y Teng Hsiao Ping-- fue sin duda una de las razones de las fricciones. Pero si bien Mao y Lin Piao parecan combatir actitudes caracterizadas como centristas, eran al mismo tiempo hostiles a aquellos que queran emplear mtodos ms draconianos y a los que queran impulsar an ms la movilizacin de los guardias rojos.

    Las divisiones en el grupo maosta --donde las vicisitudes de algunos personajes era uno de los

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    sntomas-- favorecieron lgicamente la resistencia de las otras tendencias y las tentativas de contraataque. Una vez ms, es difcil indicar con certeza el curso de los acontecimientos dado el carcter tendencioso de las fuentes de informacin disponibles. Pero los resultados esenciales son muy claros: a principios de diciembre, algunos meses despus de la irrupcin de los guardias rojos, el grupo Mao-Lin Piao estaba lejos de controlar la situacin, de haber desarmado a sus adversarios, de haber canalizado enteramente sus propias tropas y a fortiori de haber establecido un nuevo equipo de direccin suficientemente amplio y estable. En un contexto donde la lucha se vuelve cada vez ms spera (esto probablemente es la etapa en que tuvieron lugar las primeras represiones, reconocidas ms tarde por las mis mas fuentes oficiales) y donde, por otra parte, los factores internacionales (la guerra de Vietnam ante todo) que haban jugado poderosamente en el estallido de la crisis, no cesaron de ejerce una influencia dramtica, Mao no poda contentarse con aplicar la lnea fijada desde el pleno del Comit Central, sino que deb tomar nuevas iniciativas para salir del impasse,

    2) Despus de algunas acciones preparatorias, el grupo Mao torn finalmente la decisin de hacer un llamado directamente a las masas obreras y campesinas y al mismo tiempo se prepar para hacer jugar al Ejrcito --pese a las divisiones persistentes-- un rol mucho ms importante y decisivo que en las fases precedentes. La movilizacin de las masas era estimulada con motivaciones ideolgicas idnticas o anlogas a las lanzadas para movilizar a los guardias rojos: los obreros eran instados a eliminar a los partidarios de la va capitalista que se haban infiltrado en los aparatos polticos y econmicos, a hacer valer su voluntad y sus aspiraciones, a elegir comits revolucionarios inspirndose en el ejemplo de la Comuna de Pars.

    En cuanto al Ejrcito, se lo llamaba a no apartarse, sino a participar directamente en la lucha poltica, en ese momento en que las lneas se enfrentaban en un conflicto mayor.

    El llamado del grupo Mao coincida, en efecto, con una de las fases culminantes de toda la larga crisis china. Esto contribua, a su vez, a profundizar an ms las movilizaciones que iban parejas con la intensificacin de la resistencia por parte de sus oponentes --cuya fuerza en los aparatos de todos los niveles se manifestaba cada vez ms y, al mismo tiempo, se bosquejaban en una gran parte del pas--, tendencias centrfugas de naturaleza y alcances diferentes. Si por un lado los que crean ser atacados se esforzaban en resistir y en replicar apelando a todos sus medios y utilizando las posiciones que ellos sostenan, por otro, el movimiento que se perfilaba como consecuencia de los llamados de Mao tena la tendencia a desarrollarse segn una dinmica propia.

    Todo esto culmina en los conflictos que han trastornado durante algunas semanas a numerosas ciudades y regiones chinas, en las huelgas de Shanghi y de otros centros industriales y en los movimientos de ciertos sectores campesinos.

    Las interpretaciones que explican acontecimientos tales como las manifestaciones de Shanghi ya sea como un complot de reaccionarios y partidarios de la va capitalista, ya sea como el resultado de una accin organizada por una tendencia antimaosta caracterizada como capaz de influenciar de una manera decisiva a las masas, no pueden ser consideradas ms que falsas y tendenciosas. De hecho, el movimiento ha estallado en el contexto creado por los llamados a la movilizacin de las masas, anlogamente a lo que haba pasado antes con los sectores M movimiento estudiantil. Pero, desde que se ha puesto en marcha, el movimiento de los obreros tendi rpidamente, sobre una base mucho ms amplia y concreta que la que haban tenido los guardias rojos, a

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    desarrollarse de acuerdo a una dinmica relativamente autnoma, con objetivos y contenidos propios, que iban mucho ms all de lo que se proponan los llamados de Mao, por otra parte muy vagos.

    En general, el significado de los acontecimientos de Shanghi y de un cierto nmero de grandes ciudades y regiones campesinas es el siguiente: el rompimiento de la direccin del Partido Comunista Chino y la disgregacin progresiva del aparato del Partido y del Estado a todos los niveles, han creado un vaco, una carencia relativa de poderes, que ha permitido a las diferentes fuerzas sociales del pas ponerse en movimiento bajo los impulsos de exigencias propias y con sus propios objetivos.

    As, una crisis que haba comenzado a consecuencia de conflictos a nivel de los cuadros dirigentes, se transform en una crisis social donde se perfilaron y se enfrentaron, ms all de los slogans oficiales y de las maniobras tcticas de tal o cual grupo, todas las tendencias fundamentales de la fase de transicin del capitalismo al socialismo,

    3) El movimiento de los obreros de la ciudad ms industrializada de China y ms rica en tradiciones revolucionarias tiene un alcance antiburocrtico indudable. En su ataque contra los que eran considerados responsables de las dificultades materiales y de no conceder una verdadera democracia proletaria, los obreros han recurrido a los instrumentos de lucha tradicional: la suspensin del trabajo, las huelgas propiamente dichas, las manifestaciones de calle, la ocupacin de edificios oficiales, la designacin de delegaciones y su envo a las autoridades regionales y centrales. Sus reivindicaciones concernan, segn las informaciones de que se dispone aqu, al nivel de los salarios y a las condiciones de vida: el problema de las viviendas jugaba tambin un rol importante, si es verdad que gente que posea malas viviendas ha ocupado casas y edificios.

    En el campo, el movimiento ha sido muy limitado. Sobre todo se dio en las regiones ms prximas a los grandes centros obreros, entre capas polticamente ms sensibles. De todos modos, esto ha permitido verificar cuales son las principales tensiones que subsisten en ese sector. Pese a los rasgos especficos de la experiencia china y pese a que las soluciones hasta aqu adoptadas por el rgimen no son comparables a las soluciones adoptadas por la URSS staliniana, el problema de las relaciones entre los campesinos y el Estado sigue siempre en pie, ya que el nivel de vida del campesinado contina siendo sensiblemente ms bajo que el de las clases urbanas. De ah ciertas reivindicaciones levantadas por los campesinos movilizados: destinar una parte ms importante del producto al consumo hogareo, posibilidad de consagrar ms tiempo a la parcela individual y equiparacin de la situacin de los campesinos y de las clases ciudadanas. Se entiende que en los movimientos campesinos de tal naturaleza, las tendencias se basan en exigencias legtimas del campesinado y principalmente de las capas ms pobres, pero corren el riesgo de enredarse con las tendencias ms conservadoras e incluso reaccionarias.

    La capa que durante la crisis se encontr en condiciones difciles, acorralada, a la defensiva, es indudablemente la de los cuadros y especialistas econmicos en general. Con la excepcin de grupos restringidos (orientados especialmente hacia la investigacin de nivel muy elevado) --que se han mantenido al abrigo de las presiones ms directas-- esta capa ha sido, en efecto, objeto de ataques por todos lados: comenz el grupo de Mao (ver las resoluciones de las conferencias industriales de la primavera de 1966) y lo siguieron las masas movilizadas. Los cuadros y especialistas econmicos se han esforzado probablemente por hacer valer sus derechos antes de la crisis (haba tendencias en el partido que reflejaban sus puntos de vista en lo que concierne a la

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    orientacin econmica) y volvern sin duda a hacerlo en una etapa ulterior.

    Pero no podran afrontar una crisis que culminar en movilizaciones de masas, por su peso numrico limitado y por la debilidad de sus posiciones polticas.

    Los sobrevivientes del antiguo rgimen no parecen haber jugado un rol importante an, cuando no se puede excluir totalmente un hecho excepcional --principalmente en el campo-- donde algunos se esforzaron por explotar esta situacin confusa. De hecho, ellos han sido los centros de los ataques de los guardias rojos en las ciudades durante las primeras semanas y cualesquiera que sean las posiciones formales adoptadas en relacin a ellos, por ejemplo de los beneficiarios de los ttulos de inters del estado, saldrn de la prueba probablemente debilitados, vindose privados de una parte, al menos, de los privilegios que gozaban hasta ahora.

    4) Como lo ha indicado la declaracin del Secretariado Unificado de la IV Internacional de noviembre de 1966, ha existido y existe en China una tendencia kruscheviana prosovitica que es considerada particularmente peligrosa por el grupo Mao, sobre todo a causa de sus ligazones internacionales. Pero a medida que la crisis se desarrollaba, apareca cada vez ms claro que ella haba sido provocada por una divisin en el seno del mismo equipo que, pese a las diferencias y matices, estaba fundamentalmente de acuerdo con la lnea antikruschevista y que haba tenido la responsabilidad comn de la orientacin de los ltimos ocho aos. La ruptura se ha producido probablemente por diferencias sobre la apreciacin de la situacin mundial, sobre el balance de la poltica llevada en un pas cmo Indonesia, sobre el problema del frente nico o de la accin conjunta con la URSS en el Vietnam. Paralelamente --y siempre en relacin con la perspectiva de una agresin imperialista-- las divergencias estallaban sobre problemas econmicos y sobre la actitud a tomar hacia los intelectuales. Si al comienzo Mao pensaba que sus oponentes se encontraban sobre todo en ciertas capas especficas (un sector del ejrcito, la burocracia econmica, las amplias capas intelectuales) y estimaba poder arreglar muy rpidamente sus cuentas con grupos que controlaban posiciones polticas importantes (v. Peng Chen a Pekn), constat luego, que una buena parte del aparato resista a su lnea, lo que se reflejaba en la actitud de hombres como Liu-Schao-Chi y Teng Hsiao Ping. Por otra parte, las posiciones mejor caracterizadas y tendencialmente las ms prximas a una crtica antiburocrtica consecuente estn representadas por hombres ms conocidos como periodistas o intelectuales, que ya en el pasado haban expresado probablemente, bajo una forma ms completa, una plataforma oposicional. De aqu la violencia particular de los ataques del ms puro estilo zdanoviano contra ciertos personajes y ciertos grupos intelectuales, acusados principalmente de querer levantar una oposicin por medio de una edicin china de los crculos Petofi,

    Luego, como lo habamos sealado, el grupo promotor de la Revolucin Cultural se dividi. Este proceso se acentu ms an en el momento en que Mao lanzaba sus llamados a los obreros y campesinos, se producan los movimientos de Shanghi y de otra ciudades y el Ejrcito intervena directamente y con todo su peso en la lucha. Ciertos grupos no eran favorables a la extensin de la movilizacin de masas (explicaban que ella trababa la produccin pero en realidad queran evitar desbordamientos; otros, comprendidos aqu los militares, estaban contra la utilizacin del Ejrcito y las masas y un debilitamiento eventual del ejrcito en una situacin peligrosa para el pas).

    Shanghi en este terreno es teatro de los acontecimientos ms espectaculares: frente al desbordamiento del movimiento de la masas obreras, el grupo dirigente local, que haba sido al

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    comienzo de la crisis en noviembre de 1966 uno de los sostenes principales de Mao y de su tendencia estallaba y mientras que una parte s opona a las huelgas, de acuerdo a la posicin de Mao, otra sufr la presin de la base y aceptaba ciertas reivindicaciones de lo trabajadores hacindole efectivamente algunas concesiones. En este episodio crucial las tendencias al nivel de los grupos burocrtico se entremezclaban en un proceso de interaccin y de influencia recproca.

    Finalmente, a partir de fines de enero, despus de las conquistas del poder en una serie de localidades y de fbricas, se produjeron nuevos conflictos entre las tendencias que queran atacar a fondo los aparatos y los viejos dirigentes, entre lo cuadros surgidos de los organismos creados en las experiencia recientes y aquellos que se esforzaban en canalizar el movimiento salvando a la mayora de los cuadros y de los dirigentes, integrndolos en los nuevos organismos y asegurando al Ejrcito el rol de piedra angular.

    5) Los acontecimientos de los ltimos meses, principalmente la huelgas de Shanghi, han permitido verificar concretamente el alcance de las orientaciones del grupo Mao, su naturaleza y sus posiciones contradictorias.

    En el momento de entrar en escena las masas obreras, y en parte campesinas, expresaron su potencial de lucha recurriendo a mtodos propios y rompiendo efectivamente el control burocrtico. La tendencia Mao, despus de algunas hesitaciones intervino duramente contra las huelgas y las manifestaciones llegando a negar a los obreros concesiones que les haba hecho a los guardias rojos (envo de delegaciones a Pekn, facilidades para los viajes, etc.). Al mismo tiempo movilizaba al Ejrcito que, si a veces se limitaba a una accin poltica, en las situaciones ms explosivas desarrollaba una verdadera accin represiva. Olvidando, por consiguiente, todo lo que haba dicho en sus reiterados llamados sobre el rol primordial de las masas sobre la necesidad de aprender de ellas y de que madurasen por su propia experiencia, la tendencia Mao-Lin Piao se esforz en romper el movimiento, en canalizarlo y controlarlo lo ms estrictamente posible, empleando los mtodos burocrticos clsicos, denigrando los objetivos de los sectores movilizados y presentando al movimiento, en su propaganda, como resultado de un complot diablico.

    Ser sin embargo difcil de olvidar que al mismo tiempo que tomaba tales actitudes frente a los acontecimientos de Shanghi y de otras grandes ciudades, el grupo Mao segua agitando sus motivos propagandistas e ideolgicos y haciendo llamados a la formacin, de comits revolucionarios: deba hacerlo tambin para contrarrestar la accin de otros grupos y para golpear sobre sectores del aparato todava en capilla, ms que para no comprometer sus relaciones con las masas, cuyo apoyo le era necesario. Es justamente en esta fase que aparecieron textos particularmente significativos, donde se reclamaban una vez ms la tradicin democrtica revolucionaria de la Comuna, sealando la necesidad de formar organismos de poder proletarios enteramente nuevos y avanzando consignas antiburocrticas que criticaban toda la prctica del perodo post-revolucionario. Es tambin como consecuencia de esta actitud que, pese a las intervenciones contra las huelgas y las represiones oficialmente anunciadas, el movimiento no fue ahogado, principalmente en una serie de pequeas ciudades, sino que por el contrario, continu expresndose en forma dispares (comprendidos los sectores radicales de los rebeldes revolucionarios maostas) que se esforzaron por barrer todos los aparatos y por poner en prctica ciertas consignas propagandistas de Mao.

    Es justamente el desarrollo de tales tendencias lo que explica el giro hecho por el grupo Mao

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    despus de fines de enero. El leit-motiv poltico de los textos maostas deviene la triple alianza. Esta frmula prev organismos de direccin nuevos con participacin de los rebeldes revolucionarios, los dirigentes y cuadros del Partido y los representantes del Ejrcito. La campaa de rectificacin que sigui, tena el objetivo de recuperar la gran mayora de los cuadros y de los dirigentes asignndoles de nuevo un rol esencial y de confirmar, al mismo tiempo, la necesidad de la intervencin y de la presencia del Ejrcito. La utilizacin del trmino La Comuna para caracterizar los organismos de direccin de Pekn y de Shanghi fue abandonada y, lo que es ms importante, las funciones de direccin fueron confiadas a hombres designados desde arriba, de los cuales no se puede pretender que sean la expresin directa del movimiento de masas.

    En tales condiciones se explica el rol esencial jugado por un hombre como Chou-En Lai, que es probablemente el que est mejor ubicado para eliminar los excesos, restablecer un cierto equilibrio, canalizar el movimiento, y tambin preparar un compromiso entre Mao y Lin-Piao con ciertos sectores del viejo grupo dirigente. Hay por otra parte, otras exigencias urgentes que po-dran estimular una normalizacin relativa. El reabrir las escuelas, ms all de las preocupaciones tcticas, corresponde a la necesidad de no provocar nuevos retrasos en la formacin de cuadros y de especialistas, que es para la China uno de sus objetivos mayores. Con mayor razn es indispensable evitar la disminucin de la produccin, principalmente en la actividad agrcola, prxima a los trabajos de primavera. Es significativo que despus de un cierto tiempo el acento en los textos oficiales se ponga en el impulso a la produccin y en la realizacin de niveles ms elevados, esencialmente mediante una intensificacin del trabajo y la eliminacin de ciertas trabas burocrticas, que representa el objetivo ms concreto a los rebeldes revolucionarios y a las guaridas rojas. Es posible que el grupo Mao, en una etapa dada, se esfuerce en canalizar el movimiento fijndole principalmente la perspectiva de un nuevo salto hacia adelante en el plano econmico, lo que por otra parte se podra justificar por el desarrollo de la situacin mundial y las amenazas de agresin imperialista.

    6) Hasta aqu el balance de la crisis puede ser sintetizado como sigue:

    I) La direccin que se form durante la guerra y la revolucin y que haba mantenido su homogeneidad sustancial en las vicisitudes del perodo revolucionario, se ha desarticulado y su recomposicin eventual es extremadamente difcil. Esto es ms grave debido a que el problema de la sucesin de Mao no puede ser ignorado y no ha sido resuelto, ya que el rol de Lin-Piao no es reconocido por grandes sectores dirigentes y de cuadros.

    II) El aparato del Estado, del Partido y de las diferentes organizaciones (sindicatos, juventudes, etc.) ha sido trastornado en forma total y ha perdido en una gran medida su dominio sobre las masas. En este terreno tampoco una recomposicin ser fcil, dado que toda una serie de motivaciones ideolgicas proclamadas por el equipo Mao dejarn en todo caso sus huellas en los sectores ms avanzados de las masas. La alternativa de un empleo de mtodos represivos no ser fcilmente realizada, porque la represin deber ser llevada a cabo en una escala muy grande y la utilizacin del ejrcito con este objetivo sera extremadamente peligrosa en el actual contexto internacional.

    III) Cambios esenciales se han dado en las relaciones entre las masas y los cuadros ligados a las masas, por una parte, y los dirigentes y el aparato de direccin por otra. Esto facilitar mucho la formacin de una nueva vanguardia revolucionaria.

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    Todos estos elementos deben ser considerados en el cuadro de una situacin donde el grupo Mao, por su orientacin y sus concepciones actuales, (como lo ha indicado la declaracin del Secretariado Unificado de noviembre de 1966) no est en condiciones de dar una solucin real a los problemas ms urgentes de la revolucin china tanto en el interior como en el plano internacional y donde, por primera vez despus de la victoria de 1949, las masas se han movilizado potentemente en un proceso cuya lgica profunda es la de una revolucin poltica antiburocrtica.

    7) El Comit Ejecutivo Internacional de la IV Internacional reivindica sus anlisis y sus actitudes sobre el conflicto chino-sovitico y sobre la naturaleza objetivamente ms progresista de las posiciones chinas que considera sustancialmente confirmadas por los acontecimientos de los ltimos dos aos. En lo que concierne ms particularmente a los problemas planteados por la crisis del 65-67 el Comit Ejecutivo Internacional retoma las ideas expresadas en la resolucin del Secretariado unificado y principalmente:

    En la presente etapa, la IV Internacional reafirma la necesidad de establecer un frente nico de todos los estados obreros sobre la plataforma de una lucha consistente contra la agresin norteamericana en Vietnam. Mientras la IV Internacional mantiene su severa crtica al principal responsable, la burocracia sovitica, considera que la desconfianza de China puede ser explicada por toda una serie de actos de Mosc (que van desde la actitud pasiva en Vietnam a una poltica equvoca en Europa; y desde la ayuda militar a la reaccionaria burguesa hind a los prstamos dados al gobierno militar de Brasil); considera que una direccin sovitica a la altura de sus obligaciones reafirmara su alianza con China en la hora de peligro y sealara claramente al imperialismo, sin ninguna posibilidad de error, que una guerra contra China ser considerada un ataque contra la Unin Sovitica, al mismo tiempo condena la negativa al frente nico y a la unidad de accin por parte de Mao-Lin Piao.

    En cuanto a los problemas econmicos, mientras la IV Internacional rechaza cualquier solucin tecnocrtica del tipo Liberman, que significa en realidad un fortalecimiento de sectores particulares de la burocracia y una acentuacin inadmisible de desigualdades sociales en un estado obrero, cree que un crecimiento econmico equilibrado de China no ser posible ms que por la instauracin de la gestin obrera por la aplicacin de mtodos de planificacin democrticamente centralizada y por la coordinacin democrtica de planificacin de los estados obreros.

    La Internacional sostiene que un estado obrero debe apoyar los conceptos igualitarios --en el sentido histricamente concreto precisado por Marx y Lenin-- y abolir toda forma de privilegio. Con relacin a la propaganda corriente del Partido Comunista Chino, denuncia primero la diferencia que hay entre las expresiones ideolgicas y la realidad y llama la atencin al hecho de que en un anlisis final la verdadera igualdad comunista no puede ser establecida si no media un altsimo nivel de las fuerzas productivas y al hecho de que en el perodo de transicin el nico medio de aproximarse a este objetivo es luchando contra cualquier forma de dominacin y direccin burocrtica y por la ms amplia democracia interna en el partido, en los sindicatos, en las organizaciones de masas, en las actividades del estado y en todos los niveles de la administracin.

    En el terreno de la cultura, la IV Internacional rechaza la deformacin de las posiciones de Trotsky y de los trotskistas por los rganos oficiales de la burocracia sovitica y reafirma que la

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    lucha contra la ideologa del pasado y contra las posibles distorsiones provocadas por la influencia del enemigo de clase no puede ser conducida efectivamente a travs de medidas administrativas y la imposicin de consignas estereotipadas o normas osificadas. Debe ser ganado sobre la base de un desarrollo autnomo de las potencialidades de la nueva sociedad, desde una expansin de un genuino espritu crtico y la libre confrontacin de conceptos y orientaciones varias. En especial la prctica del culto a la personalidad llevado a su ms grotesca expresin, debe ser condenado en la forma ms categrica, ya que su prctica amenaza ahogar todo espritu de independencia, trabar toda elaboracin ideolgica, haciendo imposible una vida realmente independiente en el movimiento obrero y el estado.

    En lo que concierne a la orientacin de los marxistas revolucionarios chinos, el Comit Ejecutivo Internacional estima que ellos no debern identificarse con ninguna de las tendencias que se oponen aunque haya elementos y grupos que expresen posiciones que se aproximen al marxismo revolucionario, y algunos sectores de las masas movilizadas por Mao sean estimuladas por exigencias y aspiraciones que inspiran la accin de los marxistas revolucionarios.

    Los marxistas revolucionarios chinos debern sostener todos los movimientos de masas o de sectores de masas y participar principalmente en toda accin que permita una politizacin de las masas y su intervencin para defender sus propias exigencias y lograr su propios objetivos, independientemente de todo dominio o influencia de grupos burocrticos. Esta participacin es una obligacin imprescriptible, incluso en el caso de que ciertas reivindicaciones espontneas no sean enteramente correctas y adecuadas.

    Los marxistas revolucionarios respondern a las acusaciones de economismo y a la caracterizacin como una tendencia de aristocracia obrera lanzadas contra los huelguistas de Shanghi. Ciertas crticas al economismo pueden ser legtimas en la medida en que ellas apunten a las capas burocrticas y tecnocrticas que predican la introduccin de un cierto tipo de privilegios, pero tienen una significacin evidentemente diferente si se aplican a los esfuerzos legtimos de los obreros para mejorar sus retribuciones y sus condiciones de vida en general. Las reivindicaciones de salario no son necesariamente correctas --desde el punto de vista de las posibilidades objetivas-- en todo momento de la edificacin de una economa socialista, pero las decisiones a ese respecto, que implican decisiones sobre las alternativas econmicas fundamentales, sobre los ritmos de la acumulacin, sobre el reparto de las rentas, etc., deben ser adoptadas, en lugar de serio por los grupos burocrticos desde arriba, por los organismos efectivos de una democracia proletaria, donde las masas Pueden deliberar directamente o ser representadas por sus elegidos, bajo un control constante y revocables en cualquier momento.

    Los marxistas revolucionarios sostendrn a todos aquellos que lucharon por la formacin de comits democrticos revolucionarios elegidos por las masas y ellos explicarn que la estructuracin del estado sobre la base de tales organismos, en la libertad de todas las corrientes polticas proletarias, es una de las condiciones esenciales para una lucha victoriosa contra el burocratismo y las estratificaciones sociales y dar un contenido concreto a las reivindicaciones de naturaleza igualitaria. Ellos participarn de una completa reconstruccin democrtica del Partido y de las otras organizaciones, donde los viejos mtodos debern ser reemplazados por la aplicacin de los criterios del centralismo democrtico leninista que implica el derecho a expresar libremente toda opinin y toda crtica --comprendido aqu, entindase bien, lo que respecta a Mao-- el derecho de organizar tendencias, la convocacin regular de los Congresos y de los Comits Centrales, etc.

  • NAHUEL MORENO

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    Los sindicatos no debern estar ms estrictamente subordinados al Estado o al Partido, y ellos debern jugar su rol especfico en defensa de los intereses de los trabajadores, incluyndose y utilizando, si es necesario, el arma de la huelga.

    En el campo, los marxistas revolucionarios lucharn por una democratizacin completa de la vida de las Comunas, lo que es una condicin para contrarrestar un desarrollo eventual de tendencias conservadoras. Al mismo tiempo sealarn que esta democratizacin deber implicar una participacin efectiva de los campesinos en la elaboracin de la poltica econmica de conjunto y en la verificacin directa de las prioridades que se imponen para la acumulacin en cada etapa dada.

    En el anlisis de los acontecimientos ulteriores y en la determinacin de sus actitudes, los marxistas revolucionarios no debern olvidar las consideraciones siguientes:

    a) La crisis china se inscribe en el contexto general de la crisis de conjunto del sistema burocrtico, del cual ella constituye, en ltima instancia, una de las manifestaciones ms profundas que se han producido hasta el momento. En las condiciones de tal crisis la burocracia se diferencia y se divide en todos los niveles y ciertas fracciones y sectores burocrticos sufren enormes presiones de parte del movimiento de masas al cual se esfuerzan por identificarse;

    b) La actitud hacia las tendencias o grupos de la burocracia deber ser precisada en cada etapa mucho ms sobre la, base del alcance objetivo de su poltica y de sus acciones que sobre la base de sus proclamas ideolgicas;

    c) Toda plataforma revolucionaria deber partir de las situaciones concretas dadas, teniendo en cuenta al mismo tiempo las exigencias especficas de la revolucin china en la etapa actual y el nivel de maduracin y comprensin alcanzado por las masas o por capas de las masas que juegan un rol de vanguardia.

    En cuanto a los problemas internacionales, los marxistas revolucionarios chinos retomarn las posiciones adelantadas por la IV Internacional, principalmente a propsito de la necesidad del frente nico en el Vietnam y del balance de ciertas experiencias capitales como la de Indonesia.

    Marzo de 1967 - Livio Maitn

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    UNA CARTA SOBRE CHINA

    (Elaborada por Nahuel Moreno) Buenos Aires, 3 de mayo de 1967

    M querido compaero Livio:

    Me pareci bien su idea de consultamos sobre el problema chino. Creo que el mismo sistema, dentro de lo posible, y dada la precariedad de medios, deberamos utilizar con todo otro docu-mento de importancia. Desgraciadamente, dada mi situacin, que ya se prolonga un ao, recin recib su carta y proyecto hace un da. Hoy, para poder llegar a tiempo, le doy respuesta sin poder documentarme en ningn sentido.

    Darle respuesta a Ud. y por su intermedio a todos los compaeros del Comit Ejecutivo, me plantea un sinnmero de problemas tericos que no tenemos dilucidados, ni nosotros mismos muy claros. De ah que mi respuesta la voy a dividir en dos partes: una referida al texto del documento y mi voto, y otra concerniente a la estructura general de otro documento que creo debera hacerse.

    MI VOTO ESTRICTO RESPECTO A ESTE DOCUMENTO: Estoy a favor por las siguientes razones fundamentales:

    1) Caracteriza correctamente como una lucha interburocrtica;

    2) Seala para el futuro la inevitable profundizacin de la crisis de la direccin del Partido Comunista Chino;

    3) Se niega a hacer una analoga formal entre el stalinismo y la actual campaa (analoga formal que sera catastrfica porque nos desarmara peligrosamente para los acontecimientos futuros);

    4) Una crtica intransigente a todos los errores y mtodos burocrticos de la direccin china;

    5) Un programa esencialmente correcto frente a China y a la actual situacin.

    Creo, sin embargo, que el documento peca de timidez terica y de exceso de descripcin. Esencialmente es descriptivo-analtico, sin precisar las grandes lneas y anlisis de la situacin en el marco de la nueva China, el nuevo gobierno, la nueva situacin mundial, etc.

    Es muy posible que esto se deba a un intento de lograr un urgente documento poltico, como as tambin a un hecho para m evidente: el retroceso del movimiento de masas en Estados Unidos y Europa, ha provocado una cierta mentalidad defensiva en el campo de la teora. Creo que esto se comienza a superar. Dos hechos importantes as lo demuestran: el libro de Germain sobre economa, que no rehye ningn problema terico, en un tono de seriedad, bsqueda y modestia, que debe ser un ejemplo; y la polmica entre Livio y Jos sobre las perspectivas egipcias, que para m no est terminada, ya que quedaron en el tintero infinidad de graves problemas tericos que hay que dilucidar. El tono de esa polmica debe ser un ejemplo para todos los cuadros y militantes de nuestro Partido Mundial.

  • NAHUEL MORENO

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    Estas consideraciones las hago para que se tenga paciencia, si en la consideracin general del problema chino incurro en errores graves. Hace aos que, con sumo cuidado para evitar fricciones en el movimiento mundial, venimos haciendo una serie de planteos que creemos se impone volvamos a efectuar, porque tienen que ver directamente con el documento y su encuadre.

    Carcter de China y de su gobierno

    Nosotros creemos que un elemento decisivo para juzgar y definir todo fenmeno histrico es su dinmica, su prctica, su conducta anterior y presente, junto con su ubicacin social. Creemos que se impone una definicin distinta, lo que significa una poltica y un programa distintos de los pases obreros donde la revolucin fue consecuencia de una movilizacin de las masas, y de aquellos en los que la revolucin la hizo esencialmente una fuerza extraa, el Ejrcito Rojo de ocupacin. Para nosotros hay tres tipos de pases obreros: URSS, obrero degenerado; Glacis, obrero deformado; Yugoslavia, China y Cuba, obrero en transicin. Las diferencias son cualitativas, no de grado. En la URSS tenemos un estado obrero en donde triunf la reaccin burocrtica; en el Glacis una combinacin sui generis con la revolucin obrera desde arriba (esencialmente es lo mismo que la URSS, con el agregado de la dominacin de la URSS); en los otros pases no ha triunfado la reaccin burocrtica: lo esencial ha sido la movilizacin y organizacin con mtodos y control burocrtico del movimiento de masas en sus distintos estadios. No se asientan en una derrota, en un aplastamiento del movimiento obrero, sino en el insuficiente desarrollo, iniciativa y organizacin del movimiento de masas.

    De este carcter esencialmente diferente de cada estado, surgen las diferencias entre sus gobiernos. Gobiernos y partidos de la burocracia reaccionaria en los dos primeros; gobiernos y partidos revolucionarios bonapartistas entre la burocracia y las masas, o en algunos casos entre la presin de la URSS (exterior) y el imperialismo y el movimiento de masas. Si del stalinismo hemos podido decir que era un gobierno gemelo, paralelo al fascismo, no siendo igual a ste por su carcter social; de los gobiernos chino, yugoeslavo en una etapa (despus veremos cul) y del cubano (hay que estudiar con atencin el caso Argelia) podramos decir que son gemelos, paralelos al bonapartismo sui generis estudiado por Trotsky para los pases semicoloniales que resisten la presin imperialista, aunque no sean iguales por su distinto carcter social.

    Creo que la clave terica para comprender el fenmeno chino y cubano, tambin el yugoslavo, est ah, en el carcter de sus estados, que es lo que hace ms agraciado el rostro del stalinismo chino. Su carcter paternalista (no hay verdaderas purgas) para nosotros significa otro rostro, que tiene, en el caso chino, horribles verrugas stalinistas que afean, degeneran, el verdadero carcter de gobierno revolucionario. El culto personal, acompaado de movilizaciones de masas y de nuevas formas de organizacin de las masas, as como el empirismo y sus secuelas: el oportunismo, el aventurerismo y el sectarismo, reflejan el carcter de estos gobiernos, tanto sobre una estructura semifeudal y semiburguesa, como sobre una estructura obrera. En ese sentido, el gobierno de Mao obedece mucho ms a la dinmica del gobierno de Kruman, Nasser, Paz Estenssoro o Pern en sus momentos de apogeo, que al stalinismo. Decir que es un bonapartismo sui generis de un estado obrero, que es un partido y un gobierno que han hecho la revolucin apoyndose en la movilizacin del movimiento de masas, no termina de explicar entre qu contradicciones concretas se mueven esos gobiernos para adquirir ese extremado carcter bona-partista. Creemos que son justamente bonapartistas sui generis y no el gobierno directo de la burocracia contrarrevolucionaria que ha expropiado y aplastado al movimiento de masas como en

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    la URSS, y como consecuencia la contradiccin principal, en estos pases, es entre la presin exterior de la URSS y el imperialismo combinados, y el movimiento de masas; esta contradiccin se combina con otra, interna, entre la burocracia tcnica y el movimiento de masas.

    Yugoslavia sigue un curso distinto, porque no se da esa contradiccin aguda entre la presin imperialista y el movimiento de masas, como tampoco se da en Argelia. Esa es la explicacin ltima de los distintos cursos de estos pases.

    Las razones de la actual crisis

    Creo que si aceptamos este marco terico para ubicar la actual crisis china, podemos encontrar sus razones generales. Ellas no son otra que la presin redoblada del imperialismo yanqui y de la propia URSS. Nuestra resolucin no insiste suficientemente en la presin de la URSS. Es indudable que Mosc tiene una aparente poltica tibia frente a los chinos no como una astuta maniobra para fortalecerse en el movimiento comunista mundial, sino para fortalecer dentro de China a sectores burocrticos que coinciden con su lnea de frente nico burocrtico de los estados obreros, de coexistencia pacfica hacia el imperialismo. Hay un curioso paralelogramo de fuerzas entre el imperialismo yanqui y la URSS para presionar a China y Cuba. Pero mientras en esta ltima, el gobierno de Castro mantiene relaciones diplomticas y comerciales estrechas con la URSS, China, con enormes posibilidades econmicas dentro de su propio territorio, est cada da ms aislada como consecuencia principal del desastre indonesio y de los triunfos contrarrevolucionarios. Esta situacin de conjunto fortifica exteriormente la presin rusa e interiormente la presin de los cuadros burocrticos chinos, de los especialistas. Creo muy factible que haya serios contactos entre las dos corrientes burocrticas.

    Si es as, el bonapartismo sui generis maotsetunista, seguramente ha apelado a la movilizacin de la juventud para frenar un peligro creciente: el de los sectores pro-rusos y de los burcratas, tcnicos, deseosos de una poltica ms realista que se apoye en el acuerdo tcnico-econmico-militar con la URSS y en un gobierno directo de la burocracia con todas las garantas para su desarrollo un kruschevismo. Concretamente, la aspereza de la lucha y la magnitud de la crisis indican que hay una lucha seria de la burocracia china para liquidar al gobierno bonapartista que oscila entre las masas y la burocracia, para imponer en su lugar e gobierno directo de la burocracia. Esta ofensiva ha obligado a los representantes del bonapartismo gubernamental a jugarse a la movilizacin ante la presin creciente de la burocracia, que se fortifica da a da con los triunfos imperialistas y la creciente presin de la URSS.

    Perspectivas

    S este anlisis es correcto, la actual lucha tendr su reflejo en la poltica internacional del gobierno de Mao durante una etapa. Mientras el enemigo principal sea la burocracia, el gobierno se inclinar a una poltica de desarrollo a ultranza de una lnea guerrillera en todo el sudeste asitico, principalmente en Indonesia y Filipinas. Dada la situacin de esa regin, esta poltica ser enormemente progresiva. Me sorprende que en el documento ni se mencione la futura poltica internacional del rgimen maotsetunista o las posibles derivaciones de la crisis interna en ese terreno. Vuelvo a insistir: muy posiblemente la cara exterior de la Revolucin Cultural sea el apoyo total a las guerrillas. Si as no fuera, sera un importante elemento de juicio para terminar de juzgar la situacin de conjunto.

  • NAHUEL MORENO

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    La otra perspectiva tiene que ver con el ascenso del movimiento de masas. Cuando este ascenso se produzca, la crisis del bonapartismo maotsetunista tendr signo contrario y oscilaciones bruscas a izquierda y derecha,

    Dentro de esta perspectiva y de este anlisis, el programa general que Ud. adelanta me parece incompleto y metodolgicamente total y absolutamente errado; ignora el problema decisivo y nuestra poltica frente a ese problema: la Revolucin Cultural. Nuestros militantes de China enfrentan concentraciones y manifestaciones de miles de jvenes. Qu deben hacer? Las repudian? Las apoyan crticamente? Las apoyan en forma total? Hay que empezar a tener a valenta terica-poltica de no esconder la cara a los problemas. Un documento actual sobre China, que no d respuesta categrica a ese problema inmediato, es de poca o ninguna utilidad.

    Si mi anlisis es correcto, corresponde el apoyo crtico; bien crtico, por otra parte.

    Los materiales con que me muevo son precarios y esta carta la he hecho en dos horas para que llegue a tiempo. Puede haber hechos que desconozco, que demuestren lo contrario: que la Revolucin Cultural sea un llamado a lmpenes y pequeos burgueses, para liquidar o presionar al Partido, que sera la vanguardia de todo el proceso.

    Espero que estas opiniones, dignas de un intercambio de puntos de vista fraternal entre compaeros de un organismo de direccin, que no pretenden ser definitivas, les sirvan un tanto. Por otra parte, vuelvo a repetirle, dada mi situacin, recin ahora, despus de enviada esta carta, comenzar a preparar otra ms extensa, tratando de precisar mejor todos los problemas, que le enviar en dos o tres das.

    Nahuel Moreno

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    RESOLUCION SOBRE LA REVOLUCION CULTURAL CHINA

    (Adoptada por el Comit Central del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) de Argentina, en mayo de 1967)

    Considerando:

    Que la importancia histrica de la Revolucin Cultural china;

    Que la resolucin adoptada por la IV Internacional sobre este problema es una primera aproximacin al tema y abre la discusin sobre l;

    Que esa resolucin, segn la entendemos nosotros es de compromiso, para lograr una accin comn de los cuadros de la Internacional mientras se dilucidan las diferencias;

    Que esa resolucin tiene lagunas o errores metodolgicos peligrosos, que es necesario sealar:

    a) No caracteriza con precisin el carcter de China y de su gobierno.

    b) No subraya que toda diferencia interburocrtica, cuando adquiere un carcter tan marcado y grave, es porque refleja desde su principio profundas presiones de clase y no al revs segn lo cual seran meras diferencias de carcter poltico o tctico interburocrticas que posteriormente adquiere un carcter de clase;

    Que debemos insistir en estas cuestiones metodolgicas que hacen a nuestro mtodo trotskista: caracterizacin terica exhaustiva del rgimen chino, e insistencia hasta el cansancio en que toda grave lucha interburocrtica refleja desde un principio profundas presiones de clase.

    Que no sostener y defender este mtodo es caer en la interpretacin periodstica y no marxista, de clase, en la caracterizacin de los fenmenos;

    Que si defendemos y queremos aplicar este mtodo, que es el que ha caracterizado a nuestro Partido y su direccin, se trata de saber antes que nada histricamente, y como tendencia, cmo se reflejan en forma distorsionada la clase obrera, campesina, la pequeo burguesa y la casta burocrtica, en las fracciones que se enfrentan en la Revolucin Cultural.

    Que el compaero Peng, en forma totalmente equivocada segn nuestra opinin, tiene el mrito de haberse esforzado por aplicar este mtodo, individualizando en la fraccin Mao a la casta burocrtica contrarrevolucionaria;

    Que para nosotros la casta burocrtica se refleja esencialmente en el aparato del Partido Comunista Chino, lo mismo que las tendencias pequeo burguesas provincianas de carcter centrfugo;

    Que la tendencia Mao-Lin Piao refleja el bonapartismo entre estos aparatos, por su ideologa y ubicacin social, kruschevistas, y las masas de obreros y campesinos.

    Que la actual crisis china, cubierta por el manto de la Revolucin Cultural, es la crisis histrica que ha estallado entre las masas de trabajadores y los aparatos burocrticos;

  • NAHUEL MORENO

    Liga Internacional de los Trabajadores (LIT-CI) 55

    Que la Revolucin Cultural es el intento bonapartista de evitar esta crisis, frenando la ofensiva de la burocracia apoyndose en las masas de trabajadores por un lado y en la disciplina al poder bonapartista por el otro.

    Que el bonapartismo maotsetunista al lanzar la Revolucin Cultural, dejando de lado todos sus aspectos grotescos, burocrticos, ha cumplido un rol progresivo porque ha iniciado una movi-lizacin de las masas contra la burocracia que tiene su propia dinmica, independiente de los planes, bonapartistas de Mao-Lin Piao.

    Que esa movilizacin debe ser apoyada en forma condicionada hasta enero de 1967 cuando comienza el ataque abierto del gobierno maotsetunista a las masas trabajadoras y a los estudiantes de izquierda, precisndose sus objetivos antiburocrticos y criticando se sus terribles limitaciones, direccin e ideologa maotsetunista;

    Que ese apoyo muy crtico no debe ser mengua de nuestra intervencin activa en la movilizacin que ha provocado la Revolucin Cultural, ya que solamente esa intervencin unida a la de las masas trabajadoras podr superar en los hechos a la direccin maotsetunista;

    Que debemos ubicarnos histricamente en el profundo significado de la Revolucin Cultural: crisis histrica de un gobierno y de una ideologa bonapartista que refleja a la pequea burguesa revolucionaria china anterior a la revolucin: el maotsetunismo. Es la crisis histrica de un gobierno bonapartista que oscilaba entre la burocracia y las masas trabajadoras, favorecido por el poco desarrollo de los dos polos antagnicos de la primera fase de desarrollo revolucionario en un pas sumamente atrasado: moderna burocracia y tecnocracia; clase obrera industrial;

    Que esos dos polos antagnicos ya han adquirido suficiente desarrollo como para ser la verdadera base estructural de la actual crisis y de su solucin histrica: la democracia obrera.

    El C.C. resuelve:

    1.- Aprobar los anteriores considerandos y la carta enviada por el compaero N. Moreno al Secretariado Unificado.

    2.- Aprobar como base de un frente nico hasta el prximo Congreso Mundial al documento aprobado por el CEI en su ltima reunin.

    3.- Intervenir en la prxima discusin para el Congreso Mundial para que se aprueben los agregados y comentarios efectuados en esta resolucin

    Mayo de 1969

  • LAS REVOLUCIONES CHINA E INDOCHINA

    Liga Internacional de los Trabajadores (LIT-CI) 56

    RESOLUCION SOBRE CHINA

    (Presentada por el PRT de Argentina en Mayo de 1969, en el Congreso Mundial de la IV Internacional)

    1.- Debemos definir a la Revolucin Cultural como un proceso altamente contradictorio caracterizado por:

    a) La manipulacin y utilizacin de la juventud estudiantil por la fraccin burocrtica de Mao para dominar el pas y al aparato del Estado, con el objeto de salvar a la casta burocrtica en el poder de las contradicciones insalvables provocadas en la sociedad china por esa misma burocracia;

    b) Ubicar a la movilizacin de la juventud china y su extensin al movimiento obrero y campesino corno parte o iniciacin (deformada y prostituida por la casta burocrtica maosta) del ascenso del movimiento mundial de la juventud y de las masas urbanas, especialmente en los estados obreros deformados y degenerados;

    c) En relacin a todos los regmenes burocrticos sealar una caracterizacin general: las crisis entre sectores burocrticos hasta la Revolucin Cultural se ubicaban dentro de un cuadro de pasividad del movimiento de masas, mientras que ahora se ubican en un marco completamente diferente de ascenso revolucionario, especialmente de la juventud estudiantil y de las masas urbanas.

    2.- Por ello se impone la intervencin crtica en la Revolucin Cultural para preparar la revolucin poltica contra la burocracia china (representada por el rgimen y gobierno de Mao, principal enemigo de los trabajadores), a travs de la fortificacin y desarrollo de nuestra seccin y las tendencias marxistas y revolucionarias que se dieran en el proceso.