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LAS REGLAS DEL JUEGO

£/ croquet es un juego de origen británico que consiste en impulsar, con la ayuda de una maza, una bola de madera y hacerla pasar bajo unos arcos. Los juegos sociales, entre ellos los deportes, como el fútbol, el basquetbol, el polo, el béisbol, son una manifestación de la vida en sociedad.

^ Para practicar un juego social, es decir, un juego en el que participa ^ más de una persona, se requieren diversos componentes. E l juego tie­ne que tener un tema o contenido (de qué se trata, cuál es su objetivo), un espacio apropiado y un equipamiento material (pelotas, raquetas, arcos, etcétera), participantes y un conjunto de reglas, que definen cómojdebe jugarse, E l objetivo del fútbol, por ejemplo, es hacer goles introduciendo la pelota en el arco del equipo contrario y los jugadores deben respetar un conjunto de reglas preestablecidas, como la que prohibe impulsar la pelo­ta con la mano. Si los jugadores no respetan las reglas, son sancionados, y corresponden diferentes sanciones según el tipo de transgresión. Existe un equipo encargado de hacer respetar las reglas, encabezado por el arbitro, quien tiene el deber de actuar imparcialmente.

La práctica de un juego requiere la coordinación de todos esos compo­nentes esenciales. Para participar en cualquiera de ellos, las personas de­ben conocer y aplicar las reglas que lo definen. En el fragmento de A l i c i a en el país de l a s m a r a v i l l a s de la página anterior, Alicia sabe jugar alcro-quet y se siente desconcertada porque tanto las reglas que se aplican aljue-gjjcomo el equipamiento y la conducta de los demás jugadores convierten a ese partido en algo muy diferente del croquet que ella conoce. La maza que debe servirle para pegar a la pelota es un flamenco que se mueve por

su propia voluntad; lo mismo sucede con las pelotas-erizo y con los soldados-arcos; los jugadores no esperan su turno para jugar y todo se desarrolla en un terrible desorden que despierta el enojo de la Reina de Corazones, quien es, de por sí, muy colérica y caprichosa. Las reglas que se aplican en "el país de las maravillas" para practicar el croquet, en defi­nitiva, vuelven imposible su práctica.

Resulta útil aplicar la mirada sociológica sobre este tipo de actividades, porque en los juegos se ponen en evidencia mu­chos hechos de la vida diaria de todas las sociedades.

Cuando se observa la vida social, se ven personas realizan­do acciones, actividades. Si el observador se encuentra en la calle de una ciudad en un día de la remana, ve personas ca­minando, solas o acompañadas, viajando en colectivo, ma­nejando sus automóviles y motocicletas, comprando o ven­diendo en negocios, conversando entre ellas o hablando por sus teléfonos celulares. A primera vista, puede parecer que cada individuo realiza su actividad sin tomar en cuenta a los demás. Sin embargo, esto es cierto sólo en apariencia ya que, por ejemplo, mientras las personas están caminando, suelen evitar chocarse con los demás; y si accidentalmente alguien choca a otro, suele pedirle disculpas'.

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También, si una persona entra a un banco hablando por su teléfono celu­lar, se encontrará con un cartel que le indica que debe apagarlo. Por su parte, los automovilistas frenan cuando el semáforo se pone en rojo; para cruzar la calle, un peatón debería llegar hasta la esquina y esperar la señal del semáforo que indica que tiene el paso libre.

Evitar chocar con otra persona, disculparse si sucede, frenar ante el semá­foro en rojo, cruzar por la esquina, apagar el teléfono celular al ingresar en algunos lugares son conductas, acciones, que responden a reglas sociales de diversa índole. Algunas de ellas, como disculparse al tropezar con otra persona, son reglas informales, porque no existe prohibición en tal sentido, así como tampoco es obligatorio disculparse. En cambio, frenar ante el se­máforo en rojo es una obligación expresada en las reglamentaciones del tránsito, así como cruzar por las esquinas y no en la mitad de la cuadra.

Las conductas ejemplificadas suelen repetirse cuando se produce una situa­ción similar. Son conductas típicas y reiteradas, que organizan la vida social.

• El concepto de acción social De todas las acciones que realizan los individuos, algunas son sociales,

mientras que otras no lo son. Se dice que una acción es s o c i a l cuando la personaren su actuación, toma en cuenta las expectativas y las respuestas que las otras personas pueden tener al respecto^ Por ejemplo, una mujer va a comprar el regalo d_e cumpleaños de su hijo: un tren eléctrico. Ella está realizando una acción social, ya que compra el juguete que sabe que su hi­jo desea desde hace tiempo. Para esta mujer, el significado subjetivo, inte­rior, es comprar a su hijo un objeto porque él lo desea. Ésta es su intención, el objetivo de su conducta. Entonces, la acción que realiza (comprar el tren eléctrico) es social porque está dirigida a otra persona, su hijo.

En cambio, existen otras acciones no sociales: * las conductas de manipulación de objetos (por ejemplo, una persona que

está sola en su casa enciende una estufa); * los diálogos que cada uno mantiene

consigo mismo, sus sueños, sus pensa­mientos;

* las conductas realizadas por muchas personas simultáneamente (como suce­de cuando empieza a llover y todos los transeúntes que tienen paraguas lo abren en ese momento);

' l o s comportamientos por imitación (por ejemplo, los gritos de los asisten­tes a un partido de fútbol para celebrar cuando su equipo hace un gol).

Las acciones sociales se realizan teniendo en cuenta las expectativas y las posibles respuestas de otras personas.

El sociólogo alemán Max Weber fue el primero en desarrollar el concep­to de acción social como noción fundamental para la teoría sociológica. La acción social, según Weber, es un comportamiento intencional, preme­ditado, que se dirige a otros individuos. Por ejemplo, un docente desea sa­ber si sus alumnos han comprendido su explicación sobre las guerras na­poleónicas y pide a los estudiantes que hagan un mapa de las campañas de Napoleón. El objetivo del profesor, expresado en su acción, es evaluar fia claridad de su explicación y la comprensión por parte de los alumnos. Su acción es solicitar la elaboración de un mapa, y es social porque está diri­gida a otras personas, los estudiantes.

• Reunidos en grupo, lean este fragmento.

"Era una tarde de agosto insoportablemente húmeda en la ciudad de Nueva York, el tipo de tarde húmeda que hace que la gente esté de mal humor. Yo regresaba al hotel y al subir al autobús que me llevaba a Madi-son Avenue me sorprendió oír que el conductor -un negro de mediana edad- me saludaba con un cordial '¡Hola! ¿Cómo le va?', saludo que ofrecía a todo el que subía mientras el autobús se deslizaba entre el denso tránsito del centro de la ciudad. Todos los pasajeros estaban tan sorprendidos como yo y, atrapados en el cli­ma taciturno favorecido por el día, pocos respondieron el saludo. Pero mientras el autobús avanzaba lentamente calle arriba se produjo una transformación lenta, casi mágica. El conductor ofreció a los pasajeros un ágil monólogo, un animado comentario sobre los escenarios que se sucedían ante nosotros: había una liquidación increíble en esa tienda, una exposición maravillosa en ese mu­seo, ¿alguien había oído hablar de la nueva película que acababan de estrenar en el cine de la otra cuadra? El deleite que sentía ante las variadas posibilidades que brindaba la ciudad resultó contagioso. Cuando los pasa­jeros bajaban del autobús, lo hacían despojados del caparazón de mal humor con que habían subido; y cuan­do el conductor gritaba un '¡hasta pronto, que tenga un buen día!', cada uno respondía con una sonrisa."

Daniel Goleman: La inteligencia emocional, Buenos Aires, Javier Vergara Editor, 1996.

• Identifiquen las acciones sociales realizadas por el conductor del autobús. • El comportamiento del chofer, ¿responde a las expectativas de los pasajeros? Justifiquen su respuesta.

• Los componentes de la acción social Una joven se está preparando para ir a una fiesta. Sabe que a esa fiesta es­

tá invitado un muchacho con quien le gustaría salir. Su mamá, acostumbra­da a verla vestida con jeans para ir a las fiestas, le dice:

— M m m m , te veo muy e l e g a n t e , C a r o l i n a . —Ay, m a , no me d i g a s así... -y se r u b o r i z a . L a m a d r e , que conoce muy b i e n a su hija, le p r e g u n t a : — P o r c a s u a l i d a d , ¿está i n v i t a d o ese c h i c o . . . cómo se l l a m a ? ¿Gonzalo? —¿Cómo a d i v i n a s t e ? -La acción de la joven es vestirse con un vestido a la última moda que acar

ba de comprarse. El objetivo de su acción es que Gonzalo la invite a salir.

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COMENTARIOS AL MARGEN

LA A C C I Ó N SOC IAL Y SU DESTINATARIO

Toda acción social está dirigida a otra u otras personas Sin embargo, el destinatario de las acciones sociales no siempre esta físicamente presente. La acción de Carolina, por ejemplo, es social poique e*fa dirigida a Gonzalo, aun cuando el muchacho no osre presente mien­tras la joven se esta vistiendo para ir a la fiesta. Esta presencia del otro en la mente de la persona que realiza la ac­ción social también se pone de manifiesto, por ejemplo, cuando una pareja está esperando un bebé. Muchos de los preparativos por par­te de los futuros padres/sus familias, como la confección o compra de la ropa, la cuna, el cochecito, los arreglos de la casa para albergar a un nuevo miembro de la familia, se realizan antes de que se produz­ca el nacimiento.

A l llegar a la fiesta, y de acuerdo con sus expectativas, Gonzalo se acer­ca a Carolina- y la invita a bailar. La acción social de Gonzalo, en este ca­so, es invitarla a bailar, lo que quiere decir que la joven, hasta el momen­to, logró su intención (llamar la atención del muchacho).

Las personas despliegan su acción en una determinada situación social dentro de un contexto definido. Entonces, al analizar una acción social se pueden diferenciar varios componentes:

1. L a s c o n d i c i o n e s de la acción. Es la situación en la que se encuentra el actor dentro de un contexto, y que constituye el marco para el desarrollo de su comportamiento. Las condiciones de la acción de Gonzalo (invitar a bailar a Carolina) son el ambiente de la fiesta, la música, los amigos.

1 . L o s i n s t r u m e n t o s de la acción. Son los medios disponibles para reali­zar la acción; pueden ser objetos materiales, otras personas o alguna cuali­dad o característica de la misma persona que realiza la acción que le es útil para lograr su objetivo. Algunos medios son más adecuados que otros pa­ra alcanzar el fin que el actor se propone, porque facilitan llegar a los re­sultados que el actor espera. Por ejemplo, Gonzalo usa como instrumento principal el baile. Podría, igualmente, invitarla a tomar algo o a conversar en un lugar más tranquilo, como el balcón del departamento. Invitarla a mi­rar juntos un programa de televisión no sería un recurso adecuado en esas condiciones, en la situación de la fiesta.

3. L a f i n a l i d a d de la acción. Es el objetivo que espera lograr el actor con su comportamiento, con su acción. En el ejemplo, el fin de la acción" de Gonzalo es conocer mejor a Carolina.

• Los motivos de la acción social Toda acción social tiene una parte observable y otra no observable. E l as­

pecto que se ve es la conducta o comportamiento del actor, mientras que el aspecto que no se ve es el significado que esa acción tiene para el actor, que el observador puede deducir de la situación. Cuando Gonzalo invita a bai­lar a Carolina, la parte observable de su acción es que se acerca a ella y le propone bailar juntos. El significado de esa acción, su objetivo, es conocer mejor a la muchacha, entablar una relación con ella, que puede ser efíme­ra, durar lo que dura una pieza musical, o extenderse en el tiempo.

Las personas, cuando perciben la acción de un individuo, deducen un significado de esa acción que puede ser el mismo que le otorga el actor o un significado distinto. En muchas oportunidades, esta diferencia genera problemas en las relaciones entre las personas. Por ejemplo, si Gonzalo invita a bailar a Carolina para que ésta le presente a su mejor amiga, su objetivo no coincidirá con el de la muchacha. Las intenciones de ambos no coincidirán.

COMENTARIOS AL MARGEN

LA C A D E N A DE MFDiOSY FINES

Una mujer decide dar una fiesta sorpresa a su marido para su cumpleaños. Piensa preparar una cena espe­cial, a la que invitará a los familiares y amigos más cercanos de la pareja. Desde el momento en que toma la decisión de organizar la reunión hasta su concreción, la mujer lleva a ca­bo un proyecto, es decir, un conjunto de actividades coordinadas y sentenciadas que tienen un ob|etivo co­mún. Los proyectos se caracterizan por ser anticipaciones de las acciones que se llevarán a cabo, porque el actor debe imaginar todo el conjunto de acciones que lo conducirán a su objetivo. En el ejemplo, el objetivo del proyecto de la mujer es celebrar el cumpleaños de su marido. Para hacerlo, debe anticipar en su mente, es decir, imaginar, qué actividades realizará para cumplirlo y en qué orden. El primer paso será preparar un plan para prever todas las actividades que deberá realizar para que la reu­nión sea un éxito; elaborar el plan de la reunión será el objetivo de esta primera acción de etia. Una vez que el plan esté elaborado, le servirá como medio para ir realizando otras actividades, como llamar a los amigos y familiares para invitarlos, o hacer la lista de ingredientes que debe comprar para preparar la comida pre­dilecta de su esposo. En un momento, estas acciones encadenadas, que, en su totalidad, se orientan a llevar a cabo un proyecto, tie­nen una finalidad en sí mismas. Una vez realizadas, se convertirán en medios para realizar otras acciones; por ejemplo, comprar los ingredientes necesarios se convierte en medio para preparar el menú para b fiesta. Cada acción tiene relevancia para el proyecto en su totalidad. Por ejemplo, si al preparar ta Usa de ingre­dientes para la comida la mujer olvida incluir uno esencial, deberá cambiar el menú o salir a comprarlo a úl­timo momento. Este encadenamiento de acciones, en el que el fin de una se convierte en medio para otra.es muy (recuen­te en la vida de todas las personas. Desde este punto de vista, preparar un examen, por ejemplo, puede considerarse un proyecto: reunir todos los materiales de estudio y de trabajo, acondicionar el lugar don­de se va a estudiar, revisar los temas, etcétera, son acciones que requieren una cierta secuencia. Su cumpli­miento asegura un mayor éxito en el logro del objetivo final: aprobar el examen.

Los acciones de una persona son comprensibles para otros individuos porque quienes viven en un mismo contexto social comporten, por lo general, significados

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• Los tipos de acción social Los siguientes son ejemplos de diferentes tipos de acciones sociales. • Los jóvenes, varones y chicas, suelen saludarse con un beso. • Un muchacho le grita enojado a su hermano menor porque éste usó su

campera nueva sin avisarle. • Una mujer ayuda a un joven ciego a cruzar la calle. • E l empleado que quiere ser promocionado en su trabajo hace un curso

de capacitación.

La principal diferencia entre las acciones sociales de estos ejemplos ra­dica en la relación que existe entre el objetivo de la acción y los instru­mentos elegidos para conseguirlo.

En el primer caso, los jóvenes que se dan un beso como parte del saludo, aunque no sean amigos, lo hacen así por costumbre, sin pensarlo, en for­ma automática. La mayoría de las acciones que realizan las personas en su vida diaria son de este tipo. En este caso, el objetivo de la acción es salu­dar a otra persona; el medio es el besa¡ Entre los españoles y los brasile­ños se acostumbra dar dos besos, uno en cada mejilla. En otros países, por ejemplo Venezuela, hasta hace pocos años, los varones no acostumbraban saludarse con un beso porque "es cosa de mujeres", decían; se saludaban, y aún siguen haciéndolo en muchos medios sociales, con sendas palmadas en la espalda. Estas acciones se denominan ficciones s o c i a l e s basadas en la c o s t u m b r e .

En el segundo ejemplo, el objetivo del muchacho es expresar su disgus­to porque su hermano usó su campera nueva sin autorización. El medio elegido, los gritos, es de origen emocional. Con el mismo objetivo, por

«E ejemplo, podría haber amenazado a su hermano con no dejarlo usar nin­guna de sus cosas, sin necesidad de reaccionar con violencia verbal. Este tipo de acción se denominatacc/ón s o c i a l e m o c i o n a l .

En el ejemplo de la mujer que ayuda al muchacho ciego a cruzar la ca­lle, el'objetivo de la acción es ayudar, expresando solidaridad, a una per­sona con dificultadesT^La solidaridad es un valor; el medio, usado racio­nalmente, es acompañarlo a cruzar la calle tomando las medidas necesa­rias para hacerlo con seguridad. Este es un ejemplo áé{acción s o c i a l b a s a ­da en v a l o r e s , usando medios racionales.

En el cuarto ejemplo, el objetivo del joven es acceder a un mejor puesto de trabajo ¿(fin racional), y su medio, acorde con su objetivo, es realizar cursos de capacitación ¡(medio racional). Este tipo de acción se denomina acción s o c i a l r a c i o n a l en l o s medios y en l o s f i n e s .

>y Reunidos en grupos, busquen tres ejemplos de cada uno de los tipos de acción social: basadas en la costum­bre, emocionales, basadas en valores con medios racionales y racionales en los medios y en ios fines.

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LAS RELACIONES SOCIALES

•Una mujer joven va al puesto de diarios donde habitualmente com­

pra revistas. El diariero la saluda: — H o l a , ¿cómo está? — M u y b i e n , g r a c i a s , ¿y usted? — B i e n , g r a c i a s , a u n q u e estoy u n p o c o resfriado. ¿Cómo está su hijito? — P r e c i o s o , g r a c i a s — l e c o n t e s t a e l l a — . A y e r empezó a c a m i n a r . — L a f e l i c i t o . A h o r a va a tener que tener c u i d a d o , se ponen muy t r a v i e s o s . Sonríen ambos. —¿Qué q u i e r e l l e v a r ? — U n a r e v i s t a de c r u c i g r a m a s . Otra persona se acerca al mismo puesto de diarios, saluda al diariero y le

pide una revista de informática. E l diariero le señala dónde se encuentran esas publicaciones. El comprador elige una, se fija en el precio, la paga. Se saludan y la persona sigue su camino.

Las dos situaciones muestran acciones sociales similares: comprar y ven­der una revista. La diferencia radica en la relación que existe entre el com­prador y el vendedor en uno y otro caso. En el primer caso, existe una re­lación más personalizada, es una relación social que tiene una historia. En el segundo caso, es una relación casual, efímera.

La acción social expresa siempre la intención del actor en relación con otra persona, que puede estar presente o ausente. Sin embargo, una acción no se transforma necesariamente en una relación social. Existe relación so­cial cuando las acciones de dos o más personas están relacionadas entre sí, están mutuamente orientadas. En el ejemplo de Carolina y Gonzalo, la jo­ven se viste para que Gonzalo le preste atención; el destinatario de su ac­ción es Gonzalo. Si Gonzalo no se hubiera dado cuenta de la presencia de Carolina en la fiesta, la acción de la joven no habría dado lugar a una rela­ción social. Como Gonzalo se dio cuenta de la presencia de Carolina y la invitó a bailar, las acciones de ambos se interrelacionan: se establece entre

ellos una relación social. En su con­ducta, Gonzalo toma en cuenta los comportamientos de Carolina y ella hace lo mismo: las acciones, por lo tanto, se hacen recíprocas, mutua­mente referidas.

Las relaciones entre miembros de una familia también son sociales.

i> Reunidos en grupo lean los siguientes ejemplos. . Una pareja de novios decide casarse porque desean formar una familia. Piensan qué tipo de boda quieren y fijan una fecha suficientemente alejada como para tener tiempo de organizar todos los detalles. . Un niño rompe accidentalmente un florero de gran valor para su madre. Ella le dice:"Quiero que aprendas el valor de los objetos".Y le da una paliza. . Un recién casado ve con sorpresa que su esposa, cada vez que prepara peceto al horno, le corta las puntas antes de acomodarlo en la asadera. Le pregunta el motivo y la joven le responde:"En mi familia se hace así. Se lo vi hacer a mi madre y a mi abuela". Le pregunta a su suegra si ella corta el peceto de la misma forma y la señora le contesta:"Mi mamá siempre lo preparaba así". Un día, de visita en la casa de la abuela de la esposa, el joven, intrigado por esa costumbre de su esposa y de su suegra, le hace la misma pregunta a la anciana, que responde con una carcajada:"¿Lo siguen haciendo? Yo lo cortaba porque mi fuente de horno era muy chiquita y no cabía el peceto entero".

• Describan una acción social representada en cada ejemplo. • A partir del texto sobre relaciones entre medios y fines de Medina Echavarría (en la página anterior), deduzcan las condiciones en que se realiza cada acción que hayan descripto en el punto anterior, los medios utilizados y su posible objetivo.

• Identifiquen a qué tipo de acción social se refiere cada caso: tradicional (por costumbre), emocional, racional en los fines, racional en los medios y los fines.

REGULARIDADES NORMATIVAS EN LA VIDA SOCIAL

>W Mariquita Sánchez, una joven integrante de la clase alta porteña de co-mienzos del siglo XIX, tenía catorce años cuando se rebeló contra la

imposición de su padre que quería que se casara con un caballero español mucho mayor. Ella estaba enamorada de Martín Jacobo Thompson, su pri­mo. En aquel entonces, en la sociedad porteña, los padres solían elegir hom­bres mayores, preferentemente españoles, para casar a sus hijas. Llegó el día de la boda con el español y, en la ceremonia religiosa, cuando el sacerdote le preguntó a Mariquita si aceptaba casarse con el novio, la joven respondió que no. Como castigo, fue recluida en un convento y recién después de cua­

tro años de lucha pudo, finalmente, contraer matrimonio con Martín Thompson, gracias a la autorización concedida por la máxima autoridad del virreinato del Río de la Plata, el virrey Sobremonte, y por las autoridades eclesiásticas.

Este ejemplo pone en evidencia la ruptura de una secuen­cia de acciones esperada en la clase alta de Buenos Aires de comienzos del siglo XIX: la elección del futuro esposo por parte de los padres, el compromiso, la boda. Mariquita Sán­chez se animó a romper con las costumbres y normas de su época, y es imaginable el escándalo que habrá causado esta conducta rebelde en su círculo social.

Esta historia pone en evidencia una característica de la vi­da en sociedad de todas las épocas y todos los países: las personas actúan, en mayor o menor medida, de acuerdo con ciertas regularidades, que hacen posible la convivencia y la vida social.

Mariquita Sánchez de Thompson es un personaje histórico recordado porque en su casa se cantó por primera vez el Himno Nacional Argentino, en 1813.

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Los comportamientos generalizados que se repiten en forma más o menos per­manente ante situaciones similares y constituyen modelos típicos de acción, en circunstancias semejantes, se denominan regularidades n o r m a t i v a s . Las regula­ridades constituyen marcos de acción para el actor y para los otros participantes en las situaciones y relaciones sociales. Por estas regularidades, es de esperar que en contextos determinados, las personas actúen de maneras preestablecidas. Por ejemplo, a comienzos del siglo XIX, era esperable que las jóvenes de la alta so­ciedad porteña aceptaran casarse con los caballeros elegidos por los padres. La acción paterna era seleccionar a los esposos de sus hijas, y la de ellas era, usual-mente, obedecer a su padre. La rebeldía de Mariquita Sánchez la convierte en una participante activa de un cambio respecto del rol de las jóvenes de su época y su condición social y, por lo tanto, respecto de las normas sociales vigentes.

Para entender la vida en sociedad, es necesario darse cuenta de que existen modelos de comportamiento que indican qué acciones son correctas y cuáles son incorrectas. Esos modelos tienen origen desconocido, son anónimos, y son producto de las acciones y de las relaciones sociales mutuamente orientadas, de las interacciones sociales.

Cabe preguntarse si es posible la vida de los individuos en una sociedad sin normas. La respuesta es negativa: las normas son mecanismos sociales que, por una parte, posibilitan la acción y la interacción social, o sea, la conviven­cia entre las personas. Por otra parte, permiten la continuidad de la vida social en sus diferentes contextos temporales, espaciales y sociales.

• Los diferentes tipos de regularidades normativas • En las familias chinas es habitual comer con palillos. Los occidentales usan

cubiertos: en algunas familias se usa una variedad limitada de cubiertos (te­nedor, cuchara y cuchillo), mientras que en otras se acostumbra usar una mayor variedad (cubiertos para pescado, para carne, para postre, etcétera).

• Un visitante que llegue a un pueblo de provincia vestido con ropa de úl­tima moda y de estilo llamativo, seguramente, será criticado por los habi­tantes del lugar. Las críticas, sin embargo, quizá no lo afecten porque él no valora la opinión de esas personas.

• Hace varias décadas se acostumbraba a fajar completamente a los bebés hasta la edad de un año, porque así, decían las abuelas, no se les deforma­ba la columna vertebral ni se les torcían las piernas. Hoy en día, esa cos­tumbre parece cruel y antinatural.

• En la actualidad es habitual que las fiestas de los jóvenes comiencen des­pués de medianoche. Una o dos generaciones atrás, las fiestas terminaban a la hora en que actualmente empiezan.

• Los estudiantes universitarios que culminan sus estudios con promedio su­perior a ocho puntos reciben una medalla de oro o un diploma de honor como distinción.

• En nuestro país y en muchas sociedades occidentales, la bigamia, es decir, que una persona esté casada simultáneamente con dos cónyuges, es san­cionada legalmente porque constituye un delito.

Los ejemplos anteriores hacen referencia a diferentes tipos de regularida­des sociales, que se diferencian según la sanción que recibe la persona que no cumple con ellas. Se entiende por sanción cualquier tipo de reacción de las otras personas ante el comportamiento de un individuo o grupo, cuyo ob­jetivo es asegurar que se cumpla una norma concreta. Las sanciones reflejan la presión que la sociedad y los grupos más reducidos dentro de los cuales interactúan los individuos ejercen sobre las personas.

Las sanciones pueden ser p o s i t i v a s , cuando tienen como objetivo premiar el acatamiento de las normas por parte de una persona, o n e g a t i v a s , cuan­do castigan a quien transgrede o no acata una norma. Como ejemplo del primer caso, puede citarse la medalla de oro o el diploma de honor que las instituciones educativas entregan al estudiante por un desempeño académi­co destacado en su carrera. Un ejemplo de una sanción negativa es el aper­cibimiento o el descuento que el empleador aplica a un empleado cuando llega tarde a su trabajo reiteradamente.

Por otra parte, las sanciones pueden ser f o r m a l e s o no f o r m a l e s . Una san­ción es f o r m a l cuando una institución o un organismo especializado tiene co­mo tarea asegurar que se respete una serie de normas. Las sanciones infor­males son reacciones menos organizadas, más espontáneas, frente al incum­plimiento o la transgresión de las reglas. Por ejemplo, si un joven se compor­ta en las fiestas de la división de una manera considerada incorrecta por sus compañeros, es altamente probable que no lo inviten más, que se lo excluya de las actividades sociales del grupo. Esa es una sanción.

Las regularidades normativas pueden diferenciarse por la importancia que tienen en la vida social y por el tipo de sanción que trae aparejado su cum­plimiento o incumplimiento. Entre estas regularidades se distinguen los usos y c o s t u m b r e s , las n o r m a s p r o p i a m e n t e d i c h a s y las leyes.

Los usos y las costumbres

Los ejemplos anteriores de regularidades normativas relacionadas con la forma de comer, la moda y la crianza de los niños corresponden a los usos y c o s t u m b r e s . Estos son comportamientos relativamente estables, habitua­les y obligatorios desde un punto de vista social, es decir, comportamien­tos que los actores deben practicar en las situaciones correspondientes si desean permanecer y ser reconocidos como miembros del grupo social en el cual actúan.

El doctor César Milstein es uno de los científicos argentinos de mayor prestigio internacional. En 1984 obtuvo el Premio Nobel de Medicina y Farmacología por sus trabajos para perfeccionar el sistema de defensa inmunológica con el que naturalmente cuentan los seres humanos. El Premio Nobel es un reconocimiento internacional a una labor destacada en el campo científico, artístico o humanitario.

Cuando las personas no cumplen con estas prácticas, son sancionadas in­formalmente: su entorno inmediato manifiesta desagrado y reprobación. E l incumplimiento cada vez más generalizado y frecuente de ciertos usos y cos­tumbres también puede estar evidenciando que comienzan a perder vigencia. Mediante este mecanismo se produce el cambio de usos y costumbres. En Buenos Aires, en la década de 1950, las personas solían bañarse una vez por semana, habitualmente los sábados o los domingos. Era una costumbre muy extendida en ciertos sectores sociales que se modificó con el paso de los años. Bañarse todos los días se ha convertido en un hábito generalizado, co­mo consecuencia del mejoramiento de las condiciones habitacionales y, en especial, de la extensión del servicio de agua corriente dentro de las casas y las facilidades para calentar el agua y calefaccionar los ambientes.,

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• Reunidos en grupo lean el siguiente texto.

Relato de un an t ropó logo "Entre los indios del Labrador, que un cazador tome la caza de la trampa de otro es un serio delito. Para esto, sin embargo, no hay un castigo establecido. Habitualmente, la víctima de tal robo toma sus propias medidas para tratar de identificar al ladrón y, cuando lo descubrió, comienza a difundir el hecho y el nombre del culpable. El descubrimiento alcanza rápidamente los oídos del ofensor y, de ahí en más, las consecuencias son de incumbencia individual. Puede haber sólo animosidad reprimida o, quizás, amenazas por parte del ofendido. Esto generalmente alcanza para impedir nuevos robos de caza. En cada grupo existen personas consideradas indeseables por sus compañeros.A los visitantes, como yo mismo, se les advierte que no confíen en ellos. Su familia a menudo se siente avergonzada. Son evitados, perdieron las amistades, y éste es su castigo. Por leve que esto nos parezca, es suficientemente serio en estas sociedades aisladas. Si el resentimiento guiara al desterrado a repetir los hechos delictivos, su impopularidad se intensificaría, se volvería un transgresor de mayor magnitud y, finalmente, se convertiría en un paria. Esta es una situación más seria. Puede desquitarse contra sus compañeros, vengarse de la sociedad y finalmente ser asesinado." Frank G. Speck:"Ethical attributes of Labrador indians", en Kingsley Davis, La sociedad humana, Nueva York, Me Millan, 1957. La península del Labrador se encuentra en Canadá. El profesor Speck fue un antropólogo que realizó estudios de terreno sobre el estilo de vida de los indios que vivían en comunidades aisladas de otros pueblos de esta región canadiense, a principios de la década de 1930.

• Con los datos aportados por el texto y el comentario posterior, deduzcan algunos elementos importantes del contexto espacial, temporal y social al que hace referencia el profesor Speck.

• ¿Cuál es el tipo de sanción que predominaba en esta comunidad frente a la comisión de este "delito"? ¿Qué consecuencias conllevaba para el infractor el tipo de sanción aplicada?

Las normas propiamente dichas

IlLas n o r m a s propiamente dichas son reglas de comportamiento que los grupos y las instituciones definen como adecuados y esperados en los dis­tintos contextos sociales. La doble función que cumplen las normas es, en primer lugar, señalar las conductas que deben realizar las personas y, en se­gundo lugar, prohibir otras.

En algunos casos, este conjunto de reglas no se expresa formalmente, pero los participantes en un grupo van aprendiendo cuáles son las conductas desea­bles y esperadas dentro de ese grupo en particular. También aprenden qué com­portamientos son indeseables, desaprobados y pueden dar lugar a sanciones.

EL N U E V O EJÉRCITO

"El Jefe del Estado Mayor del Ejército, general Johnson, hizo circular una ordenanza recomendan­do a los sargentos instructores que limpiaran su lenguaje.no se les permitiría blasfemar ante los re­clutas. Esta orden perturbó gravemente a la mayo­ría de los suboficiales, cuyo vocabulario de palabras gruesas había sido su única fuente de comunica­ción. Algunos sargentos quedaron tan desampara­dos por la orden, que hasta el momento no han podido emitir sonido alguno. Pero los militares pueden adaptarse a cualquier si­tuación, y muchos sargentos instructores se adap­taron al espíritu de la nueva reglamentación. Una mañana el sargento entrenador llegó a la cua­dra a las seis y gritó:";Arriba, arriba todo el mundo! Es una mañana espléndida y están todos invitados a reunirse conmigo en el parque para los ejercicios'. —Oiga, sargento — dijo uno de los soldados—, es­toy cansado. ¿Le molestaría mucho si sigo dur­miendo?

-Pero no faltaba más.Wozinski. Es su ejército. ¿Po­dría reunirse con nosotros en el polígono cuando se sienta más animado? —Trataré —dijo el soldado—, pero no le prometo nada. —Buen muchacho, Wozinski. Salgamos todos a la terraza. Sólo la mitad del pelotón estaba vestida. La otra mi­tad permanecía en cama. El sargento parecía satis-

PARA LEER Y REFLEXIONAR

fecho: "Bien, somos bastantes para empezar. Tengo una sorpresa para ustedes.Vamos a marchar juntos hasta la cantina y yo marcaré el paso'. El pelotón comenzó a silbar y abuchear. —Vamos, muchachos. Eso no está bien. Después de todo soy su sargento entrenador. ¿Por qué no hace­mos la prueba? Si no les gusta, no lo haremos mas. A la tarde el sargento anunció que el pelotón marcharía. Ordenó equipo completo, fusiles y cartucheras. Tres de los reclutas fueron en camioneta. —¿Qué hacen, muchachos? —preguntó el sargento. - ¿Qué pasa? —dijo uno de los reclutas—, ¿nunca oyó hablar de autos alquilados? —Oh, maldita sea —dijo el sargento. Un oficial pasaba justamente en ese momento. —Sargento, ¿escuché una maldición? • --Sólo murmuraba. —Lo escuché con toda claridad. Vamos a hablar con el coronel sobre este asunto." Art Buchwald: Hijos de la gran sociedad, Buenos Ai-i«.s Gi lc i i i i , 1968 (fragmento)

Ai t B ichwald f. ui csci itor estadounidense que, i ti w , do su estr iiu> i satii ici ci una alguins db h , r nimbies mis amig.idv> en su país El libro •leí cuil se wrra|u csre ai ticulo es una cnuca a In pn ucipiuon do le-, Estados Unidos en la gucita de Vietnam

Las leyes

Se denomina ley a la regularidad normativa cuyo cumplimiento es contro­lado por una institución social especializada y cuya transgresión recibe una sanción negativa claramente estipulada! En las sociedades complejas exis­te un conjunto de leyes que regulan las relaciones entre los individuos, es decir, un cuerpo legal. >1En los Estados democráticos, como Argentina, la Constitución nacional es la ley de jerarquía mayor, y todas las otras leyes deben estar de acuerdo con lo expresado en ella.' í La ley implica la existencia de códigos, es decir la clasificación y el or­denamiento de las normas, y además una relación clara entre las transgre­siones y las sanciones.

• Las regularidades normativas, los valores y las opiniones

Las normas de una sociedad, lo que es considerado "bueno" y "malo", lo deseable y lo indeseable se ponen de manifiesto en las acciones e interaccio­nes sociales. Los grupos sociales, así como las sociedades en su conjunto, tienen valores que orientan las conductas individuales y colectivas, que las personas van incorporando desde la niñez.

Los v a l o r e s son los principios que orientan las acciones sociales de las per­sonas, de los diferentes grupos y de las sociedades. Representan un aspecto esencial de la vida en sociedad, porque de los valores puestos en práctica, manifestados en acciones, se derivan las reglas de conducta individuales, grupales e institucionales y los estilos de vida de la sociedad en^u_conjunto. Por ejemplo, el respeto por el prójimo es un valor presente en muchas socie­dades desde tiempos inmemoriales. Diferentes religiones y concepciones fi­losóficas han expresado y condensado este valor de distintas formas.

Existe una prescripción, que suele llamarse "regla de oro", que aparece en diferentes religiones y que señala la necesidad humana básica de conviven­cia entre las personas. Mientras que en el judaismo y en el cristianismo se ex­presa bajo la forma de "ama a tu prójimo como a ti mismo", en el budismo se expresa como "no lastimes á los otros de la forma en que a ti te lastima­

ría"; en el taoismo, "considera el beneficio de tu prójimo ce­rno tu propio beneficio y las pérdidas de tu prójimo como tus propias pérdidas"; en el confucionismo, "haz a los otros lo que desearías que te hicieran": en el islamismo, "ninguno de vosotros es un creyente hasta que desea para su hermano lo que desea para sXmismo".

La expresión del respeto al prójimo como valor presente en las principales religiones es una regularidad normativa. Ha llevado a los investigadores a reflexionar acerca de su mani­festación en contextos espaciales, temporales y sociales muy diferentes, por un lado, así como acerca de las dificul­tades para llevar a la práctica esta "regla de oro" en la vida social.

Otros valores, expresados por el lema de la Revolución Francesa, "igualdad, libertad y fraternidad", se originaron en Francia en el siglo XVIII y orientan normativamente la vida en sociedad de las democracias occidentales.

Por ejemplo, la igualdad entre las personas como valor so­cial ha sido una adquisición tardía en la historia de la huma­nidad. En otras épocas históricas, una característica de las sociedades era la desigualdad, que se manifestaba a través de la existencia de esclavos y siervos, es decir, de conjuntos de individuos no considerados como personas, sino como propiedad de sus amos.

En la Argentina, la esclavitud se abolió en la Asamblea del año XIII (1813). Se abandonó la trata de esclavos y se liberó a los hijos de esclavos nacidos después de su instalación (libertad de vientres) y de todos los esclavos que ingresaran en nuestro territorio.

En cambio, las o p i n i o n e s son conceptos que se forman los individuos o los grupos sobre temas cuestionables. Tomando un ejemplo de la vida co­tidiana, como puede ser el largo del cabello considerado adecuado para las mujeres, algunas personas opinan que las mujeres son "más femeninas" si usan el pelo largo; otras personas creen que el largo del cabello no pone en cuestión la feminidad de la mujer. En el lenguaje común, se dice que este tema es "materia de opinión".

Existe opinión, entonces, cuando los miembros de un grupo valoran posi­tiva o negativamente ciertos comportamientos, que producen agrado o de­sagrado, adhesiones o rechazos. Cada mujer, según su gusto, su decisión de seguir una moda, etcétera, usará o no el cabello largo, sin que exista una sanción formal en relación con esa conducta. El criterio que permite distin­guir una norma de una opinión es la existencia de sanciones positivas y ne­gativas según se acate la norma o no.

La relación recíproca entre las normas y las opiniones es permanente. A veces, las normas se transforman en opinión; otras veces, las opiniones se convierten en normas. Respecto del primer caso, cuando la norma deja de tener importancia, los grupos van dejando paulatinamente de sancionar la infracción y esa norma se va transformando en opinión. Por ejemplo, hace algunas décadas, y en algunos grupos sociales, la presencia de los niños en la mesa a la hora de cenar estaba condicionada a su comportamiento. Los niños sólo debían ha­blar cuando se los invitaba a hacerlo y no podían interrumpir ni intervenir en las conversaciones de los adultos porque se consideraba "mala edu­cación". Los visitantes criticaban a los niños por ser maleducados y a sus padres por no impartir la educación adecuada a sus hijos. Aun sin estar escrita, ésta era una regla de comportamiento en sociedad. Actualmente, los hijos suelen participar en ma­

yor pie de igualdad con los adultos en las con­versaciones familiares, y expresan sus opiniones con mayor libertad. La mayor o menor partici­pación de los menores en las conversaciones ha pasado a ser una cuestión de opinión propia de cada familia.

Fumar libremente en los lugares públicos fue, por muchos años del siglo XX, algo sobre lo que se podía opinar a favor o en contra, pero que no se sancionaba. Con el paso del tiempo, no fumar en ciertos lugares públicos se ha convertido en norma formal, con sanciones en caso de que no se cumpla. La existencia de instrumentos legales formaliza esta prohibición y explícita la sanción.

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F U E N T E L a c r i s i s d e v a l o r e s e n ¡a s o c i e d a d a c t u a l

"¿Cuáles son en nuestro tiempo los problemas mayores para los públicos y las inquietudes clave de los in­dividuos particulares? Para formular problemas sociales e inquietudes individuales, debemos preguntarnos qué valores son preferidos, pero amenazados, y cuáles preferidos y apoyados por las tendencias caracte­rísticas de nuestro tiempo.Tanto en el caso de amenaza como en el de apoyo, debemos preguntarnos qué contradicciones notorias de la estructura pueden estar implicadas. Cuando la gente estima una escala de valores y no advierte ninguna amenaza contra ellos, experimenta bienestar. Cuando estima unos valores y advierte que están amenazados, experimenta una crisis, ya como inquietud personal, ya como problema público.Y si ello afecta a todos sus valores, experimenta la amena­za total del pánico. Pero supongamos que la gente no sienta estimación por ningún valor ni perciba ninguna amenaza. Esta es la experiencia de la indiferencia, la cual, si parece afectar a todos los valores se convierte en apatía. Supongamos, en fin, que no sienta estimación por ningún valor, pero que, no obstante, perciba aguda­mente una amenaza. Ésta es la experiencia del malestar, de un estado poco definido de ansiedad. El nuestro es un tiempo de malestar e indiferencia, pero aún no formulados de manera que permitan el trabajo de la razón y el juego de la sensibilidad. En lugar de inquietudes -definidas en relación con valo­res y amenazas-, hay con frecuencia la calamidad de un malestar vago; en vez de problemas explícitos, muchas veces sólo existe un sentimiento de desaliento de que nada marcha bien. No se ha dicho cuá­les son los valores amenazados, ni qué es lo que los amenaza; en suma, las personas no han llegado al momento de tomar una decisión al respecto. Mucho menos han sido formulados como problemas de las ciencias sociales."

C.Wright Mills: La imaginación sociológica, México, Fondo de Cultura Económica, 1975.

CONFORMIDAD Y DESVÍO DE LAS NORMAS

•Las normas y los valores vigentes en una sociedad cambian a lo largo

del tiempo, porque la sociedad es algo más complejo que un conjunto de grupos e instituciones que simplemente influyen sobre las personas para regular sus comportamientos. Semejante concepción de la sociedad resulta demasiado estática, y la muestra excesivamente ordenada, como si las perso­

nas respetaran las normas sólo por el temor a po­sibles sanciones por su incumplimiento. Esta vi­sión tampoco ayuda para pensar que el respeto que pueden inspirar las normas varía según los contextos en los cuales las personas actúan.

Hoce algunos años era norma que las personas se quita­ran el sombrero cuando iban al cine porque impedían ver correctamente a quienes estaban detrás. Esta norma perdió vigencia porque ya no está de moda usar sombrero como muestra de elegancia y buen vestir.

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COMENTARIOS AL MARGEN

Las personas acatan las normas por diferentes motivos. Por ejemplo, cuando una mujer acompañada de sus hijos cruza la calle por la esquina, está respetando una norma y también esta garantizando una mayor se­gundad para sus hijos y para si misma. Además, está-transmitiendo a los niños una norma de prevención de accidentes viales. Por otra parte, ta mujer puede acatar la norma por temor a la sanción. Cruza la calle por la esquina por lemoi a que en caso de cnmi pot la mitad de l i uiad'i se le icerque un agente de^po-licía y la reprenda por ti ins¿redn hs normas víale* Si la madie o el padre le dice a su h|o "No ensucies las calles porque el cuidado dc-l ambiente es muy impor­tante", perú pascando con el abte una gofosim y tu a el papel en la veieda, rl niño registrará la acción de la madre o el padre (su pncrici) mis vividamente que sus palabras (lo que pipriict) Es muy probable que el hi­lo, en una situación simildi, amigue y tire el papel en la vereda en lugar de buscar un cesto para papeles, co­mo ha visto hacer a su madre o padre una figura de autoridad para el La conducta de los adultos tiene una importanca ciuctal en la transmisión de las regularidades normativas a los mas pequeño; poique, el ejemplo vale mucho ñus que fas palibias

Aunque la existencia de las normas es un hecho social incuestionable, puede discutirse su validez. Existe conformidad cuando la mayoría de la población desarrolla comportamientos acordes con lo que las normas seña­lan. La conformidad puede derivarse de una adhesión entusiasta a las nor­mas, o también del hecho, muy distinto del anterior, de que las normas fue­ron impuestas y las personas se ven obligadas a acatarlas para evitar futu­ras sanciones. En todas las sociedades existe conformidad derivada de esas dos situaciones.

En primer lugar, existe conformidad frente a las normas que casi todos cumplen porque sus integrantes creen que son justas y valiosas para vivir tranquilos y civilizadamente, por ejemplo, enviar a los niños a la escuela, no robar, no matar. Y también existe conformidad hacia las normas que ca­si todos cumplen aunque representen un peso indeseable, como pagar a tiempo los impuestos municipales, no circular a gran velocidad aunque se corra el riesgo de llegar tarde al trabajo, respetar al jefe aunque sea una persona antipática e irritable.

Pero la adhesión a las normas, por la razón que sea, nunca es completa; por lo general, existe un grado de tolerancia con las infracciones. Ese gra­do de tolerancia dependerá, en parte, de la gravedad de la falta, y también de la posición que las personas ocupan dentro de los distintos contextos so­ciales en los que interactúan. También dependerá del tipo de sociedad de que se trate: en las sociedades muy tradicionales, donde el cambio norma­tivo es muy lento, el grado de tolerancia a la transgresión será inferior que en las sociedades contemporáneas, más dinámicas, donde el cambio se produce con mayor facilidad.

Por ejemplo, cuando una persona ingresa a trabajar en una empresa, tien­de a cumplir estrictamente con las normas. Después de un cierto tiempo co­mienza a familiarizarse con el "estilo normativo" de esa organización: sa­be que retirarse antes de hora no es una infracción muy grave, siempre que haya terminado el trabajo asignado para ese día. Descubre que en su lugar de trabajo existe cierta tolerancia para las llegadas tarde, a diferencia de la empresa donde trabajaba antes, en la cual los minutos de tardanza se con­tabilizaban estrictamente y se descontaban del sueldo.

Las causas del desvío de las normas deben buscarse en las grandes trans­formaciones de las sociedades (por lo general, transformaciones económicas, aunque también culturales y políticas). En épocas históricas de grandes transformaciones, las personas suelen caer en profundos estados de incerti-dumbre e insatisfacción, creyendo que nada bueno puede esperarse por cum­plir con las normas. En esas situaciones de a n o m i a , es decir, de ausencia de normas reguladoras de los comportamientos, tienen lugar fenómenos como el suicidio, la delincuencia o la violencia, que debilitan la integración social.

• En grupo, lean este fragmento.

La anomia "La anomia se refiere a la propiedad de una sociedad, no al estado de ánimo de este o aquel individuo dentro de dicha sociedad. Se refiere al derrumbe de patrones o normas sociales que gobiernan la conducta y, por eso, incluye también el significado de escasa cohesión social. Cuando se establece un alto grado de anomia, las reglas que solían gobernar la conducta han perdido su sabor y su fuerza. Y, sobre todo, quedan privadas de le­gitimidad. No abarcan un orden social en el que las personas puedan tranquilamente cifrar su confianza. Pues ya no hay un sentido, compartido por una mayoría, dentro de la sociedad en su conjunto o en los grupos so­ciales, acerca de lo que marcha y de lo que no marcha, de lo que con justicia se permite, en cuanto a la con­ducta, y de lo que con justicia se prohibe; de lo que legítimamente puede esperarse de la gente en el trans­curso de la interacción social. Por ejemplo, un cierto grado de anomia se ha producido en las masas de neoyorquinos que se apiñan en los subterráneos, desde el momento en que ya no pueden confiar en viajar con una seguridad razonable, sino que temen ser atacados violentamente por algunos de sus compañeros de viaje. Un cierto grado de anomia se ha producido cuando los hombres y las mujeres vacilan en frecuentar parques que alguna vez fueron públi­cos, por temor a ser asaltados; cuando la gente establece relaciones sociales con recelo, porque tiene temor, basado en la realidad.'de ser engañada, embaucada y decepcionada por los participantes en la relación; cuando las personas retiran su adhesión a un sistema de clases sociales que les exige aceptar una permanente des­ventaja en la lucha por las cosas buenas de la vida.También se produce anomia cuando las personas rechazan los arreglos sociales que impiden que sus aspiraciones legítimas se conviertan en expectativas razonables, con su concomitante incertidumbre e inseguridad en las relaciones sociales. Pues, si no se comparten las normas, uno no puede saber qué debe esperarse del otro, y ésa es una condición social admirablemente apropiada pa­ra producir relaciones inseguras con otros." Robert K. Merton:"Anomia e interacción social", en Marshall B. Clinard (compilador), Anomia y conducta des­viada, Buenos Aires, Paidós, 1967 (adaptación.)

• Busquen, en diarios y revistas, artículos que pongan en evidencia manifestaciones de anomia en nuestro país. • Reflexionen sobre las consecuencias personales, grupales y sociales que conlleva la anomia.

Un comunicado municipal • Reunidos en grupo lean el siguiente texto. Su autor, Enrique Tierno Galván.fue un catedrático español

(1918-1986) que se desempeñó como alcalde de Madrid desde 1979 hasta su muerte, por dos períodos conse­cutivos. El texto es un fragmento del bando municipal original, y fue escrito en ocasión del Campeonato Mundial de Fútbol de 1982 realizado en España.

Analicen en el texto • algunos usos y costumbres propios de los habitantes de Madrid, y su finalidad social. • Identifiquen algunos de los cambios en las costumbres que se señalan en el texto. • Seleccionen algunas acciones sociales mencionadas en el texto de Tierno Galván y analicen sus diferentes componentes: condiciones, medios y objetivos.

El Alcalde Presidente del Excelentísimo Ayuntamiento de Madrid Madrileños: / Era y es costumbre inmemorial entre los vecinos de esta honrada villa congregarse los días señalados y Fiestas de guardar para asistir a espectáculos públicos de grande diversión y en­tretenimiento, que suspenden el ánimo y sirven para descanso y olvido de los muchos que­haceres que a cada cual, según su estado, ocupan, desvelan y con frecuencia agobian.' Entre todos cuantos espectáculos públicos distraían y animaban a los vecinos de este con­cejo, descollaban de modo principalísimo y casi único las fiestas de toros, en las que partici­paban los moradores de la villa con singular entusiasmo y regocijo, no falto de percances y, en ocasiones, desgracias. Pero renuévanse los tiempos, se alteran o cambian las costumbres y se introducen noveda­des que, sin perjuicio de que sobrevivan los antiguos usos y públicos espectáculos, ocasio­nan nuevos modos de esparcimiento y distracción, tales como el llamado "footbali", expre­sión anglicana, que en nuestro común castellano equivale a que once diestros y aventajados atletas compitan en el esfuerzo de impulsar con el pie y la cabeza una bola elástica, con el afán, a veces desmesurado, de introducirla en el lugar solícitamente guardado por otra cua­drilla de once atletas y viceversa. -Es tanto el entusiasmo que ha despertado en todas las naciones del universo del mundo tan notable afición, que puestas de acuerdo las principales cabezas entre las que dirigen y con­ciertan las demostraciones públicas del referido entretenimiento, fian elegido a nuestra villa y corte, para que en los grandes cosos (plazas de toros) que en ella existen, compitan en los encuentros finales las mejores cuadrillas de cada nación, celebrándose con este fin grandísi­mos y fastuosos juegos que atraerán a esta honrada ciudad innumerables visitantes de cuan­tos países pueblan la Tierra. Por razón de los grandes y famosos juegos de "footbali" que de suso he dicho, ha de ser visitada por un sinnúmero de curiosos y aficionados viajeros, bue­no es y muy conveniente que extrememos la sobredicha virtud de la cortesía que, común entre nosotros, en ocasiones se olvida, por la preocupación, el mucho trabajo o descuida cuando no por el enfado o la ira. Encarezco, pues, a los madrileños, como regidor de villa, que atiendan con particular esme­ro a nuestros visitantes, conduciendo al perdido, orientando al perplejo, sosegando al inquie­to, ayudando al que está en apuros, consolando a quienes la magnitud, complicación y des­mesura de esta gran ciudad, puede llevar a la tribulación o al desconcierta [...]

^ESrMlD;WUMÓDALYT.T.Pl ESCUELA E. MEDIA R* 4

Las regularidades de la vida social I C A P Í T U L O 2

Las regularidades normativas (los usos y costumbres, las normas y las leyes), asi como los valores, son resultado de las relaciones sociales dentro de un contexto es­pacial, temporal y social determinado dentro del cual viven las personas. Esas reglas, además de ser el producto de la interacción social, son el marco que

orienta las acciones y las interacciones de los individuos. Establecen el repertorio de comportamientos esperables y deseables en situaciones semejantes y también definen los comportamientos indeseables (en el caso de los usos y costumbres), o prohibidos (en el caso de las reglas formales o las leyes). En este sentido, las costumbres, las normas y los valores son reglas de funcionamiento de la sociedad, que las personas van asimilando e incorporando a lo largo de su vida, en muchos casos, sin darse cuenta. Son los mecanismos que permiten ta continuidad de la vida social, de las acciones y de las relaciones sociales, más allá de los comportamientos individuales. Se puede afirmar que las personas se constituyen socialmen-te porque comparten las normas, valores y expectativas sobre su comportamiento con los otros integran­tes de su sociedad, quienes se encuentran en situaciones similares en contextos sociales semejantes. El grado de acatamiento a las regias de una sociedad nunca es total; la conformidad con las normas es va­riable entre las sociedades y dentro de los grupos que las componen. En todas las sociedades existe un grado de tolerancia a la transgresión, según la importancia de la norma que se transgrede y de la posición social del transgresor, así como del tipo de sociedad en que se produce dicha transgresión. Cuando las re­glas no son acatadas, se habla de desviación de fas normas. Este desvío puede ser individual, grupal o abar­car a amplios sectores de la población, y puede conducir al cambio normativo. Si se produce un desajuste generalizado entre las acciones e interacciones sociales y las normas vigen­tes hasta ese momento, entonces se produce una situación de anomia, con serias consecuencias para la convivencia: alta tasa de suicidios, de hechos violentos, pérdida de expectativas positivas, desconfianza en las relaciones sociales. En caso de anomia. las normas pierden legitimidad para gran parte de los in­dividuos y grupos sociales, y su crea un estado di- apatía o malcstni en l.i población. Se debilitan la co­hesión y la integración sociales.

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