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Revista Complutense de Historia de América 155N: 1132-8312 ¡998, n. 0 24: 47-68 Las Órdenes mendicantes y el sacramento de la confesión en Nueva España (siglo XVI) Luis MARTÍNEZ FERRER (*) 1. INTRODUCCIÓN A lo largo de estas lineas intentaremos ilustrar un aspecto de la histo- ria de la evangelización de Nueva España: la pastoral del sacramento de la penitencia llevada a cabo por las Órdenes mendicantes desde el inicio de la evangelización hasta el último tercio del siglo XVI, fecha en la que se puede considerar concluida la evangelización fundante en Nueva España ~. Pretendemos ofrece una visi6n más completa que la ofrecida por los diversos autores que hasta ahora se han ocupado de la cuestión en sus trabajos generales de historia de la Iglesia en México 2~ Es bien conocido que los primeros agentes de pastoral mexicanos fueron las Órdenes mendicantes: los franciscanos llegaron en 1523, los dominicos en 1526, y los agustinos en 1533, quienes formaron, respectivamente, las (*) Profesor de Historia de la Iglesia en el Pontificio Ateneo de la Santa Cruz (Roma). ¡ Según el CELAM, el periodo de evangelización fundante en México concluye en 1585. Otras instancias han preferido adelantar esta fecha. Acerca de las posiciones sobre la cronolo- gla de la evangelización fundante mexicana, cfr. Josep Ignasi SARANYANA, «Sobre los oríge- nes del cristianismo en América. Historia doctrinal de una polémica», en Anuario de Historia de la iglesia, 1 (Pamplona, 1992) 257-261. 2 Nos referimos sobre todo a Robert RIcAnn, La «conquista espiritual» de México. Ensa- yo sobre el apostolado y los métodos misioneros de las Órdenes mendicantes en la Nueva España de 1523-1524 a 1572 Fondo de Cultura Económica, México 1986. Pueden consultar- se también Alfonso ALCALÁ (coord.), Historia de la iglesia en América Latina, V: México, Ed. Paulinas-CEHWA, México ¡984; Mariano CuEvAs, Historia de la iglesia en México, Ed. Porrúa, México 1992, 4 vols; José OtTnÉRREZ CASILLAS, Historia de la iglesia en México, Ed. Porrila, México 1974. Cfr. también nuestra monografía Luis MARTÍNEZ FERRER, Directorio para confesores y penitentes. La Pastoral de la Penitencia en el Tercer Concilio Mexicano (1585), Eunate, Pamplona 1996. 39-42. 47

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Revista Complutense de Historia de América 155N: 1132-8312

¡998,n.024: 47-68

Las Órdenesmendicantesyel sacramento

de la confesiónenNuevaEspaña(sigloXVI)

Luis MARTÍNEZ FERRER(*)

1. INTRODUCCIÓN

A lo largo de estaslineasintentaremosilustrar un aspectode la histo-ria de la evangelizaciónde NuevaEspaña:la pastoraldel sacramentodela penitenciallevadaa cabopor las Órdenesmendicantesdesdeel iniciode la evangelizaciónhastael último tercio del siglo XVI, fechaen la quese puedeconsiderarconcluidala evangelizaciónfundanteen NuevaEspaña~. Pretendemosofreceunavisi6n máscompletaque la ofrecidapor los diversosautoresquehastaahorase hanocupadode la cuestiónen sus trabajosgeneralesde historiade la Iglesiaen México 2~ Es bienconocidoque los primeros agentesde pastoralmexicanosfueron lasÓrdenesmendicantes:los franciscanosllegaron en 1523, los dominicosen 1526,y los agustinosen 1533,quienesformaron,respectivamente,las

(*) ProfesordeHistoriadela Iglesiaenel PontificioAteneodela SantaCruz(Roma).¡ Segúnel CELAM, el periododeevangelizaciónfundanteenMéxico concluyeen 1585.

Otrasinstanciashan preferidoadelantarestafecha.Acercade lasposicionessobrela cronolo-gla de la evangelizaciónfundantemexicana,cfr. JosepIgnasiSARANYANA, «Sobrelos oríge-nesdel cristianismoen América. Historiadoctrinalde unapolémica»,en Anuario de Historiade la iglesia, 1 (Pamplona,1992)257-261.

2 NosreferimossobretodoaRobertRIcAnn,La «conquista espiritual» de México. Ensa-yo sobre el apostolado y los métodos misioneros de las Órdenes mendicantes en la NuevaEspaña de 1523-1524 a 1572 FondodeCulturaEconómica,México 1986. Puedenconsultar-setambiénAlfonso ALCALÁ (coord.),Historia de la iglesia en América Latina, V: México,Ed. Paulinas-CEHWA, México ¡984; Mariano CuEvAs,Historia de la iglesia en México, Ed.Porrúa, México 1992,4 vols; JoséOtTnÉRREZCASILLAS, Historia de la iglesia en México, Ed.Porrila, México 1974. Cfr. tambiénnuestramonografíaLuis MARTÍNEZ FERRER, Directoriopara confesores y penitentes. La Pastoral de la Penitencia en el Tercer Concilio Mexicano(1585), Eunate,Pamplona1996. 39-42.

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provinciasdel Santo Evangelio(1524), Santiago(1532) y SantísimoNombre de Jesús(1543)~. En estetrabajo tratamosde rastrearen losrelatosde sus crónicascómo enfocaronla pastoraldel sacramentode laconfesión.La mayoríade las vecesnos hablande la penitenciade losindios, y sólo de pasadahacenreferenciaa las confesionesde españoles,paraellos muchomás desagradablesde atenderque las de los naturales,mássencillosy bondadososen general.Intentaremosrecopilarlos testi-monios separandolas familias religiosas,paraluego realizarun balancecomún.

2. LA PASTORALPENITENCIAL DELOS FRANCISCANOS

2.1. CONFESIóNDE LOSPROPIOS FRANCISCANOS

Muy poconosdicenlas crónicasacercade la recepciónde lapeniten-cia por partede los propios frailes, aunquequedasobreentendida.FrayDiego Muñoz4,en su Descripciónde la Provincia de San Pedroy SanPablo deMichoacán,haceel panegíricode algunoshermanosde religión;de Antonio de Segoviadice: «confesabamuy amenudoy conprofundísi-ma humildad»5; y de Jerónimode la Cruz explicaque, llegadasu últimahora, «pidió [al superior] le señalaseun religiosoquele confesase,y con-fesósey comulgó otro día de mañanacon gran devoción»~. Pensamosqueestasactitudesseríanfrecuentesen otrosmisioneros.

Paraunavisión generaldeestasÓrdenes,cfr. PedroBORGES, «Las Ordenesreligiosas’>,en IDEM (dir.), Historia de la Iglesia en Hispanoamérica y Filipinas, 1, BAC, Madrid 1992,209-244.

~ Fray Diego Muñoz era natural de Cholula (Puebla), y nació hacia 1545. Ingresó en elnoviciadode SantaAna deTzintzuntzan.Una vezordenadosacerdote,fue guardián en variosconventos,dos vecesprovincial, y comisariogeneralde la Ordenen NuevaEspañay Filipi-nas. Por su cienciamoral fue nombrado comisario de la Inquisición. Murió en 1610 en elcon-ventode Acahuato(JoséMarianoBERISTÁIN DE SouzA. Biblioteca hispanoamericana septen-trional, o catálogo y noticia de los literatos que, nacidos o educados o florecientes en la Amé-rica Septentrional española, han dado a luz algún escrito o lo han dejado preparado para laprensa. ¡521-1850, FuenteCultural,México 1947,III, 296).

Diego MuÑoz, Descripción de la Provincia de San Pedro y San Pablo deMichoacán,ImprentaGráfica, Guadalajara1950,34.

6 Ibid., 41-42.

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2.2. CONFESIóNDE LOS NATURALES

La pastoralfranciscanasistemáticano dio comienzohastaque,enagostode 1523, tras la conquista,llegarona México tres frailes flamen-cos,dos sacerdotes,Juande Tecto y Juande Ayora, y el célebrelegoPedrode Gante~. Desdeel primermomentoseentregaronal estudiode lacultura y la lenguanáhuatí.Así, cuandoen 1524 arribaron los famosos«DoceApóstoles»franciscanos,presididospor fray Martín de Valencia,se encontraroncon que los flamencoshabíanhechoya progresoscon elnáhuatí.Un año mástardequedóreservadoel Santísimoy se desarrollómuchola laborapostólicaen el conventofranciscanode México y en lafamosacapilla de San Joséde los naturales,cuya alma eraPedrodeGante.Es en estaescuelay capilla en la que los frailes franciscanosseentregaronsistemáticamentea la educaciónde los indígenas,tanto en loreferentea la doctrinacristianacomoala culturaen general.En cuantoala penitencia,los franciscanosgozabande la autorizacióndel papaLeónX paraadministrarlos sacramentosa los indígenas8•

Motolinía, uno de los «Doce», relata: «comenzóseestesacramento[dela confesión]en la NuevaEspañaen el año de mil y quinientosyveinte y seis, en la provincia de Tezcoco,y con muchotrabajo,porquecomo era gentenuevaen la fe, apenasse les podíadar a entenderquécosaeraestesacramento;hastaquepocoa pocohanvenidoa se confesarbieny verdaderamente»~. Segúnel misionero,lasconfesionesseproducí-an todo el año, aunqueparticularmenteen cuaresma.Así nosdice: «Y sien algunaparte hallan confesores,luego hacensendacomo honnigas;estoes cosamuy ordinaria,en especialen la cuaresma,porqueel que así

Ver datosenFidel deLEJARZA, «FranciscanismodeCortésy cortesianismodelos fran-ciscanos»,enMissionalia Hispanica, 13 (Madrid, 1948)82-101;GeertrudVAN ACKER, «Elhumanismocristianoen México: los tresflamencos»,en JoséESCUDERO IMBERT (dir.), Histo-ria de la evangelización de América. Trayectoria, identidad y esperanza de un continente.Actas del Simposio Internacional, Vaticano, mayo de 1992, LibreriaEditriceVaticana,Ciudaddel Vaticano1992, 797-798;CarmenJoséALuos-G¡~u,Diego Valadés. educador de NuevaEspaña. Ideas pedagógicas de la «Rethorica Christiana» (1579), Eds.Eunate, Pamplona1994,27-31.

8 Así lo afirma la bula Alias felicis recordationis, de fecha 25 dejunio de 1521,dirigidaporLeónX aJuanGlapióny Franciscodelos Ángeles,superioresde la Orden:«quoscumquead unitatemChsisrianrFidei convenirecupientesrecipereel Eccíesirflliis aggregare:et u exdictis Fratribus,qui in sacerdotioconstitutiessentP~nitentiret Eucharisti~et ExtremaeUnc-tionis, aliaqueEccíesiaticasacramentapersonisprtemissisministrareel exercere»(en JosefMETZLER, America pontificia, Libreria EditriceVaticana,CiudaddelVaticano1991, 1, 161).

~‘ Toribio de MOTOLINIA, Historia de los indios de la Nueva España, tratado II, cap. V(ed. GeorgesBaudot,Castalia,Madrid 1985).

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no lo haceno le pareceque escristiano»~. Como señalde que habíanentendidola preparaciónnecesariaparaconfesar,apuntaque «restituyenmucholos indios lo quesonacargo,antesquevengana los piesdel con-fesor,teniendopor mejorpagaraquíaunquequedenpobres,queno en la

11muerte;y de estohay cadacuaresmanotablescosas»

En 1533,el capítulode franciscanosde México, presididosporel cus-todio fray Jacobode Tastera,dirigió unacartaa CarlosV en defensade laracionalidadde los indígenas.Entre otros muchosargumentos,le expu-sieron«la frecuenciade las confesionescon sollozosy lágrimas,laconfe-sión puray simplicísima,la enmiendajunta a ella»12, Paralos frailes, lapiedadcon que los naturalesacudíanal sacramentoeramuestrapalpablede su íntegrahumanidad,capazde recibir la penitenciacomo cualquierotrocristiano.

En la escuelade Pedrode Gantese formó Diego deValadés,quellegóa serun granhumanistafranciscano,autorde la Rhetoricachristiana, tra-tado de oratoria cristiana,publicado en Peruggia(Italia) en 157913. Setrata del escritorque con másdetalle y extensiónnos describetanto lapastoralfranciscanade la confesión,comola aceptaciónpor los indígenasde esapastoraly su recepciónpersonaldel sacramento.Las alusionesa laconfesióndel franciscanosonespecialmenterepresentativasde su propialabor,ya quecomoconfiesaen la Rhetorica, refiriéndosea los indios,«hemoradoentreellos (loado seaDios) treintaañosmáso menos,y mededi-quédurantemás de veintidósa predicarlesy confesarnosen sus tres idio-mas:mexicano,tarascoy otomí»I4~ Puesbien,el ejede susconsideracio-nessobrela confesiónde los indios en la Rhetoricaes el conocidograba-

lO Ibid., tratadoII, cap.y. Cfr. tambiénMENDIETA, Historia eclesiástica indiana, Ed.Atlas, BAE 260, Madrid 1973,caps.XLI-XLIV.

~ MorOLiNI A, Historia, tratadoII, cap.V.12 Cartade fray JacobodeTasteray deotros religiososde la ordende San Franciscoal

emperadorD. Carlos,conventodeHuejotzingo,6demayode1533,en Cartas de Indias, BAE264,Madrid 1974,65.

13 Diego Valadésnacióen 1533. No estáclaro si cruzóel Atlántico siendo muy niño onacióen el propio México. Siendofraile franciscano,desarrollésu labor entrelos chichime-cas,enTlaxcala,y fuepárrocodeTepexidelRío. En 1571 abandonóNuevaEspaña.Llegó aserprocuradorde la OrdenseráficaenRoma.A él sele debela publicacióndel itinerario delmisionero en América, del franciscanoJuanFocher.Entre la bibliografíasobreValadésdesta-camosdos obras: EstebanPALOMERA, Fray Diego Valadés, evangelizador humanista de laNueva España, Sus, S. A., México 1962;ALmos-GRAU, Diego Valadés, educador de NuevaEspaña. Hemosconsultadoel ejemplardela Rhetorica de la BibliotecaNacionalde Madrid,PetrumiacobumPetrutium,Peruggia1579, signaturaR-2156.Existe tambiénediciónbilingliemodernadePalomera,¡ANAM - FondodeCulturaEconómica,México 1989.

14 DiegoVALADÉS, Rhetorica christiana, ParsIV, cap.Xl.

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do que representala obra de los franciscanosen México ~s.El esquemacompositivoesel siguiente:la iglesiade NuevaEspañaestárepresentadapor un conventofranciscano,formadopor un templocentral, inmersoenun granpatio cuadrangular.Como explicaAlejos-Grau,«Valadésenseñacon un golpede vista,en el grabado,todaestatareade predicación,y deformación dejóvenesque serealizóen los primerosañosde la presenciade los españolesen México» ¡6

Respectoa la confesión,la lámina nos muestratodos los pasosqueseguíanlos franciscanosparapreparary llevar a confesara los naturales:al temase dedicanlos dibujos D, E, F y G dentrodel grabado,comenta-dospor el propio Valadés.Seadivinaquese tratade las confesionescua-resmáles,porque sealudea gruposnumerososde penitentes,atendidossegúnunasistemáticaquesearticulaenlas siguientesfases:

a) Preparacióndoctrinalpreviaunosdíasantesde la confesión.LetraD: discun:penitentiam.

b) Preparaciónpróximael mismo díade la confesión.Letra E: dis-cuníconfiten.

c) Esperaaquellegueel propio turno paraconfesar.LetraF.d) Acto de la confesiónde los pecadosa] sacerdote.LetraG: confes-

siones.Unasemanaantesde la fechaseñaladaantesde la confesión,se reu-

níaa los indios en gruposparaexplicarlesla doctrinanecesanaparared-bir con fruto el sacramento.«Y estose les enseña—dice Valadés—enreunionesa las queasisten,o porciertosescritosacomodadosparaesefiny leídos por lectores,que (ya muy adiestrados),tienen los religiosos,loscualesles enseñantambiéndurantetoda la semanaanterior,y a horasdeterminadas,el modo que debenobservaren la confesión»~ FrayDiegonos estáhablandodel gran papeljugadopor estos «lectores»quedebíanexponerlo escritoen las diversasdoctrinaso confesionariosredactadosporlos evangelizadores.

Estafase secorrespondecon el dibujo que señalala letra D, discuntpenitentiam,comentadoasípor fray Diego: «Se explicanaquílas normasprescritassobreel sacramentode la penitenciay se les incita al aborreci-

5 La láminalleva un título latino quecomienzaasí:«Tipus eorumquefratresfaciuntinnovo indiarumorbe».Cfr ibid., ParsIV, cap.XXIII.

16 ALmos-GRAU,Diego Valadés, 172-174.

~ Diego VALADÉS, Rhetorica, ParsIV, cap.XII. Valadésescribe«también»(etiam), por-quese estabarefiriendo anteriormentea queles explicabanlas condicionesnecesariasparaacercarseacomulgar.

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mientode su vidapasada.De estasuertesonenseñadosy amonestadosconanticipaciónlos quedeseanllegar a confesarse,paraque así,unavez íns-truidos, se arrepientande sus pecados,y los confiesenordenadamente»18•

Muy relevanteresultala siguienteapostillade Valadés:«Y estoacaecenosólo entrelos nuestros,sino tambiénentrelos padresde otras religiones,puesen ello siempreguardamosuniformidad» ~,quenos indica que estemétodoes extrapolablea las demásÓrdenesmendicantes.Ademásno sedebeolvidar lajunta eclesiásticade 1541, en la quelos religiosos,presidi-dosporZumárraga,sereunieronparaarmonizarlos métodosapostólicos20

Llegadoel día fijado pararecibir el sacramento,los religiosossepre-sentabanen las primerashorasde la madrugada,parapoderconfesaratodoslos previstos.Es lo que representael dibujo de la letra E: discuntconfiten. En primer lugar, explica Valadés,«es cosaya establecidaquecuandosalenlos sacerdotesparaconfesar,los indios reciten antesquetodo la confesióngeneral,hincadaslasrodillas, congrandedolordel almay con palabrashumildes,por lo cual no es necesarioquedespuésrepitacadauno la confesióngeneral»2l• Despuésde estaoración,un fraile «les

22leeel modode confesarsesiguiendopor ordenlos diezmandamientos»lo quede nuevohacereferenciaal usodeconfesionarios.

A continuación,la letra F exhibea unosindígenasesperandosu turnoparaconfesarde pie y con las manosjuntas,con granordeny disciplina:«Y porque se debe conservarcierto orden en todo, permanecenen estaformade pie aquellosqueestánaguardandoque, absueltosya los prime-ros, segúnel ordende las boletas,les toquea ellos el turnode confesarse.Puessiempreunos recibena los otros y asíse van sucediendounos aotrosordenadamente»23• Porfin, la letraG: confessiones,presentala con-fesión individual y secretade tres frailes a tres indígenas.Comoexplica

‘~ V~Lp~oÉs,Rhetorica, ParsIV, cap.XXIII.~ Ibid.20 El cronistaagustinoGrijalva nos explicaasíel contenidode la reunión:«Enesteaño

de41, hicieronlasReligionesunauniónsanta,queasíla llamó el señorObispoZumárragayportal la juzgótodoel reino,y fue,queparatodolo quehubiesendehacer,asíen lo tocanteala conversiónde los naturales,comoa la administraciónde los SantosSacramentosy en lascostumbresenquehubiesendeimponera los talesnaturales,hubieseconformidad:demaneraquetodoscaminasenaun paso»(JuandeGRIJALVA, Crónica de la orden de N. P. S. Agustínen las Provincias de la Nueva España, México 1984, lib. 1, cap. XXX). Para másdatos sobreestaasamblea,EmestJ.BunRus,«Key decisíonsof the 1541 Mexican Conference»,en NeueZeitschriftfúr Missionswissenschaft, 28 (Schóneck-Beckriend,1972)253-263.

21 VALADÉS, Rhetorica, ParsIV, cap.XII.22 Ibid., Pars IV, cap. XXIII.23 Ibid.

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Valadés,seconfesabanalternativamentehombresy mujeres,«a no serque seacerquealgún enfermoo algunamujer encinta.A talespersonasles cedenel sitio los demásteniendoen cuentasu debilidad; estolo hacenvoluntariay gustosamente,aunqueseanellos nobles,puesse les enseñaque, enesteasunto,no haylugaralgunode preeminencia»~.

Una vez iniciada la celebracióndel sacramento,Valadésexplicaquetrasla auto-acusaciónde los indios,entonces«investigael sacerdotemuypor menudolo quepareceseracomodadoasumodode ser,asaber:cuán-tas vecesy cuándohayanincurrido contralos mandamientos,y en peca-dos mortales[...] los pecadosmásfrecuentesentreellos sonla lujuria, lasensualidad,la embriaguezy hurtos de pocamonta, puesnuncaejecutanlos indios robosgraves»25.Nótesecómolos confesoresseguíanlas pau-tasqueya hemosvisto en las disposicionesconciliaresy en los confesio-narioshispanos,quea su vezremitena unapraxisgeneralde la Iglesia.

Perono sólo nosinforma Valadésde la pastoralllevadaa cabopor loconfesoresfranciscanos,sino que nos refleja las actitudespersonalesdelos indios respectoal sacramento.Así, nos describecómo llevabanlosenfermosaconfesar:

«Perosi ellos estánenfermosprocuranque susconocidosy ami-goslos trasladenal puntoen hamacas(literas en quese conducealos hombrespor razónde saludo recreación),a travésde doso tresmillas, y aun a vecesse les lleva cargadossobrelos hombros.Poraquíse podrá ver claramentela fe constantede los enfermos,y lacaridadparaconel prójimo de aquellosque les llevan»26•

La metodologíaparaconfesiónde enfermosestámuydetalladamentereflejadaen la Copiay relacióndel orden quelosfrailes de SanFrancis-code estaNuevaEspañatienenen administrara losindiostodoslos san-tossacramentosde la Iglesia,queseatribuyea Mendieta:

«Paralos enfermos,por cuantoseríaimposibleir aconfesarlosasus casas,a causade estarlejos las unas de las otras, y mientrassecumpliese conunospadeceríanlos otros, y no podrían tampoco,síestohiciesenlos religiosos,entenderpenitusen otra cosaalgunadelas muchasque hayquehacery convienen;portanto, se tieneesta

24 Ibid.25 Ibid., ParsIV, cap. XII.

~ Ibid.

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ordenen todala tierra, y esestaravisadoslos indios, que en comen-zandoalgunoaenfermar,luego,antesquela enfermedadarrecie,lotraigana la iglesiaparaquese confiese,y tráenlosmuy descansada-menteen unas andillas que tienenhechasparaeste efecto,con su

27

cubierta,demaneraqueelenfermoningúndetrimentorecibe»

El autor a continuaciónda otra razón másparaqueno fueran lossacerdotesa lascasas,y sonlas condicionestanmiserablesde suschozas,queno hacíanrecomendableque ingresaranlos sacerdotes,ni los indiosse lo permitían.Ahorabien, sehacendos salvedades:«si no fueseentiempo de necesidad,estandotal el enfermoque sin detrimentosuyonosepudiesemudar,o siendoalgún indio principal que tienedecentecasaparatodo»28• A esterespecto,queremoscitar la quejadel sacerdotesecu-lar Sánchezde Aguilar, quiena comienzosdel s. XVII, despuésde haberservidocomocurapor algunosañosen diversospuestosde Yucatán,rea-liza una críticaa estesistema:«Propongoesto in Domino, y que no lossaquende suscasasestandoenfermos,ni los lleven acuestas,o en andasa lasiglesiasa confesarse»29.

Respectoa la confesiónde indios enfermos,contamoscon el intere-santetestimoniodel Nican Mopohua,el famosotexto náhuatípublicadoen 1649sobrelas aparicionesde la Virgen de Guadalupeal indígenaJuanDiego Cuauhtlatóhuac3O~ De estanarraciónaquítan sólo nosinteresa

27 «Copia y relacióndelordenquelos frailesdeSanFranciscodeestaNuevaEspañatie-

nenenadministraralos indios todoslos santossacramentosde laIglesia»,enJoaquínGARCíAICAZBALCETA, Códice franciscano. Siglo XVI, Ed. ChávezHayhoe,México 1941, 87.

~ íbid., 87-88.29 PedroSÁNCHEZ AGuILAR, Informe contra idolorum cultores del obispado de Yucatán,

ViudadeJuanGonzález,Madrid 1639, 1 117v. EsclaroqueAguilar serefierea los francisca-nos,quefue la OrdenreligiosamásimportanteenYucatánduranteel periodoqueél ejerciósuministerio. Su denunciacuadraexactamentecon el procedimientodescrito por los cronistasfranciscanos.

~ El Nican Mopohua fueescritoporel indio nobledela casarealdeTacuba,y colabora-dordeBernardinode SahagúnenTíatelolco,Antonio Valeriano;tambiéncolaboróAlva Ixtli-xóchitl,compailerodelanteriorenTíateloleo,ademásdeun prólogoy un epílogodeleditor,eljesuitaLuis Lassode la Vega. Comobien se sabe,el relatonarralas aparicionesde la Virgende Guadalupe al indio Juan DiegoCuauhtlatóhuac, ocurridas en diciembre de 1531. JuanDiego había nacido en 1474 en el barrio de Tlayacac. Se convirtió y fue bautizado junto consu familia —entre la quese contabaJuan Bernardino, su tío que al parecer hacía las vecesdepadre—en 1525. El ministro del bautismofue nadamenosque Toribio Motolinía. SobreelbeatoJuan Diegoy lasaparicionesdela VirgendeGuadalupeexisteunabibliografíaextensí-sima, granpartedela cualmarcadapor la polémica.Aquí sólo citaremostrestrabajos:Clau-dio PERFETrí, Guadalupe. La tilma de la morenita, Edizioni Paoline, Cinisello Balsamo(Milán) 1987;AlfonsoALCALÁ ALVARADO, «El acontecimientoguadalupanoenla evangeliza-ción americana»,enESCUDEROIMBERT (dir.),Historia de la evangelización. 727-742;Richard

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resaltarqueel tío de JuanDiego, JuanBernardino,le pidió quebuscaseun sacerdote,puesse encontrabaenpuntode muerte:

«Y al día siguiente, lunes,cuandodebíallevar JuanDiego algunaseñalparasercreído,ya no volvió. Porquecuandofue a llegara su casa,aun sutío, denombreJuanBernardino,selehabíaasentadolaenferme-dad,estabamuy grave.Y cuandoanocheció,le rogó su tío quecuandofuerede madmgadacuandofuereoscuro,salierahaciaacá,vinieraalla-mara Tlatilolco algúnsacerdoteparaquefueraa confesarlo,paraquefueraa prepararío,porqueestabasegurode queya era el tiempo,ya ellugardemorir, porqueya no selevantaría,ya no securaría>)’.

Lo que nos interesade estebello texto, con claro estilo indígena,esqueJuanBernardino,convertidoseisañosantes,habíasido enseñadoporlos franciscanosa que debíaacudira un sacerdoteparaque le confesaraen peligrode muerte.Seguramenteese«sacerdote»al quese refieredebeserun franciscano,pueselloseranlos queregíanentoncesel famosocole-gio de SantaCruzde Tíatelolco.Nóteseque,tratándosedeun enfermoenpuntode muerte,se pideal sacerdotequeseaél el quese trasladea la casadel moribundo.Tambiénel cronistafranciscanoDiego Muñoz nanaquelos frailes franciscanoshabíanenseñadoa los naturalesa «acudircon grandiligencia,conpequeñaocasióndeenfermedad,a confesarse»32~

Sin embrago,el lugarprivilegiadode confesiónde los enfermoseranlos hospitales.Diego Muñoz cuentaque fray Juande San Miguel, entodoslos pueblosdondehabíareligiososo clérigosseculares,«fundóhos-pitalescercanosa las iglesiasdondese curanlos enfermos,vecinosyforasteros,se da posadaa los caminantesy seadministranlos sacramen-tos de penitenciay extremaunción»~ El cronistaseñalaquelos hospita-les eranmuy eficacespara administrarlos sacramentosa los enfermos,máximedurantelas epidemias;en los hospitalesseconcentrabalos enfer-mos, y «eranservidosy proveídoscon muchocuidadoy caridad,y selesadministrabacon facilidadlos sacramentos,lo cualerade todopuntodifi-cultosofuerade allí, respectoel númerode enfermosy de ¡os ministrosque residenen cadamonasterio»~ También Mendieta,en su Historia

NEBEL, Santa María Tonantzin Virgen de Guadalupe. Continuidad y trasformación religiosade México, Fondo deCulturaEconómica,México 1995.

31 Nican Mopohun, en FranciscoANSÓN, Guadalupe, Palab[a, Madrid 1988, 60.32 MUÑOz, Descripción, 22.~ Ibid., 27.~ Ibid.

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eclesiástica,nos hablade unas «matronas»queayudaronmuchoa losfranciscanosa confesarlos enfermos:«hanayudadoen el serviciode loshospitalesy enfermos,y en instruir y aparejara los ignorantesparala

35confesíon»En cuantoa los tiemposde las confesiones,Mendietainformaquelas

confesionesde los indiosno sedesarrollabansólo en cuaresma:

«Muchos,aun en aquellosprincipios, no se contentabancon seconfesarunavez al año, sinoqueacudíana confesarselaspascuasyfiestasprincipales,segúna losfieleso aconsejanuestramadresantaIglesia. Y aunmuchosno esperabana esto,sino que en sintiéndoseagravadosde algunasculpas,muyprestotrabajabande limpiarsedeellas por el sacramentode la penitencia,no queriendoque se lespusierael solen pecadomortal»36~

Volviendo a Fray Diego Valadés,tambiénésteexplicaquelos jubileoseranocasiónparaconfesionesmasivas:

«Y ¡qué diré del tiempodel Jubileo! [...] Tan grandees en estetiempo la afluenciade hombresy mujeres,que esperanen nuestrosatrios la ocasiónde confesarse,que aunquelos religiososjuzgabanquedebíanpreveraéstospormediode cédulas,señalandoeldíay lahoraenquedebíanconfesarse,contodo nadaseaventajabaconello,ni se podíaimpedirel concursodelos indios»~.

El sistemade las boletaso cédulasnos estáhablandode la masivaafluenciaal sacramento.En cuantoa los Jubileos,sabemosqueen 1550PauloIII proclamóuno, quefue celebradopor susucesoresemismoaño,y extendidofueradeRomaen 1551.

Porotro lado,Valadésnanacómolos naturalesacostumbrabanaper-donarseentresí lasofensasantesde acercarsea la confesión.Y durantelapreparaciónpróximaa confesarse—lo queen la famosalámina se repre-sentacomodiscuntConfiteri—, «mientrasestánoyendoanotanpormediode granosde maízo piedrecitaslos pecadosy sunúmero,consuscírcuns-tancias;o dibujan figuraso imágenes,y de estemodo se confiesanbien,con claridady facilidad. Por estosmediosse les grababala fealdad,gra-

~ MENDIETA, Historia eclesiástica, lib. IV, cap.XVI.36 ¡bid., lib. III, cap,XLI.~‘ VALxr,És, Rhetorica, ParsIV, cap.XII.

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vedady bajezade lospecados»~ Estomismonos lo corroboraMotoliniaen suHistoria de los indios, en laquedicequetraíanescritossuspecadosen figuras o caracteres~. Lo cual nos indica la diligencia de los indiospor realizarun buenexamende conciencia,de acuerdocon su innataafi-ción porel dibujo, tanfomentadapor hombrescomoPedrode Gante.Noes extraño, pues,que fray Diego elogie la gran contrición con que losnaturalesseconfesaban:«finalmente,parareferir la penitencia,lágrimas,dolor, devociónqueexperimentanenla mismaconfesión,antesy despuésde ella, seríamenesterposeermásde cien lenguasy bocas»‘~.

Como se aprecia,la Rhetoricavaladesianase nos aparececomo unafuente importanteparaconocertanto la concienzudapraxis pastoraldelos franciscanoscomo la respuestaa esapastoralpor partede los indios,al menoshasta 1571, fechaen la que fray Diego abandonóel NuevoMundo.El texto de laRhetoriCapareceindicar quela mayoríade las con-fesionesse desarrollabanen los conventos,y pocasveceslos misionerosse acercabanalos pueblosde indiosparaconfesarles.Tenemosla impre-sión de queValadésdescribeprincipalmentela praxis penitencialde losgrandesconventosmexicanos,pero que la metodologíaen regionesconmenosconcentraciónde religiososdebíaseralgodistinta. En estesentido,fray Diego Muñoz nosdescribeasí los conventosfranciscanosde la pro-vincia de San Pedroy San Pablode Michoacán,en el año 1583: enMichoacánexistían21 conventosen pueblosde indios,cadaunode elloscon dos,treso cuatroreligiosos,uno de ellos predicadorde los naturales;en Jaliscoexistían26 conventos,cadauno de elloscondos o tresreligio-sos,uno de los cualeserapredicadorde los naturales41.Este«predicadorde naturales»seguramentetambiénseriael confesor,es decir, conocedorde la lenguaindígenay con formaciónparaadministrarel sacramento.Los territorios conventualesdebíansermuy amplios, y los frailes debíanacudira confesara los pueblosremotos.Muñoz nos hablade fray Anto-nio de Segovia,franciscanociego,quien «ibaa confesary predicara losindios a pueblosremotosy de muy ásperoscaminos,guiándoleun indiode la cuerda»~ En otroscasos,los indios acudíana un sacerdoteconcre-to, por su conocimientode las lenguasy su famade confesor,comoMiguel de Bolonia, conocedorde las lenguasmexicana,tarasca,otomí,

38 Ibid., ParsIV, cap.XXIII.~ MOTOLINIA, Historia, tratadoII, cap.V y cap.VI.~ VALAnÉS, Rherorica christiana, Pars IV, cap. XII.41 MUÑOZ, Descripción, 16-18.42 Ibid., 35.

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cazcana,tecuexay coca,de quiensedicequelos indios «veníanlea ver yconfesarsecon él de muy lejos»43

Existe un granparalelismoentrelo expuestoporValadésy lametodo-logía pastoralquedescribeMendietaen la ya citadaRelacióndel ordenque losfrailes de SanFranciscode estaNuevaEspaña tienenen admi-nistrar a los indios todoslos SantosSacramentosde la Iglesia: losdomingos,los franciscanosreuníana los indios que habíande confesarseesasemanaen la iglesiay en el patio contiguo.Allí lesdirigían unapláti-caquese articulabaen tresfases.Primero,examende doctrinacristiana:persignarse,santiguarse,oraciones(Paternoster,Ave María, Credo ySalveRegina),dar cuentade los artículosdel credo,de los mandamientosde Dios y de la Iglesia,de los sietepecadosmortales,ademásde la confe-sión general.En segundolugar los exhortabanacercade la eficaciade lapenitenciaen sus trespartes:contrición, confesióny satisfacción.Porúltimo les hacíanadvertenciasprácticasa la horade acercarsea confesar.Acabadala pláticadel domingo,se indicabaa cadaindio el día en quedebíaconfesarse.Cadadíade la semana,por la mañana,seleía un memo-rial con los pecadosmáshabituales,siguiendolos diez mandamientosylos pecadosmortales4,4~

Sahagún,en su Historia General de las cosasde Nueva España,escritaentre 1559-1569,se muestramuy pesimistarespectode la capaci-dad indígenade asimilaciónde la doctrinacristiana,con alusionesalsacramentode la confesión:

«porqueyo ha másde cuarentaañosque predicoporestaspartesde México, y en lo quemásheinsistido,y otros muchosconmigo,esen ponerlosen la creenciade la santafe católicapor muchosmedios[...] Y ahoraen estetiempo de estapestilencia45,haciendoexperien-cia de la fe quetienenlos quese vienena confesar,antesde la con-fesióncual o cual respondecomoconviene»~.

~ Ibid., 44.~ MENDIErA, «Copiay relaéióndelordenquelos frailesdeSan FranciscodeestaNueva

Españatienenenadministraralos indios todoslos SantosSacramentosde la Iglesia»,enJoa-quín GARCIA ICAZnALCETA, Nueva Colección de documentos para la historia de México, Códi-ce Mendieta, Kraus-ThomsonOrganizatedLimited, Nendeln-Liechtensíein1971,II, 97-102.

‘~ Es conocidoque México sufrió duranteel siglo XVI el azotede terribles epidemias.De 1545-1548seprodujouna granepidemiadecocoliztli, ala quese puedereferir Sahagún(Ernestodela ToaasVILLAR, «Los reinosdeNuevaEspaña»,enHistoria General de Españay América,VI], Eds.Rialp,Madrid 1982, 498-499).

~ Bernardino de SAHAGÚN, Historia general de las cosas de Nueva España, cd. deAldredo López Austín y JosefinaGarcíaQuintana,Alianza (col. Alianza Universidad),Madrid 1988,Lib. XI, cap.XLII.

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Luis Martínez Ferrer ¡las Órdenes mendicantes y eí sacramento de la confesión en Nueva España

A pesardel sesgopesimistade Sahagún,hay que notarque no serefiere directamenteacómo seconfesabanlos indios, sino aque «antesde la confesióncualo cualrespondecomoconviene»,lo cualpuedehacerreferenciaal desconocimientode la doctrinaque se les exigíaantesdeconfesarles.

El contrapuntodel pesimismode Sahagúnes Jerónimode Mendieta,quien en 1596 terminabasu Historia eclesiásticaindiana, y enaltecelagranfe de los indios en el sacramento,queles llevabaa seguira los reli-giososdurantemuchasleguasy porvariosdías:

«Verdaderamenteno parecíasino a la letra cumplirselo que lee-mos en el Evangelio,de las turbaso compañíasqueseguíana nues-1ro RedentorJesucristopor dondequieraqueiba, como en la verdada él tambiénseguíany buscabanestospobrecillos,queno al fraile,másde cuantoles comunicabasu virtud y gracia,medianteel sacra-mentode la penitencia[...] ¿Y quehayacristianosviejos que estan-do ya bien peligrososy para morir, sea menesterusarcon ellos demegosy buscarrodeosparapersuadirlesqueseconfiesen?Cosaeséstade grandísimalástima y confusión. Y no es menosla de losherejesque niegantan santoy necesariosacramento,comoesel dela penitencia,de sus antepasadostan recibido y usadoen Alemania,flandes,Franciay Inglaterra, y ahorade ellos tan aborrecido,y delos indios tan abrazado,que vengande treintay cincuentay ochentaleguasa buscarlo»~

En términosmuyparecidosseexpresabaMotoliníaen susMemoriales:

«Cuantoa lo de las confesiones,parécemeque bastalo dicho,por lo cual quienquierapodráclaramentever lo queen ellas pareceser obra del Espíritu Santo;y quién hay que considerandoestascosasno ve que el buenpastory solicito Jesucristolleva estasovejasal corral, puesentranpor laspuertasdela confesión»48

En las palabrasde fray Jerónimoy fray Toribio se adivinauna vastainterpretaciónprovidencialistade la evangelizaciónde América; en ellase argumentacontraponiendoel fervor conque los indígenasrecibíanlaconfesión,y el abandonode la fe católicaen el sacramentopor partedelos protestantes.

‘“ Ibid.~ Toribio MOTOLINIA, Memoriales, 1 parte,cap.42, (ed.RAE 240,Madrid 1970).

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2.3. CONFESIóNDE ESPAÑOLES

Muy pocosson los datosquesehallansobrela pastoralconfesionalde los franciscanoscon los hispano-criollos.Resultadestacableque, conocasiónde los jubileos, Valadéshaceuna de las pocasreferenciasquehemosencontradoa las confesionesde españoles.Nanaun hechoqueleacaeciópersonalmente,y esque en un jubileo «muchos[españoles]sehabíanllegado a mi con deseosde hacersu confesión»,y se molestaronde quefray Diego prefiriera confesara los naturales, y le argumentaban«quelos tales [indios]ignorabanlo queerael jubileo, y quemás bien losadmitiesea ellos [losespañoles],queconocíanbien la fuerzay la eficaciade los sacramentos»~. Esterelato nos sugierediversoscomentarios.Enprimerlugarquelos españolesacudíana la confesiónentiemposdejubi-leo, lo quepuedeserextrapolableal tiempode Pascua;esdecir,queacu-díana la confesiónsiguiendolas normascanónicascomunes;el hechodequeapenassereflejeen las crónicasno significa queno lo hicieran,sinoqueeraalgo que se consideraba«normal»,y no parecehaberllamadolaatenciónde los cronistas.

Por otro lado, senota un cierto desdénde los confesoresreligiosospor atendera los españoles,porestarsus concienciasmáscargadasdemalicia, parecesobreentenderse.En estesentido,esmuy significativo elcomentariode un cronistafranciscanoacercade fray JacoboDaciano:«No negabani dilatabael sacramentode la penitenciaa muchosespaño-les que seveníana confesarcon él por la famade su santidado letras,oyéndoloscongrancaridady deseode la salvaciónde sus almas»~

3. LA PASTORALPENITENCIAL DE LOS DOMINICOS

Probablementeel primer escritordominico que nos proporcionalosprimeros datossobrepastoralconfesionalseaBartoloméde Las Casas,autor de laApologéticahistoria sumaria,obraescritaentre1555 y 1559.Como bien se sabe,fray Bartolomédesarrollópartede su actividadenChiapas.dondefue obispoentre1545 y 1548. Así describea los dominí-cos deChiapas,confesandolos pecadosde idolatríade los indios:

~ VALADÉS, Rhetorica, País IV, cap. XII, 188.~ MUÑOZ, Descripción, 25.

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«Lasgentesde allí se confesabanal Diosverdaderode todoslosque teníanpor pecados,y entreellosse acusabande haberadoradoalos ídolos, y dabanpor causaa Dios de haberlohecho,por el granmiedo que teníandel demonio,y porquesuspadreslo acostumbra-ban>0’.

Porsuparte,el dominicofray JuliánGarcés,primerobispode Tlaxca-la, señalabaen cartaal papaPaulo III la grannormalidady devociónconque los indios acudíana este sacramento.Hablandode los niños,decía:«Tienensimplicidad de palomasy parasus confesionestodo el año esCuaresma»52• Nóteseel paralelismode estaafirmacióncon la de la cartacitadadel capitulofranciscanode 1533.

Otro autorqueseocupade la confesiónes el misionero dominicofrayDiego Durán.Reflejaen laHistoria de las Indias de NuevaEspañay enelLibro de los ritos ceremoniassuaquilatadaexperienciacomo confesordelos naturales.Ante todo, fray Diegorealizaun llamamientoa que los confe-soresno desempeñenesteministeriocon superficialidad.En primerlugar,da máximaimportanciaal conocimientoprofundode las lenguasindígenas:

«Y no se contentencon decir que ya sabenun poco de lenguaparaconfesary que aquelloles basta,lo cual es error intolerable,porqueparaestesacramentoes menestermás lenguae inteligenciade lo que paraotro ninguno,parasaberexaminarla enmarañadaconcienciaen idolatríasencubiertasde muchosañosy no tenganlospreladostanto error en decirque ya sabela lenguael ministro paraconfesarun enfennoquebien le puedefiar el sacramento[...] Mirenpor amordeCristocrucificadocómoseencargande estenegociotanimportantequeno bastaseruno lenguacomoquiera[.41contentán-dosecon dosvocablosgeneralesquesonTlein, ¡toca, ¡c Hualaz,quesonlos vocablosprimerosque los conquistadoresaprendieroncuan-do vinieron a la tierra, con otros vocablostan groserosy toscosquelos indios ademásde reírsey hacerburla y escarniode ellosno losentiendenni sabenloquequierendecir»~.

~ Bartolomé de LAS CASAS, Apologética historia sumaría, ed. deEdmundoOGorman,UNAM (Instituto deInvestigacionesHistóricas),México 1967,lib. III, cap.CLXXVI.

52 FrayJuliánGARCÉS, Cartaa PauloIII, Roma1537, enA. LOnxrO-CASADo,«El Obis-po Garcésy la bulaSublimis Deus», en PaulinoCASTAÑEDA (dirj, Los dominicos y el NuevoMundo, 1, Deimos,Madrid 1988,789.

~ DiegoDURÁN, Historia de las Indias de Nueva España e Islas de la Tierra Firme, pró-logo de JoséRubénRomeroGalván y Rosa Camelo,Bancode Santander—Eds.El Equili-brista—TumerLibros,Madrid 1990,cap.LXXXVI.

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Las Órdenes mendicantes y el sacramento de la confesión en Nueva EspañaLuis Martínez Ferrer

El fraile, a nuestrojuicio, estáponiendoel dedoen la llaga de la pas-toral confesionalde los indígenas.El reprocheúltimo va dirigido a losobisposque no se ocupabancon radicalidadde la cuestiónde la lengua.Resultaclaro quepareaconfesarbien la primeracondiciónprácticaeselmutuo entendimientoentreconfesory penitente,más importantesi cabeal tratarsede los naturales,vienea decirDurán,que arrastrabanaún elpesode sus idolatrías~ El dominio de la lenguaeraya algo irremplaza-ble paraelcasode las confesionesdemoribundos:

«Tomo a decirque es error muy grandey poca inteligenciadelos indios, porquepara aquelenfermoque se estáya muriendo esmenesterla buenalenguay la buenapersuasión,y eJ declararleelbien quecon aquelsacramentorecibey cómo mediantela pasióndeCristo y su sangrepreciosacon que aquelsacramentoestábañadoreciberemisióny perdóndetodossuspecados,y el ponerletemordequesi no descubresuspecadosque se irá al infierno. El cual enfer-mo, lleno detemory persuadido,descubrea veceslo que hacíacua-rentay cincuentaañosqueencubría,como habráacontecidoy acon-tecidoy acontecea cadapaso»55.

A nuestroentender,aquí fray Diego nos estádescribiendosu propiametodologíaconfesional.Frentea los quecritican la pastoral«sacramen-talista»como algo prácticamenteburocráticoe impersonal,estetestimo-nio noshabladel interésde los dominicospor administrarpersonalizada-mente la confesiónde enfermos:era un momentode brevecatequesissobrela eficaciacristológicadel sacramento,y un recuerdode los casti-goseternosqueesperana los queno confesaranbien. Algo sobrelo quese podrá discrepar,pero no cabe sino admirar la competenciapastoralrequeridaa los confesores.Veamosahoraotrospárrafoen el queel domi-níco,conun celo queen nadaenvidiaal fogosoLasCasas,lanzaunatre-mendadiatribacontraalgunosconfesoresreligiosostibios, quepor noesforzarseen atendercon esmeroa los indios, se hacenresponsablesdesusmalasconfesiones:

«Paralo cual ministros habían,con devotas[.1 persuasiones,incitarlosalaobservanciade nuestradivina ley y preciarsedeconfe-

~ Lo cualno quieredecirque paraDurán todoslos indios eranidólatras.Según su pro-piaestimación,«quiénpodránegarque entremil indios buenosno hayacien malos quetoda-vía tengansusresabioscomopotrosmal domados»(ibid., cap.XCVII).

~ ibid., cap.LXXX7VI.

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sarun indio bien confesadoqueno muchosy mal trasquilados,comocosade ceremonia,contentándosecon cuatroniñeríasque el indiodice; teniendoprobablenoticia que muchos de éstos,por un levetemor y muy liviana ocasióndividían las confesiones56y encubrenlos pecadoso por unavergílenzasin fundamento,y muchasvecescosasquede suyono eranpecadosni aúnveniales.Lo cual sereme-diaríacon una medianaexaminaciónque el confesorhicieseyexhortación,quitándolesel miedoconunaafabley apacibleamones-taciónal principio, y alcabodescubriríanpor venturaalgunosolapas

57y malesimportantesa suremedioy salvación»

Es decir, que parael dominico no eratan difícil para los confesoresdesempeñarcon fmto esteministerio, y lo quemás se requería,ademásde una adecuadaformación doctrinal, era un hondo conocimientode lalenguay, sobretodo, celo pastoral:

«Sobrelo cual diría algo de lo muchoque siento,perono quierocondenara muchosconfesoresde todaslas Ordenes,aunqueellosseestáncondenando,queconfiesanmuchosparesde indioscadadía.Yaunquemuchosde ellos sonpersonasdoctas,no tanbuenaslenguascomo otros que confiesanmuchosmenos.Los cualesse contentancon que el indio se persigne,y bajo aquelpersignumcrucis digacuatroniñeríasdebajode aparienciay ceremoniade confesión,dondecreo se cometenmuchossacrilegiosde confesionesinfonnessin tenerlas panesque el sacramentopide,que es dolor, arrepenti-miento,propósitode enmienday satisfaccióny declaraciónverdade-rade todaslasculpas.Las cualespocasvecestraenlos indios,ni aunseñalesde contrición, si el confesorno le mueve,y despierta,y amo-nestay alumbraqueno hagalo que ve como la mona,sino lo queestáobligadoparaalcanzarremisiónde suspecados,queno lo tomecomopor costumbreni vengaforzadoni compelidopor temorde susmayores,comosuelevenir, sinoquelo tomenpor actoprincipalparasu salvacióny remediomuy necesario»58

La denunciade Durán esmuy grave,porqueindica que los indios noacudíana confesarcon verdaderaconcienciade lo quehacían,pero no

56 Hacealusión, probablemente,a queintencionadamenteconfesabanlos pecadosmorta-

lescometidosdesdelaúltima confesiónbien hechaadiversosconfesores,lo cual conviertealasconfesioneseninválidasporfaltadeintegridadenlaacusación,deacuerdocon la doctrinarecordadaenTrento.

~ DupÁN, Historia, cap.XCV.~ Ibid.

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por supropia limitacióno malavoluntad,sino porla negligenciaculpablede los confesores.Pero no se podíancontentarlos confesoresde indioscondominarla lengua,sinoquedebíanademásconocersus antiguosritosy costumbresparasaberdetectaren las confesioneslos resabiosidolátri-cos. Poreso mismo escribió Durán el Calendario,obra que terminó en1579,y el Libro de los ritos y ceremoniasen lasfiestasde los diosesycelebraciónde ellas,dentro dela Historia de lasIndias~. Una aplicaciónde eseprincipio es la importanciade prestaratencióna los naturalescuandoseacusande creeren sueños:«sepanlos padresconfesoresdeindios quelo teníanantiguamenteporrevelacióndivina, y quesi soñabanque se les caíanlos dientescreíanquese les habíande morir los hijos yfamilia, y si soñabanquecomíancarnetemíanla muertedel maridoo dela mujer; y si soñabanque los llevabael aguatemíanque los habíanderobarlas haciendas,y si soñabanquevolabantemíande morirse[.1 y asíesmenesteren tocandoen estamateriapreguntarqué soñastey no pasaren ello comogato sobreascuas»60, puesperderíanuna ocasiónde erradi-carla idolatría.

TambiénDurándesciendea consejosbienprácticosparalos confeso-resde indios: debenser muy suaves,pues«dejande confesarsemuchos,pormiedoqueles hade reñirel confesor»6l~ Respectoa los naturalesconel vicio de la embriaguez,frayDiego hacereferenciaaqueresultaeficazque los confesoresles nieguenla absolución,lo cual les llevabaen algu-nos casosaproponerseno volver a beberpulqueen la vida 62 Enconjun-to, nosparecendel mayorinteréslos datosy valoracionesquenos ofreceDiego Durán,autoral quea vecesno se le prestademasiadaatención.

Pasandoaotrosautoresdominicos,apuntemosqueel cronistadomíni-co Dávila Padilla, que fue misioneroen México y prior de la ciudadde

~ Así lo exponepalmariamenteDuránenel prólogoal Libro de los ritos: «Mehamovi-do, cristianolector,atomarestaocupacióndeponery contarpor escritolasidolatríasantiguasy religión falsacon queel demonioeraservidoantesquellagasea estaspartesla predicacióndel santoEvangelio,el haberentendidoque los quenosocupamosen la doctrinade los indiosnuncaacabaremosde enseñarlesa conoceral verdaderoDios si primero no fuerenraídasyborradastotalmentelassupersticiosasceremoniasy cultosfalsosdelos diosesqueadmiraban»(DuRÁN, Historía, prólogoal Libro de los rítos y ceremonias). La misma idea, perocon alu-sión explícitaa la confesión,serepiteel comienzodel Calendario: «y no secontenteel siervodeDios que deseeaprovecharseen estaviña del Señorcondecirque ya sabeconfesary quebasta,quemuchomásesmenesterparadeclararleslos misteriosde nuestrafe y elprovechoynecesidadquedelos sacramentosredunday tenemos»(ibid., prólogoal Calendario).

~ DURÁN, Historía, cap. XCI.61 Ibid., Prólogo alLibro de los ritos y ceremonias. Cfr. tambiéncap.LXXXII.62 Ibid., cap.C.

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Puebla,describíaasí, en 1592, la humildadcon que los indios acudíanala confesión:

«Vienenlos indiosal sacramentode la penitenciacon humildady reconocimientode sus culpas,y muestranlas ganasde recibirlecon la perseveranciaque tienenen procurarle.Suelenvenirde seis yocholeguasen buscadel confesor,y si le hallan ocupado,espéranle

63congranpaciencia»

Lo cual, evidentemente,contrastacon la valoracióntan negativadeDurán,recién citada:«pocasvecestraenlos indios» al acercarsea confe-sar«laspartesqueel sacramentopide,quees dolor,arrepentimiento,pro-pósito de enmienday satisfaccióny declaraciónverdaderade todaslasculpas».

Tambiénhay que citar el testimoniodel dominicoLuis López, autorde un Instructoriumconscientke,publicadoen Salamancaen 1592-94.Enél serefiereasíasu experienciacomoconfesorde indios:

«Y sepanlos confesoresdarsea este negocio,de forma que nosólo escucheny absuelvana los penitentes,sino que también lesapartende suserroresy no tomen estopor algo difícil y muy arduo,sino que créamea mí como expertoque en las religionesde losindiosencontréa muchosasí deignorantes,y tras un pocode tiempoconellos,de tal forma les enseñé,que ya a los misteriosde los artí-culos de la fe, de la Encamacióny de la Trinidad respondíanbien,preguntadosdos, tres y muchasveces,cuandootrasvecessehabíanacercadoa la confesióncomomudosanimales»M.

Es decir,queparaLópezsi los indios veníanmal dispuestos,concier-ta pacienciay celose podíallegaraprepararlosbienpararecibir fructífe-ramentela absolución.

Y estavez en la misma línea que Durán,Dávila Padilla, transmiteunasrecomendacionesparalos confesoresde indios:

«no han de hallar los penitentesdurezani frialdadde acero,enelquebuscancomoa padre,y reverenciancomoa maestro.Y si estarazónesuniversal,comolo esla enseñanzadeCristo NuestroSeñor,

63 AgustínDÁvILA PADILLA, Historía de la Fundación y discurso de la Provincia de San-

tiago de México, Ed. AcademiaLiteraria,México 1955, lib. 1,cap.XXVII.64 López,Instructorium conscentia<, 1, JuanFemando,Salamanca1592, cap.XXVII.

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Luis Martínez Ferrer Las Órdenes mendicantes y el sacramento de la confesión en Nueva España

que la usó: muchomás importa con estospobrecitosindios, cuyapusilanimidadhamenesteralientoparaquedigan,y no temoresparaque callen»65

Llama laatenciónquelas crónicasde dosde los autoresdominicoscita-dos (Durány Dávila Padilla) se refieren no tanto a la aceptaciónpor losindios de la confesión,comohacenlos cronistasfranciscanos,sino que seocupanmásbiendel problemadela responsabilidadde los confesores.

4. LA PASTORALPENITENCIAL DE LOS AGUSTINOS

Los agustinostambiéndesplegaronsucelo conocasiónde estesacra-mento,aunquehemosencontardomenosdatosal respecto.Su cronistaJuande Grijalva nos relata que las porteríasde los conventosestabansiemprellenasde indiosqueseconfesaban.Defiendeademásvehemente-mentela capacidadde los naturalesparala confesión,como quieraquealgunosla habíandiscutido66~ El mismo Grijalva refiere queel agustinofray Melchorde los Reyestuvo escrúpulosacercade estacapacidad,peroquese le disiparonconunacartaque le envió fray JuanBautistaMoya.En éstael P. Moyadecía«quebastabaparagentetan míseray nuevaunaimperfectacontrición,diciendoqueles pesabade sus pecados,y quenolos cometeríanmás»67• Estaesla únicareferenciaquehemosencontradoen cuantoa polémicasdoctrinalessobrela capacidadde los indígenaspararecibir la absoluciónsacramental68

En la misma líneaqueya hemosvisto entrelos franciscanos,asínosdescribeJuande Grijalva la pastoralde la confesióny comuniónen cua-resma:

65 DÁVILA PADILLA, Historia de la fundación, lib. II, cap. LXXVII.~ Juande GRIJALVA, Crónica de la orden de N. P. 5. Agustín en las provincias de Nueva

España, Pon’úa,México 1984, lib. 1. cap. XXVII. Sabemosque el agustino Pedro de Agurtoduranteel II Concilio Mexicanodefendióla capacidaddelos indios paraconfesarse(JesúsR.DIEZ-ANrOÑANZAS, «Relaciónde teólogosde la Universidadde México», en JosepIgnasiSARANVANA, (dir.), Evangelización y Teología en América (siglo XVI), Servicio de publicacio-nesdela UniversidaddeNavarra,Pamplona1990, 1157).Agurto fue presentadoporFelipe IIparaobispodeCebú (Filipinas). Escribióun Tratado de que se deben administrar los Sacra-mentos de la santa Eucaristía y Extrema Unción a los indios de Nueva España (México, 1573).

67 GRIJALVA, Crónica de la orden, lib. III, cap. XVI. Sobreestapolémica, véaseBalbinoRANo-GuNDfN, «Métodosmisionalesagustinosen México», enIsacioRoDRIGuEZ-RomdouEz(dir.),Agustinos en América y Filipinos, Ed.MonteCassino,Valladolid-Madrid1990, 111-113.

~ Sobrela posicióndeMoya, véaseRICARD, Lo conquista, 211-212.

66 Revista Complutense de Historia de América1998, nY 24: 47-68

Luis Martínez Ferrer Lis Ordenes mendicantes y el sacramento de la confesión en Nueva España

«Es muypara alabara Dios ver los patiosde las iglesiastan lle-nos de genterezandoy examinándolosen la DoctrinaCristianaydisponiéndolosparaaquellosSantosSacramentos[confesiónycomunión].A los quesehallandispuestos,entranenla iglesia,y allíles hacenunapláticamuyfervorosay les confiesan.Cadauno de losquese confiesandejaal pie delconfesorun huevo,y porestacuentasabenel númerode los que se han confesadoaqueldía, Y despuésajustanla cuentaconlos padronesdel pueblo,parasabersi se confe-sóya todoel puebloo falta alguno»69.

Véasecómo la peculiariedadde las fuentesagustinasse centraen lapolémicadoctrinal acercade la capacidadindígenapararecibir el sacra-mento.

5. BALANCE

Trashaberpasadorevistaa los testimoniosde los cronistasmisione-ros, podemosestablecerlas siguientesconclusiones.En primer lugar, seaportanmuchosmásdatosacercade la confesiónde los indios quede lade los españoles.De estosúltimos apenassi se mencionansus confesio-nescomo de pasada,y casi siempre,contraponiendosus deficientesdis-posicionesal candory la contricióncon la quesolíanacudirlos naturales.Los misionerosen diversosmomentosmanifiestanclaramentesu prefe-renciapor confesara los indios.Lo cualnospermitimoscalificar de errorpastoral,puessuponíadejarsin el remediode la confesióna los dirigentesde aquellasociedad.Es precisamentela opciónquetomaránlosjesuitasapartir de 1570: la confesiónpreferencial,no exclusiva,de los españoles10.

Por otro lado, la confesiónde los españolesno entrañabaespecialnovedad,puessetratabade cristianosviejos,acostumbradosarecibirestesacramento.

Respectoa las confesionesde los indios, muchosautores(Valadés,Mendieta,Motolinía, Garcés,Grijalva)exponenquelos indígenasabraza-ron con gran entusiasmoestesacramento.La razónde estehecholaponenlos cronistas,en primerlugar, en la gracia divina. Sin embargo,esevidenteque la penitenciaprehispánicarequirió de los misionerosungranesfuerzopastoralparaconseguirquelos naturalescomprendieran,al

69 GRIJALvA, Crónica de la orden, lib. II, cap.XVII.70 Cfr. MARTINEZ FERRn, Directorio para confesores, 46-75.

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Luis Martínez Ferrer Lis Órdenes mendicantes y el sacramento de la confesión en Nueva España

menosmínimamente,la naturalezay efectosdel sacramento.Otro proble-ma añadidofue el papeljugadopor los ritos ancestralesindígenasdepenitencia,en los queaquíno entramos~ No cabedudade quelas difi-cultadesexistieron,pero tambiénque el celo de los misionerosfue, enmuchoscasos,extraordinario;la praxis quehemosdescritoreferidaa losfranciscanosy agustinos,aunqueperfectamenteextrapolablea los domi-nicos, nos «muestraque estosmisionerosadministrabanconcienzuda-menteel sacramentode la penitencia»72, si bien Ricard matizaque losfranciscanoseranmásmetódicosaúnquelos agustinos~.

Muy distinta es la posiciónde Sahagúny, sobretodo, de Durán,quepiensanquelos indios acudíanmal preparadosal sacramento.Circunstan-cia que seagravabapor las tremendasacusacionesvertidaspor Duráncontrala superficialidadde la pastoralde algunosconfesores,principal-mentereferidasal desconocimientode las lenguas.De un lado, esclaroque el concienzadosistemaque muestranlos cronistaspuedehacerper-fectamenteconciliableuna correctapastoralcon la atencióna muchospenitentes.Sin embargo,resultatambiénevidenteque si los confesoresno conocíanadecuadamentela lenguay la cultura indígenatodo el siste-ma resultabaun fracaso.Es lógica la posturadel dominico Luis López,quepiensaque, prescindiendode todo sistema,la fructíferarecepcióndela absoluciónsacramentaldependíadela formacióny el celopersonaldelsacerdote.De ahíque el papelde los obispos,y el control necesariodecalidadde los confesoresfueranunacuestiónvital. Cuestiónque,por otrolado, tambiéneracrucial en la Península—en realidad,en todala Igle-sia—, sobretodoen la épocaposterioral conciliode Trento.Y es que,enel fondo, en México se planteaba,en buenamedida, los mismosproble-mas queen la Península,con la circunstancia,en parteoriginal, de tenerqueatendera unapoblaciónrecién salidadel paganismoy con unacultu-rapropia.

JI Cfr. Dionisio BoRomo,Evangelización y sacramentos en la Nueva España, seganJerónimo de Mendieta, Instituto TeológicoFranciscano,Murcia 1992;.MARTÍNEZ FERRER,Directorio para confesores, 36-39.

72 JohannSPECKER,Die Missionsmethode itt Spanisch-Amerika im 16 Jh. mit besondererBericksichtigung der Konzilien und Synoden, NouvelleRevuede ScienceMissionaire.Sup-plementaIV, Schóneck- Beckenried1953, 151.

“ RIcARO, La conquista, 209.

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