Las Mujeres SUD y El Sacerdocio 2

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    La Relacin Histrica de las

    Mujeres Mormonas y elSacerdocio Linda King Newell

    DIALOGUE: A JOURNAL OF MORMON THOUGHT, Vol. 18, Num. 3-Fall 1985

    Cuando el tema de que las mujeres posean el sacerdocio en la Iglesia SUD surge,

    menudo se encuentra con chistes malos ( Yo poseo el sacerdocio cada noche, cuando llega acasa del trabajo, o Tal vez las mujeres posean el sacerdocio cuando los hombres seconviertan en madres), y un despliegue no tan sutil de temor tanto entre los hombres(Qu estn tratando de hacer las mujeres? Usurpar el papel masculino en el hogar y iglesia?) Como las mujeres ( Yo no querra toda esa responsabilidad, y t?). Por logeneral, estos miembros de la iglesia estn convencidos de que sus puntos de vista scompartidos por todos los miembros fieles, entre elloslos Hermanos, y son consistentescon la historia de nuestra Iglesia. Mientras que el examen de esa historia deja sin respuestcuestin de la ordenacin de mujeres al sacerdocio, la visin histrica de la relacin de mujeres de la Iglesia con el sacerdocio sugiere una visin ms amplia de lo que muchmiembros tienen ahora.

    Aunque no he encontrado ningn caso en el que las mujeres han reclamado laordenacin al el sacerdocio, hay relatos de mujeres que son "ordenadas" a llamamientespecficos y de mujeres que ejercieron poderes y dones espirituales ahora asignadnicamente a los varones poseedores del sacerdocio. Estas prcticas y la aprobacin de elpor lderes de la Iglesia como Joseph Smith, Brigham Young, John Taylor, Heber J. Grant,otros, han dejado muchas preguntas sin respuesta.

    Cuando Jos Smith organiz la Sociedad de Socorro el 17 de marzo de 1842 (vea la Actas), dio a las mujeres una autonoma actualmente desconocida en esa organizaciInstruy a las hermanas para elegir su propia presidenta, quien debera seleccionar a sconsejeras.Luego l las ordenara para presidir sobre la sociedad como la Presidenciapreside sobre la iglesia.

    Elizabeth Ann Whitney propuso que Emma Smith fuera hecha presidenta. SophiaPackard la secund. Emma escogi a Elizabeth Ann Whitney y Sarah M. Cleveland comconsejeras. Jos entonces ley la Revelacin a Emma Smith, de Doctrina y Convenios, ydeclar que fue ordenada al momento que se daba la revelacin [en julio de 1830], parexponer las escrituras a todas, y ensear a las mujeres parte de la comunidad. Continudiciendo que fue designada Dama Elegida porque fue elegida para presidir.

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    Entonces John Taylor puso sus manos sobre la cabeza de la Sra. Cleveland y la ordenpara ser consejera de Emma Smith. Sigui el mismo procedimiento al ordenar aElizabeth Whitney. Susa Young Gates enfat iz despus que estas mujeres fueron nosolamente apartadas, sino ordenadas. En la tercera reunin , 30 de marzo de 1842, Joshabl a las mujeres y les dijo la Sociedad debe moverse de acuerdo al antiguo Sacerdocio

    iba a hacer de esta Sociedad un reino de sacerdotes como en los das de Enoccomo en losdas de Pablo. El 17 de mayo, Newel K. Whitney acompa a Jos Smith y dijo a lasmujeres: En el principio, Dios cre al hombre, varn y hembra, y confiri al hombre ciertasbendiciones propias de un hombre de Dios, de las que particip la mujer, por lo que sin lmujer no se pueden restaurar todas las cosas sobre la tierrase necesita todo para restaurarel Sacerdocio. Aunque Whitney recientemente haba sido iniciado en la investidura y suscomentarios muy seguramente reflejan su conocimiento del futuro papel de las mujeres esa ordenanza, sus palabras reflejan tambin una expectativa que muchos tenan en epoca: el papel de la mujer dentro de la Iglesia deba incluir los poderes del sacerdocioporlo menos en alguna forma.El 28 de abril de 1842, Jos Smith les dijo a las mujeres: Ahoragiro la llave para ustedes, en el nombre de Dios, y esta Sociedad, que se regocijen y conocimiento y la inteligencia fluyan desde este momento. Es important e recordar que lasllaves generalmente eran asociadas con el sacerdocio y que Jos gir la llave para lasmujeres en vez de en su nombre, como laHistoria de la Iglesia oficial reportara (HG 4:607).

    El cambio puede rastrearse hasta George A. Smith quien, en 1854, fue asignado parterminar la historia de Jos Smith. Al trabajar sobre el manuscrito desde el 1 de abril de 18hasta el 1 de marzo de 1842incluyendo las actas de la Sociedad de Socorro en cuestinrevis y corrigi la historia ya compila da, usando reportes de los sermones de Jos Smith yotros de las actas y bosquejos tomados en el momento, a mano. Mencion que us losescritos de Eliza R. Snow tambin y dijo que haba tomado gran cuidado para trasmitir lasideas en el estilo del profeta, lo ms apegado posible, y en ningn caso se ha variado sentimiento que yo sepa (Jessee, 1973, 458). Sin embargo, no coment sobre este pasaje

    particular de las actas o explic sus razones para cambiar Doy vuelta a la llave para ustedesa Ahora doy vuelta a la llave en su nombre. La interpretacin de George A. Smith hapermanecido en las publicaciones de la Iglesia desde entonces hasta el presente.

    Por el momento que la Sociedad de Socorro fue organizada, las mujeres ya habaejercido esos dones espirituales como el hablar en lenguas y bendecir a los enfermos.1 Estasprcticas entraron de manera natural a la Sociedad de Socorro. Despus de la clausura de cuarta reunin, 19 de abril de 1842, Emma Smith, Sarah Cleveland, y Elizabeth Whitneadministraron a la Hermana Durfee. La semana siguiente, ella testific que haba sidosanada y crea que las hermanas tenan ms fe que los hermanos. Despus de esa reunin.Sarah y Elizabeth bendijeron a otra miembro de la Sociedad de Socorro, Abigail Leonarpara la restauracin de la salud.

    1 Para ejemplos de mujeres participando en sanacin en Kirtland, vea Linda King Newell and Valeen TippettsAvery, "Sweet Councel and Seas of Tribulation: The Religious Life of the Women in Kirtland," BYU Studies 20(Winter 1980): 151-62. Vea tambin Linda King Newell, "Gifts of the Spirit: Women's Share," de prximaaparicin en un volumen editado por Lavina Fielding Anderson y Maureen Ursenbach Beecher. Parte de eseensayo se public "A Gift Given, A Gift Taken: Washing, Anointing, and Blessing the Sick Among MormonWomen." Sunstone 6 (Sept./Oct. 1981): 16-26, del cual algn material ha sido adaptado para este ensayo.

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    En la reunin siguiente, Jos Smith habl de manera especfica de la conveniencia que mujeres dieran bendiciones: Si Dios dio su autorizacin para sanar no podra haber mspecado en que alguna de las mujeres impusiera las manos sobre los enfermos, que emojarse la cara con agua. Haba mujeres ordenadas para sanar a los enfermos y era suprivilegio hacerlo.Si las hermanas deben tener fe para sanar enfermos, dijo,que todos

    refrenen su lengua (28 de abril 1842).Despus de la muerte de Jos Smith en junio de 1844, la Sociedad de Socorro no sreuni. La primavera siguiente, sin embargo, varias mujeres deben haberse acercado Brigham Young acerca de reanudar las reuniones regulares, porque en una reunin de loSetentas declar que las mujeres nunca pueden poseer el Sacerdocio aparte de sus esposos.Cuando quiero que las Hermanas o las Esposas de los miembros de la iglesia levanten Sociedad de Socorro, las llamar en mi ayuda, pero hasta entonces que permanezcan en ca

    y si ustedes ven mujeres apindose y si ellas dicen que Jos Smith lo inici, dganles q uees una maldita mentira, porque s que l nunca lo alent (Seventies Record, 9 March 1845).

    Estas minutas dejan algunas dudas. Seguramente Brigham no estaba diciendo que JoSmith no organiz la Sociedad de Socorro. Eso es un hecho establecido. Entonces, Ququiso decir cuando dijo que Jos no lo inici? Tal vez la pista yace en la primera lnea, lasMujeres nunca pueden poseer el Sacerdocio aparte de sus esposos. La confusin sobre larelacin de la Sociedad de Socorro con la autoridad del sacerdocio se hara ms profundpero los enlaces vitales ya haban sido establecidos entre la Sociedad de Socorro y el ejercde los dones espirituales, el sacerdocio, y el templo.

    Las Reuniones de bendiciones , que haban sido una caracterstica de la vida espiritualtanto de Kirtland como Nauvoo, continuaron. En ellas, los Santos a menudo combinaban imposicin de manos para las bendiciones de salud, lenguas, y profeca. El diario de ElizaSnow contiene numerosas referencias a estas ocasiones. Por ejemplo, el 1 de enero de 184escribi acerca de recibir una bendicin por medio de nuestra amada madre Chase y lahermana Clarissa [Decker] por medio del don de lenguas, agrega: Describir la escenaestara ms all de mi poder. (Snow, 1 Ene. 1847). Este grupo de mujeres enseara a variasgeneraciones siguientes de mujeres mormonas sobre los dones espirituales.

    Otra prctica surgi de las ordenanzas que los Santos haban recibido en el Templo dNauvoo. El lavamiento y la uncin de los enfermos se convirtieron en una prctica comentre los miembros de la Iglesia, especialmente las mujeres. Era costumbre que la persoque administra una bendicin ungiera con aceite la parte del cuerpo necesitada de curacinpor ejemplo, un dolor en el hombro o tal vez una pierna aplastada. Por ejemplo, en 184Eliza Jane Merrick, una conversa inglesa, report sanar a su hermana: Le ung el pecho conel aceite que consagraron, y tambin le di un poco internamente Continu muy enfermatoda la noche: su respiracin entrecortada, y la fiebre muy alta. Le ung de nuevo el pecho

    el nombre del Seor, y ped sus bendiciones; me hizo la gracia de escucharme, y en transcurso de veinticuatro horas, ella estaba bien, como si nada hubiera pasado. (Merrick1849, 205) Se puede ver fcilmente lo inapropiado que los hombres ungieran a las mujeren tales casos.

    Sin embargo, haba quienes cuestionaban la correccin de tales prcticas por las mujerelos dos hilos de la confianza y la duda comenzaron a entrelazarse. El diario de Mary Ell Able Kimball registra una visita el 2 de marzo de 1857 para lavar y ungir a una muenferma quien inmediatamente se sinti mejor. Pero despus de regresar a casa,

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    Pens en las instrucciones que haba recibido de vez en cuando que el sacerdocio no eraconferido a las mujeres. En consecuencia le pregunt al Sr. Kimball [su esposo, Heber C.] siuna mujer tena el derecho a lavar y ungir a los enfermos para la recuperacin de su salud o esuna burla hacerlo as. l respondi, en tanto que son obedientes a sus maridos tienen derechoa administrar de esa manera en el nombre del Seor Jesucristo, pero no por la autoridad delsacerdocio investido en ellas, porque esa autoridad no se le da a la mujer.

    Mary Ellen concluy con el tipo de argumento que calmara los temores de las mujerdurante las siguientes cuatro dcadas:Tambin dijo que podran administrar por medio dela autoridad dada a sus maridos, en la medida en que eran uno con su marido (Marzo de1857).

    En otras ocasiones, el concepto que las mujeres poseen el sacerdocio en relacin con sesposos, se vio reforzada cuando los esposos y esposas se unieron para bendecir a sus hijEl hijo del mismo nombre de Wilford Woodruff, apenas ordenado sacerdote, estaba apunto de comenzar sus funciones. El futuro presidente de la Iglesia reuni a su familia ede febrero de 1845. Su padre y madre [Phoebe Carter Woodruff] pusieron sus manossobre l y le bendijeron y dedicaron para el Seor (Woodruff 4:244). El 8 de septiembre de

    1875, George Goddard registr un incidente similar acerca de su hijo de diecisis aoBrighamH. En su cumpleaos, su madre y yo, pusimos nuestras manos sobre su cabeza ypronunciamos una bendicin de padres sobre l.

    Aunque estas aplicaciones de la fe eran amorosos y naturales, la cuestin que las mujetuvieran la autoridad del sacerdocio, segua siendo controversial. Zina Huntington, uesposa plural, primero de Joseph Smith y de Brigham Young despus, recibi la bendicipatriarcal de John Smith, el to de Jos, en 1850, que declaraba: "El sacerdocio en plenitud

    y ser Conferido sobre ti (Smith 11:6). 2 Sarah Granger Kimball, cuya idea era organizar alas mujeres de Nauvoo, haba utilizado la estructura del sacerdocio como modelo para Sociedad de Socorro en su barrio, completo con diaconisas y maestras (S. Kimball 1868). embargo, John Taylor, quien originalmente haba ordenado en esos primeros oficios emarzo de 1842, explic que algunas de las hermanas han pensado que estas hermanasmencionadas fueron, en esta ordenacin, ordenadas al sacerdocio [pero] no es elllamamiento de estas hermanas poseer el Sacerdocio, solo en relacin con sus maridosiendo uno con sus maridos (JD 21:367-68). Esta declaracin de 1880 permaneci comointerpretacin oficial.

    El 23 de diciembre de 1881, el aniversario del cumpleaos de Jos Smith, ZinHuntington Young registr en su diario que lav y ungi a una mujer por su salud, yadministr a otra por su odo, luego record sobre los das en Nauvoo. He practicadomucho con Mu Hermana Presendia Kimball mientras estbamos en Nauvoo y desdentonces, antes de la muerte de Jos Smith. l bendijo a las Hermanas para bendecir a loenfermos. Luego el 3 de septiembre de 1890, anot que el Obispo Newel K. Whitn ey hababendecido a las hermanas para que tuvieran fe para administrar a sus propias familias en fehumilde, sin decir por medio de la Autoridad del Santo Sacerdocio, sino en el nombre d

    Jesucristo. Ella por lo tanto hace una distincin directa entre las bendiciones de las mujere

    2 Declaraciones como esta a veces son desechadas como referencias a la ms alta ordenanza de la iglesia, la segunda uncin" o "plenitud del sacerdocio", pero esa la ordenanza de hecho confiere el poder delsacerdocio sobre las mujeres. Ver Buerger 1983.

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    y las bendiciones del sacerdocio. Seis meses antes ella haba visitado a su hijo enfermo administr (Young, Journal, 5 March 1890). (5)

    Pero las declaraciones sobre la sanacin por las mujeres y las funciones del sacerdochaban estado creando confusin entre algunos miembros de la Iglesia durante varios aoEn 1878, Angus Cannon, presidente de la Estaca Salt Lake, haba anunciado:Las hermanastienen derecho a ungir a los enfermos y orar al Padre para sanarlos, y ejercer esa fe que vprevalecer con Dios, pero las mujeres deben ser cuidadosas con la forma en que utilizan autoridad del sacerdocio al administrar a los enfermos. Dos aos despus, el 8 de agosto de1880, un discurso de John Taylor sobre El Orden y los Deberes del Sacerdocio reafirmque las mujeres poseen el sacerdocio, solamente en conexin con sus esposos, siendo unocon sus esposos (JD 21:368).

    Una circular de la Primera Presidencia ese octubre estipulaba que las mujeresno debenser ordenadas a ningn oficio en el sacerdocio, sino que puede ser nombradas Ayudas Asistentes, y Presidentas, entre su propio sexo y que la uncin y la bendicin de losenfermos no eran funciones oficiales de la Sociedad de Socorro ya que cualquier miembde la Iglesia fiel podra realizar las acciones. Las mujeres podan administrar a los enfermen sus respectivas familias. Este reconocimiento plante otra pregunta: Qu pasa con laadministracin a los que estn fuera del crculo familiar? No dieron ninguna respuesaunque sin duda se haba establecido la prctica de llamar a los lderes o a las hermanaOtra cuestin era si las mujeres tenan que ser apartadas para bendecir a los enfermos. E1884, Eliza R. Snow afirm:Cualquiera de las hermanas que honren sus santos dones, noslo tienen el derecho, sino que deben sentir que es un deber, siempre que sean llamadas administrar a nuestras hermanas en estas ordenanzas, las cuales Dios ha comprometidgenerosamente a sus hijas, as como a sus hijos (Snow, 1884).

    Dos puntos de vista diferentes estaban ahora en la imprenta. Eliza Snow y la PrimePresidencia estaban de acuerdo en que la Sociedad de Socorro no tena el monopolio de l

    ordenanza de la administracin por y para las mujeres. La Primera Presidencia, sin embargda a entender que la ordenanza ahora debe limitarse a la familia de la mujer, sin especificningn requisito, excepto la fidelidad. Eliza Snow, por otra parte, no haba dicho nada dlimitar las administraciones a la familiaefectivamente, la implicacin est clara quecualquiera con necesidad de una bendicin debera recibirlapero dijo que solamente lasmujeres que haban sido investidas podran oficiar.

    Cuando precisamente el mismo acto se llevaba a cabo y casi las mismas palabras erusadas entre las mujeres en el templo, entre las mujeres fuera del templo, y entre lohombres administrando a las mujeres, la diferenciaen la mente promediode hecho se volvi sombra.

    A pesar de la ambigedad creciente cuando se cerraba el siglo XIX, las hermanaprincipales haban mantenido con xito su derecho a ejercer el don de la bendicin y habasido apoyadas por la jerarqua eclesistica. El siglo XX vera un cambio definitivo.

    Louisa "Lula" Greene Richards, ex editora delWoman's Exponent , escribi una carta untanto lacnica al presidente Lorenzo Snow el 9 de abril de 1901 en relacin con un artcuque haba ledo en el Deseret News. Se haba declarado:El Presbtero, Maestro o diconopueden administrar a los enfermos, y as puede un miembro, hombre o mujer, pero ningun

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    de ellos puede sellar la uncin y bendecir, porque la autoridad para hacer eso recae en esacerdocio segn el orden de Melquisedec. Lula escribi:

    Si la informacin proporcionada en la respuesta es absolutamente correcta, entonces yo ymiles de otros miembros de la Iglesia han sido mal informados y estamos trabajando bajo unerror muy grave, que sin duda debe ser corregido con autoridad. La hermana Eliza R. Snow

    Smith [la hermana de usted], desde el profeta Jos Smith, su marido, ense a las hermanasen su da, que una parte muy importante de la ordenanza sagrada de las administraciones alos enfermos era el sellamiento de la uncin y bendecir, y nunca debera omitirse. Yseguimos continuamente el patrn que nos dio. No sellamos en la autoridad del sacerdocio,sino en el nombre de nuestro Seor y Salvador, Jesucristo.

    No hay registro de la respuesta de Snow.En los prximos aos, una definicin emergente de la autoridad del sacerdocio y u

    mayor nfasis en su importancia eliminaran las responsabilidades espirituales de las muje y vincularan esos derechos con el sacerdocio solo. Las declaraciones autorizando continuacin de las bendiciones de las mujeres slo se sealaron su dependencia de espermiso. En algn momento durante la primera dcada del nuevo siglo, la Sociedad dSocorro circul una carta llamada simplementeRespuestas a Preguntas. Sin fecha, queterminaba con la anotacin: Aprobado por la Primera Presidencia de la Iglesia. Puedehaber sido una respuesta a una leccin sin firma delYoung Woman's Journal de 1903 queafirmaba que Solamente el ms alto o Sacerdocio de Melquisedec tiene el derecho aimponer las manos para la sanar de los enfermos, o para dirigir la administracin aunqueorar por los enfermos es el derecho que necesariamente pertenece a todo miembro de lIglesia ("Gifts" 1903, 384). Esta puede ser la primera publicacin que afirma que solamenel Sacerdocio de Melquisedec tena autoridad para sanar. La carta aprobada de la Sociedde Socorro, sin embargo, indicaba claramente que cualquier mujer investida tena autoridpara realizar tales servicios y que estas bendiciones no estaban confinadas a su familia. Ecarta tambin adverta a las mujeres que evitaran semejanzas, en el lenguaje, con las for

    del templo, y aunque las bendiciones deberan ser selladas, las hermanas no necesitaban a poseedor del sacerdocio para hacerlo.Pero la primera generacin que haba enseado que las mujeres posean el sacerdocio e

    conexin con sus esposos estaba muriendo. En 1907 elImprovement Era public elreferndum: Una esposa posee el sacerdocio con su marido? y puede ella imponer lasmanos sobre los enfermos con l, con autoridad? Hablando para una nueva generacin, elPresidente Jos F. Smith respondi:

    Una esposa no posee el sacerdocio en conexin con su esposo, pero disfruta losbeneficios de ello con l; y si a ella se le solicita que imponga las manos sobre los enfermos,con l, o con cualquier otro oficiante poseedor del sacerdocio de Melquisedec, puedehacerlo as con toda propiedad. No es algo inusual que un hombre y una mujer de maneraunida administren a sus hijos, y siendo el esposo el vocero, puede apropiadamente expresarcomo cortesa Por la autoridad del santo sacerdocio investido en nosotros (Smith 1907,308).

    Durante los primeros aos del siglo XX, una definicin ms clara del sacerdocio surgtrayendo con ella una redefinicin del papel de las mujeres. En 1901 B. H. Robertsmiembro del tercer qurum presidente, los Setentas, lamentaba cun comn pareca serposedo el sacerdocio e insista que el respeto para el Sacerdocio iba mucho ms all delrespeto a las Autoridades Generales para incluir a todos los que poseen el Sacerdocio

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    presidentes de estacas, Obispos los Presbteros, que ensean el Evangelio en las charlasfogoneras del pueblo y los ms humildes que poseen ese poder (CR Oct. 1901, 58). Deeste modo, el sacerdocio era definido no solamente como un poder de Dios, sino tambicomo el hombre sobre el que fue conferido. Las declaraciones como esta ensamblaron lprctica de referirse a todos los miembros varones ordenados como el sacerdocio.

    Por 1913, es evidente que el sacerdocioes decir, por entonces, la estructura de autoridadde la Iglesiatambin tena autoridad sobre esos dones que una vez haban sido el derechode todo miembro de la casa de fe.

    Las actas de la Mesa Directiva General de la Sociedad de Socorro para el 7 de octubre d1913 registran una preocupacin creciente de la Presidente Emmeline B. Wells: En losprimeros das en Nauvoo las mujeres administraban a los enfermos y muchos fueron sanada travs de su administracin, y aun cuando algunos de los hermanos no aprueban esto, es esperar que la bendicin no ser quitada de nosotros (4:124). Este parece ser el primerreconocimiento que la jerarqua de la Iglesia desaprobaba la prctica.

    En respuesta a la declaracin del Presidente Joseph F. Smith que las auxiliares nos son

    independientes del sacerdocio del Hijo de Dios, la Sociedad de Socorro explic en suBulletin de Febrero de 1914, que todos los sistemas tienen su ley. La Iglesia tiene la ley deDios y define el sacerdocio como

    el poder para administrar en las ordenanzas del Evangelio Quienes presiden sobre lasorganizaciones auxiliares reciben su autoridad del Sacerdocio presidente. Las mujeres noposeen el Sacerdocio. Este hecho debe ser encarado serenamente por las madres y explicadoclaramente a las mujeres jvenes, porque el espritu que ahora est afuera en el mundo haceque la demanda de las mujeres por todo lugar y oficio disfrutado por los hombres, y unoscuantos ms que los hombres no pueden entrar. Las mujeres en esta Iglesia no deben olvidarque tienen derechos que los hombres no poseen.

    El escritor no especifica estos derechos, pero asegura a las mujeres que la mujer superise casar con el correcto, identificable porque ser tan slo uno o ms grados superior eninteligencia y poder a la mujer superior. En cualquier caso, si l posee el sacerdocio, lasmujeres en todas partes deben rendir esa reverencia y obediencia que pertenece porderecho al Sacerdocio que posee. (pp. 1-3)

    Una carta de octubre de 1914 a los obispos y presidentes de estaca, del Presidente JosepF. Smith y sus concejeros, estableci una poltica oficial sobre los lavamientos y unciones anuestras hermanas como preparacin para su parto. Despus de afirmar que las hermanaspueden lavar, ungir, sellar unciones, y bendecir a una mujer antes de dar a luz, la cardeclara: Sin embargo, siempre debe recordarse que el mandato del Seor es llamar a loslderes para administrar a los enfermos, y cuando sean llamados, se les debe pedir que unjal enfermo o sellen la uncin.

    Por 1921 las declaraciones concernientes a las mujeres y su relacin con el sacerdociohaban vuelto ms estrechas. En la Conferencia de Abril, Rudger Clawson el Qurum de Doce dijo a los miembros de la iglesia: El Sacerdocio no es recibido, o posedo, o ejercidoen ningn grado, por las mujeres de la Iglesia; pero no obstante, las mujeres de la Igledisfrutan las bendiciones del Sacerdocio a travs de sus esposos (CR April 1921, 24-25).Ms tarde en la misma conferencia, Charles W. Penrose, de la Primera Presidencia, srefiri a los comentarios del lder Clawson y agreg su propio comentario:

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    Parece que hay un renacimiento de la idea entre algunas de nuestras hermanas que ellasposeen el sacerdocio Cuando una mujer se sella con un hombre que posee el sacerdocio,ella se convierte en uno con l Ella recibe las bendiciones en asociacin con l Lashermanas me han dicho a veces,Pero, tengo el sacerdocio con mi marido. Bien,pregunt, qu oficio del sacerdocio posee? Entonces ella no pudo decir nada ms. Lashermanas no son ordenadas a ningn oficio en el sacerdocio y hay autoridad en la Iglesia queno pueden ejercer: no pertenece a ellas, no pueden hacer eso correctamente ms de lo quepueden cambiarse a s mismas en hombre. Ahora, hermanas, no tomen la idea que quierotransmitir que no tienen bendiciones o la autoridad o el poder perteneciente al sacerdocio.Cuando se sellan a un hombre de Dios que lo posee y que, mediante la superacin, heredala plenitud de la gloria de Dios, usted comparte eso con l, si est en forma para ello, ysupongo que lo estar (CR 04 1921, 108).

    Esta explicacin ms detallada no aclar mucho. Incluso si una mujer era "uno" con marido poseedor-del-sacerdocio, ella an no poda hacer nada, como resultado de esa uniPor otra parte, el presidente Penrose dio la impresin que el sacerdocio no existe aparte dlos oficios del sacerdocio. Luego inform de mujeres que le preguntan "si ellas no tenanderecho de administrar a los enfermos" y, citando la promesa de Jess a sus apstoles de

    seales que seguirn a los creyentes, reconoci que podra haberocasiones en las que tal vez sera prudente para una mujer imponer sus manos sobre un

    nio, o una sobre otra a veces, y se han producido los nombramientos hechos para nuestrashermanas, algunas buenas mujeres, para ungir y bendecir a otras de su sexo, que esperan pasarpor momentos de gran prueba personal, dolores ylabor de parto, as que est bien, hastadonde va. Pero cuando las mujeres circulan y declaran que han sido apartadas paraadministrar a los enfermos y tomar el lugar que es dado a los ancianos de la Iglesia porrevelacin, segn lo declarado a travs de Santiago de la antigedad, y por medio del profeta Jos en los tiempos modernos, es una suposicin de autoridad y contrario a las Escrituras, quecuando las personas que estn enfermas se llamar a los lderes de la Iglesia, y orarn porellos y oficialmente impondrn las manos sobre ellos (CR 04 1921, 198).

    Aun cuando el Presidente Penrose cit aqu la autoridad de Jos Smith y aun cuando JoSmith desde luego haba enseado la propiedad y la autoridad de los lderes para sanar a lenfermos, el Profeta haba citado esa misma escritura en la reunin de la Sociedad dSocorro del 12 de abril de 1842 pero, irnicamente, haba hecho un comentario muydiferente:Estas seales seguirn a todos los que crean ya sea hombre o mujer.

    Otra aclaracin de la posicin de las mujeres lleg en 1922 cuando la PrimeraPresidencia, consistente entonces de Heber J. Grant, Charles W. Penrose, y Anthony WIvins emiti una circular definiendo los propsitos de cada organizacin auxiliar. LSociedad de Socorro fue primero:Las mujeres, no siendo herederas del sacerdocio exceptocuando lo disfrutan y participan en las bendiciones a travs de sus maridos, no estidentificadas con los qurumes del sacerdocio (Clark 4:314-15). El patrn de eliminar a lasmujeres de la esfera de todo lo relacionado con el papel del sacerdocio masculino, ahora haba establecido, clarificado, y validado.

    La fuerza de ese patrn puede ser visto a travs de una carta de Martha A. Hickman dLogan, que en 1935 escribi a la presidenta general de la Sociedad de Socorro, Louise YaRobison, preguntando si eraortodoxo y aprobado que las mujeres realizaran lavamientos yunciones de mujeres a punto de dar a luz.Hemos oficiado en esta capacidad unos diezaos, he disfrutado nuestro llamamiento, y he sido apreciada. Sin embargo, ya que laspreguntas [sobre laortodoxia ] se han planteado, no nos sentimos totalmente cmodas. Nos

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    gustara estar en armona, as como tambin ser capaces de informar correctamente a quienbuscan informacin. (Hickman 1935)

    La Hermana Robison respondi la pregunta a travs de la presidenta de la Sociedad dSocorro de la Estaca en Logan.

    En referencia a la cuestin planteada [por Martha Hickman], podemos decir que esta bellaordenanza siempre ha estado con la Sociedad de Socorro, y es nuestra sincera esperanza quepodamos seguir teniendo ese privilegio, y hasta la actualidad, los Presidentes de la Iglesiasiempre nos lo han permitido. Hay algunos lugares, sin embargo, donde una posicindefinitiva en contra de ella ha sido tomada por las autoridades del sacerdocio, y donde tal es elcaso, no podemos hacer otra cosa que aceptar su voluntad en el asunto. Sin embargo, cuandoles es permitido a las hermanas hacer esto para las futuras madres, deseamos que se haga muysilenciosamente Es algo que debe ser tratado con mucho cuidado, y como ya hemossugerido, sin sacarlo a la vista o discusin de la misma. (Robison y Lund 1935)Obviamente, las bendiciones no realizadas por los poseedores varones del sacerdoc

    ahora eran sospechosas.El ao siguiente Joseph Fielding Smith, que pronto llegara a ser presidente del Quru

    de los Doce, escribi a Belle S. Spafford, nueva presidenta General de la Sociedad dSocorro y sus consejeras, Marianne C. Sharp y Gertrude R. Garff:Si bien las autoridades dela Iglesia han dictaminado que es permisible, bajo ciertas condiciones y con la aprobacin sacerdocio, que las hermanas laven y unjan a otras hermanas, sin embargo, sienten que mucho mejor para nosotros seguir el plan que el Seor nos ha dado y enviar por los lderde la iglesia para que vengan a bendecir a los enfermos y afligidos (Clark 4:314). Porsupuesto, sera difcil para una hermana decir queno desea seguirel que el Seor nos hadado al pedir la administracin de sus hermanas en lugar de los lderes. La carta de JosFielding Smith termin oficialmente las bendiciones de las mujeres, donde todava no haban dejado. Aunque algunos casos modernos de mujeres que bendicen han salidrecientemente a la luz,3 no hay ms evidencia de bendiciones dadas en conjunto con laSociedad de Socorro. Durante las tres dcadas siguientes otros pronunciamientos de lderde la Iglesia destacaron ms el papel masculino del sacerdocio. J. Reuben Clark, Jmiembro de la Primera Presidencia, defini el sacerdocio en 1940 comola autoridad deDios conferida sobre los hombres para representarle en ciertas relaciones por medio y entlos hombres y entre los hombres y Dios. Pero en el resto de su discurso, el Presidente Clarkse refiri a s mismo y a otros miembros varones comoel Sacerdocio en lugar de hombrescon la autoridad del sacerdocio, el poder, o llamamientos (CR April 1940, 152-54).

    3 Desde la publicacin de parte de este ensayo en 1981 (n. 1), como diez mujeres me han contado susexperiencias en el ejercicio de los dones espirituales. Dos mujeres, en casos separados, cada una bendijo ysan a un nio a su cuidado. Ninguna de estas mujeres haba discutido nunca antes la bendicin por temorque se le considerara inapropiado. Otra mujer recogi el en sus brazos el frgil cuerpo de su hermanaacosada por el cncer, y la bendijo con un da libre de dolor. Varias mujeres reunidas bendijeron a una amigantima justo antes de su histerectoma. Una hija cont de una bendicin administrada a ella por su madre,para el alivio de los intensos espasmos menstruales. Otras pidieron que su experiencia no fuera mencionada de nuevo, temiendo que lo que haba sido personal y sagrado para ellas fuera malentendido y visto comoinapropiado por otros. Por supuesto, la misma clase de bendiciones, cuando son realizadas por poseedoresdel sacerdocio, generalmente son contadas en las reuniones pblicas de la Iglesia como experienciaspromotoras de la fe y son aceptadas en ese espritu por los miembros de la iglesia.

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    En 1956, cuando el Apstol Marion G. Romney habl de los dones espirituales en lconferencia general, no hizo mencin de las mujeres:Los hombres justos, que poseen elsanto sacerdocio del Dios viviente e investidos con el don del Espritu Santo, que magnifisus llamamientos son los nicos hombres sobre la tierra con el derecho a recibir y ejercerlos dones del espritu (CR April 1956, 72).

    La influyente revisin del Apstol John A. Widtsoe de suPriesthood and ChurchGovernment habla de los poderes del sacerdocio. El captulo sobre los dones espirituales sexamina cada uno de ellos despus de una introduccin que anuncia que "los doneespirituales son debidamente disfrutados por los santos de Dios, bajo la direccin delos que Dios nombrare y ordenare sobre la Iglesia es decir, el sacerdocio y sus funcionarios (Widtsoe 1954, 38-39). La discusin de la revelacin, el discernimiento, la curacin, traduccin, y el poder sobre el mal no hace reconocimiento que pueden existir estos donfuera del grupo de sacerdocio ordenado.

    Sobre las mujeres, el lder Widtsoe escribi el frecuentemente citado pasaje:El hombreque arrogantemente siente que es mejor que su esposa porque l posee el sacerdocio, hfracasado completamente en comprender el significado y propsito del Sacerdocio. Porqu? Porqueel Seor ama a Sus hijas tanto como a Sus hijos y los hombres nuncapueden elevarse por encima de las mujeres que les dan a luz y los nutren, la mujer tiene sudon de igual magnitud, la maternidad (Widtsoe 1954,89-90).

    Desde la dcada de 1950 hasta principios de la dcada de 1980, la igualdad ciudadanpara las mujeres en el reino parece haber sido remplazada con la glorificacin de lmaternidad, ignorando de este modo a las mujeres solteras o sin hijos e ignorando tambinpaternidad como el equivalente de la maternidad. Limitar la definicin del sacerdocioprincipalmente funciones eclesisticas y administrativas tiende a limitar los papeles de amsexos. Cualquier cosa considerada tradicionalmente comomasculina en la Iglesia hallegado a ser adosado exclusivamente al sacerdocio, y este nfasis acentaincluso aumenta

    las diferencias entre los sexos en lugar de concentrar o expandir los papeles de ambos. Aunque se puede argumentar que las funciones de la madre de embarazo, nacimiento lactancia estn equilibradas con las del padre de dar un nombre y bendecir, bautizaconfirmar, y ordenar a sus hijos, estos actos no quitan del padre la responsabilidad de crianza del da a da. Y aun cuando el padre a menudo es admitido a la sala de parto parpresenciar el nacimiento de sus hijos y ser una parte del proceso de nacimiento y unin,madre todava no es invitada a los crculos de bendicin. Si las mujeres, verdaderamenposeen el sacerdocio con sus esposos, su presencia debera ser bienvenida, particularmen ya que padres sin sacerdocio algunas veces son admitidos en el crculo de bendicin. Toesto a un lado, las responsabilidades de la paternidad estn siendo cada vez ms acentuadpor los lderes de la Iglesia, movindonos hacia un modelo de sacerdocio ms inclusiv

    fraternidad masculina-fraternidad femenina, maternidad-paternidad, todo funcionando enmbito ms amplio del sacerdocio compartido.La equivalencia maternidad-sacerdocio ignora tambin el hecho que las mujeres desde

    el principio de la historia de la Iglesia no sacrificaron su importante papel como madrmientras participaban plenamente de los dones espirituales del evangelio. Tampoco haevidencia que sugiera que las actividades espirituales de las mujeres o su independendentro de la organizacin de la Sociedad de Socorro en manera alguna disminuyeran lopoderes del sacerdocio de los hombres o su ejercicio de ellos.

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    Aunque muchas obras destinadas a explicar ellugar exaltado de las mujeres mormonashan aparecido recientemente, han sido, en general, histricamente poco profundas.4 Sinembargo, tan recientemente como enero de 1981, James E. Faust del Qurum de los Docedijo a un grupo de psicoterapeutas mormones:El sacerdocio no solo est centrado en el varno esposo, sino que alcanza su potencial solamente en la relacin eterna del esposo

    la esposa compartiendo y administrando estas grandes bendiciones para la familia (Faust1981, 5). Y la gua de estudio 1980-81 del Sacerdocio de Melquisedec cita al Preside

    Joseph Fielding Smith:No hay nada en las enseanzas del evangelio que declare que loshombres son superiores a las mujeres Las mujeres no poseen el sacerdocio, pero si sonfieles y verdicas, llegarn a ser sacerdotisas y reinas en el reino de Dios, y eso implica quser dada la autoridad (McConkie 3:178).

    Aunque el pndulo ha oscilado lejos de la visin proftica de Jos Smith de las mujercomo reinas y sacerdotisas, poseedoras de las llaves de las bendiciones y dones espiritualas declaraciones del lder Faust y el Presidente Smith pueden sealar una reevaluaciteolgica del papel de la mujer. Un redescubrimiento de la historia de los dones espiritualde las mujeres mormonas ha despertado tambin el inters en la idea de madres y padre

    ungiendo de manera conjunta y bendiciendo a sus propios hijos; de esposos recibiendcomo Wilford Woodruff, bendicionesde sus esposas (CR Oct. 1910, 20; Oct. 1919, 31); demadres estando en el crculo cuando sus bebs son bendecidos; de mujeres bendicindosunas a otras o a sus hijos (una bendicin de madre) en momentos de necesidad especial, dmujeres as como hombres de manera conjunta ejerciendo los dones espirituales ebeneficio uno de otro. Una comprensin ms amplia, ms inclusiva, del sacerdocio podrfortalecer los lazos maritales y familiares y de nuevo permitir a las mujeres solteras compms plenamente en los dones del espritu, que en na vez fueron comunes en la casa de fEsto podra significar una revisin de la poltica SUD de ordenar mujeres a los oficios sacerdocio o podra significar simplemente hacer cambios en elManual General deInstruccin que podra revertir la ola que ha despojado a las mujeres de estas oportunidade

    a travs de ms de cien aos de desarrollo de polticas.

    4 El ms ambicioso, Oscar W. McConkie, She Shall Be Called Woman [Se Llamar Mujer] (Salt Lake City:Bookcraft, 1979), afirma que la naturaleza eterna de las mujeres es diferente en esencia de la de loshombres, que el papel principal de las mujeres en la vida (y la principal contribucin a la Iglesia) es lamaternidad, que las mujeres tienen mayor sensibilidad para las verdades espirituales y que los esposos

    justos son el salvador de las esposas. Adems, reconoce la responsabilidad igual de los padres en la crianzade los hijos y declara que muchos de los hermanos, que aparte de eso son cristianos disciplinados, ejerceninjusto dominio sobre las mujeres (pp. 117, 4, 124).

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    BIBLIOGRAPHY A menos que se indique lo contrario, todos los manuscritos estn en los Archivos d

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    Traduccin:

    Max Ruiz M.

    Enero 2014