Las Independencias Hispanoamericanas
-
Upload
carlos-mario-salazar -
Category
Documents
-
view
2 -
download
1
description
Transcript of Las Independencias Hispanoamericanas
LAS INDEPENDENCIAS HISPANOAMERICANAS: EFEMÉRIDES Y TENDENCIAS
HISTORIOGRÁFICA
Carlos Mario Salazar Cera
El acervo bibliográfico referente a las independencias hispanoamericanas, sugiere una
versión particular sobre este hito. Esta explicación, que dista de la que oficialmente ofrecen
los gobiernos y Estados latinoamericanos, difiere en varios puntos, desde las fechas que se
toman como referencia, hasta el papel que jugaron líderes políticos y militares.
En este sentido, el presente escrito esboza la tendencia historiográfica que consideramos
pertinente para abordar el problema investigativo en el que se ha constituido la
independencia de los actuales países latinoamericanos. Planteamos nuestra aprobación por
la tesis de Anthony McFarlane, que le resta heroísmo a la “gesta del 20 de julio de 1810”,
en el caso colombiano.
El texto está organizado del siguiente modo: una introducción en la que se plantea el
problema del ensayo. Posteriormente, se desarrolla el debate que se observa tras la lectura
de tres historiadores sobre las independencias hispanoamericanas. Finalmente, se ofrecen
las conclusiones del ejercicio elaborado.
En el año 2010, algunos países, entre ellos Colombia, emprendieron las celebraciones del
bicentenario de sus independencias. Entre las conmemoraciones, el primer renglón lo
ocuparon las efemérides. El 20 de julio se convirtió entonces, al igual que todos los años,
en la fecha conmemorativa que evocaba la independencia del país.
A todo este movimiento histórico-político, vino también una respuesta académica. La que
consideramos pertinente para los propósitos de este ensayo es un capítulo escrito por
Anthony McFarlane en una compilación de Marco Palacios. En su capítulo, McFarlane,
argumenta, entre otros hechos, que en el año 1810 no hubo gritos de independencia en las
Juntas de autogobierno que se crearon en Hispanoamérica.
Tras la captura de Fernando VII a mano de Napoleón Bonaparte en 1808, el reino Español
presenció una “multiplicación de la soberanía”. Es decir, ante la ausencia del Rey, se
suponía que la soberanía debía volver a su fuente, que era el pueblo. Sin embargo, el pueblo
era entendido como la élite que rodeaba al Fernando VII, y de este modo, se organizaron en
Juntas de autogobierno que tenían como propósito gobernar en nombre del Rey, lo que
significa que en ningún momento dejaron de ser leales a la Corona.
Por otra parte, hubo procesos políticos y económicos que marcaron la ruptura de la línea
que mantuvo tranquilos a los sectores de la élite criolla hispanoamericana. Tal relación, era
sostenida por el la conveniencia económica que representaba para los hacendados criollos
el vínculo comercial entre la Metrópoli y sus colonias. Por ejemplo, se debe recordar que
Simón Bolívar era poseedor de haciendas cacaoteras en Venezuela, y sus productos eran
exportados a España.
Este status quo, sería quebrantado tras las Reformas borbónicas, que definitivamente
buscaron españolizar la burocracia del imperio y exprimir a los habitantes de
Hispanoamérica con nuevos impuestos como medidas de crecimiento económico.
El crecimiento económico si vendría en los periodos inmediatos, pero el costo del
crecimiento sería para España el desprendimiento de sus colonias por la vía militar, como
únicamente podía darse en el contexto del siglo XVIII.
Después de las Reformas borbónicas, el imperio español habría de perder definitivamente
sus dominios en América. Los procesos de descolonización fueron más o menos parecidos.
Un caso ilustrativo es Nueva España, actualmente México.
El territorio de Nueva España era conocido por sus grandes minas de plata. Era también
conocida por ser la provincia más grande y educada del imperio español, solo era superada
por Madrid, capital del reino. Después de las Reformas borbónicas, la élite criolla de nueva
España no se resintió tanto como la de los virreinatos de Nueva Granada y El Río de la
Plata. Por este motivo, no apoyaron en principio la rebelión del “cura” Miguel Hidalgo.
Sería con posterioridad que las diferentes capas de la sociedad convergerían en la lucha por
la independencia definitiva de España, tal y como sugiere John Lynch.
CONCLUSIONES
El anterior ejercicio ofrece una alternativa a la visión tradicional de la independencia que es
ofrecida en algunos países, como Colombia, por ejemplo.
A pesar de que sea la “versión oficial” de la historia, no debemos declarar de antemano
nuestra aceptación y compromiso con ella. En estas pocas líneas, pudimos ver que en
efecto, los procesos de independencia no se dieron en 1810. Podríamos decir incluso que la
primera década del siglo XIX fue una fase de incubación de los cuadros y problemas que
darían el golpe certero a un reino que en cuatro siglos de colonización a territorios ricos en
materias primas, no fue capaz de desarrollar su aparato productivo y darle valor agregado a
algún bien o servicio.
Queda entonces el camino descubierto para que posteriores investigaciones busquen seguir
irrumpiendo en la desmitificación de efemérides y demás hitos construidos para fortalecer
una idea política.