LAS FINANZAS Y EL PODER - Por Joaquín Bochaca

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    LAS FINANZAS YEL PODER

    Por Joaqun Bochaca

    El simbolismo del dlar es claramente visible. Obsrvese la estrella formada a su vezpor estrellas que se halla sobre el escudo de los Estados Unidos, as como el simbolismo de laizquierda, pirmide y tringulo con la sugerente inscripcin Nuevo Orden de los SiglosTrascripcin de la 5 edicin.

    * * *

    Permitidme fabricar y controlar el dinero de una nacin, y ya no me importa quienessean sus gobernantes. Rothschild

    Me temo que al hombre de la calle no le gustar saber que los bancos pueden crear y de hecho crean dinero. El volumen de dinero en existencia vara solamente con la accin de los

    bancos aumentando y reduciendo sus prstamos. Cada prstamo o cuenta en descubierto creadinero. Y los que controlan el crdito de una nacin, dirigen la poltica de su gobierno y tienenen sus manos el destino del pueblo. Reginald McKenna, miembro de la Cmara de losComunes; discurso en el Midland Bank, enero 1924.

    Poder inmenso y desptica dominacin econmica estn concentrados en manos deunos pocos. Este poder deviene particularmente irresistible cuando es ejercido por los que,controlando el dinero, gobiernan el crdito y determinan su concesin. Ellos suministran, poras decirlo, la sangre de todo el cuerpo econmico, y la retiran cuando les conviene: como siestuviera en sus manos el alma de la produccin de manera que nadie ose respirar contra suvoluntadS.S. Po XI, Quadragesimo Anno.

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    En el mundo civilizado hay suficientes primeras materias, trabajo, maquinaria, mano deobra especializada, conocimientos cientficos y tecnolgicos y, en general, riqueza suficientepara alimentarms an sobrealimentar- a sus habitantes. No obstante, en ese mundo civilizadose producen, regularmente, cclicamente, crisis econmicas, paro obrero y su corolario: el hambre. La ciencia econmica ortodoxa explica este fenmeno de los ciclos de prosperidad ycrisis hablndonos de prosperidad ficticia y de exceso de produccin, y llega a la inslitaconclusin de que es lgico y natural que las gentes se mueran de hambre y miseria al lado destocks desbordantes. Particularmente he llegado a la conclusin, de que la llamada cienciaeconmica moderna representa un fenmeno similar al de la pintura que los barbudosintelectuales hippies llaman ultramoderna y los arquelogos antiqusima. Es decir, que es ungigantesco bluff que casi nadie osa denunciar por temor a pasar por indocumentado,retrgrado, etc., ante la masa conformista reverenciadora de las ideas establecidas.

    Por que, dgase lo que se quiera, no es natural luego no es posible- que la gente semuera de hambre y miseria por haber producido demasiados bienes de consumo.

    El Cdigo Penal Espaoly, con l, todos los cdigos penales del mundo- castigan conpenas que pueden llegar hasta la reclusin a perpetuidad a los falsificadores de moneda. Osamossuponer que tan drstica sancin no la imponen los legisladores para castigar al falsario que al

    introducir sus falsos billetes en el mercado obtiene por ellos bienes y servicios, sin trabajar;sino, sobre todo, por que al aumentar artificiosamente la masa de dinero circulante, roba,indirectamente, a todos y cada uno de sus compatriotas. La razn es simple: cuanto ms dineroexiste, en una situacin dada, menos valor tiene. Si una organizacin de falsificadores en granescala consiguiera, por ejemplo, llegar a imprimir tantos billetes falsos como billetes legalesexistieran en el mercado, cada persona se encontrara con que su dinero vala, exactamente lamitad de lo que vala antes de que la organizacin falsaria en cuestin iniciara sus actividades.

    Los falsificadores son autnticos ladrones, puesto que al lanzar moneda nueva, que sesupone legal, al mercado, toman para s una parte del valor del dinero de sus compatriotas, loscuales deben pagar forzosamente por las mercancas y servicios que dichos falsificadorescompran.

    En realidad, cualquier lanzamiento de dinero nuevo al mercado hgalo quin lo haga-

    disminuye el valor del dinero en circulacin. Los propietarios del dinero en circulacin antes dellanzamiento o emisin de dinero nuevo sufren una prdida evidente; y se aperciben de talprdida al comprobar que los precios han subido y que, por va de consecuencia, su dinero valemenos.

    Cundo se produce un lanzamiento de dinero nuevo? En otros tiempos el dinero eraemitido exclusivamente por los Estados, y su creacin se produca a medida que las necesidadesse hacan sentir; como la funcin del dinero no es otra que la de facilitar el pago o intercambiode bienes y servicios, la masa de dinero circulante era relativamente estable en una situacineconmica dada. A veces, el Estado haca una emisin de dinero, que se utilizaba para el pagode trabajos y servicios pblicos, la instruccin popular, las instituciones sanitarias estatales, lahigiene pblica, el Ejrcito y la Polica, el funcionariado, etc. Con la creacin de este dineronuevo por el estado, el pblico los poseedores del dinero- sufra una prdida en el valor del

    mismo (recordemos que cuanto ms dinero hay en el mercado, menos valor tiene y ms subenlos precios), pero esa prdida quedaba compensada, por lo menos en gran parte, por losbeneficios directa o indirectamente reportados a la comunidad por los servicios y trabajospblicos efectuados por el Estado.

    Esto era en otros tiempos...por que, en la actualidad, prcticamente todos los estadoshan abdicado su facultad soberana de crear o emitir dinero, en favor de individuos oinstituciones privadas que son las que emiten legalmente la inmensa mayora de la masacirculante de dinero, hasta el extremo de poderse afirmar, sin hiprbole, que no menos de lasnueve dcimas partes del dinero hoy en circulacin en cualquier estado, es dinero falso. Si elcalificativo choca demasiado, podemos decir, que es dinero abstracto. Con dos agravantes: losfalsificadores chapados a la antigua deban ser unos imitadores con categoras de artistas, ycorran grandes riesgos personales; los modernos falsificadores, crean dinero de un simpleplumazo, con un asiento en un libro contable, cargan un inters sobre tal dinero, y todo ello

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    sin riesgo alguno; ms an, con el respeto y la consideracin distinguida del rebao deciudadanos destinados a ser aniquilados.

    Los banqueros operaban ya en Europa a principios del siglo XVII, antes de que existieralo que se llama, con eufemismo, el sistema bancario. Los poseedores de oro y plata, loentregaban para su custodia, a un banquero que los guardaba en una caja fuerte. El banquero noera ms que el guardin de los ahorros de sus convecinos, y, a cambio de la seguridad queofreca como custodio del oro y plata ajenos, cargaba un pequeo inters. El banquero,naturalmente, entregaba a sus clientes, un recibo por su dinero. Si un seor depositaba mil realesde oro en una caja fuerte del banco, el banquero le entregaba un recibo de mil reales. Si elimpositor, ms tarde, iba a buscar su dinero al banco, ste se lo devolva (previa deduccin delinters legal de la poca como guardin del oro) y el recibo era destruido. Dicho recibo documento intachable sobre el que se iba a edificar el mayor timo que los siglos han visto yvern, no era, en realidad, ms que una promesa de pagar, firmada por el propietario de una cajafuerte. Dichas promesas de pagar eran transferibles y se convirtieron, de hecho en dinero.

    Esto era perfectamente lgico y conveniente, toda vez que era mucho ms cmodo yfactible usar un pedazo de papel, que llevar continuamente encima de s bolsas de oro y plata.Dichos pedazos de papel, dichas promesas de pagar se usaban, de hecho, como dinero,

    partiendo del supuesto de que dinero es cualquier cosa por la cual entreguen mercancas, serindan servicios o se paguen deudas.La experiencia diaria ense a los banqueros un hecho curioso. Se apercibieron de que

    muy raramente sus impositores les devolvan sus recibos (sus promesas de pagar pidiendo acambio su oro. Por regla general que ha permanecido invariable hasta nuestros das- losimpositores retiraban, como promedio, un diez por ciento del montante total de susimposiciones. Un seor que depositaba por ejemplo, en un banco, mil reales de oro u otrocualquier metal de curso monetario legal, como la plata, retiraba, como promedio, cien realespara su manutencin y sus gastos ordinarios, y dejaba los otros novecientos en el banco. Enotras palabras, si un banquero que guardaba depsitos por valor de un milln de reales, perda,le robaban o se gastaba novecientos mil, todava le quedaban los cien mil que le eran necesariospara hacer frente a las demandas normales de sus impositores.

    En consecuencia, los banqueros empezaron a poner en circulacin, decuplicndolos,ms recibos, ms promesas de pagar oro que el que realmente posean; es decir, prestaron esaspromesas cobrando por ello un inters. No se debe olvidar, ni por un momento, que losbanqueros prestaban, y continan prestando, algo que ellos no tienen, ni en calidad depropietarios, ni en la de poseedores; o, como mximo, en esa segunda calidad, en un diez porciento del total por ellos prestado. Ms an, como garanta de la buena fe de los propietarioslos banqueros exigieron, contra sus prstamos, los ttulos de propiedad de casas, fbricas, fincas,cosechas, de aquellos; de manera que si un prstamo (aumentado por sus intereses acumulados)no era devuelto en un determinado plazo, el banquero entrara en posesin de las mismas.

    Aqu un inciso. Llamamos la atencin sobre el hecho de que el banquero no prestaba, nipresta, dinero, sino simplemente, una promesa de pagarlo. El hecho de que, por tales promesasse dieran bienes y servicios, es decir, se utilizaran como dinero, no alteraba en absoluto el hecho

    de que no era dinero, sino, simplemente, una promesa de pagar dinero y nada ms que eso; conel agravante de que tales promesas carecan de respaldo legal en oro y plata. Promesas creadasex nihilo (Nota del editor: de la nada) y dejando un suculento inters.

    Se ha definido el prstamo como un intercambio de deudas. El prestadorel banquero-toma la garanta (ttulos de propiedad de una casa o fbrica, por ejemplo) y se la debe alprestatario. Este, a su vez, toma las promesas de pagar, o el crdito, como se llama, y le debeesa suma de dinero, ms sus intereses, al prestador. En realidad lo que ha ocurrido es unintercambio de promesas. La promesa del banquero de pagarle a su cliente, contra la promesa deste de devolver el dinero con sus intereses. El cliente da, como garanta, los ttulos depropiedad de su casa o fbrica. El banquero no da nada. Se objetar que el banquero prestadinero y que ste es su propia garanta. Esto no es cierto. El banquero no presta dinero, hapuesto en circulacin promesas depagar dinero que es lo que en realidad ha prestado-,representando diez veces ms dinero que el que tiene, y el que tiene diez no puede, ni podrjams, prestar cien. En otras palabras, mientras los bancos disponen contra la comunidad de

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    garantas representando una riqueza real, tal como son casas, fbricas, fincas, cosechas, etc., lacomunidad no dispone, contra los bancos, de ninguna garanta. la menor tentativa hecha por losacreedores de un banco para ejercitar sus garantas contra ste, ponen de manifiesto que stos,de hecho, no tienen sustancia alguna. Si tales acreedores le aprietan demasiado las clavijas albanco, son castigados perdiendo todos sus ahorros. El banco cierra sus puertas poniendo demanifiesto que sus promesas de pagar son falsas promesas...a menos que el Gobierno noacuda en su ayuda con una moratoria...moratoria cuyas consecuencias, representarn, al fin y ala postre, que la comunidad en bloque deber pagar para cubrir las falsas promesas delbanquero.

    Pero esto es adelantarnos a los acontecimientos. Volvamos al perodo durante el cualbanquero est prestando su crdito (promesas de pagar) a sus conciudadanos. Supongamosque sus impositores han depositado en su banco cien millones de pesetas. El banquero haabierto crditos por mil millones, entregando talonarios de cheques a sus clientes. Estoscheques, que sern utilizados para las futuras transacciones representan un dinero creado, de unsimple plumazo, en los libros del banco; hacen exactamente el mismo papel que la monedafalsa, pues aumentan el poder de compra y, por va de consecuencia, hacen subir los precios ydevalan el dinero que exista antes de que el banquero iniciara sus operaciones. En otros

    trminos: al crear dinero nuevo, el banquero, igual que un vulgar falsificador, ha robado un pocoa cada uno de sus conciudadanos y ha obtenido inters sobre el dinero robado.De momento el sistema parece dar resultado. La euforia general disimula el robo

    colectivo que se ha producido. Los prestatarios han podido desarrollar nueva riqueza, elcomercio est en su apogeo y se ha llegado al pleno empleo. Cada vez que un prstamo esdevuelto con sus intereses acumulados- el banco se apresura a prestarlo de nuevo. Los milmillones de dinero arrojado al mercado han ocasionado el clsico boom. Los precios subenen vertical, mientras toda clase de productos se ofrecen a la venta. Pero esta subida de precioscontina slo en caso de que continen los prstamos. cada vez que el banquero deja de hacerprstamos es decir, de crear dinero- los precios dejan de subir. Y al dejar de subir losprecios los negocios se hunden. La posibilidad de continuar haciendo ms y mayores beneficiosen un mercado alcista, ha desparecido, por que ahora el banquero empieza a verse en

    dificultades. En efecto, l ha prestado sus promesas de pagar o, si se quiere, ha abiertocrditos- por mil millones de pesetas. Con el dinero efectivo, lquido, que tiene en caja, le quedajusto para atender a las demandas normales de sus clientes. Cualquier demanda extraordinariade fondos puede dejarle en descubierto. Cada crdito que l ha abierto, representado porcheques, as como cada recibo que l ha extendido a sus impositores, representan promesas depagar oro y plata (hoy en da papel moneda tnder del estado). En consecuencia tanto susimpositores como sus prestatariosdeudores y acreedores- pueden exigir oro y plata (o billetesde banco), por sus recibos. Todos estn persuadidos de que lo que el banquero les presta esoro y plata (o billetes emitidos por el Estado) y que slo se utilizan los talonarios de cheques porrazones de comodidad y agilidad. Pero el banquero sabe, mejor que nadie, que esto no es as. sabe perfectamente, que ha prestado algo que no tiene, y que su curioso negocio depende de laconfianza que sus clientes tienen en l; es decir, la confianza en la aparente inter-cambiabilidad

    del metal y el papel (hoy da, de un cheque y el dinero por l representado). Su negocio se basa,pues, en un abuso de confianza, en una ficcin que debe ser mantenida a toda costa.

    En la presente situacin, habiendo creado el banquero todas las promesas de pagarque sus reservas es decir, diez veces del total de stas-, debe rehusar nuevos prstamos. Elmercado se resiste a ello. Los que han comprado mercancas con la esperanza de revenderlasms caras, o los que han producido bienes para venderlos a precios elevados empiezan a su vez,a encontrarse en una situacin incmoda. Un nuevo fenmeno se agrega a la difcil situacinque se va creando: mientras el banquero inventaba ms y ms dinero insistamos en que eldinero es todo aquello que sirve como medio de pago- y, por consiguiente, los precios ibansubiendo, el dinero cambiaba de manos con facilidad. tanto el dinero autntico (los billetes omonedas) como, sobre todo, las clebres promesas de pagar del banquero (los cheques) pasanrpidamente del comprobados al vendedor, y de ste al banco, de dnde una parte se ha retiradode nuevo para pagar salarios, facturas, etc. Supongamos que el Banco X abre un crdito de diezmillones de pesetas al Sr. Prez, el cual se apresura a emplearlo en un montaje de una fbrica, y

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    empieza a lanzar productos a un mercado alcista. El Sr. Prez paga, con cheques, al constructor,al herrero, al calderero y al carpintero que le han montado su fbrica. Estos especialistas tienen,a su vez, una cuenta corriente abierta en el Banco X, en la que ingresan los cheques en cuestin.

    Una parte del valor representado por esos cheques ha sido retirada para pagar salarios delos obreros del constructor, del carpintero, del calderero, etc. Dicho dinero ha sido gastado enlos comercios locales: en el supermercado, la carnicera, la tienda de confecciones, etc. y estosdetallistas se ha apresurado a ingresarlos en sus cuentas del Banco X, en las cuales permanecehasta que es retirado ms tarde para pagar a sus acreedores (sus proveedores): granjeros,molineros, fabricantes textiles, etc. Todas estas personas van abriendo cuentas corrientes en elbanco X y todas estas cuentas no significan, en realidad, ms que una simple declaracin delvalor de los cheques en posesin del titular. la direccin del Banco X sabe perfectamente quelos cheques por valor de diez millones que se han prestado al Sr. Prez, los ha gastado esteseor en pagar al constructor, al calderero, al carpintero y al herrero. Las cuentas de estoscaballeros arrojan unos saldos favorables, pero lo que ellos en realidad poseen son los chequesdel propio Banco X, que ste haba prestado al Sr. Prez.

    Imaginmonos, ahora, que la baja general de precios alarma a estos seores, que sepresentan un buen da ante la ventanilla de Pagos y exigen que se les pague en dinero...pro en

    dinero autntico, de verdad, en billetes oficiales, emitidos por el Estado. Y supongamos que laalarma cunde, y tal como ha ocurrido miles de veces en el transcurso de la aventura bancaria, unejrcito de clientes se presenta en el banco con idnticas pretensiones...

    Al hacerse estas tan sencillas como inevitables consideraciones, el banquero se apercibede que no le basta con dejar de prestar; debe empezar a presionar a sus prestatarios para questos se vayan poniendo al da. La direccin del banco X llama al Sr. Prez y le invita a quedevuelva todo, o una parte sustancial, del prstamo que recibi. El Sr. Prez, presionando a susdeudores o mal vendiendo su stock-, logra obtener el dinero necesario para devolver elprstamo bancario. Sus deudores (clientes, detallistas, almacenistas, etc.) se presentan en elbanco y retiran su dineroen forma de cheques- y con ellos pagan al Sr. Prez quin devuelvesu prstamo al banco X, el cual hace desaparecer sus promesas de pagar de un simpleplumazo en sus libros. Mr Frederick Soddy, economista ingls, ganador del premio Nobel en

    1921, escribi, en su obra Citadel of Caos:

    El rasgo ms siniestro y anti-social del dinero escriptural es que no tiene existencia.Los bancos deben al pblico una cantidad total de dinero que no existe. Comprando y

    vendiendo por medio de cheques, solo se produce un cambio en el particular a quin el dineroes debido por el Banco. Mientras la cuenta de un cliente es debilitada, la de otro cliente esacreditada, y los bancos pueden continuar debiendo dicha cantidad indefinidamente.

    El beneficio de la emisin de dinero ha procurado el capital del gran negocio bancariosegn existe hoy. Habiendo empezado sin nada propio, los banqueros han puesto a todo elmundo en deuda con ellos, irremisiblemente, mediante una trampa.

    Este dinero nace cada vez que los bancos prestan y desaparece cada vez que elprstamo les es devuelto. De manera que si la industria trata de pagar, el dinero de la nacin

    desaparece. Esto es lo que hace tan peligrosa a la prosperidad, ya que destruye el dinerojustamente cuando ms necesario es, y precipita la crisis.

    Es evidente que, cuando el banquero empez a esparcir sus prstamos y, enconsecuencia, hizo subir los precios, cada comprador se vio forzado, de hecho, a pagarle unaespecie de tributo, pero que cuando contrajo de nuevo sus prstamos, provocando as la baja deprecios, fueron los vendedores los que tuvieron que pagarle tributo. Es un caso tpico de si salecara, yo gano; si sale cruz, tu pierdes. (1). Un caso, adems, de flagrante inmoralidad,derivada del hecho de que un seor que inici sus actividades con el dinero de los dems, seconvirti, con el manejo de dinero abstracto, en el mayor propietario de fincas, fbricas,terrenos y dinero... pero dinero concreto, autntico, de toda la ciudad y, a la larga, de todo elpas. Con el actual sistema bancario, los banqueros pueden con sus cheques, proporcionarpoder de compra a sus conciudadanos, y luego quitrselo, en el momento en que msnecesidad tienen de l. La sbita inundacin de un mercado con dinero abstracto una

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    autntica inflacin- hace subir los precios y despierta el inters general en aumentar laproduccin. Los mercados quedan abarrotados de toda clase de productos y, en consecuencia,hace falta muchsimo dinero para distribuirlos. (Es importantsimo tener presente que la nicafuncin del dinero es sta: distribuir bienes y servicios). La repentina retirada del dinero, entales circunstancias, provoca, necesariamente, una cada general de precios y, al mismo tiempo,una riada de bancarrotas... y, adems, el desempleo y el hambre.

    Este sistema, que constituir la irrisin de las generaciones venideras, le da al banqueroel control del nivel de precios y, como lgica consecuencia, de los salarios. El banquero tiene,prcticamente, un poder absoluto, sobre sus conciudadanos; un poder como nunca pudoimaginar el ms tirnico autcrata. El poder de someter a sus exigencias a cualquiera que oseoponrseles, mediante la latente amenaza de la ruina. El moderno banquero o, ms exactamente,el sistema financiero, est en disposicin de arruinar a sus deudores y arrebatarles legalmentesu propiedad. A. N. Field pone el siguiente ejemplo:

    Supongamos que soy un banquero y que presto mil dlares a John Smith, con lagaranta de su fbrica. A continuacin retiro una parte de mis otros prstamos, disminuyendo

    as el poder de compra en la regin donde John Smith lleva su negocio. A consecuencia de esacontraccin del poder de compra, de demanda, los precios bajarn y John Smith dejar de

    ganar dinero. Como l debe pagarme a m el inters de mi prstamo, empieza a reducirpersonal y a instalar maquinaria que le ahorre mano de obra. Pero yo continuo reduciendo misprstamos. Los precios continan bajando, y, al final, John Smith se queda sin recursos. Medice que no puede continuar pagndome los intereses. Entonces le embargo la fbrica y lapongo en venta. la mejor oferta son ochocientos dlares, de manera que me la guardo en pagode mi prstamo. Un poco ms tarde empiezo a prestar de nuevo, y los precios vuelven a subir.La fbrica de John Smith tiene ahora mucho valor, pues he vuelto a aumentarproporcionandopoder de compra- la llamada demanda de lo que l fabricaba. De manera que vendo sunegocio por cinco mil dlares y me embolso, con toda legalidad, cuatro mil (2).

    Este ejemplo podr tildarse de exagerado. En realidad, todo ejemplo, para seraleccionador, debe ser una caricatura; pensar es exagerar, deca Goethe. Pero ilustra un hechoque se ha dado muchas veces en la prctica. As, en 1930, los estados Unidos de Amrica tenan

    sus stocks repletos, pero les faltaba la cantidad adecuada de dinero para poder desarrollar elcomercio, es decir, para hacer llegar esos productos a los consumidores. Los banqueros habanretirado deliberadamente de la circulacin dieciocho mil millones de dlares, al rehusarprstamos a agricultores, comerciantes e industriales prsperos, y cancelar los ya existentes ensu mayor parte. Se produjo el famoso crack del Black Friday, miles de empresas quebraron,y el treinta por ciento de los obreros se quedaron sin trabajo (3). Las mercancas sobraban, losgraneros estaban llenos a rebosarincluso deban quemarse cosechas-, la mano de obratanto laespecializada como el peonaje- estaba disponible para el trabajo, pero faltaba dinero. Losbancos entraron en posesin de decenas de millares de industrias, negocios y explotacionesagrcolas. Faltaba dinero... faltaba algo que, si bien es difcil de ganar, es, en cambio, lo msfcil de hacer... basta la imprenta del Estado, que respalda y controla la cantidad emitida, demanera que est en proporcin con la riqueza REAL producida...No obstante, el gobierno

    americano no imprimi el dinero necesario. Por qu?...Por que no poda, legalmente, hacerlo.Ya que diecisiete aos atrs, en 1913, el gobierno de entonces haba permitido que, por

    un fraude parlamentario, se le arrebatara el poder de emitir la moneda del pas. No ya la monedacrdito, sino la moneda tnder.

    La constitucin de los EEUU pona en las manos del Congreso el derecho a crear ycontrolar la moneda del pas. Pero, en diciembre de 1913, con la mayora de los miembros delCongreso pasando las vacaciones de Navidad en sus hogares, se hizo votar, de manera casisubrepticia, una ley conocida con el nombre de Federal Reserve Act. Grosso modo, esta leyautorizaba el establecimiento de una Corporacin de la reserva Federal, con un Consejo deDirectores (El Federal Rederve Board). Esta ley le arrebataba al Congreso el derecho de lacreacin y el control del dinero, y se lo conceda al Federal Reserve Corporation... El pretextoque se dio para la aprobacin de esta ley inslita fue separar la Poltica y el Dinero. La

    realidad fue queen una gran Democracia que se suele presentar como el prototipo ideal de esaforma de gobierno- el poder de crear y controlar el dinero les fue arrebatado a los llamados

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    representantes del Pueblo para concedrselo a UNA EMPRESA PRIVADA. Y no creemosincurrir en el pecado de juicio temerario si decimos que una empresa privada tender, pordefinicin, a buscar su propio provecho, coincida ste o no con el inters general de la nacin.

    Lo ms grave, jurdicamente hablando, de este Federal Reserve Act, de 1913, es queel acuerdo se tom por una minora de diputados, segn todas las trazas presionados osobornados; no exista el qurum necesario...de manera que ni siquiera desde el punto de vistams estrictamente democrtico poda justificarse aquella ley...pero el caso es que fue aprobada,y que desde entonces, una empresa privada emite el dinero del pas ms democrtico ypoderoso- del planeta. Desde aquellas navidades de 1913, un nmero comparativamentepequeo de personas unas ocho mil- controla, emite, crea y destruye a su conveniencia eldinero del pas que se supone abanderado de Occidente. Esas personas, en su inmensa mayorano son ni siquiera americanas de origen. El deus ex machina de esta nefasta Act fue unbanquero de Hamburgo, llamado Paul M. Warburg (4)

    El Federal Reserve Board emite el dinero del pas, y luego lo presta al gobiernolegal de los Estados Unidos, a inters. Si, por ejemplo, el gobierno de Washington necesitamil millones de dlares para financiar obras pblicas, renovar el armamento o lo que fuere, debedirigirse al Board y pedirle ese dinero. Entonces el omnipotente Board da su acuerdo a

    condicin de que el Gobierno le pague un inters. De manera que el Congreso autoriza alDepartamento del Tesoro para que imprima mil millones de dlares en bonos que sonentregados al Federal Reserve Board. El Federal Reserve Board paga los gastos de imprenta

    (que supone unos quinientos dlares) y hace el cambio. Entonces el Gobierno ya puede disponerdel dinero para cubrir sus necesidades (5).

    Cules son los resultados de esta inverosmil transaccin? Pues, simplemente, que elGobierno de los estados Unidos ha puesto a sus ciudadanos en deuda con el Federal ReserveBoard por mil millones de dlares, ms intereses, hasta que se paguen. El resultado de estademencial poltica financiera () es que, en menos de sesenta aos desde 1913 hasta hoy- elpueblo de estados Unidos est endeudado con los banqueros del Federal Reserve Board porun total de 350 millones de dlares, con un inters de un billn y medio cada mes, sin ningunaesperanza de poder pagar jams ni el principal de la deuda, ni siquiera sus intereses, pues ambos

    aumentan continuamente. Ciento noventa y cinco millones de americanos estnirremisiblemente endeudados con otros ocho mil, ms o menos americanos; y el montante deesa deuda es superior al valor total de todas las riquezas del pas (6).

    Todava hay ms: Con este sistema de dinero-deuda los Bonos a que nos hemosreferido ms arriba se convierten en valores bancarios, amparndose en los cuales pueden losbancos hacer prstamos a clientes privados. Como quiera que las leyes bancarias de los EstadosUnidos requieren solamente una reserva del 20 por ciento, los bancos del Federal ReserveBoard pueden hacer prstamos hasta un total de cinco veces el valor de los Bonos que poseen(7). Es decir, que volviendo a la transaccin de mil millones de dlares que tomamos comoejemplo, el derecho al inters de seis mil millones... POR UN COSTO ORIGINAL DE 500 engastos de imprenta (8). Y como el Congreso abdic en tal excelsa Democracia- el derecho deemitir dinero, la nica manera que les queda a los industriales, explotadores agrcolas y

    comerciantes de los estados Unidos de obtener dinero para desarrollar las riquezas del pas, estomarlo prestado del Consorcio Bancario del Federal Reserve, y ponerse en sus manos.

    Saltan a la vista las terribles consecuencias de este loco sistema. Siendo omnipotentesluego irresponsables- los bancos pueden disponer del poder de vida o muerte sobre cualquierempresa, por fuerte que sta sea. La degeneracin financiera que esto supone lleva a los gravesextremos de que subsiguientemente a la denegacin de un prstamo, en un momento dado, unaempresa, por fuerte que sea, se puede ver obligada a vender sus stocks a cualquier precio incluso a pura prdida- para hacer frente a sus vencimientos y obligaciones urgentes. Trasdespreciar la mercanca, los agentes de la oligarqua bancaria compran grandes cantidades delstock despreciado; despus de esto, se aprueba el prstamo, el stock sube de valor, y es vendidoposteriormente con beneficios fantsticos. Esta prctica de robo legal ha llegado a un tal gradode refinamiento hoy da, que al Federal Reserve Board le basta con anunciar en los peridicos

    una alza o una baja en su tasa de descuento, para hacer subir o bajar el valor de los stocks segnsu deseo (9).

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    Con estos mtodos, los miembros del Federal Reserve y sus satlites bancarios hanconseguido el control de prcticamente todas las grandes industrias americanas... y, a partir deellas, han iniciado su coca-colonizacin del resto del mundo.

    Para resumir, diremos que el llamado Crdito consiste en la falsa promesa de losbanqueros de pagar diez veces ms dinero del que tienen, procedente de sus impositores. Elcrdito no es dinero autntico, legal, pero como hace las veces del mismo sirve para pagarbienes y servicios y cancelar deudas-, es, de hecho, imposible de distinguirlo del dinero legaltnder. Estas promesas de pagar, emitidas por el banquero mediante un talonario de cheques,

    nacen como prstamos, que deben ser devueltos con inters. Los banqueros se res ervan elderecho de retirar sus promesas su crdito- pudiendo as, a su albedro, retirar el noventapor ciento del poder de compra la demanda- de un pas. De hecho, segn McNair (10), secontentan con fluctuaciones mucho ms pequeas, porque aun muy pequeas fluctuaciones sonsuficientes para alterar el nivel de precios en un sentido u otro... alteraciones de las que ellosviven.

    Nada menos que Sir Josiah Stamp, entonces la segunda fortuna de Inglaterra, ypresidente de los ferrocarriles Britnicos, se dirigi en los siguientes trminos a 150 profesoresde la Universidad de Texas: El sistema bancario fue concebido en la iniquidad y naci en el

    pecado. Los banqueros internacionales poseen la tierra. Quitadles todo lo que tienen, perodejadles el poder de crear depsitos (11), y con unos cuantos plumazos crearn los suficientesdepsitos para recuperarlo todo otra vez. Pero si les quitis el poder de crear dinero, todas lasgrandes fortunas desaparecern, incluyendo la ma, y ste ser un mundo mucho ms feliz.Pero si queris continuar siendo esclavos de los bancos y pagar los costos de vuestra propiaesclavitud, dejadles continuar creando depsitos (12).

    Lo increblemente chusco de esta clarsima declaracin, es que el que la formul, SirJosiah Stamp, una a su condicin de presidente de las Bristish Railways, la de... Presidentedel banco de Inglaterra, entidad que, pese a su empaque oficial, es, igual que el FederalReserve Board, una empresa privada que, desde su fundacin, ha sido casi siempre dirigida porindividuos del mismo origen que los que han dirigido y dirigen el Federal Reserve.

    Queda, pues, bien claro, que las pretendidas crisis econmicas son, en realidad, crisis

    financieras, muchas veces deliberadamente originadas (13). Thomas Jefferson dijo, en ciertaocasin: Creo que las instituciones bancarias son ms peligrosas para nuestras libertades, quelos ejrcitos enemigos. Ya han conseguido erigir una aristocracia del dinero que desafa alGobierno. El poder de emitir moneda debiera serles arrebatado (Jefferson se refera, claro es, ala moneda crdito)y devuelto al pueblo a quien realmente le pertenece.

    En realidad, el poder de crear dinero tanto dinero-tnder como dinero-crdito- debieraquedar reservado al estado, quien lo ira poniendo en circulacin a medida que las necesidadeslo exigieran. Es preciso terminar de una vez con el ciclo aparentemente inevitable,prosperidad-crisis o inflacin-deflacin, o boom-slump, o como quiera llamarse. Estefatdico ciclo tiene, para la economa de una pas, los mismos efectos que una transfusin desangre seguida de una sangra cuando el paciente se est empezando a recobrar. El principalresultado del ciclo es la carrera Precios-salarios... en la que los primeros siempre ganan.

    La circulacin de la moneda en un determinado pas debiera reflejar exclusivamente sucapacidad de producir riqueza, su capacidad de desarrollo potencial y la necesidad de emplearmano de obra, nicamente el Estado un Estado soberano y libre- cuyos servidores no hayandebido comprar los votos de sus electores con una costosa propaganda que le ha sidofinanciada por los que en ellos mandan... porque quien paga manda. Un Estado libre de lagelatinosa, invisible, omnipresente influencia del Money Power, puede llevar a cabo unapoltica econmica sana, apartada de las cadenas del dinero-deuda y de la usura. Los bancostienen una funcin econmica y social que cumplir; en retribucin a esa funcin tienen derechoa unos beneficios justos y normales, pero no se pude permitir que la economa de una nacindependa de los bancos; los bancos deben servir al pas, y no ste a los bancos.

    El Estado debe ser no slo el emisor de la moneda tnder, sino tambin el dispensadordel crdito. El prstamo sin inters a empresas solventes fue el deus ex machina del colosalsalto dado por la economa alemana desde 1933 a 1939; no lo fue, como se ha pretendidoabsurdamente, la gran capacidad de trabajo del pueblo alemn. Dicha capacidad de trabajo

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    incuestionable- no la invent el rgimen nacionalsocialista, pero su decisin de arrebatar elpoder de crearlo a los bancos, s fue, indudablemente, el motivo esencial. Podr objetarse quelos estados pueden equivocarse, pueden cometer abusos, sean del color que sean... rojos,blancos o azules, vayan o no a Misa sus dirigentes... pero lo que no podr discutir nadie es quesi un Estado PUEDE equivocarse o PUEDE ir contra el bien comn en materia financiera, unbanco, o, ms an, un sistema bancario, DEBE forzosamente ir contra dicho bien comn. Y ellopor definicin: Un Estado es una fundacin pblica y su funcin es el bien pblico; un Banco esuna empresa privada y su funcin es el bien privado propio, y es natural que as sea. Lo que noes natural es que, mediante un timo secular, la funcin pblica de facilitar y posibilitar elintercambio de bienes, como es la emisin de dinero (tnder o crdito) se haya convertido en unfabuloso e inmoral monopolio privado.

    Es incuestionable que si la primera obligacin de un Estado es proteger a sus sbditos,y, en el problema que nos ocupa, protegerlos contra el dinero-deuda y la Usura Financiera, laprimera medida que debe adoptar dicho Estado debe tender a librarse l mismo de la tutela delcomnmente llamado Money Power. Dice Juan Beneyto (14) que todo el enorme problemaque ha planteado a la economa estatal el tema de la Deuda Pblica, se relaciona con la falsaconstruccin de la necesidad de dinero para el Estado. La idea deriva de que el Estado proceda

    como un particular. El Estado no debe proceder como un particular. El Estado tiene tresposibilidades para cubrir sus necesidades financieras: 1. La soberana sobre los serviciospblicos. 2. La soberana sobre la moneda. 3. La soberana sobre las finanzas. Hay que partirde la distincin entre lo pblico y lo privado, porque si no... el nico camino que queda es eseendeudamiento del Estado. La curacin no cabe ms que merced a un Estado, como elnacional-socialista, que sea seor del dinero. Slo as tiene viabilidad unas finanzas estatalesfuertes.

    Un Estado libre de deudas no tiene por qu gravar brutalmente a sus sbditos parapagarlas, como ocurre actualmente en Norteamrica. La Alemania de 1933-1939 fue uno de lospases en que menos presin fiscal exista, y el objetivo ltimo de nuestro EstadodecaGottfried Feder- es el establecimiento de un estado sin impuestos (15), citando como ejemploal Estado de Baviera que no es, precisamente, de los ms ricos de Alemania-, cuya hacienda

    estatal se construa sin un solo pfenning de impuesto. Lo que Baviera lograba de la explotacinde los bosques y jardines estatales, de los ferrocarriles, servicios de Correos y Telgrafos,compensaba sus gastos en atenciones culturales y educacionales, servicios pblicos yadministracin de Justicia. Todo lo recaudado en impuestos se destinaba ntegramente a pagar laDeuda Bvara, y la parte correspondiente de la Deuda Nacional.

    El Estado sea del color que sea- es, endmicamente, un mal comerciante. De ah elfracaso clamoroso del marxismo. la funcin del Estado no es comerciar, sino en la vertiente desu poltica interior- conservar el orden pblico, desarrollar la riqueza e impedir abusos.

    Particularmente, estamos contra las nacionalizaciones de empresas, y, en consecuencia,tambin contra la nacionalizacin de la banca, solucin que no solucionara nada y convertiraal Estado en un comerciante de dinero cuandocomo esperamos haber demostrado ya- el dinerono es una mercanca, sino un medio de intercambio, y la catstrofe de los ciclos econmicos

    se origina, precisamente con la artificial alteracin del valor de algo que debera serfundamentalmente estable. Cuando decimos que el Crdito debe ser reservado al Estado,queremos hacer hincapi lo repetimos- en que dicho crdito debe ser sin inters. Ya Platncalific de aberracin contra Natura la pretensin de hacerle producir dinero al dinero.

    Y para llevar a la prctica la necesaria, imprescindible, reforma financiera que es lanica alternativa a la catstrofe de los ciclos-, lo nico que necesitan los Estados es aplicar suCdigo Penal, que reprime el delito de la falsificacin de moneda, pues eso y no otra cosa son eldinero-crdito y el dinero-deuda.

    O esto, o la perpetuacin indefinida del Robo de los Siglos.

    Hay dos historias: la historia oficial, embustera, que se ensea ad usum Delphini; y

    la historia secreta, en la que se encuentran las verdaderas causas de los acontecimientos: unahistoria vergonzosa. Honor de Balzac

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    El Capitalismo se parece a la Propiedad como el sofisma se parece a un

    razonamiento, como Can, tal vez, se pareca a Abel.Edouard Drumont

    La Banca, que alcanz un poder determinante en el siglo XIX, ha llegado, en el actual,al dominio absoluto de la vida econmica, tanto en el Occidente de la libre empresa como enel Oriente comunista. Hoy en da, cuando se plantea la puesta en marcha de una empresa

    cualquiera, tenga o no finalidad lucrativa, lo primero que se pondera es la probable actitud de labanca local o nacional, segn la ndoles de sus actividades- hacia la empresa en cuestin.Hogao, casi nada puede hacerse, y prcticamente nada puede perdurar sin el apoyo de losbancos. De simples ejecutivos de un servicio que deba facilitar el intercambio de lasmercancas, han pasado los banqueros a ser, sucesivamente, los reguladores; luego, loscontroladores, y, en fin, prcticamente los amos de toda la riqueza mundial. Y, apoyndose enella, del poder poltico.

    Shylock y sus correligionarios de la edad media eran unos inocentes monaguilloscomparados con los magos de la moderna Finanza. Al fin y al cabo, los usureros de aquellapoca cobraban hasta un treinta y un cuarenta por ciento de inters mensual... pero no se debeolvidar que ese alocado inters, por abusivo que fuera, se cobraba sobre un dinero existente,

    real, tangible, y perteneciente al usurero, el cual corra, adems, inmensos riesgos personales,plasmados, a menudo, en penas de presidio, cuando no en pogroms, expropiaciones yexpulsiones. Por el contrario, los modernos banqueros practican, grosso modo, la siguienteoperacin: toman prestado un dinero, el de sus impositores, por el que pagan un inters del 05por ciento. Ese dinero lo prestan a su vez al 9 por ciento, lo cual representa un beneficio del1800 por ciento; beneficio que no ha dado ni dar jams negocio alguno. Maravilla elcomprobar cmo ningn Estado, ningn juez, ninguna comisin al estilo de la Fiscala de Tasasque existi aos ha en Espaa, ha tomado jams medidas, por beneficios abusivos, contra esoscomerciantes del dineroy comerciantes monopolistas, no se olvide- cuando por un simple 30por ciento se han clausurado, a veces, establecimientos, y sus propietarios han ido a parar a lacrcel. Pero no termina aqu el abuso bancario: los bancos no ganan solo un 1800 por ciento,sino que, como ya henos visto (16), al multiplicar por nueve sus prstamos, creando moneda

    escriptural, -moneda falsa, no nos cansaremos de repetirlo-, sus beneficios, al consumarse esteautntico delito contra el Cdigo Penal y contra la Humanidad, se multiplican igualmente pornueve. Por cada cien denarios (17) recibidos de sus impositores, el banco paga a estos un intersanual de medio denario, y cobra, al prestar novecientos denarios, un inters del 9 por ciento,es decir, 81 denarios, lo que equivale a un beneficio del 16.200 por cien (18). Y los cielos no sehunden! ...Mientras, los fros monstruos estatales se ensaan con el pequeo y medianoempresario que disimula sus beneficios para poder sobrevivir. Y los obispos, metro en mano,aquilatan la longitud de las minifaldas, tras lo cual paren trabajosamente un sabio texto enlatn... y todos los detentadores del Poderdel Poder oficial, al menos- guardan atronadorsilencio ante secular atropello de lesa Humanidad.

    * * *

    En El Robo de los Siglos hemos trazado, muy someramente, un esquema de lasactividades del banquero nacional; del hombre, o la entidad bancaria, que inventa un dineroinexistente, del que extrae un inters que l hace pagar a sus conciudadanos. Observemos,ahora, la otra vertiente de las actividades bancarias. El que podramos llamar banquerointernacional presta su dinero (en realidad, como sabemos, ni presta ni es su dinero) a firmasque se dedican al comercio con pases extranjeros. Le interesa primordialmente, a estebanquero, que el volumen del comercio exterior se mantenga a un buen nivel, con objeto depreservar la demanda imperiosa de sus prstamos. No ha escapado a su percepcin que

    cuando sus colegas, los banqueros nacionales, conceden demasiados crditos, el volumen delas exportaciones tiende a disminuir, pues las gentes pueden comprar las mercancas que seproducen en el pas y slo exportan lo que les sobra. En ese caso, el banquero internacionaltiene inters en que los nacionales reduzcan sus prstamos. En realidad, l hace lo mismo queel nacional, concede crditos por valores que multiplican, aproximadamente, por nueve el

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    total de los depsitos de sus cuentacorrentistas- a navieros, compaas aseguradoras, sociedadesde transportes internacionales, firmas exportadoras, etc.

    Era lgico, se ajustaba a la naturaleza de las cosas, que el banquero nacional y el

    internacional llegaran a una cooperacin total y absoluta, por cuanto sus operaciones se rigenpor un mismo modus operandi, y, adems, se complementan admirablemente. Por consiguiente,cuando, hablando en el argot bancario, se produce un boom en el mercado interior, el

    banquero nacional recibe el apoyo, el crdito de su colega internacional. Y cuando a estaprosperidad sucede lo inevitable, la cclica crisis, el banquero nacional, que ha canceladosus crditos, los abre de nuevo a favor de su colega que financia las exportaciones, muy amenudo a precios viles, y sostenidos incluso con primas estatales, para dar salida a unaproduccin que nadie puede comprar en el propio pas porque las gentes se han quedado sinmedios de pago-pero que es imprescindible colocar en cualquier parte, aunque slo sea paradar trabajo a obreros y empleados y evitar el caos social. De hecho, en fin, banquerosnacionales e internacionales han llegado a una identificacin total, tanto personal como deactividades.

    * * *

    El intrngulis del negocio bancario radica en la obtencin de un nivel mvil de precios,lo que repercute, lgicamente, en un nivel mvil de salarios. Si un Estado fuera suficientementefuerte y suficientemente justoestos dos atributos deben ser complementarios en poltica- parafijar, para imponer, un nivel estable de precios y salarios, los industriales, agricultores,comerciantes, etc., podran saber, podran prever a largo plazo lo que obtendran con susproductos. Podran conducir racionalmente sus negocios, y muy pronto lograran prescindir delos crditos bancarios, escapando as de las garras de la Deuda. Los banqueros no sabran quhacer con sus crditos. Su clsica arma derrotista, consistente en hacer bajar los precios con laretirada sbita de los crditos, quedara sin efecto al intervenir el Gobierno, y, mediante laadecuada creacin de nuevo dinero legal tnder, hacer subir nuevamente, y de inmediato, losprecios a su nivel anterior. Y si los bancos se excedan en la creacin de crditos, y los precios,

    por va de consecuencia, suban, el Gobierno intervendra de nuevo y, mediante la aplicacin,por ejemplo, de impuestos a bienes y actividades no vitales, o la emisin de bonos estatales parala financiacin de obras pblicas, retirara dinero de los mercados, y los precios se estabilizarande nuevo. La estabilidad, la soada estabilidad que buscan todos los gobiernos actuales sinlograrla por no sabero no querer- enfocar el problema de cara, sera conseguida. Losproductores podran tener confianza en sus mercados, y de lo nico que deberan preocuparsepara sobrevivir sera de una noble competencia en calidad y, si acaso, de las variaciones degustos y preferencias populares. Todos los productos competentes escaparan as del yugobancario, y adquiriran su propio capital. Los banqueros volveran a su primitiva funcin deguardianes de los ahorros del pblico, y, por esa labor de custodia, mas la prestacin de otrosservicios incluyendo la cooperacin con el Estado en la financiacin de obras de utilidadpblica, pero sin rentabilidad inmediata- cobraran unos honorarios razonables.

    Los seguidores de la ortodoxia liberal siempre han sido enemigos furibundos de laintervencin del Estado en la estabilizacin de los precios. El argumento que esgrimen con msfuerza se basa en que la congelacin de precios y salarios surte un efecto desastroso en lasexportaciones. El ideal de estos caballeros consiste en que la llamada balanza de pagos seafavorable, es decir, que las exportaciones superen a las importaciones. Lo curioso es que noparecen darse cuenta de que esto es imposible que suceda en todos los pases a la vez, pues acada pas con una balanza favorable debe corresponder, en teora y en la prctica- otro conbalanza desfavorable. La consecuencia lgica es la guerra econmica... y, tras esta, la otra. Laguerra total. Sorprende comprobar como, en el Campo de la Economa y las Finanzas, laselucubraciones de los trasnochados liberales, generalmente pacifistas, y a veces personas bienintencionadas, desembocancomo les ocurre en el terreno poltico- en la guerra.

    En realidad, la finalidad de la Economa consiste en cubrir las necesidades del pas. Lade la Finanza, en racionalizar el intercambio de mercancas. Si siguiramos a los liberales en suargumento de que la moneda pierde valor con relacin a las monedas extranjeras, a causa del

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    dficit de la balanza de pagos, podramos apoyarnos en su propio razonamiento y decirles que siun pas debe vivir solamente para enviar sus productos al extranjero, su monedaprecisamentepor tener poco valor- debera ayudarle a exportar. Si medio denario en dinero extranjero vale, enun pas determinado, un denario, no cabe la menor duda de que ese pas puede vender msbaratos sus productos al extranjero. Pero, en realidad, no nos interesa abrir, a puntapis, lapuerta franca de los argumentos de la caduca Economa Liberal, porque nos negamosrotundamente a creer, como afirman los fanticos de la exportacin a ultranza, que un pasexiste exclusivamente para enviar sus productos a mercados extranjeros. Lo que interesa a unaEconoma natural y sana, es la consecucin de un mercado nacional capaz de comprar losproductos nacionales. Y cuando existe un exceso de produccin de determinados artculos, sevende al extranjero. Este exceso se utiliza para servir de pago de los productos extranjeros quese precisan. Por supuesto, la aplicacin de este sistema, que por cierto sigui Alemania consingular xito en la poca comprendida entre 1933 y 1939, significa el fin de las originalidades(19), pero, en cambio, significa tambin la movilizacin de todas las actividades productoras delpas a favor de la creacin de un mercado nacional poderoso; que los industriales compren a losagricultores y los agricultores a los industriales. Y significa la restauracin de la Agriculturacomo la ms importante de todas las industrias (20).

    * * *

    La falacia bsica de la Finanza Internacional podramos expresarla, parodiando el estilogeneroso y lrico de sus portavoces, de la siguiente manera:

    Debemos considerar el Planeta como una unidad. Todos los hombres somoshermanos. Las tribus fueron absorbidas por los reinos; los reinos por los imperios. Ahoratenemos ya esa maravillosa creacin de la Razn Humana: la ONU. S, como todas lasreligiones nos lo aseguran, somos hermanos, no por ello dejamos de ser los asociados de laempresa Mundo Feliz.

    Slo la Finanza puede conseguir ese Mundo Feliz. El Dinero, y solamente el Dinero,

    puede garantizar una justa y libre distribucin de la riqueza. Supongamos que las fronterasdesaparecieran: los economistas decidiran dnde deban cultivar, por ejemplo, el o el algodn.No anrquicamente, como ha permitido el egosmo de los nacionalismos, sino racionalmente,all donde ms pronto y fuera ms barato. Al lado de las minas de carbn instalaramos las

    grandes industrias; junto a las minas de hierro, las fundiciones, y, al lado, para no perdertiempo y encarecer la mercanca, los exquisitos poblados de los hermanos obreros, con grandescasas de pisos... casas bien altas, para abaratar el costo de los terrenos...y todas iguales. Nosera maravilloso? No sera un beneficio para todos esta estupenda colaboracin? Noacabara ello con las barreras egostas y retrgradas de los nacionalismos? Qu maravillosavisin! La Tierra entera, desarrollada y explotada racionalmente para el beneficio de cadauno de nosotros, los socios de esa empresa grande y generosa!

    Qu se opone a la materializacin de ese sueo ednico? El nacionalismo! Qu es le

    nacionalismo? Un sentimiento superado, consistente en pensar slo en s mismo y en las gentesque se parecen a uno; en despreciar a los extranjeros, porque no hablan como nosotros o sonde diferente color. Slo la Finanza puede llevar a cabo la empresa magnnima de acabar conlos particularismos y crear la Gran Sociedad de Consumo Universal

    .La realidad, sin embargo, difiere mucho de ese hermoso cuadro... suponiendo que fuera

    hermoso, que para nosotros dista mucho de serlo. Sucede que, de hecho, la FinanzaInternacional es una de las causas de las guerras. Los banqueros internacionales abren crditosde modo que el oro raramente sea demandado por sus prestatarios. Pero si la balanza de pagospasa a ser muy deficitaria, o simplemente se desequilibra demasiado, entonces se crea unasituacin en la que es presumible que dichos prestatarios exijan el oroo la moneda legal tenderque los banqueros han prometido pagarle, promesa por la cual estn pagando un intersanticipado.

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    En el caso de un pas cuyas exportaciones no llegan a compensar sus importaciones,

    deber enviarse oro al extranjero para compensar el saldo desfavorable, porque si no se haceas, la moneda del pas perder valor con relacin a la moneda del pas con quien est en

    relaciones comerciales (21).

    En otras palabras, cuando las exportaciones de un pas son superadas por susimportaciones, el valor de su moneda tender a bajar en relacin con las dems, por la sencillarazn de que habr ms gente usndola para comprar monedas extranjeras que gentes usandomoneda extranjera para comprar la del pas en cuestin. La nica manera de impedir la prdidade valor de la moneda es exportando oro. Pero como los banqueros internacionales como losnacionales- han prestado promesas de pagar (crditos), nueve veces ms dinero del querealmente poseen, es evidente que debe poner lmites muy estrictos a la exportacin del oro(22), pues si esa demanda de oro se prolonga un poco ms de lo normal, los banqueros se vernobligados a declararse en bancarrota, y cerrar sus puertas.

    Cmo pueden protegerse? Rehusando nuevos prstamos y obligando a sus clientes acancelar, o, al menos, reducir, sus cuentas deudoras. Es decir, actan como sus colegas, losbanqueros nacionales. El resultado es que una gran cantidad de bienes destinados a la

    exportacin inundan el mercado nacional, los precios bajan en barrena, y se desata el pnico.Para impedir ese pnico, no hay ms remedio que bajar los precios de las mercancas a exportarmuchas veces con subvenciones estatales- lo cual representa un golpe suplementario no slo ala Economa, sino a la Moral del pas, que ha debido someter la capacidad adquisitiva de sumoneda (su poder de compra) a las conveniencias de los banqueros internacionales. Con objetode lograr que los productos destinados a la exportacin sean de costo lo ms bajo posible, sesacrifican los salarios de obreros y empleados, se procura defraudar en la calidad y se utilizanunos procedimientos comerciales de los que la tica y la ms elemental decencia estn cada vezms alejadas.

    Y en el siglo del maquinismo y de la superproduccin, coexisten la miseria y los stocksdesbordantes; las clases se culpan las unas a las otras; hay huelgas y lock-outs, y nadie, o muypocos, se aperciben de quin es el verdadero causante del desastre; no ven que los modernos

    alquimistas de la banca, con sus promesas de pagar lo que no tienen, enervan, desmoralizan yarruinan a sus vctimas, es decir, a toda la Humanidad. La raz de todos los males econmicosno es otra que la apertura de crditos por instituciones bancarias que no poseen el dineronecesario para hacer efectivas sus promesas de pagar. Todos los banqueros del mundo,nacionales e internacionales, estn en la misma situacin: todos ellos han prestado en promesasde pagar nueve veces ms dinero-tnder del que realmente tienen en custodia; y todos ellostambin estn en permanente zozobra de que se produzcan bruscas demandas para la redencinde sus promesas en una cantidad que exceda a sus comparativamente pequeas existencias dedinero autntico.

    El patrn oro o cualquier otro patrn- no es ms que un expediente inventado parasalvaguardar los cambios de moneda extranjera y, de este modo, evitar a los bancos los asediosde sus acreedores, que pondran de manifiesto que los banqueros se encuentran en estado de

    insolvencia permanente (23).

    * * *

    Un inciso, necesariamente muy somero, sobre el Patrn-Oro, que constituir, sin duda,la irrisin de tiempos venideros. Los liberales ortodoxos, y los fisicratas, pretenden que eldinero, para ejercitar con eficacia su funcin, debe tener un valor intrnseco. En un principio, elvalor de la moneda de oro; luego, el oro que se supona estaba en las arcas del banquero, y queste prometa pagar contra al entrega del billete de banco (un autntico recibo), aunque ocho decada nueve de las promesas de aqul caballero eran falsas. De sobras es conocida la aprensinde los financieros contra las emisiones de moneda realizadas por el estado, calificadas deinflacin, como si las actividades bancarias no se caracterizaran, precisamente, por un juegoalterno de inflaciones y deflaciones que exprimen a los pueblos. la realidad es que el Patrn-Oro

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    Gertrude Coogan (24) da, para ilustrar la falacia del patrn Oro, el siguiente ejemplo: Ungobierno construye un teatro con capacidad para mil espectadores. pero como, por algunaextraa razn que se pierde en la noche de los tiempos, se cree que las entradas deben ser de oroy el gobierno carece de ese metal, se dirige a la nica persona del pas que resulta ser poseedorade oro, y le encarga la emisin de las entradas. Este hombre pronto se da cuenta de que a lagente le resulta incmodo y engorroso llevar las pesadas entradas en los bolsillos, y, por puracaridad, para evitar molestias a sus conciudadanos, futuros espectadores del teatrogubernamental, les suministra unos papelitos en los que, con impecable caligrafa, est escritaesta frase: Prometo pagar al portador una entrada de oro. El da de la inauguracin, apenasuna dcima parte de las butacas del teatro estn ocupadas, aunque en la calle, a la puerta delteatro, muchos espectadores potenciales hubieran deseado entrar. Como quiera que el Ministrode Cultura se dirigiera al emisor de los billetes preguntndole la razn de aquella anomala, y leinstara a que proporcionara las entradas necesarias para llenar el teatro, aqul le respondi queello no era posible, pues sus entradas eran recibos de entradas de oro. Lo que no dijo fue que,de hecho, ya haba puesto en circulacin nueve o diez veces ms recibos que autnticas entradasde oro guardaba en su caja fuerte. Tena miedo de emitir ms recibos, por si se produca el casode que, sbitamente, por alguna razn, la gente empezara a exigir las entradas de oro, en vez de

    sus recibos de papel. Como estaba determinado a impedir que el Estado se diera cuenta de quecon recibos de papel se poda llenar el teatro, empez a agitar el espantajo de la inflacin. Elvalor de las entradas reside en que son de oro afirm el emisor-negociante de entradas. Lospolticos irresponsables que pretenden emitir entradas de papel, son unos inflacionistas y unosenemigos del arte teatral... No seorrepuso el Ministro de Cultura-. Lo que nosotrospretendemos es llenar el teatro, y que nuestros conciudadanos utilicen las butacas que hemosdispuesto para ellos. La inflacin, si acaso, consistira en emitir ms de mil entradas. Peromientras queden asientos libres, por qu no podemos continuar emitiendo entradas?...

    Porque son entradas que no pueden cambiarse por oro. Disfrutaran Uds. a gusto deuna representacin teatral sabiendo que su entrada no es ms que un pedazo de papel sinvalor?, se empecin el empresario, quien formul, para terminar, su argumento -mazazo:

    Cmo pueden Uds. estar seguros de que no imprimirn demasiadas entradas de

    papel, de manera que muchos detentadores de tales entradas deban quedarse forzosamente enla calle?...Porque sabemos el nmero de asientos del teatro, contest el Ministro.

    Pues bien, no cabe la menor duda de que cualquier Gobierno moderno conoceperfectamente la rentala riqueza- de un pas. Con un manejo adecuado de la estadstica y de laInformtica, el riesgo de la inflacin prcticamente no existe. Ms an, suponiendo que, paracubrir la mala gestin de las explotaciones estatales (25), el Gobierno permita que se le vaya lamano y haga trabajar con exceso la imprenta de la Casa de la Moneda, la inflacin que se habrproducido no tendr importancia alguna comparada con la mastodntica inflacin bancaria.

    * * *

    Hemos expuesto, muy a grandes rasgos, el sistema financiero. La raz de ese sistema es

    una mentira. La mentira de un hombre que habiendo prometido pagar nueve veces ms de lo lposee, se supone que es capaz de cumplir tal promesa. De ah arrancan, en cascada, msmentiras: la mentira de que una prdida de oro es una desgracia nacional; la mentira de que loscambios de moneda extranjera deben mantenerse fijos; la mentira de que los precios y salariosno pueden estabilizarse; la mentira de que un pas vive slo gracias a sus exportaciones; lamentira de que el mercado interior debe estar subordinado al exterior; la mentira de que lossalarios elevados son un peligro; la mentira de que el pas que importa ms que exporta vivepor encima de sus medios, y la mentira de que el remedio contra la superproduccin es laquema de las cosechas para salvaguardar los precios.

    Y, junto a esa pirmide de mentiras, el espectculo del progreso de la Tcnica, con unosstocks desbordantes que no se pueden distribuir...por la nica razn de que, contra viento ymarea, es necesario mantener el Imperio de la Mentira.

    Nos guste o no, es preciso admitir el hecho de que, en nuestra poca, existe una estrechainterdependencia entre el Dinero y el Poder. Como la finanza es, por su esencia, internacional,

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    el poder que persigue es igualmente internacional. Los mundialistas, los aplogos de la ONU.,son financieros o actan en representacin de la Finanza. El mundo es hoy gobernado, tantopoltica como econmicamente, por determinados hombres sirviendo a determinadas Fuerzas,que en Norteamrica reciben el nombre de Establishment. Estos hombres ocupan posicionesclave, aunque no es imprescindible que su rango poltico oficial sea preeminente. As, porejemplo, resulta curioso comprobar cmo los Presidentes de los estados Unidos, elegidos porSufragio Universal, parecen ser incapaces de tomar decisin alguna sin consultar previamentecon una especie de visires, elegidos a dedo. Nixon tiene a Kissinger, que procede de lapoderosa Banca Goldman, Sachs & Co., como Johnson y Eisenhower tenan a SidneyWeinberg, de la misma institucin bancaria y a la vez estrechamente ligado a los Rockefeller; yKennedy, Truman y Roosevelt tenan a Bernard Mannes Baruch, consejero de 29 bancos (26) ya Felix Frankfurter, un hombre de los Warburg, los dioses del Federal Reserve Board (27).Nixon, Johnson, Kennedy, Roosevelt, tenan ? O ms bien, Kissinger, Weinber, Frankfurtero Baruch tenan a aquellos? Quin tena a quin?...Para responder a este dilema bastarrecordar la frase de Cline: Democracia es Plutocracia.

    Unas elecciones las gana siempre el candidato que ms dinero tiene a su disposicinpara sufragar su campaa electoral, costossimo circo que solo la Finanza puede sostener. Y ya

    se sabe: quien paga manda. En Inglaterra, cuando gobiernan los conservadores (que son unoscaballeros que hacen poltica laborista) es pblico y notorio que las eminencias grises sonCharles Clore y Jack Cotton, dos super-financieros de la City londinense; cuando gobiernan loslaboristas (que son unos tenderos que hacen el ridculo) aparecen, rodeando a Harold Wilson,otro grupo de financieros: Wolfson, Berstein, Cohen, Zuckerman y Maxwell (28) todos ellosestrechamente ligados al poderossimo Banco Lazard. Como tambin estn ligados a los Lazardy a los Rothschild la mayora de figuras polticas de alguna significacin en Francia, llevenetiqueta de izquierdas, de derechas o del centro (29)

    El Establishment mundial lo componen unas trescientas familias de rancio abolengo,estrechamente ligadas entre s por lazos familiares y econmicos. Controla de formaprcticamente total el mercado mundial de publicidad, con el cual somete al mercado de lasnoticias: prensa, radio y televisin. El mercado mundial del trigo debe asociarse al nombre de

    Dreyfuss (30). En la industria qumica, siete grandes consorcios entre los que destaca el trustImperial Chemical Industries, creacin de la familia Melchett (a) Mond (a) Moritz,representan el noventa por ciento de la produccin mundial.

    El mercado de nquel es un condominio de las familias Mond y Rothschild. Tambin losRothschild son la primera potencia mundial en el mercado del mercurio. Los mercados deldiamante, la plata, el oro, el cobre y el acero deben asociarse a los nombres de Oppenheimer,Barnato, Beit, Goldschmitdt, Guggenheim, Wernek, De Wendel (31), Lewinsohn, Rothschild,Bleichroeder, Japhet, Seligman, Lazard, Morgenthau, Schiff y Warburg (32).

    La familia Zemurray, propietaria de la United Fruit, controla media docena derepblicas centroamericanas y posee gran influencia en Sudamrica. La familia Gunzbourg (33)tiene grandes intereses en el Japn, donde controla numerosas industrias. Sera prolijo enumerarla relacin completa de las familias que componen el Establishment; para la descripcin, aun

    muy somera, de sus actividades, se precisara un volumen a ello exclusivamente dedicado; lodejaremos, pues, para una mejor ocasin. Baste ahora con puntualizar que, para elEstablishment, no existen fronteras ni telones de acero ...as, por ejemplo, la familiaAchberg, controla desde 1917, el Banco del Estado Sovitico. Los Achberg, del Nya Banken,de Estocolmo, pasan por ser los agentes de la familia Rothschild en el norte de Europa.

    El Establishment rara vez acta directamente. Los barones de la Alta Finanza actanpor interposicin de sus fideicomisarios, que controlan frreamente la Administracin. EnFrancia, por ejemplo, cuenta Henry Coston que, en ese pas de libertad cuya divisa democrticase inscribe en el frontispicio de los edificios pblicos, todas las actividades econmicas sonestrechamente controladas por la Administracin; hay un dictador del Crdito: el seor Loc.-Lain; un dictador de la poltica agrcola: el seor Rosenstock-Franck; un dictador de la

    productividad: el seor Ardant, y un dictador del Plan de desarrollo: el seor Etienne Hirsch

    (34).

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    En tres siglos, la escoria miserable de Europa ha escalado el pinculo del poderomundial. Ya solo queda la consolidacin definitiva del mismo, es decir, la sntesis capitalismo-Comunismo, tras la cual vendr la Paz. La paz sin Justicia, paz satnica. la paz del rebaohumano, con unos trescientos pastores y unos cuantos millares de perros polica. Para llegar a lacima, unos hombres diseminados por el Viejo Continente y despreciados por la Humanidad,concibieron, hace unos trescientos aos, el mayor robo de la Historia: el Robo de los Siglos. Enla actualidad, en nuestro civilizado y democrtico Siglo XX, sus descendientes, con todalegalidad, y adems con patente de honorabilidad, reinan, secreta pero despticamente, sobre laespecie humana. Es el siglo de los Robos.

    NOTAS:

    (1) R. McNair Wilson. Promise to pay.(2) A. N. Field. The Truth about the Slump.(3) El 16 de mayo de 1963, el Tribunal Correccional de Nivelles (Blgica), juzga el affaire (de quiebra)

    de la firma SOCOGA. Mr. Paul Marie de Launoy hizo la siguiente declaracin ante el juez: La Banque

    Belge dAfrique, de la que yo era administrador-delegado del Consejo, concedi un crdito de 61

    millones de francos belgas a SOCOGA. El Presidente: Es muchos para un banco cuyo capital es de 100millones. El testigo: De 144 millones...y el banco dispona en ese momento de mil trescientos cincuentamillones de crditos utilizados en todas sus formas. Ms adelante, el testigo aadi: Tout entrepeneur

    peut etre au bord de la faillite quand on lui retire ses crdits. (Cualquier patrn puede quedar al borde

    de la quiebra cuando se le retiren los crditos). Citado por el peridico Brisons le pige, rgano delSyndicom, 12 rue Henri Maubel, Bruselas-10 (n. 1, junio 1963).(4) Un hermano de este Warburg estuvo comprometido, y oficialmente acusado por el Servicio Secreto deestados Unidos, de haber financiado parcialmente a los revolucionarios soviticos de 1917. Otro Warburgse vio desposedo de la nacionalidad alemana, a raz de las leyes raciales del Reich en 1933.(5) Sheldon Emry. Billions for the Bankers. Dobts for the People.(6) Sheldon Emry. Op. Cit.(7) James C. Oliver. A Treatise on Money.(8) Sheldon Emry. Op. cit. Eustace Clarence Mullins. On the Federal Reserve.(9) Frederick Soddy. Citadel of Chaos.(10) R. McNair Wilson. Promise to pay.(11) En la deliberadamente embrollada terminologa bancaria, la palabra depsito no significa, como lamayora cree, el dinero depositado en el banco por un impositor. Depsitos bancarios son, de hecho,prstamos de promesas de pagar dinero legal tnder, y superan a menudo hasta diez veces ms lasimposiciones de los clientes, presentadas en los balances, de los bancos como Dinero en caja.

    El trmino Deposit, en ingls significa, bancariamente, en Inglaterra, Estados Unidos,

    Australia, Canad y Nueva Zelanda, prstamo. Est consagrado por la expresin: A loan creates aDeposit (Un prstamo crea un depsito). Tanto es as que al dinero escriptural se le llama en los pases

    anglosajones Bank Deposit Money.

    En Blgica, en cambio, la palabra Dpot se refiere, bancariamente, al dinero que losimpositores han depositado efectivamente en los bancos para su custodia y fructificacin. Lo mismoocurre en Francia.

    En cuanto a Espaa, despus de consultados algunos balances de bancos, se observa: 1: A vecesel epgrafe Depsitos representa el sxtuplo del epgrafe Cuentas corrientes (perodos de crisis) y a

    veces el nnuplo (perodos de expansin). 2: A veces no guarda ninguna relacin (sin duda porenglobarse en uno de ambos epgrafes cantidades correspondientes a OTROS epgrafes, con la finalidadde simplificar las crnicas financieras de los peridicos). 3: A veces el epgrafe Depsitos representa,respectivamente, en perodos de crisis o de expansin, la sexta parte o la novena parte del de cuentas

    corrientes. Relacionando las observaciones primera y tercera, se llega a la conclusin lgica de que,juegos de palabra aparte, lo que los bancos prestanexactamente, pretenden prestar- representa de seis anueve veces la suma total de lo que poseen.(12) Citado por Common sense, New Jersey, 1.4.70.(13) Bajo la Federal Reserve Act, los pnicos son artificialmente creados, con la rigidez y exactitud deun problema matemtico, tal como acaba de suceder (1920). Charles Lindbergh, Sr.(14) Juan Beneyto, Nacional-Socialismo. Citando a Gottfried Feder.(15) Juan Beneyto. Op. cit. Ibid. Id.(16) En la primera parte titulada El Robo de los Siglos y escrita en 1971.

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    (17) Evitamos mencionar unidades monetarias vigentes por dos motivos: porque los caballeros de laFinanza, por grotesco que pudiera parecer, suelen querellarse contra sus detractores amparndose enrazones patriticas; as, por ejemplo, hay quien asimila la salud del dlar a la Civilizacin Cristiano-Occidental. El segundo motivo el que nos ha inducido a inclinarnos por el denario se basa en que esaunidad monetaria fue la que sirvi para pagar los servicios del insigne financiero, el seor Iscariote (DonJudas), a quin se ha erigido una estatua en Mosc, y otra en el Bronx neoyorquino, capital de la Finanza

    Internacional.(18) Descontando los gastos de gestin, personal, etc., dicho porcentaje debe bajar, pero teniendo encuenta otras operaciones en que la picaresca bancaria raya a gran altura, no es aventurado suponer queeste inaudito negocio deje un 20.000 por ciento de beneficio.(19) Nada ms original, en efecto, que ciertas manifestaciones del Liberalismo econmico en boga.Firmas francesas venden vinos franceses a Blgica, y otras firmas francesas compran a Blgica vinosalemanes... y franceses. Firmas espaolas compran plsticos a Alemania, y otras o las mismas- firmasvenden plsticos a otros pases, incluyendo a Alemania. Firmas suecas venden paraguas y ataudes aMauritania, y firmas espaolas compran, en Inglaterra, tejidos...espaoles.(20) La ms importante no significa necesariamente la mayor. Significa simplemente la asociacin de loshombres con su suelo nativo, y esto solo se puede lograr con una poblacin rural sana y digna, y que hayadejado de ser la pariente pobre de las poblaciones humanas. Si en toda Europa existiera un paisanaje detan alta categora como el de Normanda o Baviera, o la admirable gentry inglesa, el porvenir de nuestra

    Patria Europea no nos inspirara temor alguno.(21) R. Mc Nair Wilson: Promise to pay.(22) R. Mc. Nair Wilson: Ibid. Id.(23) Hermann Hoppker Aschoff. El Dinero y el Oro..(24) Gertrude M. Coogan. Money Creators.(25) Insistimos en que lo ideal es que el Estado se dedique a su misin especfica, es decir, laactualizacin e la Idea nacional, la proteccin moral y fsica (racial) del Pueblo, y la conservacin delorden. Porque, hasta la fecha, la Historia no proporciona un solo ejemplo de estado-comerciante cuyagestin fuera beneficiosa para la nacin.(26) Dan Smoot, The Invisible Government.(27) En todos estos caballeros concurren dos circunstancias curiosas: proceden de Alemania, y por suaspecto, deben ser descendientes de los Caballeros Teutones de la Orden Hansetica.(28) Tras alimentar nuestro espritu contemplando los rostros de estos gentlemen en la revista londinense

    Spearhead, nuestras dudas se ha disipado: se trata de puros especmenes de la vieja nobleza irlandesa,incluso Maxwell, que lleg a Gran Bretaa en 1939, procedente de Checoeslovaquia, dnde por razonesque sin duda aclararn un da los bigrafos- se sinti sbitamente desasosegado.(29) Los Rothschild, originarios de Frankfurt, son de nobleza austraca. En efecto, el Kaiser FranciscoJos concedi la barona a Nathan Rothschild.(30) Los Dreyfuss son originarios de Lorena, como Juana de arco.(31) Los De Wendel no son de rancio abolengo, aunque tienen bastantes lazos familiares, y sobre todo deintereses, con la alta alcurnia.(32) Los Warburg estn en lo alto de la pirmide financiera. Viejos junkers del Bltico.(33) Los Gunzbourg fueron, junto a los Warburg, Schiff y Kahn, financiadores de la Gloriosa revolucinRoja de octubre de 1917 (Louis Marschalko, World Conquerors, p. 276-277).(34) Todos ellos chevaliers de Borgoa y descendientes de Vercingetrix. La cita de Henry Coston

    proviene de la obra La Haute Banque et les trusts.

    FUENTE: http://www.mov-condor.com.ar/libros/finanzaypoder.htm